Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
La tensión era notable, no había ninguna luz proveniente del cielo; solamente las nubes grisáceas. Por las señales que regalaba el firmamento, parecía que estuviese a punto de llover, pero no cualquier llovizna, si no un fuerte diluvio. El pantano se encontraba empapado, lleno de charcos por doquier, aunque no sólo era eso, si no que también las trampas repartidas hasta en los apagados rincones del lugar también reposaban, era donde básicamente se apreciaban. La calma se estableció por un par de segundos, hasta que un accidente ocurrió rápidamente, habiendo una lucha adelante de ellos. Por otro lado, Zarpitas se encontraba respirando de modo agitado, viendo el combate, tratando de resistirse para no atacar o unirse a la pelea... Su instinto se lo imploraba. -Cálmate, hijo. No podemos ir a luchar.-Susurró el dragón por lo bajo, mirándolo, para luego estirar sigilosamente la mano, acariciando el pelaje que tenía, relajándolo al instante. Nicolás estaba de acuerdo a su idea, y finalmente, cuando la diminuta guerra terminó, Sakun tomó una gran bocanada de aire, inflando su pecho, endureciendo cada músculo y sometiendo sus ligamentos para el nuevo movimiento.
-¡Ya!. Debemos aprovechar ésta oportunidad...-Mumuró altamente, y con un salto bastante acrobático, salió de mi escondite, viendo que el tigre hizo lo mismo, incluso mejor que él. Apresuraron los pasos, ahora iban a una gran velocidad, los dos con la frente empapada de sudor. Tras los pisotones de cada uno de los seres, se esparcían grandes pedazos de polvo, incluso de barro o arena, la poca que habitaba allí. No tardaron en entrar, al menos el dragón ya estaba desplazándose con discreción, sin tratar de hacer muchísimo ruido. Su mano siempre descansaba en la funda de la espada, por si en algún momento necesitaba usarla. El felino fue el primero en quedarse paralizado por unos segundos, y no duró más de unos minutos, cuando se encontraron con Gameiro, el gran líder del equipo. Zarpitas no tardó en galopar hasta su dirección, dándole uno de sus saludos amistosos, en los cuales se cuelga de su compañero y comienza a frotar su cabeza. A pesar del poco tiempo en que se conocían, su mascota ya había entablado bastante cariño con el capitán del grupo. -Qué suerte, pensé que se habían rendido o algo por el estilo.-Dijo algo sarcástico, sonriendo levemente. -Todo se ha descontrolado, por lo que veo.-Inspeccionó de derecha a izquierda, girando su cuerpo. Aquel tipo le explicó absolutamente todo lo que sucedía, algo que le llevó a tomar una decisión, y es dirigirse a la bodega, un camino que señala nada más ni nada menos que el "sargento" de esa diminuta división.
-Perfecto. Iré allí. Cuídense.-Velozmente, desapareció junto con su animal. Ahora corrían con más seguridad, siendo consumidos por la oscuridad, aunque los seres no le dieron muchísima importancia. -Zarpitas, esquiva...-Musitó, salvando a su mascota, quien estuvo a punto de caer en una trampa. Para la sorpresa del dragón, una flecha atravesó su cabellera y viendo que el filo del dardo impactaba contra el muro deforme, lleno de piedras más grandes que otras. Aquel musculoso se detuvo, tratando de hallar al atacante.
En su esfuerzo, un trasgo se hizo presente desde las sombras. Su felino fue el primero en atacarlo, pero ésta criatura lo bloqueó con facilidad. -Me duele decir ésto, pero...-Tomó un poco de aire, casi escurriendo las lágrimas de su iris grisácea. -Te dejaré aquí, confío en ti. ¡Tengo fe en mi dios, y por lo tanto, tengo fe en su fuerza para cuidarte!.-Sin más preámbulo, se alejó de la escena, sin voltear atrás, aunque escuchando los rugidos de su mascota y también, del trasgo que lo combatía, que estrellaban garra con arma, y a la vez, sudaban o sangraban. ¿Quién ganaría?, aún era algo incierto.
Posteriormente, el grandullón llegó a la dirección indicaba, y en éste, un cofre se ubicaba en el centro de una especie de sala. Sakun levantó levemente su ceja. -¿Y ésto?...-Murmuró por lo bajo, no obstante se acercó al objeto, como si estuviese hipnotizado por el tenue brillo que éste regalaba. Extendió su mano, a punto de abrir el objeto, pero antes de ésto, una voz resonó en su mente, pidiéndole lo contrario. Acto seguido, empuñó su extremidad, sacudiendo bruscamente la cabeza, regresando a la normalidad. -Será mejor que lo haga cuando estemos juntos...-Decidió.
________
Off: Editado.
-¡Ya!. Debemos aprovechar ésta oportunidad...-Mumuró altamente, y con un salto bastante acrobático, salió de mi escondite, viendo que el tigre hizo lo mismo, incluso mejor que él. Apresuraron los pasos, ahora iban a una gran velocidad, los dos con la frente empapada de sudor. Tras los pisotones de cada uno de los seres, se esparcían grandes pedazos de polvo, incluso de barro o arena, la poca que habitaba allí. No tardaron en entrar, al menos el dragón ya estaba desplazándose con discreción, sin tratar de hacer muchísimo ruido. Su mano siempre descansaba en la funda de la espada, por si en algún momento necesitaba usarla. El felino fue el primero en quedarse paralizado por unos segundos, y no duró más de unos minutos, cuando se encontraron con Gameiro, el gran líder del equipo. Zarpitas no tardó en galopar hasta su dirección, dándole uno de sus saludos amistosos, en los cuales se cuelga de su compañero y comienza a frotar su cabeza. A pesar del poco tiempo en que se conocían, su mascota ya había entablado bastante cariño con el capitán del grupo. -Qué suerte, pensé que se habían rendido o algo por el estilo.-Dijo algo sarcástico, sonriendo levemente. -Todo se ha descontrolado, por lo que veo.-Inspeccionó de derecha a izquierda, girando su cuerpo. Aquel tipo le explicó absolutamente todo lo que sucedía, algo que le llevó a tomar una decisión, y es dirigirse a la bodega, un camino que señala nada más ni nada menos que el "sargento" de esa diminuta división.
-Perfecto. Iré allí. Cuídense.-Velozmente, desapareció junto con su animal. Ahora corrían con más seguridad, siendo consumidos por la oscuridad, aunque los seres no le dieron muchísima importancia. -Zarpitas, esquiva...-Musitó, salvando a su mascota, quien estuvo a punto de caer en una trampa. Para la sorpresa del dragón, una flecha atravesó su cabellera y viendo que el filo del dardo impactaba contra el muro deforme, lleno de piedras más grandes que otras. Aquel musculoso se detuvo, tratando de hallar al atacante.
En su esfuerzo, un trasgo se hizo presente desde las sombras. Su felino fue el primero en atacarlo, pero ésta criatura lo bloqueó con facilidad. -Me duele decir ésto, pero...-Tomó un poco de aire, casi escurriendo las lágrimas de su iris grisácea. -Te dejaré aquí, confío en ti. ¡Tengo fe en mi dios, y por lo tanto, tengo fe en su fuerza para cuidarte!.-Sin más preámbulo, se alejó de la escena, sin voltear atrás, aunque escuchando los rugidos de su mascota y también, del trasgo que lo combatía, que estrellaban garra con arma, y a la vez, sudaban o sangraban. ¿Quién ganaría?, aún era algo incierto.
Posteriormente, el grandullón llegó a la dirección indicaba, y en éste, un cofre se ubicaba en el centro de una especie de sala. Sakun levantó levemente su ceja. -¿Y ésto?...-Murmuró por lo bajo, no obstante se acercó al objeto, como si estuviese hipnotizado por el tenue brillo que éste regalaba. Extendió su mano, a punto de abrir el objeto, pero antes de ésto, una voz resonó en su mente, pidiéndole lo contrario. Acto seguido, empuñó su extremidad, sacudiendo bruscamente la cabeza, regresando a la normalidad. -Será mejor que lo haga cuando estemos juntos...-Decidió.
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Off: Editado.
Última edición por Sakun el Mar Sep 15 2015, 07:27, editado 1 vez
Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Una trifulca había surgido entre ambos grupos de aquellas aberraciones pequeñas y chillonas: al parecer no les debió de gustar el concepto de que huyesen de algo cinco veces más grande que ellas, así que en seguida comenzaron a repartir justicia de trasgo entre sí mismos.
Al cabo de unos minutos no quedaban más que cuatro criaturillas y pedacitos de los otros. Uno de ellos echó a correr tras disparar un flecha, llevándose al resto detrás de él.
El camino estaba casi completamente libre, así que no habría excesivos problemas.
Una figura se acercaba desde el interior de la cueva. Parecía el líder de su grupo, Gameiro, quien no desperdició el poco tiempo del que disponían. Les explicó que Bio ya se encontraba dentro, esperando por Sakun para cargar con el cofre y liberar a las prisioneras, mientras que ellos (Gameiro y Nicolás) debían encargarse de defender la salida en caso de ser necesario.
Apostado en la boca de aquella cueva, Nicolás esperaba el regreso de sus compañeros, lanza en mano y con el corazón en un puño.
El cofre no debería de ser demasiado problema, ni siquiera si era del tamaño de un hombre, pero proteger a más gente aún sería una tarea hercúlea de verdad.
¿Podrían escapar sanos y salvos de aquel barrizal infernal? ¿Volverían a toparse con el coloso que rondaba la ciénaga?
Al cabo de unos minutos no quedaban más que cuatro criaturillas y pedacitos de los otros. Uno de ellos echó a correr tras disparar un flecha, llevándose al resto detrás de él.
El camino estaba casi completamente libre, así que no habría excesivos problemas.
Una figura se acercaba desde el interior de la cueva. Parecía el líder de su grupo, Gameiro, quien no desperdició el poco tiempo del que disponían. Les explicó que Bio ya se encontraba dentro, esperando por Sakun para cargar con el cofre y liberar a las prisioneras, mientras que ellos (Gameiro y Nicolás) debían encargarse de defender la salida en caso de ser necesario.
Apostado en la boca de aquella cueva, Nicolás esperaba el regreso de sus compañeros, lanza en mano y con el corazón en un puño.
El cofre no debería de ser demasiado problema, ni siquiera si era del tamaño de un hombre, pero proteger a más gente aún sería una tarea hercúlea de verdad.
¿Podrían escapar sanos y salvos de aquel barrizal infernal? ¿Volverían a toparse con el coloso que rondaba la ciénaga?
Última edición por Nicolás Barbacero el Jue Sep 17 2015, 16:46, editado 1 vez
Nicolás Barbacero
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Gameiro había pensado en separarnos, él se encargaría de las mujeres y yo del cofre, bastante conveniente considerando la poca ropa que le quedaba puesta a las chicas, tal vez Gameiro era otro depravado picarón, sin embargo, yo no era quién para criticar sus gustos y a fin de cuantas la prioridad era el cofre, así que sin más me lancé en su búsqueda para encontrar la manera de sacarlo de esa espantosa cueva, recorría el lateral de la cueva ocultándome entre las sombras.
Al acercarme a la bodega pude ver más cerca el cobre, el cual parecía estar bastante pesado -Qué pereza- Murmuré mientras notaba que no estaba solo, había un trasgo vigilando el cofre, o al menos debía estarlo haciendo, pero en su lugar, dormía, tan placenteramente que a cualquiera le habría dado pena despertarlo, así que en mi infinita misericordia me aseguraría de que nadie pudiera despertarlo... Nunca.
Avancé con mucho sigilo hasta estar lo suficientemente cerca del trasgo como para rebanarle el cuello aunque a fin de cuentas, esos mocos saliendo de su nariz y su respiración tan pausada me hicieron sentir piedad de él, si no lo despertaba no habría que matarlo, continué caminando pero unos pasos más adelante había un pequeño niño trasgo que se me quedó mirando fijamente, yo lo miré, él me miró, no sabía si estábamos asustados o sorprendidos, así que decidí aclarar la situación diciendo un gracioso -Buuu- A lo que el pequeño trasgo soltó una asquerosa sonrisa mostrando sus desordenados dientes, pero por mala fortuna, el sueño del trasgo vigilante no era tan pesado como parecía y las risas del pequeño comenzaban a despertarlo, retrocedí para evitar que despertara pero fue en vano, en primer lugar tropecé con una pequeña mesa donde tenía algo de comida, la cual, tomó camino directamente al suelo, intenté tomar en el aire los pedazos haciendo muestra de mis increíbles reflejos pero luego recordé que no tenía tan increíbles reflejos y solo conseguí tropezarlos y lanzarlos hacia arriba y a los lados, finalmente conseguí sujetar la mesa y evitar que hiciera ruido pero entonces tropecé con el pie del trasgo que abrió los ojos bastante sorprendido y sin entender lo que sucedía, intentó levantarse pero mientras caía lo agarré y lo llevé conmigo al piso mientras intentaba no caerme; finalmente el cruel destino se encargó el pobre trasgo, uno de los pedazos de comida que había salido hacia arriba venía de regreso y encontró el camino justo para meterse a la boca del trasgo que no pudo alcanzar a masticar o a tragar y tras ponerse morado acabó por morir asfixiado.
Mientras estaba acostado, el pequeño se asomó y me vio casi aplastado debajo del guardia, lo empujé hacia un lado para salir y sujetar de los hombros al niño que parecía querer comenzar a llorar -No le ha pasado nada, solo duerme- Le dije para tratar de calmarlos pero los ojos del enano parecían anunciar un diluvio de lágrimas; lo tomé de la mano para llevarlo con alguien más de os suyos, realmente no era tan malvado como lastimar a un pobre niño, fuera de la raza que fuera, a menos que... No, no era capaz; le tomé la mano y lo llevé hasta un lugar bastante oscuro, entonces me agaché frente a él y mientras le regalaba una sonrisa, le di un fuerte golpe en la boca del estómago que lo hizo caer desmayado, lo acomodé casi junto al camino de modo que si iban a buscarlo lo encontrarían allí desmayado durmiendo.
Me dirigí de nuevo hacia el cofre que ahora por fin mostraba un camino libre, sin embargo, encontré con sorpresa que alguien se me había adelantado llegando al cofre -Hey, que bueno que llegaste, te estaba... Ya sabes- Dije en voz baja y una sonrisa de alivio al ver al fin a un aliado dentro de aquella horrible cueva -Yo no podría mover ese cofre, pero estoy seguro que tú sí- Dije al tiempo que iba tramando un plan para escapar -Yo puedo crear una distracción para que tengas el camino libre- Sentí cierta curiosidad por abrir el fulano cofre pero finalmente me detuve, tal vez, no era el momento ni el lugar -Dejé a Gameiro más atrás, tal vez lo encuentres por el camino, si no es que ya lo encontraste, saquen el cofre y a los sobrevivientes, no me esperen- Tras estas palabras me dirigí al extremo derecho de la cueva, alejándome tanto como pudiera del camino que habíamos usado para llegar al cofre y que ahora serviría de salida, y una vez ahí comencé a crear mi sutil y elegante distracción -HEEEEEYYYYY- Dije en voz alta dejando también un eco que retumbó en toda la cueva y llamó la atención de los trasgos que se encontraban en ella, haciendo que se voltearan a verme -¿Vendrán a atraparme ya o esperan una invitación?- Dije desafiándolos a acercarse mientras miraba discretamente en dirección a Sakun quien seguramente podría salir con algo de cautela si esperaba el momento justo...
Al acercarme a la bodega pude ver más cerca el cobre, el cual parecía estar bastante pesado -Qué pereza- Murmuré mientras notaba que no estaba solo, había un trasgo vigilando el cofre, o al menos debía estarlo haciendo, pero en su lugar, dormía, tan placenteramente que a cualquiera le habría dado pena despertarlo, así que en mi infinita misericordia me aseguraría de que nadie pudiera despertarlo... Nunca.
Avancé con mucho sigilo hasta estar lo suficientemente cerca del trasgo como para rebanarle el cuello aunque a fin de cuentas, esos mocos saliendo de su nariz y su respiración tan pausada me hicieron sentir piedad de él, si no lo despertaba no habría que matarlo, continué caminando pero unos pasos más adelante había un pequeño niño trasgo que se me quedó mirando fijamente, yo lo miré, él me miró, no sabía si estábamos asustados o sorprendidos, así que decidí aclarar la situación diciendo un gracioso -Buuu- A lo que el pequeño trasgo soltó una asquerosa sonrisa mostrando sus desordenados dientes, pero por mala fortuna, el sueño del trasgo vigilante no era tan pesado como parecía y las risas del pequeño comenzaban a despertarlo, retrocedí para evitar que despertara pero fue en vano, en primer lugar tropecé con una pequeña mesa donde tenía algo de comida, la cual, tomó camino directamente al suelo, intenté tomar en el aire los pedazos haciendo muestra de mis increíbles reflejos pero luego recordé que no tenía tan increíbles reflejos y solo conseguí tropezarlos y lanzarlos hacia arriba y a los lados, finalmente conseguí sujetar la mesa y evitar que hiciera ruido pero entonces tropecé con el pie del trasgo que abrió los ojos bastante sorprendido y sin entender lo que sucedía, intentó levantarse pero mientras caía lo agarré y lo llevé conmigo al piso mientras intentaba no caerme; finalmente el cruel destino se encargó el pobre trasgo, uno de los pedazos de comida que había salido hacia arriba venía de regreso y encontró el camino justo para meterse a la boca del trasgo que no pudo alcanzar a masticar o a tragar y tras ponerse morado acabó por morir asfixiado.
Mientras estaba acostado, el pequeño se asomó y me vio casi aplastado debajo del guardia, lo empujé hacia un lado para salir y sujetar de los hombros al niño que parecía querer comenzar a llorar -No le ha pasado nada, solo duerme- Le dije para tratar de calmarlos pero los ojos del enano parecían anunciar un diluvio de lágrimas; lo tomé de la mano para llevarlo con alguien más de os suyos, realmente no era tan malvado como lastimar a un pobre niño, fuera de la raza que fuera, a menos que... No, no era capaz; le tomé la mano y lo llevé hasta un lugar bastante oscuro, entonces me agaché frente a él y mientras le regalaba una sonrisa, le di un fuerte golpe en la boca del estómago que lo hizo caer desmayado, lo acomodé casi junto al camino de modo que si iban a buscarlo lo encontrarían allí desmayado durmiendo.
Me dirigí de nuevo hacia el cofre que ahora por fin mostraba un camino libre, sin embargo, encontré con sorpresa que alguien se me había adelantado llegando al cofre -Hey, que bueno que llegaste, te estaba... Ya sabes- Dije en voz baja y una sonrisa de alivio al ver al fin a un aliado dentro de aquella horrible cueva -Yo no podría mover ese cofre, pero estoy seguro que tú sí- Dije al tiempo que iba tramando un plan para escapar -Yo puedo crear una distracción para que tengas el camino libre- Sentí cierta curiosidad por abrir el fulano cofre pero finalmente me detuve, tal vez, no era el momento ni el lugar -Dejé a Gameiro más atrás, tal vez lo encuentres por el camino, si no es que ya lo encontraste, saquen el cofre y a los sobrevivientes, no me esperen- Tras estas palabras me dirigí al extremo derecho de la cueva, alejándome tanto como pudiera del camino que habíamos usado para llegar al cofre y que ahora serviría de salida, y una vez ahí comencé a crear mi sutil y elegante distracción -HEEEEEYYYYY- Dije en voz alta dejando también un eco que retumbó en toda la cueva y llamó la atención de los trasgos que se encontraban en ella, haciendo que se voltearan a verme -¿Vendrán a atraparme ya o esperan una invitación?- Dije desafiándolos a acercarse mientras miraba discretamente en dirección a Sakun quien seguramente podría salir con algo de cautela si esperaba el momento justo...
Off: Dado que han pasado más de 48 horas de ausencia de Gameiro, podemos saltar su turno para acabar el tema, pensaba postear yo pero no recordaba que fui el último en hacerlo, así que he editado éste para darles qué hacer y cerrarlo yo, además de dar tiempo a Gameiro de aparecer para el final =)
Bio
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Todo empeoraba dentro de la cueva, los peligros se volvían considerables, y si no se tenía un buen cuidado en la caverna, podrías morir fácilmente. La lucha entre humanos contra seres extraños era un hecho, aunque por el momento, ninguno del equipo se encontraba gravemente herido, ni siquiera la mascota del dragón, aún no. Zarpitas esquivaba perfectamente los golpes del trasgo, e incluso hubo un instante en que saltó hacia un muro, impulsándose hasta el cuerpo del monstruo, chocando a éste con su duro hocico, tumbándolo al suelo. Se oyeron dos gruñidos de diferentes receptores, uno del enemigo, y el otro del animal salvaje. Con velocidad, el contrincante se levantó, regalando un rostro muy expresivo, lleno de odio, furia y ganas de asesinar al peludo. Desenvainó su lanza y se fue en contra, pero por cada ataque, el tigre siempre lo bloqueaba con sus duras garras, usando algunas veces una pata para contraatacar con éxito.
Mientras tanto, Sakun desempolvó el cofre por enésima vez, después de haber usado su mano, un soplido poderoso y un sacudimiento de extremo a extremo; Se ensuciaba de nuevo. ¿Era normal?, claro que sí, la cueva estaba que se derrumbaba, por lo tanto, las piedras del techo caían e impactaban contra el suelo, lo que era otro peligro más por el cual considerar. Emprendió más rapidez, era hora de llegar en la circunstancia justa, antes de que hubiesen más muertos o una desgracia que nadie esperaría, ni siquiera los supervivientes, que obviamente, ya pensaban en cómo quedarían sus cuerpos al ser asesinados. Antes de eso, en el apresuramiento por llegar en el menor tiempo posible, se encontró con el hombre de cabello largo, el cual siempre, por cuestiones raras, lo estaba esperando.
Levantó el cofre con dificultad, esforzando los músculos de sus brazos. Después, miró a Bio. -¿Crearás una distracción?. Bueno, es peligroso, contando de que son demasiados... Podrían matarte.-Vociferó el lagarto, algo enojado por la decisión tan repentina, pero después, cuando prefirió que escaparan y pidió que le dejaran ahí, nuestro héroe entendió y simplemente, asintió con la cabeza, tragando un montón de saliva. -Como sea, mucha suerte, si es eso en lo que crees.-Finalizó, y después de eso, sonrió con dificultad, no acostumbraba hacerlo, a menos que en verdad se sienta alegre. Terminó su discurso con un épico comentario. -Ésta vez, te estaremos esperando.-Sin más preámbulo, corrió a la dirección donde seguramente se ubicaría con todos.
Entretanto, después de caminar por varios minutos, vio la escena que le llenó de coraje, de fuerza. Su mascota estaba en problemas, iba a ser perforada por el arma del trasgo. Pegó un salto, y agarrando al horripilante ser del cuello, lo apretó, rompiéndole el hueso de la garganta. -¡Mucho cuidado, escoria!.-Manifestó, y luego, le dio unas caricias a su felino, que después le siguió hacia los vivientes en la cueva, los que aún no habían muerto, donde seguramente estaría Nicolás y el jefe.
No tardó mucho, puesto que su cuerpo tenía buenas condiciones y al verlos en la lejanía, un gesto de satisfacción se dibujó en su rostro. Detrás, Zarpitas saltó de la felicidad y se dirigió a Nicolás, saltándole de manera amistosa. -Lo tengo.
Mientras tanto, Sakun desempolvó el cofre por enésima vez, después de haber usado su mano, un soplido poderoso y un sacudimiento de extremo a extremo; Se ensuciaba de nuevo. ¿Era normal?, claro que sí, la cueva estaba que se derrumbaba, por lo tanto, las piedras del techo caían e impactaban contra el suelo, lo que era otro peligro más por el cual considerar. Emprendió más rapidez, era hora de llegar en la circunstancia justa, antes de que hubiesen más muertos o una desgracia que nadie esperaría, ni siquiera los supervivientes, que obviamente, ya pensaban en cómo quedarían sus cuerpos al ser asesinados. Antes de eso, en el apresuramiento por llegar en el menor tiempo posible, se encontró con el hombre de cabello largo, el cual siempre, por cuestiones raras, lo estaba esperando.
Levantó el cofre con dificultad, esforzando los músculos de sus brazos. Después, miró a Bio. -¿Crearás una distracción?. Bueno, es peligroso, contando de que son demasiados... Podrían matarte.-Vociferó el lagarto, algo enojado por la decisión tan repentina, pero después, cuando prefirió que escaparan y pidió que le dejaran ahí, nuestro héroe entendió y simplemente, asintió con la cabeza, tragando un montón de saliva. -Como sea, mucha suerte, si es eso en lo que crees.-Finalizó, y después de eso, sonrió con dificultad, no acostumbraba hacerlo, a menos que en verdad se sienta alegre. Terminó su discurso con un épico comentario. -Ésta vez, te estaremos esperando.-Sin más preámbulo, corrió a la dirección donde seguramente se ubicaría con todos.
Entretanto, después de caminar por varios minutos, vio la escena que le llenó de coraje, de fuerza. Su mascota estaba en problemas, iba a ser perforada por el arma del trasgo. Pegó un salto, y agarrando al horripilante ser del cuello, lo apretó, rompiéndole el hueso de la garganta. -¡Mucho cuidado, escoria!.-Manifestó, y luego, le dio unas caricias a su felino, que después le siguió hacia los vivientes en la cueva, los que aún no habían muerto, donde seguramente estaría Nicolás y el jefe.
No tardó mucho, puesto que su cuerpo tenía buenas condiciones y al verlos en la lejanía, un gesto de satisfacción se dibujó en su rostro. Detrás, Zarpitas saltó de la felicidad y se dirigió a Nicolás, saltándole de manera amistosa. -Lo tengo.
Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Varios minutos habían pasado desde que Gameiro, Bio y Sakun se habían vuelto a adentrar en aquella red de cavernas.
La oscuridad del lugar no inspiraba mucha confianza, además de proponer un desafió para los sentidos, ya algo mermados por la espesa niebla que rodeaba el exterior de la gruta.
De vez en cuando se oían berridos guturales, choques de metal y golpes sordos, pero nada se acercaba a la posición de Nicolás, quien agazapado en una de las hendiduras de la roca vigilaba el camino, lanza en mano y escudo en alza.
Tras otro intervalo que se le hizo eterno Nicolás empezó a escuchar pisadas aceleradas sobre el suelo rocoso de la cueva, y unos segundos más tarde pudo adivinar la silueta de lo que parecían ser Zarpitas y Sakun, este último cargando con un bulto notorio.
Lo tengo, le susurró su compañero. Parecía ser el cofre que buscaban, aunque por su aspecto parecía haber visto mejores días. A pesar de todo, seguía cerrado, cubierto de mugre pero cerrado, así que no debería haber ningún problema con él.
¿Y el resto de nuestros compañeros?, le preguntó Nicolás, con el rostro visiblemente marcado por la duda. ¿Aún no han rescatado a las supervivientes? ¿Les ha ocurrido algo?
Estaban tardando demasiado en abandonar la caverna, y cuanto más se demorasen más aumentaban las posibilidades de encontrarse de nuevo con aquella monstruosidad rocosa ambulante.
La oscuridad del lugar no inspiraba mucha confianza, además de proponer un desafió para los sentidos, ya algo mermados por la espesa niebla que rodeaba el exterior de la gruta.
De vez en cuando se oían berridos guturales, choques de metal y golpes sordos, pero nada se acercaba a la posición de Nicolás, quien agazapado en una de las hendiduras de la roca vigilaba el camino, lanza en mano y escudo en alza.
Tras otro intervalo que se le hizo eterno Nicolás empezó a escuchar pisadas aceleradas sobre el suelo rocoso de la cueva, y unos segundos más tarde pudo adivinar la silueta de lo que parecían ser Zarpitas y Sakun, este último cargando con un bulto notorio.
Lo tengo, le susurró su compañero. Parecía ser el cofre que buscaban, aunque por su aspecto parecía haber visto mejores días. A pesar de todo, seguía cerrado, cubierto de mugre pero cerrado, así que no debería haber ningún problema con él.
¿Y el resto de nuestros compañeros?, le preguntó Nicolás, con el rostro visiblemente marcado por la duda. ¿Aún no han rescatado a las supervivientes? ¿Les ha ocurrido algo?
Estaban tardando demasiado en abandonar la caverna, y cuanto más se demorasen más aumentaban las posibilidades de encontrarse de nuevo con aquella monstruosidad rocosa ambulante.
Nicolás Barbacero
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
El interior de la cueva presentaba una formación tan herméticamente cerrada que los sonidos parecían quedar atrapados, creando ecos y más ecos, lo que daba una sensación bastante tétrica de vacío; mis gritos, cuyos ecos aún bailaban dentro de la caverna, se escuchaban cada vez más débiles pero aún persistentes, y tras ellos, algunos gruñidos comenzaron a hacerse presentes, no me habían visto del todo, pero sí habían escuchado mi voz y con su conocimiento de la cueva les bastaría solo con eso para ubicarme en pocos instantes, la cueva parecía estar lejos de acabarse, había un camino que se extendía más hasta el fondo, aunque de momento lo ideal sería no adentrarme mucho o luego me costaría un mundo poder salir.
Al cabo de unos instantes los inevitables pasos de los centinelas de la cueva se hicieron presentes, se acercaban a mí desde dos direcciones, indudablemente había llamado la atención de los que estaban cerca de la entrada, o al menos la mayoría de ellos, dando mayor oportunidad de escape a mis compañeros, pero a la vez, algunos venían desde el interior de la cueva, cosa con la que claramente no contaba, sin embargo, se me había ocurrido un buen plan, avancé más hasta el interior de la cueva hasta poder visualizar a las tropas que venían a mi encuentro y que claramente también me habían visto, detuve entonces mis pasos para volver sobre mi rumbo de nuevo hacia la salida, fue entonces cuando mi vista de estrelló con los guardias de la entrada que se acercaban a toda prisa, esperé unos instantes hasta que se acercaron y entonces me pequé un poco hacia la pared donde las sombras podrían ocultarme de momento, una vez que estuvieron lo suficientemente cerca hice de la sombra mi aliada y usé mi velocidad para dar la impresión de que me había desvanecido entre el pequeño manto de tinieblas, los trasgos, aunque más cerca de mi posición, quedaron impresionados con la escena, y seguían acercándose al lugar para intentar encontrarme, aunque yo ya me había escabullido entre los oscuros rincones de la caverna en dirección a la entrada de la cueva.
Sin embargo antes de estar fuera, y por el descuido de ir mirando hacia atrás, tropecé con un último trasgo que había quedado rezagado a causa de su escasa velocidad que bien era compensada por su enorme tamaño y fuerza, de hecho, incluso si fuese más rápido, difícilmente habría podido pasar libremente por el agujero de la cueva, pues lo superaba por mucho en altura; llevaba en sus manos un pesado garrote que dejó caer sobre mí sin pensarlo dos veces, apenas y pude evadirlo de un rápido salto hacia atrás, pero el sonido del golpe atrajo sobre nosotros la atención del resto de la tropa que aún me seguía buscando -Rayos- Murmuré mientras veía como el enorme titán me cerraba el paso con relativa facilidad, pero también me había dado una idea, su mazo no solo había hecho mucho ruido, sino que además había dejado un gran agujero en el suelo, y eso me había dado una idea, aunque debía llevarla a cabo de prisa, pues los demás trasgos se acercaban.
Me coloqué cerca de la entrada del túnel de donde venía saliendo y me preparé para llamar la atención del grandote -Eh ¿Puedes golpearme o no? - Le dije de forma despectiva para ponerlo furioso y que sus golpes fueran más fuertes, cosa que no tardó en suceder y puso a prueba mi velocidad lanzando un poderoso golpe con su pesado mazo que esquivé milagrosamente rodando por el suelo mientras el golpe impactaba con todo contra la pared y hacía vibrar la cueva -Sigo estando acá- Le dije mientras me recostaba al otro lado de la entrada del túnel ocasionando que lanzara otro fuerte golpe de mazo en esa dirección, esta vez lo esquivé de un rápido salto hacia la izquierda, pues rodar no era un buen plan, el interior del túnel comenzaba a ceder y algunos pedazos de roca comenzaron a caer sobre las tropas que difícilmente lograrían salir a tiempo; me alejé del túnel mientras veía como los trasgos eran aplastados por un derrumbe causado por su mismo compañero aunque desgraciadamente no se detendría ahí, aunque ese derrumbe había sido causado por los golpes de mazo, había provocado una reacción en cadena y pronto toda la cueva comenzaría a derrumbarse -Oh oh- Me dije a mí mismo mientras corría también hacia la salida, perder el tiempo peleando contra el grandote ya no era una buena opción, ahora la prioridad era salir de la cueva a toda prisa; pues el coloso, que seguía dando golpes al suelo y las paredes mientras intentaba correr detrás de mí, acabaría por crear un derrumbe que traería abajo toda la cueva
Al cabo de unos instantes los inevitables pasos de los centinelas de la cueva se hicieron presentes, se acercaban a mí desde dos direcciones, indudablemente había llamado la atención de los que estaban cerca de la entrada, o al menos la mayoría de ellos, dando mayor oportunidad de escape a mis compañeros, pero a la vez, algunos venían desde el interior de la cueva, cosa con la que claramente no contaba, sin embargo, se me había ocurrido un buen plan, avancé más hasta el interior de la cueva hasta poder visualizar a las tropas que venían a mi encuentro y que claramente también me habían visto, detuve entonces mis pasos para volver sobre mi rumbo de nuevo hacia la salida, fue entonces cuando mi vista de estrelló con los guardias de la entrada que se acercaban a toda prisa, esperé unos instantes hasta que se acercaron y entonces me pequé un poco hacia la pared donde las sombras podrían ocultarme de momento, una vez que estuvieron lo suficientemente cerca hice de la sombra mi aliada y usé mi velocidad para dar la impresión de que me había desvanecido entre el pequeño manto de tinieblas, los trasgos, aunque más cerca de mi posición, quedaron impresionados con la escena, y seguían acercándose al lugar para intentar encontrarme, aunque yo ya me había escabullido entre los oscuros rincones de la caverna en dirección a la entrada de la cueva.
Sin embargo antes de estar fuera, y por el descuido de ir mirando hacia atrás, tropecé con un último trasgo que había quedado rezagado a causa de su escasa velocidad que bien era compensada por su enorme tamaño y fuerza, de hecho, incluso si fuese más rápido, difícilmente habría podido pasar libremente por el agujero de la cueva, pues lo superaba por mucho en altura; llevaba en sus manos un pesado garrote que dejó caer sobre mí sin pensarlo dos veces, apenas y pude evadirlo de un rápido salto hacia atrás, pero el sonido del golpe atrajo sobre nosotros la atención del resto de la tropa que aún me seguía buscando -Rayos- Murmuré mientras veía como el enorme titán me cerraba el paso con relativa facilidad, pero también me había dado una idea, su mazo no solo había hecho mucho ruido, sino que además había dejado un gran agujero en el suelo, y eso me había dado una idea, aunque debía llevarla a cabo de prisa, pues los demás trasgos se acercaban.
Me coloqué cerca de la entrada del túnel de donde venía saliendo y me preparé para llamar la atención del grandote -Eh ¿Puedes golpearme o no? - Le dije de forma despectiva para ponerlo furioso y que sus golpes fueran más fuertes, cosa que no tardó en suceder y puso a prueba mi velocidad lanzando un poderoso golpe con su pesado mazo que esquivé milagrosamente rodando por el suelo mientras el golpe impactaba con todo contra la pared y hacía vibrar la cueva -Sigo estando acá- Le dije mientras me recostaba al otro lado de la entrada del túnel ocasionando que lanzara otro fuerte golpe de mazo en esa dirección, esta vez lo esquivé de un rápido salto hacia la izquierda, pues rodar no era un buen plan, el interior del túnel comenzaba a ceder y algunos pedazos de roca comenzaron a caer sobre las tropas que difícilmente lograrían salir a tiempo; me alejé del túnel mientras veía como los trasgos eran aplastados por un derrumbe causado por su mismo compañero aunque desgraciadamente no se detendría ahí, aunque ese derrumbe había sido causado por los golpes de mazo, había provocado una reacción en cadena y pronto toda la cueva comenzaría a derrumbarse -Oh oh- Me dije a mí mismo mientras corría también hacia la salida, perder el tiempo peleando contra el grandote ya no era una buena opción, ahora la prioridad era salir de la cueva a toda prisa; pues el coloso, que seguía dando golpes al suelo y las paredes mientras intentaba correr detrás de mí, acabaría por crear un derrumbe que traería abajo toda la cueva
Offrol: Tiempo de abandonar la cueva, Sakun lleva el cofre, Nico puede tratar de sacar a las supervivientes, puedes sacar a todas o dejar algunas que yo sacaré mientras escapo, ya que seré el último en salir, lo dejo a tu elección, podrán sentir y escuchar los fuertes sonidos del derrumbe que se acerca, cosa que los llevará por instinto a darse prisa, tal vez haya uno o dos trasgos aún en la entrada, o tal vez encuentren trasgos corriendo para salir de la cueva, también lo dejo a elección de cada uno, seguiremos el mismo orden nosotros tres hasta que regrese Gameiro =)
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Ya estaba terminando la pesadilla, era la hora adecuada para escapar, y tratar de hacerlo con éxito. El tiempo se agotaba y la caverna no dejaba de temblar con agresividad, como si estuviera a punto de derrumbarse y sepultar a cualquiera que habitase dentro, incluso a los inocentes. Nicolás no tardó en hacer preguntas, preocupado por lo anteriormente sucedido, y ahora, era el deber del dragón que las respondiese, con los más pequeños detalles. -Ya volverán, no te preocupes. Todos están cumpliendo su misión y pronto nos reuniremos.-Habló sereno, agarrando bien el cofre con sus brazos venosos y cansados, dado que la pesadez del objeto no era ligera, sus venas se veían hinchadas y notables, tanto que las manillas estaban a punto de romperse.
-Y sobre los supervivientes...-Le observó fijamente, y de repente, dejó caer la pesada cosa en la musculosa espalda de Zarpitas, quien la recibió sin ningún problema, quizá ya estaba acostumbrado, y su velocidad también lo favorecería bastante. -Ese será tu trabajo. Yo me encargaré de poner a salvo ésto, y si puedo, asegurarme que no haya ninguna tropa de trasgos fuera de la cueva.-Después de ésto, le dio un amistoso golpe en el pecho. El felino y su amo volvieron a emprender su viaje hacia las afueras, ahora con más ganas. Aumentaron la energía de sus cuerpos, ahora sudaban pero en menos de lo que canta un gallo, ya veían la luz por donde antiguamente habían entrado. El tigre se adelantó en saltos largos, colocando sus garras con fuerza en el suelo. Soltó un gruñido de alegría, disfrutando una pequeña luz del sol que se escabullía por la inmensidad de árboles adheridos a otros.
En ese momento, como una especie de tentáculo se asomó a velocidades extremas. Quedó atónito por unos minutos, pero cuando éste se dirigía al cuerpo del felino, el dragón alcanzó a pegar un grito poderoso. -¡No lo tocarás!.-Entendió todo, y desenvainando su espada, esperó que su puntería fuese suficiente para rebanar aquel extremidad tan húmeda. Al parecer, su dios estaba de su lado, dado que logró lo que especulaba, destruyendo esa parte, viendo que una sangre espesa y verdosa apareció, derramándose por el suelo. Un grito desgarrador se oyó, aunque también Zarpitas se asustó y brincó hacia atrás, con su columna inclinada, mostrando sus colmillos para intentar asustar el ser maligno.
-¡Ahhh!, ¡Mi cola!. ¿¡Quién ha sido el maldito osado!?.-Se asomó una criatura extraña, que era nada más ni nada menos que una lamia, hermosa, guapa pero a la vez, peligrosa. -Oh, pero si eres tú, el maldito extranjero que osó pisar mis tierras... E hizo que mi hermana muriera. ¿¡No es así!?.-Se escurrió por el suelo de lado a lado, haciendo gala a su temblante y agitada lengua, dirigiéndose a él con odio. Apreté mis puños y lancé mi cuerpo hacia ella, tratando de aplastarla con su complexión enorme, pero él no contó que la mujer lo esquivaría con esa agilidad impresionante. Quedó plantado en el suelo, y la víbora aprovechó para atacarle con sus uñas largas, queriendo rebanarlo en dos.
-¡Silencio!. No sabes lo que ocurrió.-Sakun giró su cuerpo para quedar boca arriba, y justo cuando las manos escamosas se dirigían a su cuerpo, logró esquivar y le zampó un potente puñetazo, usando todos los músculos de su brazo izquierdo. La reptil quedó inconsciente en el suelo. Después, nuestro héroe volvió a recuperar su espada, colocando ésta en el cuello de la muchacha, viéndola de la forma más despreciable posible, sabiendo que en un movimiento acabaría con degollarla. ¿Qué sucedería?.
-¡Mátame, hazlo!. ¡Es lo mejor que sabéis hacer!. ¡Actúas como un hombre de paz, pero su maldad es peor que la m...!-Enterró la katana en lo más profundo de su garganta, decapitando sin mucho esfuerzo. Soltó un suspiro luego de ésto, tratando de calmarse, con su corazón latiendo a cien y no sólo eso, si no que también un dolor se apoderó de su cabeza, soltando su propia arma y quedándose de cuclillas, agarrándosela con brusquedad.
-Mal momento para presentarme, ¿no es así?...-Se oyó una voz gruesa, a lo que el lagarto no le dio tanta importancia. -Mi nombre es Forjed y... Sinceramente, no sé qué hacen dentro de mi cueva, matando mis trasgos y festejando como idiotas.-Se escuchó que absorbió un gran fragmento de aire.
-Tendré que mataros, empezando por usted...-
-Y sobre los supervivientes...-Le observó fijamente, y de repente, dejó caer la pesada cosa en la musculosa espalda de Zarpitas, quien la recibió sin ningún problema, quizá ya estaba acostumbrado, y su velocidad también lo favorecería bastante. -Ese será tu trabajo. Yo me encargaré de poner a salvo ésto, y si puedo, asegurarme que no haya ninguna tropa de trasgos fuera de la cueva.-Después de ésto, le dio un amistoso golpe en el pecho. El felino y su amo volvieron a emprender su viaje hacia las afueras, ahora con más ganas. Aumentaron la energía de sus cuerpos, ahora sudaban pero en menos de lo que canta un gallo, ya veían la luz por donde antiguamente habían entrado. El tigre se adelantó en saltos largos, colocando sus garras con fuerza en el suelo. Soltó un gruñido de alegría, disfrutando una pequeña luz del sol que se escabullía por la inmensidad de árboles adheridos a otros.
En ese momento, como una especie de tentáculo se asomó a velocidades extremas. Quedó atónito por unos minutos, pero cuando éste se dirigía al cuerpo del felino, el dragón alcanzó a pegar un grito poderoso. -¡No lo tocarás!.-Entendió todo, y desenvainando su espada, esperó que su puntería fuese suficiente para rebanar aquel extremidad tan húmeda. Al parecer, su dios estaba de su lado, dado que logró lo que especulaba, destruyendo esa parte, viendo que una sangre espesa y verdosa apareció, derramándose por el suelo. Un grito desgarrador se oyó, aunque también Zarpitas se asustó y brincó hacia atrás, con su columna inclinada, mostrando sus colmillos para intentar asustar el ser maligno.
-¡Ahhh!, ¡Mi cola!. ¿¡Quién ha sido el maldito osado!?.-Se asomó una criatura extraña, que era nada más ni nada menos que una lamia, hermosa, guapa pero a la vez, peligrosa. -Oh, pero si eres tú, el maldito extranjero que osó pisar mis tierras... E hizo que mi hermana muriera. ¿¡No es así!?.-Se escurrió por el suelo de lado a lado, haciendo gala a su temblante y agitada lengua, dirigiéndose a él con odio. Apreté mis puños y lancé mi cuerpo hacia ella, tratando de aplastarla con su complexión enorme, pero él no contó que la mujer lo esquivaría con esa agilidad impresionante. Quedó plantado en el suelo, y la víbora aprovechó para atacarle con sus uñas largas, queriendo rebanarlo en dos.
-¡Silencio!. No sabes lo que ocurrió.-Sakun giró su cuerpo para quedar boca arriba, y justo cuando las manos escamosas se dirigían a su cuerpo, logró esquivar y le zampó un potente puñetazo, usando todos los músculos de su brazo izquierdo. La reptil quedó inconsciente en el suelo. Después, nuestro héroe volvió a recuperar su espada, colocando ésta en el cuello de la muchacha, viéndola de la forma más despreciable posible, sabiendo que en un movimiento acabaría con degollarla. ¿Qué sucedería?.
-¡Mátame, hazlo!. ¡Es lo mejor que sabéis hacer!. ¡Actúas como un hombre de paz, pero su maldad es peor que la m...!-Enterró la katana en lo más profundo de su garganta, decapitando sin mucho esfuerzo. Soltó un suspiro luego de ésto, tratando de calmarse, con su corazón latiendo a cien y no sólo eso, si no que también un dolor se apoderó de su cabeza, soltando su propia arma y quedándose de cuclillas, agarrándosela con brusquedad.
-Mal momento para presentarme, ¿no es así?...-Se oyó una voz gruesa, a lo que el lagarto no le dio tanta importancia. -Mi nombre es Forjed y... Sinceramente, no sé qué hacen dentro de mi cueva, matando mis trasgos y festejando como idiotas.-Se escuchó que absorbió un gran fragmento de aire.
-Tendré que mataros, empezando por usted...-
- Forjed:
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Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Ya volverán, no te preocupes, dijo Sakun. Todos están cumpliendo su misión y pronto nos reuniremos.
Y sobre los supervivientes... Ese será tu trabajo. Dicho esto, su compañero se encaminó de nuevo hacia un punto donde dejar a salvo el cofre que tanto les había costado encontrar.
Espero que no le ocurra nada, musitó para sí Nicolás.
Después de unos segundos más, sacudió la cabeza y se adentró de nuevo en aquella red de túneles rocosos.
Apenas se podía vislumbrar el camino, gracias a una serie de rudimentarias y frágiles antorchas que yacían incrustadas en cavidades de los muros.
Al parecer sus compañeros habían tenido la deferencia de dejarle marcado algún tipo de rastro hacia las rehenes, pues al final de uno de los angostos pasillos pudo ver la forma de seis mujeres. Una vez más cerca pudo ver cuatro de ellas eran humanas, una elfa y una mujer bestia, por sus rasgos probablemente de la rama de los cánidos. Todas ellas aparentaban ser bastante jóvenes y atractivas, por lo que era fácil deducir los perversos planes que los trasgos pensaban llevar a cabo.
Con un golpe fuerte y preciso Nicolás rompió el cierre de la primitiva prisión en la que se encontraban encerradas, y acto seguido les hizo un gesto para que permaneciesen en silencio.
Vengo a por vosotras, les susurró. Seguidme sin hacer mucho ruido, ya tenemos el camino despejado.
Nada más acabó de decir esto un temblor sacudió brevemente la cueva, y fragmentos de roca se comenzaron a desprender del techo y las paredes. El alboroto en la cueva aumentaba.
¿Qué estará haciendo el resto, pensó Nicolás.
Formando una fila con él a la cabeza, el pequeño grupo de siete avanzó por los pasillos, agarrados siempre al de delante para no perderse.
Apenas dieron los últimos pasos hacia la salida el techo comenzó a desmoronarse más rápidamente aún, sepultando gran parte de los túneles. Con suerte una persona podría deslizarse entre los huecos, pero no sería fácil.
Nicolás comprobó que todas se encontrasen en buen estado, y por fortuna así era. Pasando por alto algunos moratones y cortes que debieron inflingirles los trasgos a sus cautivas en algún momento, todas parecían estar más o menos sanas.
El guerrero se mesaba la barba con impaciencia. No había señal alguna del resto de sus compañeros.
Gameiro y Bio aún seguían dentro de la cueva la última vez que los vio, y Sakun se había adelantado hace un tiempo en dirección a un punto más seguro.
Rezo por que hayan logrado salir de esta, susurró Nicolás.
Y sobre los supervivientes... Ese será tu trabajo. Dicho esto, su compañero se encaminó de nuevo hacia un punto donde dejar a salvo el cofre que tanto les había costado encontrar.
Espero que no le ocurra nada, musitó para sí Nicolás.
Después de unos segundos más, sacudió la cabeza y se adentró de nuevo en aquella red de túneles rocosos.
Apenas se podía vislumbrar el camino, gracias a una serie de rudimentarias y frágiles antorchas que yacían incrustadas en cavidades de los muros.
Al parecer sus compañeros habían tenido la deferencia de dejarle marcado algún tipo de rastro hacia las rehenes, pues al final de uno de los angostos pasillos pudo ver la forma de seis mujeres. Una vez más cerca pudo ver cuatro de ellas eran humanas, una elfa y una mujer bestia, por sus rasgos probablemente de la rama de los cánidos. Todas ellas aparentaban ser bastante jóvenes y atractivas, por lo que era fácil deducir los perversos planes que los trasgos pensaban llevar a cabo.
Con un golpe fuerte y preciso Nicolás rompió el cierre de la primitiva prisión en la que se encontraban encerradas, y acto seguido les hizo un gesto para que permaneciesen en silencio.
Vengo a por vosotras, les susurró. Seguidme sin hacer mucho ruido, ya tenemos el camino despejado.
Nada más acabó de decir esto un temblor sacudió brevemente la cueva, y fragmentos de roca se comenzaron a desprender del techo y las paredes. El alboroto en la cueva aumentaba.
¿Qué estará haciendo el resto, pensó Nicolás.
Formando una fila con él a la cabeza, el pequeño grupo de siete avanzó por los pasillos, agarrados siempre al de delante para no perderse.
Apenas dieron los últimos pasos hacia la salida el techo comenzó a desmoronarse más rápidamente aún, sepultando gran parte de los túneles. Con suerte una persona podría deslizarse entre los huecos, pero no sería fácil.
Nicolás comprobó que todas se encontrasen en buen estado, y por fortuna así era. Pasando por alto algunos moratones y cortes que debieron inflingirles los trasgos a sus cautivas en algún momento, todas parecían estar más o menos sanas.
El guerrero se mesaba la barba con impaciencia. No había señal alguna del resto de sus compañeros.
Gameiro y Bio aún seguían dentro de la cueva la última vez que los vio, y Sakun se había adelantado hace un tiempo en dirección a un punto más seguro.
Rezo por que hayan logrado salir de esta, susurró Nicolás.
Nicolás Barbacero
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Corría desesperadamente como una niña asustada evitando mirar hacia atrás aunque al final unas rocas que caían me cortaron el camino e incluso, casi fui aplastado por ellas, de no ser porque conseguí detenerme violentamente y dar un pequeño salto hacia atrás que aunque me había salvado de ser aplastado por la roca, me dejó a merced del grandote que ahora se preparaba para aplastarme con su mazo, logré reaccionar milagrosamente rodando en el piso hacia la izquierda, pero esta vez el golpe tan fuerte sería sumamente perjudicial para el mismo trasgo que fue brutalmente aplastado por un enorme pedazo de roca que se desprendió y cayó justo sobre su cabeza; sangre y vísceras de trasgo salieron volando en todas direcciones, dejando algunos de sus intestinos estrellados contra mi cara justo cuando tristemente tenía la boca abierta por la impresión que me había dejado la grotesca escena.
De momento, el causante del derrumbe había sido eliminado, sin embargo las rocas que seguían cayendo provocaban una reacción en cadena, haciendo que al caer, los golpes sacudieran el piso causando la caída de otras rocas; intenté rodear las enormes piedras que cerraban el camino por donde había entrado, debía encontrar otra manera, pude ver entonces un camino diferente que llevaba también a la salida, anteriormente había estado saturado de trasgos, pero ante el peligro, algunos habían huido y otros estaban atrapados más atrás, era el lugar indicado para escapar, corrí de prisa por el camino que gradualmente se convertía en un angosto túnel, todo habría ido de maravilla de no ser porque justo a mitad del camino un conjunto de rocas cayeron frente a mí, cortando mi camino a la salida, y no solo eso sino que otro grupo de rocas se derrumbaron detrás de mí dejándome atrapado a mitad del camino -¡¡Rayos!!- Exclamé casi cayendo en la desesperación.
Me encontraba atrapado, aunque de momento el derrumbe parecía finalizar, las rocas frente a mí no llenaban todo el camino, si me arrastraba y apartaba algunas piedras podría salir del túnel, sin embargo, debía esperar a que los movimientos y derrumbes acabaran por completo, pues si me arriesgaba en ese momento, un ligero derrumbe podría cerrar lo que quedaba del túnel mientras iba pasando y eso me convertiría en puré de Bio.
Tras unos instantes de mantenerme calmado, la cueva parecía haber dejado de derrumbarse, así que me introduje en el pequeño espacio que habían dejado los escombros, empujé algunos al final hasta descubrir la salida del pequeño túnel y fue cuando pude ver a lo lejos la salida, me arrastré hasta lograr ponerme de pie y me puse en estado de alerta al escuchar algunos pasos acercarse, pude ver entonces a Nicolás que se acercaba junto a un grupo de guapas mujeres, al parecer ya estábamos completos, solo nos tocaba abandonar la cueva y luego, salir de este horrible pantano -Que alivio verte, Nicolás, creí que ya habías muerto- Le dije en tono jocoso mientras señalaba la salida y corría hacia ella, aunque algo me detuvo de manera brusca, parecía haber una batalla afuera, pero, había un detalle inesperado que me dejaba sin posibilidades de ayudar, algunos rayos de sol se deslizaban entre las ramas de los árboles que rodeaban la entrada de la cueva -No debía amanecer tan pronto- Murmuré extrañado mientras me acercaba lentamente tanto como el sol me lo permitía, intentaría ayudar si me era posible, pero de momento debía buscar una manera de lidiar con mi brillante y cálido enemigo.
De momento, el causante del derrumbe había sido eliminado, sin embargo las rocas que seguían cayendo provocaban una reacción en cadena, haciendo que al caer, los golpes sacudieran el piso causando la caída de otras rocas; intenté rodear las enormes piedras que cerraban el camino por donde había entrado, debía encontrar otra manera, pude ver entonces un camino diferente que llevaba también a la salida, anteriormente había estado saturado de trasgos, pero ante el peligro, algunos habían huido y otros estaban atrapados más atrás, era el lugar indicado para escapar, corrí de prisa por el camino que gradualmente se convertía en un angosto túnel, todo habría ido de maravilla de no ser porque justo a mitad del camino un conjunto de rocas cayeron frente a mí, cortando mi camino a la salida, y no solo eso sino que otro grupo de rocas se derrumbaron detrás de mí dejándome atrapado a mitad del camino -¡¡Rayos!!- Exclamé casi cayendo en la desesperación.
Me encontraba atrapado, aunque de momento el derrumbe parecía finalizar, las rocas frente a mí no llenaban todo el camino, si me arrastraba y apartaba algunas piedras podría salir del túnel, sin embargo, debía esperar a que los movimientos y derrumbes acabaran por completo, pues si me arriesgaba en ese momento, un ligero derrumbe podría cerrar lo que quedaba del túnel mientras iba pasando y eso me convertiría en puré de Bio.
Tras unos instantes de mantenerme calmado, la cueva parecía haber dejado de derrumbarse, así que me introduje en el pequeño espacio que habían dejado los escombros, empujé algunos al final hasta descubrir la salida del pequeño túnel y fue cuando pude ver a lo lejos la salida, me arrastré hasta lograr ponerme de pie y me puse en estado de alerta al escuchar algunos pasos acercarse, pude ver entonces a Nicolás que se acercaba junto a un grupo de guapas mujeres, al parecer ya estábamos completos, solo nos tocaba abandonar la cueva y luego, salir de este horrible pantano -Que alivio verte, Nicolás, creí que ya habías muerto- Le dije en tono jocoso mientras señalaba la salida y corría hacia ella, aunque algo me detuvo de manera brusca, parecía haber una batalla afuera, pero, había un detalle inesperado que me dejaba sin posibilidades de ayudar, algunos rayos de sol se deslizaban entre las ramas de los árboles que rodeaban la entrada de la cueva -No debía amanecer tan pronto- Murmuré extrañado mientras me acercaba lentamente tanto como el sol me lo permitía, intentaría ayudar si me era posible, pero de momento debía buscar una manera de lidiar con mi brillante y cálido enemigo.
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Zarpitas rugió agresivamente, moviéndose de lado a lado, aunque sin mucho rendimiento; el cofre que llevaba en la espalda era pesado. Por otro lado, el domador de animales seguía arriba del árbol, en cuclillas, escondiendo una exagerada sonrisa desde su máscara tenebrosa. Los músculos que poseía en los brazos casi igualaban a los del dragón, y es más, por el diminuto caldero que llevaba en su mano, seguramente también dominaría buen equilibrio. -¡Lárgate!.-Vociferó el dragón con poder, enterrándose los dedos en su cabeza, deseando sacarse el cerebro y simplemente terminar con tanto dolor. Entretanto, el nativo no tardó en descolgarse por el tronco, cayendo al pasto en una mano, y caminando con ésta, acercándose más y más hacia el de ojos rasgados. -Tu muerte será inevitable...-Murmuró hasta dar el último paso. Se reincorporó, quedando ahora de pie y, alistando su arma, donde llevaba un aparato parecido a una lanza, la lanzó hacia el cuello.
Antes de que cometiera el asesinato, Zarpitas lo empujó con su hocico hacia atrás. Soltó otro gruñido poderoso. -Vaya... Tenéis una mascota muy valiente...-Se burló aquel contrincante, y en cuestión de segundos, lanzó un puñetazo en contra del felino, algo que no se cumplió, puesto que Sakun interceptó el puñetazo, bloqueándolo con su pecho. Por un instante, pareció que el sonido resonó por todas sus costillas, pero no, solamente tronaron, nada grave. -Me sorprende que aún tengas energías para luchar...-Habló de nuevo, y en cuestión de segundos lanzó otro golpe, el cual fue esquivado con facilidad.
-Cállate...-Susurró finalmente el dragón, colocándose en guardia para luchar.
_________
Off: No es que quiera que me ayuden, o sea, ¿Por qué les pediría que lo ayudaran si mi pj está en malas condiciones y están a punto de matarlo?. :v
PD: Halp.
Antes de que cometiera el asesinato, Zarpitas lo empujó con su hocico hacia atrás. Soltó otro gruñido poderoso. -Vaya... Tenéis una mascota muy valiente...-Se burló aquel contrincante, y en cuestión de segundos, lanzó un puñetazo en contra del felino, algo que no se cumplió, puesto que Sakun interceptó el puñetazo, bloqueándolo con su pecho. Por un instante, pareció que el sonido resonó por todas sus costillas, pero no, solamente tronaron, nada grave. -Me sorprende que aún tengas energías para luchar...-Habló de nuevo, y en cuestión de segundos lanzó otro golpe, el cual fue esquivado con facilidad.
-Cállate...-Susurró finalmente el dragón, colocándose en guardia para luchar.
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Off: No es que quiera que me ayuden, o sea, ¿Por qué les pediría que lo ayudaran si mi pj está en malas condiciones y están a punto de matarlo?. :v
PD: Halp.
Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Ruídos de una pelea resonaban a la distancia, mezclados con el crujir de ramas secas y el lúgubre chapoteo de la fauna local en las pantanosas aguas de la ciénaga.
Encárgate de ellas, Bio, le dijo Nicolás. Yo me adelantaré un poco; me extraña que Sakun no haya vuelto aún, y tampoco está por aquí su mascota.
Comprobando por última vez los alrededores en busca de alguna posible amenaza para las mujeres, Nicolás se adentró en la espesura en busca de su compañero.
Me sorprende que aún tengas energías para luchar, oyó el lancero.
Algo estaba amenazando a su compañero, algo malo. Nicolás asomó cuidadosamente la cabeza entre el follaje. Un salvaje intercambiaba golpes con Sakun, quien a pesar de contar con Zarpitas parecía estar en seria desventaja.
Cállate, contestó Sakun.
El salvaje retomó su ofensiva al escuchar eso. Sus golpes eran rápidos pero intensos, y parecía capaz de defenderse sin problemas de las acometidas de Sakun y Zarpitas con sus rudimentarias pero eficaces armas.
Aprovechando la confusión de la contienda Nicolás se posicionó detrás del individuo con toda la cautela de la que pudo hacer gala, y tomando provecho de uno de los ataques combinados de sus compañeros le propinó una estocada con la punta de su lanza en dirección al tobillo.
El metal atravesó la carne, desgarrando parte del talón en el proceso. El indígena, claramente airado y dolorido por la intromisión se giró sobre sí mismo, y de un ágil movimiento de muñeca le propinó un contundente golpe en el cráneo a Nicolás con el caldero que sujetaba.
El exgladiador, aún algo aturdido por la fuerza del impacto, se tambaleó ligeramente hacia atrás, lo suficiente como para evitar un lanzazo que de otro modo le habría perforado completamente. Un hilillo de sangre se deslizaba desde su sien, mojando parte de su cabellera.
Por fortuna su participación parecía haberle dado la vuelta a las tornas, ya que ahora el salvaje se encontraba rodeado desde tres ángulos distintos, además de claramente herido en el tobillo, lo cual dificultaría mucho cualquier reacción suya.
He visto esclavos famélicos más fieros en el coliseo, profirió Nicolás en dirección a aquel indígena. No debiste meterte con nosotros, escoria.
Encárgate de ellas, Bio, le dijo Nicolás. Yo me adelantaré un poco; me extraña que Sakun no haya vuelto aún, y tampoco está por aquí su mascota.
Comprobando por última vez los alrededores en busca de alguna posible amenaza para las mujeres, Nicolás se adentró en la espesura en busca de su compañero.
Me sorprende que aún tengas energías para luchar, oyó el lancero.
Algo estaba amenazando a su compañero, algo malo. Nicolás asomó cuidadosamente la cabeza entre el follaje. Un salvaje intercambiaba golpes con Sakun, quien a pesar de contar con Zarpitas parecía estar en seria desventaja.
Cállate, contestó Sakun.
El salvaje retomó su ofensiva al escuchar eso. Sus golpes eran rápidos pero intensos, y parecía capaz de defenderse sin problemas de las acometidas de Sakun y Zarpitas con sus rudimentarias pero eficaces armas.
Aprovechando la confusión de la contienda Nicolás se posicionó detrás del individuo con toda la cautela de la que pudo hacer gala, y tomando provecho de uno de los ataques combinados de sus compañeros le propinó una estocada con la punta de su lanza en dirección al tobillo.
El metal atravesó la carne, desgarrando parte del talón en el proceso. El indígena, claramente airado y dolorido por la intromisión se giró sobre sí mismo, y de un ágil movimiento de muñeca le propinó un contundente golpe en el cráneo a Nicolás con el caldero que sujetaba.
El exgladiador, aún algo aturdido por la fuerza del impacto, se tambaleó ligeramente hacia atrás, lo suficiente como para evitar un lanzazo que de otro modo le habría perforado completamente. Un hilillo de sangre se deslizaba desde su sien, mojando parte de su cabellera.
Por fortuna su participación parecía haberle dado la vuelta a las tornas, ya que ahora el salvaje se encontraba rodeado desde tres ángulos distintos, además de claramente herido en el tobillo, lo cual dificultaría mucho cualquier reacción suya.
He visto esclavos famélicos más fieros en el coliseo, profirió Nicolás en dirección a aquel indígena. No debiste meterte con nosotros, escoria.
Nicolás Barbacero
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Las palabras del valiente Nicolas me habían dado un poco de tranquilidad, ahora Sakun no estaría solo, aunque esperaba que Nico pudiera llegar a tiempo o la ayuda sería completamente inútil -Estarán a salvo conmigo- Dije a las mujeres que parecían estar un poco traumadas, no imaginaba que clase de cosas habían sido sometidas a ver o hacer, al haber sido ayudadas por mi compañero, las mujeres parecían confiar en mí, al menos casi todas ellas, pues la elfa al verme comenzó a gritarme -Moringotto, moringotto- [1] Levanté una ceja ante su extraña acusación, había escuchado la palabra en algún lado, y al fijarme en sus orejas pude inferir que me hablaba en lengua de elfos, pero ¿Qué quería decirme? Desconocía la palabra, pero amenazaba con correr de nuevo hacia adentro, no podría proteger a todas y seguirla a ella al mismo tiempo así que debía calmarla a cualquier costo -Falon, falon-[2] Dije una de las pocas palabras que venían a mi mente en élfico indicándole que yo era un amigo, aunque fuera un vampiro, mis ojos delataban que realmente quería ayudarles -Ar lasa mala revas- [3]Dije finalmente mientras me acercaba despacio con las manos en alto para darle a entender que no le haría daño.
Aparentemente había logrado hacerme entender, pero sus ojos expresaban una gran tristeza - Mala suledin nadas- [4] Le dije en tono pausado y amable tras lo cual dejó salir algunas lágrimas -Nossë- [5] Murmuró mientras llevaba las manos a su pecho, según recordaba, ese era el término usado para decir “Familia”, seguramente había perdido a su familia durante el secuestro, y a juzgar por su rostro triste, se trataba de su propia familia, esposo, tal vez hijos -Ir abelas- [6] Dije mientras bajaba la cabeza ante su pérdida pero inesperadamente su mirada se llenó de ira al escuchar esa voz de quien fuera que estuviera luchando contra Sakun -Sahlin Isala... Nan- [7] Dijo mientras apretaba los puños y miraba hacia afuera buscando el origen de aquella molesta voz, según recordaba, la mayoría de los elfos eran buenos con el arco, así que lo que estaba viendo justo ahora caía como anillo al dedo, en la entrada, había algunas armas dejadas seguramente por los trasgos, entre ellas algunas espadas, escudos, hachas, y de manera increíble, un par de arcos con tres flechas.
Corrí de prisa a tomar el que se veía mejor de los dos arcos esperando que no estuviera roto, al parecer estaba en buen estado, así que lo tomé de prisa junto a las flechas y lo entregué a la elfa quien lo recibió con una sonrisa. De momento me era imposible salir de la cueva, pero al menos había logrado enviar ayuda al par de guerreros.
Me quedé en la entrada de la cueva con el resto de las mujeres mientras la elfa se alejaba, evidentemente débil pero, seguramente lograría ayudar con esas tres flechas; si demostraba que la fama de los elfos era cierta, seguramente le bastaría con una sola...
No pasó mucho rato hasta que la elfa llegó al lugar de la batalla, sus ojos se llenaron de ira mientras observaba a aquel sujeto que junto a su banda de trasgos habían acabado con lo que ella amaba, ahora por fin podría tomar venganza, justo en el momento que el lancero hirió el tobillo del rival, la elfa disparó una flecha certera directo al pecho del enemigo, aunque al perder el equilibrio, el sujeto tal vez podría evitarla, sin embargo no era la última. De prisa y casi por meros reflejos colocó la segunda flecha en el arco y en un parpadeo la dejó ir de manera bastante precisa al cuerpo del malvado, fue entonces cuando sostuvo la tercera y última flecha que apuntaría directo a la cabeza; sus ojos dejaban escapar una evidente furia, si bien los elfos tenían fama de pacíficos, hacerlos enojar no era para nada una buena idea...
Aparentemente había logrado hacerme entender, pero sus ojos expresaban una gran tristeza - Mala suledin nadas- [4] Le dije en tono pausado y amable tras lo cual dejó salir algunas lágrimas -Nossë- [5] Murmuró mientras llevaba las manos a su pecho, según recordaba, ese era el término usado para decir “Familia”, seguramente había perdido a su familia durante el secuestro, y a juzgar por su rostro triste, se trataba de su propia familia, esposo, tal vez hijos -Ir abelas- [6] Dije mientras bajaba la cabeza ante su pérdida pero inesperadamente su mirada se llenó de ira al escuchar esa voz de quien fuera que estuviera luchando contra Sakun -Sahlin Isala... Nan- [7] Dijo mientras apretaba los puños y miraba hacia afuera buscando el origen de aquella molesta voz, según recordaba, la mayoría de los elfos eran buenos con el arco, así que lo que estaba viendo justo ahora caía como anillo al dedo, en la entrada, había algunas armas dejadas seguramente por los trasgos, entre ellas algunas espadas, escudos, hachas, y de manera increíble, un par de arcos con tres flechas.
Corrí de prisa a tomar el que se veía mejor de los dos arcos esperando que no estuviera roto, al parecer estaba en buen estado, así que lo tomé de prisa junto a las flechas y lo entregué a la elfa quien lo recibió con una sonrisa. De momento me era imposible salir de la cueva, pero al menos había logrado enviar ayuda al par de guerreros.
Me quedé en la entrada de la cueva con el resto de las mujeres mientras la elfa se alejaba, evidentemente débil pero, seguramente lograría ayudar con esas tres flechas; si demostraba que la fama de los elfos era cierta, seguramente le bastaría con una sola...
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No pasó mucho rato hasta que la elfa llegó al lugar de la batalla, sus ojos se llenaron de ira mientras observaba a aquel sujeto que junto a su banda de trasgos habían acabado con lo que ella amaba, ahora por fin podría tomar venganza, justo en el momento que el lancero hirió el tobillo del rival, la elfa disparó una flecha certera directo al pecho del enemigo, aunque al perder el equilibrio, el sujeto tal vez podría evitarla, sin embargo no era la última. De prisa y casi por meros reflejos colocó la segunda flecha en el arco y en un parpadeo la dejó ir de manera bastante precisa al cuerpo del malvado, fue entonces cuando sostuvo la tercera y última flecha que apuntaría directo a la cabeza; sus ojos dejaban escapar una evidente furia, si bien los elfos tenían fama de pacíficos, hacerlos enojar no era para nada una buena idea...
Offrol: La última flecha de la elfa pueden rolearla si desean para eliminar al enemigo o facilitarles un golpe fulminante de Sak o Nico =)
He subrayado los usos de la pasiva Conocimiento antiguo (Lenguas)
[1] Moringotto "Enemigo Negro"
[2] Falon: Amigo
[3] Ar lasa mala revas: Ahora eres libre
[4] Mala suledin nadas: Debes resistir (ser fuerte)
[5] Nossë: familia
[6] Ir abelas: Lo lamento
[7] Sahlin Isala Nan: En este momento necesito... Venganza
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
A pesar de tanta confusión, él siguió luchando, tratando de resistir sus certeros golpes, arriesgando su vida sólo para cubrir a su tigre, recibiendo cada golpe y algunos esquivándolos. Su mirada seguía perdida, con los ojos entrecerrados en el rostro de ella, su cuerpo parecía de metal, su pecho y torso como una roca, sin importarle el entierro de los nudillos en su piel. Todo cambió cuando Forjed decidió usar su especie de lanza hacia el cuello de él, algo que Sakun no esquivaría, a pesar de que sus reflejos sean sorprendentes, nadie lo haría, era una muerte segura; el rostro del dragón seguramente dejaría caer su última gota de sangre, antes de que un chorro de coágulos se apodere del lugar. Zarpitas trató de entrometerse, pero no era capaz de avanzar y bloquear el golpe como lo hizo anteriormente, el cofre comenzaba a estorbarle. Las oportunidades eran pocas, el hombre moriría en lo que canta un gallo.
En ese instante, un alarido se apoderó del lugar, uno proveniente del mismo enemigo. El lagarto cayó al suelo, apoyándose con las rodillas y sus palmas, apenas esforzando sus músculos para ver de quién se trataba. -¿N...Nicolás?...-Alcanzó a tartamudear el muchacho, antes de caer suavemente en el pavimento envuelto en flores exóticas. El felino se emocionó, pero a pesar de ello, echó su cuerpo detrás, saltando lo suficientemente lejos para ver la lucha que se aproximaba. -Vaya, no puedo creerlo... ¿Un humano me ha herido?. ¡¿Qué clase de chiste es éste?!.-Se enojó bastante, girando su torso para ver a su nuevo contrincante, sonriendo a escondidas gracias a la máscara, aunque también, respirando profundamente... ¿A qué se refería Nicolás con "Esclavos Famélicos"?, ¿Acaso es un gladiador?.
Su caldero se reincorporaba lentamente, deteniendo sus movimientos como péndulo. Se preparó, ya estaba más que decidido en luchar con todas sus fuerzas, así que empuñó agresivamente sus manos, creando una gran ventisca escalofriante. -¡Verás el poder d...!-Antes que terminara, un dardo se enterró justo en la frente de Forjed, partiendo la máscara en dos. Sus ojos se colocaron en blanco, no pudo hacer absolutamente algo al respecto. El indio fue escurriéndose, a pocos centímetros del suelo. La muerte llegó para el dueño de los trasgos, o al menos eso se suponía. Acto seguido, aquel misterioso señor alcanzó a darle un sorbo a su recipiente, a pocos minutos de estamparse contra el asfalto.
De repente, los músculos del tipo se incrementaron, el líquido carmesí que derramaba por cada cicatriz se detuvo, y finalmente, su cuerpo se levantó con potencia, mascullando bruscamente y respirando de la manera más agitada posible. Resulta que el nativo era un mago, y la flecha tampoco le afectó, dado que lamentablemente, la muchacha de orejas puntiagudas hizo un ataque muy débil, usó su arco sin la suficiente fuerza.
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Off: Nicolás tiene el derecho de narrar un combate contra Forjed, o más bien, dejarlo lo suficientemente herido para que la elfa (enviada por Bio) termine con un último golpe.
En ese instante, un alarido se apoderó del lugar, uno proveniente del mismo enemigo. El lagarto cayó al suelo, apoyándose con las rodillas y sus palmas, apenas esforzando sus músculos para ver de quién se trataba. -¿N...Nicolás?...-Alcanzó a tartamudear el muchacho, antes de caer suavemente en el pavimento envuelto en flores exóticas. El felino se emocionó, pero a pesar de ello, echó su cuerpo detrás, saltando lo suficientemente lejos para ver la lucha que se aproximaba. -Vaya, no puedo creerlo... ¿Un humano me ha herido?. ¡¿Qué clase de chiste es éste?!.-Se enojó bastante, girando su torso para ver a su nuevo contrincante, sonriendo a escondidas gracias a la máscara, aunque también, respirando profundamente... ¿A qué se refería Nicolás con "Esclavos Famélicos"?, ¿Acaso es un gladiador?.
Su caldero se reincorporaba lentamente, deteniendo sus movimientos como péndulo. Se preparó, ya estaba más que decidido en luchar con todas sus fuerzas, así que empuñó agresivamente sus manos, creando una gran ventisca escalofriante. -¡Verás el poder d...!-Antes que terminara, un dardo se enterró justo en la frente de Forjed, partiendo la máscara en dos. Sus ojos se colocaron en blanco, no pudo hacer absolutamente algo al respecto. El indio fue escurriéndose, a pocos centímetros del suelo. La muerte llegó para el dueño de los trasgos, o al menos eso se suponía. Acto seguido, aquel misterioso señor alcanzó a darle un sorbo a su recipiente, a pocos minutos de estamparse contra el asfalto.
De repente, los músculos del tipo se incrementaron, el líquido carmesí que derramaba por cada cicatriz se detuvo, y finalmente, su cuerpo se levantó con potencia, mascullando bruscamente y respirando de la manera más agitada posible. Resulta que el nativo era un mago, y la flecha tampoco le afectó, dado que lamentablemente, la muchacha de orejas puntiagudas hizo un ataque muy débil, usó su arco sin la suficiente fuerza.
- Forjed (Forma):
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
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Off: Nicolás tiene el derecho de narrar un combate contra Forjed, o más bien, dejarlo lo suficientemente herido para que la elfa (enviada por Bio) termine con un último golpe.
Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Algo iba mal, muy mal. Nicolás había visto cómo la flecha impactaba en la frente del sucio salvaje, pero de alguna milagrosa manera no parecía debilitado siquiera, más bien todo lo contrario.
Su masa muscular incrementó considerablemente, la sangre dejó de fluir y en cuestión de segundos se reincorporó de nuevo desde el suelo, con espuma brotando por las comisuras de sus labios.
La imagen resultaba ciertamente grotesca, y Nicolás retrocedió cautelosamente un par de pasos como medida defensiva.
Por suerte, ese instinto le valió para bloquear un golpe inusitadamente rápido que se dirigía hacia su torso.
¿Desde cuándo es TAN rápido?, pensó el lancero.
El intercambio de golpes era cada vez más desigual, pasando poco a poco a ser casi más una defensa desesperada por parte de Nicolás, quien apenas era capaz de seguirle el ritmo a la bestia humanoide que tenía delante.
Ya ni siquiera le hacían falta sus armas a su contricante, ya que con sus largos y potentes brazos era más que suficiente.
En el coliseo se oían rumores de una droga capaz de darle a un hombre la fuerza del mayor de los trolls, pero hasta ahora se consideraba meras conjeturas.
De repente, una idea temeraria cruzó la mente del ex-gladiador: Un momento, ya no tiene armas...
Aprovechando un pequeño interludio en la ráfaga de golpes del salvaje Nicolás se abalanzó sobre él, escudo en alto, con el objetivo de derribarlo.
Ambos se precipitaron hacia el suelo, con el mercenario encima del indígena. El peso de su equipamiento parecía resultar una molestia a su oponente, quien se debatía por librarse del agarre de su enemigo en un forcejeo bastante al límite.
¡Rápido, cortadle la cabeza!, gritó Nicolás mientras se debatía por mantener a su rival en el suelo.
Las fuerzas empezaban a fallarle. A pesar de estar en gran forma física esto superaba los límites naturales de un humano, y no tardaría mucho en salir despedido por el aire.
Su masa muscular incrementó considerablemente, la sangre dejó de fluir y en cuestión de segundos se reincorporó de nuevo desde el suelo, con espuma brotando por las comisuras de sus labios.
La imagen resultaba ciertamente grotesca, y Nicolás retrocedió cautelosamente un par de pasos como medida defensiva.
Por suerte, ese instinto le valió para bloquear un golpe inusitadamente rápido que se dirigía hacia su torso.
¿Desde cuándo es TAN rápido?, pensó el lancero.
El intercambio de golpes era cada vez más desigual, pasando poco a poco a ser casi más una defensa desesperada por parte de Nicolás, quien apenas era capaz de seguirle el ritmo a la bestia humanoide que tenía delante.
Ya ni siquiera le hacían falta sus armas a su contricante, ya que con sus largos y potentes brazos era más que suficiente.
En el coliseo se oían rumores de una droga capaz de darle a un hombre la fuerza del mayor de los trolls, pero hasta ahora se consideraba meras conjeturas.
De repente, una idea temeraria cruzó la mente del ex-gladiador: Un momento, ya no tiene armas...
Aprovechando un pequeño interludio en la ráfaga de golpes del salvaje Nicolás se abalanzó sobre él, escudo en alto, con el objetivo de derribarlo.
Ambos se precipitaron hacia el suelo, con el mercenario encima del indígena. El peso de su equipamiento parecía resultar una molestia a su oponente, quien se debatía por librarse del agarre de su enemigo en un forcejeo bastante al límite.
¡Rápido, cortadle la cabeza!, gritó Nicolás mientras se debatía por mantener a su rival en el suelo.
Las fuerzas empezaban a fallarle. A pesar de estar en gran forma física esto superaba los límites naturales de un humano, y no tardaría mucho en salir despedido por el aire.
Nicolás Barbacero
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Cada vez que intentaba acercarme a la salida de la cueva, los diminutos pero constantes rayos de luz solar, que intrépidos se deslizaban entre las danzantes ramas, me espantaban de nuevo y me cortaban mi camino; aunque al final, desconocía lo peligroso que podría ser el daño causado por éstos, pero de momento no me interesaba descubrirlo.
Estaba intentando asomarme para ver la batalla que se desarrollaba sin que pudiéramos ver nada, cuando una de las mujeres rompió el silencio - Vengan, por acá- Dijo mientras corría en dirección a la salida, ninguna había notado el pequeño detalle que soy un vampiro - Esperen, no, hay un espeluznante ragesonoro por ahí- Dije para tratar de asustarlas -¿Qué rayos es eso?- Respondió la mujer con una mirada llena de incertidumbre -No querrás saberlo- Contesté mientras bajaba la cabeza -Eramos 30 cuando entramos, nos enfrentamos a esa cosa hace horas y aún llueve pedazos de mis camaradas caídos- La mujer se detuvo por unos instantes ante la duda, aunque no parecía del todo convencida, el miedo de sus compañeras finalmente la hizo desistir -Mejor quédense acá, yo voy a trepar por ese agujero y saldremos cuando sea seguro- Dije mientras señalaba un pequeño hueco en la pared que parecía llevar a una instancia superior de la cueva, un lugar más alto de donde se podría ver la batalla.
Subi de prisa hasta encontrar un pequeño agujero por donde podía ver hacia afuera sin ser golpeado por la luz del sol, cuyos rayos quedaban estrellados contra lo alto de los árboles. La batalla resultaba impresionante, sobre todo cuando el oponente resultó ser más extraño de lo que aparentaba al inicio -¿Acaso es inmortal? - Murmuré al verlo levantarse después de aquel daño recibido, mientras Sakun estaba en el piso, tras una dura batalla el valiente Nicolás consiguió dominarlo al menos unos instantes para que alguien ejecutara el golpe de gracia, aunque Sakun estaba fuera de combate y yo estaba fuera de alcance, entonces ¿Quién podría hacerlo?
A unos metros de la batalla pude ver una tenue luz que comenzaba a dibujarse alrededor de la punta de una flecha, era la elfa, la misma que unos instantes atrás había expresado su deseo de venganza, ahora por fin podría cobrarla, rezaba unas palabras, inaudibles a la distancia que me encontraba, mientras tocaba la punta de la flecha con sus dedos emitiendo un ligero brillo arcano, luego con total decisión tensó el arco tanto como pudo hasta dejar salir una rápida flecha directamente a la cabeza del oponente, aunque no una simple flecha como dispararía un humano normal, una con un efecto purificador, no solo se incrustaría en el cuerpo del objetivo, sino que además eliminaría de su sangre toda sustancia que lo hiciera más fuerte o que pudiera sanarlo, ahora solo faltaba que el proyectil consiguiera impactar al objetivo
Estaba intentando asomarme para ver la batalla que se desarrollaba sin que pudiéramos ver nada, cuando una de las mujeres rompió el silencio - Vengan, por acá- Dijo mientras corría en dirección a la salida, ninguna había notado el pequeño detalle que soy un vampiro - Esperen, no, hay un espeluznante ragesonoro por ahí- Dije para tratar de asustarlas -¿Qué rayos es eso?- Respondió la mujer con una mirada llena de incertidumbre -No querrás saberlo- Contesté mientras bajaba la cabeza -Eramos 30 cuando entramos, nos enfrentamos a esa cosa hace horas y aún llueve pedazos de mis camaradas caídos- La mujer se detuvo por unos instantes ante la duda, aunque no parecía del todo convencida, el miedo de sus compañeras finalmente la hizo desistir -Mejor quédense acá, yo voy a trepar por ese agujero y saldremos cuando sea seguro- Dije mientras señalaba un pequeño hueco en la pared que parecía llevar a una instancia superior de la cueva, un lugar más alto de donde se podría ver la batalla.
Subi de prisa hasta encontrar un pequeño agujero por donde podía ver hacia afuera sin ser golpeado por la luz del sol, cuyos rayos quedaban estrellados contra lo alto de los árboles. La batalla resultaba impresionante, sobre todo cuando el oponente resultó ser más extraño de lo que aparentaba al inicio -¿Acaso es inmortal? - Murmuré al verlo levantarse después de aquel daño recibido, mientras Sakun estaba en el piso, tras una dura batalla el valiente Nicolás consiguió dominarlo al menos unos instantes para que alguien ejecutara el golpe de gracia, aunque Sakun estaba fuera de combate y yo estaba fuera de alcance, entonces ¿Quién podría hacerlo?
A unos metros de la batalla pude ver una tenue luz que comenzaba a dibujarse alrededor de la punta de una flecha, era la elfa, la misma que unos instantes atrás había expresado su deseo de venganza, ahora por fin podría cobrarla, rezaba unas palabras, inaudibles a la distancia que me encontraba, mientras tocaba la punta de la flecha con sus dedos emitiendo un ligero brillo arcano, luego con total decisión tensó el arco tanto como pudo hasta dejar salir una rápida flecha directamente a la cabeza del oponente, aunque no una simple flecha como dispararía un humano normal, una con un efecto purificador, no solo se incrustaría en el cuerpo del objetivo, sino que además eliminaría de su sangre toda sustancia que lo hiciera más fuerte o que pudiera sanarlo, ahora solo faltaba que el proyectil consiguiera impactar al objetivo
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Ya el último combate que decidiría el destino de los luchadores se llevaba a cabo, viéndose unas inmensas ganas de ganar, de bando a bando. Eran cuatro contra uno, o más bien sólo dos, dado que Zarpitas llevaba el cofre y no podía hacer absolutamente nada, y por otro lado, Sakun estaba desmayado en el suelo, con sus ojos cerrados y profundo en horribles pesadillas que más adelante profundizaremos sobre éstas. Nicolás enfrentaba con todas las fuerzas posible a Forjed, a pesar de que éste lo golpeaba de las peores maneras posibles, aprovechándose para enterrarle la mayoría de puñetazos en donde encajen perfecto, sea en el estómago o en la quijada. La tensión empezaba a aparecer, ahora todo iba a ser más difícil, ahora que el indígena estaba cubierto en varias hojas, obviamente no sentiría un golpe, ni siquiera un rasguño, sólo cosquillas con esa armadura tan bien hecha.
Pasaron los minutos, y justo cuando el enemigo fue agarrado por nuestro gladiador, éstos cayeron al suelo, dándole la oportunidad a que la elfa propinara el último golpe. La brisa empezó a soplar con poder, sacudiendo los árboles y derribando éstos al suelos. Las hojas, controladas por el nativo, golpeaban agresivamente contra el cuerpo del muchacho, tratando de alejarlo, cortándolo con éstas y esperando que un fragmento de un roble sea suficiente para decapitar al compañero de Sakun. Un poderoso tornado se creó justo en medio de la dama con orejas puntiagudas y el contrincante, bloqueando esa venganza que ella deseaba llevar a cabo. El felino se enojó ante ésto y disolvió el huracán, saltando entre éste, de lado a lado, desapareciendo el gran cúmulo de brisas al instante.
La mascota del dragón terminó en el suelo, con un gran cansancio, casi aplastado por el cofre de su lomo. Fue suficiente, la ser de luz se decidió a disparar su flecha. El estado natural estaba siendo muy salvaje, árboles estrellándose con otros, la tierra temblando hasta el punto que las aves tuvieron que abandonar sus hogares, e incluso, los cadáveres escondidos dentro de los arbustos emergieron de repente, notándose que Forjed era un genocida, los mataba por sus creencias a los dioses de la naturaleza, algo así como los elfos, pero a un extremo.
Todo se detuvo, definitivamente hubo calma. el silencio se apoderó del acto. El musculoso abrió lentamente los ojos, y lo primero que vio, fue al contrincante petrificado, con su boca abierta, y no sólo eso, si no que también su cuerpo no tardó en prenderse fuego; la piel se le incineró. -¿Qué diablos...?-Preguntó, más que sorprendido, confundido sobre quién hizo el último movimiento. Giró su cabeza y vio a nada más ni nada menos que la señorita, la cual asesinó a Forjed. El guerrero levantó una ceja, ahora preparando su desplazamiento hacia el eje de la muchacha. No tenía ni la menor idea de que la mujer se comunicaba por otro idioma, así que simplemente se encargó de hacerle una cuestión en el idioma general de Aerandir.
-¿Qué haces aqui?, ¿Quién te ha mandado?.-.
Pasaron los minutos, y justo cuando el enemigo fue agarrado por nuestro gladiador, éstos cayeron al suelo, dándole la oportunidad a que la elfa propinara el último golpe. La brisa empezó a soplar con poder, sacudiendo los árboles y derribando éstos al suelos. Las hojas, controladas por el nativo, golpeaban agresivamente contra el cuerpo del muchacho, tratando de alejarlo, cortándolo con éstas y esperando que un fragmento de un roble sea suficiente para decapitar al compañero de Sakun. Un poderoso tornado se creó justo en medio de la dama con orejas puntiagudas y el contrincante, bloqueando esa venganza que ella deseaba llevar a cabo. El felino se enojó ante ésto y disolvió el huracán, saltando entre éste, de lado a lado, desapareciendo el gran cúmulo de brisas al instante.
La mascota del dragón terminó en el suelo, con un gran cansancio, casi aplastado por el cofre de su lomo. Fue suficiente, la ser de luz se decidió a disparar su flecha. El estado natural estaba siendo muy salvaje, árboles estrellándose con otros, la tierra temblando hasta el punto que las aves tuvieron que abandonar sus hogares, e incluso, los cadáveres escondidos dentro de los arbustos emergieron de repente, notándose que Forjed era un genocida, los mataba por sus creencias a los dioses de la naturaleza, algo así como los elfos, pero a un extremo.
Todo se detuvo, definitivamente hubo calma. el silencio se apoderó del acto. El musculoso abrió lentamente los ojos, y lo primero que vio, fue al contrincante petrificado, con su boca abierta, y no sólo eso, si no que también su cuerpo no tardó en prenderse fuego; la piel se le incineró. -¿Qué diablos...?-Preguntó, más que sorprendido, confundido sobre quién hizo el último movimiento. Giró su cabeza y vio a nada más ni nada menos que la señorita, la cual asesinó a Forjed. El guerrero levantó una ceja, ahora preparando su desplazamiento hacia el eje de la muchacha. No tenía ni la menor idea de que la mujer se comunicaba por otro idioma, así que simplemente se encargó de hacerle una cuestión en el idioma general de Aerandir.
-¿Qué haces aqui?, ¿Quién te ha mandado?.-.
Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
(Cedo turno narrativo, no se me ocurre muy bien cómo continuar)
Nicolás Barbacero
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Lo que alcanzaba a ver de la batalla era realmente espeluznante, el enemigo parecía ser realmente imponente, invencible -¡¡Rayos!!- Exclamé mientras daba un golpe al piso ante la impotencia de no poder ayudar, mis compañeros hacían su mejor esfuerzo mientras yo me mantenía escondido como un cobarde, incluso el tigre, mascota de Sakun, había logrado colaborar en la batalla, todos aportaban su grano de arena.
Fue entonces cuando se llegó al climax de la batalla, el momento decisivo, la naturaleza misma parecía querer sacudirse al monstruo y la elfa acabaría siendo la mano ejecutora de esa voluntad, su última flecha fue lanzada directo al objetivo, neutralizando al enemigo en un único y efectivo golpe mortal que al final dejó petrificado al oponente, o peor aún, su piel parecía convertirse en algo parecido a ceniza que en instantes se envolvió en una combustión espontánea que hizo desaparecer el cuerpo en apenas unos segundos.
La chica, sin muchas fuerzas, no alcanzó a responder las preguntas del musculoso y se desplomó al suelo, yo por mi parte, me revolví en el pequeño túnel donde me había trepado para poder observar, y volví a donde se encontraban las mujeres -Muy bien señoritas, es tiempo de irse, su héroe las espera ahí afuera junto a la elfa- Dije mientras las instaba a abandonar la cueva en dirección a donde se encontraban Sakun y Nicolas, quienes ahora se encargarían de sacar del pantano a las sobrevivientes junto al cofre; caminé con ellas casi hasta la entrada de la cueva, pero justo antes me detuve, dejando que avanzaran hasta que finalmente en un descuido, aproveché las sombras de la cueva para desvanecerme entre ellas y desaparecer de su vista como si fuera un fantasma.
Por ahora, debía permanecer refugiado en la cueva hasta el anochecer, solo entonces podría salir, y aunque estaría solo y sería más peligroso, era mi única opción ahora que el día me había tomado por sorpresa, incluso, tenía la esperanza de encontrar a Gameiro en algún lugar...
Fue entonces cuando se llegó al climax de la batalla, el momento decisivo, la naturaleza misma parecía querer sacudirse al monstruo y la elfa acabaría siendo la mano ejecutora de esa voluntad, su última flecha fue lanzada directo al objetivo, neutralizando al enemigo en un único y efectivo golpe mortal que al final dejó petrificado al oponente, o peor aún, su piel parecía convertirse en algo parecido a ceniza que en instantes se envolvió en una combustión espontánea que hizo desaparecer el cuerpo en apenas unos segundos.
La chica, sin muchas fuerzas, no alcanzó a responder las preguntas del musculoso y se desplomó al suelo, yo por mi parte, me revolví en el pequeño túnel donde me había trepado para poder observar, y volví a donde se encontraban las mujeres -Muy bien señoritas, es tiempo de irse, su héroe las espera ahí afuera junto a la elfa- Dije mientras las instaba a abandonar la cueva en dirección a donde se encontraban Sakun y Nicolas, quienes ahora se encargarían de sacar del pantano a las sobrevivientes junto al cofre; caminé con ellas casi hasta la entrada de la cueva, pero justo antes me detuve, dejando que avanzaran hasta que finalmente en un descuido, aproveché las sombras de la cueva para desvanecerme entre ellas y desaparecer de su vista como si fuera un fantasma.
Por ahora, debía permanecer refugiado en la cueva hasta el anochecer, solo entonces podría salir, y aunque estaría solo y sería más peligroso, era mi única opción ahora que el día me había tomado por sorpresa, incluso, tenía la esperanza de encontrar a Gameiro en algún lugar...
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
El muchacho se quedó esperando la respuesta, cruzado de brazos y mirándola seriamente, como siempre, como a todos. La elfa simplemente cayó suavemente contra el suelo, algo que ni él se lo esperaba. No hubo ningún comentario al respecto, sólo se quedó viendo el cuerpo por unos minutos, y sin importarle, giró su cabeza, viendo que la mascota se encontraba cansada, casi a punto de ser aplastada por el cofre tan pesado. Sin pensarlo dos veces, corrió hasta el pobre animal, se inclinó al lado del ser y usando toda la energía que había recuperado en la pequeña siesta, alzó el inmenso cofre. Zarpitas sintió muchísima libertad de movimiento, tanto que incluso saltó al cuerpo de su amo, alegre de que haya despertado.
Al parecer todo había terminado. Las llamas que incineraban a Forjed finalmente se apagaron, después de que otra brisa poderosa terminara con su sufrimiento, aunque... su negrizco color lo decía absolutamente todo. Los olores del difunto cuerpo empezaron a perfumar todo el lugar, incluso dentro de la cueva. Por otro lado, el sol se desaparecía lentamente, siendo cubierto por unas nubes grises y gruesas, que lo envolvieron de extremo a extremo. Un camino pareció brillar en los ojos de Sakun, estaba despejado de árboles y animales. En lo profundo de éste, se lograría ver las casas y cabañas. -Ya sé cómo salir de aquí...-Susurró por lo bajo.
Acto seguido, caminó hasta Nicolás para informarle de éste. -Podríamos ir por allí, es buena idea, así no debemos toparnos con gigantes de roca o jinetes asesinos.-Habló con tranquilidad. Las lianas se encargaron de tapar el firmamento, así ninguna luz del cielo se colaría por éstas. La oscuridad se apoderó del pantano, el anochecer ya estaba cerca, la misión también se había acabado, aunque... ¿Qué sucedió con Gameiro y Bio?, ¿acaso habrían muerto?.
Al parecer todo había terminado. Las llamas que incineraban a Forjed finalmente se apagaron, después de que otra brisa poderosa terminara con su sufrimiento, aunque... su negrizco color lo decía absolutamente todo. Los olores del difunto cuerpo empezaron a perfumar todo el lugar, incluso dentro de la cueva. Por otro lado, el sol se desaparecía lentamente, siendo cubierto por unas nubes grises y gruesas, que lo envolvieron de extremo a extremo. Un camino pareció brillar en los ojos de Sakun, estaba despejado de árboles y animales. En lo profundo de éste, se lograría ver las casas y cabañas. -Ya sé cómo salir de aquí...-Susurró por lo bajo.
Acto seguido, caminó hasta Nicolás para informarle de éste. -Podríamos ir por allí, es buena idea, así no debemos toparnos con gigantes de roca o jinetes asesinos.-Habló con tranquilidad. Las lianas se encargaron de tapar el firmamento, así ninguna luz del cielo se colaría por éstas. La oscuridad se apoderó del pantano, el anochecer ya estaba cerca, la misión también se había acabado, aunque... ¿Qué sucedió con Gameiro y Bio?, ¿acaso habrían muerto?.
Sakun
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Re: Recuperando lo perdido [Interpretativo] [Libre] [4/4]
Todo sucedió a la velocidad del relámpago.
Los furiosos puños del salvaje contra su cuerpo.
Las sangre que manaba de numerosas heridas.
El dolor de la contienda.
Una flecha refulgente atravesó la espesura e, imitando a su predecesora, se incrustó profundamente en el cuerpo de la aberración, causando su combustión instantánea.
Nicolás, que apenas había logrado zafarse del efecto purificador de las llamas, revisó sus alrededores en busca de su divina interventora, y a lo lejos pudo divisar la figura de una elfa.
Los rescoldos de lo que antaño había sido un bravo contendiente se apagaban rápidamente, y la mujer se acercó más al grupo.
Parecía una de las prisioneras a las que había liberado anteriormente.
El ex-gladiador no podía dar crédito de la suerte que habían tenido. Quién sabe cómo podría haber acabado todo de no haber sido por aquella valiente elfa.
Sakun parecía encontrarse también en relativo buen estado, magullado y con contusiones, pero vivo.
Mil gracias, valiente. Sin ti probablemente... Antes de poder acabar su frase la mujer se desplomó sobre el suelo forestal.
El resto de prisioneras se acercaban desde entre la arboleda, pero seguía sin verse ni a Bio ni a Gameiro.
El regreso a la ciudad probablemente sería más ligero ahora que se habían librado de tantas entidades malignas.
Los furiosos puños del salvaje contra su cuerpo.
Las sangre que manaba de numerosas heridas.
El dolor de la contienda.
Una flecha refulgente atravesó la espesura e, imitando a su predecesora, se incrustó profundamente en el cuerpo de la aberración, causando su combustión instantánea.
Nicolás, que apenas había logrado zafarse del efecto purificador de las llamas, revisó sus alrededores en busca de su divina interventora, y a lo lejos pudo divisar la figura de una elfa.
Los rescoldos de lo que antaño había sido un bravo contendiente se apagaban rápidamente, y la mujer se acercó más al grupo.
Parecía una de las prisioneras a las que había liberado anteriormente.
El ex-gladiador no podía dar crédito de la suerte que habían tenido. Quién sabe cómo podría haber acabado todo de no haber sido por aquella valiente elfa.
Sakun parecía encontrarse también en relativo buen estado, magullado y con contusiones, pero vivo.
Mil gracias, valiente. Sin ti probablemente... Antes de poder acabar su frase la mujer se desplomó sobre el suelo forestal.
El resto de prisioneras se acercaban desde entre la arboleda, pero seguía sin verse ni a Bio ni a Gameiro.
El regreso a la ciudad probablemente sería más ligero ahora que se habían librado de tantas entidades malignas.
Nicolás Barbacero
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- 1 punto de conocimiento antiguo (lenguas) para Bio por su uso del élfico para salir de una situación peliaguda.
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Othel
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