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Razas: Los bio-cibernéticos

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Razas: Los bio-cibernéticos Empty Razas: Los bio-cibernéticos

Mensaje  Narrador Sáb Mayo 15 2021, 17:56



Bio-Cibernéticos

El legado de los terrestres
Historia
Los bio-cibernéticos constituyen el culmen tecnológico de los humanos terrestres. Creados para obedecer, estos prodigios biotecnológicos supusieron un cambio radical en la sociedad terrestre, al mezclar la fineza de lo orgánico con el potencial casi infinito de lo mecánico. El resultado fueron estos seres, mitad persona mitad máquina, que ayudarían mucho al progreso de la humanidad.

Los modelos iniciales no eran más que implantes a personas que habían perdido alguna extremidad u órgano, pero la ciencia iría mucho más allá. Los modelos más avanzados fueron realizados utilizando como base a personas de tres orígenes principalmente. Por un lado estaban aquellos condenados a muerte o delincuentes que accedían a convertirse en un bien útil para la sociedad a cambio de su libertad y perdón. También estaban los soldados caídos en batalla, que de otra manera hubieran muerto. El proyecto bio-cibernético les daba una posibilidad de vivir más allá del límite de sus cuerpos. Finalmente, y los más polémicos de todos, fueron aquellos que se ofrecían de manera voluntaria, incluso no tan voluntaria en algunos casos, para experimentos científicos.

Los científicos pronto descubrieron que los individuos intervenidos eran inestables, su mente comenzaba a colapsar al sentirse en un nuevo cuerpo y los recuerdos anteriores competían con los chip de control que implantaban en sus cerebros. Todo esto llevó a que se ideara un nuevo mecanismo que pasó de inmediato a ser obligatorio para todo bio-cibernético. En el momento en que se implantaba en su cerebro el chip que hacía de puente entre lo humano y lo mecánico, pero también servía como mecanismo de control, se realizaba un procedimiento que destruía todos los recuerdos de la persona, permitiéndole “nacer” de nuevo. Pronto descubrieron que estos seres conservaban muchos rasgos de su personalidad anterior, sin embargo al partir sin recuerdos podían acomodarse fácilmente a su nueva vida y no colapsaban. De esta manera, hasta los criminales más recalcitrantes podían ser adiestrados nuevamente para el servicio y la obediencia a la línea jerárquica.

Cuando los terrestres descubrieron el portal, lo primero que hicieron fue enviar una expedición de bio-cibernéticos para averiguar los efectos que podía tener traspasarlo sobre quienes se atreviesen a ello, y también si las condiciones del otro lado eran aceptables para los terrestres. Este fue el primer contacto que hubo entre los humanos de la Tierra y los humanos de Aerandir, que quedaron aterrorizados ante la presencia de aquellos seres metálicos desconocidos.

Al poco tiempo, se descubrió que, pese a que los terrestres no veían a los aerandianos como verdaderos humanos y cometieron verdaderas crueldades con ellos, los bio-cibernéticos eran incapaces de diferenciar entre unos y otros, por lo que no podían hacerles daño y, como más tarde comprobarían los humanos de Aerandir, les obedecían de igual manera. Por esta razón, una de las mejores armas de los terrestres en la guerra que se desató se volvió casi completamente inútil, pues no podían usar a sus bio-cibernéticos en contra de los aerandianos.

Para cuando la guerra terminó, ya había un gran número de bio-cibernéticos que se habían asentado cerca de la ciudad más importante de los humanos de Aerandir, Lunargenta, llevándose hasta allí algunas piezas de la tecnología terrestre que les permitirían fabricar más de los suyos y repararse en caso necesario, así como otros artefactos secretos que los bio-cibernéticos ocultan sabiendo que, si cayesen en malas manos, podrían producir más mal que bien. Entre estos artefactos se incluyen las armas de fuego, que los Bio-cibernéticos se niegan a utilizar a no ser que exista una gran necesidad.

Los aerandianos no saben nada acerca del origen de estos seres mecánicos y los toman como una raza de criaturas que se muestran extrañamente amistosos y serviciales con ellos, por lo que los han aceptado, considerándolos nuevos aliados pese a las iniciales desconfianzas.

Tras varias investigaciones posteriores, un grupo de científicos quiso probar si había rastros de "humanidad" en las creaciones y modificaron el chip de control, hasta tal punto que dejaron de considerar a todos los humanos, en conjunto, como sujetos a obedecer. Liberada esta carga, se planteaba el problema de que algunos bio-cibernéticos podrían llegar a atacar a los humanos, por lo que el grupo de investigadores tomaron la precaución de dejar inscrita la fuerte influencia de los "superiores" sobre los bio-cibernéticos, haciendo que los obedecieran solo a ellos. A pesar de querer investigar la "humanidad" de estos seres, la modificación del chip no funcionó para devolverles sus recuerdos, pues aún causaban importantes interferencias con su nueva condición. De este modo, se optó por dejar el chip, única y exclusivamente para que obedecieran a los que consideraban sus superiores, en lugar de a una raza en conjunto.

Los bio-cibernéticos desarrollaron su propia civilización dentro de las alambradas de su Base, una base autogestionada, situada junto al extremo nordeste de la península de Verisar, que se abastece de la energía solar e hidráulica. Ellos mismos se auto-reparan e investigan a los seres de Aerandir, enviando datos continuamente a las organizaciones de investigación terrestres. Actualmente existe una cierta controversia en sus filas: Puesto que en su ser está intrínseco el sistema de la justicia y la protección a los humanos por encima de todas las cosas, amparan bajo esta doctrina a los maleantes de Ciudad Lagarto, ya que, pese a ser una ciudad donde se realizan actos ilegales y estraperlo, a ojos de los bio-cibernéticos estos son humanos y por tanto necesitan de su protección. Esta situación no favorece a las capitales de Verisar ni a sus dirigentes. 


Descripción

Los bio-cibernéticos no son robots, son seres orgánicos con partes metálicas y una coraza protectora externa. Estos añadidos les dan una resistencia adicional considerable, como si portaran una armadura metálica que les protege, en general, de los ataques. Algunos de los que están adaptados para el combate pueden tener un tamaño considerable. También hay aquellos que sacrifican parte de la resistencia a favor de mayor agilidad y versatilidad, además de tamaños más humanos, lo que les permite pasar más desapercibidos. Aún así, incluso estos últimos son más lentos y pesados que un humano común.

Al menos el 80% de su cuerpo es orgánico, a pesar de la coraza los cubre usualmente por completo. Esto significa que pueden recibir heridas, sangrar, perder un miembro, etc., tal como cualquier otro ser vivo.

Cabe destacar que los implantes realizados a su cuerpo preservan la parte humana sin envejecer, conservando la apariencia que tenían al momento de ser convertidos en bio-cibernéticos. Esto les permite vivir muchos años, alrededor de dos siglos, pero eventualmente sus órganos dejarán de funcionar por agotamiento y morirán.

Los bio-cibernéticos han sido entrenados para seguir órdenes y dejar de lado sus sentimientos, por tanto, suelen ser bastante racionales. Sin embargo, esto no significa que no posean emociones, sentimientos, incluso deseos y sueños. A pesar de no recordar su vida anterior mantienen algunos rasgos de su antigua personalidad y en ocasiones, en sueños, pueden ver imágenes difusas de su pasado.

No pueden fabricarse bio-cibernéticos sin el chip de control y, si este llegara a dañarse, el bio-cibernético moriría.



Habilidades y ventajas
Por lo general, tienen una gran resistencia, convirtiéndose en los típicos “tanques”. Pero esta regla general puede tener excepciones al existir bio-cibernéticos más pequeños y más rápidos pero menos resistentes que sus equivalentes de mayor tamaño y peso. A pesar de ello, los bio-cibernéticos siempre serán más pesados y lentos que un humano.

A menudo pueden aprender habilidades derivadas de implantes en su cuerpo que otorguen funcionalidades adicionales, ya sea en velocidad, fuerza, etc… o en tareas más complejas como extender un brazo.

Todo bio-cibernético viene equipado con una base de datos en su chip que contiene información general sobre Aerandir: un mapa con las principales rutas y localidades, información del clima característico de cada zona, las razas predominantes, la flora y fauna más común y los puntos de interés.

Sus habilidades y especializaciones pueden consistir en “adiciones” a su estructura, que incluyen tecnología que no está disponible de otra manera.

Un bio-cibernético nunca podrá acceder a un arma de fuego.


Rasgos y habilidades
Rasgo: Mi cuerpo posee implantes de alta tecnología.
Habilidades:

  • Antena: Puedo comunicarme por radio con cualquier bio-cibernético que conozca o vea a menos de 300 metros.
  • Resistencia Sintética: Mi cuerpo se considera como si llevara una Armadura Ligera de forma natural y mis heridas sanan el doble de rápido.
  • Radar: [2 usos] Activo un radar que, por unos pocos segundos, me permite saber la ubicación exacta de cualquier objeto o criatura que emita calor en un radio de 100 metros.




Razas: Los bio-cibernéticos 2lo40n5


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