[Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
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[Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Por muy extraña que hubiera resultado la noche, no podía negar que me había divertido, ese tal Oscar debía ser alguien muy importante para organizar un evento de tal magnitud en donde hasta el mismísimo rey de los humanos estaría presente, pero lo más asombroso no eran los preparativos y organización, sino la cantidad de información que habían conseguido recolectar de tantas personalidades de Aerandir, algunas cosas me resultaban muy perturbadoras, pero ya habría tiempo para eso; mi pequeña broma para la cazadora podría no haberla tomado muy bien, y por otra parte, entre la inmensa cantidad de asistentes alguien podría haberme reconocido, así que tras despedirme de la dragona decidí partir hacia la torre tan pronto como pude.
Salir de la ciudad había sido toda una odisea, todos los que me miraban parecían ser una amenaza, algunos me señalaban y murmuraban entre ellos, tal vez no dijeran nada malo, pero tal vez sí, de cualquier modo lo mejor sería desaparecer pronto, una vez en las afueras de la ciudad habría menos gente de quien cuidarme, pero eso no significaba que el peligro fuera menor, en los caminos solitarios de una noche tan oscura podrían emboscarme si no me mantenía atento.
Había llegado al punto que en cada sonido de pasos sentía que iban a por mi cabeza, así que nada más escucharlos me salía del camino en busca de algún árbol que me ocultara bajo su sombra; aunque la brillante luna de aquella noche se encargaba de reducir los posibles lugares donde ocultarme.
Finalmente, cansado de caminar decidí tomarme un descanso, salí del camino y trepé a un árbol para sentarme en una rama desde donde podría fácilmente ver hacia el camino y esperar a que alguien pasara caminando, tal vez era un poco arriesgado pero contaba con que a estas altura si alguien me siguiera ya hubiese atacado, al mismo tiempo, caminar en compañía de alguien me mantendría más cuerdo y entretenido, no quería viajar solo; miraba de un lado a otro ese camino por donde parecía que no se asomaría nadie en toda la noche, cerré los ojos unos instantes y traté de memorizar la ubicación de la luna para medir el tiempo, si en un rato no aparecía nadie entonces definitivamente seguiría por mi cuenta -Ojalá pase alguien que viaje en carruaje- Pensé con optimismo por lo mucho que me faltaba para llegar a la playa de los ancestros.
Salir de la ciudad había sido toda una odisea, todos los que me miraban parecían ser una amenaza, algunos me señalaban y murmuraban entre ellos, tal vez no dijeran nada malo, pero tal vez sí, de cualquier modo lo mejor sería desaparecer pronto, una vez en las afueras de la ciudad habría menos gente de quien cuidarme, pero eso no significaba que el peligro fuera menor, en los caminos solitarios de una noche tan oscura podrían emboscarme si no me mantenía atento.
Había llegado al punto que en cada sonido de pasos sentía que iban a por mi cabeza, así que nada más escucharlos me salía del camino en busca de algún árbol que me ocultara bajo su sombra; aunque la brillante luna de aquella noche se encargaba de reducir los posibles lugares donde ocultarme.
Finalmente, cansado de caminar decidí tomarme un descanso, salí del camino y trepé a un árbol para sentarme en una rama desde donde podría fácilmente ver hacia el camino y esperar a que alguien pasara caminando, tal vez era un poco arriesgado pero contaba con que a estas altura si alguien me siguiera ya hubiese atacado, al mismo tiempo, caminar en compañía de alguien me mantendría más cuerdo y entretenido, no quería viajar solo; miraba de un lado a otro ese camino por donde parecía que no se asomaría nadie en toda la noche, cerré los ojos unos instantes y traté de memorizar la ubicación de la luna para medir el tiempo, si en un rato no aparecía nadie entonces definitivamente seguiría por mi cuenta -Ojalá pase alguien que viaje en carruaje- Pensé con optimismo por lo mucho que me faltaba para llegar a la playa de los ancestros.
Última edición por Bio el Dom Jul 17 2016, 03:32, editado 2 veces
Bio
Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
La luna ya se encontraba en su maximo esplendor y los caminos estaban lo suficiente iluminados para revisar si todo estaba listo antes de un pequeño y merecido descanso. Salí de la tienda despues de asegurarme al menos unas 3 veces que todo se encontrara en su sitio, conocía claramente que la respuesta era "Si, todo esta en su sitio" pero era algo que no evitaba controlar, si no revisaba antes de salir posiblemente estuviese pensando en ello todo el recorrido hasta por fin estar de regreso. Por fin logre despejar mi mente y me ajuste el Carcaj con el arco y un par de flechas a la espalda, en noches así era donde las pesadillas decidían atacar a los caminantes solitarios.
El viento estaba calmado como de costumbre, dejaba percibir todos los aromas naturales a los que ya estaba acostumbrado. Podía sentir el fresco aroma de los robles y la libertad que emanaba la vegetacion, era algo que había aprendido luego de tantos años viajando junto a mi maestro Gillidan. No puedo negarlo, sabía bien que si de niño hubiese dado estos paseos nocturno lo mas seguro era que habría llorado del miedo... pero ahora era todo diferente.
Despues de un buen rato caminano llegué a uno de los caminos de tierra que usaba como referencia. Lo usaba mas que nada para verificar si alguien pudiese estar cerca de la zona, al ser una ruta poco transitada se pueden percibir que huellas son recientes y cuales no. Me agache soportando el peso en los talones, si alguien pasara en este momento posiblemente me podría tomar como un loco pero eso no era importante. Realmente necesitaba acercarme para poder conocer con exactitud si había un rastro reciente o no, evalue la superficie con la mano un buen rato, el suelo principalmente parecía intacto como de costumbre al inicio pero luego e unos segundos logre sentir quealgo no estaba bien... alguien había pasado por allí.
Me levante lentamente mirando a mi alrededor. Lo peor de ser un paranoico que piensa que siempre algo estara mal... es que no sabes como reaccionar cuando tienes razon, tenía a elegir dos opciones, buscar algo que posiblemete ya se hubiera largado o regresar a la tienda y vigilar hasta que el sol saliera. Opte por la opcion que me resulto mas logica: Salir a buscar. No me iba a quedar esperando ser el ojetivo de alguien mas.
El viento estaba calmado como de costumbre, dejaba percibir todos los aromas naturales a los que ya estaba acostumbrado. Podía sentir el fresco aroma de los robles y la libertad que emanaba la vegetacion, era algo que había aprendido luego de tantos años viajando junto a mi maestro Gillidan. No puedo negarlo, sabía bien que si de niño hubiese dado estos paseos nocturno lo mas seguro era que habría llorado del miedo... pero ahora era todo diferente.
Despues de un buen rato caminano llegué a uno de los caminos de tierra que usaba como referencia. Lo usaba mas que nada para verificar si alguien pudiese estar cerca de la zona, al ser una ruta poco transitada se pueden percibir que huellas son recientes y cuales no. Me agache soportando el peso en los talones, si alguien pasara en este momento posiblemente me podría tomar como un loco pero eso no era importante. Realmente necesitaba acercarme para poder conocer con exactitud si había un rastro reciente o no, evalue la superficie con la mano un buen rato, el suelo principalmente parecía intacto como de costumbre al inicio pero luego e unos segundos logre sentir quealgo no estaba bien... alguien había pasado por allí.
Me levante lentamente mirando a mi alrededor. Lo peor de ser un paranoico que piensa que siempre algo estara mal... es que no sabes como reaccionar cuando tienes razon, tenía a elegir dos opciones, buscar algo que posiblemete ya se hubiera largado o regresar a la tienda y vigilar hasta que el sol saliera. Opte por la opcion que me resulto mas logica: Salir a buscar. No me iba a quedar esperando ser el ojetivo de alguien mas.
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
La brisa fría de la noche oscura encaminaba las nubes en un lento desfile que ocultaba las estrellas en el cielo; el camino parecía tan vacío, incluso algo inhóspito en cualquier sentido que mirara, no parecía que nadie fuera a aparecer por ahí en un buen rato; tras finalizar el evento en el castillo, los presentes habían sido invitados a un festín, cosa que yo había decidido pasar para no exponerme ni exponer a mi compañera dragona en los peligros que pudieran aparecer repentinamente, contemplé el camino durante un largo rato sentado en la rama del árbol del cual, sus hojas me cubrían casi totalmente a menos que se mirara de cerca.
Sin embargo, justo cuando comenzaba a perder las esperanzas de encontrar alguna persona con quien hacer ameno el camino en alguna conversación, o que al menos me sirviera de bocadillo mientras duraba la noche, contemplé una figura encapuchada que se acercaba por el camino -¿Qué criatura inocente e indefensa se atreve a viajar sola en un camino como éste?- Pensé sin decir nada mientras lo veía acercarse; se agachó para examinar el piso con las manos, lo cual me hizo entrar en alarma pues dicho gesto era característico de los cazadores, y si era alguno me podría ver en problemas; dado que si me atacaban, esta vez estaba solo, sin el apoyo de mi amiga dragona sería más difícil salir ileso de un combate.
Por si mis suposiciones no fueran suficientemente malas, el sujeto se levantó y se giró buscando a alguien; ya era muy tarde, si era un buen rastreador seguramente no tardaría en encontrarme, mi mejor opción era bajar del árbol con el mayor sigilo posible y desaparecer como una sombra bajo el abrigo de la noche.
Puse una pierna sobre la rama en la que me encontraba sentado y me apoyé para subir, dar la vuelta y saltar para caer en la mejor posición posible pero las cosas no salieron como yo pensaba, el pie que puse en la rama también acabó posado sobre la capa roja y larga que me abrigaba, cosa que me impidió levantarme sobre la rama y en lugar de eso acabé cayendo hacia atrás; aunque flexioné mis rodillas para sujetarme con ellas, la rama entera cedió a mi peso y acabó por desplomarse conmigo al piso y causando un ruido que me delataría sin problema alguno -¡¡Rayos!!- Exclamé enojado por mi repentino ataque de mala suerte mientras desenredaba mi capa de la molesta rama.
Una vez liberado de aquello opté por acercarme al viajero aunque manteniendo una distancia suficiente como para que fuera alcanzado por alguno de mis trucos mentales con el que pudiera neutralizarlo y escapar en caso de problemas -¡Ayuda, por favor!- Dije con voz suplicante y convincente en una estrategia recién pensada -Unos animales me perseguían y sólo pude escapar subiendo a un árbol- Continué mi drama para parecer una víctima -¿A dónde vas? Seguro aún andan cerca, si eres un cazador me sentiría más seguro viajando contigo- Dije mientras intentaba mantener mi largo cabello cubriendo una parte de mi cara para evitar que me reconociera en caso de ser uno más de esos molestos caza recompensas que me venían acosando recientemente.
Sin embargo, justo cuando comenzaba a perder las esperanzas de encontrar alguna persona con quien hacer ameno el camino en alguna conversación, o que al menos me sirviera de bocadillo mientras duraba la noche, contemplé una figura encapuchada que se acercaba por el camino -¿Qué criatura inocente e indefensa se atreve a viajar sola en un camino como éste?- Pensé sin decir nada mientras lo veía acercarse; se agachó para examinar el piso con las manos, lo cual me hizo entrar en alarma pues dicho gesto era característico de los cazadores, y si era alguno me podría ver en problemas; dado que si me atacaban, esta vez estaba solo, sin el apoyo de mi amiga dragona sería más difícil salir ileso de un combate.
Por si mis suposiciones no fueran suficientemente malas, el sujeto se levantó y se giró buscando a alguien; ya era muy tarde, si era un buen rastreador seguramente no tardaría en encontrarme, mi mejor opción era bajar del árbol con el mayor sigilo posible y desaparecer como una sombra bajo el abrigo de la noche.
Puse una pierna sobre la rama en la que me encontraba sentado y me apoyé para subir, dar la vuelta y saltar para caer en la mejor posición posible pero las cosas no salieron como yo pensaba, el pie que puse en la rama también acabó posado sobre la capa roja y larga que me abrigaba, cosa que me impidió levantarme sobre la rama y en lugar de eso acabé cayendo hacia atrás; aunque flexioné mis rodillas para sujetarme con ellas, la rama entera cedió a mi peso y acabó por desplomarse conmigo al piso y causando un ruido que me delataría sin problema alguno -¡¡Rayos!!- Exclamé enojado por mi repentino ataque de mala suerte mientras desenredaba mi capa de la molesta rama.
Una vez liberado de aquello opté por acercarme al viajero aunque manteniendo una distancia suficiente como para que fuera alcanzado por alguno de mis trucos mentales con el que pudiera neutralizarlo y escapar en caso de problemas -¡Ayuda, por favor!- Dije con voz suplicante y convincente en una estrategia recién pensada -Unos animales me perseguían y sólo pude escapar subiendo a un árbol- Continué mi drama para parecer una víctima -¿A dónde vas? Seguro aún andan cerca, si eres un cazador me sentiría más seguro viajando contigo- Dije mientras intentaba mantener mi largo cabello cubriendo una parte de mi cara para evitar que me reconociera en caso de ser uno más de esos molestos caza recompensas que me venían acosando recientemente.
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Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
La adorable anciana de la biblioteca estaba ya durmiendo para cuando había emprendido el camino de vuelta y me había quedado con el morral tan hinchado que las ropas de viaje sobresalían de su interior como si fuera una especie de monstruo de trapo sacando la lengua.
Habría adoptado gratamente la forma de dragón si hubiera podido entrar en su casa, y cambiar mis ropas, pero por desgracia no había sido el caos, y ahora tenía que hacer parte del viaje con el vestido de tules y gasas elfico que había conseguido para asistir a las fiestas autóctonas de cada región, si no quería que este se desgarrase.
La gente estaba tan entusiasmada con la fiesta reciente que las calles estaban mas llenas de lo habitual, incluso el camino hacia las afueras poseía transeúntes que iban o venían con las nuevas.
Solo cuando el camino empedrado terminó para dejar sentir la tierra bajo mis pies descalzos pareció desaparecer la gente y ofrecerme un remanso.
Paseé la vista por el obscuro paisaje nocturno, y una silueta gacha de lo que intuía un hombre se formó en la lejanía. Apuré el paso, pensando que quizás era algún hombre herido, que yendo o viniendo de su casa se había lastimado en el sendero y podía precisar de auxilio.
-Buenas noches. ¿Se encuentra usted bien?- Alcé el tono para que pudiera escucharme en la distancia, y ver tanto como que no suponía un peligro por mi ausencia de armas, como para evitar darle un susto al sujeto.
Tras la primera silueta empece a vislumbrar una segunda, el viento apenas llevaba un murmullo ienentendible mientras me acercaba, aunque algo en su tono se me hacía familiar y conocido mientras salvaba la distancia hacia ambos sujetos.
Observé a las dos figuras mas de cerca, como ambos iban tapados y cubiertos, pudiendo pasar desapercibidos al amparo de las sombras, apra luego verme a mi misma, des de luego no era un adalid de la discreción en aquel momento, aunque solo fuera por el alborotado pelo blanco que caía en desordenados blancos reluciendo a la mas mínima luz del ambiente.
Había algo en el sujeto de la capa rojiza que reforzaba ese sentimiento de familiaridad, pero cubierto como estaba con su capa roja, y teniendo la cara al amparo de la melena negra y las sombras de la noche, no lograba ubicarle.
Sacudí al cabeza levemente y volví a centrarme en el otro hombre, el que había visto agachado des de lejos, y lo analicé ladeando el rostro de un lado al otro en busca de alguna lastimadura que explicara porque se había hallado de aquella forma cuando mi mirada había topado con el por primera vez.
Habría adoptado gratamente la forma de dragón si hubiera podido entrar en su casa, y cambiar mis ropas, pero por desgracia no había sido el caos, y ahora tenía que hacer parte del viaje con el vestido de tules y gasas elfico que había conseguido para asistir a las fiestas autóctonas de cada región, si no quería que este se desgarrase.
La gente estaba tan entusiasmada con la fiesta reciente que las calles estaban mas llenas de lo habitual, incluso el camino hacia las afueras poseía transeúntes que iban o venían con las nuevas.
Solo cuando el camino empedrado terminó para dejar sentir la tierra bajo mis pies descalzos pareció desaparecer la gente y ofrecerme un remanso.
Paseé la vista por el obscuro paisaje nocturno, y una silueta gacha de lo que intuía un hombre se formó en la lejanía. Apuré el paso, pensando que quizás era algún hombre herido, que yendo o viniendo de su casa se había lastimado en el sendero y podía precisar de auxilio.
-Buenas noches. ¿Se encuentra usted bien?- Alcé el tono para que pudiera escucharme en la distancia, y ver tanto como que no suponía un peligro por mi ausencia de armas, como para evitar darle un susto al sujeto.
Tras la primera silueta empece a vislumbrar una segunda, el viento apenas llevaba un murmullo ienentendible mientras me acercaba, aunque algo en su tono se me hacía familiar y conocido mientras salvaba la distancia hacia ambos sujetos.
Observé a las dos figuras mas de cerca, como ambos iban tapados y cubiertos, pudiendo pasar desapercibidos al amparo de las sombras, apra luego verme a mi misma, des de luego no era un adalid de la discreción en aquel momento, aunque solo fuera por el alborotado pelo blanco que caía en desordenados blancos reluciendo a la mas mínima luz del ambiente.
Había algo en el sujeto de la capa rojiza que reforzaba ese sentimiento de familiaridad, pero cubierto como estaba con su capa roja, y teniendo la cara al amparo de la melena negra y las sombras de la noche, no lograba ubicarle.
Sacudí al cabeza levemente y volví a centrarme en el otro hombre, el que había visto agachado des de lejos, y lo analicé ladeando el rostro de un lado al otro en busca de alguna lastimadura que explicara porque se había hallado de aquella forma cuando mi mirada había topado con el por primera vez.
- Vengo de esta guisa de otro tema:
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Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Ya estaba empezando a tranquilizarme cuando el crujir de las ramas me saco de mis pensamientos, el sonido fue acompañado por el golpe de alguien desplomandose contra el suelo y podía apostar que ese alguien era el mismo que me disponía a buscar. Lleve mis manos a la espalda en busca del arco y una flecha mientras el desconocido comenzaba a soltar palabras. Menciono que unos animales le perseguían, se me hizo extraño ya que si fuera cierto habría rastro de la actividad animal en esa zona o se hubiese escuchado algun aullido, los lobos era los que solían pasar por allí mas seguido...ahora que lo recordaba, extrañaba el aullar de los lobos. Sacudí mi cabeza apartando esos pesamientos, debía concentrarme en el hoy y en el ahora, tenía cerca una posible amenaza y era mejor tratar la situacion con cuidado. Posé la vista en el ser tumbado en el suelo, no tenía nada de extraño...aunque a aquellas horas de la noche cualquier silueta resultaba normal, lo unico que logró llamar mi atencion fue la capa roja que traía puesta el sujeto.
-Efectivamente...soy un cazador-Hice una pausa analizando mis proximas palabras-Debería preocuparte mas esa caída que acabas de sufrir que mi destino.- Era preferible andar con precaución, dar mas informacion de la necesaria no es nada favorable.
Levante la mirada cuando por fin saque el arco, lo había sujetado con más fuerza de la necesaria y no quería liberarse. Si hubiese estado realmente en apuros habría entrado en problemas, luego de sujetar el arco saque una flecha y la agite en el aire como si quisiera apartar algo de ella aunque no tuviera nada, despues de hacer esto la tensé en el arco y me acerque lentamente al cuerpo tendido. Turnaba la vista entre el sujeto y los alrededores, nunca se sabe cuando un grupo de bandidos te tienda una trampa usando a uno de los suyos como cebo. Gracias a el calmado ambiente si algo o alguien se acercaba podría ser sentido con facilidad, eso podía poner puntos a mi favor en caso de una emboscada.
Me seguí acercando con calma, ya me encontraba más relajado que al inicio. Sujete con fuerza la empuñadura del arco y me detuve. El aire había cambiado un poco denotando otra presencia, agudice el oido y noté otra voz. Observe atentamente los alrededores tratando de encontrar quien había dicho aquello, no pudo ser mi mente jugandome otra mala broma, no tarde mucho en conseguir al tercero, estaba en la lejania por el camino, no podía ver bien quien era pero su silueta con el reflejo de lo que supuse sería su cabello delato su presencia.
-Creí que habías dicho que estabas solo ¿O acaso esos animales no solo te perseguían a ti?- Rodeé el cuerpo tendido y retrocedí lo suficiente para ocultarme entre los árboles. - Ahora dime la verdad. ¿Cuantos son?
Odiaba caer en aquel tipo de trampas, llevaba viviendo tanto en los bosques y caía en esa simple artimaña. Ahora solo debía esperar a que no fueran muchos y quiza pudiese escapar sin muchas heridas de aquella emboscada.. en el peor de los casos debería acabar con al menos unos para tener tiempo suficiente. Le apunte al sujeto tendido en el suelo, era el blanco mas facil por el momento aunque fuese deshonroso dispararle a alguien tendido, analicé bien la situacion y baje el arco. Si lo usaron de cebo era porque su perdida no valdría nada, lo mejor era esperar a que saliera el resto y seleccionar un objetivo que pareciese valioso.
-Efectivamente...soy un cazador-Hice una pausa analizando mis proximas palabras-Debería preocuparte mas esa caída que acabas de sufrir que mi destino.- Era preferible andar con precaución, dar mas informacion de la necesaria no es nada favorable.
Levante la mirada cuando por fin saque el arco, lo había sujetado con más fuerza de la necesaria y no quería liberarse. Si hubiese estado realmente en apuros habría entrado en problemas, luego de sujetar el arco saque una flecha y la agite en el aire como si quisiera apartar algo de ella aunque no tuviera nada, despues de hacer esto la tensé en el arco y me acerque lentamente al cuerpo tendido. Turnaba la vista entre el sujeto y los alrededores, nunca se sabe cuando un grupo de bandidos te tienda una trampa usando a uno de los suyos como cebo. Gracias a el calmado ambiente si algo o alguien se acercaba podría ser sentido con facilidad, eso podía poner puntos a mi favor en caso de una emboscada.
Me seguí acercando con calma, ya me encontraba más relajado que al inicio. Sujete con fuerza la empuñadura del arco y me detuve. El aire había cambiado un poco denotando otra presencia, agudice el oido y noté otra voz. Observe atentamente los alrededores tratando de encontrar quien había dicho aquello, no pudo ser mi mente jugandome otra mala broma, no tarde mucho en conseguir al tercero, estaba en la lejania por el camino, no podía ver bien quien era pero su silueta con el reflejo de lo que supuse sería su cabello delato su presencia.
-Creí que habías dicho que estabas solo ¿O acaso esos animales no solo te perseguían a ti?- Rodeé el cuerpo tendido y retrocedí lo suficiente para ocultarme entre los árboles. - Ahora dime la verdad. ¿Cuantos son?
Odiaba caer en aquel tipo de trampas, llevaba viviendo tanto en los bosques y caía en esa simple artimaña. Ahora solo debía esperar a que no fueran muchos y quiza pudiese escapar sin muchas heridas de aquella emboscada.. en el peor de los casos debería acabar con al menos unos para tener tiempo suficiente. Le apunte al sujeto tendido en el suelo, era el blanco mas facil por el momento aunque fuese deshonroso dispararle a alguien tendido, analicé bien la situacion y baje el arco. Si lo usaron de cebo era porque su perdida no valdría nada, lo mejor era esperar a que saliera el resto y seleccionar un objetivo que pareciese valioso.
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Me levanté despacio con las manos en alto para indicarle que no tenía armas, o al menos ninguna que se pudiera ver; me puso un poco nervioso escuchar que eran un cazador, aunque luego entendí que era un cazador de esos que cazaban animales y no humanos -Estoy acostumbrado a las caídas, soy algo torpe- Dije tratando de pasar desapercibido para que no me viera como una amenaza -Mucho gusto- Dije una vez de pie mientras me rascaba la cabeza -Me llaman Bio, aunque no soy un bio- Me presenté amablemente evitando decir mi verdadero nombre por temor a que hubiese visto alguno de los fulanos carteles de búsqueda -No es necesaria tanta precaución, solo soy un torpe viajero que se ha perdido- Dije mientras cambiaba la disposición de la capa, usándola ahora para cubrirme el cuerpo y dejar al aire solo la cabeza; eso me permitiría mantener mis manos cerca de mis dagas en caso de que el chico decidiera disparar primero.
El momento de tensión se agudizó con el sonido de unos nuevos pasos; habíamos permanecido en tan silenciosa tensión que los pocos y silenciosos pasos de esa nueva persona no habían pasado desapercibidos, aunque al parecer esa no era su idea pues de inmediato se dio a conocer hablándole al misterioso encapuchado -Viajo solo- Aclaré aunque esa voz me resultaba muy familiar -Aunque creo que conozco a esta persona- Esa voz y posteriormente ese vestido me revelarían de quién se trataba, y aunque siempre me alegraba encontrarme con la dragona, no podía ser más inoportuna apareciendo justo después de decir que viajaba solo -¿Arygos?- Pregunté solo para confirmar lo que ya era casi evidente -Soy yo- Dije apartando el cabello de mi cara para permitirle identificarme con claridad -Que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Mencioné con amabilidad aunque el sujeto de la capucha no parecía muy contento con la situación.
Vamos, cazador, solo somos un viejo viajero y una joven indefensa, no somos una amenaza- Dije en tono serio esperando que el encapuchado cesara las hostilidades -Si vamos juntos será más fácil cruzar el camino- Invité al caballero -¿Tienes nombre o es un misterio igual que tu rostro?- Pregunté al notar que hasta ahora no tenía idea de cómo era la cara del cazador -Los caminos son peligrosos, es mejor viajar en grupo que matarnos nosotros mismos- Intenté convencerlo de unirse a la cruzada aunque no tenía idea de a dónde se dirigía la dragona -¿A dónde ibas?- Pregunté a la peliblanca sin apartar la vista del cazador; me alegraba que hubiera aparecido en su forma de inofensiva humana y no como un feroz dragón que tal vez si habría disparado la paranoia del verduzco arquero -Deja de pensar que todos quieren atacarte- Le dije al sujeto esperando hacer que bajara la guardia, gracioso que yo dijera eso pues generalmente la paranoia y desconfianza eran parte de mi carta de presentación.
El momento de tensión se agudizó con el sonido de unos nuevos pasos; habíamos permanecido en tan silenciosa tensión que los pocos y silenciosos pasos de esa nueva persona no habían pasado desapercibidos, aunque al parecer esa no era su idea pues de inmediato se dio a conocer hablándole al misterioso encapuchado -Viajo solo- Aclaré aunque esa voz me resultaba muy familiar -Aunque creo que conozco a esta persona- Esa voz y posteriormente ese vestido me revelarían de quién se trataba, y aunque siempre me alegraba encontrarme con la dragona, no podía ser más inoportuna apareciendo justo después de decir que viajaba solo -¿Arygos?- Pregunté solo para confirmar lo que ya era casi evidente -Soy yo- Dije apartando el cabello de mi cara para permitirle identificarme con claridad -Que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Mencioné con amabilidad aunque el sujeto de la capucha no parecía muy contento con la situación.
Vamos, cazador, solo somos un viejo viajero y una joven indefensa, no somos una amenaza- Dije en tono serio esperando que el encapuchado cesara las hostilidades -Si vamos juntos será más fácil cruzar el camino- Invité al caballero -¿Tienes nombre o es un misterio igual que tu rostro?- Pregunté al notar que hasta ahora no tenía idea de cómo era la cara del cazador -Los caminos son peligrosos, es mejor viajar en grupo que matarnos nosotros mismos- Intenté convencerlo de unirse a la cruzada aunque no tenía idea de a dónde se dirigía la dragona -¿A dónde ibas?- Pregunté a la peliblanca sin apartar la vista del cazador; me alegraba que hubiera aparecido en su forma de inofensiva humana y no como un feroz dragón que tal vez si habría disparado la paranoia del verduzco arquero -Deja de pensar que todos quieren atacarte- Le dije al sujeto esperando hacer que bajara la guardia, gracioso que yo dijera eso pues generalmente la paranoia y desconfianza eran parte de mi carta de presentación.
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Me sorprendió que el chico se escondiera entre los arboles, aun mas su extraña acusación a esa tercera persona de que fuera conmigo. ¿A que clase de persona paranoica se le podía ocurrir que alguien que venía de la ciudad tenia algo que ver con quein fuera que había salido de entre los arboles?
Resoplé por la nariz, quizás no se sentía bien y por es se había encontrado agachado, quizás tenía algun delirio febril, o se había dado algún golpe y por eso hacia asociaciones extrañas y sinsentido.
No tarde en hacer el clic mental que me faltaba y asociar la voz a la personalidad cuando volví a escuchar a la segunda silueta responder al humano, además de mencionar como propio un nombre que me era conocido. Se trataba de Bio, el cual confirmó mi sospecha al retirarse el pelo de la cara.
-¿Me esperabas?.-Ladee el rostro hacia un costado.- Pero si no pensaba ir caminando...-Mire entonces hacia los arboles buscando entre la maleza.-¿Es un amigo tuyo entonces? Creo que no se encuentra bien, deberías sacarlo de los matojos.- Acomodé mi morral en el otro hombro, para no cargar ninguno de ellos excesivamente.
Víctor tras aquella acotación y haber dado a entender que conocía al cazador empezó a preguntarle cosas que denotaban que nos e conocían en lo mas mínimo. No pude si no parpadear con una expresión de total y completo desconcierto.
-A casa, estoy mudando mis cosas.- golpee el morral con la mano. Las pocas pertenencias que usaba en el sur, para mi morada en el sur, en la torre que se había convertido también en mi refugio. Respondí automáticamente aun sintiéndome en medio de una situación que no entendía.
-No voy a atacar a nadie.-aseveré ante la afirmación del vampiro.- No si no nos atacan o hacen nada.- aclaré, acordándome de la pareja de mercenarios.
-Que raros que sois los sureños.-resoplé por lo bajo, y me acerque hacia el hombre encapuchado con lentitud, alargando una mano desnuda por delante de mi cuerpo del mismo modo en el que me acercaba a cualquier animal o ser asustadizo para no alarmarlo mas.
-¿Se encuentra usted bien?¿Necesita ayuda?.- pronuncie con lentitud, claridad, en un tono suave que pretendía resultar calmo.-Salga de los arbustos, no le pasará nada, pero si se aleja del camino puede perderse.
Resoplé por la nariz, quizás no se sentía bien y por es se había encontrado agachado, quizás tenía algun delirio febril, o se había dado algún golpe y por eso hacia asociaciones extrañas y sinsentido.
No tarde en hacer el clic mental que me faltaba y asociar la voz a la personalidad cuando volví a escuchar a la segunda silueta responder al humano, además de mencionar como propio un nombre que me era conocido. Se trataba de Bio, el cual confirmó mi sospecha al retirarse el pelo de la cara.
-¿Me esperabas?.-Ladee el rostro hacia un costado.- Pero si no pensaba ir caminando...-Mire entonces hacia los arboles buscando entre la maleza.-¿Es un amigo tuyo entonces? Creo que no se encuentra bien, deberías sacarlo de los matojos.- Acomodé mi morral en el otro hombro, para no cargar ninguno de ellos excesivamente.
Víctor tras aquella acotación y haber dado a entender que conocía al cazador empezó a preguntarle cosas que denotaban que nos e conocían en lo mas mínimo. No pude si no parpadear con una expresión de total y completo desconcierto.
-A casa, estoy mudando mis cosas.- golpee el morral con la mano. Las pocas pertenencias que usaba en el sur, para mi morada en el sur, en la torre que se había convertido también en mi refugio. Respondí automáticamente aun sintiéndome en medio de una situación que no entendía.
-No voy a atacar a nadie.-aseveré ante la afirmación del vampiro.- No si no nos atacan o hacen nada.- aclaré, acordándome de la pareja de mercenarios.
-Que raros que sois los sureños.-resoplé por lo bajo, y me acerque hacia el hombre encapuchado con lentitud, alargando una mano desnuda por delante de mi cuerpo del mismo modo en el que me acercaba a cualquier animal o ser asustadizo para no alarmarlo mas.
-¿Se encuentra usted bien?¿Necesita ayuda?.- pronuncie con lentitud, claridad, en un tono suave que pretendía resultar calmo.-Salga de los arbustos, no le pasará nada, pero si se aleja del camino puede perderse.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Calmé la respiracion tratando de ocultar totalmente mi presencía entre los matorrales, el sujeto se estaba levantando con una excusa muy trillada en esos lugares "Soy algo torpe". La mayoría de las emboscadas que realizaban allí comenzaban con palabras similares "Oh soy muy torpe y me perdí" "Solo seguia un conejo y llegue hasta aquí, fue muy torpe de mi parte" pero la mas utilizada era caer de un árbol. El sujeto siguio con las palabras, se acababa de presentar como "Bio", si me lo preguntasen a mi, tenía olor a falso... pero nunca se sabe, existen padres con una habilidad para los nombres que sorprenden a cualquier. Las palabras continuaron, me hablaba como si me tratara de un animal esperando para lazarme con los colmillos y garras frente a su presa aunque fuesen ellos el peligro.
Volvio a afirmar que viajaba solo, pero de igual manera dijo que conocía al tercero que se acercaba. Una brillante jugada para tratar en un esfuerzo casi muerto de seguir ocultando sus planes. El sujeto la llamo por un nombre, si no escuche mal era "Arygos" dijo que la esperaban, eso me dio a entender que efectivamente no estaban solo ellos. la conversacion entre los seres siguío, las palabras de la chica ahora se trataban como si aquel encuentro no fuera planeado, su tono de confusion no era falso. Destensé la flecha del arco y comence a acariciar con los dedos la punta afilada de esta, aquellas palabras realmente comenzaban a confundirme y ahora dudaba de la situacion. Debo admitir que si todo aquello fuese solo un acto de bandidos, estaba muy bien realizado, traté de ordenar todos los sucesos en mi mente mientras la chica continuaba hablando, el sujeto había caido de un árbol y decía estar herido, un tercero se acercaba en el proceso, el presunto herido se levanto negando la compañia de alguien mas aunque efectivamente el y la chica se conocían, hubiese estado mas despreocupado si el sujeto no se hubiera tapado con la capa mostrado los daños que debería de tener, por ultimo estaba lo de "Te estábamos esperando"... eso me desconcertaba aun más.
La chica considero que yo era amigo del sujeto, algo extraño a decir verdad. El sujeto empezo a hablar nuevamente, las preguntas eran lo que me hacía realmente desconfiar de todo el asunto. Generalmente todo el contacto social me hacía desconfiar, pero no significaba que siempre estuviese mal cuando lo hacía, seguí a guardar silencio ante todas las preguntas, no pensaba soltar tanta informacion junta ¿Para que necesitaría él todo eso de igual manera? Solo conteste a lo que me pareció mas una afirmacion que una duda.
- No pienso que todos quieran atacarme, pienso que ustedes quieren atacarme- pero unos segundos despues la chica tambien afirmo algo similar al sujeto, tampoco atacaría. ¿Todo lo que decían ellos era verdad? ¿Era yo el que estaba mal? El ardor en un dedo me hizo entrar en si nuevamente, no había dejado de acariciar la flecha y ahora tenía un pequeño corte en el dedo del cual caía un hilo de sangre. La chica se comenzo a acercar en mi dirección, me mordi la lengua para pensar que hacer, no podía salir y atacarlos a sangre fría si realmente eran inocentes, si eran bandidos apuesto que apenas salir corriendo entre los árboles me conseguría a sus camaradas... y si ella se acercaba lo suficiente podría atraparme. Tensé la flecha en el arco por segunda vez, si quería aclarar mi mente aquella era mi ultima opcion, escuche las ultimas palabras que realizo antes de realizar mi movimiento.
Disparé la flecha de tal modo que quedara incrustada en el suelo un metro delante de la chica. Eso le daría a entender que lo mejor era que dejase de caminar, comencé a dudar de mi plan pero ya no había vuelta atrás. Camine cuidadosamente fuera del árbol que me funciono de proteccion y miré a ambos sujetos, suspiré en lo bajo al notar que la flecha no había hecho daño alguno a la chica, un tiro perfecto tal como los que practicaba.
- Todos aquí queremos respuestas, pues respuestas es lo que obtendremos - Me mordía la lengua con la esperanza de relajar mi mente, luego señale la flecha incrustada en el suelo.- Esa flecha es un limite, si se atreven a poner un pie de mi lado, no dudare en dispararles directo al pecho - Retire la capucha de mi cabeza y acomode el cabello que comenzaba a caer tapandome la vision- Por el momento el unico misterio es mi nombre y ustedes, y efectivamente estoy bien a menos que alguno de ustedes me apuñale en las costilla, en tal caso... allí necesitaré la ayuda
Volvio a afirmar que viajaba solo, pero de igual manera dijo que conocía al tercero que se acercaba. Una brillante jugada para tratar en un esfuerzo casi muerto de seguir ocultando sus planes. El sujeto la llamo por un nombre, si no escuche mal era "Arygos" dijo que la esperaban, eso me dio a entender que efectivamente no estaban solo ellos. la conversacion entre los seres siguío, las palabras de la chica ahora se trataban como si aquel encuentro no fuera planeado, su tono de confusion no era falso. Destensé la flecha del arco y comence a acariciar con los dedos la punta afilada de esta, aquellas palabras realmente comenzaban a confundirme y ahora dudaba de la situacion. Debo admitir que si todo aquello fuese solo un acto de bandidos, estaba muy bien realizado, traté de ordenar todos los sucesos en mi mente mientras la chica continuaba hablando, el sujeto había caido de un árbol y decía estar herido, un tercero se acercaba en el proceso, el presunto herido se levanto negando la compañia de alguien mas aunque efectivamente el y la chica se conocían, hubiese estado mas despreocupado si el sujeto no se hubiera tapado con la capa mostrado los daños que debería de tener, por ultimo estaba lo de "Te estábamos esperando"... eso me desconcertaba aun más.
La chica considero que yo era amigo del sujeto, algo extraño a decir verdad. El sujeto empezo a hablar nuevamente, las preguntas eran lo que me hacía realmente desconfiar de todo el asunto. Generalmente todo el contacto social me hacía desconfiar, pero no significaba que siempre estuviese mal cuando lo hacía, seguí a guardar silencio ante todas las preguntas, no pensaba soltar tanta informacion junta ¿Para que necesitaría él todo eso de igual manera? Solo conteste a lo que me pareció mas una afirmacion que una duda.
- No pienso que todos quieran atacarme, pienso que ustedes quieren atacarme- pero unos segundos despues la chica tambien afirmo algo similar al sujeto, tampoco atacaría. ¿Todo lo que decían ellos era verdad? ¿Era yo el que estaba mal? El ardor en un dedo me hizo entrar en si nuevamente, no había dejado de acariciar la flecha y ahora tenía un pequeño corte en el dedo del cual caía un hilo de sangre. La chica se comenzo a acercar en mi dirección, me mordi la lengua para pensar que hacer, no podía salir y atacarlos a sangre fría si realmente eran inocentes, si eran bandidos apuesto que apenas salir corriendo entre los árboles me conseguría a sus camaradas... y si ella se acercaba lo suficiente podría atraparme. Tensé la flecha en el arco por segunda vez, si quería aclarar mi mente aquella era mi ultima opcion, escuche las ultimas palabras que realizo antes de realizar mi movimiento.
Disparé la flecha de tal modo que quedara incrustada en el suelo un metro delante de la chica. Eso le daría a entender que lo mejor era que dejase de caminar, comencé a dudar de mi plan pero ya no había vuelta atrás. Camine cuidadosamente fuera del árbol que me funciono de proteccion y miré a ambos sujetos, suspiré en lo bajo al notar que la flecha no había hecho daño alguno a la chica, un tiro perfecto tal como los que practicaba.
- Todos aquí queremos respuestas, pues respuestas es lo que obtendremos - Me mordía la lengua con la esperanza de relajar mi mente, luego señale la flecha incrustada en el suelo.- Esa flecha es un limite, si se atreven a poner un pie de mi lado, no dudare en dispararles directo al pecho - Retire la capucha de mi cabeza y acomode el cabello que comenzaba a caer tapandome la vision- Por el momento el unico misterio es mi nombre y ustedes, y efectivamente estoy bien a menos que alguno de ustedes me apuñale en las costilla, en tal caso... allí necesitaré la ayuda
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Definitivamente el sujeto era bastante difícil de convencer, completamente desconfiado y listo o sencillamente yo ya estaba perdiendo mi toque, por su parte la dragona se acercaba con su característica ingenuidad que a ratos me resultaba adorable y otras veces peligrosa -Bueno, sí, realmente no te esperaba; había intentado viajar solo para no poner a nadie en peligro, pero es tan aburrido viajar solo- Dije a la chica para luego volver mi atención al encapuchado -No es exactamente un amigo, pero sí es un sujeto muy raro- Expliqué asumiendo una actitud más seria para que no pareciera que era yo el que había generado todas las sospechas que nos llevaban a esa incómoda situación.
Mientras el arquero se negaba a responder, la dragona sí lo hizo -¿A casa?- Pregunté con algo de emoción al sentir que teníamos un lugar en común, y aunque jamás lo había considerado como “casa” sino más como un escondrijo, definitivamente acababa de cambiar mi visión de ello -Yo también voy a casa- Respondí animado mientras por fin obtenía una respuesta del hombre verde -¿Por qué querríamos atacarte?- Interrogué extrañado -Parece que sabes defenderte, atacarte sería mucho trabajo y estoy cansado- Expliqué intentando hacerlo entrar en razón -Y aún no has visto nada- Advertí a mi amiga -Hay unos más raros que otros- Expliqué recordando varios de los sujetos extraños que había conocido tiempo atrás.
El sonido del destensar de la cuerda fue seguido de un impacto contra el piso, una flecha había sido disparada hacia la joven -¡¿Estás demente?!- Reaccioné enojado al ver cómo la atacaba sin razón -Déjalo Arygos, vamos a casa- Le dije a la dragona aunque rápidamente el encapuchado tomó el control de la situación, aunque su agresividad no hacía más que enojarme más después de casi haber herido a la chica -Si quisiera matarte ya estarías muerto- Le dije cambiando a un tono más serio y hostil -Si llegas a lastimarla, no te alcanzarán las flechas para detenerme- Amenacé dejando atrás toda la diplomacia y los intentos de pasar desapercibido; aunque el hecho de quitarse la capucha y dejar ver su rostro sirvió para calmarme un poco, tal vez solo había disparado porque estaba nervioso -Nadie te va a apuñalar por la espalda- Dije intentando calmarme aunque era evidente mi enojo por la agresión contra mi joven amiga -Tal vez solo iniciamos con el pie izquierdo- Dije luego de respirar profundamente -Yo soy Bio, un vampiro, pero no voy a comerte- Aclaré rápidamente para evitar un ataque de pánico -Ella es Arygos, una jovencita a la que le debes una disculpa por esa flecha- Dije señalando su dichoso límite -Puedes presentarte, disculparte y venir con nosotros, o puedes ser hostil y quedarte solo- Dije en tono severo, de momento nadie estaba lastimado, pero si realizaba otro ataque contra la dragona le iría bastante mal al pobre arquero, aunque tal vez yo acabaría atravesado por un par de flechas, cosa que tampoco parecía ser muy agradable -Tú decides, arquero- Esperaría unos instantes hasta conocer su respuesta, en el peor de los casos atacaría, pero siendo dos contra uno, lo más prudente sería bajar la guardia y negociar el fin de las hostilidades.
Mientras el arquero se negaba a responder, la dragona sí lo hizo -¿A casa?- Pregunté con algo de emoción al sentir que teníamos un lugar en común, y aunque jamás lo había considerado como “casa” sino más como un escondrijo, definitivamente acababa de cambiar mi visión de ello -Yo también voy a casa- Respondí animado mientras por fin obtenía una respuesta del hombre verde -¿Por qué querríamos atacarte?- Interrogué extrañado -Parece que sabes defenderte, atacarte sería mucho trabajo y estoy cansado- Expliqué intentando hacerlo entrar en razón -Y aún no has visto nada- Advertí a mi amiga -Hay unos más raros que otros- Expliqué recordando varios de los sujetos extraños que había conocido tiempo atrás.
El sonido del destensar de la cuerda fue seguido de un impacto contra el piso, una flecha había sido disparada hacia la joven -¡¿Estás demente?!- Reaccioné enojado al ver cómo la atacaba sin razón -Déjalo Arygos, vamos a casa- Le dije a la dragona aunque rápidamente el encapuchado tomó el control de la situación, aunque su agresividad no hacía más que enojarme más después de casi haber herido a la chica -Si quisiera matarte ya estarías muerto- Le dije cambiando a un tono más serio y hostil -Si llegas a lastimarla, no te alcanzarán las flechas para detenerme- Amenacé dejando atrás toda la diplomacia y los intentos de pasar desapercibido; aunque el hecho de quitarse la capucha y dejar ver su rostro sirvió para calmarme un poco, tal vez solo había disparado porque estaba nervioso -Nadie te va a apuñalar por la espalda- Dije intentando calmarme aunque era evidente mi enojo por la agresión contra mi joven amiga -Tal vez solo iniciamos con el pie izquierdo- Dije luego de respirar profundamente -Yo soy Bio, un vampiro, pero no voy a comerte- Aclaré rápidamente para evitar un ataque de pánico -Ella es Arygos, una jovencita a la que le debes una disculpa por esa flecha- Dije señalando su dichoso límite -Puedes presentarte, disculparte y venir con nosotros, o puedes ser hostil y quedarte solo- Dije en tono severo, de momento nadie estaba lastimado, pero si realizaba otro ataque contra la dragona le iría bastante mal al pobre arquero, aunque tal vez yo acabaría atravesado por un par de flechas, cosa que tampoco parecía ser muy agradable -Tú decides, arquero- Esperaría unos instantes hasta conocer su respuesta, en el peor de los casos atacaría, pero siendo dos contra uno, lo más prudente sería bajar la guardia y negociar el fin de las hostilidades.
Bio
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
El matiz el joven no era muy útil, ya que no había motivo para que nosotros y todos tuviéramos motivos diferentes en un contexto en el que ni unos ni otros teníamos la mas mínima idea de de quien se trataba.
-Bueno, yo no tengo el mas mínimo interés en eso.
En alarde de mi "magnifica e inigualable agilidad" di un saltito inconsciente hacia atrás cuando la flecha se clavo en el suelo, sorprendida de aquel gesto, y como era de esperar, dando un traspiés y precipitándome hacia el suelo hasta quedar sentada en el con bastante torpeza, soltando en el proceso un quejido de sorpresa.
Cada vez empezaba a alejarme mas de esas conductas, y uno de los motivos era recibir bienvenidas como la que aquel humano me acaba de propiciar,acercarme a ayudar a alguien y recibir flechazos y amenazas acababa disuadiendo a cualquiera de mantener buenas intenciones, y la imagen de aquella efímera especie bajaba con cada dia que pasaba entre ellos.
Me levante despacio y con dificultades, pese a tener un control ya mas fluido de aquel cuerpo, seguía sin sentirlo del todo mio, y me encaré hacia el sujeto que ahora no solo reclamaba como su territorio parte del terreno en el que estábamos si no que se tomaba el lujo de venir con exigencias.
A Víctor tampoco parecía haberle hecho ni la mas mínima gracia el truco con el arco, pero se esforzó en mantenerse sereno. Trate de imitar su gesto, respirando profundo, pero no logre que la tensión de mi mandíbula aflojara un solo ápice.
-A mi mas que tu nombre me intriga mas el saber de donde diantres vienes que saludas a los transeúntes a punta de flecha.- Espeté.-Puedes quedarte con tus cosas, con tu lado, y si tantas ganas tienes de hacer algo con tus saetas prueba a comértelas.-Proseguí en un ramalazo de ira adolescente, mientras constreñía el morral con una mano, cerrada entorno a este como si de una garra se tratase.-¿Para que íbamos a querer apuñalar a gente aleatoriamente?Eso no es ni remotamente normal. Además si se te ocurre volver a tratar de usarnos de diana a cualquiera de los dos vas a tener que preocuparte de algo mucho mas grande que un puñal.- A ver como lidiaría aquel sujeto con un dragón a corta distancia y con flechas.
Volví a respirar hondo un par de veces mas, entornando los ojos, pero sin atreverme a cerrarlos, atenta a si aquel sujeto intentaba alguna temeridad, y desvié mi mirada hacia Bio, con quien por lo menos compartía destino.
-Por eso estoy dejando de ayudar a la gente como tu lo haces, mas de la mitad de las veces hacen esa clase de cosas. Que especie mas ingrata. ¿Porque te dan tanta pena? Yo empece teniéndoles misericordia, pero a medida que pasa el tiempo se esmeran en que deje de tenerlos en consideración.-Poco me importó hablar de la especie del sujeto con el mismo delante, le iba a propiciar la misma educación que el se había encargado de brindarnos.
La presentación de Bio me hizo ladear el rostro, que no fuera a hacer agradable no significaba que fuera a mentirle.
-Soy Arygos, una dragona.- Corregí a mi amigo.-Pero concuerdo con lo de la disculpa.-alcé ligeramente el mentón intentando hacer mi metro y medio de estatura algo mas imponente sin éxito.
-Bueno, yo no tengo el mas mínimo interés en eso.
En alarde de mi "magnifica e inigualable agilidad" di un saltito inconsciente hacia atrás cuando la flecha se clavo en el suelo, sorprendida de aquel gesto, y como era de esperar, dando un traspiés y precipitándome hacia el suelo hasta quedar sentada en el con bastante torpeza, soltando en el proceso un quejido de sorpresa.
Cada vez empezaba a alejarme mas de esas conductas, y uno de los motivos era recibir bienvenidas como la que aquel humano me acaba de propiciar,acercarme a ayudar a alguien y recibir flechazos y amenazas acababa disuadiendo a cualquiera de mantener buenas intenciones, y la imagen de aquella efímera especie bajaba con cada dia que pasaba entre ellos.
Me levante despacio y con dificultades, pese a tener un control ya mas fluido de aquel cuerpo, seguía sin sentirlo del todo mio, y me encaré hacia el sujeto que ahora no solo reclamaba como su territorio parte del terreno en el que estábamos si no que se tomaba el lujo de venir con exigencias.
A Víctor tampoco parecía haberle hecho ni la mas mínima gracia el truco con el arco, pero se esforzó en mantenerse sereno. Trate de imitar su gesto, respirando profundo, pero no logre que la tensión de mi mandíbula aflojara un solo ápice.
-A mi mas que tu nombre me intriga mas el saber de donde diantres vienes que saludas a los transeúntes a punta de flecha.- Espeté.-Puedes quedarte con tus cosas, con tu lado, y si tantas ganas tienes de hacer algo con tus saetas prueba a comértelas.-Proseguí en un ramalazo de ira adolescente, mientras constreñía el morral con una mano, cerrada entorno a este como si de una garra se tratase.-¿Para que íbamos a querer apuñalar a gente aleatoriamente?Eso no es ni remotamente normal. Además si se te ocurre volver a tratar de usarnos de diana a cualquiera de los dos vas a tener que preocuparte de algo mucho mas grande que un puñal.- A ver como lidiaría aquel sujeto con un dragón a corta distancia y con flechas.
Volví a respirar hondo un par de veces mas, entornando los ojos, pero sin atreverme a cerrarlos, atenta a si aquel sujeto intentaba alguna temeridad, y desvié mi mirada hacia Bio, con quien por lo menos compartía destino.
-Por eso estoy dejando de ayudar a la gente como tu lo haces, mas de la mitad de las veces hacen esa clase de cosas. Que especie mas ingrata. ¿Porque te dan tanta pena? Yo empece teniéndoles misericordia, pero a medida que pasa el tiempo se esmeran en que deje de tenerlos en consideración.-Poco me importó hablar de la especie del sujeto con el mismo delante, le iba a propiciar la misma educación que el se había encargado de brindarnos.
La presentación de Bio me hizo ladear el rostro, que no fuera a hacer agradable no significaba que fuera a mentirle.
-Soy Arygos, una dragona.- Corregí a mi amigo.-Pero concuerdo con lo de la disculpa.-alcé ligeramente el mentón intentando hacer mi metro y medio de estatura algo mas imponente sin éxito.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Contuve el aliento un momento, al parecer me estaba equivocando nuevamente despues de tanto tiempo y por si no fuera poco estaba despertando hostilidad en los sujetos, forme un puño con la mano libre y me di un leve golpe en la frente mientras trataba de pensar bien lo que iba a decir de ahora en adelante. -No estoy demente...o al menos que lo recuerde, y si quisiera hacerle realmente daño hubiese disparado mas arriba para atravesar su pierna- Volví a darme un leve golpe en la frente ¿Qué clase de cosas estaba diciendo? Si trataba de calmar la situacion no debería estar diciendo esas idioteces, levante la mirada al cielo con la esperanza de recordar una de las viejas lecciones que había aprendido para organizar mi mente- Lo que quiero decir es que... realmente no quiero o quería recurrir a disparar, pero si realmente son viajeros deben de saber como son los bosques.
Baje lentamente la mirada y detalle a los sujetos unos segundos, luego dirigí la mirada al arco que tenía en mano y la flecha que había disparado sin pensar racionalmente. Por lo visto la falta presencía social estaba haciendo estragos en mi cerebro, no, siempre he sido así... solo que esta vez realmente exagere de una manera colosal. Relaje mi cuerpo y me incline dejando el arco junto a mis pies, ya había cometido suficientes errores en una noche.- Espero que con esto pueda demostrar que no los usare de dianas.- Me encontraba volviendo a enderezar cuando el sujeto volvío a presentarse, traté de recordar su nombre mejor esta vez "Bio"...añadio que era un vampiro, seguramente solo era una broma para aligerar de igual manera el ambiente. Presento a la chica por el nombre de "Arygos" y esta le corrigió una parte, diciendo que era una dragona, posiblemente ella le continuó la broma aunque el tono de voz me hizo dudar .
No me extraño que ellos pidieran una disculpa a causa de mis acciones, realmente era mucho mas que comprensible. Me incline levemente dirigiendole una mirada a la chica.-No era mi intencion asustarle... o disparar una flecha en su direccion. Lamento mis acciones.- Me volví a erguir y ahora le dirigí la mirada al que se presento por el nombre de Bio.- - Y si necesitas un nombre que darme, te lo podré dar cuando me expliques el destino al que se dirigen... suena algo interesante.- Sabía que aquellas palabras sonaban algo amenazadoraa, era de esperarse que no supiera como dirigirme exactamente a alguien más despues de tanto tiempo, si era cierto que se dirigian a un lado no me sentaba mal un viaje donde no solo estuviera yo. Sacudí la cabeza y pensé de nuevo, no estaba en una condicíon de pedir respuestas de aquella manera tan brusca, realmente no recordaba lo que era dirigirle la palabra a alguien sin parecer un desquiciado. - Claro esta, si me lo permiten saber.
Baje lentamente la mirada y detalle a los sujetos unos segundos, luego dirigí la mirada al arco que tenía en mano y la flecha que había disparado sin pensar racionalmente. Por lo visto la falta presencía social estaba haciendo estragos en mi cerebro, no, siempre he sido así... solo que esta vez realmente exagere de una manera colosal. Relaje mi cuerpo y me incline dejando el arco junto a mis pies, ya había cometido suficientes errores en una noche.- Espero que con esto pueda demostrar que no los usare de dianas.- Me encontraba volviendo a enderezar cuando el sujeto volvío a presentarse, traté de recordar su nombre mejor esta vez "Bio"...añadio que era un vampiro, seguramente solo era una broma para aligerar de igual manera el ambiente. Presento a la chica por el nombre de "Arygos" y esta le corrigió una parte, diciendo que era una dragona, posiblemente ella le continuó la broma aunque el tono de voz me hizo dudar .
No me extraño que ellos pidieran una disculpa a causa de mis acciones, realmente era mucho mas que comprensible. Me incline levemente dirigiendole una mirada a la chica.-No era mi intencion asustarle... o disparar una flecha en su direccion. Lamento mis acciones.- Me volví a erguir y ahora le dirigí la mirada al que se presento por el nombre de Bio.- - Y si necesitas un nombre que darme, te lo podré dar cuando me expliques el destino al que se dirigen... suena algo interesante.- Sabía que aquellas palabras sonaban algo amenazadoraa, era de esperarse que no supiera como dirigirme exactamente a alguien más despues de tanto tiempo, si era cierto que se dirigian a un lado no me sentaba mal un viaje donde no solo estuviera yo. Sacudí la cabeza y pensé de nuevo, no estaba en una condicíon de pedir respuestas de aquella manera tan brusca, realmente no recordaba lo que era dirigirle la palabra a alguien sin parecer un desquiciado. - Claro esta, si me lo permiten saber.
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Justo cuando todo parecía salirse de control y desencadenar en un festival de miembros arrancados y flechas incrustadas, el sujeto pareció recapacitar, eso o que se quería matar a sí mismo a golpes -Si hubieras atravesado su pierna...- Iba a decir con hostilidad cuando fui interrumpido por Arygos que al parecer también le había parecido desagradable acto el mal gesto del sujeto; me acerqué a la dragona para rodearla con un brazo mientras lanzaba su descarga, en parte porque quería que se sintiera apoyada, pero a la vez también para intentar calmarla y evitar que acabara por comerse al sujeto -Vamos Ary, déjalo, no lo vale- Intenté calmarla pero parecía ser que drenaría todo lo que sentía sin que hubiera forma de detenerla -Tal vez solo está asustado- Le dije a la chica aunque sabía que no era excusa para andar agrediendo gente en medio de la noche -Usas arco y vistes raro- Hablé hacia el sujeto -¿Eres un elfo lejos de casa o un humano con costumbres raras?- Pregunté para aclarar pues en medio de la noche no alcanzaba a detallar la forma de sus orejas; por sus características físicas parecía encajar en una de esas razas.
La dragona reafirmó mi idea de la disculpa, tal vez solo habíamos comenzado de la manera incorrecta, pero siendo él quien había hecho la primera agresión, era quien debía disculparse, al menos si quería alargar la conversación, pues de otro modo bien podríamos dejarlo y seguir el camino, o usarlo de alimento en el peor de los casos; aunque el chico parecía ya más sensato y decidió bajar su arco; sonreí al ver que realmente había decidido disculparse con mi compañera -¿Ves que no son tan malos?- Le murmuré mientras le daba un suave golpe con el codo -Vamos a casa- Dije sin querer hablar más de la cuenta al menos hasta confiar más en él, pues una disculpa servía por ahora pero no enmendaría todo -No me digas tu nombre, te llamaré Chucho, es corto, fácil y gracioso- Dije alzando una ceja y en tono malcriado -Vamos a la playa de los ancestros- Dije revelando un poco más de nuestra ruta considerando que no resultaba nada perjudicial que supiera al menos eso.
No me acostumbro a verte vestida así- Le dije a la peliblanca -Vamos- Le ofrecí mi brazo para ayudarla a caminar como era ya costumbre -Toma tu arco del piso- Le advertí al sujeto aunque de igual modo trataría de caminar de modo que quedara interpuesto entre él y la dragona -Hay muchos tipos raros en estos bosques- Dije para ambos aunque sonaría más como un comentario para la dragona -No se ve muchos arqueros fuera de Sandorai- Le dije con intriga mientras avanzaba despacio -Puedes venir con nosotros, pero te advierto que vamos despacio- Mencioné en relación al lento avance que suponía caminar junto a mi compañera pero que al final ya me había acostumbrado -No imaginé que te vería tan pronto, supuse que tomarías rumbo a las islas- Expresé a mi amiga -Saldrán muchos barcos hacia allá esta noche- Sugerí justo antes de recordar el detalle de que ella podía pasar volando, aunque tal vez un vuelo tan largo sin lugar para parar a descansar sería bastante agotador.
La dragona reafirmó mi idea de la disculpa, tal vez solo habíamos comenzado de la manera incorrecta, pero siendo él quien había hecho la primera agresión, era quien debía disculparse, al menos si quería alargar la conversación, pues de otro modo bien podríamos dejarlo y seguir el camino, o usarlo de alimento en el peor de los casos; aunque el chico parecía ya más sensato y decidió bajar su arco; sonreí al ver que realmente había decidido disculparse con mi compañera -¿Ves que no son tan malos?- Le murmuré mientras le daba un suave golpe con el codo -Vamos a casa- Dije sin querer hablar más de la cuenta al menos hasta confiar más en él, pues una disculpa servía por ahora pero no enmendaría todo -No me digas tu nombre, te llamaré Chucho, es corto, fácil y gracioso- Dije alzando una ceja y en tono malcriado -Vamos a la playa de los ancestros- Dije revelando un poco más de nuestra ruta considerando que no resultaba nada perjudicial que supiera al menos eso.
No me acostumbro a verte vestida así- Le dije a la peliblanca -Vamos- Le ofrecí mi brazo para ayudarla a caminar como era ya costumbre -Toma tu arco del piso- Le advertí al sujeto aunque de igual modo trataría de caminar de modo que quedara interpuesto entre él y la dragona -Hay muchos tipos raros en estos bosques- Dije para ambos aunque sonaría más como un comentario para la dragona -No se ve muchos arqueros fuera de Sandorai- Le dije con intriga mientras avanzaba despacio -Puedes venir con nosotros, pero te advierto que vamos despacio- Mencioné en relación al lento avance que suponía caminar junto a mi compañera pero que al final ya me había acostumbrado -No imaginé que te vería tan pronto, supuse que tomarías rumbo a las islas- Expresé a mi amiga -Saldrán muchos barcos hacia allá esta noche- Sugerí justo antes de recordar el detalle de que ella podía pasar volando, aunque tal vez un vuelo tan largo sin lugar para parar a descansar sería bastante agotador.
Bio
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
El muchacho por lo menos bajó el arma, y se disculpó apropiadamente, en parte por eso, en parte por el gesto protector del vampiro al rodearme con el brazo pese a que su delgada extremidad no podía esconderme del entorno, logre apaciguar un poco mis ánimos, e incliné vagamente la cara a falta de hocico, para marcarle que aceptaba sus disculpas.
-Tampoco son tan inocentes.-le devolví el codazo al vampiro.-¿Que se supone que es ese gesto?.-le susurré seguidamente.
-Vamos a casa.-respondía al muchacho, al unisono con Bio, pese a que ya había dado esa respuesta con anterioridad.- Te recomiendo darle un nombre a V-Bio... a mi me estuvo llamando babitas por varias jornadas no dejes que te ponga un mote...tarde-suspire- Bueno, si me dices tu nombre yo me referiré a ti apropiadamente siempre y cuando reciba el mismo trato.- Le ofrecí al humano.
Tomé el brazo que me ofrecía bio dispuesta a seguirlo, mientras me acomodaba el morral en la extremidad opuesta, el vampiro ya le había ofrecido al joven caminar juntos, y no iba a ponerme a repetir cada cosa como un loro.
-Yo no me acostumbro aun a ir vestida.- Contesté al vampiro con suma naturalidad.- No pensaba caminar con el hacia casa, estaba saliendo de la ciudad para poder quitármelo, pero en vez de un lugar solitario los encontré a ustedes.-ladeé el rostro levemente.-Pensaba dejar mis cosas en casa antes de ir a las islas, y terminar con un par de asuntos además. Tengo que preparar bien el viaje si quiero estar allí una buena temporada.
Mi mirada pasó entonces hacia el arquero, inclinándome hacia adelante para poder verlo pese a que el vampiro estaba entre ambos, intrigada por las preguntas que hacía el vampiro, que daban a entender que el joven provenía de una tierra hasta ahora desconocida para mi.
-¿Eres de Sandorai?¿Como es? Nunca he estado allí, sol lo sobrevolé. ¿Es tan espeso como dicen?¿hay animales muy distintos?¿Cual es el mas sabroso?¿Porque sus ciudades no se ven des del aire?¿es cierto que están dentro de los arboles?.-Una ristra de preguntas salio sin freno de entre mis labios, por suerte seguía pronunciando con cierta lentitud, por lo que lo que para mi resultaba un hablar atropellado no era mas que ligeramente mas rápido que el ritmo normal con el que hablaba la mayoría de gente.
-Tampoco son tan inocentes.-le devolví el codazo al vampiro.-¿Que se supone que es ese gesto?.-le susurré seguidamente.
-Vamos a casa.-respondía al muchacho, al unisono con Bio, pese a que ya había dado esa respuesta con anterioridad.- Te recomiendo darle un nombre a V-Bio... a mi me estuvo llamando babitas por varias jornadas no dejes que te ponga un mote...tarde-suspire- Bueno, si me dices tu nombre yo me referiré a ti apropiadamente siempre y cuando reciba el mismo trato.- Le ofrecí al humano.
Tomé el brazo que me ofrecía bio dispuesta a seguirlo, mientras me acomodaba el morral en la extremidad opuesta, el vampiro ya le había ofrecido al joven caminar juntos, y no iba a ponerme a repetir cada cosa como un loro.
-Yo no me acostumbro aun a ir vestida.- Contesté al vampiro con suma naturalidad.- No pensaba caminar con el hacia casa, estaba saliendo de la ciudad para poder quitármelo, pero en vez de un lugar solitario los encontré a ustedes.-ladeé el rostro levemente.-Pensaba dejar mis cosas en casa antes de ir a las islas, y terminar con un par de asuntos además. Tengo que preparar bien el viaje si quiero estar allí una buena temporada.
Mi mirada pasó entonces hacia el arquero, inclinándome hacia adelante para poder verlo pese a que el vampiro estaba entre ambos, intrigada por las preguntas que hacía el vampiro, que daban a entender que el joven provenía de una tierra hasta ahora desconocida para mi.
-¿Eres de Sandorai?¿Como es? Nunca he estado allí, sol lo sobrevolé. ¿Es tan espeso como dicen?¿hay animales muy distintos?¿Cual es el mas sabroso?¿Porque sus ciudades no se ven des del aire?¿es cierto que están dentro de los arboles?.-Una ristra de preguntas salio sin freno de entre mis labios, por suerte seguía pronunciando con cierta lentitud, por lo que lo que para mi resultaba un hablar atropellado no era mas que ligeramente mas rápido que el ritmo normal con el que hablaba la mayoría de gente.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Bajé la mirada y miré las mangas de mi atuendo ¿Por qué aquel ser diría que visto raro? El traje era muy comodo para estar en los bosques y su color ayudaba mucho a esconderme en la maleza. Me aclare un poco la garganta tratando de no reír, que me compararán con un elfo me resultaba irónico, despues de tanto tiempo quiza se me pego una maña de Gillian y no me fije en ello.- Se puede decir que soy un humano de costumbres raras.- Ahora que se lo mencionaban... si tenía costumbres raras, pero no era nada de lo que realmente tuviera que preocuparme o al menos por ahora.
Al parecer el hombre de capa y la chica iban a casa, realmente resultaba raro ya que se supone que la casa de quienes rondaban esos lugares era Lunargenta o vivian como yo, en algun rincon del bosque. Aun así decidi no matarme con aquella simple idea, cuando iba a dar mi nombre el sujeto decidió ponerme un mote de lo mas extraño que había escuchado.-¿Chucho? ¿Qué rayos significa Chucho?-Observe cortamente a la chica tratando de conseguir una respuesta al significado de aquel apodo.- Por cierto, me llamo Candau... Me apellido así realmente, aunque si lo que dices es cierto dudo que haga un efecto ahora- Suspire pasandome las manos por las sienes, por lo visto el destino exacto era la playa de los ancestros, creo que una vez estuve allí pero no estaba del todo seguro.- ¿La playa de los ancestros no es un sitio algo alejado?- Realmente era raro que alguien emprendiera un viaje a aquellos sitios a esas horas de la noche.
Me incline a tomar el arco que permanecía en el suelo, no fue necesario que el sujeto me lo recordara. Ellos dos seguían manteniendo una conversacion la cual no trate de descifrar, me enfocaba mas en asimilar y ordenar los hechos que iban ocurriendo y tampoco era importante intervenir en algo que parecía mas que nada personal. Al levantar el arco lo limpie un poco con la mano antes de guardarlo en el carcaj junto a las flechas.-Se muy bien que hay tipos raros en los bosques, de ser lo contrario no hubieran habido tantos...problemas.
La chica comenzo a soltar una leve rafaga de preguntas luego de que el sujeto hiciera un comentario de los arqueros en Sandorai, agite un poco las manos en el aire tratando de evitar que las preguntas siguieran.- No soy de Sandorai, posiblemente mi maestro lo hubiera sido pero nunca lo escuche decir algo al respecto. Realmente nunca pusimos un pie en aquel sitio si mi memoria no falla- Camine a la flecha que aun estaba clavada en el suelo y la retiré, nunca había que abandonar la municion si se era posible.- Uso el arco porque es cien veces mas comodo que la ballesta, y no se demora tanto entre disparo y disparo.
Sacudí la flecha en el aire y luego dirigí la vista a los otros dos que ya estaban listos para partir a su destino. -Si realmente puedo ir con ustedes... les pido el favor que me esperasen aquí o que me acompañaran un momento, se que resulta raro pero no puedo irme y dejar una cosa atras.- Observe la ruta por donde había llegado, si era lo suficientemente rapido podría ir y volver en un par de minutos.- Se bien que no estoy en mi derecho de pedir esas cosas, pero tampoco puedo abandonar esto.
Al parecer el hombre de capa y la chica iban a casa, realmente resultaba raro ya que se supone que la casa de quienes rondaban esos lugares era Lunargenta o vivian como yo, en algun rincon del bosque. Aun así decidi no matarme con aquella simple idea, cuando iba a dar mi nombre el sujeto decidió ponerme un mote de lo mas extraño que había escuchado.-¿Chucho? ¿Qué rayos significa Chucho?-Observe cortamente a la chica tratando de conseguir una respuesta al significado de aquel apodo.- Por cierto, me llamo Candau... Me apellido así realmente, aunque si lo que dices es cierto dudo que haga un efecto ahora- Suspire pasandome las manos por las sienes, por lo visto el destino exacto era la playa de los ancestros, creo que una vez estuve allí pero no estaba del todo seguro.- ¿La playa de los ancestros no es un sitio algo alejado?- Realmente era raro que alguien emprendiera un viaje a aquellos sitios a esas horas de la noche.
Me incline a tomar el arco que permanecía en el suelo, no fue necesario que el sujeto me lo recordara. Ellos dos seguían manteniendo una conversacion la cual no trate de descifrar, me enfocaba mas en asimilar y ordenar los hechos que iban ocurriendo y tampoco era importante intervenir en algo que parecía mas que nada personal. Al levantar el arco lo limpie un poco con la mano antes de guardarlo en el carcaj junto a las flechas.-Se muy bien que hay tipos raros en los bosques, de ser lo contrario no hubieran habido tantos...problemas.
La chica comenzo a soltar una leve rafaga de preguntas luego de que el sujeto hiciera un comentario de los arqueros en Sandorai, agite un poco las manos en el aire tratando de evitar que las preguntas siguieran.- No soy de Sandorai, posiblemente mi maestro lo hubiera sido pero nunca lo escuche decir algo al respecto. Realmente nunca pusimos un pie en aquel sitio si mi memoria no falla- Camine a la flecha que aun estaba clavada en el suelo y la retiré, nunca había que abandonar la municion si se era posible.- Uso el arco porque es cien veces mas comodo que la ballesta, y no se demora tanto entre disparo y disparo.
Sacudí la flecha en el aire y luego dirigí la vista a los otros dos que ya estaban listos para partir a su destino. -Si realmente puedo ir con ustedes... les pido el favor que me esperasen aquí o que me acompañaran un momento, se que resulta raro pero no puedo irme y dejar una cosa atras.- Observe la ruta por donde había llegado, si era lo suficientemente rapido podría ir y volver en un par de minutos.- Se bien que no estoy en mi derecho de pedir esas cosas, pero tampoco puedo abandonar esto.
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Mientras el chico terminaba de deshostilizarse, si es que existe esa palabra -Nadie es del todo inocente- Le dije a la dragona a modo de consejo, pues no estaba mal agregar un poco de desconfianza a cada nueva persona que conociera, no tanta como para lanzarle flechas sin motivo, pero sí para estar preparada -Es un gesto de... Mejor te explico luego- Le dije no queriendo entrar en más detalles al menos por ahora, no frente a ese extraño sujeto que aún gozaba de una gran desconfianza -Tranquilo, también tenemos costumbres raras- Le hablé al chico intentando romper un poco la tensión que aún quedaba.
Abrí los ojos como platos al creer que ella estaba a punto de decir mi nombre, pero afortunadamente había sido solo mi imaginación y nada más; graciosamente intentó advertirle al sujeto acerca de mis malas costumbres con los nombres pero no consiguió llegar a tiempo -Chucho es más fácil de recordar- Dije en tono malcriado -En mi pueblo, es de mala educación llamar a las personas por su apellido- Argumenté con total seguridad de que era cierto -Grandes hombres en la historia de Aerandir se han llamado Chucho- Intenté convencerlo para que se dejara llamar de ese modo, pues Candau era una palabra que difícilmente podría pronunciar en medio de una situación difícil.
Mientras caminaba junto a la dragona y escuchaba sus argumentos, aproveché una pausa para responder al chico -Bastante alejado, me temo, debí haber ido en barco- Me hice a mí mismo la sugerencia que había hecho a mi compañera, y considerando que yo no podía volar como ella, realmente esa habría sido la mejor de las opciones; asentí con la cabeza a las respuestas de la dragona sin dejar de prestarle atención al chico verde; el cual no demoró en responder a mis preguntas acerca de su posible estadía en tierra de elfos -¿Tu maestro era un elfo?- Pregunté intrigado, tal vez eso explicaría que un humano viajara vestido de lechuga y con arco además; Arygos también contribuyó con varias preguntas aunque él manifestó no poder responderlas.
Totalmente por sorpresa me tomó su extraña petición de que lo esperáramos mientras iba a quien sabe qué cosa -Pues corre Chucho, te estaremos esperando- Dije de modo amable imaginando que tal vez necesitaba ir al baño -Cuando hay que ir, hay que ir- Dije cruzándome de brazos para esperar algunos instantes a que regresara -Deberías crecer más rápido- Le dije a mi joven compañera -Así podrías llevarme volando a casa- Dije a modo de broma, pues no sabía si fuera capaz de usarla como vehículo -Debí traer al Señor Caballo- Suspiré mirando el largo camino que aún faltaba por recorrer.
Abrí los ojos como platos al creer que ella estaba a punto de decir mi nombre, pero afortunadamente había sido solo mi imaginación y nada más; graciosamente intentó advertirle al sujeto acerca de mis malas costumbres con los nombres pero no consiguió llegar a tiempo -Chucho es más fácil de recordar- Dije en tono malcriado -En mi pueblo, es de mala educación llamar a las personas por su apellido- Argumenté con total seguridad de que era cierto -Grandes hombres en la historia de Aerandir se han llamado Chucho- Intenté convencerlo para que se dejara llamar de ese modo, pues Candau era una palabra que difícilmente podría pronunciar en medio de una situación difícil.
Mientras caminaba junto a la dragona y escuchaba sus argumentos, aproveché una pausa para responder al chico -Bastante alejado, me temo, debí haber ido en barco- Me hice a mí mismo la sugerencia que había hecho a mi compañera, y considerando que yo no podía volar como ella, realmente esa habría sido la mejor de las opciones; asentí con la cabeza a las respuestas de la dragona sin dejar de prestarle atención al chico verde; el cual no demoró en responder a mis preguntas acerca de su posible estadía en tierra de elfos -¿Tu maestro era un elfo?- Pregunté intrigado, tal vez eso explicaría que un humano viajara vestido de lechuga y con arco además; Arygos también contribuyó con varias preguntas aunque él manifestó no poder responderlas.
Totalmente por sorpresa me tomó su extraña petición de que lo esperáramos mientras iba a quien sabe qué cosa -Pues corre Chucho, te estaremos esperando- Dije de modo amable imaginando que tal vez necesitaba ir al baño -Cuando hay que ir, hay que ir- Dije cruzándome de brazos para esperar algunos instantes a que regresara -Deberías crecer más rápido- Le dije a mi joven compañera -Así podrías llevarme volando a casa- Dije a modo de broma, pues no sabía si fuera capaz de usarla como vehículo -Debí traer al Señor Caballo- Suspiré mirando el largo camino que aún faltaba por recorrer.
Bio
Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
El sr. Candau tenía razón, ya era demasiado tarde. Esbocé una leve sonrisa de compasión, mostrando algo de misericordia por el trato que iba a recibir de mi amigo, el cual, pese a no parecer que hiciera aquello.
Bio corroboro nuestras sospechas al justificar porque su mote era mas practico, e incluso tiró de factores culturales que yo desconocía de su parte.
El humano arquero parecía mucho menos hostil a medida que pasaba el tiempo, y aunque no podía dejar de mirarlo con cierto recelo, lo cierto es que no me caía tan mal, y podía entender que el miedo lo hubiera hecho obrar de mala manera, a fin de cuentas era plena noche, y los humanos eran criaturas vulnerables, dato que olvidaba con demasiada frecuencia.
-No te preocupes, ve a por lo que necesites, no será por tiempo en nuestro caso.-Me detuve acompañando con eso mis palabras, permitiendole ir a por lo que necesitara recoger, aunque Víctor parecía insinuar que el muchacho usaba aquello como excusa para ir al baño.
Porque los humanos se avergonzaban de sus unciones biológicas era otro misterio todavía, que aunque había memorizado su respuesta, resultaba bastante incomprensible.
-¿De que aldea eres originario? En las aldeas que estuve referirse por el apellido es justamente algo de educación.-Mire a mi acompañante con suma curiosidad de que podría haberme dejado, o de que localidad habría cambiado tanto en un siglo sus costumbres. Aunque para los humanos un siglo eran varias generaciones.
-Aunque llegue a mi máximo tamaño no creo que pueda llevarte encima sin ayuda de magia o de la alquimia.-Me giré hacia mi compañero, dedicándole a el mi atención mientras aguardaba el regreso del arquero.-Pero ya te llevaré volando cuando figure como, descuida.-aseguré.- Te lo prometí.
Mi nariz se arrugó cuando hizo mención al señor caballo. Por lo general todos los amigos del vampiro me habían caído bien. El huraño elfo de la puerta, el brusco guardián de la planta baja, el cibernetico con dilemas morales, pero el oso celoso no.
La parte mas instintiva de mi se sentía irritada cada vez que aquel bicho me gruñía como si estuviera usurpando su lugar o su territorio y aquello me enervaba mas de lo que estaba dispuesta a reconocer en voz alta en pro del poco orgullo que tenía.
-No me agrada, mejor consiguete un caballo de verdad, seguro que en las ciudades tampoco les gustará tener que albergar a un oso en las cuadras. -resoplé por la nariz.- En cualquier momento te va a arañar entero para marcarte como si fueras un tronco.- Y entonces yo iba a obtener el permiso para comerme a ese bicho, y el resto podrían aprovechar su piel.
-Por cierto, ¿Con que te entretuviste? Digo.. yo no camino muy rápido, si pude alcanzarte es porque estabas distraído con algo o mirando las musarañas.- Mire al muchacho y luego a bio.-¿Hiciste algo para asustarlo? Estaba lejos y apenas si vi una siluetas por el camino antes de verme envuelta en su discusión.
Bio corroboro nuestras sospechas al justificar porque su mote era mas practico, e incluso tiró de factores culturales que yo desconocía de su parte.
El humano arquero parecía mucho menos hostil a medida que pasaba el tiempo, y aunque no podía dejar de mirarlo con cierto recelo, lo cierto es que no me caía tan mal, y podía entender que el miedo lo hubiera hecho obrar de mala manera, a fin de cuentas era plena noche, y los humanos eran criaturas vulnerables, dato que olvidaba con demasiada frecuencia.
-No te preocupes, ve a por lo que necesites, no será por tiempo en nuestro caso.-Me detuve acompañando con eso mis palabras, permitiendole ir a por lo que necesitara recoger, aunque Víctor parecía insinuar que el muchacho usaba aquello como excusa para ir al baño.
Porque los humanos se avergonzaban de sus unciones biológicas era otro misterio todavía, que aunque había memorizado su respuesta, resultaba bastante incomprensible.
-¿De que aldea eres originario? En las aldeas que estuve referirse por el apellido es justamente algo de educación.-Mire a mi acompañante con suma curiosidad de que podría haberme dejado, o de que localidad habría cambiado tanto en un siglo sus costumbres. Aunque para los humanos un siglo eran varias generaciones.
-Aunque llegue a mi máximo tamaño no creo que pueda llevarte encima sin ayuda de magia o de la alquimia.-Me giré hacia mi compañero, dedicándole a el mi atención mientras aguardaba el regreso del arquero.-Pero ya te llevaré volando cuando figure como, descuida.-aseguré.- Te lo prometí.
Mi nariz se arrugó cuando hizo mención al señor caballo. Por lo general todos los amigos del vampiro me habían caído bien. El huraño elfo de la puerta, el brusco guardián de la planta baja, el cibernetico con dilemas morales, pero el oso celoso no.
La parte mas instintiva de mi se sentía irritada cada vez que aquel bicho me gruñía como si estuviera usurpando su lugar o su territorio y aquello me enervaba mas de lo que estaba dispuesta a reconocer en voz alta en pro del poco orgullo que tenía.
-No me agrada, mejor consiguete un caballo de verdad, seguro que en las ciudades tampoco les gustará tener que albergar a un oso en las cuadras. -resoplé por la nariz.- En cualquier momento te va a arañar entero para marcarte como si fueras un tronco.- Y entonces yo iba a obtener el permiso para comerme a ese bicho, y el resto podrían aprovechar su piel.
-Por cierto, ¿Con que te entretuviste? Digo.. yo no camino muy rápido, si pude alcanzarte es porque estabas distraído con algo o mirando las musarañas.- Mire al muchacho y luego a bio.-¿Hiciste algo para asustarlo? Estaba lejos y apenas si vi una siluetas por el camino antes de verme envuelta en su discusión.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Chasqué la lengua al volver escuchar el nombre de Chucho, bien era cierto que en Aerandir hubieron grades hombres, pero ninguno llamado Chucho que yo recordase. No pude negar que existian sitios donde llamar a una persona de cierto modo podía ser un insulto, así que con algo de resignacion y sin ganas simplemente asentí al comentario, no era tiempo de reclamar por un nombre.
Bien afirmó el sujeto que el trayecto era largo, aunque tomando una que otra vía podía ser mas corto...o interesate tal como decía Gillian. Tambien formulo una pregunta que no dude ni me molestó responder.-Efectivamente, mi maestro era un Elfo.- No era algo que quisiera esconder, estaba orgulloso mencionarlo, era la mejor persona que había conocido si me lo preguntaran.
Cuando el par me afirmo que podía ir a buscar lo que podría decirse que era mi tesoro no dude en salir disparado corriendo, mientras me alejaba escuche como el sujeto hacía una referencia de ir al baño... parece que me estaba tratando como una mascota canina despues de todo. Sacudí la cabeza sin evitar soltar una risa en lo bajo, resultaba algo gracioso a decir verdad pero debía concentrarme en lo que resultaba importante. Salté entre los arbustos en busca de reducir la distancía, si realmente quería darme prisa debería pasar por la parte con maleza mas espesa, aparte lo mejor que pude las ramas del camino evitando recibir un mal golpe que me dejara tirado, no me extraño cuando llegue a la tienda con un par de minutos de ventaja.
Bien podía llevar prisa pero no era motivo para ser descuidado, observe alrededor en busca de la presencía de alguien, como de costumbre no había nadie. Salí de los matorrales y me acerqué a la tienda que continuaba cerrada, la abrí cuidadosamente y fue un alivio encontrar mis cosas aun allí. Siempre lo estaban pero de igual manera un día podía alguien pasar y llevarselas en mi ausencia, había dicho que solo iba por una cosa pero mientras apartaba uno que otro objeto me parecio buena idea llevar algo de más. Me apresure en guardar un atuendo de respuesto en una bolsa de cuero y tomar todas las flechas que estaban esparcidas para guardarlas en el carcaj, me heche todo al hombro y de ultimo tome una vaina de cuero que tenía apartada en el otro extremo de la tienda, era lo mas importate de todo aquello.
Salí de la tienda y la cerré sin mucha importancía, ya tenía todo lo de valor encima. Corrí de nuevo en direccíon a los sujetos mientras ajustaba la vaina a mi cinturon, no importaba que no tuviese una espada que enfundar, pero no planeaba perder aquello de vista. Corrí de regreso por el camino mas recto, quiza por los árboles legara mas rápido pero en aquella ruta podía correr mejor. Al estar de regreso me relaje sobre mis rodillas tratando de bajar la velocidad de la respiracion, no recordaba cuando fue la ultima vez que tuve tanta prisa. -Perdonen... si la tardanza fue mayor a la esperada.- Fue lo unico que alcancé a decir mientras seguía tratando de recuperar el aliento.
Bien afirmó el sujeto que el trayecto era largo, aunque tomando una que otra vía podía ser mas corto...o interesate tal como decía Gillian. Tambien formulo una pregunta que no dude ni me molestó responder.-Efectivamente, mi maestro era un Elfo.- No era algo que quisiera esconder, estaba orgulloso mencionarlo, era la mejor persona que había conocido si me lo preguntaran.
Cuando el par me afirmo que podía ir a buscar lo que podría decirse que era mi tesoro no dude en salir disparado corriendo, mientras me alejaba escuche como el sujeto hacía una referencia de ir al baño... parece que me estaba tratando como una mascota canina despues de todo. Sacudí la cabeza sin evitar soltar una risa en lo bajo, resultaba algo gracioso a decir verdad pero debía concentrarme en lo que resultaba importante. Salté entre los arbustos en busca de reducir la distancía, si realmente quería darme prisa debería pasar por la parte con maleza mas espesa, aparte lo mejor que pude las ramas del camino evitando recibir un mal golpe que me dejara tirado, no me extraño cuando llegue a la tienda con un par de minutos de ventaja.
Bien podía llevar prisa pero no era motivo para ser descuidado, observe alrededor en busca de la presencía de alguien, como de costumbre no había nadie. Salí de los matorrales y me acerqué a la tienda que continuaba cerrada, la abrí cuidadosamente y fue un alivio encontrar mis cosas aun allí. Siempre lo estaban pero de igual manera un día podía alguien pasar y llevarselas en mi ausencia, había dicho que solo iba por una cosa pero mientras apartaba uno que otro objeto me parecio buena idea llevar algo de más. Me apresure en guardar un atuendo de respuesto en una bolsa de cuero y tomar todas las flechas que estaban esparcidas para guardarlas en el carcaj, me heche todo al hombro y de ultimo tome una vaina de cuero que tenía apartada en el otro extremo de la tienda, era lo mas importate de todo aquello.
Salí de la tienda y la cerré sin mucha importancía, ya tenía todo lo de valor encima. Corrí de nuevo en direccíon a los sujetos mientras ajustaba la vaina a mi cinturon, no importaba que no tuviese una espada que enfundar, pero no planeaba perder aquello de vista. Corrí de regreso por el camino mas recto, quiza por los árboles legara mas rápido pero en aquella ruta podía correr mejor. Al estar de regreso me relaje sobre mis rodillas tratando de bajar la velocidad de la respiracion, no recordaba cuando fue la ultima vez que tuve tanta prisa. -Perdonen... si la tardanza fue mayor a la esperada.- Fue lo unico que alcancé a decir mientras seguía tratando de recuperar el aliento.
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Al igual que yo, Arygos se mostró permisiva con el sujeto, animándolo a que fuera en busca de lo que mencionaba necesitar para el viaje, a fin de cuentas un pequeño descanso para tomar fuerzas antes de emprender un viaje tan largo no nos vendría nada mal; como era ya costumbre, la dragona solía caer como víctima en cada cosa que decía, cosa que aunque resultaba divertida, se podría convertir en un problema -Nací en Verisar, un pequeño pueblo cerca de una laguna alimentada por el Lago Frey- Dije notando luego que jamás había dado esa información a nadie, sonreí de medio lado ante la facilidad con que la había dicho pero luego procedí a desmentir lo anterior -Y si lo dices por la costumbre de los apellidos, no es cierto, acabo de inventarlo para saber el nombre del sujeto, no me gusta nombrar a nadie por su apellido- Le confesé aprovechando que el mismo se había marchado y tal vez se tomaría su buen rato.
Había varias cosas que la dragona no sabía de mí, como mi vínculo de trabajo con el gremio de informantes, como espía debía saber sacar información y mentir deliberadamente para conseguirlo, aunque era algo que de momento prefería mantener en secreto -A veces digo mentiras para confundir a personas que no conozco, muchas veces es mejor decir una mentira para evitar una pelea- Acoté mirándola con seriedad esperando que le sirviera de consejo -Hay guerras que se ganan con palabras más que con armas- Dije en un extraño arranque de sabiduría proverbial de esos que casi nunca solía tener, tal vez porque necesitaba decirle que había mentido pero sentía la obligación de excusarme para no dañar la imagen que pudiera tener de mí.
Sonreí ampliamente ante su oferta de llevarme a volar, era algo que cada vez me hacía más ilusión aunque de momento parecía bastante difícil; mi relación con la dragona era bastante buena, y tal vez podría seguir siéndolo de no ser por la existencia del Señor Caballo, ahora que acababa de confirmarme que no le agradaba en lo más mínimo; reí abiertamente ante su comentario contra el oso -Oh, vamos, es un oso muy listo, solo dale la oportunidad- Mencioné de manera juguetona -No estarás celosa de un oso ¿Verdad?- Acusé con los ojos entrecerrados mirándola fijamente.
Me distraje descansando, tal vez fue más tiempo del que pensaba y de pronto ya estaban ustedes acá- Dije con inocencia justo antes que volviera el chico de lo que sea que estuviera haciendo -Qué rápido volviste, Chucho- Le dije al muchacho -Creí que tardarías más, eres muy veloz- Expresé ya con menos desconfianza que antes -¿Qué era tan importante para tener que volver?- Pregunté intrigado aunque no sabía si me daría la respuesta.
Había varias cosas que la dragona no sabía de mí, como mi vínculo de trabajo con el gremio de informantes, como espía debía saber sacar información y mentir deliberadamente para conseguirlo, aunque era algo que de momento prefería mantener en secreto -A veces digo mentiras para confundir a personas que no conozco, muchas veces es mejor decir una mentira para evitar una pelea- Acoté mirándola con seriedad esperando que le sirviera de consejo -Hay guerras que se ganan con palabras más que con armas- Dije en un extraño arranque de sabiduría proverbial de esos que casi nunca solía tener, tal vez porque necesitaba decirle que había mentido pero sentía la obligación de excusarme para no dañar la imagen que pudiera tener de mí.
Sonreí ampliamente ante su oferta de llevarme a volar, era algo que cada vez me hacía más ilusión aunque de momento parecía bastante difícil; mi relación con la dragona era bastante buena, y tal vez podría seguir siéndolo de no ser por la existencia del Señor Caballo, ahora que acababa de confirmarme que no le agradaba en lo más mínimo; reí abiertamente ante su comentario contra el oso -Oh, vamos, es un oso muy listo, solo dale la oportunidad- Mencioné de manera juguetona -No estarás celosa de un oso ¿Verdad?- Acusé con los ojos entrecerrados mirándola fijamente.
Me distraje descansando, tal vez fue más tiempo del que pensaba y de pronto ya estaban ustedes acá- Dije con inocencia justo antes que volviera el chico de lo que sea que estuviera haciendo -Qué rápido volviste, Chucho- Le dije al muchacho -Creí que tardarías más, eres muy veloz- Expresé ya con menos desconfianza que antes -¿Qué era tan importante para tener que volver?- Pregunté intrigado aunque no sabía si me daría la respuesta.
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Sonreí levemente al creer percibir orgullo en la forma que hablaba de su maestro. Aunque apenas había hecho una escueta afirmación al respeto creí reconocer el mismo tono con el que yo hablaba de la abuela Theragon. Los mentores tendían a ser, por lo general figuras o muy queridas o muy odiadas, y yo poseía la dicha de hallarme en el primer grupo.
Cualquier curiosidad que pudiera tener sobre el humano tendría que esperar, pues este partió con una velocidad admirable hacia la maleza, pese a que no corríamos ninguna prisa, la noche era larga.
Mi mirada dejó de escrutar el lugar por el que había desaparecido "chucho" para alzarse hacia el vampiro. Otra cosa que me venía de nuevo, aunque no era de extrañar que teniendo como tenía mas del doble de mi edad, hubiera muchas cosas sobre su pasado que me fueran ajenas todavía.
-Tampoco lo ibas a nombrar por su nombre.-solté el aire lentamente por la nariz.-Aunque te diga su nombre lo vas a llamar Chucho.- Del mismo modo en el que el seguía llamándome babitas cuando estaba en forma de dragón de forma asidua.
-No me agradan las mentiras, pero tienes razón.-consentí. Algo a lo que me habría negado en rotundo meses atrás, pero que ahora encontraba bastante útil en algunas contadas situaciones, y siempre que se usara para buenos propósitos.-Yo no se mentir...así que he aprendido a omitir datos, eso si puedo hacerlo.- Pese que prefiriera ir con la verdad por delante, cuando las situaciones se volvían difusas, confusas, a veces la ambigüedad y la paciencia te permitían revelar los datos necesarios para poder escoger un buen actuar, y asegurarte de no fallar en la empresa de ser justo.
Arrugué la nariz cuando defendió al oso, conmigo no era para nada juguetón, si nomas bien arisco.
-Eso sería como si un lobo estuvieses celoso de un ratón...-ladee el rostro-No puede exigir propiedad contra un bicho mas grande y mas peligroso, es la ley de la naturaleza. Para mi es comida, solo me molesta que intente marcar territorio.-Explique, tratando de ser tan clara como fuera posible, conociendo que para su especie las cosas no funcionaban de la misma forma.- Además, no eres una propiedad, es molesto que te trate como si lo fueras. Tienes voluntad.-sentencie, pero tras unos segundos de silencio entrecerré la mirada del mismo modo que el.- ¿Porque tendría que estar celosa de una mascota?.- Pensaba que no me veía como una, pero con aquella pregunta había sembrado la semilla de la duda.
Mi rostro se giró hacia el humano cuando su voz se hizo presente en la noche, suavizando el gesto, y ladee el rostro de forma perezosa restándole importancia a su tardanza, que había sido mínima.
-No te preocupes, has sido rápido.-Le concedí, no queriendo aventurarme a imaginar cuanto me habría demorado yo de hallarme en su piel.
-Me hallo viajando por Aerandir con tal de aprender y conocer, y me ha llamado la atención tu maestro. Tengo entendido que la mayoría de elfos son celosos de si mismos y recelosos de otras especies, pero tu tono parece indicar que había aprecio. ¿Podrías hablarme de el?.-Pedí con el mayor respeto posible, aun sabiendo que quizás no se sintiera cómodo hablando de aquello con una desconocida.
Cualquier curiosidad que pudiera tener sobre el humano tendría que esperar, pues este partió con una velocidad admirable hacia la maleza, pese a que no corríamos ninguna prisa, la noche era larga.
Mi mirada dejó de escrutar el lugar por el que había desaparecido "chucho" para alzarse hacia el vampiro. Otra cosa que me venía de nuevo, aunque no era de extrañar que teniendo como tenía mas del doble de mi edad, hubiera muchas cosas sobre su pasado que me fueran ajenas todavía.
-Tampoco lo ibas a nombrar por su nombre.-solté el aire lentamente por la nariz.-Aunque te diga su nombre lo vas a llamar Chucho.- Del mismo modo en el que el seguía llamándome babitas cuando estaba en forma de dragón de forma asidua.
-No me agradan las mentiras, pero tienes razón.-consentí. Algo a lo que me habría negado en rotundo meses atrás, pero que ahora encontraba bastante útil en algunas contadas situaciones, y siempre que se usara para buenos propósitos.-Yo no se mentir...así que he aprendido a omitir datos, eso si puedo hacerlo.- Pese que prefiriera ir con la verdad por delante, cuando las situaciones se volvían difusas, confusas, a veces la ambigüedad y la paciencia te permitían revelar los datos necesarios para poder escoger un buen actuar, y asegurarte de no fallar en la empresa de ser justo.
Arrugué la nariz cuando defendió al oso, conmigo no era para nada juguetón, si nomas bien arisco.
-Eso sería como si un lobo estuvieses celoso de un ratón...-ladee el rostro-No puede exigir propiedad contra un bicho mas grande y mas peligroso, es la ley de la naturaleza. Para mi es comida, solo me molesta que intente marcar territorio.-Explique, tratando de ser tan clara como fuera posible, conociendo que para su especie las cosas no funcionaban de la misma forma.- Además, no eres una propiedad, es molesto que te trate como si lo fueras. Tienes voluntad.-sentencie, pero tras unos segundos de silencio entrecerré la mirada del mismo modo que el.- ¿Porque tendría que estar celosa de una mascota?.- Pensaba que no me veía como una, pero con aquella pregunta había sembrado la semilla de la duda.
Mi rostro se giró hacia el humano cuando su voz se hizo presente en la noche, suavizando el gesto, y ladee el rostro de forma perezosa restándole importancia a su tardanza, que había sido mínima.
-No te preocupes, has sido rápido.-Le concedí, no queriendo aventurarme a imaginar cuanto me habría demorado yo de hallarme en su piel.
-Me hallo viajando por Aerandir con tal de aprender y conocer, y me ha llamado la atención tu maestro. Tengo entendido que la mayoría de elfos son celosos de si mismos y recelosos de otras especies, pero tu tono parece indicar que había aprecio. ¿Podrías hablarme de el?.-Pedí con el mayor respeto posible, aun sabiendo que quizás no se sintiera cómodo hablando de aquello con una desconocida.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Me llevé la mano a la cara mientras soltaba un leve suspiro. -No me llamo Chucho ¿Por que me llamaría Chucho de por si?-Dije tratando de evitar que mencionara aquel apodo de nuevo, aunque si era cierto lo que habían dicho no sería tan facil despues de todo. - Me alegra haberme tardado menos de lo que creí... despues de todo el tiempo siempre es valioso.- Sacudí mis ropas que estaban algo sucias por el barro del camino.-Aunque conociendo los caminos, tampoco es tan dificil.- Deje de limpiarme al fijarme lo que hacía, algo de suciedad como lo era la tierra y el barro ayudaban mucho a perderse mejor con el paisaje, no debía desperdiciar aquel toque natural que había cobrado en el camino.
Levante la mirada al sujeto cuando me pregunto que había sido tan importante para que hubiese ido a por el.-Esto era lo que necesitaba buscar.- Dije mientras le proporcionaba una leves palmadas a la Vaina que traía sujetada al cinturon, bien era cierto que había dicho que solo iba por una cosa y que traía encima tambien una bolsa con otras cosas, pero lo mas importante de todo era aquel objeto que traía en el cinturon. No planeaba largarme y dejarla tirada a la merced de cualquiera que pudiera encontrar la tienda.
Le dirigí la mirada a la chica, comento que se encontraba en un viaje en busca de conocimiento y que mi maestro le había proporcionado cierta curiosidad, quería saber de Gillian por lo visto.- Por supuesto que puedo hablar de él... auque deberias decidir entre la version corta y no muy informada o la version larga y detallada, quiza me tarde un poco con la segunda.- Levanté la mirada a la copa de los arboles tratando de recordar lo mejor que podía a Gillian, bien era ciero que fue algo extraño pero era muy amable... o al menos lo era conmigo.-Nosotos tambien viajamos un tiempo conociendo Aerandir, quiza eso te interese.
Regrese la mirada al camino y lo señale como si hubiese algo en el aunque realmente no había nada.-Opino que deberíamos comenzar a caminar, bien sabemos que la playa de los ancestros queda algo lejos... aunque realmente yo no llevo prisa.- Me encogí de hombros mientras bajaba el brazo, yo no tenía problema en apreciar más tiempo el bosque, pero si aquellos viajeros realmente necesitaban llegar a aquel destino lo escencial sería comenzar a caminar. Con algo de suerte en el camino habría un arbusto de bayas y nunca estaba de mas guardar provisiones para largas travesías.
Levante la mirada al sujeto cuando me pregunto que había sido tan importante para que hubiese ido a por el.-Esto era lo que necesitaba buscar.- Dije mientras le proporcionaba una leves palmadas a la Vaina que traía sujetada al cinturon, bien era cierto que había dicho que solo iba por una cosa y que traía encima tambien una bolsa con otras cosas, pero lo mas importante de todo era aquel objeto que traía en el cinturon. No planeaba largarme y dejarla tirada a la merced de cualquiera que pudiera encontrar la tienda.
Le dirigí la mirada a la chica, comento que se encontraba en un viaje en busca de conocimiento y que mi maestro le había proporcionado cierta curiosidad, quería saber de Gillian por lo visto.- Por supuesto que puedo hablar de él... auque deberias decidir entre la version corta y no muy informada o la version larga y detallada, quiza me tarde un poco con la segunda.- Levanté la mirada a la copa de los arboles tratando de recordar lo mejor que podía a Gillian, bien era ciero que fue algo extraño pero era muy amable... o al menos lo era conmigo.-Nosotos tambien viajamos un tiempo conociendo Aerandir, quiza eso te interese.
Regrese la mirada al camino y lo señale como si hubiese algo en el aunque realmente no había nada.-Opino que deberíamos comenzar a caminar, bien sabemos que la playa de los ancestros queda algo lejos... aunque realmente yo no llevo prisa.- Me encogí de hombros mientras bajaba el brazo, yo no tenía problema en apreciar más tiempo el bosque, pero si aquellos viajeros realmente necesitaban llegar a aquel destino lo escencial sería comenzar a caminar. Con algo de suerte en el camino habría un arbusto de bayas y nunca estaba de mas guardar provisiones para largas travesías.
Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Sonreí de forma pícara ante su acusación -Solo quería saber su nombre- Dije fingiendo inocencia -Pero si no tiene, debo darle uno, soy generoso- Dije de forma altruista -Una vez le leí a mi hija un cuento de un mundo sin fronteras y sin razas, en donde todos se llamaban Chucho y eran felices- Dije algo que aunque pareciera falso, esta vez sí era cierto, de esa historia había recordado ese gracioso nombre que ahora serviría de bandera para nuestro nuevo compañero de viaje.
Siempre me sorprendía la inocencia e ingenuidad de mi joven compañera, aunque temía que en algún momento la llevaría a una situación peligrosa -Mi modo de vida me obliga a mentir, he aprendido a hacerlo y a notar cuándo me mienten- Mencioné a la chica -Tal vez pueda enseñarte algo de eso luego, para que no te engañen- Me ofrecí como maestro para enseñarle, cuando menos a reconocer mentirosos, pues imaginaba que en algún momento le podría servir de ayuda.
Sonreí con aprecio hacia la dragona para luego excusar al animal -A diferencia de nosotros que actuamos por razonamiento, los animales actúan por instinto, tal vez no sepa que actúa bien o mal, solo hace lo que su instinto le dice que es correcto- Expliqué aunque parecía que no lograríamos ponernos de acuerdo y el comentario de los celos no sirvió de mucha ayuda -Él no es mi mascota- Sentencié con seriedad -Es un amigo, no me gustan las mascotas y no consideraría a nadie como tal- Aclaré de forma severa justo antes que regresara el veloz arquero verde; el cual de inmediato ganó la atención de la joven.
Ante la interrogante de por qué habría de llamarse Chucho, respondí con otra pregunta -¿Por qué no?- A fin de cuentas no me parecía un mal nombre, gracioso sí, pero no malo, incluso era práctico y fácil de recordar, si no era su nombre debería serlo definitivamente; sin embargo mis pensamientos acabaron al ver que mostraba lo que había ido a buscar -¿Lo traes dentro de la vaina?- Pregunté intrigado esperando encontrarle una explicación, la vaina no parecía gran cosa, a menos que tuviera valor sentimental como un recuerdo o algo así.
A mí no me molestaría la versión larga- Dije inmiscuyéndome en la conversación que de ello se estaba ganando toda mi curiosidad -El camino también es largo- Manifesté mientras comenzaba a caminar, no sin antes ofrecer mi brazo a mi adorable compañera.
Siempre me sorprendía la inocencia e ingenuidad de mi joven compañera, aunque temía que en algún momento la llevaría a una situación peligrosa -Mi modo de vida me obliga a mentir, he aprendido a hacerlo y a notar cuándo me mienten- Mencioné a la chica -Tal vez pueda enseñarte algo de eso luego, para que no te engañen- Me ofrecí como maestro para enseñarle, cuando menos a reconocer mentirosos, pues imaginaba que en algún momento le podría servir de ayuda.
Sonreí con aprecio hacia la dragona para luego excusar al animal -A diferencia de nosotros que actuamos por razonamiento, los animales actúan por instinto, tal vez no sepa que actúa bien o mal, solo hace lo que su instinto le dice que es correcto- Expliqué aunque parecía que no lograríamos ponernos de acuerdo y el comentario de los celos no sirvió de mucha ayuda -Él no es mi mascota- Sentencié con seriedad -Es un amigo, no me gustan las mascotas y no consideraría a nadie como tal- Aclaré de forma severa justo antes que regresara el veloz arquero verde; el cual de inmediato ganó la atención de la joven.
Ante la interrogante de por qué habría de llamarse Chucho, respondí con otra pregunta -¿Por qué no?- A fin de cuentas no me parecía un mal nombre, gracioso sí, pero no malo, incluso era práctico y fácil de recordar, si no era su nombre debería serlo definitivamente; sin embargo mis pensamientos acabaron al ver que mostraba lo que había ido a buscar -¿Lo traes dentro de la vaina?- Pregunté intrigado esperando encontrarle una explicación, la vaina no parecía gran cosa, a menos que tuviera valor sentimental como un recuerdo o algo así.
A mí no me molestaría la versión larga- Dije inmiscuyéndome en la conversación que de ello se estaba ganando toda mi curiosidad -El camino también es largo- Manifesté mientras comenzaba a caminar, no sin antes ofrecer mi brazo a mi adorable compañera.
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Las justificaciones del vampiro parecían meras excusas para poder llamar chucho al arquero con impunidad, al menos hasta que mencionó a su hija, y el peculiar cuento que le había dedicado en un pasado. Aunque era un cuento extremadamente raro, y cuyas consignas no tenían ningún sentido para mi, si aquel mote le traía buenos recuerdos de su familia, no iba a discutirle mas aquel mote.
Tendría que ser el propio humano quien se defendiera, el vampiro acababa de lograr hacerme firmar mi rendición sin apenas haber presentado pelea.
Asentí aceptando su oferta, lo cierto es que resultaría sumamente útil ser capaz de discernir cuando al gente tenía intenciones perniciosas que ocultaba tras amables palabras o bondadosos gestos, pero también sabía que incluso sus habilidades en ese campo eran limitadas, no me olvidaba todavía de cuando había caído presa del ermitaño que lo había encerrado en el sotano buscándole la muerte.
Su respuesta en cuanto al oso me hizo arrugar la nariz, no me estaba degradando a la categoría del oso, pero si elevaba aquella bestia a la mía, lo cual seguía siendo desagradable, no tanto, pero lo era.-Estas poniendo un oso al mismo nivel que yo.-Me quejé.
El joven de verde volvió así que interrumpí el resto de quejas que tenía sobre el señor caballo y la inmerecida categoría que le atribuía el vampiro a mi ver, para dedicarle mas atención al humano.
Mi mirada se posó sobre la vaina vacía, objeto que por lo inútil que resultaba sin contener nada, debía obligatoriamente, tener detrás alguna historia, o portar en el un recuerdo lo suficientemente fuerte como para justificar el apego a un contenedor que no contenía nada.
El hecho de que también hubieran viajado por el mundo volvía la expectativa de su historia sobre su mentor mucho mas interesante de lo que ya había sido en un inicio.
-La larga por favor, hay tiempo y camino de sobras.- Secundé al vampiro quien se había adelantado con otra respuesta afirmativa. Si el muchacho no tenía ganas de hablar se había topado con la dupla equivocada, pues ambos poseíamos una curiosidad voraz.
En uno de los extremos del grupo, y reclinandome de nuevo sin soltar el brazo del vampiro, pudiendo de ese modo caminar sin mirar el camino, sin caerme y de paso poder observar al humano, empecé a caminar siguiéndoles el ritmo, pero mas atenta a las palabras que al trayecto que amenizaban.
-Nosotros tampoco tenemos prisa, no te preocupes.- Le resté importancia.- Y yo no camino especialmente rápido.- Añadí con un tono de disculpa, advirtiéndole de antemano de que no podía esperar la velocidad de un escuadrón o un mensajero de mi parte. Aunque para mi orgullo, pudiera saltar mas o menos, y correr pequeños tramos sin caerme aparatosamente contra el suelo a esas alturas.
Tendría que ser el propio humano quien se defendiera, el vampiro acababa de lograr hacerme firmar mi rendición sin apenas haber presentado pelea.
Asentí aceptando su oferta, lo cierto es que resultaría sumamente útil ser capaz de discernir cuando al gente tenía intenciones perniciosas que ocultaba tras amables palabras o bondadosos gestos, pero también sabía que incluso sus habilidades en ese campo eran limitadas, no me olvidaba todavía de cuando había caído presa del ermitaño que lo había encerrado en el sotano buscándole la muerte.
Su respuesta en cuanto al oso me hizo arrugar la nariz, no me estaba degradando a la categoría del oso, pero si elevaba aquella bestia a la mía, lo cual seguía siendo desagradable, no tanto, pero lo era.-Estas poniendo un oso al mismo nivel que yo.-Me quejé.
El joven de verde volvió así que interrumpí el resto de quejas que tenía sobre el señor caballo y la inmerecida categoría que le atribuía el vampiro a mi ver, para dedicarle mas atención al humano.
Mi mirada se posó sobre la vaina vacía, objeto que por lo inútil que resultaba sin contener nada, debía obligatoriamente, tener detrás alguna historia, o portar en el un recuerdo lo suficientemente fuerte como para justificar el apego a un contenedor que no contenía nada.
El hecho de que también hubieran viajado por el mundo volvía la expectativa de su historia sobre su mentor mucho mas interesante de lo que ya había sido en un inicio.
-La larga por favor, hay tiempo y camino de sobras.- Secundé al vampiro quien se había adelantado con otra respuesta afirmativa. Si el muchacho no tenía ganas de hablar se había topado con la dupla equivocada, pues ambos poseíamos una curiosidad voraz.
En uno de los extremos del grupo, y reclinandome de nuevo sin soltar el brazo del vampiro, pudiendo de ese modo caminar sin mirar el camino, sin caerme y de paso poder observar al humano, empecé a caminar siguiéndoles el ritmo, pero mas atenta a las palabras que al trayecto que amenizaban.
-Nosotros tampoco tenemos prisa, no te preocupes.- Le resté importancia.- Y yo no camino especialmente rápido.- Añadí con un tono de disculpa, advirtiéndole de antemano de que no podía esperar la velocidad de un escuadrón o un mensajero de mi parte. Aunque para mi orgullo, pudiera saltar mas o menos, y correr pequeños tramos sin caerme aparatosamente contra el suelo a esas alturas.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Miré la vaina un corto momento antes de volver a levantar la vista.-¿Por que traería algo dentro de una Vaina?- Bueno, bien era cierto que podía traer una espada en esta, pero este no era el caso, simplemente estaba vacía y no había problema en ello, estar enfundando y desenfundando una espada podría dañar el interior de esta así que nunca considere la idea de portar espadas conmigo.
Asentí al escuchar que necesitaban la version larga de la historia, claramente esperaba que me pidieran aquello. Me lleve el pulgar a la boca y lo comence a morder para concentrarme.-Como muchos dicen, las historias largas son mejores en viajes largos- Comencé a caminar aun mordiendome el pulgar y mirando los arboles y arbustos, no dude en acercarme a estos aun caminando para revisarlos mejor, si iba junto a ellos mejoraba la oportunidad para obtener algo de alimentos.
-Bien podría iniciar la historia con los hechos que me llevaron a conocerlo, pero me saltare esa parte hasta el encuentro directo.- Dije mientras me lanzaba de cabeza entre unos matorrales y me arrastraba entre estos. - Como bien ya conocen, mi maestro fue un elfo... pero tengo entendido que no era como los otros elfos, el decidio abandonar su hogar para explorar el mundo, nunca le pregunte el porque y tampoco era que me interesara. - Saqué la cabeza de los arbustos mientras masticaba un par de hojas con mala cara. Me había confundido de planta y estaba masticando un tipo de hoja algo picante, una vez en el pasado la había probado pero no recordaba que su sabor fuese así. Aun así guarde un poco en los bolsillos y salí de los materrales aun masticando con mala cara lo poco que me había llevado a la boca.
Carraspeé un poco alejando la sensacion de la boca y volviendo a concentrarme.-Lo conocí cuando yo tenía 7 años, yo estaba a punto de morir cuando el apareció- Inconcientemente me lleve la mano al bolsillo y volví a comer otro puñado de hojas, esta vez no tenian tan mal sabor, le acerque tambien un poco de la planta a los viajeros por si tenian algo de hambre. Quiza les interesa probar un poco de aquello, pero no podría estar seguro, no a todas las personas les agrada comer algo que fue sacado de la maleza y menos si viene de la mano de un extraño.- Al principio no tiene buen sabor, algo amargo y picante... pero merece la pena probarlo- Alcancé a advertir, tal como los animales, a veces es mejor conocer a que plantas te acercas.
Asentí al escuchar que necesitaban la version larga de la historia, claramente esperaba que me pidieran aquello. Me lleve el pulgar a la boca y lo comence a morder para concentrarme.-Como muchos dicen, las historias largas son mejores en viajes largos- Comencé a caminar aun mordiendome el pulgar y mirando los arboles y arbustos, no dude en acercarme a estos aun caminando para revisarlos mejor, si iba junto a ellos mejoraba la oportunidad para obtener algo de alimentos.
-Bien podría iniciar la historia con los hechos que me llevaron a conocerlo, pero me saltare esa parte hasta el encuentro directo.- Dije mientras me lanzaba de cabeza entre unos matorrales y me arrastraba entre estos. - Como bien ya conocen, mi maestro fue un elfo... pero tengo entendido que no era como los otros elfos, el decidio abandonar su hogar para explorar el mundo, nunca le pregunte el porque y tampoco era que me interesara. - Saqué la cabeza de los arbustos mientras masticaba un par de hojas con mala cara. Me había confundido de planta y estaba masticando un tipo de hoja algo picante, una vez en el pasado la había probado pero no recordaba que su sabor fuese así. Aun así guarde un poco en los bolsillos y salí de los materrales aun masticando con mala cara lo poco que me había llevado a la boca.
Carraspeé un poco alejando la sensacion de la boca y volviendo a concentrarme.-Lo conocí cuando yo tenía 7 años, yo estaba a punto de morir cuando el apareció- Inconcientemente me lleve la mano al bolsillo y volví a comer otro puñado de hojas, esta vez no tenian tan mal sabor, le acerque tambien un poco de la planta a los viajeros por si tenian algo de hambre. Quiza les interesa probar un poco de aquello, pero no podría estar seguro, no a todas las personas les agrada comer algo que fue sacado de la maleza y menos si viene de la mano de un extraño.- Al principio no tiene buen sabor, algo amargo y picante... pero merece la pena probarlo- Alcancé a advertir, tal como los animales, a veces es mejor conocer a que plantas te acercas.
- Hojas de la planta:
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Fredericksen
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
La conversación con la dragona no parecía ir a buenos términos, parecía tenerle al oso más rencor de lo normal y no alcanzaba a entender por qué -El oso es mi amigo oso, está en el nivel de los amigos osos- Aclaré con voz pausada -Tú eres mi amiga dragona, estás en el nivel de mis amigas dragonas y como no tengo otra amiga dragona, pues eres la única en ese nivel- Expliqué pausadamente -Son niveles muy diferentes, es como...- Hice una pausa -¿Conoces la historia de conejo volador?- Pregunté a la chica para desviar su atención hacia otro lado, tarea que luego me facilitaría el extraño arquero.
Alcé una ceja pensando en lo insignificante que me parecía la vaina, pero preferí no decir nada y simplemente suponer que gozaba de cierto valor sentimental; comenzamos a caminar mientras el sujeto iniciaba la narración de su historia de la manera más normal posible o al menos eso parecía mientras caminaba saliendo ligeramente del camino, parecía en busca de algo pero lo encontró de la manera más extraña posible, lanzándose de cabeza sobre los matorrales.
Por si el hecho de lanzarse de cabeza sobre la maleza no fuera lo suficientemente raro, emergió de allí masticando una especie de monte verde cual si fuera un aion o alguna bestia herbívora; poco había prestado atención a la historia pues tenía cara de poema, completamente abrumado por tan descomunal demostración de rareza, entre palabras recordaba “Maestro elfo, abandonar hogar, no interesaba, 7 años, casi muriendo, apareció” más que una historia lo veía pasar como una sucesión de imágenes mientras con cierto asco lo veía masticar aquella masa verde en la que se había convertido su alimento.
Pero justo cuando parecía que no podía ser más raro el momento se atrevió a ofrecernos un poco de... Eso... Fuera lo que fuera no entraría a mi boca -No... Gracias...- Dije pausadamente -Paso- Fingí una media sonrisa para no parecer descortés para luego mirar a mi compañera -Todo tuyo si lo quieres- Ofrecí complaciente pues nada, absolutamente nada me convencería de comerme aquello, incluso imaginaba que ella tampoco querría pero considerando su inmensa curiosidad tal vez podría interesarle y si el tipo raro no había muerto entonces no era peligroso al menos.
Disimulé un poco mi cara de espanto al recordar que de ese mismo modo podría ser como otros veían mi forma de alimentarme, que bastante desagradable solía parecerle a algunos, y aunque igual me resistiría a comer semejante monga, al menos intentaría ser más tolerante.
Alcé una ceja pensando en lo insignificante que me parecía la vaina, pero preferí no decir nada y simplemente suponer que gozaba de cierto valor sentimental; comenzamos a caminar mientras el sujeto iniciaba la narración de su historia de la manera más normal posible o al menos eso parecía mientras caminaba saliendo ligeramente del camino, parecía en busca de algo pero lo encontró de la manera más extraña posible, lanzándose de cabeza sobre los matorrales.
Por si el hecho de lanzarse de cabeza sobre la maleza no fuera lo suficientemente raro, emergió de allí masticando una especie de monte verde cual si fuera un aion o alguna bestia herbívora; poco había prestado atención a la historia pues tenía cara de poema, completamente abrumado por tan descomunal demostración de rareza, entre palabras recordaba “Maestro elfo, abandonar hogar, no interesaba, 7 años, casi muriendo, apareció” más que una historia lo veía pasar como una sucesión de imágenes mientras con cierto asco lo veía masticar aquella masa verde en la que se había convertido su alimento.
Pero justo cuando parecía que no podía ser más raro el momento se atrevió a ofrecernos un poco de... Eso... Fuera lo que fuera no entraría a mi boca -No... Gracias...- Dije pausadamente -Paso- Fingí una media sonrisa para no parecer descortés para luego mirar a mi compañera -Todo tuyo si lo quieres- Ofrecí complaciente pues nada, absolutamente nada me convencería de comerme aquello, incluso imaginaba que ella tampoco querría pero considerando su inmensa curiosidad tal vez podría interesarle y si el tipo raro no había muerto entonces no era peligroso al menos.
Disimulé un poco mi cara de espanto al recordar que de ese mismo modo podría ser como otros veían mi forma de alimentarme, que bastante desagradable solía parecerle a algunos, y aunque igual me resistiría a comer semejante monga, al menos intentaría ser más tolerante.
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Re: [Cerrado] Babas, flechas y otros peligros [Interpretativo-Libre]
Ladee el rostro con extrañeza con lo que me contaba el vampiro, y que sonaba bastante extraño y complejo de forma innecesaria, separando de forma tan minuciosa por escalafones que mas que por méritos parecía que nos valoraba por categorías en las cuales nos encerraba.
-No tiene sentido.-Parpadeé un par de veces.
La historia de un conejo volador tampoco precia tener mas coherencia, pero pese a eso suscitó, como no, mi curiosidad.
-¿Que historia es esa? No la conozco.- Respondí con una clara mirada que decía "cuéntamela"con la misma transparencia a que si lo hubiera tenido escrito literalmente en la frente.
El muchacho volvió con nosotros, y mientras caminábamos y escuchaba sus palabras las atesoraba en mi envidiable memoria asintiendo a cada poco conjunto de las mismas para que entendiera tanto que lo estaba escuchando como que lo comprendía, otro gesto que había observado en su especie para indicar justamente esas dos cosas.
La forma ne la que sumergió su testa me dejó completamente anonadada, y pase mi mirada del arquero al vampiro esperado que alguno de os dos me explicara aquel gesto, que se volvió aun mas extraño cuando salio masticando maleza como si fuera un rumiante.
Mi acompañante tenía una expresión cuanto menos peculiar también, y no parecía haber comprendido aquel gesto, por lo que pensé que podía ser una peculiaridad del hombre en vez de su gente, aunque no me había topado a muchos humanos por los caminos, y mi noción de costumbres de viaje por tierra era nula.
Cuando ofreció aquellas plantas me incline ligeramente hacia las mismas, oliéndolas, como si aquello pudiera desvelar el misterio de porque el hombre las masticaba, y negué declinando su oferta.
-Solo como animales y algo de fruta de forma ocasional.-Ladeé el rostro hacia un costado.-Eso que acaba de hacer es alguna costumbre de la península? Nunca la había observado.- Aunque no había en las ciudades, vegetación suficiente como para permitir a los transeúntes semejante espectáculo, y parecía algo tan descabellado, que a riesgo de equivocarme, prefería apostar con que la respuesta a aquella pregunta era la misma que yo el había dado por su generosa oferta.
-¿Porque se hallaba a punto de morir a los siete años? Es una edad muy temprana aun y para su especie.-Pegunté con curiosidad queriendo que continuara con su historia a la cual había estado prestando atención hasta su peculiar oferta herbácea.
-No tiene sentido.-Parpadeé un par de veces.
La historia de un conejo volador tampoco precia tener mas coherencia, pero pese a eso suscitó, como no, mi curiosidad.
-¿Que historia es esa? No la conozco.- Respondí con una clara mirada que decía "cuéntamela"con la misma transparencia a que si lo hubiera tenido escrito literalmente en la frente.
El muchacho volvió con nosotros, y mientras caminábamos y escuchaba sus palabras las atesoraba en mi envidiable memoria asintiendo a cada poco conjunto de las mismas para que entendiera tanto que lo estaba escuchando como que lo comprendía, otro gesto que había observado en su especie para indicar justamente esas dos cosas.
La forma ne la que sumergió su testa me dejó completamente anonadada, y pase mi mirada del arquero al vampiro esperado que alguno de os dos me explicara aquel gesto, que se volvió aun mas extraño cuando salio masticando maleza como si fuera un rumiante.
Mi acompañante tenía una expresión cuanto menos peculiar también, y no parecía haber comprendido aquel gesto, por lo que pensé que podía ser una peculiaridad del hombre en vez de su gente, aunque no me había topado a muchos humanos por los caminos, y mi noción de costumbres de viaje por tierra era nula.
Cuando ofreció aquellas plantas me incline ligeramente hacia las mismas, oliéndolas, como si aquello pudiera desvelar el misterio de porque el hombre las masticaba, y negué declinando su oferta.
-Solo como animales y algo de fruta de forma ocasional.-Ladeé el rostro hacia un costado.-Eso que acaba de hacer es alguna costumbre de la península? Nunca la había observado.- Aunque no había en las ciudades, vegetación suficiente como para permitir a los transeúntes semejante espectáculo, y parecía algo tan descabellado, que a riesgo de equivocarme, prefería apostar con que la respuesta a aquella pregunta era la misma que yo el había dado por su generosa oferta.
-¿Porque se hallaba a punto de morir a los siete años? Es una edad muy temprana aun y para su especie.-Pegunté con curiosidad queriendo que continuara con su historia a la cual había estado prestando atención hasta su peculiar oferta herbácea.
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