[Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
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[Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
¿Una recompensa solo por demostrar la existencia de un bicho peludo? Un trabajo demasiado tentador para no aceptarlo. Tenía todo cuanto necesitaba para poder capturar uno de esos felinos y entregárselo con vida a quién fuera que hubiera pedido la recompensa: Una red grande para usarla como trampa encima de un árbol, otra más pequeña para atrapar al animal en un combate cara a cara, una ballesta, dardos tranquilizadores, cuerdas, un cuchillo; todo excepto una cosa, y tal vez era la más importante: Información sobre el animal.
A Havel jamás se le había escapado ninguna presa. Por muy rápida y ágil que fuera, el cazador tenía era capaz de fabricar la trampa perfecta para poder capturarla. Eso sí, conocía a la bestia que se proponía a cazar. Qué comían, dónde vivían, cómo era su sociedad... todo era importante a la hora de cazar un animal. En cambio, nadie sabe nada sobre los shabbels. Esas criaturas eran consideradas más como una leyenda para asustar a los niños elfos que se pierden en el bosque que algo real. Todos aquellos que aseguraban haber visto un shabbel no eran más que borrachos o personas que, simplemente, se aburrían y querían llamar la atención. O al menos, aquello fue lo creyó Havel antes de escuchar que iban a dar una jugosa recompensa a aquel aventurero que cazase un shabbel.
Tardó tres días en llegar a Sandorai y, uno más para instalar todas sus trampas. Era extraño que ningún solo bicho hubiera caído ya en ninguna de sus trampas. Havel era un experto trampero, él mismo se jactaba diciendo que era capaz de cazar un oso polar en un desierto. En la taberna, tras vaciar varías jarras de cerveza, el cazador anunciaba a todo pulmón todas las presas que habían pasado por su ballesta. Pero Sandorai era otro mundo, allí, a la primera que se descuidaba, alguien rompía sus trampas antes que ni siquiera un mísero conejo cayese en ellas.
-Jodidos elfos.- Refunfuñó mirando a las copas de los árboles.
Entonces los vio, gatos del tamaño de perros con unas ramificaciones naciendo de su lomo; estaban saltando de árbol en árbol. Sus colores eran perfectos para camuflarse entre las hojas de los árboles, a penas se les podía llegar a ver. Además eran rápidos, como ningún otro animal que antes hubiera cazado. Eran los shabbels, no había dudo de que eran ellos. ¿Qué otra cosa más pudiera ser?
Rápidamente, armó su ballesta con un dardo tranquilizante y la dirigió hacia uno de esos animales. Esas malditas bestias no se estaban ni un segundo quietas. Necesitaba apuntar bien, concentrarse en el disparo… ¡Mierda! Falló. Tuvo suerte de que los felinos no se dieron cuenta que les habían intentado cazar. Havel corrió persiguiendo las figuras que veía desde lo alto de las copas de los árboles a la vez que armaba su ballesta con un nuevo dardo tranquilizante, esta vez no iba a fallar.
Estaba tan concentrado con lo que veía en cielo que no se dio cuenta de que, a sus pies, había una de las trampas que el mismo había fabricado. La bisagra de la trampa cedió y atrapó su pierna derecha en una boca de hierro; por fortuna, Havel había mellado los dientes para no hacer un daño excesivo al animal.
-¡La madre…!- Gritó con todas sus fuerzas más por la impotencia al ver que su presa desaparecía delante de sus ojos que por el dolor que sufría en su pierna derecha.
A Havel jamás se le había escapado ninguna presa. Por muy rápida y ágil que fuera, el cazador tenía era capaz de fabricar la trampa perfecta para poder capturarla. Eso sí, conocía a la bestia que se proponía a cazar. Qué comían, dónde vivían, cómo era su sociedad... todo era importante a la hora de cazar un animal. En cambio, nadie sabe nada sobre los shabbels. Esas criaturas eran consideradas más como una leyenda para asustar a los niños elfos que se pierden en el bosque que algo real. Todos aquellos que aseguraban haber visto un shabbel no eran más que borrachos o personas que, simplemente, se aburrían y querían llamar la atención. O al menos, aquello fue lo creyó Havel antes de escuchar que iban a dar una jugosa recompensa a aquel aventurero que cazase un shabbel.
Tardó tres días en llegar a Sandorai y, uno más para instalar todas sus trampas. Era extraño que ningún solo bicho hubiera caído ya en ninguna de sus trampas. Havel era un experto trampero, él mismo se jactaba diciendo que era capaz de cazar un oso polar en un desierto. En la taberna, tras vaciar varías jarras de cerveza, el cazador anunciaba a todo pulmón todas las presas que habían pasado por su ballesta. Pero Sandorai era otro mundo, allí, a la primera que se descuidaba, alguien rompía sus trampas antes que ni siquiera un mísero conejo cayese en ellas.
-Jodidos elfos.- Refunfuñó mirando a las copas de los árboles.
Entonces los vio, gatos del tamaño de perros con unas ramificaciones naciendo de su lomo; estaban saltando de árbol en árbol. Sus colores eran perfectos para camuflarse entre las hojas de los árboles, a penas se les podía llegar a ver. Además eran rápidos, como ningún otro animal que antes hubiera cazado. Eran los shabbels, no había dudo de que eran ellos. ¿Qué otra cosa más pudiera ser?
Rápidamente, armó su ballesta con un dardo tranquilizante y la dirigió hacia uno de esos animales. Esas malditas bestias no se estaban ni un segundo quietas. Necesitaba apuntar bien, concentrarse en el disparo… ¡Mierda! Falló. Tuvo suerte de que los felinos no se dieron cuenta que les habían intentado cazar. Havel corrió persiguiendo las figuras que veía desde lo alto de las copas de los árboles a la vez que armaba su ballesta con un nuevo dardo tranquilizante, esta vez no iba a fallar.
Estaba tan concentrado con lo que veía en cielo que no se dio cuenta de que, a sus pies, había una de las trampas que el mismo había fabricado. La bisagra de la trampa cedió y atrapó su pierna derecha en una boca de hierro; por fortuna, Havel había mellado los dientes para no hacer un daño excesivo al animal.
-¡La madre…!- Gritó con todas sus fuerzas más por la impotencia al ver que su presa desaparecía delante de sus ojos que por el dolor que sufría en su pierna derecha.
- Shabbel:
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• Nivel recomendado: 0-1-2
• Máximo de participantes: 1
• Recompensa:
- Máximos 10 puntos de experiencia.
- 0-5 puntos de exp de habilidades pasivas.
- 150-200 aeros
- posible objeto.
* Se debe de tener al menos diez post Onrol para participar.
* La duración del evento puede durar dos a tres turnos, siempre interviniendo yo entre ellos.
* Aquel que participe debe relatar por qué se encuentra en este lugar y, a continuación, encontrarse con el cazador herido y ayudarlo a atrapar un shabbel.
* Este rol no causará daños severos para los personajes.
* El rol debe ser fluido. Se deben de avisar de las ausencias superiores a 48h o de cualquier percance que sufra el participante que le impida postear. De no ser así, el pj será sancionado.
Sigel
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Re: [Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
Caminaba por el bosque disfrutando del hermoso día que hacia hoy, el cielo estaba totalmente despejado y las aves cantaban ruidosamente mientras se divertían volando de un lado a otro, extendí los brazos y respire todo el aire fresco que podía.
El camino a las islas de los brujos era demasiado largo y realmente difícil cuando tenías que caminar en vez de volar por temor a algún tipo de cazador de recompensas, pero aunque el camino fuera más complicado no había parado de tener graciosas aventuras con distintos tipos de razas y había hecho toda clase de amigos, por lo que mi largo camino solo era una nueva aventura todos los días.
Sonreí y pensé en mi madre “me pregunto si ella también se divertía así cada vez que viajaba por este maravilloso mundo” me detuve y voltee hacia arriba para poder contemplar como se mecían las hojas de los árboles mientras seguia pensando en mi madre. pude quedarme así un rato más cuando de inmediato le vi.
Paso corriendo ante mis ojos, era una criatura ágil y agraciada con la forma de una especie de gato gigante, era tan veloz que creí por un instante que estaba volando y la contemple hasta que la perdí de vista entre las hojas.
Mire hechizada el camino de aquel animal cuando la palabrota de una persona cercana me saco del trance, gire mi cuerpo en dirección a la vos de aquella persona y me di cuenta que se trataba de un hombre que había caído en una trampa de hierro.
Me acerque con cuidado y con un poco de pánico le dije – oh pobre señor, espere déjeme ayudarle – mientras que buscaba con la vista algo que pudiera ayudar, no muy lejos de allí había una rama gruesa tirada en el suelo, la levante y regrese con aquel hombre – esto nos ayudara – le dije mientras metía la rama entre la boca de hierro y hacia una palanca para abrirla lo suficiente para que el hombre lograra salir.
El camino a las islas de los brujos era demasiado largo y realmente difícil cuando tenías que caminar en vez de volar por temor a algún tipo de cazador de recompensas, pero aunque el camino fuera más complicado no había parado de tener graciosas aventuras con distintos tipos de razas y había hecho toda clase de amigos, por lo que mi largo camino solo era una nueva aventura todos los días.
Sonreí y pensé en mi madre “me pregunto si ella también se divertía así cada vez que viajaba por este maravilloso mundo” me detuve y voltee hacia arriba para poder contemplar como se mecían las hojas de los árboles mientras seguia pensando en mi madre. pude quedarme así un rato más cuando de inmediato le vi.
Paso corriendo ante mis ojos, era una criatura ágil y agraciada con la forma de una especie de gato gigante, era tan veloz que creí por un instante que estaba volando y la contemple hasta que la perdí de vista entre las hojas.
Mire hechizada el camino de aquel animal cuando la palabrota de una persona cercana me saco del trance, gire mi cuerpo en dirección a la vos de aquella persona y me di cuenta que se trataba de un hombre que había caído en una trampa de hierro.
Me acerque con cuidado y con un poco de pánico le dije – oh pobre señor, espere déjeme ayudarle – mientras que buscaba con la vista algo que pudiera ayudar, no muy lejos de allí había una rama gruesa tirada en el suelo, la levante y regrese con aquel hombre – esto nos ayudara – le dije mientras metía la rama entre la boca de hierro y hacia una palanca para abrirla lo suficiente para que el hombre lograra salir.
Aisling
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Re: [Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
¿Una niña? Su pierna atrapada por la boca de hierro, la recompensa de atrapar a un shabbel con vida y su propio orgullo iban a depender de una simple cría. ¿Qué clase de cruel broma de los Dioses era esa? Por mucho que le hubiera gustado quejarse y decir una de sus muchas malas palabras, el cazador acabó asintiendo la ayuda de la joven.
-Gracias, pequeña.-Dijo en casi un gruñido cuando, por fin, su pierna fue liberada por la joven de pelo castaño.
Los felinos se estaban escapando, casi no podía ni verlos. Era su oportunidad para hacerse rico, y la perdió; la oportunidad de ganarse el favor de quién sea el que pidió la recompensa, y también la perdió; pero, sobre todas esas cosas, perdió la oportunidad de poder contar una nueva historia a sus amigos. Intentó dar unos pasos para perseguir a las ya sombras que se veían desde la lejanía, pero el dolor de su pierna herida se lo impidió.
-¡Mierda!-Gritó con todas sus fuerzas.- Estaba tan cerca…-Sus ojos de color azabache cambiaron de dirección. Ya no se fijaba en los shabbels, sino en la muchacha. ¿Cuántos años tendría, trece tal vez? Los suficientes para saber disparar con su ballesta.- Necesito tu ayuda, pequeña; ¿me harás un favor?- Antes que la chica contestase, Havel le cedió su arma. –Tengo que capturar un shabbel, pero con mi pierna en este estado no podré hacerlo. ¿Lo harás por mí?- Se descolgó la mochila de la espalda y volvió a hablar de nuevo, sin dejar contestar a la joven de pelo castaño.- Aquí tengo más dardos tranquilizantes, un disparo y se ponen a dormir como marmotas. Tráeme una de esas criaturas con vida y te recompensaré.- Sus palabras más sonaron como una orden que como un ofrecimiento.
-Gracias, pequeña.-Dijo en casi un gruñido cuando, por fin, su pierna fue liberada por la joven de pelo castaño.
Los felinos se estaban escapando, casi no podía ni verlos. Era su oportunidad para hacerse rico, y la perdió; la oportunidad de ganarse el favor de quién sea el que pidió la recompensa, y también la perdió; pero, sobre todas esas cosas, perdió la oportunidad de poder contar una nueva historia a sus amigos. Intentó dar unos pasos para perseguir a las ya sombras que se veían desde la lejanía, pero el dolor de su pierna herida se lo impidió.
-¡Mierda!-Gritó con todas sus fuerzas.- Estaba tan cerca…-Sus ojos de color azabache cambiaron de dirección. Ya no se fijaba en los shabbels, sino en la muchacha. ¿Cuántos años tendría, trece tal vez? Los suficientes para saber disparar con su ballesta.- Necesito tu ayuda, pequeña; ¿me harás un favor?- Antes que la chica contestase, Havel le cedió su arma. –Tengo que capturar un shabbel, pero con mi pierna en este estado no podré hacerlo. ¿Lo harás por mí?- Se descolgó la mochila de la espalda y volvió a hablar de nuevo, sin dejar contestar a la joven de pelo castaño.- Aquí tengo más dardos tranquilizantes, un disparo y se ponen a dormir como marmotas. Tráeme una de esas criaturas con vida y te recompensaré.- Sus palabras más sonaron como una orden que como un ofrecimiento.
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* Coges las armas de Havel y decides atrapar un shabbel por él.
* Debes describir a los shabbels lo más detalladamente posible (se tendrá en cuenta tu participación a la hora de añadir esta criatura en el bestiario).
* No debes herir al animal si no es necesario.
* Debes describir a los shabbels lo más detalladamente posible (se tendrá en cuenta tu participación a la hora de añadir esta criatura en el bestiario).
* No debes herir al animal si no es necesario.
Sigel
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Re: [Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
Gracias a la rama la pierna de aquel hombre fue liberada de la boca de hierro pero sangraba todavía por el impacto que recibió, me dio las gracias y trato de caminar pero parecía que el dolor le haría la tarea imposible, grito una blasfemia enfadado y de inmediato se fijó en mí, sus ojos azabache eran tan profundos y desesperados que casi podían atravesar paredes y me dijo
- Necesito tu ayuda, pequeña; ¿me harás un favor? Tengo que capturar un shabbel, pero con mi pierna en este estado no podré hacerlo. ¿Lo harás por mí? –
Mientras me entregaba sus cosas, quise rechazar su oferta pero él no me dejo contestarle, no tenía mucha experiencia con ballestas y no quería lastimar a ese animal tan hermoso, pero el insistió tanto que termino entregándome su mochila
–
Aquí tengo más dardos tranquilizantes, un disparo y se ponen a dormir como marmotas. Tráeme una de esas criaturas con vida y te recompensaré. –
Todavía quería negarme, pero se veía tan desesperado que termine cediendo, y le conteste – no prometo mucho, pero hare todo lo que este a mi alcance. – y dicho esto Salí corriendo en la misma dirección que esas criaturas.
Mire para los arboles buscando alguna señal de ellos, esos animales era demasiado rápidos para mis piernas, pero no para mis alas por lo que las saque en un instante; por un momento agradecí comprar ese vestido de tela en lunagerta podía sacar mis alas sin dañar mi ropa y volar rápidamente.
Volé entre las copas de los árboles y logre divisarlos en la lejanía, acelere un poco para no perderlos pero también mantuve una distancia para no alarmarlos, los seguí un rato y pronto se detuvieron en un árbol, rápidamente me escondí entre el follaje de un árbol cercano y me los quede contemplando mientras preparaba la ballesta para dispararle a uno.
Bebían el néctar de las flores más altas metiendo sus pequeñas cabezas dentro y se relamían los bigotes con unas lenguas realmente largas, cuando pude terminar de alistar la ballesta les apunte y los vi más detalladamente, eran preciosos;
parecían una mescla entre un felino y un ciervo, sus piernas son largas y delgadas pero muy flexibles y fuertes como una rama tierna, en especial las traseras que podían flexionarse un poco más, seguramente para dar saltos más potentes, sus cuerpos son pequeños y alargados, de echo el más grande de ellos casi media lo mismo que un zorro y sus colas eran igual de largas, pero son tan delgados como una liebre, sus pelajes se veían suaves y largos en sus lomos que casi parecían la crin de un caballo; todo su cuerpo es de un color ocre claro y tienen manchas oscuras por todos lados excepto en su vientre y en las puntas de sus lomos que son blancos, sus ojos son redondos y negros como su nariz y la comisura de su boca, pero lo más sorprendente de ellos era que algunas mariposas se posaban en sus lomos como si se trataran de flores.
Los observe todo lo que pude y solo estaba a un disparo de derribar a uno de ellos cuando un pájaro me vio en su árbol y comenzó a dar la alarma de intruso, todos voltearon hacia mi dirección y verlos a los ojos me hiso imposible la tarea de dispararle a uno de ellos con la ballesta, no podía hacerlo mi poca experiencia podía herir de verdad a uno así que baje el arma y me quede quieta mientras ellos olfateaban el ambiente esperando que no se asustaran de mí.
- Necesito tu ayuda, pequeña; ¿me harás un favor? Tengo que capturar un shabbel, pero con mi pierna en este estado no podré hacerlo. ¿Lo harás por mí? –
Mientras me entregaba sus cosas, quise rechazar su oferta pero él no me dejo contestarle, no tenía mucha experiencia con ballestas y no quería lastimar a ese animal tan hermoso, pero el insistió tanto que termino entregándome su mochila
–
Aquí tengo más dardos tranquilizantes, un disparo y se ponen a dormir como marmotas. Tráeme una de esas criaturas con vida y te recompensaré. –
Todavía quería negarme, pero se veía tan desesperado que termine cediendo, y le conteste – no prometo mucho, pero hare todo lo que este a mi alcance. – y dicho esto Salí corriendo en la misma dirección que esas criaturas.
Mire para los arboles buscando alguna señal de ellos, esos animales era demasiado rápidos para mis piernas, pero no para mis alas por lo que las saque en un instante; por un momento agradecí comprar ese vestido de tela en lunagerta podía sacar mis alas sin dañar mi ropa y volar rápidamente.
Volé entre las copas de los árboles y logre divisarlos en la lejanía, acelere un poco para no perderlos pero también mantuve una distancia para no alarmarlos, los seguí un rato y pronto se detuvieron en un árbol, rápidamente me escondí entre el follaje de un árbol cercano y me los quede contemplando mientras preparaba la ballesta para dispararle a uno.
Bebían el néctar de las flores más altas metiendo sus pequeñas cabezas dentro y se relamían los bigotes con unas lenguas realmente largas, cuando pude terminar de alistar la ballesta les apunte y los vi más detalladamente, eran preciosos;
parecían una mescla entre un felino y un ciervo, sus piernas son largas y delgadas pero muy flexibles y fuertes como una rama tierna, en especial las traseras que podían flexionarse un poco más, seguramente para dar saltos más potentes, sus cuerpos son pequeños y alargados, de echo el más grande de ellos casi media lo mismo que un zorro y sus colas eran igual de largas, pero son tan delgados como una liebre, sus pelajes se veían suaves y largos en sus lomos que casi parecían la crin de un caballo; todo su cuerpo es de un color ocre claro y tienen manchas oscuras por todos lados excepto en su vientre y en las puntas de sus lomos que son blancos, sus ojos son redondos y negros como su nariz y la comisura de su boca, pero lo más sorprendente de ellos era que algunas mariposas se posaban en sus lomos como si se trataran de flores.
Los observe todo lo que pude y solo estaba a un disparo de derribar a uno de ellos cuando un pájaro me vio en su árbol y comenzó a dar la alarma de intruso, todos voltearon hacia mi dirección y verlos a los ojos me hiso imposible la tarea de dispararle a uno de ellos con la ballesta, no podía hacerlo mi poca experiencia podía herir de verdad a uno así que baje el arma y me quede quieta mientras ellos olfateaban el ambiente esperando que no se asustaran de mí.
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Re: [Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
Los animales no se quedarían quietos al oír el aviso del ave. Sabían que eran una presa fácil y, también sabían que las personas los consideraban casi como Dioses venidos de los rincones más exóticos de Aerandir. No cabía la menor duda de que los shabbels eran felinos sumamente inteligentes, también escurridizos, pero sobretoso inteligentes. Lo tenían que ser para llegar a la conclusión que habían llegado de las personas. Y es que todos eran iguales, solo les importaba el dinero y el poder. Los únicos que eran medianamente buenos con ellos eran los elfos, ellos al menos les protegían de los cazadores y de vez en cuando compartían su comida con ellos.
Los felinos saltaron de rama en rama, de árbol en árbol; buscaban los árboles más frondosos, aquellos en los que podían camuflarse entre el follaje. No se iban a dejar atrapar por la chica de alas de murciélago. No iban a dejar que nadie se acerque a elloa.
Los felinos saltaron de rama en rama, de árbol en árbol; buscaban los árboles más frondosos, aquellos en los que podían camuflarse entre el follaje. No se iban a dejar atrapar por la chica de alas de murciélago. No iban a dejar que nadie se acerque a elloa.
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* Los animales te temen y son más rápidos que tú. Deberás buscar otro método para acercarte a ellos sin que te tengan miedo.
* Recuerda: Si el animal sale herido la recompensa será menor.
* El siguiente será tú último post de la misión. Dado la nobleza de tu personaje al no querer herir al animal te propongo dos opciones:
(1) Cazar uno de los animales y cumplir tu palabra hacia Havel.
(2) Espantar a los animales fuera de todos los cazadores y destruir las pocas trampas de Havel que queden activas.
* En ambos casos, la recompensa que recibas en la misión dependerá de la opción que elijas.
* Recuerda: Si el animal sale herido la recompensa será menor.
* El siguiente será tú último post de la misión. Dado la nobleza de tu personaje al no querer herir al animal te propongo dos opciones:
(1) Cazar uno de los animales y cumplir tu palabra hacia Havel.
(2) Espantar a los animales fuera de todos los cazadores y destruir las pocas trampas de Havel que queden activas.
* En ambos casos, la recompensa que recibas en la misión dependerá de la opción que elijas.
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Re: [Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
Los shabbels salieron corriendo a distintas direcciones hasta que los perdí de vista entre los arboles más frondosos. Pasmada me quede mirándolos fijamente mientras los veía alejarse entre el follaje.
No era capaz de lastimar a ninguno de ellos y no podía dejar que alguno de ellos saliera herido, mire las armas del cazador, ese hombre se veía tan decidido a atrapar a alguno de ellos que seguramente no descansaría hasta atrapar alguno o al menos tener una prueba de ellos, una vez que se mejorada.
Me preocupe, si no encontraba una prueba válida de los shabbels ellos podían estar en serio peligro. Salte a los arboles cercanos en donde estaban los shabbel buscando algún indicio de su existencia pero no encontraba nada, paso un largo rato de búsqueda y cansada me senté en las ramas de un árbol, no sabía qué hacer y el tiempo se me agotaba.
Agotada saque mi flauta de mi bolsa, tocar una canción siempre me ayudaba a encontrar respuestas por lo que empecé a tocar una melodía calmada y alegre, la música inundo el bosque y los pájaros pronto me empezaron a acompañar con sus cantos.
Al terminar la canción algunos pájaros se posaron en mí y siguieron cantando alegremente, gracias a sus melodías volví a estar relajada y una vez que terminaran volvería a mi búsqueda cuando de repente lo vi.
Un pequeño shabbel estaba olisqueando cerca de donde estaba y con recelo se fue acercando a mi gracias a los canticos de los pájaros, me quede quieta y pronto se acercó a mi cuerpo olisqueándome más de cerca, los pájaros se posaron en el también y siguieron piando entre ellos tranquilamente, acerque mi mano y el shabbel olisqueándome me dejo acariciarlo,
Lo acaricie con suavidad para no asustarlo y sonreí, ellos eran tan suaves como parecían. Me quede pensando y un poco triste por los cazadores le dije – ojala supiera como ayudarlos, pero estoy segura de que vendrán más cazadores tratando de probar su existencia – deje de acariciarlo y cuando retire mi mano un mechoncito de su pelaje se quedó en mi mano.
Mis ojos se iluminaron tenía una idea que tal vez podría ayudarnos, saque hojas de papel y tinta rápidamente comencé a dibujar, cuando termine salí corriendo en dirección a donde estaba el cazador despidiéndome del pequeño shabbel con la mano mientras desactivaba las trampas que quedaban.
Cuando llegue con el cazador me acerque con voz de disculpa y le dije – lo lamento no pude atrapar a los shabbel, lo único que pude conseguir fue esto. – Le acerque la hoja con el dibujo y el mechón, mientras le devolvía sus cosas – espero que con esto baste.-
No era capaz de lastimar a ninguno de ellos y no podía dejar que alguno de ellos saliera herido, mire las armas del cazador, ese hombre se veía tan decidido a atrapar a alguno de ellos que seguramente no descansaría hasta atrapar alguno o al menos tener una prueba de ellos, una vez que se mejorada.
Me preocupe, si no encontraba una prueba válida de los shabbels ellos podían estar en serio peligro. Salte a los arboles cercanos en donde estaban los shabbel buscando algún indicio de su existencia pero no encontraba nada, paso un largo rato de búsqueda y cansada me senté en las ramas de un árbol, no sabía qué hacer y el tiempo se me agotaba.
Agotada saque mi flauta de mi bolsa, tocar una canción siempre me ayudaba a encontrar respuestas por lo que empecé a tocar una melodía calmada y alegre, la música inundo el bosque y los pájaros pronto me empezaron a acompañar con sus cantos.
Al terminar la canción algunos pájaros se posaron en mí y siguieron cantando alegremente, gracias a sus melodías volví a estar relajada y una vez que terminaran volvería a mi búsqueda cuando de repente lo vi.
Un pequeño shabbel estaba olisqueando cerca de donde estaba y con recelo se fue acercando a mi gracias a los canticos de los pájaros, me quede quieta y pronto se acercó a mi cuerpo olisqueándome más de cerca, los pájaros se posaron en el también y siguieron piando entre ellos tranquilamente, acerque mi mano y el shabbel olisqueándome me dejo acariciarlo,
Lo acaricie con suavidad para no asustarlo y sonreí, ellos eran tan suaves como parecían. Me quede pensando y un poco triste por los cazadores le dije – ojala supiera como ayudarlos, pero estoy segura de que vendrán más cazadores tratando de probar su existencia – deje de acariciarlo y cuando retire mi mano un mechoncito de su pelaje se quedó en mi mano.
Mis ojos se iluminaron tenía una idea que tal vez podría ayudarnos, saque hojas de papel y tinta rápidamente comencé a dibujar, cuando termine salí corriendo en dirección a donde estaba el cazador despidiéndome del pequeño shabbel con la mano mientras desactivaba las trampas que quedaban.
Cuando llegue con el cazador me acerque con voz de disculpa y le dije – lo lamento no pude atrapar a los shabbel, lo único que pude conseguir fue esto. – Le acerque la hoja con el dibujo y el mechón, mientras le devolvía sus cosas – espero que con esto baste.-
- dibujo:
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Aisling
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Re: [Misión de Caza] Shabbels: esas escurridizas bestias
Sus ojos se encendieron de tal manera que parecían dos hogueras en una oscura noche. ¿Qué mierda iba a hacer él con un dibujo y un mechón? ¿Acaso la cría le estaba tomando por un estúpido? A estas alturas, serían muchas las personas que hubieran intentando engañar a aquel que pidió la recompensa por los shabbels. Havel, en más de una ocasión, y también de dos y de tres, vio a otros cazadores pintar a un vulgar gato callejero como si fuera un shabbel, otros, más simples que los primeros, utilizaban pelo y uñas falsas de cualquier otro animal. Si no tenía un shabbel auténtico no tenía nada.
Havel cogió el dibujo con su mano izquierda arrugándolo todo cuanto podía mientras que con la mano sujetaba una gran rama de madera que cogió a modo de bastón. Una vez terminada la bola de papel la lanzó tan lejos cuanto pudo.
-¿Me tomas por imbécil?- Preguntó sin alzar un ápice su voz. Arrancó de la espalda de la muchacha su ballesta y su bolsa. - ¿Cuántos años tienes; doce, trece tal vez? Yo, tengo una hija de once años y otra menor de siete. –Hizo una pausa y volvió a hablar antes de que la chica que le había salvado la vida pudiera responder. - Me gano la vida cazando animales exóticos, doy de comer a mis dos hijas con el dinero que recibo cazando estos animales. Pero hoy, cuando vuelva a casa con una pierna inútil, mi mujer y mis hijas verán que su marido y su padre no podrá cazar nunca más, y los aeros que podría haber ganado cazando al que sería mi último animal los perdí por culpa de una mocosa. Espero que estés contenta.- De nuevo se hizo el silencio y, de nuevo, antes de que la chica de que abriese la boca, la hizo callar. Abrió la bolsa con sus pertenencias y sacó un monedero. - Al menos YO soy agradecido.- Dijo haciendo énfasis en el “yo” Saco la mitad de los aeros que llevaba en el monedero y se los dio a la chica. - Por haberme salvado la vida cuando estuve atrapado.-
No dijo nada más, ni tampoco dejó que la muchacha pudiera defender su posición; ella no podría defender lo indefendible. Simplemente se fue cojeando.
Havel cogió el dibujo con su mano izquierda arrugándolo todo cuanto podía mientras que con la mano sujetaba una gran rama de madera que cogió a modo de bastón. Una vez terminada la bola de papel la lanzó tan lejos cuanto pudo.
-¿Me tomas por imbécil?- Preguntó sin alzar un ápice su voz. Arrancó de la espalda de la muchacha su ballesta y su bolsa. - ¿Cuántos años tienes; doce, trece tal vez? Yo, tengo una hija de once años y otra menor de siete. –Hizo una pausa y volvió a hablar antes de que la chica que le había salvado la vida pudiera responder. - Me gano la vida cazando animales exóticos, doy de comer a mis dos hijas con el dinero que recibo cazando estos animales. Pero hoy, cuando vuelva a casa con una pierna inútil, mi mujer y mis hijas verán que su marido y su padre no podrá cazar nunca más, y los aeros que podría haber ganado cazando al que sería mi último animal los perdí por culpa de una mocosa. Espero que estés contenta.- De nuevo se hizo el silencio y, de nuevo, antes de que la chica de que abriese la boca, la hizo callar. Abrió la bolsa con sus pertenencias y sacó un monedero. - Al menos YO soy agradecido.- Dijo haciendo énfasis en el “yo” Saco la mitad de los aeros que llevaba en el monedero y se los dio a la chica. - Por haberme salvado la vida cuando estuve atrapado.-
No dijo nada más, ni tampoco dejó que la muchacha pudiera defender su posición; ella no podría defender lo indefendible. Simplemente se fue cojeando.
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El cazador se fue y el pequeño shabbel, este que la chica le dibujo, se acercó a su nueva amiga. Ella le trató bien, fue una de las pocas personas que le trató bien. Las otras personas le tiraban cosa, le perseguían, le gritaban, le insultaban… No entendían que el pequeño solo quería vivir en paz al lado de su familia. En la boca llevaba lo que a simple vista parecía una extraña piedra. El pequeño se sentó a los pies de su nueva amiga y espero a que ella le acariciase de nuevo de la misma forma que lo hizo antes. Ya cómodo, soltó lo que tenía en la boca. No era una piedra, era algo más, era una ocarina.
_____________________
Recompensas:
* El pequeño shabbel está agradecido contigo. Te ha otorgado una ocarina con el cual lo podrás llamar cuando necesites su ayuda. Recuerda que los shabbels son criaturas exóticas, si te ven con él, cualquier persona pensará que posees un ser mitológico.
* 7 puntos de experiencia.
* 150 aeros.
* No es necesario que solicites los puntos de recompensa, éstos, al igual que los aeros, ya se han añadido a tu perfil.
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