Llamada de auxilio [Interpretativo][Libre][CERRADO]

Volaba a través de la tormenta a gran velocidad mientras que los rayos resonaban por todo el cielo asustándome cada vez más.  Amaba la lluvia pero detestaba volar en tormentas en especial cuando tenían demasiados rayos que podían alcanzarme en el aire, tenía que encontrar un refugio desesperadamente  pero la lluvia no me dejaba ver nada y el viento era demasiado fuerte para poder salir de esa situación fácilmente, baje la altura y me acerque al suelo tenía que encontrar algo donde cubrirme rápido o terminaría accidentada.

Cerca del suelo comencé a buscar alguna cueva en donde refugiarme cuando la escuche, era el grito de una mujer  o eso era lo que creía ya que la lluvia me impedía escuchar con claridad y no podía saber de qué se trataba, mire en la dirección en la que creí oír la voz tratando de ver si no lo había imaginado, cuando mire parecía que no había nada y tampoco podía oler nada por la lluvia. Me dirigí volando hacia allá por si las dudas no veía absolutamente nada por lo que decidí irme de allí en cuanto pudiera pero los rayos no iban a permitírmelo empezaron a sonar cada vez más fuerte y más cerca, tenía mucho miedo  el sonido era tan ensordecedor que solo cerré los ojos y trate de volar en alguna dirección segura cambiando de dirección cada vez que oía un rayo.

Volar a ciegas era algo peligroso sobre todo en una tormenta y en una zona tan boscosa como está pero no pude parar y deje que el viento me guiara a cualquier lugar, cada vez los rayos sonaban más fuerte por lo que acelere mi vuelo y en un segundo a otro termine chocando con algo, era algo grande y suave, cubierto de pelo. Rebote con esa cosa y termine cayendo un poco más profundo dentro de una cueva. Temblaba, tenía mucho frio, estaba boca abajo, totalmente mojada y asustada por los rayos que no me gustaban para nada, abrí los ojos lentamente el lugar estaba un poco más seco pero olía a sangre, traje saliva creyendo que había caído en el hogar de algún licántropo.

Abrí mis ojos azules lentamente y entonces la vi allí era una chica o eso creía ya que dentro de aquí había otra persona pero no era capaz de verla bien por la oscuridad y apenas podía notar su aroma por la cantidad de sangre y humedad que habían aquí adentro, me voltee de nuevo y abrase mis alas con mi cuerpo para secarme y calentarme un poco más, sin quitarle ni un momento la vista de encima seguí olfateando parecía que la sangre venia de ella. Baje la cabeza en señal de que no quería hacerle daño y espere a que ella digiera algo.

Aquella mujer se acercó a mi lentamente en señal de confianza, olía a sangre pero no a la de algún animal o a sangre vieja olía demasiado fresca para haber ido a una cacería con este tiempo, por lo que me di cuenta que estaba herida, me acerque a ver  cuál era su estado y la sangre provenía de una de sus piernas, afortunadamente parecía tratada pero podría crearle más problemas.

Ella menciono que teníamos que salir de allí, pero yo no entendía la razón, afuera el clima estaba horrible y era demasiado peligroso incluso para mí  en mi forma dragón por lo que sería letal para una persona herida, pero cuando señalo a la entrada de la cueva entendí el porqué de sus acciones, el extraño bulto con el que choque antes de caer aquí era en realidad un oso gigantesco por su apariencia grande y su boca oscura pude saber que se trataba de un oso adulto que casi llegaba a la vejez, estábamos en la época del dragón de fuego por lo que los osos jóvenes debían de estar buscando territorios donde vivir y seguramente este estaba desesperado por defender su territorio de cualquier intruso.

Mire de nuevo la herida de aquella chica salir afuera con esa clase de daño era una idea suicida por lo que teníamos que quedarnos aquí costara lo que costara, me acerque a ella y me acosté enfrente así no recibiría el viento del exterior ni el frio y me quede viendo directamente al oso, por ahora estaba noqueado pero cuando despertara el olor de la sangre lo volverían eufórico y posiblemente atacaría.

Pasaron algunos minutos mirando fijamente al oso y cubriendo todas las salidas de aquella chica, me mantuve todo el rato en silencio cuando  empecé a escuchar unos gruñidos, incline la cabeza y empecé a sacar mis colmillos, el oso se levantó lentamente del suelo y al oler la sangre miro en nuestra dirección lanzando un enorme rugido de amenaza, me levante de golpe y le respondí el rugido con otro un poco más grande mostrando todos mis dientes y extendiendo mis coloridas alas para verme más grande, el oso continuo lanzando amenazas al igual que yo.

El oso furioso ya no se contuvo más y lanzándose me ataco en dirección al cuello, cuando se acercó demasiado le di un golpe con mi cola y me abalance sobre él, el oso comenzó a defenderse dando zarpazos y mordidas mientras yo trataba de esquivar algunos golpes y devolverle las mordidas, fue entonces que el oso logro morder  mi pata delantera derecha, esa mordida me dolió demasiado ya que fue allí en donde el caballero oscuro me corto con su espada, lanza un rugido de dolor y el oso aprovecho para  aventarme a un lado de la cueva donde choque con el muro de esta.

El oso dio un rugido de victoria y miro a aquella chica parecía que iba a aclarar cuentas por lo que empezó a caminar en dirección a ella eufórico y jadeando  por la pelea, cuando estaba algo cerca de ella me levante y volví a abalanzarme contra el oso esta vez con más fuerza y mordiendo directamente el cuello, lance todo mi peso sobre el mientras él me daba golpes con sus zarpas y trataba de zafar su cuello de mis colmillos sin ningún éxito, pasaron unos minutos en esa posición, saboreaba la sangre del oso mientras mordía con más fuerza y este se movía mas desesperadamente tratando de librarse cuando por fin sus golpes se hicieron cada vez más lentos y débiles.

Pronto el oso dejo de moverse y muerto lo solté de mi boca, tenía todo el cuello destrozado y yo tenía la boca cubierta de sangre de oso tenía muchos golpes y rasguños la mayoría eran superficiales pero el mayor daño estaba en mi pata donde tenía mi maldición la mordida había vuelto a abrir la herida que no sanaba y sangraba sin detenerse me acosté al lado del oso y exhausta comencé a lamer la herida tratando de ver si se podía curar con eso.

Continuaba lamiendo la herirá calmaba un poco el dolor pero me empezaba a arder por lo que deje de hacer eso y me centre en mi compañera, ella se había acercado a mí y me agradeció con amabilidad empezó a mirar mi cuerpo revisando mis heridas, de su bolsa saco hierbas de olor algo fuerte y semidulce que empezó a machacar con su mortero, parecía que aquella chica sabía algo de medicina por lo que me quede mirando con curiosidad como trabajaba.

Cuando termino formo una pasta con las hiervas y me pregunto si podía curarme, asentí con la cabeza y deje que me colocara aquella pasta, pero antes de que me la colocara se fijó más detenidamente en mi herida de la pata y me pregunto quién me había hecho eso, por un momento creí que era tonta porque era obvio que el oso me había mordido pero al ver como sangraba otra vez esa herida maldita me di cuenta que era eso a lo que se refería.

Mire a mi alrededor tratando de buscar alguna vara y cuando vi una gruesa la tome con la boca y en el suelo comencé a dibujar la imagen de un caballero oscuro, era más complicado dibujar con la boca que con las manos por lo que tuve algunos problemas al momento de trazar pero conseguí hacer que la imagen se entendiera y se viera idéntica a lo que había visto ese nevado día.
Deje la rama a un lado y con mi hocico señale el dibujo eso era lo que me había causado la herida, me llegaron tantos recuerdos y recordé el miedo que había pasado en aquel momento que el dolor empeoro, empecé a gruñir y volví a lamer la herida dolía cada vez más.

La herida me dolía bastante, trataba de calmarla con mi saliva pero lo único que logre hacer fue parar un poco el sangrado pero aun así continuaba ardiendo y sangrando, la chica miro mi herida y con su mortero comenzó a untarme con delicadeza una pasta fina encima de mi herida, el remedio hiso efecto casi instantáneamente y de la herida comenzó a brotar un ardor intenso, sin querer mostré los dientes y gruñí un poco al sentir los efectos de la medicina.

Poco a poco la medicina dio su efecto calmante, deje de mostrar mis dientes y me relaje, la mujer continuo sanándome las heridas y sacando una botella vertió un líquido en un cuenco y me lo dio, mire aquella infusión por unos segundos acerque mi hocico y la olfatee algunos segundos no olía especialmente bien pero pensé en las palabras de mi abuelo “ninguna medicina sabe bien en este mundo mi niña pero son para tu propio bien.” Le di una lamida sabía demasiado amargo para mi gusto por lo que me tome aquel brebaje de un solo sorbo.

Saque la lengua para dejar de saborear la pócima y me concentre en ver que hacia aquella chica, ella había terminado de curarme las heridas y me fije en el vendaje no era realmente una experta en medicina pero estos remedios habían hecho maravillas conmigo.

Volví a centrar mi atención en ella y dio un silbido, pasaron algunos minutos en silencio y de repente entro un caballo, la bruja lo saludo alegremente y me di cuenta que eran amigos el parecía un poco alterado pero con algunas palabras de la bruja el caballo se calmó. La chica regreso conmigo, oí un leve quejido y pensé que su pierna todavía le dolía, ella agarro otra infusión de su bolso y se la echo en la pierna mientras me hacía platica, ella parecía estar muy familiarizada con esta maldición y entonces me conto el por qué.

Bajando la tela de ser hombro me dejo ver una marca parecida a las que usaban los granjeros para identificar a sus ganados, era del color de las cenizas y parecía tan doloroso que me acerque a aquella chica y la abrase con mi cuello quería saber cómo se hiso aquella marca.

off rol:

Mi herida sanaba lentamente mientras escuchaba la historia de mi compañera, mientras me daba los detalles su mirada era seria parecía que todavía tenía miedo de lo ocurrido aquel día, suspire y la seguí rodeando con mi cuello, yo también tenía malos recuerdos de aquellos jinetes de vez en cuando tenía pesadillas y no tenía a nadie a mi lado para consolarme por lo que sentir el calor de alguien más era reconfortarle.

Ella me pregunto acerca de mi herida y le respondí que si con la cabeza, recordaba perfectamente el día en que ese caballero ataco mi brazo, aunque fue un corte leve cada vez que me entristezco o me altero se vuelve a abrir y comienza a sangrar otra vez. Pero por suerte pude darle buenas noticias en la segunda pregunta ya que nadie había salido herido además de mi por lo que le respondí con un no ladeando mi cabeza.

Bostece y comencé a entrecerrar los ojos el vuelo me había cansado pero no quería parecer descortés por lo que acomode mi cabeza entre mis patas y con los ojos aun abiertos mire a mi nueva amiga, relaje los músculos y comencé a tararear una melodía, era imposible que pudiera imitar la voz de un ser humano ya que mi voz dragonica todavía no maduraba pero aun así podía dar una suave melodía.

Seguí tarareando con calma hasta que mi propia canción me adormeció y sin darme cuenta me dormí.

off rol:

La noche lentamente se calmó y en la mañana lo único que quedaba era el suave aroma del roció y las flores levantándose perezosamente para dar comienzo a un nuevo día, la luz del sol ya había entrado por la cueva y logro despertar a mi compañera la cual acaricio suavemente mi hocico para levantarme, abrí los ojos lentamente y eche un vistazo a la luz, era hermosa como siempre.

Mi compañera camino unos pasos y se fue a la boca de la cueva, aproveche ese momento y me levante estirándome como si fuera un gato  bostezando en el proceso, ya levantada fui al fondo de la cueva para transformarme con tranquilidad, me sentía muy incómoda si alguien me veía transformarme por lo que lo hice realmente rápido, regrese a mi forma humana y me vestí con mi vestido negro y unos calzoncillos tan velozmente como pude para que no me viera desnuda, le di unas palmadas a mi vestido para quitarle el polvo y verme un poco más presentable, aunque mi cabello era un desastre estaba totalmente despeinado y en la trasformación había atrapado tantas ramas y hojas como pudo por lo que peinarme iba a ser una tarea difícil pero no me importo tanto.
 
Camine a la entrada de la cueva al lado de mi compañera y aun con una voz somnolienta la salude con un – buenos días – y espere su respuesta mientras trataba de sacar algunas ramas de mi frondoso  cabello, realmente quería charlar un rato eso me levantaría totalmente.