Re: Paseos de reconocimiento (libre) [CERRADO]

Elen Calhoun Miér Abr 05 2017, 10:47

El aprendiz de herrero no tenía demasiado claro hasta qué punto podrían ser útiles aquellas gemas imbuidas con el maná, pero sus teorías al respecto sonaban de lo más interesante, sobre todo cuando abordó la posibilidad de crear una cerradura que solo pudiese ser abierta con el maná de una persona en concreto. Eso parecía muy práctico, aún más cuando uno poseía ciertos objetos que no debían caer en malas manos, como era el caso de la hechicera. Por el momento no podía quitarse el medallón solar pero si lograba vencer a los jinetes en la batalla final quizá su maldición desapareciese, y con ello la necesidad de llevar aquel artefacto al cuello en todo momento. Librarse de las almas oscuras que contenía le quitaría un enorme peso de encima, ya que por más que intentaba ignorarlas, éstas seguían susurrándole cosas y tratando de llevarla por el sendero de la muerte.

Hasta aquel día había conseguido mantenerse fuerte, pero ¿y si en algún momento su voluntad flaqueaba? ¿qué ocurriría entonces? No quería saberlo, pero debía ser consciente del peligro que suponía estar bajo aquel influjo de forma constante. Willow siguió hablando sobre el tema, seguro de que con un poco de investigación hallaría otras utilidades a las joyas que quería crear, pero por desgracia la gente no solía interesarse por tales productos, aunque siempre había excepciones. Muchos se conformaban con regalarlas por su belleza pero esto era mucho menos interesante, al menos para la de cabellos cenicientos.

Sin detener el paso, ya que debían aprovechar las horas de luz al máximo si querían llegar a las afueras de Lunargenta antes del anochecer, la benjamina de los Calhoun escuchó las preguntas del elfo, ésta vez centradas sobre a qué se dedicaban ella y el dragón y cómo Alister había terminado formando equipo con la hechicera. - No exactamente, se podría decir que tenemos un objetivo común, por eso viajamos juntos. - explicó el alado, sin dar mucho detalle. Contar que sus caminos se habían unido por culpa de un demonio y que finalmente se habían convertido en compañeros para derrotar a unos seres aún peores no resultaba agradable, aunque quién sabe, quizá Willow hubiese escuchado hablar de los Tarmúnil, a fin de cuentas eran miembros de su raza.

- Ahí donde lo ves, al “lobo solitario” no se le daba bien hacer amigos cuando lo encontré, figúrate, lo primero que se le pasó por la cabeza al verme fue ponerme una espada al cuello e intentar matarme. - soltó Elen, con una leve sonrisa en los labios. - ¿Cuándo olvidarás eso? Fue un error, creí que tú eras el demonio. - saltó el dragón, para defenderse. - Nunca, es una buena historia. - respondió la tensai, sin apartar la vista del camino. Con suerte el trayecto de vuelta a Verisar no les supondría ningún problema, así que tendrían ocasión de charlar un rato antes de separarse en cuanto llegasen a las afueras.

Alister dejó escapar un suspiro de resignación y luego se giró hacia el elfo para explicarle un poco lo que acababa de escuchar, ya que podría sonar totalmente sin sentido. - Antes de cruzarme con Elen me dedicaba a la caza de demonios por mi cuenta, buscaba a los individuos poseídos por el mal e intentaba extraerlo de ellos, aunque en ocasiones no tuve más remedio que eliminar la oscuridad con recipiente y todo. - comenzó a decir, con voz más seria. - Durante una de esas cacerías en Sacrestic la encontré a ella y la confundí con el ser al que seguía la pista, tuvimos una pelea pero por suerte me di cuenta de mi error a tiempo, el verdadero demonio se mostró entonces y entre los dos terminamos con él, a partir de ahí decidí acompañarla. - continuó, sin mencionar la misión relacionada con los Tarmúnil en ningún momento.

De eso hacía ya varios meses, y aunque la centinela al principio se había negado en rotundo a tener un compañero de viaje ahora apreciaba su ayuda y habilidades, puede que el comienzo no hubiese sido el mejor pero el tiempo podía cambiarlo todo.

Off: Tienes libertad para manejar un poco a Elen y Alister de cara a llegar a las afueras.

Invitado Sáb Abr 08 2017, 01:20

Era tan sencillo viajara con Alister y Elen que me encontré sonriendo como un tonto ante sus anécdotas, la bruja al sentirse más confortable se había abierto más y era destacable su buen sentido del humor, ahora comprendía por qué el lobo solitario había dejado su vida pasada para vivir en los caminos con ella. Yo una vez había tenido a mi Elen, pero Caesa no era fuerte, ni hábil con las armas, la mujer que me había robado la luz de los ojos y me hizo actuar como el dragón lo hacía ahora, era muy diferente a esta fémina, por eso, y por la camaradería entre ellos, reforcé la idea inicial de dejarles solos a la primera instancia que tuviera. Ah… Caesa, debería de rondar los cincuenta años ya, tal vez tuviese el cabello color ceniza como la dama que viajaba rauda sobre su montura, la mirada decidida… sí, esa misma con la que me había roto el corazón.

Suspiré, avanzábamos más rápido de lo que jamás había hecho, el par parecía hecho de metal más que de carne y hueso. -Oh… eso explica varias cosas- respondí, aún algo cortado con los recuerdos del pasado. La historia que me relataban era muy pintoresca, como el que origina grandes leyendas. No dudaba que ellos dos, en algún momento, harían algo épico. -Aunque no comprendo cómo la señorita Elen pueda parecer un demonio-- dije en tono de reproche, dejando traslucir en ese acto mi verdadera edad. -Creo que nuestra bruja te dio una paliza y por eso te e- corté la palabra y de pronto el pescuezo de Eide era algo sumamente interesante -y por eso, te embarcaste en el viaje de tu vida. Yo lo hubiese hecho en tu lugar. Sobre todo si vivías de caza demonios, ellos tienden a ir a por chicas como la que tienes- le guiñé un ojo y moví las cejas con un gesto sugerente para que sólo él viera.

Cuando nos detuvimos un rato para abrevar a los animales me dirigí a ambos, de acuerdo a la posición del sol y por cómo nos habíamos movido, deberíamos de estar por llegar a las afueras de Luargenta en un par de horas más. Probablemente lo haríamos entrada la noche, pero confiaba en la experiencia del par y todos habíamos acordado no acampar en los bosques esa noche. - Elen, Alister, nunca les agradecí que me salvaran la vida. Gracias. Y gracias también por haber sabido ver en mí algo diferente a un elfo del mal- Alister captó la broma en el aire y me acompañó en el gesto. -Bueno, no me gusta despedirme, por lo que seré breve, en las Afueras de la Ciudad hay alguien a quien tengo que visitar-mentiras, probablemente cuando me quede solo, los recuerdos evocados por este par me asaltarían, pero aun así, me sentía en deuda con ellos y quería pagarles el favor dándoles su espacio.

-Así que no se preocupen si nos echan de menos, al menos hay algo en lo que soy bueno como Elfo, y es mi buen sentido de la dirección- bueno… eso no era exactamente una mentira -Espero que puedan cumplir el objetivo que están buscando y cuando estén cerca de Baslodia, me visitan- otro signo sugerente a través de un suave toque con el codo. Le sonreí a Elen y tras una voltereta bromista, salté sobre el alce que mugió levantando su cabeza sorprendido. -¡Avancemos!- dije alegre, aunque me dolían ya todos los huesos y a Eide sólo le quedaran energías para arrastrar sus patas.

Off: Espero que haya quedado coherente. Disculpa que tardase tanto en cerrarlo, pero sabes que Will a veces es malo conmigo ToT, los guiños son para ti, un pequeño espoiler del elfo del mal <3, aunque si crees que no debería... edito y le pongo más seriedad al asunto x3

Elen Calhoun Dom Abr 09 2017, 18:07

A raíz de la breve explicación sobre cómo se habían conocido el dragón y la bruja, Willow dedujo que la de ojos verdes había dado una paliza a su ahora compañero y por eso éste había decidido echarse a los caminos con ella, pero la realidad era que su enfrentamiento había estado bastante igualado, al menos en cuanto Alister adoptó su forma bestial. Puede que la tensai se estuviese controlando ya que desde un principio no había querido problemas pero por suerte no les hizo falta comprobar quién de los dos hubiera ganado, aunque después de haber visto de primera mano el potencial de la benjamina de los Calhoun el alado estaba seguro de que de haber sido una pelea a muerte, ella habría salido victoriosa.

En un intento por arreglar su comentario, el elfo agregó que en su lugar hubiese hecho lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta que los demonios podían considerar a una mujer como una víctima fácil. Los gestos del joven solo los vio Alister, que se concentró en el camino y prefirió no dar más detalles acerca de aquel accidentado día en que había confundido a la hechicera con un demonio. Sin duda había algo de oscuridad en ella, producto de su maldición y de las malignas almas que colgaban de su cuello, pero esto no tenía por qué saberlo todo el mundo, él mismo había tardado algún tiempo en conseguir que la joven le revelase toda su historia.

Durante un descanso, en que aprovecharon para dejar beber a sus monturas y estirar un poco las piernas, Willow decidió darles las gracias y despedirse de ellos, alegando que tenía que visitar a alguien de las afueras y añadiendo que esperaba que visitasen su taller en Baslodia cuando pasasen por allí, cosa que sin duda la de cabellos cenicientos haría, aunque no de momento. Quizá sería bueno esperar un tiempo, darle margen para que investigase más acerca de aquellas cerraduras que solo podían abrirse con magia, luego tendría que encargarle una y explicarle para qué la quería, ya que debía ser tan segura como fuese posible.

Solo estaban a un par de horas de su destino así que sabiendo que el elfo no debería tener problema para llegar, Elen lo siguió con la mirada mientras se subía a su alce. - Cuenta con ello, hasta la vista. - dijo antes de que el animal se pusiera en marcha. El dragón también se despidió, y luego se acercó a al riachuelo para llenar una de las cantimploras mientras su compañera revisaba el estado de los caballos. Llevaban viajando sin descanso durante varios días y tanto ellos como sus monturas se habían ganado un merecido descanso, pero éste no llegaría hasta que cruzasen los muros de Lunargenta. Con eso en mente, se tomaron unos minutos y luego volvieron al camino, del cual no salieron hasta verse ante las puertas de la bulliciosa ciudad.

La noche había cubierto con su manto el lugar, pero gracias a los orbes de energía eso no fue un problema, y una vez en Lunargenta, por fin pudieron dirigirse a la posada para relajarse, cenar algo y retirarse a dormir hasta el día siguiente, o al menos esos eran los planes del alado, la benjamina de los Calhoun en cambio tenía una larga noche por delante. Elen quería trabajar las escamas de lamia lo antes posible para no perder ni una sola gota del valioso potenciador que la había empujado a las tierras del este, así que encendería el fuego y se pondría manos a la obra nada más llegar a su habitación.

Con suerte tendría todo acabado en algo menos de dos horas, y sin nada previsto para el día siguiente, podría quedarse en la cama hasta las tantas para recuperar el sueño perdido.

Off: Con este post lo damos por cerrado, pondré la etiqueta en el título.

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