[Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
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[Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
El camino de vuelta transcurrió sin incidentes, puesto que el grupo no fue interrumpido por ningún trasgo y bandido y, gracias a las habilidades de Chimar, Geralt pudo contribuir a llevar a Jon a Lunargenta llevando uno de los extremos de la camilla. Dado que pretendía formar el mismo grupo para acabar con los trasgos, no escatimo en detalles sobre la cueva.
Deberíamos buscar un lugar apartado, tranquilo, y prepararlo de antemano cavar fosos, cepos para osos, cualquier cosa que pudieran fabricar o encontrar, no hacia falta exterminarlos a todos, solo conseguir que huyeran y dejaran la cueva despejada.
No podemos tardar mucho o nos robaran la paga, mañana tenemos que estar preparados Eran... ¿Las cinco? Veinticuatro horas debían ser más que suficientes, no era un ejercito, solo una horda de trasgos. Si aun queréis cobrar, tendremos que apañarnoslas, hay una taberna cercana, podremos reunirnos aquí señalo a la taberna que había justo frente al hospital, "El Martin pescador", bastante popular, aunque no conocía a ningún famoso pescador llamado Martin, de echo, estaba segur de que su popularidad se debía al alcohol casero, absurdamente barato y seguramente destilado en algún lugar del sótano.
El brujo, ahora que se había vendado la herida y que por lo tanto, su vida ya no peligraba, decidió ir hacia la biblioteca de la ciudad. Estaba seguro de que podía encontrar unos cuantos ingredientes con un olor lo suficientemente agradable como para atraer a los trasgos. Como conseguiría que lo olieran era un problema, pero ya llegaría a eso en otro momento.
Lo siento Geralt, nada de perros se limito a decirle el encargado de la biblioteca, Adolf, sin sacar los ojos de su libro amarillento.
No son perros Adolf, son lobos eso si consiguió que dejara el libro de lado.
Da igual, aquí solo pone perros y no me pagan lo suficiente como para que me importe eso había sido fácil... En fin, el había venido por un motivo concreto.
Ya había leído el libro en cuestión, por lo que localizarlo, buscar el párrafo y comprar unos pocos hierbajos en el mercado le costaría relativamente poco, estaría en el Martin pescador antes de cenar.
Deberíamos buscar un lugar apartado, tranquilo, y prepararlo de antemano cavar fosos, cepos para osos, cualquier cosa que pudieran fabricar o encontrar, no hacia falta exterminarlos a todos, solo conseguir que huyeran y dejaran la cueva despejada.
No podemos tardar mucho o nos robaran la paga, mañana tenemos que estar preparados Eran... ¿Las cinco? Veinticuatro horas debían ser más que suficientes, no era un ejercito, solo una horda de trasgos. Si aun queréis cobrar, tendremos que apañarnoslas, hay una taberna cercana, podremos reunirnos aquí señalo a la taberna que había justo frente al hospital, "El Martin pescador", bastante popular, aunque no conocía a ningún famoso pescador llamado Martin, de echo, estaba segur de que su popularidad se debía al alcohol casero, absurdamente barato y seguramente destilado en algún lugar del sótano.
El brujo, ahora que se había vendado la herida y que por lo tanto, su vida ya no peligraba, decidió ir hacia la biblioteca de la ciudad. Estaba seguro de que podía encontrar unos cuantos ingredientes con un olor lo suficientemente agradable como para atraer a los trasgos. Como conseguiría que lo olieran era un problema, pero ya llegaría a eso en otro momento.
Lo siento Geralt, nada de perros se limito a decirle el encargado de la biblioteca, Adolf, sin sacar los ojos de su libro amarillento.
No son perros Adolf, son lobos eso si consiguió que dejara el libro de lado.
Da igual, aquí solo pone perros y no me pagan lo suficiente como para que me importe eso había sido fácil... En fin, el había venido por un motivo concreto.
Ya había leído el libro en cuestión, por lo que localizarlo, buscar el párrafo y comprar unos pocos hierbajos en el mercado le costaría relativamente poco, estaría en el Martin pescador antes de cenar.
- Spoiler:
- Pues eso, tenéis 24 horas onrol y los posts que haga falta para preparar "sorpresas" para los trasgos, recodad que también tenemos que buscar un lugar y una forma de atraerlos. Si queréis combinar vuestras habilidades, he puesto el martin como puesto de encuentro, ademas de el laboratorio para la elfa y sus potingues. La fragua para Schott es más complicado, pero a las malas, no creo que los herreros trabajen de noche.
Última edición por Geralt el Lun Jul 27 2015, 15:51, editado 2 veces
Geralt
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
La situación transcurre bien, varios resultan heridos durante la refriega pero no tienen ningún moribundo en el grupo original, al final vuelven a la ciudad para dejar a Jon en el hospital, aquella camilla cumple su función sin problemas cosa que eleva el ego del pequeño inventor, siempre es bueno que una creación desempeñe su propósito sin efectos secundarios, lo único malo de todo es que la paga tiene que esperar.
El grupo se dispersa pero no sin antes dejar claro su próximo punto de reunión “una taberna en las afueras”, Chimar se despide de todos mostrando especial cordialidad con la elfa pues es la única que conoce de antes, tiene una buena cantidad de horas para prepararse así que el niño vuelve a la ratonera buscando descansar algunos instantes, allí pone al corriente de todo a sus hermanos ladrones manifestando especial énfasis en el carácter individual del encargo, en esta oportunidad debe volar solo.
Despierta recuperado con solo dos horas de sueño, es una suerte que los enanos repongan energías fugazmente, se retira luego de despedirse y pone rumbo al emplazamiento objetivo, aquel camino transcurre sin contratiempos pues las rutas en donde están ubicadas las tabernas suelen ser más concurridas, llega justo antes del anochecer y con un cielo de color rojizo hace su entrada dramática, el lugar es una parada relativamente grande y dicho pequeño no puede evitar detallar cierto aserradero al fondo, una sonrisa se le forma en el rostro, con eso podrá crear algo bastante interesante.
Luego de dar a conocer su posición a los miembros que se van acercando pasa a realizar lo que mejor sabe “crear invenciones usando sus conocimientos”, los leñadores han finiquitado la jornada por lo que su lugar de trabajo esta desierto, seguro no les molestara que alguien use un poco de madera y varias de sus herramientas ¿verdad? Después de todo esa jodida cosa crece por doquier, se estira cómodamente pues le aguarda una noche agitada.
A trabajar.
Con un fuego de antorcha trabaja en la oscuridad, usa sus propias herramientas en los trabajos delicados y deja las cosas más burdas para situaciones que lo requieran, pocas horas antes del amanecer saca su invención del taller, esta jodidamente agotado y solo le quedan unas horas de sueño así que no reclama por lujos, cerca de la entrada se queda dormido usando su ropa como fuente de calor, algo que solo puede hacerse gracias a las estaciones calurosas, cuando se despierta lo primero que hace luego de sonarse el cuello es admirar lo que hizo.
Burdo…. pero cumplirá su propósito.
En la noche se las ingenio para crear una balista, por suerte los tablones de madera ya estaban cortados así que solo tuvo que darle forma, no es su mejor creación pero si una de las mas rápidas, en aras de la velocidad tuvo que sacrificar varios elementos como un cargador de varios disparos y partes tachonadas, pese a las carencias cumplirá su propósito, desgraciadamente el no podrá operarla así que alguien más se llevara la diversión, solo tuvo tiempo de crear diez virotes por lo que cada tiro vale, desmantelo varias cosas para conformarla volviendo imperativo salir de allí lo antes posible.
El grupo se dispersa pero no sin antes dejar claro su próximo punto de reunión “una taberna en las afueras”, Chimar se despide de todos mostrando especial cordialidad con la elfa pues es la única que conoce de antes, tiene una buena cantidad de horas para prepararse así que el niño vuelve a la ratonera buscando descansar algunos instantes, allí pone al corriente de todo a sus hermanos ladrones manifestando especial énfasis en el carácter individual del encargo, en esta oportunidad debe volar solo.
Despierta recuperado con solo dos horas de sueño, es una suerte que los enanos repongan energías fugazmente, se retira luego de despedirse y pone rumbo al emplazamiento objetivo, aquel camino transcurre sin contratiempos pues las rutas en donde están ubicadas las tabernas suelen ser más concurridas, llega justo antes del anochecer y con un cielo de color rojizo hace su entrada dramática, el lugar es una parada relativamente grande y dicho pequeño no puede evitar detallar cierto aserradero al fondo, una sonrisa se le forma en el rostro, con eso podrá crear algo bastante interesante.
Luego de dar a conocer su posición a los miembros que se van acercando pasa a realizar lo que mejor sabe “crear invenciones usando sus conocimientos”, los leñadores han finiquitado la jornada por lo que su lugar de trabajo esta desierto, seguro no les molestara que alguien use un poco de madera y varias de sus herramientas ¿verdad? Después de todo esa jodida cosa crece por doquier, se estira cómodamente pues le aguarda una noche agitada.
A trabajar.
Con un fuego de antorcha trabaja en la oscuridad, usa sus propias herramientas en los trabajos delicados y deja las cosas más burdas para situaciones que lo requieran, pocas horas antes del amanecer saca su invención del taller, esta jodidamente agotado y solo le quedan unas horas de sueño así que no reclama por lujos, cerca de la entrada se queda dormido usando su ropa como fuente de calor, algo que solo puede hacerse gracias a las estaciones calurosas, cuando se despierta lo primero que hace luego de sonarse el cuello es admirar lo que hizo.
Burdo…. pero cumplirá su propósito.
En la noche se las ingenio para crear una balista, por suerte los tablones de madera ya estaban cortados así que solo tuvo que darle forma, no es su mejor creación pero si una de las mas rápidas, en aras de la velocidad tuvo que sacrificar varios elementos como un cargador de varios disparos y partes tachonadas, pese a las carencias cumplirá su propósito, desgraciadamente el no podrá operarla así que alguien más se llevara la diversión, solo tuvo tiempo de crear diez virotes por lo que cada tiro vale, desmantelo varias cosas para conformarla volviendo imperativo salir de allí lo antes posible.
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Al final el grupo volvió a reunirse junto a la caravana atacada y se demostró que los temores sobre el bienestar de los demás integrantes eran infundados. Todos estaban bien aunque parecía que algunos de ellos también habían tenido dificultades con el objetivo al que habían escogido perseguir. Aquellos malditos bichos enanos eran mas duros de lo que parecían, a diferencia del tipo de la espada, que pareció no darle demasiados problemas a Wernack. No obstante y a pesar del panorama, el único que pidió su ayuda fue Schott y la joven elfa estuvo mas que encantada de revisar sus heridas y tratarlas con su magia, al fin y al cabo para eso estaba allí.
Ya de vuelta a la ciudad, el grupo dejó al herido humano. Jon. en el hospital y Níniel se quedó con él por lo que allí se separó de los demás tras acordar encontrarse en una posada justo en frente del centro médico. Tenían un tiempo para prepararse y pertrecharse de la mejor manera posible ya que al día siguiente volverían al bosque para tratar de recuperar la mercancía robada y así poder cobrar la paga prometida. Geralt comentó los detalles sobre la guarida de los trasgos pero a parte de eso cada uno debería pensar en cómo decantar la balanza de su lado ante un enemigo superior en número.
Ya en el interior del hospital, Níniel se encontró con Marta, su superior cuando había ayudado en el hospital, y le comentó lo que le había pasado al caballero con el que había llegado y el tratamiento que le había aplicado hasta el momento. La Anciana enfermera preguntó si ella estaba bien debido al estado de su ropa y la elfa le contó lo sucedido y la situación actual pues confiaba en ella.
-Bueno, creo que puedo prescindir de algunas pociones de curación para que vayas bien preparada, siempre que me prometas que cuando vuelvas las repondrás ayudando por aquí-Le dijo la anciana tras escuchar el relato.
Era un generoso ofrecimiento pero la elfa pensaba que quizá necesitase algo mas que simple curación en aquella situación. Algo que ayudara a sus compañeros a combatir mejor y especialmente a soportar mejor la fatiga que aquel trabajo iba a suponer entre preparativos, viajes y luchas.
-Eso estaría bien, pero tengo que pedirte otro favor-
Marta la llevó hasta el laboratorio de alquimia del hospital y la presentó a la alquimista del lugar que se encontraba allí trabajando en unas pociones. Era una humana que parecía mas cercana a los cuarenta años que a los treinta, llevaba su lacio cabello despeinado y parecía sorprendida por la intromisión.
-Olga, te presento a Níniel, la joven elfa que te sustituyo tras el accidente. Va a coger algunos ingredientes comunes de aquí para un asunto personal. Tiene mi permiso para hacerlo, quiero que apuntes los ingredientes que use para ver después cuántos días contaré con sus servicios en el hospital a cambio-
La alquimista asintió aunque no parecía muy complacida con la idea de que hubiera otra alquimista por allí haciendo cosas sin estar bajo sus órdenes. Aún así la dejó trabajar.
Durante las siguientes horas, Níniel se afanó en preparar pociones para tonificar los músculos y reducir la fatiga bajo la atenta mirada de Olga. En ningún momento trató de entablar conversación con ella pero en mas de una ocasión, al mirar por encima del hombro, la sacerdotisa la pillaba mirándola a ella y a su trabajo con mucha atención.
-Son pócimas de batalla, mi madre me enseñó a prepararlas para nuestros forestales y guardias, para los tiempos difíciles. Ella las preparaba durante la gran guerra- Acabó por explicar la peliblanca, la humana trató de aparentar que no le importaba.
Para cuando acabó, Níniel estaba exhausta y deseando dormir las horas que restaban hasta el reencuentro con los demás. Tomó los viales que había preparado y tras despedirse de una silenciosa Olga y de una mucho mas amable Marta, volvió a la posada donde tenía una habitación alquilada.
En cuanto llegó Geralt saltó desde su bolsillo refugio y comenzó a corretear por el lugar, contento de volver a casa. Níniel dejó sus cosas, cerró la puerta con llave y se quitó la túnica sucia por el trote recibido, con algunas pequeñas manchas de sangre y sin una de las mangas pues la había usado para hacerse un vendaje. La joven esperaba que tuviera arreglo.
Ante un pequeño espejo, se quitó el vendaje de la herida de su antebrazo y limpió la herida con agua. A continuación colocó su mano sobre la herida y aplicó su magia para curarla del todo. Al acabar y con un largo suspiro se tendió sobre la cama y casi de inmediato se quedó dormida. Había sido un día muy largo.
OFF: Subrayado el uso de la pasiva alquimia para preparar pociones que ayuden en la lucha.
Ya de vuelta a la ciudad, el grupo dejó al herido humano. Jon. en el hospital y Níniel se quedó con él por lo que allí se separó de los demás tras acordar encontrarse en una posada justo en frente del centro médico. Tenían un tiempo para prepararse y pertrecharse de la mejor manera posible ya que al día siguiente volverían al bosque para tratar de recuperar la mercancía robada y así poder cobrar la paga prometida. Geralt comentó los detalles sobre la guarida de los trasgos pero a parte de eso cada uno debería pensar en cómo decantar la balanza de su lado ante un enemigo superior en número.
Ya en el interior del hospital, Níniel se encontró con Marta, su superior cuando había ayudado en el hospital, y le comentó lo que le había pasado al caballero con el que había llegado y el tratamiento que le había aplicado hasta el momento. La Anciana enfermera preguntó si ella estaba bien debido al estado de su ropa y la elfa le contó lo sucedido y la situación actual pues confiaba en ella.
-Bueno, creo que puedo prescindir de algunas pociones de curación para que vayas bien preparada, siempre que me prometas que cuando vuelvas las repondrás ayudando por aquí-Le dijo la anciana tras escuchar el relato.
Era un generoso ofrecimiento pero la elfa pensaba que quizá necesitase algo mas que simple curación en aquella situación. Algo que ayudara a sus compañeros a combatir mejor y especialmente a soportar mejor la fatiga que aquel trabajo iba a suponer entre preparativos, viajes y luchas.
-Eso estaría bien, pero tengo que pedirte otro favor-
Marta la llevó hasta el laboratorio de alquimia del hospital y la presentó a la alquimista del lugar que se encontraba allí trabajando en unas pociones. Era una humana que parecía mas cercana a los cuarenta años que a los treinta, llevaba su lacio cabello despeinado y parecía sorprendida por la intromisión.
-Olga, te presento a Níniel, la joven elfa que te sustituyo tras el accidente. Va a coger algunos ingredientes comunes de aquí para un asunto personal. Tiene mi permiso para hacerlo, quiero que apuntes los ingredientes que use para ver después cuántos días contaré con sus servicios en el hospital a cambio-
La alquimista asintió aunque no parecía muy complacida con la idea de que hubiera otra alquimista por allí haciendo cosas sin estar bajo sus órdenes. Aún así la dejó trabajar.
Durante las siguientes horas, Níniel se afanó en preparar pociones para tonificar los músculos y reducir la fatiga bajo la atenta mirada de Olga. En ningún momento trató de entablar conversación con ella pero en mas de una ocasión, al mirar por encima del hombro, la sacerdotisa la pillaba mirándola a ella y a su trabajo con mucha atención.
-Son pócimas de batalla, mi madre me enseñó a prepararlas para nuestros forestales y guardias, para los tiempos difíciles. Ella las preparaba durante la gran guerra- Acabó por explicar la peliblanca, la humana trató de aparentar que no le importaba.
Para cuando acabó, Níniel estaba exhausta y deseando dormir las horas que restaban hasta el reencuentro con los demás. Tomó los viales que había preparado y tras despedirse de una silenciosa Olga y de una mucho mas amable Marta, volvió a la posada donde tenía una habitación alquilada.
En cuanto llegó Geralt saltó desde su bolsillo refugio y comenzó a corretear por el lugar, contento de volver a casa. Níniel dejó sus cosas, cerró la puerta con llave y se quitó la túnica sucia por el trote recibido, con algunas pequeñas manchas de sangre y sin una de las mangas pues la había usado para hacerse un vendaje. La joven esperaba que tuviera arreglo.
Ante un pequeño espejo, se quitó el vendaje de la herida de su antebrazo y limpió la herida con agua. A continuación colocó su mano sobre la herida y aplicó su magia para curarla del todo. Al acabar y con un largo suspiro se tendió sobre la cama y casi de inmediato se quedó dormida. Había sido un día muy largo.
OFF: Subrayado el uso de la pasiva alquimia para preparar pociones que ayuden en la lucha.
Níniel Thenidiel
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
-Uuuuffffff- suspiré aliviado mientras me tumbaba sobre una carretilla que había oportunamente en una esquina, lo cierto era que estaba hecho polvo, menudo día, sí señor. Me miré la herida del brazo, había quedado como nueva, esa Niniel sabía lo que hacía, le debía una, y gorda, yo era un poco escéptico al tema ese de la magia, pero hay que reconocer que los resultados son insuperables.
Me recosté un poco más en la carretilla, no estaba cómodo, para nada, se me salían las piernas y los brazos, pero era mejor que nada, habíamos vuelto a Lunargenta tras el encuentro con la caravana y habíamos quedado en 24 horas para volver ahí bien pertrechados, iba a preparar algo, pero por ahora lo que más necesitaba era una buena cabezadita, aunque fuera en ese incomodo lugar, mientras Niniel y Geralt llevaban la camilla yo había estado haciendo una pequeña fosa con la pala para los cadáveres de los tipos de la caravana, no era gran cosa, pero era mejor que se pudrieran al aire, así que estaba notablemente cansado.
Me desperté a las pocas horas muy dolorido, tal vez hubiese estado bien invertir algo de tiempo en buscar una cama mejor, pero ya daba igual, tenía que hacer algo que pudiera ayudarnos en la emboscada.
Me dirigí al distrito de las herrerías, necesitaba buen material y una forja, y aun podía cobrarme algunos favores, fui primero a la herrería de Andre, era un buen tío, usaba buen hierro y lo mejor era que me debía una.
-¡Ey Andre viejo amigo!- sonreí mientras entraba en la tienda.
-¡Schotti, como tú por aquí!- Sonrió el enorme herrero dejando un peto a medio acabar sobre la mesa.
-Ya vez, venía a hacerte una visita- Sonreí
-Yaya Schott, como si no te conociera, pero ya es tarde, estaba cerrando- Comentó el herrero, mierda, era cierto, ¿cuanto habría estado dormido en la carretilla?
-No, no te preocupes, solo quería pedirte que me dejases usar….-
-No, no, no Schott, de eso nada, vi como volabas el taller de Rickert por los aires- dijo con semblante serio.
-¿Lo viste? No, bueno es decir si, sí, veras…no fue culpa mía…ese alquimista dijo que sería un polvo muy estable…casi lo tenía..iba a ser espectacular…-
-Calla, calla, no quiero saber nada-
-Ey, pero si luego se lo dejé a Rickert como nuevo, mejor de como estaba-
-Nonono- siguió negándose Andre
-Venga, solo quiero usar un poco la forja-
-Lo siento Schott, no puedo-
-Bueno…recuerda que me debes una…por lo de la tormenta, ¿recuerdas?-
-Mierda….sabía que me vendrías con esas….vale, tu ganas..pero por favor…-
-Tranquilo, tranquilo, será sencillo…¿Dónde guardas los moldes?- sonreí cerrando la puerta y sacando mis herramientas.
Tras conseguir amablemente la forja de Andre comencé a trabajar, necesitaba algo muy chungo y contundente…pero no tenía tiempo, tardaría al menos un día en endurecerse…., tenía que pensar algo…ellos serían muchos, necesitaba algo que los ralentizase…oh, ya lo tenía, abrojos, esos pequeños bastardillos me habían salvado el culo un par de veces, eran bastante cutres y simples, pero efectivos, preparé los moldes de arena para rellenar mientras calentaba la mena de hierro, me daba para hacer bastantes, pero tampoco quería gastarle todo el hierro al bueno de Andre.
También me sobró molde para hacer algunas puntas metálicas, tal vez pudiera ponerlas en estacas, ya se me ocurriría algo.
Sin embargo no me quedé satisfecho, necesitaba algo más grande y molón, seguro que mis compañeros iban a llevar cosas geniales, si al menos supiera algo de trampas…espera…parecía que Wernack sabía de rastros, seguro que a él se le ocurría algo.
Habíamos quedado dentro de unas horas en una taberna no lejos de aquí, con algo de suerte, estaría por allí, así que dejé los moldes reposando y fui deprisa a la taberna.
Suspiré aliviado al ver a Wernack en la barra, resultaba dificil no verle, me senté a su lado.
-Ey amigo ¿que tal?, ¿listo para la acción? jajaja- sonreí haciendole ungest al camarero para que me pusiese algo rapido.
-Mira, te comento...- dije sacando una pluma y mi pequeño cuaderno de diseños de la bolsa -Estaba pensando en hacer algo para atrapar a los bichos esos cuando se acerquen, de inmovilizarlos ¿si?, algo con pinchos jajaja, ¿que...que puedo poner?, ya sabes...un cable ooo una palanca..nose- comenté pasando las paginas, algunas llenas de ingeniosos diseños, otras simplemente de chistes y dibujos hasta encontrar una en blanco. -¿Tu...tu sabes de trampas y caza no?, ¿se te ocurre algo?- sonreí bebiendo un trago de la copa que me acababan de servir.
Me recosté un poco más en la carretilla, no estaba cómodo, para nada, se me salían las piernas y los brazos, pero era mejor que nada, habíamos vuelto a Lunargenta tras el encuentro con la caravana y habíamos quedado en 24 horas para volver ahí bien pertrechados, iba a preparar algo, pero por ahora lo que más necesitaba era una buena cabezadita, aunque fuera en ese incomodo lugar, mientras Niniel y Geralt llevaban la camilla yo había estado haciendo una pequeña fosa con la pala para los cadáveres de los tipos de la caravana, no era gran cosa, pero era mejor que se pudrieran al aire, así que estaba notablemente cansado.
Me desperté a las pocas horas muy dolorido, tal vez hubiese estado bien invertir algo de tiempo en buscar una cama mejor, pero ya daba igual, tenía que hacer algo que pudiera ayudarnos en la emboscada.
Me dirigí al distrito de las herrerías, necesitaba buen material y una forja, y aun podía cobrarme algunos favores, fui primero a la herrería de Andre, era un buen tío, usaba buen hierro y lo mejor era que me debía una.
-¡Ey Andre viejo amigo!- sonreí mientras entraba en la tienda.
-¡Schotti, como tú por aquí!- Sonrió el enorme herrero dejando un peto a medio acabar sobre la mesa.
-Ya vez, venía a hacerte una visita- Sonreí
-Yaya Schott, como si no te conociera, pero ya es tarde, estaba cerrando- Comentó el herrero, mierda, era cierto, ¿cuanto habría estado dormido en la carretilla?
-No, no te preocupes, solo quería pedirte que me dejases usar….-
-No, no, no Schott, de eso nada, vi como volabas el taller de Rickert por los aires- dijo con semblante serio.
-¿Lo viste? No, bueno es decir si, sí, veras…no fue culpa mía…ese alquimista dijo que sería un polvo muy estable…casi lo tenía..iba a ser espectacular…-
-Calla, calla, no quiero saber nada-
-Ey, pero si luego se lo dejé a Rickert como nuevo, mejor de como estaba-
-Nonono- siguió negándose Andre
-Venga, solo quiero usar un poco la forja-
-Lo siento Schott, no puedo-
-Bueno…recuerda que me debes una…por lo de la tormenta, ¿recuerdas?-
-Mierda….sabía que me vendrías con esas….vale, tu ganas..pero por favor…-
-Tranquilo, tranquilo, será sencillo…¿Dónde guardas los moldes?- sonreí cerrando la puerta y sacando mis herramientas.
Tras conseguir amablemente la forja de Andre comencé a trabajar, necesitaba algo muy chungo y contundente…pero no tenía tiempo, tardaría al menos un día en endurecerse…., tenía que pensar algo…ellos serían muchos, necesitaba algo que los ralentizase…oh, ya lo tenía, abrojos, esos pequeños bastardillos me habían salvado el culo un par de veces, eran bastante cutres y simples, pero efectivos, preparé los moldes de arena para rellenar mientras calentaba la mena de hierro, me daba para hacer bastantes, pero tampoco quería gastarle todo el hierro al bueno de Andre.
También me sobró molde para hacer algunas puntas metálicas, tal vez pudiera ponerlas en estacas, ya se me ocurriría algo.
Sin embargo no me quedé satisfecho, necesitaba algo más grande y molón, seguro que mis compañeros iban a llevar cosas geniales, si al menos supiera algo de trampas…espera…parecía que Wernack sabía de rastros, seguro que a él se le ocurría algo.
Habíamos quedado dentro de unas horas en una taberna no lejos de aquí, con algo de suerte, estaría por allí, así que dejé los moldes reposando y fui deprisa a la taberna.
Suspiré aliviado al ver a Wernack en la barra, resultaba dificil no verle, me senté a su lado.
-Ey amigo ¿que tal?, ¿listo para la acción? jajaja- sonreí haciendole ungest al camarero para que me pusiese algo rapido.
-Mira, te comento...- dije sacando una pluma y mi pequeño cuaderno de diseños de la bolsa -Estaba pensando en hacer algo para atrapar a los bichos esos cuando se acerquen, de inmovilizarlos ¿si?, algo con pinchos jajaja, ¿que...que puedo poner?, ya sabes...un cable ooo una palanca..nose- comenté pasando las paginas, algunas llenas de ingeniosos diseños, otras simplemente de chistes y dibujos hasta encontrar una en blanco. -¿Tu...tu sabes de trampas y caza no?, ¿se te ocurre algo?- sonreí bebiendo un trago de la copa que me acababan de servir.
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Me encontré con Geralt delante de la cueva. Al parecer, le daba miedo que unos pequeños bichejos nos descubrieran, asi que me arrastró para escondernos y ver como los seres jugaban con la mercancia. Al menos eso confirmaba que habían sido ellos. Después, volvimos con el resto. La elfa y Geralt llevaron al tipo, que seguía vivo por algún motivo, en una camilla. -De verdad que sería más fácil hacer como que ha muerto...- murmuré. De todos modos, no era mi problema, asi que no añadí nada más.
Finalmente, llegamos a Lunargenta. Tendríamos que preparar algunas cosas con el encuentro con los diablillos, pero tenía un asunto más urgente entre manos. Quince minutos después, con pluma, tinta y papel, empecé a escribir un relato bastante impresionante, contando como me había encontrado con una extraña bruja de repente en el lago, y que tras matarla, desapareció, invocó a un dragón, y se reenarnó, haciendonos luchar contra la terrible bestia. Todo lo que puse en el cartel era cierto, aunque omití el nombre del resto de personas que me ayudaron, pero detallé bien como maté al lagarto y perdí mi espada en él. Eso debía hacer que corriesen algunos rumores y ganase algo de fama. Una vez terminé, escuché la voz de aquel humano, Scott. Le saludé con un movimiento de cabeza, y mientras pedía algo de beber, colgué el cartel en el tablón de la taberna.
-Hmm... ¿trampas? Bueno, se algo...- dije, sonriendo con falsa modestia. -Se me ocurren algunas cosas. Es para los trasgos, son bichos pequeños... creo que las clásicas trampas para osos te valdrían. Además, tengo un par de ideas, si puedes hacer estacas metálicas o algo similar podría hacer algo decente.- expliqué. Pensé en dibujar algo para mostrarle lo que pensaba, pero mis dibujos eran lo más horribles en la existencia. En su lugar, escribí instrucciones en la hoja en blanco de su cuaderno. -Veamos, las trampas para osos son mecanismos complicados y con medidas de seguridad, pero no tenemos tanto tiempo para la seguridad, así que vamos a pasar de esa parte. Lo importante es la placa de presión...- seguí con una lección básica sobre trampas para osos, poniendo los apuntes esenciales en el cuaderno. -...y así es como dejas a alguien sin pie. Recuerda tenerlas activadas hasta que las pongamos si no quieres un mordisco metálico.- terminé. -Ah, y se me ha ocurrido una idea. Necesito que hagas una cadena de metal, no tiene por qué ser resistente mientras sea larga, ¿vale? 20 metros o así debería valer, pero muchas cadenas de 4 o 5 también valen.- añadí. -Nos vemos aqui.- me levanté y salí de la taberna.
Tenía que preparar algunos venenos, pero no tenía tiempo para ir a buscar ingredientes fuera y no pensaba ir a comprarlos. Miré el hospital de enfrente. Ahí tenía que haber algo que pudiese usar. El sitio era algo laberíntico, así que iba a necesitar direcciones. Inspiré, y me acerqué corriendo a una mujer de aspecto aburrido que estaba casi dormitando. Puse cara de alarmado, y con tono nervioso, exclamé: -¿Donde está el laboratorio de alquimia? ¡Tengo que llegar! ¡Deprisa!- la mujer casi da un bote por el susto, y me señaló por donde era. Fui corriendo hasta doblar en una esquina, donde caminé tranquilamente como si tuviese que estar ahí, guiandome por mi olfato, hasta llegar a ver una sala con una mujer y muchos recipientes, algunos con pociones dentro. La mujer no parecía ser muy espabilada, así que volví a poner la actitud alarmada de antes. -¡Usted! ¿¡Es la alquimista!?- la mujer asintió como respuesta. -¡La necesitan en el ala de quemaduras mágicas! ¡No hay tiempo para explicarlo, corra!- sonreí al ver como marchaba con prisas hacia donde quiera que la hubiese mandado, y me metí en la habitación.
Dentro había un montón de plantas e ingredientes, la mayoría desconocidos para mi, pero también muchos recipientes vacios o casi. Sin embargo, había ciertos hongos que, quemados y machacados, podían tener unos efectos alucinógenos bastante potentes. Me llevé el tarro entero y salí del hospital, de vuelta a la taberna. Allí encontré a Geralt, el brujo que necesitaba. -Eh, brujo. Necesito que me enseñes a hacer runas eléctricas. Esto planeando algo divertido.
Finalmente, llegamos a Lunargenta. Tendríamos que preparar algunas cosas con el encuentro con los diablillos, pero tenía un asunto más urgente entre manos. Quince minutos después, con pluma, tinta y papel, empecé a escribir un relato bastante impresionante, contando como me había encontrado con una extraña bruja de repente en el lago, y que tras matarla, desapareció, invocó a un dragón, y se reenarnó, haciendonos luchar contra la terrible bestia. Todo lo que puse en el cartel era cierto, aunque omití el nombre del resto de personas que me ayudaron, pero detallé bien como maté al lagarto y perdí mi espada en él. Eso debía hacer que corriesen algunos rumores y ganase algo de fama. Una vez terminé, escuché la voz de aquel humano, Scott. Le saludé con un movimiento de cabeza, y mientras pedía algo de beber, colgué el cartel en el tablón de la taberna.
-Hmm... ¿trampas? Bueno, se algo...- dije, sonriendo con falsa modestia. -Se me ocurren algunas cosas. Es para los trasgos, son bichos pequeños... creo que las clásicas trampas para osos te valdrían. Además, tengo un par de ideas, si puedes hacer estacas metálicas o algo similar podría hacer algo decente.- expliqué. Pensé en dibujar algo para mostrarle lo que pensaba, pero mis dibujos eran lo más horribles en la existencia. En su lugar, escribí instrucciones en la hoja en blanco de su cuaderno. -Veamos, las trampas para osos son mecanismos complicados y con medidas de seguridad, pero no tenemos tanto tiempo para la seguridad, así que vamos a pasar de esa parte. Lo importante es la placa de presión...- seguí con una lección básica sobre trampas para osos, poniendo los apuntes esenciales en el cuaderno. -...y así es como dejas a alguien sin pie. Recuerda tenerlas activadas hasta que las pongamos si no quieres un mordisco metálico.- terminé. -Ah, y se me ha ocurrido una idea. Necesito que hagas una cadena de metal, no tiene por qué ser resistente mientras sea larga, ¿vale? 20 metros o así debería valer, pero muchas cadenas de 4 o 5 también valen.- añadí. -Nos vemos aqui.- me levanté y salí de la taberna.
Tenía que preparar algunos venenos, pero no tenía tiempo para ir a buscar ingredientes fuera y no pensaba ir a comprarlos. Miré el hospital de enfrente. Ahí tenía que haber algo que pudiese usar. El sitio era algo laberíntico, así que iba a necesitar direcciones. Inspiré, y me acerqué corriendo a una mujer de aspecto aburrido que estaba casi dormitando. Puse cara de alarmado, y con tono nervioso, exclamé: -¿Donde está el laboratorio de alquimia? ¡Tengo que llegar! ¡Deprisa!- la mujer casi da un bote por el susto, y me señaló por donde era. Fui corriendo hasta doblar en una esquina, donde caminé tranquilamente como si tuviese que estar ahí, guiandome por mi olfato, hasta llegar a ver una sala con una mujer y muchos recipientes, algunos con pociones dentro. La mujer no parecía ser muy espabilada, así que volví a poner la actitud alarmada de antes. -¡Usted! ¿¡Es la alquimista!?- la mujer asintió como respuesta. -¡La necesitan en el ala de quemaduras mágicas! ¡No hay tiempo para explicarlo, corra!- sonreí al ver como marchaba con prisas hacia donde quiera que la hubiese mandado, y me metí en la habitación.
Dentro había un montón de plantas e ingredientes, la mayoría desconocidos para mi, pero también muchos recipientes vacios o casi. Sin embargo, había ciertos hongos que, quemados y machacados, podían tener unos efectos alucinógenos bastante potentes. Me llevé el tarro entero y salí del hospital, de vuelta a la taberna. Allí encontré a Geralt, el brujo que necesitaba. -Eh, brujo. Necesito que me enseñes a hacer runas eléctricas. Esto planeando algo divertido.
Asher Daregan
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Tal como había previsto, no le costo mucho encontrar los párrafos que quería, aunque se estuvo más tiempo del necesario comprando los ingredientes. Es decir, quería cargarse a los trasgos, pero no quería morirse de hambre en el proceso, por lo que necesito de un profundo regateo para conseguir un precio decente.
Y allí estaba, con unos potes y unos hierbajos, esperando a Niniel con un cuenco de estofado cuando el perro se sentó frente suyo.
¿Runas eléctricas? Pregunto mientras masticaba lentamente. ¿De las que se activan al contacto? No son baratas... tenia los materiales, pero iba a cobrárselos, por supuesto.
A ver... necesitaba tinta, y papel... El brujo se levanto, le cogió amablemente el tintero a Schott y arranco un cartel cualquiera de la pared, uno sobre un dragón. ¿Un contrato para matar un dragón? Ah, no, alguien se había tomado demasiados hongos Mira, la runa de rayo es así, pero para que se active al tocarla debes añadir esta secuencia de activación, y convendría que añadieras estos símbolos aquí y aquí para potenciar... El brujo se estuvo la siguiente media hora dando una explicación detallada sobre la creación, funcionamiento y preparación de runas eléctricas, con la esperanza de que Wernack no muriera en el intento.
En fin, intenta no romper nada... fue todo lo que dijo cuando volvió de su habitación con una bolsa de materiales Y voy a cobrártelo, por supuesto Ahora necesitaba a la elfa, ¿Donde estaba? En el hospital, seguro, como todos los elfos... Pero no, cuando pregunto por ella, le dijeron que la elfa peliblanca se había ido. Lastima, en fin, ya le pediría que preparara el perfume en otra ocasión. Aunque... ¿porque esperar? Seguro que tenían un alquimista por algún lugar...
El peliblanco siguió las indicaciones del personal hasta llegar a una sala relativamente apartada.
Que, ¿me necesitan en la sección de "electrocutados mágicos"?
¿Eh?
¿Que diablos quieres?
Necesito hacer perfume de esto le enseño el pote con las hierbas. Pagare...
Supongo que puedo hacer el montaje y dejar la destilación en marcha... Solo ocuparía un poco de espacio... Pásate por la mañana... Solucionado...
Y allí estaba, con unos potes y unos hierbajos, esperando a Niniel con un cuenco de estofado cuando el perro se sentó frente suyo.
¿Runas eléctricas? Pregunto mientras masticaba lentamente. ¿De las que se activan al contacto? No son baratas... tenia los materiales, pero iba a cobrárselos, por supuesto.
A ver... necesitaba tinta, y papel... El brujo se levanto, le cogió amablemente el tintero a Schott y arranco un cartel cualquiera de la pared, uno sobre un dragón. ¿Un contrato para matar un dragón? Ah, no, alguien se había tomado demasiados hongos Mira, la runa de rayo es así, pero para que se active al tocarla debes añadir esta secuencia de activación, y convendría que añadieras estos símbolos aquí y aquí para potenciar... El brujo se estuvo la siguiente media hora dando una explicación detallada sobre la creación, funcionamiento y preparación de runas eléctricas, con la esperanza de que Wernack no muriera en el intento.
En fin, intenta no romper nada... fue todo lo que dijo cuando volvió de su habitación con una bolsa de materiales Y voy a cobrártelo, por supuesto Ahora necesitaba a la elfa, ¿Donde estaba? En el hospital, seguro, como todos los elfos... Pero no, cuando pregunto por ella, le dijeron que la elfa peliblanca se había ido. Lastima, en fin, ya le pediría que preparara el perfume en otra ocasión. Aunque... ¿porque esperar? Seguro que tenían un alquimista por algún lugar...
El peliblanco siguió las indicaciones del personal hasta llegar a una sala relativamente apartada.
Que, ¿me necesitan en la sección de "electrocutados mágicos"?
¿Eh?
¿Que diablos quieres?
Necesito hacer perfume de esto le enseño el pote con las hierbas. Pagare...
Supongo que puedo hacer el montaje y dejar la destilación en marcha... Solo ocuparía un poco de espacio... Pásate por la mañana... Solucionado...
Geralt
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Chimar sigue allí dormido en las afueras de la taberna ignorante sobre los demás miembros. Aquel monumento a la ingeniería sirve de cama improvisada para el mocoso quien a carencia de cualquier otra cosa le toma con gusto, parece estar inconsciente y si no fuera por las respiraciones probablemente la gente le tomaría por un muerto. Repone algo de fuerza pero le falta bastante para recuperarse por completo.
Las personas no pueden evitar pararse y observar la balista con cierta curiosidad, varios niños incluso juegan con sus tensadas cuerdas. La gente siempre se siente atraída por la maquinaria, en especial aquellas de tendencia bélica, dicha curiosidad en este caso resulta segura pues el artilugio esta en modo reposo sin munición cargada. Por suerte no hay peligro de que alguien se la robe pues sería demasiado obvio.
Con pereza el pequeño medio despierta y fuerza su mente para formular cierta pregunta ¿Dónde está todo el mundo? Denotando cansancio se estira mientras intenta convencerse de que debe buscarles al menos por cortesía. Con gran esfuerzo toma una postura erguida disponiéndose a ingresar en el establecimiento, adentro divisa varios integrantes por lo que se acerca, tropezando con media taberna gracias al cansancio.
Chi…. Chicos “bostezo” tengo cierto juguete afuera… ¿afuera? Si afuera, nos será útil…
Se sienta en la barra y reposa su cabeza sobre el mesón. Al parecer los cálculos fallaron en un factor bastante delicado, se exigió demasiado y ahora estará trasnochado media misión a menos que logre dormir en el trayecto, mínimo necesita unas cinco horas de sueño para volver a un estado normal cosa que es prácticamente imposible. Deberá arreglárselas como pueda, solo espera que los demás sean condescendientes.
No pasa mucho tiempo antes de quedar profundamente dormido en esa extraña posición, sabe que no se irán sin él pues entre más combatientes mejor aunque en su estado probablemente le clave un virote al hombre perro por “error”. Escucha varias cosas mientras descansa que en condiciones normales le hubieran hecho despabilar pero está demasiado agotado como para dejarse atraer por diseños interesantes.
Resulta curioso que unas pocas horas sin dormir puedan transformante en un zombi. El cuerpo es estúpido a veces incluso en sus etapas infantiles, la reacción en un organismo viejo como el de Geralt “el humano” debe ser devastadora. En un momento de lucidez tiene cierta idea, conseguir buen puesto en la balista y que el cargador lleve a ambos, no pesa demasiado y para los hombres del grupo sería difícilmente un reto, el problema es que quieran, ya se le ocurrirá algo.
Padre yo no…. Rompí esa máquina, fue el “bostezo” autómata….
Las personas no pueden evitar pararse y observar la balista con cierta curiosidad, varios niños incluso juegan con sus tensadas cuerdas. La gente siempre se siente atraída por la maquinaria, en especial aquellas de tendencia bélica, dicha curiosidad en este caso resulta segura pues el artilugio esta en modo reposo sin munición cargada. Por suerte no hay peligro de que alguien se la robe pues sería demasiado obvio.
Con pereza el pequeño medio despierta y fuerza su mente para formular cierta pregunta ¿Dónde está todo el mundo? Denotando cansancio se estira mientras intenta convencerse de que debe buscarles al menos por cortesía. Con gran esfuerzo toma una postura erguida disponiéndose a ingresar en el establecimiento, adentro divisa varios integrantes por lo que se acerca, tropezando con media taberna gracias al cansancio.
Chi…. Chicos “bostezo” tengo cierto juguete afuera… ¿afuera? Si afuera, nos será útil…
Se sienta en la barra y reposa su cabeza sobre el mesón. Al parecer los cálculos fallaron en un factor bastante delicado, se exigió demasiado y ahora estará trasnochado media misión a menos que logre dormir en el trayecto, mínimo necesita unas cinco horas de sueño para volver a un estado normal cosa que es prácticamente imposible. Deberá arreglárselas como pueda, solo espera que los demás sean condescendientes.
No pasa mucho tiempo antes de quedar profundamente dormido en esa extraña posición, sabe que no se irán sin él pues entre más combatientes mejor aunque en su estado probablemente le clave un virote al hombre perro por “error”. Escucha varias cosas mientras descansa que en condiciones normales le hubieran hecho despabilar pero está demasiado agotado como para dejarse atraer por diseños interesantes.
Resulta curioso que unas pocas horas sin dormir puedan transformante en un zombi. El cuerpo es estúpido a veces incluso en sus etapas infantiles, la reacción en un organismo viejo como el de Geralt “el humano” debe ser devastadora. En un momento de lucidez tiene cierta idea, conseguir buen puesto en la balista y que el cargador lleve a ambos, no pesa demasiado y para los hombres del grupo sería difícilmente un reto, el problema es que quieran, ya se le ocurrirá algo.
Padre yo no…. Rompí esa máquina, fue el “bostezo” autómata….
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Asentí atento a las explicaciones de Wernack, estaba claro que el tipo entendía del tema, me sorprendió que me hiciera las anotaciones escritas, aunque tal vez a él también le sorprendiese que yo supiese leer y escribir, el caso es que tras un buen rato me dio una buena lección de trampas básicas.
-Bien, entendido, creo que lo tengo todo, muchas gracias Wernack, eres un fiera- le sonreí recogiendo el cuaderno, ahora lleno de valiosas anotaciones.
Tras su lección me pidió si le podía hacer una cadena larga, tarea sencilla. -Ey, claro tío, no hay problema, está hecho- sonreí, me dijo que nos volviéramos a encontrar aquí por la mañana.
-Bien perfecto, pues me pongo a ello- dije levantándome del asiento –Si algún otro necesita algo, estaré en la herrería del tejado gris- dije despidiéndome amablemente.
En ese momento entró en la taberna Chimar, el chaval parecía que no se había tomado su vasito de leche para irse a la cama e iba dando tumbos, se recostó en la barra y farfulló algo de que tenía un juguete fuera.
-Wow chimar, estas para el arrastre eh jaja, que te dije de acostarte tarde- reí, aunque dudo que me hubiese oído, parecía que se había quedado sopa, le mire sonriendo, era un buen chaval, muy raro, pero me caía bien, no quería dejarle así, pero tenía trabajo que hacer.
-Ey mesonero, cuide que no le roben por favor- dije lanzándole una moneda y señalando con la cabeza al chaval.
-Sí, no se preocupe- dijo sinceramente el mesonero.
Salí de la taberna, agradecí la jarra de fuerte que me había tomado, puede que mañana me arrepintiese, pero necesitaba algo para mantenerme ahora despierto.
Al salir y girar la esquina pude ver algo extraño de madera, un especie de lanzador de algo, debía de tratarse del juguete del que hablaba Chimar, lo examiné cuidadosamente antes de irme, era una balista, un trabajo impresionante, parece que el chaval era una caja de sorpresas, no había perdido el tiempo, seguro que nos iba a ser util, bien bien.
Me fui deprisa y feliz de vuelta a la herrería, me esperaba una larga noche de trabajo.
Vi con satisfacción que los abrojos y las puntas ya se habían enfriado así que los retiré de la fragua y me puse con las trampas para osos, que de seguro harían estragos con los bichejos esos asquerosos.
Forjarlas no iba a ser tarea fácil, y más con el escaso tiempo del que disponía, así que apenas tenía tiempo para afilar los dientes, aunque revisando el mecanismo, creo que con la fuerza que ejercería nos sería necesario, seguramente hasta amputase piernas.
No recuerdo las horas que estuve delante de la forja, calentando, amartillando, enfriando y repitiendo, sin embrago el invento era ingenioso, nunca había forjado ninguna trampa de estas pero eran un buen producto, la noche avanzaba, por suerte el bueno de Andre siempre guardaba una buena bota de vino tras el yunque, que me hizo buena compañía.
Unas horas más tarde vi que ya había logrado hacer 7 trampas de estas, nada mal, apuré las ultimas brasas para hacerle la cadena a Wernack, fue sencillo, Andre tenía por ahí un par de cadenas y solo tuve que hacer un par de metros más y unirlas todas, el resultado, una cadena de lago más de 20 metros, bastante tosca al estar formada por eslabones de diferentes diámetros, pero resistente.
Apagué el fuego y contemplé mi obra, no estaba nada mal, un buen puñado de abrojos, varias puntas, los cepos y la cadena, eso sí, espero que alguien me ayudase a llevar todo esto, porque pesaba una barbaridad.
Aún faltaban unas horas y los cepos y la cadena aún estaban al rojo, así que recosté cómodamente en un rincón y eché un sueñecito hasta que amaneciera, que me lo había ganado.
-Bien, entendido, creo que lo tengo todo, muchas gracias Wernack, eres un fiera- le sonreí recogiendo el cuaderno, ahora lleno de valiosas anotaciones.
Tras su lección me pidió si le podía hacer una cadena larga, tarea sencilla. -Ey, claro tío, no hay problema, está hecho- sonreí, me dijo que nos volviéramos a encontrar aquí por la mañana.
-Bien perfecto, pues me pongo a ello- dije levantándome del asiento –Si algún otro necesita algo, estaré en la herrería del tejado gris- dije despidiéndome amablemente.
En ese momento entró en la taberna Chimar, el chaval parecía que no se había tomado su vasito de leche para irse a la cama e iba dando tumbos, se recostó en la barra y farfulló algo de que tenía un juguete fuera.
-Wow chimar, estas para el arrastre eh jaja, que te dije de acostarte tarde- reí, aunque dudo que me hubiese oído, parecía que se había quedado sopa, le mire sonriendo, era un buen chaval, muy raro, pero me caía bien, no quería dejarle así, pero tenía trabajo que hacer.
-Ey mesonero, cuide que no le roben por favor- dije lanzándole una moneda y señalando con la cabeza al chaval.
-Sí, no se preocupe- dijo sinceramente el mesonero.
Salí de la taberna, agradecí la jarra de fuerte que me había tomado, puede que mañana me arrepintiese, pero necesitaba algo para mantenerme ahora despierto.
Al salir y girar la esquina pude ver algo extraño de madera, un especie de lanzador de algo, debía de tratarse del juguete del que hablaba Chimar, lo examiné cuidadosamente antes de irme, era una balista, un trabajo impresionante, parece que el chaval era una caja de sorpresas, no había perdido el tiempo, seguro que nos iba a ser util, bien bien.
Me fui deprisa y feliz de vuelta a la herrería, me esperaba una larga noche de trabajo.
Vi con satisfacción que los abrojos y las puntas ya se habían enfriado así que los retiré de la fragua y me puse con las trampas para osos, que de seguro harían estragos con los bichejos esos asquerosos.
Forjarlas no iba a ser tarea fácil, y más con el escaso tiempo del que disponía, así que apenas tenía tiempo para afilar los dientes, aunque revisando el mecanismo, creo que con la fuerza que ejercería nos sería necesario, seguramente hasta amputase piernas.
No recuerdo las horas que estuve delante de la forja, calentando, amartillando, enfriando y repitiendo, sin embrago el invento era ingenioso, nunca había forjado ninguna trampa de estas pero eran un buen producto, la noche avanzaba, por suerte el bueno de Andre siempre guardaba una buena bota de vino tras el yunque, que me hizo buena compañía.
Unas horas más tarde vi que ya había logrado hacer 7 trampas de estas, nada mal, apuré las ultimas brasas para hacerle la cadena a Wernack, fue sencillo, Andre tenía por ahí un par de cadenas y solo tuve que hacer un par de metros más y unirlas todas, el resultado, una cadena de lago más de 20 metros, bastante tosca al estar formada por eslabones de diferentes diámetros, pero resistente.
Apagué el fuego y contemplé mi obra, no estaba nada mal, un buen puñado de abrojos, varias puntas, los cepos y la cadena, eso sí, espero que alguien me ayudase a llevar todo esto, porque pesaba una barbaridad.
Aún faltaban unas horas y los cepos y la cadena aún estaban al rojo, así que recosté cómodamente en un rincón y eché un sueñecito hasta que amaneciera, que me lo había ganado.
- Una dura noche de trabajo:
Schott
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Níniel se despertó en su cama cuando los primeros rayos de luz del día entraron a través de la ventana de su habitación en el segundo piso de la posada. Había llegado tan cansada de la aventura del día anterior que tan pronto como se tumbo sobre su lecho se quedó dormida sin tiempo ni siquiera a pensar sobre lo que el siguiente día iba a deparar, y lo cierto es que fue una suerte porque si no los nervios no la hubiesen dejado dormir.
Se incorporó y se permitió un bostezo mientras se desperezaba aprovechando el tener la habitación para ella sola y que nadie la veía mientras se levantaba de la cama y caminaba hasta una mesita donde tenía una jarra con agua limpia y una palangana para sus necesidades de aseo diario. Por supuesto ella preferiría un buen baño matinal pero los humanos no compartían su dedicación por la limpieza y pocas veces podía permitirse algo así en la ciudad, tendría que bastar. Se aseó y mientras escogía qué ropa ponerse recordó aquella armadura que había comprado a un brujo en aquel extraño barco a donde fue transportada mágicamente. Desde que la comprase no había tenido la ocasión de estrenarla y aquel día parecía el adecuado para hacerlo, pocas veces se levantaba con la idea en la cabeza de ir a por un cubil repleto de enemigos. Se la puso y ajustó a su cuerpo, la verdad es que le gustaba como le quedaba, ella que siempre iba de blanco debía de admitir que el negro la favorecía. A continuación se puso una túnica limpia por encima para después sentarse delante de un pequeño espejo a cepillarse con cuidado su largo pelo blanco. Mientras lo hacía se preguntaba inquieta qué habrían conseguido los demás, esperaba que consideraran mas que buena su aportación de pociones.
Una vez estuvo lista y la luz que entraba por la ventana indicó que la hora de la reunión estaba cerca. Níniel se puso su capa, guardó las pociones, tomó su bastón y entreabrió la puerta de su habitación para salir, momento en el que Geralt ocupó su sitió sobre su hombro tras salir de debajo de la cama como un rayo. La elfa sabía de buena tinta que allí abajo guardaba su alijo de bellotas. Salió y dejó escapar un largo suspiro antes de cerrar la puerta.
En cuanto bajó el primer tramo de escaleras enseguida vio a Chimar en la barra y en una de las mesas estaban Wernack y Geralt, al único que no veía en el a esas horas casi vacío local era a aquel humano tan mono y educado que llevaba una ferretería siempre a cuestas, Schott. Continuó bajando y entonces notó que Chimar estaba durmiendo, dado que consideraba harto improbable que estuviera borracho, la elfa no pudo si no pensar en que era un raro lugar para dormir. Le dejó estar y se acercó hasta los demás. Parecía que era la única que había dormido bien aquella noche a judgar por sus caras. Les saludó alegremente aunque estaba nerviosa, se sentó y el posadero le sirvió un cuenco con el desayuno que ella siempre tomaba. Aquel posadero era agradable y la peliblanca aceptó la comida con una sonrisa. No tenía mucha hambre pero sabía que necesitaba tener fuerzas para lo que estaba por llegar así que se forzó a comer.
-He conseguido preparar algo que nos será muy útil hoy- Dijo mientras jugaba un poco con la cuchara entre bocados. -Unas pociones que harán que luchéis mejor y contrareste vuestra fatiga- Hablaba en tercera persona porque ella no era ninguna luchadora y pensaba que aquello era cosa de Geralt, Wer y Schott. -También pociones de curación-.
Se incorporó y se permitió un bostezo mientras se desperezaba aprovechando el tener la habitación para ella sola y que nadie la veía mientras se levantaba de la cama y caminaba hasta una mesita donde tenía una jarra con agua limpia y una palangana para sus necesidades de aseo diario. Por supuesto ella preferiría un buen baño matinal pero los humanos no compartían su dedicación por la limpieza y pocas veces podía permitirse algo así en la ciudad, tendría que bastar. Se aseó y mientras escogía qué ropa ponerse recordó aquella armadura que había comprado a un brujo en aquel extraño barco a donde fue transportada mágicamente. Desde que la comprase no había tenido la ocasión de estrenarla y aquel día parecía el adecuado para hacerlo, pocas veces se levantaba con la idea en la cabeza de ir a por un cubil repleto de enemigos. Se la puso y ajustó a su cuerpo, la verdad es que le gustaba como le quedaba, ella que siempre iba de blanco debía de admitir que el negro la favorecía. A continuación se puso una túnica limpia por encima para después sentarse delante de un pequeño espejo a cepillarse con cuidado su largo pelo blanco. Mientras lo hacía se preguntaba inquieta qué habrían conseguido los demás, esperaba que consideraran mas que buena su aportación de pociones.
Una vez estuvo lista y la luz que entraba por la ventana indicó que la hora de la reunión estaba cerca. Níniel se puso su capa, guardó las pociones, tomó su bastón y entreabrió la puerta de su habitación para salir, momento en el que Geralt ocupó su sitió sobre su hombro tras salir de debajo de la cama como un rayo. La elfa sabía de buena tinta que allí abajo guardaba su alijo de bellotas. Salió y dejó escapar un largo suspiro antes de cerrar la puerta.
En cuanto bajó el primer tramo de escaleras enseguida vio a Chimar en la barra y en una de las mesas estaban Wernack y Geralt, al único que no veía en el a esas horas casi vacío local era a aquel humano tan mono y educado que llevaba una ferretería siempre a cuestas, Schott. Continuó bajando y entonces notó que Chimar estaba durmiendo, dado que consideraba harto improbable que estuviera borracho, la elfa no pudo si no pensar en que era un raro lugar para dormir. Le dejó estar y se acercó hasta los demás. Parecía que era la única que había dormido bien aquella noche a judgar por sus caras. Les saludó alegremente aunque estaba nerviosa, se sentó y el posadero le sirvió un cuenco con el desayuno que ella siempre tomaba. Aquel posadero era agradable y la peliblanca aceptó la comida con una sonrisa. No tenía mucha hambre pero sabía que necesitaba tener fuerzas para lo que estaba por llegar así que se forzó a comer.
-He conseguido preparar algo que nos será muy útil hoy- Dijo mientras jugaba un poco con la cuchara entre bocados. -Unas pociones que harán que luchéis mejor y contrareste vuestra fatiga- Hablaba en tercera persona porque ella no era ninguna luchadora y pensaba que aquello era cosa de Geralt, Wer y Schott. -También pociones de curación-.
- Spoiler:
- OFF: Parece ser que llevamos muchas cosas pero nadie ha mencionado cómo llevarlas. Níniel tiene un caballo en los establos, lo usa para sus viajes constantes entre Lunargenta y Sindorai. Ya ha aparecido en otros roles del pj. Supongo que servirá.
Níniel Thenidiel
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Durante un rato, Geralt me estuvo explicando con detalle como preparar y dibujar runas eléctricas. Mis habilidades de dibujo eran horribles, pero no era una forma tan complicada como para fallar en eso. Después, me dio unos materiales con los que crearlas. Ahí tenía más que suficientes para lo que quería. -Gracias. Te daré una parte de lo que nos paguen.- no tenía ganas de deberle nada a nadie, y menos a ese brujo, probablemente querría usarme para un ritual de sangre o algo así.
El siguiente par de horas me quedé repitiendo el mismo tedioso proceso de grabar el mismo dibujo en unas piedras con basura mágica para que emitiese chispas. En cierto momento, me caí sobre la mesa de sueño, apoyandome sobre una runa a medio terminar. El calambrazo no fue agradable, pero bastó para despertarme. "...tengo que colocar una de estas en las botas de ese peliblanco" pensé, mientras me volvía a poner con las malditas runas.
Para cuando terminé, ya debía ser pasada la medianoche. Me levanté, dí un largo bostezo mientras me desperezaba y fui a mi habitación a echarme a dormir las horas que quetaban de noche. Soñé con un demonio rarito y avaricioso que lanzaba rayos de oscuridad al que le hacía tragarse runas de distintos tipos y posteriormente explotaba. Eso me pasaba por dormirme sobre polvo mágico...
Al despertarme, miré el sol. Aún era temprano... ¿que daño podía hacer el dormir un rato más? Total, la ventana estaba abierta y la brisa que entraba era agradable... volví a quedarme medio dormido, sin la voluntad suficiente como para levantarme, hasta que una fuerte explosión sonó en medio de la habitación, haciendome dar un bote en la cama y caer al suelo mientras exclamaba un "JODER" que se debió escuchar en medio edificio, con los oidos pitando y confuso. Me levanté del suelo, aturdido, mientras buscaba la procedencia del sonido. No había nada quemandose, pero había una piedra en el suelo de mi habitación con una runa gravada... -Hijo de puta...- el maldito brujo me había tirado una runa de ruido o algo así a través de la ventana.
Salí de mi habitación, cabreado, y bajé las escaleras con ganas de matar a ese bastardo. -La próxima runa que haga te la haré tragar. ¿Que demonios quieres? ¿No sabes llamar a la puerta como la gente normal?-
El siguiente par de horas me quedé repitiendo el mismo tedioso proceso de grabar el mismo dibujo en unas piedras con basura mágica para que emitiese chispas. En cierto momento, me caí sobre la mesa de sueño, apoyandome sobre una runa a medio terminar. El calambrazo no fue agradable, pero bastó para despertarme. "...tengo que colocar una de estas en las botas de ese peliblanco" pensé, mientras me volvía a poner con las malditas runas.
Para cuando terminé, ya debía ser pasada la medianoche. Me levanté, dí un largo bostezo mientras me desperezaba y fui a mi habitación a echarme a dormir las horas que quetaban de noche. Soñé con un demonio rarito y avaricioso que lanzaba rayos de oscuridad al que le hacía tragarse runas de distintos tipos y posteriormente explotaba. Eso me pasaba por dormirme sobre polvo mágico...
Al despertarme, miré el sol. Aún era temprano... ¿que daño podía hacer el dormir un rato más? Total, la ventana estaba abierta y la brisa que entraba era agradable... volví a quedarme medio dormido, sin la voluntad suficiente como para levantarme, hasta que una fuerte explosión sonó en medio de la habitación, haciendome dar un bote en la cama y caer al suelo mientras exclamaba un "JODER" que se debió escuchar en medio edificio, con los oidos pitando y confuso. Me levanté del suelo, aturdido, mientras buscaba la procedencia del sonido. No había nada quemandose, pero había una piedra en el suelo de mi habitación con una runa gravada... -Hijo de puta...- el maldito brujo me había tirado una runa de ruido o algo así a través de la ventana.
Salí de mi habitación, cabreado, y bajé las escaleras con ganas de matar a ese bastardo. -La próxima runa que haga te la haré tragar. ¿Que demonios quieres? ¿No sabes llamar a la puerta como la gente normal?-
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
El brujo se fue directo a dormir después de hablar con la alquimista, siendo despertado poco antes del amanecer por sus lobos, como venia siendo habitual. Usualmente seguía durmiendo, pero recordó que tenia cuentas pendientes con la alquimista, por lo que se desperezo y fue a buscar su mejunje, un cebo que olía a muerto, siendo extremadamente generoso. Para cuando volvió a la taberna, el sol despuntaba, era hora de que se reunieran, y podía ver cierta ventana abierta, seguro que el chucho roncaba a pierna suelta.
Seria una pena si... empezó rebuscando en su capa, había estado probando unas nuevas runas, ¿donde las había metido... Bingo Con un poco de puntería, consiguió que la piedrecita entrara por el hueco de la ventana, solo le quedaba esperar tres segundos y... Bam
Aun estaba llorando de la risa cuando entro a la taberna, y ver el cabreo del chucho no ayudo a socavar su risa. Tardo prácticamente diez segundos en reunir la seriedad suficiente para hablar. Veo que eso de los perros y las tormentas es verdad... En fin, eso te enseñara a tirar cuchillos a la gente
Niniel ya había bajado con algo, pociones al parecer, y ya iba siendo hora de irse. Bueno, comemos algo y marchamos... ¿Donde estaba Schott? ¿Y el crío? Oh, allí...
Geralt se negaba a llevar la mitad de los cachivaches que había preparado el grupo, ese caballo de la elfa ayudaba, pero seguía habiendo... demasiadas cosas, el brujo se limito a agarrar unas pocas cosas ligeras y dejo lo más pesado para el chucho. Aunque tardaron más que la vez anterior debido al peso extra, a mediodía ya estaban cerca de su objetivo, y el brujo finalmente se decidió por un pequeño claro no muy apartado del camino.
Supongo que sabréis que hacer con todo eso ¿no? Pues ale... Lo suyo era bastante simplón, lanzar el cebo allí en medio y esperar unos minutos, aunque seguramente podía lanzarlo de manera algo más estratégica una vez estuviese todo montado.
Seria una pena si... empezó rebuscando en su capa, había estado probando unas nuevas runas, ¿donde las había metido... Bingo Con un poco de puntería, consiguió que la piedrecita entrara por el hueco de la ventana, solo le quedaba esperar tres segundos y... Bam
Aun estaba llorando de la risa cuando entro a la taberna, y ver el cabreo del chucho no ayudo a socavar su risa. Tardo prácticamente diez segundos en reunir la seriedad suficiente para hablar. Veo que eso de los perros y las tormentas es verdad... En fin, eso te enseñara a tirar cuchillos a la gente
Niniel ya había bajado con algo, pociones al parecer, y ya iba siendo hora de irse. Bueno, comemos algo y marchamos... ¿Donde estaba Schott? ¿Y el crío? Oh, allí...
Geralt se negaba a llevar la mitad de los cachivaches que había preparado el grupo, ese caballo de la elfa ayudaba, pero seguía habiendo... demasiadas cosas, el brujo se limito a agarrar unas pocas cosas ligeras y dejo lo más pesado para el chucho. Aunque tardaron más que la vez anterior debido al peso extra, a mediodía ya estaban cerca de su objetivo, y el brujo finalmente se decidió por un pequeño claro no muy apartado del camino.
Supongo que sabréis que hacer con todo eso ¿no? Pues ale... Lo suyo era bastante simplón, lanzar el cebo allí en medio y esperar unos minutos, aunque seguramente podía lanzarlo de manera algo más estratégica una vez estuviese todo montado.
- Spoiler:
- Turnos: WER- CHIM- NÏN-SCHOTT
Última edición por Geralt el Lun Jul 27 2015, 15:53, editado 1 vez
Geralt
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
-Esto no acaba así...- dije, malhumorado. Definitivamente, iba a vengarme de eso. -Ten cuidado, no vayas a pisar una trampa para osos...- si sobraba alguna después del combate, se la pondría bajo la almohada o algo parecido. La elfa bajó poco después, y al parecer, tenía pociones para todos. Bien, a todo sl mundo le encantan las drogas...
Sin embargo, eso me recordó que tenía que preparar los venenos. Desmenucé los hongos con las manos sobre el recipiente hasta hacerlos trizas, solo quedaba hervirlos. Tomé un vaso de agua, abandonado en una mesa cercana. "¿Quien bebe agua en una posada de todos modos?" aparte de mi, claro. Vertí el agua sobre el recipiente y... necesitaba calor. Pero me clavaba un cuchillo en la garganta antes de pedirle ayuda al brujo-antorcha. Saqué una de las runas eléctricas que había hecho el día anterior y la coloqué sobre la mesa. Se activaban con presión... coloqué el bote con los hongos dentro sobre la runa, pero no era suficiente peso, así que presioné usando mi antebrazo, protegido con un brazal de cuero. El agua tardó segundos en hervir... mucho mejor que con fuego, sin duda. El resultado sería un bote de veneno que causaría alucinaciones si llegaba a la sangre o se ingería de cualquier otra forma.
Después de comer, partimos de nuevo. Ni de broma iba a empujar esa balista todo el trayecto, claro, en los bolsillos de mi capa llevaba el contenedor de veneno, bien cerrado, los abrojos de Schott, la cadena que le pedí y un par de esas estacas que también había hecho, aparte de algún cepo en la mano. Tenía buenos planes para todo eso.
Una vez llegamos a nuestro destino, mojé los abrojos en el veneno y los desperdigué por el interior de la entrada a la cueva. En la oscuridad, se toparían con ellos, seguro, y daría tiempo suficiente para que el veneno empezase a actuar. Después, coloqué un par de los cepos delante de la zona en las que nos colocaríamos, y, cuando todo estuviese preparado, coloqué la cadena para formar un perímetro, conectando todos los cepos. Por último, desperdigué runas tanto sobre los cepos como en algunos puntos en contacto con la cadena. -Vigilad bien donde están colocadas las trampas. He colocado una cadena alrededor, y, si alguien toca una de las runas, electrificará todos los cepos y la propia cadena. Ah, y es posible que los trasgos alucinen un poco.-
Sin embargo, eso me recordó que tenía que preparar los venenos. Desmenucé los hongos con las manos sobre el recipiente hasta hacerlos trizas, solo quedaba hervirlos. Tomé un vaso de agua, abandonado en una mesa cercana. "¿Quien bebe agua en una posada de todos modos?" aparte de mi, claro. Vertí el agua sobre el recipiente y... necesitaba calor. Pero me clavaba un cuchillo en la garganta antes de pedirle ayuda al brujo-antorcha. Saqué una de las runas eléctricas que había hecho el día anterior y la coloqué sobre la mesa. Se activaban con presión... coloqué el bote con los hongos dentro sobre la runa, pero no era suficiente peso, así que presioné usando mi antebrazo, protegido con un brazal de cuero. El agua tardó segundos en hervir... mucho mejor que con fuego, sin duda. El resultado sería un bote de veneno que causaría alucinaciones si llegaba a la sangre o se ingería de cualquier otra forma.
Después de comer, partimos de nuevo. Ni de broma iba a empujar esa balista todo el trayecto, claro, en los bolsillos de mi capa llevaba el contenedor de veneno, bien cerrado, los abrojos de Schott, la cadena que le pedí y un par de esas estacas que también había hecho, aparte de algún cepo en la mano. Tenía buenos planes para todo eso.
Una vez llegamos a nuestro destino, mojé los abrojos en el veneno y los desperdigué por el interior de la entrada a la cueva. En la oscuridad, se toparían con ellos, seguro, y daría tiempo suficiente para que el veneno empezase a actuar. Después, coloqué un par de los cepos delante de la zona en las que nos colocaríamos, y, cuando todo estuviese preparado, coloqué la cadena para formar un perímetro, conectando todos los cepos. Por último, desperdigué runas tanto sobre los cepos como en algunos puntos en contacto con la cadena. -Vigilad bien donde están colocadas las trampas. He colocado una cadena alrededor, y, si alguien toca una de las runas, electrificará todos los cepos y la propia cadena. Ah, y es posible que los trasgos alucinen un poco.-
Asher Daregan
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Chimar duerme varias horas en la barra, inmutable e inmovible por los demás permanece en la misma posición como si se tratara de una estatua cara. El gesto de Schott le asegura tranquilidad al pequeño y para cuando le despiertan ya es el “gran momento”, con pereza se estira cerca de un minuto antes de dejar su "cama". Las horas de sueño le repusieron un poco de energía pero ciertas ojeras denotan un cansancio intermitente.
Bien chicos…. Acabemos con esto.
El grupo tiene un montón de cosas que llevar, al parecer se preocuparon más por fabricar cosas que por idear medios de transporte, error garrafal que incluye al propio joven. Poco a poco los valientes toman sus objetos predilectos y comienzan a cargarles, algunos llevan más que otros por supuesto, resaltando a simple vista la habilidad física de cada miembro. El pequeño inventor no pude mover muchas cosas pero tiene una idea.
Es hora de usar el cerebro…
Níniel pone su caballo a disposición así que el niño improvisa cierto correaje entre el animal y su balista ¿de dónde saco las cosas?, las tomo “prestadas”. Lo importante es que ahora la criatura llevara el artilugio que al tener ruedas se desplazara sin problemas por el camino, lo siguiente fue acomodar los virotes en el cuerpo del arma con una forma ideal para evitar atascos en el viaje. De momento todo bien pero hay otro asusto pertinente.
El pequeño consigue un lugar ideal entre el armatoste del arma. Con pericia se encaja en una zona específica y la utiliza como cama, a los pocos minutos se duerme pasando todo el trayecto en modo descanso, esta simple acción le permite cerrar los ojos varias horas más por lo que cuando llegan a la zona que deben preparar se encuentra bastante activo. Puede decirse con propiedad que supero al trasnocho aunque aun no pueda enfocar bien la visión.
¡¡Bien chicos hagamos esto!!
Usando a la bestia de carga coloca su obra en posición ofensiva, luego con esfuerzo encaja el primer virote. El sistema automático le permite realizar dicho procedimiento pero con una escala de tiempo demasiado alta, para ser funcional un adulto debe operar el artefacto, no debería ser problema para cualquiera de los demás miembros. Durante la refriega se quedara cerca de esa posición para apoyar con su ballesta y evitar situaciones peliagudas. Mientras tanto los demás personajes preparan sus propios utensilios.
Esos bichos no sabrán que les golpeo jeje.
Bien chicos…. Acabemos con esto.
El grupo tiene un montón de cosas que llevar, al parecer se preocuparon más por fabricar cosas que por idear medios de transporte, error garrafal que incluye al propio joven. Poco a poco los valientes toman sus objetos predilectos y comienzan a cargarles, algunos llevan más que otros por supuesto, resaltando a simple vista la habilidad física de cada miembro. El pequeño inventor no pude mover muchas cosas pero tiene una idea.
Es hora de usar el cerebro…
Níniel pone su caballo a disposición así que el niño improvisa cierto correaje entre el animal y su balista ¿de dónde saco las cosas?, las tomo “prestadas”. Lo importante es que ahora la criatura llevara el artilugio que al tener ruedas se desplazara sin problemas por el camino, lo siguiente fue acomodar los virotes en el cuerpo del arma con una forma ideal para evitar atascos en el viaje. De momento todo bien pero hay otro asusto pertinente.
El pequeño consigue un lugar ideal entre el armatoste del arma. Con pericia se encaja en una zona específica y la utiliza como cama, a los pocos minutos se duerme pasando todo el trayecto en modo descanso, esta simple acción le permite cerrar los ojos varias horas más por lo que cuando llegan a la zona que deben preparar se encuentra bastante activo. Puede decirse con propiedad que supero al trasnocho aunque aun no pueda enfocar bien la visión.
¡¡Bien chicos hagamos esto!!
Usando a la bestia de carga coloca su obra en posición ofensiva, luego con esfuerzo encaja el primer virote. El sistema automático le permite realizar dicho procedimiento pero con una escala de tiempo demasiado alta, para ser funcional un adulto debe operar el artefacto, no debería ser problema para cualquiera de los demás miembros. Durante la refriega se quedara cerca de esa posición para apoyar con su ballesta y evitar situaciones peliagudas. Mientras tanto los demás personajes preparan sus propios utensilios.
Esos bichos no sabrán que les golpeo jeje.
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Parecía que la noche había sido muy productiva para los demás miembros del grupo también, tenían un montón de cosas con las que ganar ventaja sobre los enemigos, o al menos para nivelar las cosas ya que presumíblemente contarían con una gran superioridad numérica respecto a los aventureros. Una vez todos estuvieron reunidos y prepararon todas sus cosas para el viaje, para lo cual el caballo de Níniel fue vital gracias a los improvisados arneses ideados por el pequeño inventor, se pusieron de nuevo en camino de vuelta a aquel lugar.
El camino fue tranquilo, incluso el chico lo dedicó a dormir, lo único que se podía destacar era cómo les miraban los caminantes con los que se cruzaban al verles con aquel escorpión, eran miradas de de manera desconfianza y temor, pero tenía sus ventajas, nadie les discutió su derecho a pasar primero cuando se encontraban frente a una carreta que se desplazaba en dirección contraria a ellos y el camino era demasiado estrecho para que los dos grupos pasasen holgadamente. También parecía resultarles curioso a los humanos que una elfa fuese la líder de aquel grupo, ya que era la que iba a lomos del caballo.
Llegados al punto donde lucharían, no perdieron tiempo y comenzaron con los preparativos. Wernack preparaba trampas de aspecto peligroso así como otras sorpresas. En cierto modo ver a un perro trampero resultaba extraño, pero sin duda sabía lo que hacia, era mejor no accionar por accidente nada de su montaje, al no ser que quisieras sufrir. Chimar guió al caballo para colocar la balista en posición y Níniel prestó atención al modo de recargarla de forma mas eficiente ya que ese iba a ser su cometido aquel día, al menos mientras sus habilidades sanadoras no fuesen necesarias. Tendría cerca al inventor y a Schott para defender la posición si fuese necesario y los enemigos cruzaban el campo de trampas. Quedaba por ver ese cebo que había preparado el brujo, claro que aquello sería lo último en ser colocado.
-Vale chicos, antes de empezar, repartiré las pociones que he conseguido. Espero que ese tal Vanderburguer pague bien porque no son baratas. Os daré dos a cada uno, la roja es una poción de curación para heridas leves, aviso que escuece, pero es mejor que morir desangrado. La verde os hará luchar con mas fuerza y os hará sentir menos cansados durante un tiempo, mi consejo es que la reservéis. Por último puedo usar los dones que los dioses me han concedido puedo reforzar una de vuestras armas por un tiempo para que haga mas daño. La idea es dársela al mejor guerrero o al más débil para compensar, la más débil en combate soy yo, ¿Quién es el más fuerte?.- Explicó mientras iba uno a uno dándoles los frasquitos.
El camino fue tranquilo, incluso el chico lo dedicó a dormir, lo único que se podía destacar era cómo les miraban los caminantes con los que se cruzaban al verles con aquel escorpión, eran miradas de de manera desconfianza y temor, pero tenía sus ventajas, nadie les discutió su derecho a pasar primero cuando se encontraban frente a una carreta que se desplazaba en dirección contraria a ellos y el camino era demasiado estrecho para que los dos grupos pasasen holgadamente. También parecía resultarles curioso a los humanos que una elfa fuese la líder de aquel grupo, ya que era la que iba a lomos del caballo.
Llegados al punto donde lucharían, no perdieron tiempo y comenzaron con los preparativos. Wernack preparaba trampas de aspecto peligroso así como otras sorpresas. En cierto modo ver a un perro trampero resultaba extraño, pero sin duda sabía lo que hacia, era mejor no accionar por accidente nada de su montaje, al no ser que quisieras sufrir. Chimar guió al caballo para colocar la balista en posición y Níniel prestó atención al modo de recargarla de forma mas eficiente ya que ese iba a ser su cometido aquel día, al menos mientras sus habilidades sanadoras no fuesen necesarias. Tendría cerca al inventor y a Schott para defender la posición si fuese necesario y los enemigos cruzaban el campo de trampas. Quedaba por ver ese cebo que había preparado el brujo, claro que aquello sería lo último en ser colocado.
-Vale chicos, antes de empezar, repartiré las pociones que he conseguido. Espero que ese tal Vanderburguer pague bien porque no son baratas. Os daré dos a cada uno, la roja es una poción de curación para heridas leves, aviso que escuece, pero es mejor que morir desangrado. La verde os hará luchar con mas fuerza y os hará sentir menos cansados durante un tiempo, mi consejo es que la reservéis. Por último puedo usar los dones que los dioses me han concedido puedo reforzar una de vuestras armas por un tiempo para que haga mas daño. La idea es dársela al mejor guerrero o al más débil para compensar, la más débil en combate soy yo, ¿Quién es el más fuerte?.- Explicó mientras iba uno a uno dándoles los frasquitos.
Níniel Thenidiel
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Un rayo de sol matutino entro por una ventana y como no podía ser de otra manera, me dio directamente en la cara, lo que con mucho disgusto me despertó de sopetón.
-¡E…eeee…oh..mierda…oh mierda...me he quedado dormido!- exclamé levantándome con un bote, demasiado rápido, pues me golpeé la cabeza con un caldero que había colgando del techo.
-Uuuff…Ahhh..buenos días a ti también- gruñí.
Dándome toda la prisa que pude recogí todos mis bártulos y salí de la herrería, lo había metido todo en unos pesados fardos, que espero no me tocase llevar solo, porque pesaban una barbarie, ademas esperaba que la recompensa del trabajo fuera buena, me había sabido mal haberle gastado casi toda la mena al bueno de Andre y me gustaría pagársela de algún modo.
A una velocidad bastante decente teniendo en cuenta la carga que llevaba legue a la taberna, solo esperaba que mis compañeros aún no se hubieran marchado.
-Eyy…ya estoy aquí…- sonreí entrando por la puerta, armando sin querer bastante estropicio.
-Perdón por el retraso…había…mucho tráfico de carretas si…el camino estaba fatal…- sonreí
Por suerte mis compañeros aún estaban allí, les salude y les deseé buenos días, no pude evitar fijarme en que Niniel se había puesto una elegante armadura, la quedaba bien, pero me recordaba que las cosas se iban a poner feas. –Bonita…armadura si- logre decir.
Vacié los sacos en la mesa, que crujió bajo el peso.
-Aquí tienes Wernack, la cadena que me pediste, siento si no es uniforme pero creo que servirá- sonreí, Wernack también pilló los abrojos, un par de puntas y algún cepo, se los cedí con gusto, me moría de ganas por saber que estaría tramando.
Recogí el resto de mis bártulos y me los eché al hombro, no era precisamente liviano, pero podía con ello, por ahora.
Al salir de la taberna vi que la elfa había traído un bonito caballo, al que Chimar se apresuró a engancharle la balista, sin duda era un chaval de recursos.
Nos dispusimos a partir, pero antes me acordé de algo importante, algo crucial.
-Oh, mierda, si no he desayunado- exclamé -Dadme un segundo- dije entrando corriendo a la taberna y pidiéndole al mesonero algo rápido de comer para llevar, al cabo de unos instantes salí de la taberna con una buena hogaza y una botella de hidromiel –El desayuno de los campeones- sonreí.
Sin más dilación nos pusimos en marcha, con una sonrisa vi como el chaval se acurrucaba en la balista y se quedaba dormido –Mírale que gracioso en su camita- bromeé al grupo.
El camino me resultó bastante ameno, había dormido bien, la comida era sabrosa y la compañía grata -Mmmmm....que rico- sonreí mordiendo otro trozo de pan -¿Quereis alguno? el desayuno es la comida mas importante del dia- sonreí, las gentes nos miraban raro al pasar, y con razón, la elfa iba en el caballo llevando la balista y los demás no teníamos pintas mucho más normales.
-Ey, ¿somos un grupo muy curioso verdad?- sonreí –Si permanecemos unidos, ni mil monstruitos podrán con nosotros- bromeé, lo cierto era que el hidromiel de buena mañana hacía milagros con el cansancio y el sentido común.
Al poco llegamos al lugar, Geralt designó un claro junto al camino, coloqué con Wernack los cepos alrededor del claro mientras él los unía con la cadena y con unas runas que dijo que eran eléctricas –Uuuuu, ya veo por donde vas, esto va a ser divertido jaja- sonreí –Lo de la electricidad va a a ser el futuro, hacedme caso- reí.
Yo por mi parte saqué el martillo y clavé algunas puntas en los arboles, cuando ya tenían una pinta bastante peligrosa rebusque en mi bolsa hasta sacar una pequeña sierra para metal, serviría, hice profundos cortes en la base de los arboles con estacas dejandolos en un precario equilibrio hacia afuera del claro.
-Jejeje, va vereis si se les ocurre esconderse tras alguno y apoyarse un poquillo- sonreí.
Chimar por su parte colocó la balista en una posición ventajosa y observé atento como la operaba. –Ah ya veo, mecanismo de torsión, si....y así almacenas la tensión, muy bueno, y además sin usar partes tachonadas, está muy bien chaval- sonreí dándole una amistosa palmada en el hombro.
-Oye si quereis... puedo cavar un foso- sonreí mostrando la pala -Solo necesitaré 20 hombres fuertes y tres dias- reí, lo cierto era que el claro era de unas medidas considerables, y en este rato no creo ni que me diera tiempo a cavar mi propia tumba.
Me quedé allí junto a Niniel y Chimar, trataría de protegerlos con mi vida, o tal vez resultase al revés, esperaba que no. en ese momento la elfa sacó unas pociones que había preparado y nos ofreció un par a cada uno.
-Vale entendido, rojo cura, verde te da subidón, perfecto, muchas gracias- sonreí amablemente guardando mis frascos, por ultimo Niniel preguntó que quien era el guerrero más fuerte para reforzar su arma, yo sonreí.
-Nonono, a mí no me mires jajaja- reí –Deja que se peleen esos dos jajaja-
-¡E…eeee…oh..mierda…oh mierda...me he quedado dormido!- exclamé levantándome con un bote, demasiado rápido, pues me golpeé la cabeza con un caldero que había colgando del techo.
-Uuuff…Ahhh..buenos días a ti también- gruñí.
Dándome toda la prisa que pude recogí todos mis bártulos y salí de la herrería, lo había metido todo en unos pesados fardos, que espero no me tocase llevar solo, porque pesaban una barbarie, ademas esperaba que la recompensa del trabajo fuera buena, me había sabido mal haberle gastado casi toda la mena al bueno de Andre y me gustaría pagársela de algún modo.
A una velocidad bastante decente teniendo en cuenta la carga que llevaba legue a la taberna, solo esperaba que mis compañeros aún no se hubieran marchado.
-Eyy…ya estoy aquí…- sonreí entrando por la puerta, armando sin querer bastante estropicio.
-Perdón por el retraso…había…mucho tráfico de carretas si…el camino estaba fatal…- sonreí
Por suerte mis compañeros aún estaban allí, les salude y les deseé buenos días, no pude evitar fijarme en que Niniel se había puesto una elegante armadura, la quedaba bien, pero me recordaba que las cosas se iban a poner feas. –Bonita…armadura si- logre decir.
Vacié los sacos en la mesa, que crujió bajo el peso.
-Aquí tienes Wernack, la cadena que me pediste, siento si no es uniforme pero creo que servirá- sonreí, Wernack también pilló los abrojos, un par de puntas y algún cepo, se los cedí con gusto, me moría de ganas por saber que estaría tramando.
Recogí el resto de mis bártulos y me los eché al hombro, no era precisamente liviano, pero podía con ello, por ahora.
Al salir de la taberna vi que la elfa había traído un bonito caballo, al que Chimar se apresuró a engancharle la balista, sin duda era un chaval de recursos.
Nos dispusimos a partir, pero antes me acordé de algo importante, algo crucial.
-Oh, mierda, si no he desayunado- exclamé -Dadme un segundo- dije entrando corriendo a la taberna y pidiéndole al mesonero algo rápido de comer para llevar, al cabo de unos instantes salí de la taberna con una buena hogaza y una botella de hidromiel –El desayuno de los campeones- sonreí.
Sin más dilación nos pusimos en marcha, con una sonrisa vi como el chaval se acurrucaba en la balista y se quedaba dormido –Mírale que gracioso en su camita- bromeé al grupo.
El camino me resultó bastante ameno, había dormido bien, la comida era sabrosa y la compañía grata -Mmmmm....que rico- sonreí mordiendo otro trozo de pan -¿Quereis alguno? el desayuno es la comida mas importante del dia- sonreí, las gentes nos miraban raro al pasar, y con razón, la elfa iba en el caballo llevando la balista y los demás no teníamos pintas mucho más normales.
-Ey, ¿somos un grupo muy curioso verdad?- sonreí –Si permanecemos unidos, ni mil monstruitos podrán con nosotros- bromeé, lo cierto era que el hidromiel de buena mañana hacía milagros con el cansancio y el sentido común.
Al poco llegamos al lugar, Geralt designó un claro junto al camino, coloqué con Wernack los cepos alrededor del claro mientras él los unía con la cadena y con unas runas que dijo que eran eléctricas –Uuuuu, ya veo por donde vas, esto va a ser divertido jaja- sonreí –Lo de la electricidad va a a ser el futuro, hacedme caso- reí.
Yo por mi parte saqué el martillo y clavé algunas puntas en los arboles, cuando ya tenían una pinta bastante peligrosa rebusque en mi bolsa hasta sacar una pequeña sierra para metal, serviría, hice profundos cortes en la base de los arboles con estacas dejandolos en un precario equilibrio hacia afuera del claro.
-Jejeje, va vereis si se les ocurre esconderse tras alguno y apoyarse un poquillo- sonreí.
Chimar por su parte colocó la balista en una posición ventajosa y observé atento como la operaba. –Ah ya veo, mecanismo de torsión, si....y así almacenas la tensión, muy bueno, y además sin usar partes tachonadas, está muy bien chaval- sonreí dándole una amistosa palmada en el hombro.
-Oye si quereis... puedo cavar un foso- sonreí mostrando la pala -Solo necesitaré 20 hombres fuertes y tres dias- reí, lo cierto era que el claro era de unas medidas considerables, y en este rato no creo ni que me diera tiempo a cavar mi propia tumba.
Me quedé allí junto a Niniel y Chimar, trataría de protegerlos con mi vida, o tal vez resultase al revés, esperaba que no. en ese momento la elfa sacó unas pociones que había preparado y nos ofreció un par a cada uno.
-Vale entendido, rojo cura, verde te da subidón, perfecto, muchas gracias- sonreí amablemente guardando mis frascos, por ultimo Niniel preguntó que quien era el guerrero más fuerte para reforzar su arma, yo sonreí.
-Nonono, a mí no me mires jajaja- reí –Deja que se peleen esos dos jajaja-
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
El brujo espero pacientemente a que el resto colocaran sus cachivaches. Tenían abrojos, cepos para osos electrificados, pociones, arboles puntiagudos, una maldita maquina de asedio... nada mal. Una vez todo estuvo preparado, el brujo busco el mejor lugar para lanzar el cebo, concluyendo que justo después de los cepos seria la mejor opción. Resistiendo la fuerte sensación de impregnar al chucho y ver como lo perseguían los trasgos, vertió el contenido en el suelo, desatando un espantoso olor que recordaba a una mezcla de cadáver putrefacto y carne especiada.
Al principio no paso nada, pero era de esperar, era imposible que causara un efecto inmediato, tenían que olerlo primero. Unos minutos más tarde, oyeron movimiento y poco después, lo vieron.
Había veinticinco trasgos, y ninguno parecía herido por las púas, aunque era lógico. Un trasgo herido andaba más lentamente, especialmente uno que veía dragones y arco iris gracias al perro, por lo que tardarían más en llegar. Por suerte para el grupo, el primer trasgo no cayo en la primera trampa, por lo que cuando se oyó el chasquido metálico que atrapo las piernas de ese ser, la corriente siguió a la cadena electrocutando a otros dos.El cebo parecía lo suficientemente fuerte como para que se abalanzaran hacia ellos, pero esas trampas brillantes no tardarían en activar el instinto de supervivencia trasgoide.
El brujo se encontraba después de los cebos luminosos, a la derecha, bien lejos de la linea recta que deberían seguir los virotes de ballesta, esperando que llegaran. El primer afortunado recibió una llamarada en toda la cara que le fundió el cerebro y el segundo un espadazo que le rebano el cuello. Cinco menos.
Al principio no paso nada, pero era de esperar, era imposible que causara un efecto inmediato, tenían que olerlo primero. Unos minutos más tarde, oyeron movimiento y poco después, lo vieron.
Había veinticinco trasgos, y ninguno parecía herido por las púas, aunque era lógico. Un trasgo herido andaba más lentamente, especialmente uno que veía dragones y arco iris gracias al perro, por lo que tardarían más en llegar. Por suerte para el grupo, el primer trasgo no cayo en la primera trampa, por lo que cuando se oyó el chasquido metálico que atrapo las piernas de ese ser, la corriente siguió a la cadena electrocutando a otros dos.El cebo parecía lo suficientemente fuerte como para que se abalanzaran hacia ellos, pero esas trampas brillantes no tardarían en activar el instinto de supervivencia trasgoide.
El brujo se encontraba después de los cebos luminosos, a la derecha, bien lejos de la linea recta que deberían seguir los virotes de ballesta, esperando que llegaran. El primer afortunado recibió una llamarada en toda la cara que le fundió el cerebro y el segundo un espadazo que le rebano el cuello. Cinco menos.
Última edición por Geralt el Lun Jul 27 2015, 15:53, editado 1 vez
Geralt
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
La elfa nos entregó dos pociones a cada uno, y tuvo la delicadeza de preguntar quien era el más fuerte, como si no fuese evidente. -Creo que ese título me pertenece. - sonreí. -Si puedes hacer que mi gancho pueda cortar mejor, me serviría bastante.- la espada ya era bastante letal de por si, conseguir que el gancho también lo fuese haría que pudiese matar a multitud de esos bichos a la vez. Pronto, veinticinco trasgos aparecerian, atraidos por las drogas de Geralt
Incluso antes de que llegasen a nosotros, cinco ya habian muerto. Fui a por el primero que se acerco, clavandole el gancho en la garganta, y lanzándo al trasgo contra una de las estacas clavadas en los árboles. El árbol empezó a caer y aplastó a otro trasgo que estaba cerca. Aquello estaba chupado. -Estas cosas mueren en nada... ¿de verdad te han herido tres trasgos, Geralt?- me burlé. Los enanos esos morían como insectos, pero aún no se retiraban. Un par de ellos decidieron flanquearme.
Di una estocada diagonal hacia la cara del trasgo, de forma que mi hoja le atravesó y le dejó empalado en mi espada. Y no parecía querer salir. Cogiendo la empuñadura con ambas manos, lancé un tajo al aire para librarme del bicho ese, que cayó pesadamente delante del otro. Este pareció dudar, dandome la oportunidad para darle una buena patada en el torso, lanzandole un par de metros en el aire hasta caer desafortunadamente de espaldas en una de las trampas para osos, que le destrozó el cuello y el torso.
El siguiente fue ejecutado antes de que yo hiciese nada. El trasgo afectado por el veneno estaba delirando, y le disparó una flecha en la rodilla a otro trasgo. Ya no podría irse de aventuras. Parecía que habían robado algunas ballestas de los guardias, pero estaban usando flechas en vez de virotes por algún motivo, lo cual las hacía bastante ineficaces. Fuera como fuese, ese trasgo parecía ver como sus compañeros como si fuesen sabuesos blancos venenosos o algo así. Cuando no podía dar más de si y se quedó temblando en el suelo, el trasgo al que disparó la flecha le clavo su pequeña hacha en la cabeza. Maté a ese último con mi espada y bostecé. -Oye, esto no es nada. Tengo que contarte como me encontré con un dragón en el lago el otro día. Lo acabé matando.-
Incluso antes de que llegasen a nosotros, cinco ya habian muerto. Fui a por el primero que se acerco, clavandole el gancho en la garganta, y lanzándo al trasgo contra una de las estacas clavadas en los árboles. El árbol empezó a caer y aplastó a otro trasgo que estaba cerca. Aquello estaba chupado. -Estas cosas mueren en nada... ¿de verdad te han herido tres trasgos, Geralt?- me burlé. Los enanos esos morían como insectos, pero aún no se retiraban. Un par de ellos decidieron flanquearme.
Di una estocada diagonal hacia la cara del trasgo, de forma que mi hoja le atravesó y le dejó empalado en mi espada. Y no parecía querer salir. Cogiendo la empuñadura con ambas manos, lancé un tajo al aire para librarme del bicho ese, que cayó pesadamente delante del otro. Este pareció dudar, dandome la oportunidad para darle una buena patada en el torso, lanzandole un par de metros en el aire hasta caer desafortunadamente de espaldas en una de las trampas para osos, que le destrozó el cuello y el torso.
El siguiente fue ejecutado antes de que yo hiciese nada. El trasgo afectado por el veneno estaba delirando, y le disparó una flecha en la rodilla a otro trasgo. Ya no podría irse de aventuras. Parecía que habían robado algunas ballestas de los guardias, pero estaban usando flechas en vez de virotes por algún motivo, lo cual las hacía bastante ineficaces. Fuera como fuese, ese trasgo parecía ver como sus compañeros como si fuesen sabuesos blancos venenosos o algo así. Cuando no podía dar más de si y se quedó temblando en el suelo, el trasgo al que disparó la flecha le clavo su pequeña hacha en la cabeza. Maté a ese último con mi espada y bostecé. -Oye, esto no es nada. Tengo que contarte como me encontré con un dragón en el lago el otro día. Lo acabé matando.-
Asher Daregan
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Tenían de todo para enfrentar a los trasgos “literalmente”, el resto coloca sus trampas lo mejor que pueden mientras Níniel reparte varias pociones. Chimar recibe su parte a la vez que detalla todo el proceso de preparación, son cosas básicas pero bien utilizadas pueden destruir hasta a un ejército. Esta vez los chicos se esmeraron con sus “manualidades” pero solo la refriega real podrá dar la última palabra.
Bien, comencemos la sinfonía.
Ya algo mas despierto está seguro que puede resultar útil con su ballesta de mano. El mago coloca un ingrediente en la entrada que impregna la zona con un olor terriblemente asqueroso, es tan malo que incluso a buena distancia el niño tiene que aguantar las ganas de vomitar. la respuesta se hizo esperar solo unos instantes, segundos después mas de una veintena de trasgos salen de su madriguera listos para la batalla.
Lo cierto es que a pesar de su número caen como muñecos de trapo, en un parpadeo ya habían muerto diez bajo las manos del perro y su colega hechicero. El ambiente también obra en contra de las patéticas criaturas que si no mueren por los ataques directos pisan alguna trampa, a este paso no quedara nada para los demás si es que ese nivel de egoísmo tiene algún sentido lógico.
Mi turno.
Chimar apunta su arma aunque no logra enfocar demasiado algún blanco, aun esta cansado. Dispara y para su consternación erra el tiro horriblemente, mas adelante un virote pasa rozando al perro por centímetros. Molesto el niño escoge blanco y dispara de nuevo, esta vez casi se lleva la cabeza del brujo por delante. A este paso todos los de primera línea tienen más posibilidades de morir por su mano que por algún hostil afortunado.
Rayos….
Piensa detenidamente que hacer y recuerda aquella poción verdosa entregada por Níniel, no le gusta depender de consumibles pero tiene pocas opciones. La engulle de golpe sintiendo de inmediato sus efectos, es como si le hubieran dado a probar de alguna bebida alcohólica fuerte. Tiritando de energía apunta su ballesta y dispara un tiro que le atraviesa el ojo al bicho más alejado.
Esto… me siento tan ¡¡vivo!! ¡¡¡Puedo prácticamente volar!!!
Como si fuera una máquina dispara su ráfaga de proyectiles solo deteniéndose por la recarga automática de cinco segundos, uno más cae víctima de cierto disparo en el corazón. Cansado de las muertes básicas y animado por un estado prácticamente Berserker busca bajas más interesantes, le perfora la pierna a cierta criatura ocasionando que caiga de cabeza en una trampa para osos. Para el gran final se reserva algo memorable, atina al cuello de un trasgo equipado con dos hachuelas y este comienza a repartir golpes por el dolor eliminando a uno de sus compañeros erróneamente.
¡¡¡¡Vamos chicos que no les dejare nada!!!!
Bien, comencemos la sinfonía.
Ya algo mas despierto está seguro que puede resultar útil con su ballesta de mano. El mago coloca un ingrediente en la entrada que impregna la zona con un olor terriblemente asqueroso, es tan malo que incluso a buena distancia el niño tiene que aguantar las ganas de vomitar. la respuesta se hizo esperar solo unos instantes, segundos después mas de una veintena de trasgos salen de su madriguera listos para la batalla.
Lo cierto es que a pesar de su número caen como muñecos de trapo, en un parpadeo ya habían muerto diez bajo las manos del perro y su colega hechicero. El ambiente también obra en contra de las patéticas criaturas que si no mueren por los ataques directos pisan alguna trampa, a este paso no quedara nada para los demás si es que ese nivel de egoísmo tiene algún sentido lógico.
Mi turno.
Chimar apunta su arma aunque no logra enfocar demasiado algún blanco, aun esta cansado. Dispara y para su consternación erra el tiro horriblemente, mas adelante un virote pasa rozando al perro por centímetros. Molesto el niño escoge blanco y dispara de nuevo, esta vez casi se lleva la cabeza del brujo por delante. A este paso todos los de primera línea tienen más posibilidades de morir por su mano que por algún hostil afortunado.
Rayos….
Piensa detenidamente que hacer y recuerda aquella poción verdosa entregada por Níniel, no le gusta depender de consumibles pero tiene pocas opciones. La engulle de golpe sintiendo de inmediato sus efectos, es como si le hubieran dado a probar de alguna bebida alcohólica fuerte. Tiritando de energía apunta su ballesta y dispara un tiro que le atraviesa el ojo al bicho más alejado.
Esto… me siento tan ¡¡vivo!! ¡¡¡Puedo prácticamente volar!!!
Como si fuera una máquina dispara su ráfaga de proyectiles solo deteniéndose por la recarga automática de cinco segundos, uno más cae víctima de cierto disparo en el corazón. Cansado de las muertes básicas y animado por un estado prácticamente Berserker busca bajas más interesantes, le perfora la pierna a cierta criatura ocasionando que caiga de cabeza en una trampa para osos. Para el gran final se reserva algo memorable, atina al cuello de un trasgo equipado con dos hachuelas y este comienza a repartir golpes por el dolor eliminando a uno de sus compañeros erróneamente.
¡¡¡¡Vamos chicos que no les dejare nada!!!!
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Nadie discutió con Wernack su supremacía combativa asi que tal y como pidió, Níniel bendijo su gancho para que este causase mas daño durante un tiempo.
-No es permanente, el arma dejara de brillar cuando pase el efecto- Instruyó al hombre - bestia antes de ocupar su posición.
Realmente aquel cebo olía poderosamente mal, desde luego los trasgos no podrían ignorar semejante olor nauseabundo a la entrada de su cubil. Lo que la peliblanca no tenía tan claro era si aquello iba a atraerlos o a dejarlos muertos en el sitio sin oportunidad de salir. Pensándolo bien si ocurriese algo así se ahorrarían muchos esfuerzos.
Pronto comenzaron a escucharse gruñidos provenientes de la cueva, sonidos más típicos de animales salvajes que de seres conscientes e inteligentes que se escuchaban cada vez mas fuerte y mas cercanos, las criaturas no iban a hacerles esperar y no les había gustado la interrupción, fuese lo que fuese que anduvieran haciendo.
Comenzaron a salir en gran número y tan pronto como estuvieron al aire libre comenzaron a moverse directamente hasta ellos sin orden ni concierto, tampoco parecía preocuparles tratar de comprender la situación ni se pararon a pensar en si debían o no atacar o meditar antes la situación y pensar un plan. Casi parecían seres distintos a aquel al que Chimar y ella se enfrentaron el día anterior, aquel condenado bichejo mostró una determinación y una resistencia excepcional, incluso una inteligencia salvaje y maliciosa...No Parecía ser el caso de sus "Hermanos" que, ya fuese por las trampas o por los ataques de los demás miembros del grupo, comenzaron a morir como chinches.
Níniel casi sentía lástima por las criaturitas pero no podía dejar de pensar que aquellas cosas habían atacado y matado a casi todos los miembros de la caravana que les habían encargado buscar y recuperar, quizá ni siquiera fue esa la primera caravana o el primer grupo de viajeros a los que atacaban. Limpiando su nido no solo se ganaban una recompensa, también hacían los caminos un poco mas seguros para aquellos que no tenían una balista con la que defenderse. Con determinación, aunque sin compartir la diversión que aquel enfrentamiento parecía ofrecer a los demás, la peliblanca disparó un primer proyectil del arma que ocupaba e inmediatamente comenzó los preparativos para recargarla. El gran virote impactó contra un trasgo al que atravesó y mandó volando hacia atrás allí ensartado, atravesando a un segundo trasgo durante el vuelo hasta clavarse en un árbol dejando a ambos seres pataleando a pies de altura del suelo hasta la muerte.
Mientras recargaba Níniel vio como Chimar, llevado por la euforia causada por la ingesta de la poción de batalla, disparaba su arma sin parar y soltaba comentarios que parecían más típicos de un borracho que de un guerrero.
-Creo que la poción es demasiado fuerte para el niño, debí de diluir mas su dosis-
Con el arma de nuevo a punto para disparar y tras una leve corrección de la trayectoria para acomodarla a la nueva distribución de trasgos, Níniel realizó un segundo disparo.
-No es permanente, el arma dejara de brillar cuando pase el efecto- Instruyó al hombre - bestia antes de ocupar su posición.
Realmente aquel cebo olía poderosamente mal, desde luego los trasgos no podrían ignorar semejante olor nauseabundo a la entrada de su cubil. Lo que la peliblanca no tenía tan claro era si aquello iba a atraerlos o a dejarlos muertos en el sitio sin oportunidad de salir. Pensándolo bien si ocurriese algo así se ahorrarían muchos esfuerzos.
Pronto comenzaron a escucharse gruñidos provenientes de la cueva, sonidos más típicos de animales salvajes que de seres conscientes e inteligentes que se escuchaban cada vez mas fuerte y mas cercanos, las criaturas no iban a hacerles esperar y no les había gustado la interrupción, fuese lo que fuese que anduvieran haciendo.
Comenzaron a salir en gran número y tan pronto como estuvieron al aire libre comenzaron a moverse directamente hasta ellos sin orden ni concierto, tampoco parecía preocuparles tratar de comprender la situación ni se pararon a pensar en si debían o no atacar o meditar antes la situación y pensar un plan. Casi parecían seres distintos a aquel al que Chimar y ella se enfrentaron el día anterior, aquel condenado bichejo mostró una determinación y una resistencia excepcional, incluso una inteligencia salvaje y maliciosa...No Parecía ser el caso de sus "Hermanos" que, ya fuese por las trampas o por los ataques de los demás miembros del grupo, comenzaron a morir como chinches.
Níniel casi sentía lástima por las criaturitas pero no podía dejar de pensar que aquellas cosas habían atacado y matado a casi todos los miembros de la caravana que les habían encargado buscar y recuperar, quizá ni siquiera fue esa la primera caravana o el primer grupo de viajeros a los que atacaban. Limpiando su nido no solo se ganaban una recompensa, también hacían los caminos un poco mas seguros para aquellos que no tenían una balista con la que defenderse. Con determinación, aunque sin compartir la diversión que aquel enfrentamiento parecía ofrecer a los demás, la peliblanca disparó un primer proyectil del arma que ocupaba e inmediatamente comenzó los preparativos para recargarla. El gran virote impactó contra un trasgo al que atravesó y mandó volando hacia atrás allí ensartado, atravesando a un segundo trasgo durante el vuelo hasta clavarse en un árbol dejando a ambos seres pataleando a pies de altura del suelo hasta la muerte.
Mientras recargaba Níniel vio como Chimar, llevado por la euforia causada por la ingesta de la poción de batalla, disparaba su arma sin parar y soltaba comentarios que parecían más típicos de un borracho que de un guerrero.
-Creo que la poción es demasiado fuerte para el niño, debí de diluir mas su dosis-
Con el arma de nuevo a punto para disparar y tras una leve corrección de la trayectoria para acomodarla a la nueva distribución de trasgos, Níniel realizó un segundo disparo.
Níniel Thenidiel
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Finalmente Wernack fue declarado el más fuerte, como por otra parte era de esperar, y la elfa hizo algo de magia potagia en su gancho, como si no fuese ya lo bastante afilado, sonreí.
Entones arrugué la nariz al percibir un terrible hedor, Geralt había esparcido alguna clase de cebo para trasgos que olía francamente mal, y diciendo mal me quedo corto.
-Buaggg tío, ¿Pero a quien quieres matar?, ¿A ellos o a nosotros?- sonreí.
Con todos ya listos se hizo el silencio, me quedé expectante junto a Niniel y a Chimar, cubriéndoles las espaldas, oía como algo se acercaba, aunque tal vez fueran imaginaciones mías.
De repente todo cambió, aparecieron como de la nada, mogollón de bichos, todos horribles y gritones, aunque gritaron aún más cuando llegaron a la línea de trampas, infinidad de crujidos y gritos confirmaban que los cepos estaban cumpliendo su función, además el chisporroteo de la cadena eléctrica también era bastante reconfortante, para nosotros.
-¡Funciona, Ey chicos, lo oís, funciona!- exclamé feliz.
Miré a la derecha y vi al brujo lanzando bolas de fuego y rebanando cabezas con la espada, todo ello bastante espectacular, al otro lado, Wernack también hacia de las suyas reventando monstruitos como si hubiera nacido para ello, de hecho parecía que se estaba divirtiendo con el asunto, además me pareció oír que decía algo de haber matado un dragón.
-¿Cómo dices, un dragón?- pregunté extrañado, sin duda había oído mal, de todas formas no tuve tiempo de preguntarle más, un crujido a mi espalda reveló a un trasgo que trataba de acuchillarme por la espalda, pude girarme justo a tiempo para que su daga me rozase el pandero. -¡Ey!, ¡que estos cabrones me han dado en el culo!- grité lanzándole un palazo en toda la cara que le reventó la mandíbula y le lanzó un par de metros al suelo.
-Será bastardo- dije comprobando la integridad de mis posaderas, tenía un pequeño corte, nada grave. – ¡Mecaguen la leche, me han dado en el culo!- maldije
Miré entonces al chico, había mostrado un pequeño artilugio de muñeca que resultó ser una pequeña ballesta automática.
-Joder, ¿lo has hecho tu solo?- comenté observando su funcionamiento con admiración –Wow chaval, es una maravilla, desde luego si que eres una caja de sorpresas- le sonreí con sinceridad, visto eso, mi multiherramienta iba a ser una porquería a su lado.
Paré cuando un trasgo nos vino por el flanco, me interpuse en su camino, me lanzó una estocada alta, que pude parar fácilmente con el escudo, y cuando se vio con la guardia baja le desarmé con un golpe de revés de escudo y de una patada lo tiré sobre un cepo, que le partió más huesos de los que pude contar.
-Uf, estos bichos no se rinden ¿eh?- sonreí, aunque mi jubilo duró poco, un gritillo a mi espalda e inmediatamente otro monstruito se me subió a la espalda y comenzó al golpearme la cabeza con algo contundente.
-Aaaaaah, baja bicho asqueroso, Aaaa, quítate de encima- grité dando vueltas tratando de zafarme de el – ¡Ahhh, ahhh, déjame, en la cara no, en la cara no!- grité, por suerte en un giro logré pillarle de una pierna y arrojarlo al suelo.
-¿¡Bicho asqueroso, por qué no te metes con alguien de tu tamaño!?- le grité recomponiéndome, entonces ambos, el trasgo y yo, miramos a Chimar.
-No mierda no, me refería a mi escudo, perro- grité golpeándole con él como si fuera una silla en una pelea de taberna, hasta que con un horrible crujido se le quitaron las ideas de ir a por Chimar, y cualquier otra ya de paso.
-Uf, uf- suspiré recobrando el aliento, miré entonces a Niniel, que estaba manejando la balista, y no parecía dársele nada mal.
-Buen tiro- sonreí, ella comentó algo de que la poción había sido algo fuerte para Chimar, le miré, estaba a tope, disparando como si no hubiera mañana y con una moral envidiable.
-Vaya, pues sí que tu poción es buena jajaja- reí –Ya verás mañana, no va a haber quien le levante jajaja-
A nuestro alrededor los gritos chispazos y arboles cayendo se sucedían, la cosa iba bien, de momento, aunque quien sabía cuántos bichos más de esos quedaban.
Entones arrugué la nariz al percibir un terrible hedor, Geralt había esparcido alguna clase de cebo para trasgos que olía francamente mal, y diciendo mal me quedo corto.
-Buaggg tío, ¿Pero a quien quieres matar?, ¿A ellos o a nosotros?- sonreí.
Con todos ya listos se hizo el silencio, me quedé expectante junto a Niniel y a Chimar, cubriéndoles las espaldas, oía como algo se acercaba, aunque tal vez fueran imaginaciones mías.
De repente todo cambió, aparecieron como de la nada, mogollón de bichos, todos horribles y gritones, aunque gritaron aún más cuando llegaron a la línea de trampas, infinidad de crujidos y gritos confirmaban que los cepos estaban cumpliendo su función, además el chisporroteo de la cadena eléctrica también era bastante reconfortante, para nosotros.
-¡Funciona, Ey chicos, lo oís, funciona!- exclamé feliz.
Miré a la derecha y vi al brujo lanzando bolas de fuego y rebanando cabezas con la espada, todo ello bastante espectacular, al otro lado, Wernack también hacia de las suyas reventando monstruitos como si hubiera nacido para ello, de hecho parecía que se estaba divirtiendo con el asunto, además me pareció oír que decía algo de haber matado un dragón.
-¿Cómo dices, un dragón?- pregunté extrañado, sin duda había oído mal, de todas formas no tuve tiempo de preguntarle más, un crujido a mi espalda reveló a un trasgo que trataba de acuchillarme por la espalda, pude girarme justo a tiempo para que su daga me rozase el pandero. -¡Ey!, ¡que estos cabrones me han dado en el culo!- grité lanzándole un palazo en toda la cara que le reventó la mandíbula y le lanzó un par de metros al suelo.
-Será bastardo- dije comprobando la integridad de mis posaderas, tenía un pequeño corte, nada grave. – ¡Mecaguen la leche, me han dado en el culo!- maldije
Miré entonces al chico, había mostrado un pequeño artilugio de muñeca que resultó ser una pequeña ballesta automática.
-Joder, ¿lo has hecho tu solo?- comenté observando su funcionamiento con admiración –Wow chaval, es una maravilla, desde luego si que eres una caja de sorpresas- le sonreí con sinceridad, visto eso, mi multiherramienta iba a ser una porquería a su lado.
Paré cuando un trasgo nos vino por el flanco, me interpuse en su camino, me lanzó una estocada alta, que pude parar fácilmente con el escudo, y cuando se vio con la guardia baja le desarmé con un golpe de revés de escudo y de una patada lo tiré sobre un cepo, que le partió más huesos de los que pude contar.
-Uf, estos bichos no se rinden ¿eh?- sonreí, aunque mi jubilo duró poco, un gritillo a mi espalda e inmediatamente otro monstruito se me subió a la espalda y comenzó al golpearme la cabeza con algo contundente.
-Aaaaaah, baja bicho asqueroso, Aaaa, quítate de encima- grité dando vueltas tratando de zafarme de el – ¡Ahhh, ahhh, déjame, en la cara no, en la cara no!- grité, por suerte en un giro logré pillarle de una pierna y arrojarlo al suelo.
-¿¡Bicho asqueroso, por qué no te metes con alguien de tu tamaño!?- le grité recomponiéndome, entonces ambos, el trasgo y yo, miramos a Chimar.
-No mierda no, me refería a mi escudo, perro- grité golpeándole con él como si fuera una silla en una pelea de taberna, hasta que con un horrible crujido se le quitaron las ideas de ir a por Chimar, y cualquier otra ya de paso.
-Uf, uf- suspiré recobrando el aliento, miré entonces a Niniel, que estaba manejando la balista, y no parecía dársele nada mal.
-Buen tiro- sonreí, ella comentó algo de que la poción había sido algo fuerte para Chimar, le miré, estaba a tope, disparando como si no hubiera mañana y con una moral envidiable.
-Vaya, pues sí que tu poción es buena jajaja- reí –Ya verás mañana, no va a haber quien le levante jajaja-
A nuestro alrededor los gritos chispazos y arboles cayendo se sucedían, la cosa iba bien, de momento, aunque quien sabía cuántos bichos más de esos quedaban.
Schott
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
El brujo apenas pudo evitar un virote que cruzo directo hacia su cabeza, sin decir nada, Geralt dirigió una mirada homicida al crío y siguió a lo suyo, pero cuando se giro otra vez, no había más enemigos.
Wernack, matar dragones en sueños no cuenta...
Para asegurarse, paseo la mirada por el improvisado campo de batalla. Una árbol caído, brochetas de trasgo cortesía de la elfa... No, no parecía haber más. Y sin bajas, genial, aunque por lo que había oído, habían herido a Schott. ¿Estas bien?
Nada más decir eso volvieron a oír crujidos, indicativo de que llegaban más enemigos, aunque el grupo era... variopinto. Un trasgo especialmente grande se encontraba revestido de pies a cabeza en metal, cosa que habría sido imponente en alguien de tamaño estándar, pero con su tamaño solo parecía una enorme bola de metal. El segundo era un trasgo con delantal y un sombrero de chef que chorreaba saliva verde y parecía estar severamente drogado, a juzgar por como avanzaba a trompicones. Luego le siguió un trasgo con una lanza, montado sobre un lobo negro. Había serias dudas sobre como habían podido domar a un animal salvaje, pero a juzgar por la dentellada que casi le arranca el sombrero al chef, domar era una palabra muy fuerte.
El ultimo era normal, un vulgar trasgo que se había agenciado una corona y que manejaba un cetro de aspecto mágico. Pfff pringado, ni siquiera sabes como manejarlo no pareció gustarle mucho el comentario, puesto que clavo el bastón en el suelo, haciendo que este se iluminara y unas estacas de roca salieron de debajo de sus pies.
Hijo de perra Dijo justo a tiempo mientras se apartaba de un salto. Encantado ¿eh? Ese es mio.
Wernack, matar dragones en sueños no cuenta...
Para asegurarse, paseo la mirada por el improvisado campo de batalla. Una árbol caído, brochetas de trasgo cortesía de la elfa... No, no parecía haber más. Y sin bajas, genial, aunque por lo que había oído, habían herido a Schott. ¿Estas bien?
Nada más decir eso volvieron a oír crujidos, indicativo de que llegaban más enemigos, aunque el grupo era... variopinto. Un trasgo especialmente grande se encontraba revestido de pies a cabeza en metal, cosa que habría sido imponente en alguien de tamaño estándar, pero con su tamaño solo parecía una enorme bola de metal. El segundo era un trasgo con delantal y un sombrero de chef que chorreaba saliva verde y parecía estar severamente drogado, a juzgar por como avanzaba a trompicones. Luego le siguió un trasgo con una lanza, montado sobre un lobo negro. Había serias dudas sobre como habían podido domar a un animal salvaje, pero a juzgar por la dentellada que casi le arranca el sombrero al chef, domar era una palabra muy fuerte.
El ultimo era normal, un vulgar trasgo que se había agenciado una corona y que manejaba un cetro de aspecto mágico. Pfff pringado, ni siquiera sabes como manejarlo no pareció gustarle mucho el comentario, puesto que clavo el bastón en el suelo, haciendo que este se iluminara y unas estacas de roca salieron de debajo de sus pies.
Hijo de perra Dijo justo a tiempo mientras se apartaba de un salto. Encantado ¿eh? Ese es mio.
Geralt
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Y así, sin más, todos los trasgos cayeron como moscas, aunque uno de los virotes del crío casi me acaba rozando. Me di la vuelta y miré al niño, que estaba gritando y saltando como si fuese hiperactivo. -Genial, un crío drogado. Si le metemos dentro, puede pasar por trasgo...-
Una última oleada de trasgos salió del escondite. Esta vez eran más grandes y con un aspecto distinto, como si se hubiesen llevado el mejor botín de las caravanas. Había uno que me llamó la atención, con una lanza y montado sobre un lobo. ¿Como había capturado si quiera a ese animal? No parecía estar muy feliz en su cautividad. Si lo hacía bien...
El animal empezó a trotar con el trasgo encima, que intentó pincharme con su lanza sin mucho éxito: apenas mantenía el equilibrio sobre el can, así que su ataque fue fácil de evitar. Sin embargo, era rápido, y los saltos que daba para abalanzarse eran bastante peligrosos. Me puse detrás de un árbol, alrededor del cual estaba enrollada parte de la cadena. Contando las descargas que se habían dado mentalmente, supuse que todas las runas se habían activado ya, así que era más o menos seguro manipular la cadena. La tomé con ambas manos y esperé a que el animal cruzase para lanzarse sobre alguno del grupo. Entonces, estiré de la cadena, tensándola a la altura de la cabeza del jinete, que cayó al suelo con un sonido quejido agudo. El lobo, algo confuso, se detuvo y olisqueó al trasgo, pisando por accidente una runa eléctrica que no había contado. Saltó al recibir el calambrazo, y, furioso, atacó a su antiguo "amo", mordiendo su cuello hasta matarlo. Después, arrastrando el cadáver con la boca, corrió hasta perderse en la espesura.
-...bueno, eso era algo predecible.- comenté.
Una última oleada de trasgos salió del escondite. Esta vez eran más grandes y con un aspecto distinto, como si se hubiesen llevado el mejor botín de las caravanas. Había uno que me llamó la atención, con una lanza y montado sobre un lobo. ¿Como había capturado si quiera a ese animal? No parecía estar muy feliz en su cautividad. Si lo hacía bien...
El animal empezó a trotar con el trasgo encima, que intentó pincharme con su lanza sin mucho éxito: apenas mantenía el equilibrio sobre el can, así que su ataque fue fácil de evitar. Sin embargo, era rápido, y los saltos que daba para abalanzarse eran bastante peligrosos. Me puse detrás de un árbol, alrededor del cual estaba enrollada parte de la cadena. Contando las descargas que se habían dado mentalmente, supuse que todas las runas se habían activado ya, así que era más o menos seguro manipular la cadena. La tomé con ambas manos y esperé a que el animal cruzase para lanzarse sobre alguno del grupo. Entonces, estiré de la cadena, tensándola a la altura de la cabeza del jinete, que cayó al suelo con un sonido quejido agudo. El lobo, algo confuso, se detuvo y olisqueó al trasgo, pisando por accidente una runa eléctrica que no había contado. Saltó al recibir el calambrazo, y, furioso, atacó a su antiguo "amo", mordiendo su cuello hasta matarlo. Después, arrastrando el cadáver con la boca, corrió hasta perderse en la espesura.
-...bueno, eso era algo predecible.- comenté.
Asher Daregan
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Es una obra demencial, virotes volando, trampas activandose, trasgos muriendo. Chimar esta practicamente extasiado y fascinado por la cantidad de violencia, obviamente es trabajo de la vil pocion verde pero no tiene suficiente capacidad logica para desafiar sus sensasiones “de momento”. El simplemente sigue disparando a la vez que vitorea sus propias acciones, algunas veces le atina a las criaturas muertas pero no le interesa.
¡¡Vamos chicos!! ¡¡Si no tienen más de cinco heridas no cuentan!!
Por otra parte su equipo parece haber barrido la madriguera totalmente pues dejan de salir Monstruitos armados, quien sabe tal vez acaban de hacerle un favor al reino limpiando la “plaga de roedores”. El joven inventor se queja acerca de la falta de objetivos, quiere seguir el combate con cosas que puedan responder. Sin duda esa poción le ha caído de lo más raro pero cuando termine el efecto se desplomara como una piedra, eso es lo malo de los estimulantes.
¡¡¿¿Eso es todo??!! ¡¡Quiero mi dinero de vuelta!!
Como si su suplica hubiera sido oída se apresuran a salir varios hostiles más raros que el promedio “si es que eso es posible”. Primero tienen a la lata de carne en conserva seguido por un chef psicótico, luego sale el encantador de perros y de ultimo pero no menos importante el aprendiz de brujo. Aquel niño sonríe pues tendrá la acción que desea, no debe pensarlo demasiado para seleccionar al blanco.
¡¡El cocinero es mío!!
Wernack se encarga del trasgo con montura liberando a su ¿igual?, acción relativamente lógica si lo pensamos bien. Chimar escoge al blanco por la sencilla razón de que parece estar en el mismo estado “elevado” que él, eso y que tiene hambre. Apunta su arma disparando eufóricamente, el primer virote sigue su camino estrellándose contra las paredes de la caverna al fondo. Con extrañeza comunica.
Me… me siento… raro…
Dispara otros cuatro virotes y solo el último da en el cráneo eliminando a la criatura. El niño se siente algo mareado y su cuerpo comienza a pesarle el triple de lo normal, los ojos se le cierran solos gracias a un extraño cansancio repentino. Poco después le cuesta mantener una posición erguida cosa que le hace caer de rodillas, pega un largo bostezo y se recuesta del suelo con la clara intención de dormir. Al parecer la poción ha pasado factura.
Hasta… hasta mañana padre…
¡¡Vamos chicos!! ¡¡Si no tienen más de cinco heridas no cuentan!!
Por otra parte su equipo parece haber barrido la madriguera totalmente pues dejan de salir Monstruitos armados, quien sabe tal vez acaban de hacerle un favor al reino limpiando la “plaga de roedores”. El joven inventor se queja acerca de la falta de objetivos, quiere seguir el combate con cosas que puedan responder. Sin duda esa poción le ha caído de lo más raro pero cuando termine el efecto se desplomara como una piedra, eso es lo malo de los estimulantes.
¡¡¿¿Eso es todo??!! ¡¡Quiero mi dinero de vuelta!!
Como si su suplica hubiera sido oída se apresuran a salir varios hostiles más raros que el promedio “si es que eso es posible”. Primero tienen a la lata de carne en conserva seguido por un chef psicótico, luego sale el encantador de perros y de ultimo pero no menos importante el aprendiz de brujo. Aquel niño sonríe pues tendrá la acción que desea, no debe pensarlo demasiado para seleccionar al blanco.
¡¡El cocinero es mío!!
Wernack se encarga del trasgo con montura liberando a su ¿igual?, acción relativamente lógica si lo pensamos bien. Chimar escoge al blanco por la sencilla razón de que parece estar en el mismo estado “elevado” que él, eso y que tiene hambre. Apunta su arma disparando eufóricamente, el primer virote sigue su camino estrellándose contra las paredes de la caverna al fondo. Con extrañeza comunica.
Me… me siento… raro…
Dispara otros cuatro virotes y solo el último da en el cráneo eliminando a la criatura. El niño se siente algo mareado y su cuerpo comienza a pesarle el triple de lo normal, los ojos se le cierran solos gracias a un extraño cansancio repentino. Poco después le cuesta mantener una posición erguida cosa que le hace caer de rodillas, pega un largo bostezo y se recuesta del suelo con la clara intención de dormir. Al parecer la poción ha pasado factura.
Hasta… hasta mañana padre…
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Níniel terminó de cargar un nuevo virote en el escorpión y se dispuso a repetir el proceso de apuntado para buscar un nuevo objetivo cuando se dio cuenta de que no quedaba ningún trasgo en pie ya, aunque aquello no parecía importar mucho a un Chimar que a todas luces encontraba entretenido el convertir cadáveres de enemigos en alfileteros.
Sintiendo que podía relajarse, al menos un poco pues seguía sintiendo como la adrenalina recorría su cuerpo, la elfa dejó escapar un suspiro y echó un vistazo al cementerio de trasgos en el que habían convertido el claro. Por todas partes había cuerpos de trasgos empalados, mutilados, con miembros cercenados...Y su sangre salpicaba todo el lugar dando la sensación de que allí había tenido lugar una terrible batalla. La realidad es que a pesar del dantesco escenario todo había resultado muy fácil y en ningún momento el grupo de aventureros corrió el riesgo de que la lucha se decantara en favor de los enemigos. A pesar de lo disfuncional que la pequeña compañía había parecido al principio no se podía negar que habían resultado muy eficaces, al menos contra trasgos.
Todo apuntaba a que podría empezar a atender las posibles heridas que los demás hubiesen podido sufrir, aunque todos parecían baste intactos, cuando un nuevo grupo de enemigos se presentó ante ellos. Si los aventureros ya resultaban de lo mas variopinto, aquellos enemigos se llevaban la palma pero por mucho. Había un trasgo chef baboso, una especie de trasgo en lata, un aparentemente peligroso trasgo sobre un lobo negro, al que parecía no controlar demasiado bien y ...El rey trasgo, con cetro y todo. Aquel último despertaba la curiosidad de la elfa y no era para menos, una corona no era un objeto muy común, ¿De dónde la habría sacado?, y su cetro no era un simple trozo de madera y metal, como pronto descubrió el brujo. Estacas de tierra...Una magia que la peliblanca conocía pues no era la primera vez que la veía.
Como niños pequeños, a pesar de que solo uno de los allí presentes lo era, comenzaron a pedirse enemigos para enfrentarse a ellos. Níniel estaba interesada en el cetro de aquel rey trasgo pero sabía que Geralt sería un mejor oponente para él por lo que decidió que su objetivo sería el trasgo enlatado, que con paso lento y firme...Bueno muy firme tampoco, se dirigía hacia su posición.
La distancia mas corta entre dos puntos era siempre una línea recta y aquel enemigo parecía querer aplicar aquella máxima de una manera totalmente literal pues en su avance no hacía ningún esfuerzo por resultar un objetivo mas esquivo, quizá con toda aquel equipo no es que no quisiera, si no que no pudiera. Níniel apuntó la balista y accionó el mecanismo de disparo.
El virote salió disparado y acertó de llenó en su objetivo que nada pudo hacer por evitarlo.
Sin embargo la suerte de aquel estúpido trasgo que había renunciado a prácticamente toda su movilidad por la falsa seguridad de aquellos pesados metales no fue morir empalado, cuando el virote le golpeó, en vez de atravesarlo, se rompió en pedazos por culpa de una punta de mala calidad. No obstante la fuerza del impacto hizo que aquella bola de metal andante saliera disparada por el golpe y acabara rodando decenas de metros hasta acabar contra un árbol. Difícilmente habría sobrevivido a aquellos golpes a pesar de su coraza.
Sintiendo que podía relajarse, al menos un poco pues seguía sintiendo como la adrenalina recorría su cuerpo, la elfa dejó escapar un suspiro y echó un vistazo al cementerio de trasgos en el que habían convertido el claro. Por todas partes había cuerpos de trasgos empalados, mutilados, con miembros cercenados...Y su sangre salpicaba todo el lugar dando la sensación de que allí había tenido lugar una terrible batalla. La realidad es que a pesar del dantesco escenario todo había resultado muy fácil y en ningún momento el grupo de aventureros corrió el riesgo de que la lucha se decantara en favor de los enemigos. A pesar de lo disfuncional que la pequeña compañía había parecido al principio no se podía negar que habían resultado muy eficaces, al menos contra trasgos.
Todo apuntaba a que podría empezar a atender las posibles heridas que los demás hubiesen podido sufrir, aunque todos parecían baste intactos, cuando un nuevo grupo de enemigos se presentó ante ellos. Si los aventureros ya resultaban de lo mas variopinto, aquellos enemigos se llevaban la palma pero por mucho. Había un trasgo chef baboso, una especie de trasgo en lata, un aparentemente peligroso trasgo sobre un lobo negro, al que parecía no controlar demasiado bien y ...El rey trasgo, con cetro y todo. Aquel último despertaba la curiosidad de la elfa y no era para menos, una corona no era un objeto muy común, ¿De dónde la habría sacado?, y su cetro no era un simple trozo de madera y metal, como pronto descubrió el brujo. Estacas de tierra...Una magia que la peliblanca conocía pues no era la primera vez que la veía.
Como niños pequeños, a pesar de que solo uno de los allí presentes lo era, comenzaron a pedirse enemigos para enfrentarse a ellos. Níniel estaba interesada en el cetro de aquel rey trasgo pero sabía que Geralt sería un mejor oponente para él por lo que decidió que su objetivo sería el trasgo enlatado, que con paso lento y firme...Bueno muy firme tampoco, se dirigía hacia su posición.
La distancia mas corta entre dos puntos era siempre una línea recta y aquel enemigo parecía querer aplicar aquella máxima de una manera totalmente literal pues en su avance no hacía ningún esfuerzo por resultar un objetivo mas esquivo, quizá con toda aquel equipo no es que no quisiera, si no que no pudiera. Níniel apuntó la balista y accionó el mecanismo de disparo.
El virote salió disparado y acertó de llenó en su objetivo que nada pudo hacer por evitarlo.
Sin embargo la suerte de aquel estúpido trasgo que había renunciado a prácticamente toda su movilidad por la falsa seguridad de aquellos pesados metales no fue morir empalado, cuando el virote le golpeó, en vez de atravesarlo, se rompió en pedazos por culpa de una punta de mala calidad. No obstante la fuerza del impacto hizo que aquella bola de metal andante saliera disparada por el golpe y acabara rodando decenas de metros hasta acabar contra un árbol. Difícilmente habría sobrevivido a aquellos golpes a pesar de su coraza.
Níniel Thenidiel
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Re: [Cerrado] Un encuentro "catrasgofico" (Libre, 4/4)
Geralt me preguntó que si estaba bien, me dolía el pandero, pero no era algo a lo que quisiera dar mucha publicidad -Sisi, estoy bien, tranquilo, hace falta algo más que unos trasgos para poder conmigo- aunque no demasiado más.
Sin embargo comencé a ver borroso debido a la sangre que me goteaba por la frente, me fijé en que también tenía cortes y magulladuras en las piernas, por lo visto sí que había recibido algún que otro golpe, vaya mierda, lo poco que había matado y lo mucho que me habían dado, así que decidí probar esa poción roja de curación leve que me había dado Niniel.
-¿A ver si sabe a fresa?- dije tomándola de un trago, no, no sabía a fresa, ni mucho menos, pero el sabor era lo de menos cuando me empezaron a picar todas las heridas del cuerpo, es decir, mucho cuerpo.
-A u au auu au uaa uaau aua uaaauu- exclamé –Madre mía como escuece la magia, aauuuu- sin embrago, tras unos instantes sumamente incomodos, sobre todo en las posaderas vi con asombro como los cortes y magulladuras se habían cerrado.
-Wow, Niniel, esta mierda es buena, el resultado es incuestionable Jajaja, muchas gracias- sonreí limpiándome sin mucho éxito la sangre de la cara, no se iba, pero tampoco salía más.
Ya no debían de quedar muchos más trasgos, o al menos a mí no me quedaban más cepos, el espectáculo era terrible, todo el claro estaba plagado de trasgos muertos o agonizantes, pese a que me daban bastante asquete la visión no me era agradable, aunque era cierto que estos eran los cabrones que habían matado a los tipos de la caravana, pero tampoco era plan de cebarse, Chimar por su parte sí que estaba disfrutando, y disparaba a todo lo que media menos de metro y medio, se moviese o no.
-Vaya chaval, estas a tope- sonreí, ya vera que agujetas le esperaban mañana, bueno, y a mí.
En ese momento pareció llegar la ultima oleada, los cabecillas trasgos, el primero era uno bastante grande para ser un trasgo que llevaba armadura, aunque desde el punto de vista de un profesional, las planchas de metal que llevaba alrededor del cuerpo no merecían siquiera ese nombre, el segundo era un ¿cocinero? que parecía más colocado que Chimar, que ya es decir, luego otro que iba montado en lobo, algo así como un caballo en relación, solo que este caballo te podía arrancar el cuello, y el ultimo debía de ser el jefe porque llevaba ¿corona y cetro? De donde narices habría robado esto.
-¿Pero y estos bichos de donde han salido?-
Mis compañeros corrieron raudos a encargarse de ellos, Wernack se fue entre los arboles con el jinete, y yo estaba seguro de quien sería el que volviese, Chimar acabó con el cocinero justo antes de caer rendido, corrí hacia el para cubrirle, no fuera a ser que un golpe perdido le alcanzase.
-Eh..si hasta mañana hijo, dulces sueños- sonreí, había caído como un tronco.
Miré hacia atrás y vi como Niniel apuntaba al trasgo chapado y lo mandaba de un golpe de balista contra un árbol, el crujido que hizo no dejaba mucho a la duda, prueba a envolver un huevo en cota de malla y luego dale una patada, veras que bien se queda.
Geralt por su parte entabló combate con el rey de la cueva, que ante mi asombro, hizo algo de magia potagia, uf, si, mejor que se encargase Geralt.
Miré a mí alrededor, no parecía quedar ningún trasgo vivo, había llegado el último al reparto y me había quedado sin pastel.
-Bueno..pues yo..me encargo de este si- dije señalando a un trasgo que ya estaba muerto en el suelo –Muere…muere..si…uuu…muere- dije dando patas al cadáver inerte del trasgo, que además tenía un par de flechas de Chimar en la espalda por si hubiera algún atisbo de duda.
-Uf, ya está, era duro el cabron Jajaja- reí.
Sin embargo comencé a ver borroso debido a la sangre que me goteaba por la frente, me fijé en que también tenía cortes y magulladuras en las piernas, por lo visto sí que había recibido algún que otro golpe, vaya mierda, lo poco que había matado y lo mucho que me habían dado, así que decidí probar esa poción roja de curación leve que me había dado Niniel.
-¿A ver si sabe a fresa?- dije tomándola de un trago, no, no sabía a fresa, ni mucho menos, pero el sabor era lo de menos cuando me empezaron a picar todas las heridas del cuerpo, es decir, mucho cuerpo.
-A u au auu au uaa uaau aua uaaauu- exclamé –Madre mía como escuece la magia, aauuuu- sin embrago, tras unos instantes sumamente incomodos, sobre todo en las posaderas vi con asombro como los cortes y magulladuras se habían cerrado.
-Wow, Niniel, esta mierda es buena, el resultado es incuestionable Jajaja, muchas gracias- sonreí limpiándome sin mucho éxito la sangre de la cara, no se iba, pero tampoco salía más.
Ya no debían de quedar muchos más trasgos, o al menos a mí no me quedaban más cepos, el espectáculo era terrible, todo el claro estaba plagado de trasgos muertos o agonizantes, pese a que me daban bastante asquete la visión no me era agradable, aunque era cierto que estos eran los cabrones que habían matado a los tipos de la caravana, pero tampoco era plan de cebarse, Chimar por su parte sí que estaba disfrutando, y disparaba a todo lo que media menos de metro y medio, se moviese o no.
-Vaya chaval, estas a tope- sonreí, ya vera que agujetas le esperaban mañana, bueno, y a mí.
En ese momento pareció llegar la ultima oleada, los cabecillas trasgos, el primero era uno bastante grande para ser un trasgo que llevaba armadura, aunque desde el punto de vista de un profesional, las planchas de metal que llevaba alrededor del cuerpo no merecían siquiera ese nombre, el segundo era un ¿cocinero? que parecía más colocado que Chimar, que ya es decir, luego otro que iba montado en lobo, algo así como un caballo en relación, solo que este caballo te podía arrancar el cuello, y el ultimo debía de ser el jefe porque llevaba ¿corona y cetro? De donde narices habría robado esto.
-¿Pero y estos bichos de donde han salido?-
Mis compañeros corrieron raudos a encargarse de ellos, Wernack se fue entre los arboles con el jinete, y yo estaba seguro de quien sería el que volviese, Chimar acabó con el cocinero justo antes de caer rendido, corrí hacia el para cubrirle, no fuera a ser que un golpe perdido le alcanzase.
-Eh..si hasta mañana hijo, dulces sueños- sonreí, había caído como un tronco.
Miré hacia atrás y vi como Niniel apuntaba al trasgo chapado y lo mandaba de un golpe de balista contra un árbol, el crujido que hizo no dejaba mucho a la duda, prueba a envolver un huevo en cota de malla y luego dale una patada, veras que bien se queda.
Geralt por su parte entabló combate con el rey de la cueva, que ante mi asombro, hizo algo de magia potagia, uf, si, mejor que se encargase Geralt.
Miré a mí alrededor, no parecía quedar ningún trasgo vivo, había llegado el último al reparto y me había quedado sin pastel.
-Bueno..pues yo..me encargo de este si- dije señalando a un trasgo que ya estaba muerto en el suelo –Muere…muere..si…uuu…muere- dije dando patas al cadáver inerte del trasgo, que además tenía un par de flechas de Chimar en la espalda por si hubiera algún atisbo de duda.
-Uf, ya está, era duro el cabron Jajaja- reí.
Schott
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