Cuando el sol acecha. [Interpretativo libre] [Dahlia - Bio][CERRADO]

Después de mi explosión de palabras contenida los campesinos se quedaron helados y Bio y yo nos pusimos en marcha de vuelta al bosque. Mientras que los padres nos miraban horrorizados la mirada de los niños en cambio era de asombro y tristeza por no poder volver a vernos.

Una vez en el interior del bosque Bio trató de explicarme que las palabras de aquel campesino no eran ciertas. Yo aquello ya lo sabía, pero no podía evitar sentir impotencia al saber que mi vida iba a ser básicamente así en su 90%. Siempre quise salir de casa y cocer gente y ahora que podía hacerlo estaba atada a que todos me odiasen por ser como era.

De pronto sin darme cuenta Bio se puso frente a mí colocando sus manos frete a mi hombros. Cuando alcé la vista observé cómo su mirada penetraba a través de la mía mientras mis nervios aumentaban, Nunca me habían mirado tan fijamente y desde tan cerca y aquello hacía que se me acelerasen las pulsaciones a la vez que me mantenía inmóvil escuchándole. Preguntó por mi estado añadiendo posteriormente que yo era una "cosita hermosa y adorable" y terminando con que era especial. Al escucharle decir todo aquello notaba cómo me iba poniendo colorada a la vez que le miraba con incredulidad. ¿Especial? No, no creía en la gente especial Cada uno de nosotros era diferente del resto por lo que en realidad todos éramos únicos y especiales en cierto sentido.

- E... Estoy bien - Dije entrecortando mis palabras por los nervios apartando mi mirada de la suya debido a la vergüenza que me ocasionaba esa situación- Es solo que me da rabia. ¿Sabes?, tristemente vivimos en un mundo donde se juzga a las personas por como son sin llegar a conocerlas bien y eso es terrible. Ellos son los verdaderos monstruos, y esos niños tan adorables acabarán siendo como ellos o peor, porque esa es la educación que reciben. - Al escuchar la parte de "cosita adorable me giré mirándole de nuevo" - ¡No soy hermosa ni adorable! Hummm

Aquel último comentario sonó mucho a típica respuesta de niña pequeña, por lo que al darme cuenta me empecé a reír notando en él también un sonrisa. Aquella situación me resultaba extraña, y más con un desconocido, pues jamás nadie me había mirado como lo estaba haciendo Bio en aquel momento.

Tras aquello bromeó haciéndose pasar por caballero para ayudarme a regresar a casa. Ante aquel gesto tan patético a mi parecerme reí aún más y le ofrecí mi mano siguiéndole el juego y dándome aires de grandeza ante él.

- Vaya, pero si eres todo un caballero. Normalmente no suelo hablar con extraños pero supongo que eres de fiar.

Le guiñé un ojo y caminé a su lado dirección a mi hogar mientras continuaba dándole la mano. A pesar de que al resto del mundo aquello le pudiese parecer una osadía, a mí no me parecía nada malo que dos amigos fuesen de la mano, después de todo es la forma más común de saludarse así que ¿qué más da?. Ni que fuese un beso o algo que pudiera faltar al respeto. Pero en realidad aquello no importaba porque estábamos solos, aunque claramente tampoco sabía cual era la opinión de Bio al respecto.

Cuando llegamos frente a la puerta de mi casa me giré mirándole. Aquella era la despedida real. Él tendría que proseguir su camino y su vida mientras yo tenía que continuar la mía. Le sonreí mirándole.

- Bueno monsieur, ya hemos llegado, ha sido usted muy amable en acompañarme. - sonreí mirándole y al final opté por abrazarle de forma cariñosa-  ¡Que te vaya bien!, Espero volver a verte algún día.

Me recomendó ir alguna vez a Sacrestic Ville, un lugar donde residían vampiros. La verdad es que había escuchado hablar de aquel lugar varias ocasiones antes, pero no sabía por qué exactamente nunca me había llamado la atención. Tal vez en el fondo de mi interior aún tenía la esperanza de poder continuar sobrellevando una vida humana y por eso me negaba por el momento a juntarme con más seres de mi especie. Aunque estaba bastante claro que mis días al sol y comiendo comida convencional había terminado.

Una vez llegamos a casa me despedí de él. Me daba pena saber que se iba a alejar de ahí pero la vida no es justa. Al abrazarle noté su sorpresa, pero después me aferró con fuerza acercándome a él prometiéndome que volveríamos a vernos. No pude evitar sonreír. Aquella noche había ganado un amigo y esperaba que de verdad no me olvidase.

Tras aquel abrazo comenzó a dibujar en el suelo una especie de mapa. La verdad es que al principio no entendía nada de lo que estaba dibujando, pero cuando me lo explicó me quedó más claro. Me pidió que un día me pasase por allí y que sería bienvenida a ese lugar. Por lo pronto no deseaba abandonar mi pasa, pero posiblemente una noche me pasase por ahí para saludarle, después de todo era él el que me lo estaba pidiendo.

- Gracias. Te prometo que iré algún día.

Bio hizo una elegante reverencia y se alejó de mí dando fin así a aquella emocionante aventura.