El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
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Re: El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
Mientas cantaba los piratas se alegraron con mi música y formaron un circulo alrededor de mi bailando, haciendo acrobacias y malabares con todo tipo de objetos como cuchillos afilados, botellas rotas y pescados, hasta algunos piratas habían improvisado sus pequeños instrumentos y me acompañaron con la canción, era un espectáculo digno de ver.
Iluminaba a cada uno de los tripulantes del barco con mis sonrisas tratando de simpatizar con todos y parecía que lo estaba logrando, al finalizar con la primera canción otros piratas continuaron cantando con distintas canciones y yo les seguía con mi flauta y bailes hasta que me canse de tanto bailar, pero aunque yo me sentara los piratas seguían con la fiesta.
Jajaja nada mal niña – me voltee para ver quién era el que me estaba hablando y era un hombre de mayor edad, estaba tuerto y era el que había improvisado con el trozo de barril, además de que olía a grog - mi nombre es Henry, Henry el tuerto – le salude con respeto y le dije – encantada – el me miro con su ojo, como si buscara un parecido y continuo con su plática - dime pequeña ¿que haces por este lugar lleno de piratas? – le conteste con calma – estaba viajando, quería ver los mares del sur y cuando estaba cerca de aquí reconocí al capitán y quería saludarlo – Henry me miro con más atención y me dijo – reconocer ¿eh? ¿Y tus padres? – Baje un poco la cabeza y le conteste – están muertos. –
Henry me sonrió y me dijo – tranquila el mar está lleno de canallas e ingratos idiotas pero una vez conociéndolos veras que son buenos tipos, pequeña… - alargo la palabras hasta que yo le conteste – Aisling – el continuo – pequeña Aisling ya lo veras – y dicho esto se levantó, sin antes dejarme al lado de una de las mujeres y decirle a ella – necesitara que le expliques lo básico de la piratería – y dicho esto se fue dirigiéndose a el capitán.
Olfatee un poco el aire cercano a la mujer, olía muy bien, como lirios, cuero recién lavado y agua de mar, era como un aroma de luz tal y como lo había imaginado, era una elfa o eso creía, le sonreí con dulzura.
Mientras llegue a alcanzar a escuchar un poco de la plática de Henry con el capitán – Teatch as hecho muchas cosas equivocadas en tu vida y puede que no supieras de ella hasta hace poco, pero tienes que ser responsable de tus actos – y comenzó a reírse continuando – sigo sin creerme que de un tiburón de mala entraña como tú, haya podido dar a la vida una linda perla como ella – y siguió riéndose a carcajadas.
No estaba segura si el señor Henry se había pasado con la bebida, pero luego tenía que aclarar la confusión
Iluminaba a cada uno de los tripulantes del barco con mis sonrisas tratando de simpatizar con todos y parecía que lo estaba logrando, al finalizar con la primera canción otros piratas continuaron cantando con distintas canciones y yo les seguía con mi flauta y bailes hasta que me canse de tanto bailar, pero aunque yo me sentara los piratas seguían con la fiesta.
Jajaja nada mal niña – me voltee para ver quién era el que me estaba hablando y era un hombre de mayor edad, estaba tuerto y era el que había improvisado con el trozo de barril, además de que olía a grog - mi nombre es Henry, Henry el tuerto – le salude con respeto y le dije – encantada – el me miro con su ojo, como si buscara un parecido y continuo con su plática - dime pequeña ¿que haces por este lugar lleno de piratas? – le conteste con calma – estaba viajando, quería ver los mares del sur y cuando estaba cerca de aquí reconocí al capitán y quería saludarlo – Henry me miro con más atención y me dijo – reconocer ¿eh? ¿Y tus padres? – Baje un poco la cabeza y le conteste – están muertos. –
Henry me sonrió y me dijo – tranquila el mar está lleno de canallas e ingratos idiotas pero una vez conociéndolos veras que son buenos tipos, pequeña… - alargo la palabras hasta que yo le conteste – Aisling – el continuo – pequeña Aisling ya lo veras – y dicho esto se levantó, sin antes dejarme al lado de una de las mujeres y decirle a ella – necesitara que le expliques lo básico de la piratería – y dicho esto se fue dirigiéndose a el capitán.
Olfatee un poco el aire cercano a la mujer, olía muy bien, como lirios, cuero recién lavado y agua de mar, era como un aroma de luz tal y como lo había imaginado, era una elfa o eso creía, le sonreí con dulzura.
Mientras llegue a alcanzar a escuchar un poco de la plática de Henry con el capitán – Teatch as hecho muchas cosas equivocadas en tu vida y puede que no supieras de ella hasta hace poco, pero tienes que ser responsable de tus actos – y comenzó a reírse continuando – sigo sin creerme que de un tiburón de mala entraña como tú, haya podido dar a la vida una linda perla como ella – y siguió riéndose a carcajadas.
No estaba segura si el señor Henry se había pasado con la bebida, pero luego tenía que aclarar la confusión
Aisling
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Re: El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
Como el capitán se había decidido a divertirse aquella noche, decidió ignorar los gestos hostiles del muchacho y rebajar por igual los ánimos de sus piratas, cada uno con su opinión del recién llegado, intentaría reconducir su ebria agresividad a los bailes y las canciones de marineros. Aunque él era más dado a beber que a bailar, tras beber y cantar durante un rato al son de la pequeña, le había llegado su turno de entrar al círculo, entrando bailando de la manera más torpe que pudo, una payasada que haría que los piratas se detuvieran un instante a reír antes de presenciar los malabares del capitán con los cuchillos que tenía escondidos en las mangas.
En la última de las canciones los piratas aprovechaban los instantes que quedaban antes de que el viejo Henry se cansara de cantar para ellos y hablara con la niña. Jhon El Niño sacaba al capitán para bailar en molinillo, y cuando se separaron, cada uno cogería a más piratas y estos a otro compañero sucesivamente, creando bastante caos entre todos ellos. El grog se desperdiciaba por la arena debido al ajetreo y a nadie parecía importarle, señal de que pronto deberían ir a dormir si al día siguiente pretendían navegar con decencia.
Trafalgar acabaría sentado en la arena bastante agotado cuando todo terminó, dando un trago a morro de los restos que quedaban de uno de los barriles, manchándose prácticamente toda la barba y ropa. No estaba muy lejos de donde se encontraban ahora Henry y la pequeña, quedando el capitán algo chocado cuando se le acercaba para hablarle.- Sigo sin creerme que de un tiburón de mala entraña como tú, haya podido dar a la vida una linda perla como ella.- Le diría finalmente riendose de la posibilidad de todos los bastardos que el capitán podría tener por Aerandir. El capitán negaría gesticulando con las manos y la cabeza mientras se levantaba siendo el centro de miradas acusadoras.- La diosa me libre. - Fue lo único que dijo respecto a ello, tan sólo era una niña que había conocido en el puerto y ahora les podía ser de mucha utilidad, de muy seguro Henry se había dado cuenta pese su evidente borrachera.
- Nuestra única esperanza de tener éxito puede ser que no esté emparentada conmigo.- Diría sonriendo de medio lado, las pestañas empezaban a pesarle junto al cansancio y el grog que le habían empezado a dejar aturdido. - Descansemos compañeros, mañana partiremos en busca del tesoro de Morgan. - Dejó ir finalmente, consciente de que nada había sido votado, que los hombres lo aceptarían sin más. La mayoría pareció exclamar con entusiasmo antes de disponer los botes para volver a bordo del Sable Negro, aunque un pequeño grupo que decidió seguir bebiendo en la playa entre los que se encontraba Murray El Rojo parecían remolonear en voz baja. - Jhon, asegúrate de preparar un camarote separado de la tripulación para las mujeres, no quiero problemas esta noche. - Diría a su ahijado cogiendolo por los hombros para hablarle a la oreja, inteceptándole cuando se dirigía a los botes.
Jhon se alejaría de la costa para acercarse al grupo de mujeres sin saber muy bien cómo actuar.- Hm, parece que os habéis librado.- Fue lo primero que dijo al encontrarse lo suficientemente cerca de ellas, a sabiendas que juntar marineros borrachos y mujeres no podía ser buena idea, a menos que se trataran de Neriah y su pájaro siempre vigilante. - Os llevaré a un camarote, aunque lo usamos de almacén estaréis mejor. - Acabó por decir, invitándolas a seguirlo hacia uno de los botes.
Trafalgar se encontraba en cubierta a la espera de ver a Elías, dejando al único hombre sobrio y vigilante nocturno las llaves con tal de poderse ir a dormir. Para entonces el capitán se encontraba en el interior de su camarote, totalmente desordenado y mancillado por su segundo de abordo. Encendió su pipa para disimular con tabaco el olor a humanidad de la habitación mientras se descalzaba. Tras unas caladas dejó reposar la pipa sobre la mesa para quedarse dormido con la ropa, estaba agotado.
___
Off: Me pareció algo forzado cortar así de pronto, hagamos una ronda más y que Aisling cierre al salir ;D.
P.d: Incluí a tu NPC en el listado de la tripulación Kuzu.
En la última de las canciones los piratas aprovechaban los instantes que quedaban antes de que el viejo Henry se cansara de cantar para ellos y hablara con la niña. Jhon El Niño sacaba al capitán para bailar en molinillo, y cuando se separaron, cada uno cogería a más piratas y estos a otro compañero sucesivamente, creando bastante caos entre todos ellos. El grog se desperdiciaba por la arena debido al ajetreo y a nadie parecía importarle, señal de que pronto deberían ir a dormir si al día siguiente pretendían navegar con decencia.
Trafalgar acabaría sentado en la arena bastante agotado cuando todo terminó, dando un trago a morro de los restos que quedaban de uno de los barriles, manchándose prácticamente toda la barba y ropa. No estaba muy lejos de donde se encontraban ahora Henry y la pequeña, quedando el capitán algo chocado cuando se le acercaba para hablarle.- Sigo sin creerme que de un tiburón de mala entraña como tú, haya podido dar a la vida una linda perla como ella.- Le diría finalmente riendose de la posibilidad de todos los bastardos que el capitán podría tener por Aerandir. El capitán negaría gesticulando con las manos y la cabeza mientras se levantaba siendo el centro de miradas acusadoras.- La diosa me libre. - Fue lo único que dijo respecto a ello, tan sólo era una niña que había conocido en el puerto y ahora les podía ser de mucha utilidad, de muy seguro Henry se había dado cuenta pese su evidente borrachera.
- Nuestra única esperanza de tener éxito puede ser que no esté emparentada conmigo.- Diría sonriendo de medio lado, las pestañas empezaban a pesarle junto al cansancio y el grog que le habían empezado a dejar aturdido. - Descansemos compañeros, mañana partiremos en busca del tesoro de Morgan. - Dejó ir finalmente, consciente de que nada había sido votado, que los hombres lo aceptarían sin más. La mayoría pareció exclamar con entusiasmo antes de disponer los botes para volver a bordo del Sable Negro, aunque un pequeño grupo que decidió seguir bebiendo en la playa entre los que se encontraba Murray El Rojo parecían remolonear en voz baja. - Jhon, asegúrate de preparar un camarote separado de la tripulación para las mujeres, no quiero problemas esta noche. - Diría a su ahijado cogiendolo por los hombros para hablarle a la oreja, inteceptándole cuando se dirigía a los botes.
Jhon se alejaría de la costa para acercarse al grupo de mujeres sin saber muy bien cómo actuar.- Hm, parece que os habéis librado.- Fue lo primero que dijo al encontrarse lo suficientemente cerca de ellas, a sabiendas que juntar marineros borrachos y mujeres no podía ser buena idea, a menos que se trataran de Neriah y su pájaro siempre vigilante. - Os llevaré a un camarote, aunque lo usamos de almacén estaréis mejor. - Acabó por decir, invitándolas a seguirlo hacia uno de los botes.
Trafalgar se encontraba en cubierta a la espera de ver a Elías, dejando al único hombre sobrio y vigilante nocturno las llaves con tal de poderse ir a dormir. Para entonces el capitán se encontraba en el interior de su camarote, totalmente desordenado y mancillado por su segundo de abordo. Encendió su pipa para disimular con tabaco el olor a humanidad de la habitación mientras se descalzaba. Tras unas caladas dejó reposar la pipa sobre la mesa para quedarse dormido con la ropa, estaba agotado.
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Off: Me pareció algo forzado cortar así de pronto, hagamos una ronda más y que Aisling cierre al salir ;D.
P.d: Incluí a tu NPC en el listado de la tripulación Kuzu.
Trafalgar
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Re: El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
Claro que la respuesta viperina de Kuzu no había tardado en hacerse ver. Él siempre tenía una respuesta para todo, o lo que es peor, una contra pregunta. “Malditos Humanos que se creen…” pensaba para mí marcando mi retirada hacia Neriah luego de una batalla campal de miradas, de esas que sólo ves entre los viejos adultos mayores o en esos matrimonios que han durado siemperternamente. No sabía por qué, pero estaba furiosa, tanto que podía sentir una leve brisa desde mi piel amenazando con levantar mi pelo hacia el cielo en señal de protesta. Afortunadamente, Neriah estaba cerca y me echó una mano con sus suaves palabras en mi oído.
Siempre se necesitan aliadas mi querida, siempre le dije mirándole a los ojos y volviéndome para mirar a un Kuu que sin mucho más ya se había puesto a socializar olvidándose de mí. Esposo o no, vete con ojo con él, puede llegar a ser una espina bastante molesta… comencé a decirle, pero mis palabras habían sido ahogadas por los cánticos a los que pronto se había unido mi propia acompañante fémina. Dada para la música y las artes, no tuve problema en unirme a la pintoresca escena, pero eso duró un par de acordes ya que no me sabía las letras, no era una marinera y mucho menos pirata y lo que allí se vivía y respiraba era algo ameno y mágico, una magia distinta a la nuestra pero que a la vez mi cuerpo parecía reconocer… aunque la misma magia que sonaba tan bien a mis oídos parecía no agradarle de mi boca a uno de los piratas barbudos y feos que no dejaba de hacerme miradas raras.
Ignorale guapa, lo estabas haciendo bien Dijo una voz anónima en mi oído. Me giré algo desconcertada y para mi sorpresa –grata- se trataba de mi bello marino-pirata-gitano-sexy. Enarqué una ceja y no pude reprimir una sonrisa a flor de labios. Me sentía una devora hombres, pero con los tragos que me habían servido más los que Trafalgar me había dado… bueno, digamos que mi pasión me dictaba que podría con todo… todo hasta que acabó la música sin que pudiera decirle mucho y aquella pequeña le fue encomendada a la Elfa.
Cantante o no, los niños y yo nunca nos llevamos bien. Yo nunca le encontraba gracia a sus cosas ni comprendía su lógica, era un mundo salvaje e ignorable para mi y mi intelecto dedicado a los más independientes. Por eso, al ver que esa chiquilla mono era traída hasta el lugar entre la elfa y yo, no pude dejar de dar un paso al costado, aunque intenté no ser brusca ni la “vieja malvada de pelo rosa” por lo que la miré con mi mejor cara de nada –era mejor no tener expresión que una falsa- y saludé.
Creo que me perdí de vuestra introducción pequeña sirena. Vuestra maestra será Neriah y quién habla es también una nueva adición a la tripulación, sin embargo, si puedo seros de ayuda…
Por algún motivo le hablé de esa forma. Al parecer era el día de las cosas extrañas, pero eso de pequeñas en medio del mar con piratas borrachos y tras un tesoro… todo olía muy mal y no era precisamente el vómito del que parecía un grumete… Más temprano que tarde y no habiéndome querido separar mucho de las féminas por temor a perderme alguna clase importante, fuimos arriadas como ganado a nuestros… nuestro aposento compartido. Miré a Kuzu antes de subir al pequeño bote que nos llevaría hacia aquél horrible barco pintado con muy mal gusto, lo hicee para cerciorarme de que me veía, y luego una mirada significativa al ebrio de Teatch que creo que jamás captó, seguí al hombre con peor sentido del humor de la historia de los hombres, aunque esos detalles no se lo haría saber a ese humano metiche y aparecedor de la nada apellidado Kuzuryu.
Siempre se necesitan aliadas mi querida, siempre le dije mirándole a los ojos y volviéndome para mirar a un Kuu que sin mucho más ya se había puesto a socializar olvidándose de mí. Esposo o no, vete con ojo con él, puede llegar a ser una espina bastante molesta… comencé a decirle, pero mis palabras habían sido ahogadas por los cánticos a los que pronto se había unido mi propia acompañante fémina. Dada para la música y las artes, no tuve problema en unirme a la pintoresca escena, pero eso duró un par de acordes ya que no me sabía las letras, no era una marinera y mucho menos pirata y lo que allí se vivía y respiraba era algo ameno y mágico, una magia distinta a la nuestra pero que a la vez mi cuerpo parecía reconocer… aunque la misma magia que sonaba tan bien a mis oídos parecía no agradarle de mi boca a uno de los piratas barbudos y feos que no dejaba de hacerme miradas raras.
Ignorale guapa, lo estabas haciendo bien Dijo una voz anónima en mi oído. Me giré algo desconcertada y para mi sorpresa –grata- se trataba de mi bello marino-pirata-gitano-sexy. Enarqué una ceja y no pude reprimir una sonrisa a flor de labios. Me sentía una devora hombres, pero con los tragos que me habían servido más los que Trafalgar me había dado… bueno, digamos que mi pasión me dictaba que podría con todo… todo hasta que acabó la música sin que pudiera decirle mucho y aquella pequeña le fue encomendada a la Elfa.
Cantante o no, los niños y yo nunca nos llevamos bien. Yo nunca le encontraba gracia a sus cosas ni comprendía su lógica, era un mundo salvaje e ignorable para mi y mi intelecto dedicado a los más independientes. Por eso, al ver que esa chiquilla mono era traída hasta el lugar entre la elfa y yo, no pude dejar de dar un paso al costado, aunque intenté no ser brusca ni la “vieja malvada de pelo rosa” por lo que la miré con mi mejor cara de nada –era mejor no tener expresión que una falsa- y saludé.
Creo que me perdí de vuestra introducción pequeña sirena. Vuestra maestra será Neriah y quién habla es también una nueva adición a la tripulación, sin embargo, si puedo seros de ayuda…
Por algún motivo le hablé de esa forma. Al parecer era el día de las cosas extrañas, pero eso de pequeñas en medio del mar con piratas borrachos y tras un tesoro… todo olía muy mal y no era precisamente el vómito del que parecía un grumete… Más temprano que tarde y no habiéndome querido separar mucho de las féminas por temor a perderme alguna clase importante, fuimos arriadas como ganado a nuestros… nuestro aposento compartido. Miré a Kuzu antes de subir al pequeño bote que nos llevaría hacia aquél horrible barco pintado con muy mal gusto, lo hicee para cerciorarme de que me veía, y luego una mirada significativa al ebrio de Teatch que creo que jamás captó, seguí al hombre con peor sentido del humor de la historia de los hombres, aunque esos detalles no se lo haría saber a ese humano metiche y aparecedor de la nada apellidado Kuzuryu.
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Re: El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
–Necesitará que le expliques lo básico de la piratería. –Me quedé mirando a Henry el tuerto con una ceja alzada, sorprendida de que me encargase a mí cuidar de la niña. Pero no me importó, al fin y al cabo, para mi pueblo los niños eran una bendición y como tal había que tratarlos. Le devolví la sonrisa que me dirigió y asentí a las palabras de Luna. Luego me agaché hasta ponerme a su altura, para poder mirarle a la cara mientras hablábamos, pero no le hablé como si fuese tonta. Era algo que me sorprendía de muchos adultos, que hablaban con los niños como si fuesen incapaces de hilar dos ideas. No es que yo hubiese tratado con muchos niños, pero asumía que eran personas y que podían razonar igual de bien que un adulto. Además, tenían mucha menos vergüenza a la hora de preguntar si no se enteraban de algo.
–Bueno , las reglas de la piratería son complejas y ni yo misma alcanzo a comprenderlas del todo, porque son una extraña mezcla de camaradería, honor, latrocinio, puñaladas por la espalda y bromas de mal gusto. –Comenté encogiéndome de hombros, dando a entender que nunca los entendería. –De todas formas, para sobrevivir en este barco tampoco necesitas conocerlas todas. Basta con que cumplas tres cosas muy simples: No robes comida o bebida, no estorbes a los que están trabajando en algo y si ves que puedes ayudar con cualquier cosa, por pequeña que sea, echa una mano. Si consigues hacer eso estarás más o menos a salvo en el barco. ¡Ah! E intenta no cruzarte mucho en el camino de aquellos dos. –Comenté señalando a dos tipos especialmente fornidos y especialmente fáciles de molestar. Aún tenía un moratón del puñetazo que me había arreado uno de ellos por estar donde no debía. Y no creía que fuesen a ser mucho más considerados con una niña, aunque estuviese bajo la protección del capitán. –Se enfadan con mucha facilidad. Por lo demás, si necesitas cualquier cosa puedes decírmelo y haré lo que pueda por ayudarte. Aunque yo misma soy nueva aquí y no sé hasta qué punto podré serte útil, pero intentaré ser una buena amiga. ¡Oh! Casi lo olvido, mi nombre es Neriah, aunque creo que Luna ya te lo había dicho antes... -Terminé tendiéndole la mano y esperando para saber su nombre.
John el niño, al parecer siguiendo órdenes del capitán, tuvo el detalle de ponernos en un camarote separado, lo cual agradecía. Ahora que ya no tenía un mapa como seguro de vida, no estaba muy segura de poder salir indemne de una noche con todos esos piratas borrachos. Además, seguro que mis compañeras no querrían descubrir el “maravilloso” mundo de olor y sonido que pueden llegar a crear, mientras duermen, un grupo de piratas. El camarote, estaba hasta arriba de trastos, pero apartando un par de cosas aquí y atando un par de cuerdas allá, con la ayuda de John el niño, no tardamos demasiado en tender tres hamacas. Esperé a que Aisling trepase a su improvisada cama, por si estaba muy alta y necesitaba ayuda, y luego me alcé yo hasta la mía. Punch se encaramó a uno de los travesaños de los que colgaba mi hamaca y se quedó dormido, aunque sabía que cualquier ruido lo despertaría y daría la alarma, así que al poco rato también me quedé yo profundamente dormida.
–Bueno , las reglas de la piratería son complejas y ni yo misma alcanzo a comprenderlas del todo, porque son una extraña mezcla de camaradería, honor, latrocinio, puñaladas por la espalda y bromas de mal gusto. –Comenté encogiéndome de hombros, dando a entender que nunca los entendería. –De todas formas, para sobrevivir en este barco tampoco necesitas conocerlas todas. Basta con que cumplas tres cosas muy simples: No robes comida o bebida, no estorbes a los que están trabajando en algo y si ves que puedes ayudar con cualquier cosa, por pequeña que sea, echa una mano. Si consigues hacer eso estarás más o menos a salvo en el barco. ¡Ah! E intenta no cruzarte mucho en el camino de aquellos dos. –Comenté señalando a dos tipos especialmente fornidos y especialmente fáciles de molestar. Aún tenía un moratón del puñetazo que me había arreado uno de ellos por estar donde no debía. Y no creía que fuesen a ser mucho más considerados con una niña, aunque estuviese bajo la protección del capitán. –Se enfadan con mucha facilidad. Por lo demás, si necesitas cualquier cosa puedes decírmelo y haré lo que pueda por ayudarte. Aunque yo misma soy nueva aquí y no sé hasta qué punto podré serte útil, pero intentaré ser una buena amiga. ¡Oh! Casi lo olvido, mi nombre es Neriah, aunque creo que Luna ya te lo había dicho antes... -Terminé tendiéndole la mano y esperando para saber su nombre.
John el niño, al parecer siguiendo órdenes del capitán, tuvo el detalle de ponernos en un camarote separado, lo cual agradecía. Ahora que ya no tenía un mapa como seguro de vida, no estaba muy segura de poder salir indemne de una noche con todos esos piratas borrachos. Además, seguro que mis compañeras no querrían descubrir el “maravilloso” mundo de olor y sonido que pueden llegar a crear, mientras duermen, un grupo de piratas. El camarote, estaba hasta arriba de trastos, pero apartando un par de cosas aquí y atando un par de cuerdas allá, con la ayuda de John el niño, no tardamos demasiado en tender tres hamacas. Esperé a que Aisling trepase a su improvisada cama, por si estaba muy alta y necesitaba ayuda, y luego me alcé yo hasta la mía. Punch se encaramó a uno de los travesaños de los que colgaba mi hamaca y se quedó dormido, aunque sabía que cualquier ruido lo despertaría y daría la alarma, así que al poco rato también me quedé yo profundamente dormida.
Neriah
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Re: El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
Miré la botella de aquél inmundo grog, luego la botella me miró, y así fue como tuve una guerra de miradas con un objeto inerte. Era una relación de odio… que intentaba ser de amor, el más puro de todos: el de un hombre y su bebida. Volví a probar aquel brebaje infernal, intentando rescatar aquella esencia única del ron, pero todo se consumía en azúcar, incluso el mundo mismo. Estaba consciente de que un par de tragos más me llevarían a una diabetes fulminante, así que hice como que bebí un par de sorbos más y descarté la botella.
La fiesta comenzaba a declinar, y como si fuésemos unos niños buenos, éramos mandados a dormir por la niñera Trafalgar. Pero antes de eso, el capitán había soltado un pequeño fragmento de información vital. “¿Con que el tesoro de un tal Morgan, eh? No sabía que eras tan miserable, Trafalgar.” pensé. De cualquier modo, estaba dispuesto a seguir el juego hasta conseguir mi objetivo, y un tesoro no vendría nada de mal.
Pero no solo eso, sino que el muy maldito también se había tomado la libertad de mandarnos a dormir por separado. Supuse que estaría de más solicitar un camarote privado con Luka, para un perfecto reencuentro luego de este tiempo, pero el hecho de que ella aceptara tan… pasivamente, no era propio en ella, a menos que fuese lo que ella misma quería. “Supongo que hoy toca dormir con los borrachos.” La idea no terminaba de agradarme, era casi como si me hubiera a mandado a dormir en medio del campo de batalla, no estaba seguro si habría un nuevo mañana. Por otro lado, supuse la tripulación estaba en la misma situación, y que no podrían dormir tranquilos con un desconocido entre sus filas.
Y así, sin siquiera la oportunidad de opinar, dejé que Luka se marchara en un bote junto al resto de las mujeres. Ni una sola palabra, solo una mirada que lo decía todo y a la vez nada. Luego fue el turno de los hombres subir al bote e ir a los camarotes de quienes no ostentaban el rango de capitán. Si bien no conocía la disposición de las habitaciones del barco, era obvio que el capitán tendría su recamara privada, y que no sería tan fácil colarme y acabar con el trabajo; pero había algo más que quería comprobar: el tesoro de Morgan. Por otra parte, no podía llegar y ponerme a buscar o levantaría aún mas sospechas, y encontrar por error la habitación de las chicas sería una muerte segura. Además, estaba completamente agotado por la travesía, por lo que la opción más saludable era descansar mientras pudiera.
Casi como un prisionero, fui llevado a un cuarto que parecía no haber sido usado en bastante tiempo. La tripulación no confiaba en mí, y no dejarían que yo durmiera entre sus filas, por lo que luego de una votación borrachamente democrática, Timmy quedó como encargado de pasar la noche haciéndome guardia, para que no pudiera deambular libremente, y quizás para evitar que aquellos pasados de copas no cometieran alguna estupidez. - No te preocupes, puedes dormir tranquilo, que no te pasará nada malo, no eres nuestro enemigo.- trató de tranquilizarme el sujeto una vez en el cuarto, lo cual me hacía sospechar de sus intenciones. “Si claro, duérmete y sueña con los peces en el fondo del mar, que será lo último que veas al despertar.” A pesar de la desconfianza, decidí arriesgarme y tomar su oferta, y luego de sacarme la chaqueta y los zapatos, caí en un sueño profundo, como un tronco sobre la cama.
Off-rol: Siento la tardanza, espero no haberlos atrasado mucho ._.
La fiesta comenzaba a declinar, y como si fuésemos unos niños buenos, éramos mandados a dormir por la niñera Trafalgar. Pero antes de eso, el capitán había soltado un pequeño fragmento de información vital. “¿Con que el tesoro de un tal Morgan, eh? No sabía que eras tan miserable, Trafalgar.” pensé. De cualquier modo, estaba dispuesto a seguir el juego hasta conseguir mi objetivo, y un tesoro no vendría nada de mal.
Pero no solo eso, sino que el muy maldito también se había tomado la libertad de mandarnos a dormir por separado. Supuse que estaría de más solicitar un camarote privado con Luka, para un perfecto reencuentro luego de este tiempo, pero el hecho de que ella aceptara tan… pasivamente, no era propio en ella, a menos que fuese lo que ella misma quería. “Supongo que hoy toca dormir con los borrachos.” La idea no terminaba de agradarme, era casi como si me hubiera a mandado a dormir en medio del campo de batalla, no estaba seguro si habría un nuevo mañana. Por otro lado, supuse la tripulación estaba en la misma situación, y que no podrían dormir tranquilos con un desconocido entre sus filas.
Y así, sin siquiera la oportunidad de opinar, dejé que Luka se marchara en un bote junto al resto de las mujeres. Ni una sola palabra, solo una mirada que lo decía todo y a la vez nada. Luego fue el turno de los hombres subir al bote e ir a los camarotes de quienes no ostentaban el rango de capitán. Si bien no conocía la disposición de las habitaciones del barco, era obvio que el capitán tendría su recamara privada, y que no sería tan fácil colarme y acabar con el trabajo; pero había algo más que quería comprobar: el tesoro de Morgan. Por otra parte, no podía llegar y ponerme a buscar o levantaría aún mas sospechas, y encontrar por error la habitación de las chicas sería una muerte segura. Además, estaba completamente agotado por la travesía, por lo que la opción más saludable era descansar mientras pudiera.
Casi como un prisionero, fui llevado a un cuarto que parecía no haber sido usado en bastante tiempo. La tripulación no confiaba en mí, y no dejarían que yo durmiera entre sus filas, por lo que luego de una votación borrachamente democrática, Timmy quedó como encargado de pasar la noche haciéndome guardia, para que no pudiera deambular libremente, y quizás para evitar que aquellos pasados de copas no cometieran alguna estupidez. - No te preocupes, puedes dormir tranquilo, que no te pasará nada malo, no eres nuestro enemigo.- trató de tranquilizarme el sujeto una vez en el cuarto, lo cual me hacía sospechar de sus intenciones. “Si claro, duérmete y sueña con los peces en el fondo del mar, que será lo último que veas al despertar.” A pesar de la desconfianza, decidí arriesgarme y tomar su oferta, y luego de sacarme la chaqueta y los zapatos, caí en un sueño profundo, como un tronco sobre la cama.
* * *
Off-rol: Siento la tardanza, espero no haberlos atrasado mucho ._.
Kuzu
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Re: El banquete de Cala Murciélago [Libre 4/6] [Pre-Quest] [Noche] [CERRADO]
Además de la elfa la cual supe que se llamaba neriah había una mujer más, de cabellos rosados como el amanecer y una piel clara como las nubes, olía a rosas espinosas grog y polen picoso pero esa no era su esencia natural estaba segura de eso.
Neriah me fue contando cada una de las reglas básicas de la piratería y yo las escuchaba con atención sin perderme ningún detalle que fuera importante, también preste interés al saber quiénes eran a los que no debía molestar y trate de memorizar sus rostros para evitarlos en mi regreso al norte, pero uno nunca sabe siempre se encuentra bondad y sencillez donde menos se espera.
También me entere que neriah era nueva en el barco y la mujer de cabello rosa se llamaba luna y con su ultimo saludo de bienvenida me tendió la mano amablemente esperando que yo le diera mi nombre, tome su mano y le conteste con una suave voz – encantada mi nombre es aisling. –
Después de los saludos y que la última chispa de la fogata se extinguiera nos subieron al barco, allí nos dieron una habitación apartada del resto de la tripulación y nos tendieron tres hamacas una para cada una, yo elegí la hamaca que estaba más cerca de la ventana para poder ver el paisaje y me acomode sin problemas gracias a mi pequeño y ligero cuerpo, aunque la habitación estaba llena de trastos y otros objetos, estaba tan contenta de estar en un barco y en una tripulación pirata de verdad que no me importo el poco espacio que había.
neriah y luna se acomodaron en su respectiva hamaca y se durmieron casi al instante yo me mantuve despierta un rato más y no fue por que tuviera miedo, era más porque estaba tan emocionada de la aventura que se aproximaba que dormir me era imposible, así que decidí escribir en mi diario estas experiencias y dibujar la cara de neriah entre las paginas donde tenía guardado el rostro del capitán y el de purpurea, mire la pluma morada que mi amiga purpurea me había regalado, esperaba volverla a ver pronto para ver si podía volar con ella muy pronto.
También conocí al adorable punch al principio me tuvo mucha desconfianza y casi me muerde pero al mostrarle mis sonrisas y mi calma me dejo acariciarlo un poco, era tan suave y compañero de un ser de la misma carne y sangre del dragón de la luz que creo que nos hicimos amigos.
Pronto los arrullos del mar lograron hacer que cayera en el sueño y durmiera soñando con sirenas, burbujas y otros hombres-bestia estaba tan contenta y feliz que ya quería despertar.
Neriah me fue contando cada una de las reglas básicas de la piratería y yo las escuchaba con atención sin perderme ningún detalle que fuera importante, también preste interés al saber quiénes eran a los que no debía molestar y trate de memorizar sus rostros para evitarlos en mi regreso al norte, pero uno nunca sabe siempre se encuentra bondad y sencillez donde menos se espera.
También me entere que neriah era nueva en el barco y la mujer de cabello rosa se llamaba luna y con su ultimo saludo de bienvenida me tendió la mano amablemente esperando que yo le diera mi nombre, tome su mano y le conteste con una suave voz – encantada mi nombre es aisling. –
Después de los saludos y que la última chispa de la fogata se extinguiera nos subieron al barco, allí nos dieron una habitación apartada del resto de la tripulación y nos tendieron tres hamacas una para cada una, yo elegí la hamaca que estaba más cerca de la ventana para poder ver el paisaje y me acomode sin problemas gracias a mi pequeño y ligero cuerpo, aunque la habitación estaba llena de trastos y otros objetos, estaba tan contenta de estar en un barco y en una tripulación pirata de verdad que no me importo el poco espacio que había.
neriah y luna se acomodaron en su respectiva hamaca y se durmieron casi al instante yo me mantuve despierta un rato más y no fue por que tuviera miedo, era más porque estaba tan emocionada de la aventura que se aproximaba que dormir me era imposible, así que decidí escribir en mi diario estas experiencias y dibujar la cara de neriah entre las paginas donde tenía guardado el rostro del capitán y el de purpurea, mire la pluma morada que mi amiga purpurea me había regalado, esperaba volverla a ver pronto para ver si podía volar con ella muy pronto.
También conocí al adorable punch al principio me tuvo mucha desconfianza y casi me muerde pero al mostrarle mis sonrisas y mi calma me dejo acariciarlo un poco, era tan suave y compañero de un ser de la misma carne y sangre del dragón de la luz que creo que nos hicimos amigos.
Pronto los arrullos del mar lograron hacer que cayera en el sueño y durmiera soñando con sirenas, burbujas y otros hombres-bestia estaba tan contenta y feliz que ya quería despertar.
Aisling
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