Espadas de adorno [CERRADO]

Geralt tenia serias dudas, por mucho que Schott dijera que se las apañaba, esa estrategia defensiva se basaba enteramente en la habilidad del defensor, o por lo menos en la falta de habilidad del atacante. Solo por si acaso, preparo una pequeña bola de fuego, lista para chamuscarle la cara justo antes de que Schott se volviera una brocheta, mientras disfrutaba del dialogo que tenían ese par. Por suerte, eso de la brocheta no paso, por lo que se limito a disolver su magia con un gesto de mano.

Un vistazo le basto para ver que el resto estaban bien, mascotas incluidas, aunque ya no podría montar al aion en batalla, puesto que se había esfumado, una pena, era precioso. No hizo ningún comentario hacia la súbita muestra de lo que debía ser fe en el chaval. Había un montón de creencias, algunas más raras que otras, y esa parecía bastante normal, al menos no se comía sus corazones o algo así. Hablando de comer...¿donde se habían metido sus lobos?

No dijo en tono firme, incluso antes de girarse y ver a ese par olisqueando un cadáver. Nnnnnooooo Loki le clavo sus ojos ambarinos, mientras se relamía. Los expertos en bestias consideraban mantener la mirada un gesto de desafío, pero él sospechaba que era más listo y en realidad estaba calculando la cantidad de cecina que perdería si lo desobedecía. Debía ser mucha, puesto que bajo las orejas y trotó a su lado junto a Freya, sin pegarle un mordisco a ese pobre desgraciado. Dudaba que el muerto necesitara una oreja o una mejilla, pero parecía altamente inadecuado después del rezo del chaval.

Casi no oyó la queja de Wernack, pero tampoco hacia falta, pillo la esencia Oh, venga ya, te ha encantado, te he oído enfundo su espada mientras le daba instrucciones a los otros dos y se acerco tranquilamente, meditando sus respuestas al interrogatorio del perro. Existe cierta...predisposición, usualmente hereditaria, pero debería ser posible dominar cualquier tipo de magia independientemente de tu elemento original técnicamente, tenia que ser posible dominar todos los elementos a la vez si se disponía de unas cuantas décadas, pero combinar estilos tan diferentes y alternarlos en medio del combate... mejor ni intentarlo. Mis padres no eran muy... versados en las artes mágicas, usaban agua y tierra a duras penas, yo tenia más poder, por lo que me decante por algo más destructivo. A nivel teórico, la potencia bruta de un mago de fuego o rayo era superior a uno de agua o tierra, puesto que dependía mucho menos del entorno que el resto, que necesitaban ingentes cantidades de energía para luchar con la misma cantidad de elemento, ya fuera para crearlo o para moverlo. El viento era una excepción, con las características de fuego y rayo pero sin su poder, pero nadie tenia en cuenta a los brujos de viento, porque eran pringados... Se dio cuenta que había hablado en pasado, puede que fuera conveniente una explicación.

Mis padres perecieron en...extrañas circunstancias un eufemismo, como decir que alguien decapitado había muerto de forma natural, porque lo natural si te cortaban la cabeza era morirse. Tengo mis sospechas, pero para poder...presionar a las personas necesarias necesito ser hábil, muy hábil. Creo una pequeña serpiente ígnea, que hizo unos pocos giros y círculos. Si quería zurrar a los sospechosos para recibir respuestas, necesitaba ser más fuerte que cualquiera de los guardias y los miembros de las familias que estos protegían. Y en una sociedad basada en los logros individuales, eso implicaba rivalizar con alguien del mismísimo concilio, preferiblemente, debía ser capaz de enfrentarse a más de uno a la vez, por fantasioso que eso sonara. El problema es que no se hasta que punto debo ser hábil, no ha habido guerras últimamente, no puedo simplemente...preguntar para saber su poder o algo así. En cuando se decidiera, seria su única oportunidad, podía funcionar, pero también podía morir o tener que salir por patas y no poder regresar jamas. De allí su obsesión con conseguir todo cacharro con una brizna de poder mágico. Aunque no supiera para que usar una estúpida cajita que hacia burbujas, si existía la más mínima posibilidad de que fuera útil, se la quedaría.

Y... obviamente, eso de ser un perro tenia que ser hereditario, mejor no preguntarlo. ¿Tus padres? ¿Algún proyecto de futuro? Seguro que un ser tan lleno de odio y rencor hacia el mundo había tenido una infancia horrible, llena de muerte y destrucción.

-….E..e..oh…e…ajmm..- Me recompuse –Ya estoy, ya- sonreí, me había quedado un rato ensimismado, como si llevase mucho tiempo sin moverme, pero ya estaba listo.

Miré a los demás, el chaval estaba diciendo alguna especie de plegaria a los cadaveres con gesto serio, asentí, no estaba de más que alguien dijese algo a unos hombres que acababan de morir, miré al que había matado yo, solo con ver lo que quedaba de su cara se me quitaron las ganas de decir nada, no creo que hubiese quedado bien.

Uno de los cachorros parecía que iba a mordisquear un cadáver, sin embargo lo dejo tras una mirada de Geralt, sonreí, buen control, yo ni siquiera había conseguido que el maldito burro de la granja de los McGormit no se comiese mis manzanas, mmmm, maldito burro... como le odiaba…

Tras el combate Wernack nos hizo su apreciación de nuestra actuación, a mí me recomendó usar algún arma a la vez que el escudo, asentí, lo cierto es que el término “la mejor defensa es un buen ataque” puede que no siempre fuese valido, tendía demasiado a cubrirme, aunque tal vez fuese por eso por lo que seguía aun entero, de cualquier manera decidí seguir su consejo.
-Bien trataré de buscar las aberturas y zurrarle con algo- sonreí palpando la pala que llevaba a la espalda.

Tras su exposición nos pidió a Demian y a mí que combatiésemos, él trataría de quebrar mi defensa y yo de buscar un hueco para darle, trague saliva, el chaval era rápido, y las dagas muy pequeñas y agiles.

Recogí mi escudo, desenfundé la pala y me puse en posición, di un par de golpes con la pala en el escudo, más para tranquilizarme a mí que para aterrorizar al rival.
-Nada de magia potagia por favor, ya me cuesta bastante verte de normal- sonreí ante la agilidad del chico –Dale caña- sonreí, sobre todo para ocultar mi preocupación, yo no pensaba hacer daño al chaval, pero el tampoco ¿no?.

Asentí ligeramente ante la explicación de Geralt mientras sacaba mis propias conclusiones. "Los más poderosos suelen elegir destrucción..." normal que ganasen la guerra, esa filosofia comparada con la de los elfos... Me di cuenta de que dijo que sus padres "eran" mediocres. Asesinados, al parecer. Sin embargo, no notaba ningún rastro de tristeza por su parte. Ni siquiera ira. Hablaba de ello como si fuese el tiempo que hizo la semana pasada. -¿De verdad quieres venganza? ¿Sin otro motivo?- Siempre me había dado la sensación de que el brujo era más ambicioso... ¿Estaba justificando su busqueda de poder o realmente era lo que sentía?

-Mis padres...- me recosté en la hierba, negligiendo un poco mi posición como entrenador. -...bueno, es una relación complicada. Mi padre era el... -hice una pausa, buscando el termino apropiado.- ¿jefe? ¿lider? del pueblo. - era algo dificil de explicar para alguien de fuera, y no quería que se hiciese la idea de que era poco civilizado.- Bueno, la cuestión es que quería que yo tomase el mando después de él. Pero lo que yo quería hacer es explorar, cazar tesoros, matar dragones...- Desplacé el colmillo de dragón entre mis dedos con una sonrisa al recordar aquella situación.- Así que me fui de casa. No nos volvimos a ver. Y dejé mucho atrás. - suspiré. Aún me arrepentía de lo que había pasado.
-Tal vez vuelva algún día. Pero no aún. De momento me quedo con lo de matar monstruos y conseguir armas encantadas.-

Volví a mirar al chico y Schott. El herrero habia tenido una reacción extraña y el crío parecía tener cierta picardía en su mirada. -¡Venga, Schott, atizale!- grité. -Se está haciendo tarde. El entrenamiento acabará pronto. ¿Quieres un combate de práctica, Geralt?- pregunté, poniendome en pie. -Sin magia, ni telequinesis, ni gancho. Pero está bien si no quieres, no me burlaré de ti hoy.-

No me malinterpretes, no busco venganza. Al principio pensaba que era culpa de una sociedad tan competitiva, que eso hacia que los fuertes tuviesen libertad para hacer lo que les diera la gana, sin que nadie pudiera oponerse. Pero empece a viajar, y vi que eso pasaba en todos lados. Entendía que unos bandidos mataran, puesto que implicaba un riesgo constante de ser matados a su vez por la guardia, pero eso era diferente con una familia noble, que podía usar las intrigas y su influencia con total impunidad. Entonces pensé... "Si el problema no es con la búsqueda de poder, ¿cual es?" la pregunta tenia truco, puesto que no había encontrado respuestas. Se tumbo sobre la hierba, junto con el perro.

Ya hace mucho tiempo de aquello, y sin alguien a quien culpar, el odio se ha...diluido, la venganza es un extra, una justicia universal, no estoy moralmente capacitado para vengarme ¿A cuanta gente había matado ya? Medio centenar seguramente, demasiados como para llamarse justiciero o pretender que tenia la razón. Lo que quiero es que no vuelva a pasar. Para que las familias nobles dejen de abusar de su poder, no basta con abolir la nobleza, eso solo haría que se formaran aun más grupos, liderados por gente carismática, básicamente bandidos ese era un problema del que aun no tenia solución.  Creo que si de alguna manera se... rebajara la unidad familiar, ya sea con orgullo racial o con una crianza al margen de la familia, junto con una demostración de fuerza, seria posible evitar abusos, al menos a gran escala. Ese tipo de argucias y asesinatos eran para cobardes, sin un respaldo, muchos no se atreverían a hacerlo.

Aunque, ciertamente, si conseguía tanto poder como deseaba, no estaba seguro de aplicar sus propias reformas, el miedo a meter la pata y empeorarlo era muy real. Puede que... el poder sea el fin, puede que lo mejor que sea capaz de hacer es arreglar lo que tenga delante, sin preocuparme por problemas tan grandes. Al fin y al cabo, si conseguía superar a las grandes familias, ¿no implicaba que el método actual funcionaba, aunque fuera a base de sangre y muerte? Los elfos tenían una sociedad pacifista y no les había ido muy bien, puede que una sociedad como la bruja fuera la mejor, aunque fomentara el odio. Ademas, si el imponía su propio modelo por la fuerza, ¿no estaría haciendo lo mismo que aquellos a los que repudiaba? Por no hablar de la posibilidad de que una guardia fuerte e incorruptible podía solucionar los problemas de los que se quejaba perfectamente, aunque hacer eso era un esfuerzo aun mayor.

En resumen, no tenia ni idea de porque hacia lo que hacia. De momento...voy paso a paso, lo primero es el poder para hacer lo que quiera, luego...ya veré que hago con el. Wernack tampoco parecía tener un objetivo muy claro, como mucho cazar un bicho muy grande y enseñárselo a papa, como un niño pequeño. Pero no diría nada, tampoco podía presumir de eso.

Oh, adoro a ese crío se limito a decir, mientras se incorporaba y veía esas vísceras ilusorias desaparecer ante sus ojos. A continuación se levanto, desenfundando su espada. Ni magia, ni telequinesis... Aburrido... En fin... agarro la espada con ambas manos, delante de él. Y cargo, lanzando un tajo vertical a la cabeza. Nada que el perro no pudiera bloquear, pero a continuación lanzo una patada a la pierna, para intentar desequilibrarlo. Lastima que no pudiera alargar la mano y chamuscarlo...

El chaval se situó enfrente y cogió una espada corta del suelo usando su magia levitadora, molaba bastante, que bien que me habría venido a mí eso para cargar los sacos de mena, me preguntaba si cuanto más pesado fuera el objeto mas fuerte habría que concentrarse o como iría el asunto, pero ahora no había tiempo para preguntas, era hora de combatir, noté cierto alivio cuando Demian lamentó no poder usar su arma favorita ni sus poderes, las dagas esas daban en verdad miedo respeto, y de los poderes ni hablamos, sin embargo, grité horrorizado cuando vi como el chaval se rajaba las tripas él mismo.

-Aaaaaaaaa, ¡Madre mía! ¿¡Pero qué haces?!, nooooo- exclamé soltando la pala y llevándome las manos a la cabeza.
Pero de repente toda esa carnaza de infanticidio desapareció y la sangre y vísceras se esfumaron, era una ilusión que había creado Demian.

Yo tenía el corazón en un puño –Pero serás cab…- no pude acabar porque sin esperar un instante el chiquillo se abalanzó sobre mi lanzándome una estocada al pecho que paré por poco.
Sin desaprovechar el movimiento me agaché ligeramente y recogí rápidamente mi pala del suelo sin dejar de vigilar sus movimientos, era rápido, eso ya lo sabía, pero no por ello yo iba más preparado.

-Verás- dije lanzándole un corte de derecha a izquierda que esquivó sin dificultad, y antes de yo que pudiera recuperar la posición ya me estaba lanzando otra estocada algo más abajo, tuve que agacharme un poco para pararla, me sorprendió la fuerza y precisión de sus ataques, nada habitual para un joven de su edad , traté de lanzarle otro corte, esta vez de arriba abajo en el segundo que retirase su espada tras el golpe, sin ningún éxito, esto iba a ser difícil –Eres bueno…- dije sin perder la concentración.

Oía a Wernack al fondo gritarme que lo atizase -Yaya, si es que no se está quieto- le respondí, apenas un instante más tarde ya me estaba lanzando otra estocada algo más arriba del pecho, que paré por poco cambiando la inclinación del escudo, estuvo cerca, pero yo estaba preparado, nada más parar el golpe lancé otro golpe a media altura con la esperanza de alcanzarle, esta técnica de parar y golpear me estaba pareciendo mucho mejor que la de recibir y esperar, parecía bastante obvio si, pero no lo fue tanto para mí, este Wernack sí que sabía lo que se decía.

El ataque de Geralt era claro y directo... así que obviamente atacaría por dos lados. Ese parecía ser su estilo favorito, y con razón, pues le faltaba fuerza y agilidad física y los brujos tenian potencial en usar trucos sucios. De cualquier forma, cualquiera que le hubiese visto luchar podría prever que el primer ataque no es el que intenta acertar, pero le seguí el juego. Su segundo ataque fue una patada, que probablemente esperaba que evitase o que acertase y me desequilibrase. Puse la pierna rígida, recibiendo su patada, que dolió un poco, pero no me hizo retroceder. Al contrario, justo al recibir la patada, lancé un tajo diagonal hacia su espada con ambas manos, buscando desarmarlo o desequilibrarlo.

-Suficiente. Sabes, basta pelear contigo un par de veces para saber que escondes algo tras cada ataque. Mi sugerencia... no luches contra nadie dos veces.- dije, sonriendo ligeramente. Después me giré a ver lo que hacía la otra pareja. Schott seguía mi consejo, pero tendía a fallar. Nada extraño, claro, era un objetivo rápido y pequeño. Los movimientos de Demian parecían bien planeados, intentando usar los puntos ciegos de Schott por el escudo al ver que no ganaría en enfrentamiento directo. Algo impresionante en un niño, muy pocos usaban realmente la cabeza en enfrentamientos rápidos. Y como Geralt, usaba trucos sucios... solo unos minutos y ya era una mala influencia.

-Bueno, vale, suficiente. No está mal. Schott, si ves que no puedes acertar... prueba a golpear con el escudo. Es un ataque rápido y normalmente inesperado, siguelo con un tajo y son tuyos. Si no puedes, intenta herir los brazos o las piernas, el torso suele protegerse bien. Demian... piensas rápido, pero habrá veces en las que no podrás esconderte ni usar los alrededores como armas. Piensate bien que harás entonces... mejor que mates antes de que se convierta en un problema.

Y con eso, terminó el entrenamiento. -Muy bien, eso es todo. Ha sido divertido, pero creo que ya estamos cansados para seguir.- envainé mi espada y me acerqué a Kayr, que ya había dejado el cadáver. -Ya nos veremos por ahí. Brujo. Schott, Demian.- acompañado por el felino, me dirigí a mi improvisado refugio a descansar durante un largo tiempo.

Ese pequeño chaval... un brujo que usaba ilusiones, dagas y ataques precisos y letales. Usualmente habría considerado que esa ultima parte era debida a años de experiencia, pero ni siquiera tenia barba, lo que solo dejaba una opción, una siniestra opción. Había alguien por allí entrenando niños para matar, alguien tenia su pequeño ejercito de niños siniestros. Pero no era su problema, el chaval parecía pensar por si mismo, y era un brujo muy capaz, no iba a cuestionar su... trayectoria académica.

En cuando a su pequeño proyecto de atizarle a Wernack, no salio como esperaba, el chucho puso la pata tiesa y su patada se estampo sin conseguir nada. Eso de mear con la pierna levantada le había dado una fuerza notable en esas extremidades, tendría que haber caído antes. Créeme, no me repetiría si el señor me dejara usar magia, puedo hacer muchas cosas, puedo añadir un poco de chispa al combate... chasqueo los dedos y apareció una serpiente de fuego durante unos segundos.

Siguió con los consejos, y de repente, todo había acabado... No estaba tan cansado. Seguro que su patada había roto algo, segurisimo, solo era demasiado orgulloso para reconocerlo. En fin, no se le había perdido nada en medio del bosque. Scott, ¿vuelves a la ciudad? dio un silbido y sus lobos levantaron las orejas allí donde estaban, tomándose una siesta bajo un árbol. Silbó otra vez y por fin se dignaron a abrir los ojos y darse cuenta de que se iba.

Noté como empezaba a sudar, gotas de sudor bajaban por mi frente nublandome momentaneamente la vista, mierda, este combate me estaba pasando factura, no estaba acostumbrado a tanta tralla, sin embrago el chaval parecía fresco como una lechuga, maldito.

Procedí a darle un nuevo golpe a Demian, a ver si esta vez le pillaba, aunque fuese un poco, pero ante mi asombro el chaval se escurrió por el suelo y antes de que me pudiese dar cuenta me había lanzado algo de tierra a la cara.
-Buagg…cof..cof…¿Pero qué mier…?- callé cuando algo afilado me rozó el costado y resbaló por el escudo, retrocedí de un salto para palparme, me había rasgado un palmo la camisa, el mandil de cuero fuerte y una esquina del escudo colocada fortuitamente en la ceguera habían impedido males mayores.

-Euuuu, eso es juego sucio- exclamé sonriendo limpiándome la cara, con cualquier otro habría tenido palabras mayores, sin embargo no podía enfadarme con un chaval, aunque tal vez debiera.
Wernack, que había estado observando atentamente dio por finalizado el entrenamiento, menos mal, no estaba seguro de poder ganar al chaval en esta tesitura, y mas si se sacaba de la manga mas truquillos como ese, ademas no se si hubiese podido contenerme en darle una buena tunda si hubiera tenido la ocasión.

Enfundé la pala, Wernack nos dio algunos consejos, asentí, un buen golpe de escudo en la cara sorprendía a cualquiera, eso sino lo incapacitaba directamente.
-Bien, eso haré- sonreí –Y tu chaval, has luchado bien- dije tendiéndole la mano –Pero esos trucos sucios…solo con los malos malísimos no con los colegas eh Jajaja- sonreí, a fin de cuentas, lo importante era seguir vivo ¿no?, y los bandidos y tarados con los que me habia enfrentado no solían ser muy caballerosos.

Suspiré aliviado cuando Wernack afirmó que estábamos cansados, yo lo estaba, desde hacía rato, pero a ver quién era el listo que se quejaba el primero.
-Bien, hasta luego Wernack, un placer, espero volver a verte, cuidate- le despedí sonriendo con la mano, era un grande.

Entonces Geralt me preguntó si iba a la ciudad.
-Eee, si si, claro, voy contigo jaja- sonreí recogiendo mis bártulos y siguiéndole, me alegraba enormemente no ir solo, y mas aun ir bien acompañado.
-Ey Demian, ¿tú vas también para allá?- dije ofreciéndole venir con un amable gesto.
Había sido un buen día, casi ni me acordaba como había empezado, creo que con algo de resaca, pero todos los grandes días empiezan así, supongo.

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