Re: Una torre que llegue hasta el cielo [Evento Social]

**Fehu** Jue Nov 09 2023, 20:10

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Devuelvan a los prisioneros

¿Quién es el monstruo?

Comenzó de forma espontánea, sin que nadie lo planeara. Solo algunos susurros descontentos aquí o allí:

—Míralos, cómo disfrutan con sus tétricas calabazas.

—Dedicadas a sus muertos. ¿Qué hay de los nuestros?

—Se creen a salvo en nuestras calles. En nuestras noches.

—Llegan aquí, sin provocación alguna, y nos tratan como basura.

Los susurros se extendieron con la velocidad con que cae una torre de calabazas desequilibrada y el descontento se fue tornando en ira:

—¿Qué será lo siguiente, sepultarnos a todos en las minas?

—Las noches deberían ser nuestras.

—¡Las noches SON nuestras!

Y entonces, alguien gritó:

—¿QUÉ HICIERON CON LOS PRISIONEROS?

Y, como si todo respondiera a un plan preconcebido, varios de los asistentes comenzaron a derribar lámparas y torres de calabaza al grito de: ¡MONSTRUOS, DEVUELVAN A LOS PRISIONEROS!

Muchos huirían al poco, por miedo a la actuación de la guardia humana, pero algunos de los más enardecidos, responderían con suma violencia a cualquier intento de detenerlos.

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Si Ansur no tiene remilgos para meterse en eventos ajenos, Fehu no iba a ser menos. Sobre todo, tratándose de algo tan goloso como un desafío a la gravedad en tierra de vampiros. Reprimidos, sí, pero vampiros al fin y al cabo. Y todo el mundo sabe lo que puede pasar cuando uno pone a una criatura salvaje contra la pared.

Algunos vampiros cabreados han decidido tomarse una pequeña revancha sobre los humanos metiéndose con un grupo de celebrantes que, muy probablemente, nada tienen que ver con su desdicha. Lo cual, por otro lado, no es muy distinto de lo que hizo el reino humano tras la reconquista de Lunargenta, no nos vamos a engañar.

Dejaré que sean ustedes quienes decidan si dichos vampiros se encuentran o no en el mismo lado del festival en que se encuentran sus personajes, pero la fecha de cierre del evento se mantiene, por lo que, quienes deseen sumarse a esta pequeña trama y, quizá, ganarse alguna sorpresilla extra, deberán actuar con rapidez.

¡Disfruten de la fiesta! Por cierto, ¿de dónde han salido todos esos gomejos?

PD: Ya que estoy, no se molesten en seguir lanzando dados, ya Nero encontró la joya.

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**Nero Crimson** Jue Nov 09 2023, 21:08

Satisfecho con su trabajo, Nero procedio a poner la respectiva vela al interior de la calabaza, y al prenderla, noto objeto con un brillo inusual en su interior, lo tomo, lo limpio y lo guardo en su bolsillo, ya mas tarde se aseguraria de revisar bien de que tipo de piedra se trataba, finalmente aquel tributo a su madre estaba completado.

La calabaza en honor a Relena:

Cuando Nero estaba por colocar la calabaza junto al resto de las que decoraban el lugar, escucho como una pelea comenzaba a desarrollarse en las cercanias, -Anciano, alejate de aqui rapido, la cosa parece que se va a poner fea- señalaria Nero al momento que tomaba distancia del hombre.

-¿Vas a estar bien?- preguntaria el hombre preocupado por Nero.
-Si, me asegurare de que no destruyan mi calabaza, vete rapido- indicaria Nero decidido.

El anciano salio corriendo junto a los demas que procedian a huir y Nero por su parte sujetaria la calabaza con uno de sus brazos, a su vez, comenzaba a tensar y acomodar los musculos de su brazo libre, en el cual cargaba su cadena con cuchillas, la cual se deslizo delicadamente por su brazo, sin herirle.

Nero sujeto la cadena por el extremo correspondiente y dio un fuerte pisoton haciendo que se elevara junto a una enorme piedra de 2 metros que emergio bajo sus pies(1) lo cual hizo que algunos de los que estaban peleando se detuvieran un momento para observarle. -No se quienes son, ni quien rayos son los prisioneros, acá solo hay gente tratando de honrar a sus muertos, yo protegere esta calabaza cueste lo que cueste y quien trate de romperla, sufrira las consecuencias- el semblante serio de Nero disgusto a algunos manifestantes quienes vieron aquella advertencia como una invitación.

El primero que salto hacia el, vio como en un par de movimientos la cadena con cuchillas se enredaba en su cuello, lo ultimo que veria seria como las cuchillas se deslizaban por su cuello separando la cabeza de su cuerpo al tiempo que aquella cadena con cuchillos se transformaba en una espada(2), aquello freno a algunos, mas enfurecio a otros cuantos que se lanzaron al ataque, Sin embargo, Nero desde su terreno alto abatia a punta de espadazos a cualquiera que quisiera probar suerte.
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OFF: Habilidades y cosas usadas
1_Tequila (2 usos): de un pisotón puedo hacer emerger una piedra de no mas de 2 metros para el propósito que estime conveniente. --> primer uso.
2_Arma flexible superior con: Arma cambiante [Encantamiento de Arma] El arma posee una segunda forma a la que se puede cambiar a voluntad del portador. La forma secundaria puede ser otro tipo de arma, siempre y cuando no haya un cambio de masa significativo. --> paso de ser una cadena con cuchillas a una espada dentada.

**Eberus** Jue Nov 09 2023, 21:17

Pilares de color ocre adornaban el horizonte que aguardaba a los dos jinetes del oscuro equino. El brujo, con su visión normal, no alcanzaba aún a distinguir de qué se trataban. La elfa, en cambio, gozaba de otra suerte. - ¿Qué coño es eso, Selena? - preguntó con el rostro arrugado. - Hum... Son calabazas, cegato - contestó impúdica, sonriendo con una picardía provocadora. Eberus, acostumbrado, miró hacia atrás por encima de su hombro le devolvió el gesto. - Lo único bueno, si es que se puede llamar bueno, que os han dado a los elfos, es esa visión privilegiada. Claro... solo para para compensar la escasez de poder en vuestro uso de la magia.

Aquellos pilares adornaban ahora el suelo que pisaba el huesudo Morkvind, la montura. Los pilares estaban construidos con calabazas, y una multitud creciente se hallaba allí, en el mercado, disfrutando de un evento en el que estas grandes bayas eran las protagonistas. ¿De dónde saldrán tantas? Eberus, ya se había bajado del equino para indagar. Entre observaciones y cavilaciones, escuchaba rumores sobre una calabaza que escondía una gema robada muy valiosa. Rumores de gente obstinada y avariciosa, al parecer. Eso hizo que el brujo, igual, si no más, de obstinado y avaricioso, sintiera la excitante urgencia de encontrar la calabaza premiada.

- Eh, Selena. Si me ayudas compartimos botín.

- Acepto.

Las observaciones y cavilaciones del brujo ayudaron para guiarles hasta el punto del que provenían tantas calabazas. Selena y Eberus compartieron una mirada sutil de picardía y se acercaron a aquel ostentador vendedor.

- ¡Aún quedan muchas calabazas! ¡Que crezcan esas torres! ¡Que crezcan!

- Ejem, ejem. Buena noche, caballero. Mi camarada y yo hemos escuchado que un ladrón ha escondido una gema en una de sus buenas calabazas.

- ¡Muy buenas! Me temo que eso es lo que he escuchado por aquí, sí... Malditos ladrones... ¿Sabéis lo que ha conseguido ese maleante? Que ahora, en lugar de comprarme calabazas, la gente se ponga a hurgar con sus manos en ellas y las despedacen.

- ¿Han venido a su puesto a hacer eso? ¡No me diga, hombre!

- Bueno... son los que menos. En general les veo por ahí escarbando en las que ya he vendido, pero aún así alguno lo ha hecho, sí.

- Mire, justo queríamos decirle que, si bien le parece, podríamos hacerle unas preguntas sobre esos asuntos, y quizás así ambos podamos beneficiarnos.

Tras una amena conversación, notablemente llena de falsas apariencias por cortesía de la elfa y el brujo, el humilde vendedor aceptó la ayuda de Selena para proteger su puesto de calabazas de los ansiosos hurgadores, y mientras el brujo se dedicaría a buscar, con más delicadeza y bajo el ojo supervisor del preocupado Belko, la gema escondida en las numerosas calabazas que aún no había vendido.

- Ahora que lo pienso... Sería algo estúpido que el ladrón haya escondido la gema en una de las calabazas que aún me quedan por vender... - Una reflexión que podía haberles pillado desprevenidos, resultó en que el brujo ya había tenido en cuenta ese detalle. - ¿Lo dice porque el ladrón podría perder la gema si alguien compra la calabaza en cuestión? No se crea... Si por algo se caracterizan los ladrones, es por saber seguir la pista de aquello que aprecian o atesoran... y por esconder sus bienes en los lugares más inesperados y, aparentemente, irracionales. Y por hacerlo bien, claro.
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OFF: he escrito el post casi entero sin haber leído el último de Fehu diciendo que Nero ya había encontrado la gema... Y no lo iba a desechar jajaja. No tiro dados, y al siguiente post ya veré cómo continúo

**Monza Sylroc** Jue Nov 09 2023, 23:00

Tenía una nueva calabaza en las manos y ya estaba preparada para volver a empezar la torre. Sin embargo, de camino hacia mi sitio, tropecé con alguien a quien no pude distinguir bien y la calabaza se me escapó de entre las manos. Pero la calabaza no llegó a tocar el suelo, porque alguien la cogió al vuelo y salió corriendo siguiendo su camino. No tuve demasiado tiempo para verla, pero no necesité más para reconocerla. Era la misma niña que me había robado la calabaza nada más depositarla la primera vez. Así que hice lo único que una adulta responsable podía hacer en una situación como esta.

- ¡Oye, tú! ¡Vuelve aquí!

Tras el grito salí corriendo siguiendo su rastro, intentando no arrasar las torres que encontraba, no fuese a acabar con alguien buscándome a mi como buscaba a la niña, aunque con más éxito en unas ocasiones que en otras. Notaba que empezaba a montarse barullo por la plaza pero estaba demasiado centrada en mi persecución y en no perder de vista a mi objetivo como para prestar atención a lo que decían. Estaba a punto de alcanzarla cuando me choqué contra alguien, que tuvo una reacción aún más desproporcionada que la mía, pillándome desprevenida con un empujón que me mandó inmediatamente al suelo.

- ¿Qué te crees que haces, extranjera? ¿No os han dicho ya que esta ciudad es nuestra?

- Ya me han robado mis calabazas y no tengo tiempo para tus mierdas. Déjame tranquila.

- ¿Qué dices, niña? ¿Es que no entiendes de qué va esto?

Quizás en otras circunstancias, hubiera intentado relajar la situación, o quizás no, que nunca había sido demasiado buena controlándome antes los insultos. Pero en cualquier caso, esa noche ya estaba bastante alterada por la niña ladrona de calabazas, y el imbécil que se me acababa de cruzar se merecía aún más mi ira, así que se la iba a llevar. Dio un paso más en lo que parecía un intento de continuar su intimidación, pero el susto se lo llevó él cuando antes de que diera el segundo me brotaron las alas, que al desplegarse le dieron una bofetada que lo mandó al suelo a él. Al mismo tiempo mis huesos iban creciendo y transformándose, creciéndome una cola y cubriéndome de escamas^[1].

Una vez en mi forma dracónica, me giré hacia el capullo que me había derribado, y antes de que se levantara del suelo le tiré un chorro de aire^[2] que lo lanzó contra la pared. Uno de sus amigos avanzó hacia mi, y sin pensarlo un momento le disparé también a él^[2]. Después de que saliera volando contra su compañero ya derribado, y me llevase por accidente a un par de transeúntes que estaban demasiado cerca, alcé el vuelo^[3] para evitar verme rodeada por gente furibunda, tanto vampiros como damnificados por los daños colaterales.

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[1] Don Ancestral: [Mágica, 2 usos] Puedo convertirme en un dragón de hasta 4 metros (nariz a punta de la cola), lo que aumenta considerablemente mi resistencia. Puedo volver a forma humana a voluntad.
[2] Aliento Elemental: Puedo lanzar mi elemento afín desde mis entrañas en forma de dragón.
[3] Habitante de los Cielos: Puedo volar en forma de dragón.

Monza es robada otra vez y persigue a la niña ladrona, se cruza con uno de los vampiros alborotadores y elige violencia.

**Alward Sevna** Vie Nov 10 2023, 13:38

Cuando la luna se alzaba en todo su esplendor, las calabazas de Sacrestic se volvieron faros titilantes de historias ancestrales. Sus cáscaras talladas albergaban la luz de las velas, sus destellos danzando en la oscuridad como espíritus errantes. Pero esta vez, más que nunca, las calabazas no solo eran farolillos festivos; eran guardianes de una conexión sagrada entre los mundos de los vivos y los muertos.

Para algunos, las calabazas eran faros de alegría, resplandeciendo con colores cálidos y relucientes. Esos pueblerinos, a diferencia de los que presentaban su respeto a los muertos, iban vestidos con túnicas de tonos otoñales, compartían risas e historias con buena comida y bebida. Para otros, las calabazas representaban la luz que guiaba a los difuntos de regreso a sus seres queridos. Cada uno vivía aquella festividad a su manera.

Sin embargo, en la penumbra de la noche, entre las sombras de los callejones estrechos, resonaba la discordia. Algunos vampiros, disidentes y aferrados a antiguas rencillas, no podían soportar ver la alegre comunión de los humanos en tierras que consideraban suyas. Para ellos, las calabazas no eran más que un adorno inoportuno, una afrenta a su visión de la noche.

Las sombras conspiraban entre murmullos susurrantes. Los disidentes, ocultos en capas oscuras, tramaban perturbar la armonía festiva. Pero incluso en el conflicto, la belleza persistía. Las calabazas, ahora iluminadas con una luz más intensa, lanzaban destellos inquietantes que jugaban con los bordes de la realidad.

No tardaron en llegar los disturbios. Algunos huyeron, otros se enfrentaron a los guardias humanos. Y otros, los más miserables, iban a por los lugareños en particular para sembrar el caos y el terror.

Un grupo de tres disidentes perseguía a dos hermanos; el mayor de ocho años y el menor de siete. El mayor tenía entre sus manos una de esas calabazas con una vela en su interior. La protegía como a su vida, y no iba a dejar que nadie la rompiese.

Llegaron a un callejón sin salida. Entre el griterío de la gente no se les iba a escuchar pedir ayuda. Los tres disidentes, rostros envueltos en sombras, avanzaron lentamente hacia los niños. Sus ojos brillaban con una crueldad que helaba la sangre.

-¡FUERA DE AQUÍ, NO NOS HAGAÍS DAÑO!-Dijo el mayor, envolviendo aún más con sus brazos a la calabaza.

-¡FUERA, MONSTRUOS!-Dijo el menor con lágrimas saltadas por el terror.

-Largo de aquí, cachorros. Esa calabaza representa todo lo que está mal en esta ciudad.-Dijo uno de los tres vampiros.

Dos navajas relucieron en la oscuridad, amenazando con robar la esperanza a los indefensos hermanos. Sin embargo, el destino tomó un giro inesperado cuando dos silbidos cortaron el aire como cuchillas. Dos flechas certeras se incrustaron en las navajas, haciéndolas caer al suelo con un sonido metálico. Acto seguido, los tres disidentes se volvieron sobre su eje para poder ver que en la entrada del callejón dos figuras encapuchadas habían aparecido, una con una máscara y ropajes oscuros y otra sin máscara pero con ropajes rojizos.

-Esto me trae recuerdos.-Dijo Emmanuel con una media sonrisa colocando otra flecha en la cuerda de su arco para tensarla.

-Parece que la historia se repite.-Respondió Alward imitando a su amigo.

En ese momento, una brisa sutil serpenteó por el callejón, anunciando la llegada de una nueva figura. Katrina emergió de las sombras como una aparición, con su cabello níveo ondeando. Sus ojos, centelleando con un misterioso resplandor, se posaron en los vampiros disidentes con una intensidad que cortaba a través de la oscuridad.

-¿Pensáis que podéis sembrar el caos?-Proyectó su voz mágica a todos a su alrededor, pero claramente iba dirigida a aquellos tres disidentes.-¿Con qué derecho?-Su voz ahora hizo retumbar las almas de los vampiros.

De repente, imágenes aterradoras se manifestaron en las mentes de los disidentes, recuerdos distorsionados y pesadillas que los atormentaban. Katrina había penetrado en sus pensamientos, hilando sus propios miedos y anhelos para tejer una ilusión que los paralizó.

-Marchaos y no regreséis. Volved al agujero de donde habéis salido.

Los vampiros, presos de un miedo sobrenatural, retrocedieron titubeantes, sus ojos desorbitados reflejando el horror que Katrina había invocado. Uno a uno, se dispersaron en la oscuridad de la noche, dejando el callejón en silencio una vez más.

Alward y Emmanuel bajaron sus arcos, disipando la tensión que los rodeaba. Sus miradas se volvieron hacia los niños, quienes aún se aferraban a la calabaza como a un tesoro. Los tres héroes del momento se acercaron a estos.

-Estáis a salvo ahora.-Dijo el arquero cruzándose de brazos y mostrando una amplia sonrisa.

-¿A quién recordáis?-Se puso en cuclillas para quedar a la altura de los pequeños y señaló la calabaza.

Los niños miraron a Alward con cierto recelo, ya que su máscara les infundía más temor incluso que los vampiros. Esto Alward lo tomó con cierta tristeza y no supo cómo reaccionar. Sin embargo, Emmanuel se apoyó en el hombro de su amigo y le intentó quitar importancia.

-¿Os da miedo, eh?-Bromeó el arquero con un tono cálido.-La verdad es que hemos perfeccionado bastante esa máscara

-¿Eh?-Preguntó Alward, confundido.

-Ya sabes, para que los difuntos puedan andar por el mundo de los vivos con tranquilidad, debemos parecer difuntos; dar miedo y eso.

-¿E-es un disfraz?-Preguntó el hermano mayor con ojos curiosos, mientras Alward asentía automáticamente, como si esa afirmación fuera una conclusión inevitable.

-S-sí, claro.-Respondió.

Katrina, por su parte, observaba la escena en silencio. Sus ojos profundos reflejaban una ternura insondable. Su presencia, aunque silente, irradiaba calidez.

Mientras los niños se hallaban entre estos héroes improvisados, el hermano menor, cobrando más confianza, decidió revelar el verdadero significado de la calabaza. Su madre, recientemente fallecida a causa de una enfermedad cruel, estaba simbolizada por esa luz parpadeante dentro del fruto tallado. Al compartir este emotivo secreto, los pequeños revelaron no solo su propia valentía, sino también la conexión más profunda que compartían con la festividad y su madre querida.

Un silencio respetuoso se apoderó del callejón, solo roto por el leve crujir de la llama en la calabaza. Los tres héroes, ahora tocados por la gracia de esa confidencia, se miraron entre sí con comprensión. Era un recordatorio tangible de la fragilidad de la vida, de la inquebrantable voluntad de los niños y de la trascendencia de la luz incluso en las sombras más profundas.

Fue Alward quien, con su voz profunda, rompió el silencio.

-Vuestra valentía es más destacada que cualquier luz en esta noche sagrada-Dijo con ojos tiernos.-Vuestra madre os observa desde algún lugar, y en este momento, en este instante, estoy seguro de que su corazón rebosa de orgullo al ver a dos jóvenes tan valientes.

El hermano mayor, con lágrimas brillando en sus ojos, asintió en silencio, agradeciendo las palabras del enmascarado que, aunque podía inspirar temor, en ese momento encarnaba la compasión.

Después de un intercambio de sonrisas y despedidas, los héroes y los niños se separaron. El trío retomó su camino hacia la festividad del Samhain atentos a cualquier indicio de disturbios que aún pudiera empañar la noche festiva.

La festividad en algunos puntos se había convertido en una carnicería, y no parecía que la cosa fuese a mejor cuando vio a un hombre repartir espadazos y cadenazos por doquier a cualquier disidente y a un dragón transformado arrojar su furia sobre más disidentes.

-Esto está escalando.-Mencionó el arquero, preocupado.

Alward no dijo nada, simplemente asintió al ver cómo la escena se volvía terrorífica.

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Off: Intento apaciguar los disturbios y ayudar a niños. Después de eso, veo que la cosa se ha puesto fea y veo a Nero y a Monza repartir leña.

**Zagreus** Sáb Nov 11 2023, 03:40

Me cuesta creerte - dijo una voz madura que buscaba conversación mientras prendía una pequeña vela dentro de una calabaza tallada - entonces se supone que los símbolos que he visto en algunos sitios de Sacrestic Ville en realidad son los vampiros exigiendo derechos…

Usted fue quien me preguntó, yo solo digo lo que sé. - Señalé de forma cortés a la anciana debajo de la capucha negra que cubría mi cabeza. Sabía bien que estaba detrás de aquel símbolo, mis ojos habían visto la crueldad del norte y las consecuencias de la imprudencia de mis compañeros vampiros. Sin embargo, ser cauteloso era lo más sensato, la tensión parecía ser llevada por la festividad y la algarabía de los juegos con calabazas - Por eso hay tantos individuos prestando honores durante el Samhain, siempre fue una fiesta importante en el oeste, pero desde que los rumores sobre los prisioneros se han ido esparciendo, el rencor y pesar ha aumentado... Al igual que el dolor por los caídos. - dije tras una pausa densa que parecía acentuar mis palabras entre los espacios silentes de la frase.

Ay, me puedo imaginar el dolor. - dijo la anciana que reflexionaba sobre el debate moral que se dibujaba en su cabeza. Los vampiros habían arrojado el primer golpe, pero la forma de responder de los humanos y dragones había sido rebosante de crueldad. - ¿Usted, viene a rendir respetos también?

Guardé silencio, no tenía a nadie de quien lamentara su ausencia. Miré a los ojos a la anciana mientras una luz de color naranja iluminaba nuestros rostros. Ella sonrió cómplice, como en señal de gratitud por las palabras y la compañía, seguramente interpretando de manera equivocada mi ausencia de respuesta.

Sacrestic se movía, el símbolo de la V aparecía más en los callejones y esquinas. Los humanos intentan borrar las marcas, pero la situación en la capital exigía priorizar otros asuntos. Los vampiros sonreíamos entre la penumbra, esperando la señal que invitara a actuar, esperando que Lunargenta bajara la guardia y ordenara disminuir el control sobre la villa para priorizar la península.

Quejas y ruidos de riñas se escuchaban a la distancia. Intercambié miradas con la anciana que ahora cargaba una expresión incómoda. Vacilaba entre el miedo y la amargura, escuchando los gritos y quejas de un grupo.

No los culpo, tienen derecho a quejarse.

La vanidad de los extranjeros es atrevida. Se vanaglorian de ser los victoriosos y "moralmente correctos". Conquistan y destruyen con la bandera del deber ser y un falso heroísmo, desfilando con marchas marciales, dejando una estela de sangre a su paso.

Mi voz se notaba más sombría, asomando una melancolía distante. No me sentía identificado con Sacrestic y no le debía nada a los vampiros, pero en el fondo había empatizado con la desdicha de tener la sangre maldita. De los rumores y limitaciones, de la persecución y rechazo.

Y ahora vienen al oeste, ocupando una ciudad que no les pertenece, invadiendo tradiciones que no les pertenecen, asumiendo que pueden hacer torres de calabazas con júbilo mientras sepultan bajo tierra a prisioneros de guerra para que mueran de la manera más lenta y cruel posible. Hasta a mí me cuesta llegar a esos extremos. - dije asomando una sonrisa sutil para que pareciera una broma mi última frase y suavizar mis comentarios.

Es fácil señalar desde arriba, pero creo que subestiman estas tierras. El orgullo del humano no le permite darse cuenta de que el letargo del vampiro y la bestia está por acabar en el oeste.

¿Considera que una nueva disputa se dé en el continente? - dijo con ojos cristalinos mientras los ruidos a la distancia de los alborotadores se hacían más notorios.

La guerra y el conflicto es inherente a la naturaleza humana, mi estimada. - señale con cordialidad. - Los vampiros tienen mucho que decir y no me parece inteligente venir a sus tierras a provocarlos. No comparto el actuar de aquellos bravucones resentidos - indiqué haciendo referencia a los vampiros problemáticos que estaban entorpeciendo las festividades. - pero no tolero la altanería de la visita. La oscuridad… - dije pensando en las palabras de aquella figura de Vuwulfar. - se vuelve asfixiante cuando la luz se extingue. Y créame, en el oeste no hay mucha… - sentencié mientras caminaba entre la niebla y las lámparas de calabaza, acercándome a los ruidos del conflicto. Mi intención era observar con cautela el actuar de los impulsos de los malditos y la respuesta hipócrita de los falsos salvadores.

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Off
Resumen: participo de la actividad aburrida de rendir tributo con las velas y converso sobre la situación de los vampiros y la ocupación, teniendo en cuenta mí implicación con esa trama me acerco a las riñas.

**Gaegel** Sáb Nov 11 2023, 07:21

Después de un buen rato en el que me dediqué a una charla con las calabazas, que más bien parecía una especie de soliloquio, ya que, a fines literales, eran solo unas calabazas, no eran verdaderamente mi antigua familia ni esa pequeña niña. Pero bueno, no lo voy a negar, aquello había resultado muy catártico. Aunque cuando estaba por terminar, comencé a escuchar el barullo que estaba en las cercanías. Alcanzaba a escuchar algo con respecto a los prisioneros. Bueno, las cosas en el oeste, así como en el resto del continente tenían sus momentos peliagudos.

Fue en ese momento cuando dos sujetos aparecieron ante mi, mirándome con rabia, la cual no comprendía, y para ser franco, no estaba interesado en empatizar con ellos. - Oye tu forastero. ¿Qué te crees que haces pisando nuestro suelo sin nuestro permiso? ¿Rindiendo "homenajes" a tus difuntos? Lo mejor sería que vayas y les digas lo que tienes guardado de manera directa. - Dijo el vampiro, quien intentó pisar una de las calabazas, a lo que yo sostuve su pie con mi mano, y la alcé para que ese tipo cayera de nalgas en el suelo.

Casi de inmediato me levanté y me interpuse en el camino entre ellos y las calabazas. - No sé quienes sean, ni tampoco me importa en lo absoluto. Pero algo si te voy a decir. Esas calabazas valen más que sus vidas. - Dije mientras desenvainaba mi espada y sin ningún miramiento, de un tajo certero, le corté la mano a uno de ellos, dejando emitir un sonoro grito de dolor en el proceso. Separé mi espada para combatir con mis espadas gemelas y comencé a realizar cortes en su cuerpo, hasta que dejé al final al sujeto que había intentado aplastar una de las calabazas. - Te lo dije. Vales menos que tres calabazas. - Le dije para luego terminar de cortarle la cabeza.

Acto seguido, miré de un lado a otro. Sabía que si habían llegado unos revoltosos a donde estaba, las cosas donde hubiese una mayor multitud sería mucho más caótica. Me encargué de dejar las calabazas arriba de unos árboles, con la intención de que estas sobrevivieran a la refriega que estaba por venir.

Silbé con fuerza, y no tardó mucho en que apareciera mi cuervo, el cual sobrevolaba el área. - Busca a Ryra, y cuando la encuentres asegúrate de hacer que venga hacia mi... Creo que esta festividad estará más movida de lo que pensaba. - Dicho eso, el cuervo graznó con fuerza y volvió a emprender el vuelo. Hecho eso, emprendí camino de vuelta. Y cuando llegué al centro de donde se estaba llevando el evento, pude corroborar que las cosas estaban muy agitadas.

En mi andar, miré de un lado a otro, y no tardé mucho en divisar a alguien conocido. Se trataba de Nero, por lo que me apresuré en ir hacia donde estaba el dragón, quien ya se encontraba despachando vampiros a diestra y siniestra. Para llegar hasta el tuve que abrirme paso con mis espadas gemelas. - ¡Vaya Nero! ¡No esperaba verte por aquí hoy! - Le exclamé al hombre dragón mientras clavaba una de mis espadas gemelas en la cabeza de un vampiro que intentó atacarme. El haber corrido hacia donde estaba el, causó algo que no me hubiese esperado. De un momento a otro, mi pieza metálica comenzó a vibrar levemente. Aquello solo quería decir una cosa. - Parece que las festividades atraen a varios conocidos. - Pensé con una sonrisa maliciosa mientras detuve el embate de un vampiro con mis espadas para luego repelerlo y dar un corte en su pecho.

OFF: Resumen de actividades

- Gaegel protegió sus calabazas matando a un par de vampiros. Luego regresa a la zona principal, en el camino se encontró hacia Nero y se acercó hacia él, eliminando a otro par de hombres chupasangre (?)

**Ari Eun-Young** Sáb Nov 11 2023, 17:48

Al inicio estaba un poco ensimismada y confundida por no saber mucho sobre mi pasado; pero salí inmediatamente de eso al ver a Meraxes empezar a tener convulsiones.

Abrí los ojos como platos por preocupación y cuando estaba lista para tratar de intervenir y ayudar a la chica sentí una mano gentil que impedía que me acercara. -¿Pero y tu hermana?- alcancé a decir quejándome un poco porque sentía que debía ayudar.

Escuché al joven decir que no me preocupara… -Pero…- suspiré y volteé a mirar al conejito para ver qué tan normal era esta situación.

-Aww no puedo- dije y me acerqué a la chica para tratar de sacudirla, pero no hizo falta, a penas tuve contacto con ella volvió a la normalidad, por lo que la solté de inmediato.

¿Tentáculos? ¿Todo bien? ¿Cómo era posible que esta chica actuara como si nada después de eso y me hablara tan tranquila de amnesias? No estaba entendiendo nada pero definitivamente esta familia necesitaba cuidarse más.

Suspiré de alivio con un poco de confusión y puse mi atención ahora en el chico que me respondía sobre su procedencia y sus aventuras.

-Es lindo que se diviertan, pero deberían tener más cuidado- tuve la necesidad de decir.

…

Al poco tiempo me percaté de que había un grupo de asistentes que pasaron de estar tranquilos a destruir calabazas y lámparas con mucha energía; definitivamente era muy diferente a la experiencia que había tenido con la niña de antes.

-¿Esto es peligroso?- le pregunté a Draco mientras me levantaba de la mesa de donde estábamos y me ponía alerta.

De repente volteo y veo a lo lejos un dragón que parecía que había salido de la nada; después me percato de que empiezan peleas y alboroto entre varios grupos.

Luego veo que se van acercando dos personas que no se ven muy amistosas.

_____________
Off
Interactuo con Meraxes, Meleis y Bomull
Veo a Monza a lo lejos

**Meraxes** Sáb Nov 11 2023, 19:12

Era normal que la chica pensara que éramos un par de raros, no le iba a quitar su razón en eso, la verdad es que si estábamos bastante raritos y eso que todavía la situación hacía que nos comportáramos bastante normal. Aunque aquel ambiente de calma fue efímero, de pronto las cosas se pusieron a lo que tanto Meleis como yo podíamos considerar habitual y todo comenzó gracias a la figura de un dragón que era familiar para ambos y una aliada podría decirse.

De inmediato el semblante relajado cambió por completo a uno serio, mi vista y la de Meleis se cruzaron y en lo que este asintió con s cabeza y dejó su bolso en el suelo. - Por favor señorita Ari, quedase con mi hermana, una amiga de nosotros está en aprietos. - Tras estas palabras comenzó en correr en la dirección hacia donde estaba Monza en la medida que su cuerpo se tornaba azul y escamoso. Lo siguiente, fue el rugir del dragón aliado que iba en apoyo a su compañera. ¹

No tenía intención de matar a nadie a menos claro que ellos quisieran hacerlo con ellos, por lo que su primer impulso fue repeler a los que rodeaban a Monza con un potente chorro de agua. ²

Por mi lado tomé el arma que mi Maestro Ganso me regaló. - ¿Sabes luchar? Cuida a Bomull. - Dije a Ari. - Me encargaré que esos vándalos no se me metan con nosotras. ¡Gaisma! - Y se hizo la luz. ³

- ¡De allí salió el otro dragón viene con ellas! - Gritó una de las voces que había notado cómo Meleis se había incorporado desde nuestra posición.

Un grupo de cuatro venía hacia nosotras por lo que me impulsé para acortar más la distancia y maniobrar aquella letal arma capaz de penetrar a sus víctimas. ~~[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]~~

A medida que fui acercándome algo curioso sucedió, la medalla en mi pecho comenzó a vibrar, eso solo podía significar que Zelas o Gaegel estaban cerca.

OFF:

Inventario:

Inventario Meleis:

**Ari Eun-Young** Lun Nov 13 2023, 02:58

Draco había cambiado un poco su expresión, al parecer lo que estaba pasando sí podía ser peligroso.

De un momento a otro el joven ya se dirigía para apoyar a una amiga; y ¿qué?

Me impresionó un poco porque del cuerpo del joven empezaron a salir escamas y ya eran dos dragones. Coloqué mis manos otra vez aplastando mis cachetes de impresión y volví a mirar alrededor. Definitivamente me faltaba salir más, para la mayoría era muy normal encontrar personas de todas las razas y con todo tipo de particularidades.

La pregunta de la joven Meraxes me agarró fuera de base; había tenido no hace mucho una sesión de entrenamiento con un caballero muy interesante, pero no es como que ya sea una súper buena en estas cosas. Sin tener mucho que decirle a la joven extendí mis manos para agarrar a su conejito y abrazarlo suavemente contra mi pecho.

- Vamos a estar bien peludito lindo- le dije a Bomull.

Al levantar la mirada veo a la misma joven que hace unos minutos tenía un ataque epilepsia estar preparada y tener unas habilidades impresionantes para defenderse; la verdad era bastante mágico, se notaba muy segura y con un dominio impresionante.

- Tú mami es muy cool- dije mientras acariciaba con suavidad a cabeza del conejito mientras Meraxes estaba dándolo todo.

Uno de los jóvenes que venía hacia donde estábamos sacó un cuchillo y con rapidez se realizó heridas en sus brazos y de un momento a otro se le veía más energico. Logró escabullirse de Meraxes, y se aproximaba a gran velocidad hacia donde estábamos Bomull y yo.

El chico tenía un aura bastante tenebrosa, y su acto de autolastimarse tampoco lo ayudaba a verse amistoso; mi ritmo cardiaco aumentó y apreté un poco más al conejito a mi pecho entre miedo y adrenalina.

Como un acto de reflejo sólo se me ocurrió estamparle una patada en la boca del estómago con todas mis fuerzas y gritar de miedo en el proceso. (1)

- Eso fue intenso - le dije al conejito que estaba siendo apachurrado.

- Disculpa - le dije soltándolo un poco y compartiendo su susto.

- Creo que deberíamos apoyar a tu mami, no tengo mucha idea de cómo pero de momento hay que quedarnos cerca- dije mientras empezaba a acercarme a Meraxes.

—
Off
(1) Patada metálica (hab pasiva)

patada:

**Nero Crimson** Lun Nov 13 2023, 17:46

Nero se encontraba sobre la piedra, con una calabaza bajo el brazo y una espada en la otra mano, actuando como una especie de señuelo para quienes quisieran ir a probar suerte, cuando un grupo de vampiros aparecio tratando de atacarle desde multiples angulos.

Nero se enfoco entonces en dos y se despreocupo de los demas puesto que contaba con un trato que estaria seguro que la otra parte no romperia, enfocandose en los dos de adelante desvio el ataque del primero, utilizando su espada para desviar al primer vampiro, haciendo que este pasara de largo y concentrando su fuerza para darle una estocada al segundo y despues patearlo hacia el frente haciendo que cayera dede la altura de la piedra hacia el piso.

Atras de Nero el vampiro que habia pasado de largo vio como quienes iban a atacar por la espalda habian sido liquidados y antes de ver al responsable un par de cuchillas se clavaron en su cabeza, despues de unos momentos, un hombre bestia gato recuperaria las cuchillas y volveria a ocultarse en las sombras.

Nero escucho desde abajo una voz conocida. -Gaegel!, no pensaba verte tampoco, menos estando sobrio- sabia lo que aquellas palabras podrian significar para el, asi que antes de que se preocupara le aviso -No te preocupes, tengo todo bajo control... De momento- antes de que pudieran seguir, Avogato salio de su escondite para saludar a Gaegel y de paso reafirmar lo que pensaba sobre Nero siendo un iman para dragones.

-Ojitos, es bueno ver a una cara conocida- señalaria Avogato ahora equipado con sus 3 espadas, unos guanteletes similares a garras metalicas y unas botas con punta, ideales para un peleador completamente equilibrado, -Borracho!, te dije que atraias a los dragones mira!- señalaria apuntando hacia un dragon intimidante que alzaba el vuelo, Nero al observarle supo de quien se trataba -No es quien buscas, ella es Monza, una dragona de aire, le conozco- diria Nero al momento que otro dragon aparecia, Dragon al cual no conocia ante lo cual observo al felino.

-Ese tampoco es a quien busco, el es giganton, el hermano de gigantona- diria Avogato refiriendose a Meleis y Meraxes, el felino ninja tenia una forma particular de hablar sobre la gente, no decia sus nombre pero los relacionaba a apodos, para no develar información de forma involuntaria.

La bestia dentro de Nero le urgia por salir, la excusa era perfecta, una batalla sin cuartel se estaba presentando en multiples frentes y la bestia anhelaba destruir todo aquello, mas, Nero no permitiria que nada de eso ocurriera, su mente estaba domando a la bestia por momentos para evitar destruir todo y a todos, el amor que sentia por aquel homenaje que le habia rendido a su madre superaba con creces las ganas de querer destruirlo todo, el problema ahora seria por cuanto tiempo podria seguir asi.

**Eberus** Lun Nov 13 2023, 20:24

Pronto, unas voces coléricas, casi guturales, hicieron alzar la vista de todos los allí presentes. Eberus, con sus manos manchadas de calabaza, se había incorporado para tener visión de lo que estaba ocurriendo. Unos vampiros cargaban contra la masa que celebraba el Samhain. - ¡No me jodas! Selena, nos vamos de aquí. Esto no nos incumbe.

- Brujo, no me hagas esto. He prometido proteger al vendedor. No nos podemos separar.

- ¿Brujo? ¿Cómo que brujo? - preguntó ojiplático Belko.

Selena y Eberus se miraron por un instante. - ¿Qué mierda te importa? Esto tiene mala pinta. Nos tenemos que ir de aquí, pero ya.

Cada vez, la gente gritaba y se alborotaba más. - ¡No voy a dejar desprotegida mi cosecha! ¡Vosotros... - Belko se calló en seco.

¿Cómo había llegado tan rápido hasta allí? Los gritos primeros parecían haberse escuchado hacía no mucho. Y no muy cerca. Solo los Dioses saben cómo, pero un joven vampiro acababa de placar a Selena. Era casi de su misma estatura, pero visiblemente más huesudo y ligero. Sorprendentemente, Selena no lo vio venir, y tras el impacto, que hizo que diera unos bruscos pasos hacia atrás, examinó rápida al vampiro. Vio que no iba armado, no con más que su exagerada ira que se reflejaba en las salientes venas de su cuello y frente. Selena fue a agarrar rápidamente su hacha de petos, y el vacío que tocó le hizo recordar que la había dejado en el lomo de Morkvind. No había tiempo para ir a por ella.

Eberus, en cambio, no necesitaba un arma física. - ¡Quieto! - Gritó. Y con el grito, alzó su mano, y como si de una extensión de su mano se tratase, le conjuró una ilusión táctil con la intención de hacerle sentir un fuerte golpe en la mandíbula ⁽¹⁾ . La cabeza del vampiro dio un brusco latigazo hacia atrás, chocando con uno de los celebrantes y cayendo de lado al suelo.

- Joder... menos mal que me has salvado - dijo la elfa con ironía.

- ¿Qué? E... Eso... ¿lo has hecho tú?

- Eso no es nada, amigo - contestó, sin querer revelar muchos detalles. - Y Selena, no vaciles tanto. Dicen que los vampiros engañan mucho. Poca es la que le ha caído.

Lo que nunca llegarían a sospechar era que algo comenzaría a cubrir el suelo como si fuera una marea ascendente. Pero, en lugar de humedad, lo que comenzarían a sentir serían azotes. - ¡Eh! ¿Qué son estos bichos?

- Pero, ¿qué? ¡Son conejos lunares! Tranquilos, son inofensivos. Pero... ¿qué? - Una estampida de gomejos estaba recorriendo los huecos que había entre las piernas de todos los celebrantes. Y con sus grandes orejas que zarandeaban caóticamente al corretear, golpeaban dichas piernas haciendo que el sonido de centenares de suaves azotes adornara aquella tensa contienda.

Eberus estaba muy impresionado por aquello, pero trató de esconderse rápido de aquel vampiro en un lugar oculto.

Selena pareció embelesarse, y trató de caminar sin pisar a los gomejos hasta que pudo resguardarse también tras un muro de madera cercano al del brujo, pero por otro motivo. Se agachó, y agarró uno de los gomejos. Lo contempló con rostro serio, mientras por su cabeza pasaban muchas cosas. Lo exploraba intentando buscar el motivo por el que tantísimos de ellos habían aparecido allí. También, y quizás lo más importante para ella, estaba reviviendo sin poder evitarlo su vida pasada en tierras élficas. Su no tan preciado hogar. - Vosotros sí que conserváis vuestras orejas, ¿eh, bichos?
_______

OFF: 1. Daño vano [Ilusión, 2 usos]: Con una ilusión táctil y visual, puedo generar en mis adversarios la sensación y la percepción de que han recibido cualquier daño no instantáneamente mortal que yo pueda imaginar, aturdiéndolos pero sin provocarles ningún daño real. La percepción del daño dura 2 turnos.

**Monza Sylroc** Lun Nov 13 2023, 22:59

Aún desde el aire seguía lanzando chorros de viento^[1] a todo aquel que hacía amago de agredir a otra persona. No es que tuviese ni idea de si era uno de esos vampiros violentos o un festejante que quería venganza, pero les disparaba igual. Yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando allí, sólo me había puesto a pelear porque me habían transformado para enseñarle una lección a un patán, pero ya que lo había hecho, ahora al menos tenía que intentar mantener la paz. También era cierto, que aunque quisiera diferenciar tampoco era probable que se me fuese a dar bien, mi suerte y mi control de mi elemento tenían un nivel parecido, y era entre escaso e inexistente, por lo que cada vez que lanzaba un chorro de aire para detener a alguien, solía llevarme también a todo el que estuviera cerca.

Empezaba a verme abrumada intentando soplar a tanta gente cuando vi que unos de ellos fueron barridos por un chorro de agua. Al girarme en esa dirección me encontré que Meleys se acercaba volando. Di un gruñido alegre al verle aparecer, aunque tampoco pude decirle nada más, pues inmediatamente nos pusimos los dos a seguir dispersando ese lado de la plaza a fuerza de derribar gente con aire y agua.

Entre tanto pude echar un ojo a lo que pasaba por el resto de la plaza. Parecía que el conflicto iba escalando, e incluso pude ver a Nero, el hombre gato y otro tipo descuartizando gente. Eso me hizo pensar si esos cretinos se merecían morir por ser tontos. Que no podía asegurar que yo no hubiese matado a nadie, pues un mal golpe después de que los propulsara podía tener un resultado funesto, pero al menos mi intención era evitarlo. Seguía pensando en ello cuando noté que empezaban a ver bolas de pelo por los caminos que dejaban nuestras pasadas. Y no era solo un gomejo, sino una preocupante cantidad de ellos. Y un conejo indestructible no era un gran peligro, pero quizás una horda de ellos podrían suponer un problema.

Eché una mirada al ambiente caldeado y le gruñí a Meleys mientras señalaba la zona en la que nos encontrábamos con la cabeza y luego la entrada desde donde parecían venir los animales. Mi intención era decirle que se quedara allí mientras yo me alejaba para encargarme de eso, pero mi capacidad de comunicarme en esta forma estaba un poco limitada.

Mientras volaba hacia allí me crucé con el tipo que me había amenazado inicialmente, y tras mirarnos a los ojos fijamente durante unos instantes, volví a abrir la boca para lanzarle otro chorro de aire y mientras iba revotando contra el suelo empedrado volé hasta la entrada de la plaza. Allí aterricé y al ver que una avalancha de gomejos se acercaba al festival empecé a agitar las alas para que el viento se fuese acumulando a mi alrededor generando una pared de aire que detuviera a los gomejos^[2].

*************

[1] Aliento Elemental: Puedo lanzar mi elemento afín desde mis entrañas en forma de dragón.
[2] Nivel 0: Barrera huracanada: [Mágica, 2 Usos] Genero intensos vientos a mi alrededor, permitiéndome detener proyectiles o alejar a las criaturas que me rodean.

Monza sigue eligiendo violencia, se encuentra con Meleis y sigue haciendo lo mismo, hasta que piensa que igual se están pasando y se va a intentar detener una estampida de gomejos.

Como no sé si Elian y Helena logran parar los gomejos, pero Eberus ha puesto ya que pasan algunos, podemos asumir que los conejos que llegan son la horda que habían visto Elian y Helena o un grupo que se les haya escapado.

**Zagreus** Mar Nov 14 2023, 02:03

Me acerqué oculto entre las sombras al estruendo de los alborotadores. Aprovechando mis ropajes negros y mi rostro oculto por un capuchón, permanecí expectante en la salida de un callejón oscuro, cerca de unas humildes torres de calabazas que mucho tendrían que envidiar a otros competidores del festival que habían conseguido apilar estructuras mucho más altas.

Vi en silencio el conflicto que parecía escalar con rapidez. Algunos bribones, presas del alcohol o la falta de sangre, pretendían entorpecer la festividad, pero tanto la guardia humana como algunos voluntarios decidieron hacerse cargo de los idiotas resentidos de sangre maldita.

Criticaba su actuar rencoroso, aunque pudiese comprender sus motivaciones. Sin embargo, si bien era comprensible que fueran reprendidos, las maneras de los “héroes” escalaron con gran velocidad y la carnicería se hizo evidente. Los vampiros apenas pudieron hacer frente a los “buenos”.

No me inmuté mientras veía el circo de cuchillos y espadas tomar forma, pero un calor parecía hervir mi sangre. No empatizaba con aquellos desgraciados, pero algo más primigenio anclado a la maldición parecía querer conectar con la sangre derramada de los descendientes de Habakhuk.

Oneca… - susurraba hacia mis adentros. La vampiresa seguramente estaría al tanto de aquellos actos y de cómo la Villa era otra vez invadida por justicieros de una moralidad relativa. Sacrestic recordaría los insultos de los humanos y sus aliados.

Los gritos se detuvieron cuando la “amenaza” de los vampiros había sido controlada. El silencio recorría las calles llenas de velas y calabazas, pero rápidamente las risas y algarabía retornaron a la festividad nocturna. Incluso parecía que una nueva atracción relacionada con gomejos se incluía en las actividades, ya que varios gritaban con entusiasmo el nombre del roedor.

El Samhain había concluido para mí. Retrocedí algunos pasos fundiéndome entre la oscuridad del callejón y recogiéndome la manga derecha, saqué mi mano desnuda. En la palma una capa de sangre salía de los poros (1), humedeciendo mis dedos con el frío líquido carmesí. Acto seguido, alcé mi brazo y como pincel, dibujé una V con picos que representaban colmillos, el símbolo de la nueva resistencia (2), sobre la pared de piedra.

Quizás ya sé a quién prender una vela esta noche… - susurré mientras absorbía la sangre restante nuevamente a mi cuerpo y me encaminaba a la penumbra del callejón.

______________________
Off
(1)= Hago alusión a mi arquetipo como sangromante y mis talentos relacionados al control de la sangre.
(2)= [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Dibujo el símbolo de la nueva rebelión vampírica producto del desafío de los [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].

**Meraxes** Mar Nov 14 2023, 03:21

Fue relativamente sencillo atravesar al primero de ellos con la punta del arma, no obstante la desventaja numérica hizo que uno de ellos burlara mis ataques y su objetivo cambiara hacia Ari quien le dio un buen golpe a ese sujeto. - Creo que hizo que se surrara.- pensé en voz alta. - Creo que hizo se surrara. - Dijo alguien extraño poco más allá asintiendo, y así unos cuantos comentarios ajenos más volví a prestar atención a los dos y el medio moribundo que quedaban.

Mientras esto sucedía las cosas entre los dragones estaba bastante intensa, la llegada de Meleis le facilitó las cosas a Monza que tras repeler a unos cuantos decidió marchar hacia una horda de gomejos. Meleis no le dio importancia, su prioridad era cuidar de su hermana que al percatarse de que estaba en desventaja fue volar hacia ella aunque esta vez no iría solo, aprovecharía la cantidad de gomejos a su favor, como distractores o armas de goma. Un rugido que resonó tal cuál onda sísmica llamaría la atención de toda bestia que se sometiera a la imponente dragón y acudiera al llamado de batalla en contra de sus enemigos. ¹

Aquel rugido además de llamar a los animales también sirvió de distractor para aquellos que se giraron,. - ¡Tu oponente soy yo! - Exclamé maniobrando con técnica mi arma y apuntando al rostro la punta. - ¡Ari encárgate del que está herido! Haz otra de esas patadas tuyas que surran. - Fue la orden.

No había olvidado el vibrar de mi pecho por lo que en la medida que la batalla iba arrastrándome más cerca de la zona no lo pensé dos veces antes de activar el efecto. - ¿Quién eres y dónde carajos estás? Los vampiros se han vuelto locos y necesito de tu ayuda. Si ves a Meleis. - Fueron las precisas palabras de mis pensamientos. ²

OFF:

Inventario:

Inventario Meleis:

**Gaegel** Mar Nov 14 2023, 07:28

Nero me saludó con alegría, por lo que sonreí ampliamente. Aunque su comentario sobre estar sobrio hizo que riera levemente. - Estos revoltosos me impidieron en mis planes. Justo después iba a beber algo. Así no me dejan muchas opciones. - Dije mientras repelía a un vampiro que intentó atacarme con mis espadas gemelas y luego darle un tajo en el pecho.

Acto seguido, hizo acto presencia Avogato. Eso hizo que mi sonrisa se ampliara. - Lo mismo digo minino con botas. - Sonreí volviendo a repeler a a otro vampiro y luego patearlo. Debía de darle crédito a Nero. Después de todo, ese par hacían un buen equipo juntos y acababan con enemigos a diestra y siniestra, a tal punto que mi presencia apenas y tenía la oportunidad de ayudarles.

En ese momento, en mi cabeza comencé a escuchar la voz de Mera. Todo por obra de la pieza metálica. Por lo que, luego de unir las espadas gemelas en una sola y continuar mi combate, toqué la pieza y comencé a hablarle. (1) - Soy yo Mera, pues estoy... La verdad no sé bien donde estoy. - Reí levemente para luego escuchar el comentario de Avogato con referencia al "gigantón" y la "hermana gigantona". Vi hacia donde el minino con botas veía y divisé a Meleis transformado en su forma de dragón. - Ya vi a Meleis, en un momento estaré allá. Con un poco de suerte, tal vez vaya con refuerzos.

Acto seguido, y después de darle un puñetazo a un vampiro, mi vista volvió a posarse en Avogato y en Nero. - En esa dirección está Meraxes, y tal vez necesite que le ayude un poco. - Sonreí ampliamente. - Si desean patear algunos traseros chupasangre por allá. Pueden seguirme si gustan. - Dicho eso comencé a abrirme paso en el lugar. Lo que no me esperé fue que justo en ese momento la ciudad tenía otra invasión, una de gomejos, lo cual me dejó súmamente extrañado. - Este día no será fácil de olvidar. - Negué con la cabeza sin dejar de correr, esquivando gomejos y atacando a cualquier vampiro que se interpusiera en mi camino hasta que mis pies me llevaron a divisar a Mera. - Parece que llegué en buen momento. - Comenté volviendo a abrirme paso entre los vampiros enloquecidos a punta de mi espada.

OFF:

1.- Uso efecto de:
Pieza Metálica : Conexión [Encantamiento, 1 uso] Cuando dos o más de estas cuatro piezas se encuentran en un área de 200 metros de diámetro, una ligera vibración indicará que puede ser activado su efecto. Al activarse, los personajes dentro del radio de acción podrán comunicarse telepáticamente durante un máximo de dos turnos. El personaje no sabrá cuál de las otras piezas es la que está activa hasta que establezca la comunicación, pero la vibración de la suya será más intensa cuantas más piezas se encuentren en el área de acción.

**Helena Rhodes** Mar Nov 14 2023, 15:33

Helena emergió de su escondite con un aire de dignidad desafiante, como si el solo hecho de haber estado agazapada entre las rocas hubiera sido un insulto a su estatus. Sacudió sus ropas con elegancia, desprendiéndose de cualquier atisbo de polvo o hojas que se le pudieran haberse adherido.

-¡No estaba haciendo eso!-Replicó con vehemencia .-Te estaba siguiendo, ¿Vale?-Lo miró con cierto desdén.-Parecías sospechoso. Eso es todo..

La bruja llevó su atención a la mujer que acompañaba a Elian. Esta corría como loca y desesperada huyendo de los conejos, y prácticamente se fue del lugar dejándolos a los dos solos. No parecía nadie en particular, ni mucho menos relevante, por lo que de forma deliberada la ignoró.

-Esos conejos.-Comentó, mirando en la dirección en la que los pequeños animales se habían marchado..-Eran extraños.-Fue toda su conclusión.

Después, como si todo lo que acababa de suceder le importara poco, golpeó de manera amistosa el hombro del elfo.

-¿Qué haces por aquí? Veo que te gustan las festividades. En esta en concreto es cuando el éter más se arremolina sobre la tierra y más fenómenos extraños ocurren, es fascinante.-Expresó con un destello de admiración por el Samhain.-No sé qué relación tendrás tú con el éter, pero seguro que lo sientes como yo. ¿Sabías que los brujos y los elfos venimos de un ancestro común? Estamos más emparentados entre nosotros que con los humanos, por eso podemos manejar el éter. Es curioso que nos odiemos tanto.-Encogió los hombros, y su conclusión fue directa y simple.-Todos idiotas.

La bruja extendió sus brazos con una gracia felina, liberando la rigidez que había acumulado durante su ocultamiento.

-En fin, ¿te vienes a tomar algo o vas a ir a la caza de esos... cómo se llamaban, "gomejos"? Te veo muy interesado en ellos.-Su voz, a pesar de la aparente indiferencia, llevaba consigo una invitación clara.

_____________________________________________________________

Off: Helena intenta aparentar casual. :3

**Elian** Mar Nov 14 2023, 18:53

Para sorpresa de Elian, Helena decidió confesar que lo seguía en lugar de agarrar la cuerda que tan amablemente le había tendido. La respuesta jocosa había comenzado a formarse en su cabeza y abrió la boca para soltarla cuando:

—¿Sospechoso? ¿Sospechoso de qué, de robarle a una pobre alcohólica su licor?

—¡Vienen los gomejos! —gritó la pobre alcohólica a la par que guiaba a los citados gomejos derechos al festival de calabazas—. ¡Os lo dije! ¡Os dije que no mentía! ¡Vienen los gomejos!

—Bueno, supongo que ahora la creerán —murmuró Elian y, cuando Helena sacó a colación a los gomejos, añadió—: Solo tienen hambre. Parece que su población ha crecido más de lo que su habitat podía acomodar.

Sin embargo, Helena parecía haber pedido el interés en los animales y, a decir verdad, él tampoco veía qué más hacer al respecto, dado que Berta se estaba encargando a las mil maravillas de avisar a todo el mundo de la llegada de la estampida.

—Pues estaba de paso. Después de lo de Wolle… —Elian rememoró aquel sueño extraño, cuando por fin pudo soñar otra vez, y no encontró palabras para expresarse—. No sé, pasó algo raro y, bueno, me apeteció parar un par de días en un lugar más concurrido.

No le preguntó qué hacía ella por allí, ya que acababa de contarle que lo estaba siguiendo y, de todas formas, la mujer se había enfrascado en una disertación espontánea acerca del éter y las similitudes entre las razas, con una conclusión un tanto… acertada, para qué negarlo. Tan acertada que Elian no pudo (ni quiso) evitar una carcajada.

—Todos idiotas, sin duda —dijo limpiándose una lagrimilla cuando pudo volver a hablar.

La invitación llegó casi con indiferencia, pero alta y clara. Elian echó un rápido vistazo en la dirección en que se habían marchado Berta y los gomejos. Iba a tener que correr mucho si quería alcanzarlos a tiempo de poner sobre aviso a todo el mundo. Odiaba correr.

—Cervezas —dijo—. Suena a un buen plan.

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OFF: Viendo que ya la gente se está encargando de los gomejos: Mi trabajo aquí está hecho ^^

**Ari Eun-Young** Miér Nov 15 2023, 02:07

No tenía ni idea de como un evento que aparentaba ser tan inofensivo terminó siendo un área de guerra. No quedaba de otra que defenderse y evitar salir lastimado de aquella situación.

En cuanto la joven dió su comentario me dió mucha verguenza; ese no era el efecto que quería generar en lo absoluto, sólo trataba de no salir lastimada o que el conejito en mis brazos saliera con algún golpe.

En eso parecía que ¿Draco? volvía hacía donde nos encontrábamos para apoyar, acto que me pareció súper dulce como de hermano protector y me hizo suspirar de alivio porque no estaba muy segura de cómo más apoyar a Meraxes.

Gracias a los Dioses ella tomó la iniciativa y me comentó qué hacer. Al inicio negué con la cabeza ante la expresión que usa, pero no dude en dar una patada lateral al joven que estaba herido, pero esta vez midiendo mejor mi fuerza para sólo dejarlo incapacitado por un tiempo.

Poco a poco los vampiros que estaban buscando problemas cerca de nosotras empezaban a huir o quedar en el piso tras el enfrentamiento; y la velocidad de este efecto aumentó cuando Draco, otro jóven y un grupo de animales, con más cantidad de conejitos, se dispusieron a apoyarnos; no faltaba mucho para que se quedaran sin enemigos a la vista.

…

-Gracias- dije haciendo una pequeña reverencia - son increíbles- dije con una enorme sonrisa.

-¿Quieren ir a tomar algo refrescante cuando esto termine? Creo que nos caería bien-

________
Off
Interactuo con Meraxes, Meleis y Gaegel

**Nero Crimson** Miér Nov 15 2023, 22:50

-¿No quieres ir a ver a giganton y gigantona?- Preguntaria Avogato al momento que levantaba a un vampiro con una serie de patadas para que al fina Nero le diera el golpe de gracia.

-No, de seguro estaran bien por allá, es mejor que me quede acá, necesito estar tranquilo si me enojo mucho....¿De donde salieron tantos gomejos?- se preguntaria Nero al notar como una horda de gomejos avanzaba con torpeza, tropezandose con sus orejas y moviendose calmadamente, parecia mas como si estuvieran de paso que una estampida.

Nero y Avogato ladearon sus cabezas al mismo tiempo al notar lo que ocurria con los gomejos, Nero iba a guardar su arma pero recordo que no tenia una vaina para esa espada, asi que volvio a transformarla en una cadena con cuchillas la cual logro amarrar a su brazo sin dañarse en el proceso, sin embargo, algo llamo su atención, a la distancia un cúmulo de gomejos se arremolinaba.

-Cubrete detras de la piedra, rapido!- Gritaria Avogato reconociendo lo que ocurria, Nero se dejo caer detras de la piedra cuando una sombra paso rapidamente sobre el y sobre la piedra, luego sintio el impacto de algo que habia chocado contra la piedra.

-No creo que...-
-Si, estan usando a los gomejos como cortina para luego lanzarse a toda velocidad como proyectiles enormes, basta con que uno te impacte para generar un daño significativo- le interrumpiria el felino ninja.
-¿Qué sugieres?- preguntaria Nero.
-Si quieres seguir cuidando eso, busca donde cubrirte o crea mas piedras- diria Avogato de brazos cruzados mientras pensaba en mas soluciones.

Aquella sugerencia era la excusa perfecta para que se transformara y lo destruyera todo, sin embargo, la calabaza que tanto queria proteger le frenaba y servia de contención, acto seguido, palpo la piedra frente a el, estimo una distancia acorde en su cabeza y le dio un fuerte pisoton al piso a la vez que empujaba un poco la piedra que estaba tocando(1) aquello hizo que saliera otra piedra grande frente a la que estaba tocando, mas esta tenia un declive en ambos lados que le hacia desviar hacia la izquiera o la derecha a cualquiera que impactara con ella, y mejor no pensar en lo que les sucederia a quienes impactaran al medio.

-Vaya, no esperaba eso- diria el felino al ver como los cadaveres comenzaban a chocar con las edificaciones y los muros aledaños, volviendo aquello una zona de suicidios asistidos.

-Ahora solo queda esperar a ver cuando se aburriran- señalo Nero mientras se sentaba detras de la piedra con la calabaza en sus piernas viendo como los gomejos avanzaban calmadamente y iban sepultando de apoco a los cadaveres de vampiros que comenzaban a apilarse alrededor.

OFF: Tequila (2 usos): de un pisotón puedo hacer emerger una piedra de no mas de 2 metros para el propósito que estime conveniente. --> segundo uso.

**Ansur** Sáb Nov 25 2023, 23:27

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Corre, Invitado, ¡corre!

Repentinamente, una fiesta tranquila y animada se había convertido en un caos, los vampiros no estaban contentos con su situación de destierro y los presentes en el festival tampoco colaboraban mucho para calmar los ánimos, reaccionando de las maneras más violentas posibles para empeorar la situación.

Y es que, ciertamente, aquellos vampiros eran la amenaza más peligrosa en aquella noche, o, al menos, era lo que pensaba aquel sujeto que, sentado en la distancia, renegaba de la estampida de gomejos -¿De verdad nos vamos a tomar enserio una estampida de gomejos?- dijo con algo de desprecio en su tono de voz -Digo, está bien, son indestructibles y todo, pero su masa y su fuerza siguen siendo las de un conejo normal- Convencido de ser el dueño de la razón, continuó poniendo a prueba su suerte -Además, recordemos que muy rápido no pueden avanzar por sus orejas, entonces a lo mucho te podrían hacer cosquillas- De pronto, sus palabras se detuvieron cuando el aire se cubrió con una inquietante sensación de peligro.

En la oscuridad de la noche, con la luna oculta tras las nubes, emergió la figura atormentada de un vampiro intimidante y poderoso. Su presencia era como una sombra angustiante, envuelta en un halo de misterio y desesperación. Sus ojos rojos, como brasas ardientes en la penumbra, brillaban con un letal deseo de venganza. Su rostro pálido y afilado estaba coronado por un cabello oscuro y sed de sangre.

Con pasos firmes y decididos, el vampiro avanzaba, sus botas resonaban en cada paso, creando una sinfonía tenebrosa en el silencio de la noche. Emitía un aura de dominio, mientras el viento aullaba en la distancia, susurrando su nombre como un presagio macabro. No había vuelta atrás. Con su mente llena de oscuros recuerdos y su corazón lleno de anhelo, había regresado a sembrar el terror y reclamar el hogar que le pertenecía.

Al fin he vuelto- anunció con voz de poder, sus palabras helaban la piel de los más cercanos que no tardaban en retroceder ante su inquietante presencia -Esta noche serán testigos del glorioso regreso de… ¡¿Qué es eso?!- dijo mientras giraba hacia un lado para ser arrollado por un gomejo salvaje que se le estrelló en la cara y lo hizo rodar violentamente por el piso varios metros, con la cara destrozada y algunos huesos rotos.

Y aquello era tan solo el inicio del fin, y es que cierto dragón había convocado a la batalla a tantas bestias como pudieran haber escuchado su potente rugido, y siendo los gomejos los más cercanos, acudieron en masa a la convocatoria, impulsados por un impulso de violencia frenética que haría correr a algunos de los vampiros que se encontraban en el lugar, excepto al tenebroso recién llegado, quien no pudo escapar por estar inconsciente y estrellado contra un árbol, y así murió sin saber qué bestias le arrebataron la vida, un trágico final que no sería el peor que se sufriría en aquella noche.

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ᚩ De los mismos creadores de «Salvemos a los niños entregándolos a la villana fanática de las pesadillas» y de «Matemos a esa entidad sobrenatural para que el mundo se termine en 13 días», Meraxes y Meleis les traen «Llamemos a un montón de gomejos rabiosos».

∞ Veníamos a entregar recompensas y a cerrar, pero, después de leerlos, ahora ha aparecido un nivel secreto para quienes gusten un poco más del caos y descontrol a cambio de mejores recompensas y aventuras para contar a los nietos.

ᚩ En este punto, todos tienen sus recompensas del evento aseguradas, tanto las buenas como las malas. Pero, quienes participen en la siguiente etapa, optarán por un poco más. La tarea es sencilla: simplemente escapar del lugar antes de que los gomejos arrasen con todo, aunque no será sencillo.

∞ Para entrar a esta etapa solo deben postear dos veces: una primera respuesta para reaccionar y sobrevivir y, cuando otra persona haya posteado, harán la segunda y última respuesta para finalmente abandonar el lugar. Pero cuidado, cada vez que un personaje salga, los gomejos centrarán su atención en los que queden. Así que no es recomendable ser el último: un trágico destino puede estar esperando al rezagado.

ᚩ Esta fase final del evento, para bien o para mal, finalizará el 3 de diciembre.

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**Caoimhe** Dom Nov 26 2023, 00:52

Todo estaba perdido. La vampiresa había esperado de manera paciente a que sus dos compañeros se cansasen de buscar una gema que era casi imposible de encontrar. Cuando el rumor de que la joya de hecho había sido encontrada se esparció como la pólvora por sacrestic, la vampiresa decidió alejarse un poco de Axel y Hugo para darles intimidad. Ambos habían puesto expectativas lo suficientemente altas en aquel abalorio y aunque entendía el significado no estaba de humor para palmear la espada de sus secuaces a modo de apoyo emocional.

De aquella manera fue como se enteró de la revuelta a algunos metros de donde estaba. Conocía lo suficiente a los de su clase como para entender que el odio milenario estaba contenido en una mecha bastante corta. Deseaba más que nunca desaparecerse de Sacrestic y resumir sus quehaceres en Beltrexus. Al menos por una semanas, por lo que se mantuvo al margen de cualquier enfrentamiento.

Pero el destino es caprichoso en sus hazañas y apenas sus secuaces se hubieron reunido con Caoimhe, ambos cogidos de la mano con la certitud de saberse contentos a pesar de la suerte que había corrido la gema, un grito profundo y barítono los hizo mirar tras de si y percatarse de que el ambiente de jolgorio recatado en el que habían estado pasando las últimas horas comenzaba a transformarse en una marabunta de pánico y carreras aquí y allá.

Varios cuerpos chocaron con Caoimhe en su carrera. La mujer evitándolos sin saber muy bien a qué se enfrentaban. Cuando la tercera figura- una mujer bajita y algo gordinflona- chocó contra ella, la vampiresa la agarró por los hombros forzándola a mirarla a los suyos propios.

-¿Qué diablos está pasando? - le dijo de manera intensa.

Pero no necesitó respuesta: Una ola peluda avanzaba de manera coordinada devorando lo que encontraba a su paso de manera inmediata. Mujeres, hombres y niños caían bajo el yugo en apariencia inocente de gomejos aquí y allá. Hugo no tardó mucho en deshacerse del agarre de Axel y atrapar en su lugar a Caoimhe de manera abrupta, aupándola sobre sus hombros.

-¿Qué... crees que estás..?..- protestó la vampiresa.

-Calla... simplemente calla, aprovecha mi altura...- dijo el hombre tigre tambaleándose de manera inestable a medida que avanzaba, lanzando patadas aquí y allá a algunos gomejos que comenzaban a alcanzarlos.

Caoimhe entendió entonces lo que su compañero planeaba y a su lado, Axel parecía estar lidiando de manera efectiva con aquellos gomejos a base de espada.

-Tan solo unos.. diez metros más. La más alta y más cercana al menos. ¿Vas a poder llegar?- dijo balanceándose de manera peligrosa sobre sus hombros mientras intentaba auparse.

- Debería... aunque en estos momentos desearía que pudieses transformarte en murciélago..¡Tengo la piel bastante dura y mi pelaje hace de capa extr...AUCH!-Protestó- Malditas musarañas... ¿Quién las ha invitado a la fiesta?- El hombre tigre emitió un rugido feroz que apartó a uno de los grupos de La velocidad de Axel aumentaba a la vez que su estabilidad disminuía mientras lanzaba los barriles de cerveza y bebida cercanos a ellos contra el grupo de gomejos más cercanos.

-Hugo... he perdido de vista a Axel- dijo Caoimhe algo recelosa.

-Eso es bueno... - respondió el hombre tigre- significa que ha escapado- su voz titubeó un poco aferrándose a sus habilidades.

Cada paso hacia la salida se hacía más complicado. La chica se agarraba al hombre bestia con la certitud de que en cuanto escapase de Sacrestic no volvería poner un pie allí en mucho... mucho tiempo.

**Meraxes** Dom Nov 26 2023, 01:00

La batalla parecía estar a nuestro favor, lidiar con aquellos vándalo fue tarea sencilla con la ayuda de Ari y posteriormente la de Gaegel. El rugido de Meleis estremeció a más de uno, incluyendo a Bomull que pareció tener un aura inspiradora y apasionada por querer ¿luchar? - Sujétalo bien. - Dije a la chica.

Aquello no fue lo único raro, de hecho era lo más normal de la noche. Pronto el lugar no tardó verse repleto de gomejos tan aterradores como las gallinas que en alguna ocasión atacaron a ese elfo de cabello fabuloso. Por un lado podía decirse que los vampiros ya no eran un problema, lo que sea que hizo Meleis funcionó, por el otro... - Oh mierda...- Miré a mis compañeros.

- Voto por salir y correr como si no hubiera un mañana. Piernas para qué las tengo además de cog... - Mala elección de palabras que me hicieron convulsionar a nueva cuenta por unos segundos.

En ese intervalo Meleis, consciente de quizás su idea había desatado otro apocalipsis se limitó a lanzar chorros de agua alrededor de nosotros y que aquellas cosas rebotaran tan lejos como fuera posible.

Las convulsiones cesaron y cómo no había tiempo para seguir pensado en nimiedades me levanté como si nada, limpiando la espuma de mi boca. - Ari sube en Meleis. Gaegel, a dos patas no me sirves, haz lo tuyo. ¿Dónde está Ryra? Bueno, búscala, creo que puedo salir con esto. - Saqué unas cuantas bolitas de metal de mi bolsa y las lancé a mis extremos dejando una brecha justo hacia la salida más prudente que me permitía pensar aquella situación, el bosque. Con algo de suerte muchos de los peludos se tropezarían y dejarían paso libre. - Meleis vierte agua y trázame un camino.

Lo segundo que saqué de mi bolsa fue un huevo, aquello sería una herramienta que usaría si la cosa se ponía peor. Por el momento, Meleis se había encargado de aterrizar lo suficiente para que la chica pudiera subir sobre él.

OFF:

Inventario:

Inventario Meleis:

**Nero Crimson** Dom Nov 26 2023, 01:10

-Bueno esto esta funcionando mejor de lo que esperaba- señalaria Nero algo orgulloso del plan que habia elaborado para mantenerse a salvo, al menos de momento, los vampiros ya habian dejado de ser una preocupación, en especial porque ya no se lanzaban a aquellas piedras mortales.

-¿No sientes algo raro?- preguntaria Avogato al escuchar sonidos de golpes a la distancia.
-¿Raro como qué?- preguntaria de vuelta Nero.
-Volvamos a subir a la piedra, necesito verificar algo- responderia el felino hombre-bestia al momento que usaba a Nero como apoyo para subir.

Nero a regañadientes le cederia su hombro al felino y sin soltar la calabaza que estaba protegiendo, se puso de pie para que Avogato subiera, luego le lanzo la calabaza para que la atrapara y finalmente subio el tambien, nada los habia preparado para lo que verian a continuación, si bien habian visto a los gomejos, habian malinterpretado por completo la situación, no eran que los vampiros se estaban escondiendo entre los gomejos para posteriormente lanzarse a toda velocidad sobre ellos, eran los gomejos quienes golpeaban tan fuerte a los vampiros, que salian despedidos a toda velocidad sin control.

-¿Hora de marcharse?-
-Completamente... ¿Algun plan?-
-Tomaremos altura, no deberiamos tener problemas si llegamos a los techos y nos movilizamos por ahi-
-De acuerdo, sera complicado, pero si me ayudas a cuidar esta calabaza, ire a donde me digas hasta que aparezca el dragón al que buscas-
-De acuerdo borracho, me agrada el trato-

Asi tanto Nero como Avogato comenzaron a buscar la edificacion mas cercana, a la vez que esquivaban uno que otro cuerpo que salia despedido por los aires debido a aquellos extraños gomejos superpoderosos(?)

**Gaegel** Dom Nov 26 2023, 02:38

Conforme el tiempo transcurría. El combate con los vampiros se fue aligerando. Incluso Meleis hizo aquel potente rugido, que de no tener mis propios rasgos de licántropo alfa, ese rugido me hubiese inspirado temor. - Pues bueno. Pan comido. - Dije mientras enfundaba mi espada. Parecía que la situación se había aligerado.

Aunque eso solo en apariencia. De un momento a otro, pude notar cómo mis vellos se enchinaban. Ese acto reflejo de mi cuerpo hizo que me viese el brazo por un momento. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué era esta sensación de alerta? La verdad es que no lo entendía bien en un inicio. Y fue cuando vi a lo lejos que los gomejos cambiaron de actitud que supe que ahora los vampiros no eran nuestro peor enemigo.

¿Qué carajos significa esto? - Tragué saliva mientras que sabía que lo que teníamos que hacer en este momento era huir. Si bien, esas cosas peludas no eran fuertes por si solas, eran indestructibles. Y ahora mismo nos superaban ¿cuanto? ¿Cincuenta a uno? ¿Cien a uno? Era probable que tal vez más.

Mera comenzó a dar la sugerencia de escapar, pero de ella comenzó a convulsionar de manera inexplicable. Bueno, ahora que recuerdo, esos eventos ya me habían ocurrido. Negué con la cabeza, ahora podía entender por qué ella había decidido irse, esos ataques eran muy molestos. Pero no había tiempo para meditar. Meleis estaba repeliendo a los gomejos asesinos. Una reminiscencia del combate con los pollos mutantes vino a mi mente, solo que ahora el rival era invulnerable a mis ataques.

Por lo que utilicé mi espada solo para repelerlos, como si mi espada solo fuese un bastón. Una vez que Mera se reincorporó, ella comenzó a dar algunas indicaciones. Entrecerré mis ojos cuando me dijo que "no le servía en dos piernas". Pero la mujer dragón preguntó por Ryra, y cambió mi "orden" por la de buscarla. - De acuerdo. Yo la busco y cuando salgamos de esta nos vemos. - Dije mientras comencé a correr tan rápido como mis piernas me lo permitían.

Podía notar cómo los gomejos intentaban atacarme, por lo que de vez en cuando daba algunos saltos, corría en zig zag, e incluso de vez en cuando me detenía para evadir a las peludas criaturas rabiosas. En mi andar vi a mi cuervo, el cual, al tener contacto visual, comenzó a guiarme a Ryra. Había que encontrar cuanto antes a la bruja arpía y salir. O este lugar se convertiría en nuestra tumba.

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