El arte de la seducción [Libre] [TEMA CERRADO]

Una noche oscura... Una noche donde los vampiros pasean por la Villa y buscan su merienda como los turistas, que siempre caen en las trampas de seducción de los vampiros... El ardiente deseo de sangre, hacía cenizas a los vampiros novatos que nunca habían seducido a su cena y siempre perdían la oportunidad de sangre. Aquellos vampiros bajaban su cabeza y caminando, se iban a los bosques para conformarse con sangre de animal...

Habían muchos combates en aquel villa y todos siempre se originaban entre vampiros que peleaban por su presa. Los bares y las tabernas andaban llenas de vampiros guapos y de algunos humanos que no tenían ni idea que iba ser el ultimo día de su raza... Las chicas vampiro se alimentaban fácilmente ya que ellas no necesitaban conocer la seducción para atraer hombres, tontos, estúpidos y con ganas de una noche salvaje que siempre al final, terminaban secos como el desierto, sin una gota de sangre. Algunos dragones han ido allí pero no han durado mucho ya que los vampiros son muy buenos para el olfateo y obviamente tienen más fuerza que un humano corriente, aun teniendo espada...

Se dice que esta era la noche donde aparecerían demasiados turistas para ver aquel Villa y escribir sobre ellas. Los bares comenzaron a llenarse rápidamente al igual que las tabernas donde se veían vampiros llevando chicas a un lugar oscuro para seducirlas y luego... Asesinarlas... Mientras que las chicas vampiro llevaban a hombres pervertidos a lugares oscuros para dejar probar sus labios y luego tomar de aquel olorosa sangre de humano... Los turistas poco a poco iban muriendo y las calles quedaban desoladas rápidamente.

Las tabernas se desolaron rápidamente hasta que quedo solo un hombre en la taberna con una sonrisa leve mientras sus colmillos derramaban sangre... Aquel hombre salía de una habitación que tenía la taberna y buscaba más sangre con la cual saciarse... -Qué avaros... Deberían dejar más sangre... Tengo una sed insaciable...-Dijo aquel hombre llamado Paul mientras decidía salir de la taberna, pero algo le sorprendió.

Una chica entró rápidamente al bar y le puso una espada en el cuello a aquel vampiro. -¿Crees que no me he dado cuenta?... Eres un maldito chupasangre... ¡Alza las manos!-Dijo la chica que tenía unos hermosos ojos azules, cabello negro y una boca provocativa. Paul volteó su cabeza y con el rabillo del ojo, vio a la chica. -Está bien...-Dijo aquel vampiro mientras alzaba sus manos y volteaba un poco más la cabeza para verle el rostro.

-¿Estás soltera?.-Dijo Paul para luego moverse rápidamente y quitarle la espada. La chica trató de correr pero aquel vampiro le agarró suavemente las manos. -Dime... No me hagas usar la fuerza...-Dijo aquel vampiro mientras se acercaba a los labios de aquel chica y le pasaba sus labios mientras ella bajaba lentamente su respiración y sonreía levemente.

-Sí... Pero no dejaré que uses tus "poderes" tontos conmigo.-Dijo mientras llevaba su cabeza hacia atrás. Aquel vampiro pegó su cabeza a la de ella y absorbiendo su labio inferior, y comenzó a sobar la gran cadera que llevaba aquel chica... -Vamos... No te morderé, a menos que lo pidas...-Dijo Paul mientras la chica respondía ante el beso y usaba sus manos para tratar de desabotonar el saco. -Malditos vampiros... ¡Se nota que por la sangre, hacen todo...!-Dijo aquel chica mientras iba en la mitad de su saco que le desabotonaba. -Así me gusta...-Dijo ese vampiro que disfrutaba el momento y aprovechaba para bajarle la remera que llevaba por los hombros.

La chica al fin desabotonó el saco y tocó su cuerpo mientras que suavemente pasaba sus uñas por el abdomen. -¿Qué harás, ahora?-Dijo aquel jovencita mientras agarraba fuertemente su pantalón y se agachaba...

Paul Brown Moreau ante esta situación, sonrió maliciosamente mientras sus colmillos se afilaban y su boca se abría, hasta el punto donde sus dientes eran notables... -Estás actuando mal en este momento...-Dijo aquel vampiro mientras agarraba la barbilla de la chica y le estiraba el cuello...

-Porque...-Comenzó a bajar el vampiro hacia el cuello moreno y suave que ella tenía, para luego terminar la frase...

-El que se agacha... ¡SOY YO!.-Dijo sonriente el vampiro mientras clavaba sus colmillos al cuello de la chica y absorbía la sangre que tenía, probando así su forma de seducir que aun así debía perfeccionar...

-¡AH!.-La chica se despidió de su vida con un gemido suave y sensual mientras se caía lentamente al suelo y Paul desenterraba sus colmillos mostrando su boca ensangrentaba pero saciada de aquel deliciosa sangre. Aquel vampiro lamió sus labios y terminó de degustar aquel merienda que había conseguido para luego abotonarse su saco e irse por la puerta para buscar más turistas sin conocimiento del lugar...

Paul temía de que se encontrara con un turista... ¡Que sea inteligente y fuerte ante la seducción!... Eso le traería problemas.

Fue una noche que salí de la residencia de los Van Gould, tras descansar en ella hasta el ocaso, y me fui a saciar mi sed, camino de la villa sacrílega. Bueno, más bien quería saciar mis dos tipos de sed. En primer lugar la sed de sangre propia de mi raza, y en segundo lugar la sed de gloria propia de mi persona. Caminaba por la espesura, en busca de asentamientos o campamentos donde hubiese personas desorientadas, pero no para drenar todos sus fluidos vitales. No tenía motivos para matarlos, no eran mis enemigos, simplemente hice lo que acostumbro a hacer todas las noches: aparecer desde la sombra, dar un trago no letal mientras duermen, y sedarlos. No tuve mucha suerte buscando entre granjas, cabañas y tiendas de campaña, pero sí la tuve en el camino. 

Se trataba de una mujer peregrina, con una antorcha encendida en la mano, ataviada con una capucha y una túnica amplia. Estaba algo desorientada, y no estaba demasiado lejos del término de la villa, así que aparecí cara a cara y traté de inspirarle confianza, sin ponerme la capucha.

-Mi señora, es muy peligroso caminar por aquí a estas horas. ¿No cree que debería ponerse a salvo?

-Supongo, pero mi viaje es de gran importancia. Además, no estoy cansada, y los bosques no son seguros... -me dijo un poco insegura, y mientras tanto yo me iba acercando lentamente a ella, con la intención de quitarle la capucha- Un segundo, ¿quién es usted?

Me acerqué a ella y le mordí en el cuello de forma casi indolora. Pudiendo chuparle toda la sangre, no lo hice. Sorbí durante un tiempo, el suficiente como para no poner su salud en peligro, y le administré un frasco con extracto de adormidera que llevaba en el morral, del cual tragó aletargada, para luego después caer en un profundo sueño, entre la acción del opiáceo y la toxina del mordisco. Luego me apresuré a ocultar su durmiente cuerpo tras uno de los arbustos, para que no hayan testigos.

-Mañana por la mañana, me lo agradecerá. Que descanse, mi señora. -añadí tras hacer una reverencia.

Me apresuré en dirección a Sacrestic Ville y llegué a la taberna. Todavía tenía algo de sed, no me bebí por completo a la señora sacerdotisa.

La taberna estaba llena de humanos en el suelo y algunos estaban secos ya que ni una gota de sangre tenían... Era normal que aquellos vampiros no dejaran ni un poco a los que faltaban de saciarse... Cuando Paul estaba a punto de salir, vio que una chica comenzó a agonizar en el suelo moviéndose de manera brusca y repulsiva, como sí se fuese a partir los huesos. Aquel chica gritaba mientras agonizaba, haciendo que Paul sonriera y mirara muy contento aquel transformación.


La chica abrió sus ojos y se notaba que había cambiado su forma de comportarse... Entonces comenzó a beber de la sangre que había en el suelo regada y comenzó a abrir los cuerpos de los humanos para tratar de conseguir más sangre y lo conseguía satisfactoriamente... Para Paul era normal ver eso... Ya que todos cuando se convierten en vampiros, tienen una sed demasiado grande de sangre y de alguna manera tratan de buscarlo. -Tendré que matarla...-Dijo Paul mientras desenvainaba su larga espada y mientras ella se alimentaba sin preocupación, le clavó la espada en el cráneo, donde la espada larga toco hasta suelo. La chica gritó fuertemente pero al cabo de unos segundos, cayó muerta.

-Estúpida... La sangre se toma completamente del cuello... No abriendo los cuerpos...-Dijo Paul desenterrando aquel espada mientras la guardaba aun estando ensangrentada, no le molestó ni un poco limpiarla y dejar su espada reluciente...

Mientras salía de aquel taberna, es chocó contra al parecer un vampiro... Paul no tenía ni idea de que era un vampiro y lo llevó al suelo junto con él para luego agarrarle las manos. -Hehehehehe.... ¡Más sangre...!-Dijo aquel vampiro mientras lamía aquel cuello y humedecía la parte donde iba a clavar los colmillos...

-Adiós...-Terminó Paul mientras preparaba sus colmillos y le daba tiempo al otro vampiro (Liam) para reaccionar y quitarse a Paul de encima...

Off: Good Luck

Conforme entraba a la taberna, se chocó contra mí una figura delgada y con un traje bastante pintoresco. Sin tener apenas tiempo a preguntarle qué pasaba, poco después de tropezar, me tiró al suelo y lascivamente me lamió el cuello. Empecé a fruncir el ceño, tratando de quitarme a ese loco de encima, pero me sujetó las manos para ver si podía hacer algo. Justo cuando empezó a relamerse, me empecé a zarandear de forma seca y rápida con todo el cuerpo, intentando escaparme por la fuerza. 

-¡Insolente! Ni se te ocurra volver a tocarme, o si no... -espeté amenazantemente mientras me lo intentaba quitar de encima, dejando ver mis colmillos para resultar más amenazante, e iluminándose mis ojos en un rojo intenso.
Hice todo lo que pude para incorporarme, forcejeando con ese hombre, para después empuñar la espada, haciendo ademán de desenvainarla.

Me quedé vigilando, durante ese instante, todos y cada uno de los movimientos del infeliz, pudiendo desenvainar la espada si hacía algo que atentase contra mi persona.

Paul había preparado sus filosos y perforadores colmillos para tomar más sangre de lo que siempre ha tomado e incluso quitarle la vida a aquel "humano" que iba a morder. Cuando estaba a punto de clavar sus colmillos, aquel vampiro (Liam) comenzó a forcejear, algo que le molestó a Paul y no le dejaba clavar sus colmillos en aquel cuello genial y suave para morder. No le dio importancia e iba a morderlo hasta que notó un olor a vampiro y vio que aquel "humano" (Liam) sacó sus colmillos e hizo que nuestro héroe saltara hacia atrás sorprendido.

-Vaya... Así que también eres un vampiro.-Dijo Paul mientras miraba de forma desafiante a Liam y había tensión en aquel encuentro...

Los dos comenzaron a mirarse de forma desafiante y Liam amenazó a Paul con su espada, algo que hizo poner a Paul un poco asustado como un humano al lado de una millonada de vampiros sedientos de sangre. Los habitantes chupasangres estaban viendo aquel problema que se iba a presentar desde la sombras y lugares donde no les podía verse como por ejemplo, un techo.

Al final Paul pegó un suave y leve suspiro mientras bajaba sus hombros y se daba por vencido ya que aunque tenía su espada larga y ancha, no era bueno para combatir pero sí para seducir y eso le podría ser una desventaja.

-Lo siento... Me llamo Paul Thomas Brown Moreau, he vivido años aquí y estoy tratando de recorrer el mundo pero hasta ahora comenzaré... ¿Cómo te llamas?.-Dijo aquel vampiro sediento, olvidando todo lo que tenía que ver con el problema de antes y tratando de forjar una amistad para que no hayan problemas mayores.

Aquella era una noche como todas las que se podían vivir en la villa, vampiros asesinando humanos, me parecía un tanto patético unirme al montón y asesinar a las personas en un lugar tan poblado de vampiros, a decir verdad prefería asesinar de forma silenciosa en lugares solitarios, es que la competencia y yo no somos tan buenos aleados.

Me encontraba en una iglesia tocando el enorme órgano, luego de haber asesinado al padre y a una que otra monja, odiaba mi imagen bañada de sangre de ese instante, pero amaba la imagen que trasmita estar así  tocando el enorme órgano, luego de aburrirme y tocar una melodía fúnebre salí del lugar y camine sin rumbo, muchos humanos me miraban fijamente y aterrorizados.

¿Eso es sangre?

Se preguntaban algunos al verme pasar, yo solo caminaba cabizbaja ignorando todo aquello, llegue hasta una taberna entre sin decir nada y camine hasta la barra sin darle importancia a lo que pasara a mi alrededor

Paul al ver que con quién hablaba, no decía ni una palabra, vio que algunos vampiros se escondían ya que estaban llenos como el colmilludo. -Vale debo irme... Nos veremos otro día, joven.-Habló mientras lamía sus labios, atrapando las gotas de sangre que posaban en su boca. El morocho corrió por Sacrestic Ville, buscando humanos qué espantar ya que la hora de comida se había terminado.

De repente, vio que alguien entró a una taberna y se dispuso a hacerlo igualmente para luego ver a una chica que estaba en la barra, haciendo que Paul se siente al lado para hablarle a ella ya que le interesó bastante. -Hola, mi nombre es Thomas pero suelen llamarme Paul...-Le dijo con una leve sonrisa mientras le hacía señas al cantinero de traer dos copas de "vino". Aquel hombre sirvió las dos copas y las dejó en la barra para luego desaparecer misteriosamente.

Por otro lado, vemos a humanos armados, caminando por sacrestic ville. Al lado izquierdo de él, vemos un joven sonriente que está jugando con sus armas, aquel hombre tenía una placa con su nombre "Yun" . En total eran 5 humanos con armas filosas, cada uno con sus nombres en las placas de madera que llevan en su camisa.

-Debemos centrarnos en atrapar a Paul por morder a nuestra hija.-Dijo Luka, una integrante de los 5 humanos mientras le decía a Hon.

Équipos de Humanos:

Off: Doy por hecho que Liam se ha salido del tema y se ha ido del foro ya que no ha respondido después de casi un mes...

PD: Editado para que no hayan problemas con administración.

Observe de reojo sin decir ni una tan sola palabra, hasta que alguien entro a la taberna y se sentó a mi lado escuche sin interés lo que me decía, pero inevitablemente sonreí levemente con una expresión un tanto burlona en mi cara, cuando trajeron la copa de vino suspire para luego tomarla y darle un sorbo, voltee a verlo de reojo mientras pensaba.

Hace mucho tiempo que no me divierto un poco, quizás debería dejar de un lado la sensatez y comportarme como un adolescente

Justo cuando voltee para poder conversar con el, un grupo de humanos apareció todos bien armados y al parecer no estaban muy felices, sea lo que sea que hubiese pasado entre ellos y Paul, desde mi punto de vista, no era de mi incumbencia así que estaba dispuesta a salir de ese lugar sin decir ni una tan sola palabra, sin embargo entre ellos había un tipo cuyo nombre al parecer era Hon llamo mi atención grandemente, solo pude pensar en lo bien que sabría su sangre, luego voltee a ver a Paul y pensé

¿Necesariamente tenia que haberme topado con este tipo?

Paul estaba demasiado tranquilo hasta que entraron unos humanos con una actitud muy furiosa ya que según ellos, el vampiro presente había mordido a su hija aunque no fue nada grave como para que la matase. -¿Cómo está, señor Paul?.-Habló sarcásticamente Hon (jefe del equipo de humanos) tronando sus dedos y también su cuello. Los otros cuatro apretaron sus puños y lo rodearon en la taberna por aquel hazaña.

-Ya... Recuerden que yo no fui... La mordida fue de una serpiente.-Dijo el colmilludo mientras alzaba sus manos y mostraba sus palmas sin pararse de la silla donde posaba sus glúteos. De repente, vemos como la escena se vuelve borrosa y nos trasladamos a un recuerdo.

Recuerdo.

Vemos que Paul va caminando con una sonrisa por Sacrestic Ville, hace unos meses. Vemos a una niña muy asustada corriendo por el lugar mientras grita llorando hasta que Paul se la encuentra y le pregunta ¿qué sucede?. -Me mordió una serpiente en el brazo...-Dijo la niña mientras se limpia las lagrimas... El vampiro con una sonrisa le pide que muestre el brazo donde la habían mordido. -No te preocupes...-Dijo Paul poniendo sus labios en el brazo de la niña y con gran esfuerzo, absorber el veneno junto con un poco de sangre que tenía para luego escupir el líquido carmesí que tenía en su boca. La niña le sonrió y se fue saltando...

Presente.

Paul con una seña, le indicó a la chica con la que había hablado antes, que le esperara fuera de la taberna pero vio que ella estaba mirando a Hon como sí deseara la sangre de él. -Oye... Hon es muy fuerte... No se te ocurra morderlo, es muy vengativo...-Susurró solo a la chica (Choi) sin que nadie le oyese, solo ella.


Los 5 humanos comenzaron a reír a carcajadas mientras alistaban sus puños. -Vale... Vale... Pues te daremos una pequeña paliza por acercarte a la niña...-Dijo Lond mientras mostraba sus músculos y sonreía.

Off: Choi, sí quieres puedes esperarme fuera de la taberna o ver la paliza xD, como quieras, pero un consejo, no vayas a enfrentarte a ellos, son muy fuertes y están armados.

Sonreí levemente y voltee a ver a aquel vampiro cuando escuche lo que aquel humano dijo, me di cuenta que no tenia nada que hacer en ese lugar y que si me metía en esa pelea quizás las cosas no saldrían nada bien, a diferencia de los turistas los lugareños de aquella villa no eran humanos contra los cuales me gustaría enfrentarme, fruncid el ceño tome la copa de vino, voltee a ver a Paul mientras le sonreí a de lado

Disculpe joven, pero creo que en esa situación las únicas palabras que yo podría decirle es, procure no ser asesinado, ya que según usted tratar con Hon no es buena idea usted tendrá que entretenerme estoy empezando a aburrirme

Suspire mientras miraba a mi alrededor, pase caminando a la par de aquel humano que habia despertado mi interés y luego salí de aquel lugar, me pare a la par de la puerta recostándome en la pared, al igual que antes cuando las personas pasaban me volteaban a ver un poco extrañados, no todos los días miras a una chica cubierta de sangre tomarse una copa de vino.

Estos humanos con nada se asustan, estoy empezando a desesperarme...

Suspire de nuevo y lance la copa vacía a un trausente, la verdad no lo hice por querer lastimar o algo así, solo lo hice por aburrimiento, pero al instante algunos vampiros aparecieron, quizás atraídos por el olor a sangre, y se llevaron a aquel pobre humano

La sonrisa en el rostro de Paul no se quitaba por nada del mundo... Solo sonreía como un tonto sabiendo que en cualquier momento iba a ser herido en las manos de aquellos humanos fuertes que tronaban sus fuertes puños, dejando a un lado sus armas ya que al menos no tenían intención de matarlo, a menos que se resista.

-Vale, comenzaré yo.-Dijo Hon mientras le zampa un golpe bien fuerte a Paul, haciendo que se golpee bruscamente con la barra. Luego de ese puñetazo, apareció Yun y levantó al colmilludo de la camisa para luego enterrarle un rodillazo en el abdomen, algo que hizo que botara una pizca de sangre al suelo.

Después de eso, el vampiro cayó al suelo, posando sus manos en su abdomen mientras seguía mostrando esa sonrisa. Lala aprovechó que estaba en el suelo y le metió una patada en la quijada con fuerza, haciendo que caiga al suelo boca arriba. De repente apareció Luka y le metió patadas en las costillas con fuerza mientras reía con alegría macabra.


Y para terminar, Apareció Lond, alzándolo de la camisa y con un cabezazo fuerte a la frente de Paul, terminaron la paliza, dejándolo herido al pobre colmilludo mientras respiraba entrecortado pero seguía sonriendo. -Esto solo fue una pizca de lo que pasa sí te metes con mi familia, ¿Entendido?. ¡Larguémonos jajajaja!.-Dijeron mientras se iban riendo pero de repente, Paul se atrevió a decirles algo.

-Jajajajaj... C..cuídense... Porque me vengaré...-Dijo Paul creando más risas a los humanos, haciendo que salgan de la taberna.


Una vampira de cabello rojo y ojos miel de un buen cuerpo, se acercó al colmilludo para limpiarle la sangre y vendarle con trapos sucios que habían en la taberna. -Vaya Paul... Nunca aprendes a no meterte con personas fuertes... Quizá la próxima vez te maten por estúpido...-Dijo aquella chica para luego salir de la taberna corriendo y dejar que se levante el morocho para ir a hablar con Choi...

Paul camina hacia la pelinegra cojeando y aunque tratando de no hacer gestos de dolor. -Como te decía, soy un vampiro de mala suerte y las pocas oportunidades de sangre que he tenido, siempre el Karma me las devuelve triplicadas...-Habló con felicidad el vampiro, dirigiéndose a Choi que estaba al parecer aburrida.

Estaba empezando a hartarme de estar parada en aquel lugar viendo pasar a la gente y notando la forma en que me miraban, pero lo entiendo no todos los días se mira a una chica con su ropa cubierta con sangre, suspire mientras escuchaba el desastre de adentro, empece a creer que los humanos realmente podía llegar a ser muy fuertes, y al parecer un vampiro podría llegar a ser nada.

Deberia irme?

Pensé, pero justo en ese momento la puerta se abrió, voltee a ver a aquel tipo que al parecer estaba algo herido, pero queriendo ocultar o disimular su estado, levante la ceja derecha mientras lo observaba y escuchaba atentamente

Esta bien? ¿Necesita ayuda?

Pregunte con un gesto un tanto serio en mi rostro, viéndolo directamente a los ojos y pensaba

Que patético, simulando no sentir nada, cuando el mas que nadie sabe que esta un tanto herido, ahora entiendo que haberme hecho a un lado fue una buena decisión, si le hicieron esto a el, ¿que no me habrían echo a mi?

Usted debería descansar un poco

Paul se devolvió para agarrar una silla y al menos sentarse mientras sus heridas se curaban. -Ugh... Dios...-Se quejó aquel hombre mientras descargaba su cuerpo en esa silla cómoda de alguna manera mientras no dejaba de mirar a Choi y trataba de pararse pero aún le era imposible... Sus heridas le obligaban a estar sentado.

La chica le ofreció ayuda pero el vampiro se negó, moviendo su cabeza a los lados, llegando al extremo mientras respiraba por su boca y trataba de olvidar el dolor. -E...Estas heridas pasarán pronto.-Habló, sintiendo que los dolores del abdomen estaban pasando lentamente y así era en su cuerpo.


La chica le aconsejó que descansara ya que obviamente si se enfrentaba a alguien, no podría hacerle frente ni por lo mas débil que sea. El tonto de Paul no obedeció y se levantó, apoyándose en la pared mientras le comentaba algo a la joven.

-Tengo curiosidad de saber algo... ¿Sabes usar la seducción?...-Preguntó mientras sonreía maliciosamente y recordaba los momentos cuando acudía a ese poder tan genial.

El arte de la seducción solo pocos lo tienen pero siempre ha sido efectivo.

Sonreí levemente al escuchar aquella pregunta, tenia curiosidad del porque me lo `preguntaba, así que dije un tanto tímida

No, no puedo

Esperaba que el no se diera cuenta de que era una mentira, quería ver que aria al escuchar mi respuesta, aunque sabia que quizás el se daría cuenta de que no era cierto, pero por mi mente en aquel instante no se cruzo la posibilidad de que tal vez el se enfadara, para ese entonces yo estaba pensando en actuar como una inocente niña, quería ver si el era lo suficiente mente bueno como para poner su poder en practica con migo.

Tome asiento en la silla de la cual el se acababa de levantar y cruce mis piernas, mientras la miraba de reojo de una forma un tanto maliciosa pero inocente.

¿Que estará planeando hacer?

Pensé mientras lo observaba directamente a los ojos, mientras yo sonreía levemente

La tensión comenzó a aparecer en aquel escena tan inesperada ya que era demasiado raro que dos vampiros intercambiaran comentarios en una noche tan llena de sangre. Los chupasangre que estaban en la taberna, comenzaron a irse lentamente, dejando a Paul y a la chica (Choi) casi solos mientras el suelo rechinaba de los pasos y sin decir nada, abandonaban el lugar.

-Hmmmmm... Ya veo...-Habló el colmilludo mientras miraba con los ojos entrecerrados a la chica, tratando de adivinar algo. Él no confió mucho en la respuesta que le habían dado ya que en Choi sentía una forma de atracción como si portara los secretos de la seducción. ¿Acaso ella mentía?...

-Bueno... Vaya... Se hace muy tarde. ¿Me acompañas?, debo ir por mi espada para saber si ya la forjaron.-Paul hizo sentadillas y calentó un poco su cuerpo para que pudiese caminar y salió de la taberna para que Choi le siguiese. Lo que estaba claro, era que ese vampiro tenía un plan.

Le sonreí mientras lo miraba de reojo, me preguntaba si el se había dado cuenta que estaba mintiendo, no tenia un motivo fijo para mentir, ademas del aburrimiento que me estaba comiendo por dentro, quizás si el se dada cuenta de que ambos teníamos el poder de la seducción no fuera a ser tan divertido lo que pasaría después.

lo miraba aun de reojo mientras el se ponía de pie y empezaba su marcha, no era muy común en mi seguir a un vampiro, en ese instante que cuando mi antiguo clan aun existía evitaba todo contacto con vampiros que fuesen extraños a mi familia, suspire y camine unos cuantos pasos tras de el.

Espero esta no sea una mala decisión


¿Así que usted es un espadachin?

Pregunte intentando sonar lo mas curiosa posible, aquello significaba que teníamos algo en común y que podríamos hablar sobre el tema

La noche se mostraba llena de pasión gracias a grandes seductores que habían allí, llevando a turistas a la cama, quizá para no matarlas, si no hacer otras cosas. Era obvio que si no se usaba bien los poderes de la seducción, podrías morir a manos de cualquier hombre. Paul le sonreía a Choi, tratando de buscar alguna sensación en ella... Alguna sensación de deseo o ganas. Algunas chicas pasaban por el lado del vampiro y le acariciaban la barbilla con dulzura y amor, cayendo así en la seducción.

-*Sospecho de ella... Quizá esconde algo...*-Pensó mientras no dejaba de mirarla con una sonrisa de lado, caminando por las calles donde los vampiros se escondían en las sombras y alistaban sus filosos colmillos para atacar a cualquier ser con sangre pura como los humanos o brujos. Los dos caminaban juntos por allí sin dirigirse la palabra, solo mirándose los ojos muy atentos.

-Soy espadachin efectivamente... Pero mi forma de usar la espada no es como siempre. Yo tengo un estilo de combate elegante y cuidadoso.-Habló mientras no dejaba de pensar en su destino, esperando a que nunca salga el sol.

-¿Acaso tu también eres espadachin?...-Preguntó sin quitarle la mirada y tratando de leer sus pensamientos literalmente.

Sonreí levemente al escuchar su pregunta, lo voltee a ver de reojo y dije con aquella leve sonrisa en mi rostro

Hace cien años me la paso practicando con mi espada con el fin de ser aunque sea un poco buena en eso, que para mi es un hermoso arte.

Luego suspire y me detuve,para preguntar

¿Hace cuanto tiempo practica?

En aquel instante sentí una necesidad, un tanto rara viniendo de mi, por expresarme y conversar sobre aquel tema que hacia correr la adrenalina por mi cuerpo, yo realmente amaba las espadas y me encantaba hablar sobre ellas, aunque en aquel instante no tenia una con migo, mi katana era mi objeto mas preciado. en el pasado hubiera podido decir que se trataba de mi familia, pero debido a los sucesos pasados la katana que mi padre me regalo en mi cumpleaños numero ochenta y tres era lo único que despertaba un sentimiento positivo en mi interior. Suspire y cruce mis brazos mientras volví a llevarle el paso.


off: Lamento mucho tardarme tanto, pero el colegio me esta exprimiendo, casi no uso e internet, lo siento

Paul le escuchaba con decisión sin quitarle el ojo de encima, pensando muchas y pocas cosas a la vez mientras le sonreía con alegría y sencillez. -*Lo mas obvio es que ella también lo sea...*-Dijo el vampiro para luego escuchar a Choi diciéndole que lleva cien años practicando con la espada y que quizá la sabría usar mas que nuestro héroe.

-Vaya... Eso es mucho...-Habló mientras quedaba perplejo ya que practicar cien años con la espada es bueno dado que se se aprendería mucho mas técnicas de katana y quizá ingeniarse nuevos movimientos. Paul seguía caminando con sus sentidos alerta mientras escuchaba atentamente a la chica. Ella le preguntó sobre el tiempo de practica. El colmilludo miró hacia a el cielo y comenzó a pensar con lentitud hasta que recordó.

-Llevó mas de 70 años practicando esa arte aunque la verdad, no soy muy bueno en ello. Lo único que he practicado toda mi vida, es la seducción.-Respondió con rapidez, sin quitarle la mirada a la chica y estando atento de cualquier ataque de una persona o algo... Todo se puede esperar en esa villa peligrosa.

-Imagino que sabes usar la espada como un maestro ¿verdad?.-Preguntó mientras estaban a punto de acercarse al lugar donde reclamaría su espada.

Mientras caminaban, Paul notó que estaban a punto de pasarse pero al fin entró a donde reclamaría su espada. Luego de varios minutos dentro, salió con aquella arma bien filosa que alumbraba del dorado que llevaba. -Está estupenda...-Habló el vampiro para luego mirar a Choi y dedicarle una sonrisa, cuando de repente, un poco cerca de allí, sintió un olor bastante provocativo.


-*¿Qué diablos...?*-Dijo el colmilludo, despertando el hambre que llevaba dentro para luego girar su cabeza y mirar donde provenía el olor. Paul de repente volvió a mirar a la chica y con un beso en la mejilla, despedirse. -Hmmmm me tengo que ir... Cuídate...-Habló rápidamente para luego caminar apresurado hacia la presa que había detectado.

-Será mía...-

TEMA CERRADO