El significado de ser libre [Trabajo Kaladar - Elyn]

El miembro 'Kaladar' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

---

'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Al parecer Kaladar era un ebrio más experimentado que ella, bueno, aunque no había ni que aclararlo. Bueno, gracias a ello y sus "conocimientos" supo cual barril tomar.
La gata los marcó ligeramente para recordarlos luego con una pequeña marca. Debía agradecer a sus filosas uñas, con el dedo índice de su diestra, la mano dominante marcó una pequeña X en el costado del tapón por el que se servía los licores.
Luego tomó las botellas y las alineó en un costado de la puerta, listas para ser tomadas y llevadas. Listo, ya había terminado allí, fue así cuando salió y vio a su compañero salir por la puerta con un delantal y una bolsa, por el sonido tan conocido al dar cada paso con aquella bolsita en la mano asumió que eran monedas, ¿Ahora también le iban a robar a un pobre hombre? Sin más suspiró la carga y empezó a seguirlo por detrás.


¿Iba a buscar el carro? Eso asumió, después de todo había salido disparado al ella hacer aquel interrogante pasado.
Al pararse en frente del carro (Que para su fortuna iba vacío) Elyn se mantuvo a un costado, por aquel momento había olvidado que aún estaba en esos ropajes tan ligeros. Por suerte para ella (o no) una amable y ligera brisa se lo recordó, provocando un ligero temblar en ella mientras se cruzaba de brazos por esos pequeños segundos, hasta que su cuerpo se acostumbró a aquella temperatura.

— Disculpe... Emh, ¿Es un comerciante? ¿O solo un viajero? ¿O un transportista de bienes? ¿O el carro no es tuyo? ¡De cualquier manera no importa! Señor... — Miró a su compañero y dió un paso adelante para hablar con el tipo del carro.
— ¡Vamos a llevar a cabo una fiesta! Una pequeña celebración en la posada entre las chicas Y estamos necesitando de manera algo urgente un carro. . . Me preguntaba sí nos lo alquilaría por esta noche para transportar el alcohol... ¡Claro que le pagaríamos con esta enorme y gorda bolsa de monedas! Y sí eso aún no le convence, le podríamos dar una invitación a una de las salas más lujuriosas de nuestro establecimiento. — Intentaba sonar convincente, como una verdadera charlatana, sus orejitas se movían mientras hablaba dándole una atención a estas y su raza, aunque sus expresiones corporales estaban portándose bien, bastante tranquila, todo excepto su cola, estaba erguida y tiesa, casi sin moverse a la altura de su espalda algo inusual en ella pues acostumbraba a tenerla casi siempre bastante suelta y meneándose.

No se había percatado Elyn a primeras, pero ahora sí, se había dado cuenta al escucharle abrir la boca que era alguien... No educado, bruto al hablar, para nada alguien educado, de eso seguro. Quizá era un campesino de algunos de los pueblos lejanos que vino a traer mercancías, de todas maneras, mejor para ella, era más fácil convencerle asumió.

Parecía estar picando el anzuelo poco a poco, la gata miraba fijamente los ojos ajenos hasta que se vió sorprendida por aquel agarre y jalón de su cintura, claramente sorprendida y hasta con un rostro de disgusto se dejó llevar, intentando disimularlo lo mejor posible mientras oía a aquel ahora asqueroso charlatán hablar.

Al bajarse del carro y alejarse, lo primero que hizo Elyn fue clavarle un pisotón en el pie a Kaladar al tiempo que su codo como arma letal se clavaba debajo de las costillas de su "apresor" queriendo dar un golpe seco buscando pegarle en el hígado al menos para dejarle sin aliento.

Ni siquiera le dijo nada, al segundo empezaba a subirse al carro, la parte de atrás donde iba la carga estaba vacía, solo había un poco de mugre, normal de alguien que viene de lejos y no tenía tiempo para limpiar, seguramente había dejado la carga hacía poco.
— Bien, lleva el carro a la parte de atrás y empezamos a cargar. —

Se quedó subida en la parte de atrás esperando que el carro empiece a moverse, y sí el contrario había recibido el golpe se reiría un poco.

No tardarían casi nada en llegar atrás de la taberna, después de todo estaban alli en frente a unos pocos metros, por lo que apenas llegar la gata se bajaría y empezaría a llenar la carga con los productos ya marcados y las botellas preparadas.

Mientras subía el resto de los licores en botellas de vidrio al carro, pudo escuchar a Kaladar sacándole conversación, algo que le hizo arquear una ceja, sí que parecía un charlatán, pensó mientras le miraba y contestaba.

— ¿Exactamente? A nada, soy... Una viajera sin rumbo, o algo así, no sé sí lo que hago tiene definición. . . Exploro Aerandir por mi cuenta mientras sobrevivo como puedo a base de trabajos temporales como... Este, aunque al parecer no ganaré muchas monedas. —
Volvió a pensar por un segundo su respuesta para luego continuar hablando. —  Nunca dije que me haya sentido cómoda con respecto a eso, de hecho, me gustaría que le devolvamos las monedas en algún punto, al menos yo lo haré. Simplemente lo acepté porque era para un bien mayor. —
Luego con una leve expresión molesta volvió a musitar — Y en cuanto a la visión que tienes de mí... Estás basándote en primeras impresiones, ¿No? Categorizar a alguien que conoces hace un par de horas de esa manera es algo... Apresurado, a mi parecer. —  Y mientras hablaba se le volvió a la mente las ropas que utilizaba, se había olvidado de ello nuevamente, era molesto, ya quería sus ropas de nuevo.

No iban a tardar mucho en subir las botellas, los barriles quizá eran un tanto problemáticos de cargar, pero nada que entre dos personas no pudieran manejar, sobre todo cuando ya a los pocos barriles fueron acostumbrándose y agarrándose maña para ello, aunque sus brazos se cansaron en la última tanda, seguramente al otro día le dolerían un poco los músculos.

Las botellas las puso en la parte de adelante mientras que los barriles los ordenó en la parte trasera.

— Bien, ¿Y ahora? ¿En qué momento lanzamos este carro hacia el burdel? —

Al encogerse de hombros y musitar aquellas palabras ella arqueó las cejas, no todo lo que decía era incorrecto, de hecho la mayoría de palabras daban en el blanco. Aunque claramente no se consideraba una aventurera ni mucho menos una protagonista en un cuento de aventuras. Más bien era una curiosa con una moral establecida y un carácter algo fuerte, o así pensaba de ella, nunca planeo hacer lo que hacía en ese momento.

— No planeo condenarme a mí misma para nada, esto solo fue un pequeño trabajo que tomé para mi conveniencia, que resultó algo inesperado ya que realmente quería ayudarlas. Aún así no puedo dejar mis ideales, creencias u moral a un lado solo porque me conviene, esa no sería yo. —

Escuchó a su consigna, no era para nada un buen plan y todo podría salir mal pero Elyn no era alguien astuta o habilidosa en ese tipo de cosas, realmente no podía pensar en algo menos peligroso y más factible a la hora de crear una distracción, tan solo era una campesina ágil.

Le dolió ver aquel silencio incómodo, pero no podía hacer nada, alguien tenía que quedar de cebo para que todo funcione, dependía de ello y de la suerte, de los dioses.
Sin más Loto se ofreció, Elyn la miró con respeto, solo eso le pudo salir, pues mantenía una expresión de ligera preocupación mientras Kaladar intentaba adivinar sus destinos cual gitano.

— Entonces es mejor que seas tú quien arroja el carro, yo estaré con las chicas apenas salgan del burdel las escoltaré por los callejones de la ciudad como pueda... —


Elyn conocía más o menos la zona, no había andado por los callejones pero bien que con su instinto podía escoltarlas, confiaba en él lo suficiente como para poner su vida en sus manos y las ajenas también.

— Perfecto, entonces solo falta dar unos ultimos preparativos y esperar. —

Ahora llegaba el tiempo donde la ansiedad y la desesperación empezaban a mostrarse

Elyn estaba más ansiosa, más nerviosa que nunca antes, sentía bastantes sensaciones por todo su ser, sabía lo que se esperaba de ella, sabía que debía ayudarlas sin importar que. Ya de los nervios hasta por segundos se olvidó su parte del trabajo, "¡Claro! El carro, la explosión y luego alejarlas, fácil, fácil, fácil..." Repetía en su cabeza de diferentes formas su parte del plan a realizar mientras intentaba lucir calmada, no podía parecer nerviosa o las demás también lo estarían, causando pánico, no quería eso.

Decidió quedarse callada toda la conversación, no tenía nada que sumar allí excepto cuando Kaladar le habló.

━ Claro que no, estoy enfocada, tranquilo. ━ Obvio que le había mentido hasta a Kaladar, ¡Claro que estaba nerviosa y para nada tranquila! Pero no había mentido sobre lo de enfocada, estaba muy concentrada, tanto como un gato lo estaría al mirar a su presa.
━ Bien, nos estaremos viendo en ese caso, no creo que te sea muy difícil buscar una mujer-bestia felina como yo por la ciudad. ━ Le sonrió disimuladamente para luego desviar la mirada. ━ Suerte. ━ Agregó a lo último.

Apenas Kaladar se fue, una de las chicas sin decir nada le entregó sus ropas a Elyn, las que había dejado escondidas, al parecer alguien las había encontrado primero que ella, suerte que era una de las chicas en las que podía confiar, o al menos eso suponía.
Le agradeció con un asentir y luego una sonrisa, para tomar aquellos ropajes y cambiarse allí mismo, no tenía porque tener vergüenza con ellas, o eso pensaba, aunque un leve rubor se dejó ver en sus mejillas.

━ Apenas escuchen la distracción, una explosión, conmoción, lo que sea, se dirigen a la puerta y corren por el callejón principal, al verme quedense calladas y síganme al trote, que nadie diga nada a menos que sea necesario, ¿Entendido? ━


Les había indicado a las chicas más o menos la ruta que planeó improvisada en su cabeza y luego había salido a donde se encontraba el carro.
Espero más o menos cinco minutos, los minutos necesarios para tomar valía, armar una pequeña bomba molotov y calmarse, le tomó un buen suspiro hasta que puso sus manos en aquel pesado carro cargado de alcohol, lo apuntó a un costado del burdel por un estrecho callejón que no era el principal, era el que se encontraba en el costado y que se encontraba con el burdel y con el principal en la encrucijada, esta sería su calle temporalmente de carrera para así con una molotov improvisada y un cerillo preparados en su cintura atados al cinto, empezó a empujar hasta que le dejó el envión.

Finalmente trotó detrás hasta que el carro chocó de golpe con el burdel, y allí encendió el paño con el cerillo y arrojó dicha botella para causar una explosión que hasta a ella misma le sorprendió la magnitud, le dejó atontada por un segundo, ¡Pero no había tiempo que perder!
Empezó a correr por el costado para rodear la calle y llegar a la entrada del callejón principal, el que era un poco más grande.
Allí apenas llegó vio a las chicas correr como podían mientras los hombres distraídos miraban el fuego e iban a buscar agua a otros lugares cercanos, por suerte, ninguno era en dirección a donde estaban las prostitutas huyendo.

Les miró con una sonrisa, algo que podía salir fácilmente tan mal había empezado bien, aunque aún quedaba lo peor, recorrer la ciudad con casi una decena de chicas a escondidas de guardias y matones.

━ ¡Perfecto! ¡Siganme! ━

Y apenas musitó ello empezó a correr por las calles menos transitadas para rápidamente meterse entre callejones, ella iba adelante, asomándose por las paredes para ver delante de ellas, y todo marchaba bien, hasta que empezó a encontrarse con matones corriendo que les buscaban, inevitablemente iban a encontrarse con un grupo.

Y así fue, en una vuelta a un callejón estando apresurada y sintiendo la presión de la persecución, por nervios, en vez de asomarse dobló directamente, encontrándose con dos tipos de frente a un par de tipos bastante grandes, uno con una daga y el otro con un garrote atados a sus cinturas.

Elyn fingió ser tan solo alguien que pasaba por allí y así, hizo una seña a las chicas para que no le siguieran, aunque tarde, una de las chicas empujó a una, y esa a la otra efectuando un dominó que hizo que la que iba detrás de Elyn se asomara y sin tardar, ambos matones desenfundaron sus armas al igual que Elyn quien les miró de manera seria y desafiante.

Eran tres matones los que tenía en frente, no parecían ser muy fuertes, más bien parecían ser los típicos borrachos maleantes que uno se encontraría en las posadas y tabernas junto a los callejones de estas, aunque Elyn no estaba segura sí podía contra los tres, al menos no sin un algún plan, estrategia u táctica que le ayude.

No tenía otra opción que pelear, era evidente que sí corrían iban a alcanzar a alguna de las chicas cuales asumió que no correrían a vasta velocidad. Aún así, estaba preparada, con espada en mano los miró fijamente con seriedad y concentración digna de una felina para luego de un segundo, ser ella quien ataque primero.

Era un callejón, no era un lugar muy espacioso, al menos no ese, y eso le jugaba a favor, no podrían hacer movimientos muy espaciosos o se golpearían entre ellos o a la pared, eso le venía bien para ella quien llevaba una espada corta y era una sola.
Empezó a cargar hacia ellos con dicha espada, todo para poner a las chicas detrás de ella sin dejarles avanzar, y cuando estuvo a un metro de distancia se puso en guardia, esperaría algún error de los matones primero.

Y así fue, con precipitación uno de ellos intentó dar un corte hacia adelante, fue ahí cuando Elyn como sí hiciera esgrima de pequeña apoyó su espada en el filo ajeno y la movió a un costado para dejarla caer, y luego con el mismo movimiento le pegó en la mandíbula con el pomo de la empuñadura. Para su suerte, había caído noqueado a primeras, ahora tan solo faltaba uno, uno que en su costado no dudó en atacarle, con un movimiento de lateral.
Con sus reflejos a mil, flexionó sus rodillas mientras con un leve salto impulsándose con su pie derecho se movió hacia adelante logrando esquivar por un par de centímetros aquel garrote
Aprovechando su velocidad y agilidad fue allí cuando se dió media vuelta y se abalanzó sobre aquel tipo, con aspecto descuidado y olor a alcohol como a no mugre.

━ Ugh... Te ibas a dar un baño con la recompensa, me imagino. ━

Musitó encima de él con el filo de la espada apoyada en su cuello, amenazando con cortarle la yugular el tipo rápidamente entendió  y dejo caer el garrote que llevaba.

Y ahora le miró casi pidiendo perdón, el hombre no entendió porque, hasta que vio el brazo diestro de Elyn moverse, y pum, un fuerte golpe en la mandíbula le dejaría durmiendo por un buen rato.

La albina se levantó rápidamente, miró a su alrededor y luego a las chicas a quien les asintió y le correspondieron agradecidas, casi sin creerse que una pequeña mujer como Elyn podría llevarse fácilmente a dos tipos, aunque lo más difícil fue claro, noquearlos antes que asesinarlos.

━ Sigamos, sigamos. . . ¿Kaladar estará bien? ━

Pensó en voz alta mientras nuevamente retomó camino por los callejones, la cantidad de guardias por las calles que parecían buscarles parecía incrementar y ni hablar de los matones que aquel viejo seguramente había contratado, pues se veían pequeños grupos de gente con aspecto deplorable y bandida patrullando los callejones y los barrios bajos a los que la guardia no se metía mucho.
Para suerte de Elyn, que sabía moverse silenciosamente (Aunque no con un grupo tan grande) les fue guiando evitando a las patrullas, apenas iba en mitad de camino y les estaba tomando ya mucho tiempo, el llevar chicas que llamaban la atención de cualquiera que vea no le ayudaba en lo más mínimo.

Habían pasado de estar de un extremo recóndito de la ciudad a poco a poco avanzar hacia el lado opuesto al puerto, hacia el camino que les llevaría a su libertad.
Entre el vasto laberinto que eran los callejones de esa enorme ciudad Elyn lideraba el paso de las jovenzuelas que poco a poco le seguían con terror, con ansiedad, desesperación, felicidad, miedo, y un sin fin de sensaciones que claramente destacaría en cada una distintiva de la otra.
Pero a Elyn de momento solo la domaba su concentración, no podía cagarla, no debía cagarla, estaba atenta a sus alrededores como felina cazando una presa aún no enterada de su presencia. Sus orejas se movían en busca de pasos, de sonidos y así fue como rápidamente mientras cruzaban un callejón la albina les hizo apresurar con gestos y susurros, para ser luego ella quien se colocase al costado de esa pared con las demás a un par de metros expectantes de los pasos acercándose rápidamente.

Al asomarse una silueta Elyn ni lo pensó, con la espada en mano se la apoyó en la yugular a la par que con la mano libre, su zurda le tomaba del pecho y lo apoyaba contra esa misma pared contra la que había tomado cobertura hacía unos momentos.
Sus ojos se abrieron un poco más al ver de quien se trataba. ━ Quien diría que por primera vez alguien iba a estar feliz de verte. ━
Bromeó para luego sus orejas gatunas moverse suavemente, eran pasos de armaduras patrullando las calles, escuchaba los sonidos del acero golpearse entre sí, parecía que la guardia poco a poco se iba organizando para darles caza, debían ser mucho más cuidadosos ahora, además de tener a una mafia buscándoles también tenían al lado legal.

━ Umfh... No perdamos tiempo con tus chistes sin sentido porfavor, apresurémonos. ━ Dijo la albina sin siquiera dejarle hablar, estaba ansiosa, se le notaba así, quería sacarlas de la ciudad rápidamente y fue así como Elyn se empezó a dirigir a la vanguardia del grupo a medida que miraba a sus lados, claramente se sentía acechada, y se veía en sus orejas moviéndose cada tantos segundos, captando diferentes sonidos e intentando descifrarlos para alertarse por sí había peligro.

Elyn en la adrenalina y otros pensamientos invadiendo su mente se había olvidado por completo de Loto, sus orejas se pararon suavemente al oír aquel nombre, empezando a caminar por los costados de aquel vacío, oscuro y peligroso pasillo.

Su mirada por suerte siempre estaba atenta, al igual que sus oídos, bien que escuchar las palabras de Kaladar con esas nuevas malas noticias le provocó un doler, pero no importaba, nada había cambiado, tan solo se les había cruzado un obstáculo prácticamente ya habían saltado.

Elyn estaba casi segura que había una o más prostitutas entre ellas que podrían traicionarles, pero aún así saber que les habían jugado por detrás le dolía un poco, sobre todo por el egoísmo que aquella persona, Loto, podía llegar a tener.

No dijo nada en toda la conversación, prefirió guardarse los comentarios y tan solo escuchar para poner toda su atención en el camino, estaba actuando de alarma con su olfato y sus orejas en busca de más guardias y matones. Para su suerte, no se habían cruzado a ninguno en ese pequeño lapso de tiempo.

Cuando Kaladar se marchó, Elyn no supo bien que haría, le pareció escuchar las palabras "volar, mansión y ricachón" entre el sonido seco de los pasos para así deducir lo que pasaría, no sabía bien porque, ¿Qué ganaría él con eso? Sería mejor lidiar con el viejo de otra manera pero aún así lo respetó, no dijo nada y continuó haciendo de guía para las chicas, tan solo faltaba un pequeño tramo de camino, estaban cerca de una de las entradas de Lunargenta, lo difícil ahora sería pasar por allí, u el encontrar alguna otra salida, ¿Robar otro carro, esconderlas y salir como comerciante u viajera? Esa fue la solución momentánea que se le ocurrió.

Elyn miraba a los guardias atentamente, hacia donde miraban, como patrullaban la puerta y todas las actitudes que tenían a la hora de vigilar aquel lugar.
Y en su cabeza una pequeña idea para salir se dibujó, aunque iba a tardar, tendrían que hacerlo de a poco debido a la cantidad que eran.

━ Esperen aquí, veré que puedo conseguir para pasar. . . ━

Musitó intentando calmarlas, dejándolas en un callejón oscuro apenas a unos ochenta metros de aquella entrada, o más bien por ahora salida. Por su parte fue a buscar algo que robar de los costados de los negocios que allí había, cualquier cosa que les haría pasar desapercibidas. Vió un carro a un costado de lo que parecía ser una tienda de semillas y verduras, ella aprovechó y haciéndose la tonta tomó el carro y lo llevó devuelta a la entrada de aquel callejón.

Los minutos en lo que tardó fueron largos, exhaustivos y ansiosos, se les veía en la cara el alegrarse que a la gata no le había pasado nada, quizá para su conveniencia o porque se preocupaban por ella, pero más bien seguro era la primera, eso pensaba la albina.

━ Perfecto, hagan espacio atrás, suban junto a la poca carga que hay y túmbense en el suelo. ━

Las miradas que le dedicaron fueron de extrañarse se miraron las unas a las otras y luego a Elyn hasta que suspiró y sacó una enorme manta sucia y polvorienta de el suelo del carro en la parte de atrás, probablemente se usaba para tapar las mercancías.

━ Sólo háganlo, pasaremos así, no revisarían las mercancías, creo. ━

Una a una fueron subiendo y haciéndose espacio, finalmente quedaron en una posición todas incómodas, unas encimadas con las otras, apenas teniendo espacio y chocándose, pero no importaba, eso pasaría rápido, solo tenían una oportunidad y tenía que ser ahora, no tenían donde hospedarse ni donde esconder a tantas personas.

━ Quietas y calladas, las sacaré en nada. ━

Musitó mientras comenzó a poner en marcha el carro hacia la salida, ya teniendo la atención de los guardias apenas metros antes de llegar, ahora solo faltaba pasar desapercibida y ya estaría fuera...

A metros de la entrada los guardias le dieron la señal de alto a la gata quien había escondido sus orejas y parte de su cabello con la capucha de su atuendo, hizo lo propio con el pantalón, pues escondió su cola dentro, se sentía incómodo, pero al menos así pasaría un poco desapercibida.

Se quedó mirando con una sonrisa fría al guardia, fría por el sin fin de emociones que recorrían su mente, sobre todo un poco de miedo y nerviosismo al que harán en caso de que la descubran.

━ ¿Qué traes en el carro? ━ Preguntó el guardia.

━ ¡Solo semillas, cosas de agricultura y utensilios de esa índole! ━ Respondió Elyn un poco ansiosa mientras se le quedaba mirando, este mientras tanto iba mirando a sus costados el carro y luego miró detrás de este las mercancías tapadas con aquella manta sucia.

━ Sí tanto le interesa tener una huerta en su hogar puedo conseguirle un descuento en la tienda para la que trabajo. ━

Intentando que saque sus atenciones de la manta solo miró vagamente y negó con su cabeza, serio y callado. Fue en ese mismo momento que un guardia mucho más joven y sudoroso, agitado y cansado se detuvo a su lado para así el mayor darle toda su atención mientras llamaba a otros dos guardias en la entrada.

━ ¡En l-la calle! ¡El terrorista! ¡Mucho fuego en la mansión! ━
Dijo agitadísimo apenas pudiendo formular palabras de la falta de aire, solo dijo lo importante y atrapando un poco de aire volvió al trote, trote al cual los otros le siguieron bien de cerca.
Dejaron la salida descuidada, por suerte se salvó con aquella distracción y sin decir nada Elyn continuó haciendo aquel caballo galopar hasta unos veinte metros fuera de Lunargenta.

Fue ahí donde se bajó del carro apresurada, levantó la manta tras ver que los pocos soldados que quedaban no les mirasen y llamó a una de las chicas con las que había entablado conversación primeramente, Sophia.

━ Escucha Sophi, yo volveré a ver sí aquel charlatán sigue vivo, mientras tanto, solo sigue el camino hasta el pueblo más cercano. Allí les recomiendo que se separen y continúen con sus vidas, es todo lo que puedo hacer por ustedes. ━ Le sonrió y la ayudó a bajar, se le veía bien, algo nerviosa por toda la situación pero con la expresión de que se había sacado una gran carga de encima.
━ ¡Gracias, gracias! Ah y... ━
━ ¡Toma! ━ Interrumpió una de las chicas más cercana a la parte trasera del carro, les dió dos bolsas llenas de monedas. ━ Son ahorros que ibamos a utilizar para escapar, pero creo que esa parte ya está cubierta gracias a ustedes. . . Muchas gracias. ━
Elyn tomó ambas bolsas y las ató a su cinturón con fuerza, sin más les dedicó una sonrisa y habló.
━ Suerte en el camino. ━ Para al segundo empezar a trotar algo apresurada hacia Lunargenta, y de ahí en la dirección a la que había visto a los guardias correr.[/color]