Resurreción. (Libre). [Cerrado]
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
El extraño ritual continua sin pausa, menuda forma de reafirmar la estupidez humana. Eventualmente Chimar toma un papel de seguidor dejando el liderato del avance a Niniel, si fuera una decisión personal hubiera preferido quedarse bastante lejos del centro. El grupo enemigo parece limitado y fácil de vencer pero la presencia de magia complica todo, no es buena idea jugar con fuego.
No tienes que decirlo dos veces.
Murmura a modo de respuesta, no se necesita tener una afinidad racial energética para saber que ese altar significa problemas. Los humanos tienen malas experiencias con fuerzas arcanas peligrosas, la historia confirma tal aseveración. Digamos que cuando aparece una magia desconocida en medio de cierto pueblo y no tienes manera de entenderle a cabalidad las cosas se complican.
El dúo sigue avanzando con sigilo y varios pasos después se encuentran con Alanna y su padre, tienen la misma expresión en el rostro. Ahora solo falta el enano brujo pero conociéndole no debe estar muy lejos, ese niño sabe varias cosas sobre acechar. Probablemente haga una entrada memorable asesinando algunos acólitos, eso o quizás use un poco de magia ilusoria vistosa.
No sé ustedes pero me gustaría eliminar al sacerdote antes de que termine el ritual.
Maquiavelo tiene razón, nada bueno sale al final de oraciones fanáticas. Solo hace falta pegarle un vistazo a las extrañas pinturas que decoran esa rotunda, que aparezca un calamar gigante no es bueno para nadie. En ese momento un ruido conocido aparece fugazmente, el silbido secreto de los Gorriones. Es obvio que Demian está a punto de mover pieza, sin duda hará algo digno de recordarse.
Algo me dice que mi hermano hará una jugada interesante, no se asusten jeje.
Como si se tratara de la advertencia de un profeta las palabras se hacen realidad, menuda forma de llamar la atención. Una criatura extraña sale del techo, emerge por la pintura más resaltada. Es enorme y llena de detalles, el pequeño brujo se ha superado esta vez. Chimar sonríe, alguien logro mejorar sus habilidades. Se debe hacer esfuerzo para no sentir miedo, si el niño inventor hubiera sido pillado por sorpresa estaría decorando el suelo desmayado.
Los seguidores menores del ritual estallan en un frenético terror, parece que el truco funciona. Lastimosamente el líder continua su cantar sin inmutarse, algo desconcertante como mínimo. Claramente este último no se traga la treta y eso es peligroso, puede arruinar todo el plan. Los miedos se materializan cuando el individuo inicia un dialogo al aire, la estratagema termina siendo inefectiva.
Rayos…
El ritual finaliza y como movida final los dos seguidores acaban siendo sacrificados, nada bueno se vislumbra en el horizonte. Lo siguiente ocurre rápido, todo un espectáculo de fuerzas mágicas. El joven inventor se cubre el rostro para no tragar polvo mientras detalla lo que puede, que manera de afirmar un punto. La manifestación no dura mucho y todo termina con algunas nuevas palabras del único enemigo.
Pero que…
En un giro nuevo de acontecimientos el sujeto acaba siendo asesinado por la mujer reanimada, esto se pone feo. El cuerpo muerto que ahora camina y habla se ha convertido en una entidad de algún tipo, algo poderoso. Si bien por el momento parece estar atrapada en un círculo invisible eso no durara ya que pone todos sus esfuerzos en liberarse, es tiempo de que el “equipo de apoyo” actué.
Chicos se escuchan sugerencias…
Maquiavelo es bueno en muchas cosas pero la magia no es una de ellas, dicho tópico se le escapa soberanamente. Conoce algunos conceptos básicos por supuesto pero no es algo que domine ni siquiera teóricamente, está claro que deberá seguir instrucciones de individuos más empapados en el tema. Es molesto pero ya será necesario obtener una tutela científica más adelante, especialmente con el nivel de situaciones extrañas que el grupo atrae.
¡¡Cuidado!!
El niño rueda por el suelo esquivando un tentáculo de agua, están en el punto de mira. Apunta y dispara su ballesta pero el proyectil es detenido por una barrera acuosa, las cosas normales no sirven en contra de esta mujer. Si en un estado de confinamiento puede dar problemas su potencial viable una vez libre resulta atemorizante, la batalla será dura. En un punto la criatura de cuerpo femenino se ríe e inicia su propia convocación.
Sirve mi voluntad.
Una masa de agua con forma relativamente humanoide aparece fuera de la barrera, no se mueve aunque está claro que pronto lo hará. Chimar prepara una estrategia pero cierto ataque lo pone a volar, cuando se da cuenta esta en el suelo a varios metros de su posición inicial. Con dificultad intenta reincorporarse, debe aplicar un poco de ciencia explosiva antes de que sea muy tarde.
No tienes que decirlo dos veces.
Murmura a modo de respuesta, no se necesita tener una afinidad racial energética para saber que ese altar significa problemas. Los humanos tienen malas experiencias con fuerzas arcanas peligrosas, la historia confirma tal aseveración. Digamos que cuando aparece una magia desconocida en medio de cierto pueblo y no tienes manera de entenderle a cabalidad las cosas se complican.
El dúo sigue avanzando con sigilo y varios pasos después se encuentran con Alanna y su padre, tienen la misma expresión en el rostro. Ahora solo falta el enano brujo pero conociéndole no debe estar muy lejos, ese niño sabe varias cosas sobre acechar. Probablemente haga una entrada memorable asesinando algunos acólitos, eso o quizás use un poco de magia ilusoria vistosa.
No sé ustedes pero me gustaría eliminar al sacerdote antes de que termine el ritual.
Maquiavelo tiene razón, nada bueno sale al final de oraciones fanáticas. Solo hace falta pegarle un vistazo a las extrañas pinturas que decoran esa rotunda, que aparezca un calamar gigante no es bueno para nadie. En ese momento un ruido conocido aparece fugazmente, el silbido secreto de los Gorriones. Es obvio que Demian está a punto de mover pieza, sin duda hará algo digno de recordarse.
Algo me dice que mi hermano hará una jugada interesante, no se asusten jeje.
Como si se tratara de la advertencia de un profeta las palabras se hacen realidad, menuda forma de llamar la atención. Una criatura extraña sale del techo, emerge por la pintura más resaltada. Es enorme y llena de detalles, el pequeño brujo se ha superado esta vez. Chimar sonríe, alguien logro mejorar sus habilidades. Se debe hacer esfuerzo para no sentir miedo, si el niño inventor hubiera sido pillado por sorpresa estaría decorando el suelo desmayado.
Los seguidores menores del ritual estallan en un frenético terror, parece que el truco funciona. Lastimosamente el líder continua su cantar sin inmutarse, algo desconcertante como mínimo. Claramente este último no se traga la treta y eso es peligroso, puede arruinar todo el plan. Los miedos se materializan cuando el individuo inicia un dialogo al aire, la estratagema termina siendo inefectiva.
Rayos…
El ritual finaliza y como movida final los dos seguidores acaban siendo sacrificados, nada bueno se vislumbra en el horizonte. Lo siguiente ocurre rápido, todo un espectáculo de fuerzas mágicas. El joven inventor se cubre el rostro para no tragar polvo mientras detalla lo que puede, que manera de afirmar un punto. La manifestación no dura mucho y todo termina con algunas nuevas palabras del único enemigo.
Pero que…
En un giro nuevo de acontecimientos el sujeto acaba siendo asesinado por la mujer reanimada, esto se pone feo. El cuerpo muerto que ahora camina y habla se ha convertido en una entidad de algún tipo, algo poderoso. Si bien por el momento parece estar atrapada en un círculo invisible eso no durara ya que pone todos sus esfuerzos en liberarse, es tiempo de que el “equipo de apoyo” actué.
Chicos se escuchan sugerencias…
Maquiavelo es bueno en muchas cosas pero la magia no es una de ellas, dicho tópico se le escapa soberanamente. Conoce algunos conceptos básicos por supuesto pero no es algo que domine ni siquiera teóricamente, está claro que deberá seguir instrucciones de individuos más empapados en el tema. Es molesto pero ya será necesario obtener una tutela científica más adelante, especialmente con el nivel de situaciones extrañas que el grupo atrae.
¡¡Cuidado!!
El niño rueda por el suelo esquivando un tentáculo de agua, están en el punto de mira. Apunta y dispara su ballesta pero el proyectil es detenido por una barrera acuosa, las cosas normales no sirven en contra de esta mujer. Si en un estado de confinamiento puede dar problemas su potencial viable una vez libre resulta atemorizante, la batalla será dura. En un punto la criatura de cuerpo femenino se ríe e inicia su propia convocación.
Sirve mi voluntad.
Una masa de agua con forma relativamente humanoide aparece fuera de la barrera, no se mueve aunque está claro que pronto lo hará. Chimar prepara una estrategia pero cierto ataque lo pone a volar, cuando se da cuenta esta en el suelo a varios metros de su posición inicial. Con dificultad intenta reincorporarse, debe aplicar un poco de ciencia explosiva antes de que sea muy tarde.
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
La cosa pintaba fea desde su posición, el hombre a su lado, aquel que se hacia llamar su padre, aquel a quien sus inferiores llamaban cuervo, temblando al pronunciar el nombre, aquel que un día la hacía sonreír mientras la lanzaba al aire prometiéndole que algún día le saldrían alas para surcar los cielos, el mismo que la había abandonado y roto en trozos que había tenido que volver a unir sola, usando clavos que la hacían sangrar con aun mayor profundidad, tampoco parecía seguro de lo que sucedía.
Alanna tragó saliva desde su posición, y mantuvo las dagas pegadas a su cuerpo, mientras abría despacio uno de sus botecillos de veneno, no le gustaba usarlos en las armas, sabía que, si erraba un golpe, si su daga la rozaba a ella aunque fuera de forma ínfima, era probable que el veneno la afectase igual que a sus enemigos, sin embargo, si algo tenía claro Alanna, era que situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y que si para salvar a toda la ciudad debía correr riesgos, lo haría. No se había hecho Guardia de Lunargenta por el sueldo, si lo hubiera hecho habría sido idiota, porque alto no era precisamente, si lo había hecho era para que quienes habitaban en Aerandir no tuvieran que sufrir atrocidades o perdidas como las que ella sufrió en su día, y llevaría eso hasta el ultimo extremo.
Tragó saliva mientras veía alzarse a la joven mujer tumbada en el altar, la voz del hombre retumbaba por la capilla haciendo que un nudo se formase en la garganta de la joven, pero solo cuando escucho ese tono sensual, cargado con el más puro de los males, proveniente del cuerpo de la mujer, sintió helarse su sangre. Ni hablar, no podía permitir que algo así sucediera, aunque le costase la vida, aunque para evitarlo tuviera que colaborar con la persona con el corazón más frío del cuarto.
Giró la cara para mirar por un instante al hombre de quien había heredado sus ojos, esos ojos castaños que tanto odiaba cuando se miraba al espejo, Sus ojos se cruzaron, esos pozos color café tan similares y con luces tan diferentes, unos plagados de luces opacadas por las sombras, otros acercándose al negro de la noche, parecieron, por primera vez en años, conectar un pensamiento, era necesario detener a esos locos.
Alanna tragó saliva y supo, en ese instante, que probablemente su siguiente movimiento fuera cometer suicidio, pero era lo único que podía hacer, el tipo estaba desprotegido, era el canal que proporcionaba el poder que necesitaba la mujer. Se levantó dispuesta a salir de su escondite cuando un temblor la hizo volver al suelo. A su lado, el cuervo cubrió los hombros de su hija de modo protector, con una mirada seria clavada en lo que fuera que comenzaba a moverse. La guarda no percibió el gesto protector, que se retiró instantes después de que la joven recuperase el equilibrio, fijando, como estaba, su vista en el enorme ser de agua que comenzaba a surgir con la voz de la mujer.
Sus ordenes, ese monstruo de agua era cosa de ella, y si se trataba de una invocación, y lo que había leído en libros no se equivocaba, para acabar con ella, deberían acabar con quien la manejaba. Era un circulo vicioso que se complicaba a cada segundo, no podían perder más tiempo, y aunque usualmente la Gata era sigilosa y su mejor táctica era la desaparición, era la que más posibilidades de sus aliados tenía de resistir los golpes.
- Os serviré de distracción, mientras se concentran en atacarme, id a por ellos, destrozad a la mujer.- susurró.
Dispuesta a salir, se vio retenida por la mano del Cuervo, que la miraba con seriedad y se levantó junto a ella. Giró a sus compañeros y en un susurro expresó su intención de ayudar a su hija. Alanna quiso protestar, no era una niña, podía sola, estuvo, incluso, dispuesta a lanzarle una pulla, pero no había tiempo, el ente empezaba a moverse, y cuanto más tardasen en actuar distraer a la mujer, pero sería el resultado.
Por ello, ignorando al hombre que una vez consideró su padre, aceptando en silencio una ayuda que no pensaba necesitar, y dejando la tarea de acabar con el peligro a sus amigos, confiando en ellos de modo ciego, sabiendo que, mientras ella se llevase los golpes, los demás no saldrían heridos, salió al campo de batalla lanzando una de sus dagas envenenadas a la mujer, logrando rozar su mejilla. Su daga volvió a ella sin que la joven entendiera como, hasta que vio el brillo de un cable en la empuñadura y al Cuervo moviendo la mano mientras la mujer se giraba tocando su mejilla herida con parsimonia.
- No dejes ir tus armas, son tu única posibilidad de salir con vida.- advirtió el hombre con tono paternal, como si volvieran a estar en la granja de su juventud.
Alanna no hizo gesto alguno, sabía que tenía razón, pero su obstinado orgullo le impedía actuar de modo frío, sin embargo, los ojos de la mujer que reflejaron el más profundo odio frío, a devolvieron a la realidad, con un escalofrío recorriendo su espalda. Alanna solo esperaba que esa herida con la daga envenenada y su reciente despertar fuera lo suficiente para que, al menos, su poder se tambalease y les diera una oportunidad de salir de allí con vida.
Alanna tragó saliva desde su posición, y mantuvo las dagas pegadas a su cuerpo, mientras abría despacio uno de sus botecillos de veneno, no le gustaba usarlos en las armas, sabía que, si erraba un golpe, si su daga la rozaba a ella aunque fuera de forma ínfima, era probable que el veneno la afectase igual que a sus enemigos, sin embargo, si algo tenía claro Alanna, era que situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y que si para salvar a toda la ciudad debía correr riesgos, lo haría. No se había hecho Guardia de Lunargenta por el sueldo, si lo hubiera hecho habría sido idiota, porque alto no era precisamente, si lo había hecho era para que quienes habitaban en Aerandir no tuvieran que sufrir atrocidades o perdidas como las que ella sufrió en su día, y llevaría eso hasta el ultimo extremo.
Tragó saliva mientras veía alzarse a la joven mujer tumbada en el altar, la voz del hombre retumbaba por la capilla haciendo que un nudo se formase en la garganta de la joven, pero solo cuando escucho ese tono sensual, cargado con el más puro de los males, proveniente del cuerpo de la mujer, sintió helarse su sangre. Ni hablar, no podía permitir que algo así sucediera, aunque le costase la vida, aunque para evitarlo tuviera que colaborar con la persona con el corazón más frío del cuarto.
Giró la cara para mirar por un instante al hombre de quien había heredado sus ojos, esos ojos castaños que tanto odiaba cuando se miraba al espejo, Sus ojos se cruzaron, esos pozos color café tan similares y con luces tan diferentes, unos plagados de luces opacadas por las sombras, otros acercándose al negro de la noche, parecieron, por primera vez en años, conectar un pensamiento, era necesario detener a esos locos.
Alanna tragó saliva y supo, en ese instante, que probablemente su siguiente movimiento fuera cometer suicidio, pero era lo único que podía hacer, el tipo estaba desprotegido, era el canal que proporcionaba el poder que necesitaba la mujer. Se levantó dispuesta a salir de su escondite cuando un temblor la hizo volver al suelo. A su lado, el cuervo cubrió los hombros de su hija de modo protector, con una mirada seria clavada en lo que fuera que comenzaba a moverse. La guarda no percibió el gesto protector, que se retiró instantes después de que la joven recuperase el equilibrio, fijando, como estaba, su vista en el enorme ser de agua que comenzaba a surgir con la voz de la mujer.
Sus ordenes, ese monstruo de agua era cosa de ella, y si se trataba de una invocación, y lo que había leído en libros no se equivocaba, para acabar con ella, deberían acabar con quien la manejaba. Era un circulo vicioso que se complicaba a cada segundo, no podían perder más tiempo, y aunque usualmente la Gata era sigilosa y su mejor táctica era la desaparición, era la que más posibilidades de sus aliados tenía de resistir los golpes.
- Os serviré de distracción, mientras se concentran en atacarme, id a por ellos, destrozad a la mujer.- susurró.
Dispuesta a salir, se vio retenida por la mano del Cuervo, que la miraba con seriedad y se levantó junto a ella. Giró a sus compañeros y en un susurro expresó su intención de ayudar a su hija. Alanna quiso protestar, no era una niña, podía sola, estuvo, incluso, dispuesta a lanzarle una pulla, pero no había tiempo, el ente empezaba a moverse, y cuanto más tardasen en actuar distraer a la mujer, pero sería el resultado.
Por ello, ignorando al hombre que una vez consideró su padre, aceptando en silencio una ayuda que no pensaba necesitar, y dejando la tarea de acabar con el peligro a sus amigos, confiando en ellos de modo ciego, sabiendo que, mientras ella se llevase los golpes, los demás no saldrían heridos, salió al campo de batalla lanzando una de sus dagas envenenadas a la mujer, logrando rozar su mejilla. Su daga volvió a ella sin que la joven entendiera como, hasta que vio el brillo de un cable en la empuñadura y al Cuervo moviendo la mano mientras la mujer se giraba tocando su mejilla herida con parsimonia.
- No dejes ir tus armas, son tu única posibilidad de salir con vida.- advirtió el hombre con tono paternal, como si volvieran a estar en la granja de su juventud.
Alanna no hizo gesto alguno, sabía que tenía razón, pero su obstinado orgullo le impedía actuar de modo frío, sin embargo, los ojos de la mujer que reflejaron el más profundo odio frío, a devolvieron a la realidad, con un escalofrío recorriendo su espalda. Alanna solo esperaba que esa herida con la daga envenenada y su reciente despertar fuera lo suficiente para que, al menos, su poder se tambalease y les diera una oportunidad de salir de allí con vida.
Alanna Delteria
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
Níniel no podía acabar de creerse lo que estaba viendo ante sus ojos por muy real que fuera, tan real que ponía su vida y la de todos cuantos allí se encontraban en peligro y que tornaba en insignificantes los enfrentados con anterioridad por culpa de esos fragmentos y aquel extraño y violento culto. ¿Realmente había funcionado?. ¿No era el paripé de un charlatán con ansias de poder o algún tipo de magia oscura?. ¿Que era exactamente lo que tenían delante?. Por desgracia que la peliblanca se lo creyera o no carecía de importancia, como bien demostró un proyectil de agua disparado a tal velocidad que hizo un agujero en la columna tras la cual se refugiaba, desfigurando una de las figuras decorativas del templo de un tritón de dientes finos como agujas. Había sido prácticamente como un virote de ballesta y de no haber estado a cubierto... Aquello no obstante sirvió para que Níniel abandonara el mundo de las preguntas sin respuesta y regresará de entre las brumas de la ignorancia.
-Está claro que actúa como un brujo tensai de agua.- Acertó a decir, descubriendo que tomándolo como algo así incluso parecía que tuvieran alguna posibilidad de vencer. Níniel desde pequeña siempre había sido muy sensible al maná por eso fue escogida para ser sacerdotisa, podía notar como el Leviathan lo acumulaba y usaba con cada uno de sus ataques. Por desgracia salvo para agachar la cabeza antes de perderla y para darse cuenta del gran poder de su enemigo no resultaba especialmente útil en aquella situación. -Parece que su cuerpo de carne y hueso es tan frágil como cualquiera de los nuestros. Mirad su mano, se quemó al tocar la barrera del círculo mágico del suelo y no se ha recuperado. Aunque no creo que que vaya a retenerla mucho más, se debilita rápidamente- Añadió poniendo punto y final con aquello a sus observaciones pues nada más podía añadir, acabando de hablar justo a tiempo para volver a ponerse a cubierto y evitar que el látigo de agua que Chimar había logrado esquivar la golpeara a ella.
El joven inventor disparó su ballesta y a pesar de que el disparo iba perfectamente dirigido no hizo blanco al ser detenido por una barrera líquida que no hacía si no ponerles las cosas mucho más difíciles al recién formado escuadrón de la guardia de Lunargenta, aunque no fue del todo inútil...Un ser invulnerable no se molesta en generar escudos y barreras...La idea de Níniel sobre su vulnerabilidad parecía confirmarse como cierta tan solo unos instantes después de ser postulada.
Ya fuera por el disparo del chico o por el escaso éxito que estaba teniendo con sus ataques a distancia desde su prisión, el Leviathan optó tras aquello por un cambio de táctica. Demostrando que aún se guardaba trucos bajo la manga acumuló una gran cantidad de agua fuera de la barrera que tomó una forma provista de cierta humanidad. Su plan era evidente, se trataba de lo que los elfos llamaban "Un familiar" una criatura afín animada que obedecía las órdenes del conjurador. Algunas de sus hermanas podían hacer algo similar. Barreras, familiares, ataques a distancia...¿Tenía acaso algún punto ciego?, parecía que no o al menos la sacerdotisa no era capaz de encontrarlo, al menos hasta que Alanna hizo su movimiento.
A diferencia del proyectil de Chimar, Alanna, con un arma más pesada que un virote y mucho más lenta, logró herirla en la mejilla sin que la barrera acuosa lo impidiera antes de comenzar a hacer de señuelo, lo cual consiguió pues aquella herida logró enfadar al Leviathan que pasó a concentrar todos sus ataques sobre la gata. Ante aquello la peliblanca lanzó una mirada a Chimar esperando encontrarse con la suya y ver en ella que había llegado a la misma conclusión. Aquella barrera debía de estar creada para evitar proyectiles tales como virotes o flechas, pero si algo la atravesaba a menor velocidad no era capaz de detenerlo. ¿Pero qué podían usar?. Había piedras por el lugar desprendidas de la estructura, una piedra bien lanzada podía matar a una persona aunque Níniel dudaba que tuviera fuerza suficiente para algo así. Quizá podrían. no lanzarle una piedra, si no hacer que cayera sobre ella...
En ese momento Níniel tuvo una idea y aprovechando la distracción de Alanna volvió a esconderse tras su fiel columna y comenzó a buscar en su bolso su cajita de viales. La mayoría de sus pociones eran preparados destinados a sanar heridas, infecciones y venenos, a restablecer las fuerzas o mejorar las aptitudes en algún campo de quien las ingería, desde la magia hasta la fuerza, pasando por la muy útil poción de "ojo nocturno". No obstante la alquimia era capaz de mucho más. Desde usos tan cercanos a la creación de venenos como eran los polvos somníferos y su contraparte, hasta la creación de compuestos volátiles que harían jurar a más de un profano que un brujo de fuego estaba cerca.
Para ello sacó de la cajita un pequeño frasco que contenía una pequeña cantidad de un polvo amarillento. Era polvo de un mineral conocido por su gente como Ëi-Fial y del que a veces podían encontrarse pequeños depósitos bajo las raíces de algunos árboles en Sandorai y en los bosques cercanos. Por sí mismo resultaba un polvo inocuo salvo que se le acercara una llama, en cuyo caso ardía con intensidad, también servia para hacer frente a las dolencias cardíacas. El polvo lo añadido allí mismo en otro vial a la inflamable esencia de un corazón de corona sangrante, un hongo con propiedades vinculadas a la resistencia mágica que crece en las cuevas y cavernas, lugares suficientemente húmedos y oscuros como para favorecer su desarrollo. Todo ello mezclado con el alcohol concentrado que la elfa usaba para tratar algunas heridas daban como resultado un cóctel extremádamente inflamable, como pronto iba a comprobar el Leviathan. Hecha la mezcla Níniel rasgó un trozo de la manga de su túnica y la colocó de modo que parte de la tela quedara empapada dentro del líquido inflamable y encendió el otro extremo de la tela en una de las cercanas antorchas. Esperando que al igual que con la daga de Alanna la barrera no detuviera su pequeño artefacto incendiario la peliblanca lo lanzó contra su enemigo distraído.
-Está claro que actúa como un brujo tensai de agua.- Acertó a decir, descubriendo que tomándolo como algo así incluso parecía que tuvieran alguna posibilidad de vencer. Níniel desde pequeña siempre había sido muy sensible al maná por eso fue escogida para ser sacerdotisa, podía notar como el Leviathan lo acumulaba y usaba con cada uno de sus ataques. Por desgracia salvo para agachar la cabeza antes de perderla y para darse cuenta del gran poder de su enemigo no resultaba especialmente útil en aquella situación. -Parece que su cuerpo de carne y hueso es tan frágil como cualquiera de los nuestros. Mirad su mano, se quemó al tocar la barrera del círculo mágico del suelo y no se ha recuperado. Aunque no creo que que vaya a retenerla mucho más, se debilita rápidamente- Añadió poniendo punto y final con aquello a sus observaciones pues nada más podía añadir, acabando de hablar justo a tiempo para volver a ponerse a cubierto y evitar que el látigo de agua que Chimar había logrado esquivar la golpeara a ella.
El joven inventor disparó su ballesta y a pesar de que el disparo iba perfectamente dirigido no hizo blanco al ser detenido por una barrera líquida que no hacía si no ponerles las cosas mucho más difíciles al recién formado escuadrón de la guardia de Lunargenta, aunque no fue del todo inútil...Un ser invulnerable no se molesta en generar escudos y barreras...La idea de Níniel sobre su vulnerabilidad parecía confirmarse como cierta tan solo unos instantes después de ser postulada.
Ya fuera por el disparo del chico o por el escaso éxito que estaba teniendo con sus ataques a distancia desde su prisión, el Leviathan optó tras aquello por un cambio de táctica. Demostrando que aún se guardaba trucos bajo la manga acumuló una gran cantidad de agua fuera de la barrera que tomó una forma provista de cierta humanidad. Su plan era evidente, se trataba de lo que los elfos llamaban "Un familiar" una criatura afín animada que obedecía las órdenes del conjurador. Algunas de sus hermanas podían hacer algo similar. Barreras, familiares, ataques a distancia...¿Tenía acaso algún punto ciego?, parecía que no o al menos la sacerdotisa no era capaz de encontrarlo, al menos hasta que Alanna hizo su movimiento.
A diferencia del proyectil de Chimar, Alanna, con un arma más pesada que un virote y mucho más lenta, logró herirla en la mejilla sin que la barrera acuosa lo impidiera antes de comenzar a hacer de señuelo, lo cual consiguió pues aquella herida logró enfadar al Leviathan que pasó a concentrar todos sus ataques sobre la gata. Ante aquello la peliblanca lanzó una mirada a Chimar esperando encontrarse con la suya y ver en ella que había llegado a la misma conclusión. Aquella barrera debía de estar creada para evitar proyectiles tales como virotes o flechas, pero si algo la atravesaba a menor velocidad no era capaz de detenerlo. ¿Pero qué podían usar?. Había piedras por el lugar desprendidas de la estructura, una piedra bien lanzada podía matar a una persona aunque Níniel dudaba que tuviera fuerza suficiente para algo así. Quizá podrían. no lanzarle una piedra, si no hacer que cayera sobre ella...
En ese momento Níniel tuvo una idea y aprovechando la distracción de Alanna volvió a esconderse tras su fiel columna y comenzó a buscar en su bolso su cajita de viales. La mayoría de sus pociones eran preparados destinados a sanar heridas, infecciones y venenos, a restablecer las fuerzas o mejorar las aptitudes en algún campo de quien las ingería, desde la magia hasta la fuerza, pasando por la muy útil poción de "ojo nocturno". No obstante la alquimia era capaz de mucho más. Desde usos tan cercanos a la creación de venenos como eran los polvos somníferos y su contraparte, hasta la creación de compuestos volátiles que harían jurar a más de un profano que un brujo de fuego estaba cerca.
Para ello sacó de la cajita un pequeño frasco que contenía una pequeña cantidad de un polvo amarillento. Era polvo de un mineral conocido por su gente como Ëi-Fial y del que a veces podían encontrarse pequeños depósitos bajo las raíces de algunos árboles en Sandorai y en los bosques cercanos. Por sí mismo resultaba un polvo inocuo salvo que se le acercara una llama, en cuyo caso ardía con intensidad, también servia para hacer frente a las dolencias cardíacas. El polvo lo añadido allí mismo en otro vial a la inflamable esencia de un corazón de corona sangrante, un hongo con propiedades vinculadas a la resistencia mágica que crece en las cuevas y cavernas, lugares suficientemente húmedos y oscuros como para favorecer su desarrollo. Todo ello mezclado con el alcohol concentrado que la elfa usaba para tratar algunas heridas daban como resultado un cóctel extremádamente inflamable, como pronto iba a comprobar el Leviathan. Hecha la mezcla Níniel rasgó un trozo de la manga de su túnica y la colocó de modo que parte de la tela quedara empapada dentro del líquido inflamable y encendió el otro extremo de la tela en una de las cercanas antorchas. Esperando que al igual que con la daga de Alanna la barrera no detuviera su pequeño artefacto incendiario la peliblanca lo lanzó contra su enemigo distraído.
Subrayado el uso de la profesión alquimia.
Níniel Thenidiel
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
La situación es desesperante como mínimo, menuda complicación. La mujer desnuda todopoderosa parece tener un repertorio de técnicas que opacaría al mejor brujo de las islas, si a eso le sumamos energía ilimitada se puede deducir la intensidad del problema rápidamente. Sea como sea el objetivo es claro, eliminar la extraña entidad antes de que cause más daño y destruya el mundo… lo típico.
Alanna decide “jugar” con el elemental de agua, un curso de acción bastante aceptable pues es la más dura del equipo. Obviamente ahora queda para los demás la criatura indefinida... visto en retrospectiva no era el camino más aceptable pero se inventa sobre la marcha. Con su arma de proyectiles inutilizada el niño queda indefenso, solo puede utilizar su ingenio para encontrar una solución rápida.
Extrañamente una de las armas arrojadizas utilizadas por la guarda logra herir ligeramente al objetivo, algo revelador. Al parecer los objetos pesados si pueden atravesar la barrera acuosa, el punto a favor es masa y no velocidad. Maquiavelo medita esto como puede a la vez que intercambia miradas con Niniel, quizás se pueda derrotar a la extraña manifestación sobrenatural usando el ingenio.
El chico inventor intenta idear algo pero nota que su amiga elfa se le adelanta, por alguna razón encuentra dicha situación un poco frustrante. Cuando supera el pensamiento infantil descubre cierto tentáculo que tiene como objetivo a la peliblanca, hora de hacerse el héroe. Sin demasiadas opciones decide recibir el latigazo para que Niniel no vea interrumpida su táctica, poco después se puede ver al chico volar nuevamente por los aires.
Espero que haya servido de algo…
Dice con dificultad mientras se levanta de un salto, justo a tiempo para ver la estrategia final en acción. Es un inventor y puede deducir el funcionamiento de algo con solo observarlo, obviamente ese frasco es un explosivo. Brillante deducción que resulta más fácil de lo previsto… en pocas palabras solo las cosas que hacen “boom” llevan mecha. Instintivamente pega su mejor salto lateral para protegerse en una cobertura improvisada.
No conocía ese lado tuyo Nin... creo que estoy enamorado.
Dice de una manera espontánea, tan fuera de lugar que el mismo se sorprende. Chimar no es muy dado a expresar cuestiones de afecto directo, simplemente es algo que no domina bien. Al final su mente calculadora busca respuesta, tal vez es la adrenalina, toda la cadena de acontecimientos, la criatura con pechos grandes descubiertos… niega con la cabeza instintivamente... debe ser la adrenalina.
¿Dije enamorado? Yo… yo… me refería a tu habilidad, si tu habilidad… mejor olvida que eso salió de mi boca…
Menudo momento para ponerse con tonterías pero cuando la vida corre peligro se cometen los errores más garrafales, lo mejor será dejar el tema y que la memoria haga su trabajo al final borrándolo todo. Por ahora tienen problemas más grandes, problemas sin un final visible. Poco después se escucha una explosión y cierto grito de ira, hubiera sido una buena noticia de no ser por los numerosos tentáculos que comenzaron a convulsionar en un frenesí extraño, alguien recibió daño o está bastante molesta.
Eso... ¿eso era parte del plan?
Alanna decide “jugar” con el elemental de agua, un curso de acción bastante aceptable pues es la más dura del equipo. Obviamente ahora queda para los demás la criatura indefinida... visto en retrospectiva no era el camino más aceptable pero se inventa sobre la marcha. Con su arma de proyectiles inutilizada el niño queda indefenso, solo puede utilizar su ingenio para encontrar una solución rápida.
Extrañamente una de las armas arrojadizas utilizadas por la guarda logra herir ligeramente al objetivo, algo revelador. Al parecer los objetos pesados si pueden atravesar la barrera acuosa, el punto a favor es masa y no velocidad. Maquiavelo medita esto como puede a la vez que intercambia miradas con Niniel, quizás se pueda derrotar a la extraña manifestación sobrenatural usando el ingenio.
El chico inventor intenta idear algo pero nota que su amiga elfa se le adelanta, por alguna razón encuentra dicha situación un poco frustrante. Cuando supera el pensamiento infantil descubre cierto tentáculo que tiene como objetivo a la peliblanca, hora de hacerse el héroe. Sin demasiadas opciones decide recibir el latigazo para que Niniel no vea interrumpida su táctica, poco después se puede ver al chico volar nuevamente por los aires.
Espero que haya servido de algo…
Dice con dificultad mientras se levanta de un salto, justo a tiempo para ver la estrategia final en acción. Es un inventor y puede deducir el funcionamiento de algo con solo observarlo, obviamente ese frasco es un explosivo. Brillante deducción que resulta más fácil de lo previsto… en pocas palabras solo las cosas que hacen “boom” llevan mecha. Instintivamente pega su mejor salto lateral para protegerse en una cobertura improvisada.
No conocía ese lado tuyo Nin... creo que estoy enamorado.
Dice de una manera espontánea, tan fuera de lugar que el mismo se sorprende. Chimar no es muy dado a expresar cuestiones de afecto directo, simplemente es algo que no domina bien. Al final su mente calculadora busca respuesta, tal vez es la adrenalina, toda la cadena de acontecimientos, la criatura con pechos grandes descubiertos… niega con la cabeza instintivamente... debe ser la adrenalina.
¿Dije enamorado? Yo… yo… me refería a tu habilidad, si tu habilidad… mejor olvida que eso salió de mi boca…
Menudo momento para ponerse con tonterías pero cuando la vida corre peligro se cometen los errores más garrafales, lo mejor será dejar el tema y que la memoria haga su trabajo al final borrándolo todo. Por ahora tienen problemas más grandes, problemas sin un final visible. Poco después se escucha una explosión y cierto grito de ira, hubiera sido una buena noticia de no ser por los numerosos tentáculos que comenzaron a convulsionar en un frenesí extraño, alguien recibió daño o está bastante molesta.
Eso... ¿eso era parte del plan?
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
La ira de la mujer no tardó en hacerse notar. La mujer de piel pálida y herida en la mejilla comenzó a girarse, clavando su profunda mirada hueca en los ojos de la Gata. Alanna tragó saliva y se mantuvo en posición. La bestia de agua comenzó a avanzar con velocidad lenta, parecía que, mientras se mantuviera en forma corpórea, su velocidad sería reducida, a pesar de ser agua. Eso hizo sonreír a Alanna, si la cosa era lenta, ella tenía la ventaja.
Comenzó a moverse con rapidez por el lugar, intentando encontrar un punto hueco en la defensa acuosa de la mujer. El Curvo, a su lado, había sacado una espada bastarda y corría hacia el lado contrario de su hija con una velocidad similar, si no superior a la de la chica mientras la mujer desviaba su vista de uno a otro y hacía que su monstruo se separase en dos, uno quedándose frente a ella, y otro dirigiéndose a Alanna con la lentitud de su tamaño.
La guardia corrió de frente a por el ente acuático y se metió de lleno en él, la presión comenzó a ahogarla, pero pronto lo atravesó y, justo cuando un bote estallaba contra la mujer, y una ligera marca negruzca comenzaba a dibujar las venas en su cara, dando a entender que el veneno de su daga empezaba a hacer efecto, Alanna logró alcanzar a la mujer, asestando un golpe contra su hombro con la daga.
Sonrió ante la cara rabiosa de la dama, que, con dientes apretados, y moviendo ligeramente el brazo sin herir, hizo que parte del agua del monstruo que había frente a ella saliera a modo de chorro lanzándola contra la pared. Tan fuerte fue que Alanna notó un fuerte crujido en el costado, notó pinchazos y dolores que le impedían, siquiera, moverse o alzarse, debía haberse hecho algo en las costillas, y, por la potencia del golpe, apostaría por una rotura.
Caída en el suelo, cogiéndose el costado derecho, que era el que se había llevado el peor golpe junto a su hombro, que parecía haber quedado en un ángulo extraño, miró hacia la batalla, donde el rostro del cuervo, oscurecido, la miraba con ansias asesinas. La tensión se presentó en el estomago de la chica, su cuerpo reaccionó solo, debido al entrenamiento, e intentó ponerse en guardia ante la potente amenaza que sentía acercarse.
El dolor que le causo el mero echo de intentar ponerse en mejor posición defensiva no le valió la pena. El hombre, con los mismos ojos negros que adquirían los suyos propios cuando se disponía a matar. Notó el cambio de postura del hombre, que abrió los brazos cubiertos por su oscura capa semejando se a las alas de un pájaro y en ese instante comprendió porque lo apodaban el Cuervo.
El ataque fue brutal, de pronto, el hombre que se encontraba tras la mujer cayó al suelo, con ojos huecos, las cuencas rodaron por las humedas baldosas, llegando hasta ella. Se le pusieron los ojos de punta, su padre era, como había sabido desde hacía tiempo un asesino implacable, pero no sabía hasta que punto. Los ojos rodando por el suelo, con cuencas vacías, la lengua cortada y tantas puñaladas, en tan poco tiempo, que parecían casi picaduras de un pájaro. "Cria cuervos y te sacarán los ojos" le había dicho el mismo hombre que en ese momento se dirigía hacia la joven bruja, en más de una ocasión durante su infancia. Pero... y qué pasaba cuando era el cuervo quien te criaba a ti. ¿En qué la convertía eso?
"Mi pequeña mariposa azul" resonó en su cabeza, en eso la convertía, en un signo de mal augurio, tal como lo eran los cuervos. El hombre cortó por la mitad al monstruo de agua que se abalanzaba contra él, e hizo otro tanto con el que defendía a la dama, para, finalmente, llegar a ella. La chica ya tenía el rostro cubierto de oscuros trazados, similares a un tatuaje trival, un corte diagonal hizo que la mujer se viera sangrando de modo profuso por el estomago. Los monstruos comenzaron a deshacerse, inundando la sala y, justo cuando el cuervo se alejó de la mujer, encarándose a su hija, sonó un tremendo "PUM"
Y lo que quedaba de la mujer estalló en llamas. Nerviosa, tensa, y con una daga mal sostenida con su brazo sano, que no podía mover sin sentir dolor, intentó detener al hombre que se acercaba a ella con ojos oscuros y totalmente empapado de la sangre de sus rivales. Tragándose el dolor, y a pesar de que el agua pronto comenzaría a correr por ese rincón de la estancia, lanzó su daga, doliéndose, y la vio clavarse a los pies del hombre.
- Ni un paso más.- advirtió.
Con ello los ojos del hombre volvieron a su color usual. El Cuervo tomó la daga y se acercó a su hija con cuidado mientras el agua comenzaba a alcanzarla. En lugar de cogerla, se sentó junto a ella, que, precavida, intentó alejarse. "¿Dónde estarán Ninie y Chimar?" Se preguntó deseando que la elfa y el pequeño se encontrasen a su lado. Le gustaría poder alzarse, pero poco podría hacer con sus heridas, si no hubiera estado cegada por la presencia de ese hombre que la había abandonado, probablemente habría sido más capaz, mejor en su trabajo, no habría salido tan malparada y podría haberlos protegido a todos. Observó al tipo que guardaba silencio junto a ella.
- ¿Por qué, por qué nos dejaste? ¿Por qué te fuiste dos veces?- Sin embargo, jamás recibió respuesta a eso. Solo una daga, su propia daga, antes de que el tipo abriera una pared y, tras dejarla de ese modo, para permitirles huir, se marchase en silencio.- ¡Eh, espera, estás detenido!- intentó gritar Alanna, sintiendo dolor solo por ello, y desistiendo del todo hasta la llegada de sus amigos.
Comenzó a moverse con rapidez por el lugar, intentando encontrar un punto hueco en la defensa acuosa de la mujer. El Curvo, a su lado, había sacado una espada bastarda y corría hacia el lado contrario de su hija con una velocidad similar, si no superior a la de la chica mientras la mujer desviaba su vista de uno a otro y hacía que su monstruo se separase en dos, uno quedándose frente a ella, y otro dirigiéndose a Alanna con la lentitud de su tamaño.
La guardia corrió de frente a por el ente acuático y se metió de lleno en él, la presión comenzó a ahogarla, pero pronto lo atravesó y, justo cuando un bote estallaba contra la mujer, y una ligera marca negruzca comenzaba a dibujar las venas en su cara, dando a entender que el veneno de su daga empezaba a hacer efecto, Alanna logró alcanzar a la mujer, asestando un golpe contra su hombro con la daga.
Sonrió ante la cara rabiosa de la dama, que, con dientes apretados, y moviendo ligeramente el brazo sin herir, hizo que parte del agua del monstruo que había frente a ella saliera a modo de chorro lanzándola contra la pared. Tan fuerte fue que Alanna notó un fuerte crujido en el costado, notó pinchazos y dolores que le impedían, siquiera, moverse o alzarse, debía haberse hecho algo en las costillas, y, por la potencia del golpe, apostaría por una rotura.
Caída en el suelo, cogiéndose el costado derecho, que era el que se había llevado el peor golpe junto a su hombro, que parecía haber quedado en un ángulo extraño, miró hacia la batalla, donde el rostro del cuervo, oscurecido, la miraba con ansias asesinas. La tensión se presentó en el estomago de la chica, su cuerpo reaccionó solo, debido al entrenamiento, e intentó ponerse en guardia ante la potente amenaza que sentía acercarse.
El dolor que le causo el mero echo de intentar ponerse en mejor posición defensiva no le valió la pena. El hombre, con los mismos ojos negros que adquirían los suyos propios cuando se disponía a matar. Notó el cambio de postura del hombre, que abrió los brazos cubiertos por su oscura capa semejando se a las alas de un pájaro y en ese instante comprendió porque lo apodaban el Cuervo.
El ataque fue brutal, de pronto, el hombre que se encontraba tras la mujer cayó al suelo, con ojos huecos, las cuencas rodaron por las humedas baldosas, llegando hasta ella. Se le pusieron los ojos de punta, su padre era, como había sabido desde hacía tiempo un asesino implacable, pero no sabía hasta que punto. Los ojos rodando por el suelo, con cuencas vacías, la lengua cortada y tantas puñaladas, en tan poco tiempo, que parecían casi picaduras de un pájaro. "Cria cuervos y te sacarán los ojos" le había dicho el mismo hombre que en ese momento se dirigía hacia la joven bruja, en más de una ocasión durante su infancia. Pero... y qué pasaba cuando era el cuervo quien te criaba a ti. ¿En qué la convertía eso?
"Mi pequeña mariposa azul" resonó en su cabeza, en eso la convertía, en un signo de mal augurio, tal como lo eran los cuervos. El hombre cortó por la mitad al monstruo de agua que se abalanzaba contra él, e hizo otro tanto con el que defendía a la dama, para, finalmente, llegar a ella. La chica ya tenía el rostro cubierto de oscuros trazados, similares a un tatuaje trival, un corte diagonal hizo que la mujer se viera sangrando de modo profuso por el estomago. Los monstruos comenzaron a deshacerse, inundando la sala y, justo cuando el cuervo se alejó de la mujer, encarándose a su hija, sonó un tremendo "PUM"
Y lo que quedaba de la mujer estalló en llamas. Nerviosa, tensa, y con una daga mal sostenida con su brazo sano, que no podía mover sin sentir dolor, intentó detener al hombre que se acercaba a ella con ojos oscuros y totalmente empapado de la sangre de sus rivales. Tragándose el dolor, y a pesar de que el agua pronto comenzaría a correr por ese rincón de la estancia, lanzó su daga, doliéndose, y la vio clavarse a los pies del hombre.
- Ni un paso más.- advirtió.
Con ello los ojos del hombre volvieron a su color usual. El Cuervo tomó la daga y se acercó a su hija con cuidado mientras el agua comenzaba a alcanzarla. En lugar de cogerla, se sentó junto a ella, que, precavida, intentó alejarse. "¿Dónde estarán Ninie y Chimar?" Se preguntó deseando que la elfa y el pequeño se encontrasen a su lado. Le gustaría poder alzarse, pero poco podría hacer con sus heridas, si no hubiera estado cegada por la presencia de ese hombre que la había abandonado, probablemente habría sido más capaz, mejor en su trabajo, no habría salido tan malparada y podría haberlos protegido a todos. Observó al tipo que guardaba silencio junto a ella.
- ¿Por qué, por qué nos dejaste? ¿Por qué te fuiste dos veces?- Sin embargo, jamás recibió respuesta a eso. Solo una daga, su propia daga, antes de que el tipo abriera una pared y, tras dejarla de ese modo, para permitirles huir, se marchase en silencio.- ¡Eh, espera, estás detenido!- intentó gritar Alanna, sintiendo dolor solo por ello, y desistiendo del todo hasta la llegada de sus amigos.
Alanna Delteria
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
La peliblanca se permitió un momento de orgullo propio al escuchar el comentario del joven inventor sobre los resultados de su pequeña obra incendiaria. Que fuera precisamente él quien la elogiara en ese aspecto era especialmente gratificante pues era todo un experto en la materia a pesar de su corta edad. -De los experimentos fallidos también se pueden aprender cosas útiles.- Respondió guiñándole un ojo tomando como una broma lo del enamoramiento, al menos hasta que el joven comenzó a sufrir un ataque de vergüenza que no hizo si no dejarle más en evidencia. Definitivamente estaba en esa edad...Aún así le pareció mono por su manera de reaccionar.
Entre el acero de Alanna y el cuervo y el fuego de Níniel el grupo consiguió lo que tan difícil parecía. El cuerpo de carne y hueso del Leviathan quedó destrozado aunque, consumido por la agonía, aún fue capaz de lanzar una serie de ataques de elemento agua más. Estos ya eran caóticos e incapaces de marcar a un objetivo claro, por lo que acabaron en nada o golpeando las paredes y columnas de piedra causando la caída de algunos cascotes y partes de la decoración del lugar, nada más. Finalmente el cuerpo cayó de rodillas al suelo prácticamente consumido por las llamas con un último alarido ensordecedor y allí se quedó, rodeado por los últimos trazos de la barrera mágica que había contenido su enorme poder y que a pesar de haber cumplido su labor aún emitían suaves destellos de luz.
-¿Estás bien Chimar?- Fue lo primero que la sacerdotisa preguntó, pues había visto como el chico recibía el golpe de uno de aquellos tentáculos de agua por ella y temía que pudiese estar herido a pesar de encontrarse aparentemente bien. Al mismo tiempo salió y bordeó su cobertura mirando con la boca abierta los impactos que esta había recibido en su lugar sin poder evitar darle las gracias a los dioses por haberla mantenido sana y salva hasta ese momento. -Gracias por la ayuda.- Añadió dedicándole una amplia sonrisa.
Tras aquello avanzó unos cuantos pasos hasta el centro de la estructura para ver cómo estaban los demás, con cuidado de no acercarse demasiado al cuerpo de su enemiga que a pesar de su estado seguía dándole muy malas sensaciones. ¿Estás bien Alanna?. ¿Dónde está el cuervo?- Preguntó viendo en las muecas de dolor y postura de su amiga que había tenido menos suerte que Chimar durante el enfrentamiento, aunque había sido muy valiente ofreciéndose como señuelo. Tampoco quiso la elfa usar el término "padre" con aquel oscuro sujeto del que ya no había ni rastro, pues la humana no parecía considerarlo como tal y ella estaba de su parte a ese respecto. Desde luego no parecía alguien a quien nadie querría llamar padre, aunque no mintió cuando dijo que iban a necesitar su ayuda...De hecho quizá aún la necesitaran pues no podían olvidarse de que aún estaban en la boca del lobo.
-Ya veo. Está bien. Será mejor que aceptemos su consejo... y nos marchemos de aquí cuanto antes. El resto de esos fanáticos no tardarán en llegar...Y no estamos en las mejores condiciones para luchar...Especialmente si el tipo de la máscara está aquí No creo que se tomen nada bien que hayamos matado a su "maestro" y a su dios .- Dijo señalando lo evidente mientras colaba sus manos bajo las prendas de la humana con cierta precipitación y comenzaba a aplicar sus habilidades sanadoras sobre su maltrecho cuerpo. -Con esto podrás al menos moverte, continuaré curándote mientras nos movemos.- Dijo al terminar de curarla lo justo para que pudiera seguirles el paso y sus lesiones no fueran a más por ello. Cada segundo contaba y efectivamente no tardaron en oírse voces y gritos acercándose.
Mientras escapan por aquel camino secreto, Níniel esperaba que secreto para sus enemigos también, la peliblanca se esforzaba por sanar a la gata mientras la seguía, a pesar de no tocarla. Por supuesto la imposición de manos era más rápida pero no se podía negar lo útil que resultaba poder curar a alguien a distancia, y más en aquella situación en la que difícilmente podrían haber cargado con la líder del grupo y moverse con la suficiente rapidez al mismo tiempo. -¿A dónde llevará este túnel?...Parece no acabarse nunca.- Comentó pasado un tiempo que se le antojó una eternidad.
Fue en ese momento cuando un nuevo y potente alarido les alcanzó obligando a la joven elfa a taparse los oídos al sentir un agudo dolor ante aquel estridente sonido. Si no fuera porque acababa de ver su cuerpo casi partido en dos y quemado hasta los huesos Níniel hubiese jurado que se trataba de la voz de la mujer pelirroja, el recipiente del Leviathan. Porque la habían matado ¿Verdad?. Un segundo y penetrante chillido atravesó el túnel y entonces, todo comenzó a temblar, al principio solo un poco pero pronto de una manera que parecía amenazar con que todo se vendría abajo. De hecho no era una simple amenaza. Todo se estaba viniendo abajo.
Entre el acero de Alanna y el cuervo y el fuego de Níniel el grupo consiguió lo que tan difícil parecía. El cuerpo de carne y hueso del Leviathan quedó destrozado aunque, consumido por la agonía, aún fue capaz de lanzar una serie de ataques de elemento agua más. Estos ya eran caóticos e incapaces de marcar a un objetivo claro, por lo que acabaron en nada o golpeando las paredes y columnas de piedra causando la caída de algunos cascotes y partes de la decoración del lugar, nada más. Finalmente el cuerpo cayó de rodillas al suelo prácticamente consumido por las llamas con un último alarido ensordecedor y allí se quedó, rodeado por los últimos trazos de la barrera mágica que había contenido su enorme poder y que a pesar de haber cumplido su labor aún emitían suaves destellos de luz.
-¿Estás bien Chimar?- Fue lo primero que la sacerdotisa preguntó, pues había visto como el chico recibía el golpe de uno de aquellos tentáculos de agua por ella y temía que pudiese estar herido a pesar de encontrarse aparentemente bien. Al mismo tiempo salió y bordeó su cobertura mirando con la boca abierta los impactos que esta había recibido en su lugar sin poder evitar darle las gracias a los dioses por haberla mantenido sana y salva hasta ese momento. -Gracias por la ayuda.- Añadió dedicándole una amplia sonrisa.
Tras aquello avanzó unos cuantos pasos hasta el centro de la estructura para ver cómo estaban los demás, con cuidado de no acercarse demasiado al cuerpo de su enemiga que a pesar de su estado seguía dándole muy malas sensaciones. ¿Estás bien Alanna?. ¿Dónde está el cuervo?- Preguntó viendo en las muecas de dolor y postura de su amiga que había tenido menos suerte que Chimar durante el enfrentamiento, aunque había sido muy valiente ofreciéndose como señuelo. Tampoco quiso la elfa usar el término "padre" con aquel oscuro sujeto del que ya no había ni rastro, pues la humana no parecía considerarlo como tal y ella estaba de su parte a ese respecto. Desde luego no parecía alguien a quien nadie querría llamar padre, aunque no mintió cuando dijo que iban a necesitar su ayuda...De hecho quizá aún la necesitaran pues no podían olvidarse de que aún estaban en la boca del lobo.
-Ya veo. Está bien. Será mejor que aceptemos su consejo... y nos marchemos de aquí cuanto antes. El resto de esos fanáticos no tardarán en llegar...Y no estamos en las mejores condiciones para luchar...Especialmente si el tipo de la máscara está aquí No creo que se tomen nada bien que hayamos matado a su "maestro" y a su dios .- Dijo señalando lo evidente mientras colaba sus manos bajo las prendas de la humana con cierta precipitación y comenzaba a aplicar sus habilidades sanadoras sobre su maltrecho cuerpo. -Con esto podrás al menos moverte, continuaré curándote mientras nos movemos.- Dijo al terminar de curarla lo justo para que pudiera seguirles el paso y sus lesiones no fueran a más por ello. Cada segundo contaba y efectivamente no tardaron en oírse voces y gritos acercándose.
Mientras escapan por aquel camino secreto, Níniel esperaba que secreto para sus enemigos también, la peliblanca se esforzaba por sanar a la gata mientras la seguía, a pesar de no tocarla. Por supuesto la imposición de manos era más rápida pero no se podía negar lo útil que resultaba poder curar a alguien a distancia, y más en aquella situación en la que difícilmente podrían haber cargado con la líder del grupo y moverse con la suficiente rapidez al mismo tiempo. -¿A dónde llevará este túnel?...Parece no acabarse nunca.- Comentó pasado un tiempo que se le antojó una eternidad.
Fue en ese momento cuando un nuevo y potente alarido les alcanzó obligando a la joven elfa a taparse los oídos al sentir un agudo dolor ante aquel estridente sonido. Si no fuera porque acababa de ver su cuerpo casi partido en dos y quemado hasta los huesos Níniel hubiese jurado que se trataba de la voz de la mujer pelirroja, el recipiente del Leviathan. Porque la habían matado ¿Verdad?. Un segundo y penetrante chillido atravesó el túnel y entonces, todo comenzó a temblar, al principio solo un poco pero pronto de una manera que parecía amenazar con que todo se vendría abajo. De hecho no era una simple amenaza. Todo se estaba viniendo abajo.
- Spoiler:
- Bien, la caverna entera, última morada del peligroso leviathan está colapsando. Para estos últimos post...Toca correr hasta el final del camino que da a la superficie. No queda lejos...Un último esfuerzo.
Níniel Thenidiel
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
En poco tiempo una serie combinada de ataques destroza “literalmente” a la criatura femenina, es algo grotesco de observar. Alanna y su progenitor optaron por ataques cortantes mientras que Niniel dio el golpe final con su botella incendiaria, menuda forma de matar a alguien. En ese instante Chimar siente algo de vergüenza por no haber colaborado, debe aprender a controlar mejor sus emociones infantiles.
Impresionante… horrible pero impresionante al final jeje...
Un poco de comedia para pasar la terrible escena, en medida de lo posible. Tristemente puede que el niño la recuerde un tiempo, sigue siendo algo enano. Entre todas las cosas vividas resulta sorprendente que no haya terminado traumado, la fortaleza de la gente pequeña es formidable al parecer. Sea como sea la enemiga esta neutralizada por lo que pueden dedicar tiempo a las formalidades.
Estoy bien, ya es costumbre... de nada ¿para qué son los amigos?
Responde ante las muestras de preocupación y agradecimiento emitidas por su compañera elfa, afortunadamente resulto casi ileso durante el combate. Técnicamente es una de las aventuras que menos le ha dolido, está bien romper el patrón de vez en cuando. Por ahora es necesario asegurarse de que los demás han corrido con la misma suerte, entre más rápido mejor pues aún no están fuera de peligro.
Avanzan hasta la posición conocida de Alanna y descubren que se encuentra herida, la refriega logro lastimarle. Por suerte cuentan con una elfa sanadora así que debería estar bien en menos de lo que canta un gallo, la “magia buena” resulta útil en tales situaciones. Niniel rápidamente aplica sus manos curativas y comienza el restablecimiento mientras Maquiavelo detalla los alrededores, el otro adulto ha desaparecido pero tuvo la cortesía de dejar un camino secreto descubierto.
Algo me dice que esa es la salida.
No hace falta confirmación adicional para saber que deben marcharse, aún queda medio batallón de fanáticos afuera. Las mujeres inician el desplazamiento y el chico les sigue de cerca, es difícil saber que encontraran al final del túnel pero no pueden volver. Caminan varios minutos con un paso constante pero relajado hasta que algo llama la atención de todos, cierto grito de ira en su posición inicial.
No puede ser…
Todo indica que se trata de la criatura, ya nadie se queda muerto cuando lo matas. Sin duda el bicho supera las leyes lógicas pues con tanto daño recibido resulta imposible que pueda volver a funcionar, debe tratarse de una magia poderosa. Todo comienza a temblar con violencia dando un peligroso vistazo al futuro, de continuar así la jodida caverna colapsara sin que ninguna contramedida valga.
¡¡Debemos salir de aquí ya!!
Por inercia el jovencito comienza a correr aunque revisa de vez en cuando que los demás sigan su ritmo, no planea dejar a nadie. Se escuchan a las paredes crujir indicando una terrible verdad, tienen minutos antes de terminar aplastados por mucho material. De repente una maravillosa visión aparece, algo de luz natural al final aviva la esperanza, un poco más y lograran salir.
¡Estamos cerca!
Impresionante… horrible pero impresionante al final jeje...
Un poco de comedia para pasar la terrible escena, en medida de lo posible. Tristemente puede que el niño la recuerde un tiempo, sigue siendo algo enano. Entre todas las cosas vividas resulta sorprendente que no haya terminado traumado, la fortaleza de la gente pequeña es formidable al parecer. Sea como sea la enemiga esta neutralizada por lo que pueden dedicar tiempo a las formalidades.
Estoy bien, ya es costumbre... de nada ¿para qué son los amigos?
Responde ante las muestras de preocupación y agradecimiento emitidas por su compañera elfa, afortunadamente resulto casi ileso durante el combate. Técnicamente es una de las aventuras que menos le ha dolido, está bien romper el patrón de vez en cuando. Por ahora es necesario asegurarse de que los demás han corrido con la misma suerte, entre más rápido mejor pues aún no están fuera de peligro.
Avanzan hasta la posición conocida de Alanna y descubren que se encuentra herida, la refriega logro lastimarle. Por suerte cuentan con una elfa sanadora así que debería estar bien en menos de lo que canta un gallo, la “magia buena” resulta útil en tales situaciones. Niniel rápidamente aplica sus manos curativas y comienza el restablecimiento mientras Maquiavelo detalla los alrededores, el otro adulto ha desaparecido pero tuvo la cortesía de dejar un camino secreto descubierto.
Algo me dice que esa es la salida.
No hace falta confirmación adicional para saber que deben marcharse, aún queda medio batallón de fanáticos afuera. Las mujeres inician el desplazamiento y el chico les sigue de cerca, es difícil saber que encontraran al final del túnel pero no pueden volver. Caminan varios minutos con un paso constante pero relajado hasta que algo llama la atención de todos, cierto grito de ira en su posición inicial.
No puede ser…
Todo indica que se trata de la criatura, ya nadie se queda muerto cuando lo matas. Sin duda el bicho supera las leyes lógicas pues con tanto daño recibido resulta imposible que pueda volver a funcionar, debe tratarse de una magia poderosa. Todo comienza a temblar con violencia dando un peligroso vistazo al futuro, de continuar así la jodida caverna colapsara sin que ninguna contramedida valga.
¡¡Debemos salir de aquí ya!!
Por inercia el jovencito comienza a correr aunque revisa de vez en cuando que los demás sigan su ritmo, no planea dejar a nadie. Se escuchan a las paredes crujir indicando una terrible verdad, tienen minutos antes de terminar aplastados por mucho material. De repente una maravillosa visión aparece, algo de luz natural al final aviva la esperanza, un poco más y lograran salir.
¡Estamos cerca!
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Dicen que el tiempo cambia a la gente, pero todos se equivocan, no es el tiempo quien cambia a las personas, si no las vivencias que se suceden durante ese tiempo, el trato que se le da y la gente que se conoce, los crueles, recibirán un trato cruel, los que ignoran, serán ignorados, los agresivos, probablemente acaben llevándose una torta, y los buenos, serán tratados con bondad. Recibes lo que das, dicen, y esta afirmación, no podría ser más cierta.
Mientras veía alejarse la figura, envuelta en la oscuridad de su padre, mientras el dolor atravesaba su cuerpo y la respiración intentaba normalizarse, no pudo evitar pensarlo, el hombre, en su infancia, era algo frío, pero su mirada no tenía esa frialdad ni esa oscuridad reflejada, no como en ese momento, pero, seguramente, esa parte podrida que el hombre ya había tenido escondida en la infancia de la guardia, había salido a la luz.
Alanna intentó alzarse al ver acercarse a Níniel y Chimar, pero no fue capaz, tuvo que esperar a que la elfa se acercase a ella y se agachase a su lado para imponerle las manos para poder ser capaz, siquiera de hablar, a causa de la dificultad respiratoria que le causaba el dolor de las costillas.
- Si, debe ser solo una ligera fractura.- afirmó intentando sonreír, poniendose sería al escuchar preguntar sobre su padre. Bajó la cabeza con aire oscuro y dirigió la mirada y la nariz, señalando al pasaje abierto que había dejado el hombre tras su rápida huida.
Logró, entonces, levantarse, y su ceño se frunció al oír las palabras de la elfa, ¿consejo? Ese hombre no era mas que un egoísta que en su huida ni siquiera había procurado que su hija, herida, pudiera salir de allí. Suspiró y asintió a la opción de huir, por mucha rabia que tuviera, no podía permitir que eso interrumpiese, nuevamente, su función de protectora, ya bastante que Níniel tenía que curarla.
A medida que avanzaban por el pasillo, con Chimar a a cabeza, a joven empezó a ver las ideas más claras y su dolor remitía con suavidad. Una suave brisa se empezaba a colarse revolviendo los mechones sudorosos y sueltos de su cabello, la luz que el pequeño inventor había visto se volvió fuerte y la brisa los empujo un poco hacia atrás. Cuando, finalmente, la guarda puso un pie en el exterior, el aroma del mar le golpeó en la cara.
Respiró hondo y esperó a que los demás salieran para, con la fuerza ue disponía, cerrar la losa que debía bloquear el camino. Respiró con dificultad y se dejó caer al suelo, agotada, con las sombras de sus ojos comenzando a aclararse, algo brillantes por las lágrimas retenidas, de dolor, quería pensar ella, aunque, posiblemente, la realidad fuera otro distinta.
- ¿Estáis los dos bien?- Les preguntó, aun algo dolorida desde el suelo.- Me parece que hemos hecho nuestro trabajo, ya solo podemos confiar en que los demás acaben con los coletazos.- murmuró, más para si que en voz alta.- Os agradezco mucho vuestra ayuda, no sabéis hasta que punto, y me encargaré de que se os reconozca vuestro valor. Muchas gracias.- les sonrió, hincando, dolorida, una rodilla en el suelo, ya bajando la cabeza en señal de profundo respeto.- Ahora vamos, me parece que necesitamos una ducha, una comilona, y una siesta.
La muchacha sonrió de forma abierta, intentando que la elfa y el niño superasen el posible shock, levantándose y estirando sus músculos, ignorando el dolor por poder crear un aura de tranquilidad. Que se veía reforzada por la suave luz del atardecer que se reflejaba en la playa, las olas chocando contra la arena y la brisa soplando entre los árboles del acantilado en el que se encontraban. Hizo una señal con la cabeza y comenzó a andar con una ligera cogera, esperando que el ligero dolor que seguía en su costado, se redujese al estar inclinada, aunque le dificultase el avance.
Mientras veía alejarse la figura, envuelta en la oscuridad de su padre, mientras el dolor atravesaba su cuerpo y la respiración intentaba normalizarse, no pudo evitar pensarlo, el hombre, en su infancia, era algo frío, pero su mirada no tenía esa frialdad ni esa oscuridad reflejada, no como en ese momento, pero, seguramente, esa parte podrida que el hombre ya había tenido escondida en la infancia de la guardia, había salido a la luz.
Alanna intentó alzarse al ver acercarse a Níniel y Chimar, pero no fue capaz, tuvo que esperar a que la elfa se acercase a ella y se agachase a su lado para imponerle las manos para poder ser capaz, siquiera de hablar, a causa de la dificultad respiratoria que le causaba el dolor de las costillas.
- Si, debe ser solo una ligera fractura.- afirmó intentando sonreír, poniendose sería al escuchar preguntar sobre su padre. Bajó la cabeza con aire oscuro y dirigió la mirada y la nariz, señalando al pasaje abierto que había dejado el hombre tras su rápida huida.
Logró, entonces, levantarse, y su ceño se frunció al oír las palabras de la elfa, ¿consejo? Ese hombre no era mas que un egoísta que en su huida ni siquiera había procurado que su hija, herida, pudiera salir de allí. Suspiró y asintió a la opción de huir, por mucha rabia que tuviera, no podía permitir que eso interrumpiese, nuevamente, su función de protectora, ya bastante que Níniel tenía que curarla.
A medida que avanzaban por el pasillo, con Chimar a a cabeza, a joven empezó a ver las ideas más claras y su dolor remitía con suavidad. Una suave brisa se empezaba a colarse revolviendo los mechones sudorosos y sueltos de su cabello, la luz que el pequeño inventor había visto se volvió fuerte y la brisa los empujo un poco hacia atrás. Cuando, finalmente, la guarda puso un pie en el exterior, el aroma del mar le golpeó en la cara.
Respiró hondo y esperó a que los demás salieran para, con la fuerza ue disponía, cerrar la losa que debía bloquear el camino. Respiró con dificultad y se dejó caer al suelo, agotada, con las sombras de sus ojos comenzando a aclararse, algo brillantes por las lágrimas retenidas, de dolor, quería pensar ella, aunque, posiblemente, la realidad fuera otro distinta.
- ¿Estáis los dos bien?- Les preguntó, aun algo dolorida desde el suelo.- Me parece que hemos hecho nuestro trabajo, ya solo podemos confiar en que los demás acaben con los coletazos.- murmuró, más para si que en voz alta.- Os agradezco mucho vuestra ayuda, no sabéis hasta que punto, y me encargaré de que se os reconozca vuestro valor. Muchas gracias.- les sonrió, hincando, dolorida, una rodilla en el suelo, ya bajando la cabeza en señal de profundo respeto.- Ahora vamos, me parece que necesitamos una ducha, una comilona, y una siesta.
La muchacha sonrió de forma abierta, intentando que la elfa y el niño superasen el posible shock, levantándose y estirando sus músculos, ignorando el dolor por poder crear un aura de tranquilidad. Que se veía reforzada por la suave luz del atardecer que se reflejaba en la playa, las olas chocando contra la arena y la brisa soplando entre los árboles del acantilado en el que se encontraban. Hizo una señal con la cabeza y comenzó a andar con una ligera cogera, esperando que el ligero dolor que seguía en su costado, se redujese al estar inclinada, aunque le dificultase el avance.
Alanna Delteria
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Re: Resurreción. (Libre). [Cerrado]
Se os asignan los siguientes puntos de experiencia en profesiones:
Níniel Thenidiel: + 1 pto en Alquimia. Te doy un punto porque estás muy cerca de alcanzar el nivel 100, por lo que ahora subes lentamente.
Alanna Delteria: +2 ptos en conocimiento de lenguas. Un uso extenso.
Chimar: +1 ptos en herrería y +1 pto en carpintería. Dos usos breves.
Ya se han actualizado vuestros perfiles.
Níniel Thenidiel: + 1 pto en Alquimia. Te doy un punto porque estás muy cerca de alcanzar el nivel 100, por lo que ahora subes lentamente.
Alanna Delteria: +2 ptos en conocimiento de lenguas. Un uso extenso.
Chimar: +1 ptos en herrería y +1 pto en carpintería. Dos usos breves.
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Ger
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