Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
- Opino igual que tú, nada de esto me da buena espina... ahora dudo que fuese buena idea venir. - Siguiendo el ejemplo de la niña comencé a tensar la flecha en el arco, definitivamente los gritos de la distancia eran un mal augurio.
Una clara señal de que aquello era malo era la forma de actuar de la loba, parecía estar nerviosa o alterada por la situación "¿Acaso es alguien que conozca?" Estuve por preguntar pero esta ya estaba corriendo, tal como lo había hecho el rubio al inicio, solo que por suerte el peculiar elfo había logrado detenerla antes de que fuese tarde. Finalmente parecía que alguien sabía lo que era la voz de la razón, otro motivo para que me agradase aquel elfo, aunque ser la voz de la razón le había hecho ganarse un golpe por parte de la loba. El sacrificio del elfo pareció dar resultados, Woodpecker se estaba calmando, pero aquello no bastó para hacerla desistir en su búsqueda, aunque el elfo quisiera acompañarla ella se negó y se dirigió en dirección a los gritos.
- ¿En serio crees que sea buena idea dejarla ir sola? - Pregunté al elfo, tal vez la voz de la razón pudiera decidir aquello.
- Si, es buena idea, deber dejarla y que no regrese.
- Si fuese por ti, abandonarías a cualquiera aquí.
- No ser cierto, no lo abandonaría señor Candau.
- Tristemente...
Luego de que la loba hubiese discutido con el elfo, un sujeto aprovechó el desorden del pequeño grupo para acercarse arrastrándose por las sombras, tan silencioso como le era posible. Las ordenes que habían recibido habían sido claras, separarlos y capturarlos, por el momento todo iba a la perfección, ahora era el turno de él para demostrar que podía ser útil ante sus líderes. Sabía que intentar un ataque directo contra los mayores podía ser una estupidez, pero para su sorpresa había un blanco más fácil, más tierno.
Saliendo un poco de su zona de confort se abalanzó contra la pequeña del arco, tapándole la boca inmediatamente para que no diese ningún sonido de alerta, usando el brazo libre para levantarla del suelo. El vampiro sonreía, sabía que con tan solo llevar a uno del grupo podía ser premiado.
- No te recomiendo que intentes gritar. - Susurró este muy cerca del oído de la pequeña, rozando los colmillos contra la piel de ella. - No sería bueno para mi... y por ende no sería bueno para ti. - Siguió diciéndole por lo bajo mientras arrastraba a la menor lejos del grupo, alejándose de la iluminación del elfo, tomando cobijo en las sombras y llevándose a la niña junto al resto de prisioneros, había un atajo oculto por la dirección en la cual había caminado el grupo, aquel era el que lo llevaría de regreso con los suyos.
- Lo más sensato es seguir. - Dije respondiendo al elfo y asintiendo con la cabeza, las sacudidas en las catacumbas solo confirmaban que algo malo estaba pasando. - Espero que el rubio no esté muerto ¿Estás lista Jean...? Espera ¿Donde se metió? - Me giré buscando a la pequeña, hace unos segundos estaba justo allí, la había visto pegada a la espalda de Pecker. La luz del elfo cada vez se alejaba más, podía detenerlo y decirle que buscásemos a la pequeña... pero el sujeto ancestral también podía estar en problemas "¿Como se supone que decida entre dos personas que no conozco?"
- Señor Candau, Willow estar alejándose, deber ir con él.
- Cierra la boca un segundo Genevive. - Me llevé el pulgar a la boca y mordí con algo de fuerza, debía pensar rápido qué camino seguir. - La loba puede cuidarse sola... ella no importa ahora. - Murmuré mientras miraba el suelo, otra fuerte sacudida se presentó en el lugar pero no le presté atención a aquella. - El rubio puede estar el peligro... pero Wil va por él, dos sujetos pueden cuidarse. - Suspiré asintiendo y levantando la cabeza. - La niña está en desventaja.
- ¿De qué habla señor Candau?
- La pequeña, no está.
- ¿Y si ella irse?
- Lo dudo Genevive, se notaba que no quería alejarse... y si se hubiese ido nos hubiese avisado, es lógico ¿No? Algo le pasó. - Observé las rutas que habían sido iluminadas con anterioridad. - Y debo suponer que no fue por los pasillos delanteros... aunque no estoy seguro de ello.
- ¿A qué se refiere?
- Que regresemos, si no la conseguimos volvemos por los otros. - Guardé el arco en el carcaj dejando la flecha afuera, pegándole de vez en cuando a las paredes con esta.
Los temblores en las catacumbas habían parado por suerte, aunque ahora había una que otra roca desprendida en el suelo. Golpeaba cada cuatro segundos la pared con la flecha, por el momento no había rastro alguno de la elfa "Quizá si tomó uno de los pasillos y ando aquí como idiota." Estaba por regresar cuando hubo un cambio en el sonido.
- Espera Genevive, hay algo raro. - Golpeé en el mismo sitio un par de veces y arrugué el ceño, aquel golpe generaba un eco extraño, era como si golpeara algo vacío. Enfundé la flecha y recorrí la superficie de la piedra con las manos, el tacto era normal, no había nada fuera de lo común. Golpeé la roca un poco más, hasta que mis dedos parecieron mover una especie superpuesta, acto seguido la piedra se movió un poco, revelando un pasillo muy estrecho. - Interesante... - Dije por lo bajo mientras silbaba, dejándome llevar por la curiosidad entré a aquel lugar seguido de Genevive, para segundo después quedar encerrado. - Ya no es interesante... mierda.
- Pero que condesa más idiota. - Dijo riendo la mujer mientras terminaba de acercarse a Woodpecker. - Caes en una trampa tan básica, todo por tu amada Amanda ¿No les parece tierno? - Esta rió, su risa no fue la única ya que varios vampiros también salieron burlándose de la licántropo.- Debemos agradecerte, desde que llegaste a Sacrest Ville no habíamos tenido la oportunidad de encontrarte tan... vulnerable, pero ya podemos hacer justicia.
La vampira azotó el látigo que traía en manos contra el suelo y le sonrió a Woodpecker, se le veía confiada, hasta con su pose lo demostraba. El resto de vampiros terminó de acercarse, cerrando la distancia que había entre ellos y la loba, al parecer todos querían lo mismo, venganza.
- Pero que lamentable es ver esto. - Comenzó a decir la voz mientras salía de las sombras. - Nuestro héroe tan herido y lastimado. Lo dejaron como muñeca de trapo.- El vampiro caminó cerca del elfo que se encontraba curando al herido dragón, aunque mantenía la distancia de la luz. - ¿Qué se sintió saborear la sangre de un vampiro? Aún no he cometido tal acto. - Bromeó el de cabellos blancos limpiando uno de sus colmillos con el meñique. - Por suerte tienes a un elfo que repare tus desastres, tal vez el pueda reparar tu colosal error de asesinato indirecto ¿Puedes hacer eso, elfo? - Alexander se recostó en la pared más lejana contemplando a aquel par, si alguno se abalanzaba sobre él sin dudarlo se haría uno con las sombras y se volvería a ir. - Pero no estoy aquí solo para entregarles malas noticias y recalcar sus fracasos, idioteces y errores, soy buena persona después de todo. Yo no dejo a mis amigos atrás para que mueran, pobre condesa, pobre niña que ahora fue capturada, pobre parejita. - El vampiro negó con la cabeza y le sonrió al dragón. - Todo por la justicia. Pero lo que quiero decirles es que no están tan lejos, puede que aún tengan tiempo, solo han asesinado a un niño después de todo, creo que el siguiente aperitivo será una elfa pequeña. - El vampiro rió mientras volvía a desparecer en las sombras. - Vean los pasillos TRES veces y puede que sean útiles, tienen el DERECHO de intentarlo.
Una clara señal de que aquello era malo era la forma de actuar de la loba, parecía estar nerviosa o alterada por la situación "¿Acaso es alguien que conozca?" Estuve por preguntar pero esta ya estaba corriendo, tal como lo había hecho el rubio al inicio, solo que por suerte el peculiar elfo había logrado detenerla antes de que fuese tarde. Finalmente parecía que alguien sabía lo que era la voz de la razón, otro motivo para que me agradase aquel elfo, aunque ser la voz de la razón le había hecho ganarse un golpe por parte de la loba. El sacrificio del elfo pareció dar resultados, Woodpecker se estaba calmando, pero aquello no bastó para hacerla desistir en su búsqueda, aunque el elfo quisiera acompañarla ella se negó y se dirigió en dirección a los gritos.
- ¿En serio crees que sea buena idea dejarla ir sola? - Pregunté al elfo, tal vez la voz de la razón pudiera decidir aquello.
- Si, es buena idea, deber dejarla y que no regrese.
- Si fuese por ti, abandonarías a cualquiera aquí.
- No ser cierto, no lo abandonaría señor Candau.
- Tristemente...
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Luego de que la loba hubiese discutido con el elfo, un sujeto aprovechó el desorden del pequeño grupo para acercarse arrastrándose por las sombras, tan silencioso como le era posible. Las ordenes que habían recibido habían sido claras, separarlos y capturarlos, por el momento todo iba a la perfección, ahora era el turno de él para demostrar que podía ser útil ante sus líderes. Sabía que intentar un ataque directo contra los mayores podía ser una estupidez, pero para su sorpresa había un blanco más fácil, más tierno.
Saliendo un poco de su zona de confort se abalanzó contra la pequeña del arco, tapándole la boca inmediatamente para que no diese ningún sonido de alerta, usando el brazo libre para levantarla del suelo. El vampiro sonreía, sabía que con tan solo llevar a uno del grupo podía ser premiado.
- No te recomiendo que intentes gritar. - Susurró este muy cerca del oído de la pequeña, rozando los colmillos contra la piel de ella. - No sería bueno para mi... y por ende no sería bueno para ti. - Siguió diciéndole por lo bajo mientras arrastraba a la menor lejos del grupo, alejándose de la iluminación del elfo, tomando cobijo en las sombras y llevándose a la niña junto al resto de prisioneros, había un atajo oculto por la dirección en la cual había caminado el grupo, aquel era el que lo llevaría de regreso con los suyos.
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- Lo más sensato es seguir. - Dije respondiendo al elfo y asintiendo con la cabeza, las sacudidas en las catacumbas solo confirmaban que algo malo estaba pasando. - Espero que el rubio no esté muerto ¿Estás lista Jean...? Espera ¿Donde se metió? - Me giré buscando a la pequeña, hace unos segundos estaba justo allí, la había visto pegada a la espalda de Pecker. La luz del elfo cada vez se alejaba más, podía detenerlo y decirle que buscásemos a la pequeña... pero el sujeto ancestral también podía estar en problemas "¿Como se supone que decida entre dos personas que no conozco?"
- Señor Candau, Willow estar alejándose, deber ir con él.
- Cierra la boca un segundo Genevive. - Me llevé el pulgar a la boca y mordí con algo de fuerza, debía pensar rápido qué camino seguir. - La loba puede cuidarse sola... ella no importa ahora. - Murmuré mientras miraba el suelo, otra fuerte sacudida se presentó en el lugar pero no le presté atención a aquella. - El rubio puede estar el peligro... pero Wil va por él, dos sujetos pueden cuidarse. - Suspiré asintiendo y levantando la cabeza. - La niña está en desventaja.
- ¿De qué habla señor Candau?
- La pequeña, no está.
- ¿Y si ella irse?
- Lo dudo Genevive, se notaba que no quería alejarse... y si se hubiese ido nos hubiese avisado, es lógico ¿No? Algo le pasó. - Observé las rutas que habían sido iluminadas con anterioridad. - Y debo suponer que no fue por los pasillos delanteros... aunque no estoy seguro de ello.
- ¿A qué se refiere?
- Que regresemos, si no la conseguimos volvemos por los otros. - Guardé el arco en el carcaj dejando la flecha afuera, pegándole de vez en cuando a las paredes con esta.
Los temblores en las catacumbas habían parado por suerte, aunque ahora había una que otra roca desprendida en el suelo. Golpeaba cada cuatro segundos la pared con la flecha, por el momento no había rastro alguno de la elfa "Quizá si tomó uno de los pasillos y ando aquí como idiota." Estaba por regresar cuando hubo un cambio en el sonido.
- Espera Genevive, hay algo raro. - Golpeé en el mismo sitio un par de veces y arrugué el ceño, aquel golpe generaba un eco extraño, era como si golpeara algo vacío. Enfundé la flecha y recorrí la superficie de la piedra con las manos, el tacto era normal, no había nada fuera de lo común. Golpeé la roca un poco más, hasta que mis dedos parecieron mover una especie superpuesta, acto seguido la piedra se movió un poco, revelando un pasillo muy estrecho. - Interesante... - Dije por lo bajo mientras silbaba, dejándome llevar por la curiosidad entré a aquel lugar seguido de Genevive, para segundo después quedar encerrado. - Ya no es interesante... mierda.
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- Pero que condesa más idiota. - Dijo riendo la mujer mientras terminaba de acercarse a Woodpecker. - Caes en una trampa tan básica, todo por tu amada Amanda ¿No les parece tierno? - Esta rió, su risa no fue la única ya que varios vampiros también salieron burlándose de la licántropo.- Debemos agradecerte, desde que llegaste a Sacrest Ville no habíamos tenido la oportunidad de encontrarte tan... vulnerable, pero ya podemos hacer justicia.
La vampira azotó el látigo que traía en manos contra el suelo y le sonrió a Woodpecker, se le veía confiada, hasta con su pose lo demostraba. El resto de vampiros terminó de acercarse, cerrando la distancia que había entre ellos y la loba, al parecer todos querían lo mismo, venganza.
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- Pero que lamentable es ver esto. - Comenzó a decir la voz mientras salía de las sombras. - Nuestro héroe tan herido y lastimado. Lo dejaron como muñeca de trapo.- El vampiro caminó cerca del elfo que se encontraba curando al herido dragón, aunque mantenía la distancia de la luz. - ¿Qué se sintió saborear la sangre de un vampiro? Aún no he cometido tal acto. - Bromeó el de cabellos blancos limpiando uno de sus colmillos con el meñique. - Por suerte tienes a un elfo que repare tus desastres, tal vez el pueda reparar tu colosal error de asesinato indirecto ¿Puedes hacer eso, elfo? - Alexander se recostó en la pared más lejana contemplando a aquel par, si alguno se abalanzaba sobre él sin dudarlo se haría uno con las sombras y se volvería a ir. - Pero no estoy aquí solo para entregarles malas noticias y recalcar sus fracasos, idioteces y errores, soy buena persona después de todo. Yo no dejo a mis amigos atrás para que mueran, pobre condesa, pobre niña que ahora fue capturada, pobre parejita. - El vampiro negó con la cabeza y le sonrió al dragón. - Todo por la justicia. Pero lo que quiero decirles es que no están tan lejos, puede que aún tengan tiempo, solo han asesinado a un niño después de todo, creo que el siguiente aperitivo será una elfa pequeña. - El vampiro rió mientras volvía a desparecer en las sombras. - Vean los pasillos TRES veces y puede que sean útiles, tienen el DERECHO de intentarlo.
Fredericksen
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Sigue sin gustarme un pelo lo que está sucediendo aquí, los nervios de todo el mundo están tensos. Vale que no nos conocemos de nada más que media hora en un árbol Botica, pero emprender una aventura juntos debería ser divertido. En cambio se está convirtiendo en una situación tremendamente tétrica. Odio los vampiros, siempre tienen que volverlo todo violento y oscuro.
Siento que algo se acerca por detrás pero no me da tiempo a reaccionar, una mano tapa mi boca y la otra me agarra para llevarme por uno de los oscuros pasadizos. Pataleo en el aire y me revuelvo, sé que no tiene sentido, una acción completamente inútil, pero irracional. Me susurra al oido que esté en silencio. Me tiembla todo el cuerpo. Maldito y demoníaco vampiro.
Me sigue arrastrando por el pasadizo, comienzo a escuchar voces, ¿tal vez me está llevando con las personas que estaba buscando el chico rubio? Eso sería a la vez una gran suerte y una desgracia absoluta. No esperaba que estuvieran tan cerca, no habremos caminado más que dos o tres pasadizos, no ha pasado tanto tiempo desde que esta sucia peste me ha separado de los demás.
Llegamos a una sala pobremente iluminada, hay 12 personas dentro. Parece que finalmente el chico rubio tiene algo de tiempo de salvar a sus inocentes. Aunque eso no es ningún alivio para mi. El asqueroso vampiro me empuja, me quita el arco y las flechas. Revisa que no tenga ningún otro arma encima. Acerca su boca a mi oído.
- Tal vez más tarde nos divirtamos un poco más tú y yo, pequeña, justo antes de... -Desliza su dedo por el cuello, simulando un corte y se ríe de forma maníaca.
Sigo temblando. No consigo moverme, estoy totalmente congelada de miedo. El vampiro se aleja unos instantes pero sigo quieta en el sitio, como si me hubiesen congelado.
Todavía llevo en mi manga derecha la flecha que tenía en la mano cuando el vampiro me atrapó. La escondí en el momento en que sentí una mano sobre mi boca. El vampiro regresa con una cuerda, se acerca a mi, giro la cabeza hacia otro lado, al mirarle directamente me entran náuseas. Sigue acercándose lentamente. Saca la lengua y me lame desde el cuello a la oreja mientras me ata las manos a la espalda. Asqueroso, totalmente asqueroso. Me entra un escalofrío que no consigo reprimir.
- ¿Acaso no te gusto? -Se rie. - Mejor así, la verdad, más diversión para mi...
Me agarra por el cuello para llevarme de espaldas hacia donde están los demás rehenes y me tira al suelo con desprecio. Tan pronto como se da la vuelta rompo la punta de la flecha y comienzo a cortar la cuerda mientras busco mi arco con la mirada. Muy lejos, al otro lado de la estancia sobre una mesa con varios objetos de todo tipo. Supongo que se trata de los objetos que llevaban sus víctimas antes de dejarlas secas. La soga termina de romper y se cae en trocitos.
Vale, ahora solo necesito un plan para escapar de dos sádicos vampiros sedientos de sangre. No soy lo suficientemente sigilosa fuera de los bosques para poder escabullirme y además no conozco el camino de vuelta, así que no me queda más remedio que quedarme aquí o... miro a mi alrededor. Podría apagar las luces, no, mala idea, seguro que los vampiros pueden ver sin luz, deben de tenerla encendida solo para mantener a los prisioneros asustados y en tensión.
En el suelo hay un hueso enorme, debió pertenecer a la pierna de alguien, lo agarro. El vampiro que estaba de custodio en la sala cuando entramos se encuentra de espaldas leyendo un pergamino a la luz de una de las velas. Decido ir a por él primero, agachada, silenciosa, me acerco lentamente. No se espera que ninguno de los rehenes vaya a intentar hacer nada por huir, tan solo un vistazo me sirvió para darme cuenta de que habían destrozado sus voluntades. Probablemente utilizando algún tipo de tortura que desconozco. Desde luego con mi peso y músculo, aunque le golpee con todas mis fuerzas no va a ser suficiente como para dejar al vampiro inconsciente. Afortunadamente el techo es bastante alto... Me concentro, tan solo tengo que ser liviana, como el viento durante unos instantes. Me apoyo en mi magia para saltar el doble de lo habitual y, esgrimiendo con las dos manos el hueso, atizo al guarda con todas mis fuerzas en la cabeza al caer. Se desploma.
Mi secuestrador escucha el golpe, en un abrir y cerrar de ojos se encuentra delante de mi, me agarra del cuello y me levanta del suelo, apoyándome contra una pared. Me quita el hueso de la mano, lo lanza lejos y me suelta un bofetón. Cae sangre por mi mejilla.
- Las niñas pequeñas no deberían jugar con esas cosas... No sé cómo has escapado, así que creo que jugaré contigo un rato, dejarte sola no es lo más adecuado en estos momentos.
Se me escapa una lágrima de frustración y miedo. He hecho todo lo que he podido.
- Perdóname Wood...
Siento que algo se acerca por detrás pero no me da tiempo a reaccionar, una mano tapa mi boca y la otra me agarra para llevarme por uno de los oscuros pasadizos. Pataleo en el aire y me revuelvo, sé que no tiene sentido, una acción completamente inútil, pero irracional. Me susurra al oido que esté en silencio. Me tiembla todo el cuerpo. Maldito y demoníaco vampiro.
Me sigue arrastrando por el pasadizo, comienzo a escuchar voces, ¿tal vez me está llevando con las personas que estaba buscando el chico rubio? Eso sería a la vez una gran suerte y una desgracia absoluta. No esperaba que estuvieran tan cerca, no habremos caminado más que dos o tres pasadizos, no ha pasado tanto tiempo desde que esta sucia peste me ha separado de los demás.
Llegamos a una sala pobremente iluminada, hay 12 personas dentro. Parece que finalmente el chico rubio tiene algo de tiempo de salvar a sus inocentes. Aunque eso no es ningún alivio para mi. El asqueroso vampiro me empuja, me quita el arco y las flechas. Revisa que no tenga ningún otro arma encima. Acerca su boca a mi oído.
- Tal vez más tarde nos divirtamos un poco más tú y yo, pequeña, justo antes de... -Desliza su dedo por el cuello, simulando un corte y se ríe de forma maníaca.
Sigo temblando. No consigo moverme, estoy totalmente congelada de miedo. El vampiro se aleja unos instantes pero sigo quieta en el sitio, como si me hubiesen congelado.
Todavía llevo en mi manga derecha la flecha que tenía en la mano cuando el vampiro me atrapó. La escondí en el momento en que sentí una mano sobre mi boca. El vampiro regresa con una cuerda, se acerca a mi, giro la cabeza hacia otro lado, al mirarle directamente me entran náuseas. Sigue acercándose lentamente. Saca la lengua y me lame desde el cuello a la oreja mientras me ata las manos a la espalda. Asqueroso, totalmente asqueroso. Me entra un escalofrío que no consigo reprimir.
- ¿Acaso no te gusto? -Se rie. - Mejor así, la verdad, más diversión para mi...
Me agarra por el cuello para llevarme de espaldas hacia donde están los demás rehenes y me tira al suelo con desprecio. Tan pronto como se da la vuelta rompo la punta de la flecha y comienzo a cortar la cuerda mientras busco mi arco con la mirada. Muy lejos, al otro lado de la estancia sobre una mesa con varios objetos de todo tipo. Supongo que se trata de los objetos que llevaban sus víctimas antes de dejarlas secas. La soga termina de romper y se cae en trocitos.
Vale, ahora solo necesito un plan para escapar de dos sádicos vampiros sedientos de sangre. No soy lo suficientemente sigilosa fuera de los bosques para poder escabullirme y además no conozco el camino de vuelta, así que no me queda más remedio que quedarme aquí o... miro a mi alrededor. Podría apagar las luces, no, mala idea, seguro que los vampiros pueden ver sin luz, deben de tenerla encendida solo para mantener a los prisioneros asustados y en tensión.
En el suelo hay un hueso enorme, debió pertenecer a la pierna de alguien, lo agarro. El vampiro que estaba de custodio en la sala cuando entramos se encuentra de espaldas leyendo un pergamino a la luz de una de las velas. Decido ir a por él primero, agachada, silenciosa, me acerco lentamente. No se espera que ninguno de los rehenes vaya a intentar hacer nada por huir, tan solo un vistazo me sirvió para darme cuenta de que habían destrozado sus voluntades. Probablemente utilizando algún tipo de tortura que desconozco. Desde luego con mi peso y músculo, aunque le golpee con todas mis fuerzas no va a ser suficiente como para dejar al vampiro inconsciente. Afortunadamente el techo es bastante alto... Me concentro, tan solo tengo que ser liviana, como el viento durante unos instantes. Me apoyo en mi magia para saltar el doble de lo habitual y, esgrimiendo con las dos manos el hueso, atizo al guarda con todas mis fuerzas en la cabeza al caer. Se desploma.
Mi secuestrador escucha el golpe, en un abrir y cerrar de ojos se encuentra delante de mi, me agarra del cuello y me levanta del suelo, apoyándome contra una pared. Me quita el hueso de la mano, lo lanza lejos y me suelta un bofetón. Cae sangre por mi mejilla.
- Las niñas pequeñas no deberían jugar con esas cosas... No sé cómo has escapado, así que creo que jugaré contigo un rato, dejarte sola no es lo más adecuado en estos momentos.
Se me escapa una lágrima de frustración y miedo. He hecho todo lo que he podido.
- Perdóname Wood...
Irinnil Fawkes
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Esta vez, no había tenido pesadillas sobre el dragón oscuro. Creo que hasta el mismo se dio cuenta que esta noche no podía empeorar mas. Cuando desperté, todavía conservaba mi forma de dragón, y no solo eso. El elfo me había curado, jure que iba a despertarme en otro cuerpo, pero no fue así. Seguía siendo Rakan'Drag, guardián ancestral. El vampiro de antes volvió a aparecer, pronuncio su típico aviso y alerta y se fue. Cambie mi forma rápidamente
- Ese sujeto esta buscando que lo mate... ¿Escuchaste eso?, como sabe que hay un niño muerto... o esta jugando con nosotros, o ese sujeto esta relacionado con el clan. Voy a aniquilarlo, no hizo nada para salvar al pobre joven. - Si hay algo con lo que no se juega, es con la vida, si quitas una, se paga con la tuya. Pero primero los 12 inocentes... u 11.
El aviso que dio, es sobre la elfa. - No se tu, pero yo voy por Wood. - La gente no estaba acostumbrada a los justicieros o guardianes, por eso cuando uno se mostraba, solían tratarlo con desprecio o tomarlo como un rarito. Gente ignorante que no acepta que haya gente que quiera hacer el bien por Aerandir, acostumbrados al mal que la asola. Un día todo iba a cambiar, un día los ancestrales iban a volver. E iban a tener que aceptar el cambio, les guste o no. Me levante del suelo, aun tenia marcas, pero ya había sufrido varias veces esto, una vez mas no iba a afectarme. Me dirigí hacia el lado contrario de donde señalo el vampiro. Esperaba que el elfo me siguiera, era buena gente.
Llegue a un pasillo y escuche unos ruidos, gire a la derecha y vi como unos vampiros rodeaban a Wood. Sin darme cuenta, sentí como alguien me tocaba la espalda - Que diabl... - Era un joven, de al menos 18 años...
- Shhh, logre escaparme de ellos, vi como te preocupas por la gente, como cuidas a tus amigos. Por favor, déjame quedarme contigo. Enséñame a ser como tu. - Lo mire a los ojos, pensé que era alguna clase de ilusión de vampiro, pero era tan real...
Lo agarre del hombro cuidadosamente. - Escucha, entiendo que parezca lindo y todo eso. Pero no es tan fácil, ¿donde están tus padres? -
- Lejos de aquí, viven en Dundarak, yo solo estoy de viaje... por favor. Se que quieres, ademas me necesitas. -
- Bien... bien, escucha, espérame afuera,y lo arreglaremos. -
- Ni lo sueñes. Yo me quedo. -
Maldición, me recordaba a mi al principio, era hora de ayudar a Feith, o iba a matar a todos los vampiros sin nosotros.
Era un dragón, igual que yo, suponía que sabia transformarse. Deje que mis escamas me consumieran, pasando a tener otra forma, pero cuando lo mire a el transformarse, no solo sus escamas eran blancas, si no que tenia lineas celestes.
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Lo mire a los ojos, y el asintió. Pronto ambos entramos a las sala, rodeando a Feith y rugiendole a los vampiros. Estábamos dispuestos a defender a Feith a toda costa. Fue raro como conocí al chico, simplemente hablamos dos segundos, y ya estaba a punto de ayudarme a combatir sin conocerme. Esa clase de gente merecía que la ayude, el quería ser mi compañero, y alguien con ese honor, o venia conmigo o se iba a hacer justicia solo. Prefería lo primero, 2 son mejor que 1.
- Ese sujeto esta buscando que lo mate... ¿Escuchaste eso?, como sabe que hay un niño muerto... o esta jugando con nosotros, o ese sujeto esta relacionado con el clan. Voy a aniquilarlo, no hizo nada para salvar al pobre joven. - Si hay algo con lo que no se juega, es con la vida, si quitas una, se paga con la tuya. Pero primero los 12 inocentes... u 11.
El aviso que dio, es sobre la elfa. - No se tu, pero yo voy por Wood. - La gente no estaba acostumbrada a los justicieros o guardianes, por eso cuando uno se mostraba, solían tratarlo con desprecio o tomarlo como un rarito. Gente ignorante que no acepta que haya gente que quiera hacer el bien por Aerandir, acostumbrados al mal que la asola. Un día todo iba a cambiar, un día los ancestrales iban a volver. E iban a tener que aceptar el cambio, les guste o no. Me levante del suelo, aun tenia marcas, pero ya había sufrido varias veces esto, una vez mas no iba a afectarme. Me dirigí hacia el lado contrario de donde señalo el vampiro. Esperaba que el elfo me siguiera, era buena gente.
Llegue a un pasillo y escuche unos ruidos, gire a la derecha y vi como unos vampiros rodeaban a Wood. Sin darme cuenta, sentí como alguien me tocaba la espalda - Que diabl... - Era un joven, de al menos 18 años...
- Shhh, logre escaparme de ellos, vi como te preocupas por la gente, como cuidas a tus amigos. Por favor, déjame quedarme contigo. Enséñame a ser como tu. - Lo mire a los ojos, pensé que era alguna clase de ilusión de vampiro, pero era tan real...
Lo agarre del hombro cuidadosamente. - Escucha, entiendo que parezca lindo y todo eso. Pero no es tan fácil, ¿donde están tus padres? -
- Lejos de aquí, viven en Dundarak, yo solo estoy de viaje... por favor. Se que quieres, ademas me necesitas. -
- Bien... bien, escucha, espérame afuera,y lo arreglaremos. -
- Ni lo sueñes. Yo me quedo. -
Maldición, me recordaba a mi al principio, era hora de ayudar a Feith, o iba a matar a todos los vampiros sin nosotros.
Era un dragón, igual que yo, suponía que sabia transformarse. Deje que mis escamas me consumieran, pasando a tener otra forma, pero cuando lo mire a el transformarse, no solo sus escamas eran blancas, si no que tenia lineas celestes.
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Lo mire a los ojos, y el asintió. Pronto ambos entramos a las sala, rodeando a Feith y rugiendole a los vampiros. Estábamos dispuestos a defender a Feith a toda costa. Fue raro como conocí al chico, simplemente hablamos dos segundos, y ya estaba a punto de ayudarme a combatir sin conocerme. Esa clase de gente merecía que la ayude, el quería ser mi compañero, y alguien con ese honor, o venia conmigo o se iba a hacer justicia solo. Prefería lo primero, 2 son mejor que 1.
Rakan'Drag
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
* * * Willow * * *
Por Isil, Anar e Imbar, que sujeto tan molesto era ese vampiro aparicionista. Gracias a que estaba terminando con la imposición de manos y ya tenía algunas de mis llamas alumbrándonos y sintiendo el ambiente, me di cuenta de su presencia antes de que se revelara, ahorrándome un buen susto. El eco de su voz en las frías y húmedas catacumbas le conferían un efecto de peso real a sus palabras. Me encorvé, el condenado a la vida oscura, no dejaba de ser desagradable cada vez que Rakan estaba involucrado. Eso, o era un completo canalla mal habido. -Ojalá pudiera reparar tu forma de hablar, eres bastante difícil de escuchar- esperaba que entendiera la indirecta. Mi paciencia con él había llegado a su límite. A la siguiente que me lo cruzara, seguro que buscaba la forma de incinerarlo con mis llamas azules, uno siempre puede intentar innovar sus destrezas y habilidades con un blanco de pruebas vivo.
Estaba decidido a ignorarlo como Feith lo había intentado conmigo más temprano, tal vez pudiera aprender una o dos cosas de esa condesita… sin embargo escuchar las novedades hizo que me pusiera a pensar. Estaba claro que la licántropo había caído en una trampa, ella siempre había sido el objetivo de al menos una secta. Para eso me habían contratado, para maldecirla con una de mis joyas… Fredericksen y Genevive… ¿tal vez daño colateral? Él había dicho que seguía un rastro, probablemente aprovecharan para matarle también. Rakan y yo éramos quienes estábamos fuera de los planes de los malintencionados. Podríamos ser la carta de triunfo si sabíamos cómo actuar. El aparicionista nos había dado una pista “Tres derecho” y se fue.
Rakan volvió a su forma humana, para entonces ya estaba seguro que el dragón era él, aunque hubiese sido un poco menos sorpresivo enterarme antes. Suspiré, en fin… él parecía tener menos paciencia que yo. -Espera, no te adelantes- pero mis palabras cayeron en un saco roto. El dragón desapareció prácticamente frente a mí. - No es bueno que nos sigan separando, tenemos que hacer un plan. ¿Me escuchan vampiros? Vengan por mí si son muy valientes. Aquí les espero con todo lo que tengo me dolía la garganta de tanto rezongar y hablarle a las paredes, pero era una buena forma de liberar tensión. Me troné los huesos del cuello y comencé a caminar, esperando encontrarme a Rakan en el camino. Mi primera opción no era la condesa, iría por ella sí, pero una vez que todos los demás estuvieran a salvo, la vida de ella era sólo una, todavía quedaban once inocentes y… la elfa. Suspiré. Aerandir parecía tener más elfos fuera de los bosques de Sandorai que dentro. Yo no era la excepción.
Llegué a un cruce de caminos, todo el asunto era peor que un laberinto. Me sentía aprisionado, mal, me faltaba el aire. Prefería la luz del sol y la naturaleza, no personas muertas y condenados a alimentarse de los vivos, sobre todo, personas malas, de esos estábamos rodeados. Aunque quisiera ir tras de Rakan para volver a reunirnos, no era seguro que acertara. Sería mejor ir por los rehenes, liberarlos y después tratar de reagruparnos para sobrevivir. Eso claro, si lo que el aparicionista había dicho era cierto. Cerré los ojos y me adentré en la tercera entrada.
El mecanismo de una puerta trampa al final del laberíntico pasillo, me dejó en lo que parecía una gran fosa común. Tenía que tratarse de la fosa de la que había hablado la condesita; di un paso al frente y la puerta que silenciosamente me había dejado entrar, se cerró del mismo modo. Miré a mi alrededor, había luz, estaban los prisioneros, estaba alguien inconsciente en el suelo y estaba la elfa siendo maltratada por un vampiro. A mi lado, una mesa con varios objetos interesantes. Rápidamente tomé el arco de la joven y me lo crucé a la espalda, también sus flechas y para mí, agarré un guantelete que parecía prometedor y me sentaba a medida. A Anar gracias que el vampiro estaba tan concentrado en la elfa, de lo contrario nunca hubiera llegado tan lejos. Di un paso hacia él para atacarlo mientras estaba distraído, pero un hueso cedió bajo mis pies y me delató.
-Que bien- murmuré enojado para mis adentros -Hola ¿qué tal?- le dije al vampiro, que soltó a la joven y vino por mí, parecía sorprendido y sin saber por dónde atacar, lo suyo eran las mujeres pequeñitas y desvalidas. Tenía que pensar en algo ¡y rápido! Chasquee mis dedos y lo rodee con mi fuego fatuo, al darme cuenta que la luz le enceguecía, me apresuré a juntar las llamas para crear una fuente de luz más potente y habiéndolo cegado por un momento, me abalancé sobre él, igual que como hizo Woodpecker conmigo. Primero golpee su garganta, el guante reforzado había sido una buena inversión de tiempo*. El vampiro trastabilló, mis luces se habían apagado, no podía concentrarme en ambas cosas al mismo tiempo. Tiró un ataque al aire, al parecer seguía un poco enceguecido. Aproveché para cargar de nuevo, esta vez a la boca de su estómago y luego a su pecho*. Poco más que un golpe bueno fue capaz de asestarme, antes de caer contra el mismo lugar donde había tenido a la elfa. -Chica, vamos… vamos, necesito ayuda aquí- le apuré a volver en sí desde la distancia. Me saqué sus armas y se las tiré para que las tomara y me ayudara. El vampiro se había cabreado, ahora probablemente sólo quedaba la opción de matarlo.
Off1: Uso de habilidad nivel 0: Maestría en combate desarmado y nivel 6: Fuego Fatuo
* * * Wood * * *
Tenía al primero de los corderos agarrado de alguna parte de su ropa. Se resguardaba en el poder de las sombras, pero podía sentir cómo se retorcía bajo de mí y contra la pared donde le había acorralado. Le olía muy bien, era una hembra. Mi cuchillo estaba en alguna parte entre su pecho y su cabeza. Sabía que tenía que ser cuidadosa o las tablas podrían invertirse rápidamente. Tal vez pudiera usar a la vampirita como cebo, nunca se sabía. Escuché claramente a la supuesta Amanda burlarse de mí, con la cercanía era evidente la farsa. Mis temblores deberían de haber terminado allí, al menos lo había hecho mi lento sufrimiento, pero no fue así. Ahora temblaba más, pero era de rabia. Apreté el cuchillo contra la que tenía en mis brazos, sentí sangre. Intentó defenderse inútilmente con sus garras sobre mi piel, pero era demasiado tarde porque desde que la había atrapado seguía viendo en rojo*
Justicia… claro mi piel comenzaba a cambiar, parte de mi cuerpo se transformaba. Podía escuchar el látigo, sonar y acercarse, el círculo cerrarse… pero solamente me daba más sed. Apreté mi cuchillo y se lo clavé hasta la empuñadura a la vampirita, que ahora se volvía visible. La tomé del cuello, levantando su cabeza hasta que sus ojos vieran los míos. Mi brazo mutó, estaba haciendo uso del control de la metamorfosis*, sus ojos comenzaron a endurecerse, se estaba asfixiando y lentamente perdía el conocimiento abriendo y cerrando la boca, perdiendo su fuerza de vida, mientras que sus compañeros nos veían y se reían de nuestra suerte. La resistencia que me ofrecía se difuminó, era como sostener una muñeca entre mis brazos, pero no me detuve ahí, necesitaba ensañarme, estaba fuera de control. Su cuello se quebró, haciendo el sonido de una rama gruesa al ceder ante una fuerza brusca.
Vamos, vengan. A ver si nos sacamos las ganas de una vez por todas grité, incitándolos, incapaz de controlarme. Mi brazo volvió a su forma original. El círculo se había cerrado, eran ocho los que me rodeaban, sonreí, el lobo se iba a divertir. El látigo se enroscó en mi cuello y fui jalada hacia un lado. Alguien me tomó de un brazo como lo había hecho el elfo con anterioridad, pero era demasiado tarde, no habían amigos, sólo objetivos cercanos a los que podía descuartizar. Alguien me clavó un cuchillo detrás del hombro. Dejé escapar un chillido y me lancé a la yugular del que tenía enfrente, regalándose como un cordero. El vampiro quiso escudarse con sus brazos, olvidando su arma, pero era demasiado tarde para él. Entre todos me separaron del vampiro que había sido el segundo en mi lista. La carne de su cuello aún sangrante colgaba de mis fauces. Sentía los latigazos en mi cuerpo, podía oler mi propia sangre, pero estaba más allá de mis sentidos. Aquello era como echarle más leña al fuego.
-Mátenla ¡de prisa!
-Idiotas todos juntos
Las voces sonaban apagadas, para mí sólo habían cuerpos moviéndose que debían ser despedazados. No importaba si con mis garras les arrancaba los ojos o les podía desollar con mis dientes. Sólo quería ventilar toda la rabia que sentía dentro ¡apaciguar a la bestia con sangre! Mis permanentes gruñidos se vieron opacados por algo más fuerte y ensordecedor, mi instinto de preservación hizo que por unos momentos dejara de intentar encontrar espacios abiertos en la defensa de los vampiros para ver algo más grande… algo que no se ve todos los días. Habían llegado los refuerzos: dos dragones tan claros y resplandecientes que parecían ser enviados de la luz. Mi instinto para matar era más fuerte, sabía que uno de ellos era Rak, por lo que le di la espalda y le clavé mis garras en el estómago a otro vampiro no identificado. A esas alturas los vampiros eran siluetas, no tenían rostro. No pude arrancarle ningún pedazo con mis dientes al que había herido, el látigo volvió a envolverse en mi cuello, restringiendo mis movimientos y ahorcándome.
-¡Muere de una maldita vez!
Off2: Lo siento, me quedó un poquito gore ewe... Subrayadas las habilidades nivel:
5- Frenesí del depredador
2- Control de la metamorfosis
4- A la yugular
Woodpecker
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Caminar por aquellos pasillos era molesto, tedioso y por último pero no menos importante, perturbador. Siempre he sido un amante de lugares verdes y abiertos, había vivido gran parte de mi vida en los bosques “Por no decir que toda mi vida.” Estar allí me afectaba poco a poco, necesitaba luz, necesitaba un aroma diferente a cadáveres y Genevive, aunque dudaba poder quitarme el segundo aún así estuviese afuera.
En aquel punto del trayecto estaba pensando si realmente había sido una buena idea internarme en ese pasillo, podía ser la peor trampa creada en Sacrest Ville, un sitio donde los idiotas como yo sé internara y no volvieran a salir nunca más “Eso podría explicar la cantidad de cadáveres… aparte de que son unas catacumbas.”
- Odio esta idea, la odio con cada pedacito de mí ser.
- ¿De qué habla señor Candau?
- Vamos a morir, bajo tierra, sin nadie que nos busque… esa gente se olvidará de nosotros y moriremos Genevive ¡Moriremos!
- No deber preocuparse, yo estar con usted. – Dijo ésta volviendo a abrazarme y tratando de invadir mi espacio personal con su rostro.
- ¿Cómo se supone que eso me tranquilice? Es como que una sanguijuela te diga “Hey amigo, tranquilo, morirás por falta de sangre pero oye, yo estaré junto a ti.” – Respondí colocando una mano en el rostro de la joven y apartándola antes de que tratase de succionar lo que quedaba de mi triste y desesperada alma.
Otro par de minutos de agonía y silencio dieron frutos, una tenue iluminación se podía presenciar al final del pasillo ¿Acaso era una señal de los dioses? ¿Viviría un poco más? Aceleré mi caminata hasta las luces, aunque tuve que frenarme cuando escuché una voz proviniendo desde este sitio. Detuve con la mano a Genevive y le hice una señal para que se estuviese quieta, si adelante habían problemas lo mejor era no meternos de cabeza.
- Increíble. - Susurré mientras retiraba con cuidado el arco de mi carcaj de nuevo, había encontrado a la niña pero esta parecía estar en una gran desventaja. Y eso no era todo, el sujeto que la agarraba parecía tener segundas intenciones con ella.
No era la primera vez que conocía el hecho de que un sujeto aprovechara su fuerza para abusar de una persona, de hecho ese era el motivo por el cual había conocido a Delilah “Aunque esta vez puedo ayudar.” Retiré una flecha y la tensé en el arco, solo debía disparar una vez y no le pasaría nada a la chica, no temería a la gente, no debería aislarse de la sociedad.
Apunté con cuidado esperando el momento exacto para disparar, estaba por soltar la flecha cuando le voz del elfo me distrajo. Bajé un poco el arco para ver como Wil estaba ahora allí ¿Acaso no había ido a buscar al rubio? El problema fue la luz, el elfo volvió a generar luz tan repentinamente que me vi cegado un par de segundos, había caminado un buen rato a oscuras y mis ojos apenas se estaban acostumbrando a la tenue luz de las antorchas, las habilidades de aquel elfo habían bastado para terminar de desconcentrarme.
Sostuve el arco y flecha con una mano mientras que frotaba la manga de mi camisa sobre los ojos, escuchaba golpes ¿El vampiro le estaba dando pelea a Wisp? Podía ser, aquellas criaturas siempre tienen sucios trucos bajo la manga, me sentía inútil de no poder ayudar en aquella situación.
Al recuperar un poco la visión me alegró ver que realmente era el elfo quién llevaba la ventaja, al parecer estaba mejor entrenado de lo que parecía “Eso o el otro sujeto simplemente es un inútil.” Pero por el momento preferí pensar que era el elfo quien realmente sabía lo que hacía.
- Basta de juegos. – Reprochó el vampiro con cierta ira, de este emergieron rápidamente un par de alas negras ciertamente peculiares, nunca había visto nada similar “¿Las podrá usar para volar?”
Este al ver que el arma de la elfa volaba hasta ella optó por usar una de sus nuevas extremidades para interferir con el arco, moviendo una de sus alas para detenerlo y arrojarlo al suelo. No sabía muy bien si era a causa de la iluminación, pero se podía ver que el rostro de este estaba rojo, quizá por enfado al elfo. Aprovechándose de que Wil ya no había usado más trucos de luz, este cargó contra el peculiar elfo, usando de sus extremidades adicionales para atacarle sin necesidad de acercar mucho el cuerpo “Veamos el lado positivo, está centrando su atención en William, seguro piensa que la niña u otro rehén le pueden hacer frente.”
Aprovechándome de este dato volví a tensar la felcha en mi arco, cerrando un ojo y apuntando contra el vampiro que seguía intentando herir al elfo. Lo extraño era que con cada ataque el vampiro parecía estar moviéndose más lento, era como si mantener aquellas cosas le costase fuerza. (1)Mi respiración comenzó a disminuir, debía olvidar todo, ahora el mundo se centraba en aquella cosa extraña ¿Cuándo había sido la última vez que había utilizado aquel truco? Todo parecía ir más lento, sentí el claro momento en el que mi corazón dejó de latir, mis pulmones ya no recibían aire, había dejado de respirar. Solté la flecha y la vi volar directo al objetivo, el quejido de dolor del sujeto parecía distante pero el metal atravesando la carne mucho más cercano, mi cuerpo comenzaba a doler, sabía bien que no podía mantenerme mucho más así pero debía ayudarlos. (2) Con algo de dificultad esta vez retiré tres flechas de mi carcaj, tensándolas lo mejor posible en el arco, el blanco era fácil, podía verlo moverse lentamente, la flecha clavada en su rodilla lo había debilitado más. Disparé las tres flechas al unísono y me alegró ver como dos se clavaban en la espalda de este y la última le atravesaba la garganta.
Volví a respirar rápidamente, comenzando a toser llevándome las manos a la boca, mi garganta estaba ardiendo y mi pecho dolía ¿Era la primera vez que mantenía tanto aquello? Caí de rodillas y solté el arco al suelo, el ataque de tos simplemente no se detenía, podía sentir un poco de sangre en mis manos.
- ¡Señor Candau!
- Cierra la boca… estoy…estoy bien. – Contesté con dificultad apoyándome con la pared, escupiendo al suelo. – O eso espero. – Mi respiración aún estaba agitada pero ya parecía estar controlándose nuevamente, solo debía calmarme y estaría a la perfección.
- No puedo creer que ustedes idiotas dejaran que alguien se escapara ¡Solo tenían una tarea! – Aquella voz venía desde el pasillo, aunque… yo conocía aquella voz. - ¡Por si fuese poco Alexander viene, nos avisa de un grupo de sujetos extraños y se larga como si nada! Se supone que él es quien debe encargarse de esto, las órdenes fueron claras. - Por el sonido de los pasos, era obvio que no era solo una persona quien venía por el pasillo, era una gran cantidad.
Volvía a cerrar las manos y soplé con cuidado al interior de la sala, imitando la señal de búho que había hecho antes para atraer a Genevive, esperaba que el par de elfos la entendiera y se apresurase al pasillo, por el momento parecía ser el escondite más seguro del lugar “Aunque no se cómo se lo tomen con un vampiro muerto en el piso.”
Antes de regresar a ocultarme entre las sombras del pasillo pude ver un poco el rostro del vampiro que venía hablando, ya estaba llegando a la sala de los rehenes “Oh no… debe ser una maldita broma.” Aquel vampiro tenía los ojos vendados y sabía muy bien el porqué, era el mismo sujeto que había dejado ciego en el bosque. Miré mis manos tragando saliva, aún recordaba la asquerosa sensación de haberle explotado ambos ojos con los pulgares, tuve que controlar la arcada y sacudir la cabeza “Espero que no me vea… un momento…”
Uso de habilidades:
(1) Nivel 0 - Entre latidos:
(2) Nivel 1 - Trío de flechas.
En aquel punto del trayecto estaba pensando si realmente había sido una buena idea internarme en ese pasillo, podía ser la peor trampa creada en Sacrest Ville, un sitio donde los idiotas como yo sé internara y no volvieran a salir nunca más “Eso podría explicar la cantidad de cadáveres… aparte de que son unas catacumbas.”
- Odio esta idea, la odio con cada pedacito de mí ser.
- ¿De qué habla señor Candau?
- Vamos a morir, bajo tierra, sin nadie que nos busque… esa gente se olvidará de nosotros y moriremos Genevive ¡Moriremos!
- No deber preocuparse, yo estar con usted. – Dijo ésta volviendo a abrazarme y tratando de invadir mi espacio personal con su rostro.
- ¿Cómo se supone que eso me tranquilice? Es como que una sanguijuela te diga “Hey amigo, tranquilo, morirás por falta de sangre pero oye, yo estaré junto a ti.” – Respondí colocando una mano en el rostro de la joven y apartándola antes de que tratase de succionar lo que quedaba de mi triste y desesperada alma.
Otro par de minutos de agonía y silencio dieron frutos, una tenue iluminación se podía presenciar al final del pasillo ¿Acaso era una señal de los dioses? ¿Viviría un poco más? Aceleré mi caminata hasta las luces, aunque tuve que frenarme cuando escuché una voz proviniendo desde este sitio. Detuve con la mano a Genevive y le hice una señal para que se estuviese quieta, si adelante habían problemas lo mejor era no meternos de cabeza.
- Increíble. - Susurré mientras retiraba con cuidado el arco de mi carcaj de nuevo, había encontrado a la niña pero esta parecía estar en una gran desventaja. Y eso no era todo, el sujeto que la agarraba parecía tener segundas intenciones con ella.
No era la primera vez que conocía el hecho de que un sujeto aprovechara su fuerza para abusar de una persona, de hecho ese era el motivo por el cual había conocido a Delilah “Aunque esta vez puedo ayudar.” Retiré una flecha y la tensé en el arco, solo debía disparar una vez y no le pasaría nada a la chica, no temería a la gente, no debería aislarse de la sociedad.
Apunté con cuidado esperando el momento exacto para disparar, estaba por soltar la flecha cuando le voz del elfo me distrajo. Bajé un poco el arco para ver como Wil estaba ahora allí ¿Acaso no había ido a buscar al rubio? El problema fue la luz, el elfo volvió a generar luz tan repentinamente que me vi cegado un par de segundos, había caminado un buen rato a oscuras y mis ojos apenas se estaban acostumbrando a la tenue luz de las antorchas, las habilidades de aquel elfo habían bastado para terminar de desconcentrarme.
Sostuve el arco y flecha con una mano mientras que frotaba la manga de mi camisa sobre los ojos, escuchaba golpes ¿El vampiro le estaba dando pelea a Wisp? Podía ser, aquellas criaturas siempre tienen sucios trucos bajo la manga, me sentía inútil de no poder ayudar en aquella situación.
Al recuperar un poco la visión me alegró ver que realmente era el elfo quién llevaba la ventaja, al parecer estaba mejor entrenado de lo que parecía “Eso o el otro sujeto simplemente es un inútil.” Pero por el momento preferí pensar que era el elfo quien realmente sabía lo que hacía.
- Basta de juegos. – Reprochó el vampiro con cierta ira, de este emergieron rápidamente un par de alas negras ciertamente peculiares, nunca había visto nada similar “¿Las podrá usar para volar?”
Este al ver que el arma de la elfa volaba hasta ella optó por usar una de sus nuevas extremidades para interferir con el arco, moviendo una de sus alas para detenerlo y arrojarlo al suelo. No sabía muy bien si era a causa de la iluminación, pero se podía ver que el rostro de este estaba rojo, quizá por enfado al elfo. Aprovechándose de que Wil ya no había usado más trucos de luz, este cargó contra el peculiar elfo, usando de sus extremidades adicionales para atacarle sin necesidad de acercar mucho el cuerpo “Veamos el lado positivo, está centrando su atención en William, seguro piensa que la niña u otro rehén le pueden hacer frente.”
Aprovechándome de este dato volví a tensar la felcha en mi arco, cerrando un ojo y apuntando contra el vampiro que seguía intentando herir al elfo. Lo extraño era que con cada ataque el vampiro parecía estar moviéndose más lento, era como si mantener aquellas cosas le costase fuerza. (1)Mi respiración comenzó a disminuir, debía olvidar todo, ahora el mundo se centraba en aquella cosa extraña ¿Cuándo había sido la última vez que había utilizado aquel truco? Todo parecía ir más lento, sentí el claro momento en el que mi corazón dejó de latir, mis pulmones ya no recibían aire, había dejado de respirar. Solté la flecha y la vi volar directo al objetivo, el quejido de dolor del sujeto parecía distante pero el metal atravesando la carne mucho más cercano, mi cuerpo comenzaba a doler, sabía bien que no podía mantenerme mucho más así pero debía ayudarlos. (2) Con algo de dificultad esta vez retiré tres flechas de mi carcaj, tensándolas lo mejor posible en el arco, el blanco era fácil, podía verlo moverse lentamente, la flecha clavada en su rodilla lo había debilitado más. Disparé las tres flechas al unísono y me alegró ver como dos se clavaban en la espalda de este y la última le atravesaba la garganta.
Volví a respirar rápidamente, comenzando a toser llevándome las manos a la boca, mi garganta estaba ardiendo y mi pecho dolía ¿Era la primera vez que mantenía tanto aquello? Caí de rodillas y solté el arco al suelo, el ataque de tos simplemente no se detenía, podía sentir un poco de sangre en mis manos.
- ¡Señor Candau!
- Cierra la boca… estoy…estoy bien. – Contesté con dificultad apoyándome con la pared, escupiendo al suelo. – O eso espero. – Mi respiración aún estaba agitada pero ya parecía estar controlándose nuevamente, solo debía calmarme y estaría a la perfección.
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- No puedo creer que ustedes idiotas dejaran que alguien se escapara ¡Solo tenían una tarea! – Aquella voz venía desde el pasillo, aunque… yo conocía aquella voz. - ¡Por si fuese poco Alexander viene, nos avisa de un grupo de sujetos extraños y se larga como si nada! Se supone que él es quien debe encargarse de esto, las órdenes fueron claras. - Por el sonido de los pasos, era obvio que no era solo una persona quien venía por el pasillo, era una gran cantidad.
Volvía a cerrar las manos y soplé con cuidado al interior de la sala, imitando la señal de búho que había hecho antes para atraer a Genevive, esperaba que el par de elfos la entendiera y se apresurase al pasillo, por el momento parecía ser el escondite más seguro del lugar “Aunque no se cómo se lo tomen con un vampiro muerto en el piso.”
Antes de regresar a ocultarme entre las sombras del pasillo pude ver un poco el rostro del vampiro que venía hablando, ya estaba llegando a la sala de los rehenes “Oh no… debe ser una maldita broma.” Aquel vampiro tenía los ojos vendados y sabía muy bien el porqué, era el mismo sujeto que había dejado ciego en el bosque. Miré mis manos tragando saliva, aún recordaba la asquerosa sensación de haberle explotado ambos ojos con los pulgares, tuve que controlar la arcada y sacudir la cabeza “Espero que no me vea… un momento…”
- - -
Uso de habilidades:
(1) Nivel 0 - Entre latidos:
(2) Nivel 1 - Trío de flechas.
- Off:
- Lo unico que les quiero pedir es que por favor no maten al vampiro ciego, si gustan pelear o algo no hay problema, pero nada que lo mate.
Fredericksen
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Tras el bofetón se acerca y me susurra algo al oído, estoy demasiado asustada para siquiera distinguir las palabras que salen de su horrible boca. Me lame la sangre fresca recién salida de la herida que él mismo ha infligido. De nuevo un escalofrío me recorre entera. Cierro los ojos, resignada ya a lo que sea que el vampiro pretenda hacerme.
Comenzaba a rasgarme la camisa cuando el crujido de un hueso capta su atención. Ya está, ya me ha roto. Pero no siento ningún dolor, abro un ojo y consigo ver al elfo del árbol botica al fondo de la sala. Era una visita totalmente inesperada, ¿quien se iba a pensar que sería él mi héroe esta noche? Respiro un poco más aliviada, pero el respiro duró tan solo un segundo, todavía agarrada por el cuello el vampiro me lanza con mucha fuerza al suelo. Me golpeo la cabeza contra el duro suelo de piedra de las catatumbas.
"Patética" "Siempre necesitando ayuda para sobrevivir" "Metiendo en problemas a los demás" "¿Acaso no sabes hacer nada tú sola?" "Siempre necesitando ayuda para todo, no eres más que un estorbo"
Las luces se apagan lentamente, veo todo borroso.
- ¡Dejadme en paz! ¡Callaos! -Mis gritos retumban en toda la sala, me agarro la cabeza entre las manos. Caigo de rodillas. Will está luchando con todo lo que tiene, ha venido a salvarme y yo estoy aquí lamentándome en el suelo, incapaz de moverme. Suspiro con frustración. Will intenta devolverme mi arco pero una inesperada transformación alada del vampiro intercepta su trayectoria.
"Levántate imbécil y haz algo" "Si alguien debe morir esta noche esa eres tú" "Exacto, ¿o acaso crees que está bien que los demás arriesguen sus vidas por la tuya si tú no luchas por ti misma?"
- ¡Aaaagh! Os odio, os odio mucho porque siempre tenéis razón...
Me pongo en pie finalmente, vuelve poco a poco la claridad a la sala y puedo ver dónde ha caído el arco. Respiro profundamente, miro en la dirección en la que estaban peleando segundos antes y... Vampiro muerto con una flecha en la garganta, otra en la rodilla y una más en la espalda... Miro el arco que tengo en la mano, vuelvo a mirar el cadáver, miro en la dirección de dónde supongo han procedido las flechas. Fred, maldito canalla, era mi momento de brillar, demostrar mi valía como arquera mediante acrobáticos saltos mortales. Flechas invisibles que alcanzan su objetivo con una fuerza abrumadora y descomunal. Impactantes artes de combate sin armas y astucia sin límites en mis movimientos que formarían las técnicas perfectas de asesinato y defensa personal.
Pero Fred le había disparado y lo había matado allí, así, sin más. Suspiro. Busco mi carcaj y me lo pongo de nuevo a la espalda. Reviso mi camisa, partida a la mitad. Vuelvo a suspirar y le hago un pequeño nudo para cerrarla de nuevo.
Me acerco a Will y le agarro la mano entre las mías. -Muchas gracias, de verdad, me has salvado la vida.
Tiro de su brazo para que baje la cabeza y le doy un beso en la mejilla. Acto seguido separo mis manos dejando una galletita en la palma de su mano.
"Cuidado" "Cuidado, algo se acerca, y no es bueno" "Tal vez tengas oportunidad de demostrar esas letales técnicas después de todo"
Pasos. Voces. Una gran cantidad.
- ¡EH! ¡Vampiros bastardos! ¡Venid si os atreveis a plantarle cara a la ira homicida de la tempestad de Sandorai! ¡Terror de gigantes y aplastadora de setas! ¡Os convertiré en comida de rata en menos tiempo del que tardo en comerme esta galleta!
Tras causar el caos entre las filas de los vampiros que venían por el pasillo, ahora mucho más enfadados, vuelvo a rodearme de magia para saltar hacia uno de los ataúdes salientes de la pared cercana al pasillo y me meto dentro con el arco en tensión apuntando a la ranura.
Vale, ahora solo tengo que pensar en un plan. Sonrío, pensando en que tal vez debería haberlo pensado unos segundos antes.
----
off: Habilidad: Nivel 0 Con el viento: La elfa puede realizar saltos del doble de altura de lo normal, apoyándose en su magia.
Comenzaba a rasgarme la camisa cuando el crujido de un hueso capta su atención. Ya está, ya me ha roto. Pero no siento ningún dolor, abro un ojo y consigo ver al elfo del árbol botica al fondo de la sala. Era una visita totalmente inesperada, ¿quien se iba a pensar que sería él mi héroe esta noche? Respiro un poco más aliviada, pero el respiro duró tan solo un segundo, todavía agarrada por el cuello el vampiro me lanza con mucha fuerza al suelo. Me golpeo la cabeza contra el duro suelo de piedra de las catatumbas.
"Patética" "Siempre necesitando ayuda para sobrevivir" "Metiendo en problemas a los demás" "¿Acaso no sabes hacer nada tú sola?" "Siempre necesitando ayuda para todo, no eres más que un estorbo"
Las luces se apagan lentamente, veo todo borroso.
- ¡Dejadme en paz! ¡Callaos! -Mis gritos retumban en toda la sala, me agarro la cabeza entre las manos. Caigo de rodillas. Will está luchando con todo lo que tiene, ha venido a salvarme y yo estoy aquí lamentándome en el suelo, incapaz de moverme. Suspiro con frustración. Will intenta devolverme mi arco pero una inesperada transformación alada del vampiro intercepta su trayectoria.
"Levántate imbécil y haz algo" "Si alguien debe morir esta noche esa eres tú" "Exacto, ¿o acaso crees que está bien que los demás arriesguen sus vidas por la tuya si tú no luchas por ti misma?"
- ¡Aaaagh! Os odio, os odio mucho porque siempre tenéis razón...
Me pongo en pie finalmente, vuelve poco a poco la claridad a la sala y puedo ver dónde ha caído el arco. Respiro profundamente, miro en la dirección en la que estaban peleando segundos antes y... Vampiro muerto con una flecha en la garganta, otra en la rodilla y una más en la espalda... Miro el arco que tengo en la mano, vuelvo a mirar el cadáver, miro en la dirección de dónde supongo han procedido las flechas. Fred, maldito canalla, era mi momento de brillar, demostrar mi valía como arquera mediante acrobáticos saltos mortales. Flechas invisibles que alcanzan su objetivo con una fuerza abrumadora y descomunal. Impactantes artes de combate sin armas y astucia sin límites en mis movimientos que formarían las técnicas perfectas de asesinato y defensa personal.
Pero Fred le había disparado y lo había matado allí, así, sin más. Suspiro. Busco mi carcaj y me lo pongo de nuevo a la espalda. Reviso mi camisa, partida a la mitad. Vuelvo a suspirar y le hago un pequeño nudo para cerrarla de nuevo.
Me acerco a Will y le agarro la mano entre las mías. -Muchas gracias, de verdad, me has salvado la vida.
Tiro de su brazo para que baje la cabeza y le doy un beso en la mejilla. Acto seguido separo mis manos dejando una galletita en la palma de su mano.
"Cuidado" "Cuidado, algo se acerca, y no es bueno" "Tal vez tengas oportunidad de demostrar esas letales técnicas después de todo"
Pasos. Voces. Una gran cantidad.
- ¡EH! ¡Vampiros bastardos! ¡Venid si os atreveis a plantarle cara a la ira homicida de la tempestad de Sandorai! ¡Terror de gigantes y aplastadora de setas! ¡Os convertiré en comida de rata en menos tiempo del que tardo en comerme esta galleta!
Tras causar el caos entre las filas de los vampiros que venían por el pasillo, ahora mucho más enfadados, vuelvo a rodearme de magia para saltar hacia uno de los ataúdes salientes de la pared cercana al pasillo y me meto dentro con el arco en tensión apuntando a la ranura.
Vale, ahora solo tengo que pensar en un plan. Sonrío, pensando en que tal vez debería haberlo pensado unos segundos antes.
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off: Habilidad: Nivel 0 Con el viento: La elfa puede realizar saltos del doble de altura de lo normal, apoyándose en su magia.
Irinnil Fawkes
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Feith parecía tener todo controlado en el combate, incluso se había cargado a 2 vampiros. El chico no era ningún idiota, aunque no sabia pararse, parecía venir de la típica familia de caballeros dragones, no usan su forma. Ellos dicen que nosotros mal usamos la forma, pero creo que es al revés. Nos premiaron con ser parte de su raza, de ser dragones, y preferimos seguir siendo humanos que dragones. No voy a juzgar su creencia, pero si este chico quería ser mi compañero, iba a tener que aprender a usar su forma. De todas maneras se transformo.
El combate iba bien, el chico estaba peleando contra 3 vampiros, que trataron de esquivarlo con las sombras, pero termino matándolos haciendo una cadena de rayos que ni ellos mismos la vieron venir. En cambio yo, luche contra otros 2, se habían hecho sombras, no podía verlos, así que concentre mi energía en la sala, haciendo que tiemble lo suficiente como para que caiga polvo y algunas piedritas. Mostrándome la posición de los enemigos, quienes no se habían dado cuenta, me dirigí hacia 1 de ellos y lo agarre del cuello, apretando mis dientes y arrancándolo. El segundo se dirigió hacia mi rápidamente pero clave mis garras en todo su pecho, dejándolo morir lentamente.
Solo quedaba 1, y justo logre ver como ahorcaba a Feith. Solté un rugido avisándole al chico, corrimos hacia 2 puntas y luego cargamos el 1 contra el otro, dejando en el medio al vampiro y Feith, quien estaba siendo ahorcada, tome vuelo y con mis dientes agarre su cabeza, mientras que el chico resbalo y tomo sus piernas, estirándolo hasta un punto que termino saliendose de lugar.
El combate por fin había terminado, y logramos salvar a Feith.
Ambos cambiamos de forma, volvimos a ser humanos. Cuando pasas mucho tiempo como dragón, sueles olvidarte que eras humano, y los sentimientos de un dragón te empiezan a invadir, por eso no es bueno quedarte mucho tiempo en esa forma. Me acerque a Feith y la ayude a levantarse. - ¿Te hicieron mucho daño Feith?. Perdón por no haberte cuidado la espalda, tuve que haberme fijado y estado mas atento. - No solo podía haber muerto mi amiga, si no que también era una condesa. Si ella moría con nosotros a su lado, la culpa era nuestra.
Me acerque al chico y le extendí mi mano, sonriendo. - ¿Como te llamas?, si vas a estar a mi lado, necesito saber tu nombre. -
- Soy Merlín... Merlín Emrys, hicimos un buen trabajo. - Dijo aceptando mi mano.
- Claro que lo hicimos, 2 dragones son mejor que 1. Desde ahora seras mi ayudante. -
- Genial... espera, ¿que?. -
Le di palmadas en el hombro y mire a Feith. - Tenemos que buscar a los demás, están con los 11 inocentes. -
Pero antes de que pudiéramos partir, Merlín se dirigió a mi - No imagine que controlaras el elemento tierra. Soy relámpago. -
- Cuando controlo la tierra, me siento uno con la naturaleza, puedo sentir lo bello de ella, como lo malo, el dolor. Lo veo como un privilegio. Mis ancestros bebieron de la sangre del dragón de tierra. Con solo pensarlo es emocionante, ojala los hubiera visto en persona. Aunque se que algún día así sera. -
- No soy ningún elegido... ni un fanático. Pero si crees que los veras, entonces yo también. - Era una persona buena y honesta, estaba decidido a tomarlo como mi compañero.
El combate iba bien, el chico estaba peleando contra 3 vampiros, que trataron de esquivarlo con las sombras, pero termino matándolos haciendo una cadena de rayos que ni ellos mismos la vieron venir. En cambio yo, luche contra otros 2, se habían hecho sombras, no podía verlos, así que concentre mi energía en la sala, haciendo que tiemble lo suficiente como para que caiga polvo y algunas piedritas. Mostrándome la posición de los enemigos, quienes no se habían dado cuenta, me dirigí hacia 1 de ellos y lo agarre del cuello, apretando mis dientes y arrancándolo. El segundo se dirigió hacia mi rápidamente pero clave mis garras en todo su pecho, dejándolo morir lentamente.
Solo quedaba 1, y justo logre ver como ahorcaba a Feith. Solté un rugido avisándole al chico, corrimos hacia 2 puntas y luego cargamos el 1 contra el otro, dejando en el medio al vampiro y Feith, quien estaba siendo ahorcada, tome vuelo y con mis dientes agarre su cabeza, mientras que el chico resbalo y tomo sus piernas, estirándolo hasta un punto que termino saliendose de lugar.
El combate por fin había terminado, y logramos salvar a Feith.
Ambos cambiamos de forma, volvimos a ser humanos. Cuando pasas mucho tiempo como dragón, sueles olvidarte que eras humano, y los sentimientos de un dragón te empiezan a invadir, por eso no es bueno quedarte mucho tiempo en esa forma. Me acerque a Feith y la ayude a levantarse. - ¿Te hicieron mucho daño Feith?. Perdón por no haberte cuidado la espalda, tuve que haberme fijado y estado mas atento. - No solo podía haber muerto mi amiga, si no que también era una condesa. Si ella moría con nosotros a su lado, la culpa era nuestra.
Me acerque al chico y le extendí mi mano, sonriendo. - ¿Como te llamas?, si vas a estar a mi lado, necesito saber tu nombre. -
- Soy Merlín... Merlín Emrys, hicimos un buen trabajo. - Dijo aceptando mi mano.
- Claro que lo hicimos, 2 dragones son mejor que 1. Desde ahora seras mi ayudante. -
- Genial... espera, ¿que?. -
Le di palmadas en el hombro y mire a Feith. - Tenemos que buscar a los demás, están con los 11 inocentes. -
Pero antes de que pudiéramos partir, Merlín se dirigió a mi - No imagine que controlaras el elemento tierra. Soy relámpago. -
- Cuando controlo la tierra, me siento uno con la naturaleza, puedo sentir lo bello de ella, como lo malo, el dolor. Lo veo como un privilegio. Mis ancestros bebieron de la sangre del dragón de tierra. Con solo pensarlo es emocionante, ojala los hubiera visto en persona. Aunque se que algún día así sera. -
- No soy ningún elegido... ni un fanático. Pero si crees que los veras, entonces yo también. - Era una persona buena y honesta, estaba decidido a tomarlo como mi compañero.
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
* * * Willow * * *
Tenía la situación relativamente bajo control hasta el momento en que mi oponente decidió beneficiarse de sus atributos oscuros. Entonces todo alrededor de sí cambió, era como si me estuviese enfrentando a un oponente diferente. Me estaba dando una buena combinación de golpes, intentando matarme. Debí haber terminado con él cuando tuve la oportunidad… ahora simplemente podía esquivar algunos de sus golpes que lentamente dejaban de ser tan veloces, buscando el momento de darle el golpe fatal. Escuché el inconfundible sonido de flechas surcando el aire y pude ver con alivio como moría por la mano de otro. Miré más allá del cuerpo, le debía una a Fredericksen y su Genenvive. Les hice un gesto de agradecimiento a la distancia y luego puse mi entera atención en la elfa pequeña.
Se me puso la piel de gallina cuando me tomó la mano, respiré profundamente e intenté no hacerle una cara de acritud. La chica parecía ser buena, pero aún no podía con mi condición. Sus manos eran tan pequeñas que me recordaron a mi pequeña Galy. Hice un intento de seguirle la corriente en nombre de los grandes ancestros, en nombre de la familia… me agaché para ver qué deseaba y me plantó un beso. No esperaba tal muestra de aceptación por parte de una fémina de mi propia raza. Inspiré profundamente y me llevé una mano a la mejilla mientras recibía atónito su pequeño obsequio. Me quedé mirando la galleta hasta que escuché un búho desde donde estaban nuestros compañeros. Miré en su dirección y escuché pasos. El arquero se veía bastante gastado. No había tiempo para escapar y la pequeñita parecía un gatito buscando pelea. Genevive se veía preocupada. Tal vez el arquero se había quedado sin flechas.
Mientras la elfa se desahogaba, busqué flechas de repuesto, pero no encontré ninguna. Los pasos se acercaban, apagué mi fuego fatuo y tomé lo primero que encontré -Una daga- era un poco embarazoso pues era mi arma de preferencia, pero no una sorpresa, mis manos se movieron al arma con la que estaba más familiarizado. Rápidamente la tomé y se la tiré a Fredericksen con la esperanza de que le sirviera de algo. La elfa había desaparecido, bien por ella. Miré a los lados, no había mucho que pudiera hacer, me corrió un sudor frío por el cuello. Hice tronar los huesos de mi cuello un par de veces, dos latidos del corazón, un respiro, el eco de los pasos se volvían el sonido. Saqué lentamente el aire de mis pulmones y me metí entre las personas que estaban atadas en el suelo. Si tenía suerte no me verían allí. Eché la galleta a mi boca.
* * * Wood * * *
Los dragones se movían a lo grande, los vampiros parecieron olvidar su venganza contra mí, centrando su atención en ellos. La única que parecía mantener la cabeza sobre sus hombros era la que me tenía atrapada. Me volví hacia ella, ahora que las bestias de sangre caliente teníamos la delantera, ella iba a pagar. Separaría su cabeza de su cuerpo para que antes de morir viera como realmente era. Muy literal. Pero mis compañeros se adelantaron a mis planes. Seguro era bueno tener a alguien que te cuidara la espalda, ya había olvidado ese sentimiento. Rompí el látigo con mis garras y miré a los jóvenes regresar a su forma. Era bueno tener a otro con nosotros.
Negué con la cabeza a Rak, sólo que más que negar era un movimiento de auto restricción a mi cuerpo. El lobo quería seguir matando, tenía mucha sed de sangre, aún podía sentir el tufo asqueroso de los vampiros en todo el ambiente. Volvía a temblar, necesitaba más sangre. Gruñí y comencé a correr por los laberínticos pasillos, siguiendo un rastro fresco, un rastro de muchos vampiros. Sentía cierto dolor en las heridas recibidas, allí donde me habían clavado la daga era más molesto, pero todavía era presa del frenesí. Corría en dos y cuatro patas, quería alcanzarlos con urgencia. Me paraba en los cruces de los laberintos, cuando los olores eran fuertes, prácticamente el detenimiento era imperceptible.
- ¡No! Grant, Clare posición de defensa
-Se ha filtrado...
Tarde. Podía escuchar cada palabra de ellos pero mi sed de sangre estaba en su punto álgido. Podía distinguir al menos tres esencias distintas, aunque más lejos habían más. No importaba. Cargué enceguecida contra los primeros dos vampiros que se pusieron en mi camino. Di un salto largo y choqué con una defensa casi perfecta que sonó como quién pecha una torre hecha de mucha madera fina, capa tras capa. Rugí con mi aullido atronador,* iba por todo.
Off:Uso de habilidad nivel 1: aullido atronador.
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Había logrado mi cometido, el vampiro había quedado neutralizado y solo quedaba esperar que aquel par se refugiara "Pero no todo puede ser así de sencillo siempre ¿No? " La pequeña al parecer deseaba con cada centímetro de su pequeño ser que la asesinaran, apenas escuchó voces optó por gritar y llamar la atención del grupo que iba llegando, para acto seguido refugiarse "¿En qué demonios está pensando?" Al menos el elfo fue más decente e inteligente, obviando el hecho de que me había arrojado una daga "¿Acaso no sabe los peligroso que es atrapar cosas afiladas en el aire?"
Le hice una señal a Genevie para que se mantuviese quieta y en silencio mientras yo tomaba el arma, el vampiro había llegado acompañado a la sala y lo mejor era aprovechar la ceguera de este y los desconocimientos del resto mientras ideaba algún plan... aunque realmente no me sentía en muy buenas condiciones para pensar con calma en aquel momento, también estaba preocupado y tenía miedo.
- ¿Al menos pueden decirme si el resto sigue allí? - Preguntó el ciego avanzando con su bastón, aunque este parecía usarlo más de apoyo que como guía.
- Si pero... hay un cadáver y Dan está inconsciente.
- ¿Cadáver? - Dijo el ciego olfateando el aire, guiándose con su bastón hasta llegar al cuerpo inerte en el suelo, para sacudirlo varias veces. - Aún siento como su pecho se mueve.
- Eso, mi querido amigo, es porque sacudes el cuerpo equivocado. - Respondió el vampiro de cabellos blancos, regresando desde las sombras hasta detenerse junto al ciego. - Te guiaría, pero no te agrada mi ayuda.
- Maldito seas Alexander ¿¡Donde estabas metido!?
- Hacía mi trabajo, tal como tú debiste haber hecho el tuyo. - El vampiro de negro pateó con fuerza el cadáver hasta el grupo de rehenes, negando lentamente con la cabeza. - Solo debías vigilar, ser útil ¿No podía un ciego como tú funcionar por una vez en su vida? - Siguió diciendo Alexander, caminando por la sala y dirigiendo una mirada a los prisioneros. - ¿Es cierto que escapó uno?
- Así es, todo porque tú no estab...
- Si yo no estaba no es culpa mía, tenías un grupo lo suficientemente grande aún contigo para encargarte.
- ¡Y hubiesen sido más! Pero no, debías advertir la presencia de intrusos. Ordenar que los capturasen.
- ¿Y ese no es mi trabajo? ¿Encargarme que todo funcione? - El vampiro entrecerró los ojos al notar la peculiar presencia del elfo entre los rehenes, aunque simplemente prefirió dirigirle una sonrisa.
- ¡No sabes manejar a tus hombres!
- Por supuesto que no lo sé hacer, prefiero el trabajo solo, imbécil. - Alexander se cruzó de brazos sentándose sobre la mesa en la cual estaban las pertenencias, analizando con la mirada al grupo de escoltas de el ciego. - Además no tienes derecho a reclamarme, tus perros te dicen que hay un muerto y prefieres usar tu inútil instinto y deseo de ver, en vez de ordenarles que revisen las causas de muerte.
- Eso era... lo que justamente iba a hacer.
- Me da igual lo que pensaras, ya es muy tarde. - El de cabello blanco negó con la cabeza nuevamente dejando escapar un suspiro. - No mandes a un discapacitado a hacer el trabajo de un hombre.
- ¡Cuida tus palabras! - El vampiro ciego tenía las mejillas ruborizadas, había levantado su bastón y de algún modo había logrado colocarlo contar el cuello de Alexander en el primer intento.
Por lo que podía ver la tensión entre ambos chupa sangre iba en aumento, eso era bueno, un conflicto entre aquellos podía resultar perfecto para un glorioso escape. El problema sería evadir al resto, y asegurar que los elfos también escaparan "¿Por qué todo debe ser tan difícil?" Froté las manos por mi rostro y volví a mirar la escena, esta vez no me llamo la atención el conflicto, había algo más que había pasado por alto, el ciego tenía en el brazo un trozo de tela con el mismo logo que había encontrado en el rastro "Esto puede explicar muchas cosas".
Todo seguía en tensión hasta que un grito de alarma llegó desde el otro pasillo, aquello bastó para que el grupo de sangrones dejasen la disputa entre ellos y volviesen a centrarse en lo que era más importante. El bastón se había alejado del cuello del vampiro de cabello níveo, aunque en ningún momento aquel pareció haberle temido a aquel arma.
- ¡Nos encontraron, maldita sea!
- Otro fracaso a tú lista, eres un desastre. - Alexander le dio un par de palmadas en el hombro al discapacitado y pasó junto a los tres vampiros consientes que se habían mantenido en silencio ante la disputa de sus superiores. - Ya me encargaré yo. Ustedes dos, idiotas. - Dijo señalando a dos castaños que estaban recostados en los muros. - Posiciónense junto a los rehenes, que nadie les vaya a tocar un sólo pelo. Tú. - Dijo refiriéndose al rubio que quedaba. - Rastrea al intruso, sabemos que dispone de flechas, no tiene que estar muy lejos.
- ¿¡Y yo qué!?
- Sacude a Danield, con suerte lo despiertas.
Como lo había hecho en la botica, este volvió a esfumarse en las sombras, dejando a aquel puñado de hombres a cargo del sitio. Miré a Genevive unos segundos y dejé la daga en manos de la chica, si algo malo pasaba todavía contaba con una flecha para defenderme... y quizá era buena idea confiarle mis espaldas, después de todo siempre estaba pegada a mí.
- Si algo malo pasa... usa eso en vez de los dientes. - Le susurré a la joven, arrastrándonos cada vez más en la oscuridad del pasillo. - Elfos, si piensan hacer algo... más les vale que sea rápido.
- Pero que trabajo más sucio, condesa. - Comentó el chico saliendo de su escondite, manteniendo la distancia de la licántropo. - ¿Donde quedaron sus modales? Creí que la nobleza tendría un mejor comportamiento, no esperaba que se comportara como un perro que mea todo lo que ve cuando se enoja. - Se burló este de la mujer, al parecer su intención era provocarla aún más. - Horas atrás le dije que no quería su cabeza, y créame que es verdad... pero el trabajo me obliga a hacer esto, no es nada personal, hasta me agrada esa baba que cae de su boca cuando se enoja. - El vampiro llevó la mano hasta el mango de la espada que tenía en la espalda y la desenfundó con cierta gracia. - Luego de esto, quizá busque a tu amigo, el rubio. Sé que las escamas de dragón tienen buen precio en el mercado negro.
Le hice una señal a Genevie para que se mantuviese quieta y en silencio mientras yo tomaba el arma, el vampiro había llegado acompañado a la sala y lo mejor era aprovechar la ceguera de este y los desconocimientos del resto mientras ideaba algún plan... aunque realmente no me sentía en muy buenas condiciones para pensar con calma en aquel momento, también estaba preocupado y tenía miedo.
- ¿Al menos pueden decirme si el resto sigue allí? - Preguntó el ciego avanzando con su bastón, aunque este parecía usarlo más de apoyo que como guía.
- Si pero... hay un cadáver y Dan está inconsciente.
- ¿Cadáver? - Dijo el ciego olfateando el aire, guiándose con su bastón hasta llegar al cuerpo inerte en el suelo, para sacudirlo varias veces. - Aún siento como su pecho se mueve.
- Eso, mi querido amigo, es porque sacudes el cuerpo equivocado. - Respondió el vampiro de cabellos blancos, regresando desde las sombras hasta detenerse junto al ciego. - Te guiaría, pero no te agrada mi ayuda.
- Maldito seas Alexander ¿¡Donde estabas metido!?
- Hacía mi trabajo, tal como tú debiste haber hecho el tuyo. - El vampiro de negro pateó con fuerza el cadáver hasta el grupo de rehenes, negando lentamente con la cabeza. - Solo debías vigilar, ser útil ¿No podía un ciego como tú funcionar por una vez en su vida? - Siguió diciendo Alexander, caminando por la sala y dirigiendo una mirada a los prisioneros. - ¿Es cierto que escapó uno?
- Así es, todo porque tú no estab...
- Si yo no estaba no es culpa mía, tenías un grupo lo suficientemente grande aún contigo para encargarte.
- ¡Y hubiesen sido más! Pero no, debías advertir la presencia de intrusos. Ordenar que los capturasen.
- ¿Y ese no es mi trabajo? ¿Encargarme que todo funcione? - El vampiro entrecerró los ojos al notar la peculiar presencia del elfo entre los rehenes, aunque simplemente prefirió dirigirle una sonrisa.
- ¡No sabes manejar a tus hombres!
- Por supuesto que no lo sé hacer, prefiero el trabajo solo, imbécil. - Alexander se cruzó de brazos sentándose sobre la mesa en la cual estaban las pertenencias, analizando con la mirada al grupo de escoltas de el ciego. - Además no tienes derecho a reclamarme, tus perros te dicen que hay un muerto y prefieres usar tu inútil instinto y deseo de ver, en vez de ordenarles que revisen las causas de muerte.
- Eso era... lo que justamente iba a hacer.
- Me da igual lo que pensaras, ya es muy tarde. - El de cabello blanco negó con la cabeza nuevamente dejando escapar un suspiro. - No mandes a un discapacitado a hacer el trabajo de un hombre.
- ¡Cuida tus palabras! - El vampiro ciego tenía las mejillas ruborizadas, había levantado su bastón y de algún modo había logrado colocarlo contar el cuello de Alexander en el primer intento.
Por lo que podía ver la tensión entre ambos chupa sangre iba en aumento, eso era bueno, un conflicto entre aquellos podía resultar perfecto para un glorioso escape. El problema sería evadir al resto, y asegurar que los elfos también escaparan "¿Por qué todo debe ser tan difícil?" Froté las manos por mi rostro y volví a mirar la escena, esta vez no me llamo la atención el conflicto, había algo más que había pasado por alto, el ciego tenía en el brazo un trozo de tela con el mismo logo que había encontrado en el rastro "Esto puede explicar muchas cosas".
Todo seguía en tensión hasta que un grito de alarma llegó desde el otro pasillo, aquello bastó para que el grupo de sangrones dejasen la disputa entre ellos y volviesen a centrarse en lo que era más importante. El bastón se había alejado del cuello del vampiro de cabello níveo, aunque en ningún momento aquel pareció haberle temido a aquel arma.
- ¡Nos encontraron, maldita sea!
- Otro fracaso a tú lista, eres un desastre. - Alexander le dio un par de palmadas en el hombro al discapacitado y pasó junto a los tres vampiros consientes que se habían mantenido en silencio ante la disputa de sus superiores. - Ya me encargaré yo. Ustedes dos, idiotas. - Dijo señalando a dos castaños que estaban recostados en los muros. - Posiciónense junto a los rehenes, que nadie les vaya a tocar un sólo pelo. Tú. - Dijo refiriéndose al rubio que quedaba. - Rastrea al intruso, sabemos que dispone de flechas, no tiene que estar muy lejos.
- ¿¡Y yo qué!?
- Sacude a Danield, con suerte lo despiertas.
Como lo había hecho en la botica, este volvió a esfumarse en las sombras, dejando a aquel puñado de hombres a cargo del sitio. Miré a Genevive unos segundos y dejé la daga en manos de la chica, si algo malo pasaba todavía contaba con una flecha para defenderme... y quizá era buena idea confiarle mis espaldas, después de todo siempre estaba pegada a mí.
- Si algo malo pasa... usa eso en vez de los dientes. - Le susurré a la joven, arrastrándonos cada vez más en la oscuridad del pasillo. - Elfos, si piensan hacer algo... más les vale que sea rápido.
- - -
- Pero que trabajo más sucio, condesa. - Comentó el chico saliendo de su escondite, manteniendo la distancia de la licántropo. - ¿Donde quedaron sus modales? Creí que la nobleza tendría un mejor comportamiento, no esperaba que se comportara como un perro que mea todo lo que ve cuando se enoja. - Se burló este de la mujer, al parecer su intención era provocarla aún más. - Horas atrás le dije que no quería su cabeza, y créame que es verdad... pero el trabajo me obliga a hacer esto, no es nada personal, hasta me agrada esa baba que cae de su boca cuando se enoja. - El vampiro llevó la mano hasta el mango de la espada que tenía en la espalda y la desenfundó con cierta gracia. - Luego de esto, quizá busque a tu amigo, el rubio. Sé que las escamas de dragón tienen buen precio en el mercado negro.
- off:
- Si gustan pueden manejar a cualquien cp (Incluyendo a Alex y al cieguito) but como les llevo diciendo, nada de matar a esos dos porfavore, al resto si pueden volverlos pure si así desean
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Sigo escondida, la tumba en la que me he metido está partida por la mitad, por lo que puedo ver la situación allá abajo sacando la cabeza levemente. Me he quedado escondida mientras dos de los cinco vampiros que han accedido a la sala discuten entre ellos. Al parecer uno está ciego y el otro lo trata como si fuese un auténtico inútil e incompetente. Este último parece el raro que se acercó a mi en la botica. Dos de los tres restantes se sitúan delante de los rehenes, supongo que para evitar su rescate sin entablar una lucha. Al tercero de ellos lo manda a buscar a Fred. Maldita sea, espero que le queden flechas después de robarme la muerte del pervertido.
Decido moverme. Salgo de la tumba y sigo la hilera de sarcófagos hasta la zona de los rehenes, me sitúo en la esquina, a las espaldas de los dos vampiros. Siguen teniendo mucha confianza en que los rehenes no se muevan ni un solo milímetro para intentar escapar. La verdad es que tiene sentido, se sienten indefensos ante la diferencia de poder entre ellos y un grupo de vampiros. Veo a Will escondido entre los rehenes, si tengo suerte con su ayuda podremos acabar con los dos sin mucho problema. Saco una flecha, tenso el arco. Respiro hondo. Apunto a la pierna del que está más a la derecha. Suelto el aire a la vez que la cuerda. El proyectil vuela directo, sin desviarse. Atraviesa su objetivo. Bajo de un salto mientras pongo otra flecha en el arco. Caigo frente al vampiro. Tenso el arco de nuevo y me dispongo a soltar.
- Demasiado lenta, pequeña.
Saca su espada en un abrir y cerrar de ojos y corta por la mitad la flecha que iba directa a su garganta. Aprovecha y corta también la que ha atravesado su pierna y la saca. Cojea un poco, pero no parece que le cause un gran impedimento a su movilidad.
"¡Débil!"
Otra vez las voces... no, es parecida a la del vampiro. ¿Magia? Un intenso dolor se apodera de mi mente.
"Vampiro estúpido, te has metido donde no debías" "No le escuches, querida, tan solo mata a ese entrometido" "La mente de esta chica nos pertenece a nosotras y no vamos a dejar que un estúpido vampiro se entrometa donde no le llaman" "JAJAJA, Jeannie, no es tan poderoso como aparenta, intenta ocultar el dolor de la pierna, pero observa, no la apoya completamente. Le duele, está perdiendo sangre y emplea trucos mentales para hacerte perder concentración. Termina el trabajo. Ahora"
El dolor se disipa un poco.
- Pero, ¿pero esto qué es? ¿Cómo puedes levantarte? No deberías tener la fuerza mental suficiente para resistir mi poder ¿Qué demonios tienes en la cabeza? Maldita niña demente.
Levanta la espada para asestar el golpe que debe terminar con mi vida de un solo corte. En medio del movimiento la pierna le falla, dándome un pequeño margen de movimiento. Saco una nueva flecha. Me aparto en el último segundo. ¡Clink! La espada choca contra mi pendiente. Tal vez debería haberme apartado un poco más... Tenso el arco mientras doy un salto hacia atrás y suelo la saeta que se queda atravesada en el cuello del vampiro. Cae de rodillas al suelo con las manos todavía en la garganta.
- Ufff, por poco... -No me da tiempo a decir nada más, su compañero no se ha quedado quieto mientras se sucedía la danza que llevaría a la muerte de su congénere.
Salto y esquivo como puedo, todas las veces por muy poco, disparo flechas pero éstas fallan. Es demasiado rápido para mi. Cada disparo parece disiparse entre sombras.
- No me vendría nada mal un poquito de ayuda por aquí...
Intento buscar con la mirada al elfo, pero el vampiro no me deja ni un solo segundo de respiro. Toda mi concentración está puesta en esquivar los golpes, todos dirigidos a zonas
que acabarán con mi vida en cuestión de segundos.
- ¡Si no vas a dar en el blanco al menos deja de cortarme la ropa vampiro estúpido!
Se enfada y aumenta la velocidad de sus ataques. Pongo una nueva flecha y disparo, de nuevo sin ningún efecto.
Decido moverme. Salgo de la tumba y sigo la hilera de sarcófagos hasta la zona de los rehenes, me sitúo en la esquina, a las espaldas de los dos vampiros. Siguen teniendo mucha confianza en que los rehenes no se muevan ni un solo milímetro para intentar escapar. La verdad es que tiene sentido, se sienten indefensos ante la diferencia de poder entre ellos y un grupo de vampiros. Veo a Will escondido entre los rehenes, si tengo suerte con su ayuda podremos acabar con los dos sin mucho problema. Saco una flecha, tenso el arco. Respiro hondo. Apunto a la pierna del que está más a la derecha. Suelto el aire a la vez que la cuerda. El proyectil vuela directo, sin desviarse. Atraviesa su objetivo. Bajo de un salto mientras pongo otra flecha en el arco. Caigo frente al vampiro. Tenso el arco de nuevo y me dispongo a soltar.
- Demasiado lenta, pequeña.
Saca su espada en un abrir y cerrar de ojos y corta por la mitad la flecha que iba directa a su garganta. Aprovecha y corta también la que ha atravesado su pierna y la saca. Cojea un poco, pero no parece que le cause un gran impedimento a su movilidad.
"¡Débil!"
Otra vez las voces... no, es parecida a la del vampiro. ¿Magia? Un intenso dolor se apodera de mi mente.
"Vampiro estúpido, te has metido donde no debías" "No le escuches, querida, tan solo mata a ese entrometido" "La mente de esta chica nos pertenece a nosotras y no vamos a dejar que un estúpido vampiro se entrometa donde no le llaman" "JAJAJA, Jeannie, no es tan poderoso como aparenta, intenta ocultar el dolor de la pierna, pero observa, no la apoya completamente. Le duele, está perdiendo sangre y emplea trucos mentales para hacerte perder concentración. Termina el trabajo. Ahora"
El dolor se disipa un poco.
- Pero, ¿pero esto qué es? ¿Cómo puedes levantarte? No deberías tener la fuerza mental suficiente para resistir mi poder ¿Qué demonios tienes en la cabeza? Maldita niña demente.
Levanta la espada para asestar el golpe que debe terminar con mi vida de un solo corte. En medio del movimiento la pierna le falla, dándome un pequeño margen de movimiento. Saco una nueva flecha. Me aparto en el último segundo. ¡Clink! La espada choca contra mi pendiente. Tal vez debería haberme apartado un poco más... Tenso el arco mientras doy un salto hacia atrás y suelo la saeta que se queda atravesada en el cuello del vampiro. Cae de rodillas al suelo con las manos todavía en la garganta.
- Ufff, por poco... -No me da tiempo a decir nada más, su compañero no se ha quedado quieto mientras se sucedía la danza que llevaría a la muerte de su congénere.
Salto y esquivo como puedo, todas las veces por muy poco, disparo flechas pero éstas fallan. Es demasiado rápido para mi. Cada disparo parece disiparse entre sombras.
- No me vendría nada mal un poquito de ayuda por aquí...
Intento buscar con la mirada al elfo, pero el vampiro no me deja ni un solo segundo de respiro. Toda mi concentración está puesta en esquivar los golpes, todos dirigidos a zonas
que acabarán con mi vida en cuestión de segundos.
- ¡Si no vas a dar en el blanco al menos deja de cortarme la ropa vampiro estúpido!
Se enfada y aumenta la velocidad de sus ataques. Pongo una nueva flecha y disparo, de nuevo sin ningún efecto.
Irinnil Fawkes
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
- ¿Y que hacemos ahora? - fue lo primero que dije al ver a Feith irse. Siempre era yo el "apurado", esta vez me quitaron el puesto. Puse mi mano en mi espada y mire a Merlín
- Tenemos que encontrar a los demás, van a necesitar nuestra ayuda. -
Todavía tenia preguntas sobre el chico, ¿tenia que confiar en el?. Después de todo, muy poca gente le gusta esto de la justicia, y nadie aparece de la nada para pedirte ser tu compañero.
- Tenemos que hablar... con la verdad. - No me gustaban las mentiras, y como yo nunca mentía, esperaba lo mismo a cambio.
- Te dije la verdad. - Dijo mirándome, con una voz nerviosa.
Me acerque a el, y sonreí. - ¿Estas bien? -
- Solo me agrada que esto haya terminado. -
- Cometí un error... -
- Vienes haciendo esto desde hace mucho, no es algo que se haga de un día para otro, debiste saberlo desde que empezaste, la justicia requiere muertes. -
- Merlín... ¿quienes son tus padres?. -
- No puedo decirlo... pero se, que están muertos. - Dijo con una voz normal, parecía que ya no le afectaba tanto.
- ¿Quienes te secuestraron? -
- No lo se... pero trabajaban con un vampiro llamado Alexander. -
- ¿Que querían? -
- Información... sobre nosotros, el reino, para ayudar a derrumbar el reino. -
- ¿La consiguieron? -
- Alexander no saco nada de mi. - Me acerque soltando una sonrisa, y puse mi mano en su hombro.
- Estoy agradecido... pero hay un asunto, que todavia nos concierne. Cuando viniste a ayudarme a derrotar a estos sujetos, mentiste -
- Si lo hice. -
- ¿Lo admites? -
- Elegí proteger a la gente como nosotros, tenia miedo de que tu ceguera te conduzca a la muerte. Hubiera sido un grave error. -
- Tus enemigos no iban a matarte, tu ceguera por la justicia iba a hacerlo. Hice todo lo que estaba en mi poder para salvarte -
- Contenidos en este gran reino, hay una rica variedad de personas, con un rango de creencias diferentes, no soy el único que busca protegerte. - Mi sonrisa era una cara seria, mirándolo fijo, pensando en sus palabras.
- Hay muchos mas, que creen en el mundo que estas tratando de crear. Un día vas a aprender Rakan... un día vas a entender. Lo mucho que han hecho por ti. -
Me quede reflexionando sus palabras, pensando en toda la verdad de sus palabras. Quizá no era yo quien le iba a enseñar, quizá era el quien me iba a enseñar. Rápidamente pensé en la elfa, en Feith, y en Fred. Teníamos que ayudarlos. Y a los 11 inocentes. ¿Ya había acabado todo?, teníamos que encontrar al resto, estuvimos separados mucho tiempo en las catacumbas cuando el supuesto plan era estar juntos, claro que fui el primero que lo desobedeció.
Mire a Merlín y le hice una seña para que me siguiera. Cruzamos por varios pasillos, buscando a los demás, pero no se escuchaban ruidos. No encontrábamos a nadie, mas que pasillos y pasillos, era como un laberinto sin salida, y parecía que íbamos a estar dando vueltas un buen rato.
Merlín tenia una antorcha en la mano, y la llevaba desde que empezamos a caminar. ¿Quien necesitaba luz?, los ancestrales guiaban mis pasos, que tonto.
- ¡Fred, Jeannie, Feith!. - Dije gritando, tenia que escuchar la voz de alguien, necesitaba saber donde estaban.
- ¡Shhh!, ¿quieres que nos encuentren?, tenemos que ir a los pasillos de la derecha, están mas cerca de la entrada y es por donde se separaron. -
- Merlín, soy el mayor. No me digas que hacer. - Dije suspirando, de todas maneras, me dirigí hacia los pasillos donde nos habíamos perdido
Acercándonos a la entrada, empezamos a oír flechas y gritos. Termine por escuchar la voz de la pequeña elfa, que me guió hacia donde se encontraba, rápidamente corrimos, mientras sacaba mi espada y Merlín llenaba sus brazos de rayos. Lo gracioso era, que cuando Merlín usaba su elemento. Sus ojos se iluminaban casi igual que los míos, aunque debía admitir, que a el se le veía mejor con todos esos rayos.
Cuando entramos a la sala, un vampiro estaba molestando a la Elfa, quien erraba sus disparos. Corrimos en dirección al vampiro, aunque me desvié para ponerme en frente de Jeannie, el vampiro rozo su espada con mi estomago, la armadura había tapado gran parte del golpe, solo abrió una herida anterior. Merlín concentro su energía, y con sus manos, lanzo una descarga de electricidad. El vampiro no podía moverse, y parecía ser doloroso. Use mi elemento mientras Merlín usaba el suyo, para sacar raíces que estaban por debajo de las catacumbas. Me había costado gran parte de la energía romper el suelo, pero cuando lo hice, ate al vampiro por completo.
Estaba inmovilizado, y para nuestra suerte, era un vampiro de voz. No de esos que se vuelven sombras. Merlín dejo la electricidad, y dirigió su mirada hacia mi. Me di media vuelta y mire a la pequeña elfa, - ¿Estas bien?. - Parecía tener su ropa media rota. Me saque mi capa y se la deje en sus manos - Hace frió, úsala. - Realmente no sabia si hacia calor o frió, pero no podía dejarla así. Cuando me di media vuelta, Merlín había calcinado a otro vampiros mas.
Todavía quedaba el ciego. - No hay honor en luchar contra un ciego.. - Dije acercándome a el, arrodillándome ante el. - Ser ciego te hace mejor en muchas otras cosas, no tienes que ganarte la vida haciendo esto con gente que no te respeta. Puedes ser libre, yo te puedo ayudar a salir de aqui, sabes moverte, no eres un tonto. Cambia tu vida, todavía hay esperanza... siempre la hay. -
Merlín me miro, y sonrió. Pero sus brazos seguían envueltos en electricidad, igual que sus ojos.
- Tenemos que encontrar a los demás, van a necesitar nuestra ayuda. -
Todavía tenia preguntas sobre el chico, ¿tenia que confiar en el?. Después de todo, muy poca gente le gusta esto de la justicia, y nadie aparece de la nada para pedirte ser tu compañero.
- Tenemos que hablar... con la verdad. - No me gustaban las mentiras, y como yo nunca mentía, esperaba lo mismo a cambio.
- Te dije la verdad. - Dijo mirándome, con una voz nerviosa.
Me acerque a el, y sonreí. - ¿Estas bien? -
- Solo me agrada que esto haya terminado. -
- Cometí un error... -
- Vienes haciendo esto desde hace mucho, no es algo que se haga de un día para otro, debiste saberlo desde que empezaste, la justicia requiere muertes. -
- Merlín... ¿quienes son tus padres?. -
- No puedo decirlo... pero se, que están muertos. - Dijo con una voz normal, parecía que ya no le afectaba tanto.
- ¿Quienes te secuestraron? -
- No lo se... pero trabajaban con un vampiro llamado Alexander. -
- ¿Que querían? -
- Información... sobre nosotros, el reino, para ayudar a derrumbar el reino. -
- ¿La consiguieron? -
- Alexander no saco nada de mi. - Me acerque soltando una sonrisa, y puse mi mano en su hombro.
- Estoy agradecido... pero hay un asunto, que todavia nos concierne. Cuando viniste a ayudarme a derrotar a estos sujetos, mentiste -
- Si lo hice. -
- ¿Lo admites? -
- Elegí proteger a la gente como nosotros, tenia miedo de que tu ceguera te conduzca a la muerte. Hubiera sido un grave error. -
- Tus enemigos no iban a matarte, tu ceguera por la justicia iba a hacerlo. Hice todo lo que estaba en mi poder para salvarte -
- Contenidos en este gran reino, hay una rica variedad de personas, con un rango de creencias diferentes, no soy el único que busca protegerte. - Mi sonrisa era una cara seria, mirándolo fijo, pensando en sus palabras.
- Hay muchos mas, que creen en el mundo que estas tratando de crear. Un día vas a aprender Rakan... un día vas a entender. Lo mucho que han hecho por ti. -
Me quede reflexionando sus palabras, pensando en toda la verdad de sus palabras. Quizá no era yo quien le iba a enseñar, quizá era el quien me iba a enseñar. Rápidamente pensé en la elfa, en Feith, y en Fred. Teníamos que ayudarlos. Y a los 11 inocentes. ¿Ya había acabado todo?, teníamos que encontrar al resto, estuvimos separados mucho tiempo en las catacumbas cuando el supuesto plan era estar juntos, claro que fui el primero que lo desobedeció.
Mire a Merlín y le hice una seña para que me siguiera. Cruzamos por varios pasillos, buscando a los demás, pero no se escuchaban ruidos. No encontrábamos a nadie, mas que pasillos y pasillos, era como un laberinto sin salida, y parecía que íbamos a estar dando vueltas un buen rato.
Merlín tenia una antorcha en la mano, y la llevaba desde que empezamos a caminar. ¿Quien necesitaba luz?, los ancestrales guiaban mis pasos, que tonto.
- ¡Fred, Jeannie, Feith!. - Dije gritando, tenia que escuchar la voz de alguien, necesitaba saber donde estaban.
- ¡Shhh!, ¿quieres que nos encuentren?, tenemos que ir a los pasillos de la derecha, están mas cerca de la entrada y es por donde se separaron. -
- Merlín, soy el mayor. No me digas que hacer. - Dije suspirando, de todas maneras, me dirigí hacia los pasillos donde nos habíamos perdido
Acercándonos a la entrada, empezamos a oír flechas y gritos. Termine por escuchar la voz de la pequeña elfa, que me guió hacia donde se encontraba, rápidamente corrimos, mientras sacaba mi espada y Merlín llenaba sus brazos de rayos. Lo gracioso era, que cuando Merlín usaba su elemento. Sus ojos se iluminaban casi igual que los míos, aunque debía admitir, que a el se le veía mejor con todos esos rayos.
Cuando entramos a la sala, un vampiro estaba molestando a la Elfa, quien erraba sus disparos. Corrimos en dirección al vampiro, aunque me desvié para ponerme en frente de Jeannie, el vampiro rozo su espada con mi estomago, la armadura había tapado gran parte del golpe, solo abrió una herida anterior. Merlín concentro su energía, y con sus manos, lanzo una descarga de electricidad. El vampiro no podía moverse, y parecía ser doloroso. Use mi elemento mientras Merlín usaba el suyo, para sacar raíces que estaban por debajo de las catacumbas. Me había costado gran parte de la energía romper el suelo, pero cuando lo hice, ate al vampiro por completo.
Estaba inmovilizado, y para nuestra suerte, era un vampiro de voz. No de esos que se vuelven sombras. Merlín dejo la electricidad, y dirigió su mirada hacia mi. Me di media vuelta y mire a la pequeña elfa, - ¿Estas bien?. - Parecía tener su ropa media rota. Me saque mi capa y se la deje en sus manos - Hace frió, úsala. - Realmente no sabia si hacia calor o frió, pero no podía dejarla así. Cuando me di media vuelta, Merlín había calcinado a otro vampiros mas.
Todavía quedaba el ciego. - No hay honor en luchar contra un ciego.. - Dije acercándome a el, arrodillándome ante el. - Ser ciego te hace mejor en muchas otras cosas, no tienes que ganarte la vida haciendo esto con gente que no te respeta. Puedes ser libre, yo te puedo ayudar a salir de aqui, sabes moverte, no eres un tonto. Cambia tu vida, todavía hay esperanza... siempre la hay. -
Merlín me miro, y sonrió. Pero sus brazos seguían envueltos en electricidad, igual que sus ojos.
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
* * * Will * * *
-No podía haber sido de la forma en la que estaba sucediendo, ¿verdad? Estos vampiros sin escrúpulos… estos…- cesé mis murmuraciones porque una niña me miraba con ojos sorprendidos; no sabía qué podía causarle tanta curiosidad de mí ¿la sangre que me caía de la nariz? ¿Mi cara de pocos amigos? o ¿que no dejara de quejarme?. De todas formas era mejor no llamar la atención, las personas que me rodeaban no eran más que vasijas vacías, sin vida, brillo ni voluntad. Bajé mi capucha lo máximo posible y tapé la estúpida nariz con dos dedos, era una posición incómoda, sobre todo teniendo en cuenta que debía parecer atado, como el resto.
El vampiro que ya conocía, hablaba con uno que parecía un tanto peculiar, no podía observarlos bien, pero algo no andaba bien con la dinámica de su conversación, y de acuerdo a lo que estaba escuchando, no me quedaba claro quién era el de más rango. Inspiré por la boca, buscando ser uno más, era difícil actuar como el resto, intenté doblar un poco mi espalda para parecer abatido, en ese momento supe que nuestras vistas se cruzaron. - Mierda, putas, carajos y cáspitas caspientas- mascullé por lo bajo, esta vez la sangre salía por mi nariz como la cascada del lago Heimdal. Estaba listo para saltar, daga en mano, a la menor señal de que sería delatado, más no fue así. Intenté calmarme mirando a la niña, pero ahora me daba la espalda negando con la cabeza. ¿Estaba dándome una lección de chicas por susurrar palabras sucias?
-Ay no- el aire que había exhalado salió en forma de palabras. ¿Qué le pasaba a las mujeres de Sandorai? Esta elfa era particularmente parecida a mis hermanas, sólo esperaba que no resultara alguna pariente lejana mía por parte de la tía Ivonne o pronto querría hacerme usar faldas rosas y bailar al ritmo de su arco. La niña movía su cabeza como señalándome que era hora de ayudar a mi homónima, parecía que se le iba a zafar del cuerpo... por un minuto me preocupó. Era bueno saber que ya se le había pasado el enojo. Era malo ver como la elfa no era tan letal como mis hermanas y se metía en grandes problemas. Me moví con sigilo entre las sombras, la joven parecía bailar con el vampiro que usaba su espada como si fuese un implemento para matar bichos, una extensión de su propio brazo que usaba para desnudarla con cada avance. - Malditos sucios- Estaba listo para usar mi fuego y matar al hombre, pero la aparición de Rakan me sorprendió, había estado tan concentrado en la mortal danza que no advertí su llegada.
Desaté a la niña - Niña, suelta a los demás. Tienen que salir de aquí- me sequé la sangre y fui donde estaban Rakan y los demás. -¿Y Feith? ¿No estabas con ella?- pregunté con desconfianza. Pero gritos y rugidos provenientes de la salida principal de la fosa hicieron eco, como para responder mis preguntas. Dejé salir el aire - Elfa ¿sabes dónde está la salida? Hay que liberar a esta gente. Le asentí a Rakan - Dejo esto en tus manos, iré por Feith- informé, agachándome en el suelo para conjurar un guardián de arcilla. El dragón de tierra había removido varias capas del suelo, por lo que ahora era libre de usar mis habilidades.
- Guardián, tu nombre es Mehéres ¡despierta!
En la tierra, bajo mi mano, sentí el pulso de la vida. Poco a poco, la arcilla salía fuera con la forma de una serpiente gigante. Le sonreí a mi guardián y acaricié su cabeza por un momento. Era bueno conocerlo antes de ir por algunas cabezas.
Las armaduras de los colosales vampiros habían quedado abolladas con el primer impacto. De haber tenido algún arma hubiera sido más rápido terminar con ellos, sin embargo se me estaba complicando, y bastante. Eran solo dos vampiros, pero nada similar a los ocho que me habían rodeado antes, estos estaban mejor entrenados, parecían formar parte de algún regimiento. Las armaduras de los dos eran a juego. Ahora que estaba siendo apaleada, podía ver con cercanía que los detalles distintivos eran los mismos. “Tch” aunque el frenesí me estuviera dando un golpe de fuerza y destreza superiores, las habilidades de esos vampiros hacía que nuestras habilidades estuviesen equilibradas. La elección de usar mi aullido atronador había sido lo mejor que había hecho; lo que me había salvado la vida.
Si su misión era no dejarme avanzar, lo estaban logrando. Esa situación me recordaba mucho a la vez en la que casi me matan en el poblado abandonado. “Igor” aullé y volví a cargar. Fui a por la cabeza de la mujer, pero el hombre la defendió interponiéndose entre nosotras, escondiéndola con su propio cuerpo; ella salió de la nada de las sombras, con intención de cortarme la garganta, pero me hizo un corte de pelo que no quería, a mi favor puedo decir que ella tuvo un corte de oreja que tendría que ocultar de por vida. Le sonreí con odio, mis dientes estaban teñidos con su sangre. Busqué al vampiro macho con la vista, se me había perdido. Apareció del techo, el muy traidor usó sus piernas para hacerme una tijera y ahorcarme, mientras que la mujer venía directo a mi estómago con su espada. “Mierda” pensé mientras de mi garganta salía un gruñido feral, no saldría ilesa de esta.
Intenté deshacerme del vampiro dándome contra las paredes mientras retrocedía, más era ágil como un maldito gato. En vez de estamparlo, estaba comenzando a lastimarme a mí misma. El aire se me acababa, la vampiresa cada vez estaba más cerca. Era un callejón sin salida. Gruñí intentando vencer la fuerza que el vampiro hacía contra mis brazos para poder liberarme. Entonces la vampiresa fue interceptada por el vampiro de la botica. Rugí, el vampiro aflojó un poco su agarre, al parecer no quería que me muriera mientras el otro estaba dándome ese estúpido discurso, mis respuestas no eran más que intentos por asesinarlo y gruñidos ferales. Se llevó la mano a su espada, pero algo se lo llevó a la oscuridad del túnel.
La vampiresa hizo un sonido gutural y cargó contra mí, pero esta vez estaba mejor parada -y preparada- por lo que, sacrificando mi brazo derecho, le arrebaté la espada y la sostuve con la siniestra. Debió ser una sorpresa para ella, porque su rostro parecía un poema. El corte había sido profundo, pero aún podía mover la mano y los dedos, los tendones debían estar sanos. Podría con eso. La mujer se abalanzó contra mí en un ataque de furia, pero esta vez le costó más caro que la anterior, había descuidado su defensa y ahora tenía la espada atravesada en su costado. Esperaba haberle atravesado el hígado, pero probablemente no tendría tanta suerte. Se echó contra la pared y dejé de prestarle atención, el vampiro que me tenía apresada, había retomado el control sobre mi cuerpo, volviendo a ahorcarme y restringirme.
Caí de rodillas, me estaba quedando sin aire, sabía que moriría. Mi hocico chocó contra el suelo, estaba perdiendo el conocimiento. Sentí que el vampiro recibió un impacto que se trasladó a mí. Entonces pude respirar. Inspiré tanto que creí que me estallarían los pulmones. Tosí, mi cuerpo tembló, inspiración, los oídos con un largo riiiiing que no parecía terminar más expiración- inspiración. Estaba mareada. Intenté ponerme en pie con la ayuda de la pared, pero no lo logré. El vampiro me tacleó antes. Nos revolvimos en el suelo en una pelea de puños y fuerza, colmillos y sangre. Ganaría el que había hecho más daño. Sentía cada herida que le hacía a mi carne, pero me regodeaba que hubiese perdido su espadón. Quien quiera que fuese que me había salvado, tendría mi gratitud… a su debido tiempo. Usé mis garras para terminar de rajar su armadura en un lugar donde le había abollado. Con un sonido metálico cedió mientras que apretaba al vampiro contra el suelo, cabalgándolo. Su vientre había quedado al descubierto, pero mis manos habían quedado bastante inútiles, iba a darle el golpe fatal cuando el vampiro invirtió nuestros papeles, cabalgándome él a mí.
Off: Will hace uso de su habilidad de Cañón de arcilla para deshacerse del vampiro que ahorcaba a Wood. Actualmente la serpiente invocada está reteniendo al vampiro ¿Alexander?
Status de la vampiresa:desconocido- la mataré muajajajaj
El vampiro que ya conocía, hablaba con uno que parecía un tanto peculiar, no podía observarlos bien, pero algo no andaba bien con la dinámica de su conversación, y de acuerdo a lo que estaba escuchando, no me quedaba claro quién era el de más rango. Inspiré por la boca, buscando ser uno más, era difícil actuar como el resto, intenté doblar un poco mi espalda para parecer abatido, en ese momento supe que nuestras vistas se cruzaron. - Mierda, putas, carajos y cáspitas caspientas- mascullé por lo bajo, esta vez la sangre salía por mi nariz como la cascada del lago Heimdal. Estaba listo para saltar, daga en mano, a la menor señal de que sería delatado, más no fue así. Intenté calmarme mirando a la niña, pero ahora me daba la espalda negando con la cabeza. ¿Estaba dándome una lección de chicas por susurrar palabras sucias?
-Ay no- el aire que había exhalado salió en forma de palabras. ¿Qué le pasaba a las mujeres de Sandorai? Esta elfa era particularmente parecida a mis hermanas, sólo esperaba que no resultara alguna pariente lejana mía por parte de la tía Ivonne o pronto querría hacerme usar faldas rosas y bailar al ritmo de su arco. La niña movía su cabeza como señalándome que era hora de ayudar a mi homónima, parecía que se le iba a zafar del cuerpo... por un minuto me preocupó. Era bueno saber que ya se le había pasado el enojo. Era malo ver como la elfa no era tan letal como mis hermanas y se metía en grandes problemas. Me moví con sigilo entre las sombras, la joven parecía bailar con el vampiro que usaba su espada como si fuese un implemento para matar bichos, una extensión de su propio brazo que usaba para desnudarla con cada avance. - Malditos sucios- Estaba listo para usar mi fuego y matar al hombre, pero la aparición de Rakan me sorprendió, había estado tan concentrado en la mortal danza que no advertí su llegada.
Desaté a la niña - Niña, suelta a los demás. Tienen que salir de aquí- me sequé la sangre y fui donde estaban Rakan y los demás. -¿Y Feith? ¿No estabas con ella?- pregunté con desconfianza. Pero gritos y rugidos provenientes de la salida principal de la fosa hicieron eco, como para responder mis preguntas. Dejé salir el aire - Elfa ¿sabes dónde está la salida? Hay que liberar a esta gente. Le asentí a Rakan - Dejo esto en tus manos, iré por Feith- informé, agachándome en el suelo para conjurar un guardián de arcilla. El dragón de tierra había removido varias capas del suelo, por lo que ahora era libre de usar mis habilidades.
- Guardián, tu nombre es Mehéres ¡despierta!
En la tierra, bajo mi mano, sentí el pulso de la vida. Poco a poco, la arcilla salía fuera con la forma de una serpiente gigante. Le sonreí a mi guardián y acaricié su cabeza por un momento. Era bueno conocerlo antes de ir por algunas cabezas.
- Mehéres:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
* * * Wood * * *
Las armaduras de los colosales vampiros habían quedado abolladas con el primer impacto. De haber tenido algún arma hubiera sido más rápido terminar con ellos, sin embargo se me estaba complicando, y bastante. Eran solo dos vampiros, pero nada similar a los ocho que me habían rodeado antes, estos estaban mejor entrenados, parecían formar parte de algún regimiento. Las armaduras de los dos eran a juego. Ahora que estaba siendo apaleada, podía ver con cercanía que los detalles distintivos eran los mismos. “Tch” aunque el frenesí me estuviera dando un golpe de fuerza y destreza superiores, las habilidades de esos vampiros hacía que nuestras habilidades estuviesen equilibradas. La elección de usar mi aullido atronador había sido lo mejor que había hecho; lo que me había salvado la vida.
Si su misión era no dejarme avanzar, lo estaban logrando. Esa situación me recordaba mucho a la vez en la que casi me matan en el poblado abandonado. “Igor” aullé y volví a cargar. Fui a por la cabeza de la mujer, pero el hombre la defendió interponiéndose entre nosotras, escondiéndola con su propio cuerpo; ella salió de la nada de las sombras, con intención de cortarme la garganta, pero me hizo un corte de pelo que no quería, a mi favor puedo decir que ella tuvo un corte de oreja que tendría que ocultar de por vida. Le sonreí con odio, mis dientes estaban teñidos con su sangre. Busqué al vampiro macho con la vista, se me había perdido. Apareció del techo, el muy traidor usó sus piernas para hacerme una tijera y ahorcarme, mientras que la mujer venía directo a mi estómago con su espada. “Mierda” pensé mientras de mi garganta salía un gruñido feral, no saldría ilesa de esta.
Intenté deshacerme del vampiro dándome contra las paredes mientras retrocedía, más era ágil como un maldito gato. En vez de estamparlo, estaba comenzando a lastimarme a mí misma. El aire se me acababa, la vampiresa cada vez estaba más cerca. Era un callejón sin salida. Gruñí intentando vencer la fuerza que el vampiro hacía contra mis brazos para poder liberarme. Entonces la vampiresa fue interceptada por el vampiro de la botica. Rugí, el vampiro aflojó un poco su agarre, al parecer no quería que me muriera mientras el otro estaba dándome ese estúpido discurso, mis respuestas no eran más que intentos por asesinarlo y gruñidos ferales. Se llevó la mano a su espada, pero algo se lo llevó a la oscuridad del túnel.
La vampiresa hizo un sonido gutural y cargó contra mí, pero esta vez estaba mejor parada -y preparada- por lo que, sacrificando mi brazo derecho, le arrebaté la espada y la sostuve con la siniestra. Debió ser una sorpresa para ella, porque su rostro parecía un poema. El corte había sido profundo, pero aún podía mover la mano y los dedos, los tendones debían estar sanos. Podría con eso. La mujer se abalanzó contra mí en un ataque de furia, pero esta vez le costó más caro que la anterior, había descuidado su defensa y ahora tenía la espada atravesada en su costado. Esperaba haberle atravesado el hígado, pero probablemente no tendría tanta suerte. Se echó contra la pared y dejé de prestarle atención, el vampiro que me tenía apresada, había retomado el control sobre mi cuerpo, volviendo a ahorcarme y restringirme.
Caí de rodillas, me estaba quedando sin aire, sabía que moriría. Mi hocico chocó contra el suelo, estaba perdiendo el conocimiento. Sentí que el vampiro recibió un impacto que se trasladó a mí. Entonces pude respirar. Inspiré tanto que creí que me estallarían los pulmones. Tosí, mi cuerpo tembló, inspiración, los oídos con un largo riiiiing que no parecía terminar más expiración- inspiración. Estaba mareada. Intenté ponerme en pie con la ayuda de la pared, pero no lo logré. El vampiro me tacleó antes. Nos revolvimos en el suelo en una pelea de puños y fuerza, colmillos y sangre. Ganaría el que había hecho más daño. Sentía cada herida que le hacía a mi carne, pero me regodeaba que hubiese perdido su espadón. Quien quiera que fuese que me había salvado, tendría mi gratitud… a su debido tiempo. Usé mis garras para terminar de rajar su armadura en un lugar donde le había abollado. Con un sonido metálico cedió mientras que apretaba al vampiro contra el suelo, cabalgándolo. Su vientre había quedado al descubierto, pero mis manos habían quedado bastante inútiles, iba a darle el golpe fatal cuando el vampiro invirtió nuestros papeles, cabalgándome él a mí.
Off: Will hace uso de su habilidad de Cañón de arcilla para deshacerse del vampiro que ahorcaba a Wood. Actualmente la serpiente invocada está reteniendo al vampiro ¿Alexander?
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Debía agradecer los segundos de tensión en el ambiente, estaban ayudándome a descansar y recuperar el aliento, aún así debía estar arrastrándome constantemente a las sombras guiando a Genevive, si el explorador nos llegaba a descubrir había posibilidad de que nos volviésemos cena de colmilludo "Y no pienso darle lechuga en salsa." Al menos hubo otro ataque de suerte, un desorden proveniente de la sala bastó para desconcentrar al rastreador, aunque algo me decía que los elfos habían comenzado una disputa... eso o los habían conseguido y ahora los despachaban al otro lado.
Estaba por levantarme e ir en ayuda del par, pero algo terrorífico sucedió, pisadas desde atrás y dos pares de orbes relucientes y cosas que parecían rayos se acercaron a toda velocidad por el pasillo, no estaba seguro de que eran pero si sabía algo muy bien, si me dejaba ver iba a pasar un mal rato. Empujé los huesos de un orifico en la pared y luego sacudí a la joven para que entrase rápidamente allí, una vez ella estuvo escondida no dude en refugiarme en el mismo sitio, la única desventaja era que estaba muy cerca de Genevive.
- Candau... el espacio ser pequeño y nosotros...
- Cierra la boca. - Dije con la suficiente fuerza para que solo ella me escuchase.
Los pasos siguieron hasta el pasillo, estaba claro que aquellas cosas con iluminación perturbadora era el refuerzo de los vampiros, eso significaba que los elfos no tardarían mucho en morir "¿Por qué no se pudieron mantener quietos otro rato?" Ahora era donde entraba mi gran dilema ¿Debía ayudarlos? Algo en mi gritaba que lo hiciera, pero por lo general cuando quería ayudar todo salía mal para mi "Aunque tengo una leve ventaja" Mi brazo era más pesado que una extremidad normal, no había intentado usar las prótesis aún.
Sólo podía escuchar sonidos extraños venir de la sala, lo último que escuché fueron gritos acompañados por el olor a algo quemándose "Oh no, ya los están cocinando, los mutilaron y los cocinaron" choqué la cabeza repetidamente contra la piedra de aquel apretado agujero, Genevive me veía con extrañeza, como de costumbre.
- Espera... esa voz.
- ¿Qué voz?
- Es el sujeto ancestral, el que nos llevo de cabeza al matadero. - Me giré rápidamente para salir del agujero y estrellarme bruscamente contra el suelo, prefería aquello que otro segundo encerrado con Genevive.
- ¿Ya poder salir?
- Si gustas quédate allí todo lo que desees. - Respondí con algo de sarcasmo, aunque en parte me hubiese gustado que Genevive hiciera caso.
Por lo poco que escuché pude entender que el ancestral trataba de hablar con el ciego ¿Pero qué había sucedido con los elfos? Cuando vi que Genevive había salido del escondite comencé a correr a la sala, la escasa luz volvió a dañar mis ojos pero me obligué a no cerrarlos y observar. La pequeña elfa parecía estar bien después de todo, había una niña desatando a los rehenes y efectivamente el sujeto ancestral hablaba con el ciego "Aunque... algo no encaja" parecía que había otro aliado y ahora faltaba alguien.
-¿¡ Insinúas que aplastar a un ciego es muy sencillo para ti !? - Dijo el vampiro apretando el bastón, alzando la cabeza tratando de guiarse con la voz del rubio. - Hablas mucho y no haces nada, dices que me muevo pero no me enfrentas... y sobre todo... no hay esperanza ¡ No desde que perdí la vista!
- Un momento ¿Donde se metió Wis? - Pregunté al notar que la persona que faltaba era el peculiar elfo, aunque fue mala idea haber abierto la boca.
- Esa voz... yo reconozco esa voz. - El vampiro ciego dio un bastonazo al aire avanzando, olvidando totalmente al rubio. - ¡Recuerdo tu maldita cara, tu maldita voz!
- Yo... ejem, cuánto tiempo... creí que no nos veríamos de nuevo... digo ¡No lo tomes como insulto!- Retrocedí lentamente levantando mis manos para defenderme.
- ¡Tú presencia es un insulto! Llevo esperando este día mucho tiempo, poder vengarme del imbécil que me cegó.
- Si no lo recuerdas, tuve que hacerlo porque querías encajarme el diente... y no de la misma manera que Genevive, aunque te hubiese alejado de todos modos de haber sido así.
- ¡Cállate! - El sujeto tomó un extremo del bastón y lo deslizó, al parecer el bastón era realmente una tapadera para la verdadera a arma, una especie de espada muy fina. Sabía muy bien que un sujeto ciego con un arma podía ser un problema, un mal movimiento y le sacaría el ojo a alguien allí. Me acerqué a Genevive y tomé la daga que le había dejado, deslizando el filo por mi mano ocasionando un corte algo profundo, si mal no recordaba aquel tipo me había seguido por los bosques por el olor de la sangre.
- Vamos... ¿Jon? No tengas rencores, fue hace mucho tiempo, no puedes seguir molesto. - Sacudí la mano en el aire, el vampiro se giró directamente a esta, al parecer mi memoria no fallaba. Miré al rubio y a la elfa para luego hacerles una señal con la cabeza tratando de hacerles entender que salieran de allí con los rehenes, lo menos que podía hacer era distraer al colmilludo hasta que ellos se fueran o yo me muriera de una hemorragia. - Juro explicarles luego, no se preocupen por mi... creo saber lo que hago.
No fue sorpresa de Alexander aquella interrupción, aunque había esperado un mejor trabajo por parte del ciego. La extraña serpiente apretaba más de lo que podía creer, había inmovilizado ambos brazos a sus costado y sabía muy bien que le sería inútil usar su espada. Intentó liberarse chocando al animal contra la pared pero aquello no parecía dar resultado, la maldita cosa sabía lo que hacía.
- Maldito... bicho, eres más resistentes de lo que creí. - El vampiro tosió y se enderezó, viendo a la profundidad del túnel, allí donde la loba no peleaba estaba el elfo. - Así que eres una mascota.
Alexander rió por lo bajo, sabía muy bien lo que debía hacer, una mascota sin amo era inútil ¿Qué diferenciaba a aquella serpiente? Al inició caminó, pero luego aceleró el paso, corriendo en dirección al amigo de la condesa. Cuando estuvo lo suficientemente cerca saltó sobre el elfo, impactándolo con el hombro en el pecho.
- No sabía que tenías amiguitos contigo. - Comentó el de cabellos blancos antes de soltar un gruñido por la presión que ejercía el animal. - Pero trataré de pedírtelo amablemente, ordénale a tu bicho que me suelte o no dudaré en buscar la manera de partirte la nariz, que tenga mis dos brazos inútiles no es razón para creerme... débil. - Luego este volvió a gruñir ante una nueva presión del animal.
Estaba por levantarme e ir en ayuda del par, pero algo terrorífico sucedió, pisadas desde atrás y dos pares de orbes relucientes y cosas que parecían rayos se acercaron a toda velocidad por el pasillo, no estaba seguro de que eran pero si sabía algo muy bien, si me dejaba ver iba a pasar un mal rato. Empujé los huesos de un orifico en la pared y luego sacudí a la joven para que entrase rápidamente allí, una vez ella estuvo escondida no dude en refugiarme en el mismo sitio, la única desventaja era que estaba muy cerca de Genevive.
- Candau... el espacio ser pequeño y nosotros...
- Cierra la boca. - Dije con la suficiente fuerza para que solo ella me escuchase.
Los pasos siguieron hasta el pasillo, estaba claro que aquellas cosas con iluminación perturbadora era el refuerzo de los vampiros, eso significaba que los elfos no tardarían mucho en morir "¿Por qué no se pudieron mantener quietos otro rato?" Ahora era donde entraba mi gran dilema ¿Debía ayudarlos? Algo en mi gritaba que lo hiciera, pero por lo general cuando quería ayudar todo salía mal para mi "Aunque tengo una leve ventaja" Mi brazo era más pesado que una extremidad normal, no había intentado usar las prótesis aún.
Sólo podía escuchar sonidos extraños venir de la sala, lo último que escuché fueron gritos acompañados por el olor a algo quemándose "Oh no, ya los están cocinando, los mutilaron y los cocinaron" choqué la cabeza repetidamente contra la piedra de aquel apretado agujero, Genevive me veía con extrañeza, como de costumbre.
- Espera... esa voz.
- ¿Qué voz?
- Es el sujeto ancestral, el que nos llevo de cabeza al matadero. - Me giré rápidamente para salir del agujero y estrellarme bruscamente contra el suelo, prefería aquello que otro segundo encerrado con Genevive.
- ¿Ya poder salir?
- Si gustas quédate allí todo lo que desees. - Respondí con algo de sarcasmo, aunque en parte me hubiese gustado que Genevive hiciera caso.
Por lo poco que escuché pude entender que el ancestral trataba de hablar con el ciego ¿Pero qué había sucedido con los elfos? Cuando vi que Genevive había salido del escondite comencé a correr a la sala, la escasa luz volvió a dañar mis ojos pero me obligué a no cerrarlos y observar. La pequeña elfa parecía estar bien después de todo, había una niña desatando a los rehenes y efectivamente el sujeto ancestral hablaba con el ciego "Aunque... algo no encaja" parecía que había otro aliado y ahora faltaba alguien.
-¿¡ Insinúas que aplastar a un ciego es muy sencillo para ti !? - Dijo el vampiro apretando el bastón, alzando la cabeza tratando de guiarse con la voz del rubio. - Hablas mucho y no haces nada, dices que me muevo pero no me enfrentas... y sobre todo... no hay esperanza ¡ No desde que perdí la vista!
- Un momento ¿Donde se metió Wis? - Pregunté al notar que la persona que faltaba era el peculiar elfo, aunque fue mala idea haber abierto la boca.
- Esa voz... yo reconozco esa voz. - El vampiro ciego dio un bastonazo al aire avanzando, olvidando totalmente al rubio. - ¡Recuerdo tu maldita cara, tu maldita voz!
- Yo... ejem, cuánto tiempo... creí que no nos veríamos de nuevo... digo ¡No lo tomes como insulto!- Retrocedí lentamente levantando mis manos para defenderme.
- ¡Tú presencia es un insulto! Llevo esperando este día mucho tiempo, poder vengarme del imbécil que me cegó.
- Si no lo recuerdas, tuve que hacerlo porque querías encajarme el diente... y no de la misma manera que Genevive, aunque te hubiese alejado de todos modos de haber sido así.
- ¡Cállate! - El sujeto tomó un extremo del bastón y lo deslizó, al parecer el bastón era realmente una tapadera para la verdadera a arma, una especie de espada muy fina. Sabía muy bien que un sujeto ciego con un arma podía ser un problema, un mal movimiento y le sacaría el ojo a alguien allí. Me acerqué a Genevive y tomé la daga que le había dejado, deslizando el filo por mi mano ocasionando un corte algo profundo, si mal no recordaba aquel tipo me había seguido por los bosques por el olor de la sangre.
- Vamos... ¿Jon? No tengas rencores, fue hace mucho tiempo, no puedes seguir molesto. - Sacudí la mano en el aire, el vampiro se giró directamente a esta, al parecer mi memoria no fallaba. Miré al rubio y a la elfa para luego hacerles una señal con la cabeza tratando de hacerles entender que salieran de allí con los rehenes, lo menos que podía hacer era distraer al colmilludo hasta que ellos se fueran o yo me muriera de una hemorragia. - Juro explicarles luego, no se preocupen por mi... creo saber lo que hago.
- - -
No fue sorpresa de Alexander aquella interrupción, aunque había esperado un mejor trabajo por parte del ciego. La extraña serpiente apretaba más de lo que podía creer, había inmovilizado ambos brazos a sus costado y sabía muy bien que le sería inútil usar su espada. Intentó liberarse chocando al animal contra la pared pero aquello no parecía dar resultado, la maldita cosa sabía lo que hacía.
- Maldito... bicho, eres más resistentes de lo que creí. - El vampiro tosió y se enderezó, viendo a la profundidad del túnel, allí donde la loba no peleaba estaba el elfo. - Así que eres una mascota.
Alexander rió por lo bajo, sabía muy bien lo que debía hacer, una mascota sin amo era inútil ¿Qué diferenciaba a aquella serpiente? Al inició caminó, pero luego aceleró el paso, corriendo en dirección al amigo de la condesa. Cuando estuvo lo suficientemente cerca saltó sobre el elfo, impactándolo con el hombro en el pecho.
- No sabía que tenías amiguitos contigo. - Comentó el de cabellos blancos antes de soltar un gruñido por la presión que ejercía el animal. - Pero trataré de pedírtelo amablemente, ordénale a tu bicho que me suelte o no dudaré en buscar la manera de partirte la nariz, que tenga mis dos brazos inútiles no es razón para creerme... débil. - Luego este volvió a gruñir ante una nueva presión del animal.
Fredericksen
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
No puedo seguir esquivando eternamente todas las estocadas, cortes y fintas del vampiro. Empiezo a perder concentración y velocidad. Un paso atrás. Otro. Inclino levemente la cabeza hacia la derecha y escucho el sonido del sable cortar el aire. Suelto otra flecha, choca contra la piedra en la otra punta de la sala.
- Cuando se me terminen las flechas lo único que le podré lanzar son galletas y esperar que este estúpido sea alérgico a los frutos secos.
- ¡Solo a los cacahuetes! - Grita el vampiro mientras me lanza otra estocada. Evitando así que me de tiempo a revisar si alguna de las galletas o dulces lleva algún cacahuete como ingrediente.
Afortunadamente el chico rubio llega en el último segundo y se interpone entre mi cuello y el ataque. A él le da en la armadura por la parte del estómago. Pocas otras veces me ha ocurrido una situación en la que me percate de mi corta estatura.
Entre el rubio y un nuevo personaje perturbador consiguen derrotar al vampiro. Mi salvador, tras observarme bien decide que tal vez tenga frio y me da su capa. La verdad es que si seguía luchando de esa forma terminaría como Wood por las catatumbas y no es buena idea atraer más vampiros. Miro la tela, pensando cómo doblarla para cubrime un poco, entonces me fijo en un bordado de una de las esquinas "Propiedad de Rakan'Drag. Dragón ancestral. Devolver cuanto antes o sufre la justicia divina."
- Oh, ¡así que su nombre es Rakan'Drag! Te llamaré Rak, para abreviar, mucho mejor que chico rubio.
Me envuelvo en la capa y hago un lacito por la parte de delante usando las puntas. Perfecto. Sonrío agradecida aunque el dueño de la capa no pueda verme.
Rak se va hacia el vampiro ciego e intenta convencerlo de que deje las fechorías y se dedique a... bueno, no lo ha dicho, a saber qué tiene en mente este hombre. A mi desde luego no se me ocurre nada. Tal vez vidente. Efectivamente, el vampiro se enfada, es lo que suele suceder cuando le das vanas esperanzas a un hombre ciego en lugar de ofrecerle un trabajo. Desenfunda su arma dispuesto a agujerearnos a todos, pero la voz de Fred lo interrumpe. Comienzan una discusión sobre quien le robó los ojos a quien y parece que Fred va perdiendo, debe ser algo personal entre ellos dos. Fred hace una seña con la cabeza señalando hacia los rehenes. Me acerco a ellos corriendo.
- Estimados rehenes, ha llegado el momento. El momento en el que debéis decidir si queréis vivir o servir como una naranja sirve de zumito para los colmillos de los vampiros. Los cuales la mitad han muerto. Pero otros siguen vivos y seguro que tienen sed y falta de hierro. Así que yo de vosotros me seguía por esos pasillos oscuros, sin ningún tipo de luz o esperanzas en que recuerde cómo se sale y sin saber a ciencia cierta si hay más chupasangres esperando en cada esquina. Vosotros decidís.
Una niña elfa se levanta y se acerca a mi.
- No es el mejor discurso motivador que he escuchado... Pero yo voy.
Los demás rehenes se levantan y forman un grupo compacto. Asiento feliz con la cabeza y los guío hacia el pasillo por el cual llegamos a la sala. De camino tomo la mitad de las flechas que me quedan en el carcaj y se las doy a Fred.
- No son muchas, pero puede que te resulten útiles... Y hay más por ahí tiradas, si quieres te las dejo, pero quedarás a deberme. Las necesito para pinchar cosas.
Vuelvo corriendo hacia el grupo y nos introducimos en los oscuros pasadizos.
- Cuando se me terminen las flechas lo único que le podré lanzar son galletas y esperar que este estúpido sea alérgico a los frutos secos.
- ¡Solo a los cacahuetes! - Grita el vampiro mientras me lanza otra estocada. Evitando así que me de tiempo a revisar si alguna de las galletas o dulces lleva algún cacahuete como ingrediente.
Afortunadamente el chico rubio llega en el último segundo y se interpone entre mi cuello y el ataque. A él le da en la armadura por la parte del estómago. Pocas otras veces me ha ocurrido una situación en la que me percate de mi corta estatura.
Entre el rubio y un nuevo personaje perturbador consiguen derrotar al vampiro. Mi salvador, tras observarme bien decide que tal vez tenga frio y me da su capa. La verdad es que si seguía luchando de esa forma terminaría como Wood por las catatumbas y no es buena idea atraer más vampiros. Miro la tela, pensando cómo doblarla para cubrime un poco, entonces me fijo en un bordado de una de las esquinas "Propiedad de Rakan'Drag. Dragón ancestral. Devolver cuanto antes o sufre la justicia divina."
- Oh, ¡así que su nombre es Rakan'Drag! Te llamaré Rak, para abreviar, mucho mejor que chico rubio.
Me envuelvo en la capa y hago un lacito por la parte de delante usando las puntas. Perfecto. Sonrío agradecida aunque el dueño de la capa no pueda verme.
Rak se va hacia el vampiro ciego e intenta convencerlo de que deje las fechorías y se dedique a... bueno, no lo ha dicho, a saber qué tiene en mente este hombre. A mi desde luego no se me ocurre nada. Tal vez vidente. Efectivamente, el vampiro se enfada, es lo que suele suceder cuando le das vanas esperanzas a un hombre ciego en lugar de ofrecerle un trabajo. Desenfunda su arma dispuesto a agujerearnos a todos, pero la voz de Fred lo interrumpe. Comienzan una discusión sobre quien le robó los ojos a quien y parece que Fred va perdiendo, debe ser algo personal entre ellos dos. Fred hace una seña con la cabeza señalando hacia los rehenes. Me acerco a ellos corriendo.
- Estimados rehenes, ha llegado el momento. El momento en el que debéis decidir si queréis vivir o servir como una naranja sirve de zumito para los colmillos de los vampiros. Los cuales la mitad han muerto. Pero otros siguen vivos y seguro que tienen sed y falta de hierro. Así que yo de vosotros me seguía por esos pasillos oscuros, sin ningún tipo de luz o esperanzas en que recuerde cómo se sale y sin saber a ciencia cierta si hay más chupasangres esperando en cada esquina. Vosotros decidís.
Una niña elfa se levanta y se acerca a mi.
- No es el mejor discurso motivador que he escuchado... Pero yo voy.
Los demás rehenes se levantan y forman un grupo compacto. Asiento feliz con la cabeza y los guío hacia el pasillo por el cual llegamos a la sala. De camino tomo la mitad de las flechas que me quedan en el carcaj y se las doy a Fred.
- No son muchas, pero puede que te resulten útiles... Y hay más por ahí tiradas, si quieres te las dejo, pero quedarás a deberme. Las necesito para pinchar cosas.
Vuelvo corriendo hacia el grupo y nos introducimos en los oscuros pasadizos.
Irinnil Fawkes
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
El hombre ciego se había enfadado cuando le ofrecí otro camino, no estaba ciego de vista, si no que estaba ciego de ira y venganza. pobre hombre, en el fondo podía entenderlo, estaba sufriendo, aunque eso no justifique lo que hizo, nadie lo ayudaba, nadie estaba para el. Otra cosa que me había empezado a surgir cuando escuche el discurso de la elfa, es que esta gente se lo tomaba en juego, insolentes y mal educados, vidas inocentes estaban en juego mientras ellos se tomaban todo a gracia. Bueno, al menos me ayudaron y por eso los respetaba.
- Me gusta Rak. - Dije sonriendole a la pequeña elfa. La elfa se empezó a llevar al grupo de inocentes, por fin estaba a salvo, pero otra cosa había surgido. El encapuchado sale haciéndose el héroe y descubro que de héroe tiene poco, se ve que dejo ciego y arruino la vida de un pobre hombre. ¡Pff!, seguro lo hizo por que era un vampiro. Maldito Racista.
La elfa le da unas flechas a Fred, pero no... no estábamos haciendo justicia, la justicia debía ser aplicada sobre Fred, no podía salir impune después de acabar con la pobre vida del ciego. Empece lentamente a caminar al lado del ciego - Quitarle la vista a una persona es algo grave, y no puedo dejar que luches así. - ¿Donde estaba el maldito honor de Fred?, dos contra un ciego, cobarde. Saque mi espada y apunte en dirección a Fred.
- 2 contra 2 es mas justo, no voy a dejarte salir así como nada después de dejar ciego a un señor. - En el fondo no quería pelear contra el, el me había ayudado, pero... no podía perdonarlo después de dejar ciego a un sujeto. Cuando se trata de justicia, se aplica para todos, no solo para mis enemigos.
Empece a dejar que mis escamas me consumieran, pero no hasta transformarme, mi piel era dorada, y mis ojos seguían brillando. Cuando empiezo a hacer justicia, la hago para todos.
[Idioma Draco] Aal meyruv dovah kuz aazrii nau hin sil Dije, apuntando con mi espada a Fred.
En ese momento me puse a pensar en Feith, ¿estaba bien?. Bueno, lo importante es que la elfa estaba sacando a los 11 inocentes y no estábamos lejos de la salida, después de acabar con estos 2 y devolverle las esperanzas al vampiro, tenia que salir de acá, demasiado tiempo en estas malditas catacumbas era feo. Ademas, seguro afuera ya era de día.
Merlín no sabia que era lo correcto, de hecho, se quedo parado en el lugar que estaba. - Rakan... no. El vampiro se lo merece, escúchame. El esta aquí por que hizo cosas graves, que su apariencia inocente no te engañe. Ser ciego no te hace bueno. -
- Hacer justicia tapando tus maldades tampoco es bueno, estoy aquí por que los ancestrales me enviaron. No cuestiones mis palabras Merlín. - Pero no hubo caso, Merlín con sus manos llenas de electricidad se puso del lado de Fred y la mujer que hablaba raro. La batalla volvía a ser un 2 contra 3... pero Merlín estaba del otro lado, ¿estaba haciendo lo correcto?, ¿tenia que defender al ciego?. Empece a cuestionarme, pero me mantuve al lado del vampiro.
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- Me gusta Rak. - Dije sonriendole a la pequeña elfa. La elfa se empezó a llevar al grupo de inocentes, por fin estaba a salvo, pero otra cosa había surgido. El encapuchado sale haciéndose el héroe y descubro que de héroe tiene poco, se ve que dejo ciego y arruino la vida de un pobre hombre. ¡Pff!, seguro lo hizo por que era un vampiro. Maldito Racista.
La elfa le da unas flechas a Fred, pero no... no estábamos haciendo justicia, la justicia debía ser aplicada sobre Fred, no podía salir impune después de acabar con la pobre vida del ciego. Empece lentamente a caminar al lado del ciego - Quitarle la vista a una persona es algo grave, y no puedo dejar que luches así. - ¿Donde estaba el maldito honor de Fred?, dos contra un ciego, cobarde. Saque mi espada y apunte en dirección a Fred.
- 2 contra 2 es mas justo, no voy a dejarte salir así como nada después de dejar ciego a un señor. - En el fondo no quería pelear contra el, el me había ayudado, pero... no podía perdonarlo después de dejar ciego a un sujeto. Cuando se trata de justicia, se aplica para todos, no solo para mis enemigos.
Empece a dejar que mis escamas me consumieran, pero no hasta transformarme, mi piel era dorada, y mis ojos seguían brillando. Cuando empiezo a hacer justicia, la hago para todos.
[Idioma Draco] Aal meyruv dovah kuz aazrii nau hin sil Dije, apuntando con mi espada a Fred.
En ese momento me puse a pensar en Feith, ¿estaba bien?. Bueno, lo importante es que la elfa estaba sacando a los 11 inocentes y no estábamos lejos de la salida, después de acabar con estos 2 y devolverle las esperanzas al vampiro, tenia que salir de acá, demasiado tiempo en estas malditas catacumbas era feo. Ademas, seguro afuera ya era de día.
Merlín no sabia que era lo correcto, de hecho, se quedo parado en el lugar que estaba. - Rakan... no. El vampiro se lo merece, escúchame. El esta aquí por que hizo cosas graves, que su apariencia inocente no te engañe. Ser ciego no te hace bueno. -
- Hacer justicia tapando tus maldades tampoco es bueno, estoy aquí por que los ancestrales me enviaron. No cuestiones mis palabras Merlín. - Pero no hubo caso, Merlín con sus manos llenas de electricidad se puso del lado de Fred y la mujer que hablaba raro. La batalla volvía a ser un 2 contra 3... pero Merlín estaba del otro lado, ¿estaba haciendo lo correcto?, ¿tenia que defender al ciego?. Empece a cuestionarme, pero me mantuve al lado del vampiro.
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- Palabras Draconianas:
- Que los dragones ancestrales se apiade de tu alma
Rakan'Drag
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
El vampiro estaba usando sus manos como si fueran armas poderosas, con garras en lugar de filo. Atacaba con todo su cuerpo, no entendía cómo podía hacer movimientos tan rápidos con su armadura, pero evidentemente era de los peorcitos del grupo. Sólo esperaba que los demás estuviesen bien. Era difícil mantener mi cuerpo en una sola pieza, sobre todo ahora que el frenesí se había agotado. Podía sentir claramente el dolor, puesto que mis deseos de lucha y sangre se habían consumido a sí mismos. La razón echaba luz sobre los posibles resultados de la batalla y mi corazón se achicaba con cada momento que pasaba. El vampiro tenía más fuerza que yo. Usé mi último recurso y eché mano al modo alfa, la pequeña distracción de sentirme crecer bajo su cuerpo hizo que mi rival detuviera un momento su incesante ataque.
Sólo tenía una oportunidad, era el todo o la nada. Inspiré, yo también usé mis garras como un arma, atravesando el agujero que había hecho con anterioridad, yendo a través de piel, cebo, músculo y carne. Agarré sus interiores calientes y choqué con mi propia sangre, ambos tosimos y nos revolcamos. Mientras yo había lanzado mi ataque, él no había perdido su tiempo, fue un intercambio: golpe por golpe. Nos miramos a los ojos y perdí el conocimiento. Cuando volví en mí el elfo estaba siendo apaleado por un vampiro envuelto por una extraña serpiente. Me sentía débil, pero al menos la herida principal en mi cuello estaba cerrada. - No te salvé para que te quedes ahí acostada ¡Has algo!- escondió su cabeza tras un nuevo ataque del vampiro. Aparentemente había encontrado la forma de atacarle pese a no poder usar sus brazos. Sacudí la cabeza, estaba atontada me parecía estar viendo visiones, pero el pedido de ayuda era incuestionable.
Pasé por el costado de la vampiresa que estaba aún con un hilo de vida, le di un puntapié a la espada para que terminara de matarla de una vez, era mejor acortar su sufrimiento. Levanté el mandoble del vampiro del suelo y comencé a alzarlo al aire con las dos manos, el esfuerzo era sobrehumano, tenía medio brazo abierto, una puñalada en la espalda y heridas varias. Hice un sonido gutural cuando el arma estuvo a una distancia decente, si tenía suerte, le cortaría la cabeza de un solo golpe, pero el Will ese, de alguna forma se escabulló y usando un guante bastante vistoso, lo dejó inconsciente en el suelo a tiempo, justo antes que la extraña serpiente se desintegrara en pedacitos. Suspiré. ¿Contento? pregunté sin energía, cediendo ante el cansancio. Me apoyé contra la pared, al costado del vampiro que “hacía su trabajo” Estamos a mano ahora. Ve a incordiar a alguien más le dije, viendo que se acercaba con sus manos en alto, como si viniese a curarme.
-Sería un problema si Feith Greenwood sale mal parada de aquí. ¿Qué diría la señora Bradbury?
Enarqué una ceja, no era la primera vez que el elfo hablaba de Amy como si la conociera. ¿Qué sabes de Amanda? ¿Por qué hablas de ella como si la conocieras?
- Mi trabajo es saberlo todo. Los vampiros me pusieron al corriente
Le golpee una de sus manos sanadoras como para que se sacara, pero no por eso dejó de atender mis heridas.
Elfos… mascullé como si la palabra fuera degradante. No tenía energía para averiguar más.
- Condesas respondió con el mismo tono.
Sólo tenía una oportunidad, era el todo o la nada. Inspiré, yo también usé mis garras como un arma, atravesando el agujero que había hecho con anterioridad, yendo a través de piel, cebo, músculo y carne. Agarré sus interiores calientes y choqué con mi propia sangre, ambos tosimos y nos revolcamos. Mientras yo había lanzado mi ataque, él no había perdido su tiempo, fue un intercambio: golpe por golpe. Nos miramos a los ojos y perdí el conocimiento. Cuando volví en mí el elfo estaba siendo apaleado por un vampiro envuelto por una extraña serpiente. Me sentía débil, pero al menos la herida principal en mi cuello estaba cerrada. - No te salvé para que te quedes ahí acostada ¡Has algo!- escondió su cabeza tras un nuevo ataque del vampiro. Aparentemente había encontrado la forma de atacarle pese a no poder usar sus brazos. Sacudí la cabeza, estaba atontada me parecía estar viendo visiones, pero el pedido de ayuda era incuestionable.
Pasé por el costado de la vampiresa que estaba aún con un hilo de vida, le di un puntapié a la espada para que terminara de matarla de una vez, era mejor acortar su sufrimiento. Levanté el mandoble del vampiro del suelo y comencé a alzarlo al aire con las dos manos, el esfuerzo era sobrehumano, tenía medio brazo abierto, una puñalada en la espalda y heridas varias. Hice un sonido gutural cuando el arma estuvo a una distancia decente, si tenía suerte, le cortaría la cabeza de un solo golpe, pero el Will ese, de alguna forma se escabulló y usando un guante bastante vistoso, lo dejó inconsciente en el suelo a tiempo, justo antes que la extraña serpiente se desintegrara en pedacitos. Suspiré. ¿Contento? pregunté sin energía, cediendo ante el cansancio. Me apoyé contra la pared, al costado del vampiro que “hacía su trabajo” Estamos a mano ahora. Ve a incordiar a alguien más le dije, viendo que se acercaba con sus manos en alto, como si viniese a curarme.
-Sería un problema si Feith Greenwood sale mal parada de aquí. ¿Qué diría la señora Bradbury?
Enarqué una ceja, no era la primera vez que el elfo hablaba de Amy como si la conociera. ¿Qué sabes de Amanda? ¿Por qué hablas de ella como si la conocieras?
- Mi trabajo es saberlo todo. Los vampiros me pusieron al corriente
Le golpee una de sus manos sanadoras como para que se sacara, pero no por eso dejó de atender mis heridas.
Elfos… mascullé como si la palabra fuera degradante. No tenía energía para averiguar más.
- Condesas respondió con el mismo tono.
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Era bueno que la pequeña hiciera caso, confiaba en que ella podía guiar a los rehenes hasta la salida, si ya la habían capturado y seguía viva, podría sobrevivir otro encuentro "A menos que la traicionen por la espalda y claven una daga muy filosa" Aquella era otra opción, no todas las personas en el mundo peleaban limpiamente, muchos recurrían a trucos o traiciones.
- Muy amable de tú parte. - Respondí a la elfa que me había dado flechas y había explicado la ubicación de otras en caso de emergencia, aunque no me había convencido del todo aquel asunto de quedar "debiéndole". - De todos modos espero no necesitarlas.
Y al parecer no era la elfa la única que colaboraba, había avanzado pero no tanto, parecía como si quisiera atacar al ciego desde su lado... aunque había algo en su expresión que no encajaba del todo con el asunto. - No te preocupes, puedo luchar así. - Le respondí a este sacudiendo la mano, aunque luego entendí mejor de lo que hablaba, no pretendía ayudarme a mí. - Espera... no ¿De qué hablas? Se supone que eres del bando de los buenos, no de los sujetos que encajan colmillos y comen gente.
Suspiré y negué con la cabeza al ver que el rubio no cambiaba de parecer, ahora decía algo en un idioma raro al tiempo de que me apuntaba con su arma. Al parecer no tendría más opción que meterme en problemas de nuevo "Es increíble, ayudé a alguien hace tiempo y justo cuando creía que era la única vez que no me traía problemas, pasa esto." Levanté la daga que tenía en la mano y me paré tal como recordaba que debía hacerlo, sabía que no tenía una oportunidad contra la espada del rubio pero al menos le rasgaría varias veces antes de que este me atravesara el corazón... y mutilara... y pisoteara "Esto es una mala idea."
Con la mano libre le hice un gesto a Genevive para que retrocediera, si realmente iba a haber un conflicto lo más sensato es que ella se alejara para que no estorbara o para que no terminara con el estomago abierto en canal por un ataque no prevenido. Por suerte rayito pareció intentar hacerlo entrar en razón, sólo que el señor Ancestral parecía perdido en sus creencias, tal vez no era tan diferente al vampiro.
- Al parecer la gente tiene razón al decir que la justicia es ciega... sin ofender, de nuevo. - Tragué saliva y avancé un paso sacudiendo el cuchillo. - Deben creerme que ese sujeto no es una buena persona, si lo dejé ciego no fue por placer.
- No lo escuches ¡Me atacó descaradamente mientras viajaba! - Dijo el colmilludo interrumpiéndome, alzando su batón punzante en el aire. - Estaba en el bosque con mis amigos, de regreso a casa y ese salvaje llegó con sus flechas atacándonos ¡Nos quería robar todo!
- ¿Qué? Pero si tú eres el malo. - Llevé la mirada al señor ancestral, el maldito ciego estaba engañándolo aprovechándose de la ira justiciera de él. - Realmente puedo explicar cómo lo conocí, pero debo ordenar la historia con calma.
- ¿¡Ordenar la historia!? Planear tus mentiras querrás decir, sabes que mientes, no sabes cómo escapar, no tienes tiempo de mentir ¡Pero pagarás por lo que hiciste!
- Eres un ciego bastardo y está vez si lo digo ofendiendo. - Llevé la mirada al compañero del dragón. - Agradezco tú ayuda, pero preferiría que ayudases a la niña a sacar a esa gente, no nos jugamos el cuello para dejarlos aquí encerrados. Si tu amigo es tan torpe como para dejarse cegar y asesinarme aquí... supongo que no puedo hacer nada en contra, aunque hierba mala nunca muere ¿No?
- ¿Lo escuchaste? Está aceptando ser malo. - El ciego avanzó con cierta habilidad y blandió su arma en mi contra , golpe que tuve que desviar con el borde de la daga y retrocediendo un paso. Definitivamente me iban a hacer picadillo, solo debía esperar lo suficiente para salir corriendo "El mejor truco de la historia, la retirada estrategica."
- Muy amable de tú parte. - Respondí a la elfa que me había dado flechas y había explicado la ubicación de otras en caso de emergencia, aunque no me había convencido del todo aquel asunto de quedar "debiéndole". - De todos modos espero no necesitarlas.
Y al parecer no era la elfa la única que colaboraba, había avanzado pero no tanto, parecía como si quisiera atacar al ciego desde su lado... aunque había algo en su expresión que no encajaba del todo con el asunto. - No te preocupes, puedo luchar así. - Le respondí a este sacudiendo la mano, aunque luego entendí mejor de lo que hablaba, no pretendía ayudarme a mí. - Espera... no ¿De qué hablas? Se supone que eres del bando de los buenos, no de los sujetos que encajan colmillos y comen gente.
Suspiré y negué con la cabeza al ver que el rubio no cambiaba de parecer, ahora decía algo en un idioma raro al tiempo de que me apuntaba con su arma. Al parecer no tendría más opción que meterme en problemas de nuevo "Es increíble, ayudé a alguien hace tiempo y justo cuando creía que era la única vez que no me traía problemas, pasa esto." Levanté la daga que tenía en la mano y me paré tal como recordaba que debía hacerlo, sabía que no tenía una oportunidad contra la espada del rubio pero al menos le rasgaría varias veces antes de que este me atravesara el corazón... y mutilara... y pisoteara "Esto es una mala idea."
Con la mano libre le hice un gesto a Genevive para que retrocediera, si realmente iba a haber un conflicto lo más sensato es que ella se alejara para que no estorbara o para que no terminara con el estomago abierto en canal por un ataque no prevenido. Por suerte rayito pareció intentar hacerlo entrar en razón, sólo que el señor Ancestral parecía perdido en sus creencias, tal vez no era tan diferente al vampiro.
- Al parecer la gente tiene razón al decir que la justicia es ciega... sin ofender, de nuevo. - Tragué saliva y avancé un paso sacudiendo el cuchillo. - Deben creerme que ese sujeto no es una buena persona, si lo dejé ciego no fue por placer.
- No lo escuches ¡Me atacó descaradamente mientras viajaba! - Dijo el colmilludo interrumpiéndome, alzando su batón punzante en el aire. - Estaba en el bosque con mis amigos, de regreso a casa y ese salvaje llegó con sus flechas atacándonos ¡Nos quería robar todo!
- ¿Qué? Pero si tú eres el malo. - Llevé la mirada al señor ancestral, el maldito ciego estaba engañándolo aprovechándose de la ira justiciera de él. - Realmente puedo explicar cómo lo conocí, pero debo ordenar la historia con calma.
- ¿¡Ordenar la historia!? Planear tus mentiras querrás decir, sabes que mientes, no sabes cómo escapar, no tienes tiempo de mentir ¡Pero pagarás por lo que hiciste!
- Eres un ciego bastardo y está vez si lo digo ofendiendo. - Llevé la mirada al compañero del dragón. - Agradezco tú ayuda, pero preferiría que ayudases a la niña a sacar a esa gente, no nos jugamos el cuello para dejarlos aquí encerrados. Si tu amigo es tan torpe como para dejarse cegar y asesinarme aquí... supongo que no puedo hacer nada en contra, aunque hierba mala nunca muere ¿No?
- ¿Lo escuchaste? Está aceptando ser malo. - El ciego avanzó con cierta habilidad y blandió su arma en mi contra , golpe que tuve que desviar con el borde de la daga y retrocediendo un paso. Definitivamente me iban a hacer picadillo, solo debía esperar lo suficiente para salir corriendo "El mejor truco de la historia, la retirada estrategica."
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
El grupo de rehenes, salvo tal vez la joven elfa, no está física ni psicológicamente preparado para moverse por los túneles y pasadizos que nos espera. No es difícil notarlo, ni siquiera van fijándose en su entorno ni dónde pisan, me siguen como cuando le doy miguitas de pan a las ardillas y después vienen como una legión de hambrientos mamíferos dispuestos a cualquier cosa por un nuevo pedacito de pan.
Si no recuerdo mal, por aquí cerca debería estar el pasadizo que empleó el pervertido alado. Voy empujando a lo largo de la pared hasta llegar a un punto que cede.
- ¡Yay! Por aquí, queridos, en nada estaremos fuera.
Les sonrío aunque con la poca luz que hay en el pasillo apenas un par de ellos lo hayan podido ver. Respiro profundamente. Intentar dar ánimos después de todas esas peleas es un tanto agotador.
Proseguimos caminando por el pasillo.
"Cuidado más adelante" "Escucha..."
Puedo oir unas risas procedentes del fondo del pasillo. Levanto una mano como seña para que el grupo de rehenes se quede en el sitio. Saco una flecha y preparo el arco.
Dos formas se acercan, intercambiándose una con la otra, en zigzag.
- Jajaja, ¿qué tenemos aquí, Denise?
- Parece que nos traen la cena, ¿no es así, Claire?
Vampiresas, como no, desde que bajamos a estas catatumbas inmundas llevan saliendo uno detrás de otro, como... Bueno, como la anécdota de las ardillas de antes, realmente, no hay mucho cambio respecto a eso. Respiro hondo y suelto la flecha. La esquivan sin dificultad, tomo otra del carcaj.
- ¿Eso te parecen buenos modales, Claire?
- Vaya forma de saludar, Denise, vamos a tener que enseñarle a esa elfa cómo se hace.
Se acercan lentamente. Mi pulso se acelera. Mis manos tiemblan. Las posibilidades de que yo sola derrote a dos vampiresas juntas y tan compenetradas son... Cero. El entorno se difumina y comienza a vibrar. No consigo moverme. Desaparecen un segundo para reaparecer delante de mi, se cruzan y sus dagas cortan mis mejillas. Parece que quieren jugar, disfrutar del placer de la sangre.
Salto hacia atrás. Apunto con el arco a una de ellas pero la otra aparece sorpresivamente desde la izquierda y me hace un corte desde el codo hasta el hombro. Cuando me giro para golpearla su compañera me raja desde el costado derecho. La sangre fluye por todo mi brazo izquierdo así como desde mis costillas hasta la cadera.
-Je, jeje, jejeje, ¡JAJAJAJAJA! Espléndido, exquisito, buen trabajo vampiresas. Os recompensaré debidamente. No os preocupéis por ello. Pero podemos divertirnos un poco primero, ¿no es así?
Se ríe de forma demoníaca, la locura parece haberla absorvido por completo. El olor de la sangre, su calor, su misma consistencia despierta en la elfa aquello que se oculta tras capas y capas de defensa psicológica. Las voces no intentan si no acallar esa parte, pues puede ser el desencadenante de una dolorosa muerte. Percibe perfectamente su entorno. Es consciente de todos los movimientos que se están llevando a cabo en el pasadizo. Una se acerca por la derecha, la otra desde arriba. La elfa esquiva en el último segundo. Un corte en el hombro derecho. Nada de lo que tenga que preocuparse. Disfruta la lucha, una herida mínima no hará que retroceda. Tira al suelo la capa prestada por su camarada. El exceso de tela le estorba. Saca dos flechas del carcaj, una en cada mano y espera, paciente. Flexiona las piernas mientras se rodea de su magia, le da placer sentirla rodeando sus músculos. No la tranquiliza, todo lo contrario, aumenta su éxtasis y su sed de sangre. Se acerca una de sus enemigas, conforme se acerca, salta por encima, deja una mano un poco retrasada con la flecha todavía agarrada. El impulso que lleva Claire impide que pueda moverse para esquivar dicha mano, y por ende, la flecha. La elfa cae al suelo. Denise le ensarta una daga en el omóplato derecho. Jeannie se gira y le clava la otra flecha en el cuello, atravesándolo.
Pero no es suficiente, no, demasiado rápido. Arranca la flecha y clava de nuevo. Un chorro de sangre cae sobre ella. Vuelve a reírse, disfruta de la sangre. Denise cae al suelo entre estertores. Jeannie salta encima con la flecha. Clava, una, dos, cinco, diez veces. Se pasa las manos llenas de sangre por la cara y por el pelo. Parecería que es ella a quien han matado. Ya no se sabe de quien es la sangre que cubre todo el cuerpo de la elfa, ambas se mezclan en un conjunto macabro.
-JAJAJAJAJAJA ¿ESO ES TODO? - Su voz resuena por todos los pasillos.
La sangre salpica por todas partes. Claire se quita la flecha del ojo entre gritos. Más enfadada porque hayan matado a su hermana que por perder uno de sus órganos. Empuña la daga para dar fin a la contienda.
Si no recuerdo mal, por aquí cerca debería estar el pasadizo que empleó el pervertido alado. Voy empujando a lo largo de la pared hasta llegar a un punto que cede.
- ¡Yay! Por aquí, queridos, en nada estaremos fuera.
Les sonrío aunque con la poca luz que hay en el pasillo apenas un par de ellos lo hayan podido ver. Respiro profundamente. Intentar dar ánimos después de todas esas peleas es un tanto agotador.
Proseguimos caminando por el pasillo.
"Cuidado más adelante" "Escucha..."
Puedo oir unas risas procedentes del fondo del pasillo. Levanto una mano como seña para que el grupo de rehenes se quede en el sitio. Saco una flecha y preparo el arco.
Dos formas se acercan, intercambiándose una con la otra, en zigzag.
- Jajaja, ¿qué tenemos aquí, Denise?
- Parece que nos traen la cena, ¿no es así, Claire?
Vampiresas, como no, desde que bajamos a estas catatumbas inmundas llevan saliendo uno detrás de otro, como... Bueno, como la anécdota de las ardillas de antes, realmente, no hay mucho cambio respecto a eso. Respiro hondo y suelto la flecha. La esquivan sin dificultad, tomo otra del carcaj.
- ¿Eso te parecen buenos modales, Claire?
- Vaya forma de saludar, Denise, vamos a tener que enseñarle a esa elfa cómo se hace.
Se acercan lentamente. Mi pulso se acelera. Mis manos tiemblan. Las posibilidades de que yo sola derrote a dos vampiresas juntas y tan compenetradas son... Cero. El entorno se difumina y comienza a vibrar. No consigo moverme. Desaparecen un segundo para reaparecer delante de mi, se cruzan y sus dagas cortan mis mejillas. Parece que quieren jugar, disfrutar del placer de la sangre.
Salto hacia atrás. Apunto con el arco a una de ellas pero la otra aparece sorpresivamente desde la izquierda y me hace un corte desde el codo hasta el hombro. Cuando me giro para golpearla su compañera me raja desde el costado derecho. La sangre fluye por todo mi brazo izquierdo así como desde mis costillas hasta la cadera.
-Je, jeje, jejeje, ¡JAJAJAJAJA! Espléndido, exquisito, buen trabajo vampiresas. Os recompensaré debidamente. No os preocupéis por ello. Pero podemos divertirnos un poco primero, ¿no es así?
Se ríe de forma demoníaca, la locura parece haberla absorvido por completo. El olor de la sangre, su calor, su misma consistencia despierta en la elfa aquello que se oculta tras capas y capas de defensa psicológica. Las voces no intentan si no acallar esa parte, pues puede ser el desencadenante de una dolorosa muerte. Percibe perfectamente su entorno. Es consciente de todos los movimientos que se están llevando a cabo en el pasadizo. Una se acerca por la derecha, la otra desde arriba. La elfa esquiva en el último segundo. Un corte en el hombro derecho. Nada de lo que tenga que preocuparse. Disfruta la lucha, una herida mínima no hará que retroceda. Tira al suelo la capa prestada por su camarada. El exceso de tela le estorba. Saca dos flechas del carcaj, una en cada mano y espera, paciente. Flexiona las piernas mientras se rodea de su magia, le da placer sentirla rodeando sus músculos. No la tranquiliza, todo lo contrario, aumenta su éxtasis y su sed de sangre. Se acerca una de sus enemigas, conforme se acerca, salta por encima, deja una mano un poco retrasada con la flecha todavía agarrada. El impulso que lleva Claire impide que pueda moverse para esquivar dicha mano, y por ende, la flecha. La elfa cae al suelo. Denise le ensarta una daga en el omóplato derecho. Jeannie se gira y le clava la otra flecha en el cuello, atravesándolo.
Pero no es suficiente, no, demasiado rápido. Arranca la flecha y clava de nuevo. Un chorro de sangre cae sobre ella. Vuelve a reírse, disfruta de la sangre. Denise cae al suelo entre estertores. Jeannie salta encima con la flecha. Clava, una, dos, cinco, diez veces. Se pasa las manos llenas de sangre por la cara y por el pelo. Parecería que es ella a quien han matado. Ya no se sabe de quien es la sangre que cubre todo el cuerpo de la elfa, ambas se mezclan en un conjunto macabro.
-JAJAJAJAJAJA ¿ESO ES TODO? - Su voz resuena por todos los pasillos.
La sangre salpica por todas partes. Claire se quita la flecha del ojo entre gritos. Más enfadada porque hayan matado a su hermana que por perder uno de sus órganos. Empuña la daga para dar fin a la contienda.
Irinnil Fawkes
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Excusas tras excusas, ambos tratando de mentirme... excepto, que descubrí quien me mentía. Estaba cansado de que me llamen "torpe", "Rakan torpe", "héroe torpe". Ellos no sentían lo que yo sentía por el mundo, el sentimiento de querer Orden, paz, justicia. - ¿Todos somos torpes para ti no Fred?. a ti no te importa nada mas que tu vida, deberías aprender de tu compañera, tiene mas honor y bondad de la que tu vas a tener. - Una sensación de ira me agarro, ambos aprovechándose de mi situación.
- ¿Y por que clavan colmillos son malvados?, eso es culpa de sus ancestros, no de ellos. Pero estas ciego, te guías por lo que dice la gente y no juzgas por mano propia. - Fred no dejaba de decir estupideces, cada vez tenia mas ganas de matarlo. Pero... ese no era yo, no. Eso era la venganza tratando de dominar mi mente, no iba a poder.
- Te estoy ayudando a detener a Rakan, no a insultarlo. Tienes que aprender mas sobre las mentes muchacho - Dijo Merlín como si de un anciano se tratara.
- Rakan, ser ciego no lo hace bueno, este hombre cometió crímenes graves. -
- ¿Y tu como sabes eso Merlín?, hasta donde yo se, tu puedes ser amigo del encapuchado. -
- Se mas de lo que crees... confía en mi -
Mire al ciego, justo escuche un grito. Ese, ese era mi verdadero llamado. De un empujon al ciego, empece a correr en dirección a Jeannie, pero antes de irme, concentre mi energía en la tierra de las catacumbas donde se encontraban Fred, el ciego y Merlín. Y derrumbe el paso por donde salí.
Corrí rápidamente en dirección al grito, vi a la elfa y al grupo de inocentes, y a una mujer corriendo con una daga en dirección a Jeannie, agarre mi capa cuando corría, y antes de que la mujer insertara su daga en Jeannie, me puse adelante, trate de esquivarlo con mi espada, pero no logre poner la guardia en el ataque, su daga quedo insertada en mi. Cerre mi puño fuerte, y de un golpe tire a la vampiresa, me di media vuelta y mire a Jeannie. - Esa no la viste venir - Dije soltando una risa, que paso a ser una cara seria y sangre cayendo de mi boca. Me arrodille, y tape a Jeannie de vuelta con la capa, seguía media desnuda. Mire a la vampiresa que le faltaba un ojo, saque la Excalibur y aproveche que estaba tirada en el suelo para clavársela en el cuello.
Apenas podía mantenerme en pie. Dolía mucho, intente hacer fuerza para sacar la daga pero me sentía débil, no quería pedirle ayuda a la elfa, ni a un inocente. Con mi mano me limpie la sangre de la boca - Perdón... te deje con todos los inocentes, soy... soy un torpe después de todo - dije sonriendo, aunque en el fondo me dolía, quizá por eso era mejor estar solo.
Intente cuidadosamente limpiar la sangre de la pequeña elfa. - Lamento que hayas visto lo peor de mi, no soy un vampiro. - Dije dejándome consumir por las escamas, - Espero algún día poder demostrarte lo contrario - Deje que mis escamas pasaran a hacerme un dragón Solte un rugido de dolor, con la daga en el pecho era dificil. Me agache, mirando a la elfa, ofreciéndole llevarla hasta la salida en mi lomo. Solté un rugido, indicándole a los inocentes el camino hasta afuera. Pero cuando me di vuelta, vi como los ojos de Jeannie se cerraban y a punto de caer, di la vuelta rápidamente y la agarre con una ala, subí la ala lentamente hasta ponerla en mi lomo. Empece a caminar en dirección a la salida, mientras con una ala acariciaba a Jeannie, era joven, y no tenia que estar en estas situaciones.
Odiaba mentirle a Rakan sobre la verdad, sobre quien era yo... sobre sus hermanos. Me escondía atrás de "Merlín Emrys", cuando mi verdadero nombre era Zu'Drag. Pero no podía decirle quien era, era una historia complicada, y si se enteraba lo que le paso a los hermanos, la causa de la muerte de sus padres. Iba a derrumbarlo, al igual que a mi. Se que, algún día, iba a poder contárselo, pero ahora tenia que mantenerme como el sujeto que era. ¿Acaso alguien llega de la nada ofreciéndote ser tu compañero?, Rakan era terco. Y eso me ayudo. No se imagina que soy su hermano menor, y el día que se entere, espero que se lo tome bien.
Pude ver como Rakan nos cerro una de las salidas, creo que fue una de sus maneras de jodernos. Ahora tenia que encargarme del ciego y el problema. - Bien, no se que harás tu, pero yo voy a encargarme del ciego. - Dije cargando mis manos de electricidad, aproveche que salto para estirar mis brazos y darle una descarga eléctrica, tirándolo contra la pared.
- Tenemos que irnos, ahora que podemos. - Dije mirando a los otros dos. Empece a correr por la otra salida, y la única que teníamos actualmente. Era mas rápido, por ahí nos habían metido los vampiros. La salida no sabia a donde daba, pero, solo teníamos que seguir el camino y estaríamos afuera. Aunque debía proteger a Rakan con mi vida, se que no era tan tonto como para morir ahora.
-------
Off : Jeannie me dijo que quería estar inconsciente, hice la acción con permiso de ella.
- ¿Y por que clavan colmillos son malvados?, eso es culpa de sus ancestros, no de ellos. Pero estas ciego, te guías por lo que dice la gente y no juzgas por mano propia. - Fred no dejaba de decir estupideces, cada vez tenia mas ganas de matarlo. Pero... ese no era yo, no. Eso era la venganza tratando de dominar mi mente, no iba a poder.
- Te estoy ayudando a detener a Rakan, no a insultarlo. Tienes que aprender mas sobre las mentes muchacho - Dijo Merlín como si de un anciano se tratara.
- Rakan, ser ciego no lo hace bueno, este hombre cometió crímenes graves. -
- ¿Y tu como sabes eso Merlín?, hasta donde yo se, tu puedes ser amigo del encapuchado. -
- Se mas de lo que crees... confía en mi -
Mire al ciego, justo escuche un grito. Ese, ese era mi verdadero llamado. De un empujon al ciego, empece a correr en dirección a Jeannie, pero antes de irme, concentre mi energía en la tierra de las catacumbas donde se encontraban Fred, el ciego y Merlín. Y derrumbe el paso por donde salí.
Corrí rápidamente en dirección al grito, vi a la elfa y al grupo de inocentes, y a una mujer corriendo con una daga en dirección a Jeannie, agarre mi capa cuando corría, y antes de que la mujer insertara su daga en Jeannie, me puse adelante, trate de esquivarlo con mi espada, pero no logre poner la guardia en el ataque, su daga quedo insertada en mi. Cerre mi puño fuerte, y de un golpe tire a la vampiresa, me di media vuelta y mire a Jeannie. - Esa no la viste venir - Dije soltando una risa, que paso a ser una cara seria y sangre cayendo de mi boca. Me arrodille, y tape a Jeannie de vuelta con la capa, seguía media desnuda. Mire a la vampiresa que le faltaba un ojo, saque la Excalibur y aproveche que estaba tirada en el suelo para clavársela en el cuello.
Apenas podía mantenerme en pie. Dolía mucho, intente hacer fuerza para sacar la daga pero me sentía débil, no quería pedirle ayuda a la elfa, ni a un inocente. Con mi mano me limpie la sangre de la boca - Perdón... te deje con todos los inocentes, soy... soy un torpe después de todo - dije sonriendo, aunque en el fondo me dolía, quizá por eso era mejor estar solo.
Intente cuidadosamente limpiar la sangre de la pequeña elfa. - Lamento que hayas visto lo peor de mi, no soy un vampiro. - Dije dejándome consumir por las escamas, - Espero algún día poder demostrarte lo contrario - Deje que mis escamas pasaran a hacerme un dragón Solte un rugido de dolor, con la daga en el pecho era dificil. Me agache, mirando a la elfa, ofreciéndole llevarla hasta la salida en mi lomo. Solté un rugido, indicándole a los inocentes el camino hasta afuera. Pero cuando me di vuelta, vi como los ojos de Jeannie se cerraban y a punto de caer, di la vuelta rápidamente y la agarre con una ala, subí la ala lentamente hasta ponerla en mi lomo. Empece a caminar en dirección a la salida, mientras con una ala acariciaba a Jeannie, era joven, y no tenia que estar en estas situaciones.
---------------[ Merlín ]--------------
Odiaba mentirle a Rakan sobre la verdad, sobre quien era yo... sobre sus hermanos. Me escondía atrás de "Merlín Emrys", cuando mi verdadero nombre era Zu'Drag. Pero no podía decirle quien era, era una historia complicada, y si se enteraba lo que le paso a los hermanos, la causa de la muerte de sus padres. Iba a derrumbarlo, al igual que a mi. Se que, algún día, iba a poder contárselo, pero ahora tenia que mantenerme como el sujeto que era. ¿Acaso alguien llega de la nada ofreciéndote ser tu compañero?, Rakan era terco. Y eso me ayudo. No se imagina que soy su hermano menor, y el día que se entere, espero que se lo tome bien.
Pude ver como Rakan nos cerro una de las salidas, creo que fue una de sus maneras de jodernos. Ahora tenia que encargarme del ciego y el problema. - Bien, no se que harás tu, pero yo voy a encargarme del ciego. - Dije cargando mis manos de electricidad, aproveche que salto para estirar mis brazos y darle una descarga eléctrica, tirándolo contra la pared.
- Tenemos que irnos, ahora que podemos. - Dije mirando a los otros dos. Empece a correr por la otra salida, y la única que teníamos actualmente. Era mas rápido, por ahí nos habían metido los vampiros. La salida no sabia a donde daba, pero, solo teníamos que seguir el camino y estaríamos afuera. Aunque debía proteger a Rakan con mi vida, se que no era tan tonto como para morir ahora.
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Off : Jeannie me dijo que quería estar inconsciente, hice la acción con permiso de ella.
Última edición por Rakan'Drag el Dom Sep 09 2018, 02:26, editado 1 vez
Rakan'Drag
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Podía ver como el elfo sudaba la gota gorda mientras me curaba, tenía que aceptar que estaba haciendo un excelente trabajo, sobre todo teniendo en consideración que esos vampiros me habían dejado como un trapo viejo: gastada y rota. Me eché el tapado encima, en sus bolsillos seguían mis pertenencias. Apreté el anillo con forma de serpiente, podría haberme ahorrado bastante si lo hubiese llevado puesto, pero había sido demasiado tonta, no me había dado cuenta que tenía que llevarlo puesto mientras se desarrollaba la pelea. Apreté los dientes e hice una mueca de desagrado conmigo misma. - ¿Por qué esa cara? Estoy haciendo un excelente trabajo- preguntó el elfo con tanta arrogancia, que me dieron ganas de golpearle la cara, pero al verle sangre por toda la ropa lo dejé así, de todas formas estaba demasiado cansada.
Métete en tus asuntos. ¿Aún no terminas? Siento que me estás cocinando con esos artilugios tuyos. ¿No puedes ir más rápido? pregunté llegando al punto de la exasperación. El elfo me sopló la cara y arrugué la nariz ¿Y esto a qué viene? volví a preguntar, con una ceja en alto.
- Dijiste que te cocinaba, te soplaba para dar una probada
Cerré un puño y negué con la cabeza, moviéndome con lentitud. Se lo había ganado. Definitivamente se lo había ganado a pulso. Le daría un buen golpe que le devolvería a su escalón de comehojas, bien por debajo de los lobos. El quejido del vampiro que parecía estar por volver en sí me distrajo. - No me veas con esos ojos. Será mejor llevárselo al Fredericksen y su Genevive. Creo que este sabe más de lo que nos hizo saber- Le vi tronarse los huesos, como preparándose para comenzar una tortura, en sus ojos había cierto brillo sanguinario que me paró los pelos de punta. Disimulé el escalofrío que me había bajado por la espalda y me agaché, flexionando mis piernas. - No vi que tuvieses alguna herida en las piernas ¿quieres que…?-
Calla elfo. Cárgame al vampiro antes de que despierte, eso, o le matamos aquí y ahora, porque no voy a dejar un chupasangre vivo después que intentara matarme. Semillas del mal mascullé, escupiendo a un lado, como si solo verle me revolviera la bilis.
El elfo iluminaba el camino mientras sostenía del pescuezo a la sanguijuela con forma humanoide. Yo tenía sus manos agarradas con una mano y sus piernas con la otra mientras le llevaba terciado sobre mis hombros, como si fuese un abrigo de lujo. ¿Por qué no vuelves a golpearle para que no vuelva en sí?
-No quiero matarlo sin querer. No es tan fácil mantener algo vivo
Cerré mi boca, el elfo tenía un buen punto ahí. Me hubiera encogido de hombros, pero no podía, el condenado era más pesado de lo que aparentaba. Hice una mueca con la boca y la dejé así, torcida.
-¿Escuchas eso?
Di vuelta los ojos, poniéndolos en blanco ¿Quién no lo escucha? le respondí. Estaba segura de que ese rugido pertenecía a Rakan. Cuando llegamos a una bifurcación nos detuvimos. Intercambiamos miradas La salida está desde donde vinieron los gritos, puedo sentir el aire fresco
- Fredericksen y su Genevive están continuando
¿Cómo lo sabes?
-¿Cómo sabes que no?
¿Cómo se que puedo confiar en ti
-Cumplí mi promesa ¿no es verdad?
Tenía un punto allí, pero no estábamos progresando.
- Bueno, todos podrían estar juntos… les dejé a todos juntos al menos – Parecía debatirse.
Suspiré y comencé a caminar hacia la salida Esta cosa pesa Will
-¿Y piensas matarle al sol?
Me detuve, tenía un excelente punto. Entonces, el vampiro que se hacía el muerto, se liberó y se volvió a escabullir en las sombras. Excelente
Métete en tus asuntos. ¿Aún no terminas? Siento que me estás cocinando con esos artilugios tuyos. ¿No puedes ir más rápido? pregunté llegando al punto de la exasperación. El elfo me sopló la cara y arrugué la nariz ¿Y esto a qué viene? volví a preguntar, con una ceja en alto.
- Dijiste que te cocinaba, te soplaba para dar una probada
Cerré un puño y negué con la cabeza, moviéndome con lentitud. Se lo había ganado. Definitivamente se lo había ganado a pulso. Le daría un buen golpe que le devolvería a su escalón de comehojas, bien por debajo de los lobos. El quejido del vampiro que parecía estar por volver en sí me distrajo. - No me veas con esos ojos. Será mejor llevárselo al Fredericksen y su Genevive. Creo que este sabe más de lo que nos hizo saber- Le vi tronarse los huesos, como preparándose para comenzar una tortura, en sus ojos había cierto brillo sanguinario que me paró los pelos de punta. Disimulé el escalofrío que me había bajado por la espalda y me agaché, flexionando mis piernas. - No vi que tuvieses alguna herida en las piernas ¿quieres que…?-
Calla elfo. Cárgame al vampiro antes de que despierte, eso, o le matamos aquí y ahora, porque no voy a dejar un chupasangre vivo después que intentara matarme. Semillas del mal mascullé, escupiendo a un lado, como si solo verle me revolviera la bilis.
El elfo iluminaba el camino mientras sostenía del pescuezo a la sanguijuela con forma humanoide. Yo tenía sus manos agarradas con una mano y sus piernas con la otra mientras le llevaba terciado sobre mis hombros, como si fuese un abrigo de lujo. ¿Por qué no vuelves a golpearle para que no vuelva en sí?
-No quiero matarlo sin querer. No es tan fácil mantener algo vivo
Cerré mi boca, el elfo tenía un buen punto ahí. Me hubiera encogido de hombros, pero no podía, el condenado era más pesado de lo que aparentaba. Hice una mueca con la boca y la dejé así, torcida.
-¿Escuchas eso?
Di vuelta los ojos, poniéndolos en blanco ¿Quién no lo escucha? le respondí. Estaba segura de que ese rugido pertenecía a Rakan. Cuando llegamos a una bifurcación nos detuvimos. Intercambiamos miradas La salida está desde donde vinieron los gritos, puedo sentir el aire fresco
- Fredericksen y su Genevive están continuando
¿Cómo lo sabes?
-¿Cómo sabes que no?
¿Cómo se que puedo confiar en ti
-Cumplí mi promesa ¿no es verdad?
Tenía un punto allí, pero no estábamos progresando.
- Bueno, todos podrían estar juntos… les dejé a todos juntos al menos – Parecía debatirse.
Suspiré y comencé a caminar hacia la salida Esta cosa pesa Will
-¿Y piensas matarle al sol?
Me detuve, tenía un excelente punto. Entonces, el vampiro que se hacía el muerto, se liberó y se volvió a escabullir en las sombras. Excelente
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
No entendía qué clase de efecto estaba provocando el ciego sobre el rubio, pero era obvio que fuera lo que fuese, había vuelto papilla el cerebro del señor Ancestral. Con cada palabra que soltaba el rubio todo quedaba claro, estaba perdido "¿Qué clase de persona no piensa por su vida antes que la del resto?" El honor y la bondad eran cosas secundarias, lo importante era sobrevivir en aquel mundo.
- ¿No lo juzgo por mano propia? ¡Te estoy diciendo que ya conozco a este sujeto! Mis manos lo juzgaron, el efecto se ven sus ojos. - Levanté las manos en el aire sin soltar la daga que sostenía con le derecha, antes de darme cuenta muy tarde de lo que hacía. - Espera no, mis manos lo juzgaron porque es mala persona... no fue algo que hubiese hecho adrede porque me aburría... y que estuviese un poco drogado tampoco aplica.
Afortunadamente mi boca fue cerrada por el amigo no tan amigo del señor ancestral, aunque de una manera nada grata, sus palabras fueron muy similares las de Gillidan "Acepto que a veces seas idiota, pero no por ello debes serlo todo el tiempo." "No, no de nuevo por favor" Llevé las manos a mis oídos, no es que me molestara recordar de aquella manera a mi maestro pero cuando su voz regresaba sólo era para remarcar las estupideces que hacía, me reprochaba desde el otro lado y eso no era agradable.
Cuando regresé a prestar atención a la situación el rubio ya se estaba alejando, pero por alguna razón el tramo por el que se iba comenzaba a desaparecerse. Por mi fortuna y desgracia Genevive había quedado helada al ver como el techo comenzaba a caer, una parte de mi gritaba que la dejara, que por fin todo podía acabar. Gruñí por lo bajo acercándome rápido a la chica, tomándola del brazo y jalándola lejos del peligro "Maldigo a la empatía y al maldito remordimiento futuro."
- Oh gracias Señor Candau, usted volver a salvarme.- Genevive sin dudarlo se abalanzó contra mí, rodeándome con los brazos, tratando de acercar su boca para succionar los tristes pedazos que me quedaban de alma.
- ¡No, atrás bicho! ¿Qué te he dicho del espacio personal?
- Pero...yo querer...
- Tú no querer nada. - Respondí poniendo ambas manos en el rostro de ella para apartarla. - En cambio yo querer una zona segura ¿Genevive entender?
- Si le entiendo, lo lamento.
Cuando escuché al otro integrante ya era muy tarde, este había lanzado una especie de rayo contra Joe y lo había dejador tirado en el suelo junto a la pared "¿Qué le pasa a esta gente? ¿No puedo toparme con alguien normal en la vida?" - ¿Por qué rayos lo fritas? Es decir... ni siquiera yo quería matarlo. - Me acerqué al cuerpo del vampiro y con cuidado puse la mano bajo la nariz de este, fue un alivio sentir que aún respiraba, poco pero respiraba.
Aquel sujeto al parecer se creía un líder nato y por naturaleza, simplemente propuso la idea de escapar y salió corriendo "Aunque no es como si tuviésemos mucho que hacer aquí." Le indiqué a Genevive con la cabeza que lo siguiera, comenzando yo también a andar detrás de este.
- Señor Candau... ¿Puedo preguntarle algo?
- Supongo, mientras no sea algo acerca de crianza o apareamiento, todo bien.
- ¿En verdad dejó ciega a esa persona?
- Yo pues... sí, me estaba defendiendo y tomé lo que tenía más a la mano, por desgracia fueron sus ojos.
- ¿Por qué estarse defendiendo?
- A ver Genevive, supongo que recuerdas a Delilah. - Pregunté enarcando una ceja y observandola.
- Si... nosotros estar mucho tiempo con ella... y parecer que usted querer de ella, lo cual no es bueno.
- Hey, no confundas. ¿La quiero? Sí , pero no en el sentido de... ya sabes, ese no.
- ¿A que referirse y por qué mencionarla?
- Delilah no tiene a más nadie aparte de nosotros, ella estaba sola... abusada por Joe y sus amigos. Recuerdo que Arygos le fundió la cara a uno y usó sus fauces de lagarto gigante para rematarlo, el otro escapo ... y pues siempre creí que Joe había muerto en el bosque siendo picoteado por un pájaro. Él punto es, este sujeto le hacía mal a Delilah y es una de las razones por las que sus ojos hicieron pop.
- Creo que entender.
- Y cuando volvamos, no le digas a Delilah que nos topamos con este sujeto, por favor.
Giré en la esquina más cercana siguiendo al cabeza de grupo que había ignorado hasta ahora, antes no había tenido tiempo de pensar pero con cada paso mi mente parecía calmarse más, lo cual generaba muchas dudas " Por cierto ¿Dónde se metieron Wiston y la Jabalí?" Eso debería averiguarlo más adelante.
- Tú, como sea que te llames. - Empecé diciendo al cabecilla. - ¿Qué rayos eres? Es decir... nadie normal lanza chispas por sus brazos, ni yo que tengo un brazo diferente ¿Eres un brujo tal vez? - Eso sonaba lógico, los brujos hacían cosas raras con los elementos. -¿ Y el señor ancestral es un brujo también? Es decir, dudo que el techo se nos viniera encima por simple coincidencia... aunque son cosas que suelen pasar. - Me encogí de hombros, captando la pregunta más importante de todas. - ¿Por qué ayudabas? Si yo tuviese el don de fritar palomas con mis manos, sin duda hubiese preferido escapar... bueno, quizá si hubiese ayudado un poco, pero sólo un poco.
- ¿No lo juzgo por mano propia? ¡Te estoy diciendo que ya conozco a este sujeto! Mis manos lo juzgaron, el efecto se ven sus ojos. - Levanté las manos en el aire sin soltar la daga que sostenía con le derecha, antes de darme cuenta muy tarde de lo que hacía. - Espera no, mis manos lo juzgaron porque es mala persona... no fue algo que hubiese hecho adrede porque me aburría... y que estuviese un poco drogado tampoco aplica.
Afortunadamente mi boca fue cerrada por el amigo no tan amigo del señor ancestral, aunque de una manera nada grata, sus palabras fueron muy similares las de Gillidan "Acepto que a veces seas idiota, pero no por ello debes serlo todo el tiempo." "No, no de nuevo por favor" Llevé las manos a mis oídos, no es que me molestara recordar de aquella manera a mi maestro pero cuando su voz regresaba sólo era para remarcar las estupideces que hacía, me reprochaba desde el otro lado y eso no era agradable.
Cuando regresé a prestar atención a la situación el rubio ya se estaba alejando, pero por alguna razón el tramo por el que se iba comenzaba a desaparecerse. Por mi fortuna y desgracia Genevive había quedado helada al ver como el techo comenzaba a caer, una parte de mi gritaba que la dejara, que por fin todo podía acabar. Gruñí por lo bajo acercándome rápido a la chica, tomándola del brazo y jalándola lejos del peligro "Maldigo a la empatía y al maldito remordimiento futuro."
- Oh gracias Señor Candau, usted volver a salvarme.- Genevive sin dudarlo se abalanzó contra mí, rodeándome con los brazos, tratando de acercar su boca para succionar los tristes pedazos que me quedaban de alma.
- ¡No, atrás bicho! ¿Qué te he dicho del espacio personal?
- Pero...yo querer...
- Tú no querer nada. - Respondí poniendo ambas manos en el rostro de ella para apartarla. - En cambio yo querer una zona segura ¿Genevive entender?
- Si le entiendo, lo lamento.
Cuando escuché al otro integrante ya era muy tarde, este había lanzado una especie de rayo contra Joe y lo había dejador tirado en el suelo junto a la pared "¿Qué le pasa a esta gente? ¿No puedo toparme con alguien normal en la vida?" - ¿Por qué rayos lo fritas? Es decir... ni siquiera yo quería matarlo. - Me acerqué al cuerpo del vampiro y con cuidado puse la mano bajo la nariz de este, fue un alivio sentir que aún respiraba, poco pero respiraba.
Aquel sujeto al parecer se creía un líder nato y por naturaleza, simplemente propuso la idea de escapar y salió corriendo "Aunque no es como si tuviésemos mucho que hacer aquí." Le indiqué a Genevive con la cabeza que lo siguiera, comenzando yo también a andar detrás de este.
- Señor Candau... ¿Puedo preguntarle algo?
- Supongo, mientras no sea algo acerca de crianza o apareamiento, todo bien.
- ¿En verdad dejó ciega a esa persona?
- Yo pues... sí, me estaba defendiendo y tomé lo que tenía más a la mano, por desgracia fueron sus ojos.
- ¿Por qué estarse defendiendo?
- A ver Genevive, supongo que recuerdas a Delilah. - Pregunté enarcando una ceja y observandola.
- Si... nosotros estar mucho tiempo con ella... y parecer que usted querer de ella, lo cual no es bueno.
- Hey, no confundas. ¿La quiero? Sí , pero no en el sentido de... ya sabes, ese no.
- ¿A que referirse y por qué mencionarla?
- Delilah no tiene a más nadie aparte de nosotros, ella estaba sola... abusada por Joe y sus amigos. Recuerdo que Arygos le fundió la cara a uno y usó sus fauces de lagarto gigante para rematarlo, el otro escapo ... y pues siempre creí que Joe había muerto en el bosque siendo picoteado por un pájaro. Él punto es, este sujeto le hacía mal a Delilah y es una de las razones por las que sus ojos hicieron pop.
- Creo que entender.
- Y cuando volvamos, no le digas a Delilah que nos topamos con este sujeto, por favor.
Giré en la esquina más cercana siguiendo al cabeza de grupo que había ignorado hasta ahora, antes no había tenido tiempo de pensar pero con cada paso mi mente parecía calmarse más, lo cual generaba muchas dudas " Por cierto ¿Dónde se metieron Wiston y la Jabalí?" Eso debería averiguarlo más adelante.
- Tú, como sea que te llames. - Empecé diciendo al cabecilla. - ¿Qué rayos eres? Es decir... nadie normal lanza chispas por sus brazos, ni yo que tengo un brazo diferente ¿Eres un brujo tal vez? - Eso sonaba lógico, los brujos hacían cosas raras con los elementos. -¿ Y el señor ancestral es un brujo también? Es decir, dudo que el techo se nos viniera encima por simple coincidencia... aunque son cosas que suelen pasar. - Me encogí de hombros, captando la pregunta más importante de todas. - ¿Por qué ayudabas? Si yo tuviese el don de fritar palomas con mis manos, sin duda hubiese preferido escapar... bueno, quizá si hubiese ayudado un poco, pero sólo un poco.
Fredericksen
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Siente como algo la levanta y la posa suavemente tras unos segundos. El tambaleo y los golpes del lomo del dragón la van despertando poco a poco. La neblina en la que se había convertido su mente se disipa poco a poco cuanto más consciente es de la situación en la que se encuentra. A lomos de un dragón, seguida por un grupo de estúpidos andrajosos que no saben sobrevivir por su cuenta. Los mismos estúpidos por los que las vampiresas atacaron en primer lugar. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué arriesgar la vida por unos desconocidos? No tenía sentido. Entendería haber entrado para masacrar vampiros por pura diversión y por el olor de la sangre. ¿Pero salvar personas así por las buenas? Eso era una auténtica estupidez. Aún por encima el dragón parecía haberle salvado la vida. No le gusta deberle nada a nadie, menos aún a un dragón justiciero salido de sabe Isil dónde para llevarse una daga por ella. Patético. Insultante incluso. No necesitaba la ayuda, tenía planeado arrancarle el segundo ojo antes de que la daga llegara siquiera a rozar su piel. Eso sería maravilloso, terminar con la vida de la vampiresa, jugar con su sangre, hacerla fluir. Muerte. Sangre. Por eso sí vale la pena arriesgar la vida. Pone las manos sobre su pecho y recita una plegaria. Poco a poco los tajos se van cerrando.
Llegan a la salida, todavía es de noche. Hora de vampiros en una ciudad de vampiros. Con suerte se acercarían unos pocos a husmear, atraídos por el olor de sangre, sudor y miedo. La elfa los esperaría con ansias. Se baja del dragón, una vez curada ya no tiene sentido seguir fingiendo su inconsciencia.
- ¡Eh tú, estúpido! ¿Con qué derecho te crees para haber interrumpido mi matanza? La daga que te han clavado era mía, debería estar atravesando mis músculos y órganos. Hacerme vomitar sangre y esperar por la muerte. Para eso he venido, no para salvar a unos estúpidos andrajosos y malolientes fugitivos.
Acerca la mano a su carcaj, tan solo necesita una flecha para atravesar a aquel atrevido héroe.
- Odio a aquellos que arriesgan su vida por los demás. Los motiva su absurdo sentido de la moralidad, se creen superiores a aquellos que siemplemente huyen para salvar sus vidas. Egoístas, cobardes, así llaman a los que no son héroes como ellos. Eso os convierte a todos en unos déspotas engreídos que solo piensan en sí mismos y en su satisfacción personal. ¿De verdad creeis que nos tragamos que arriesgáis vuestras vidas por simple altruismo? No. Nadie es tan imbécil. Nadie se arriesga a cambio de nada. Honor. Gloria. Viejas filosofías que tan solo te llevarán a tu propia destrucción.
No quedan flechas, ni una sola, nada con lo que llevar a cabo su pequeña venganza.
- Te has salvado por... -Un dolor agudo sube desde su columna vertebral, impidiéndole seguir hablando.
Comienza a pesarle la cabeza, se lleva las manos a los laterales mientras se cae al suelo hecha un ovillo envuelta en la capa del dragón.
Llegan a la salida, todavía es de noche. Hora de vampiros en una ciudad de vampiros. Con suerte se acercarían unos pocos a husmear, atraídos por el olor de sangre, sudor y miedo. La elfa los esperaría con ansias. Se baja del dragón, una vez curada ya no tiene sentido seguir fingiendo su inconsciencia.
- ¡Eh tú, estúpido! ¿Con qué derecho te crees para haber interrumpido mi matanza? La daga que te han clavado era mía, debería estar atravesando mis músculos y órganos. Hacerme vomitar sangre y esperar por la muerte. Para eso he venido, no para salvar a unos estúpidos andrajosos y malolientes fugitivos.
Acerca la mano a su carcaj, tan solo necesita una flecha para atravesar a aquel atrevido héroe.
- Odio a aquellos que arriesgan su vida por los demás. Los motiva su absurdo sentido de la moralidad, se creen superiores a aquellos que siemplemente huyen para salvar sus vidas. Egoístas, cobardes, así llaman a los que no son héroes como ellos. Eso os convierte a todos en unos déspotas engreídos que solo piensan en sí mismos y en su satisfacción personal. ¿De verdad creeis que nos tragamos que arriesgáis vuestras vidas por simple altruismo? No. Nadie es tan imbécil. Nadie se arriesga a cambio de nada. Honor. Gloria. Viejas filosofías que tan solo te llevarán a tu propia destrucción.
No quedan flechas, ni una sola, nada con lo que llevar a cabo su pequeña venganza.
- Te has salvado por... -Un dolor agudo sube desde su columna vertebral, impidiéndole seguir hablando.
Comienza a pesarle la cabeza, se lleva las manos a los laterales mientras se cae al suelo hecha un ovillo envuelta en la capa del dragón.
Irinnil Fawkes
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
Estaba llegando a las afueras, el gran grupo de inocentes estaba atrás mio, esto se estaba por convertir en la típica escena de los libros, donde los héroes salen con todos los inocentes. Me sentía bien, feliz después de tanto tiempo, salve a un grupo de inocentes de las garras de un clan de vampiros, digno de contar a los ancestrales, a mis hijos o incluso a mis nietos.
Tenia a la pequeña elfa en mis lomos, me daba pena, ella no merecía esto, no merecía estar acá sufriendo, esto era mi culpa. Todos estaban acá por mi culpa, por mi idiotez. Capturaron a 11 inocentes, uno me considera su ídolo y quiere ser mi compañero, y otros 3 incluida Feith... se metieron en esto por un asunto mio.
Llegamos a la salida, no podía creer que todavía era de noche, bueno, calculo que el tiempo se pasa mas lento cuando estas haciendo estas cosas Volví a mi forma normal luego de que Jeannie se bajase de mi lomo. Me di vuelta y mire a los inocentes, sonriendo. Todos podían volver con sus familias, con su gente.
Pero me di vuelta para escuchar a la elfa, que parecía muy enfadada, ella... no quería que la salvara, no quería que tome esa daga por ella, que por cierto, había recordado que la tenia, agarre con ambas manos la daga, e hice fuerza, sacándola lentamente, quejándome en el proceso, una vez la saque, tire la daga lo mas lejos que pude. - Lo siento... solo hago lo correcto, y lo volvería a hacer de tener que hacerlo. - Dije determinado a la pequeña elfa, que ya no era la misma elfa que conocí antes, supongo que era normal, todos cambian una vez que los conoces.
- No espero nada a cambio, no espero que creas que soy un héroe, ni tu salvador. Soy lo que yo siento que debo ser. - Pero seguía escuchando a la elfa, ¿y si tenia razón?, y si ser el típico héroe no tenia sentido. ¿Y si debía cambiar?, debía hacer las cosas a otro modo... no, no no. Fuera ese pensamiento Rakan.
Hice fuerza pero no podía contenerme, una lagrima cayo como si no fuera hombre, otra vez me gritaban, me maldecían. - No pienso en mi mismo... Jeannie, yo pienso en la gente que me rodea, pienso en un Aerandir feliz y en paz, pienso en toda la gente. Y si tengo que dar mi vida por ese Aerandir, lo haré con gusto, sabiendo que el día de mañana gente vivirá feliz y en paz. - Tenia razón, mucha razón. Quizá no me conocía bien, pero yo no era igual al resto de "héroes". No buscaba forjar una reputación entre la gente, no me interesaba la fama ni el dinero. Solo quería volver a establecer el orden que una vez tuvimos.
Intento sacar una de sus flechas, me limpie los ojos y sonreí. Pero rápidamente veo que su acción cambia, y empieza a caer, corro rápidamente en su dirección y sostengo su caída para que no se lastime, la tenia en mis brazos - Tranquila... todo estará bien. Eres fuerte y honesta, rasgos que son apreciados para mi. Dije acariciando suavemente su cabeza. Volví a mirar la entrada a las catacumbas.
Ya estábamos por salir, empece a caminar en dirección a la salida, el otro sujeto no paraba de hablar y hacer preguntas, ahora entiendo por que Rakan quizo "ajusticiarlo", no se como hacia para soportar a este grupo de gente, pero si el podía, yo también. Cargue mis manos de rayos para iluminar la zona, con cuidado de no electrocutar a los de atrás. - Soy el dragón ancestral de electricidad - Dije soltando una leve risa, sin duda era Rakan. - Soy Merlín Emrys. Es un gusto conocerte. - Gire mi cabeza cuando pregunto por que ayudaba - Mi destino es proteger a Rakan, guiarlo y entrenarlo para lo que en un futuro se convertirá. Te ayude a ti y a tu esposa por que si algo les pasaba, Rakan no iba a perdonármelo. - Dije serio, siguiendo el camino, pero faltaba alguien.
Recordé rápidamente a la loba, con la que había peleado en la otra sala. No sabia si estaría viva, pero Rakan apreciaba mucho a esa mujer como para perderla. Tenia que ir a buscarla, me gire otra vez - Siganme, falta la mujer, no podemos dejarla sola. - Empece a correr antes de que nos metiéramos y nos perdiéramos entre todos. Estas catacumbas eran cansadoras, pase cerca de la salida, podía sentirlo, me dirigí por los pasillos cercanos y para mi suerte encontré a la loba con un elfo, con una cara de decepción mas grande que la de Fred.
- Es un alivio que estén bien, vamos, la salida esta cerca - Dije sonriendo, Una cosa menos que doblegue a Rakan. Cargaba un gran peso sobre mis hombros, pues el destino de Rakan dependía de mi ahora. Empece a dirigirme a la salida, esta vez sin rayos en las manos ni nada.
Tenia a la pequeña elfa en mis lomos, me daba pena, ella no merecía esto, no merecía estar acá sufriendo, esto era mi culpa. Todos estaban acá por mi culpa, por mi idiotez. Capturaron a 11 inocentes, uno me considera su ídolo y quiere ser mi compañero, y otros 3 incluida Feith... se metieron en esto por un asunto mio.
Llegamos a la salida, no podía creer que todavía era de noche, bueno, calculo que el tiempo se pasa mas lento cuando estas haciendo estas cosas Volví a mi forma normal luego de que Jeannie se bajase de mi lomo. Me di vuelta y mire a los inocentes, sonriendo. Todos podían volver con sus familias, con su gente.
Pero me di vuelta para escuchar a la elfa, que parecía muy enfadada, ella... no quería que la salvara, no quería que tome esa daga por ella, que por cierto, había recordado que la tenia, agarre con ambas manos la daga, e hice fuerza, sacándola lentamente, quejándome en el proceso, una vez la saque, tire la daga lo mas lejos que pude. - Lo siento... solo hago lo correcto, y lo volvería a hacer de tener que hacerlo. - Dije determinado a la pequeña elfa, que ya no era la misma elfa que conocí antes, supongo que era normal, todos cambian una vez que los conoces.
- No espero nada a cambio, no espero que creas que soy un héroe, ni tu salvador. Soy lo que yo siento que debo ser. - Pero seguía escuchando a la elfa, ¿y si tenia razón?, y si ser el típico héroe no tenia sentido. ¿Y si debía cambiar?, debía hacer las cosas a otro modo... no, no no. Fuera ese pensamiento Rakan.
Hice fuerza pero no podía contenerme, una lagrima cayo como si no fuera hombre, otra vez me gritaban, me maldecían. - No pienso en mi mismo... Jeannie, yo pienso en la gente que me rodea, pienso en un Aerandir feliz y en paz, pienso en toda la gente. Y si tengo que dar mi vida por ese Aerandir, lo haré con gusto, sabiendo que el día de mañana gente vivirá feliz y en paz. - Tenia razón, mucha razón. Quizá no me conocía bien, pero yo no era igual al resto de "héroes". No buscaba forjar una reputación entre la gente, no me interesaba la fama ni el dinero. Solo quería volver a establecer el orden que una vez tuvimos.
Intento sacar una de sus flechas, me limpie los ojos y sonreí. Pero rápidamente veo que su acción cambia, y empieza a caer, corro rápidamente en su dirección y sostengo su caída para que no se lastime, la tenia en mis brazos - Tranquila... todo estará bien. Eres fuerte y honesta, rasgos que son apreciados para mi. Dije acariciando suavemente su cabeza. Volví a mirar la entrada a las catacumbas.
---------[ Merlín ]---------
Ya estábamos por salir, empece a caminar en dirección a la salida, el otro sujeto no paraba de hablar y hacer preguntas, ahora entiendo por que Rakan quizo "ajusticiarlo", no se como hacia para soportar a este grupo de gente, pero si el podía, yo también. Cargue mis manos de rayos para iluminar la zona, con cuidado de no electrocutar a los de atrás. - Soy el dragón ancestral de electricidad - Dije soltando una leve risa, sin duda era Rakan. - Soy Merlín Emrys. Es un gusto conocerte. - Gire mi cabeza cuando pregunto por que ayudaba - Mi destino es proteger a Rakan, guiarlo y entrenarlo para lo que en un futuro se convertirá. Te ayude a ti y a tu esposa por que si algo les pasaba, Rakan no iba a perdonármelo. - Dije serio, siguiendo el camino, pero faltaba alguien.
Recordé rápidamente a la loba, con la que había peleado en la otra sala. No sabia si estaría viva, pero Rakan apreciaba mucho a esa mujer como para perderla. Tenia que ir a buscarla, me gire otra vez - Siganme, falta la mujer, no podemos dejarla sola. - Empece a correr antes de que nos metiéramos y nos perdiéramos entre todos. Estas catacumbas eran cansadoras, pase cerca de la salida, podía sentirlo, me dirigí por los pasillos cercanos y para mi suerte encontré a la loba con un elfo, con una cara de decepción mas grande que la de Fred.
- Es un alivio que estén bien, vamos, la salida esta cerca - Dije sonriendo, Una cosa menos que doblegue a Rakan. Cargaba un gran peso sobre mis hombros, pues el destino de Rakan dependía de mi ahora. Empece a dirigirme a la salida, esta vez sin rayos en las manos ni nada.
Rakan'Drag
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
¿Sugerencias? pregunté mirando las paredes y levantando la nariz. El elfo también parecía estar en alerta máxima, generalmente me perseguía con sus ojos e intentaba ver a través de mí, pero ahora podía verle tenso, iluminando todo lo posible con sus llamas, acercándolos a las paredes. ¿Eso es fuego de verdad? pregunté enarcando una ceja. Es decir, era un elfo, los elfos –hasta donde yo sabía- no tenían control elemental, además, la cuestión era entre verde y azul “¿Por qué demonios no puede ser uno u otro? Ni siquiera puedo encontrarle un maldito color definido”. Si no rezongaba de labios para afuera, podía hacerlo hacia adentro ¿no? .
- Se trata de una expresión de la energía de luz que fluye dentro de mi cuerpo, me ha tomado décadas lograr canalizarla de esta forma, es mi orgullo y…- No sabía para qué le había preguntado, así de joven como se veía y hablaba de décadas como si fuesen días. Suspiré, era difícil seguirle la conversación. ¿Por qué no sólo respondía sí o no? No quería la respuesta larga. -… no entiendo por qué adquiere ese color… a veces me preocupa que sea un indicio de la oscuridad de mi alma- puse los ojos en blanco y se mantuvo en silencio -¿qué?- oh, al menos se dignaba a callarse por un momento A primera vista no se te ve exactamente amable… es decir, pareces más bien un maldito bast… se aclaró la garganta y vi que entendió el punto, por lo que continué con la idea, sería bueno variar y ser un poco más diplomática lo que quiero decir es que he visto a bastardos con el alma negra y créeme, estoy segura de que tu “alma” está mucho más clara que la mía
- ¿Qué tan limpia estás?- preguntó pensativo. “Mierda” me mordí el labio inferior De acuerdo, mi alma no es el mejor ejemplo, lo que quiero decir es que estoy segura que no es por algo malo que haya nacido contigo, elfo escupí su raza como si fuera un insulto. El ambiente era demasiado meloso como para que eventualmente pudiese digerirlo. Afortunadamente me salvó la campana - Alguien se aproxima- informó al mismo tiempo que nos girábamos en anticipación. La luz del joven que acompañaba a Rakan se mezcló con la de Will. Detrás del joven venían el Icksen ese con la perturbada de su mujercita. Me aclaré la garganta Es bueno ver que sigues con vida tú… le dije al de verde, balanceándome entre mis talones y la punta de mis pies y asintiendo a las palabras del muchacho.
Retomamos el camino hacia afuera, mientras tanto les puse un poco al día a los integrantes del grupo desbandado Finalmente había sido una trampa. Habían vampiros por todos lados. Por suerte Rakan y él si había escuchado su nombre no lo recordaba, por lo que apunté al dragón me encontraron en medio de una batalla que me hubiera sido muy difícil ganar suspiré, haciendo una breve pausa para golpearle el hombro al jovencito, haciéndole un esquive a la Genevive esa y apartándome del Icksen Gracias murmuré Luego me volví a meter en problemas, pero llegó Will… allí el vampiro de la botica intentó matarme, así que deberíamos de irnos con cuidado. No creo que sea de fiar puse los ojos en blanco. Dudaba que hubieran vampiros que no fueran de fiar, no cerca de mí al menos…
Enarqué una ceja al salir de las catacumbas. Me hubiera tirado al piso para besar la tierra firme y el aire limpio, pero necesitaba mantener cierta dignidad. Podía ver que los rehenes eran reales, aunque quedaban apenas unos pocos. Jeannie y Rakan estaban allí Por los dioeses, gracias Fenrir susurré, mirando el horizonte. El sol no tardaría en salir; había sido una malditamente larga noche. Luego advertí que la jovencita estaba en el suelo y parecía no estar pasándola bien ¿Will? pregunté mientras me adelantaba, el elfo parecía estar pensando en lo mismo que yo, porque estuvo a mi lado antes de lo que hubiese esperado - Haré lo que pueda- respondió con una luz decidida en sus ojos. Por un momento me quedé pasmada, sorprendida gratamente, luego le golpee la espalda un par de veces, me puse al lado de Rak y también le di un golpecito en su hombro ¿Todo bien? pregunté pero luego enarqué una ceja, mi mano había salido teñida con su sangre.
-Ya me encargo yo, pero primero ¿qué le pasa a la elfa?- preguntó Will. Me puse a su lado ¿Jeannie? Estoy aquí, vamos. Quiero ver que no estés herida. ¿Qué pasa? Ven… vamos podía olfatear sangre en ella también, el asqueroso tufo de los vampiros, pero no podía conocer su condición con exactitud… aún no me familiarizaba con la esencia de ella.
- Se trata de una expresión de la energía de luz que fluye dentro de mi cuerpo, me ha tomado décadas lograr canalizarla de esta forma, es mi orgullo y…- No sabía para qué le había preguntado, así de joven como se veía y hablaba de décadas como si fuesen días. Suspiré, era difícil seguirle la conversación. ¿Por qué no sólo respondía sí o no? No quería la respuesta larga. -… no entiendo por qué adquiere ese color… a veces me preocupa que sea un indicio de la oscuridad de mi alma- puse los ojos en blanco y se mantuvo en silencio -¿qué?- oh, al menos se dignaba a callarse por un momento A primera vista no se te ve exactamente amable… es decir, pareces más bien un maldito bast… se aclaró la garganta y vi que entendió el punto, por lo que continué con la idea, sería bueno variar y ser un poco más diplomática lo que quiero decir es que he visto a bastardos con el alma negra y créeme, estoy segura de que tu “alma” está mucho más clara que la mía
- ¿Qué tan limpia estás?- preguntó pensativo. “Mierda” me mordí el labio inferior De acuerdo, mi alma no es el mejor ejemplo, lo que quiero decir es que estoy segura que no es por algo malo que haya nacido contigo, elfo escupí su raza como si fuera un insulto. El ambiente era demasiado meloso como para que eventualmente pudiese digerirlo. Afortunadamente me salvó la campana - Alguien se aproxima- informó al mismo tiempo que nos girábamos en anticipación. La luz del joven que acompañaba a Rakan se mezcló con la de Will. Detrás del joven venían el Icksen ese con la perturbada de su mujercita. Me aclaré la garganta Es bueno ver que sigues con vida tú… le dije al de verde, balanceándome entre mis talones y la punta de mis pies y asintiendo a las palabras del muchacho.
Retomamos el camino hacia afuera, mientras tanto les puse un poco al día a los integrantes del grupo desbandado Finalmente había sido una trampa. Habían vampiros por todos lados. Por suerte Rakan y él si había escuchado su nombre no lo recordaba, por lo que apunté al dragón me encontraron en medio de una batalla que me hubiera sido muy difícil ganar suspiré, haciendo una breve pausa para golpearle el hombro al jovencito, haciéndole un esquive a la Genevive esa y apartándome del Icksen Gracias murmuré Luego me volví a meter en problemas, pero llegó Will… allí el vampiro de la botica intentó matarme, así que deberíamos de irnos con cuidado. No creo que sea de fiar puse los ojos en blanco. Dudaba que hubieran vampiros que no fueran de fiar, no cerca de mí al menos…
Enarqué una ceja al salir de las catacumbas. Me hubiera tirado al piso para besar la tierra firme y el aire limpio, pero necesitaba mantener cierta dignidad. Podía ver que los rehenes eran reales, aunque quedaban apenas unos pocos. Jeannie y Rakan estaban allí Por los dioeses, gracias Fenrir susurré, mirando el horizonte. El sol no tardaría en salir; había sido una malditamente larga noche. Luego advertí que la jovencita estaba en el suelo y parecía no estar pasándola bien ¿Will? pregunté mientras me adelantaba, el elfo parecía estar pensando en lo mismo que yo, porque estuvo a mi lado antes de lo que hubiese esperado - Haré lo que pueda- respondió con una luz decidida en sus ojos. Por un momento me quedé pasmada, sorprendida gratamente, luego le golpee la espalda un par de veces, me puse al lado de Rak y también le di un golpecito en su hombro ¿Todo bien? pregunté pero luego enarqué una ceja, mi mano había salido teñida con su sangre.
-Ya me encargo yo, pero primero ¿qué le pasa a la elfa?- preguntó Will. Me puse a su lado ¿Jeannie? Estoy aquí, vamos. Quiero ver que no estés herida. ¿Qué pasa? Ven… vamos podía olfatear sangre en ella también, el asqueroso tufo de los vampiros, pero no podía conocer su condición con exactitud… aún no me familiarizaba con la esencia de ella.
Off: Siento la tardanza u.u se me juntaron varias cosillas :''(
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Re: Aunque la loba se vista de seda...[interpretativo][libre][finalizado]
- Dragón ancestral aquí, dragón ancestral allá ¿No pueden ser dragones normales? - Pregunté por lo bajo pasando ambas manos por mi rostro, aquel par parecía desconocer de la existencia de otros reptiles gigantes come gente. Aquel extraño sujeto siguió hablando "Otra presentación blah blah blah" Todo iba normal hasta que soltó cierto dato totalmente erróneo, no solo erróneo, repulsivo de cierto modo.- Bonita meta y todo eso... pero debo repetir que Genevive no es nada para mi ¡Nada! Creo que hasta vomité un poco en mi boca.- Sacudí la cabeza alejando el escalofrío y volví a centrar mi atención en el camino, vigilando que un rayo no fuese a salir disparado desde Emrys hasta mi frente "Otro posible trágico final."
De un momento a otro rayito desvarió y comenzó a acelerar el paso en aquel laberinto del mal, al parecer había recordado a otra mujer "¿Su amante tal vez?" Era posible. El paso ya resultaba agotador, la gran noticia fue cuando rayito dijo que "Era un alivio que estuviesen bien" Apoyé las manos en mis rodillas mientras recuperaba el aliento, levantando la vista para saber quién era la mujer que Merlín buscaba.
- Es el jabalí... - Comenté entrecerrando los ojos, al parecer rayito y jabalí se conocían, que extraño. - Lo sé, es un milagro que siga con vida. Aunque yo me veo en mejor condición que tú. - Al menos yo no parecía masticado y vomitado... y masticado de nuevo. - También es un gusto verte vivo Wilfred, por un momento creí que los chupasangre te estaban sazonando con menta.
Fue reconfortante escuchar el relato de Pecker, aquello significaba que yo no era la única persona perseguida por desgracias "Aunque se puede decir que la peluda no fue nada prudente desde el inicio" Se tiró de cabeza a una trampa, luego siguió por su cuenta y se topó con más problemas, curiosamente justamente con el colmilludo de las sombras.
- Mira el lado positivo, sigues con todas tus extremidades en su sitio... o eso parece.
Salir de las catacumbas fue un alivio mucho mayor al que esperaba, ya no estaría en un laberinto rodeado de vampiros y lo mejor de todo es que podría escapar a cualquier lado si algo salía mal "Dulce y hermosa libertad" Lastimosamente no todo podía ser flores y colores, la escena fuera de las catacumbas fue ciertamente amarga. La Elfa esta tendida en los brazos del justiciero de ciegos, ambos llenos de sangre, lo cual solo significaba una cosa.
- ¡Increíble! - Solté sin pensarlo rebuscando en mi bolsa ¿Donde estaba la maldita ardilla muerta cuando la necesitaba para abofetear a alguien?- Primero defiendes a un secuestrador y violador ¡Y ahora esto! - Exclamé señalando con ambos brazos a la elfa. - Comprendo bien que quisieras apuñalarme, hasta yo me apuñalaría una que otra vez... ¿¡Pero atacar a una niña cuando no hay nadie cerca!? ¿Qué hay bajo esa fachada de héroe justiciero? Si es que realmente hay un héroe justiciero, señor Ancestral. - Esperaba que Wisp pudiera hacer algo para ayudar a la niña, por lo poco que había visto en ella se notaba que no era una chica maligna o escondiese un turbio secreto tal como el rubio.
Estaba por retirar una flecha de mi carcaj para cobrar venganza cuando una risa desconocida me hizo girar a la entrada de la catacumba. De nuevo estaba allí el sujeto de cabello blanco, aunque parecía estar herido en el rostro, de por si aquella marca en la cara no parecía haber bastado para eliminar el extraño comportamiento que había mantenido desde el inicio.
- Masacraron a varios de mis hombres y liberaron a los rehenes. Un gran trabajo después de todo. - Comentó este para reír de nuevo. - Aunque todo salió como planeaba, lastimosamente no puedo dejar que parezca un sabotaje tan obvio... - El sujeto de cabello blanco llevó la mano a su espalda para sacar una daga de considerable tamaño, agitándola un par de veces en el aire. - Pero debo decirles que cumplieron su parte tal como lo esperaba, fueron los mejores peones en este juego. - Alexander sonrió una última vez y arrojó la daga en dirección a los rehenes, clavando profundamente el metal en el pecho de una chica. - Espero encontrarlos en el futuro... quizá tenga otros juegos interesantes y necesitaré colaboración de seres, hm, manipulables creo que es la palabra correcta. - El vampiro dio otro paso dentro de las catacumbas para desaparecer en estas de nuevo, al parecer la proximidad del día pondría fin a su estupidez.
- No entiendo... ¿Por qué cuando todo parece ir bien? - Susurré observando a la chica tendida en el suelo, la sangre brotaba velozmente de su pecho, y comenzaba a salirle por la boca. Junto a ella había una pareja mayor sollozando rogando por ayuda.
- Señor Candau... ¿Usted puede hacer...
- No Genevive... esto no es algo que se arregle con hierbas y descanso.
- ¿Entonces ella... morirá?
- Me temo... que es lo más probable. - Suspiré y me di un leve golpe en la frente, ya recordaba porque odiaba a los chupasangre.
De un momento a otro rayito desvarió y comenzó a acelerar el paso en aquel laberinto del mal, al parecer había recordado a otra mujer "¿Su amante tal vez?" Era posible. El paso ya resultaba agotador, la gran noticia fue cuando rayito dijo que "Era un alivio que estuviesen bien" Apoyé las manos en mis rodillas mientras recuperaba el aliento, levantando la vista para saber quién era la mujer que Merlín buscaba.
- Es el jabalí... - Comenté entrecerrando los ojos, al parecer rayito y jabalí se conocían, que extraño. - Lo sé, es un milagro que siga con vida. Aunque yo me veo en mejor condición que tú. - Al menos yo no parecía masticado y vomitado... y masticado de nuevo. - También es un gusto verte vivo Wilfred, por un momento creí que los chupasangre te estaban sazonando con menta.
Fue reconfortante escuchar el relato de Pecker, aquello significaba que yo no era la única persona perseguida por desgracias "Aunque se puede decir que la peluda no fue nada prudente desde el inicio" Se tiró de cabeza a una trampa, luego siguió por su cuenta y se topó con más problemas, curiosamente justamente con el colmilludo de las sombras.
- Mira el lado positivo, sigues con todas tus extremidades en su sitio... o eso parece.
Salir de las catacumbas fue un alivio mucho mayor al que esperaba, ya no estaría en un laberinto rodeado de vampiros y lo mejor de todo es que podría escapar a cualquier lado si algo salía mal "Dulce y hermosa libertad" Lastimosamente no todo podía ser flores y colores, la escena fuera de las catacumbas fue ciertamente amarga. La Elfa esta tendida en los brazos del justiciero de ciegos, ambos llenos de sangre, lo cual solo significaba una cosa.
- ¡Increíble! - Solté sin pensarlo rebuscando en mi bolsa ¿Donde estaba la maldita ardilla muerta cuando la necesitaba para abofetear a alguien?- Primero defiendes a un secuestrador y violador ¡Y ahora esto! - Exclamé señalando con ambos brazos a la elfa. - Comprendo bien que quisieras apuñalarme, hasta yo me apuñalaría una que otra vez... ¿¡Pero atacar a una niña cuando no hay nadie cerca!? ¿Qué hay bajo esa fachada de héroe justiciero? Si es que realmente hay un héroe justiciero, señor Ancestral. - Esperaba que Wisp pudiera hacer algo para ayudar a la niña, por lo poco que había visto en ella se notaba que no era una chica maligna o escondiese un turbio secreto tal como el rubio.
Estaba por retirar una flecha de mi carcaj para cobrar venganza cuando una risa desconocida me hizo girar a la entrada de la catacumba. De nuevo estaba allí el sujeto de cabello blanco, aunque parecía estar herido en el rostro, de por si aquella marca en la cara no parecía haber bastado para eliminar el extraño comportamiento que había mantenido desde el inicio.
- Masacraron a varios de mis hombres y liberaron a los rehenes. Un gran trabajo después de todo. - Comentó este para reír de nuevo. - Aunque todo salió como planeaba, lastimosamente no puedo dejar que parezca un sabotaje tan obvio... - El sujeto de cabello blanco llevó la mano a su espalda para sacar una daga de considerable tamaño, agitándola un par de veces en el aire. - Pero debo decirles que cumplieron su parte tal como lo esperaba, fueron los mejores peones en este juego. - Alexander sonrió una última vez y arrojó la daga en dirección a los rehenes, clavando profundamente el metal en el pecho de una chica. - Espero encontrarlos en el futuro... quizá tenga otros juegos interesantes y necesitaré colaboración de seres, hm, manipulables creo que es la palabra correcta. - El vampiro dio otro paso dentro de las catacumbas para desaparecer en estas de nuevo, al parecer la proximidad del día pondría fin a su estupidez.
- No entiendo... ¿Por qué cuando todo parece ir bien? - Susurré observando a la chica tendida en el suelo, la sangre brotaba velozmente de su pecho, y comenzaba a salirle por la boca. Junto a ella había una pareja mayor sollozando rogando por ayuda.
- Señor Candau... ¿Usted puede hacer...
- No Genevive... esto no es algo que se arregle con hierbas y descanso.
- ¿Entonces ella... morirá?
- Me temo... que es lo más probable. - Suspiré y me di un leve golpe en la frente, ya recordaba porque odiaba a los chupasangre.
Fredericksen
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