Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Página 2 de 2. • Comparte
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Las cuerdas comenzaban a sonar de nuevo, esta vez en una melodía bastante disonante a la vez que rítmica. Simulaba el peligro que se cernía sobre el viejo hechicero arcano y claro, este pudo sentir el peligro. —Pobre Ludwig... La señora ha decidido deshacerse de todos nosotros, incluyendo a los intrusos —Su voz parecía tratar seguir el ritmo mientras recostaba su espalda en el marco de la puerta—. Ven, te contaré mi plan. De todas formas, será el último conocimiento que desveles mi estimado señor arcano.
Al parecer el grupo de turno era bastante temerario, o cada uno tenía preocupaciones mayores. Steve no tuvo tiempo de reaccionar, pero para su fortuna las ilusiones que tenía tras suyo desaparecieron. Aquello según él solo podía significar una cosa, y era que los maestros estaban realmente molestos. Se atrevía a pensar que llevaban un duelo a muerte cada uno de ellos. Salvo la señora, ella era la única que siempre se divertía.
—Ya no hay forma de revertir el hechizo —Tragó saliva nuevamente y añade—: Su creador ha muerto.
El joven mira al primero en tomar el viejo libro, sabía de la fascinación que tenía Ludwig por las bestias, casi tan enfermiza como el de la señora. Solo por eso se había mantenido con vida, hasta ahora. Su apreciación del grupo, la intervención del niño y la desaparición de las ilusiones sin duda logran calmarlo en cierta medida. Procede a tomar su daga con cautela y la guarda, aunque aún no sabe si es conveniente revelar toda la verdad de golpe.
Mientras tanto, el ceño de Ragabash se mostraba fruncido a más no poder. Su mente estaba centrada en encontrar alguna pista de su “otro yo”. De momento sin embargo, solo tenía un maldito libro polvoriento que había causado todo aquello.
La actitud de la amante de Ahroun de poco servía, a pesar de ser natural. La del cachorro exasperante ayudaba mucho menos. Ragabash solo tenía claro que ya no importaba buscar culpables, después de todo estaba tomando aquella faceta de hermano mayor bastante en serio.
—Tendremos que acabar con cada uno si se cruzan, mientras encontramos al cachorro —Concluyó con un tono mucho menos amenazante al inicial, pero solo en apariencia. Si bien sonaba más calmado, estaba haciendo un esfuerzo enorme por guardar su irá natural. En cierta parte, esta se la adjudicaba a la bestia, pero ahora ni la bestia ni el cachorro estaban.
A diferencia de Ahroun, Ragabash contaba con una gran gama de recuerdos de este, así como su manera de pensar y asimilar las cosas. No era lo mismo sin este presente, pero algo ayudaba. Eran pocos los recuerdos y las oportunidades que el cachorro había tenido de aislarlo, por lo que podía usar parte de su experiencia para salir de esta. —Si se llevo a la bestia se meterá en problemas, no sabe como controlarla o mejor dicho, apaciguarla —Añade cuando logra escuchar unos pasos acercándose a las escaleras por donde habían bajado.
—Se ha convertido en un títere, hay más peligros en la mansión como dices —Para casi todos en ese lugar, la voz sonó bastante familiar—. Esta claro lo que buscaba el cachorro, pero su ambición era más de lo que podía abarcar. Ahora no podemos hacer nada por él.
El viejo lobo que los había recibido se mantenía al inicio de la escalera, por la parte superior mientras los miraba. Su rostros al igual que el de Ragabash mostraban lo serio que se había tornado el asunto.
—Muy bien viejo, comete los detalles —Escupe un Ragabash bastante cabreado—. Acabaremos primero con lo que nos impida llegar al cachorro.
Ante esto el viejo Robert suelta un gesto de reproche, pues entendía mejor que cada uno la odisea que se les presentaba si querían salir con vida de aquella condenada mansión. Lugar que lo había mantenido como prisionero durante tanto tiempo. Sin duda su bestia interna era la que más deseaba escapar cuanto antes.
—Lo primero son sus compañeros —Responde apuntando al joven Steve y añade—: Más de alguno creerá que su vida puede ser útil y es su boleto para continuar.
«Yo estoy de manos cruzadas, pero el chico será listo. No tiene de otra, el los ayudará mientras yo me encargo de otros asuntos —Y con esto Robert se larga antes de que pudieran seguir su rastro.
El cabreado Ragabash, asqueado de no poder contar con las cualidades raciales a las que tanto estaba acostumbrado, toma por los hombres al joven y lo levanta. Acto seguido lo empuja al frente, para ser más preciso, a los píes de la escalera.
—Bien cachorro, guianos y como se te ocurra algo en nuestra contra te mato —Amenazó con profunda seriedad para luego volver la vista a Aradia—. No espero nada del resto, pero si queremos recuperar a Ahroun, no nos queda de otra.
Por otra parte, Steve a penas tenía tiempo para pensar con claridad o seriedad. Se había visto envuelto en un buen embrollo. La tranquilidad que le había hecho sentir el menor del grupo se había escabullido entre las sombras, como si hubiese sido un espejismo bastante efímero. Literalmente se podía decir que el joven había quedado entre la espada y la pared. Empero era de esperarse, después de todo debió haber ido al Heckshold para aprender como le recomendaron sus padres. Ahora estaba pagando las consecuencias por un aprendizaje poco formal y ortodoxo.
—V-vale, vale... Basta de amenazas, por favor —Titubeo el temeroso joven—. Lo primero como dijo Roberts son mis ex-compañeros. Uno a uno será más fácil. Ellos manejan mi hechizo con las armaduras bastante mejor, tienen más habilidades.
«Según los planes, Tom debería ser el primero. Subiendo al segundo piso. Es un elemental con bastantes habilidades y seguro contará con algunas conjuraciones —Termina de hablar bastante preocupado. Sabía que sus compañeros no le perdonarían la traición, ni mucho menos los intrusos.
Ragabash bufó molesto ante la cháchara del mocoso y sin esperar a nadie comenzó a caminar hacía las escaleras. Llegando al piso inicial no tendría mucha dificultad suponía, además el trayecto a la escalera superior había alcanzado a ver que no era mucho. Si caminaba rápido llegaría en menos de cinco minutos o quizás al mismo tiempo, tomando en cuenta que no calculaba las dimensiones de la mansión y claro, esto poco le interesaba.
Como era de esperarse, tuvo que detenerse a los píes de la escalera que daba el segundo piso. La razón fue simple, una cortina de viento que claramente apago todas las velas. Eso y una fuerte corriente que haría la marcha más pesada, pero no imposible. —¡Malditos brujos! —Exclamó con evidente molestia. No tenía estrategias para eso, por lo que prefirió esperar si los elfos decidían ir con él y si tenían algo en mente.
-¿¿¿1???
-¿¿¿2???
-Robert (lobo anciano)
-Steve (brujo acompañante)
Ludwig ha muerto, por lo que el color de su dialogo pasa a otro pj misterioso, por ahora. Robert ha ido por cuenta propia, aparecerá de nuevo más adelante.
Zero quedará de último, por si decide terminar sus temas. En caso de no hacerlo ya tengo su permiso para seguir usándolo como pnj, no lo tenía planeado para esta ronda así que será para la siguiente.
(…)
Al parecer el grupo de turno era bastante temerario, o cada uno tenía preocupaciones mayores. Steve no tuvo tiempo de reaccionar, pero para su fortuna las ilusiones que tenía tras suyo desaparecieron. Aquello según él solo podía significar una cosa, y era que los maestros estaban realmente molestos. Se atrevía a pensar que llevaban un duelo a muerte cada uno de ellos. Salvo la señora, ella era la única que siempre se divertía.
—Ya no hay forma de revertir el hechizo —Tragó saliva nuevamente y añade—: Su creador ha muerto.
El joven mira al primero en tomar el viejo libro, sabía de la fascinación que tenía Ludwig por las bestias, casi tan enfermiza como el de la señora. Solo por eso se había mantenido con vida, hasta ahora. Su apreciación del grupo, la intervención del niño y la desaparición de las ilusiones sin duda logran calmarlo en cierta medida. Procede a tomar su daga con cautela y la guarda, aunque aún no sabe si es conveniente revelar toda la verdad de golpe.
Mientras tanto, el ceño de Ragabash se mostraba fruncido a más no poder. Su mente estaba centrada en encontrar alguna pista de su “otro yo”. De momento sin embargo, solo tenía un maldito libro polvoriento que había causado todo aquello.
La actitud de la amante de Ahroun de poco servía, a pesar de ser natural. La del cachorro exasperante ayudaba mucho menos. Ragabash solo tenía claro que ya no importaba buscar culpables, después de todo estaba tomando aquella faceta de hermano mayor bastante en serio.
—Tendremos que acabar con cada uno si se cruzan, mientras encontramos al cachorro —Concluyó con un tono mucho menos amenazante al inicial, pero solo en apariencia. Si bien sonaba más calmado, estaba haciendo un esfuerzo enorme por guardar su irá natural. En cierta parte, esta se la adjudicaba a la bestia, pero ahora ni la bestia ni el cachorro estaban.
A diferencia de Ahroun, Ragabash contaba con una gran gama de recuerdos de este, así como su manera de pensar y asimilar las cosas. No era lo mismo sin este presente, pero algo ayudaba. Eran pocos los recuerdos y las oportunidades que el cachorro había tenido de aislarlo, por lo que podía usar parte de su experiencia para salir de esta. —Si se llevo a la bestia se meterá en problemas, no sabe como controlarla o mejor dicho, apaciguarla —Añade cuando logra escuchar unos pasos acercándose a las escaleras por donde habían bajado.
—Se ha convertido en un títere, hay más peligros en la mansión como dices —Para casi todos en ese lugar, la voz sonó bastante familiar—. Esta claro lo que buscaba el cachorro, pero su ambición era más de lo que podía abarcar. Ahora no podemos hacer nada por él.
El viejo lobo que los había recibido se mantenía al inicio de la escalera, por la parte superior mientras los miraba. Su rostros al igual que el de Ragabash mostraban lo serio que se había tornado el asunto.
—Muy bien viejo, comete los detalles —Escupe un Ragabash bastante cabreado—. Acabaremos primero con lo que nos impida llegar al cachorro.
Ante esto el viejo Robert suelta un gesto de reproche, pues entendía mejor que cada uno la odisea que se les presentaba si querían salir con vida de aquella condenada mansión. Lugar que lo había mantenido como prisionero durante tanto tiempo. Sin duda su bestia interna era la que más deseaba escapar cuanto antes.
—Lo primero son sus compañeros —Responde apuntando al joven Steve y añade—: Más de alguno creerá que su vida puede ser útil y es su boleto para continuar.
«Yo estoy de manos cruzadas, pero el chico será listo. No tiene de otra, el los ayudará mientras yo me encargo de otros asuntos —Y con esto Robert se larga antes de que pudieran seguir su rastro.
El cabreado Ragabash, asqueado de no poder contar con las cualidades raciales a las que tanto estaba acostumbrado, toma por los hombres al joven y lo levanta. Acto seguido lo empuja al frente, para ser más preciso, a los píes de la escalera.
—Bien cachorro, guianos y como se te ocurra algo en nuestra contra te mato —Amenazó con profunda seriedad para luego volver la vista a Aradia—. No espero nada del resto, pero si queremos recuperar a Ahroun, no nos queda de otra.
Por otra parte, Steve a penas tenía tiempo para pensar con claridad o seriedad. Se había visto envuelto en un buen embrollo. La tranquilidad que le había hecho sentir el menor del grupo se había escabullido entre las sombras, como si hubiese sido un espejismo bastante efímero. Literalmente se podía decir que el joven había quedado entre la espada y la pared. Empero era de esperarse, después de todo debió haber ido al Heckshold para aprender como le recomendaron sus padres. Ahora estaba pagando las consecuencias por un aprendizaje poco formal y ortodoxo.
—V-vale, vale... Basta de amenazas, por favor —Titubeo el temeroso joven—. Lo primero como dijo Roberts son mis ex-compañeros. Uno a uno será más fácil. Ellos manejan mi hechizo con las armaduras bastante mejor, tienen más habilidades.
«Según los planes, Tom debería ser el primero. Subiendo al segundo piso. Es un elemental con bastantes habilidades y seguro contará con algunas conjuraciones —Termina de hablar bastante preocupado. Sabía que sus compañeros no le perdonarían la traición, ni mucho menos los intrusos.
Ragabash bufó molesto ante la cháchara del mocoso y sin esperar a nadie comenzó a caminar hacía las escaleras. Llegando al piso inicial no tendría mucha dificultad suponía, además el trayecto a la escalera superior había alcanzado a ver que no era mucho. Si caminaba rápido llegaría en menos de cinco minutos o quizás al mismo tiempo, tomando en cuenta que no calculaba las dimensiones de la mansión y claro, esto poco le interesaba.
Como era de esperarse, tuvo que detenerse a los píes de la escalera que daba el segundo piso. La razón fue simple, una cortina de viento que claramente apago todas las velas. Eso y una fuerte corriente que haría la marcha más pesada, pero no imposible. —¡Malditos brujos! —Exclamó con evidente molestia. No tenía estrategias para eso, por lo que prefirió esperar si los elfos decidían ir con él y si tenían algo en mente.
Off:
-¿¿¿1???
-¿¿¿2???
-Robert (lobo anciano)
-Steve (brujo acompañante)
Ludwig ha muerto, por lo que el color de su dialogo pasa a otro pj misterioso, por ahora. Robert ha ido por cuenta propia, aparecerá de nuevo más adelante.
Zero quedará de último, por si decide terminar sus temas. En caso de no hacerlo ya tengo su permiso para seguir usándolo como pnj, no lo tenía planeado para esta ronda así que será para la siguiente.
Ahroun
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 105
Nivel de PJ : : 0
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Muy bien, Aradia casi había ignorado las ilusiones de esas manos, el shock de lo sucedido era como ver una de esas visiones, real y a la vez algo que no estaba ahí. Vaya lo que curtía el tener pesadillas. Junto las manos como si rezara y pego los índices en sus labios mientras sopesaba la información dada. Ella siempre había pensado que muerto el canalizador, se acababa el hechizo, aunque, no era aplicable a todo y la situación ahora lo demostraba con creces.
-El problema no es que estén separados, si no el ¿a dónde diablos se fue? Ese es el verdadero quid.- Sentencio la elfa, miro al chiquillo y se presionó el puente de la nariz, brujos de nuevo. Que no podían ser… ¿normales? Claro que lo eran, para su raza en general.-Si tu estas acá y no puedes convertirte, eso es lo más seguro.
Se cayó de inmediato y vio a su hermano mientras el anciano les daba algunas guías y de inmediato tras señalar al brujo lo cogió del cogote tras el empuje de… el señor sombrío por el momento; sin ninguna clase de delicadeza, algo realmente extraño a cualquiera que la conociera pues siempre tendía a ser sumamente maternal con los niños o los mas jóvenes. Pero este brujito le recordaba algunos malos tragos que eran la misma situación, un mocoso que para colmo era un brujo y que solo le confirmaban lo que se decía de ellos entre los elfos. –Tú lo dijiste yo lo estaba pensando. –Musito la elfa en referencia a los brujos.- Hermano creo que estamos en un embrollo, ¿nos ayudas a buscar a la otra mitad de mi novio?
Seguía sujetando al mocoso, y el sombrío se había adelantado sin siquiera pensarla. Exhalo un suspiro, y fue como indicaban al segundo piso y como el primero se detuvo. La ráfaga era fuerte se alejó un par de pasos, soltando al mocoso y suspirando mientras desenvainaba la cadena sus manos se iluminaron e imbuyeron en su arma un halo de luz.-Yo cortare la ráfaga ustedes busquen el origen y deténganlo. Por cierto aléjense.
Espero a que mínimo en eso le hicieran caso cuando comenzó a girar la cadena desde el centro haciendo dos aspas y entrar en la corriente, al ser más fuerte sentía la resistencia, espero unos momentos hasta que cogió el ritmo adecuado y se escuchó como el acero cortaba el viento mientras parecía una capa de luz que mínimo iluminaba ahí donde pisaba, concentrándose en cada paso.
Off:
Uso de habilidad nivel 1
Habilidad de nivel 1:
Proyección Boreal
(Mantenida) El personaje recubre su arma con un aura de luz capaz de dañar al enemigo. El aura puede hasta causar graves quemaduras desarrollado a niveles altos.
Duración: 3 turnos.
-El problema no es que estén separados, si no el ¿a dónde diablos se fue? Ese es el verdadero quid.- Sentencio la elfa, miro al chiquillo y se presionó el puente de la nariz, brujos de nuevo. Que no podían ser… ¿normales? Claro que lo eran, para su raza en general.-Si tu estas acá y no puedes convertirte, eso es lo más seguro.
Se cayó de inmediato y vio a su hermano mientras el anciano les daba algunas guías y de inmediato tras señalar al brujo lo cogió del cogote tras el empuje de… el señor sombrío por el momento; sin ninguna clase de delicadeza, algo realmente extraño a cualquiera que la conociera pues siempre tendía a ser sumamente maternal con los niños o los mas jóvenes. Pero este brujito le recordaba algunos malos tragos que eran la misma situación, un mocoso que para colmo era un brujo y que solo le confirmaban lo que se decía de ellos entre los elfos. –Tú lo dijiste yo lo estaba pensando. –Musito la elfa en referencia a los brujos.- Hermano creo que estamos en un embrollo, ¿nos ayudas a buscar a la otra mitad de mi novio?
Seguía sujetando al mocoso, y el sombrío se había adelantado sin siquiera pensarla. Exhalo un suspiro, y fue como indicaban al segundo piso y como el primero se detuvo. La ráfaga era fuerte se alejó un par de pasos, soltando al mocoso y suspirando mientras desenvainaba la cadena sus manos se iluminaron e imbuyeron en su arma un halo de luz.-Yo cortare la ráfaga ustedes busquen el origen y deténganlo. Por cierto aléjense.
Espero a que mínimo en eso le hicieran caso cuando comenzó a girar la cadena desde el centro haciendo dos aspas y entrar en la corriente, al ser más fuerte sentía la resistencia, espero unos momentos hasta que cogió el ritmo adecuado y se escuchó como el acero cortaba el viento mientras parecía una capa de luz que mínimo iluminaba ahí donde pisaba, concentrándose en cada paso.
Off:
Uso de habilidad nivel 1
Habilidad de nivel 1:
Proyección Boreal
(Mantenida) El personaje recubre su arma con un aura de luz capaz de dañar al enemigo. El aura puede hasta causar graves quemaduras desarrollado a niveles altos.
Duración: 3 turnos.
Aradia Hazelmere
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 2
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
-Yo solo quería un lugar lindo donde dormir, nada de esto es de mi incumbencia....- comento el elfo desligándose de la responsabilidad de todo lo que había ocurrido y en respuesta a las palabras del joven brujo, la verdad toda aquella situación pasaba de el, aparecían nuevos individuos, cada uno mas aburrido que el anterior, que el novio no era el novio, que las manipulaciones que bla bla bla.
El elfo ya se estaba arrepintiendo de haberlos acompañado, ante la pregunta de su hermana el elfo respondió -se fue, asúmelo de una vez y sigue con tu vida, probablemente es lo mejor- dijo mientras se encogía de hombros, aquello sin lugar a dudas no era su problema, cuando vio a su hermana redirigir su molestia hacia el pobre joven asustadizo comprendió el mal ejemplo que este supuesto novio suponía para ella, cuando le pidió su ayuda el Zelas se comporto como solo Zelas lo haría, -200 aeros, aquí y ahora, tu novio no es nada mio, no me ha dado motivos para ayudarlo por voluntad propia, y definitivamente preferiría que no apareciera mas, es obvio que no me agrada, sin embargo eres mi hermana por eso te hice un descuento- acto seguido guardo sus manos en sus bolsillos mientras esperaba la respuesta de ella, a pesar de verla realizar acciones, no planeaba ayudar en lo mas mínimo si no tenia un motivo real como el dinero, ya que el anciano novio de su hermana no le simpatizaba para nada.
El elfo ya se estaba arrepintiendo de haberlos acompañado, ante la pregunta de su hermana el elfo respondió -se fue, asúmelo de una vez y sigue con tu vida, probablemente es lo mejor- dijo mientras se encogía de hombros, aquello sin lugar a dudas no era su problema, cuando vio a su hermana redirigir su molestia hacia el pobre joven asustadizo comprendió el mal ejemplo que este supuesto novio suponía para ella, cuando le pidió su ayuda el Zelas se comporto como solo Zelas lo haría, -200 aeros, aquí y ahora, tu novio no es nada mio, no me ha dado motivos para ayudarlo por voluntad propia, y definitivamente preferiría que no apareciera mas, es obvio que no me agrada, sin embargo eres mi hermana por eso te hice un descuento- acto seguido guardo sus manos en sus bolsillos mientras esperaba la respuesta de ella, a pesar de verla realizar acciones, no planeaba ayudar en lo mas mínimo si no tenia un motivo real como el dinero, ya que el anciano novio de su hermana no le simpatizaba para nada.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 780
Nivel de PJ : : 6
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
A estas alturas del partido, Ragabash se habría transformado y se hubiese llevado por delante a cualquiera que podía, pero la bestia se había ido. Tendría que aprender por la fuerza a emplear su forma humana, de la cual en pelea solo tenía los recuerdos de Ahroun. La situación era complicada, pues contra la magia no tenía ningún tipo de artilugio o estrategia que pudiese servir.
Sin embargo y para su sorpresa, Aradia esta vez fue la única del grupo que ayudo. Ragabash sin pensarlo dos veces corrió por detrás de la cadena. El muro de viento no frenaba el avance, solo lo ralentizaba aunque gracias a la ayuda de la elfa, esta reducción de movimiento ya no era la gran cosa.
Llegando a la parte superior de la escalera, pudo ver a un brujo de apariencia similar a la del joven Steve. La diferencia estaba en la clara y aparente mayor experiencia. Una daga atravesó el aíre, pero la forma humana del ahora salvaje humano, no reaccionó como lo haría en condiciones normales. Si bien vio venir el objeto arrojadizo, sus reflejos ya no eran los mismos, por lo que esta se clavó en su hombro.
Una sonrisa macabra se dibujo en el rostro de Ragabsh, seguía siendo un lunático suicida después de todo y su desventaja actual solo hacía más interesante el asunto. Aún conocía bien el miedo en el oponente y podía verlo. Se lanzó hacía este aprovechando su punto débil y de una patada en la espalda lo aventó escalera abajo. El siguiente en ayudar fue el pequeño aumentado que les seguía, aunque en silencio.
Un golpe doble en el rostro tras un salto, apoyándose en su reactor caronte fue suficiente para demostrar su fuerza superior a la de cualquier humano. El brujo había quedado inconsciente y Ragabash tuvo tiempo suficiente para escuchar la conversación entre ambos elfos.
El dolor en la mano del brujo “rehén” se hizo latente cuando se dibujaban unas runas en su mano, como si fueran tatuajes. Estas entregaban un mensaje preocupante, no tanto por la muerte de dos antiguos camaradas, sino por revelar al posible responsable de esto.
—Alguien nos abre paso arriba, pero esto significa que deberemos enfrentarlo y solo hay una persona aparte del lobo anciano —Expresó de manera preocupada mientras se acercaba al pequeño aumentado, revelando las runas que iban desapareciendo en su mano.
—Si se matan entre ellos mejor para nosotros —Respondé Ragabash mientras se quita la daga, dejando ver como un chorro pequeño de sangre corría por su piel—. Aradia, dejalo ir. Esta claro que el cachorro y el brujo ese tienen más huevos.
Aquello podría interpretarse como provocación o no y claramente no le interesaba. Tampoco planeaba desembolsar dinero por ayuda que no quería. Realmente a ojos del lobo divido los únicos con real motivo para seguir ahí eran él mismo y la elfa.
Steve por su parte se quedo pensando, conociendo al enemigo sabía perfectamente que cualquier ayuda sería bienvenida por lo que saco una bolsa de sus bolsillos y algo tímido se acerco al elfo. No sabía si el resto tenía más dinero, pero claramente estaba comprando su pase para salir con vida de aquella. —No tengo más, pero necesitaremos ayuda —Le dice algo nervioso mientras extiende la bolsa con monedas.
—Brujos cobardes, como sea... Sigamos —Bufa molesto, esperando a que el equipo reanudará la marcha escaleras arriba.
El pasillo del piso superior era parecido al que habían visto abajo. Un tanto mejor cuidado, pero ahora más oscuro. De haber más luz podrían ver la clara diferencia al ser uno de los pocos lugares por el que aún transitaba gente. Otra diferencia palpable eran las muchas puertas que habían a ambos lados y una al final del pasillo que desde esa posición no alcanzaban a ver.
—Yo... —Dijo un tartamudo Steve al llegar escaleras arriba junto a los que hayan decidido seguir—. Ya no se por donde ir, pero quizás sea buena idea evitar las puertas laterales.
—El viejo hablo de un lago, apostaría que mi otra mitad está por ahí —Sugirió Ragabash. En realidad estaba cansado de enfrentarse a brujos débiles y quería rematar el asunto lo antes posible.
Lamento la demora, pero ya esta por fin.
Hora de decidir, plantee una serie de objetivos para esta trama y claro, esta el detalle dejado por Fehu. Los principales están claramente en el patio, pero los que aún están en la mansión podrían molestar más adelante. Creo que a estas alturas ya se puede entender cual es la salida más rápida, pero lo dejaré a criterio de ustedes.
Sin embargo y para su sorpresa, Aradia esta vez fue la única del grupo que ayudo. Ragabash sin pensarlo dos veces corrió por detrás de la cadena. El muro de viento no frenaba el avance, solo lo ralentizaba aunque gracias a la ayuda de la elfa, esta reducción de movimiento ya no era la gran cosa.
Llegando a la parte superior de la escalera, pudo ver a un brujo de apariencia similar a la del joven Steve. La diferencia estaba en la clara y aparente mayor experiencia. Una daga atravesó el aíre, pero la forma humana del ahora salvaje humano, no reaccionó como lo haría en condiciones normales. Si bien vio venir el objeto arrojadizo, sus reflejos ya no eran los mismos, por lo que esta se clavó en su hombro.
Una sonrisa macabra se dibujo en el rostro de Ragabsh, seguía siendo un lunático suicida después de todo y su desventaja actual solo hacía más interesante el asunto. Aún conocía bien el miedo en el oponente y podía verlo. Se lanzó hacía este aprovechando su punto débil y de una patada en la espalda lo aventó escalera abajo. El siguiente en ayudar fue el pequeño aumentado que les seguía, aunque en silencio.
Un golpe doble en el rostro tras un salto, apoyándose en su reactor caronte fue suficiente para demostrar su fuerza superior a la de cualquier humano. El brujo había quedado inconsciente y Ragabash tuvo tiempo suficiente para escuchar la conversación entre ambos elfos.
El dolor en la mano del brujo “rehén” se hizo latente cuando se dibujaban unas runas en su mano, como si fueran tatuajes. Estas entregaban un mensaje preocupante, no tanto por la muerte de dos antiguos camaradas, sino por revelar al posible responsable de esto.
—Alguien nos abre paso arriba, pero esto significa que deberemos enfrentarlo y solo hay una persona aparte del lobo anciano —Expresó de manera preocupada mientras se acercaba al pequeño aumentado, revelando las runas que iban desapareciendo en su mano.
—Si se matan entre ellos mejor para nosotros —Respondé Ragabash mientras se quita la daga, dejando ver como un chorro pequeño de sangre corría por su piel—. Aradia, dejalo ir. Esta claro que el cachorro y el brujo ese tienen más huevos.
Aquello podría interpretarse como provocación o no y claramente no le interesaba. Tampoco planeaba desembolsar dinero por ayuda que no quería. Realmente a ojos del lobo divido los únicos con real motivo para seguir ahí eran él mismo y la elfa.
Steve por su parte se quedo pensando, conociendo al enemigo sabía perfectamente que cualquier ayuda sería bienvenida por lo que saco una bolsa de sus bolsillos y algo tímido se acerco al elfo. No sabía si el resto tenía más dinero, pero claramente estaba comprando su pase para salir con vida de aquella. —No tengo más, pero necesitaremos ayuda —Le dice algo nervioso mientras extiende la bolsa con monedas.
—Brujos cobardes, como sea... Sigamos —Bufa molesto, esperando a que el equipo reanudará la marcha escaleras arriba.
El pasillo del piso superior era parecido al que habían visto abajo. Un tanto mejor cuidado, pero ahora más oscuro. De haber más luz podrían ver la clara diferencia al ser uno de los pocos lugares por el que aún transitaba gente. Otra diferencia palpable eran las muchas puertas que habían a ambos lados y una al final del pasillo que desde esa posición no alcanzaban a ver.
—Yo... —Dijo un tartamudo Steve al llegar escaleras arriba junto a los que hayan decidido seguir—. Ya no se por donde ir, pero quizás sea buena idea evitar las puertas laterales.
—El viejo hablo de un lago, apostaría que mi otra mitad está por ahí —Sugirió Ragabash. En realidad estaba cansado de enfrentarse a brujos débiles y quería rematar el asunto lo antes posible.
Off:
Lamento la demora, pero ya esta por fin.
Hora de decidir, plantee una serie de objetivos para esta trama y claro, esta el detalle dejado por Fehu. Los principales están claramente en el patio, pero los que aún están en la mansión podrían molestar más adelante. Creo que a estas alturas ya se puede entender cual es la salida más rápida, pero lo dejaré a criterio de ustedes.
Ahroun
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 105
Nivel de PJ : : 0
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
RESPIRA
RESPIRA
INHALA
EXHALA
INHALA
EXHALA
Esto se lo repetía una y otra vez Aradia mientras las cosas se sucedían a su alrededor. No por lo que hablaran o hicieran los demás, lo que hacía, el canalizar la luz en la cadena era algo nuevo, bueno relativamente, y si no se concentraba podía terminar golpeada con ella por la brisa. Agradecía la templanza que tenía en ese momento a un par de cosas, una su infusión de hierbas que religiosamente bebía cada alba, y dos la tranquilidad de ver a Zelas, de todos los que podía toparse, ver a su hermano mayor directo era calmante, este siembre iba a lo suyo y raras veces se metía con ella, a menos que fuera para hacerle bromas Y ciertamente era un modelo a seguir en cuanto a la idea de vivir lejos de la sombra de su numerosa y perfecta familia…
No prestaba mucha atención a lo que pasaba ni a lo que hablaban, el Señor Sombrío no evadió el cuchillo y realmente no le sorprendió, lo que le sorprendió es como el niño serio sin más dejaba inconsciente al otro brujo y podía por fin descansar un poco. Curiosamente en ese momento se sentía como la voz cantante y se sobo la cabeza para despejarse. Por primera vez en semanas se podía decir que sentía la cabeza lucida y miro con las cejas alzadas a su hermano. Aun así dejo que procediera el joven brujo a buscar una transacción con su hermano mientras se acercaba al doble de su pareja y suspirando extendió hacia este las manos tocando el hombro herido.
- Daoin’Teague’Feer Häun Ivae’ess Ten Anta Almarë Meldo Melda Es'Caerta Imbar- La cadena siguió iluminada mientras ella sanaba el cuerpo de su amado y el brillo en sus manos ofrecía cierta calidez hasta cerrarla, iba a dar alguna indicación pero ciertamente no la seguiría, y posiblemente era solo un reflejo de su crianza. Uso la cadena como una suerte de antorcha mirando el pasillo. Le parecía una pesadilla, una parte de ella quería abrir cada puerta, rebuscar, encontrar algo útil, aunque no fuera para esa aventura precisamente y otra le decía que salieran de ahí. El cansancio le comenzó a pegar y concordó con Zelas, la noche se le antojaba para descansar.
-Muy bien, la verdad es que no estaría tranquila si no nos acompañas -Saco los aeros que pedía aunque no evito ver que seguro saldría con más por mera iniciativa del brujo. No era por el dinero en sí, algo le decía que su hermano algo más tenía que decir y ciertamente era mejor tener un par de sanadores en el equipo. Especialmente si Ahroun como sospechaba el otro, estaba en su forma de licántropo.
-Vamos a ese lago entonces. Siempre nos dicen que no debemos tentar a la suerte en este día, nunca pensé que un mito tuviera repercusiones.. -Camino hacia su hermano y se sobo el cuello.-Zelas del viento, no te echaras atrás una vez con el pago en tus manos ¿verdad?- Le hizo un guiño y miro desconfiada al brujo y al otro chico, la forma sobrehumana con la que había acabado con el otro capucha le dio escalofríos, no había visto que tuviera un estilo berserker como Kosir contra el troll. Y el gesto impávido le daba escalofríos, como si le forzara a salir corriendo para perderlo de vista.
Off:
Uso de habilidad racial imposición de manos.
RESPIRA
INHALA
EXHALA
INHALA
EXHALA
Esto se lo repetía una y otra vez Aradia mientras las cosas se sucedían a su alrededor. No por lo que hablaran o hicieran los demás, lo que hacía, el canalizar la luz en la cadena era algo nuevo, bueno relativamente, y si no se concentraba podía terminar golpeada con ella por la brisa. Agradecía la templanza que tenía en ese momento a un par de cosas, una su infusión de hierbas que religiosamente bebía cada alba, y dos la tranquilidad de ver a Zelas, de todos los que podía toparse, ver a su hermano mayor directo era calmante, este siembre iba a lo suyo y raras veces se metía con ella, a menos que fuera para hacerle bromas Y ciertamente era un modelo a seguir en cuanto a la idea de vivir lejos de la sombra de su numerosa y perfecta familia…
No prestaba mucha atención a lo que pasaba ni a lo que hablaban, el Señor Sombrío no evadió el cuchillo y realmente no le sorprendió, lo que le sorprendió es como el niño serio sin más dejaba inconsciente al otro brujo y podía por fin descansar un poco. Curiosamente en ese momento se sentía como la voz cantante y se sobo la cabeza para despejarse. Por primera vez en semanas se podía decir que sentía la cabeza lucida y miro con las cejas alzadas a su hermano. Aun así dejo que procediera el joven brujo a buscar una transacción con su hermano mientras se acercaba al doble de su pareja y suspirando extendió hacia este las manos tocando el hombro herido.
- Daoin’Teague’Feer Häun Ivae’ess Ten Anta Almarë Meldo Melda Es'Caerta Imbar- La cadena siguió iluminada mientras ella sanaba el cuerpo de su amado y el brillo en sus manos ofrecía cierta calidez hasta cerrarla, iba a dar alguna indicación pero ciertamente no la seguiría, y posiblemente era solo un reflejo de su crianza. Uso la cadena como una suerte de antorcha mirando el pasillo. Le parecía una pesadilla, una parte de ella quería abrir cada puerta, rebuscar, encontrar algo útil, aunque no fuera para esa aventura precisamente y otra le decía que salieran de ahí. El cansancio le comenzó a pegar y concordó con Zelas, la noche se le antojaba para descansar.
-Muy bien, la verdad es que no estaría tranquila si no nos acompañas -Saco los aeros que pedía aunque no evito ver que seguro saldría con más por mera iniciativa del brujo. No era por el dinero en sí, algo le decía que su hermano algo más tenía que decir y ciertamente era mejor tener un par de sanadores en el equipo. Especialmente si Ahroun como sospechaba el otro, estaba en su forma de licántropo.
-Vamos a ese lago entonces. Siempre nos dicen que no debemos tentar a la suerte en este día, nunca pensé que un mito tuviera repercusiones.. -Camino hacia su hermano y se sobo el cuello.-Zelas del viento, no te echaras atrás una vez con el pago en tus manos ¿verdad?- Le hizo un guiño y miro desconfiada al brujo y al otro chico, la forma sobrehumana con la que había acabado con el otro capucha le dio escalofríos, no había visto que tuviera un estilo berserker como Kosir contra el troll. Y el gesto impávido le daba escalofríos, como si le forzara a salir corriendo para perderlo de vista.
Off:
Uso de habilidad racial imposición de manos.
Aradia Hazelmere
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 2
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
-Aradia, déjalo ir. Esta claro que el cachorro y el brujo ese tienen más huevos.- repitió el elfo pero con una voz que denotaba un leve problema mental, mofándose del novio/no-novio de su hermana, lo mas gracioso ocurrió cuando el joven brujo se le acerco con una pequeña bolsa que no tendría mas de 50 aeros, Zelas lo observo alzando una ceja, recibió el dinero y desenvaino una de sus cimitarras, -con eso pagas una cimitarra, pero te aseguro que es mejor que nada- comento con una sonrisa.
Su hermana quería que los acompañara, y así recibió 200 aeros de esta, aquello le hizo desenvainar la otra cimitarra, ante las dudas de su hermana, Zelas le guiño un ojo en señal de confianza -ya pagaste por el servicio, solo dejo el trabajo a medias cuando no quieren pagar- acto seguido le acompaño con el resto del grupo y escucho lo que decían tanto el brujo como el estúpido con trastornos mentales, cuando menciono lo del lago tuvo un pequeño flashback de lo que había tenido que atravesar cuando llego a ese lugar. -Oye yo se donde queda eso, tengo una idea hermanita, iré a buscar a tu mascota, prometo no matarla, ustedes sigan avanzando, si entendí bien, los que están mas arriba pueden ayudar a que tu mascota controle su trastorno de personalidad, me tomara un tiempo llegar al lago, pero es mejor que ir y volver todos juntos- comento al grupo, su hermana parecía estar de acuerdo y el sujeto trastornado solo bufo.
-Oye te acabo de pagar para que me protejas- comento el brujo, ante lo cual Zelas asintió y le entrego una de las cimitarras que estaba empuñando, -si te sientes en peligro, solo clava esto en lo que te amenace, estarás mejor con el grupo hasta que vuelva, solo me estorbaras- comento mientras caminaba en la dirección contraria a la que ellos se dirigían y desapareció en las escaleras de la mansión.
Al bajar las escaleras un par de armaduras cobraron vida nuevamente, mas el elfo no tenia tiempo para luchar contra ellas, ademas eran bastante toscas y predecibles, por lo que el elfo no tuvo problemas en evitar sus ataques y sacarles ventaja con un pique rápido, con el cual puso una distancia que no abarcarían tan rápido aquellas armaduras, salio de la mansión y estaba en el patio de esta cuando noto el laberinto de arbustos, el cual ahora poseía un conveniente atajo creado por el mismo antes de encontrarse con el grupo, sin problemas comenzó a trotar por el atajo "diablos que inteligente soy, debería cobrar mas" pensó el elfo para si mismo, llegar al lago que habían mencionado seria cosa fácil, en menos de un par de minutos ya estaba en el bosque, no recordaba haber recorrido tanto, por lo que no entendía como había llegado tan rápido a la mansión, puesto que el recorrer el lugar le estaba llevando mucho tiempo, las armaduras estaban tan lejos que Zelas ya no necesitaba trotar y ahora avanzaba caminando por el bosque, aquello que debería ser complicado no suponía un problema para el elfo, debido a que su vista se acostumbraba rápidamente a la oscuridad y la luz de la luna ayudaba también bastante.
Sin embargo, la marcha tranquila de el elfo se vio perturbada por un fuerte aullido proveniente desde unos cuantos metros mas adelante de el, donde debería estar el lago. -Oh mierda, eso no puede ser bueno- comento el Zelas, cuando un rugido bestial le hizo sobresaltarse.
Su hermana quería que los acompañara, y así recibió 200 aeros de esta, aquello le hizo desenvainar la otra cimitarra, ante las dudas de su hermana, Zelas le guiño un ojo en señal de confianza -ya pagaste por el servicio, solo dejo el trabajo a medias cuando no quieren pagar- acto seguido le acompaño con el resto del grupo y escucho lo que decían tanto el brujo como el estúpido con trastornos mentales, cuando menciono lo del lago tuvo un pequeño flashback de lo que había tenido que atravesar cuando llego a ese lugar. -Oye yo se donde queda eso, tengo una idea hermanita, iré a buscar a tu mascota, prometo no matarla, ustedes sigan avanzando, si entendí bien, los que están mas arriba pueden ayudar a que tu mascota controle su trastorno de personalidad, me tomara un tiempo llegar al lago, pero es mejor que ir y volver todos juntos- comento al grupo, su hermana parecía estar de acuerdo y el sujeto trastornado solo bufo.
-Oye te acabo de pagar para que me protejas- comento el brujo, ante lo cual Zelas asintió y le entrego una de las cimitarras que estaba empuñando, -si te sientes en peligro, solo clava esto en lo que te amenace, estarás mejor con el grupo hasta que vuelva, solo me estorbaras- comento mientras caminaba en la dirección contraria a la que ellos se dirigían y desapareció en las escaleras de la mansión.
Al bajar las escaleras un par de armaduras cobraron vida nuevamente, mas el elfo no tenia tiempo para luchar contra ellas, ademas eran bastante toscas y predecibles, por lo que el elfo no tuvo problemas en evitar sus ataques y sacarles ventaja con un pique rápido, con el cual puso una distancia que no abarcarían tan rápido aquellas armaduras, salio de la mansión y estaba en el patio de esta cuando noto el laberinto de arbustos, el cual ahora poseía un conveniente atajo creado por el mismo antes de encontrarse con el grupo, sin problemas comenzó a trotar por el atajo "diablos que inteligente soy, debería cobrar mas" pensó el elfo para si mismo, llegar al lago que habían mencionado seria cosa fácil, en menos de un par de minutos ya estaba en el bosque, no recordaba haber recorrido tanto, por lo que no entendía como había llegado tan rápido a la mansión, puesto que el recorrer el lugar le estaba llevando mucho tiempo, las armaduras estaban tan lejos que Zelas ya no necesitaba trotar y ahora avanzaba caminando por el bosque, aquello que debería ser complicado no suponía un problema para el elfo, debido a que su vista se acostumbraba rápidamente a la oscuridad y la luz de la luna ayudaba también bastante.
Sin embargo, la marcha tranquila de el elfo se vio perturbada por un fuerte aullido proveniente desde unos cuantos metros mas adelante de el, donde debería estar el lago. -Oh mierda, eso no puede ser bueno- comento el Zelas, cuando un rugido bestial le hizo sobresaltarse.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 780
Nivel de PJ : : 6
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Ragabash ignora por completo la actitud infantil del elfo y lo relacionado a su paga, eran temas que simplemente no le interesaban en lo absoluto. Ciertamente agradecería si su otra mitad acabase con él. Lo que mantenía su foco de atención centrado era el gesto de la elfa al curarlo, sabiendo que ya no compartía el mismo cuerpo con su amante. Sin duda se habría sentido más cómodo recibiendo un reproche que una muestra de afecto, por leve que esta fuese. A diferencia de Ahroun, Ragabash estaba acostumbrado a ser el motivo de todo lo malo que ocurría y por naturalidad esto ya le agradaba.
Vieron partir al elfo mientras Aradia sugería seguirlo. El señor sombrío por su parte mantuvo una mueca acorde a su apodo, le daba igual. Entendía hasta cierto punto que necesitaba acostumbrarse al cambio de reflejos si quería llegar a ser útil en combate y podía ser que acabar con los que aún quedaban en la mansión le dieran la experiencia necesaria.
Estuvo a segundos de contradecir a la elfa cuando un punteo lúgubre de guitarra comenzó a sonar desde el final del pasillo. La puerta se abrió de una patada y el mismo músico que tocaba la guitarra acústica casera en la recepción se mostraba ante ellos con rostro solemne y ensangrentado, moviendo sus dedos con una velocidad y precisión prestigiosa.
—Un grupo prometedor de intrusos sin duda —Añade al termino de la pieza musical para hacer una reverencia al nuevo público y dejar su instrumento apoyado en una de las paredes—. Una elfa...
Sin duda compondré una melodía interesante luego de esto —Termina guiándole un ojo de forma picarona a la mujer. Luego se queda mirando a Ragabash quien volvía a meterse las manos al bolsillo, preparándose para el combate. —Curioso, juraba que el viejo Ludwig había sido un inútil toda su vida. Pensar que pudo curar la asquerosa licántropia a medias —Sentenció con una sonrisa burlona y sacaba una pequeña daga de entre su ropaje. La colocó al frente en pose de esgrima mientras acentuaba más el tono de la mueca.
Haciendo gala de una velocidad prodigiosa, el vampiro casi en un abrir y cerrar de ojos se ponía frente a Ragabash. Alcanzó a verlo con algo de esfuerzo, el estoque iba directo al hombro que había sido sanado, pero pudo esquivarlo a tiempo. Producto del ataque solo se desgarro parte de su camisa, pero el daño mental fue considerable. El factor sorpresa y la velocidad del enemigo eran superiores notablemente, a penas daba tiempo para reaccionar.
—Experiencia o suerte, veo que aprendiste algo de la bestia —Volvió a hablar con ese característico tono burlón e irónico.
Ragabash no pudo hacer más que retroceder unos pasos, frunciendo el ceño molesto como nunca antes lo había estado. Se sentía casi un completo inútil además de parecer un ratón arrinconado. Según los recuerdos de Ahroun, lo más lógico sería valerse de los recursos que los demás podrían prestar a la situación, pero se había estado conteniendo demasiado. Ya no podía hacer nada más, explotar en ira era la única salida viable que le parecía aceptable.
—Cachorro... ¡Yo soy la bestia! —Rugió en ira y frustración. El resto ya no importaba, había dejado que pisaran su orgullo bastante. Lanzaba golpes, uno tras otro con ambos brazos, pero ninguno llegaba a impactar. Si, iban cargados con fuerza, pero la falta de técnica de Ahroun comenzaba a notarse. Después de todo Ragabash solo aparecía en pelea cuando tocaba transformarse, como humano dejaba bastante que desear.
El vampiro podía esquivar cada golpe con total naturalidad y gracia, casi como si le diera placer enfurecer a su oponente.
Un laberinto casi natural de arbustos y árboles que creció sin cuidado por años, había comenzado hace poco a teñirse de sangre y viseras por aquí y por allá; era el camino que decidió tomar Zelas. Un camino en el que ahora también reinaba una criatura descontrolada que no dudaba en atacar y descuartizar a la primera desafortunada victima bajo las ordenes de una misteriosa voz que susurraba en su cabeza.
Primero se veían dedos, luego manos enteras de píes y manos, a veces solo de una extremidad, el orden sin duda era aleatorio. Conforme el elfo avanzaba iría sin duda viendo no solo extremidades arrancadas por zarpasos, sino que también intestinos, estómagos, troncos... Alguien se había estado divirtiendo por bastante tiempo con los vecinos cercanos a la mansión. Aunque en su mayoría todos eran vagabundos del barrio que habían tenido la mala suerte de no encontrar un lugar para refugiarse de la carnicería descontrolada.
En alguna parte de ese laberinto verde teñido de rojo había una bestia, podía escucharse de vez en cuando la respiración y gruñidos enfurecidos, algún desmembramiento quizás. Huesos crujiendo al ser arrancados de la infortunada victima. Así como un característico aullido que ponía a cualquiera los pelos de punta.
Por otra parte, estaba un supuesto peligro palpante que también seguía al elfo, las estatuas. Sin embargo, estas no representaban amenaza alguna. Pronto el hermano de Aradia podría descubrir que las estatuas en un intento suicida quizás seguían otra dirección; hacía el lago.
En dicho lugar se encontraba una niña descalza, su vestido negro al igual que su rostro ahora se encontraban cubiertos de ese rojo característico. Sus píes salpicaban el agua de forma despreocupada. Su actitud daba a entender que no sabía del peligro que acechaba. Sin embargo, al verla más de cerca se podría apreciar que esa sonrisa despreocupada en realidad era una de casi total satisfacción.
—No ha salido todo acorde al plan, pero ahora tengo dos felpudos. Pronto llegará el segundo, ¿qué vendrá después? —Pensaba en voz alta. Su mente se perdía en un futuro para ella que asumía pronto llegaría, después de esa noche. Después de esa noche tendría toda una eternidad para construir su propio imperio en algún lugar de Aerandir.
-—Vampiro bardo
-—Niña del lago
Vieron partir al elfo mientras Aradia sugería seguirlo. El señor sombrío por su parte mantuvo una mueca acorde a su apodo, le daba igual. Entendía hasta cierto punto que necesitaba acostumbrarse al cambio de reflejos si quería llegar a ser útil en combate y podía ser que acabar con los que aún quedaban en la mansión le dieran la experiencia necesaria.
Estuvo a segundos de contradecir a la elfa cuando un punteo lúgubre de guitarra comenzó a sonar desde el final del pasillo. La puerta se abrió de una patada y el mismo músico que tocaba la guitarra acústica casera en la recepción se mostraba ante ellos con rostro solemne y ensangrentado, moviendo sus dedos con una velocidad y precisión prestigiosa.
—Un grupo prometedor de intrusos sin duda —Añade al termino de la pieza musical para hacer una reverencia al nuevo público y dejar su instrumento apoyado en una de las paredes—. Una elfa...
Sin duda compondré una melodía interesante luego de esto —Termina guiándole un ojo de forma picarona a la mujer. Luego se queda mirando a Ragabash quien volvía a meterse las manos al bolsillo, preparándose para el combate. —Curioso, juraba que el viejo Ludwig había sido un inútil toda su vida. Pensar que pudo curar la asquerosa licántropia a medias —Sentenció con una sonrisa burlona y sacaba una pequeña daga de entre su ropaje. La colocó al frente en pose de esgrima mientras acentuaba más el tono de la mueca.
Haciendo gala de una velocidad prodigiosa, el vampiro casi en un abrir y cerrar de ojos se ponía frente a Ragabash. Alcanzó a verlo con algo de esfuerzo, el estoque iba directo al hombro que había sido sanado, pero pudo esquivarlo a tiempo. Producto del ataque solo se desgarro parte de su camisa, pero el daño mental fue considerable. El factor sorpresa y la velocidad del enemigo eran superiores notablemente, a penas daba tiempo para reaccionar.
—Experiencia o suerte, veo que aprendiste algo de la bestia —Volvió a hablar con ese característico tono burlón e irónico.
Ragabash no pudo hacer más que retroceder unos pasos, frunciendo el ceño molesto como nunca antes lo había estado. Se sentía casi un completo inútil además de parecer un ratón arrinconado. Según los recuerdos de Ahroun, lo más lógico sería valerse de los recursos que los demás podrían prestar a la situación, pero se había estado conteniendo demasiado. Ya no podía hacer nada más, explotar en ira era la única salida viable que le parecía aceptable.
—Cachorro... ¡Yo soy la bestia! —Rugió en ira y frustración. El resto ya no importaba, había dejado que pisaran su orgullo bastante. Lanzaba golpes, uno tras otro con ambos brazos, pero ninguno llegaba a impactar. Si, iban cargados con fuerza, pero la falta de técnica de Ahroun comenzaba a notarse. Después de todo Ragabash solo aparecía en pelea cuando tocaba transformarse, como humano dejaba bastante que desear.
El vampiro podía esquivar cada golpe con total naturalidad y gracia, casi como si le diera placer enfurecer a su oponente.
(…)
Un laberinto casi natural de arbustos y árboles que creció sin cuidado por años, había comenzado hace poco a teñirse de sangre y viseras por aquí y por allá; era el camino que decidió tomar Zelas. Un camino en el que ahora también reinaba una criatura descontrolada que no dudaba en atacar y descuartizar a la primera desafortunada victima bajo las ordenes de una misteriosa voz que susurraba en su cabeza.
Primero se veían dedos, luego manos enteras de píes y manos, a veces solo de una extremidad, el orden sin duda era aleatorio. Conforme el elfo avanzaba iría sin duda viendo no solo extremidades arrancadas por zarpasos, sino que también intestinos, estómagos, troncos... Alguien se había estado divirtiendo por bastante tiempo con los vecinos cercanos a la mansión. Aunque en su mayoría todos eran vagabundos del barrio que habían tenido la mala suerte de no encontrar un lugar para refugiarse de la carnicería descontrolada.
En alguna parte de ese laberinto verde teñido de rojo había una bestia, podía escucharse de vez en cuando la respiración y gruñidos enfurecidos, algún desmembramiento quizás. Huesos crujiendo al ser arrancados de la infortunada victima. Así como un característico aullido que ponía a cualquiera los pelos de punta.
Por otra parte, estaba un supuesto peligro palpante que también seguía al elfo, las estatuas. Sin embargo, estas no representaban amenaza alguna. Pronto el hermano de Aradia podría descubrir que las estatuas en un intento suicida quizás seguían otra dirección; hacía el lago.
En dicho lugar se encontraba una niña descalza, su vestido negro al igual que su rostro ahora se encontraban cubiertos de ese rojo característico. Sus píes salpicaban el agua de forma despreocupada. Su actitud daba a entender que no sabía del peligro que acechaba. Sin embargo, al verla más de cerca se podría apreciar que esa sonrisa despreocupada en realidad era una de casi total satisfacción.
—No ha salido todo acorde al plan, pero ahora tengo dos felpudos. Pronto llegará el segundo, ¿qué vendrá después? —Pensaba en voz alta. Su mente se perdía en un futuro para ella que asumía pronto llegaría, después de esa noche. Después de esa noche tendría toda una eternidad para construir su propio imperio en algún lugar de Aerandir.
Off:
- vampiro bardo:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-—Vampiro bardo
-—Niña del lago
Ahroun
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 105
Nivel de PJ : : 0
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Las cosas parecían ir por primera vez viento en popa, al menos tenían un momento de paz y la castaña tras evaluar la propuesta de su hermano asintió dándole algo de pena el brujo infante. Aferró el colgante con una pequeña súplica y se dijo a sí misma que el próximo Samhain se la pasaría rezando a la luz de las velas y luego directo a dormir.
-Cuidate por favor -musito a ambos en general, Ragabash o Sombrío no parecía tan apto en combate como Ahroun, ciertamente se notaba la diferencia de personalidad y comprendió más la situacion de esa constante mirada algo vaga de su novio. Y ella pensaba que tenía líos con algunas pesadillas y un par de ataques resultados de estar en el ojo de la tormenta. Y sus meditaciones se vieron interrumpidas por un rasposo trino, una guitarra exhalaba su canto y la pálida figura le recordó a una buena amiga. Aunque este personaje no daba la misma sensación de querer abrazarle. Le produjo más bien una suerte de repelús y cubrir su pecho con la zurda mientras la cadena brillaba con un poco más de intensidad.
-Zero cuida al otro chico. Lamento, haber sido hosca, cuando salgamos de esta prometo enmendarme.- se posiciona entonces frente al par de chicos estudiando al vampiro y agradeciendo estar en un pasillo, cualquiera diría que era una desventaja con un arma larga, pero la versatilidad de Kisu le daba una ventaja abrumadora en espacios reducidos.
-Sombrita atrás- gritó Aradia aprovechando un hueco entre ambos contendientes y tomando impulso se inclinó a un costado izquierdo del cuerpo de Ahroun y extendió el brazo izquierdo hacia el vampiro en un movimiento viperino y dejó correr entre sus dedos la punta aguda de su cadena. El efecto inmediato era el retroceso del agresor para evitar la cuchilla, para evitar el rebote Aradia se incorporó y tenso el brazo hacia atras soltando un brusco tintineo y el corte del aire tras el azote de la cadena en el suelo que dejó arañazos en la madera. -Veamos que tan bueno eres bailando con esta elfa.- dijo con cierta mofa comenzando a cortar el aire con el brillo de la cadena que bailaba a sus costados, un corte agudo en la zurda y uno pesado en la diestra, su mirada aguda y ahora gélida se centró en el pecho del adversario para así leer sus ataques. De esa forma soltó un certero golpe cuando este se dejó ir en un muy veloz pasó con su aguijón, esquivo el extremo pesado de la cadena más no así el contraataque de la aguja que hizo péndulo cuanto Aradia abrió el giro del escudo y la zurda bajaba como guillotina haciendo un profundo corte en el rostro del vampiro que también soltó un suceso por el calor abrasador del metal ahora imbuido en su luz sanadora.
-MALDITA- fue el gemido que exhaló el enemigo cuando se alejó sujetando su mejilla, el brillo que recubría la cadena se hacía tenue y ella disimuló el cansancio, seguro ni podría mantener el truco más tiempo pero eso no tenía por que saberlo su compañero bailarín.
-Vamos solo es un poco de luz, no te hará daño. Bueno no mucho. Si me dices cómo regresarlo a la normalidad prometo no lastimarte tanto. -Sonrió comenzó a soltar en su danza latigazos al aire para mantener a raya al vampiro. Hablo de forma suave y aterciopelada, cualquiera diría que en un coqueteo.
-Cuidate por favor -musito a ambos en general, Ragabash o Sombrío no parecía tan apto en combate como Ahroun, ciertamente se notaba la diferencia de personalidad y comprendió más la situacion de esa constante mirada algo vaga de su novio. Y ella pensaba que tenía líos con algunas pesadillas y un par de ataques resultados de estar en el ojo de la tormenta. Y sus meditaciones se vieron interrumpidas por un rasposo trino, una guitarra exhalaba su canto y la pálida figura le recordó a una buena amiga. Aunque este personaje no daba la misma sensación de querer abrazarle. Le produjo más bien una suerte de repelús y cubrir su pecho con la zurda mientras la cadena brillaba con un poco más de intensidad.
-Zero cuida al otro chico. Lamento, haber sido hosca, cuando salgamos de esta prometo enmendarme.- se posiciona entonces frente al par de chicos estudiando al vampiro y agradeciendo estar en un pasillo, cualquiera diría que era una desventaja con un arma larga, pero la versatilidad de Kisu le daba una ventaja abrumadora en espacios reducidos.
-Sombrita atrás- gritó Aradia aprovechando un hueco entre ambos contendientes y tomando impulso se inclinó a un costado izquierdo del cuerpo de Ahroun y extendió el brazo izquierdo hacia el vampiro en un movimiento viperino y dejó correr entre sus dedos la punta aguda de su cadena. El efecto inmediato era el retroceso del agresor para evitar la cuchilla, para evitar el rebote Aradia se incorporó y tenso el brazo hacia atras soltando un brusco tintineo y el corte del aire tras el azote de la cadena en el suelo que dejó arañazos en la madera. -Veamos que tan bueno eres bailando con esta elfa.- dijo con cierta mofa comenzando a cortar el aire con el brillo de la cadena que bailaba a sus costados, un corte agudo en la zurda y uno pesado en la diestra, su mirada aguda y ahora gélida se centró en el pecho del adversario para así leer sus ataques. De esa forma soltó un certero golpe cuando este se dejó ir en un muy veloz pasó con su aguijón, esquivo el extremo pesado de la cadena más no así el contraataque de la aguja que hizo péndulo cuanto Aradia abrió el giro del escudo y la zurda bajaba como guillotina haciendo un profundo corte en el rostro del vampiro que también soltó un suceso por el calor abrasador del metal ahora imbuido en su luz sanadora.
-MALDITA- fue el gemido que exhaló el enemigo cuando se alejó sujetando su mejilla, el brillo que recubría la cadena se hacía tenue y ella disimuló el cansancio, seguro ni podría mantener el truco más tiempo pero eso no tenía por que saberlo su compañero bailarín.
-Vamos solo es un poco de luz, no te hará daño. Bueno no mucho. Si me dices cómo regresarlo a la normalidad prometo no lastimarte tanto. -Sonrió comenzó a soltar en su danza latigazos al aire para mantener a raya al vampiro. Hablo de forma suave y aterciopelada, cualquiera diría que en un coqueteo.
Última edición por Aradia Hazelmere el Dom Jun 14 2020, 22:32, editado 2 veces (Razón : Edicion por postear en cel y no poder poner color ni traduccion en dialogos besos!:))
Aradia Hazelmere
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 2
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Aquel rugido que le había hecho sobresaltarse no podía indicar nada bueno, menos aun cuando el sonido de algo acercándose hizo que Zelas se girara hacia un lado solo para terminar esquivando por los pelos un zarpazo que iba directo a su rostro, un licantropo había intentado acaba con la vida del elfo, seria acaso el lobo que había ido a buscar?-ese olor a perro mojado acompañados de el hecho que quisiste arrancarme la cara, ¿eres acaso el animal que se revuelca con mi hermana?- el lycan aulló nuevamente, ante lo cual el elfo levanto los hombros, -podría tomar eso como un si, pero con ustedes animales uno nunca sabe... si conoces a Aradia aúlla de nuevo- el lycan que estaba por atacarlo de nuevo se detuvo en seco y aulló nuevamente, acto seguido se lanzo de nuevo a atacar al elfo el cual lo esquivo de nueva cuenta. "tomare eso como un si, ademas que quiere matarme, si lo llevo así sera un peligro para todos....... Soy un maldito genio" pensó el elfo para si mismo mientras envainaba su cimitarra para moverse mejor, si su plan resultaba, tendría que moverse mucho y muy brusco, tomo una roca del piso y se la lanzo lo mas fuerte que pudo al Lycan, la cual le dio de lleno en el rostro -oye perro inutil, no dejare que te quedes con mi hermana-, Ahroun rugió brutalmente al momento que se lanzaba al ataque, mismo momento en el que Zelas, en vez de ir de frente, salio corriendo en la dirección opuesta, de vuelta a la mansión.
Saltando, zig-zageando bruscamente, incluso en momentos deslizándose sobre la sangre y las entrañas, de alguna manera Zelas estaba logrando su cometido, tan solo había recibido un par de rasguños y debió sacrificar unos cuantos pelos en el camino, mas estaba logrando que Ahroun lo siguiera, entonces se topo con el par de armaduras, sobre las cuales salto apoyándose en las hombreras de ambos para seguir avanzando,-vista al frente- fue lo único que les comento Zelas cuando el lycan sin vacilar, las desarmo de un par de zarpazos, -que sucede, ya te cansaste inmundo animal, no mereces que Aradia te mime- Ahroun nuevamente llevado por sus emociones, aulló al escuchar el nombre de Aradia, y salio persiguiendo de nueva cuenta al elfo, el cual ya lo tenia cerca de entrar en la mansión.
OFF: Habilidad de nivel 0: Exasperante:(Rasgo) La perfección provoca irritabilidad en la gente, Zelas lo sabe muy bien e incluso le divierte, por lo mismo su estilo de combate se enfoca en enojar a sus enemigos para evadir y desviar con mayor exito los ataques de sus adversarios gracias a su agilidad potenciada por el poder de la luz, esperando siempre el momento adecuado para desarrollar contraataques oportunos.
Saltando, zig-zageando bruscamente, incluso en momentos deslizándose sobre la sangre y las entrañas, de alguna manera Zelas estaba logrando su cometido, tan solo había recibido un par de rasguños y debió sacrificar unos cuantos pelos en el camino, mas estaba logrando que Ahroun lo siguiera, entonces se topo con el par de armaduras, sobre las cuales salto apoyándose en las hombreras de ambos para seguir avanzando,-vista al frente- fue lo único que les comento Zelas cuando el lycan sin vacilar, las desarmo de un par de zarpazos, -que sucede, ya te cansaste inmundo animal, no mereces que Aradia te mime- Ahroun nuevamente llevado por sus emociones, aulló al escuchar el nombre de Aradia, y salio persiguiendo de nueva cuenta al elfo, el cual ya lo tenia cerca de entrar en la mansión.
OFF: Habilidad de nivel 0: Exasperante:(Rasgo) La perfección provoca irritabilidad en la gente, Zelas lo sabe muy bien e incluso le divierte, por lo mismo su estilo de combate se enfoca en enojar a sus enemigos para evadir y desviar con mayor exito los ataques de sus adversarios gracias a su agilidad potenciada por el poder de la luz, esperando siempre el momento adecuado para desarrollar contraataques oportunos.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 780
Nivel de PJ : : 6
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
El viejo Robert observaba la tenacidad del elfo en un intento por reunir a la bestia con su lado humano, o mejor dicho con la locura de este. Negaba con la cabeza mientras salía al encuentro por detrás del elfo cuando este saltaba sobre las armaduras demostrando sus habilidades acrobáticas.
Sabía muy bien el caos que esta acción llevaría y no era el momento. Dentro de la mansión estaban teniendo batalla ya contra un enemigo del que no podían fiarse. Primero debía asegurarse de que el grupo saliera victorioso antes de encontrarse con una bestia como esa. —Estas bestias son incontrolables, cachorros insistentes e imprudentes —Dice con total calma cuando el elfo pasa a su lado. Le deja seguir su camino, en su mente tenía las cosas claras; fuego con fuego.
Colgando de su cuello, el amuleto de pudor comenzó a brillar mientras el viejo Robert se transformaba.
Naturalmente, la bestia de Ahroun se detuvo en seco por unos segundos. Una voz le susurraba al oído, una que era capaz de controlarlo temporalmente, pero que se desvanecía con facilidad. Esta voz y la irritabilidad natural del elfo hacían que la bestia se enfureciese aún más. Si, la bestia tenía recuerdos de su querida hermana, pero a diferencia de incluso Ragabash; la bestia era capaz de matar todo lo que estuviese a su paso. Aradia en esos momentos no era la excepción, pues sentía la ausencia de algo en su interior y la voz ajena le enfurecía aún más.
Resumiendo, entrando a la mansión ahora se libraba una batalla de monstruos.
Trepaban árboles, paredes, daban saltos y usaban las garras a diestra y siniestra. A ojos cuidadosos y expertos, podía observarse la clara diferencia en el empleo del combate bestial, Robert estaba ganando y claramente se estaba conteniendo lo justo y necesario.
¿Qué se podía hacer ante un escenario así?
—¡Maldito zancudo escurridizo! —Volvió a rugir Ragabash al fallar otro de sus puñetazos pronunciados. Mucha fuerza y poco musculo, natural que fallara. Sin embargo, la advertencia de Aradia fue oportuna. El fornido ex-licántropo retrocedió al escucharla, pero definitivamente no a favor de la interrupción.
—¡Atrás cachorra! ¡Ya lo tengo! —Gruño en vano. El ataque de Aradia fue certero y definitivamente sirvió para tornar la pelea al favor de ambos.
El ataque en el rostro del bardo le hizo soltar su pequeño cuchillo. Ragabash notó esto y negó con la cabeza. «Tendré que darle un punto al cachorro luego de esto...» Pensó para si mismo mientras el bardo trataba de esquivar la lluvia de látigos.
Tomo el pequeño cuchillo y miro a su anterior portador, pero poniendo atención en el movimiento de los látigos. Algo tenía claro, la elfa solo le preocupaba la forma de recuperar a Ahroun. Por su parte, Ragabash sabía que si el vampiro conocía la manera de todas formas no se lo dirían y luego de la herida provocada el orgullo le impediría por completo ayudar a la raza enemiga.
Un latigazo, ya fuese de suerte o intencionado, logró impactar de nuevo en el herido enemigo. Ragabash avanzó en el momento justo que el látigo iba a dar en el blanco. Mientras el neofito se retorcía por el dolor, la contra parte de Ahroun empuño el cuchillo y la clavo directamente donde debía esta el corazón. Sin embargo, entendía que con dicha raza debía asegurarse e ir por la cabeza. La tomo con su mano libre para empujarlo y tirarlo al suelo. Una vez sobre este, tuvo que hacer un esfuerzo para degollar de la forma más rápida posible al rival.
—Nunca confíes en un vampiro para ayudar a un lobo, ni agonizando —Reprochó Ragabash a la elfa cuando se acercaba a ella, mientras usaba su camisa para limpiarse la sangre en el rostro.
—Vamos por Ahroun, el cachorro es incapaz de aceptar a la bestia por el mismo —Le dijo en tono serio. Por mucho que odiara admitirlo, Aradia era la única persona que había logrado un avance para lo mencionado. —Es probable que seas la única capaz de calmarlo ahora.
Sabía muy bien el caos que esta acción llevaría y no era el momento. Dentro de la mansión estaban teniendo batalla ya contra un enemigo del que no podían fiarse. Primero debía asegurarse de que el grupo saliera victorioso antes de encontrarse con una bestia como esa. —Estas bestias son incontrolables, cachorros insistentes e imprudentes —Dice con total calma cuando el elfo pasa a su lado. Le deja seguir su camino, en su mente tenía las cosas claras; fuego con fuego.
Colgando de su cuello, el amuleto de pudor comenzó a brillar mientras el viejo Robert se transformaba.
Naturalmente, la bestia de Ahroun se detuvo en seco por unos segundos. Una voz le susurraba al oído, una que era capaz de controlarlo temporalmente, pero que se desvanecía con facilidad. Esta voz y la irritabilidad natural del elfo hacían que la bestia se enfureciese aún más. Si, la bestia tenía recuerdos de su querida hermana, pero a diferencia de incluso Ragabash; la bestia era capaz de matar todo lo que estuviese a su paso. Aradia en esos momentos no era la excepción, pues sentía la ausencia de algo en su interior y la voz ajena le enfurecía aún más.
Resumiendo, entrando a la mansión ahora se libraba una batalla de monstruos.
Trepaban árboles, paredes, daban saltos y usaban las garras a diestra y siniestra. A ojos cuidadosos y expertos, podía observarse la clara diferencia en el empleo del combate bestial, Robert estaba ganando y claramente se estaba conteniendo lo justo y necesario.
¿Qué se podía hacer ante un escenario así?
(…)
—¡Maldito zancudo escurridizo! —Volvió a rugir Ragabash al fallar otro de sus puñetazos pronunciados. Mucha fuerza y poco musculo, natural que fallara. Sin embargo, la advertencia de Aradia fue oportuna. El fornido ex-licántropo retrocedió al escucharla, pero definitivamente no a favor de la interrupción.
—¡Atrás cachorra! ¡Ya lo tengo! —Gruño en vano. El ataque de Aradia fue certero y definitivamente sirvió para tornar la pelea al favor de ambos.
El ataque en el rostro del bardo le hizo soltar su pequeño cuchillo. Ragabash notó esto y negó con la cabeza. «Tendré que darle un punto al cachorro luego de esto...» Pensó para si mismo mientras el bardo trataba de esquivar la lluvia de látigos.
Tomo el pequeño cuchillo y miro a su anterior portador, pero poniendo atención en el movimiento de los látigos. Algo tenía claro, la elfa solo le preocupaba la forma de recuperar a Ahroun. Por su parte, Ragabash sabía que si el vampiro conocía la manera de todas formas no se lo dirían y luego de la herida provocada el orgullo le impediría por completo ayudar a la raza enemiga.
Un latigazo, ya fuese de suerte o intencionado, logró impactar de nuevo en el herido enemigo. Ragabash avanzó en el momento justo que el látigo iba a dar en el blanco. Mientras el neofito se retorcía por el dolor, la contra parte de Ahroun empuño el cuchillo y la clavo directamente donde debía esta el corazón. Sin embargo, entendía que con dicha raza debía asegurarse e ir por la cabeza. La tomo con su mano libre para empujarlo y tirarlo al suelo. Una vez sobre este, tuvo que hacer un esfuerzo para degollar de la forma más rápida posible al rival.
—Nunca confíes en un vampiro para ayudar a un lobo, ni agonizando —Reprochó Ragabash a la elfa cuando se acercaba a ella, mientras usaba su camisa para limpiarse la sangre en el rostro.
—Vamos por Ahroun, el cachorro es incapaz de aceptar a la bestia por el mismo —Le dijo en tono serio. Por mucho que odiara admitirlo, Aradia era la única persona que había logrado un avance para lo mencionado. —Es probable que seas la única capaz de calmarlo ahora.
Ahroun
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 105
Nivel de PJ : : 0
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Pareció un baile sincronizado, y a la caída del vampiro miro por el rabillo del ojo al joven brujo que abrazaba la cimitarra de Zellas. Bufó con lo que dijo el señor sombrío, la cadena perdió el brillo y evito mostrar el cansancio que la abrazo mientras hablaba este. Sonrío de lado pensando en lo último y miro al par de críos, el brujo aferraba la cimitarra pero en tan mala postura que cuando la elfa se acercó le dio un golpecito y la dejo caer.
-Si le sale unas sola abolladura mi hermano hará que pagues esa reparación.- -Le guiño el ojo tomando el arma y entonces sintiendo como si le jalaran las largas orejas corrió sin esperar a nadie, seguro el señor sombrío le seguiría pegado a sus talones y de forma casi infantil pero pensando en ahorrar lo mas de energía posible, bajo las escaleras usando la baranda como resbaladilla y aunque trastabillo al final de estas salió de golpe de la mansión, se puso al lado de Zellas mientras un par de licántropos se daban contra lo que encontraran, a diferencia de la pelea en Ulmer donde el bípedo había tenido todas las de ganar, aquí era algo más igualada, Zellas dos veces le había dicho que lo dejara ir, pero ella era necia, tanto o más que él.
Tal vez era un capricho, pero dejando de lado los líos donde solita se metía, desde que había salido de su hogar se sentían algo más útil. -¿Qué paso?- Pregunto mientras iba a con su hermano, la elfa estaba algo pálida y extendía la mano para entregar a su hermano su peculiar arma. La verdad no había hecho mucho caso al anciano pero recordaba el amuleto y la cosa no le gustaba nada, menos ante la idea de perder a Ahroun con la bestia y que el señor sombrío se quedara campante. Al límite de sus fuerzas corrió para ponerse en un ángulo donde viera a ambas criaturas.
Lanzo la cadena como una suerte de trampa si tenía suerte atraparía las patas del lobo con amuleto, si no, pues, esperaba que Ahroun la disculpara.
-Si le sale unas sola abolladura mi hermano hará que pagues esa reparación.- -Le guiño el ojo tomando el arma y entonces sintiendo como si le jalaran las largas orejas corrió sin esperar a nadie, seguro el señor sombrío le seguiría pegado a sus talones y de forma casi infantil pero pensando en ahorrar lo mas de energía posible, bajo las escaleras usando la baranda como resbaladilla y aunque trastabillo al final de estas salió de golpe de la mansión, se puso al lado de Zellas mientras un par de licántropos se daban contra lo que encontraran, a diferencia de la pelea en Ulmer donde el bípedo había tenido todas las de ganar, aquí era algo más igualada, Zellas dos veces le había dicho que lo dejara ir, pero ella era necia, tanto o más que él.
Tal vez era un capricho, pero dejando de lado los líos donde solita se metía, desde que había salido de su hogar se sentían algo más útil. -¿Qué paso?- Pregunto mientras iba a con su hermano, la elfa estaba algo pálida y extendía la mano para entregar a su hermano su peculiar arma. La verdad no había hecho mucho caso al anciano pero recordaba el amuleto y la cosa no le gustaba nada, menos ante la idea de perder a Ahroun con la bestia y que el señor sombrío se quedara campante. Al límite de sus fuerzas corrió para ponerse en un ángulo donde viera a ambas criaturas.
Lanzo la cadena como una suerte de trampa si tenía suerte atraparía las patas del lobo con amuleto, si no, pues, esperaba que Ahroun la disculpara.
Aradia Hazelmere
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 2
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
"Robo 4 casas y me pongo a correr rápido, sale un viejo gordo que no para de gritar, atrapen a ese elfo que la siesta no deja tomar, suelten a los perros que lo busquen sin cesar, soy un fugitivo y atraparme nunca lograran, estafo y robo a tanta gente que no los puedo contar, vivo de peligros de aventuras mucha excitación, andar estafando es mi única pasión" se cantaba el elfo a si mismo mientras seguía avanzando ininterrumpidamente hasta la mansión al punto de haberle sacado una leve ventaja al lycan al momento de entrar en esta, casi como si hubiera estado planeado se topo justo con su hermana la cual le devolvió su cimitarra, Zelas la recibió con una mano y con la otra choco su palma con la de ella como pasandole el relevo -traje a tu mascota de vuelta, es tu turno de hacer tu magia- dijo mientras guardaba su cimitarra y con la misma mano que le había dado los "5" la nalgueo, haciendo que se sobresaltara justo a tiempo para ver al lycan.
Noto como su hermana actuaba rápido para inmovilizar al lycan y Zelas decidió hacer su parte en el asunto, saltando en la misma dirección como si saliera al choque contra el lobo, forzando la mirada del ya mencionado hacia a su persona, Zelas golpeo con una patada el plexo solar, utilizándolo como apoyo para elevarse mas aun por sobre este, parecería una acción poco efectiva y absurda ya que no le provoco casi nada de daño, pero eso fue suficiente para mantener al lobo en ese lugar y que la cadena que su hermana había lanzado cumpliera su propósito capturando las piernas del Lycan que perdía el balance y caía al suelo y de paso Zelas caía pesadamente sobre la espalda del lobo, acto seguido sujeto uno de sus brazos ocupando todas sus fuerzas para inmovilizarlo con una llave y mantenerlo en el piso, -Y eso fue una de las 100 combinaciones de batalla del clan Hazelmere en tu maldita cara... oh creo que me deje llevar, actúa rápido Aradia, no se cuanto tiempo mas podre mantenerlo así- le dijo a su hermana mientras se mantenía sobre el lycan.
Noto como su hermana actuaba rápido para inmovilizar al lycan y Zelas decidió hacer su parte en el asunto, saltando en la misma dirección como si saliera al choque contra el lobo, forzando la mirada del ya mencionado hacia a su persona, Zelas golpeo con una patada el plexo solar, utilizándolo como apoyo para elevarse mas aun por sobre este, parecería una acción poco efectiva y absurda ya que no le provoco casi nada de daño, pero eso fue suficiente para mantener al lobo en ese lugar y que la cadena que su hermana había lanzado cumpliera su propósito capturando las piernas del Lycan que perdía el balance y caía al suelo y de paso Zelas caía pesadamente sobre la espalda del lobo, acto seguido sujeto uno de sus brazos ocupando todas sus fuerzas para inmovilizarlo con una llave y mantenerlo en el piso, -Y eso fue una de las 100 combinaciones de batalla del clan Hazelmere en tu maldita cara... oh creo que me deje llevar, actúa rápido Aradia, no se cuanto tiempo mas podre mantenerlo así- le dijo a su hermana mientras se mantenía sobre el lycan.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 780
Nivel de PJ : : 6
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Ragabash se guardó el cuchillo haciendo una mueca de disgusto. A ese punto no tenía porque ser como Ahroun, ya no lo tenía a él ni a la bestia. Debía acostumbrarse a sobrevivir como humano, al menos hasta recuperar lo perdido.
Steve observó a Aradia tomar el arma y no pudo decir nada. Le costaba trabajo creer que aquel pintoresco grupo acabasen con el vampiro. Todos los que habían escapado del Hekshold con el ahora estaban muertos. Lo único que le impedía volver a su vida anterior de academia era la dueña de aquel aquelarre y suponía que usaría su magia con Robert. Necesitarían algo más para enfrentar a ambos.
El resto del grupo siguió a Aradia. Ya no quedaba nada en la vieja mansión.
A medida que se acercaban a la puerta principal, Ragabash comenzaba a sentirse inquieto. Los rugidos, los aullidos que habían escuchado. Sabía que estaba pasando, una batalla entre bípedos.
El trabajo en equipo de ambos hermanos fue efectivo, no tanto por el daño causado, sino por el impacto psicológico que causo la presencia de Aradia. Por primera vez la bestia se debatía de lleno contra la voluntad de Ahroun, era fuerte e inestable a la vez. No había un intermediario, el sujeto que aceptaba el don y era más fuerte, no estaba.
La bestia buscaba doblegar a Ahroun, ambos elfos trataban de matarlo, pero la confianza que tenía Ahroun en su pareja era superior. La resistencia que mostraba el cuerpo de la bestia era solo algo colateral, producto del choque de voluntades. Solo Ragabash quien conocía a ambos pudo comprender esto, pero también estaba en shock al ver a la bestia.
—¡Ya basta Ahroun! —Rugió con fuerza y se interpuso entre los dos elfos—. Ahora lo entiendes, cachorro. Yo controlo a esa cosa, yo soy la bestia.
Ahroun no entendió, pero se sorprendió de verse frente a frente con él mismo. Esa voz, no estaba en su cabeza como debía ser. La necesitaba en su lugar. Se vio así mismo empuñando el cuchillo. Ambos por separado eran débiles. No tenían control. «Ragabash» Pensó... La bestia comprendió y estaba furiosa, más de lo usual.
Por su parte, Robert se detuvo, manteniéndose a raya del combate. Era cosa de tiempo, necesitaban a la otra bestia como debía ser.
—Egates —Susurró una voz que observaba, oculta entre los árboles.
Por alguna razón, el nombre hizo mella en la cabeza del otro lobo. Había comenzado, estaba perdiendo el control, tenían que hacer algo con el cachorro y pronto. Era esa maldición, aquello que le había mantenido tantos años atados a aquella mansión, pero era tarde. No podía advertirles, tendrían que arreglar las cosas ellos mismos.
Steve observó a Aradia tomar el arma y no pudo decir nada. Le costaba trabajo creer que aquel pintoresco grupo acabasen con el vampiro. Todos los que habían escapado del Hekshold con el ahora estaban muertos. Lo único que le impedía volver a su vida anterior de academia era la dueña de aquel aquelarre y suponía que usaría su magia con Robert. Necesitarían algo más para enfrentar a ambos.
El resto del grupo siguió a Aradia. Ya no quedaba nada en la vieja mansión.
A medida que se acercaban a la puerta principal, Ragabash comenzaba a sentirse inquieto. Los rugidos, los aullidos que habían escuchado. Sabía que estaba pasando, una batalla entre bípedos.
El trabajo en equipo de ambos hermanos fue efectivo, no tanto por el daño causado, sino por el impacto psicológico que causo la presencia de Aradia. Por primera vez la bestia se debatía de lleno contra la voluntad de Ahroun, era fuerte e inestable a la vez. No había un intermediario, el sujeto que aceptaba el don y era más fuerte, no estaba.
La bestia buscaba doblegar a Ahroun, ambos elfos trataban de matarlo, pero la confianza que tenía Ahroun en su pareja era superior. La resistencia que mostraba el cuerpo de la bestia era solo algo colateral, producto del choque de voluntades. Solo Ragabash quien conocía a ambos pudo comprender esto, pero también estaba en shock al ver a la bestia.
—¡Ya basta Ahroun! —Rugió con fuerza y se interpuso entre los dos elfos—. Ahora lo entiendes, cachorro. Yo controlo a esa cosa, yo soy la bestia.
Ahroun no entendió, pero se sorprendió de verse frente a frente con él mismo. Esa voz, no estaba en su cabeza como debía ser. La necesitaba en su lugar. Se vio así mismo empuñando el cuchillo. Ambos por separado eran débiles. No tenían control. «Ragabash» Pensó... La bestia comprendió y estaba furiosa, más de lo usual.
Por su parte, Robert se detuvo, manteniéndose a raya del combate. Era cosa de tiempo, necesitaban a la otra bestia como debía ser.
(…)
—Egates —Susurró una voz que observaba, oculta entre los árboles.
Por alguna razón, el nombre hizo mella en la cabeza del otro lobo. Había comenzado, estaba perdiendo el control, tenían que hacer algo con el cachorro y pronto. Era esa maldición, aquello que le había mantenido tantos años atados a aquella mansión, pero era tarde. No podía advertirles, tendrían que arreglar las cosas ellos mismos.
Ahroun
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 105
Nivel de PJ : : 0
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
Disculpen, dama y caballeros, que no incluya con este post una narración acorde a la situación, pero lo cierto es que no había mucho que contar sin manejar directamente a Ragabash y Ahroun, algo que prefiero evitar. Por otro lado, estuve prácticamente ausente casi toda la semana pasada y se me ha acumulado mucho trabajo, así que supuse que, estando el tema abierto desde Samhain, sería preferible esto a que tuvieran que esperar hasta que me ponga al día con todo lo demás.
No tenía una forma concreta de revertir la maldición o hacerla permanente, porque no sería la primera vez que a un usuario se le ocurre algo mejor de lo que yo tenía en mente y acabo tirando el plan a la basura, pero sí había algunas pautas para ayudarme a decantarme a un lado u otro de la balanza. Quizá la más relevante era la relativa al trato que se le dispensaba al Ahroun lobo. En concreto, si llegaba o no a haber confrontación física directa entre los dos alters. Ésta no ha llegado a producirse y, además, los “ataques” de Zelas y Aradia han ido dirigidos a contener, más que a dañar.
Por último, hacer uso de la confianza entre amantes nunca está de más, por lo que la maldición sobre Ahroun y Ragabash queda liberada. El libro (que, si no recuerdo mal, Ahroun le pasó a Aradia y ella no dejó por ahí en ninguna parte) se deshace en una especie de humareda púrpura envolviendo al grupo. Cuando la nube se disipa, sólo uno de los cuerpos permanece. Dejo a elección de Ahroun si es la forma “humana” o la de lobo. No sufrirás más consecuencias en futuros temas que las que tú mismo quieras atribuirle a tu personaje.
Seguiré leyendo hasta la conclusión de este tema, pero ya no intervendré más. Recuerden que, además de los puntos correspondientes a cualquier tema libre, podrán pedir el bono de Samhain de 3 px.
Saludos
Fehu
Master
Master
Cantidad de envíos : : 1561
Nivel de PJ : : 0
Re: Tragos que llaman: maldición y sangre. [Libre 4/4][Samhain 2019] (Terminado)
De forma misteriosa, un humareda púrpura rodeo al grupo de viajeros juntos a las dos bestias. Ahroun pudo liberarse de sus cadenas cuando se silenció la otra voz que ordenaba en su cabeza. Por alguna desconocida razón, solo dos miembros del grupo podían ver algo entre el humo. Estos eran Ahroun y Ragabash, mirándose cara a cara. Tal y como había sucedido la noche en que Ragabash despertó.
—¿La bestia? —Preguntó un Ahroun algo confundido, de alguna forma u otra ya no podía sentirla.
—Esta volviendo a mi, trabajamos mejor en un mismo cuerpo —Admitió Ragabash comprendiendo algo mejor que Ahroun lo que ocurría.
—De haber podido hablar así la primera vez... —Comentó con algo de remordimiento. Los recuerdos de ambos por el tiempo que estuvieron separados comenzaban a aparecer en la mente del otro.
—Aún nos queda mucho por aceptar, cachorro —Respondió con una sonrisa expectante.
—Mejor hacerlo juntos, necesitaremos a la bestia para liberar al viejo —Ambos sonrieron por primera vez. Se dieron la mano y cerrando los ojos sintieron como cada pieza dentro de su ser volvía a ser uno, como debía ser.
La humereda se esfumó al cabo de unos minutos. Ahroun observó al grupo con energías renovadas y una sonrisa de esas que solo Aradia había visto, dedicada especialmente a ella cuando la miró.
—Tranquila ha vuelto —Comentó Ragabash. Después de todo lo que había dicho antes de salir de la mansión era cierto. Ahroun solo se había tratado de calmar estando ella presente. —Pero aún tenemos trabajo que hacer —Añadió mientras miraba a la bestia del viejo lobo.
—Vamos Ragabash, suelta a la bestia —Comentó Ahroun. El cambio de tono en la voz fue notable, pero esta vez no iba acompañado por esos dolores de cabeza. No, solo por esta vez ambas partes estaban de acuerdo sin rechistar en lo que debía hacerse.
Ahora ambas bestias volvían a enfrentarse en un encarnizado combate de pura fuerza bruta. La desigualdad que había mostrado Ahroun antes de volver con Ragabash ya no era tan abismal, pero el combate fue interrumpido por un grito desgarrador proveniente desde los árboles en donde cierta niña solo en apariencia había estado observando.
—¡Egates, ya basta! —Se escuchó gritar a un hombre que aparecía entre los árboles.
Ambos licántropos volvían a tomar su forma humana. Por su parte el viejo comenzaba a recordar mientras que Ahroun a vestirse. El viejo de túnica roja con botas negras y una larga melena blanca con barba aparecía ante el grupo.
—Viejo Hanks —Dijo Egates—. Debí adivinar que solo tú podrías con una vampira como esa. Pensar que me cambió el nombre solo con su voz...
—Lo supuse. Tu nombre desapareció por mucho tiempo —Comentó tranquilo mientras miraba al resto del grupo. Sacaba una pipa y la prendía con la punta de sus dedos. Logró reconocer al pequeño cibernético y se sorprendió un poco de ver al joven grupo que les acompañaba.
—No creo que estés listo de volver a la academia. Pero Egates y yo debemos volver a Beltrexus, conozco a alguien que podrá ayudarte con tus estudios —Miro algo curioso al lobo del grupo y sonrió levemente—. Es curioso lo mucho que se parecen a cuando eras más joven—.
—Entonces, ¿ya lo encontraste? Por fin podemos comenzar... —Fue interrumpido por el otro viejo al recibir una petaca de whisky.
—Momento, ¿qué van a comenzar? —Preguntó Ahroun mirando de forma curiosa al que ahora se hacía llamar Egates.
—El pequeño cibernético ya tiene una idea de a quien vamos a visitar y lo que comenzaremos. Viejo Egates, deberías traer a tu versión joven también, puede que este grupo este a la altura...
-Según lo acordado con los participantes y Fehu, doy por terminado el tema con Aradia y Zelas.
-Cosas que añadir con respecto a mi post final:
Hanks es el mismo pnj usado en las historias de Kendovlah. Robert ahora se llama Egates y junto al pequeño brujo Steve se dirigen a ver a Kendovlah para iniciar los planes que algunos ya conocen. Ahroun se encontrará con ellos luego quizás o quizás vaya también con ellos. Esta por verse.
Egates pasará a ser pnj de Ahroun mientras que Steve será pnj de Kendo. Hanks aparecerá en las historias de Ahroun según vea conveniente, como en este caso. (Fichas en construcción, publicación pendiente).
—¿La bestia? —Preguntó un Ahroun algo confundido, de alguna forma u otra ya no podía sentirla.
—Esta volviendo a mi, trabajamos mejor en un mismo cuerpo —Admitió Ragabash comprendiendo algo mejor que Ahroun lo que ocurría.
—De haber podido hablar así la primera vez... —Comentó con algo de remordimiento. Los recuerdos de ambos por el tiempo que estuvieron separados comenzaban a aparecer en la mente del otro.
—Aún nos queda mucho por aceptar, cachorro —Respondió con una sonrisa expectante.
—Mejor hacerlo juntos, necesitaremos a la bestia para liberar al viejo —Ambos sonrieron por primera vez. Se dieron la mano y cerrando los ojos sintieron como cada pieza dentro de su ser volvía a ser uno, como debía ser.
(…)
La humereda se esfumó al cabo de unos minutos. Ahroun observó al grupo con energías renovadas y una sonrisa de esas que solo Aradia había visto, dedicada especialmente a ella cuando la miró.
—Tranquila ha vuelto —Comentó Ragabash. Después de todo lo que había dicho antes de salir de la mansión era cierto. Ahroun solo se había tratado de calmar estando ella presente. —Pero aún tenemos trabajo que hacer —Añadió mientras miraba a la bestia del viejo lobo.
—Vamos Ragabash, suelta a la bestia —Comentó Ahroun. El cambio de tono en la voz fue notable, pero esta vez no iba acompañado por esos dolores de cabeza. No, solo por esta vez ambas partes estaban de acuerdo sin rechistar en lo que debía hacerse.
Ahora ambas bestias volvían a enfrentarse en un encarnizado combate de pura fuerza bruta. La desigualdad que había mostrado Ahroun antes de volver con Ragabash ya no era tan abismal, pero el combate fue interrumpido por un grito desgarrador proveniente desde los árboles en donde cierta niña solo en apariencia había estado observando.
—¡Egates, ya basta! —Se escuchó gritar a un hombre que aparecía entre los árboles.
Ambos licántropos volvían a tomar su forma humana. Por su parte el viejo comenzaba a recordar mientras que Ahroun a vestirse. El viejo de túnica roja con botas negras y una larga melena blanca con barba aparecía ante el grupo.
—Viejo Hanks —Dijo Egates—. Debí adivinar que solo tú podrías con una vampira como esa. Pensar que me cambió el nombre solo con su voz...
—Lo supuse. Tu nombre desapareció por mucho tiempo —Comentó tranquilo mientras miraba al resto del grupo. Sacaba una pipa y la prendía con la punta de sus dedos. Logró reconocer al pequeño cibernético y se sorprendió un poco de ver al joven grupo que les acompañaba.
—No creo que estés listo de volver a la academia. Pero Egates y yo debemos volver a Beltrexus, conozco a alguien que podrá ayudarte con tus estudios —Miro algo curioso al lobo del grupo y sonrió levemente—. Es curioso lo mucho que se parecen a cuando eras más joven—.
—Entonces, ¿ya lo encontraste? Por fin podemos comenzar... —Fue interrumpido por el otro viejo al recibir una petaca de whisky.
—Momento, ¿qué van a comenzar? —Preguntó Ahroun mirando de forma curiosa al que ahora se hacía llamar Egates.
—El pequeño cibernético ya tiene una idea de a quien vamos a visitar y lo que comenzaremos. Viejo Egates, deberías traer a tu versión joven también, puede que este grupo este a la altura...
¿Fin?
Off:
Off:
-Según lo acordado con los participantes y Fehu, doy por terminado el tema con Aradia y Zelas.
-Cosas que añadir con respecto a mi post final:
Hanks es el mismo pnj usado en las historias de Kendovlah. Robert ahora se llama Egates y junto al pequeño brujo Steve se dirigen a ver a Kendovlah para iniciar los planes que algunos ya conocen. Ahroun se encontrará con ellos luego quizás o quizás vaya también con ellos. Esta por verse.
Egates pasará a ser pnj de Ahroun mientras que Steve será pnj de Kendo. Hanks aparecerá en las historias de Ahroun según vea conveniente, como en este caso. (Fichas en construcción, publicación pendiente).
Ahroun
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 105
Nivel de PJ : : 0
Contenido patrocinado
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
» Olor a Sangre, presencia de muerte [Samhain 2019] [4/4]
» 19 Melocotones malditos [Libre] [Samhain 2019] [Cerrado]
» Cosecha de puertas malditas [Libre] [Samhain 2019]
» Sacrificios para la Cosecha [Libre][Samhain 2019]
» Olor a Sangre, presencia de muerte [Samhain 2019] [4/4]
» 19 Melocotones malditos [Libre] [Samhain 2019] [Cerrado]
» Cosecha de puertas malditas [Libre] [Samhain 2019]
» Sacrificios para la Cosecha [Libre][Samhain 2019]
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 23:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 00:33 por Vincent Calhoun
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr