[Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
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[Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
En el libro “Cuentos para Dormir”, que obtuve en estos días gracias a Zach (un hombre de poco leer) había una historia muy linda sobre un reino de ardillitas, pajaros y ratones dirigida por una hermosa princesa con sentimientos puros y con un amor verdadero hacia la naturaleza. Aquella historia me pareció divertida y con un potencial enorme para hacerla realidad, esa era mi meta de hoy.
Tener mi propio reino parecía ser una idea fácil pero primero necesitaba tener súbditos que me adorasen y yo retribuirles ese cariño con buenas acciones y dirigiéndolos por el buen camino. - A quienes dirigiré?- fue lo primero que pensé.
- Lo tengo...- dije emocionada al tener una enorme idea – mis súbditos serán pequeños duendes, ahora lo interesante será conseguirlos-
Me adentré al bosque con mucha alegría en busca de aquellos seres pero no tenía mucha suerte, mis ánimos se estaban disolviendo mientras veía como mi súper plan de hoy tendría que ser sustituido. Quería jugar a ser una princesa de verdad. - Tengo que conseguirlo, no me puedo rendir tan fácil- dije dándome ánimos.
- Será? Tal vez? Quizás?- pienso después de oír un ruido proveniente de unos arbustos. Observo todo a mi alrededor, la vegetación tenía un verde vivo, habían unas cuantas mariposas amarillas en el ambiente, pero ningún rastro de duende – Claroooo, lo tengo- pensé – Yo no he visto ningún duende antes, por eso debo ir a algún lugar a donde no haya ido antes y así encontrare algún duende-. Giré 5 veces sobre mi propio eje y caminé hacia donde mi inestabilidad me llevara, pasé por el ruidoso manto de hojas que craqueaban al ser pisadas, caminé un poco más profundo y observe una cueva a lo lejos – seguro ahí están mis duendes esperándome para ser reinados- digo mientras acaricio mi cabello para peinarlo con los dedos y hago algunas poses femeninas con excesiva gestualización.
Con una actitud y tumbado coqueto me dirijo caminando hacia la cueva y practico mi presentación como princesa de la cueva – Queridísimos súbditos, su princesa a llegado- respiro – espero ser de su agrado-
– Aja..., y luego de ser princesa que los mandaré a hacer?- pienso – Mmmh... Obvio...- organizo mis ideas – Iremos a buscar fruticas para hacer un banquete de bienvenida y luego buscaremos floresitas para hacernos accesorios lindos- digo y sigo pensando en ideas maravillosas de princesas mientras tarareo y me acerco “seductoramente” a la cueva.
Tener mi propio reino parecía ser una idea fácil pero primero necesitaba tener súbditos que me adorasen y yo retribuirles ese cariño con buenas acciones y dirigiéndolos por el buen camino. - A quienes dirigiré?- fue lo primero que pensé.
- Lo tengo...- dije emocionada al tener una enorme idea – mis súbditos serán pequeños duendes, ahora lo interesante será conseguirlos-
Me adentré al bosque con mucha alegría en busca de aquellos seres pero no tenía mucha suerte, mis ánimos se estaban disolviendo mientras veía como mi súper plan de hoy tendría que ser sustituido. Quería jugar a ser una princesa de verdad. - Tengo que conseguirlo, no me puedo rendir tan fácil- dije dándome ánimos.
- Será? Tal vez? Quizás?- pienso después de oír un ruido proveniente de unos arbustos. Observo todo a mi alrededor, la vegetación tenía un verde vivo, habían unas cuantas mariposas amarillas en el ambiente, pero ningún rastro de duende – Claroooo, lo tengo- pensé – Yo no he visto ningún duende antes, por eso debo ir a algún lugar a donde no haya ido antes y así encontrare algún duende-. Giré 5 veces sobre mi propio eje y caminé hacia donde mi inestabilidad me llevara, pasé por el ruidoso manto de hojas que craqueaban al ser pisadas, caminé un poco más profundo y observe una cueva a lo lejos – seguro ahí están mis duendes esperándome para ser reinados- digo mientras acaricio mi cabello para peinarlo con los dedos y hago algunas poses femeninas con excesiva gestualización.
Con una actitud y tumbado coqueto me dirijo caminando hacia la cueva y practico mi presentación como princesa de la cueva – Queridísimos súbditos, su princesa a llegado- respiro – espero ser de su agrado-
– Aja..., y luego de ser princesa que los mandaré a hacer?- pienso – Mmmh... Obvio...- organizo mis ideas – Iremos a buscar fruticas para hacer un banquete de bienvenida y luego buscaremos floresitas para hacernos accesorios lindos- digo y sigo pensando en ideas maravillosas de princesas mientras tarareo y me acerco “seductoramente” a la cueva.
Última edición por Magazubi el Vie 22 Mayo 2015, 22:56, editado 2 veces
Magazubi
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
La tarde había llegado en ese instante, el frío no se comparada con absolutamente nada, es más, era nuevo y podría pensar que llovería o algo parecido. Ya pasaba demasiado tiempo desde que dejamos de verles, exactamente desde el momento donde se despidieron de la chica, en ese entonces dejó de saberse del seductor y sus secuaces hasta ahora, quienes caminaban en aquel bosque, buscando algo y con otras expectativas, en tan solo un mes, cambiaron bastante y parecían mas fuertes que anteriormente. Seguramente poseían nuevas técnicas. de las que causarían impacto con tan solo verlas.
Desde lejos, vemos una brisa que recorre cada árbol y arbusto, agitándolo a los lados, llegando exactamente hasta donde hay un hombre con sus colmillos extremadamente filosos, con al parecer una muchacha de cabellos oscuros, mirándole fijamente y respirando de manera agitada, quizá con miedo o simplemente nervios. -Shhhh, no vayas a gritar...-Pronunció Paul, clavando sus colmillos en ese cuello sedoso y haciendo que la chica suelte un gemido algo doloroso y tenga que enterrar las uñas en aquel tronco, esperando no caer pero sudando de calor, aún en esas temperaturas tan frías.
La sangre comenzó a ser absorbida y su cuello tornaba un color pálido, la mujer perdía el brillo en sus ojos mientras se escurría por el roble y terminaba acostada en los brazos de Paul, este apenas la miró de manera remordida, sabiendo que dejarla así seria una grosería con la mujer. -Jefe, Anochece, deberíamos irnos ahora mismo.-Dijo Andy, con los brazos cruzados, al lado de Talia y Máyic que también estaba muy serio.
Pobre de ella, no quiero que su destino sea morir en manos del antagonista.-Le acarició sus cabellos y sacó un frasco con la sangre suya, de vampiro, con eso podría transformarla. Sin más preámbulo, le dio de beber y como el viento invisible, desaparecieron en neblina y se adentraron aun mas en el bosque, buscando cosas.
------------------------------------------------------------------------------------Desde lejos, vemos una brisa que recorre cada árbol y arbusto, agitándolo a los lados, llegando exactamente hasta donde hay un hombre con sus colmillos extremadamente filosos, con al parecer una muchacha de cabellos oscuros, mirándole fijamente y respirando de manera agitada, quizá con miedo o simplemente nervios. -Shhhh, no vayas a gritar...-Pronunció Paul, clavando sus colmillos en ese cuello sedoso y haciendo que la chica suelte un gemido algo doloroso y tenga que enterrar las uñas en aquel tronco, esperando no caer pero sudando de calor, aún en esas temperaturas tan frías.
La sangre comenzó a ser absorbida y su cuello tornaba un color pálido, la mujer perdía el brillo en sus ojos mientras se escurría por el roble y terminaba acostada en los brazos de Paul, este apenas la miró de manera remordida, sabiendo que dejarla así seria una grosería con la mujer. -Jefe, Anochece, deberíamos irnos ahora mismo.-Dijo Andy, con los brazos cruzados, al lado de Talia y Máyic que también estaba muy serio.
Pobre de ella, no quiero que su destino sea morir en manos del antagonista.-Le acarició sus cabellos y sacó un frasco con la sangre suya, de vampiro, con eso podría transformarla. Sin más preámbulo, le dio de beber y como el viento invisible, desaparecieron en neblina y se adentraron aun mas en el bosque, buscando cosas.
Off: Disculpa si esta cortito
Paul Brown Moreau
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Las cosas no habían salido tal y como lo había planeado en estas Islas del demonio, llenas de brujos y presencias que no le eran gratas a mi corazón. De no ser por Elen, probablemente me hubiera hecho bolita antes siquiera de convertir en Aeros mi mercadería. La idea de mantenerme encerrada en una posada era realmente deprimente, aunque al principio me había salido con las mías imponiendo mi presencia, la verdad era que era estresante mantenerme en una urbe. Echaba de menos la soledad de mi pequeña casita o la armonía del gremio. Pero nada se le podía hacer. Faltaban aún dos días para que zarpara el siguiente barco hacia Lunargenta, por lo que decidí volver a mis viejos pasos e internarme en el manto de los árboles, después de todo un bosque era un bosque independientemente de la parte de Aerandir en donde se encontrase ¿no?.
Error. Casi podía sentir las bocinas del laboratorio de Alice Hyre en mi cabeza cuando me di cuenta de que ese bosque nada tenía que ver con la arboleda o alguna parte del continente que yo hubiera explorado. Este estaba lleno de cosas raras, especies de plantas y árboles nuevas así como de animales mutantes… si ¡mutantes! La variedad y novedad habían pasado en un par de horas y después de un día, sentía la amarga soledad golpeando en mi puerta. Hacía más de un mes que había partido de Ulmer y me preguntaba cómo lo estarían haciendo Blackuart, Chy y Furia.
De pronto sentía ganas de golpear cosas y cierta debilidad en mis extremidades mientras caminaba sin rumbo en ese extraño lugar Me estoy haciendo vieja murmuré cabizbaja arrastrando los pies sobre el cochón de hojas secas. Estaba aburrida, pero por algún motivo ya no tenía ganas de jugar a desgarrar y desmembrar. La sangre ya no me llamaba tanto la atención al punto de que ni siquiera sentía ganas de cazar. “De seguir así no llegas a Lunargenta” me dije a mi misma, intentando de alguna forma encontrar las ganas de atacar algo… que jamás apareció. Daba igual caminar o tirarme en el suelo, estar cansada o rebosante de energía cuando se tenía suficiente tiempo como para volverse loco del aburrimiento. No me tiraba al piso nada más porque estaba húmedo y olía mal. ¿Desde cuándo me había vuelto tan quisquillosa?
Era aún de tarde, pero el sol comenzaba a esconderse. Pensé que sería bueno encontrar un lugar para tratar de dormir plácidamente, aunque las preocupaciones que me invadían seguramente me harían terminar envuelta en un mar de pesadillas como era de costumbre… o quizás peores luego de haberme encontrado con parte de mi pasado en aquél lugar. De pronto escuché una voz aguda, como de una cría. Olfatee el ambiente solamente para encontrar un rastro fresco. “Una niña” pero nada más.
No habían huellas visibles ni tampoco parecían haber acompañantes. ¿Qué haces aquí? pregunté en voz baja más para mí que para ella, quién a esa distancia no podría escucharme. Me aproximé lenta y sigilosamente por su espalda, al menos ya no estaba aburrida. Sonreí de lado ¿princesas, flores? pregunté estando apenas a un par de pasos de ella, antes de que se internara en una cueva. ¿Estás segura de que encontrarás eso allí? inquirí, agachándome para estar más a la altura. Miré a los alrededores pero no parecía haber rastro de una madre e instintivamente pensé en Blackuart y me recriminé por ello. ¿Por qué pensaría en un crío ajeno en esos momentos? Soy Feith, pero puedes decirme Wood. ¿Cómo te llamas jovencita?¿no crees que es peligroso entrar a ese lugar?
Error. Casi podía sentir las bocinas del laboratorio de Alice Hyre en mi cabeza cuando me di cuenta de que ese bosque nada tenía que ver con la arboleda o alguna parte del continente que yo hubiera explorado. Este estaba lleno de cosas raras, especies de plantas y árboles nuevas así como de animales mutantes… si ¡mutantes! La variedad y novedad habían pasado en un par de horas y después de un día, sentía la amarga soledad golpeando en mi puerta. Hacía más de un mes que había partido de Ulmer y me preguntaba cómo lo estarían haciendo Blackuart, Chy y Furia.
De pronto sentía ganas de golpear cosas y cierta debilidad en mis extremidades mientras caminaba sin rumbo en ese extraño lugar Me estoy haciendo vieja murmuré cabizbaja arrastrando los pies sobre el cochón de hojas secas. Estaba aburrida, pero por algún motivo ya no tenía ganas de jugar a desgarrar y desmembrar. La sangre ya no me llamaba tanto la atención al punto de que ni siquiera sentía ganas de cazar. “De seguir así no llegas a Lunargenta” me dije a mi misma, intentando de alguna forma encontrar las ganas de atacar algo… que jamás apareció. Daba igual caminar o tirarme en el suelo, estar cansada o rebosante de energía cuando se tenía suficiente tiempo como para volverse loco del aburrimiento. No me tiraba al piso nada más porque estaba húmedo y olía mal. ¿Desde cuándo me había vuelto tan quisquillosa?
Era aún de tarde, pero el sol comenzaba a esconderse. Pensé que sería bueno encontrar un lugar para tratar de dormir plácidamente, aunque las preocupaciones que me invadían seguramente me harían terminar envuelta en un mar de pesadillas como era de costumbre… o quizás peores luego de haberme encontrado con parte de mi pasado en aquél lugar. De pronto escuché una voz aguda, como de una cría. Olfatee el ambiente solamente para encontrar un rastro fresco. “Una niña” pero nada más.
No habían huellas visibles ni tampoco parecían haber acompañantes. ¿Qué haces aquí? pregunté en voz baja más para mí que para ella, quién a esa distancia no podría escucharme. Me aproximé lenta y sigilosamente por su espalda, al menos ya no estaba aburrida. Sonreí de lado ¿princesas, flores? pregunté estando apenas a un par de pasos de ella, antes de que se internara en una cueva. ¿Estás segura de que encontrarás eso allí? inquirí, agachándome para estar más a la altura. Miré a los alrededores pero no parecía haber rastro de una madre e instintivamente pensé en Blackuart y me recriminé por ello. ¿Por qué pensaría en un crío ajeno en esos momentos? Soy Feith, pero puedes decirme Wood. ¿Cómo te llamas jovencita?¿no crees que es peligroso entrar a ese lugar?
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Pensar en mis tareas y mandatos como nueva princesa de duendes me había mareado, lo cual no me permitió percatarme de la presencia de otra persona en los alrededores. La aparición de una chica a mis espaldas me asustó, di un pequeño salto de sorpresa y me voltee expectante a mirar a la joven de cabello corto que interrumpía mi búsqueda.
Preparada para atacar o estar alerta de cualquier movimiento de la chica me alejé unos dos pasos para luego impresionarme por su reacción amable y entrometida ante el escenario. Sus preguntas y comentarios denotaban que tenía el tiempo suficiente oyéndome como para enterarse de mi plan de hoy, sin embargo no demostraba malicia ni malas vibras así que con un poco de desconfianza la escuche y trate de contestarle lo más normal posible.
A penas la muchacha sonriente terminó de hacerme las preguntas contesté – Buenas señorita Feith...a- me río un poco pero de manera discreta y con poca malicia – Me llamo Magazubi, y sí soy una princesa, pero aún no sé de que...- le empecé a explicar más detalladamente – Me gustaría ser princesa de duendes, sin embargo jamás he visto alguno. La idea es buscar duendes en esta cueva, lo de las flores va a ser mi primer mandato como princesa- me puse a pensar en que otra cosa me pregunto la recién llegada – Ahhhhh ya...- dije sin querer en voz alta – Y la seguridad no es un problema... Si no te arriesgas no ganas- agrego – Por otro lado sería muy heroico comentarles a mis súbditos que entre a una cueva peligrosa-
Respiro profundo mientras uno algunos hilos sueltos en mi cabeza – Ya seeeee... Te propongo ser una reina de duendes, pero con una condición- pongo una cara de interesada, quería que fuese la reina, ser princesa suena más lindo – Tienes que explicarme como nacen los bebes...-
No logré aguantar la risa por mi gran propuesta que, según mi papá, sería incomodo responder para cualquier adulto – Tranquilaaaa, yo ya se que es tipo una conexión, pero me da mucho asquito eso.... Verdad que es asqueroso? Yo lo haré sólo una vez y exclusivamente porque quiero tener un mini yo. Duele mucho dar a luz? Te has besado con algún chico? Mi papi dice que yo no puedo besar a nadie hasta que me case. Cuando sea mayor y tenga realmente un reino de duendes dominaré Aerandir y tendré un príncipe y daré a luz y tendré una casa y comeré muchooo. No es genial? Que quieres ser tu cuando grande? Quieres comer mucho? Cuál es tu comida favorita?- después de darme cuenta que estaba hablando de algo que no tenía que ver con el tema pregunte – Por cierto, que haces tu aquí? Y por qué me espías? Eres una bruja roba niños? Me gusta tu cabello... Es así como sensual- hago gestos coquetos fingiendo ser sensual.
-Ups, no te he dejado hablar... Ya me puedes contestar todo lo que te pregunté...- sonrío con inocencia.
Preparada para atacar o estar alerta de cualquier movimiento de la chica me alejé unos dos pasos para luego impresionarme por su reacción amable y entrometida ante el escenario. Sus preguntas y comentarios denotaban que tenía el tiempo suficiente oyéndome como para enterarse de mi plan de hoy, sin embargo no demostraba malicia ni malas vibras así que con un poco de desconfianza la escuche y trate de contestarle lo más normal posible.
A penas la muchacha sonriente terminó de hacerme las preguntas contesté – Buenas señorita Feith...a- me río un poco pero de manera discreta y con poca malicia – Me llamo Magazubi, y sí soy una princesa, pero aún no sé de que...- le empecé a explicar más detalladamente – Me gustaría ser princesa de duendes, sin embargo jamás he visto alguno. La idea es buscar duendes en esta cueva, lo de las flores va a ser mi primer mandato como princesa- me puse a pensar en que otra cosa me pregunto la recién llegada – Ahhhhh ya...- dije sin querer en voz alta – Y la seguridad no es un problema... Si no te arriesgas no ganas- agrego – Por otro lado sería muy heroico comentarles a mis súbditos que entre a una cueva peligrosa-
Respiro profundo mientras uno algunos hilos sueltos en mi cabeza – Ya seeeee... Te propongo ser una reina de duendes, pero con una condición- pongo una cara de interesada, quería que fuese la reina, ser princesa suena más lindo – Tienes que explicarme como nacen los bebes...-
No logré aguantar la risa por mi gran propuesta que, según mi papá, sería incomodo responder para cualquier adulto – Tranquilaaaa, yo ya se que es tipo una conexión, pero me da mucho asquito eso.... Verdad que es asqueroso? Yo lo haré sólo una vez y exclusivamente porque quiero tener un mini yo. Duele mucho dar a luz? Te has besado con algún chico? Mi papi dice que yo no puedo besar a nadie hasta que me case. Cuando sea mayor y tenga realmente un reino de duendes dominaré Aerandir y tendré un príncipe y daré a luz y tendré una casa y comeré muchooo. No es genial? Que quieres ser tu cuando grande? Quieres comer mucho? Cuál es tu comida favorita?- después de darme cuenta que estaba hablando de algo que no tenía que ver con el tema pregunte – Por cierto, que haces tu aquí? Y por qué me espías? Eres una bruja roba niños? Me gusta tu cabello... Es así como sensual- hago gestos coquetos fingiendo ser sensual.
-Ups, no te he dejado hablar... Ya me puedes contestar todo lo que te pregunté...- sonrío con inocencia.
Magazubi
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Mi viaje a las islas había sido tan largo como desagradable. Odiaba tener que subir a esos malditos ataúdes que no hacen más que mecerse sobre las furiosas aguas y revolver todo el contenido de mi estomago. El trabajo de la compañía me había orillado a embarcarme con rumbo al que seria mi destino: Una pequeña casa en las afueras del pueblo de los brujos, mis iguales. El confuso mapa, otorgado por Zula, no me había sido de gran ayuda, pero al menos había encontrado el lugar en cuestión. El sujeto al que debía entregar el paquete se mostró sumamente entusiasta y feliz de recibir su tan preciado paquete. Todo estaba listo, otro paquete entregado, otro costal con Aeros.
- Te lo agradezco. Dale mis saludos a tu padre. Dijo el anciano antes de cerrar la puerta. Le devolví el saludo tan solo con una seña de mi mano y un semblante desinteresado. En cada viaje a Beltrexus me sorprendía el prestigio y fama que tenia mi padre, incluso aun cuando hubiera residido en la ciudad de los humanos desde siempre. - Tonterías. Dije en voz baja solo para mi mismo. Regrese mi mano a su lugar y eche la lanza a mi hombro. Di la media vuelta y me prepare por el sendero que había tomado.
Dentro de poco llegue a la arboleda que debía cruzar para dirigirme al puerto. Si tenia suerte podría abandonar cuanto antes este sitio y regresar a Lunargenta para disfrutar un poco de las ganancias en alguna taberna local. Los sonidos del bosque me envolvían, una mezcla del rose de las hojas y los sonidos de animalejos correteando alrededor. - Naturaleza... Mencione con un toque de desprecio. Comencé a menear mi lanza de una mano a otra mientras intentaba alejar la pereza y el súbito aburrimiento que golpeaba mi rostro. En voz alta, tarareaba alguna melodía que seguramente había escuchado en algún lugarejo en la ciudad. El eco de mi voz rebotaba entre los árboles y se perdía tras las hojas y en el cielo.
Era difícil percibir la hora del día a través de todo ese follaje. Intente localizar la posición del sol sobre mi cabeza, pero sin muchos resultados. - ¿Tan tarde se ha hecho? Pregunte fijando la mirada en el cielo. Ajuste un poco mi chaqueta pues las bajas temperaturas imperaban en la humedad de la arboleda. Debía seguir mi camino sin distracciones. No pretendía continuar andando por las cercanías cuando la noche se posara sobre la tierra.
Mis planes, rápidamente se vieron ofuscados por el surgimiento de una de mis necesidades primarias. - ¿Oh? Mierda... Solo seria un pequeño contratiempo. Rápidamente me dirigí hacia un árbol cercano y deposite mi lanza en un lugar seguro. Baje mi bragueta y deje que las malas vibras escaparan naturalmente. - Ohhhh... Delicioso. Claramente lo era. Sin embargo, mi concentración fue rota por algunos sonidos que se entremezclaban en el bosque. No parecían provenir de animales o el viento juguetón que mese todo a su paso. Preste atención a los sonidos y me pareció escuchar un par de voces femeninas. - Rayos. Mencione al mismo tiempo que regresaba todo a su lugar y subía mi bragueta con elegancia y premura. Tome mi arma como precaución y salí a averiguar de quien se trataba. A unos pocos metros pude encontrar a una niña y a... ¿Su madre? aunque no poseían parecido alguno. - Vaya, Vaya. El bosque no estaba tan vacío. Susurre.
Salí de mi escondite y me acerque lentamente hacia ellas con una enorme y presuntuosa sonrisa. El rostro de la niña me parecía un poco conocido, pero ¿como saberlo? para mi todos los niños se veían igual. - ¡Saludos, señoritas! ¿Se han perdido o solo se preparan para un día de campo? jaja. Mencione en un tono bromista.
- Te lo agradezco. Dale mis saludos a tu padre. Dijo el anciano antes de cerrar la puerta. Le devolví el saludo tan solo con una seña de mi mano y un semblante desinteresado. En cada viaje a Beltrexus me sorprendía el prestigio y fama que tenia mi padre, incluso aun cuando hubiera residido en la ciudad de los humanos desde siempre. - Tonterías. Dije en voz baja solo para mi mismo. Regrese mi mano a su lugar y eche la lanza a mi hombro. Di la media vuelta y me prepare por el sendero que había tomado.
Dentro de poco llegue a la arboleda que debía cruzar para dirigirme al puerto. Si tenia suerte podría abandonar cuanto antes este sitio y regresar a Lunargenta para disfrutar un poco de las ganancias en alguna taberna local. Los sonidos del bosque me envolvían, una mezcla del rose de las hojas y los sonidos de animalejos correteando alrededor. - Naturaleza... Mencione con un toque de desprecio. Comencé a menear mi lanza de una mano a otra mientras intentaba alejar la pereza y el súbito aburrimiento que golpeaba mi rostro. En voz alta, tarareaba alguna melodía que seguramente había escuchado en algún lugarejo en la ciudad. El eco de mi voz rebotaba entre los árboles y se perdía tras las hojas y en el cielo.
Era difícil percibir la hora del día a través de todo ese follaje. Intente localizar la posición del sol sobre mi cabeza, pero sin muchos resultados. - ¿Tan tarde se ha hecho? Pregunte fijando la mirada en el cielo. Ajuste un poco mi chaqueta pues las bajas temperaturas imperaban en la humedad de la arboleda. Debía seguir mi camino sin distracciones. No pretendía continuar andando por las cercanías cuando la noche se posara sobre la tierra.
Mis planes, rápidamente se vieron ofuscados por el surgimiento de una de mis necesidades primarias. - ¿Oh? Mierda... Solo seria un pequeño contratiempo. Rápidamente me dirigí hacia un árbol cercano y deposite mi lanza en un lugar seguro. Baje mi bragueta y deje que las malas vibras escaparan naturalmente. - Ohhhh... Delicioso. Claramente lo era. Sin embargo, mi concentración fue rota por algunos sonidos que se entremezclaban en el bosque. No parecían provenir de animales o el viento juguetón que mese todo a su paso. Preste atención a los sonidos y me pareció escuchar un par de voces femeninas. - Rayos. Mencione al mismo tiempo que regresaba todo a su lugar y subía mi bragueta con elegancia y premura. Tome mi arma como precaución y salí a averiguar de quien se trataba. A unos pocos metros pude encontrar a una niña y a... ¿Su madre? aunque no poseían parecido alguno. - Vaya, Vaya. El bosque no estaba tan vacío. Susurre.
Salí de mi escondite y me acerque lentamente hacia ellas con una enorme y presuntuosa sonrisa. El rostro de la niña me parecía un poco conocido, pero ¿como saberlo? para mi todos los niños se veían igual. - ¡Saludos, señoritas! ¿Se han perdido o solo se preparan para un día de campo? jaja. Mencione en un tono bromista.
Blien
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Anochecía lentamente y aunque parecía que pasaba solamente unos segundos, no era así... Dado que el tiempo comenzaba a hacerse corto... Bueno, al menos así era para nuestro antagonista y sus secuaces. Si la luna caía, podría ser demasiado bueno para los vampiros, en este caso para Paul que andaba muy sediento... Hace días que no bebía y aquella mujer que le succionó el cuello, no era completamente suficiente para saciar ese apetito voraz gracias a la maldición de la que tendría que vivir toda su vida. Pero al menos no estaba solo en ello, sus compañeros le seguían para protegerle, por distintas razones. En el tiempo que estuvieron ausentes y no se supo más de ellos en Aerandir, simplemente entrenaban y fingían estar muertos para dejar de meterse en problemas... Por cuestiones de dinero y asesinatos.
-Parece que la cueva es por aquí...-Pronunció el rubio (Andy), señalando con sus garras hacia la izquierda, manteniendo su rostro completamente serio. -Estoy de acuerdo...-Agregó Talia, cruzadas de brazos y Máyic sin decir alguna palabra, comenzó a caminar en dirección del lugar, todos siguiéndole y viendo algunas sobres desde la lejanía... Al parecer no estaban solos en aquel lugar, también se encontraban otros hombres hablando, o mejor dicho seres. La neblina era espesa y no destilaba por la piel, lo único que causaba era frío y un dolor tenaz en los huesos. Paul, gracias al amuleto adquirido de la chica que rescató del castillo, podía tener calor y una estabilidad en su cuerpo como nunca. Además de esa ayuda que le brinda el collar, también tenía un valor de manera sentimental... Era muy importante para la mujer y le pidió que lo cuidase, algo que haría a toda costa.
No pasaron más de diez minutos cuando la loba (Talia) comenzó a olfatear una anomalía a distancia... Sin demorarse más de unos minutos, pudo notar que una de las integrantes de ese grupo era un licantropo. -Vaya... No soy la única.-Dijo ella, quedándose como estatua y petrificada. Andy apenas preparó sus garras y dio algunos pasos hacia adelante para luego mirar al vampiro... -Vamos a hacer esto. Máyic y Talia se quedan aquí, yo voy con Andy... No queremos que nos descubran o algo así. -Paul ordenó y sin más preámbulo, todos hicieron caso, haciendo lo estipulado.
Desde lejos, comenzaron a acercarse dos siluetas hacia el grupo de los tres... Apenas uno había llegado a unirse. Mientras más se acercaban, el ojiazul podía notar que dos de los integrantes ya los conocía... Una era la chica que tomó la mano en la fiesta que sucedió en Lunargenta y la otra... Era nada más ni nada menos que la loba que conoció, combatiendo contra la manada de locos indios. La nostalgia apenas lo invadió y no tuvo más opción que saludar desde la lejanía, tratando de agradar. -iBuena noche queridos!...-Sonrió de manera ladina y acercándose, se inclinó ante la niña para luego extender su mano. Princesa Magazubi... Un placer volver a verla...-Acto seguido, se levantó y miró a Woodpecker, sin decir alguna palabra... Solo verla fijamente. Andy se quedó a unos metros de distancia, con los brazos cruzados, respaldando a Paul para que no sucediese nada.
-Parece que la cueva es por aquí...-Pronunció el rubio (Andy), señalando con sus garras hacia la izquierda, manteniendo su rostro completamente serio. -Estoy de acuerdo...-Agregó Talia, cruzadas de brazos y Máyic sin decir alguna palabra, comenzó a caminar en dirección del lugar, todos siguiéndole y viendo algunas sobres desde la lejanía... Al parecer no estaban solos en aquel lugar, también se encontraban otros hombres hablando, o mejor dicho seres. La neblina era espesa y no destilaba por la piel, lo único que causaba era frío y un dolor tenaz en los huesos. Paul, gracias al amuleto adquirido de la chica que rescató del castillo, podía tener calor y una estabilidad en su cuerpo como nunca. Además de esa ayuda que le brinda el collar, también tenía un valor de manera sentimental... Era muy importante para la mujer y le pidió que lo cuidase, algo que haría a toda costa.
No pasaron más de diez minutos cuando la loba (Talia) comenzó a olfatear una anomalía a distancia... Sin demorarse más de unos minutos, pudo notar que una de las integrantes de ese grupo era un licantropo. -Vaya... No soy la única.-Dijo ella, quedándose como estatua y petrificada. Andy apenas preparó sus garras y dio algunos pasos hacia adelante para luego mirar al vampiro... -Vamos a hacer esto. Máyic y Talia se quedan aquí, yo voy con Andy... No queremos que nos descubran o algo así. -Paul ordenó y sin más preámbulo, todos hicieron caso, haciendo lo estipulado.
Desde lejos, comenzaron a acercarse dos siluetas hacia el grupo de los tres... Apenas uno había llegado a unirse. Mientras más se acercaban, el ojiazul podía notar que dos de los integrantes ya los conocía... Una era la chica que tomó la mano en la fiesta que sucedió en Lunargenta y la otra... Era nada más ni nada menos que la loba que conoció, combatiendo contra la manada de locos indios. La nostalgia apenas lo invadió y no tuvo más opción que saludar desde la lejanía, tratando de agradar. -iBuena noche queridos!...-Sonrió de manera ladina y acercándose, se inclinó ante la niña para luego extender su mano. Princesa Magazubi... Un placer volver a verla...-Acto seguido, se levantó y miró a Woodpecker, sin decir alguna palabra... Solo verla fijamente. Andy se quedó a unos metros de distancia, con los brazos cruzados, respaldando a Paul para que no sucediese nada.
Paul Brown Moreau
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
“Pícara” pensé al verla y solamente se me ocurrió que se le pudo haber escapado a sus progenitores, más mantuve mi cara correcta mientras le escuchaba. “Y está jugando” pensé con algo de confusión, los únicos niños con los que me relacionaba eran los de Ulmer y no jugaban a ser princesas sino a ser lobos feroces o a las guerras. Reprimí una sonrisa respetuosa mientras continuaba escuchándole, tenía mucha curiosidad por aquél raro ejemplar de Magazubi de las Islas. Sentí una leve distorsión en mi cara cuando hizo su ofrecimiento a cambio de información. “Ugh” pensé con cierto asco ante mi propia experiencia, aunque probablemente eso sería más información de lo que ella realmente necesitaba, pero… “¿Por qué pienso en esas cosas? No es como si quisiera ser reina” suspiré profundamente, creyendo que sería mi turno de dialogar, pero al parecer la jovencita aún tenía más cosas que agregar, seguro que era muy informativa.
Enarqué una ceja ante su risa y la explicación de la misma. “Necesita seriamente que la revisen” pensé haciéndome a la idea de que la doctora Hyre estaría más que feliz de tener un nuevo espécimen como ese. Tenía la cabeza hecha un lío cuando me dio un momento libre para hablar, sin contar con que ya me dolía la espalda por mantenerme agachada, por lo que me enderecé e hice sonar los huesos de las extremidades. Dejé escapar el aire sonoramente y le miré a los ojos vaya que te gusta hablar, ¿no es verdad? pero antes de que continuara con su monólogo me adelanté a responder alguna de sus respuestas No soy una bruja sonreí ampliamente, tentada de convertirme a mi forma lupina para que tuviera algo nuevo de lo que hablar, aunque me refrené de hacerlo Verdad, sí, también, no estoy segura de ello ¿en serio quieres un príncipe? Son algo inútiles me tomé un momento para recapitular sus preguntas y continué Mi comida favorita es la carne tierna y me volví a acercar a ella con ojos llenos de deseo.
Pronto, se hizo ver un tipo de lo más ruidoso. “Vaya que es muy interesante el bosque de los brujos” pensé mientras volvía a enderezarme para encarar al recién llegado. Creo que el perdido es otro le dije a Magazubi guiñándole un ojo, sin dudas con esas fachas no creía que perteneciera al bosque. Pero luego me di cuenta que realmente no era mi estilo ser tan informal por lo que le miré a los ojos, buscando intenciones escondidas. Lo único que vi fue algún chiste interno que podría estar perdiéndome y una personalidad demasiado energizante. Suspiré, ¿quién me había dicho que pidiera algo qué hacer? ahora tenía a dos loquillos extraños rodeándome y yo allí, sin pegar mucho entre ellos.
Está un poco tétrico para un día de campo, ¿no? Nos preparamos para ser realeza dije con tono frío y mirada desafiante. Entonces un saludo desde la distancia acompañado por una brisa fresca me golpeó en el rostro. Traté de mirar de quién o quiénes se trataban, más ya estaba algo oscuro para poder ver sus rostros, pero mi olfato era algo diferente… Levanté el rostro hacia el viento, allí había algo que conocía, que conocía muy bien y hacía que se me pusiera la piel de gallina. Pero antes de confirmar cualquier sospecha él estaba allí. Parpadee un par de veces, aún sorprendida de aquella aparición, aunque no hacía mucho que nos habíamos vuelto a cruzar, no pensaba que el reencuentro fuese tan temprano.
Hace tiempo que no nos vemos saludé acercándome a él y reconociendo entonces en Magazubi a la pequeña celosa que nos había apartado en la fiesta de Lunargenta. Entonces ¿ella es tu chica? pregunté con la sonrisa de medio lado y arqueando nuevamente la ceja. Sabía que él tenía gustos extraños y para colmo que era un vampiro… pero había caído muy bajo, estaba abusando de una pequeña… que por otro lado era tan territorial como una loba con su presa. mmm dije extendiéndole mi mano con algo de picardía en mi mirar. Esa noche se estaba poniendo más divertida de lo que podría esperar. ¿Y tu otra noviecita? No me digas que terminó siendo tu cena? pregunté fingiendo inocencia y perplejidad.
Enarqué una ceja ante su risa y la explicación de la misma. “Necesita seriamente que la revisen” pensé haciéndome a la idea de que la doctora Hyre estaría más que feliz de tener un nuevo espécimen como ese. Tenía la cabeza hecha un lío cuando me dio un momento libre para hablar, sin contar con que ya me dolía la espalda por mantenerme agachada, por lo que me enderecé e hice sonar los huesos de las extremidades. Dejé escapar el aire sonoramente y le miré a los ojos vaya que te gusta hablar, ¿no es verdad? pero antes de que continuara con su monólogo me adelanté a responder alguna de sus respuestas No soy una bruja sonreí ampliamente, tentada de convertirme a mi forma lupina para que tuviera algo nuevo de lo que hablar, aunque me refrené de hacerlo Verdad, sí, también, no estoy segura de ello ¿en serio quieres un príncipe? Son algo inútiles me tomé un momento para recapitular sus preguntas y continué Mi comida favorita es la carne tierna y me volví a acercar a ella con ojos llenos de deseo.
Pronto, se hizo ver un tipo de lo más ruidoso. “Vaya que es muy interesante el bosque de los brujos” pensé mientras volvía a enderezarme para encarar al recién llegado. Creo que el perdido es otro le dije a Magazubi guiñándole un ojo, sin dudas con esas fachas no creía que perteneciera al bosque. Pero luego me di cuenta que realmente no era mi estilo ser tan informal por lo que le miré a los ojos, buscando intenciones escondidas. Lo único que vi fue algún chiste interno que podría estar perdiéndome y una personalidad demasiado energizante. Suspiré, ¿quién me había dicho que pidiera algo qué hacer? ahora tenía a dos loquillos extraños rodeándome y yo allí, sin pegar mucho entre ellos.
Está un poco tétrico para un día de campo, ¿no? Nos preparamos para ser realeza dije con tono frío y mirada desafiante. Entonces un saludo desde la distancia acompañado por una brisa fresca me golpeó en el rostro. Traté de mirar de quién o quiénes se trataban, más ya estaba algo oscuro para poder ver sus rostros, pero mi olfato era algo diferente… Levanté el rostro hacia el viento, allí había algo que conocía, que conocía muy bien y hacía que se me pusiera la piel de gallina. Pero antes de confirmar cualquier sospecha él estaba allí. Parpadee un par de veces, aún sorprendida de aquella aparición, aunque no hacía mucho que nos habíamos vuelto a cruzar, no pensaba que el reencuentro fuese tan temprano.
Hace tiempo que no nos vemos saludé acercándome a él y reconociendo entonces en Magazubi a la pequeña celosa que nos había apartado en la fiesta de Lunargenta. Entonces ¿ella es tu chica? pregunté con la sonrisa de medio lado y arqueando nuevamente la ceja. Sabía que él tenía gustos extraños y para colmo que era un vampiro… pero había caído muy bajo, estaba abusando de una pequeña… que por otro lado era tan territorial como una loba con su presa. mmm dije extendiéndole mi mano con algo de picardía en mi mirar. Esa noche se estaba poniendo más divertida de lo que podría esperar. ¿Y tu otra noviecita? No me digas que terminó siendo tu cena? pregunté fingiendo inocencia y perplejidad.
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
El sol se empezaba a ocultar, la noche se aproximaba y más rápido de lo que esperaba. Sonreí a las respuestas de la joven carnívora, - yo también adoro la carne, sin embargo cuando me toca alimentarme con mis propios medios y no con ayuda de Zach (con quién estoy viviendo) debo conformarme con carne de animales pequeños y no suelen ser tan ricas ni jugosas como la de los animales de mayor tamaño- parpadeo un par de veces y mi expresión sonriente y complacida por las vagas respuestas de la chica pasa a ser una expresión de preocupación – es súper tarde, estoy súper lejos de la casa de Zach y para agregarle más adrenalina al asunto no estoy ubicada, di vueltas y camine siempre recto por donde me guió el viento, tropecé, giré dos veces, luego me fui al lado contrario...- suspiro – no sé donde estoy...- coloco mi manito en la frente como sobandome -creo que dormiré fuera de casita esta noche, espero que Zach no se preocupe, aunque lo dudo, ese borracho barbudo más bien aprovechara que no estoy para estar con sus “amiguitas”-
Separo rápidamente mi mano de la frente para observar a Feith con mucha determinación tratando de que no se de cuenta de mi momento de preocupación -al fin y al cabo ya he dormido en el bosque... no hay nada de que preocuparme-. El ruido de unas escasas hojas en el suelo me percató de la llegada de otra persona, un muchacho rubio y bastante alto desde mi punto de vista que llegó tratando de ser cortes? amable tal vez? o sólo un payaso con muy mal humor? Sin embargo el humor de la nueva reina de duendes si me gustaba, -es excelente que me caiga bien- voltee a mirar la reacción a la respuesta tan acertada que dio la joven al recién llegado – wooo, espera un minuto, ese rostro, esos ojos tan... los he visto antes... aaaaaaahhh ya seeeeeeee- me río disimuladamente acordándome del arco iris andante que me miraba con deseo aquel día en el evento en el bosque. - Ella es la reina de este lugar y yo soy la princesa... alguna duda?- digo en tono medio arrogante sin poder evitar una sonrisa medio burlona en mi comentario, más por mis recuerdos de arco iris que por querer sacarle la piedra al joven.
En eso se acercaron dos personas más a nuestra reunión, un catire alto y con un cuerpo escultural y y.... - Raul, Paul, Saul- grité ya que no me acordaba muy bien de su nombre y salí corriendo a abrazarlo, se me hacia gracioso verlo sin el traje formal; me alejé de él y me comporte como una señorita, me sorprendió que él si se acordara de mi nombre y me encanto que me tratara como toda una realeza, él era el único que lo hacia, o por lo menos lo hacia en serio, porque con mi papi si jugaba a ser princesa pero nunca se lo tomaba muy en serio; en cambio con Paul me sentía verdaderamente una persona importante. Acepté su saludo y me sonroje un poco -ves ves, te lo dije, soy una princesa- le susurro al chico arco iris.
-Hace tiempo que no nos vemos. Entonces ¿ella es tu chica?¿Y tu otra noviecita? No me digas que terminó siendo tu cena?- escuché comentar a Feith, arquee una ceja comprendiendo que ya se conocían – Queeee? No entendí- comenté para entrometerme en su reencuentro y su lanzadera de puntas.
Después de escuchar un poquito más y sin alejarme mucho de ellos con las orejitas bien pendientes me acerque a donde estaba el joven catire y buen mozo, cabe acotar que no me refiero al chico arco iris sino al recién llegado – Tienes algún hermanito o primito de mi edad que se parezca a ti?- le pregunto indiscretamente.
Separo rápidamente mi mano de la frente para observar a Feith con mucha determinación tratando de que no se de cuenta de mi momento de preocupación -al fin y al cabo ya he dormido en el bosque... no hay nada de que preocuparme-. El ruido de unas escasas hojas en el suelo me percató de la llegada de otra persona, un muchacho rubio y bastante alto desde mi punto de vista que llegó tratando de ser cortes? amable tal vez? o sólo un payaso con muy mal humor? Sin embargo el humor de la nueva reina de duendes si me gustaba, -es excelente que me caiga bien- voltee a mirar la reacción a la respuesta tan acertada que dio la joven al recién llegado – wooo, espera un minuto, ese rostro, esos ojos tan... los he visto antes... aaaaaaahhh ya seeeeeeee- me río disimuladamente acordándome del arco iris andante que me miraba con deseo aquel día en el evento en el bosque. - Ella es la reina de este lugar y yo soy la princesa... alguna duda?- digo en tono medio arrogante sin poder evitar una sonrisa medio burlona en mi comentario, más por mis recuerdos de arco iris que por querer sacarle la piedra al joven.
En eso se acercaron dos personas más a nuestra reunión, un catire alto y con un cuerpo escultural y y.... - Raul, Paul, Saul- grité ya que no me acordaba muy bien de su nombre y salí corriendo a abrazarlo, se me hacia gracioso verlo sin el traje formal; me alejé de él y me comporte como una señorita, me sorprendió que él si se acordara de mi nombre y me encanto que me tratara como toda una realeza, él era el único que lo hacia, o por lo menos lo hacia en serio, porque con mi papi si jugaba a ser princesa pero nunca se lo tomaba muy en serio; en cambio con Paul me sentía verdaderamente una persona importante. Acepté su saludo y me sonroje un poco -ves ves, te lo dije, soy una princesa- le susurro al chico arco iris.
-Hace tiempo que no nos vemos. Entonces ¿ella es tu chica?¿Y tu otra noviecita? No me digas que terminó siendo tu cena?- escuché comentar a Feith, arquee una ceja comprendiendo que ya se conocían – Queeee? No entendí- comenté para entrometerme en su reencuentro y su lanzadera de puntas.
Después de escuchar un poquito más y sin alejarme mucho de ellos con las orejitas bien pendientes me acerque a donde estaba el joven catire y buen mozo, cabe acotar que no me refiero al chico arco iris sino al recién llegado – Tienes algún hermanito o primito de mi edad que se parezca a ti?- le pregunto indiscretamente.
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Al parecer, mi llegada no había sido tan grata como lo hubiera esperado. Ninguna de las dos parecía sorprendía a mi llegada, tampoco parecía inquietarles el hecho de que la caída de la noche nos pisaba los talones a cada uno de nosotros. - Menudo par... Pensé. Una chiquilla que se ríe sin motivo aparente y una mujer de aspecto dudoso que no tiene noción del sarcasmo. - ¿Realeza? Replique incrédulo a modo de pregunta mientras adelantaba mi rostro hacia la mujer de plateados cabellos. La pequeña se unió al intercambio de palabras reafirmando la declaración de su compañera. - ¿Reina, Princesa?
No podía soportarlo. Comencé a reír sin pausa. Primero tranquilamente, pero dentro de poco esa risa se convirtió en una sonora e irritable carcajada, tanta era la gracia que me había causado que tuve que apoyar mi lanza contra el suelo para sostenerme en pie. No solo era el hecho de que en las islas no existía nada igual, si no que también la pequeña mocosa creía en su mentira y hablaba con el mismo tono petulante que esos pomposos personajes. pero ¿quien seria peor? ¿la mocosa o la mujer madura que seguía su juego? como sea... Quizás se me había pasado un poco la mano y ella solo era amable con la pequeña. Limpie un par de lagrimas que se habían escurrido entre mis parpados y reaccione ante la seria mirada de la mujer que parecía estar ignorando mi burla para prestar atención a alguna situación ajena a nosotros.
Dentro de poco, pude escuchar algunos sonidos abriéndose paso a través de la espesura y la niebla en el viento. Un par de sujetos de extraño aspecto aparecieron de la nada. El de cabello oscuro se acerco hasta nosotros y con un desagradable tono en su voz, proclamaba un saludo. No prestaba crédito a lo que veían mis ojos. El sujeto se inclinaba frente a la pequeña para saludarla formalmente y añadir un respetable y tierno beso en su mano. - ¿Que le pasa a todos el día de hoy? Me había encontrado con un grupo de locos, de eso ya no había duda. otra risilla se escapo disimuladamente de mis labios mientras les observaba. Al parecer la mujer de plateados cabellos conocía al recién llegado. Todos parecían tener algo en común, lo cual (por suerte) me dejaba al margen de la escena.
La niña, ahora engreída gracias al trato que ese par le había dado, volvió a prestarme intención haciendo alarde de su charada. - Disculpe, su alteza Respondí con sarcasmo para luego sacarle la lengua a la pequeña malcriada mientras el par restante estaba distraído.
Por alguna razón, el semblante y porte de el recién llegado y su amigo que parecía un centinela cruzado de brazos a algunos metros de nosotros, no me inspiraban confianza. Su expresión me repudiaba casi de lleno. - Entonces... ¿Se reunieron para jugar a la casita o algo por el estilo? Ahora que he escuchado un poco, creo que esta mujer no se trata de tu madre Agregue luego de que la pequeña hiciera su pregunta al sujeto de oscuros cabellos. - ¿Y porque tu amigo no se acerca? Le dije al sujeto señalando a su amigo el rubio que conservaba una posición firme e inamovible.
No podía soportarlo. Comencé a reír sin pausa. Primero tranquilamente, pero dentro de poco esa risa se convirtió en una sonora e irritable carcajada, tanta era la gracia que me había causado que tuve que apoyar mi lanza contra el suelo para sostenerme en pie. No solo era el hecho de que en las islas no existía nada igual, si no que también la pequeña mocosa creía en su mentira y hablaba con el mismo tono petulante que esos pomposos personajes. pero ¿quien seria peor? ¿la mocosa o la mujer madura que seguía su juego? como sea... Quizás se me había pasado un poco la mano y ella solo era amable con la pequeña. Limpie un par de lagrimas que se habían escurrido entre mis parpados y reaccione ante la seria mirada de la mujer que parecía estar ignorando mi burla para prestar atención a alguna situación ajena a nosotros.
Dentro de poco, pude escuchar algunos sonidos abriéndose paso a través de la espesura y la niebla en el viento. Un par de sujetos de extraño aspecto aparecieron de la nada. El de cabello oscuro se acerco hasta nosotros y con un desagradable tono en su voz, proclamaba un saludo. No prestaba crédito a lo que veían mis ojos. El sujeto se inclinaba frente a la pequeña para saludarla formalmente y añadir un respetable y tierno beso en su mano. - ¿Que le pasa a todos el día de hoy? Me había encontrado con un grupo de locos, de eso ya no había duda. otra risilla se escapo disimuladamente de mis labios mientras les observaba. Al parecer la mujer de plateados cabellos conocía al recién llegado. Todos parecían tener algo en común, lo cual (por suerte) me dejaba al margen de la escena.
La niña, ahora engreída gracias al trato que ese par le había dado, volvió a prestarme intención haciendo alarde de su charada. - Disculpe, su alteza Respondí con sarcasmo para luego sacarle la lengua a la pequeña malcriada mientras el par restante estaba distraído.
Por alguna razón, el semblante y porte de el recién llegado y su amigo que parecía un centinela cruzado de brazos a algunos metros de nosotros, no me inspiraban confianza. Su expresión me repudiaba casi de lleno. - Entonces... ¿Se reunieron para jugar a la casita o algo por el estilo? Ahora que he escuchado un poco, creo que esta mujer no se trata de tu madre Agregue luego de que la pequeña hiciera su pregunta al sujeto de oscuros cabellos. - ¿Y porque tu amigo no se acerca? Le dije al sujeto señalando a su amigo el rubio que conservaba una posición firme e inamovible.
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Apenas una brisa llena de recuerdos y bastantes emociones pasaron, rodeando a cada presente, enfriando el cuerpo de cada uno de los presentes, acariciando la piel y desapareciendo como un simple tornado, que comienza desde el suelo y desaparece en el cielo, llevándose gran parte de las hojas en un torbellino fuerte. Parecía que no pasó nada más que unos días en el que se conoció con la chica de cabellos blancos, es más, la tenía bien presente en su memoria, no lo engañaba por nada y le fue más fácil notar que seguía igual y no había recibido ninguna herida desde la vez que se enfrentaron contra los indios... Rememoró cada momento donde pensaba que todos se encontraban muertos y fueron asesinados en manos de ese tipo misterioso junto con sus secuaces. Esta vez se sentía más listo para defender a los presentes de cualquier peligro. Esa mirada seguía completamente igual y a pesar del tiempo, el cambio que se había presentado en Paul, sólo fue su nueva barba que cubría desde sus mejillas hasta su mentón. No se movió por un par de segundos y alcanzó a escuchar que el tipo que también llegó, trató de hacer el mismo juego que el vampiro, hacerse los sirvientes de la querida Maga.
En fin... El hombre sacudió su cabeza y se inclinó un poco para abrazar a la princesita, para luego ver que se alejó y notar que aún alardeaba su puesto como una reina. -Claro... Siempre lo has sido, de eso no hay duda, su majestad.-Pronunció con alegría, y acto seguido, miró al joven que estaba allí, parecía fuerte, quizá eso radiaba sus ojos y su pala o varita que llevaba. -Saludos.-Levantó apenas su mano y la movió, siendo cortes y luego volvió a mirar a su compañera, quien manifestaba que hace mucho no se veían... Su voz seguía completamente igual.
La mujer le preguntó si aquella pequeña era su chica... Paul iba a responder pero simplemente Magazubi volvió a interrumpir, haciéndose en la mitad. Con una sonrisa leve, se quedó de brazos cruzados, mirándola y cuando notó, el tipo preguntó sobre su compañero, Andy, que se encontraba lejos, mirando con seriedad y apenas dando golpes al asfalto con su bota. -Ahh, ese de allí... No es muy social y está para respaldarme y esas cosas. Es que mi par de ojos no alcanzan para asegurarme de que nadie me esté siguiendo y quiera... Matarme-Frente a la última palabra, hizo una sonrisa sarcástica, como si se burlase de la muerte. En ese instante, volvió a mirar a Wood, quien cuestionó sobre la otra chica... Quien repentinamente terminó como linda cena.
Si... Digamos que no fue absorbida por mis colmillos../-Acto seguido, la tomó de la mano con suavidad y miró a la princesita, para comenzar a pensar en una excusa... Su majestad, permitame llevarme a esta mujer... Es peligroso que esté al lado suyo.-Luego de decirle esto, la haló con fuerza a la loba, esfumándose por los árboles y sumergiéndose por la neblina hasta llegar a un tronco que parecía ser bastante resistente. Duraron algunos minutos mientras que esquivaban cada charco y arbusto que cortaba su camino. En ese instante, luego de alejarse del montón junto con la mujer, la estampó con un poco de delicadeza hacia un roble, al que colocó sus manos para apoyar en este y mirándola fijamente desde cerca. -¿Quieres imaginar cuánto sufrí, pensando que ustedes dos murieron?...-Pronunció de manera susurrada, mirándola de manera penetrante. -Pudiste haber mandado una carta o algo, avisando que seguían con vida...-Acto seguido, se despegó del árbol y se cruzó de brazos, esperando a que respondiera la licantropa.
En fin... El hombre sacudió su cabeza y se inclinó un poco para abrazar a la princesita, para luego ver que se alejó y notar que aún alardeaba su puesto como una reina. -Claro... Siempre lo has sido, de eso no hay duda, su majestad.-Pronunció con alegría, y acto seguido, miró al joven que estaba allí, parecía fuerte, quizá eso radiaba sus ojos y su pala o varita que llevaba. -Saludos.-Levantó apenas su mano y la movió, siendo cortes y luego volvió a mirar a su compañera, quien manifestaba que hace mucho no se veían... Su voz seguía completamente igual.
La mujer le preguntó si aquella pequeña era su chica... Paul iba a responder pero simplemente Magazubi volvió a interrumpir, haciéndose en la mitad. Con una sonrisa leve, se quedó de brazos cruzados, mirándola y cuando notó, el tipo preguntó sobre su compañero, Andy, que se encontraba lejos, mirando con seriedad y apenas dando golpes al asfalto con su bota. -Ahh, ese de allí... No es muy social y está para respaldarme y esas cosas. Es que mi par de ojos no alcanzan para asegurarme de que nadie me esté siguiendo y quiera... Matarme-Frente a la última palabra, hizo una sonrisa sarcástica, como si se burlase de la muerte. En ese instante, volvió a mirar a Wood, quien cuestionó sobre la otra chica... Quien repentinamente terminó como linda cena.
Si... Digamos que no fue absorbida por mis colmillos../-Acto seguido, la tomó de la mano con suavidad y miró a la princesita, para comenzar a pensar en una excusa... Su majestad, permitame llevarme a esta mujer... Es peligroso que esté al lado suyo.-Luego de decirle esto, la haló con fuerza a la loba, esfumándose por los árboles y sumergiéndose por la neblina hasta llegar a un tronco que parecía ser bastante resistente. Duraron algunos minutos mientras que esquivaban cada charco y arbusto que cortaba su camino. En ese instante, luego de alejarse del montón junto con la mujer, la estampó con un poco de delicadeza hacia un roble, al que colocó sus manos para apoyar en este y mirándola fijamente desde cerca. -¿Quieres imaginar cuánto sufrí, pensando que ustedes dos murieron?...-Pronunció de manera susurrada, mirándola de manera penetrante. -Pudiste haber mandado una carta o algo, avisando que seguían con vida...-Acto seguido, se despegó del árbol y se cruzó de brazos, esperando a que respondiera la licantropa.
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
“Interesante” pensé mientras miraba a ese rubio reírse de aquella forma, la proximidad de su rostro fue inquietante apenas por unos momentos. Me recordaba a mí cuando estaba nerviosa o realmente tentada y automáticamente me cayó bien, sin embargo hubiera sido una adulta muy poco responsable si le seguía la corriente, debo decir a su favor que esas carcajadas eran de lo más pegajosas. La escena llegó al límite cuando tuvo que valerse de su arma para no caer al suelo; de haber tenido un poco más de confianza entre los dos probablemente le hubiera jugado más de una broma para testear la resistencia de su risa, pero dada la situación solo me planté allí con mi mejor cara de nada, cambiando innecesariamente varias veces el peso de mi cuerpo entre ambas piernas para intentar palear de algún modo la histeria que me estaba generando verle. En realidad no encontraba el chiste, ¿quizás se reía por lo de la realeza? ¿Se lo había tomado en serio el muy bastardo? Entrecerré los ojos dudando de su sanidad y decidí cambiar el foco de mi atención.
Observé a la pequeña para cambiar un poco la vista, tratando con un éxito debatible de ignorar al rubio. En cierto momento me había parecido ver cruzar en su frente algo así como ¿un mosquito? Se frotaba la frente como si le ardiese, con el ceño fruncido. “Los niños de hoy…” pensé tratando de no negar con la cabeza “ya no se pueden defender ni de las alimañas” suspiré. Aunque ahora parecía de lo más divertida y sin signos de ronchas “al menos su cuerpo es resistente”. Paul se había ocupado de saciar la curiosidad de la pequeña, que como un pequeño colibrí cambiaba su atención entre todos los presentes. Agradecí en esos momentos al hado por no haberme convertido en madre o realmente tendría canas verdes… “ugh, mal chiste”, pero igual sonreí ante el pensamiento.
Oh, ¿de verdad lo cree señor meriodetodo? le respondí al risueño mientras Magazubi y Paul intercambiaban un par de palabras. ¿Necesito ser pariente de la pequeña para tenerla a mi cargo? pregunté con cierto deje de territorialidad. Luego le sonreí de lado Alguien tiene miedo de la oscuridad y quiere unírsenos, mamá gansa puede con todo le comenté con mi mejor cara de idiota mientras me golpeaba el pecho como si no tuviera carne ahí que se fuera a amoratonar. Quería ver si se reía o me atacaba, estaba bien con cualquiera de las dos, pero mientras esperaba mi respuesta, Paul me tomó de la mano y le dijo a la pequeña una vil verdad. Puede que tenga razón, pero él tampoco es mejor que yo le devolví la piedra que acababa de mandarme casi intacta y luego lancé una risotada. No nos extrañen dije a modo de despedida bastante atrasada luego de ser arrastrada como una simple y estúpida humana.
No había reaccionado simplemente porque no quería explotar frente a la pequeña y dejarla traumada de por vida, pero ese vampiro se estaba metiendo en un terreno del que no podría salir de continuar avanzando sin mi consentimiento. Finalmente, mi captor pareció encontrar un tronco lo suficientemente resistente como para darme contra él, cortándome el paso. “Peligroso” dije para mi mientras admiraba sus colmillos y percibía la cercanía de su cuerpo como algo exageradamente excitante.
Pero entonces se separó –no lo suficiente como para estar seguro de la amenaza que yo podría suponerle- y largó ese discurso de la preocupación. ¿Eh? ¿hablas de aquella vez? Vamos Paul… no creerías que éramos tan débiles ¿o si? Además tampoco es que tuviera la dirección de un vampiro entre mis notas… porque no llevo notas, ¿entiendes? traté de reírme de mi chiste malo, pero fue en vano. Suspiré y enderecé mis hombros mientras me acercaba a él Estamos muy vivos y muy bien finalicé con una voz suave y grave, acercándome a él hasta sentir su respiración sobre mi piel y sin meditarlo demasiado le besé los labios, fue apenas un roce, lo suficiente como para acallar cualquier otro comentario.
Si no hay más nada que quieras decir… entonces volvamos, espero que no la hayas hecho llorar le dije, dándole la espalda y te seguí hasta aquí por aquella deuda de sangre, pero no vuelvas a tratarme como a tu objeto o me encargaré de que necesites una daga y tu lengua para alimentarte de ahora en más, ¿entendido?
Observé a la pequeña para cambiar un poco la vista, tratando con un éxito debatible de ignorar al rubio. En cierto momento me había parecido ver cruzar en su frente algo así como ¿un mosquito? Se frotaba la frente como si le ardiese, con el ceño fruncido. “Los niños de hoy…” pensé tratando de no negar con la cabeza “ya no se pueden defender ni de las alimañas” suspiré. Aunque ahora parecía de lo más divertida y sin signos de ronchas “al menos su cuerpo es resistente”. Paul se había ocupado de saciar la curiosidad de la pequeña, que como un pequeño colibrí cambiaba su atención entre todos los presentes. Agradecí en esos momentos al hado por no haberme convertido en madre o realmente tendría canas verdes… “ugh, mal chiste”, pero igual sonreí ante el pensamiento.
Oh, ¿de verdad lo cree señor meriodetodo? le respondí al risueño mientras Magazubi y Paul intercambiaban un par de palabras. ¿Necesito ser pariente de la pequeña para tenerla a mi cargo? pregunté con cierto deje de territorialidad. Luego le sonreí de lado Alguien tiene miedo de la oscuridad y quiere unírsenos, mamá gansa puede con todo le comenté con mi mejor cara de idiota mientras me golpeaba el pecho como si no tuviera carne ahí que se fuera a amoratonar. Quería ver si se reía o me atacaba, estaba bien con cualquiera de las dos, pero mientras esperaba mi respuesta, Paul me tomó de la mano y le dijo a la pequeña una vil verdad. Puede que tenga razón, pero él tampoco es mejor que yo le devolví la piedra que acababa de mandarme casi intacta y luego lancé una risotada. No nos extrañen dije a modo de despedida bastante atrasada luego de ser arrastrada como una simple y estúpida humana.
No había reaccionado simplemente porque no quería explotar frente a la pequeña y dejarla traumada de por vida, pero ese vampiro se estaba metiendo en un terreno del que no podría salir de continuar avanzando sin mi consentimiento. Finalmente, mi captor pareció encontrar un tronco lo suficientemente resistente como para darme contra él, cortándome el paso. “Peligroso” dije para mi mientras admiraba sus colmillos y percibía la cercanía de su cuerpo como algo exageradamente excitante.
Pero entonces se separó –no lo suficiente como para estar seguro de la amenaza que yo podría suponerle- y largó ese discurso de la preocupación. ¿Eh? ¿hablas de aquella vez? Vamos Paul… no creerías que éramos tan débiles ¿o si? Además tampoco es que tuviera la dirección de un vampiro entre mis notas… porque no llevo notas, ¿entiendes? traté de reírme de mi chiste malo, pero fue en vano. Suspiré y enderecé mis hombros mientras me acercaba a él Estamos muy vivos y muy bien finalicé con una voz suave y grave, acercándome a él hasta sentir su respiración sobre mi piel y sin meditarlo demasiado le besé los labios, fue apenas un roce, lo suficiente como para acallar cualquier otro comentario.
Si no hay más nada que quieras decir… entonces volvamos, espero que no la hayas hecho llorar le dije, dándole la espalda y te seguí hasta aquí por aquella deuda de sangre, pero no vuelvas a tratarme como a tu objeto o me encargaré de que necesites una daga y tu lengua para alimentarte de ahora en más, ¿entendido?
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Volví a reír, esta vez de forma silenciosa e interna mientras veía como mi risa y el peculiar tono en mi voz sacaban a relucir la portada de la mujer de plateados cabellos. ¿Que había sido todo eso? ¿Una burla o un reto? - Que mujer tan atrevida. Justo el tipo de personas con el que me veía involucrado últimamente. Intentaba buscar interpretación a su primer enunciado, pero luego de darle vueltas encontré lo único que para mi podría ser una insinuación. - Te declaras su protectora... Susurre solo para mi. En mis labios se dibujo una juguetona y picara sonrisa la cual me aseguraría fuera percibida por todos los presentes.
El par de conocidos intercambiaban algunas otras palabras y sin previo aviso, el sujeto de la sonrisa de idiota reclamo la mano de la mujer como si se tratara de una mujerzuela cuyo precio hubiese sido pagado por adelantado. - Jeje. Descuiden, no lo haremos. Dije para responder las palabras de la dama. Fue cuestión de segundos el tiempo que paso para dejar de percibir sus pisadas por la arboleda. ¿Que debía hacer mientras tanto, era mi obligación esperar a su regreso? - A la mierda. Claro que no. Respondí a mi pregunta interna. Tome mi lanza y la coloque sobre mis hombros. No me quedaría un minuto más.
Preparaba una retirada con elegancia y decoro, pero volví a encontrarme a la pequeña que ahora estaba un poco sola. El compañero del sujeto de oscuros cabellos, continuaba petrificado a la distancia como un perro que aguarda educadamente por su dueño. Algunas ideas vinieron a mi mente cuando recordé la fanfarronería de la mujer. - Así que mama gansa puede con todo ¿eh? Era oportunidad perfecta para que Blien se comportara como Blien. Me dirigí hacia la pequeña con un deje de asombro asomándose en mi rostro. ¿Ahh? Me acerque más hacia su rostro, casi invadiendo el espacio personal de la pequeña. - Wooo ¡Es increíble! Esa pequeña marca entre tu hermoso cabello y tu frente. No puedo estar equivocado, ¡es la marca real! Sin titubeos, me postre frente a ella como un fiel servidor. - Blien Longiz Vorhauzen. Valeroso emisario de las Aves de trueno Disculpeme, no entiendo como pude ser tan ciego. Dije para presentarme y verme exonerado por mi pasado comportamiento, haciendo acopio de la más gallarda de mis sonrisas.
- Conozco bien este lugar, mi princesa. ¿Ve esa cueva por allá? Tome su mano con elegancia para guiarla — Si es que me lo permitía — hasta la entrada de mencionado lugar. - En este lugar residen hermosas y mágicas criaturas, aunque claro... nadie es tan hermosa y mágica como usted. Si ingresa en su interior y les muestra la marca de su frente, instantáneamente se convertirá en la reina de tan encantadoras criaturitas. Me puse de pie nuevamente para dirigir la vista al camino donde se había dirigido el par restante. - Parece que su reina tardara en llegar, que lastima... Agache la cabeza para expresar mi desanimo.
- ¡Lo tengo! Exclame golpeando la palma de mi mano. - ¿Porque no se adelanta? Puede ingresar en la cueva y buscar a los que se convertirán en sus amados súbditos. Descuide, yo me encargare de informarle a la reina lo que sucedió, seguro le encantara saber que su pequeña princesa esta en el interior preparando su trono para recibirle. Tenia ganas de echarme a reír por todas las mentiras que habían salido de mis labios. No podía aguardar a ver el resultado. Solo esperaba que el rubio no interviniera.
El par de conocidos intercambiaban algunas otras palabras y sin previo aviso, el sujeto de la sonrisa de idiota reclamo la mano de la mujer como si se tratara de una mujerzuela cuyo precio hubiese sido pagado por adelantado. - Jeje. Descuiden, no lo haremos. Dije para responder las palabras de la dama. Fue cuestión de segundos el tiempo que paso para dejar de percibir sus pisadas por la arboleda. ¿Que debía hacer mientras tanto, era mi obligación esperar a su regreso? - A la mierda. Claro que no. Respondí a mi pregunta interna. Tome mi lanza y la coloque sobre mis hombros. No me quedaría un minuto más.
Preparaba una retirada con elegancia y decoro, pero volví a encontrarme a la pequeña que ahora estaba un poco sola. El compañero del sujeto de oscuros cabellos, continuaba petrificado a la distancia como un perro que aguarda educadamente por su dueño. Algunas ideas vinieron a mi mente cuando recordé la fanfarronería de la mujer. - Así que mama gansa puede con todo ¿eh? Era oportunidad perfecta para que Blien se comportara como Blien. Me dirigí hacia la pequeña con un deje de asombro asomándose en mi rostro. ¿Ahh? Me acerque más hacia su rostro, casi invadiendo el espacio personal de la pequeña. - Wooo ¡Es increíble! Esa pequeña marca entre tu hermoso cabello y tu frente. No puedo estar equivocado, ¡es la marca real! Sin titubeos, me postre frente a ella como un fiel servidor. - Blien Longiz Vorhauzen. Valeroso emisario de las Aves de trueno Disculpeme, no entiendo como pude ser tan ciego. Dije para presentarme y verme exonerado por mi pasado comportamiento, haciendo acopio de la más gallarda de mis sonrisas.
- Conozco bien este lugar, mi princesa. ¿Ve esa cueva por allá? Tome su mano con elegancia para guiarla — Si es que me lo permitía — hasta la entrada de mencionado lugar. - En este lugar residen hermosas y mágicas criaturas, aunque claro... nadie es tan hermosa y mágica como usted. Si ingresa en su interior y les muestra la marca de su frente, instantáneamente se convertirá en la reina de tan encantadoras criaturitas. Me puse de pie nuevamente para dirigir la vista al camino donde se había dirigido el par restante. - Parece que su reina tardara en llegar, que lastima... Agache la cabeza para expresar mi desanimo.
- ¡Lo tengo! Exclame golpeando la palma de mi mano. - ¿Porque no se adelanta? Puede ingresar en la cueva y buscar a los que se convertirán en sus amados súbditos. Descuide, yo me encargare de informarle a la reina lo que sucedió, seguro le encantara saber que su pequeña princesa esta en el interior preparando su trono para recibirle. Tenia ganas de echarme a reír por todas las mentiras que habían salido de mis labios. No podía aguardar a ver el resultado. Solo esperaba que el rubio no interviniera.
Blien
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Después de explicarle al rubio “gracioso” sobre la jerarquía que existe en el reino que estoy buscando éste se rió a carcajadas, amplias extensiones bucales que dejaban salir una insoportable y atorrante risa. Mi cara se tornó seria, inmune a su burla -En algún momento se va a arrepentir, y si no lo hace le clavare una flecha en el estomago- mi cuerpo permaneció sereno, arquee una ceja y trabajé la situación como una persona madura ignorando por completo la burla; fué en ese momento en el que el hombre de la fiesta en Lunargenta me reconoció como una alteza y me trato como es debido cuando la risa del otro individuo se disminuyo significativamente – Ese engreído no sabe de lo que se pierde- pensé.
No logré enterarme mucho sobre la situación o las insinuaciones que se hacían Feith y el joven respetuoso, sin embargo ella dejó de prestarle mucha atención y se dedicó a comentarle cosas al idiota (Blien). No era muy difícil enterarme de lo que sucedía ya que el catire precioso con quien trataba de hablar no mostraba muchas ganas de charlar conmigo, me contestaba seco y claro, se notaba que no era su prioridad contestarme sino una obligación fastidiosa de lo cuál se quería deshacer rápidamente. Me di media vuelta y me alejé de aquel saco de belleza pero vacío por dentro.
Miré el amplio cielo, este me indicaba que ya no hay vuelta atrás, me tocaba dormir en el bosque, tenía ya varios días acostumbrándome a dormir en una camita suave y cómoda. Distraída mirando como nuestro techo se pintaba de estrellas, me vi interrumpida por una petición. El joven de cabellos oscuros con una mirada apasionada se acerco a pedirme permiso para llevarse con él a la reina de mi historia, le devolví una mirada de aprobación sin embargo no alcance a decir nada cuando ellos ya se alejaban de nosotros con una prisa impresionante. Parpadee muchas veces en mi lugar pensando en lo extraño que había sido eso -no entiendo nada- pensé – odio no enterarme de lo que está pasando... Mi papi siempre me decía: “Información es poder”-
Sentí una voz muy cerca, me sobresalté y me voltee de inmediato para enterarme de lo que me había perturbado; era el idiota, mejor dicho, el idiota que me estaba quitando espacio personal. Al principio escuchar sobre marcas del “destino” hizo que me hurgara el cabello y la frente a ver si en mí había algún sucio que hiciera parecer “la elegida”. Su comportamiento había cambiado por completo, me trataba con respeto, hablaba con seguridad y con mucha determinación, se presentó, me hizo cumplidos y me quería ayudar con mi propósito, como podría ser esto posible? - Le creo que soy hermosa, mágica y un encanto, pero... ayudarme? No me imagino a este tal Blien ayudando a nadie...- dejé que terminara su discurso y comprendí al final de su intervención que no tenía buenas intenciones, me acerqué a él con una sonrisa amplia y le metí un puñetazo en la nariz con intenciones de que el tabique se le dislocara – Soy chiquita, no imbécil... No soy tan crédula- cruzo mis brazos y lo miro desafiante – Mucho menos le creo a chicos que tienen una mente de arco-iris... Te invito a que pises tierra- levanto una ceja con superioridad – Hasta luego perdedor...- digo para alejarme y hacer un pequeño montonsito de hojas que toco y caliento hasta que se prendan en llamitas, busco rápido un pedacito de tronco medianamente grueso que acerco a las llamas para lograr prenderlo y adentrarme en la cueva.
Al entrar sentí un calor confortable que corrió por mi cuerpo, la cueva parecía un túnel plenamente tubular y recto, habían pequeñas y grandes formaciones de piedra que hacían ver a la cueva un lugar seguro para dormir. Me adentré más y más... – Opss, aquí hay dos caminos- respire – Vamos a investigar, a lo mejor el idiota tiene razón y consigo algo interesante aquí- introduzco una manito en mi bolsito de piedras y saco mi imperdible, mi fiel herramienta para tallar, lo caliento con mi mano y hago un dibujo con dos rayas en la pared que se encuentra cerca del camino a la derecha y tallo un circulo en el camino de la izquierda – Uyy así la gente pensara que estos “símbolos” tienen algún significado místico- sonrío – Suuuuuuuuuuuper-. Me dirijo al túnel de la derecha y sigo caminando; en el camino me empiezo a sentir incomoda al darme cuenta de lo indefensa que estaba, tenía las dos manos ocupadas, una por un imperdible y otra por mi mini antorcha – Si me llego a caer ni me podre levantar- respiro profundo tratando de buscar soluciones – Bueno caminaré un poco más a lo profundo a ver si consigo algo que me pueda hacer daño o si hay más desvíos interesantes, para luego precisar un lugar ideal para dormir y por la mañana seguir mi búsqueda-.
No logré enterarme mucho sobre la situación o las insinuaciones que se hacían Feith y el joven respetuoso, sin embargo ella dejó de prestarle mucha atención y se dedicó a comentarle cosas al idiota (Blien). No era muy difícil enterarme de lo que sucedía ya que el catire precioso con quien trataba de hablar no mostraba muchas ganas de charlar conmigo, me contestaba seco y claro, se notaba que no era su prioridad contestarme sino una obligación fastidiosa de lo cuál se quería deshacer rápidamente. Me di media vuelta y me alejé de aquel saco de belleza pero vacío por dentro.
Miré el amplio cielo, este me indicaba que ya no hay vuelta atrás, me tocaba dormir en el bosque, tenía ya varios días acostumbrándome a dormir en una camita suave y cómoda. Distraída mirando como nuestro techo se pintaba de estrellas, me vi interrumpida por una petición. El joven de cabellos oscuros con una mirada apasionada se acerco a pedirme permiso para llevarse con él a la reina de mi historia, le devolví una mirada de aprobación sin embargo no alcance a decir nada cuando ellos ya se alejaban de nosotros con una prisa impresionante. Parpadee muchas veces en mi lugar pensando en lo extraño que había sido eso -no entiendo nada- pensé – odio no enterarme de lo que está pasando... Mi papi siempre me decía: “Información es poder”-
Sentí una voz muy cerca, me sobresalté y me voltee de inmediato para enterarme de lo que me había perturbado; era el idiota, mejor dicho, el idiota que me estaba quitando espacio personal. Al principio escuchar sobre marcas del “destino” hizo que me hurgara el cabello y la frente a ver si en mí había algún sucio que hiciera parecer “la elegida”. Su comportamiento había cambiado por completo, me trataba con respeto, hablaba con seguridad y con mucha determinación, se presentó, me hizo cumplidos y me quería ayudar con mi propósito, como podría ser esto posible? - Le creo que soy hermosa, mágica y un encanto, pero... ayudarme? No me imagino a este tal Blien ayudando a nadie...- dejé que terminara su discurso y comprendí al final de su intervención que no tenía buenas intenciones, me acerqué a él con una sonrisa amplia y le metí un puñetazo en la nariz con intenciones de que el tabique se le dislocara – Soy chiquita, no imbécil... No soy tan crédula- cruzo mis brazos y lo miro desafiante – Mucho menos le creo a chicos que tienen una mente de arco-iris... Te invito a que pises tierra- levanto una ceja con superioridad – Hasta luego perdedor...- digo para alejarme y hacer un pequeño montonsito de hojas que toco y caliento hasta que se prendan en llamitas, busco rápido un pedacito de tronco medianamente grueso que acerco a las llamas para lograr prenderlo y adentrarme en la cueva.
Al entrar sentí un calor confortable que corrió por mi cuerpo, la cueva parecía un túnel plenamente tubular y recto, habían pequeñas y grandes formaciones de piedra que hacían ver a la cueva un lugar seguro para dormir. Me adentré más y más... – Opss, aquí hay dos caminos- respire – Vamos a investigar, a lo mejor el idiota tiene razón y consigo algo interesante aquí- introduzco una manito en mi bolsito de piedras y saco mi imperdible, mi fiel herramienta para tallar, lo caliento con mi mano y hago un dibujo con dos rayas en la pared que se encuentra cerca del camino a la derecha y tallo un circulo en el camino de la izquierda – Uyy así la gente pensara que estos “símbolos” tienen algún significado místico- sonrío – Suuuuuuuuuuuper-. Me dirijo al túnel de la derecha y sigo caminando; en el camino me empiezo a sentir incomoda al darme cuenta de lo indefensa que estaba, tenía las dos manos ocupadas, una por un imperdible y otra por mi mini antorcha – Si me llego a caer ni me podre levantar- respiro profundo tratando de buscar soluciones – Bueno caminaré un poco más a lo profundo a ver si consigo algo que me pueda hacer daño o si hay más desvíos interesantes, para luego precisar un lugar ideal para dormir y por la mañana seguir mi búsqueda-.
Magazubi
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Disculpen el mensaje y hacerlos esperar pero paso este turno por problemas que tengo con mi pc. Le dejo el movimiento de mi pj a woodpecker solamente por este turno. Gracias
Paul Brown Moreau
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
El vampiro se había tomado bastante a la ligera mi comportamiento, con esa actitud juguetona que tanto sacaba mi lado salvaje, más ahora yo misma tenía un cometido por lo que no pensaba distraerme… La ironía en el tono de su voz estaba siempre latente dentro de los comentarios que compartimos en el retorno hacia la boca de la cueva. Al parecer habían un par de cosas que quería hacerme entender aunque estaba en mi modo de ignorar todo a mi alrededor por lo que le di las respuestas más necesarias de la forma menos detallada posible.
Cuando al fin llegamos al lugar indicado la pequeña ya no estaba allí. Miré al brujo de la lanza, esa peste en dos patas enclenque y flaca parecía tenerse algo entre manos más antes que nada miré al acompañante de Paul que asintió a mi pregunta no formulada. La niña había entrado sola a aquél lugar. Sentí que los pelos de la espalda se me paraban mientras me abalanzaba contra él para ir a su cuello, más su lanza estaba siempre a la defensiva haciéndome reprimir mis primeros intentos asesinos.
¿Qué le has hecho? inquirí a toda voz mientras tomaba con una mano la punta de la lanza produciéndome un corte profundo mientras que con la otra tomaba parte del cuerpo de la misma. Pagarás con tu propio cuerpo cada rasguño en ella espeté haciéndome hacia delante de forma amenazadora mientras permitía que se llevara a cabo la transformación a tan escasa distancia de él. En pocos momentos me encontraba en mi forma lupina más pronto me di cuenta que no debía asumir nada más y que ese chistosito quizás solamente no había medido las consecuencias de sus actos… o al menos más le valía eso.
Levanté el hocico buscando un rastro y partí rauda en busca de la pequeña princesa.
___________________
Off:Primero que nada Perdón por retrasarles tanto y.y no pude pasarme antes por aquí.
Segundo, Paul, traté de no metarrolear demasiado pese a lo que me dijiste ^^’’.
La acción de la lanza con Blien fue medianamente acordada, hablamos de que él me enfrentaría con la lanza y traté de ajustarme a ese plan
Cuando al fin llegamos al lugar indicado la pequeña ya no estaba allí. Miré al brujo de la lanza, esa peste en dos patas enclenque y flaca parecía tenerse algo entre manos más antes que nada miré al acompañante de Paul que asintió a mi pregunta no formulada. La niña había entrado sola a aquél lugar. Sentí que los pelos de la espalda se me paraban mientras me abalanzaba contra él para ir a su cuello, más su lanza estaba siempre a la defensiva haciéndome reprimir mis primeros intentos asesinos.
¿Qué le has hecho? inquirí a toda voz mientras tomaba con una mano la punta de la lanza produciéndome un corte profundo mientras que con la otra tomaba parte del cuerpo de la misma. Pagarás con tu propio cuerpo cada rasguño en ella espeté haciéndome hacia delante de forma amenazadora mientras permitía que se llevara a cabo la transformación a tan escasa distancia de él. En pocos momentos me encontraba en mi forma lupina más pronto me di cuenta que no debía asumir nada más y que ese chistosito quizás solamente no había medido las consecuencias de sus actos… o al menos más le valía eso.
Levanté el hocico buscando un rastro y partí rauda en busca de la pequeña princesa.
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Off:Primero que nada Perdón por retrasarles tanto y.y no pude pasarme antes por aquí.
Segundo, Paul, traté de no metarrolear demasiado pese a lo que me dijiste ^^’’.
La acción de la lanza con Blien fue medianamente acordada, hablamos de que él me enfrentaría con la lanza y traté de ajustarme a ese plan
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Mi sonrisa se desvaneció en el instante que el pequeño monstruo conecto un golpe en mi nariz con su pequeño pero firme puño. Aterrice con el trasero en el suelo al no encontrar un buen equilibrio en mi posición pues jamás habría esperado tal respuesta. Mi primera reacción fue de ira y asombro, pero luego de mirar por unos segundos la expresión de la pequeña, no pude evitar volver a reír. - ¡jajaja! ¡Tienes agallas, pequeña! Mencione con una amplia sonrisa. Reacomode en su lugar mi nariz y busque alguna señal de sangre, pero no había sido suficiente para hacer brotar ese liquido.
Me había equivocado con ella, quizás no era la inocente e ingenua que había imaginado. En cierta forma, me recordaba un poco a mi mismo cuando solía maltratar a la servidumbre de mi familia. Me puse de pie y sacudí las pequeñas hojas que se impregnaron en mi pantalón. Para cuando volví a prestar atención, la pequeña parecía estar prendiendo algo de fuego. - ¿Que coños haces? Pregunte, aunque no obtuve respuesta alguna. La pequeña tomo su antorcha improvisada y se interno en la oscuridad de la caverna. - Vaya. Quizás no eres tan lista después de todo. Me dije a mi mismo mientras la niña desaparecía de mi vista. - Jeje. ¿Quien soy yo para detenerte? Agregue, al solo ser un mero espectador. Si la mocosa quería internarse buscando su propia suerte, podía hacerlo.
- ¿Que haré ahora? Pregunte a mi mismo, estirando los brazos hacia el cielo. Quizás la diversión no terminaba ahí. Podría gastarle una broma a la princesita en el interior de la cueva. Sí, podría resultar hilarante, pero antes de que pudiera ponerme en marcha, volvió a aparecer la chica de plateados cabellos, al parecer había dejado atrás a su maravilloso galán. Al comienzo, la mujer parecía buscar con la mirada a la niña, pero al no encontrarla, sus ojos furiosos se encendieron y se posaron sin tregua sobre mi. Antes de que pudiera acercarse demasiado, adelante la punta de mi lanza para mantenerla a margen, pero sorpresivamente ella tomo su filo sin importar las consecuencias. - Tranquila. Puedes hacer otra con tu amigo el idiota. Respondí bromeando con una sonrisa.
Para mi sorpresa, la integridad de la joven comenzó a cambiar de forma drástica. Su piel era reemplazada por una gruesa capa de pelo y sus dientes fueron reemplazados por un gran abanico de colmillos. - Maldita sea. Dije entre dientes mientras mi ultima experiencia con una licantropo venia a mi cabeza. Esta era diferente a la ultima. Podía erguirse sobre sus patas traseras, tomando una forma más humanoide que el resto de licantropos que había visto. - Ahora veo que tú no bromeas. Agregue con un tono más serio. No quería comenzar una riña en la que quizás podría salir gravemente herido o que incluso, no pudiera "salir". - Aunque admito que mis primeras intenciones fueron diferentes, la pequeña mocosa se interno en la caverna por su única y propia voluntad. Esa chiquilla tiene los cojones bien puestos. jaja. No pierdas el tiempo conmigo, deberías ir a buscarla.
Sabia que no lo había hecho por escuchar mis palabras, pero soltó mi arma y se interno en la caverna para ir por su princesita. - Parece que tengo mala suerte con las féminas lobo. Fue mi primera impresión. Ahora había en mi interior un nuevo dilema: ¿Debía intentar gastar esa broma o no? Ahora que sabia a que me enfrentaba, quizás seria algo muy estupido el tentar a la suerte. Di algunos pasos para acercarme a la boca del túnel y lo medite por algunos segundos. ... Al carajo. Veremos que resulta. Sonreí ante mis palabras e ilumine mi lanza para internarme en las sombras.
Me había equivocado con ella, quizás no era la inocente e ingenua que había imaginado. En cierta forma, me recordaba un poco a mi mismo cuando solía maltratar a la servidumbre de mi familia. Me puse de pie y sacudí las pequeñas hojas que se impregnaron en mi pantalón. Para cuando volví a prestar atención, la pequeña parecía estar prendiendo algo de fuego. - ¿Que coños haces? Pregunte, aunque no obtuve respuesta alguna. La pequeña tomo su antorcha improvisada y se interno en la oscuridad de la caverna. - Vaya. Quizás no eres tan lista después de todo. Me dije a mi mismo mientras la niña desaparecía de mi vista. - Jeje. ¿Quien soy yo para detenerte? Agregue, al solo ser un mero espectador. Si la mocosa quería internarse buscando su propia suerte, podía hacerlo.
- ¿Que haré ahora? Pregunte a mi mismo, estirando los brazos hacia el cielo. Quizás la diversión no terminaba ahí. Podría gastarle una broma a la princesita en el interior de la cueva. Sí, podría resultar hilarante, pero antes de que pudiera ponerme en marcha, volvió a aparecer la chica de plateados cabellos, al parecer había dejado atrás a su maravilloso galán. Al comienzo, la mujer parecía buscar con la mirada a la niña, pero al no encontrarla, sus ojos furiosos se encendieron y se posaron sin tregua sobre mi. Antes de que pudiera acercarse demasiado, adelante la punta de mi lanza para mantenerla a margen, pero sorpresivamente ella tomo su filo sin importar las consecuencias. - Tranquila. Puedes hacer otra con tu amigo el idiota. Respondí bromeando con una sonrisa.
Para mi sorpresa, la integridad de la joven comenzó a cambiar de forma drástica. Su piel era reemplazada por una gruesa capa de pelo y sus dientes fueron reemplazados por un gran abanico de colmillos. - Maldita sea. Dije entre dientes mientras mi ultima experiencia con una licantropo venia a mi cabeza. Esta era diferente a la ultima. Podía erguirse sobre sus patas traseras, tomando una forma más humanoide que el resto de licantropos que había visto. - Ahora veo que tú no bromeas. Agregue con un tono más serio. No quería comenzar una riña en la que quizás podría salir gravemente herido o que incluso, no pudiera "salir". - Aunque admito que mis primeras intenciones fueron diferentes, la pequeña mocosa se interno en la caverna por su única y propia voluntad. Esa chiquilla tiene los cojones bien puestos. jaja. No pierdas el tiempo conmigo, deberías ir a buscarla.
Sabia que no lo había hecho por escuchar mis palabras, pero soltó mi arma y se interno en la caverna para ir por su princesita. - Parece que tengo mala suerte con las féminas lobo. Fue mi primera impresión. Ahora había en mi interior un nuevo dilema: ¿Debía intentar gastar esa broma o no? Ahora que sabia a que me enfrentaba, quizás seria algo muy estupido el tentar a la suerte. Di algunos pasos para acercarme a la boca del túnel y lo medite por algunos segundos. ... Al carajo. Veremos que resulta. Sonreí ante mis palabras e ilumine mi lanza para internarme en las sombras.
Blien
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Dentro de la cueva percibí una luz a lo lejos, un pequeño esplendor; esto me llamó la atención de inmediato y apagué mi antorcha para acercarme un poco sin ser detectada por nada ni por nadie. Guardé mi imperdible y solté el pedasito de tronco que tenía para dirigirme sigilosamente a la fuente de luz que surgía de otra división dentro de a cueva. Me adentré y pude observar que esa sección era más amplia. Asomada tras algunas rocas vi una pequeña fogata en el centro, llena de llamas vivas sumergiendo el entorno en un calor confortable. -Quién habrá hecho esa fogata?- Observe cuidadosamente a los alrededores y no lograba localizar algún ser vivo. Quise esperar un poco más ya que en cualquier momento el autor de ese resplandor podría aparecer en cualquier momento y no estaba en condiciones para muchas sorpresas y menos si estas podrían ser negativas.
-Woo, un silbido- Cerré los ojos para escuchar atentamente lo que se aproximaba -Mmm... más sonidos extraños...- Abrí mis ojos y me asomé a ver de que ser se trataba, eran personitas chiquitas con orejitas largas y caídas, con una enorme nariz y al parecer estaban conversando preocupados por algo. En eso siento que algo me esta tocando la espalda, me volteé exaltada y era otro de esos seres; me asuste por su cercanía y por la forma en que me miraba, sus ojos parecían impresionados observándome con admiración – Creo que nunca han visto humanos...- Aquel ser empezó a hacerme señas de “tamaño”, creo que me estaba diciendo que soy pequeña... - Yo no soy chiquita... ustedes son más chiquitos- reclamé.
El duendecito se empezó a reír y su risa atrajo a sus amiguitos hasta donde estaba yo – Son duendecitos?... No, no creo- recordé los cuentos que leía un poco más pequeña – Pero... así no los describen los libros y de paso también he visto dibujos...- me empece a sentir un poco acosada porque aquellos seres me veían como si fuera un experimento – Ya, basta... Los raros son ustedes, no yo- agrego – Uhm de paso no son tan lindos y tiernos como salen en los dibujos-
Era mi gran oportunidad para tener un reinado, tenía que quedarme con lo que había encontrado o quedarme sin súbditos.... – Oigan... ustedes... quieren ser mis súbditos? Les prometo ser una buena princesa...- Estos se quedaron con la boca abierta después de que les hiciera la propuesta y empezaron a hablar entre ellos – Creo que no entendieron nada de lo que dije, pero bueno...-
Me hicieron señas de que me acercara a su fogata, sin embargo ya no me miraban con admiración sino con fastidio y se sentaron alrededor del fuego – Espero que su dieta no sea niñas asadas... No tengo ni idea de que comen estas cositas...-
-Woo, un silbido- Cerré los ojos para escuchar atentamente lo que se aproximaba -Mmm... más sonidos extraños...- Abrí mis ojos y me asomé a ver de que ser se trataba, eran personitas chiquitas con orejitas largas y caídas, con una enorme nariz y al parecer estaban conversando preocupados por algo. En eso siento que algo me esta tocando la espalda, me volteé exaltada y era otro de esos seres; me asuste por su cercanía y por la forma en que me miraba, sus ojos parecían impresionados observándome con admiración – Creo que nunca han visto humanos...- Aquel ser empezó a hacerme señas de “tamaño”, creo que me estaba diciendo que soy pequeña... - Yo no soy chiquita... ustedes son más chiquitos- reclamé.
El duendecito se empezó a reír y su risa atrajo a sus amiguitos hasta donde estaba yo – Son duendecitos?... No, no creo- recordé los cuentos que leía un poco más pequeña – Pero... así no los describen los libros y de paso también he visto dibujos...- me empece a sentir un poco acosada porque aquellos seres me veían como si fuera un experimento – Ya, basta... Los raros son ustedes, no yo- agrego – Uhm de paso no son tan lindos y tiernos como salen en los dibujos-
Era mi gran oportunidad para tener un reinado, tenía que quedarme con lo que había encontrado o quedarme sin súbditos.... – Oigan... ustedes... quieren ser mis súbditos? Les prometo ser una buena princesa...- Estos se quedaron con la boca abierta después de que les hiciera la propuesta y empezaron a hablar entre ellos – Creo que no entendieron nada de lo que dije, pero bueno...-
Me hicieron señas de que me acercara a su fogata, sin embargo ya no me miraban con admiración sino con fastidio y se sentaron alrededor del fuego – Espero que su dieta no sea niñas asadas... No tengo ni idea de que comen estas cositas...-
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OffRol
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OffRol
- Como Magita pensaba que eran los duendes:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
- Como Magita ve a los seres dentro de la cueva:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
- Lo que realmente son:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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- Mapa de la Cueva:
Sólo presten atención a la ruta que hay en la cueva. Lo que esta en azul también es recorrido normal...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Ese es el recorrido que ha hecho Magita. El azul es la entrada de la cueva, el punto amarillo es donde se empieza a ver la luz y el rosado es en donde está Magita con los Goblins. Pd: Son 6 Goblins y se supone que estaban perdidos en el bosque y se refugiaron en la cueva.
Magazubi
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
La mano me ardía, podía sentir la sangre correr por mi pelaje caliente, palpitante mientras pensaba en ese chico tonto de las afueras de la cueva. Sin dudas tenía agallas, agallas para ser tan tonto “jajaja su madre no debió dejarlo salir de su vientre” pensé con acidez mientras corría en la única dirección que había en aquél túnel gigante. Eso me daba muy mala espina, la última vez que estuve en un lugar así de cerrado casi nos costó la vida a Johannes y a mí en aquellas horribles minas, sin contar con que perdimos a un integrante del grupo “Kaimi” pensé con cierta melancolía, esa princesa no tendría la misma fortuna, no si yo podía impedirlo.
Apreté la mano mala contra mi pecho y cerré el puño cuanto daban mis fuerzas para detener la hemorragia. Mi visión en la oscuridad no era muy buena y de no ser por mi olfato me hubiera estampado contra una pared de piedra en un recodo. Desgraciadamente habían unas hojarascas en el suelo y con la maniobra apurada pasé a llevarme un buen golpe arrastrando piedras y tierra en mi camino además de las raíces de unos pastos secos. Escupí lo que sea que tenía en la boca, me sacudí, revisé que no faltara nada de mi cuerpo y continué camino sintiendo más de un raspón aquí y allá. “Cuando te atrape…” comencé a perjurar en mi cabeza, pero no se me ocurría nada lo suficientemente ruin para una mocosa de esa edad y que saliera viva para arrepentirse de por… siempre.
El segundo recodo lo tomé con mejor moderación y pronto apareció una bifurcación en la que tuve que valerme de mi buen olfato para continuar el recorrido y pronto pude divisar una tenue luz, además del inconfundible soprano de aquella niña… seguido de un cuchicheo extraño. “Esto no me huele nada bien” pensé independientemente del olor a quemado tan extraño que emergía de los interiores. Me entretuve unos momentos pensando en la mejor forma de aparecerme sin que ello diezmara mi deseo por moverme hacia adelante, lo que hizo que me pegara en la frente con una saliente que no había visto. Grr gruñí por lo bajo y tras un leve silencio me di cuenta que me había aparecido frente a todos de la peor forma posible.
Apreté la mano mala contra mi pecho y cerré el puño cuanto daban mis fuerzas para detener la hemorragia. Mi visión en la oscuridad no era muy buena y de no ser por mi olfato me hubiera estampado contra una pared de piedra en un recodo. Desgraciadamente habían unas hojarascas en el suelo y con la maniobra apurada pasé a llevarme un buen golpe arrastrando piedras y tierra en mi camino además de las raíces de unos pastos secos. Escupí lo que sea que tenía en la boca, me sacudí, revisé que no faltara nada de mi cuerpo y continué camino sintiendo más de un raspón aquí y allá. “Cuando te atrape…” comencé a perjurar en mi cabeza, pero no se me ocurría nada lo suficientemente ruin para una mocosa de esa edad y que saliera viva para arrepentirse de por… siempre.
El segundo recodo lo tomé con mejor moderación y pronto apareció una bifurcación en la que tuve que valerme de mi buen olfato para continuar el recorrido y pronto pude divisar una tenue luz, además del inconfundible soprano de aquella niña… seguido de un cuchicheo extraño. “Esto no me huele nada bien” pensé independientemente del olor a quemado tan extraño que emergía de los interiores. Me entretuve unos momentos pensando en la mejor forma de aparecerme sin que ello diezmara mi deseo por moverme hacia adelante, lo que hizo que me pegara en la frente con una saliente que no había visto. Grr gruñí por lo bajo y tras un leve silencio me di cuenta que me había aparecido frente a todos de la peor forma posible.
Woodpecker
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Ese beso tan corto había sellado cualquier duda e incluso gana que tenía el vampiro... A pesar de su preocupación, pudo entenderlo con la respuesta de ella. Debíamos recordar que Woodpecker no es una chica de la que podría decirse que es débil o puede ser derrotada fácilmente. En pocas palabras, la licantropa es capaz de sobrevivir sola. No fue difícil adivinar que pudieran seguir con vida, más por el respaldo que tenía, llamado Sydara, un elfo que también mostraba fuerza y energía. El colmilludo después de esto, volvió a sonreír de manera pícara y simplemente apoyo la palma de su mano en el árbol, tanteando su lengua, luego de ser amenazado por la loba. -*Esa rudeza...*-Pensó entre si, sus ojos brillaban frente al color azul de estos. La tarde se había oscurecido otro poco, dando lugar a los animales salvajes para que recorrieran el bosque. No pasaron más de quince minutos cuando decidieron volver. El pequeño beso que había recibido, lo dejó algo deseoso de repetirlo pero simplemente dejó las cosas así y mientras atravesaban charcos, pisaban algunas que otras hojas y tenían cuidado frente a hierbas venenosas que eran muy recurrentes en lugares así.
Acto seguido habían llegado y la escena no era muy tranquila dado que la chica no estaba pero Andy, su secuaz, seguía con los brazos cruzados e inmóvil como fiel seguidor. Wood se dirigió al cómico hombre mientras que el chupasangre caminó hacia el rubio, para formularle unas preguntas. -¿Qué ha pasado?, ¿Dónde está Maga?.-Cuestionó con cierta desconfianza, acariciando su barba y al instante el rubio le respondió. -Siguió hasta el castillo, al parecer tuvo un encuentro con el tipo de allá pero la niña no tiene ningún rasguño.-Después de decirlo, sacudió el polvo de su ropa y alistó sus cuchillas que se encontraban en los nudillos. -Perfecto... Sigue aquí. Quédate alerta... He notado algunas anomalías en esta zona.-Andy apenas asintió con su cabeza y Paul caminó hacia la cueva, sin importar si lo respaldaban, solo quería asegurarse que no haya ningún problema con la pequeña.
Luego de varios minutos, el vampiro sintió que estaba lo suficientemente cerca para poder ver la silueta de Magazubi y simplemente pegó un suspiro de alivio y sonrió ladinamente para luego acercarse lentamente, haciéndose al lado de la chica e inclinándose, para ver a los duendes que parecían alegres de las palabras de ella. Aquellos diminutos seres eran en realidad algo... Feos y sus carcajadas no eran tan geniales. No tuvo más opción que levantarse y sacar la mitad de la espada, dejando la otra en la funda y levantando la ceja. -¿Alguna objeción frente a las palabras dichas de la princesa?...-Habló de manera varonil, mirándolos de manera desafiante y luego colocó su vista en su emperatriz, guiñándole un ojo, haciendo gala a sus ojos azules.
----------------------------------------------------------------Acto seguido habían llegado y la escena no era muy tranquila dado que la chica no estaba pero Andy, su secuaz, seguía con los brazos cruzados e inmóvil como fiel seguidor. Wood se dirigió al cómico hombre mientras que el chupasangre caminó hacia el rubio, para formularle unas preguntas. -¿Qué ha pasado?, ¿Dónde está Maga?.-Cuestionó con cierta desconfianza, acariciando su barba y al instante el rubio le respondió. -Siguió hasta el castillo, al parecer tuvo un encuentro con el tipo de allá pero la niña no tiene ningún rasguño.-Después de decirlo, sacudió el polvo de su ropa y alistó sus cuchillas que se encontraban en los nudillos. -Perfecto... Sigue aquí. Quédate alerta... He notado algunas anomalías en esta zona.-Andy apenas asintió con su cabeza y Paul caminó hacia la cueva, sin importar si lo respaldaban, solo quería asegurarse que no haya ningún problema con la pequeña.
Luego de varios minutos, el vampiro sintió que estaba lo suficientemente cerca para poder ver la silueta de Magazubi y simplemente pegó un suspiro de alivio y sonrió ladinamente para luego acercarse lentamente, haciéndose al lado de la chica e inclinándose, para ver a los duendes que parecían alegres de las palabras de ella. Aquellos diminutos seres eran en realidad algo... Feos y sus carcajadas no eran tan geniales. No tuvo más opción que levantarse y sacar la mitad de la espada, dejando la otra en la funda y levantando la ceja. -¿Alguna objeción frente a las palabras dichas de la princesa?...-Habló de manera varonil, mirándolos de manera desafiante y luego colocó su vista en su emperatriz, guiñándole un ojo, haciendo gala a sus ojos azules.
Off: Perdón por la demora, había tenido inconvenientes pero ya estoy de vuelta, gracias por esperarme. <3
Paul Brown Moreau
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
La luminiscencia producida por mis habilidades a través de mi lanza eran suficiente para alumbrar mis pasos entre la caverna, pero no lo suficiente para ver más allá del camino que pudieron haber tomado la chica y la mujer lobo al internarse en el lugar. A cada paso que daba, sentía como mis energías se agotaban poco a poco. Era cuestión de minutos para que mi energía mermara por completo y permanecer en una oscuridad total. Debía apresurar el paso y encontrar el paradero de ambas de inmediato.
Continué andando por un largo pasillo entre rocas húmedas y filosas mientras mis zapatos se resbalaban entre pequeños pero escurridizos charcos de fango fresco, producido por las pequeñas gotas que se formaban en las rocas superiores. - Maldición. Quizás no debí venir hasta aquí. Mencione en voz baja mientras me detenía frente lo que parecía ser una bifurcación en el camino. - Mierda. ¿Que camino debo tomar? Busque algunas huellas en el piso pero no pude encontrar nada que me diera una pista clara del que camino habían tomado. ¿En cual de mis sentidos debía confiar? Mi olfato no era bueno. Mi vista se veía reducida tras cada segundo y el único sonido que imperaba en el interior de la cueva era un profundo silencio que si no fuera por el sonido rítmico de mi corazón y un ligero chillido en el interior de mi cabeza, habría comenzar a perder la paciencia.
- Al carajo. Confiare en mi intuición. ¿Un error? probablemente. Eran estas ocasiones cuando olvidaba las muchas ocasiones que mi intuición me habían llevado por el camino y desenlace más desastroso. Continué avanzando a tropiezos y tientas al extremo de mis dedos. El Ligero fulgor de mi lanza comenzó a desaparecer hasta que se extinguió por completo. Me sentía cansado al utilizar esa suma de energía durante aquellos prolongados minutos. - Debí utilizar una cantidad menor desde un principio. Mire a mi alrededor durante un instante, buscando alguna señal que pusiera guía a mis pasos pero todo a mi alrededor era silencio y oscuridad.
- Supongo que tendré que utilizar el plan "B" Di un par de pasos hacia adelante y enterré mi lanza en el piso. Lleve mis manos hacia la comisura de mis labios e inhale lo más profundo que me fue posible. - ¡¡Mujer lobo!! ¡¡Pequeña mocosa!! Aguarde durante algunos instantes pero no hubo respuesta. Reanude mis pasos intentando no caer. no podría guiarme entre la oscuridad, debía buscar la forma de volver hacia a salida.
Intente volver sobre mis pasos, pero perdí el equilibrio cuando pise de manera insegura sobre un cúmulo de fango. La caída fue inevitable y el intentar levantarse fue aun peor. - Maldición. Barajo. Mierda. de mi boca salía toda palabrota y maldición que pudiese encontrar en mi vocabulario mientras volvía a ponerme de pie. Sentía todo mi cuerpo lleno de ese asqueroso y pegajoso lodo, incluso podía sentirlo sobre mi cabeza, envolviendo mis rubios cabellos. Apoye mi arma en el piso para ayudarme y salir de ese atascadero. - Realmente deseo salir de aquí. Esto no podría estar peor. Me movía lentamente entre oscuridad y suciedad. Esperaba seguir el camino correcto y encontrar alguna salida lo más pronto posible.
Off: Lamento mucho la demora.Continué andando por un largo pasillo entre rocas húmedas y filosas mientras mis zapatos se resbalaban entre pequeños pero escurridizos charcos de fango fresco, producido por las pequeñas gotas que se formaban en las rocas superiores. - Maldición. Quizás no debí venir hasta aquí. Mencione en voz baja mientras me detenía frente lo que parecía ser una bifurcación en el camino. - Mierda. ¿Que camino debo tomar? Busque algunas huellas en el piso pero no pude encontrar nada que me diera una pista clara del que camino habían tomado. ¿En cual de mis sentidos debía confiar? Mi olfato no era bueno. Mi vista se veía reducida tras cada segundo y el único sonido que imperaba en el interior de la cueva era un profundo silencio que si no fuera por el sonido rítmico de mi corazón y un ligero chillido en el interior de mi cabeza, habría comenzar a perder la paciencia.
- Al carajo. Confiare en mi intuición. ¿Un error? probablemente. Eran estas ocasiones cuando olvidaba las muchas ocasiones que mi intuición me habían llevado por el camino y desenlace más desastroso. Continué avanzando a tropiezos y tientas al extremo de mis dedos. El Ligero fulgor de mi lanza comenzó a desaparecer hasta que se extinguió por completo. Me sentía cansado al utilizar esa suma de energía durante aquellos prolongados minutos. - Debí utilizar una cantidad menor desde un principio. Mire a mi alrededor durante un instante, buscando alguna señal que pusiera guía a mis pasos pero todo a mi alrededor era silencio y oscuridad.
- Supongo que tendré que utilizar el plan "B" Di un par de pasos hacia adelante y enterré mi lanza en el piso. Lleve mis manos hacia la comisura de mis labios e inhale lo más profundo que me fue posible. - ¡¡Mujer lobo!! ¡¡Pequeña mocosa!! Aguarde durante algunos instantes pero no hubo respuesta. Reanude mis pasos intentando no caer. no podría guiarme entre la oscuridad, debía buscar la forma de volver hacia a salida.
Intente volver sobre mis pasos, pero perdí el equilibrio cuando pise de manera insegura sobre un cúmulo de fango. La caída fue inevitable y el intentar levantarse fue aun peor. - Maldición. Barajo. Mierda. de mi boca salía toda palabrota y maldición que pudiese encontrar en mi vocabulario mientras volvía a ponerme de pie. Sentía todo mi cuerpo lleno de ese asqueroso y pegajoso lodo, incluso podía sentirlo sobre mi cabeza, envolviendo mis rubios cabellos. Apoye mi arma en el piso para ayudarme y salir de ese atascadero. - Realmente deseo salir de aquí. Esto no podría estar peor. Me movía lentamente entre oscuridad y suciedad. Esperaba seguir el camino correcto y encontrar alguna salida lo más pronto posible.
Blien
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Mi reunión con mis súbditos no había sido como lo esperaba, me dejaron sentada alrededor de la fogata mientras ellos estaban haciendo “sus cosas”, las cuales hicieron sin importarles mi presencia.
A los pocos minutos de mi llegada y mi experiencia desagradable de ser ignorada todos los que estábamos ahí reunidos escuchamos un leve ruido, unos pasos al parecer de un animal... -¿Qué animal podría ser? ¿Es normal que algunos animales coman duendes y no dulces niñas?- pensé mientras esperaba a la defensiva la presencia de aquel animal que gruñía. Los duendes se empezaron a dispersar un poco, estaban preocupados y con mucho miedo, algunos se quedaron petrificados por el sonido y otros fueron a esconderse detrás de algunas rocas para estar a la defensiva.
Me sorprendió mucho ver a una loba grisesita estar en esa cueva y justo donde estábamos nosotros, ni siquiera había visto lobos en el bosque y me parecía aún más raro verlos dentro de una cueva. Saqué el arco de mi espalda un poco tensa y preparé una flecha, estaba dispuesta a disparar si este animal pretendía ser una amenaza para nosotros. No quería lastimar a nadie si no era necesario pero sería una oportunidad muy grande para ser la heroína de estos pequeños seres –a lo mejor si los defiendo podrían considerarme como su princesa- pensaba mientras me preparaba para cualquier movimiento inesperado que pudiese hacer la loba.
Esta no parecía tener intensiones de lastimarnos, sin embargo quería estar preparada por si surgía alguna circunstancia imprevista. Mientras mi cerebro estaba discutiendo entre lanzar o no lanzar la flecha llegó el joven de la fiesta en el castillo, se acercó a mí con alivio y empezó a amenazar divertidamente a los duendes ignorando por completo mi verdadera preocupación. Quité mi posición de tiro y con una mano jale las ropas del joven para que se diera cuenta de que había un peligro mayor a que los duendes no me hicieran caso. Trate de hacerle señas de que había una loba en la cueva, aunque ya no parecía tan feroz, de hecho ya empezaba a pensar que su gruñido no fue para intimidarnos sino mas bien porque se pudo haber lastimado con algo, porque había tardado mucho en atacarnos si esas fuesen sus intenciones.
- ¿Qué hacemos con ella?- le pregunté preocupada a Paul.
A los pocos minutos de mi llegada y mi experiencia desagradable de ser ignorada todos los que estábamos ahí reunidos escuchamos un leve ruido, unos pasos al parecer de un animal... -¿Qué animal podría ser? ¿Es normal que algunos animales coman duendes y no dulces niñas?- pensé mientras esperaba a la defensiva la presencia de aquel animal que gruñía. Los duendes se empezaron a dispersar un poco, estaban preocupados y con mucho miedo, algunos se quedaron petrificados por el sonido y otros fueron a esconderse detrás de algunas rocas para estar a la defensiva.
Me sorprendió mucho ver a una loba grisesita estar en esa cueva y justo donde estábamos nosotros, ni siquiera había visto lobos en el bosque y me parecía aún más raro verlos dentro de una cueva. Saqué el arco de mi espalda un poco tensa y preparé una flecha, estaba dispuesta a disparar si este animal pretendía ser una amenaza para nosotros. No quería lastimar a nadie si no era necesario pero sería una oportunidad muy grande para ser la heroína de estos pequeños seres –a lo mejor si los defiendo podrían considerarme como su princesa- pensaba mientras me preparaba para cualquier movimiento inesperado que pudiese hacer la loba.
Esta no parecía tener intensiones de lastimarnos, sin embargo quería estar preparada por si surgía alguna circunstancia imprevista. Mientras mi cerebro estaba discutiendo entre lanzar o no lanzar la flecha llegó el joven de la fiesta en el castillo, se acercó a mí con alivio y empezó a amenazar divertidamente a los duendes ignorando por completo mi verdadera preocupación. Quité mi posición de tiro y con una mano jale las ropas del joven para que se diera cuenta de que había un peligro mayor a que los duendes no me hicieran caso. Trate de hacerle señas de que había una loba en la cueva, aunque ya no parecía tan feroz, de hecho ya empezaba a pensar que su gruñido no fue para intimidarnos sino mas bien porque se pudo haber lastimado con algo, porque había tardado mucho en atacarnos si esas fuesen sus intenciones.
- ¿Qué hacemos con ella?- le pregunté preocupada a Paul.
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OffRol
Este tema va súper lentico, deberíamos aumentar un poquito la frecuencia de los post, sé que todos hemos estado ausentes pero cuando terminemos de llegar sería fino retomar la actividad en este rol.
Por cierto como dije al principio, la trama de este rol es muy abierta ya que no hay algo que “quiera lograr con ella” más que el disfrute del mismo, así que si quieren hacer que los duendes nos ataquen o nos sigan; si Blien quiere irse por otro lado y conseguir un tesoro o alguna bestia puede hacerlo con todo el gusto del mundo o si de repente logra encontrarnos y los duendes le caen encima (esta idea me gusta)... y que los duendes se coman a Blien... no hay problema. Siéntanse libres de jugar.
OffRol
Este tema va súper lentico, deberíamos aumentar un poquito la frecuencia de los post, sé que todos hemos estado ausentes pero cuando terminemos de llegar sería fino retomar la actividad en este rol.
Por cierto como dije al principio, la trama de este rol es muy abierta ya que no hay algo que “quiera lograr con ella” más que el disfrute del mismo, así que si quieren hacer que los duendes nos ataquen o nos sigan; si Blien quiere irse por otro lado y conseguir un tesoro o alguna bestia puede hacerlo con todo el gusto del mundo o si de repente logra encontrarnos y los duendes le caen encima (esta idea me gusta)... y que los duendes se coman a Blien... no hay problema. Siéntanse libres de jugar.
Magazubi
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
No podía creerlo, era como si todas las desgracias me habían caído juntas y para colmo, aquella mocosa ahora me apuntaba con un arco y ponía cara como de que quería hacer pipí muy urgentemente; sin mencionar que aquellos seres que olían a rata de calabozo se habían dispersado o intentaban buscar una forma roñosa de atacar. “¿Algo más?” pensé con ironía mientras me restregaba la cabeza con la mano buena y me lamía la herida de la mano.
Emití un nuevo gruñido por lo bajo y arrugué la nariz al ver a Paul cerca. Ese vampiro parecía no tener límites ni estaba muy segura de qué hacer con él... ni de què hacía allí realmente. Dejé salir el aire abruptamente por el hocico y di un paso hacia delante, suponía que tendría tiempo en el futuro para resolver cualquier tema que le concerniera. Claro, si salíamos enteros de esa Isla/cueva de Isla que no había hecho más que recibirme con puros problemas, enfrentamientos, tipos raros y criaturas feas… incluso para alguien que había visto feos más feos que los más feos y raros más raros que un Hermenegildo andante.
Las estúpidas criaturas parecían observarme como si fuese el enemigo común que les unía y como siempre… siempre siempre, comenzabana moverse sigilosamente para tomar posiciones, rodearme y atacarme en masa. Alcé mi mano buena y con ella me restregué el rostro y estornudé. “Lo que me faltaba” pensé abriendo las piernas y y preparándome para un ataque masivo. La experiencia me decía que intentar volver a mi forma humana solo traería problemas. Era mejor patearles el trasero y darles sus nalgaditas y luego, cuando supieran quien mandaba irme lejos para no volver.
Busqué a Paul con la mirada y de paso pasee mi vista sobre aquellas pequeñas y poco inocentes criaturas. “¿De verdad?” me pregunté, viendo esos bichejos tomar pequeñas lanzas y poner ojos de rebelde decisión. Moví mi cola como una bandera para dar así comienzo a una batalla contra los seres más idiotas que podría haber visto. Aunque en poco tiempo me di cuenta que la no muy inteligente había sido yo. Eran como abejas en la colmena, en una lo suficientemente reducida como para dificultar mis movimientos y hacer que mi presencia se volviera contra mí.
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Volví òwó
Emití un nuevo gruñido por lo bajo y arrugué la nariz al ver a Paul cerca. Ese vampiro parecía no tener límites ni estaba muy segura de qué hacer con él... ni de què hacía allí realmente. Dejé salir el aire abruptamente por el hocico y di un paso hacia delante, suponía que tendría tiempo en el futuro para resolver cualquier tema que le concerniera. Claro, si salíamos enteros de esa Isla/cueva de Isla que no había hecho más que recibirme con puros problemas, enfrentamientos, tipos raros y criaturas feas… incluso para alguien que había visto feos más feos que los más feos y raros más raros que un Hermenegildo andante.
Las estúpidas criaturas parecían observarme como si fuese el enemigo común que les unía y como siempre… siempre siempre, comenzabana moverse sigilosamente para tomar posiciones, rodearme y atacarme en masa. Alcé mi mano buena y con ella me restregué el rostro y estornudé. “Lo que me faltaba” pensé abriendo las piernas y y preparándome para un ataque masivo. La experiencia me decía que intentar volver a mi forma humana solo traería problemas. Era mejor patearles el trasero y darles sus nalgaditas y luego, cuando supieran quien mandaba irme lejos para no volver.
Busqué a Paul con la mirada y de paso pasee mi vista sobre aquellas pequeñas y poco inocentes criaturas. “¿De verdad?” me pregunté, viendo esos bichejos tomar pequeñas lanzas y poner ojos de rebelde decisión. Moví mi cola como una bandera para dar así comienzo a una batalla contra los seres más idiotas que podría haber visto. Aunque en poco tiempo me di cuenta que la no muy inteligente había sido yo. Eran como abejas en la colmena, en una lo suficientemente reducida como para dificultar mis movimientos y hacer que mi presencia se volviera contra mí.
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Woodpecker
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
La cueva era repugnante, un perfecto lugar para que viviesen aquellas abominaciones del bosque, como los queridos duendes que parecían tener rostro de rebeldes, con sus típicas cicatrices en las cejas y en las mejillas, otros eran extremadamente feos y malolientes. Los insectos apenas rodeaban sus cuerpos y se pegaban en el cuerpo de ellos, como buscando la forma de entrar en sus rotos vestidos. Paul estaba algo cansado de los infinitos zumbidos de los animales que pasaban por sus orejas, hasta el punto que no tuvo otra opción que pasar ligeramente sus manos, moviendo ésta de manera rápida, tratando de ahuyentarlos. Su paciencia era bastante y apenas se acomodó su armadura, mirando con detenimiento a los diminutos... De algo estaba convencido el hombre y era que ellos pueden ser muy pequeños pero subestimarlos no es buena idea. A pesar de su estatura, lograrían ser muy ágiles y por lo tanto, muy peligrosos. Por otro lado, Magazubi parecía decidida en lanzar una flecha en contra de una loba que se encontraba en esos lugares, con su suave pelaje y agitando su cola de izquierda a derecha. No había que ser astuto para adivinar su licántropa forma.
El colmilludo entrecerró sus ojos, frunciendo levemente el ceño y estirando un poco el cuello, tratando de reconocer su forma, su tamaño y el color de su cuerpo... No había duda, incluso una remembranza hizo que Paul estuviera seguro... Era Woodpecker. Hace varios años, el vampiro pudo ver a la mujer en su forma lobuna, cuando peleaban contra los desquiciados nativos, que querían sacrificarlos junto a un elfo bastante arrogante que finalmente pudo salvar sus vidas, con una mentira piadosa de "Yo soy el dios". -Cómo olvidar tu otra forma...-Susurró en tono bajo, haciendo sonar su voz tan grave pero a la vez, tan irresistible y penetrante frente a los oídos que estuvieran cerca. Él sabía que ella pudo escuchar sus palabras, aunque hayan sonado muy silenciosas y murmuradas.
Las criaturas que estaba alli, con sus lanzas, no se veían tan amigables y sus frente sudaban de aburrimiento e intolerancia, era obvio que tenían deseo de sacarnos del lugar lo más rápido que puedan. -*Conozco esa mirada... Se va a formar un lío con estos narizones.*-Pensó, acariciando su funda con las uñas largas y filosas que lleva, haciendo un sonido bastante suave pero adictivo. Acto seguido, no tuvo otra opción que dar unos pasos a adelante y desenvainar la espada hasta la mitad, mostrando el filo nada más dado que no era necesario sacarla completamente. La pequeña le preguntó al colmilludo sobre qué deberían hacer con la loba que rondaba por la cueva, con su caminado tan imponente. -Por el momento, nada. No atacará de todas maneras... Los duendes parece que la tendrá ocupada un rato.-Respondió con una sonrisa ladina, siendo audible nada más para la princesa.
No pasaron más de dos minutos, cuando un duende saltó hacia el eje de Paul con su sólida pero letal arma hacia el cuello de éste. La reacción fue más que momentánea y al instante, fue bloqueada por la espada del vampiro, que resistió el ataque y retrocedió unos pasos, mirando fijamente al enano que se atrevió a iniciar una batalla. De repente, aparecieron otras diminutas criaturas detrás del feo duende. -Menuda forma de comenzar un combate...-Musitó, pegando un suspiro y arqueando levemente la ceja, relamiendo sus labios y quedando con la empuñadura en su mano izquierda, haciendo una pose de esgrima, con sus pies bien colocados y su brazo estirado, manteniendo el filo contra su oponente... La mirada de decisión no pasaba desapercibida y en poco tiempo iniciaría la pelea.
El colmilludo entrecerró sus ojos, frunciendo levemente el ceño y estirando un poco el cuello, tratando de reconocer su forma, su tamaño y el color de su cuerpo... No había duda, incluso una remembranza hizo que Paul estuviera seguro... Era Woodpecker. Hace varios años, el vampiro pudo ver a la mujer en su forma lobuna, cuando peleaban contra los desquiciados nativos, que querían sacrificarlos junto a un elfo bastante arrogante que finalmente pudo salvar sus vidas, con una mentira piadosa de "Yo soy el dios". -Cómo olvidar tu otra forma...-Susurró en tono bajo, haciendo sonar su voz tan grave pero a la vez, tan irresistible y penetrante frente a los oídos que estuvieran cerca. Él sabía que ella pudo escuchar sus palabras, aunque hayan sonado muy silenciosas y murmuradas.
Las criaturas que estaba alli, con sus lanzas, no se veían tan amigables y sus frente sudaban de aburrimiento e intolerancia, era obvio que tenían deseo de sacarnos del lugar lo más rápido que puedan. -*Conozco esa mirada... Se va a formar un lío con estos narizones.*-Pensó, acariciando su funda con las uñas largas y filosas que lleva, haciendo un sonido bastante suave pero adictivo. Acto seguido, no tuvo otra opción que dar unos pasos a adelante y desenvainar la espada hasta la mitad, mostrando el filo nada más dado que no era necesario sacarla completamente. La pequeña le preguntó al colmilludo sobre qué deberían hacer con la loba que rondaba por la cueva, con su caminado tan imponente. -Por el momento, nada. No atacará de todas maneras... Los duendes parece que la tendrá ocupada un rato.-Respondió con una sonrisa ladina, siendo audible nada más para la princesa.
No pasaron más de dos minutos, cuando un duende saltó hacia el eje de Paul con su sólida pero letal arma hacia el cuello de éste. La reacción fue más que momentánea y al instante, fue bloqueada por la espada del vampiro, que resistió el ataque y retrocedió unos pasos, mirando fijamente al enano que se atrevió a iniciar una batalla. De repente, aparecieron otras diminutas criaturas detrás del feo duende. -Menuda forma de comenzar un combate...-Musitó, pegando un suspiro y arqueando levemente la ceja, relamiendo sus labios y quedando con la empuñadura en su mano izquierda, haciendo una pose de esgrima, con sus pies bien colocados y su brazo estirado, manteniendo el filo contra su oponente... La mirada de decisión no pasaba desapercibida y en poco tiempo iniciaría la pelea.
Paul Brown Moreau
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
Mi lucha por huir del resbaladizo fango se había prolongado más de lo esperado debido a mis desesperados y torpes intentos por mantener la postura. A estas alturas nadie podría distinguir donde comenzaba el hombre y terminaba el fango y eso no era todo. No podría afirmar con precisión, pero debido a la peste, tenía ciertas sospechas de que los murciélagos de la zona utilizaban ese asqueroso charco como su "lugar especial" para cumplir sus necesidades. Por suerte mis largas estadías dentro de las tabernas y bares me habían dotado de un estómago de hierro para soportar este tipo de situaciones y no ver toda mi merienda, ahora de segunda mano, esparcida por todo el suelo.
Con ayuda de mi lanza logre superar la parte más difícil. Había encontrado otro camino con suelo firme que podría utilizar para encontrar la salida. Mis ánimos por continuar con mi búsqueda y sacarle un susto a la mocosa engreída se habían quedado atascados entre el fango. Solo quería ir hasta el barco que me llevaría a casa y darme un caliente y merecido baño, después de eso incineraría mis ropas. - Maldición. Quiero salir de aquí. ¿Eh? ¿Qué es ese sonido? Limpie mis conductos auditivos con ayuda de mi dedo meñique pues crei haber escuchado algunas voces desde la distancia. - En efecto, Son voces. Debe ser la mujer lobo y la pequeña malcriada. Susurre sorprendido.
Debido a mi nuevo hallazgo, quizás había tomado el sendero equivocado y no estaba dirigiéndome hacia la salida. - Debo dar la vuelta. Fue lo que hice luego de terminar la frase. Ya no pretendía ir a hacer tonterías con unas perfectas extrañas, incluso ahora una reprimenda de mi padre sonaba bien luego de un caliente baño el cual mis fieles sirvientes prepararían desde que pusiera un pie en el puerto de Lunargenta. Di algunos pasos en dirección contraria de las voces esperando alejarme lo antes posible, pero una sensación en mi interior me obligaba a quedarme. - Debo irme, Debo irme. Repetí una y otra vez mientras mi marcha se hacia cada vez más lenta.
- Ohhhh rayos... No puedo evitar ser así. Gire nuevamente sobre mis talones y una sonrisa de medio lado afloro de entre el fango en mi rostro. No podía ignorar el posible hecho de divertirme ante la situación pero... ¿Que podría hacer contra una mujer lobo, la chiquilla y el estúpido sujeto? Visualice internamente mi posible aspecto y la forma en que quizás podría sacarle provecho a mi desventura. Al ver más lodo al costado del camino, me apresure para tomar puños de este y restregarlo contra todo mi cuerpo y cualquier parte que quedara expuesta aun a la vista. Jejeje. Eres un pillo, Blien. Dije para alabar mis acciones.
Dentro de poco estaba todo hecho un espeluznante hombre de fango. Ahora solo debía ocultar tras las rocas mi lanza pues podría delatarme. Si las cosas se ponían feas, siempre podría hacer uso de mis habilidades o como última opción de mis piernas. - Aquí voy. Musite en voz sumamente baja para luego aclararme la garganta y comenzar a caminar como una mole de fango... o al menos como lo dictaba mi imaginación. Al acercarme más al fuego, pude ver a cada uno de los presentes cuyas posiciones me dejaban intrigado. Al parecer las cosas ya estaban mal desde antes de que yo llegara. No por eso debía perder mi actuación. - ¡Soy Kanu, Rey del fango. Señor de esta caverna! ¿Quién se atreve a perturbar mi largo y profundo sueño? ¡El responsable morirá imbuido por mis pegajosas y olorosas capas! Más si desean doblegar su voluntad ante la mía, vuestras vidas serán perdonadas. Entre alaridos, rugidos y otros sonidos extraños, continúe con mi actuación esperando que surtiera algún efecto.
_____________________________________Con ayuda de mi lanza logre superar la parte más difícil. Había encontrado otro camino con suelo firme que podría utilizar para encontrar la salida. Mis ánimos por continuar con mi búsqueda y sacarle un susto a la mocosa engreída se habían quedado atascados entre el fango. Solo quería ir hasta el barco que me llevaría a casa y darme un caliente y merecido baño, después de eso incineraría mis ropas. - Maldición. Quiero salir de aquí. ¿Eh? ¿Qué es ese sonido? Limpie mis conductos auditivos con ayuda de mi dedo meñique pues crei haber escuchado algunas voces desde la distancia. - En efecto, Son voces. Debe ser la mujer lobo y la pequeña malcriada. Susurre sorprendido.
Debido a mi nuevo hallazgo, quizás había tomado el sendero equivocado y no estaba dirigiéndome hacia la salida. - Debo dar la vuelta. Fue lo que hice luego de terminar la frase. Ya no pretendía ir a hacer tonterías con unas perfectas extrañas, incluso ahora una reprimenda de mi padre sonaba bien luego de un caliente baño el cual mis fieles sirvientes prepararían desde que pusiera un pie en el puerto de Lunargenta. Di algunos pasos en dirección contraria de las voces esperando alejarme lo antes posible, pero una sensación en mi interior me obligaba a quedarme. - Debo irme, Debo irme. Repetí una y otra vez mientras mi marcha se hacia cada vez más lenta.
- Ohhhh rayos... No puedo evitar ser así. Gire nuevamente sobre mis talones y una sonrisa de medio lado afloro de entre el fango en mi rostro. No podía ignorar el posible hecho de divertirme ante la situación pero... ¿Que podría hacer contra una mujer lobo, la chiquilla y el estúpido sujeto? Visualice internamente mi posible aspecto y la forma en que quizás podría sacarle provecho a mi desventura. Al ver más lodo al costado del camino, me apresure para tomar puños de este y restregarlo contra todo mi cuerpo y cualquier parte que quedara expuesta aun a la vista. Jejeje. Eres un pillo, Blien. Dije para alabar mis acciones.
Dentro de poco estaba todo hecho un espeluznante hombre de fango. Ahora solo debía ocultar tras las rocas mi lanza pues podría delatarme. Si las cosas se ponían feas, siempre podría hacer uso de mis habilidades o como última opción de mis piernas. - Aquí voy. Musite en voz sumamente baja para luego aclararme la garganta y comenzar a caminar como una mole de fango... o al menos como lo dictaba mi imaginación. Al acercarme más al fuego, pude ver a cada uno de los presentes cuyas posiciones me dejaban intrigado. Al parecer las cosas ya estaban mal desde antes de que yo llegara. No por eso debía perder mi actuación. - ¡Soy Kanu, Rey del fango. Señor de esta caverna! ¿Quién se atreve a perturbar mi largo y profundo sueño? ¡El responsable morirá imbuido por mis pegajosas y olorosas capas! Más si desean doblegar su voluntad ante la mía, vuestras vidas serán perdonadas. Entre alaridos, rugidos y otros sonidos extraños, continúe con mi actuación esperando que surtiera algún efecto.
Off:
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Realidad:
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Blien
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Re: [Cerrado]Princesa de Duendes[Cueva-Bosque][Interpretativo Libre 3/3]
La situación en la cueva se tornaba bastante extraña. El joven Paul no se sentía intimidado por la loba, aquel animal no nos atacaba y los duendes empezaron a moverse inquietos. -Super raro-
Se desenvolvió una desastrosa batalla dentro de la cueva. Los duendes comenzaron a atacar a la loba (que no había mostrado señales de ser violenta) y al joven que me acompañaba - ¡Esto no tiene sentido! ¿Por qué pelean con mis súbditos?- pensé. Realmente no entendía nada de lo que estaba sucediendo pero no me preocupaba ya que no era mi batalla. Al principio estaba en contra de la loba que nos acechaba pero... -¿por qué el joven la defiende?-, no lograba distinguir a quién debía ayudar así que preferí no ayudar a nadie, de paso que ninguno de los dos bandos parecía necesitar de mis recursos así que me senté a lo lejos a mirar el espectáculo.
Al parecer las cosas no iban muy bien para los duendes, estos empezaron a caer más de una vez en el suelo pero volvían a levantarse. Empecé a disfrutar el desastre de lucha que estaba presenciando, mi mente sólo pensaba en técnicas de pelea que claramente nunca haría pero serían interesantes de observar; algunos golpes en los estómagos, algún izquierdazo o un rodillazo en la cara. Mi mente trabajando, mi boca en silencio y mis ánimos y porras estaban empezando a tener una dirección y sentido, iba ganando el equipo de la loba y el joven.
-¡¡Vamos!! ¡Ustedes pueden!- grité instintivamente ante la emoción que me producía que estuviesen ganando.
Justo en ese momento se me había olvidado calcular la consecuencia de mis actos. Haber gritado mi bando no era un excelente plan, ya que por más que estuviesen ganando los “no duendes” (así nombré al equipo) aún quedaban algunos monstricos por vencer. Algunos se percataron de mi decisión y se dirigieron a atacarme así que me preparé para defenderme.
No me dio tiempo de lanzar siquiera una flecha, había llegado un monstruo de lodo. -¿Un monstruo de fango? ¿De verdad?- . Aquel ser había intimidado por completo a los duendes, todos huyeron, se dispersaron y los que estaban muy heridos e inmóviles sólo se retrajeron limitándose a llorar con lágrimas de cocodrilo ante el Rey del Fango.
-¿Por qué le entiendo? ¿El Rey del Fango habla nuestro idioma?- pensaba –No me da chance de preguntarle todo lo que me gustaría saber sobre él... mejor huyo, no vaya a ser que termine ahogada en lodo-. Corrí en busca de la mano de Paul, la tome con fuerza y lo hale para que huyéramos y saliéramos corriendo de aquel lugar.
Mientras estaba en proceso de mover a Paul pensé repentinamente -¿Por qué un hombre de lodo hablaría con nosotros y de paso en nuestro idioma? ¿Pegajoso?- me detuve y tragando saliva decidí enfrentarme al Rey de Lodo.
-¡El lodo no es pegajoso!- dije con mucha seguridad encarando al misterioso recién llegado.
Volví a tragar saliva y suplique en mi cerebro que ese realmente no fuera un Rey de Lodo porque sino lo más probable es que estaría en problemas graves.
Miraba con furia al monstruo, había algo que no me encajaba pero sin embargo no me confiaba totalmente de mis deducciones – Espero tener razón...- pensaba un poco preocupada.
Se desenvolvió una desastrosa batalla dentro de la cueva. Los duendes comenzaron a atacar a la loba (que no había mostrado señales de ser violenta) y al joven que me acompañaba - ¡Esto no tiene sentido! ¿Por qué pelean con mis súbditos?- pensé. Realmente no entendía nada de lo que estaba sucediendo pero no me preocupaba ya que no era mi batalla. Al principio estaba en contra de la loba que nos acechaba pero... -¿por qué el joven la defiende?-, no lograba distinguir a quién debía ayudar así que preferí no ayudar a nadie, de paso que ninguno de los dos bandos parecía necesitar de mis recursos así que me senté a lo lejos a mirar el espectáculo.
Al parecer las cosas no iban muy bien para los duendes, estos empezaron a caer más de una vez en el suelo pero volvían a levantarse. Empecé a disfrutar el desastre de lucha que estaba presenciando, mi mente sólo pensaba en técnicas de pelea que claramente nunca haría pero serían interesantes de observar; algunos golpes en los estómagos, algún izquierdazo o un rodillazo en la cara. Mi mente trabajando, mi boca en silencio y mis ánimos y porras estaban empezando a tener una dirección y sentido, iba ganando el equipo de la loba y el joven.
-¡¡Vamos!! ¡Ustedes pueden!- grité instintivamente ante la emoción que me producía que estuviesen ganando.
Justo en ese momento se me había olvidado calcular la consecuencia de mis actos. Haber gritado mi bando no era un excelente plan, ya que por más que estuviesen ganando los “no duendes” (así nombré al equipo) aún quedaban algunos monstricos por vencer. Algunos se percataron de mi decisión y se dirigieron a atacarme así que me preparé para defenderme.
No me dio tiempo de lanzar siquiera una flecha, había llegado un monstruo de lodo. -¿Un monstruo de fango? ¿De verdad?- . Aquel ser había intimidado por completo a los duendes, todos huyeron, se dispersaron y los que estaban muy heridos e inmóviles sólo se retrajeron limitándose a llorar con lágrimas de cocodrilo ante el Rey del Fango.
-¿Por qué le entiendo? ¿El Rey del Fango habla nuestro idioma?- pensaba –No me da chance de preguntarle todo lo que me gustaría saber sobre él... mejor huyo, no vaya a ser que termine ahogada en lodo-. Corrí en busca de la mano de Paul, la tome con fuerza y lo hale para que huyéramos y saliéramos corriendo de aquel lugar.
Mientras estaba en proceso de mover a Paul pensé repentinamente -¿Por qué un hombre de lodo hablaría con nosotros y de paso en nuestro idioma? ¿Pegajoso?- me detuve y tragando saliva decidí enfrentarme al Rey de Lodo.
-¡El lodo no es pegajoso!- dije con mucha seguridad encarando al misterioso recién llegado.
Volví a tragar saliva y suplique en mi cerebro que ese realmente no fuera un Rey de Lodo porque sino lo más probable es que estaría en problemas graves.
Miraba con furia al monstruo, había algo que no me encajaba pero sin embargo no me confiaba totalmente de mis deducciones – Espero tener razón...- pensaba un poco preocupada.
Magazubi
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