[EVENTO SOCIAL] Bragival: El concurso de NO-Bardos.

De donde vino, nadie sabia, adonde iba, nadie quería saber.... Así, el rubio cargando una espada ridículamente grande golpeo la puerta de "El Camaleón" y se sorprendió cuando le fue solicitada una especie de santo y seña.

-Palabra secreta-
-¿Khe?-
-Correcto puedes pasar-

Zelas alzo una ceja puesto que no entendía muy bien de donde había salido todo eso de la contraseña, pero sabia que debía refugiarse en alguna parte, la sensación de estar siendo observado se había apoderado de él desde hace un par de días, quizás solo era paranoia, pero sabia reconocer cuando estaba siendo seguido, además alguien le comento que algo se llevaría a cabo esa noche en ese mismo lugar y siendo una buena oportunidad para beber, el no-elfo no la desperdiciaría. Pidió una jarra de hidromiel y noto como algunos se dirigían a un sótano, ni tonto, ni perezoso el también se encamino a ese lugar, fue entonces que se topo con la segunda sorpresa, 2 hombres armados custodiaban otra puerta.

-Segunda contraseña- pregunto uno de los guardias.
-Hmpf- suspiro el rubio a la vez que se encogía de hombros.

Ambos guardias se miraron y con una señal de aprobación abrieron la puerta del sótano que albergaba el verdadero evento que allí se llevaba a cabo, gente borracha, instrumentos creado a partir de otros instrumentos y un montón de gente que no sabia realmente lo que estaba sucediendo, sin lugar a dudas ese era su ambiente, viendo como los instrumentos estaban ahí para quien quisiera tocarlos se adelanto a lo que parecía un piano, algunas teclas estaban rotas y habían sido reemplazadas por pinzas para ropa, se quito la enorme espada de encima y la apoyo en un muro cercano, acto seguido, se subió a uno de los improvisados escenarios, saco un leve pergamino y lo adjunto al piano el cual comenzó a tocar desafinadamente por unos segundos hasta que cayo en la cuenta que el pergamino estaba al revés, una vez corregido su error una melodía un poco mas armoniosa comenzó a sonar.




Alcanzo a tocar las ultimas notas cuando se vio obligado traer su espada a su mano para bloquear una esfera de energía -Lo sabia!, era demasiado sospechoso que quisieras probar que tan resistente era la cama- exclamo una enojada Xana quien amenazaba con destruir el lugar, Zelas no dudo en replicar -No puedes esperar que vea una cama nueva y quiera saltar en ella, acaso no tuviste infancia- nuevamente comenzó una refriega que obligo a ambos a salir del lugar, derribando las puertas de acceso y a los guardias en el proceso.

OFF: Menciono a Rauko, un poco a Vinnie, algo de los sucesos de Roilkat y lo que sucedió después cuando Rauko invento involuntariamente las Biusas, y un suceso que probablemente nunca ocurrió(?)

-¡Que me suelten les digo! ¡No me metan que no pienso beber! – Dijo Radus a quien traían dos sujetos que parecían ser sus “buenos amigos” de forma estrepitosa . – Hombre, tranquilo. Solo acompañanos y ya, no tienes que tomar alcohol, tranquilo loco…- Aseguro un sujeto alto de cabello rojo. Radus se quedó mirándolo sin decir absolutamente nada como examinándolo buscando dudas o esperan que riera para dar media vuelta e irse. Mientras el otro que los acompañaba, de estatura poco más baja que Radus; luego de hablar con unos vigilantes que estaban en la puerta les hizo señas a Radus y al sujeto alto para que entraran. – Andan conmigo… - Les dijo a los dos sujetos que vigilaban las puertas del lugar, los cuales les dieron acceso.

En efecto, se trataba de un ambiente muy animado con música y hasta un espacio para cantar. Candelabros colgando del techo para iluminar el lugar, Cabezas de animales y otros bichos raros colgando era lo más resaltantes del lugar y una de las que le perturbaban un poco a Radus, además de eso había también muchísima gente bebiendo y riendo, era casi imposible poder pasar. Las jarras con cerveza pasaban por encima de la gente, y debía ser así por el poco espacio que quedaba.

-¿Ves? ¿No te dije que sería genial? – Le dijo el sujeto bajo a Radus quien lo miraba también con cierto recelo… -No me interesa y no se aun como diablos fue que me deje convencer de esto.- Respondió de mala gana Radus para luego intentar mirar el espectáculo que se estaba dando.

Escucho a uno que interpretaba una canción que jamás en su vida había oído. Mientras Radus estaba intentando comprender de qué iba la canción los que le habían traído   estaban preparando un coctel de cerveza para él pero mezclado con un jugo de frutas que traían ellos para disimular un poco y jugarle una broma y justo cuando habían terminado de mezclar Radus se voltea a donde estaban ellos y les dice – Oigan ustedes saben ¿Qué es una “Biusa”?- El más alto le respondió – No, ni idea.- El otro le secundo – Ni yo loco, pero vamos a tomar algo ¿Te parece?-  Inmediatamente Radus se pone alerta porque presiente que le quieren obligar a beber cerveza. - ¡Ya saben que yo… - El sujeto alto lo interrumpe. – Tsk, ya, ya, ya no seas llorón Radus. Ya sabemos que no quieres tomar cerveza… - Hizo una pausa y le alcanzo la jarra con “jugo”. – Toma jugo de fruta loco. ¡No pareces hombre, Ja!- Dijo burlándose mientras Radus recibía la jarra viendo de qué color era el contenido. – Mmm… Bueeeno, parece que es jugo… ¡Como me den cerveza la próxima jarra se van a enterar desgraciados! – Dijo a manera de amenaza, pero los otros dos solo se echaron a reír y beber sus cervezas tranquilamente. – Bueno, ¡a tope!- Dijo Radus mientras se bebía todo el contenido de un solo trago, pero ahí fue cuando inmediatamente los efectos del alcohol hicieron efecto en él.

Los dos sujetos que andaban con él se miraron uno al otro con una sonrisa burlona porque sabían el espectáculo que se iba a armar y sorprendentemente paso de estar sobrio a un estado de total ebriedad con tan solo una simple jarra. El lugar le daba vueltas al pobre Radus y se sentía muy seguro de sí mismo. – Oye teto…- Le decía al sujeto bajo. - ¿Qué pasa loco?- Le pregunto aguantando la risa. – Iiisho puedo… Sho puedo cantar mejor… Queee ese tipo que essshta ahí paradote en el eshcenario- Dijo con un tono típico de borracho. El alto le pregunto aguantando también la risa como podía –Puff… ¿Y… poff… ¿Y si puedes hacerlo mejor que ese señor de allí?- Radus lo miraba con cara atolondrada y visión doble mientras se tambaleaba. – Sha van a… ¡Hic! A ver ustedes cuatro la canción que me voy a lanzar.- Decía mientras subía al escenario otro participante. - ¡Ossshe teto!- Le gritaba Radus a quien estaba ya en el escenario. – Bajate… ¡Hep! De ahí, ¡Seeesh mi eshcenario!.- Inmediatamente los dos sujetos jalaron a Radus y lo alejaron de allí porque ya estaban mirándolo con mala cara. – Ya va loco, ya va… Espera que cante ese tipo y luego entras tú. – Le dijo el sujeto alto. – Si, prestale el escenario, humm ju, ju… ¡Jaja, sabemos que es tuyo!... Pfff… Me parto, jaja. – Decía mientras no podía contener las risas al ver la cara y reacciones de Radus. – Bu… Bu… ¡Huc!.. Bueno, pero solo… Solo… Porque ussshtedes me lo… ¡Hop!... Piden, por… Porque si no lo rajo en un dos por tres y lo saco a patadas loco… -

Finalizado el espectáculo del otro participante, y, con la ayuda de sus “amigos” Radus logra llegar al escenario y todo el ambiente quedo callado. El típico sonido de los grillos era lo único que se escuchaba y Radus estaba ahí de pie observando con una sonrisa de oreja a oreja. – Hola… ¡Hip!.- Le dijo al público tambaleandose y haciendo esfuerzos por mantaner el equilibrio. – ¡Bajen a ese borracho!- Se oyó a lo lejos. Entonces para evitar que lo sacaran, el sujeto que era más bajo que Radus se acercó a el disimuladamente y le dijo: - ¿Qué paso loco? ¡Lanzate una de binomio de oro, pues! – A lo que por acto seguido y casi por inercia se dispuso a cantar…



Oooh que pena,
Qué pena me he cansado de esperarte,
Esperarte siento pena,
Qué pena de acordarte, no no no
Qué pena, que pena me he cansado de esperarte,
Esperarte una condena,
Qué pena de acordarteeeeee, ¡No no no no!

Tras terminar la rara canción todo permaneció en silencio sepulcral. – Osshee, ¿Y missh… ¡Hip!... Aplausshos? ¿Qué passsho?- Se quedó extrañado cual artista lo dejan sin aplausos. Inmediatamente llega también el sujeto alto y le dice: - No chico, la otra canción, esa que cantabas cuando íbamos a la fiesta del señor kruss, esa que nos cantabas a todos, ¿Te acuerdas?. – Pregunto con cara de llorar de tanto aguantar la risa. – No, no, no… ¡Sssho… ¡hop!... No cantoh shi no essssh con iluminación sssholo para mí y… ¡Hip!... y el público aposshandome, porque están más muertossssh que en un velorio.  – Dijo quejándose al no recibir ningún aplauso. Entonces los dos sujetos se acercaron al tabernero y le pidieron que por favor apagasen las luces del sitio excepto las que iluminaban a Radus y así lo hicieron, aunque algo dudosos.

Todo estaba a oscuras menos el escenario donde se encontraba Radus. – Listo loco, son todo tuyos, ¡ahora destacate chaval!. – Le dijeron ambos mientras se retiraban un poco de él y preparaban algo…

Entre lo que Radus empezaba a cantar e inmediatamente los músicos le acompañaron al oír el ritmo en que cantaba. Luego el sujeto alto sosteniendo una vela la movía con la mano lo más alto que podía de un lado a otro al ritmo de lo que Radus cantaba, mientras que el sujeto bajo le pasaba velas que encendía con la intención que los demás imitaran lo que el sujeto alto hacia… Se quedaban viendo y sorprendentemente lo imitaban al ritmo de esta canción que cantaba Radus:



¿Sabes qué es el fua?

Significa dar el extra
lo que se proyecta hacia el universo,
saco el carácter y saco la fuerza
y saco el poder.

Verso 2
Y lo voy a sacar porque,
porque tengo que dar el extra
Y lo voy a sacar porque,
porque tengo que dar el extra.


Coro
FUAAA cuando tú das el fua,
ese es el verdadero fua,
FUAAA cuando tú das el fua,
ese es el verdadero fua.

"Cuando la persona ya está muerta,
y dices no, ya, déjalo muerto,
¡NO! ¡NO NO NO NO NO NO! ¡FUA, FUA, FUA!"

Cuando tú das el fua,
ese es el verdadero fua.

La canción luego de terminar encendieron nuevamente las luces y Radus y compañía se lograron sentar en una mesa que milagrosamente estaba desocupada para ponerse a reír hasta más no poder.

Aplaudió con la primera intervención de la noche. No se había enterado de qué iba el asunto pero el artista parecía habérselo pasado en grande con ella. La ovación y los gritos de los presentes animaron el ambiente. Pero se calentó aun más cuando el artista, el cual recordaba de algo pero no sabía muy bien de qué, empezó una pelea que migró, rápidamente, al exterior del local.

La fiesta continuó y entre los participantes estaba Alexander Kraz, un hombre el cual había conocido hacía poco tiempo y para su sorpresa, su actuación se centró en él.

Se le hacía muy raro que alguien cantara sobre hechos que él había vivido. No. No solo los había vivido sino que había sido protagonista de ellos. ¿Cómo era posible que alguien hubiera visto en él una fuente de inspiración para contar historias, cantar canciones y componer versos tan emocionantes como los que acababa de escuchar?

Los recuerdos se le agolparon en la memoria: las Runas de los Baldíos y el predicador Erad, Taia, la lancera... Los versos hablaron, también, de alguna de sus muchas incursiones por el desierto, recurrente en los últimos tiempos, la última aún dolía pese a que el daño lo había causado en otra parte. Pero ella era el desierto. La herida del hombro volvió a doler.

Aplaudió con la actuación de Alex y pidió que le pagaran las rondas de toda la noche.

La siguiente actuación fue producto, obviamente, de una tarde de cerveza, vino, aguamiel y cualquier otro tipo de bebida espirituosa que los destiladores de la zona tuvieran a bien vender. Hubo risas, aplausos y gente que incluso pedía más. Sango no se encontraba entre ellos, desde luego. Se obligó a vaciar dos jarras antes de poder escuchar en condiciones la siguiente actuación.

Resultó ser un regalo de los Dioses. Una mujer grande, de aspecto imponente, de tez pálida y un cabello que sin duda era digno de ser observado. Pero lo mejor fue la actuación. Con un gesto la banda comenzó a tocar y la valquiria a cantar. Las gestas de Nana Black nunca habían llegado a sus oídos pero las historias de Anders el Gigante, capaz de levantar un barco con su propia fuerza, quedaron en nada.

El público presente rompió en aplausos y gritos pidiendo más. Animado por el ambiente, decidió subir y contar una historia. Era el momento perfecto para recordar lo que estaba por venir. Los oscuros días que acabarían con todo y en el que al final, dos humanos darían inicio a una nueva era.


Aplaudo la intervención de todos los participantes. Sois unos grandes por haber participado. Mención especial, por mi parte, a Meraxes. Simplemente, sensacional.
Mi intervención se limita a contar MUY pero que MUY por encima el Ragnarok.

La noche anterior, Tina escuchó a una muchacha cantando acerca de unas manos frías.Le quedó grabado el [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y no dejaba de repetirlo. Ya Mina estaba verde del hastío y no sabía cómo callarla. Así que la llevó al Camaleón, donde los mejores trovadores y bardos de Baslodia se reunían. Iba a cambiar un mal por otro porque seguramente se le iba a pegar otra, pero cuando menos, lograría que le cambiara la cancioncita. 

Lo que no se esperaba, era justamente lo que ocurrió. Una conjunción de acontecimientos que ni la más certera pitonisa pudo preveer. Primero, había un concurso de bardos amateur. Segundo, se hizo amiga entrañable del grupo de bardos que amenizaba la noche, aunque aquello no debió sorprenderle. Tina no necesitaba el alcohol como lubricante para socializar y la fortísima cerveza de mantequilla que servían en el Camaleon le soltó aún más la lengua.

-¡Dos instantes y medio! ¡Dos instantes y medio me demoré en refrescarme y pasa esto! ¡Clementina Chonkffuzz! ¡Bájate de ahí!- exclamaba la bruja, intentando llegar hasta su pequeña amiga, quien, encaramada en una mesa, hacía gala de unas escondidísimas dotes de cantante e improvisadora, pues aquella canción que entonaba, jamás en la vida la había escuchado.