La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
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La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Evento: La Feria de Invierno
(tercera parte)
(tercera parte)
Nota: Para comprender esta historia es importante haber leído la primera parte, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
* * *
Cuando el pequeño Mathis despertó, ya la botella de leche estaba esperándole a la temperatura perfecta. El chiquillo de ojos azules y cabello cobrizo dio un abrazo a su hermano, recibiéndola.
–Freddy, ¡no quiero que te vayas nunca! –exclamó, apretando tan fuerte que el flacucho estudiante del Hekshold casi pierde la respiración.
–Eso no es posible, Mathis, ya sabes que terminada la feria tengo que seguir estudiando –contestó el mayor.
–¿No pueden salir a jugar o algo? algunas queremos dormir –dejó salir la voz de una niña a la que no se le veía más que un mechón rojizo asomarse entre las viejas cubiertas de la cama en que dormían todos los hijos de la familia Unfrid.
–De todas maneras tengo que salir. Kathy, te dejé un vaso de leche caliente en la mesa –contestó Freddy.
Tras algunos abrazos extras del Mathis, de despertar a su otra hermana, Cynthia, quien aún no era capaz de pronunciar su nombre, y de ponerse sus botas ya raídas, pero que aún conservaban cierta elegancia del uniforme del Hekshold, el joven dejó la habitación.
El resto de su casa no era muy grande. Apenas un comedor viejo, tan cerca de la estufa que tenía una esquina quemada, un par de sillas funcionales (y otras dos apiladas con sus patas rotas), y una esquina que hacía de bodega. Freddy agregó otro leño al fuego y salió al camino.
No tardaría en llegar al sendero de los jardines de la familia Burnouf.
Aquel lugar siempre había tenido un sentido especial para el joven, quizás por el hecho de que era su escondite preferido. A pesar de ser propiedad privada, sus dueños dejaban que cualquiera los recorriera, además de que su mantenimiento daba trabajo a muchos lugareños. La familia Burnouf era muy querida en la zona.
No para Freddy.
Finalmente dio con la persona que buscaba.
Se trataba de una mujer de cachetes rojizos y algo regordetes, a pesar de que su figura completa no era particularmente gruesa. Su cabello no se apreciaba debajo del pañuelo que le envolvía por completo, pero sus pecas abundantes daban ciertas señales de que podía coincidir con el color del de su hijo.
–Mamá, ya me voy a la Feria –dijo el muchacho.
–¿Ya es hora? –contestó ella, mirando el sol. La primavera ya se aproximaba y los días no estaban nublados ni lluviosos tan seguido–. ¡Ay, hijo!, sé que para ti es importante. En cuanto termine de limpiar los arbustos de la señora Burnouf voy a llevar a tus hermanos.
–No es necesario que te apresures, mamá. De todas maneras en la mañana son las cosas más aburridas. Los juegos más divertidos son al atardecer –contestó el joven.
–Hijo, eres el primero de nuestra familia en ir al Hekshold y sé que has trabajado duro. Yo y tus hermanos estaremos allí para apoyarte. Mírate, si ya eres todo un hombre, llegarás lejos, hijo mío, pero nunca te avergüences de quién eres ni olvides de dónde vienes –prosiguió ella, tomándole de los hombros con cariño. Él la había superado en estatura hace ya algunos años.
–No digas eso, mamá... sabes que no lo hago.
El chico se mordió los labios para no decir nada más, pero una voz en lo profundo de su ser quería abrazar a su madre y prometerle que iba a obtener mucho dinero si todo iba según su plan, y que todo ese dinero se lo iba a regalar a ella para ayudar a sus hermanos.
Quizás hasta podía lograr que Kathy también entrara al Hekshold.
* * *
–Por tercera vez, Eliana, sal de esa habitación de una buena vez, ¡no me hagas tener que gritar! –dijo el hombre en un tono que bien podía considerarse gritar.
Sólo obtuvo un silencio de respuesta.
–¡Por amor al Éter! ¡¿Qué bicho te ha picado ahora de que no quieres ir?! la semana pasada no parabas de hablar de tu proyecto de alquimia –prosiguió en un tono más suave, preocupado–. Sabes que tu madre ha pasado semanas dirigiendo la preparación del escenario, ¿no? si se ha levantado antes del gallo para ir a afinar los últimos detalles.
Esta vez tampoco hubo palabras, pero sí algunos ruidos de movimiento. El padre esperó con paciencia, ajustando su fino bigote de tanto en tanto, un hábito que sólo hacía cuando estaba realmente nervioso. Eventualmente la puerta se abrió.
La muchacha que emergió iba aún en pijamas y sus ojos rojizos daban a entender que había llorado mucho y dormido poco.
–No quiero ir –dijo pesadamente.
–¿Ha pasado algo, cariño? –prosiguió el hombre, pasando su mano por el cabello desaliñado de la joven.
–Yo... mi proyecto... no lo terminé a tiempo –dijo ella dubitativa e inquieta–. No quiero llegar a la feria sin nada que mostrar.
El hombre se arrodilló frente a ella.
–Ya ves, te dije que no intentaras algo tan difícil. Pero no te preocupes, eres una Burnouf. Obtuviste las notas más altas de tu clase en el Hekshold el año pasado, eres ya toda una experta en alquimia. Como tu padre, tu abuelo y su madre antes que él, nuestra familia siempre ha destacado por su éxito y aporte al progreso de nuestra raza. Tú no eres la excepción, ni eres menos que ellos.
Eliana asintió, aunque en su rostro no se notaba que tomara muy en serio aquellas palabras. En su interior sabía que todos esperaban de ella que su receta fuese a ser la más importante. Sus profesores le habían preguntado por ella desde hace semanas y, aunque su padre no lo dijera, sabía que él estaría decepcionado si ella no mostraba nada.
Y quizás su padre se lo perdonaría, al final el brujo del bigote era el más comprensivo de la familia, pero su madre... su madre seguro había hablado con todas las mujeres de alta sociedad sobre el proyecto de alquimia de su hija, quizás hasta exagerando.
Su madre no le iba a dejar pasar el haber hecho todo ese esfuerzo en preparar la feria para que su hija se luciese y que ésta no tuviera nada que mostrar.
Su madre seguro no le iba a hablar por meses y le recordaría por meses... no, años, el haberla dejado como una mentirosa con las otras familias de éxito.
Aquel día iba a ser un desastre.
Pero quizás, sólo quizás... quizás aún era capaz de crear algo para la feria, aunque no fuera tan bueno como su receta robada. Su cabeza comenzó a trazar diagramas.
* * *
Llegó el turno de Freddy.
Eliana lo vio caminar al escenario. El emblema del Hekshold, junto a los cuatro escudos, uno por cada casa, estaban relucientes en aquel arco de madera fresca. Las flores, aquellas que la señora Unfrid había cuidado con tanto esmero de las inclemencias del clima, ahora adornaban una alfombra que había sido traída directamente desde Dundarak, sin escalas.
Ella divisó a la mujer, la jardinera. La madre de Freddy miraba orgullosa a su hijo desde un rincón. Aún llevaba su sucia ropa de trabajo y tenía niños pequeños de los que preocuparse, por lo que era natural que no tomara un puesto de honor. Eliana sintió ganas de llamarla a acercarse, pero sabía que ella diría que no y que sólo la pondría en vergüenza.
Suspiró y se fijó en el chico.
El pelirrojo nunca había destacado en la alquimia, pensó. No es que no fuera listo, se le daba muy bien su extraña magia, pero, según los profesores, le faltaba disciplina y dedicación para llegar lejos en una profesión.
Eliana lo aplaudió. Después de todo, él había sido amable con ella cuando se habían encontrado unos días atrás, en el sendero. Un día habían sido amigos, cuando eran pequeños, cuando la señora Unfrid lo llevaba consigo a su trabajo en el jardín y Freddy aún se escondía en sus faldas y tenía miedo de quedarse solo en casa. Entonces era un niño tierno y bonachón.
Freddy dijo algunas palabras, aunque Eliana no lo escuchó bien. El muchacho siempre había sido algo torpe para hablar en público. Luego de eso, vertió un frasco sobre un montón de tierra.
Lo que ocurrió a continuación sacó una ovación del público. La tierra flotó y se aglutinó, para luego brillar intensamente. Acto seguido, sobre la mesa descendió una paloma blanca. Los jueces se acercaron, la examinaron y dieron su veredicto.
Aquello no era una ilusión, Freddy de verdad había sido capaz de crear un ser vivo con una fórmula alquímica.
Aún quedaba tiempo para que otras personas presentaran sus proyectos, pero, a juzgar por la reacción de los presentes, era claro quién iba a obtener el primer premio.
Excepto que Eliana, de pie, en un rincón, con un nudo en la garganta y lágrimas en el rostro, sabía la verdad. Ella sabía que esa era su fórmula, la que le había sido robada.
Saludos, ciudadanos de Aerandir.
Damos inicio a la última etapa del evento La Feria de Invierno.
La temática, como sabéis, trata de una feria en Beltrexus orientada a lucir los avances tanto en la magia como en las profesiones.
Allí encontraréis, por supuesto, puestos de venta de todo tipo, desde comida hasta extrañas invenciones, además de diversos juegos para animar a la gente a gastar sus aeros.
En primera instancia se trata de un evento social donde podéis simplemente postear vuestro paso por la feria, encontraros con otros usuarios, disfrutar de la ambientación, etcétera.
Pero, además de esto, existirán cuatro objetivos opcionales que podéis cumplir, cada uno ambientado en una casa del Hekshold.
Objetivo Axhol
La Casa Axhol del Hekshold se caracteriza por el estudio, la sabiduría y el aprendizaje de múltiples vías para resolver los problemas. Esto les lleva a que premien a aquellos que más aprendan durante el evento.
La Feria de los brujos no podía sino tener sus propias recetas. Estas recetas tienen, siguiendo la temática, un énfasis en la magia, ya sea para ser usados por personajes basados en magia, o bien por tener un efecto de naturaleza mágica, pero diseñados para especializaciones más de combate. Por supuesto, también hay algunas recetas basadas más en el ingenio que en lo arcano.
Las recetas que se ofrecen a continuación (en el segundo post de este tema, por asunto de espacio) podrán ser compradas por cualquiera que participe del evento. Sólo estarán disponibles para ser adquiridas durante el mismo (si bien es posible que algún día, más adelante, sean incorporadas al Mercado general).
Sólo se podrán adquirir recetas de profesiones que la persona posea. Las recetas no representan obtener un libro o pergamino, sino recibir entrenamiento de parte de brujos o mercaderes en la zona. Hay que describir cómo se convence a ese maestro y se realiza el entrenamiento.
Se puede comprar un máximo de 5 recetas durante el evento, por PJ (nada impide, sin embargo, que luego podáis enseñaros unos a otros).
Todos aquellos que aprendáis al menos una receta de la lista recibiréis un Token de Axhol al final del evento.
Objetivo Skarth
La casa Skarth valora la perseverancia, el esfuerzo y levantarse ante cada fracaso para volver a intentarlo. Esto les lleva a ser muy cercanos a los juegos de competencia, que ven como una manera de desarrollar el carácter y las habilidades personales.
Los brujos no sólo usan la magia para entrenarse, sino que también para divertirse. ¿O será que aparentan divertirse para competir unos con otros?
A lo largo de la feria existirán diversos juegos, la mayoría con algún toque mágico. De acuerdo a la cultura bruja, estos juegos suelen buscar la competencia y lucir las habilidades personales, siendo a menudo más una manera de demostrar la valía personal que de pasarla bien.
Os invito a usar vuestra propia imaginación para relatar algún juego. Podéis inventarlo completamente, siempre y cuando tenga sentido en la ambientación de Aerandir.
Aquellos que hagáis un post en que participéis (o creéis) un juego, os haréis acreedores de un Token de Skarth al final del evento.
Objetivo Hartem
La Casa Hartem del Hekshold pone el logro por sobre todas las cosas. Son muy estrictos y ambiciosos y es natural que favorezcan a aquellos que destaquen en el objetivo principal de la Feria: la venta de objetos. El propio maestro Heck Hartem se encarga de una fragua y valora mucho el trabajo manual.
Por supuesto, no es una feria de profesiones sin la posibilidad de que los mismos usuarios participéis de las ventas.
Todos aquellos que poseáis un taller aprobado podéis vender vuestros propios productos durante la feria. Para ello, debéis hacer un post con vuestros precios.
La creación del objeto será en la misma feria, no en vuestros talleres. Sacad juego de esto, relatando cómo instaláis un taller en un puesto de la feria u obtenéis permiso para usar uno de los talleres que el Hekshold ha dispuesto para uso público.
Tanto aquellos que compréis a otro usuario, como aquellos que vendáis, recibiréis un Token de Hartem al final del evento. Adicionalmente, se recibirá un premio pequeño adicional sorpresa en base al número de compras y ventas.
Nótese que el Token es sólo uno, sin importar el número de compras o de ventas.
Objetivo Myrddin
Pensar y mirar las cosas desde distintos puntos de vistas es el foco de la enseñanza de la Casa Myrddin. Abandonando las verdades como absolutos, ellos premian a quienes son capaces de cuestionar todo y buscar su propia opinión.
Desde la primera etapa de este evento hay una historia desenvolviéndose. Se trata de una pugna entre dos jóvenes brujos, Eliana y Freddy. Como sabéis, Freddy robó una receta a Eliana para destacar en la Feria.
Durante el evento, cada PJ puede contribuir a ayudar a uno de ellos. Las opciones son las siguientes:
- Ayudar a Eliana: Es triste que el fruto de todo tu esfuerzo desaparezca, en especial si otro se lleva el mérito por ti. Si optas por este camino, debes ayudar a Eliana a crear otra receta para lucir en la feria. Con tan poco tiempo, es difícil que haga algo al nivel de la robada, pero... ¿quién sabe?.
- Perjudicar a Eliana (ayuda a Freddy): Si optas por este camino, deberás, de alguna manera, interrumpir a Eliana en sus esfuerzos por volver a obtener una nueva receta a tiempo. Te asegurarás de que sólo Freddy destaque, obtenga todos los premios y ayude a su familia con el dinero.
- Ayudar a Freddy: El camino de los brujos es el del logro, sin importar los medios. El engaño es sólo otro camino. En esta opción puedes ayudar a Freddy a cubrir su rastro, eliminar pistas que le incriminen o bien contribuir a hacer que su receta sea más efectiva. Estarás ayudando a una familia pobre a tener un muy necesario dinero extra.
- Perjudicar a Freddy (ayuda a Eliana): La justicia debe prevalecer y el ladrón debe pagar por lo que hizo. En este camino contribuirás a que Freddy sea descubierto y expuesto por el robo de la receta. Puedes encontrar una pista, ver algo sospechoso o cualquier cosa que ayude a descubrirle. De paso, Eliana será reconocida como la verdadera creadora de la receta robada y recibirá su merecido premio.
Nota: Cualquiera sea la opción que tomes, no puedes hacer un post en donde todo se resuelva de inmediato. Recuerda que tu labor es sólo contribuir a que una de estas resoluciones ocurra. Por ejemplo, no se permite que de pronto veas a Freddy con evidencia en las manos y lo expongas ante todos, o que de un plumazo logres que Eliana fabrique su receta. Los aportes deben ser sutiles y dejar la puerta abierta a que otros sigan avanzando la historia.
Cada PJ puede contribuir a una sola de estas resoluciones y, sin importar el número de posts, se contará como una sola contribución. Si alguien quiere que su contribución sea en un camino un poco distinto a lo planteado en las opciones, debe especificarlo en el comentario off-rol.
Quienes contribuyáis a alguna de estas resoluciones obtendréis un Token de Myrddin al final del evento.
Tokens del Hekshold:
Como mencionamos, hay 4 objetivos opcionales. Cumplir cada uno de ellos te hará acreedor de uno de estos Tokens al final del evento. Puedes participar en todos los que quieras.
Aún no revelaremos qué se obtiene con ellos, es una sorpresa para el final, pero es obvio que el premio será mayor para aquellos que reúnan más de estos Tokens.
Cada post del evento puede contribuir a uno sólo de estos objetivos. No se puede hacer un "combo" y cumplir todo en un solo post. Cada vez que lo hagáis, debéis incluir un comentario off-rol al final del post para mayor claridad al revisar (indicando, por ejemplo, la elección que habéis hecho, en el caso del objetivo Myrddin).
Reglas de Participación:
- Puedes participar con una sola de tus cuentas (esto debería ser obvio, por el artículo I.6 de nuestras [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], pero lo recalco por si hay dudas).
- No es necesario ser alumno del Hekshold ni brujo para participar y obtener los tokens. Todos pueden obtener los premios.
- Este evento permanecerá abierto hasta el viernes 10 de abril.
Actualización (aclaraciones y decisiones derivadas de consultas de usuarios):
- Es posible aprender una receta de un nivel superior al que puede crear, pero en ese caso se considera que el PJ aún la está perfeccionando y no podrá fabricar ese objeto hasta tener el nivel de profesión necesario.
- A petición de algunos usuarios, se permitirá incluir cuentas adicionales, pero siguiendo los siguientes criterios:
- Debe avisarme que está incluyendo un alt o cuenta secundaria (el no avisar será motivo de sanción). Puede avisarme por MP.
- Las cuentas secundarias no obtendrán recompensas al final del evento, ni tokens, ni experiencia ni aeros (el evento fue planteado para una cuenta por usuario, la participación extra será sólo un bonus).
- Las cuentas secundarias sólo podrán comprar (productos y recetas), vender e interactuar socialmente con otros usuarios, nunca con una cuenta de su mismo usuario. No pueden intervenir en la historia central.
- Las cuentas secundarias podrán aprender un máximo de 3 recetas cada una.
Rad
Master
Master
Cantidad de envíos : : 223
Nivel de PJ : : 0
Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Recetas Disponibles
Estas recetas pueden ser adquiridas por los usuarios durante el evento. Cada PJ puede comprar un máximo de 5.
También es posible comprar el objeto confeccionado, en cuyo caso deben relatar en el post su compra a un mercader de la feria.
Precio para aprender:
Recetas de nivel Principiante: 10 Aeros.
Recetas de nivel Avanzado: 30 Aeros.
Recetas de nivel Experto: 60 Aeros.
ALQUIMIA:
Nivel Principiante:
Éter Cristalizado: [Joya] Siempre que no lleves una armadura, te permite utilizar un Encantamiento de Armadura sobre tus ropas normales (o falta de ellas).
- Creación: 40 Aeros.
- Compra: 80 Aeros.
Medicina Multipropósito: [Elixir, Consumible] Analgésico, antiséptico, antibiótico y desinfectante todo en uno en base a hierbas. Puede ayudar con varias enfermedades. Se fabrican 3 por el costo de producción.
- Creación: 30 Aeros.
- Compra: 60 Aeros.
Nivel Avanzado:
Pesadilla Embotellada: [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido grisáceo oscuro que parece gas atrapado. Al contacto con el aire se levanta una nube negra, que al ser aspirada causará alucinaciones de los temores más profundos de la persona por un turno.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Elixir de Frigg: [Elixir, Limitado, 1 Uso] Entras en un estado de conciencia alterada. Durante hasta 5 minutos, una parte de tu Éter deja tu cuerpo y se mueve como una nube visible. No puede atravesar objetos sólidos, pero sí apretarse a través de rendijas. Puedes ver y oír a través de ella, pero pierdes los sentidos de tu cuerpo. Tras despertar, estarás somnoliento hasta tu siguiente turno.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Nivel Experto:
Piedra Filosofal Falsa: [Joya, Limitado, 1 Uso] Al activarse sobre un conjunto de materiales (max: 30 kgs), permite combinarlos y darles forma para que se conviertan en un objeto inerte del que se conozca su composición.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
Poción de Rescate: [Elixir, Emergencia, Consumible] Sana una herida, de cualquier gravedad, en pocos segundos. Un mismo personaje puede consumir máximo un Elixir de Emergencia por rol.
- Creación: 130 Aeros.
- Compra: 260 Aeros.
ARCANOS:
Nivel Principiante:
Refugio: [Encantamiento de Capa] La capa es impermeable y genera un agradable calor si hace frío, o frescura si hace calor, ayudando a la supervivencia.
- Creación: 40 Aeros.
- Compra: 80 Aeros.
Alerta: [Encantamiento] El objeto encantado adquirirá un tenue brillo cuando se encuentre a menos de 50 metros de una raza o subtipo de criatura (elegida al momento de encantar el objeto). El brillo aumentará a menor distancia.
- Creación: 40 Aeros.
- Compra: 80 Aeros.
Nivel Avanzado:
Manto de Aroma: [Encantamiento] El objeto oculta el olor del portador, impidiendo el rastreo por este medio.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Rechazo: [Encantamiento] El objeto encantado dará una fuerte descarga eléctrica a quien intente usarlo, excepto su dueño.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Nivel Experto:
Pluma: [Encantamiento de Capa] Cuando el portador está cayendo, lo hará de manera más lenta, evitando cualquier daño por caída. Puede usarse para planear distancias cortas.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
Botas de Orwandil: [Encantamiento de Botas] Las botas ahora permiten caminar o correr sobre líquidos, a voluntad, pero al detenerse la persona se hundirá.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
CARPINTERÍA:
Nivel Principiante:
Vara del Aprendiz Tensai: [Arma] Canaliza la magia elemental, permitiendo utilizar su cabeza para mantener un elemento sin dañarla y facilita ligeramente apuntar ataques a distancia.
- Creación: 50 Aeros.
- Compra: 100 Aeros.
Carcaj Ligero: [Accesorio] Sirve para portar flechas y sacarlas de manera rápida y cómoda en el combate.
- Creación: 30 Aeros.
- Compra: 60 Aeros.
Cervatana: [Arma] provista de dardos especiales capaces de contener veneno e inyectarlo rápidamente al sistema del enemigo. El daño en sí mismo del arma es mínimo. El veneno se agrega de manera separada. Baja precisión.
- Creación: 50 Aeros.
- Compra: 100 Aeros.
Nivel Avanzado:
Máscara de Hada: [Yelmo] Mientras el personaje esté completamente quieto en un lugar con cobertura de fenómenos naturales, como follaje, niebla o lluvia, una ilusión le creará un camuflaje completo, imitando el entorno.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Vara del Conjurador: [Arma de Dos Manos] Cada vez que uses una habilidad mágica aprendida por nivel y de usos limitados, sosteniendo esta vara, la vara además lanzará una esfera de energía que causa daños leves.
- Creación: 120 Aeros.
- Compra: 240 Aeros.
Nivel Experto:
Vara del Archimago: [Arma de Dos Manos] Elaborada con madera cargada de Éter, Permite a su portador gastar un uso de una de sus habilidades mágicas para generar una descarga de Éter en forma de rayo que hace daño según el nivel de la habilidad gastada y frecuencia de disponibilidad.
- Creación: 200 Aeros.
- Compra: 400 Aeros.
Cervatana de Precisión: [Arma] muy precisa, provista de dardos especiales capaces de contener veneno e inyectarlo rápidamente al sistema del enemigo. El daño en sí mismo del arma es mínimo. El veneno se agrega de manera separada.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
CURTIDURÍA:
Nivel Principiante:
Melena de la Manada: [Capa] Confeccionada con la piel de un animal específico, desprende un aroma que hace que los animales de esa especie vean al portador como un amigo, pudiendo incluso llegar a ayudarle si le ven en peligro.
- Creación: 40 Aeros.
- Compra: 80 Aeros.
Grimorio del Aprendiz Elemental: [Arma de una Mano] Cada vez que uses una habilidad elemental con enfriamiento, tu siguiente ataque físico añadirá una leve cantidad de daño del mismo elemento, mientras mantengas el grimorio en tu mano.
- Creación: 50 Aeros.
- Compra: 100 Aeros.
Nivel Avanzado:
Pañuelo de Loki: [Limitado, 2 Usos] Pequeño pañuelo de tela. Cuando alguien roza los labios de una persona, atrapa su voz. Al susurrar algo dentro del pañuelo, este repetirá el mensaje, imitando la voz de la persona a un volumen equivalente a qué tan desdoblado este el pañuelo.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Grimorio de Telekinesis: [Arma de una Mano] Sólo Brujos. Te permite usar tu Telekinesis como una presión en forma de cono desde tu mano que daña seres vivos (no puedes controlarlos directamente). Debes sostener el grimorio en una mano.
- Creación: 110 Aeros.
- Compra: 220 Aeros.
Nivel Experto:
Pata cercenada: [Limitado, Joya, 1 Uso] Pendiente con el cuero de la pata de un animal que haya muerto violentamente. Al decir su nombre (el usuario le bautiza), se levantará y apuntará a una fuente de peligro cercana (puede ser un enemigo oculto, una trampa, etc). En temas con máster, será éste quien indique hacia dónde apunta.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
Grimorio de Guerra: [Arma de una Mano] Permite a su portador gastar un uso de una de sus habilidades mágicas para generar un recubrimiento de Éter en su otra mano o arma, que hace daño según el nivel de la habilidad gastada y frecuencia de disponibilidad.
- Creación: 180 Aeros.
- Compra: 360 Aeros.
INGENIERÍA:
Nivel Principiante:
Maquinaria Belica: [Técnica] El ingeniero diseña un arma para sitiar o defender edificios, supervisa la construcción e instalación, e instruye a los artilleros.
Botas Saltarinas: [Botas, Artilugio, 1 Uso] Poseen una suela resistente con un compartimiento para resortes. Al activarse, desprenden los resortes, permitiendo realizar un salto del doble de lo normal. Disponer de 5 minutos para volver a poner todo en su lugar permite recuperar el uso.
- Creación: 40 Aeros.
- Compra: 80 Aeros.
Nivel Avanzado:
Red Compacta: [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Esfera metálica que contiene una red de un tejido fino, pero resistente, capaz de contener a un adulto por un turno. Al lanzarse, se abre rápidamente y despliega la red, pudiendo atrapar a un objetivo.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Botas Percutoras [Botas, Arma] Botas de cuero con recubrimientos metálicos equipados con un sistema mecánico que amplifica la fuerza e impulsan las patadas, agregando mucha potencia. Diseñados para personas de poca fuerza. Si los usa alguien fuerte, se rompen. Calidad Normal
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Nivel Experto:
Botas Percutoras 2.0: [Botas, Arma] Botas de cuero con recubrimientos metálicos equipados con un sistema mecánico que amplifica la fuerza e impulsan las patadas, agregando mucha potencia. Diseñados para personas de poca fuerza. Si los usa alguien fuerte, se rompen. Calidad Superior.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
Gancho Retráctil: [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Mecanismo que libera una cuerda de 5 metros con un gancho por cada uno de los 2 extremos. Tras 5 segundos de lanzarse, las cuerdas se recogerán rápidamente y con fuerza, jalando aquello a lo que los ganchos se sujeten hasta juntarlos.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
HERRERÍA:
Nivel Principiante:
Casco Brutal: [Yelmo] Reforzado y con puntas, este Yelmo es excelente para volver muy peligrosos tus cabezazos.
- Creación: 40 Aeros.
- Compra: 80 Aeros.
Arma Flexible Pobre: [Arma Flexible] Compuesta principalmente por una cadena, aunque se puede agregar mango y algún objeto sólido en la punta. Es de calidad Pobre.
- Creación: 30 Aeros.
- Compra: 60 Aeros.
Botas Metálicas: [Botas] Simples, pero otorgan una buena protección y mejoran la efectividad de tus patadas.
- Creación: 30 Aeros.
- Compra: 60 Aeros.
Nivel Avanzado:
Joyas de Reserva: [Limitado, 2 Usos] Conjunto de joyas de fina confección, poseen un gran valor comercial y atractivo. Pueden usarse en un rol como soborno o pago de algún servicio.
- Creación: 90 Aeros.
- Compra: 180 Aeros.
Anillos del Vínculo: [Joya, 1 Uso] Se fabrican como un par y para crear el vínculo es necesario algún tipo de ceremonia (una sola vez) entre dos personas que se amen intensamente. Uno de los portadores puede meditar 10 minutos pensando en el otro. Tras ello, puede enviar un mensaje telepático de hasta 2 frases. La próxima vez que la otra persona duerma, recibirá este mensaje junto a agradables sueños sobre su pareja. Sólo es posible tener un vínculo al mismo tiempo.
- Creación: 100 Aeros.
- Compra: 200 Aeros.
Arma Flexible Regular: [Arma Flexible] Compuesta principalmente por una cadena, aunque se puede agregar mango y algún objeto sólido en la punta. Es de calidad Normal.
- Creación: 80 Aeros.
- Compra: 160 Aeros.
Guantes de Protección: [Guantes] Equipados con gruesas capas metálicas, pueden incluso servir como escudo para, por ejemplo, detener ataques de espada con la mano.
- Creación: 90 Aeros.
- Compra: 180 Aeros.
Nivel Experto:
Diadema del Hechicero: [Yelmo, Joya] Confeccionada con aleaciones que reaccionan con el Éter. Cuando uses una habilidad mágica de usos limitados de nivel 4 o superior y siempre que no lleves una armadura (excepto túnica), tu cuerpo se cubrirá de una capa de Éter que otorgará una protección similar a una armadura ligera contra el siguiente ataque, hasta tu próximo turno.
- Creación: 150 Aeros.
- Compra: 300 Aeros.
Arma Flexible Superior: [Arma Flexible] Compuesta principalmente por una cadena, aunque se puede agregar mango y algún objeto sólido en la punta. Es de calidad Superior.
- Creación: 130 Aeros.
- Compra: 260 Aeros.
Agradecimientos especiales a: Asher Daregan, Kat B320 y Anders por sus aportes de ideas para recetas. Algunas de ellas han sido incluidas (en varios casos con ediciones) en esta lista.
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Había ido allí, hecho todo el viajecito, para aprender recetas nuevas, en serio. Palabra. De hecho, había estado de camino a uno de los artesanos, un curtidor algo gruñon. Pero entonces, se habia distraído con las bonitas luces que hacían unos cuantos brujos.
Parecía ser algún tipo de cartas, ilusorias claramente, pues cuando dejaban la carta en una mesa, la criatura que representaba aparecía, en tres dimensiones. Ante sus ojos, un dragón blanco de ojos azules se manifestó y soltó un chorro de lo que aprecia ser mercurio hirviendo, eliminando un golem metálico.
-¿Interesada?- Dijo uno de los adolescentes del grupo, mientras el perdedor le daba unas cuantas monedas al perdedor.
-No, gracias, solo estoy de paso.-
-Pfff, típico de los elfos, se acobardan ante la complejidad del Poker Paradójico Vostroyano Hypercubico.- estaba bastante segura de que le había reventado una vena después de oír eso.
-Primero, eso ni siquiera se parece remotamente al póker, segundo, esas palabras juntas no significan nada, solo os hacéis los inteligentes. Tercero. Vivo en una maldita taberna, deliráis si creéis que unos imberbes me van a ganar.-
Las normas necesitaron 10 minutos enteros para ser explicadas, y otros cinco para generar su baraja de cartas. En un intento de ser neutrales, uno de los chicos le había ayudado a escoger, y se había separado del grupo, para no revelar qué tipo de cartas tenia. Muy…deportivo, la verdad. Pero su espíritu deportivo no les salvaría cuando les destrozara.
-Lo siento cielo, pero ya has perdido. YO diseñe este juego para mi proyecto de clase, no tienes oportunidad.- Dijo Alucard. En realidad se llamaba Alex, pero insistía en ese otro nombre. Cosas de adolescentes suponía. -Activo mis cartas mágicas, el jarro de avaricia humana y gracia elfica, para robar 5 cartas de mi mazo, pero debo descartar dos. Descarto Aprendiz de Skarth y Sanador elfico, permitiéndome robar una carta más y adquiriendo 500 puntos de vida más.-
-Joder, ¿al fin? ¿No tienes más cartas que robar? Pongo un monstruo bocaabajo y acabo mi turno.-
-Activo señor de las bestias, que me permite invocar a tres monstruos de tipo bestia de inmediato al campo de batalla.- tres animales aparecieron ante la mesa. Una serpiente algo fea, un unicornio adorable y un perro que lucía algo enfermo.
-Bien, en mi tur…-
-NO ACABÉ.- Gritó Alex con un aire de superioridad. –Los sacrifico a los tres para invocar a una bestia aún más poderosa. Contempla al MEGA. ULTRA. HALCÓN. SOLAR.-
-Eso es un upelelo dorado.- se limitó a responder ella, mirando lo que claramente era un upelelo.
-BUENO, AUN ESTOY ESTUDIANDO ¿VALE? ¿SABES LO QUE CUESTA CREAR CADA UNA DE ESTAS CARTAS?-
-Perdón perdón, shesh.-
-Oh, esta tan muerta, sacó al mega-pollo.-
-ES UN HALCÓN. Y ACTIVO SU HABILIDAD, SACRIFICANDO TODOS MIS PUNTOS DE VIDA, SALVO 100, PARA AUMENTAR SU ATAQUE AL MÁXIMO.- el bichejo engordo, y un 9999 apareció en su cabeza. Dado que ambos tenían 3000 puntos de vida, lucia peligroso.
-Maldita sea, no debería haber apostado por ella. Pero ya es muy tarde. Debes creer en el corazón de las cartas, Valyria.-
-Las cartas no tienen sistema circulatorio.-
-Es una metáfora mujer, ¿qué os pasa a los elfos con las figuras literarias?-
-¿Quieres ver cómo te pateo el culo metaforicamente?-
-No señora, lo siento señora.-
-Y para acabar mi turno, activo Reliquia de la Gran Guerra, y equipo a mi noble Halcón con armas brujas, haciéndole indestructible y destruyo tu monstruo boca abajo.- Oía al pobre chaval que había apostado por ella quejarse en un rincón.
-Nada mal, un combo muy chulo. En fin, mi turno. Invoco al Gatito Estudiante.- puso la carta sobre la mesa, y un bonito gato blanco con un sombrero de brujo y una bola de cristal apareció ante ella.
-¿Ese patético gato? Es uno de los monstruos más débiles, su única ventaja es que daña al jugador enemigo al ser dest…-
-Exacto. Uso Máximo Sacrificio para destruir a mi gato, llevándose a un monstruo enemigo con él. Tu upelelo sobrevive al ser indestructible, pero su habilidad especial se activa igualmente. ÁLZATE, NEKOMANTE, Y ACABA CON MI ENEMIGO.- el gato explotó violentamente, y un adorable fantasma felino se alzó en su lugar, dirigiéndose hacia Alex y arañándolo, reduciendo su vida a 0. Hubo un discreto aplauso, y unas cuantas monedas cambiaron de manos, mientras ella se desperezaba.
-¿Qué clase de monstruo hace una baraja de animales adorables y cartas de sacrificio?- murmuró Alex, tan mal perdedor.
-Uno que quería ver cómo te derrumbas bajo el peso de adorables patitas felinas. No es mi culpa que les hayas puesto efectos tan chulos a todos y cada uno, y que la mayoría se activen al morir.- Se limitó a decir levantándose de la mesa y desperezándose una vez más. Dejo las cartas de su mano ante el chico, y una bola de estambre apareció, salvo que ese hilo suelto tan característico era una mecha, y explotó unos segundos más tarde. Otra levantó una especie de biocibernetico con orejas de gato. Había sido divertido, pero había ido allí por un motivo.
__________
Mi intento de ganar el token de Skarth que totalmente no es YUGIOH ilusorio.
Parecía ser algún tipo de cartas, ilusorias claramente, pues cuando dejaban la carta en una mesa, la criatura que representaba aparecía, en tres dimensiones. Ante sus ojos, un dragón blanco de ojos azules se manifestó y soltó un chorro de lo que aprecia ser mercurio hirviendo, eliminando un golem metálico.
-¿Interesada?- Dijo uno de los adolescentes del grupo, mientras el perdedor le daba unas cuantas monedas al perdedor.
-No, gracias, solo estoy de paso.-
-Pfff, típico de los elfos, se acobardan ante la complejidad del Poker Paradójico Vostroyano Hypercubico.- estaba bastante segura de que le había reventado una vena después de oír eso.
-Primero, eso ni siquiera se parece remotamente al póker, segundo, esas palabras juntas no significan nada, solo os hacéis los inteligentes. Tercero. Vivo en una maldita taberna, deliráis si creéis que unos imberbes me van a ganar.-
Las normas necesitaron 10 minutos enteros para ser explicadas, y otros cinco para generar su baraja de cartas. En un intento de ser neutrales, uno de los chicos le había ayudado a escoger, y se había separado del grupo, para no revelar qué tipo de cartas tenia. Muy…deportivo, la verdad. Pero su espíritu deportivo no les salvaría cuando les destrozara.
-Lo siento cielo, pero ya has perdido. YO diseñe este juego para mi proyecto de clase, no tienes oportunidad.- Dijo Alucard. En realidad se llamaba Alex, pero insistía en ese otro nombre. Cosas de adolescentes suponía. -Activo mis cartas mágicas, el jarro de avaricia humana y gracia elfica, para robar 5 cartas de mi mazo, pero debo descartar dos. Descarto Aprendiz de Skarth y Sanador elfico, permitiéndome robar una carta más y adquiriendo 500 puntos de vida más.-
-Joder, ¿al fin? ¿No tienes más cartas que robar? Pongo un monstruo bocaabajo y acabo mi turno.-
-Activo señor de las bestias, que me permite invocar a tres monstruos de tipo bestia de inmediato al campo de batalla.- tres animales aparecieron ante la mesa. Una serpiente algo fea, un unicornio adorable y un perro que lucía algo enfermo.
-Bien, en mi tur…-
-NO ACABÉ.- Gritó Alex con un aire de superioridad. –Los sacrifico a los tres para invocar a una bestia aún más poderosa. Contempla al MEGA. ULTRA. HALCÓN. SOLAR.-
-Eso es un upelelo dorado.- se limitó a responder ella, mirando lo que claramente era un upelelo.
-BUENO, AUN ESTOY ESTUDIANDO ¿VALE? ¿SABES LO QUE CUESTA CREAR CADA UNA DE ESTAS CARTAS?-
-Perdón perdón, shesh.-
-Oh, esta tan muerta, sacó al mega-pollo.-
-ES UN HALCÓN. Y ACTIVO SU HABILIDAD, SACRIFICANDO TODOS MIS PUNTOS DE VIDA, SALVO 100, PARA AUMENTAR SU ATAQUE AL MÁXIMO.- el bichejo engordo, y un 9999 apareció en su cabeza. Dado que ambos tenían 3000 puntos de vida, lucia peligroso.
-Maldita sea, no debería haber apostado por ella. Pero ya es muy tarde. Debes creer en el corazón de las cartas, Valyria.-
-Las cartas no tienen sistema circulatorio.-
-Es una metáfora mujer, ¿qué os pasa a los elfos con las figuras literarias?-
-¿Quieres ver cómo te pateo el culo metaforicamente?-
-No señora, lo siento señora.-
-Y para acabar mi turno, activo Reliquia de la Gran Guerra, y equipo a mi noble Halcón con armas brujas, haciéndole indestructible y destruyo tu monstruo boca abajo.- Oía al pobre chaval que había apostado por ella quejarse en un rincón.
-Nada mal, un combo muy chulo. En fin, mi turno. Invoco al Gatito Estudiante.- puso la carta sobre la mesa, y un bonito gato blanco con un sombrero de brujo y una bola de cristal apareció ante ella.
-¿Ese patético gato? Es uno de los monstruos más débiles, su única ventaja es que daña al jugador enemigo al ser dest…-
-Exacto. Uso Máximo Sacrificio para destruir a mi gato, llevándose a un monstruo enemigo con él. Tu upelelo sobrevive al ser indestructible, pero su habilidad especial se activa igualmente. ÁLZATE, NEKOMANTE, Y ACABA CON MI ENEMIGO.- el gato explotó violentamente, y un adorable fantasma felino se alzó en su lugar, dirigiéndose hacia Alex y arañándolo, reduciendo su vida a 0. Hubo un discreto aplauso, y unas cuantas monedas cambiaron de manos, mientras ella se desperezaba.
-¿Qué clase de monstruo hace una baraja de animales adorables y cartas de sacrificio?- murmuró Alex, tan mal perdedor.
-Uno que quería ver cómo te derrumbas bajo el peso de adorables patitas felinas. No es mi culpa que les hayas puesto efectos tan chulos a todos y cada uno, y que la mayoría se activen al morir.- Se limitó a decir levantándose de la mesa y desperezándose una vez más. Dejo las cartas de su mano ante el chico, y una bola de estambre apareció, salvo que ese hilo suelto tan característico era una mecha, y explotó unos segundos más tarde. Otra levantó una especie de biocibernetico con orejas de gato. Había sido divertido, pero había ido allí por un motivo.
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Mi intento de ganar el token de Skarth que totalmente no es YUGIOH ilusorio.
Valyria
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Había llegado a la primera luz. Era tan solo el primer día, pero la Feria de Beltrexus empezaría pronto. Había mucho que hacer allí, pero por mi parte, no tendría mucho tiempo libre. Una multitud de mercaderes y estudiantes del Hekshold estaban terminando de preparar sus puestos. Yo tendría que hacer lo mismo.
Después de todo, me había tomado la molestia de venir en barco con todas mis mercancias. Y allí, en un puesto reservado muy de antemano, estaba la tienda de campaña. Tenía un tamaño considerable, suficiente para que entrasen varias personas. Por el momento era solo aquello, una tienda roja con bordados dorados, pero pronto empezaría a darle forma. Cuando los trabajadores terminaron con las cajas, empecé a sacar los contenidos.
Estaba concentrado en mi tarea, pero aun así, escuché al hombre llegar antes de que entrase. No me giré.
-Es pronto para compras.- dije, colocando las pociones en uno de los estantes.
-Oh. Err... hola.- Un chico. Joven. Estudiante, seguramente... Sin mucho éter, observé. ¿Humano? ¿Licántropo? -Me estaba preguntando de quien era la tienda. ¿Señor... Daregan?- preguntó. Me giré, con una mirada ligeramente irritada, pero lo dejé pasar. -Quería saludar antes de que estuviese lleno. Soy Arvid. Casa Axhol.- se presentó.
-Asher.- respondí, saludándolo con un gesto de cabeza. -¿Tienes tu propio proyecto, entonces?- pregunté.
-S-si, pero no tengo muchas esperanzas de ganar.- dijo, moviendo las manos sin saber que hacer con ellas. -Tengo varias cosas. Arcanas. Son útiles, creo... pero no, er, no "brillan" mucho.- titubeó. -Esperaba tener algunas hechas para vender, pero no he tenido tiempo.-
Podía ver a donde iba aquello.
-¿Quieres compartir ideas?- pregunté. Su cara se iluminó un tanto. -Explícame lo que tienes. Si alguna me interesa, te pagaré por ellas, a cambio de que pueda ponerlas a la venta en mi taller.- sugerí. Lejos de calmarse, el chico se emocionó lo suficiente como para tropezarse más con sus palabras. -Más lento. Te dejaré un papel, si te ayuda a aclararlo.- ofrecí, buscando entre las muchas cajas que quedaban por vaciar.
Según parecía, el chico era más ingenioso que carismático. No esperaba más de un proyecto decente, como máximo. Y a decir verdad, no eran cosas que llamasen mucho la atención... en su mayoría, al menos. Tenían usos muy específicos. Pero estaban mejor pensados de lo que imaginaba.
Pese a sus tartamudeos iniciales, una vez tomó carrerilla fue relativamente fácil entenderlo. Se notaba que era algo apasionado al respecto. Los esquemas que dibujaba para mostrar a lo que se refería lo facilitaban, desde luego.
Acabé algo más absorbido en aquello de lo que planeaba en un principio, ofreciendo algunos ajustes para optimizar algunos de los diseños. Para cuando acabó, apenas había progresado en mi instalación en absoluto.
-Nada mal. 190 aeros, por los cinco que hemos hablado en detalle. ¿Hecho?- El chico se tomó un par de segundos antes de reaccionar. Repitió la cifra en silencio, y asintió firmemente, casi sin creérselo. Una cifra generosa, a decir verdad. Podría permitirse algo decente en ese mercado.
Tras cerrar el trato y guardar los esquemas... aún tenía mucho que hacer. Suspiré. Mejor ponerme a trabajar.
Compro las recetas Arcanas: Pluma, Botas de Orwandil, Rechazo, Manto de Aroma y Refugio por un total de 190 aeros. Me llevo el token Axhol.
Abriré la tienda en el siguiente post.
Después de todo, me había tomado la molestia de venir en barco con todas mis mercancias. Y allí, en un puesto reservado muy de antemano, estaba la tienda de campaña. Tenía un tamaño considerable, suficiente para que entrasen varias personas. Por el momento era solo aquello, una tienda roja con bordados dorados, pero pronto empezaría a darle forma. Cuando los trabajadores terminaron con las cajas, empecé a sacar los contenidos.
Estaba concentrado en mi tarea, pero aun así, escuché al hombre llegar antes de que entrase. No me giré.
-Es pronto para compras.- dije, colocando las pociones en uno de los estantes.
-Oh. Err... hola.- Un chico. Joven. Estudiante, seguramente... Sin mucho éter, observé. ¿Humano? ¿Licántropo? -Me estaba preguntando de quien era la tienda. ¿Señor... Daregan?- preguntó. Me giré, con una mirada ligeramente irritada, pero lo dejé pasar. -Quería saludar antes de que estuviese lleno. Soy Arvid. Casa Axhol.- se presentó.
-Asher.- respondí, saludándolo con un gesto de cabeza. -¿Tienes tu propio proyecto, entonces?- pregunté.
-S-si, pero no tengo muchas esperanzas de ganar.- dijo, moviendo las manos sin saber que hacer con ellas. -Tengo varias cosas. Arcanas. Son útiles, creo... pero no, er, no "brillan" mucho.- titubeó. -Esperaba tener algunas hechas para vender, pero no he tenido tiempo.-
Podía ver a donde iba aquello.
-¿Quieres compartir ideas?- pregunté. Su cara se iluminó un tanto. -Explícame lo que tienes. Si alguna me interesa, te pagaré por ellas, a cambio de que pueda ponerlas a la venta en mi taller.- sugerí. Lejos de calmarse, el chico se emocionó lo suficiente como para tropezarse más con sus palabras. -Más lento. Te dejaré un papel, si te ayuda a aclararlo.- ofrecí, buscando entre las muchas cajas que quedaban por vaciar.
Según parecía, el chico era más ingenioso que carismático. No esperaba más de un proyecto decente, como máximo. Y a decir verdad, no eran cosas que llamasen mucho la atención... en su mayoría, al menos. Tenían usos muy específicos. Pero estaban mejor pensados de lo que imaginaba.
Pese a sus tartamudeos iniciales, una vez tomó carrerilla fue relativamente fácil entenderlo. Se notaba que era algo apasionado al respecto. Los esquemas que dibujaba para mostrar a lo que se refería lo facilitaban, desde luego.
Acabé algo más absorbido en aquello de lo que planeaba en un principio, ofreciendo algunos ajustes para optimizar algunos de los diseños. Para cuando acabó, apenas había progresado en mi instalación en absoluto.
-Nada mal. 190 aeros, por los cinco que hemos hablado en detalle. ¿Hecho?- El chico se tomó un par de segundos antes de reaccionar. Repitió la cifra en silencio, y asintió firmemente, casi sin creérselo. Una cifra generosa, a decir verdad. Podría permitirse algo decente en ese mercado.
Tras cerrar el trato y guardar los esquemas... aún tenía mucho que hacer. Suspiré. Mejor ponerme a trabajar.
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Compro las recetas Arcanas: Pluma, Botas de Orwandil, Rechazo, Manto de Aroma y Refugio por un total de 190 aeros. Me llevo el token Axhol.
Abriré la tienda en el siguiente post.
Última edición por Asher Daregan el Jue 19 Mar 2020 - 7:51, editado 1 vez
Asher Daregan
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Ryuu había escuchado nombrar sobre la feria de invierno de los brujos durante uno de sus viajes. De acuerdo a lo que escuchó en una posada, se trataba de una especie de reunión anual donde cada estudiante del Hecnosequé demuestra los resultados de su investigación o invención. Como alguien con conocimientos sobre lo arcano (básicos, claro está), este evento le resultaba llamativo. Después de todo, podría ver los trabajos de verdaderos estudiantes de magia, capaces de llevarlas a cabo ellos mismos. También habría comerciantes de diversos campos vendiendo objetos con alguna cualidad mágica.
Sin dudarlo, partió hacia Beltrexus. No conocía el lugar, pero ya se había acostumbrado bastante al hecho de viajar hacia lo desconocido. Quién sabe, tal vez logrará aprender algo allí. Como si volviera a ser un pequeño pichón, aceleró su vuelo hacia las islas que serían las anfitrionas de aquel evento.
Al llegar, no sabía hacia dónde mirar. Todo era tan llamativo, tan interesante. Había puestos de comida (que visitó primero, siguiendo la sonora sugerencia de su estómago), tiendas con juegos para pasar el rato, comerciantes de armas, armaduras y accesorios.
Luego de saciar su apetito, decidió visitar una de las tiendas de entretenimiento. Al parecer, estaban explicando la invención allí expuesta. Se trataba de un trabajo conjunto entre un arcano, un ingeniero y un herrero, quienes habían creado una especie de cajita de metal. En principio no parecía ser nada más que eso, pero al tocar una pequeña piedrita en la parte posterior de la caja, el gran cristal que se encontraba en una mesa cercana se... Encendía?
-¡Contemplen! La genialidad que están viendo ahora mismo es lo que llamamos Crioproyección, o CP para abreviar. Se trata de una fina lámina de hielo encerrada en un marco de metal que impide que se rompa fácilmente. Usando las habilidades de un brujo ilusionista y un arcano, hemos dotado al CP con la capacidad de emitir imágenes y sonido. De esta forma, podremos ver en el CP una historia narrada como si se tratara de una obra de teatro. Desgraciadamente, no podremos llevar a cabo la demostración que habíamos planeado originalmente ya que nuestro arcano... Bueno, digamos que una ilusión de dragón se salió de control durante los ensayos. Pero en cuanto se recupere y pueda volver a utilizar sus manos, seguiremos la investigación. Para el próximo año seguro ya lo tenemos todo listo.- Ryuu se apiadó en silencio del pobre arcano. Otra razón por la cual evitar a los dragones... Hasta sus ilusiones te pueden morder.
Aun así, el llamativo trío de estudiantes pudo mostrar otro uso del CP. Podían hacer uso de unos "cables" (una especie de cuerdas bastante comunes en el cuerpo de los Bio-ciberneticos según explicaron) para conectar el CP con la cajita de metal. Ésto permitía que en la lámina de hielo aparecieran unas figuras hechas de cuadritos que bajaban hasta la base de un gran rectángulo negro, como si cayeran lentamente en un pozo. Dichas figuritas desaparecían cuando "llenaban" una línea del "pozo". La entusiasmada bruja siguió con su explicación.
-Ante ustedes tienen al Cuadructor, el primer juego que creamos para el Aringher, nuestro dispositivo de juegos.- dijo mientras señalaba la cajita.
-Sigo pensando que sonaba mejor llamarlo Tetris. No entenderé jamás por qué no pudimos llamarlo así. ¿Que quiso decir el maestro con eso de marca registrada?- murmuraba el herrero.
Luego de un rato admirando el "juego", Ryuu decidió probarlo. Tomó asiento en el lugar designado, y la bruja se ubicó detrás de él, dando algunas indicaciones sobre el funcionamiento del artefacto. Cuando estaba a punto de tocar la piedrita que daba inicio al juego, se detuvo un segundo más de lo esperado. El aparato se "encendió" sin que Ryuu llegara a tocar la piedra. Durante el juego todo transcurrió normalmente, pero al momento de "apagarlo", volvió a demorarse un poco más en tocar la roca. Nuevamente, el aparato reaccionó antes de que el joven pudiera interactuar con la cajita de metal. Se marchó de la tienda, aburrido ya del pequeño juego, aunque fascinado con la gran habilidad de la bruja para engañar a toda esa gente con sus ilusiones. Aquellos más versados en la magia seguramente se darían cuenta rápidamente de aquella treta, pero los que no conocieran el arte de la manipulación del éter sin duda caerían en ella. Era un juego entretenido para pasar el rato, y no parecía dañar a nadie, así que no dijo nada. Pero si quisieran vender el CP como algo que realmente funcionará, sería una estafa aquí y en Lunargenta. Se dirigió hacia los mercaderes, en busca de recetas u objetos que comprar.
_________________________
Por si no quedó claro, "inventaron" una tv y una NES XD
El nombre Aringher sigue la misma idea de Nintendo, son las primeras sílabas de los nombres de sus creadores, solo que aquí se usa el nombre de sus profesiones: ARcano, INGeniero y HERrero
Edité el post para aclarar que todo era un simple engaño con ilusiones, ya que de la forma en que lo había puesto originalmente iba contra la ambientación medieval (aunque hiciera uso de magia y no de tecnología realista).
Y ese fue mi tonto intento de conseguir el token de Skarth
Sin dudarlo, partió hacia Beltrexus. No conocía el lugar, pero ya se había acostumbrado bastante al hecho de viajar hacia lo desconocido. Quién sabe, tal vez logrará aprender algo allí. Como si volviera a ser un pequeño pichón, aceleró su vuelo hacia las islas que serían las anfitrionas de aquel evento.
Al llegar, no sabía hacia dónde mirar. Todo era tan llamativo, tan interesante. Había puestos de comida (que visitó primero, siguiendo la sonora sugerencia de su estómago), tiendas con juegos para pasar el rato, comerciantes de armas, armaduras y accesorios.
Luego de saciar su apetito, decidió visitar una de las tiendas de entretenimiento. Al parecer, estaban explicando la invención allí expuesta. Se trataba de un trabajo conjunto entre un arcano, un ingeniero y un herrero, quienes habían creado una especie de cajita de metal. En principio no parecía ser nada más que eso, pero al tocar una pequeña piedrita en la parte posterior de la caja, el gran cristal que se encontraba en una mesa cercana se... Encendía?
-¡Contemplen! La genialidad que están viendo ahora mismo es lo que llamamos Crioproyección, o CP para abreviar. Se trata de una fina lámina de hielo encerrada en un marco de metal que impide que se rompa fácilmente. Usando las habilidades de un brujo ilusionista y un arcano, hemos dotado al CP con la capacidad de emitir imágenes y sonido. De esta forma, podremos ver en el CP una historia narrada como si se tratara de una obra de teatro. Desgraciadamente, no podremos llevar a cabo la demostración que habíamos planeado originalmente ya que nuestro arcano... Bueno, digamos que una ilusión de dragón se salió de control durante los ensayos. Pero en cuanto se recupere y pueda volver a utilizar sus manos, seguiremos la investigación. Para el próximo año seguro ya lo tenemos todo listo.- Ryuu se apiadó en silencio del pobre arcano. Otra razón por la cual evitar a los dragones... Hasta sus ilusiones te pueden morder.
Aun así, el llamativo trío de estudiantes pudo mostrar otro uso del CP. Podían hacer uso de unos "cables" (una especie de cuerdas bastante comunes en el cuerpo de los Bio-ciberneticos según explicaron) para conectar el CP con la cajita de metal. Ésto permitía que en la lámina de hielo aparecieran unas figuras hechas de cuadritos que bajaban hasta la base de un gran rectángulo negro, como si cayeran lentamente en un pozo. Dichas figuritas desaparecían cuando "llenaban" una línea del "pozo". La entusiasmada bruja siguió con su explicación.
-Ante ustedes tienen al Cuadructor, el primer juego que creamos para el Aringher, nuestro dispositivo de juegos.- dijo mientras señalaba la cajita.
-Sigo pensando que sonaba mejor llamarlo Tetris. No entenderé jamás por qué no pudimos llamarlo así. ¿Que quiso decir el maestro con eso de marca registrada?- murmuraba el herrero.
Luego de un rato admirando el "juego", Ryuu decidió probarlo. Tomó asiento en el lugar designado, y la bruja se ubicó detrás de él, dando algunas indicaciones sobre el funcionamiento del artefacto. Cuando estaba a punto de tocar la piedrita que daba inicio al juego, se detuvo un segundo más de lo esperado. El aparato se "encendió" sin que Ryuu llegara a tocar la piedra. Durante el juego todo transcurrió normalmente, pero al momento de "apagarlo", volvió a demorarse un poco más en tocar la roca. Nuevamente, el aparato reaccionó antes de que el joven pudiera interactuar con la cajita de metal. Se marchó de la tienda, aburrido ya del pequeño juego, aunque fascinado con la gran habilidad de la bruja para engañar a toda esa gente con sus ilusiones. Aquellos más versados en la magia seguramente se darían cuenta rápidamente de aquella treta, pero los que no conocieran el arte de la manipulación del éter sin duda caerían en ella. Era un juego entretenido para pasar el rato, y no parecía dañar a nadie, así que no dijo nada. Pero si quisieran vender el CP como algo que realmente funcionará, sería una estafa aquí y en Lunargenta. Se dirigió hacia los mercaderes, en busca de recetas u objetos que comprar.
_________________________
Por si no quedó claro, "inventaron" una tv y una NES XD
El nombre Aringher sigue la misma idea de Nintendo, son las primeras sílabas de los nombres de sus creadores, solo que aquí se usa el nombre de sus profesiones: ARcano, INGeniero y HERrero
Edité el post para aclarar que todo era un simple engaño con ilusiones, ya que de la forma en que lo había puesto originalmente iba contra la ambientación medieval (aunque hiciera uso de magia y no de tecnología realista).
Y ese fue mi tonto intento de conseguir el token de Skarth
Última edición por Shinoroa Ryuu el Jue 19 Mar 2020 - 11:03, editado 1 vez
Shinoroa Ryuu
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Transacciones actualizadas
Por petición de Rad, me pasaré por acá de vez en cuando para hacer efectivas vuestras transacciones.
Asher: -190 aeros por aprendizaje de recetas
- Puestos de mercado y adquisición de recetas:
PUESTOS DE MERCADO:
~~próximamente~~
RECETAS ADQUIRIDAS:
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Tras aquello, empecé a apresurarme. Esa tienda distaba mucho de ser mi tienda, pero aún podía hacerla más cómoda. Para empezar, coloqué los dos emisores de calor junto a la entrada y los activé. Tardarían unos minutos, pero harían la estancia mucho más agradable en comparación con el frío de fuera. La gruesa alfombra que cubría todo el suelo también ayudaba.
A los lados, coloqué además unos pocos cojines. Si alguien quería sentarse a esperar su pedido, podía quedarse allí. Habría espacio para al menos cuatro o cinco clientes, sin contar los que estuviesen levantados.
Por mi parte, tenía mi mesa de trabajo, aunque haría también de mostrador. Sobre este, había un catálogo con una multitud de objetos y encantamientos disponibles. A mi espalda tenía un par de estanterías con objetos variados, fácilmente accesibles. Si tenía que buscar reservas de algo, podía hacerlo en las cajas que había detrás. Quizás estuviese demasiado acostumbrado a mi tienda. Se me hacía pequeño, a decir verdad.
Pero seguía siendo mejor que los otros puestos. No podía quejarme.
Para cuando acabé, los primeros visitantes ya estaban caminando entre los puestos. Me senté, examinando los nuevos esquemas y pasándolos a limpio. Podía añadirlos a la lista. Estaba bastante seguro de poder reproducirlos a la primera.
No tardaron en llegar los curiosos. Las primeras reacciones parecían ser las mismas. Sorpresa, tanto por la temperatura como por la decoración, pese a ser bastante simple. Algunos se quedaban mirando los objetos a mi espalda, mientras que otros se ponían a leer el catálogo con curiosidad.
La mejor forma de atenderlos era pareciendo ocupado. Así no se forzarían a hacer conversación salvo que quisiesen algo, y me ahorraban la molestia. Por ello, llevé mis guanteletes al mostrador y comencé a examinarlos y pulirlos, probando de vez en cuando las runas eléctricas y asegurándome de que las garras seguían bien afiladas.
Aquello servía, además, para mostrar la clase de obra maestra que podía hacer. Y el cuidado extra nunca venía mal.
¡Quintaesencia abre su tienda para todos, enemigos mortales o no! Prometo no matar a nadie con dinero.
Los precios se encuentran en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Como podéis imaginar, siguen las mismas normas que mi taller, solo que he bajado los precios de algunos objetos durante el evento actual.
Como recordatorio, tengo objetos master de eventos pasados a la venta, y los productos de alquimia están a precio de materiales. Aprovechad y ganad vuestros tokens aquí.
A los lados, coloqué además unos pocos cojines. Si alguien quería sentarse a esperar su pedido, podía quedarse allí. Habría espacio para al menos cuatro o cinco clientes, sin contar los que estuviesen levantados.
Por mi parte, tenía mi mesa de trabajo, aunque haría también de mostrador. Sobre este, había un catálogo con una multitud de objetos y encantamientos disponibles. A mi espalda tenía un par de estanterías con objetos variados, fácilmente accesibles. Si tenía que buscar reservas de algo, podía hacerlo en las cajas que había detrás. Quizás estuviese demasiado acostumbrado a mi tienda. Se me hacía pequeño, a decir verdad.
Pero seguía siendo mejor que los otros puestos. No podía quejarme.
Para cuando acabé, los primeros visitantes ya estaban caminando entre los puestos. Me senté, examinando los nuevos esquemas y pasándolos a limpio. Podía añadirlos a la lista. Estaba bastante seguro de poder reproducirlos a la primera.
No tardaron en llegar los curiosos. Las primeras reacciones parecían ser las mismas. Sorpresa, tanto por la temperatura como por la decoración, pese a ser bastante simple. Algunos se quedaban mirando los objetos a mi espalda, mientras que otros se ponían a leer el catálogo con curiosidad.
La mejor forma de atenderlos era pareciendo ocupado. Así no se forzarían a hacer conversación salvo que quisiesen algo, y me ahorraban la molestia. Por ello, llevé mis guanteletes al mostrador y comencé a examinarlos y pulirlos, probando de vez en cuando las runas eléctricas y asegurándome de que las garras seguían bien afiladas.
Aquello servía, además, para mostrar la clase de obra maestra que podía hacer. Y el cuidado extra nunca venía mal.
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¡Quintaesencia abre su tienda para todos, enemigos mortales o no! Prometo no matar a nadie con dinero.
Los precios se encuentran en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Como podéis imaginar, siguen las mismas normas que mi taller, solo que he bajado los precios de algunos objetos durante el evento actual.
Como recordatorio, tengo objetos master de eventos pasados a la venta, y los productos de alquimia están a precio de materiales. Aprovechad y ganad vuestros tokens aquí.
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Toc toc. Empezó Alisha, tocando discretamente en la puerta de uno de los talleres. No hubo respuesta.
Toc toc.
…
TOC TOC TOC TOC
-¿Si?- una muy cabreada mujer había abierto la puerta del taller, que sin duda había cerrado antes que llegara, con todo eso de ser de noche y tal. -¿No viste que estamos cerrados?-
-Buenos días señorita, precisamente por eso llamo a tu taller, estaba cerrado, pero con luz dentro. Así que espero no haberla despertado.- Pausó, para ver si respondía, pero la seguía mirando, algo menos enfadada. Un publico difícil. -¿Se ha planteado contratar una ayudante, para servir a los clientes en las horas de la noche, y aprovechar ese gran mercado sin explotar?-
-Lo has ensayado, ¿cierto?-
-¿Qué importa eso, ante la montaña de beneficios que podrías tener? Vampiros, estudiantes en varios estados de borrachera y/o resaca, gente que se ha entretenido con esos juegos tan chulos de fuera y se ha olvidado de hacer las compras…- La mujer la miro de arriba abajo, y abrió un poco más la puerta para que pasara. No demasiado, aun tuvo que comprimirse para pasar entre el marco de la puerta y la mujer, que le señalo una silla para que se sentara y empezó a hacerle preguntas. Empezó con unas pocas de alquimia, básicas, hasta que llego a la que había ensay…esperado.
-¿Y qué sacas tú de eso?¿Iras a comisión?-
-Oh, no, para nada, yo estoy aquí por la experiencia, por la oportunidad de aprender de una de las mejores, especialmente esas recetas tan exóticas que están anunciadas fuera.-
Las preguntas alquímicas siguieron, y cuando hubo contestado finalmente con un “ni idea” a unas cuantas preguntas seguidas, la mujer pareció pensárselo, es más, lo hizo tan visiblemente como pudo, lo que le dijo a la vampiresa que ya sabía lo que haría. –Si haces un buen trabajo, sin ponerlo todo perdido, recoges cuando mi turno acabe, y vendes sin recibir quejas…podría, solo podría, enseñarte las especialidades locales a primera y última hora de la mañana. ¿Tienes un lugar para dormir? Hay una cama aquí para cuando estoy trabajando en un proyecto…-
Alisha abre un taller de alquimia, básica y avanzada, y empieza a camelarse a la dueña para aprender esas recetas chulas, pero aun no las consigue. No puede conseguir Tokens anyway.
Venid a comprarme, competencia directa de la alquimia de Asher (?)
Toc toc.
…
TOC TOC TOC TOC
-¿Si?- una muy cabreada mujer había abierto la puerta del taller, que sin duda había cerrado antes que llegara, con todo eso de ser de noche y tal. -¿No viste que estamos cerrados?-
-Buenos días señorita, precisamente por eso llamo a tu taller, estaba cerrado, pero con luz dentro. Así que espero no haberla despertado.- Pausó, para ver si respondía, pero la seguía mirando, algo menos enfadada. Un publico difícil. -¿Se ha planteado contratar una ayudante, para servir a los clientes en las horas de la noche, y aprovechar ese gran mercado sin explotar?-
-Lo has ensayado, ¿cierto?-
-¿Qué importa eso, ante la montaña de beneficios que podrías tener? Vampiros, estudiantes en varios estados de borrachera y/o resaca, gente que se ha entretenido con esos juegos tan chulos de fuera y se ha olvidado de hacer las compras…- La mujer la miro de arriba abajo, y abrió un poco más la puerta para que pasara. No demasiado, aun tuvo que comprimirse para pasar entre el marco de la puerta y la mujer, que le señalo una silla para que se sentara y empezó a hacerle preguntas. Empezó con unas pocas de alquimia, básicas, hasta que llego a la que había ensay…esperado.
-¿Y qué sacas tú de eso?¿Iras a comisión?-
-Oh, no, para nada, yo estoy aquí por la experiencia, por la oportunidad de aprender de una de las mejores, especialmente esas recetas tan exóticas que están anunciadas fuera.-
Las preguntas alquímicas siguieron, y cuando hubo contestado finalmente con un “ni idea” a unas cuantas preguntas seguidas, la mujer pareció pensárselo, es más, lo hizo tan visiblemente como pudo, lo que le dijo a la vampiresa que ya sabía lo que haría. –Si haces un buen trabajo, sin ponerlo todo perdido, recoges cuando mi turno acabe, y vendes sin recibir quejas…podría, solo podría, enseñarte las especialidades locales a primera y última hora de la mañana. ¿Tienes un lugar para dormir? Hay una cama aquí para cuando estoy trabajando en un proyecto…-
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Alisha abre un taller de alquimia, básica y avanzada, y empieza a camelarse a la dueña para aprender esas recetas chulas, pero aun no las consigue. No puede conseguir Tokens anyway.
Venid a comprarme, competencia directa de la alquimia de Asher (?)
Alisha Lessard
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Valyria entró en uno de los talleres de curtiduría locales, dispuesta a hacérselo suyo. Cosa que sonaba como si fuera a apuñalar al dueño y robar la propiedad, pero en realidad sus intenciones eran mucho más pacíficas.
-Buenos días.- empezó, plantándose ante el hombre. Este simplemente gruñó y señalo una lista de precios. –No, en realidad, venia aquí a preguntarte si podría usar tus instalaciones, veras, soy una reputada c…- fue interrumpida con otro gruñido molesto. –Oh, venga, no seas así, trabajo bien, con diseños bonitos…- esta vez no fue un gruñido, pero el hombre señalo a su espalda, donde había cosas verdaderamente bien hechas, de hecho, los bonitos diseños habían sido el motivo por el que había escogido ese taller en concreto. –Sí, sin duda eres también un experto en el arte, pero…eh, espera.- el hombre se había levantado y la estaba empujando suave pero firmemente hacia la puerta. –Uh… ¿soy adorable? Puedo hacer gatos de luz.- No colaba.
Tenía que pensar bien a fondo, ¿Qué sabia? ¿Alguna receta mega secreta elfica que compartir? Trágicamente no. Bien, ¿Qué sabia de ese hombre? Tenía que demostrar que sus esfuerzos como diplomática habían servido de algo.
Oh.
-Si compartimos el taller, no tendrás que hablar con ni uno de tus clientes, podrás centrarte en trabajar. Y solo pido el espacio y alguna que otra receta brujeril.- Bingo. El hombre paro en seco, a unos dos pasos de la puerta del taller, tan cerca que por un momento pensó que estaba cogiendo impulso para echarla de un empujón.
Pero no, estaba allí plantado, mirándola, considerando. Prácticamente podía oír los engranajes de su cabeza girar, pensando “aunque sea una inútil, tendría alguien para atender a los clientes”. Solo necesitaba un empujoncito. -¿Ves esta armadura? La hice yo misma…-
Y diez segundos más tarde, parecía haber pasado la prueba y estaba recibiendo un tour por el taller. Bueno, puede que fuese una exageración, puesto que su guía no hablaba, solo le enseñaba donde estaban todos los cachivaches. Pero se alegraría por sus pequeñas victorias.
-Buenos días.- empezó, plantándose ante el hombre. Este simplemente gruñó y señalo una lista de precios. –No, en realidad, venia aquí a preguntarte si podría usar tus instalaciones, veras, soy una reputada c…- fue interrumpida con otro gruñido molesto. –Oh, venga, no seas así, trabajo bien, con diseños bonitos…- esta vez no fue un gruñido, pero el hombre señalo a su espalda, donde había cosas verdaderamente bien hechas, de hecho, los bonitos diseños habían sido el motivo por el que había escogido ese taller en concreto. –Sí, sin duda eres también un experto en el arte, pero…eh, espera.- el hombre se había levantado y la estaba empujando suave pero firmemente hacia la puerta. –Uh… ¿soy adorable? Puedo hacer gatos de luz.- No colaba.
Tenía que pensar bien a fondo, ¿Qué sabia? ¿Alguna receta mega secreta elfica que compartir? Trágicamente no. Bien, ¿Qué sabia de ese hombre? Tenía que demostrar que sus esfuerzos como diplomática habían servido de algo.
Oh.
-Si compartimos el taller, no tendrás que hablar con ni uno de tus clientes, podrás centrarte en trabajar. Y solo pido el espacio y alguna que otra receta brujeril.- Bingo. El hombre paro en seco, a unos dos pasos de la puerta del taller, tan cerca que por un momento pensó que estaba cogiendo impulso para echarla de un empujón.
Pero no, estaba allí plantado, mirándola, considerando. Prácticamente podía oír los engranajes de su cabeza girar, pensando “aunque sea una inútil, tendría alguien para atender a los clientes”. Solo necesitaba un empujoncito. -¿Ves esta armadura? La hice yo misma…-
Y diez segundos más tarde, parecía haber pasado la prueba y estaba recibiendo un tour por el taller. Bueno, puede que fuese una exageración, puesto que su guía no hablaba, solo le enseñaba donde estaban todos los cachivaches. Pero se alegraría por sus pequeñas victorias.
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El gato negro abre su taller de curtiduría, compren, compren.Valyria
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Por fin había llegado el mercado de Yule. En esta ocasión se desarrollaba en la capital bruja y hacia... ¿cuánto tiempo hacía de mi última visita? demasiado.
Siempre viajábamos por aire, pero claro, trasladar medio taller por el cielo era poco menos que un suicido.
En esta ocasión el viaje lo hicimos en barco, en uno de creación propia, por supuesto, no podía dejar pasar la oportunidad de exhibirlo en la bahía. Si alguien quería hacerse con uno de ellos podría comprobar por sí mismo que tan buenos son.
Un brujo nos paró al llegar al emplazamiento del mercado, nos hizo unas cuantas preguntas y luego nos dio un trozo de pergamino donde enseñaba las actividades de la feria, por detrás del pergamino el brujo había escrito un número y una letra. Dicha designación estaría colocada en un poste, señalando y delimitando la zona donde tendría que montar mi taller ambulante.
Lo primero que hicimos Lavey y yo fue llevar el carro de pertrechos a la parcela.
-Aún falta un rato para que llegue todo el mundo. -Le decía a Vey mientras ataba los caballos. -Ve descargando, yo me daré una vuelta por el... -Miré el pergamino. -Por la casa Axhol, aquí pone que tienen recetas.
-Está bien. -La lagartija ya estaba bajando cajas. -Pero date prisa, esto lleva lo suyo y la gente llega más rápido de lo que parece.
No sabía de quien era la idea del pergamino con el mapa del lugar, pero si lo averiguaba se lo iba a agradecer. A penas tardé unos minutos en llegar a la zona de Axhol, y una vez dentro estaba todo muy señalizado, no me costó nada dar con el puesto de carpintería.
-Buenas. -Una bruja, más alta que yo y pelirroja, me sonrió. -Aquí pone que enseñáis recetas de carpintería. -La muchacha asintió y se rio levemente al ver que señalaba el pergamino. -¿Qué es lo que tenéis? -La sonrisa se le amplió y me mostró todo lo que tenía. -Caray, esto es magnífico, las quiero aprender todas.
-Y a mí me gustaría enseñártelas todas, pero estamos limitados a cinco por cliente. -Explicaba con voz tranquila.- Hay algunos objetos complicados y si los enseñamos todos a todo el mundo... en fin, me voy por las ramas. ¿Cuáles te gustan?
-Las tres varas, sin duda. La máscara y mmm... la cerbatana aquella.
-Una decisión excelente. -No supe muy bien porque, pero tuve la impresión de que aquella frase se la decía a todo el mundo sin importar lo que eligiera. -Pasé por aquí, le explicare todo el procedimiento y unos ejemplos.
Tenía que admitirlo, lo habían pensado todo. Tenían un escaparate con todos los objetos creados en distintas fases, desde la más burda y temprana, hasta la exquisita finalizada, pasando entre medias por varios trozos de objetos donde se enseñaba en profundidad los detalles más importantes.
Al lado de todas estas piezas había múltiples papiros con una explicación escrita en todos los idiomas, cada proceso tenía su propio pergamino, ni uno se libraba.
-Esto sí que eficiencia, si hasta lo tenéis en draconiano. No sabía que mi lengua llegara tan lejos.
La mujer se rio con fuerza, yo la miré y al ver su cara lo comprendí. Para una vez que no decía nada con segundas intenciones y va y digo algo que suena totalmente malinterpretable. Reí con ella para seguirle el juego.
-Bien, este es el último paso de la cerbatana. -Prosiguió la bruja. -Si se ha medido todo correctamente y los pasos se han hecho bien, deberías tener como resultado una cerbatana precisa y fácil de esconder.
-Desde luego es todo un acierto el encoger secciones para que ocupe poco espacio. -La muchacha asintió y me dio unos rollos de papiro. -Gracias por tu tiempo. ¿Crees que podría buscarte al terminar el mercado? podríamos intercambiar ideas.
-Claro, no hay problema. Me encanta debatir, -La bruja guiñó un ojo. -nuevas ideas. Y nunca he visto a una dragona en acción.
Sonreí con picardía de forma automática. La chica había vuelto a entender mal mi proposición. Yo solo quería aprender las recetas restantes...
-Por cierto, me llamo Bárbara.
-Reivy.
Respondí sencillamente antes de dar media vuelta y regresar a mi parcela.
_________________
Off:
Compro las siguientes 5 recetas de carpintería: Vara del Archimago, Cerbatana de Precisión, Vara del Conjurador, Máscara de Hada y Vara del Aprendiz Tensai.
Total 190ae.
Gano un Token de Axhol.
Próximamente el taller.
Siempre viajábamos por aire, pero claro, trasladar medio taller por el cielo era poco menos que un suicido.
En esta ocasión el viaje lo hicimos en barco, en uno de creación propia, por supuesto, no podía dejar pasar la oportunidad de exhibirlo en la bahía. Si alguien quería hacerse con uno de ellos podría comprobar por sí mismo que tan buenos son.
Un brujo nos paró al llegar al emplazamiento del mercado, nos hizo unas cuantas preguntas y luego nos dio un trozo de pergamino donde enseñaba las actividades de la feria, por detrás del pergamino el brujo había escrito un número y una letra. Dicha designación estaría colocada en un poste, señalando y delimitando la zona donde tendría que montar mi taller ambulante.
Lo primero que hicimos Lavey y yo fue llevar el carro de pertrechos a la parcela.
-Aún falta un rato para que llegue todo el mundo. -Le decía a Vey mientras ataba los caballos. -Ve descargando, yo me daré una vuelta por el... -Miré el pergamino. -Por la casa Axhol, aquí pone que tienen recetas.
-Está bien. -La lagartija ya estaba bajando cajas. -Pero date prisa, esto lleva lo suyo y la gente llega más rápido de lo que parece.
No sabía de quien era la idea del pergamino con el mapa del lugar, pero si lo averiguaba se lo iba a agradecer. A penas tardé unos minutos en llegar a la zona de Axhol, y una vez dentro estaba todo muy señalizado, no me costó nada dar con el puesto de carpintería.
-Buenas. -Una bruja, más alta que yo y pelirroja, me sonrió. -Aquí pone que enseñáis recetas de carpintería. -La muchacha asintió y se rio levemente al ver que señalaba el pergamino. -¿Qué es lo que tenéis? -La sonrisa se le amplió y me mostró todo lo que tenía. -Caray, esto es magnífico, las quiero aprender todas.
-Y a mí me gustaría enseñártelas todas, pero estamos limitados a cinco por cliente. -Explicaba con voz tranquila.- Hay algunos objetos complicados y si los enseñamos todos a todo el mundo... en fin, me voy por las ramas. ¿Cuáles te gustan?
-Las tres varas, sin duda. La máscara y mmm... la cerbatana aquella.
-Una decisión excelente. -No supe muy bien porque, pero tuve la impresión de que aquella frase se la decía a todo el mundo sin importar lo que eligiera. -Pasé por aquí, le explicare todo el procedimiento y unos ejemplos.
Tenía que admitirlo, lo habían pensado todo. Tenían un escaparate con todos los objetos creados en distintas fases, desde la más burda y temprana, hasta la exquisita finalizada, pasando entre medias por varios trozos de objetos donde se enseñaba en profundidad los detalles más importantes.
Al lado de todas estas piezas había múltiples papiros con una explicación escrita en todos los idiomas, cada proceso tenía su propio pergamino, ni uno se libraba.
-Esto sí que eficiencia, si hasta lo tenéis en draconiano. No sabía que mi lengua llegara tan lejos.
La mujer se rio con fuerza, yo la miré y al ver su cara lo comprendí. Para una vez que no decía nada con segundas intenciones y va y digo algo que suena totalmente malinterpretable. Reí con ella para seguirle el juego.
-Bien, este es el último paso de la cerbatana. -Prosiguió la bruja. -Si se ha medido todo correctamente y los pasos se han hecho bien, deberías tener como resultado una cerbatana precisa y fácil de esconder.
-Desde luego es todo un acierto el encoger secciones para que ocupe poco espacio. -La muchacha asintió y me dio unos rollos de papiro. -Gracias por tu tiempo. ¿Crees que podría buscarte al terminar el mercado? podríamos intercambiar ideas.
-Claro, no hay problema. Me encanta debatir, -La bruja guiñó un ojo. -nuevas ideas. Y nunca he visto a una dragona en acción.
Sonreí con picardía de forma automática. La chica había vuelto a entender mal mi proposición. Yo solo quería aprender las recetas restantes...
-Por cierto, me llamo Bárbara.
-Reivy.
Respondí sencillamente antes de dar media vuelta y regresar a mi parcela.
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Off:
Compro las siguientes 5 recetas de carpintería: Vara del Archimago, Cerbatana de Precisión, Vara del Conjurador, Máscara de Hada y Vara del Aprendiz Tensai.
Total 190ae.
Gano un Token de Axhol.
Próximamente el taller.
Reivy Abadder
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Gali estaba cansado de decirle a su compañero que el Hekshold proporcionaba lo necesario para trabajar, agotado de insistir en que sus materiales y herramientas eran de buena calidad. Sin embargo Go'el no cejaba en su empeño de querer llevar su propio material "Como me puedo fiar de alguien que presta sus cosas a desconocidos", argumentaba siempre el galeno.
Realmente todo aquello eran manías que pudiera tener cualquier, y hasta cierto punto era compresible. El punto álgido de la pelea residía en que Go'el quería llevar todas sus cosas a lomos de Gali, cosa que era físicamente imposible. Al final el rubio no tuvo más remedio que desistir y acceder a ir en barco a la península Illidense.
Y como podréis intuir todos, no fue él quien planifico el viaje, eso fue toda cosa del monje, carros, caballos, barcos, porteadores... todos los trámites los gestionó Gali. Cosa que hizo sin poner pegas, ya que prefería tener que hacer eso a pasarse semanas peleando con Go'el.
El científico alzó la cabeza al llegar a la entrada del Hekshold, sin duda el manejo de la magia permitía hacer estructuras imponentes, aunque el interés de Go'el por la construcción duró lo mismo que el de un niño mirando secar la pintura.
Cuando los dos dragones llegaron a su puesto designado se encontraron con varias columnas de cajas. Los porteadores habían hecho bien su trabajo, de alguna forma (no sé cuál) consiguieron descargar, cargar, llevar y volver a descargar todo los bultos antes de que el rubio llegara al mercado. Sin duda algo tendría que ver el hecho de estar en la cuna de la magia.
-Pues ya puedes empezar a montar todo.
Sentenció Go'el mirando el comprobarte que había sobre una caja. ¿Pensabais que Go'el montaría su propia tienda? Espero que no lo pensarais, porque entonces os vais a llevar una decepción. Porque, si, Go'el no armó ni una sola de las estanterías y mesas de su puesto. Gali tiene suerte ser tan grande y tener tantos músculos, si fuera cualquier otro lo hubiera pasado mal... es más, seguro que ni hubiera montado todo antes de que la feria abriera las puertas al público.
Por suerte Go'el tiene a Gali, y es que, ya se sabe lo dicen "siempre hay un roto para un descosido" La pregunta es ¿Quién es cada cosa?
La parada estaba montada con la lógica marcial del galeno. Una mesa con botes y elixires, ordenados alfabéticamente, con los frascos grandes detrás y los pequeños delante, cada objeto tenía su etiqueta con el precio (con una caligráfica impecable). En las estanterías reposaban objetos más grandes, todos pertenecientes a la rama de ingeniera. Para ahorrar explicaciones innecesarias, Go'el les había puesto una etiqueta extra con la descripción y funcionamiento.
En el centro de la tienda se encontraba nuestro buen doctor, con las manos a la espalda en una posición relajada.
-Gali haz algo y sal a buscar clientes.
El monje sonrió y sin decir nada abrió su chaleco (más de lo normal) y se apoyó contra el poste que tenía el letrero de la tienda.
-Te he dicho que busques clientes.
-Y eso estoy haciendo. -Contestó divertido mientras se llevaba una mano a la cintura. -Ya verás que poco tardan en venir.
Las primeras víctimas no tardaron en caer ante el torso de Gali y el pelo de Go'el, aunque esto último era un efecto colateral.
____________________________________________________________________
Off
El buen doctor ofrece sus servicios y cuidados en esta excepcional feria de profesiones. No seáis tímidos ni temerosos y comprarle cositas. Tranquilos, no seréis futuros experimentos, le han prohibido hacerlo.
Go'el posee todas las recetas del mercado de Ingeniería (nivel principiante y avanzado) y de alquimia (nivel principiante)
El precio de la mano de obra varía según el nivel de la receta: Principiante 20 Æ, Avanzado 40 Æ,
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Esta es la segunda cuenta con la que participo del evento, con lo que está exenta de toda actividad que no sea la compraventa de objetos y recetas.
Realmente todo aquello eran manías que pudiera tener cualquier, y hasta cierto punto era compresible. El punto álgido de la pelea residía en que Go'el quería llevar todas sus cosas a lomos de Gali, cosa que era físicamente imposible. Al final el rubio no tuvo más remedio que desistir y acceder a ir en barco a la península Illidense.
Y como podréis intuir todos, no fue él quien planifico el viaje, eso fue toda cosa del monje, carros, caballos, barcos, porteadores... todos los trámites los gestionó Gali. Cosa que hizo sin poner pegas, ya que prefería tener que hacer eso a pasarse semanas peleando con Go'el.
El científico alzó la cabeza al llegar a la entrada del Hekshold, sin duda el manejo de la magia permitía hacer estructuras imponentes, aunque el interés de Go'el por la construcción duró lo mismo que el de un niño mirando secar la pintura.
Cuando los dos dragones llegaron a su puesto designado se encontraron con varias columnas de cajas. Los porteadores habían hecho bien su trabajo, de alguna forma (no sé cuál) consiguieron descargar, cargar, llevar y volver a descargar todo los bultos antes de que el rubio llegara al mercado. Sin duda algo tendría que ver el hecho de estar en la cuna de la magia.
-Pues ya puedes empezar a montar todo.
Sentenció Go'el mirando el comprobarte que había sobre una caja. ¿Pensabais que Go'el montaría su propia tienda? Espero que no lo pensarais, porque entonces os vais a llevar una decepción. Porque, si, Go'el no armó ni una sola de las estanterías y mesas de su puesto. Gali tiene suerte ser tan grande y tener tantos músculos, si fuera cualquier otro lo hubiera pasado mal... es más, seguro que ni hubiera montado todo antes de que la feria abriera las puertas al público.
Por suerte Go'el tiene a Gali, y es que, ya se sabe lo dicen "siempre hay un roto para un descosido" La pregunta es ¿Quién es cada cosa?
La parada estaba montada con la lógica marcial del galeno. Una mesa con botes y elixires, ordenados alfabéticamente, con los frascos grandes detrás y los pequeños delante, cada objeto tenía su etiqueta con el precio (con una caligráfica impecable). En las estanterías reposaban objetos más grandes, todos pertenecientes a la rama de ingeniera. Para ahorrar explicaciones innecesarias, Go'el les había puesto una etiqueta extra con la descripción y funcionamiento.
En el centro de la tienda se encontraba nuestro buen doctor, con las manos a la espalda en una posición relajada.
-Gali haz algo y sal a buscar clientes.
El monje sonrió y sin decir nada abrió su chaleco (más de lo normal) y se apoyó contra el poste que tenía el letrero de la tienda.
-Te he dicho que busques clientes.
-Y eso estoy haciendo. -Contestó divertido mientras se llevaba una mano a la cintura. -Ya verás que poco tardan en venir.
Las primeras víctimas no tardaron en caer ante el torso de Gali y el pelo de Go'el, aunque esto último era un efecto colateral.
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Go'el posee todas las recetas del mercado de Ingeniería (nivel principiante y avanzado) y de alquimia (nivel principiante)
El precio de la mano de obra varía según el nivel de la receta: Principiante 20 Æ, Avanzado 40 Æ,
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
–Aunque me hayan permitido estar aquí, no me gustan ciertas miradas de algunos brujos –comenté. Un chico pasó por delante de mi puesto, mirándome con algo de desprecio. En respuesta, saqué la lengua buscando ofenderlo. Él enarcó una ceja y luego decidió irse a observar un llamativo juego de invocación de monstruos.
–¡Es hora del de-de de-de de-de de-del duelo! –escuché gritar a uno de los jugadores, uno bastante emocionado.
–Vaya, Rauko, así me gusta. Marcando tu territorio como todo un adulto –dijo Hyro. Era evidente el tono sarcástico.
–Sí, bueno, como sea. Iré a dar una vuelta por los alrededores.
–¿Qué? Tienes que preparar tus herramientas para…
–Nah, es mucho trabajo para mí.
–Pero… esto es mucho más sencillo que forjar armas mágicas peligrosas –murmuró.
–Es porque llevas toda la vida en esto. Es natural que te sea sencillo.
–Pero yo ni… –Percatándose de que esa conversación no llegaría a ninguna parte, soltó un suspiro de resignación–. Haz lo que se te venga en gana.
Sonreí satisfecho y emprendí la caminata.
Ya había bastantes tiendas. Ninguna me interesaba más que los juegos, aun así, opté por echarle un vistazo a lo que un joven herrero tenía por ofrecer.
–Oh, ¡bienvenido! –saludó entusiasmado apenas me vio llegar, levantándose de su asiento de golpe. Mantuvo una enorme sonrisa forzada.
–Ah, sí, gracias.
–¿En qué puedo servirle?
–¿Qué puedes ofrecer?
De inmediato me entregó una hoja, su catálogo de objetos. Lo examiné detenidamente, frunciendo el ceño cada cierto tiempo.
–Vale, el casco, botas y guantes puedo conseguirlos en cualquier otra herrería.
–No, no, no, no, no –se apresuró a decir–. Estos son diferentes. Verás, el…
–No me interesa –corté–. Pero sí me parecen interesantes las joyas y la cadena.
–Oh, entonces ¿cuántas quiere comprar? –preguntó con un brillo avaricioso en sus ojos, dándole un aspecto que contrastaba con la imagen que me había hecho de él.
–Ninguna.
–¡¿Ah?! –exclamó. Por fin desapareció su sonrisa falsa, aunque, cuando fue consciente de eso, la recuperó–. ¿Entonces…?
–Quiero que me enseñes a confeccionarlas y todo eso. Pagaré lo que pidas. –Le mostré una sonrisa perezosa.
–¡Por supuesto!
¿De verdad iba a enseñarme, a mí, a quien sería su competencia directa? ¿Acaso tenía intenciones ocultas? Sea como sea, no me importaba mientras yo tuviera lo que quería.
–¿De qué calidad quieres que sea la cadena que aprenderás a forjar? –preguntó.
–¿Uh?
–¿Calidad pobre, mediana o superior?
–¿Uh? De la mejor calidad, ¿no? Nadie viene a mi herrería y dice «¡herrero, dame un arma de la peor calidad, de esas que se rompen fácilmente que tanto me encantan!» –dije, sobreactuando al personaje imaginado. Y recordé que en realidad casi nadie venía a mi taller, de todas maneras–. En fin, ¿cuándo empezamos, maestro?
–De inmediato.
–¡Es hora del de-de de-de de-de de-del duelo! –escuché gritar a uno de los jugadores, uno bastante emocionado.
–Vaya, Rauko, así me gusta. Marcando tu territorio como todo un adulto –dijo Hyro. Era evidente el tono sarcástico.
–Sí, bueno, como sea. Iré a dar una vuelta por los alrededores.
–¿Qué? Tienes que preparar tus herramientas para…
–Nah, es mucho trabajo para mí.
–Pero… esto es mucho más sencillo que forjar armas mágicas peligrosas –murmuró.
–Es porque llevas toda la vida en esto. Es natural que te sea sencillo.
–Pero yo ni… –Percatándose de que esa conversación no llegaría a ninguna parte, soltó un suspiro de resignación–. Haz lo que se te venga en gana.
Sonreí satisfecho y emprendí la caminata.
Ya había bastantes tiendas. Ninguna me interesaba más que los juegos, aun así, opté por echarle un vistazo a lo que un joven herrero tenía por ofrecer.
–Oh, ¡bienvenido! –saludó entusiasmado apenas me vio llegar, levantándose de su asiento de golpe. Mantuvo una enorme sonrisa forzada.
–Ah, sí, gracias.
–¿En qué puedo servirle?
–¿Qué puedes ofrecer?
De inmediato me entregó una hoja, su catálogo de objetos. Lo examiné detenidamente, frunciendo el ceño cada cierto tiempo.
–Vale, el casco, botas y guantes puedo conseguirlos en cualquier otra herrería.
–No, no, no, no, no –se apresuró a decir–. Estos son diferentes. Verás, el…
–No me interesa –corté–. Pero sí me parecen interesantes las joyas y la cadena.
–Oh, entonces ¿cuántas quiere comprar? –preguntó con un brillo avaricioso en sus ojos, dándole un aspecto que contrastaba con la imagen que me había hecho de él.
–Ninguna.
–¡¿Ah?! –exclamó. Por fin desapareció su sonrisa falsa, aunque, cuando fue consciente de eso, la recuperó–. ¿Entonces…?
–Quiero que me enseñes a confeccionarlas y todo eso. Pagaré lo que pidas. –Le mostré una sonrisa perezosa.
–¡Por supuesto!
¿De verdad iba a enseñarme, a mí, a quien sería su competencia directa? ¿Acaso tenía intenciones ocultas? Sea como sea, no me importaba mientras yo tuviera lo que quería.
–¿De qué calidad quieres que sea la cadena que aprenderás a forjar? –preguntó.
–¿Uh?
–¿Calidad pobre, mediana o superior?
–¿Uh? De la mejor calidad, ¿no? Nadie viene a mi herrería y dice «¡herrero, dame un arma de la peor calidad, de esas que se rompen fácilmente que tanto me encantan!» –dije, sobreactuando al personaje imaginado. Y recordé que en realidad casi nadie venía a mi taller, de todas maneras–. En fin, ¿cuándo empezamos, maestro?
–De inmediato.
(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)
Compro las recetas: Joyas de reserva, Anillos del vínculo, Diadema del hechicero y Arma flexible superior =)
Y gano un lindo token de Axhol.
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Última edición por Rauko el Sáb 28 Mar 2020 - 21:02, editado 1 vez (Razón : El ganso)
Rauko
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Caminaba distraída, golpeándome el hombro con los pergaminos y pensando Bárbara cuando escuché la voz de mi hija.
-Ya iba a ir a buscarte. -Era invierno, pero Lavey estaba en camisa corta. -Poco más y monto tienda sola.
Eché un vistazo rápido, las cajas ya estaban descargadas, pero no había nada montando.
-No he tardado tanto, ni siquiera has abierto nada. -La lagartija bufó. -Deja de renegar, va.
Guardé el papel en el zurrón y colgué de la viga que sostenía el techo de la parcela. Dudaba que fuera a llover, pero era todo un detalle que la gente de la escuela hubiera puesto cuatro palos y una vigueta para darle a los tenderos unos techos provisorios.
Saqué la escala del carro y colgué sobre el tejadito el cartel de la tienda "El reposo del dragón", de él pendían dos placas más pequeñas, en una ponía carpintería y en la otra ingeniería.
-Vey, las cajas con herramientas déjalas al fondo. Una pegada junto a la otra, por favor.
-Pero vamos a ver. -La rubia puso los brazos en jarra. -¿A caso soy una mula de carga?
-No, no lo eres. -Giré la cabeza y la miré levantando una ceja. -Pero si quieres hacer otra cosa te puedo poner a montar las...
-No, no. Es igual. -Se apresuró la adolescente, comenzando a empujar una caja. -Yo me quedo con las cajas.
Me aguanté la risa y comencé a montar la parada. En los laterales, por detrás de la zona de venta, fui armando la maquinaria pesada, una sierra vertical, el torno... Frente a estos estaba la mesa de trabajo, donde Lavey iba poniendo las herramientas pequeñas y materiales básicos como clavos, tiras de cuero y engranajes.
En la mesa de venta se exponían los productos de muestra. Flechas, ballestas, artilugios de ingeniería, abalorios decorativos y barcos en miniatura, una réplica de todos aquellos que esperaban en el astillero de Ulmer. Los arcos colgaban de su cuerda en uno de los pilares, bajo estos estaban los escudos y en el otro pilar colgaban las trampas. En el lateral de la mesa estaban polladas las armas de ébano y algún instrumento musical. Faltaban los artículos nuevos, pero esos se tendrían que fabricar cuando los pidieran. La gente comenzaba a llegar y no había tiempo que perder.
-¡Pasen y vean! -Comencé a dar palmas y levanté la voz. -¡No seáis tímidos, no mordemos!
-Eso no te lo crees ni tú. -Rebatió Lavey con sarcasmos. -Como me descuide le incas el diente a todos.
-Chis, a callar niña. -No me molesté en girar la cabeza para chistar a mi hija. -¡Señoras, señores, adelante! No encontraran una carpintería mejor en toda la zona.
-¿Y eso como lo sabes? -Cuestionó mordaza la cazadora. -¿Has ido a espiar?
-¿Te quieres callar? ¿Tú de qué lado estas? -Lavey me sacó la lengua. -¡Tenéis ante ustedes una maestra carpintera e ingeniera! Barcos, casas, habitación que solo el dueño puede abrir. Carros, arcos, ballestas, armas de todo tipo ¡Que no os engañe su aspecto! Estas armas cortan y pinchan con el mejor de los aceros. ¡Artilugios que te permiten ver en la oscuridad, comunicarte con tu compañero sin dar grito alguno!
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Off:
En esta ocasión tan especial, el taller abre con precios especiales. Rebajas importantes en la mano de obra de los objetos de carpintería, y los de ingeniería solo cuestan el precio base.
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El reposo del dragón
Taller de carpintería e ingeniería
El precio de la mano de obra varia según el nivel de la receta: Principiante 10 Æ, Avanzado 20 Æ, Experto 50 Æ. El precio del nivel Maestro se pacta mediante MP.
Se aceptan materiales épicos genéricos (validos para cualquier profesión) y de carpintería como pago por productos, cada uno valorado en 500 Æ. Consultar por MP estas transacciones.
El precio por enseñar recetas únicas sera, la suma del precio de creación, más un extra que variara según la rareza del producto, para más info mandar un MP.
(Pasar el ratón por las imágenes para ver la lista de productos.)
Arco Pobre: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Por su calidad pobre es propenso a fallar.
Precio base: 30 Æ
Ballesta Pobre: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar dardos. Por su calidad pobre es propensa a fallar.
Precio base: 30 Æ
Ballesta Montada Pobre: [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Por su calidad pobre es propensa a fallar.
Precio base: 30 Æ
Arma de Asta Pobre: [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su baja calidad la hace propensa a dañarse.
Precio base: 30 Æ
Escudo Pobre: [Escudo] Eficaz protección contra ataques, pero por su calidad Pobre es propenso a romperse.
Precio base: 30 Æ
Mueble Simple: Confeccionas un mueble común, como una mesa, armario o despensa. Puede contener las características estéticas que desees.
Precio base: 25 Æ
Objeto Decorativo: Confeccionas un objeto decorativo, como una escultura de madera, siguiendo las características estéticas que desees.
Precio base: 25 Æ
Trampa de Red: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una red que atrapa un animal pequeño o bien se enreda en la extremidad de una persona o animal grande, deteniendo su movimiento por un turno.
Precio base: 30 Æ
Trampa Pestilente: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una sustancia extremadamente pestilente, de color vistoso y muy difícil de quitar. El manchado será fácil de rastrear.
Precio base: 30 Æ
Casa Pobre: [Vivienda] Casa pequeña y de materiales ligeros. No es muy cómoda, pero al menos otorga un lugar para descansar.
Precio base: 100 Æ
Vehículo Pequeño: [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 2 personas, tales como un bote pequeño o un trineo.
Precio base: 70 Æ
Kit de Carpintería Inferior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Aprendiz o inferior que conozcas en un rol.
Precio base: 40 Æ
Lentes de Visión Nocturna: [Yelmo] anteojos que amplifican la luz, permitiendo ver en la oscuridad. Todo parece de color verde.
Precio base: 30 Æ
Brújula Simple: [Artilugio] Una brújula sencilla. Siempre apunta al norte.
Precio base: 25 Æ
Brújula de Rastreo X-1: [Artilugio, Limitado] Consiste en un orbe pequeño, que puede ser disimulado como una joya, y una especie de brújula de bolsillo. La aguja de la brújula siempre apuntará hacia el orbe, sin importar lo lejos que esté.
Precio base: 30 Æ
Catalejos del Pirata: [Artilugio] Catalejos simple y retráctil, fácilmente portátil, que permite ver a la distancia.
Precio base: 30 Æ
Pistola de Cuerda: [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Aparato similar a una ballesta, que posee una firme, pero delgada cuerda terminada en un gancho metálico. Al lanzarse, se engancha para poder escalar fácilmente. Puede usarse como arma. Es posible recuperar su uso si se tienen algunos minutos para rebobinar la cuerda y volver a poner todo en su lugar.
Precio base: 30 Æ
Inyección: [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Tubo metálico que contiene un recipiente de vidrio y dos agujas. Optimiza el uso de una poción o veneno, al inyectarlo directamente al torrente sanguíneo. Permite consumir una carga de cualquier pócima o veneno para llenarla. Luego de eso, gastar una carga de este objeto equivale a usar el efecto del la mezcla usada (es decir, permite 2 usos de tal poción o veneno). No funciona con mezclas de calida Épica o Legendaria.
Precio base: 30 Æ
Bomba Luminosa: [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Esfera que, al ser reventada (puede ser en la mano, no causa daño), libera por un instante una intensa luz, capaz de encandilar severamente a quienes la vean.
Precio base: 30 Æ
Casco del Genio Paranoico: [Yelmo] Llamativo casco con extrañas antenas. Otorga protección frente a efectos de control e influencia mental, disminuyendo notoriamente su potencia. No ofrece protección particular frente a ataques.
Precio base: 30 Æ
Kit de Ingeniería Inferior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por engranajes y otros materiales mecánicos, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Ingeniería a nivel Aprendiz que conozcas en un rol.
Precio base: 40 Æ
Trampa de Osos: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo con dientes metálicos que, al ser pisado, se cierra con fuerza en torno al pie de la víctima. Causa daños moderados y retiene al objetivo en el lugar. Una persona puede abrir la trampa para sacar el pie, pero esto gasta al menos 30 segundos.
Precio base: 70 Æ
Trampa Explosiva: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, permite una reacción que genera una explosión que realiza daño moderado, especialmente en el pie, tanto a quien la pisa como en una zona de metro y medio de radio. La explosión arroja a los afectados al suelo.
Precio base: 70 Æ
Trampa Punzante: [Trampa, Limitado, 2 Usos] Una serie de pequeñas trampas equipadas con una punta camuflada, de tal manera de enterrarse en el pie de quien la pise. Cada uso libera 4 de estas púas. Poseen la resistencia suficiente para atravesar diferentes tipos de calzado, incluso metal, si se pisa muy fuerte.
Precio base: 70 Æ
Arco Normal: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Posee una calidad Normal.
Precio base: 70 Æ
Ballesta Normal: [Arma de Proyectil] Ballesta que permite lanzar dardos. Posee una calidad Normal.
Precio base: 80 Æ
Ballesta Montada Normal: [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Posee una calidad Normal.
Precio base: 80 Æ
Arma de Asta Normal: [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su calidad Normal la hace efectiva en el combate.
Precio base: 70 Æ
Escudo Normal: [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Normal.
Precio base: 70 Æ
Casa Común: [Vivienda] Casa común, capaz de albergar una familia sin grandes lujos, pero cómodamente. Nada ostentoso, pero es un buen techo.
Precio base: 200 Æ
Vehículo Mediano: [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 6 personas, tales como un barcazas o carruajes.
Precio base: 120 Æ
Barco Mediano: [Transporte] Barco ligero, capaz de transportar hasta unas 20 personas. El capitán posee camarote propio, el resto puede descansar en un área común. Apropiado para navegación cerca de la costa.
Precio base: 150 Æ
Mueble Complejo: Confeccionas un mueble complejo, de apariencia muy especial o con mecanismos ocultos, tales como un armario que esconde una puerta secreta.
Precio base: 70 Æ
Objeto Decorativo Complejo: Confeccionas un objeto decorativo, como una escultura de madera, siguiendo las características estéticas que desees. Este objeto puede contener compartimentos ocultos u otros mecanismos poco comunes.
Precio base: 70 Æ
Kit de Carpintería Regular: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Avanzado o inferior que conozcas en un rol.
Precio base: 100 Æ
Trampa de las Cien Agujas: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera rápidamente una descarga de múltiples agujas. Causan daño a quien lo pisa y contienen un veneno que hace al afectado sentir adormecido y visiblemente más lento por 2 turnos. El veneno puede reemplazarse por otro si el usuario lo tiene disponible.
Precio base: 120 Æ
Trampa de Jaula: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una jaula debidamente escondida. La jaula puede encerrar a una persona y queda fuertemente sujeta con ganchos, lo que hace difícil salir de allí.
Precio base: 120 Æ
Arco Superior: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Posee una calidad Superior.
Precio base: 120 Æ
Ballesta Superior: [Arma de Proyectil] Ballesta que permite lanzar dardos. Posee una calidad Superior.
Precio base: 140 Æ
Ballesta Montada Superior: [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Posee una calidad Superior.
Precio base: 140 Æ
Arma de Asta Superior: [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su calidad Superior la hace muy efectiva en el combate y difícil de dañar.
Precio base: 120 Æ
Escudo Superior: [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Superior.
Precio base: 120 Æ
Vara del Rey Mono: [Arma de Asta, Limitado] Vara de madera mágica, capaz de acortarse hasta medio metro y alargarse hasta 5 metros a voluntad del usuario (tarda alrededor de 3 segundos). Puede reemplazar el asta de otra arma. Es de calidad Superior.
Precio base: 120 Æ
Barco Grande: [Vehículo] Barco capaz de navegar grandes distancias y albergar una numerosa tripulación. Posee grandes velas, mástiles, camarotes y todo lo que un capitán podría esperar.
Precio base: 1000 Æ
Casa Lujosa: [Vivienda] Casa de excelentes materiales, con todo lo necesario para una vida acomodada. Está bien ubicada y puede tener un staff de servicio básico de uno o dos PNJs.
Precio base: 500 Æ
Kit de Carpintería Superior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Experto o inferior que conozcas en un rol.
Precio base: 150 Æ
Principiante:
Mira de precisión: [Mejora] Mira simple sólo de madera que permite apuntar con algo más de comodidad. Puede unirse a un arma de proyectil.
Precio base: 40 Æ
Instrumento musical refinado: Los instrumentos musicales confeccionados por carpinteros en un taller se considerarán de mayor calidad.
Precio base: 50 Æ
Vara del Aprendiz Tensai: [Arma] Canaliza la magia elemental, permitiendo utilizar su cabeza para mantener un elemento sin dañarla y facilita ligeramente apuntar ataques a distancia.
Precio base: 50 Æ
Avanzado:
Trampa Cegadora: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Compuesta por un mecanismo equipado de una runa arcana unido a un fino hilo que, al pisarse, causa que la runa estalle en un intenso destello de luz. Causa ceguera de un turno a quien vea de cerca el destello y posible desorientación.
Precio base: 140 Æ
Señuelo: [Trampa, Limitado, 4 Usos] Un señuelo, diseñado para atraer objetivos a otra posible trampa. Tiene la apariencia de una daga ornamentada y valiosa, y crea un aroma que atrae a determinados animales.
Precio base: 140 Æ
Silbato del Cazador: [Limitado, 3 Usos] Un reclamo encantado que permite imitar perfectamente la llamada de un cualquier animal, siempre que el usuario recuerde dicha llamada. Puede atraer individuos del animal llamado.
Precio base: 90 Æ
Estallido Ullúme: [Proyectil, Limitado, 1 Uso] Flecha o virote que disponen de una pequeña bolsa de hojas del árbol ullúme. Al dispararlas al cielo, la bolsita estalla dejando un montón de hojas en suspensión en el aire creando una espesa cúpula que no deja pasar la luz del sol. La cúpula tiene 2 turnos de duración.
Precio base: 90 Æ
Habitación oculta: [Ampliación de vivienda] Una pared falsa o trampilla oculta llevan a una sala secreta y segura, perfecta para guardar cosas de valor o esconderse durante una temporada. La habitación no puede tener ventanas y cuenta con muebles comunes. No aplicable a casas pobres.
Precio base: 140 Æ
Máscara de Hada: [Yelmo] Mientras el personaje esté completamente quieto en un lugar con cobertura de fenómenos naturales, como follaje, niebla o lluvia, una ilusión le creará un camuflaje completo, imitando el entorno.
Precio base: 100 Æ
Vara del Conjurador: [Arma de Dos Manos] Cada vez que uses una habilidad mágica aprendida por nivel y de usos limitados, sosteniendo esta vara, la vara además lanzará una esfera de energía que causa daños leves.
Precio base: 120 Æ
Experto:
Armas de Ébano: [Arma] Permite la creación de cualquier tipo de arma, las que serán consideradas de calidad Superior. Son de madera, pero resistentes como el metal. Cuando esta arma cause daño, hará un daño leve adicional por astillas que incrementan el sangrado. Se considera encantada y cuenta para el límite de Encantamientos por personaje.
Precio base: 220 Æ
Drakkar: [Transporte] Barco ligero que imita la forma de un dragón. Permite transportar hasta 20 personas. El capitán posee camarote propio. Es capaz de llegar a velocidades privilegiadas para alcanzar a otras embarcaciones, por lo que es muy útil para el asalto sorpresa a barcos o costas.
Precio base: 400 Æ
Arma Devastadora: [Arma Contundente] Esta arma es más pesada que un arma contundente común, lo que la hace muy efectiva para aplastar armaduras, aunque requiere de personajes basados en fuerza para usarse sin afectar mucho la velocidad del ataque. Su calidad es Superior.
Precio base: 160 Æ
Arco de Recarga Rápida: [Arma de Proyectil] de calidad Superior, este arco está diseñado para poder disparar más rápido de lo normal, aunque con un poco menos de potencia.
Precio base: 160 Æ
Ballesta de Recarga Rápida: [Arma de Proyectil] de calidad Superior, esta ballesta está diseñado para poder disparar más rápido de lo normal, aunque con un poco menos de potencia.
Precio base: 160 Æ
Vara del Archimago: [Arma de Dos Manos] Elaborada con madera cargada de Éter, Permite a su portador gastar un uso de una de sus habilidades mágicas para generar una descarga de Éter en forma de rayo que hace daño según el nivel de la habilidad gastada y frecuencia de disponibilidad.
Precio base: 200 Æ
Cerbatana de Precisión: [Arma] muy precisa, provista de dardos especiales capaces de contener veneno e inyectarlo rápidamente al sistema del enemigo. El daño en sí mismo del arma es mínimo. El veneno se agrega de manera separada.
Precio base: 150 Æ
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Actualmente en el almacén hay disponibles cuatro artículos a la venta.
1 señuelo ([Trampa, Limitado, 4 Usos] Un señuelo, diseñado para atraer objetivos a otra posible trampa. Tiene la apariencia de una daga ornamentada y valiosa, y crea un aroma que atrae a determinados animales.) Con un precio de 150Æ en lugar de 180.
1 silbato de cazador ([Limitado, 3 Usos] Un reclamo encantado que permite imitar perfectamente la llamada de un cualquier animal, siempre que el usuario recuerde dicha llamada. Puede atraer individuos del animal llamado.) Con un precio de 100Æ en lugar de 140.
1 colgante con encantamiento de pudor ([Encantamiento de Joya]: Cuando el portador de la joya se transforme, todo su equipamiento lo hará consigo, desapareciendo hasta que vuelva a forma humana. No cuenta para el límite de encantamientos por personaje.) Con un precio de 50Æ (colgante incluido).
1 Arco de calidad pobre. Con un precio de 30Æ en lugar de 50.
Técnicas nivel avanzado:
Reconfección: Reutiliza los materiales de un objeto para darle una nueva apariencia, manteniendo sus habilidades. Incluso es posible cambiar, por ejemplo, el tipo de arma (ej: un arco convertido en ballesta). Si este cambio es permanente, ganas 1 PP y debes gastar 30 Aeros si es Pobre, 50 si es Normal, 100 si es Superior y 1 Material Épico si es Épico. Un mismo objeto puede ser reconfeccionado una sola vez.
-Ya iba a ir a buscarte. -Era invierno, pero Lavey estaba en camisa corta. -Poco más y monto tienda sola.
Eché un vistazo rápido, las cajas ya estaban descargadas, pero no había nada montando.
-No he tardado tanto, ni siquiera has abierto nada. -La lagartija bufó. -Deja de renegar, va.
Guardé el papel en el zurrón y colgué de la viga que sostenía el techo de la parcela. Dudaba que fuera a llover, pero era todo un detalle que la gente de la escuela hubiera puesto cuatro palos y una vigueta para darle a los tenderos unos techos provisorios.
Saqué la escala del carro y colgué sobre el tejadito el cartel de la tienda "El reposo del dragón", de él pendían dos placas más pequeñas, en una ponía carpintería y en la otra ingeniería.
-Vey, las cajas con herramientas déjalas al fondo. Una pegada junto a la otra, por favor.
-Pero vamos a ver. -La rubia puso los brazos en jarra. -¿A caso soy una mula de carga?
-No, no lo eres. -Giré la cabeza y la miré levantando una ceja. -Pero si quieres hacer otra cosa te puedo poner a montar las...
-No, no. Es igual. -Se apresuró la adolescente, comenzando a empujar una caja. -Yo me quedo con las cajas.
Me aguanté la risa y comencé a montar la parada. En los laterales, por detrás de la zona de venta, fui armando la maquinaria pesada, una sierra vertical, el torno... Frente a estos estaba la mesa de trabajo, donde Lavey iba poniendo las herramientas pequeñas y materiales básicos como clavos, tiras de cuero y engranajes.
En la mesa de venta se exponían los productos de muestra. Flechas, ballestas, artilugios de ingeniería, abalorios decorativos y barcos en miniatura, una réplica de todos aquellos que esperaban en el astillero de Ulmer. Los arcos colgaban de su cuerda en uno de los pilares, bajo estos estaban los escudos y en el otro pilar colgaban las trampas. En el lateral de la mesa estaban polladas las armas de ébano y algún instrumento musical. Faltaban los artículos nuevos, pero esos se tendrían que fabricar cuando los pidieran. La gente comenzaba a llegar y no había tiempo que perder.
-¡Pasen y vean! -Comencé a dar palmas y levanté la voz. -¡No seáis tímidos, no mordemos!
-Eso no te lo crees ni tú. -Rebatió Lavey con sarcasmos. -Como me descuide le incas el diente a todos.
-Chis, a callar niña. -No me molesté en girar la cabeza para chistar a mi hija. -¡Señoras, señores, adelante! No encontraran una carpintería mejor en toda la zona.
-¿Y eso como lo sabes? -Cuestionó mordaza la cazadora. -¿Has ido a espiar?
-¿Te quieres callar? ¿Tú de qué lado estas? -Lavey me sacó la lengua. -¡Tenéis ante ustedes una maestra carpintera e ingeniera! Barcos, casas, habitación que solo el dueño puede abrir. Carros, arcos, ballestas, armas de todo tipo ¡Que no os engañe su aspecto! Estas armas cortan y pinchan con el mejor de los aceros. ¡Artilugios que te permiten ver en la oscuridad, comunicarte con tu compañero sin dar grito alguno!
______________________________________________________________________________________________________
Off:
En esta ocasión tan especial, el taller abre con precios especiales. Rebajas importantes en la mano de obra de los objetos de carpintería, y los de ingeniería solo cuestan el precio base.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
El reposo del dragón
Taller de carpintería e ingeniería
El precio de la mano de obra varia según el nivel de la receta: Principiante 10 Æ, Avanzado 20 Æ, Experto 50 Æ. El precio del nivel Maestro se pacta mediante MP.
Se aceptan materiales épicos genéricos (validos para cualquier profesión) y de carpintería como pago por productos, cada uno valorado en 500 Æ. Consultar por MP estas transacciones.
El precio por enseñar recetas únicas sera, la suma del precio de creación, más un extra que variara según la rareza del producto, para más info mandar un MP.
(Pasar el ratón por las imágenes para ver la lista de productos.)
Aprendiz
Carpintería
Arco Pobre: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Por su calidad pobre es propenso a fallar.
Precio base: 30 Æ
Ballesta Pobre: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar dardos. Por su calidad pobre es propensa a fallar.
Precio base: 30 Æ
Ballesta Montada Pobre: [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Por su calidad pobre es propensa a fallar.
Precio base: 30 Æ
Arma de Asta Pobre: [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su baja calidad la hace propensa a dañarse.
Precio base: 30 Æ
Escudo Pobre: [Escudo] Eficaz protección contra ataques, pero por su calidad Pobre es propenso a romperse.
Precio base: 30 Æ
Mueble Simple: Confeccionas un mueble común, como una mesa, armario o despensa. Puede contener las características estéticas que desees.
Precio base: 25 Æ
Objeto Decorativo: Confeccionas un objeto decorativo, como una escultura de madera, siguiendo las características estéticas que desees.
Precio base: 25 Æ
Trampa de Red: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una red que atrapa un animal pequeño o bien se enreda en la extremidad de una persona o animal grande, deteniendo su movimiento por un turno.
Precio base: 30 Æ
Trampa Pestilente: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una sustancia extremadamente pestilente, de color vistoso y muy difícil de quitar. El manchado será fácil de rastrear.
Precio base: 30 Æ
Casa Pobre: [Vivienda] Casa pequeña y de materiales ligeros. No es muy cómoda, pero al menos otorga un lugar para descansar.
Precio base: 100 Æ
Vehículo Pequeño: [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 2 personas, tales como un bote pequeño o un trineo.
Precio base: 70 Æ
Kit de Carpintería Inferior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Aprendiz o inferior que conozcas en un rol.
Precio base: 40 Æ
Ingeniería
Lentes de Visión Nocturna: [Yelmo] anteojos que amplifican la luz, permitiendo ver en la oscuridad. Todo parece de color verde.
Precio base: 30 Æ
Brújula Simple: [Artilugio] Una brújula sencilla. Siempre apunta al norte.
Precio base: 25 Æ
Brújula de Rastreo X-1: [Artilugio, Limitado] Consiste en un orbe pequeño, que puede ser disimulado como una joya, y una especie de brújula de bolsillo. La aguja de la brújula siempre apuntará hacia el orbe, sin importar lo lejos que esté.
Precio base: 30 Æ
Catalejos del Pirata: [Artilugio] Catalejos simple y retráctil, fácilmente portátil, que permite ver a la distancia.
Precio base: 30 Æ
Pistola de Cuerda: [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Aparato similar a una ballesta, que posee una firme, pero delgada cuerda terminada en un gancho metálico. Al lanzarse, se engancha para poder escalar fácilmente. Puede usarse como arma. Es posible recuperar su uso si se tienen algunos minutos para rebobinar la cuerda y volver a poner todo en su lugar.
Precio base: 30 Æ
Inyección: [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Tubo metálico que contiene un recipiente de vidrio y dos agujas. Optimiza el uso de una poción o veneno, al inyectarlo directamente al torrente sanguíneo. Permite consumir una carga de cualquier pócima o veneno para llenarla. Luego de eso, gastar una carga de este objeto equivale a usar el efecto del la mezcla usada (es decir, permite 2 usos de tal poción o veneno). No funciona con mezclas de calida Épica o Legendaria.
Precio base: 30 Æ
Bomba Luminosa: [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Esfera que, al ser reventada (puede ser en la mano, no causa daño), libera por un instante una intensa luz, capaz de encandilar severamente a quienes la vean.
Precio base: 30 Æ
Casco del Genio Paranoico: [Yelmo] Llamativo casco con extrañas antenas. Otorga protección frente a efectos de control e influencia mental, disminuyendo notoriamente su potencia. No ofrece protección particular frente a ataques.
Precio base: 30 Æ
Kit de Ingeniería Inferior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por engranajes y otros materiales mecánicos, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Ingeniería a nivel Aprendiz que conozcas en un rol.
Precio base: 40 Æ
Avanzado
Carpintería
Trampa de Osos: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo con dientes metálicos que, al ser pisado, se cierra con fuerza en torno al pie de la víctima. Causa daños moderados y retiene al objetivo en el lugar. Una persona puede abrir la trampa para sacar el pie, pero esto gasta al menos 30 segundos.
Precio base: 70 Æ
Trampa Explosiva: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, permite una reacción que genera una explosión que realiza daño moderado, especialmente en el pie, tanto a quien la pisa como en una zona de metro y medio de radio. La explosión arroja a los afectados al suelo.
Precio base: 70 Æ
Trampa Punzante: [Trampa, Limitado, 2 Usos] Una serie de pequeñas trampas equipadas con una punta camuflada, de tal manera de enterrarse en el pie de quien la pise. Cada uso libera 4 de estas púas. Poseen la resistencia suficiente para atravesar diferentes tipos de calzado, incluso metal, si se pisa muy fuerte.
Precio base: 70 Æ
Arco Normal: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Posee una calidad Normal.
Precio base: 70 Æ
Ballesta Normal: [Arma de Proyectil] Ballesta que permite lanzar dardos. Posee una calidad Normal.
Precio base: 80 Æ
Ballesta Montada Normal: [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Posee una calidad Normal.
Precio base: 80 Æ
Arma de Asta Normal: [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su calidad Normal la hace efectiva en el combate.
Precio base: 70 Æ
Escudo Normal: [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Normal.
Precio base: 70 Æ
Casa Común: [Vivienda] Casa común, capaz de albergar una familia sin grandes lujos, pero cómodamente. Nada ostentoso, pero es un buen techo.
Precio base: 200 Æ
Vehículo Mediano: [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 6 personas, tales como un barcazas o carruajes.
Precio base: 120 Æ
Barco Mediano: [Transporte] Barco ligero, capaz de transportar hasta unas 20 personas. El capitán posee camarote propio, el resto puede descansar en un área común. Apropiado para navegación cerca de la costa.
Precio base: 150 Æ
Mueble Complejo: Confeccionas un mueble complejo, de apariencia muy especial o con mecanismos ocultos, tales como un armario que esconde una puerta secreta.
Precio base: 70 Æ
Objeto Decorativo Complejo: Confeccionas un objeto decorativo, como una escultura de madera, siguiendo las características estéticas que desees. Este objeto puede contener compartimentos ocultos u otros mecanismos poco comunes.
Precio base: 70 Æ
Kit de Carpintería Regular: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Avanzado o inferior que conozcas en un rol.
Precio base: 100 Æ
Ingeniería
Experta
Carpintería
Trampa de las Cien Agujas: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera rápidamente una descarga de múltiples agujas. Causan daño a quien lo pisa y contienen un veneno que hace al afectado sentir adormecido y visiblemente más lento por 2 turnos. El veneno puede reemplazarse por otro si el usuario lo tiene disponible.
Precio base: 120 Æ
Trampa de Jaula: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una jaula debidamente escondida. La jaula puede encerrar a una persona y queda fuertemente sujeta con ganchos, lo que hace difícil salir de allí.
Precio base: 120 Æ
Arco Superior: [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Posee una calidad Superior.
Precio base: 120 Æ
Ballesta Superior: [Arma de Proyectil] Ballesta que permite lanzar dardos. Posee una calidad Superior.
Precio base: 140 Æ
Ballesta Montada Superior: [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Posee una calidad Superior.
Precio base: 140 Æ
Arma de Asta Superior: [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su calidad Superior la hace muy efectiva en el combate y difícil de dañar.
Precio base: 120 Æ
Escudo Superior: [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Superior.
Precio base: 120 Æ
Vara del Rey Mono: [Arma de Asta, Limitado] Vara de madera mágica, capaz de acortarse hasta medio metro y alargarse hasta 5 metros a voluntad del usuario (tarda alrededor de 3 segundos). Puede reemplazar el asta de otra arma. Es de calidad Superior.
Precio base: 120 Æ
Barco Grande: [Vehículo] Barco capaz de navegar grandes distancias y albergar una numerosa tripulación. Posee grandes velas, mástiles, camarotes y todo lo que un capitán podría esperar.
Precio base: 1000 Æ
Casa Lujosa: [Vivienda] Casa de excelentes materiales, con todo lo necesario para una vida acomodada. Está bien ubicada y puede tener un staff de servicio básico de uno o dos PNJs.
Precio base: 500 Æ
Kit de Carpintería Superior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Experto o inferior que conozcas en un rol.
Precio base: 150 Æ
Ingeniería
Maestra Carpintera
ttttttRecetas Únicas
Carpintería
Principiante:
Mira de precisión: [Mejora] Mira simple sólo de madera que permite apuntar con algo más de comodidad. Puede unirse a un arma de proyectil.
Precio base: 40 Æ
Instrumento musical refinado: Los instrumentos musicales confeccionados por carpinteros en un taller se considerarán de mayor calidad.
Precio base: 50 Æ
Vara del Aprendiz Tensai: [Arma] Canaliza la magia elemental, permitiendo utilizar su cabeza para mantener un elemento sin dañarla y facilita ligeramente apuntar ataques a distancia.
Precio base: 50 Æ
Avanzado:
Trampa Cegadora: [Trampa, Limitado, 1 Uso] Compuesta por un mecanismo equipado de una runa arcana unido a un fino hilo que, al pisarse, causa que la runa estalle en un intenso destello de luz. Causa ceguera de un turno a quien vea de cerca el destello y posible desorientación.
Precio base: 140 Æ
Señuelo: [Trampa, Limitado, 4 Usos] Un señuelo, diseñado para atraer objetivos a otra posible trampa. Tiene la apariencia de una daga ornamentada y valiosa, y crea un aroma que atrae a determinados animales.
Precio base: 140 Æ
Silbato del Cazador: [Limitado, 3 Usos] Un reclamo encantado que permite imitar perfectamente la llamada de un cualquier animal, siempre que el usuario recuerde dicha llamada. Puede atraer individuos del animal llamado.
Precio base: 90 Æ
Estallido Ullúme: [Proyectil, Limitado, 1 Uso] Flecha o virote que disponen de una pequeña bolsa de hojas del árbol ullúme. Al dispararlas al cielo, la bolsita estalla dejando un montón de hojas en suspensión en el aire creando una espesa cúpula que no deja pasar la luz del sol. La cúpula tiene 2 turnos de duración.
Precio base: 90 Æ
Habitación oculta: [Ampliación de vivienda] Una pared falsa o trampilla oculta llevan a una sala secreta y segura, perfecta para guardar cosas de valor o esconderse durante una temporada. La habitación no puede tener ventanas y cuenta con muebles comunes. No aplicable a casas pobres.
Precio base: 140 Æ
Máscara de Hada: [Yelmo] Mientras el personaje esté completamente quieto en un lugar con cobertura de fenómenos naturales, como follaje, niebla o lluvia, una ilusión le creará un camuflaje completo, imitando el entorno.
Precio base: 100 Æ
Vara del Conjurador: [Arma de Dos Manos] Cada vez que uses una habilidad mágica aprendida por nivel y de usos limitados, sosteniendo esta vara, la vara además lanzará una esfera de energía que causa daños leves.
Precio base: 120 Æ
Experto:
Armas de Ébano: [Arma] Permite la creación de cualquier tipo de arma, las que serán consideradas de calidad Superior. Son de madera, pero resistentes como el metal. Cuando esta arma cause daño, hará un daño leve adicional por astillas que incrementan el sangrado. Se considera encantada y cuenta para el límite de Encantamientos por personaje.
Precio base: 220 Æ
Drakkar: [Transporte] Barco ligero que imita la forma de un dragón. Permite transportar hasta 20 personas. El capitán posee camarote propio. Es capaz de llegar a velocidades privilegiadas para alcanzar a otras embarcaciones, por lo que es muy útil para el asalto sorpresa a barcos o costas.
Precio base: 400 Æ
Arma Devastadora: [Arma Contundente] Esta arma es más pesada que un arma contundente común, lo que la hace muy efectiva para aplastar armaduras, aunque requiere de personajes basados en fuerza para usarse sin afectar mucho la velocidad del ataque. Su calidad es Superior.
Precio base: 160 Æ
Arco de Recarga Rápida: [Arma de Proyectil] de calidad Superior, este arco está diseñado para poder disparar más rápido de lo normal, aunque con un poco menos de potencia.
Precio base: 160 Æ
Ballesta de Recarga Rápida: [Arma de Proyectil] de calidad Superior, esta ballesta está diseñado para poder disparar más rápido de lo normal, aunque con un poco menos de potencia.
Precio base: 160 Æ
Vara del Archimago: [Arma de Dos Manos] Elaborada con madera cargada de Éter, Permite a su portador gastar un uso de una de sus habilidades mágicas para generar una descarga de Éter en forma de rayo que hace daño según el nivel de la habilidad gastada y frecuencia de disponibilidad.
Precio base: 200 Æ
Cerbatana de Precisión: [Arma] muy precisa, provista de dardos especiales capaces de contener veneno e inyectarlo rápidamente al sistema del enemigo. El daño en sí mismo del arma es mínimo. El veneno se agrega de manera separada.
Precio base: 150 Æ
Actualmente en el almacén hay disponibles cuatro artículos a la venta.
1 señuelo ([Trampa, Limitado, 4 Usos] Un señuelo, diseñado para atraer objetivos a otra posible trampa. Tiene la apariencia de una daga ornamentada y valiosa, y crea un aroma que atrae a determinados animales.) Con un precio de 150Æ en lugar de 180.
1 silbato de cazador ([Limitado, 3 Usos] Un reclamo encantado que permite imitar perfectamente la llamada de un cualquier animal, siempre que el usuario recuerde dicha llamada. Puede atraer individuos del animal llamado.) Con un precio de 100Æ en lugar de 140.
1 colgante con encantamiento de pudor ([Encantamiento de Joya]: Cuando el portador de la joya se transforme, todo su equipamiento lo hará consigo, desapareciendo hasta que vuelva a forma humana. No cuenta para el límite de encantamientos por personaje.) Con un precio de 50Æ (colgante incluido).
1 Arco de calidad pobre. Con un precio de 30Æ en lugar de 50.
Técnicas nivel avanzado:
Reconfección: Reutiliza los materiales de un objeto para darle una nueva apariencia, manteniendo sus habilidades. Incluso es posible cambiar, por ejemplo, el tipo de arma (ej: un arco convertido en ballesta). Si este cambio es permanente, ganas 1 PP y debes gastar 30 Aeros si es Pobre, 50 si es Normal, 100 si es Superior y 1 Material Épico si es Épico. Un mismo objeto puede ser reconfeccionado una sola vez.
Carpintería: Maestra.
Ingeniería: Aprendiz.
Reivy Abadder
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Transacciones actualizadas
Reivy: -190 aeros por aprendizaje de recetas
Rauko: -180 aeros por aprendizaje de recetas
- Puestos de mercado y adquisición de recetas:
PUESTOS DE MERCADO:
Asher Daregan: Arcanos y Alquimia
Alisha Lessard (segunda cuenta): Alquimia
Valyria: Curtiduría
Go'el (segunda cuenta): Ingeniería y Alquimia
Reivy Abadder: Carpintería e Ingeniería
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
–¡Ya volví! –fue mi saludo–. ¿Ya terminaste de arreglar todo?
–Aún no –murmuró Hyro mientras colocaba frente a mi improvisada tienda un cartel que decía «Un lugar sin nombre, la herrería de un joven elfo ermitaño»–, y es porque no ayudas.
–Oye, ¿por qué ese nombre paradójico? –inquirí con curiosidad.
–¿No lo recuerdas? Es el nombre de tu taller, el nombre que tú mismo pensaste.
–¿Que yo qué?
Hyro suspiró y dijo:
–Vale, tendré que hacerte recortar. Fue hace un par de años cuando…
–Felicidades, Rauko, ya tienes tu herrería –dijo Hyro con orgullo, tan apuesto como siempre, y me dio unas palmadas en mi espalda–. ¿Qué nombre le pondrás?
Presioné mis labios con mi pulgar derecho, pensativo. Unos instantes después, chasqueé los dedos.
–Lo tengo. –Extendí mis brazos hacia adelante, hacia mi herrería, el obsequio que al apuesto Hyro me dio como muestra de su gran bondad–. «Un lugar sin nombre, la herrería de un joven elfo ermitaño».
Dicho eso, nos fuimos a un bar a celebrar con hidromiel y mujerzuelas.
Espera un momento, ¡ese flashback está muy mal! Nada de eso ocurrió. Además, ¿mujerzuelas? ¡¿Mujerzuelas?! ¡Eso es absurdo!
–Bueno, da igual. Cualquier nombre está bien –dije para cambiar de tema–. ¿Dónde está Xana?
Hyro se encogió de hombros.
–Déjala ser y ven aquí a ayudarme –instó.
Recorrí los alrededores con la mirada. Ningún rastro de Xana.
–Dije que vinieras, Rauko –insistió.
–Ya, bueno, sí, está bien. Te ayudaré.
De todas maneras, no había mucho que hacer, pues no tenía mucho. Una fragua, mis instrumentos de trabajo y unas pocas espadas, clavadas en el suelo, que servían como muestra de mi trabajo. También había más objetos en unas cajas al fondo, pero me dio pereza acomodarlas también.
Al terminar, también coloqué un anillo tragaéter en una mesita, donde también coloqué un catálogo con los objetos que yo podría crear.
–Bien, ahora… –dije mientras me dirigía hacia la parte trasera de mi «local» para recostarme en el suelo– intentaré dormir un rato. Despiértame cuando tenga que trabajar.
–Sí, está bien. Yo me encargo de atender a los clientes –asintió–. Lástima que aquí no podré hacer esperar como en nuestro taller –se lamentó en un susurro.
–Aún no –murmuró Hyro mientras colocaba frente a mi improvisada tienda un cartel que decía «Un lugar sin nombre, la herrería de un joven elfo ermitaño»–, y es porque no ayudas.
–Oye, ¿por qué ese nombre paradójico? –inquirí con curiosidad.
–¿No lo recuerdas? Es el nombre de tu taller, el nombre que tú mismo pensaste.
–¿Que yo qué?
Hyro suspiró y dijo:
–Vale, tendré que hacerte recortar. Fue hace un par de años cuando…
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–Felicidades, Rauko, ya tienes tu herrería –dijo Hyro con orgullo, tan apuesto como siempre, y me dio unas palmadas en mi espalda–. ¿Qué nombre le pondrás?
Presioné mis labios con mi pulgar derecho, pensativo. Unos instantes después, chasqueé los dedos.
–Lo tengo. –Extendí mis brazos hacia adelante, hacia mi herrería, el obsequio que al apuesto Hyro me dio como muestra de su gran bondad–. «Un lugar sin nombre, la herrería de un joven elfo ermitaño».
Dicho eso, nos fuimos a un bar a celebrar con hidromiel y mujerzuelas.
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Espera un momento, ¡ese flashback está muy mal! Nada de eso ocurrió. Además, ¿mujerzuelas? ¡¿Mujerzuelas?! ¡Eso es absurdo!
–Bueno, da igual. Cualquier nombre está bien –dije para cambiar de tema–. ¿Dónde está Xana?
Hyro se encogió de hombros.
–Déjala ser y ven aquí a ayudarme –instó.
Recorrí los alrededores con la mirada. Ningún rastro de Xana.
–Dije que vinieras, Rauko –insistió.
–Ya, bueno, sí, está bien. Te ayudaré.
De todas maneras, no había mucho que hacer, pues no tenía mucho. Una fragua, mis instrumentos de trabajo y unas pocas espadas, clavadas en el suelo, que servían como muestra de mi trabajo. También había más objetos en unas cajas al fondo, pero me dio pereza acomodarlas también.
Al terminar, también coloqué un anillo tragaéter en una mesita, donde también coloqué un catálogo con los objetos que yo podría crear.
–Bien, ahora… –dije mientras me dirigía hacia la parte trasera de mi «local» para recostarme en el suelo– intentaré dormir un rato. Despiértame cuando tenga que trabajar.
–Sí, está bien. Yo me encargo de atender a los clientes –asintió–. Lástima que aquí no podré hacer esperar como en nuestro taller –se lamentó en un susurro.
(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)
Abro mi taller de herrería ='D
Todas las recetas que poseo están [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. El precio de venta de cada objeto es el coste de materiales más 10 Æ.
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Rauko
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Llegó al lugar que los regentes de la feria le habían indicado.
Cruzado de brazos, analizó la diminuta esquina durante varios largos segundos y comprobó con la mirada que todo su equipo y herramientas estaban ya allí. Al final, sin decir nada, se pasó la mano por el pelo y se limitó a dejar escapar un largo suspiro.
Era… más pequeño de lo que le habían dicho. ¿Cómo iba a trabajar allí?
- Te dije que teníamos que haber venido antes. – Musitó Lyn a su espalda al mismo tiempo que dejaba escapar un bostezo y estiraba ambos brazos por encima de su cabeza.
- ¿Cuántas veces más vas a repetírmelo? – Respondió Eltrant masajeándose el entrecejo, adelantándose a abrir un par de cajas.
- Las que necesite para hacerte enfadar. – dijo la vampiresa esbozando una sonrisa traviesa, Eltrant puso los ojos en blanco y comenzó a desempaquetar las herramientas. – ¡No puede ser! – Exclamó Lyn de pronto. – Tenemos un problema, Mortal. – Agregó girándose sobre si misma grácilmente para colocarse frente a su compañero, captando completamente su atención.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Eltrant. – No me digas que se han dejado algo en el puerto. – dijo a continuación entornando los ojos. – Mira que les dije que tuviesen cuidado con los… - Dejando el martillo que acababa de sacar de una de las cajas en el suelo, Eltrant se volvió hacía las cajas que había estado mirando Lyn.
- Teníamos que haber venido antes. – Susurró la vampiresa tras acercarse aún más al rostro del errante, casi como si estuviese contándole un secreto increíblemente importante al castaño.
Un conocido “tick” se apoderó del ojo derecho del herrero. La vampiresa, por su parte, estalló en carcajadas al ver la expresión del humano.
- Monta el puesto. – Le dijo después de haber contado mentalmente hasta diez y se encaminaba hacía la multitud. – Voy a ver si encuentro algo útil. – Agregó.
- ¿Qué? – Lyn se cruzó de brazos - ¿Tan pronto lo he conseguido? – Ampliando la sonrisa observó como la espalda de su compañero desaparecía entre la multitud y sacudió la cabeza. – Me decepcionas, Mortal. Antes tenías más pacien… - Se detuvo a mitad de frase, justo cuando se percató de lo que acababa de suceder justo al encontrarse completamente sola. - ¡Eh! ¡¿Cómo te atreves a ordenarme a trabajar, lacayo?! – Gritó a la nada, atrayendo la mirada de varias personas.
La feria estaba bastante más animada de lo que esperaba, aunque era bastante evidente que se debía, principalmente, a que habían llegado cuando ya estaba todo prácticamente montado.
Decenas de puestos vendiendo objetos a cada cual más… difícil de explicar.
- Probablemente Asher encuentre esto interesante… - dijo en voz baja, parándose frente a un tenderete de lo que parecían ser encantamientos. - …o quizás no. – Si bien a sus ojos aquellos colgantes parecían bastante complejos, realmente no tenía idea alguna de cómo funcionaban y de la dificultad que entrañaba el fabricarlos.
Volviendo a suspirar se planteó el volver a montar su taller.
Conocía a Lyn, sabía que muy probablemente estaría quejándose a todo el que pasaba por allí en lugar de trabajar, hablando del vago de su trabajador que se había ido a la feria en lugar de ayudarla.
Llevándose la mano derecha hasta la sien, sacudió la cabeza, y continuó la marcha a través del recinto de la feria, debiéndose finalmente frente a una herrería cuyo dueño, desafortunadamente, conocía relativamente bien.
- Hartem… - Masculló en voz baja.
Realmente no le apetecía entrar, pero tenía que admitir que la última vez que indagó en la herrería del brujo se encontró con recetas que, como mínimo, le fueron bastante útiles.
En el interior se encontró básicamente lo que se esperaba: armaduras y armas forjadas con una maestría difícil de igualar. Le resultaba casi descorazonador, todo el esfuerzo que le dedicaba él mismo a la forja y todavía era incapaz de fabricar cosas similares a las que veía en aquel taller.
Sin mediar palabra con ninguno de los presentes, oteó el lugar hasta que encontró varias recetas que creyó que podía poner a prueba en su propia forja, momento en el que se encaminó hasta el mostrador y, educadamente, pidió a la joven que la regentaba que le dijese el precio de las mismas.
Minutos después se encontró de caminando de vuelta al lugar en el que había dejado a Lyn al mismo tiempo que releía por cuarta vez las recetas que acababa de adquirir.
Todavía tenía que montar el su propio taller.
Con un poco de suerte podría probar alguna de aquellas aquel mismo día.
Off:
Compro en este post las siguientes recetas. Montaré el taller en el siguiente turno.
Nivel Principiante:
Nivel Avanzado:
Nivel Experto:
Cruzado de brazos, analizó la diminuta esquina durante varios largos segundos y comprobó con la mirada que todo su equipo y herramientas estaban ya allí. Al final, sin decir nada, se pasó la mano por el pelo y se limitó a dejar escapar un largo suspiro.
Era… más pequeño de lo que le habían dicho. ¿Cómo iba a trabajar allí?
- Te dije que teníamos que haber venido antes. – Musitó Lyn a su espalda al mismo tiempo que dejaba escapar un bostezo y estiraba ambos brazos por encima de su cabeza.
- ¿Cuántas veces más vas a repetírmelo? – Respondió Eltrant masajeándose el entrecejo, adelantándose a abrir un par de cajas.
- Las que necesite para hacerte enfadar. – dijo la vampiresa esbozando una sonrisa traviesa, Eltrant puso los ojos en blanco y comenzó a desempaquetar las herramientas. – ¡No puede ser! – Exclamó Lyn de pronto. – Tenemos un problema, Mortal. – Agregó girándose sobre si misma grácilmente para colocarse frente a su compañero, captando completamente su atención.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Eltrant. – No me digas que se han dejado algo en el puerto. – dijo a continuación entornando los ojos. – Mira que les dije que tuviesen cuidado con los… - Dejando el martillo que acababa de sacar de una de las cajas en el suelo, Eltrant se volvió hacía las cajas que había estado mirando Lyn.
- Teníamos que haber venido antes. – Susurró la vampiresa tras acercarse aún más al rostro del errante, casi como si estuviese contándole un secreto increíblemente importante al castaño.
Un conocido “tick” se apoderó del ojo derecho del herrero. La vampiresa, por su parte, estalló en carcajadas al ver la expresión del humano.
- Monta el puesto. – Le dijo después de haber contado mentalmente hasta diez y se encaminaba hacía la multitud. – Voy a ver si encuentro algo útil. – Agregó.
- ¿Qué? – Lyn se cruzó de brazos - ¿Tan pronto lo he conseguido? – Ampliando la sonrisa observó como la espalda de su compañero desaparecía entre la multitud y sacudió la cabeza. – Me decepcionas, Mortal. Antes tenías más pacien… - Se detuvo a mitad de frase, justo cuando se percató de lo que acababa de suceder justo al encontrarse completamente sola. - ¡Eh! ¡¿Cómo te atreves a ordenarme a trabajar, lacayo?! – Gritó a la nada, atrayendo la mirada de varias personas.
[…]
La feria estaba bastante más animada de lo que esperaba, aunque era bastante evidente que se debía, principalmente, a que habían llegado cuando ya estaba todo prácticamente montado.
Decenas de puestos vendiendo objetos a cada cual más… difícil de explicar.
- Probablemente Asher encuentre esto interesante… - dijo en voz baja, parándose frente a un tenderete de lo que parecían ser encantamientos. - …o quizás no. – Si bien a sus ojos aquellos colgantes parecían bastante complejos, realmente no tenía idea alguna de cómo funcionaban y de la dificultad que entrañaba el fabricarlos.
Volviendo a suspirar se planteó el volver a montar su taller.
Conocía a Lyn, sabía que muy probablemente estaría quejándose a todo el que pasaba por allí en lugar de trabajar, hablando del vago de su trabajador que se había ido a la feria en lugar de ayudarla.
Llevándose la mano derecha hasta la sien, sacudió la cabeza, y continuó la marcha a través del recinto de la feria, debiéndose finalmente frente a una herrería cuyo dueño, desafortunadamente, conocía relativamente bien.
- Hartem… - Masculló en voz baja.
Realmente no le apetecía entrar, pero tenía que admitir que la última vez que indagó en la herrería del brujo se encontró con recetas que, como mínimo, le fueron bastante útiles.
En el interior se encontró básicamente lo que se esperaba: armaduras y armas forjadas con una maestría difícil de igualar. Le resultaba casi descorazonador, todo el esfuerzo que le dedicaba él mismo a la forja y todavía era incapaz de fabricar cosas similares a las que veía en aquel taller.
Sin mediar palabra con ninguno de los presentes, oteó el lugar hasta que encontró varias recetas que creyó que podía poner a prueba en su propia forja, momento en el que se encaminó hasta el mostrador y, educadamente, pidió a la joven que la regentaba que le dijese el precio de las mismas.
Minutos después se encontró de caminando de vuelta al lugar en el que había dejado a Lyn al mismo tiempo que releía por cuarta vez las recetas que acababa de adquirir.
Todavía tenía que montar el su propio taller.
Con un poco de suerte podría probar alguna de aquellas aquel mismo día.
__________________________________________________________________
Off:
Compro en este post las siguientes recetas. Montaré el taller en el siguiente turno.
Nivel Principiante:
- Casco Brutal: [Yelmo]
Nivel Avanzado:
- Anillos del Vínculo: [Joya, 1 Uso]
- Joyas de Reserva: [Limitado, 2 Usos]
Nivel Experto:
- Diadema del Hechicero: [Yelmo, Joya]
- Arma Flexible Superior: [Arma Flexible]
Eltrant Tale
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Realizando análisis del perímetro...
—¡Vaya...! —exclamó Arthur, contemplando el lugar con admiración. —¡Este lugar es... increíble! —añadió, no conteniendo en sí la emoción.
Nos adentrabamos en la Feria del Invierno, cuando pudimos comprobar que los rumores eran ciertos: Los brujos eran reconocidos por su excelencia al momento de organizar celebraciones importantes. Las banderas, las flores, las telas. Cada elemento se hallaba colocado con suma precisión y elegancia, rodeados a la vez de un aura mágica y vivaz. Eran, sin dudarlo, maestros del perfeccionismo.
Las calles se hallaban repletas de estudiantes de la prestigiosa academia Hekshold, cargando entre brazos sus diversos experimentos para exhibir en la feria. Su alegría llenaba el ambiente de un mágico espíritu de sabiduría y entusiasmo. Era increíble estar aquí. Sonreí con alegría.
¡ALERTA!
Amenaza detectada...
Descargando coordenadas...
—¡Cuidado, Arthur! —exclamé, reaccionando de inmediato. Coloqué mi mano sobre su cabeza, haciendo presión para obligarle a agacharse.
Un objeto cruzó raudo sobre nosotros. Sonreí cuando vi que se trataba de un libro volador, al que le habían salido alas y se desplazaba por los aires sin control, perseguido por un par de estudiantes. Reía con alegría, mientras las señoritas se disculpaban rápidamente y continuaron persiguiendo a su proyecto. Les indiqué con las manos que no había problema.
—¿Viste eso, Arthur? ¡Fue impresionante! —exclamé sonriente y entusiasmado, volviendo a estar de pié. —Sus proyectos son brillantes.
—S-S-Si... S-Son increíbles... —tartamudeó el joven brujo. Su tono demostraba preocupación, y su mirada se dirigía al suelo con melancolía.
—¿Ocurre algo? —pregunté con una sonrisa, inclinándome un poco, buscando su mirada. Le escuché tragar saliva. Sabía que estaba pensando. Le conocía demasiado bien. —No estarás olvidando que tú también eres brillante, ¿correcto? —le recordé, cruzando mi brazo por su cuello y colocando mi mano sobre su hombro.
—No lo sé, Adam... ¿Y si a nadie le gusta mi proyecto...? —cuestionó cabizbajo.
—No tiene que gustarle a todos, basta con que impresiones a las personas correctas. —le expliqué, buscando animarle. —Y, déjame decirte, que para mi ya es impresionante. —le reconforté, sacudiéndole un poco para animarle.
El joven disimuló una pequeña sonrisa, antes de liberarse de mi agarre simulando que no le importó lo que dije; así como el tono carmín que adquirieron sus mejillas. Reí alegre, antes de seguirle los pasos al interior de la feria.
Tras observar cómo Arthur sufría un ataque de pánico y olvidaba parte del monólogo que preparó expresamente para esta ocasión, me desplazaba hacia el escenario donde se realizaría la exposición de proyectos. No era el turno de Arthur. Aquellos que no pertenecían a la academia se encontraban al final de la lista. Sin embargo, mi misión era asegurarme de que todo estuviera listo para cuando ese momento llegara.
¡ADVERTENCIA!
Actividad paranormal detectada...
Fue en ese momento cuando mi atención se vio captada por una señal. Mis sensores detectaron el momento en que una hoja de papel se deslizó entre los objetos cargados por un joven brujo, cayendo al suelo con un grácil baile entre los vientos. Le recogí con prisa del suelo, mientras intentaba llamar la atención de su dueño para notificarle de su objeto perdido. Sin embargo, mis esfuerzos fueron en vano. El muchacho se desvaneció entre la multitud.
Realizando análisis del objeto...
Observé lo que parecía ser una receta para un proyecto, con el objetivo de transformar materia inanimada en un ser viviente. Increíble. Solo debía esperar que aquél joven se presentara. Tendría entonces la oportunidad de devolversela.
Procedí entonces a disfrutar del espectáculo, en espera de aquél joven promesa. Observé muchos proyectos. Unos sumamente buenos... Otros no tanto. Hasta que finalmente el joven hizo su aparición, recibiendo una ovación de todos los presentes... Con una pequeña excepción.
Una joven damisela en apuros había llamado mi atención. Le había observado previamente. Mostró en un principio entusiasmo por el muchacho cuando subió al escenario, pero ahora... lloraba... ¿Por qué...? Me acerqué a ella con cuidado, y me agaché junto a ella para intentar brindarle mi asistencia.
—¿Qué le ocurre, señorita...? ¿Puedo ayudarle en algo...? —pregunté preocupado, sin embargo no recibí ninguna respuesta. La pobre muchacha se encontraba sumergida entre lágrimas.
—E-Esa... es mi... mi... receta... —musitó la chica en medio de su dolor. ¿Su receta...?
—¿La que acaba de presentar esa joven? —pregunté incrédulo. —¿Esta receta...? —añadí, entregándole a la joven la hoja de papel que había encontrado. —Se le cayó a ese chico.
—¡Esta es! ¡Esta es mí receta! —exclamó la señorita, tras analizar la hoja entre sus manos. —¡Esta es mi letra! ¡Freddy robó mi receta!
—¡Vaya...! —exclamó Arthur, contemplando el lugar con admiración. —¡Este lugar es... increíble! —añadió, no conteniendo en sí la emoción.
Nos adentrabamos en la Feria del Invierno, cuando pudimos comprobar que los rumores eran ciertos: Los brujos eran reconocidos por su excelencia al momento de organizar celebraciones importantes. Las banderas, las flores, las telas. Cada elemento se hallaba colocado con suma precisión y elegancia, rodeados a la vez de un aura mágica y vivaz. Eran, sin dudarlo, maestros del perfeccionismo.
Las calles se hallaban repletas de estudiantes de la prestigiosa academia Hekshold, cargando entre brazos sus diversos experimentos para exhibir en la feria. Su alegría llenaba el ambiente de un mágico espíritu de sabiduría y entusiasmo. Era increíble estar aquí. Sonreí con alegría.
¡ALERTA!
Amenaza detectada...
Descargando coordenadas...
—¡Cuidado, Arthur! —exclamé, reaccionando de inmediato. Coloqué mi mano sobre su cabeza, haciendo presión para obligarle a agacharse.
Un objeto cruzó raudo sobre nosotros. Sonreí cuando vi que se trataba de un libro volador, al que le habían salido alas y se desplazaba por los aires sin control, perseguido por un par de estudiantes. Reía con alegría, mientras las señoritas se disculpaban rápidamente y continuaron persiguiendo a su proyecto. Les indiqué con las manos que no había problema.
—¿Viste eso, Arthur? ¡Fue impresionante! —exclamé sonriente y entusiasmado, volviendo a estar de pié. —Sus proyectos son brillantes.
—S-S-Si... S-Son increíbles... —tartamudeó el joven brujo. Su tono demostraba preocupación, y su mirada se dirigía al suelo con melancolía.
—¿Ocurre algo? —pregunté con una sonrisa, inclinándome un poco, buscando su mirada. Le escuché tragar saliva. Sabía que estaba pensando. Le conocía demasiado bien. —No estarás olvidando que tú también eres brillante, ¿correcto? —le recordé, cruzando mi brazo por su cuello y colocando mi mano sobre su hombro.
—No lo sé, Adam... ¿Y si a nadie le gusta mi proyecto...? —cuestionó cabizbajo.
—No tiene que gustarle a todos, basta con que impresiones a las personas correctas. —le expliqué, buscando animarle. —Y, déjame decirte, que para mi ya es impresionante. —le reconforté, sacudiéndole un poco para animarle.
El joven disimuló una pequeña sonrisa, antes de liberarse de mi agarre simulando que no le importó lo que dije; así como el tono carmín que adquirieron sus mejillas. Reí alegre, antes de seguirle los pasos al interior de la feria.
* * *
Tras observar cómo Arthur sufría un ataque de pánico y olvidaba parte del monólogo que preparó expresamente para esta ocasión, me desplazaba hacia el escenario donde se realizaría la exposición de proyectos. No era el turno de Arthur. Aquellos que no pertenecían a la academia se encontraban al final de la lista. Sin embargo, mi misión era asegurarme de que todo estuviera listo para cuando ese momento llegara.
¡ADVERTENCIA!
Actividad paranormal detectada...
Fue en ese momento cuando mi atención se vio captada por una señal. Mis sensores detectaron el momento en que una hoja de papel se deslizó entre los objetos cargados por un joven brujo, cayendo al suelo con un grácil baile entre los vientos. Le recogí con prisa del suelo, mientras intentaba llamar la atención de su dueño para notificarle de su objeto perdido. Sin embargo, mis esfuerzos fueron en vano. El muchacho se desvaneció entre la multitud.
Realizando análisis del objeto...
Observé lo que parecía ser una receta para un proyecto, con el objetivo de transformar materia inanimada en un ser viviente. Increíble. Solo debía esperar que aquél joven se presentara. Tendría entonces la oportunidad de devolversela.
Procedí entonces a disfrutar del espectáculo, en espera de aquél joven promesa. Observé muchos proyectos. Unos sumamente buenos... Otros no tanto. Hasta que finalmente el joven hizo su aparición, recibiendo una ovación de todos los presentes... Con una pequeña excepción.
Una joven damisela en apuros había llamado mi atención. Le había observado previamente. Mostró en un principio entusiasmo por el muchacho cuando subió al escenario, pero ahora... lloraba... ¿Por qué...? Me acerqué a ella con cuidado, y me agaché junto a ella para intentar brindarle mi asistencia.
—¿Qué le ocurre, señorita...? ¿Puedo ayudarle en algo...? —pregunté preocupado, sin embargo no recibí ninguna respuesta. La pobre muchacha se encontraba sumergida entre lágrimas.
—E-Esa... es mi... mi... receta... —musitó la chica en medio de su dolor. ¿Su receta...?
—¿La que acaba de presentar esa joven? —pregunté incrédulo. —¿Esta receta...? —añadí, entregándole a la joven la hoja de papel que había encontrado. —Se le cayó a ese chico.
—¡Esta es! ¡Esta es mí receta! —exclamó la señorita, tras analizar la hoja entre sus manos. —¡Esta es mi letra! ¡Freddy robó mi receta!
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[*] Perjudico a Freddy, en busca del Token de Myrddin, entregándole a Eliana una hoja de papel que poseía el muchacho, donde se halla plasmada la fórmula del proyecto con la letra de la joven bruja.
Prometeo
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Transacciones actualizadas
Eltrant: -190 aeros por aprendizaje de recetas
- Puestos de mercado y adquisición de recetas:
PUESTOS DE MERCADO:
Asher Daregan: Arcanos y Alquimia
Alisha Lessard (segunda cuenta): Alquimia
Valyria: Curtiduría
Go'el (segunda cuenta): Ingeniería y Alquimia
Reivy Abadder: Carpintería e Ingeniería
Rauko: Herrería
RECETAS ADQUIRIDAS:
Asher Daregan: 5
Reivy Abadder: 5
Rauko: 4
Eltrant Tale: 5
Fehu
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
La mujer se llamaba Lucy, como descubrió una vez fue aceptada en el aprendizaje. Y era un poco gruñona cuando estaba cansada, pero quitando eso, encantadora. Y teniendo en cuenta que ahora tenía otra persona que la ayudaba a ordenar, limpiar y a elaborar recetas, podía decirse que su humor había mejorado bastante. Además estaba el dinero. No había tenido muchos muchos clientes, mayoritariamente estudiantes resacosos en busca de algo para aliviar el dolor, y ella vivía en Lunargenta, donde había abundancia de gente que abundaba las penas en alcohol. Hasta les vendía medicina para el hígado, nunca se sabía.
En fin, no había ganado mucho, pero no era como si necesitara mucho para estar allí, las velas eran baratas. Así que probó suerte con las recetas el próximo día.
Le había echado al ojo a cinco, pero Lucy no se las iba a enseñar todas. No tenía tiempo decía. Más bien no quería, pero no pasaba nada, consiguió que al menos le enseñara las más chulas.
La Pesadilla embotellada no era conceptualmente difícil, era básicamente meter tantos ingredientes con propiedades alucinógenas como uno pudiera. El truco estaba en hacerlo volátil, como un perfume, pero de efecto más rápido. Resultaba que Lucy usaba alcohol de madera. Estaba bastante segura de que te dejaba ciego si lo usabas mucho, pero seguramente la última de tus preocupaciones si te atizaban con una de esas era no poder ver en unos años.
No llevaban ni treinta segundos en la explicación de la Piedra Filosofal y la imitación que Lucy sabia hacer y ya tuvo que pausar para ir a buscar notas con las que apuntar. Era todo muy…esotérico, una serie de transmutaciones hasta alcanzar una piedra de cierto color y características, que retenía el conocimiento de los elementos pre-transmutados, pudiendo hacérselo a otros. Nada fácil, pues había que conocer las propiedades de una larga lista de cosas, y algunas no estaba segura de que existieran siquiera.
Luego estaba la mega-súper poción de salud de efecto rápido. Estaba segura que entendería más en ese aspecto. Al fin y al cabo, sabía hacer de esas. Las más básicas al menos. Y efectivamente…conocía algunos de los ingredientes. Y las técnicas usadas…bueno, si separaba las frases en palabras independientes… sabía que significaban…
Lo mejor sería que se guardara sus notitas y no intentara nada de esas cosas tan complicadas en un tiempo.
Compro Pesadilla embotellada, Piedra filosofal falsa y Poción de rescate por 150 aeros. No me llevo token porque segunda cuenta etc etc
Y mi taller de alquimia sigue abierto (¿)
En fin, no había ganado mucho, pero no era como si necesitara mucho para estar allí, las velas eran baratas. Así que probó suerte con las recetas el próximo día.
Le había echado al ojo a cinco, pero Lucy no se las iba a enseñar todas. No tenía tiempo decía. Más bien no quería, pero no pasaba nada, consiguió que al menos le enseñara las más chulas.
La Pesadilla embotellada no era conceptualmente difícil, era básicamente meter tantos ingredientes con propiedades alucinógenas como uno pudiera. El truco estaba en hacerlo volátil, como un perfume, pero de efecto más rápido. Resultaba que Lucy usaba alcohol de madera. Estaba bastante segura de que te dejaba ciego si lo usabas mucho, pero seguramente la última de tus preocupaciones si te atizaban con una de esas era no poder ver en unos años.
No llevaban ni treinta segundos en la explicación de la Piedra Filosofal y la imitación que Lucy sabia hacer y ya tuvo que pausar para ir a buscar notas con las que apuntar. Era todo muy…esotérico, una serie de transmutaciones hasta alcanzar una piedra de cierto color y características, que retenía el conocimiento de los elementos pre-transmutados, pudiendo hacérselo a otros. Nada fácil, pues había que conocer las propiedades de una larga lista de cosas, y algunas no estaba segura de que existieran siquiera.
Luego estaba la mega-súper poción de salud de efecto rápido. Estaba segura que entendería más en ese aspecto. Al fin y al cabo, sabía hacer de esas. Las más básicas al menos. Y efectivamente…conocía algunos de los ingredientes. Y las técnicas usadas…bueno, si separaba las frases en palabras independientes… sabía que significaban…
Lo mejor sería que se guardara sus notitas y no intentara nada de esas cosas tan complicadas en un tiempo.
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Y mi taller de alquimia sigue abierto (¿)
Alisha Lessard
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Llegada la media mañana, otro estudiante más se adentró en la tienda. Un chico pelirrojo, con pecas. Parecía bastante nervioso. No. Agitado. Estaba apresurado. En cuanto fijó su vista en mi, se acercó rápidamente, casi tropezándose con uno de los otros clientes que esperaban sentados.
-Hola.- masculló. -¿Tienes sangre de Bégimo?- preguntó. Arqueé una ceja.
-De lobo, chico.- pregunté. -Aunque no es la primera vez que me preguntan.- dije, bromeando.
-¿Qué?- El chico pareció confuso unos instantes, hasta que se dio cuenta de a que me refería. Sacudió la cabeza. -No, no, digo... materiales. ¿Haces pociones y runas, no?- preguntó.
-¿No hay decenas de boticarios aquí? Seguro que en el Hekshold tienen lo que buscas.- dije, frunciendo el ceño. No acostumbraba a vender materiales. No valía la pena el esfuerzo en comparación a lo que ganaba por usarlos.
-¡No tengo tiempo! La primera competición empieza en diez minutos, y es difícil de encontrar.- dijo. Eso podía creermelo. Era común usarla en Dundarak, pero los bégimos no habitaban en los demás reinos, mucho menos tan al sur. Suspiré. Podía permitírmelo, tenía suficiente para ahogar a alguien en ella.
-Diez aeros el frasco.- dije. El chico maldijo entre dientes, llevándose la mano al bolsillo. Su pánico no hizo más que aumentar. Algo me decía que lo notaba más ligero de lo que le gustaría.
-Puedo... ¿puedo pagar la mitad luego? E-estoy seguro de que puedo ganar con esto. Es una fórmula de las mejores que hay, con el premio podría pagarlo de sobra... ¡Lo juro! E-estoy...- Me sentí tentado de echarle. Empezaba a ser irritante. Pero finalmente, suspiré.
-Cinco aeros, sin deuda. No necesito promesas.- dije. Venía a ser el precio al que la compraba, por lo que no perdía mucho realmente. Al menos dejaría de molestarme. -Pero más te vale ganar.- La mirada del chico se iluminó.
-¡Gracias! ¡Muchas gracias! Me llamo Freddy. Seguro que oirá mi nombre.- dijo. Le eché con un gesto de la mano sin mucho interés. Eso me pasaba por lidiar con estudiantes.
Ayudo a Freddy proporcionándole materiales que necesita para la poción en una emergencia. Gano el Token de Myrddin
-Hola.- masculló. -¿Tienes sangre de Bégimo?- preguntó. Arqueé una ceja.
-De lobo, chico.- pregunté. -Aunque no es la primera vez que me preguntan.- dije, bromeando.
-¿Qué?- El chico pareció confuso unos instantes, hasta que se dio cuenta de a que me refería. Sacudió la cabeza. -No, no, digo... materiales. ¿Haces pociones y runas, no?- preguntó.
-¿No hay decenas de boticarios aquí? Seguro que en el Hekshold tienen lo que buscas.- dije, frunciendo el ceño. No acostumbraba a vender materiales. No valía la pena el esfuerzo en comparación a lo que ganaba por usarlos.
-¡No tengo tiempo! La primera competición empieza en diez minutos, y es difícil de encontrar.- dijo. Eso podía creermelo. Era común usarla en Dundarak, pero los bégimos no habitaban en los demás reinos, mucho menos tan al sur. Suspiré. Podía permitírmelo, tenía suficiente para ahogar a alguien en ella.
-Diez aeros el frasco.- dije. El chico maldijo entre dientes, llevándose la mano al bolsillo. Su pánico no hizo más que aumentar. Algo me decía que lo notaba más ligero de lo que le gustaría.
-Puedo... ¿puedo pagar la mitad luego? E-estoy seguro de que puedo ganar con esto. Es una fórmula de las mejores que hay, con el premio podría pagarlo de sobra... ¡Lo juro! E-estoy...- Me sentí tentado de echarle. Empezaba a ser irritante. Pero finalmente, suspiré.
-Cinco aeros, sin deuda. No necesito promesas.- dije. Venía a ser el precio al que la compraba, por lo que no perdía mucho realmente. Al menos dejaría de molestarme. -Pero más te vale ganar.- La mirada del chico se iluminó.
-¡Gracias! ¡Muchas gracias! Me llamo Freddy. Seguro que oirá mi nombre.- dijo. Le eché con un gesto de la mano sin mucho interés. Eso me pasaba por lidiar con estudiantes.
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Asher Daregan
Aerandiano de honor
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Había llegado algo temprano a la feria, más de lo que quería, pero el viento había resultado favorable. En realidad no planeaba venir, con eso de que la única otra ocasión en la que había pisado Beltrexus había sido huyendo de la ley para encontrarme con una epidemia en el lugar y al intentar huir entonces ser atacado por piratas de Isla Tortuga. Con lo que les había hecho, puede que tuviese un precio en mi cabeza.
Probablemente no. Pero igual y llevaba una capa de turno para cubrirme el cuerpo y la cabeza. En realidad era la manta con la que dormía en mi propio taller. Tampoco es que esperase con mucha fuerza que alguno fuese tan atrevido de nada en plena feria de brujos, o lo que era lo mismo, gente que te tiraba uno de los cuatro elementos fundamentales a la cara.
Caminé por el lugar curioseando con la mirada. Puede que fuese por la cantidad excesiva de tiendas y objetos, pero todo me llamaba la atención por igual, lo que significaba que nada me llamaba la atención particularmente como para acercarme. Hasta que vi a un joven brujo – eso segundo lo sabía por la túnica que llevaba – de pelos negros y desordenados parado sobre una caja, empujando una pequeña tabla de madera; parte de un techo de una tienda de carpintería. Lo raro es que no veía herramientas
―Hey ―me acerqué―, ¿tienes problemas con el techo? ¿Te empujo para qué puedas sub…
―Se van a liar ―murmuró.
Abrí la boca y la cerré, haciendo una mueca confusa.
―¿…Perdón?
―Shhh ―se llevó un dedo a la boca, viéndome con los ojos color miel que sólo tenía alguien que estaba haciendo algo malo. Siguió viendo dentro de la tienda―. Haz silencio. Si quieres puedes ver conmigo; pero no lo arruines, no quiero que me descubran. Ahora eres mi cómplice.
«????????»
―¿Q-Qué? ―«Espera espera… ¿por qué estoy murmurando?»―. ¿Cóm-
―SHHH.
Ante la actitud extraña del brujo me subí a la caja con su ayuda, jalándome de su mano para poder montarme encima de ella. Me acerqué más a él para poder ver dentro de la tienda por el espacio que dejaba la tabla. Había varios diseños interesantes y una bruja pelirroja, pero nada realmente raro.
―No entiendo que pasa. ¿Te parece raro qué sea alta? Bueno… quizá. Mide como… metro ochenta y… cin… ―volví a verla― ¿seis? ―pregunté, alejándome un par de pasos de nuevo para dejar el hueco libre.
El brujo volteó a verme, con pura e inadelturada sorpresa.
―¿A ojo? ¿Cómo lo sabes?
―Tengo un golem ―apunté al montón de arcilla que se había quedado a un lado de la caja―, y cómo le cambio constantemente la forma tengo una idea general muy buena de las dimensiones de las cosas, pero estaba adivinando, ¿le atiné?
―Ujum, en el blanco. Y con qué animador. ¿Pero sus guardianes no tienen siempre la misma forma? Eso se ve en Orejudos 101. Yo soy Riornaugh, pero puedes decirme Rior. Telequinético.
―Sí, per-… espera. ¿Ore... espera. ¿Tú cómo estás seguro de cuánto mide?
―…Brujería. En cualquier caso ―cambió el tema―, hace nada en la tienda estaba una mujer de pelo negro, pálida, alta alta, pero menos que Bárbara, con ojotes, grises creo. No, ¿azules? Bueno, no importa, entró, y te lo juro, no se tardaron nada y ya estaban flirteando, la dragona le dijo que tenía la lengua larga- ¿cómo dices qué te llamas?
―…Creo que prefiero no decírtelo.
―Le dijo que tenía la lengua larga, Creo que no prefiero no decírtelo ―repitió como si fuera lo más importante del mundo.
―Dragona. Alta… pelo negro… ojos… ¿azules? Pálida. En una carpintería… ―musité para mí mismo, cruzado de brazos.
―Oh, bueno, es que le estaba enseñando como hacer ciertas recetas propias... parece que van a intercambiar más tarde.
Dragona, alta, pelo negro, ojos azules, pálida, sabía de carpintería. Estaba flirteando a los segundos. Entrecerré los ojos.
―Reivy ―negué con la cabeza.
―¿La… conoces? ¿Lo de la lengua es cierto?
―Err…-
―¡Dudas responderme, eso es que sí, y no quieres presentármela, monstruo! ¡Y yo que te acepté de cómplice! ¡Eres horrible! Peero, ¡qué sepas que me da igual! ¡Ahora voy a ver yo solito!
―No es eso, y no gri…
―Bárbara le ha dicho que nunca ha visto una dragona en acción, ¿sabes? ¿Y sabes? Yo tampoco, ¡por lo qué voy a estar aquí para hacerlo!
―…tes.
Rior respingó al notar que había estado alzando la voz. Se escuchó un fuerte chasquido desde adentro de la tienda, y en cuanto miró a un lado, por el hueco, se encontró con la mirada furiosa de Bárbara, sosteniendo una vara de madera de cuya punta voló un rayo entre azul y blanco, haciendo trizas esa parte del techo y derribándolo al suelo.
Tenía parte del pelo chamuscado, pero el rayo no le había dado realmente. Se apresuró a ponerse de pie y salir corriendo con todo. En el momento al escuchar el grito de “¡malditos Skarth!” también me dio por correr, no fuesen a pagarla conmigo. Caí sobre el golem, concentrándolo alrededor de mis pies, e hice mi huída yo también.
Había alcanzado y sobrepasado al joven, aunque yo cargaba encima la armadura y el golem. Técnicamente me las arreglaba para anular parte del peso de este último haciendo que ejerciera fuerza sobre sí mismo, pero igual. En mi carrera tomé una curva para alejarme de él. La pelirroja había abandonado la tienda, y disparó otro de esos rayos.
Por el grito que se escuchó como a dos calles, podría suponer que le había atinado.
Fuese cual fuese el destino del pobre, eso había sido… impresivo. ¿Acababa de disparar un rayo de una rama? Me daba curiosidad, pero no sabía si me había visto. No tenía muchas ganas de acercarme.
Aunque…
―¡Reivy! ―saludé, llegando de forma bastante casual a su parada―. Hola, Lav… uh. ¿No tienes... frío? Ten ―le ofrecí la manta que estaba usando como capa―, y no me mires así. No vine a competirles, ni siquiera traje mercancía. Aunque si quiero hablar de algo de eso con tu ma.
El tema a tratar era bastante simple, que me enseñase lo que le enseñó la bruja. No es que tuviese problemas con hablar de trivialidades o algo. De ella me enteré que por alguna razón los limitaban a cinco por cliente, por lo que no había sacado todo de la bruja. Me rasqué la barbilla, al parecer había visto un diseño de carcaj y una cervatana más simplista en el lugar, pero se fue por lo más complicado.
―Uhm… bueno ―sonreí y me puse de pie―. Hagamos algo, obtengo las que te faltan, a cambio tú me enseñas las tuyas.
Un engranaje en mi cabeza hizo click en lugar, recordándome con quien estaba hablando. La última vez la mitad de lo que dije fue malinterpretado, era casi como su súper poder.
―Tus recetas, quiero decir ―me apresuré a añadir entre dientes.
Después de conversar me di vuelta y volví a la tienda de Bárbara, con la cabeza cubierta por el golem en la forma de un yelmo. Sobraba decir que me miró de forma muy extraña pero no dijo nada, al parecer limitándose a comentar por amabilidad.
No tardé en ver a qué se refería la dragona, y por suerte ambas cosas eran bastante sencillas, tanto como para que yo las comprendiese. El carcaj levemente más complicado que la cervatana, en su interior tenía hendijas muy disimuladas, pero perfectamente hechas. Entendía más o menos para donde iba eso, atraparía la punta de las flechas en las hendijas, impidiendo que se movieran o se enredasen con otras al jalar. Los espacios estaban posicionados bastante cerca de cada para ordenar las flechas, y puede que lo mejor de todo fuese que las flechas se mantenían en lugar a sí mismas. Cuando tomabas una, el resto “caía” en su lugar, haciendo que cada vez que se tomase una flecha, pudieras volver a tomar otra usando exactamente el mismo movimiento.
No era arquero, pero sabía que era portar un arma y usarla. Costumbre. Eventualmente un arquero se adaptaría al movimiento y se volvería segunda naturaleza para él, dejándole disparar más rápido.
Agradecí con una reverencia a la bruja, procurando haber hablado tan poco como me resultase posible y hacer más profunda mi voz. Salí de la tienda lentamente. Frente a ella estaba un brujo rascandose el pelo, dando vueltas, y, podía oir, haciendo un "aaaaaah" muy silencioso con la boca.
―Uh,
―¡Ah! ―saltó al verme―. ¿S-Sí?
―¿Te sucede... algo malo?
El chico se vio las manos. Llevaba una bolsa con aeros en la mano... y un papel con una nota en la otra.
―No es nada... e-en realidad ha ido buen día, conseguí 190 aeros por mis recetas ―sonrió, viendo la bolsa. Por alguna razón la estaba viendo... demasiado, y como girandola y apretándola muy fuerte. Casi como si creyese que se la fuese a robar, o como si no creyese que la tuviese en la mano.
No lo culparía de lo segundo, estabamos en una feria de brujos... a saber cuantos ilusionistas habían por aquí.
―P-pe-pero ―dejo de sonreír y suspiro―, m-me he dado cuenta que se me pasó mencionarle una al hombre con que hablé, estaba tachando mis notas y... ―negó con la cabeza, dandose un par de golpes en la frente con la parte baja de la palma de su mano.
―Oh. ¿Y por qué no sólo vuelves? Si te compró todas seguro que-
El joven apuntó rápidamente a un lado con la mano con que se había golpeado. Me costó verlo, después de todo, estaba apuntando en una dirección general y había demasiadas tiendas en el sitio como para adivinar. Tuve que volver a ver su mano, estaba... levemente inclinada, apuntando parcialmente arriba.
Fue entonces que la fije, una enorme tienda roja de bordados dorados que se alzaba un poco sobre otras más.
―Me había devuelto... ¡pero ya hay cola! Y-y eso que esa es justo la razón por la que me acerqué antes de que se llenara, ahora debe estar ocupado ―negó con la cabeza. Dio un suspiro más se pasó la mano por el pelo, intentando acomodarlo―. Oh bueno, er. T-te... te he tenido aquí quejandome, p-perdón. Soy Arvid, casa Axhol.
―No pasa nada ―extendí la mano―. Anders, casa ninguna ―le sonreí, bromeando. Una vez estrechó mi mano me aparté a un lado e hice un gesto hacia la tienda―. ¿Vas a comprar?
―Oh, ¡no! Ni... ni en chiste... a-aquí está una bruja de pelo rojo, ¿verdad?
Asentí.
Él negó frenéticamente con la cabeza.
―Esa es Bárbara, no-no, no señor.
―¿No? ¿Tiene algo de malo? Yo le acabo de comprar. Es... una mujer tranquila.
Mientras no se le provoqué, pensé. Arvid comenzó a andar conmigo, renegandose más. Tocó que no le interesaba mucho la madera realmente y que era más de runas, pero la verdadera razón por la cuál no quería entrar es porque no quería tener que hablarle.
―...Te gusta ―intenté adivinar.
―¿A-A mí? Pfff, n-no. No es eso, es... er... uh.
Al final me senté con un brujo en un banco del lugar. Mencionó su tartamudeó, amablemente no dije nada, es decir, lo había notado. No le gustaba eso, al parecer si se ponía nervioso se volvía un desastre y empezaba a tartamudear hasta sus tartamudeos y terminaba desperando a la gente, y como ya lo había hecho alguna vez frente a varios y otros lo habían oído o visto, usualmente se sentía bajo presión al hablarle a casi cualquier brujo o bruja, lo que le traía nervíos, lo que lo hacía tartamudear. Una especie de círculo vicioso.
―La casa Skarth valora... puede que demasiado la fuerza de personalidad. ¿Has visto los juegos de su zona-
Negué con la cabeza.
―-er, bueno, cuando te acerques verás lo que digo. No te dejes engañar, no están jugando, están compitiendo ―asintió para sí mismo―. Y los Hartem son... intensos, pero de otra manera. La casa Myrddin no es tan mala, pero si te pones a cuestionar cosas vas a cuestionar algo con una opinión distinta a la de alguien y...
―Vas a discutir.
―¡Sí, exacto! Es una suerte que quedase en la casa Axhol. A-Al menos aquí es puro estudiar, y como me defiendo en encantamientos al menos alguien me respeta.
―Oh, arcanista. Yo también soy uno... bueno. "Soy" ―hice el gestó de 'más o menos' con la mano.
―Sí, yo te dij-oh... o-oh. ¿No te había dicho?
―Me dijiste que intercambiaste ideas de recetas con alguien, así que ya sabía que eras artesano, pero nunca mencionaste de que.
―Aaaaah ―echó la cabeza para atrás y agarró sus notas, dándome el papel―. Mira, estas son ideas. Pero sólo completé seis.
―No entiendo ―admití con una sonrisa.
El brujo le dio vuelta al papel.
―Oh.
―Esta es la que me faltó mencionarle ―apuntó a una, la última en su lista.
―Esa runa es... ¿luz...? Con... uh. ¿Para qué? ¿Qué hace esto? ¿Dispara haces de luz contra seres vivos o...?
―O-Ojalá, no ―sonrió nerviosamente, desviando la vista―. E-En realidad... esa... er....Digamos... se atuna a una raza... o-o un ser mejor dicho, y si está cerca brilla. L-La... la aprendí para poder detectar brujos y evitarlos para no tener que hablarles ―murmuró en voz bajita.
Puse los ojos en blancos y ahogué una carcajada al imaginarlo, había ido demasiado lejos sólo para evitar hablarle a alguien. Fue bastante rápido en ponerse a la defensiva y golpearme el hombro por reírme de él por eso.
―Fuera de tus razones para hacer esto, es... i-increíble.
―SHUSH.
Volví a reírme, atrapando su puño en mi mano.
―Ya no vas a vender esto, ¿no?.
―¿Uh? ―recogió su mano―. Ah... n-no creo.
―Enseñame entonces ―le sonreí―, no te preocupes, no voy a venderla, pero me interesa saber como funciona. ¿Sabes? Creo que si te vas a vender esto a Sacrestic te haces rico. Ya nadie va a tener que caminar por ahí asustado de algún vampiro o no sé qué, o la Comarca. Por otro lado los vampiros te van a odiar para siempre.
Arvid me miró con los ojos en blanco, constándole difrenciar si estaba bromeando o hablando en serio. Sacó una tiza de un bolsillo de su ropa y empezó a escribir, explicandome como funcionaba el encantamiento. En realidad era bastante simple, pero a mí no me terminaba de entrar muy fuerte en la cabeza como se comunicaban las runas, así que había pasado por alto la combinación necesaria para que funcionase. Arvid se negó al principio de que le pagase por haber hablado con él, pero me sentía mal de que me enseñase algo sólo de gratis. Al final acordamos que fuese 10 aeros, le habían dado 190 antes, así que eso hacía 200, se sentía... una cantidad más "completa", por alguna razón.
Probablemente no. Pero igual y llevaba una capa de turno para cubrirme el cuerpo y la cabeza. En realidad era la manta con la que dormía en mi propio taller. Tampoco es que esperase con mucha fuerza que alguno fuese tan atrevido de nada en plena feria de brujos, o lo que era lo mismo, gente que te tiraba uno de los cuatro elementos fundamentales a la cara.
Caminé por el lugar curioseando con la mirada. Puede que fuese por la cantidad excesiva de tiendas y objetos, pero todo me llamaba la atención por igual, lo que significaba que nada me llamaba la atención particularmente como para acercarme. Hasta que vi a un joven brujo – eso segundo lo sabía por la túnica que llevaba – de pelos negros y desordenados parado sobre una caja, empujando una pequeña tabla de madera; parte de un techo de una tienda de carpintería. Lo raro es que no veía herramientas
―Hey ―me acerqué―, ¿tienes problemas con el techo? ¿Te empujo para qué puedas sub…
―Se van a liar ―murmuró.
Abrí la boca y la cerré, haciendo una mueca confusa.
―¿…Perdón?
―Shhh ―se llevó un dedo a la boca, viéndome con los ojos color miel que sólo tenía alguien que estaba haciendo algo malo. Siguió viendo dentro de la tienda―. Haz silencio. Si quieres puedes ver conmigo; pero no lo arruines, no quiero que me descubran. Ahora eres mi cómplice.
«????????»
―¿Q-Qué? ―«Espera espera… ¿por qué estoy murmurando?»―. ¿Cóm-
―SHHH.
Ante la actitud extraña del brujo me subí a la caja con su ayuda, jalándome de su mano para poder montarme encima de ella. Me acerqué más a él para poder ver dentro de la tienda por el espacio que dejaba la tabla. Había varios diseños interesantes y una bruja pelirroja, pero nada realmente raro.
―No entiendo que pasa. ¿Te parece raro qué sea alta? Bueno… quizá. Mide como… metro ochenta y… cin… ―volví a verla― ¿seis? ―pregunté, alejándome un par de pasos de nuevo para dejar el hueco libre.
El brujo volteó a verme, con pura e inadelturada sorpresa.
―¿A ojo? ¿Cómo lo sabes?
―Tengo un golem ―apunté al montón de arcilla que se había quedado a un lado de la caja―, y cómo le cambio constantemente la forma tengo una idea general muy buena de las dimensiones de las cosas, pero estaba adivinando, ¿le atiné?
―Ujum, en el blanco. Y con qué animador. ¿Pero sus guardianes no tienen siempre la misma forma? Eso se ve en Orejudos 101. Yo soy Riornaugh, pero puedes decirme Rior. Telequinético.
―Sí, per-… espera. ¿Ore... espera. ¿Tú cómo estás seguro de cuánto mide?
―…Brujería. En cualquier caso ―cambió el tema―, hace nada en la tienda estaba una mujer de pelo negro, pálida, alta alta, pero menos que Bárbara, con ojotes, grises creo. No, ¿azules? Bueno, no importa, entró, y te lo juro, no se tardaron nada y ya estaban flirteando, la dragona le dijo que tenía la lengua larga- ¿cómo dices qué te llamas?
―…Creo que prefiero no decírtelo.
―Le dijo que tenía la lengua larga, Creo que no prefiero no decírtelo ―repitió como si fuera lo más importante del mundo.
―Dragona. Alta… pelo negro… ojos… ¿azules? Pálida. En una carpintería… ―musité para mí mismo, cruzado de brazos.
―Oh, bueno, es que le estaba enseñando como hacer ciertas recetas propias... parece que van a intercambiar más tarde.
Dragona, alta, pelo negro, ojos azules, pálida, sabía de carpintería. Estaba flirteando a los segundos. Entrecerré los ojos.
―Reivy ―negué con la cabeza.
―¿La… conoces? ¿Lo de la lengua es cierto?
―Err…-
―¡Dudas responderme, eso es que sí, y no quieres presentármela, monstruo! ¡Y yo que te acepté de cómplice! ¡Eres horrible! Peero, ¡qué sepas que me da igual! ¡Ahora voy a ver yo solito!
―No es eso, y no gri…
―Bárbara le ha dicho que nunca ha visto una dragona en acción, ¿sabes? ¿Y sabes? Yo tampoco, ¡por lo qué voy a estar aquí para hacerlo!
―…tes.
Rior respingó al notar que había estado alzando la voz. Se escuchó un fuerte chasquido desde adentro de la tienda, y en cuanto miró a un lado, por el hueco, se encontró con la mirada furiosa de Bárbara, sosteniendo una vara de madera de cuya punta voló un rayo entre azul y blanco, haciendo trizas esa parte del techo y derribándolo al suelo.
Tenía parte del pelo chamuscado, pero el rayo no le había dado realmente. Se apresuró a ponerse de pie y salir corriendo con todo. En el momento al escuchar el grito de “¡malditos Skarth!” también me dio por correr, no fuesen a pagarla conmigo. Caí sobre el golem, concentrándolo alrededor de mis pies, e hice mi huída yo también.
Había alcanzado y sobrepasado al joven, aunque yo cargaba encima la armadura y el golem. Técnicamente me las arreglaba para anular parte del peso de este último haciendo que ejerciera fuerza sobre sí mismo, pero igual. En mi carrera tomé una curva para alejarme de él. La pelirroja había abandonado la tienda, y disparó otro de esos rayos.
Por el grito que se escuchó como a dos calles, podría suponer que le había atinado.
Fuese cual fuese el destino del pobre, eso había sido… impresivo. ¿Acababa de disparar un rayo de una rama? Me daba curiosidad, pero no sabía si me había visto. No tenía muchas ganas de acercarme.
Aunque…
[…]
―¡Reivy! ―saludé, llegando de forma bastante casual a su parada―. Hola, Lav… uh. ¿No tienes... frío? Ten ―le ofrecí la manta que estaba usando como capa―, y no me mires así. No vine a competirles, ni siquiera traje mercancía. Aunque si quiero hablar de algo de eso con tu ma.
El tema a tratar era bastante simple, que me enseñase lo que le enseñó la bruja. No es que tuviese problemas con hablar de trivialidades o algo. De ella me enteré que por alguna razón los limitaban a cinco por cliente, por lo que no había sacado todo de la bruja. Me rasqué la barbilla, al parecer había visto un diseño de carcaj y una cervatana más simplista en el lugar, pero se fue por lo más complicado.
―Uhm… bueno ―sonreí y me puse de pie―. Hagamos algo, obtengo las que te faltan, a cambio tú me enseñas las tuyas.
Un engranaje en mi cabeza hizo click en lugar, recordándome con quien estaba hablando. La última vez la mitad de lo que dije fue malinterpretado, era casi como su súper poder.
―Tus recetas, quiero decir ―me apresuré a añadir entre dientes.
Después de conversar me di vuelta y volví a la tienda de Bárbara, con la cabeza cubierta por el golem en la forma de un yelmo. Sobraba decir que me miró de forma muy extraña pero no dijo nada, al parecer limitándose a comentar por amabilidad.
No tardé en ver a qué se refería la dragona, y por suerte ambas cosas eran bastante sencillas, tanto como para que yo las comprendiese. El carcaj levemente más complicado que la cervatana, en su interior tenía hendijas muy disimuladas, pero perfectamente hechas. Entendía más o menos para donde iba eso, atraparía la punta de las flechas en las hendijas, impidiendo que se movieran o se enredasen con otras al jalar. Los espacios estaban posicionados bastante cerca de cada para ordenar las flechas, y puede que lo mejor de todo fuese que las flechas se mantenían en lugar a sí mismas. Cuando tomabas una, el resto “caía” en su lugar, haciendo que cada vez que se tomase una flecha, pudieras volver a tomar otra usando exactamente el mismo movimiento.
No era arquero, pero sabía que era portar un arma y usarla. Costumbre. Eventualmente un arquero se adaptaría al movimiento y se volvería segunda naturaleza para él, dejándole disparar más rápido.
Agradecí con una reverencia a la bruja, procurando haber hablado tan poco como me resultase posible y hacer más profunda mi voz. Salí de la tienda lentamente. Frente a ella estaba un brujo rascandose el pelo, dando vueltas, y, podía oir, haciendo un "aaaaaah" muy silencioso con la boca.
―Uh,
―¡Ah! ―saltó al verme―. ¿S-Sí?
―¿Te sucede... algo malo?
El chico se vio las manos. Llevaba una bolsa con aeros en la mano... y un papel con una nota en la otra.
―No es nada... e-en realidad ha ido buen día, conseguí 190 aeros por mis recetas ―sonrió, viendo la bolsa. Por alguna razón la estaba viendo... demasiado, y como girandola y apretándola muy fuerte. Casi como si creyese que se la fuese a robar, o como si no creyese que la tuviese en la mano.
No lo culparía de lo segundo, estabamos en una feria de brujos... a saber cuantos ilusionistas habían por aquí.
―P-pe-pero ―dejo de sonreír y suspiro―, m-me he dado cuenta que se me pasó mencionarle una al hombre con que hablé, estaba tachando mis notas y... ―negó con la cabeza, dandose un par de golpes en la frente con la parte baja de la palma de su mano.
―Oh. ¿Y por qué no sólo vuelves? Si te compró todas seguro que-
El joven apuntó rápidamente a un lado con la mano con que se había golpeado. Me costó verlo, después de todo, estaba apuntando en una dirección general y había demasiadas tiendas en el sitio como para adivinar. Tuve que volver a ver su mano, estaba... levemente inclinada, apuntando parcialmente arriba.
Fue entonces que la fije, una enorme tienda roja de bordados dorados que se alzaba un poco sobre otras más.
―Me había devuelto... ¡pero ya hay cola! Y-y eso que esa es justo la razón por la que me acerqué antes de que se llenara, ahora debe estar ocupado ―negó con la cabeza. Dio un suspiro más se pasó la mano por el pelo, intentando acomodarlo―. Oh bueno, er. T-te... te he tenido aquí quejandome, p-perdón. Soy Arvid, casa Axhol.
―No pasa nada ―extendí la mano―. Anders, casa ninguna ―le sonreí, bromeando. Una vez estrechó mi mano me aparté a un lado e hice un gesto hacia la tienda―. ¿Vas a comprar?
―Oh, ¡no! Ni... ni en chiste... a-aquí está una bruja de pelo rojo, ¿verdad?
Asentí.
Él negó frenéticamente con la cabeza.
―Esa es Bárbara, no-no, no señor.
―¿No? ¿Tiene algo de malo? Yo le acabo de comprar. Es... una mujer tranquila.
Mientras no se le provoqué, pensé. Arvid comenzó a andar conmigo, renegandose más. Tocó que no le interesaba mucho la madera realmente y que era más de runas, pero la verdadera razón por la cuál no quería entrar es porque no quería tener que hablarle.
―...Te gusta ―intenté adivinar.
―¿A-A mí? Pfff, n-no. No es eso, es... er... uh.
Al final me senté con un brujo en un banco del lugar. Mencionó su tartamudeó, amablemente no dije nada, es decir, lo había notado. No le gustaba eso, al parecer si se ponía nervioso se volvía un desastre y empezaba a tartamudear hasta sus tartamudeos y terminaba desperando a la gente, y como ya lo había hecho alguna vez frente a varios y otros lo habían oído o visto, usualmente se sentía bajo presión al hablarle a casi cualquier brujo o bruja, lo que le traía nervíos, lo que lo hacía tartamudear. Una especie de círculo vicioso.
―La casa Skarth valora... puede que demasiado la fuerza de personalidad. ¿Has visto los juegos de su zona-
Negué con la cabeza.
―-er, bueno, cuando te acerques verás lo que digo. No te dejes engañar, no están jugando, están compitiendo ―asintió para sí mismo―. Y los Hartem son... intensos, pero de otra manera. La casa Myrddin no es tan mala, pero si te pones a cuestionar cosas vas a cuestionar algo con una opinión distinta a la de alguien y...
―Vas a discutir.
―¡Sí, exacto! Es una suerte que quedase en la casa Axhol. A-Al menos aquí es puro estudiar, y como me defiendo en encantamientos al menos alguien me respeta.
―Oh, arcanista. Yo también soy uno... bueno. "Soy" ―hice el gestó de 'más o menos' con la mano.
―Sí, yo te dij-oh... o-oh. ¿No te había dicho?
―Me dijiste que intercambiaste ideas de recetas con alguien, así que ya sabía que eras artesano, pero nunca mencionaste de que.
―Aaaaah ―echó la cabeza para atrás y agarró sus notas, dándome el papel―. Mira, estas son ideas. Pero sólo completé seis.
―No entiendo ―admití con una sonrisa.
El brujo le dio vuelta al papel.
―Oh.
―Esta es la que me faltó mencionarle ―apuntó a una, la última en su lista.
―Esa runa es... ¿luz...? Con... uh. ¿Para qué? ¿Qué hace esto? ¿Dispara haces de luz contra seres vivos o...?
―O-Ojalá, no ―sonrió nerviosamente, desviando la vista―. E-En realidad... esa... er....Digamos... se atuna a una raza... o-o un ser mejor dicho, y si está cerca brilla. L-La... la aprendí para poder detectar brujos y evitarlos para no tener que hablarles ―murmuró en voz bajita.
Puse los ojos en blancos y ahogué una carcajada al imaginarlo, había ido demasiado lejos sólo para evitar hablarle a alguien. Fue bastante rápido en ponerse a la defensiva y golpearme el hombro por reírme de él por eso.
―Fuera de tus razones para hacer esto, es... i-increíble.
―SHUSH.
Volví a reírme, atrapando su puño en mi mano.
―Ya no vas a vender esto, ¿no?.
―¿Uh? ―recogió su mano―. Ah... n-no creo.
―Enseñame entonces ―le sonreí―, no te preocupes, no voy a venderla, pero me interesa saber como funciona. ¿Sabes? Creo que si te vas a vender esto a Sacrestic te haces rico. Ya nadie va a tener que caminar por ahí asustado de algún vampiro o no sé qué, o la Comarca. Por otro lado los vampiros te van a odiar para siempre.
Arvid me miró con los ojos en blanco, constándole difrenciar si estaba bromeando o hablando en serio. Sacó una tiza de un bolsillo de su ropa y empezó a escribir, explicandome como funcionaba el encantamiento. En realidad era bastante simple, pero a mí no me terminaba de entrar muy fuerte en la cabeza como se comunicaban las runas, así que había pasado por alto la combinación necesaria para que funcionase. Arvid se negó al principio de que le pagase por haber hablado con él, pero me sentía mal de que me enseñase algo sólo de gratis. Al final acordamos que fuese 10 aeros, le habían dado 190 antes, así que eso hacía 200, se sentía... una cantidad más "completa", por alguna razón.
______________________________
Compro las recetas Carcaj Ligero: [Accesorio] (10 aeros) y Cervatana (10 aeros), entonces lloro por ser pobre y sufrir ante la presión de este terrible mundo capitalista. Eso me da el Token de Axhol para el final del evento.
Edito: Y Alerta: [Encantamiento] (10 aeros), porque Fehu tiene razón, me he confundido.
Última edición por Anders el Sáb 21 Mar 2020 - 13:41, editado 1 vez
Anders
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Luego de aquel llamativo jueguito, Ryuu comenzó a deambular por los diferentes puestos establecidos en la feria. Como alguien que poseía cierto grado de entendimiento sobre lo arcano, le fascinaba ver la enorme y variada colección de objetos mágicos, fórmulas e ideas que allí encontraba. También le generaba cierta envidia, ya que no era capaz de utilizar magia él mismo. Paraba y observaba todo lo que se le cruzaba, tratando de no molestar a aquellos que sí compraban. Debido al bajo presupuesto con el que contaba, no quería arriesgarse a comprar algo hasta no haberlo visto y comparado todo.
Terminó de ver los puestos comerciales, se dirigió a un lugar un poco apartado de la muchedumbre y se subió a un árbol para observar mejor el lugar. Tenía dos lugares en mente: un puesto de encantamientos y carpintería donde vio un carcaj llamativamente ligero; y una segunda carpintería, atendida por una mujer, donde tenían profuctos de ébano. No sería capaz de comprar un arco de ese material con sus ahorros, pero dado que esa mujer podía trabajar un material tan similar al de su querida Zar'roc, seguramente también podría mejorar su arco.
Al terminar de ubicar exitosamente los tres negocios, partió primero hacia el arcano. No tardó mucho en llegar, ya que era el más cercano y llamativo. Una gran tienda morada con detalles en dorado y un gran letrero con el nombre del lugar: Disenchantment. No era muy difícil de encontrar. Entró y lo primero que sintió fue el fuerte olor a alcohol que inundaba el lugar. Le recordó a cierto elfo que le pagó una comida en agradecimiento por ayudarlo a mantenerse en pie. Esta vez, el olor venía de una joven de cabello blanco y dientes grandes que se encontraba en el mostrador. ¿La dueña del lugar, tal vez?
-Disculpa, ¿eres tú quien se encarga de los encantamientos aquí? Quisiera saber si puedo aprender algunos de los más básicos... Y uno intermedio. No será gratis, claro. Puedo pagar, y si no es suficiente puedo ayudarte en algo.-
-No tengo problema en... Enseñarte... Si puedes ayudarme a atender a algunas personas... Ahora mismo no puedo... Ni... Levantarme... Acto seguido, cayó al piso, inconsciente.
El joven bestia se acercó a la chica y la ayudó a ponerse en pie... Lo más adecuado sería decir que la levantó y la llevó a rastras hasta la parte trasera de la tienda, guiado por una extraña criaturita negra. No sabia si se trataba de un demonio, una sombra o una invocación de la bruja. Luci, como se hacía llamar la criatura, le dijo que Bean, la bruja, tenía problemas con el alcohol cuando se ponía nerviosa con eventos importantes como éste. Se ofreció a ayudar a Ryuu con la atención del lugar, a cambio de enseñarle las recetas que quisiera aprender.
Así pasó casi toda la tarde, hasta que la bruja Bean por fin se despertó. Luego de un intercambio de ideas productivo para ambas partes, la bruja, la criatura y el águila comenzaron con las clases de Arcanos y Carpintería. Ya visitaría la otra tienda al día siguiente.
-Bueno, maestra, quisiera aprender los encantamientos de Refugio, Alerta y Rechazo. Además de cómo crear el Carcaj ligero- especificó Ryuu, antes de ponerse garras a la obra.
_______________________
Off-rol: token Axhol para Elpa Jarraco.
Terminó de ver los puestos comerciales, se dirigió a un lugar un poco apartado de la muchedumbre y se subió a un árbol para observar mejor el lugar. Tenía dos lugares en mente: un puesto de encantamientos y carpintería donde vio un carcaj llamativamente ligero; y una segunda carpintería, atendida por una mujer, donde tenían profuctos de ébano. No sería capaz de comprar un arco de ese material con sus ahorros, pero dado que esa mujer podía trabajar un material tan similar al de su querida Zar'roc, seguramente también podría mejorar su arco.
Al terminar de ubicar exitosamente los tres negocios, partió primero hacia el arcano. No tardó mucho en llegar, ya que era el más cercano y llamativo. Una gran tienda morada con detalles en dorado y un gran letrero con el nombre del lugar: Disenchantment. No era muy difícil de encontrar. Entró y lo primero que sintió fue el fuerte olor a alcohol que inundaba el lugar. Le recordó a cierto elfo que le pagó una comida en agradecimiento por ayudarlo a mantenerse en pie. Esta vez, el olor venía de una joven de cabello blanco y dientes grandes que se encontraba en el mostrador. ¿La dueña del lugar, tal vez?
-Disculpa, ¿eres tú quien se encarga de los encantamientos aquí? Quisiera saber si puedo aprender algunos de los más básicos... Y uno intermedio. No será gratis, claro. Puedo pagar, y si no es suficiente puedo ayudarte en algo.-
-No tengo problema en... Enseñarte... Si puedes ayudarme a atender a algunas personas... Ahora mismo no puedo... Ni... Levantarme... Acto seguido, cayó al piso, inconsciente.
El joven bestia se acercó a la chica y la ayudó a ponerse en pie... Lo más adecuado sería decir que la levantó y la llevó a rastras hasta la parte trasera de la tienda, guiado por una extraña criaturita negra. No sabia si se trataba de un demonio, una sombra o una invocación de la bruja. Luci, como se hacía llamar la criatura, le dijo que Bean, la bruja, tenía problemas con el alcohol cuando se ponía nerviosa con eventos importantes como éste. Se ofreció a ayudar a Ryuu con la atención del lugar, a cambio de enseñarle las recetas que quisiera aprender.
Así pasó casi toda la tarde, hasta que la bruja Bean por fin se despertó. Luego de un intercambio de ideas productivo para ambas partes, la bruja, la criatura y el águila comenzaron con las clases de Arcanos y Carpintería. Ya visitaría la otra tienda al día siguiente.
-Bueno, maestra, quisiera aprender los encantamientos de Refugio, Alerta y Rechazo. Además de cómo crear el Carcaj ligero- especificó Ryuu, antes de ponerse garras a la obra.
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Off-rol: token Axhol para Elpa Jarraco.
- Recetas aprendidas:
- Refugio: [Encantamiento de Capa] La capa es impermeable y genera un agradable calor si hace frío, o frescura si hace calor, ayudando a la supervivencia.
-10 ae
Alerta: [Encantamiento] El objeto encantado adquirirá un tenue brillo cuando se encuentre a menos de 50 metros de una raza o subtipo de criatura (elegida al momento de encantar el objeto). El brillo aumentará a menor distancia.
-10 ae
Rechazo: [Encantamiento] El objeto encantado dará una fuerte descarga eléctrica a quien intente usarlo, excepto su dueño.
-30 ae
Carcaj Ligero: [Accesorio] Sirve para portar flechas y sacarlas de manera rápida y cómoda en el combate.
-10 ae
Shinoroa Ryuu
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Transacciones actualizadas
Alisha: -150 aeros por aprendizaje de recetas, +3PP en Alquimia (recuerda que no podrás elaborar las pociones de nivel experto hasta que hayas alcanzado ese nivel de profesión)
Anders: -30 aeros por aprendizaje de recetas y +1PP en Arcanos
Ryuu: -60 aeros por aprendizaje de recetas, +3PP en Arcanos, +1PP en Carpintería (recuerda que no podrás realizar el encantamiento Rechazo hasta que alcances el nivel Aprendiz en Arcanos)
- Puestos de mercado y adquisición de recetas:
PUESTOS DE MERCADO:
Asher Daregan: Arcanos y Alquimia
Alisha Lessard (segunda cuenta): Alquimia
Valyria: Curtiduría
Go'el (segunda cuenta): Ingeniería y Alquimia
Reivy Abadder: Carpintería e Ingeniería
Rauko: Herrería
RECETAS ADQUIRIDAS:
Asher Daregan: 5
Reivy Abadder: 5
Rauko: 4
Eltrant Tale: 5
Alisha Lessard (segunda cuenta): 3
Anders: 3
Ryuu: 4
Última edición por Fehu el Sáb 21 Mar 2020 - 14:26, editado 1 vez (Razón : Acomodar la edición de Anders)
Fehu
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Re: La Feria de Invierno, Tercera Parte [Evento]
Ni siquiera sabía el nombre del tipo, tal era su nivel de gruñoneria, pero igualmente, se dedicó a atender a los clientes. El taller no estaba teniendo mucho éxito, principalmente venia gente buscando algún trapo aquí y allá, o arreglar un desgarrón, ninguno quería una armadura, ropa interior o esas ropas que rozaban la ilegalidad a las que estaba tan acostumbrada.
Así que, debido a la escasa afluencia de clientes, decidió aprovechar para aprender recetas.
-¿Qué te parce si me enseñas alguna de las especialidades locales?- preguntó, apoyada en el marco de la puerta. Un gruñido fue toda su respuesta. Y no estaba muy segura de si eso era bueno o malo, pero efectivamente, el hombre dejo lo que estaba haciendo y fue a buscar una piel de…¿ciervo?
No explicaba nada en absoluto, pero al menos para esa receta, era bastante obvio, el secreto en su poder mágico estaba en como se curtía, como con la mayoría de las cosas, pero ninguna era un producto local. No exclusivamente local al menos, solo… era una combinación en la que no había pensado nunca.
Luego vino un simple pañuelo, la tela era normal y corriente, aunque de buena calidad, no, lo interesante era la combinación de ingredientes que iba en el hilo del bordado. Demasiadas polillas para su gusto, la verdad. Lo siguiente fue menos horrible para sus ojos, encuadernar libros era sencillo, cualquiera podría haberlo hecho, aunque estos, otra vez, tenían materiales especiales a la hora de curtir el cuero, y un bordado bonito. No aprecian ser nada en especial, meramente enfocados a canalizar mejor la magia, con un poco de protección añadida en el segundo caso.
Y luego llego la… Pata. Mejor no mencionar lo que vieron sus ojos, excepto de noche abrazando bien fuerte una almohada.
_____________
Compro Melena de la Manada, Pañuelo de Loki, Grimorio de Telekinesis, Pata cercenada, Grimorio de Guerra por 190 aeros. Y un Token de Axhol para mi.
Y el taller sigue abierto cof cof
Así que, debido a la escasa afluencia de clientes, decidió aprovechar para aprender recetas.
-¿Qué te parce si me enseñas alguna de las especialidades locales?- preguntó, apoyada en el marco de la puerta. Un gruñido fue toda su respuesta. Y no estaba muy segura de si eso era bueno o malo, pero efectivamente, el hombre dejo lo que estaba haciendo y fue a buscar una piel de…¿ciervo?
No explicaba nada en absoluto, pero al menos para esa receta, era bastante obvio, el secreto en su poder mágico estaba en como se curtía, como con la mayoría de las cosas, pero ninguna era un producto local. No exclusivamente local al menos, solo… era una combinación en la que no había pensado nunca.
Luego vino un simple pañuelo, la tela era normal y corriente, aunque de buena calidad, no, lo interesante era la combinación de ingredientes que iba en el hilo del bordado. Demasiadas polillas para su gusto, la verdad. Lo siguiente fue menos horrible para sus ojos, encuadernar libros era sencillo, cualquiera podría haberlo hecho, aunque estos, otra vez, tenían materiales especiales a la hora de curtir el cuero, y un bordado bonito. No aprecian ser nada en especial, meramente enfocados a canalizar mejor la magia, con un poco de protección añadida en el segundo caso.
Y luego llego la… Pata. Mejor no mencionar lo que vieron sus ojos, excepto de noche abrazando bien fuerte una almohada.
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Valyria
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- Puestos de mercado y adquisición de recetas:
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Rauko: Herrería
RECETAS ADQUIRIDAS:
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Reivy Abadder: 5
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