La Canción de Marithma [Megaevento: Historial del juglar]
Página 1 de 1. • Comparte
La Canción de Marithma [Megaevento: Historial del juglar]
Una hermosa elfa con un precioso y sedoso cabello color azabache, vestido rojo y perfume de lavanda estaba llorando sentada en un tronco del bosque de Sandorai. Tenía las manos sobre sus ojos para que nadie la viera llorar. Aunque hubiera pasado por las penas más dolorosas, las penas del amor, todavía mantenía cierta parte de su orgullo. Un orgullo que le había hecho cometer grandes locuras. Recordaba cada una de ellas y se lamentaba por todas.
Creyó que podría tener una relación con un apuesto y valiente humano. Era fuerte, a ella Marithma le encantaba tocar los músculos de sus brazos. Una vez, el humano le había contado que había matado un tigre de tres metros de alto solo con sus propias manos. ¡Qué valiente era! Tan valiente como mentiroso. Marithma no tardó en descubrir que el apuesto humano se había inventado todas sus aventuras solo para estar con ella. Se sentía como una tonta por haberse enamorado del humano mientras, él, fardaba en las tabernas humanas de haberse acostado con ella.
El orgullo de Marihtma fue el causante de no querer aceptar las mentiras y enamorarse todavía más.
Luego de ese humano, vino un dragón. Tenía una larga melena pelirroja, a juego con su barba. El dragón pelirrojo sí que era un guerrero de verdad. Si tenía que contar una historia era porque ésta era cierta, si no lo era, el dragón callaba y bebía de su jarra de cerveza. Marithma se volvió a enamorar y lo volvió a pasar mal. El dragón pelirrojo bebía todas las noches hasta emborracharse. Llegaba al lecho, pegaba a la elfa y luego se acostaba a su lado.
El orgullo de Marihtma fue el causante de no querer aceptar los cardenales y enamorarse todavía más.
Historias como aquellas tenía para aburrir. Los hombres, primero eran galanes que la conquistaban con lindos cumplidos y palabras bonitas. Después, todos y cada uno de ellos, la dejaban y ella lloraba a escondidas para que nadie la viese.
Marithma se dio una bofetada. ¡Quería olvidar! Deseaba tanto olvidar a todos esos hombres que se aprovecharon de ella y, de paso, olvidarse también de ser tan estúpida.
Detrás del tronco donde estaba sentada, había un lago. Sabía qué era ese lago. El Lago del Olvido. De algún modo que no podía explicar, ese lago formaba parte de ella.
Cantando con una voz dulce y roto de dolor, fue desnudándose y caminando hacia el Lago del Olvido. Un baño y todo se habría terminado. Lo olvidará todo. Quién es, de dónde venía y qué hacía allí. Sería como un animal más. Un animal sin amor, pero también sin dolor y sin lágrimas.
Cuando las canciones cobraron vida, gran parte de los hombres de Aerandir pensaron en la canción de Marithma. La hermosa elfa, hija de la Luna, que escogió el olvido para hacer frente a los recuerdos de sus amantes. Era una canción triste que enseñaba a las jóvenes muchachas a no confiar del primer hombre que las viniese a cortejar. Martihma se convirtió en un espectro del olvido. Algo que, no era para nada agradable.
Sin embargo, la moraleja de la historia no era no era lo que le importaban a los hombres de los humanos, sino la elfa. Tan orgullosa como confiada. Más de uno, en solitario, se fue a buscar Marithma con un ramo de flores en la mano.
Asquerosos. Fue la única palabra que se le ocurrió a Remen, una joven juglar que adoraba la historia de Marithma y el Lago del Olvido. Cantaba la canción desde que tenía uso de conciencia. Para Remen, Marithma era como su hermana. No iba a dejar que ningún hombre más se aproveche de ella. Y, si podía, tampoco iba a dejar que la elfa se convirtiera en un espectro del olvido.
* Bienhallado: Si eres hombre, estás en los bosques de Sandorai con la intención de conquistar a la hermosa elfa. Si eres mujer, en cambio, lo que quieres es salvarla de sus penas igual que Remen. Debo señalar que no me importa cómo has llegado a Sandorai, aunque si deseas explicarlo, estás en tu derecho. Yo, por mi parte, no voy a ser estricto con la cronología de tu personaje. Tu deber, en este evento. Es devolver a Marithma y al lago del Olvido a su respectiva canción. Para ello necesitarás tres cosas: Una anécdota de un mal de amor, un recipiente con agua del lago del olvido y un misterio. El misterio se te revelará en el siguiente turno. En éste, deberás coger los dos primeros objetos. Tienes total libertad en controlar a Remen y a Marithma, además de describir el lugar y la forma en que consigues los dos primeros objetos necesarios para devolver a la elfa y al lago a su canción. Una última cosa: Los presuntos “galanes”, seas hombre o mujer, tendrá cierta rivalidad contigo. Si eres hombre, eres competencia a la hora de conquistar a Marithma y si eres mujer eres un obstáculo que se interpone entre el galán y la elfa. Es posible que en el siguiente turno haya algún peligro referente a esto.
Creyó que podría tener una relación con un apuesto y valiente humano. Era fuerte, a ella Marithma le encantaba tocar los músculos de sus brazos. Una vez, el humano le había contado que había matado un tigre de tres metros de alto solo con sus propias manos. ¡Qué valiente era! Tan valiente como mentiroso. Marithma no tardó en descubrir que el apuesto humano se había inventado todas sus aventuras solo para estar con ella. Se sentía como una tonta por haberse enamorado del humano mientras, él, fardaba en las tabernas humanas de haberse acostado con ella.
El orgullo de Marihtma fue el causante de no querer aceptar las mentiras y enamorarse todavía más.
Luego de ese humano, vino un dragón. Tenía una larga melena pelirroja, a juego con su barba. El dragón pelirrojo sí que era un guerrero de verdad. Si tenía que contar una historia era porque ésta era cierta, si no lo era, el dragón callaba y bebía de su jarra de cerveza. Marithma se volvió a enamorar y lo volvió a pasar mal. El dragón pelirrojo bebía todas las noches hasta emborracharse. Llegaba al lecho, pegaba a la elfa y luego se acostaba a su lado.
El orgullo de Marihtma fue el causante de no querer aceptar los cardenales y enamorarse todavía más.
Historias como aquellas tenía para aburrir. Los hombres, primero eran galanes que la conquistaban con lindos cumplidos y palabras bonitas. Después, todos y cada uno de ellos, la dejaban y ella lloraba a escondidas para que nadie la viese.
Marithma se dio una bofetada. ¡Quería olvidar! Deseaba tanto olvidar a todos esos hombres que se aprovecharon de ella y, de paso, olvidarse también de ser tan estúpida.
Detrás del tronco donde estaba sentada, había un lago. Sabía qué era ese lago. El Lago del Olvido. De algún modo que no podía explicar, ese lago formaba parte de ella.
Cantando con una voz dulce y roto de dolor, fue desnudándose y caminando hacia el Lago del Olvido. Un baño y todo se habría terminado. Lo olvidará todo. Quién es, de dónde venía y qué hacía allí. Sería como un animal más. Un animal sin amor, pero también sin dolor y sin lágrimas.
_____________________
Cuando las canciones cobraron vida, gran parte de los hombres de Aerandir pensaron en la canción de Marithma. La hermosa elfa, hija de la Luna, que escogió el olvido para hacer frente a los recuerdos de sus amantes. Era una canción triste que enseñaba a las jóvenes muchachas a no confiar del primer hombre que las viniese a cortejar. Martihma se convirtió en un espectro del olvido. Algo que, no era para nada agradable.
Sin embargo, la moraleja de la historia no era no era lo que le importaban a los hombres de los humanos, sino la elfa. Tan orgullosa como confiada. Más de uno, en solitario, se fue a buscar Marithma con un ramo de flores en la mano.
Asquerosos. Fue la única palabra que se le ocurrió a Remen, una joven juglar que adoraba la historia de Marithma y el Lago del Olvido. Cantaba la canción desde que tenía uso de conciencia. Para Remen, Marithma era como su hermana. No iba a dejar que ningún hombre más se aproveche de ella. Y, si podía, tampoco iba a dejar que la elfa se convirtiera en un espectro del olvido.
_____________________
_____________________
ESTROFA: Canción-ven-ato
¿Quieres pasar un buen rato?
Lo mío no es un engaño
Desde que te vi, de verdad, que te amo
RESPUESTA: Canción-ven-cuatro
Vas a pasar un buen rato
Has caído en mi engaño
Mentí cuando dije que te amo
¿Quieres pasar un buen rato?
Lo mío no es un engaño
Desde que te vi, de verdad, que te amo
RESPUESTA: Canción-ven-cuatro
Vas a pasar un buen rato
Has caído en mi engaño
Mentí cuando dije que te amo
_____________________
* Bienhallado: Si eres hombre, estás en los bosques de Sandorai con la intención de conquistar a la hermosa elfa. Si eres mujer, en cambio, lo que quieres es salvarla de sus penas igual que Remen. Debo señalar que no me importa cómo has llegado a Sandorai, aunque si deseas explicarlo, estás en tu derecho. Yo, por mi parte, no voy a ser estricto con la cronología de tu personaje. Tu deber, en este evento. Es devolver a Marithma y al lago del Olvido a su respectiva canción. Para ello necesitarás tres cosas: Una anécdota de un mal de amor, un recipiente con agua del lago del olvido y un misterio. El misterio se te revelará en el siguiente turno. En éste, deberás coger los dos primeros objetos. Tienes total libertad en controlar a Remen y a Marithma, además de describir el lugar y la forma en que consigues los dos primeros objetos necesarios para devolver a la elfa y al lago a su canción. Una última cosa: Los presuntos “galanes”, seas hombre o mujer, tendrá cierta rivalidad contigo. Si eres hombre, eres competencia a la hora de conquistar a Marithma y si eres mujer eres un obstáculo que se interpone entre el galán y la elfa. Es posible que en el siguiente turno haya algún peligro referente a esto.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: La Canción de Marithma [Megaevento: Historial del juglar]
Un par de días ya habían pasado desde que Leo se había adentrado en los dominios de los elfos, los bosque de Sandorai, vagaba de un lugar a otro sin rumbo fijo, como lo había hecho toda su vida, algunos le decían estar perdido, León en cambio prefería decirle "formas de encontrar y hacer caminos".
Los altos árboles eran los testigos de los pasos del felino, silencioso y tratando de no llamar mucho la atención pasaba entre los grandes vigilantes. Sus hojas murmuraban una canción, una canción de penas y de amor, una canción sobre una elfa orgullosa y enamorada, elfa por la cual León se encontraba en ese basto y antiguo lugar, había escuchado tantas veces aquella canción, tantas veces la triste historia de la elfa, tantas veces había pensado en ella, noches de vigilia e insomnio tarareando su canción, y ahora, ahora ella era real, y si quedaba una pequeña oportunidad quiera aprovecharla, quería conquistar a la bella elfa, tal vez, y solo tal vez juntos podrían curar sus males de amor y encontrar la paz que solo brinda el descansar en los brazos del ser amado.
A medida que avanzaba el tiempo León se desesperanzaba más y más, el bosque parecía burlarse de él, con sus caminos cruzados que no terminaban en nada, con la noche que parecía llegar más temprano y las mañanas más tarde. Pronto la tristeza del bosque empezó a metérsele dentro de la piel, tal vez nunca encontraría a la bella mujer, sus pensamientos se hacían lúgubres a medida de que se adentraba en las profundidades del lugar y no lograba encontrar nada ¿Estaba condenado a vagar siguiendo una fantasía?. Estaba a punto de dejarse caer contra un árbol, completa y totalmente rendido hasta que agudizando el oído logro escucha una voz, una voz femenina que entonaba una melodía, una voz distinta a la de los árboles, pero tan dulce y triste como se la había imaginado siempre.
Ha de ser ella, esta tan cerca… ¡debo encontrarla! Leo comenzó a correr tan rápido como pudo, necesitaba encontrarla, necesitaba conocerla. Corrió tanto como pudo, le ayudaba el escuchar la voz de la dama, la cual sentía cada vez más cerca.
Finalmente al ver el lago dejo de correr, no quería aparecer corriendo y asustar a la joven, camino lo más tranquilo que podía, pero dando largos pasos y con todos los músculos en tensión, atravesó unos árboles y ahí estaba ella, desnuda cantando mientras avanzaba hacia un lago de obscuras y quietas aguas, su voz hacía que el corazón del felino se desenfrenara, avanzó un poco y ella no lo notó, habría algo en ella que lo llamaba a avanzar, más y más, paso a paso se acercó, tanto como su instinto le permitió, el frenesí de haberla encontrado le obligó a dar un paso contra su voluntad, paso que hizo crujir una ramita bajo su pie, inmediatamente la joven mujer calló volteando a ver el origen del sonido. Antes de que ella pudiera siquiera abrir la boca León se apresuró a hablar:
Lo...lo siento, no quería molestarte, solo iba pasando y... yo... Las palabras de agolpaban en su lengua y no lograban salir, se sentía embobado y atontado, no encontraba una excusa para estar ahí parado mirando a una joven dama desnuda que se disponía a nadar, finalmente solo pudo murmurar Busco a la joven Marithma...yo… deseaba conocerla avergonzado y sin saber por qué solo pudo mirar al suelo cuando la joven se acercó a paso moderado hacia donde se encontraba a él. Cada paso de la joven provocaba algo extraño en él, un escalofrió que le bajaba por la columna hasta su cola, de la cual solo movía la punta en un gesto de nerviosismo y angustia. Finalmente la joven se detuvo frente a él, levanto el rostro en un impulso de valentía, la miro fijamente a los ojos y lamento que una dama tan hermosa, tuviera tanto dolor y sufrimiento dentro de ella, podía verlo reflejado en su mirada, iba a marcharse arrepentido cuando de pronto vio un poco de curiosidad en su mirar. Y se atrevió por fin a soltar las palabras que retenía. Eres tu ¿No? Veo la tristeza en tu mirada… y escuche tu voz, ella me trajo hasta aquí.
Leo miro tras la joven viendo el lago, parpadeo un par de veces al darse cuenta que ya conocía el lago, suspiro con melancolía al recordar como había llegado hasta el sitio buscando lo mismo que la joven, olvidar las penas. Se había llevado agua del lugar en una cantimplora que siempre llevaba consigo, pura cobardía era lo que le hubiera impedido sumergirse en las aguas como iba a hacer la joven, si el iba a olvidar todo quería hacerlo en los bosques donde se había criado. O así lo planeo hasta que en su viaje de regreso le conociera, a su bella dragona, ella con su alma y mirada de fuego, su mover elegante y su naturalidad, ella hermosa y viva, era justo lo que necesita, ella con sus labios y sonrisas había logrado apartar todo lo negativo de Leo, había logrado convencerlo de que habían cosas mejores, que no necesitaba el agua… o así era hasta que se marchó, ni una explicación, ni un gesto que le hiciera pensar que se marcharía. Nada. Le había abandonado como se abandona a un perro. Le destrozo su perdida, y hubiera usado el agua en aquel mismo lugar donde habían estado viviendo si no fuera porque escucho sobre la elfa, y pensó, que entre todos los seres vivos, tal vez ella fuera quien mejor le comprendiera, habían pasado por lo mismo, y tal vez podrían superarlo… Juntos.
Volvió a concentrarse en la dama, siempre mirando su rostro y haciendo el esfuerzo de no bajar la mirada, le sonrió ligeramente, aun con la tristeza del recuerdo fresco en su mente, pero dispuesto a dejar aquello atrás.
Me llamo Leo, es un placer conocerla al fin
Los altos árboles eran los testigos de los pasos del felino, silencioso y tratando de no llamar mucho la atención pasaba entre los grandes vigilantes. Sus hojas murmuraban una canción, una canción de penas y de amor, una canción sobre una elfa orgullosa y enamorada, elfa por la cual León se encontraba en ese basto y antiguo lugar, había escuchado tantas veces aquella canción, tantas veces la triste historia de la elfa, tantas veces había pensado en ella, noches de vigilia e insomnio tarareando su canción, y ahora, ahora ella era real, y si quedaba una pequeña oportunidad quiera aprovecharla, quería conquistar a la bella elfa, tal vez, y solo tal vez juntos podrían curar sus males de amor y encontrar la paz que solo brinda el descansar en los brazos del ser amado.
A medida que avanzaba el tiempo León se desesperanzaba más y más, el bosque parecía burlarse de él, con sus caminos cruzados que no terminaban en nada, con la noche que parecía llegar más temprano y las mañanas más tarde. Pronto la tristeza del bosque empezó a metérsele dentro de la piel, tal vez nunca encontraría a la bella mujer, sus pensamientos se hacían lúgubres a medida de que se adentraba en las profundidades del lugar y no lograba encontrar nada ¿Estaba condenado a vagar siguiendo una fantasía?. Estaba a punto de dejarse caer contra un árbol, completa y totalmente rendido hasta que agudizando el oído logro escucha una voz, una voz femenina que entonaba una melodía, una voz distinta a la de los árboles, pero tan dulce y triste como se la había imaginado siempre.
Ha de ser ella, esta tan cerca… ¡debo encontrarla! Leo comenzó a correr tan rápido como pudo, necesitaba encontrarla, necesitaba conocerla. Corrió tanto como pudo, le ayudaba el escuchar la voz de la dama, la cual sentía cada vez más cerca.
Finalmente al ver el lago dejo de correr, no quería aparecer corriendo y asustar a la joven, camino lo más tranquilo que podía, pero dando largos pasos y con todos los músculos en tensión, atravesó unos árboles y ahí estaba ella, desnuda cantando mientras avanzaba hacia un lago de obscuras y quietas aguas, su voz hacía que el corazón del felino se desenfrenara, avanzó un poco y ella no lo notó, habría algo en ella que lo llamaba a avanzar, más y más, paso a paso se acercó, tanto como su instinto le permitió, el frenesí de haberla encontrado le obligó a dar un paso contra su voluntad, paso que hizo crujir una ramita bajo su pie, inmediatamente la joven mujer calló volteando a ver el origen del sonido. Antes de que ella pudiera siquiera abrir la boca León se apresuró a hablar:
Lo...lo siento, no quería molestarte, solo iba pasando y... yo... Las palabras de agolpaban en su lengua y no lograban salir, se sentía embobado y atontado, no encontraba una excusa para estar ahí parado mirando a una joven dama desnuda que se disponía a nadar, finalmente solo pudo murmurar Busco a la joven Marithma...yo… deseaba conocerla avergonzado y sin saber por qué solo pudo mirar al suelo cuando la joven se acercó a paso moderado hacia donde se encontraba a él. Cada paso de la joven provocaba algo extraño en él, un escalofrió que le bajaba por la columna hasta su cola, de la cual solo movía la punta en un gesto de nerviosismo y angustia. Finalmente la joven se detuvo frente a él, levanto el rostro en un impulso de valentía, la miro fijamente a los ojos y lamento que una dama tan hermosa, tuviera tanto dolor y sufrimiento dentro de ella, podía verlo reflejado en su mirada, iba a marcharse arrepentido cuando de pronto vio un poco de curiosidad en su mirar. Y se atrevió por fin a soltar las palabras que retenía. Eres tu ¿No? Veo la tristeza en tu mirada… y escuche tu voz, ella me trajo hasta aquí.
Leo miro tras la joven viendo el lago, parpadeo un par de veces al darse cuenta que ya conocía el lago, suspiro con melancolía al recordar como había llegado hasta el sitio buscando lo mismo que la joven, olvidar las penas. Se había llevado agua del lugar en una cantimplora que siempre llevaba consigo, pura cobardía era lo que le hubiera impedido sumergirse en las aguas como iba a hacer la joven, si el iba a olvidar todo quería hacerlo en los bosques donde se había criado. O así lo planeo hasta que en su viaje de regreso le conociera, a su bella dragona, ella con su alma y mirada de fuego, su mover elegante y su naturalidad, ella hermosa y viva, era justo lo que necesita, ella con sus labios y sonrisas había logrado apartar todo lo negativo de Leo, había logrado convencerlo de que habían cosas mejores, que no necesitaba el agua… o así era hasta que se marchó, ni una explicación, ni un gesto que le hiciera pensar que se marcharía. Nada. Le había abandonado como se abandona a un perro. Le destrozo su perdida, y hubiera usado el agua en aquel mismo lugar donde habían estado viviendo si no fuera porque escucho sobre la elfa, y pensó, que entre todos los seres vivos, tal vez ella fuera quien mejor le comprendiera, habían pasado por lo mismo, y tal vez podrían superarlo… Juntos.
Volvió a concentrarse en la dama, siempre mirando su rostro y haciendo el esfuerzo de no bajar la mirada, le sonrió ligeramente, aun con la tristeza del recuerdo fresco en su mente, pero dispuesto a dejar aquello atrás.
Me llamo Leo, es un placer conocerla al fin
Leon Alexander
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 132
Nivel de PJ : : 0
Re: La Canción de Marithma [Megaevento: Historial del juglar]
No era muy buena con el arco pero sabían los dioses que tenía que intentarlo. No podía dejar que el hombre peludo se aprovechase de Marithma. ¡¿Es que no podían dejarla en paz?! Todos los hombres eran iguales. La hablaban con educación para luego dejarla sufrir a solas.
Remen suspiró, cogió una flecha y la tensó en su arco. Apuntó directo al hombre peludo pero fallo. Por mucho fallo. La flecha de Remen quedó clavada en el árbol que separaba a la hermosa Marithma y al cruel hombre con aspecto de gran felino. La juglar volvió a suspirar, tiró el arco al suelo y desenvainó su cuchillo. El mismo cuchillo que había usado para defenderse de los hombres que le intentaban levantar su falda o tocarle los pechos iba a ser utilizado ahora defender a Marithma.
-¡Déjala en paz!- gritó Remen al dar un salto y salir de su escondite cuchillo en mano - ¡No dejaré que la hagas más daño!-
Mientras corría y gritaba, daba tajos al aire con la intención de amenazar al hombre peludo. Él era más alto y, seguramente, más fuerte que ella. Si quería defender a Marithma, tenía que, al menos, parecer ser más fuerte que el hombre bestia.
La elfa ni habló ni miró al hombre bestia ni a la mujer de cuchillo.
Continuó andando. Seguía su camino sin hacer caso a ninguno de los incidentes. Pronto, olvidaría haberse caído, olvidaría al hombre bestia y olvidaría a la mujer que gritaba. Lo olvidaría todo y no dejaría nada. Olvidaría caminar, comer, beber, amar y, lo que más le dolía, olvidaría cantar. Si quería aprovechar los últimos momentos que le quedaban para terminar su canción tenía que seguir caminando y cantando. ¿El hombre gato y la mujer del cuchillo? No merecía la pena pensar en ellos.
“Canta y no llores” se dijo la elfa así misma. –Canta y no llores- repitió esta vez en voz alta.
* Leon Alexander: Tus palabras no han servido de nada con la hermosa elfa. Su corazón está tan destruido que no quiere saber nada de nadie. Solo quiere el olvido. Marithma no te hará caso. Quién sí te hace caso es Remen, la juglar que considera a Marithma como su propia hermana. Ella te ataca porque cree que eres una amenaza para la elfa, otra amenaza más. Remen no es fácil de convencer, es por eso que deberás hacerlo. Convence a la juglar de que tus intenciones son buenas y salva a Marithma del olvido. ¿Ahora bien? Qué era el misterio. Pues bien, tanto tú como Remen tendréis que olvidar haber conocido a Marithma. El olvido es el misterio. ¿Por qué? Te preguntarás. Fácil. Después de la hermosa Marithma, todas las demás mujeres te parecerían feas ratas en comparación. Es mejor que la olvidéis. Solo así la devolveréis a su canción. Debo señalar que este va a ser tú último post en el evento. Tienes muchas tareas que cumplir, hazlas lo mejor que puedas.
Remen suspiró, cogió una flecha y la tensó en su arco. Apuntó directo al hombre peludo pero fallo. Por mucho fallo. La flecha de Remen quedó clavada en el árbol que separaba a la hermosa Marithma y al cruel hombre con aspecto de gran felino. La juglar volvió a suspirar, tiró el arco al suelo y desenvainó su cuchillo. El mismo cuchillo que había usado para defenderse de los hombres que le intentaban levantar su falda o tocarle los pechos iba a ser utilizado ahora defender a Marithma.
-¡Déjala en paz!- gritó Remen al dar un salto y salir de su escondite cuchillo en mano - ¡No dejaré que la hagas más daño!-
Mientras corría y gritaba, daba tajos al aire con la intención de amenazar al hombre peludo. Él era más alto y, seguramente, más fuerte que ella. Si quería defender a Marithma, tenía que, al menos, parecer ser más fuerte que el hombre bestia.
_____________________
La elfa ni habló ni miró al hombre bestia ni a la mujer de cuchillo.
Continuó andando. Seguía su camino sin hacer caso a ninguno de los incidentes. Pronto, olvidaría haberse caído, olvidaría al hombre bestia y olvidaría a la mujer que gritaba. Lo olvidaría todo y no dejaría nada. Olvidaría caminar, comer, beber, amar y, lo que más le dolía, olvidaría cantar. Si quería aprovechar los últimos momentos que le quedaban para terminar su canción tenía que seguir caminando y cantando. ¿El hombre gato y la mujer del cuchillo? No merecía la pena pensar en ellos.
“Canta y no llores” se dijo la elfa así misma. –Canta y no llores- repitió esta vez en voz alta.
_____________________
* Leon Alexander: Tus palabras no han servido de nada con la hermosa elfa. Su corazón está tan destruido que no quiere saber nada de nadie. Solo quiere el olvido. Marithma no te hará caso. Quién sí te hace caso es Remen, la juglar que considera a Marithma como su propia hermana. Ella te ataca porque cree que eres una amenaza para la elfa, otra amenaza más. Remen no es fácil de convencer, es por eso que deberás hacerlo. Convence a la juglar de que tus intenciones son buenas y salva a Marithma del olvido. ¿Ahora bien? Qué era el misterio. Pues bien, tanto tú como Remen tendréis que olvidar haber conocido a Marithma. El olvido es el misterio. ¿Por qué? Te preguntarás. Fácil. Después de la hermosa Marithma, todas las demás mujeres te parecerían feas ratas en comparación. Es mejor que la olvidéis. Solo así la devolveréis a su canción. Debo señalar que este va a ser tú último post en el evento. Tienes muchas tareas que cumplir, hazlas lo mejor que puedas.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: La Canción de Marithma [Megaevento: Historial del juglar]
¡Dejala en paz!
El grito de una mujer que estaba escondida entre los tupidos matorrales rompió el silencio del lugar, al parecer ella pensaba que la intención de Leo era dañar a la bella elfa, algo que ella parecía querer evitar a toda costa, puesto que sacó un arco, puso una flecha en el y la disparó, no fue el hecho de haberla disparado lo que sorprendió a Leo, sino de que hubiera fallado por una cantidad asombrosa de metros. Luego de fallar el intento a larga distancia la chica saltó de los entre los matorrales lanzando tajos con un cuchillo a diestra y siniestra, al parecer estaba un tanto loca ya que gritaba y corría como tal.
Oye, no sé qué crees que haces pero dente ahí ahora mismo- dijo el gato mientras la miraba acercarse. Sutilmente adoptó una posición que le permitirá defenderse y/o atacar a su agresora.
La chica seguía su curso mientras gritaba ¡NO LE HARAS DAÑO, ELLA ES MI HERMANA! Leo alternaba la mirada entre la enfurecida mujer y la elfa quien se acercaba a paso lento al lago del olvido, debía detener a ambas, tal vez si convencía a la mujer de que no deseaba ningún mal para la bella elfa ella lo ayudara a salvarla del terrible destino de olvidar todo, pero ¿Cómo?, ¿Cómo haría para que la atacante sesgara su carga y ayudara a Leo? Tal vez si él le contaba los males que ha sufrido también entienda y recapacite.
Cuando la mujer estaba a menos de dos metros de distancia del chico, él le dijo: Mujer, tranquila, no deseo ningún mal para tu hermana, al igual que ella yo he sufrido de abandono y malos tratos – mientras hablaba se soltaba el cinturón con el hacha en la espalda y el que tenía las dagas en los costados. Ella parecía no captar el hecho de que Leo iba en son de paz, al contrario mas aumentaba su carga contra él. Cuando ya no quedaban más que unos segundos para su inminente ataque Leo se hizo a un lado con agilidad felina dejando que la mujer pasara de largo con un corte que de haber acertado le habría cruzado el pecho de un lado a otro en diagonal, dos ataques siguieron a ese, los que Leo esquivo sin mucho trabajo, al tercero se notó el cansancio de la mujer, el correr agitadamente y lanzar esos golpes la hizo lenta, lo que ayudó a que el felino la tumbara rápidamente. El sonido del golpe seco contra el piso hizo que la elfa se diera vuelta unos segundos, momentos que Leo aprovechó para hablar mientras sostenía a la humana contra el suelo.
SÉ QUE HAS SUFRIDO BELLA MARIHTMA, TAMBIÉN YO HE SUFRIDO LAS PENAS DEL AMOR, MÍRAME… soy… soy… - las palabras se atoraban lentamente en la garganta de Leo, las palabras se podían sentir como pesadas pedradas que caían en el manto del bosque, mientras tanto la mujer bajo él se remecía con fuerza - suéltame sucio animal – no la dañaras – eran las palabras que salían de su boca. Leo tomó aire fuertemente y continuó, la atención de la mujer seguía en él. Mírame, soy una bestia, ni hombre ni animal, he sufrido las burlas de las mujeres a quienes he amado, las burlas y hasta los golpes de quienes me acerco, sé cómo te sientes, SÉ lo que sientes, pero aquí estoy, yo ya entendí de que va la vida. oh bella elfa… el amor viene y va, se que duele y que uno pierde las esperanzas, pero créeme, el amor camina libre como el alma de la gente, el no entiende de añoranzas ni lamentos y tan solo vuelve cuando siente que llego el momento… entiende querida elfa que el amor fuera de nosotros solo es viento, yo… sé que quieres olvidar todo y ser una con la madre tierra, pero por favor, dale otra oportunidad a la vida, aun quedamos gentes dispuestas a amar, a querer y entregar el corazón sin que el miedo afecte. Quédate aquí Marihtma, quédate conmigo y olvida solo la pena, dame la oportunidad de ser tu amigo, amante, guardián y guía… por favor te lo pido, no nos prives de ti.
A medida que Leo iba hablando sus ojos se humedecían con lágrimas, la mujer que estaba bajo Leo yo no protestaba, entendía y sintió que la pena que aquejaba al gran gato era la misma que a la elfa. Leo mientras hablaba lentamente se acercó hasta donde estaba la elfa, atrás de él iba la mujer que ahora estaba tranquila, al borde de las lágrimas, pero tranquila.
Una mano en el hombro de Leo lo distrajo, la mujer del cuchillo lo miraba con los ojos rojos, parecía a punto de llorar y con la voz en un hilo le dijo:
Déjala marchar, si de verdad la quieres entenderás que no ya no desea sufrir el tedio del amor, ¿no se dice que si amas a alguien debes dejarla ir? Pues éste es el momento.
No habían pasado más de 10 minutos entre que la mujer había lanzado su flecha y ese momento, pero para Leo habían pasado años, nunca había hablado así con nadie tampoco pensó que lo haría, sintió que un gran peso había sido removido de su espalda.
En el transcurso de lo que había dicho la mujer a Leo la joven elfa había acortado más su distancia con el agua, y dando la espalda a al lago se dejó caer, Leo y la mujer se dieron cuenta del actuar de la elfa cuando ya era demasiado tarde, con una sonrisa en los labios y un gracias bien modulado la elfa calló al agua salpicando a los dos que estaban en la orilla, Leo no pudo salvarla de su destino, pero el agua que calló en los dos que estaban presentes los dejó inconscientes un tiempo y habiendo olvidado las últimos días.
Para cuando Leo despertó no había nadie con el, no le preocupo en lo mas mínimo, ya no recordaba a la mujer que hace poco trataba de matarlo, si le extrañó el hecho de estar ahí tirado y con sus armas lejos, no recordaba el por qué estaba a la orilla de ese lago algo mojado y desorientado. Decidió no pensar en eso y simplemente largarse de ahí, aunque le daba una paz que no comprendía era mejor irse, el lago susurraba una canción y eso no podía ser nada bueno.
El grito de una mujer que estaba escondida entre los tupidos matorrales rompió el silencio del lugar, al parecer ella pensaba que la intención de Leo era dañar a la bella elfa, algo que ella parecía querer evitar a toda costa, puesto que sacó un arco, puso una flecha en el y la disparó, no fue el hecho de haberla disparado lo que sorprendió a Leo, sino de que hubiera fallado por una cantidad asombrosa de metros. Luego de fallar el intento a larga distancia la chica saltó de los entre los matorrales lanzando tajos con un cuchillo a diestra y siniestra, al parecer estaba un tanto loca ya que gritaba y corría como tal.
Oye, no sé qué crees que haces pero dente ahí ahora mismo- dijo el gato mientras la miraba acercarse. Sutilmente adoptó una posición que le permitirá defenderse y/o atacar a su agresora.
La chica seguía su curso mientras gritaba ¡NO LE HARAS DAÑO, ELLA ES MI HERMANA! Leo alternaba la mirada entre la enfurecida mujer y la elfa quien se acercaba a paso lento al lago del olvido, debía detener a ambas, tal vez si convencía a la mujer de que no deseaba ningún mal para la bella elfa ella lo ayudara a salvarla del terrible destino de olvidar todo, pero ¿Cómo?, ¿Cómo haría para que la atacante sesgara su carga y ayudara a Leo? Tal vez si él le contaba los males que ha sufrido también entienda y recapacite.
Cuando la mujer estaba a menos de dos metros de distancia del chico, él le dijo: Mujer, tranquila, no deseo ningún mal para tu hermana, al igual que ella yo he sufrido de abandono y malos tratos – mientras hablaba se soltaba el cinturón con el hacha en la espalda y el que tenía las dagas en los costados. Ella parecía no captar el hecho de que Leo iba en son de paz, al contrario mas aumentaba su carga contra él. Cuando ya no quedaban más que unos segundos para su inminente ataque Leo se hizo a un lado con agilidad felina dejando que la mujer pasara de largo con un corte que de haber acertado le habría cruzado el pecho de un lado a otro en diagonal, dos ataques siguieron a ese, los que Leo esquivo sin mucho trabajo, al tercero se notó el cansancio de la mujer, el correr agitadamente y lanzar esos golpes la hizo lenta, lo que ayudó a que el felino la tumbara rápidamente. El sonido del golpe seco contra el piso hizo que la elfa se diera vuelta unos segundos, momentos que Leo aprovechó para hablar mientras sostenía a la humana contra el suelo.
SÉ QUE HAS SUFRIDO BELLA MARIHTMA, TAMBIÉN YO HE SUFRIDO LAS PENAS DEL AMOR, MÍRAME… soy… soy… - las palabras se atoraban lentamente en la garganta de Leo, las palabras se podían sentir como pesadas pedradas que caían en el manto del bosque, mientras tanto la mujer bajo él se remecía con fuerza - suéltame sucio animal – no la dañaras – eran las palabras que salían de su boca. Leo tomó aire fuertemente y continuó, la atención de la mujer seguía en él. Mírame, soy una bestia, ni hombre ni animal, he sufrido las burlas de las mujeres a quienes he amado, las burlas y hasta los golpes de quienes me acerco, sé cómo te sientes, SÉ lo que sientes, pero aquí estoy, yo ya entendí de que va la vida. oh bella elfa… el amor viene y va, se que duele y que uno pierde las esperanzas, pero créeme, el amor camina libre como el alma de la gente, el no entiende de añoranzas ni lamentos y tan solo vuelve cuando siente que llego el momento… entiende querida elfa que el amor fuera de nosotros solo es viento, yo… sé que quieres olvidar todo y ser una con la madre tierra, pero por favor, dale otra oportunidad a la vida, aun quedamos gentes dispuestas a amar, a querer y entregar el corazón sin que el miedo afecte. Quédate aquí Marihtma, quédate conmigo y olvida solo la pena, dame la oportunidad de ser tu amigo, amante, guardián y guía… por favor te lo pido, no nos prives de ti.
A medida que Leo iba hablando sus ojos se humedecían con lágrimas, la mujer que estaba bajo Leo yo no protestaba, entendía y sintió que la pena que aquejaba al gran gato era la misma que a la elfa. Leo mientras hablaba lentamente se acercó hasta donde estaba la elfa, atrás de él iba la mujer que ahora estaba tranquila, al borde de las lágrimas, pero tranquila.
Una mano en el hombro de Leo lo distrajo, la mujer del cuchillo lo miraba con los ojos rojos, parecía a punto de llorar y con la voz en un hilo le dijo:
Déjala marchar, si de verdad la quieres entenderás que no ya no desea sufrir el tedio del amor, ¿no se dice que si amas a alguien debes dejarla ir? Pues éste es el momento.
No habían pasado más de 10 minutos entre que la mujer había lanzado su flecha y ese momento, pero para Leo habían pasado años, nunca había hablado así con nadie tampoco pensó que lo haría, sintió que un gran peso había sido removido de su espalda.
En el transcurso de lo que había dicho la mujer a Leo la joven elfa había acortado más su distancia con el agua, y dando la espalda a al lago se dejó caer, Leo y la mujer se dieron cuenta del actuar de la elfa cuando ya era demasiado tarde, con una sonrisa en los labios y un gracias bien modulado la elfa calló al agua salpicando a los dos que estaban en la orilla, Leo no pudo salvarla de su destino, pero el agua que calló en los dos que estaban presentes los dejó inconscientes un tiempo y habiendo olvidado las últimos días.
Para cuando Leo despertó no había nadie con el, no le preocupo en lo mas mínimo, ya no recordaba a la mujer que hace poco trataba de matarlo, si le extrañó el hecho de estar ahí tirado y con sus armas lejos, no recordaba el por qué estaba a la orilla de ese lago algo mojado y desorientado. Decidió no pensar en eso y simplemente largarse de ahí, aunque le daba una paz que no comprendía era mejor irse, el lago susurraba una canción y eso no podía ser nada bueno.
- MASTER SIGEL:
- SI no le gusta como quedó o si ve alguna incoherencia por favor avíseme a la brevedad y será corregida
Leon Alexander
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 132
Nivel de PJ : : 0
Re: La Canción de Marithma [Megaevento: Historial del juglar]
En cuanto abrió los ojos, se llevó la mano en la cabeza. Tenía la mayor jaqueca de su vida. ¿Qué le habían servido la noche anterior? Ella no acostumbraba a beber. Como mucho, un vaso de vino dulce que le duraba durante toda la cena. Hábito que lo imitó de su hermana. Ella siempre decía que el alcohol ayudaba a hacer la digestión.
Poco a poco, se fue reincorporando. De estar acostada en el suelo como un bebé que hace la siesta, paso a estar arrodilla en el suelo. Tomo unos segundos para pensar en qué era lo que le había llevado hasta ahí. No hubo respuesta. Su vestido estaba recubierto de barro y, mirase donde mirase, había una raja que llegaba hasta su piel.
El viento, aunque ella pensó que eran seis vientos diferentes, hizo volar su largo cabello tapándole el rostro. Remen no pudo evitar notar que olía a sudor y sangre. ¡Dioses! Qué alguien le diera una respuesta sobre lo que había sucedido o se iba a volver loca.
Si no tenía suficientes dudas en su cabeza, entre los árboles vio una gran figura monstruosa con orejas de gato que se alejaba con un ritmo lento pero constante. ¿Estaba así por su culpa? No. Si no hubiera llegado, Remen estaría un lugar mucho peor. El monstruo le había salvado. ¿De qué? Los seis vientos, con la voz de su hermana, parecían que decían que le había salvado de convertirse en un ente sin memoria. ¿Sería realmente así?
* Leon Alexander: Es una lástima que no recuerdes la aventura de hoy pues, si no llega a ser por ti, la joven Remen hubiera seguido a Marithma convirtiéndose ella también en una mujer triste sin recuerdos.
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +2 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 4 ptos totales de experiencia
Los puntos han sido sumados directamente a tu perfil.
Objeto: Gotas del Olvido
Poco a poco, se fue reincorporando. De estar acostada en el suelo como un bebé que hace la siesta, paso a estar arrodilla en el suelo. Tomo unos segundos para pensar en qué era lo que le había llevado hasta ahí. No hubo respuesta. Su vestido estaba recubierto de barro y, mirase donde mirase, había una raja que llegaba hasta su piel.
El viento, aunque ella pensó que eran seis vientos diferentes, hizo volar su largo cabello tapándole el rostro. Remen no pudo evitar notar que olía a sudor y sangre. ¡Dioses! Qué alguien le diera una respuesta sobre lo que había sucedido o se iba a volver loca.
Si no tenía suficientes dudas en su cabeza, entre los árboles vio una gran figura monstruosa con orejas de gato que se alejaba con un ritmo lento pero constante. ¿Estaba así por su culpa? No. Si no hubiera llegado, Remen estaría un lugar mucho peor. El monstruo le había salvado. ¿De qué? Los seis vientos, con la voz de su hermana, parecían que decían que le había salvado de convertirse en un ente sin memoria. ¿Sería realmente así?
_____________________
* Leon Alexander: Es una lástima que no recuerdes la aventura de hoy pues, si no llega a ser por ti, la joven Remen hubiera seguido a Marithma convirtiéndose ella también en una mujer triste sin recuerdos.
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +2 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 4 ptos totales de experiencia
Los puntos han sido sumados directamente a tu perfil.
Objeto: Gotas del Olvido
- Gotas del Olvido:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
A penas unas pocas gotas quedan del lago del olvido. Aunque ignoras por qué, eres incapaz de recordar la razón, te quedas con ellas. Son muy útiles. Con una sola gota puedes olvidar, o hacer que alguien olvide, lo ocurrido hasta quince minutos atrás de haberte mojada con dicha gota. No sé a ti, a mí se me ocurren mil ocasiones donde utilizar estas gotas. Por desgracia, solo tienes tres de gotas. Una vez las uses no habrán más.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» El Círculo Juglar [Megaevento: Historial del juglar]
» La Canción de Élan [Megaevento: Historial del juglar]
» La Canción de la Sacerdotisa [Megaevento: Historial del juglar]
» La Leyenda de Gambrinus [Megaevento: Historial del juglar]
» La Canción del Flautista [Megaevento: Historial del juglar]
» La Canción de Élan [Megaevento: Historial del juglar]
» La Canción de la Sacerdotisa [Megaevento: Historial del juglar]
» La Leyenda de Gambrinus [Megaevento: Historial del juglar]
» La Canción del Flautista [Megaevento: Historial del juglar]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 8:16 pm por Seraphine Valaryon
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Hoy a las 7:18 pm por Raven
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Hoy a las 4:30 pm por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 7:13 pm por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 4:18 pm por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 5:53 am por Lukas
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19, 2024 10:49 pm por Eltrant Tale
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18, 2024 12:29 pm por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18, 2024 4:12 am por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16, 2024 9:38 pm por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13, 2024 8:01 pm por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12, 2024 4:51 am por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10, 2024 1:36 pm por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08, 2024 6:40 pm por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08, 2024 1:19 am por Tyr