La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
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La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
La Torre Infinita
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Aerandir es una tierra llena de leyendas, algunas bastante difícil de comprobar y cuyas narraciones parecen meras exageraciones para asustar a los infantes, entre estas hay una muy particular que cuenta la historia de una antigua torre, construida por una antigua alianza entre distintas razas cuyo objetivo era llegar a los cielos y desafiar a los dioses, como era de esperarse, no fue posible completarla, pero si surgieron espantosos relatos de lo que no se tienen registros escritos, ni referencias más allá de las que han pasado de generación en generación a través de narraciones orales.
No se permite hablar de ello, es un tema prohibido debido a la maldición desatada en el interior de aquella espantosa torre, pues los constructores fueron castigados por los dioses, haciendo salir de estos sus peores sentimientos para darles forma física y hacer que quedaran todos atrapados, y sucumbieran ante la locura y la ira que guardaban en sus corazones.
Se cree que la maldad en esta torre era tan grande que ésta se devoró a sí misma, desapareciendo de la existencia, otros relatos simplemente señalan que la torre se mantiene oculta en algún lugar y solo se muestra para atraer nuevas víctimas a las que pueda corromper y esclavizar por la eternidad. Algunos más soñadores y optimistas defienden que un gran grupo de expertos arcanos consiguieron sellar la torre y desterrarla de la realidad, pero a fin de cuentas no hay manera de verificar que alguna de estas leyendas sea cierta pues nadie ha visto la torre y ha vivido para contarlo.
Ustedes que leen, valientes o cobardes, podrán tener una oportunidad como pocos, para tener un acercamiento a este supuesto lugar que ni siquiera figura en mapas o libros de historia, pues el solo nombre de la misma hace temblar a los más antiguos y reír a los más insensatos, pero quiérase o no, la Torre Infinita se ha dejado ver en el Arenal de Roilkat, a la espera de los próximos ingenuos que se acerquen con la esperanza de probar su fuerza o peor, la ilusión de saquear las inimaginables recompensas escondidas en su interior, ignorando por completo los terribles sacrificios que habrá que pagar por ellas.
Rozando el cielo, se puede observar desde muy cerca una enorme torre que desde lejos parece inexistente y en cuya entrada se lee el aviso “Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza”. No hay una puerta que impida el paso, más bien pareciera que quienes se acercan son invitados a recorrer los lúgubres y fríos pasillos de este extraño lugar, aparentemente vacío…
∞ Bienvenidos a la Torre Infinita, un desafío cooperativo de supervivencia en donde se pondrán a prueba sus fortalezas y debilidades, los más fuertes se verán doblegados, los orgullosos tendrán que apoyarse en otros para poder mantenerse en pie, los débiles si son astutos, apoyándose entre ellos podrían incluso superar a los más fuertes, aunque la pregunta final no es quiénes alcanzarán la gloria, sino qué tan lejos podrán llegar antes de sucumbir.
∞ La Torre Infinita es un desafío en donde cada quién llegará tan lejos como sus capacidades le permitan, y no es algo que se deba tomar a la ligera pues las recompensas harán que valga la pena llegar a los niveles más altos.
∞ Aunque se trata de un desafío hecho principalmente para guerreros, también se requieren personajes de suporte o de utilidad, pues las heridas no se van a sanar solas y los acertijos no se resolverán a golpes.
∞ En su primera respuesta deberán llegar a la torre y entrar, la gran puerta permanece abierta para recibir a los incautos y el interior se mostrará aparentemente vacío, con apenas un largo pasillo y una puerta ubicada al final del mismo. Luego de la segunda ronda, la manera de avanzar será a través de la obtención de puntos por post, estos puntos se conseguirán a través del uso de objetos, habilidades e incluso (si te atreves) a través del uso de runas.
∞ Puede entrar al desafío cualquier personaje con ficha de habilidades y lista de tareas actualizada, pero solo se permitirá el uso de un personaje por usuario (PJ o Acompañante). Elige sabiamente al que consideres que tiene más posibilidades de sobrevivir por más tiempo. Una vez que comience la segunda ronda, no se permitirá el ingreso de nuevos personajes. Al final del post de entrada, deben añadir un offrol indicando los objetos que llevan encima.
∞ Recompensas:
5 puntos de experiencia
50 Aeros
Recompensas adicionales a medida que avancen en la torre, y pueden incluir desde aeros, objetos consumibles o limitados, hasta encantamientos, materiales épicos y puede que haya algún ítem legendario en los niveles más altos.
Podrán entrar al desafío hasta el 01 de mayo.
No se permite hablar de ello, es un tema prohibido debido a la maldición desatada en el interior de aquella espantosa torre, pues los constructores fueron castigados por los dioses, haciendo salir de estos sus peores sentimientos para darles forma física y hacer que quedaran todos atrapados, y sucumbieran ante la locura y la ira que guardaban en sus corazones.
Se cree que la maldad en esta torre era tan grande que ésta se devoró a sí misma, desapareciendo de la existencia, otros relatos simplemente señalan que la torre se mantiene oculta en algún lugar y solo se muestra para atraer nuevas víctimas a las que pueda corromper y esclavizar por la eternidad. Algunos más soñadores y optimistas defienden que un gran grupo de expertos arcanos consiguieron sellar la torre y desterrarla de la realidad, pero a fin de cuentas no hay manera de verificar que alguna de estas leyendas sea cierta pues nadie ha visto la torre y ha vivido para contarlo.
Ustedes que leen, valientes o cobardes, podrán tener una oportunidad como pocos, para tener un acercamiento a este supuesto lugar que ni siquiera figura en mapas o libros de historia, pues el solo nombre de la misma hace temblar a los más antiguos y reír a los más insensatos, pero quiérase o no, la Torre Infinita se ha dejado ver en el Arenal de Roilkat, a la espera de los próximos ingenuos que se acerquen con la esperanza de probar su fuerza o peor, la ilusión de saquear las inimaginables recompensas escondidas en su interior, ignorando por completo los terribles sacrificios que habrá que pagar por ellas.
Rozando el cielo, se puede observar desde muy cerca una enorme torre que desde lejos parece inexistente y en cuya entrada se lee el aviso “Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza”. No hay una puerta que impida el paso, más bien pareciera que quienes se acercan son invitados a recorrer los lúgubres y fríos pasillos de este extraño lugar, aparentemente vacío…
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∞ Bienvenidos a la Torre Infinita, un desafío cooperativo de supervivencia en donde se pondrán a prueba sus fortalezas y debilidades, los más fuertes se verán doblegados, los orgullosos tendrán que apoyarse en otros para poder mantenerse en pie, los débiles si son astutos, apoyándose entre ellos podrían incluso superar a los más fuertes, aunque la pregunta final no es quiénes alcanzarán la gloria, sino qué tan lejos podrán llegar antes de sucumbir.
∞ La Torre Infinita es un desafío en donde cada quién llegará tan lejos como sus capacidades le permitan, y no es algo que se deba tomar a la ligera pues las recompensas harán que valga la pena llegar a los niveles más altos.
∞ Aunque se trata de un desafío hecho principalmente para guerreros, también se requieren personajes de suporte o de utilidad, pues las heridas no se van a sanar solas y los acertijos no se resolverán a golpes.
∞ En su primera respuesta deberán llegar a la torre y entrar, la gran puerta permanece abierta para recibir a los incautos y el interior se mostrará aparentemente vacío, con apenas un largo pasillo y una puerta ubicada al final del mismo. Luego de la segunda ronda, la manera de avanzar será a través de la obtención de puntos por post, estos puntos se conseguirán a través del uso de objetos, habilidades e incluso (si te atreves) a través del uso de runas.
∞ Puede entrar al desafío cualquier personaje con ficha de habilidades y lista de tareas actualizada, pero solo se permitirá el uso de un personaje por usuario (PJ o Acompañante). Elige sabiamente al que consideres que tiene más posibilidades de sobrevivir por más tiempo. Una vez que comience la segunda ronda, no se permitirá el ingreso de nuevos personajes. Al final del post de entrada, deben añadir un offrol indicando los objetos que llevan encima.
∞ Recompensas:
5 puntos de experiencia
50 Aeros
Recompensas adicionales a medida que avancen en la torre, y pueden incluir desde aeros, objetos consumibles o limitados, hasta encantamientos, materiales épicos y puede que haya algún ítem legendario en los niveles más altos.
Podrán entrar al desafío hasta el 01 de mayo.
Ansur
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
-Siempre que vengo a Rolikat pasa algún mumbo jumbo loco- se dijo a si mismo mientras observaba la enorme torre que se alzaba en medio de de aquel desértico lugar, todos los rumores hablaban de maldiciones, y de las muchas muertes que la torre reclamaba para si, decían que en sus pisos yacía una maldad indescriptible e inimaginable, sin embargo el no-elfo solo pensaba en la gran posibilidad de explorar territorio prácticamente desconocido.
Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza
-Que linda forma de decir que no quieren recibir invitados, que pena que haya decidido invitar a un montón de gente para esta aventura... De ahí a que lleguen es otra cosa- Exclamo mientras se detenía por unos momentos en la entrada, cargaba muchas espadas al mismo tiempo, así que comenzó a unirlas, el proceso era bastante simple, sin embargo, eso no impedía que hiciera un par de graciosas poses conforme las iba uniendo, cuando unió 4 de las 6 espadas en una sola mas grande decidió que era suficiente por el momento, con eso se había ganado unos cuantos puntos de estilo para si mismo, o al menos eso pensaba.
Se llevo la espada de gran tamaño a la espalda y la dejo apoyada en el arnés de las ropas que Valyria le había hecho a pedido, este se ajustaba sin problemas a las espadas que Rauko había hecho para el, su vestimenta particular parecía ideal para una situación como esta, cómodas en cuanto a movilidad, muchas correas para sujetar sus espadas y también para adjuntar bolsillos para llevar cosas relativamente pequeñas, a pesar de no tomarse las cosas muy enserio, esta era la primera vez que Hazelas realmente había preparado su equipamiento con anticipación.
-Bueno, el ultimo que llegue tendrá mas culpa que Nousis(?)- exclamo al momento que entraba a aquella maldita torre.
OFF: Equipamiento y objetos que llevo encima:
-Ropas Comunes Superiores
-Aros de Éter Cristalizado con Fortaleza Inamovible
-Botas de Njord
-Hojas unidas superiores x6 de las cuales hay al menos 2 que tienen Infusión Etérea (al unirse todas, el encantamiento se mantiene en la única espada grande que queda)
-Huesorang Búmeran de hueso ( Búmeran de calidad Normal hecho de huesos y adornado con plumas, símbolo de una eterna hermandad. Arrójalo las veces que quieras, siempre regresará a ti, de un modo u otro.)
-Tragaéter x2
-Poción de Estoicismo x1
-Poción de Salud x1
-Máscara de los cazadores (1 carga restante)
-Flor de la fortuna x1
-Semilla Arbusto Beltraine x1
-llave bonita x1 (la misma que obtuve en el Hostblot y que aparentemente no hace nada después del mejor mastereado de todos los tiempos)
Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza
-Que linda forma de decir que no quieren recibir invitados, que pena que haya decidido invitar a un montón de gente para esta aventura... De ahí a que lleguen es otra cosa- Exclamo mientras se detenía por unos momentos en la entrada, cargaba muchas espadas al mismo tiempo, así que comenzó a unirlas, el proceso era bastante simple, sin embargo, eso no impedía que hiciera un par de graciosas poses conforme las iba uniendo, cuando unió 4 de las 6 espadas en una sola mas grande decidió que era suficiente por el momento, con eso se había ganado unos cuantos puntos de estilo para si mismo, o al menos eso pensaba.
Se llevo la espada de gran tamaño a la espalda y la dejo apoyada en el arnés de las ropas que Valyria le había hecho a pedido, este se ajustaba sin problemas a las espadas que Rauko había hecho para el, su vestimenta particular parecía ideal para una situación como esta, cómodas en cuanto a movilidad, muchas correas para sujetar sus espadas y también para adjuntar bolsillos para llevar cosas relativamente pequeñas, a pesar de no tomarse las cosas muy enserio, esta era la primera vez que Hazelas realmente había preparado su equipamiento con anticipación.
-Bueno, el ultimo que llegue tendrá mas culpa que Nousis(?)- exclamo al momento que entraba a aquella maldita torre.
OFF: Equipamiento y objetos que llevo encima:
-Ropas Comunes Superiores
-Aros de Éter Cristalizado con Fortaleza Inamovible
-Botas de Njord
-Hojas unidas superiores x6 de las cuales hay al menos 2 que tienen Infusión Etérea (al unirse todas, el encantamiento se mantiene en la única espada grande que queda)
-
-Tragaéter x2
-Poción de Estoicismo x1
-Poción de Salud x1
-Máscara de los cazadores (1 carga restante)
-Flor de la fortuna x1
-Semilla Arbusto Beltraine x1
-llave bonita x1 (la misma que obtuve en el Hostblot y que aparentemente no hace nada después del mejor mastereado de todos los tiempos)
Zelas Hazelmere
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
-Pues la esperaba más ancha.- dijo Valyria, mirando al cielo. Es decir, alta alta era, pero… no lucia extremadamente impresionante, solo algo siniestra. Una podía notar cierta maldad en el aire, un sabor agrio en la boca, como crujiente…
Escupió, y se dio cuenta que esa parte era arena. Volvió a mirar la torre tras beber un poco, y lucia menos siniestra ahora. Como un tercio de siniestra. Pero aun así seguía bastante alta en la escala. Y como iba una custodio a ignorar una supuesta torre encantada con los espíritus de sus constructores…o algo igual de raro, la verdad era que rara vez una cosa estaba encantada con lo que la gente creía. Pero había tesoros, posiblemente…
Puede que lo de la maldición solo fuera una excusa para su avaricia, pero la introspección era el primer paso para mejorar. Y el segundo y último un montón de tesoros. Y eso era todo. No tenia un gran y noble motivo para probar su suerte en una siniestra, misteriosa y posiblemente no-del-todo-en-esta-realidad ruina. Se aburria, le gustaban los tesoros, y había oído a hablar de ella, así que había cogido sus cachivaches y había ido a Roikat. No estaba TAN lejos, y si no fuese por la maldita arena, ni siquiera le habría importado el viaje. ¿Qué podía salir mal? Había ido a sitios peores, y el miedo a la muerte era para gente con muchos menos explosivos de los que llevaba ella en ese momento.
Se arrebujó un poco más en su capa y avanzó, viendo a su cliente habitual haciendo tonterías con sus espadas. Iba a quedarse mirando hasta que se diera cuenta, y luego decirle que lo había visto todo todito. Pero el condenado entró en la torre sin mirar atrás y estropeo su momento. Si en vez de arena fuera nieve, le haría lanzado una bola para llamar su intención, pero la arena era inferior en todos los aspectos menos en lo mal que sabía. Daba igual, mejor saludarlo dentro, donde habría menos arena, con suerte.
-Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza… Como esa sea una pista sobre la falta de tesoro, os quemó la torre entera, estúpidos fantasmas.- advirtió la elfa al aire, puño alzado y todo, segura de que las almas malditas la oirían, porque era una custodio. -En fin. ZELAS, ¿DÓNDE TE METISTE?-
Escupió, y se dio cuenta que esa parte era arena. Volvió a mirar la torre tras beber un poco, y lucia menos siniestra ahora. Como un tercio de siniestra. Pero aun así seguía bastante alta en la escala. Y como iba una custodio a ignorar una supuesta torre encantada con los espíritus de sus constructores…o algo igual de raro, la verdad era que rara vez una cosa estaba encantada con lo que la gente creía. Pero había tesoros, posiblemente…
Puede que lo de la maldición solo fuera una excusa para su avaricia, pero la introspección era el primer paso para mejorar. Y el segundo y último un montón de tesoros. Y eso era todo. No tenia un gran y noble motivo para probar su suerte en una siniestra, misteriosa y posiblemente no-del-todo-en-esta-realidad ruina. Se aburria, le gustaban los tesoros, y había oído a hablar de ella, así que había cogido sus cachivaches y había ido a Roikat. No estaba TAN lejos, y si no fuese por la maldita arena, ni siquiera le habría importado el viaje. ¿Qué podía salir mal? Había ido a sitios peores, y el miedo a la muerte era para gente con muchos menos explosivos de los que llevaba ella en ese momento.
Se arrebujó un poco más en su capa y avanzó, viendo a su cliente habitual haciendo tonterías con sus espadas. Iba a quedarse mirando hasta que se diera cuenta, y luego decirle que lo había visto todo todito. Pero el condenado entró en la torre sin mirar atrás y estropeo su momento. Si en vez de arena fuera nieve, le haría lanzado una bola para llamar su intención, pero la arena era inferior en todos los aspectos menos en lo mal que sabía. Daba igual, mejor saludarlo dentro, donde habría menos arena, con suerte.
-Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza… Como esa sea una pista sobre la falta de tesoro, os quemó la torre entera, estúpidos fantasmas.- advirtió la elfa al aire, puño alzado y todo, segura de que las almas malditas la oirían, porque era una custodio. -En fin. ZELAS, ¿DÓNDE TE METISTE?-
- Spoiler:
- Regocijaros, pues está más ordenado de lo que estará jamás mi lista de tareas:
Armas:
Arco Largo de Ebano+encantamiento de cambio de forma
Látigo de la rosa.
Vestimenta:
Armadura ligera superior
Capa de Camaleón
Botas de Njord+encantamiento para caminar sobre líquidos.
Bolso de viajero
Mascara de Hada
Limitados(7/7):
Peluche de Jabalí Lanudo
Fuego Embotellado
Kit de curtiduría superior
Poción de salud concentrada
Pergamino Explosivo
Pergamino de muralla de fuego
Poción de estoicismo.
Consumibles:
Colgante de Ágata 2/2
Pociones de Baile 2/2
Collar de Clavos 1/1
Piedra de Anar 2/2
Colgante de Escarcha ½
Tragaeter 2/2
Amuleto de Imbar 3/3
Polvo de Hada 2/2
Chocolate del Equinoccio 1/1
Mascara de los Inocentes 2/2
Valyria
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Aquella mañana, los ciudadanos de Lunargenta amanecieron con el horizonte cruzado por un objeto que unía la tierra y el cielo. El asombro y la curiosidad predominaban entre las gentes y las especulaciones abundaban en las calles. Todos hablaban de aquel objeto e Ingela y Fëanor no eran la excepción.
-¿Qué crees que sea?- preguntó a su amigo mientras comía -No se habla con la boca llena- le reprendió él, evadiendo el tema. Los tres tomaban desayuno, como todos los días; Bolti comía de los platos tanto de la dragona como del elfo. La una comía huevos y tocino, el otro frutas y panqueques de avena, entre los dos hacían un desayuno bastante balanceado para el pequeño dragoncito.
Ingela rió y llevó otro bocado a su boca -Lo siento- dijo entre risas, de nuevo masticando, pero esa vez se tapó con la mano. -Pareces mamá corrigiendo tanto, venga, relájate- se quejó burlona. Pero ella no había olvidado la pregunta que le había hecho -Entonces, esa cosa, ¿qué crees que sea?- insistió. Fëanor se removió en su asiento, incómodo -No lo sé, quizás es una nube rara- respondió. Ingela conocía a Fëanor lo suficiente como para saber que esa respuesta era genérica y que el chico sabía qué era aquello, o por lo menos alguna idea tenía. Lo miró con suspicacia, pero no insistió más, ya habrían mejores oportunidades de sacarle información al muchacho.
Luego de desayunar, era hora de entrenar. Aunque llevaban días entrenando el uso del hacha, Ingela decidió que ese día hacían lucha cuerpo a cuerpo -Porque no siempre tendrás el hacha para pelear, pero siempre tendrás tus puños- explicó, estirando los brazos y preparándose para pelear. -A menos que te corten las manos- añadió el elfo haciendo gala de su humor negro y ambos rieron mientras se encuadraban.
Fëanor lanzó el primer golpe, un puñetazo directo que la dragona esquivó con facilidad. Agarró la muñeca del elfo, jalándolo, mientras ponía una pierna detrás de la de él y con el cuerpo lo empujó hacia atrás, tumbándolo. Normalmente ella quedaría de pie junto a él, pero en esa ocasión, como quería sacarle información, cayó sobre él. Ella había descubierto que la cercanía corporal con ella lo ponía nervioso y a su merced.
Sus caras quedaron muy cerca, la de él se puso muy roja. -Fëanor...- susurró ella -¿Qué es esa cosa en el horizonte?- preguntó, aprovechando la situación.
-¿L-la to-torre?- respondió él con voz quebradiza.
-Así que es una torre- repitió ella.
-S-sí...-
-¿Cuál es su historia?-
-Mmm... es que no se puede hablar de ella...-
-¿Por qué no?-
-P-porque está maldita-
-Cuéntame, anda...-
-N-no... Ingela... por favor...- pidió el muchacho, desviando la mirada y volteando la cara.
Ingela se quedó quieta unos segundos, mirando a los heterocrómicos ojos del elfo. Luego sonrió juguetona y le besó la frente. -Vale, venga, sigamos- finalizó, poniéndose de pie enérgicamente y ayudando a Fëanor, quien la miraba con disgusto -Deja de hacer eso- la reprendió . Continuaron con el entrenamiento y el día tranquilamente, pero Ingela no dejó de pensar en aquella torre maldita. El que su amigo se negara a hablar más del tema había despertado una insana curiosidad en la dragona.
Llegó la noche, Ingela había tomado una decisión. -Iré hasta esa torre- anunció, para el horror de Fëanor, quien sintió como si se le saliera el alma del cuerpo. -¡¿ESTÁS LOCA?!- gritó, abriendo los ojos de par en par. Ingela sonrió -Voy a averiguar qué es esa torre, Fë, así que vamos, los dejaré en el poblado más cercano de ese lugar- indicó, sin esperar respuesta del elfo ni darle oportunidad de reclamar. Simplemente se transformó en dragón haciendo un gesto para que tomara los bolsos y se subiera a su lomo.
Durante todo el vuelo, Fëanor se mantuvo en silencio, pero cuando aterrizaron en un pueblito al pie del arenal de Roilkat, explotó -¡No cuenta! ¡Mi opinión no cuenta! Me pediste un plan de viaje, lo hice, me demoré días en armarnos un itinerario. ¿Lo hemos seguido? ¡No! Hemos ido a donde te da la gana sin considerar lo que yo deseo. Este viaje lo hacemos los tres, Ingela; Bolti, tú y yo. ¡Pero no! Es el viaje de Ingela solamente. Esto es el colmo, cuando regreses hablaremos seriamente de nuestra situación- regañaba el elfo, mirándo a la dragona con enojo. La abrazó con fuerza -Vuelve pronto- le pidió, casi en súplica. La vio alzar el vuelo de nuevo, hacia la temida Torre Infinita.
Al aterrizar, Ingela volvió a su forma humana y avanzó hasta llegar a lo que parecía ser la entrada, donde se encontró de frente con un letrero.
-A mí ningún letrero me va a decir qué hacer- se dijo en voz baja, acomodando su bolso mientras avanzó a paso firme.
-¿Qué crees que sea?- preguntó a su amigo mientras comía -No se habla con la boca llena- le reprendió él, evadiendo el tema. Los tres tomaban desayuno, como todos los días; Bolti comía de los platos tanto de la dragona como del elfo. La una comía huevos y tocino, el otro frutas y panqueques de avena, entre los dos hacían un desayuno bastante balanceado para el pequeño dragoncito.
Ingela rió y llevó otro bocado a su boca -Lo siento- dijo entre risas, de nuevo masticando, pero esa vez se tapó con la mano. -Pareces mamá corrigiendo tanto, venga, relájate- se quejó burlona. Pero ella no había olvidado la pregunta que le había hecho -Entonces, esa cosa, ¿qué crees que sea?- insistió. Fëanor se removió en su asiento, incómodo -No lo sé, quizás es una nube rara- respondió. Ingela conocía a Fëanor lo suficiente como para saber que esa respuesta era genérica y que el chico sabía qué era aquello, o por lo menos alguna idea tenía. Lo miró con suspicacia, pero no insistió más, ya habrían mejores oportunidades de sacarle información al muchacho.
Luego de desayunar, era hora de entrenar. Aunque llevaban días entrenando el uso del hacha, Ingela decidió que ese día hacían lucha cuerpo a cuerpo -Porque no siempre tendrás el hacha para pelear, pero siempre tendrás tus puños- explicó, estirando los brazos y preparándose para pelear. -A menos que te corten las manos- añadió el elfo haciendo gala de su humor negro y ambos rieron mientras se encuadraban.
Fëanor lanzó el primer golpe, un puñetazo directo que la dragona esquivó con facilidad. Agarró la muñeca del elfo, jalándolo, mientras ponía una pierna detrás de la de él y con el cuerpo lo empujó hacia atrás, tumbándolo. Normalmente ella quedaría de pie junto a él, pero en esa ocasión, como quería sacarle información, cayó sobre él. Ella había descubierto que la cercanía corporal con ella lo ponía nervioso y a su merced.
Sus caras quedaron muy cerca, la de él se puso muy roja. -Fëanor...- susurró ella -¿Qué es esa cosa en el horizonte?- preguntó, aprovechando la situación.
-¿L-la to-torre?- respondió él con voz quebradiza.
-Así que es una torre- repitió ella.
-S-sí...-
-¿Cuál es su historia?-
-Mmm... es que no se puede hablar de ella...-
-¿Por qué no?-
-P-porque está maldita-
-Cuéntame, anda...-
-N-no... Ingela... por favor...- pidió el muchacho, desviando la mirada y volteando la cara.
Ingela se quedó quieta unos segundos, mirando a los heterocrómicos ojos del elfo. Luego sonrió juguetona y le besó la frente. -Vale, venga, sigamos- finalizó, poniéndose de pie enérgicamente y ayudando a Fëanor, quien la miraba con disgusto -Deja de hacer eso- la reprendió . Continuaron con el entrenamiento y el día tranquilamente, pero Ingela no dejó de pensar en aquella torre maldita. El que su amigo se negara a hablar más del tema había despertado una insana curiosidad en la dragona.
Llegó la noche, Ingela había tomado una decisión. -Iré hasta esa torre- anunció, para el horror de Fëanor, quien sintió como si se le saliera el alma del cuerpo. -¡¿ESTÁS LOCA?!- gritó, abriendo los ojos de par en par. Ingela sonrió -Voy a averiguar qué es esa torre, Fë, así que vamos, los dejaré en el poblado más cercano de ese lugar- indicó, sin esperar respuesta del elfo ni darle oportunidad de reclamar. Simplemente se transformó en dragón haciendo un gesto para que tomara los bolsos y se subiera a su lomo.
Durante todo el vuelo, Fëanor se mantuvo en silencio, pero cuando aterrizaron en un pueblito al pie del arenal de Roilkat, explotó -¡No cuenta! ¡Mi opinión no cuenta! Me pediste un plan de viaje, lo hice, me demoré días en armarnos un itinerario. ¿Lo hemos seguido? ¡No! Hemos ido a donde te da la gana sin considerar lo que yo deseo. Este viaje lo hacemos los tres, Ingela; Bolti, tú y yo. ¡Pero no! Es el viaje de Ingela solamente. Esto es el colmo, cuando regreses hablaremos seriamente de nuestra situación- regañaba el elfo, mirándo a la dragona con enojo. La abrazó con fuerza -Vuelve pronto- le pidió, casi en súplica. La vio alzar el vuelo de nuevo, hacia la temida Torre Infinita.
Al aterrizar, Ingela volvió a su forma humana y avanzó hasta llegar a lo que parecía ser la entrada, donde se encontró de frente con un letrero.
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-A mí ningún letrero me va a decir qué hacer- se dijo en voz baja, acomodando su bolso mientras avanzó a paso firme.
- Inventario de Ingelita:
- Consumibles
1. Tinta de Guerrero [2 cargas]
2. Regalo elemental de Isil [1 Carga por color]
3. 4 Esferas Krampus [1 Carga por esfera]
4. Muñeco Krampus [1 Carga]
5. Bola de cristal de Karre'xha [1 Carga]
6. Reliquia suprema [2 Cargas]
7. Caramelo de Jade [2 cargas]
8. Flor escarchada [1 Carga]
9. Cabeza de León de Oro de los II Oscars de Aerandir [Premio al Mejor Dragón] [1 Carga]
10. Pergamino de Admiración de Ganadores de los II Oscars de Aerandir [1 Carga]
11. Poción Debilitadora [Premio Primer Lugar Reto Culinario] [1 Carga]
12. Dulce del Yule [1 Carga]
13. Moneda pirata [2 Cargas]
14. Capa Druida [3 Cargas]
15. Corona de flores [2 Cargas]
16. 2 Tragaéter [1 Carga c/u]
Objetos Limitados (6/6)
Poción de Karre'xha (Jugo de visión nocturna) [Elixir, Limitado, 2 Usos]
Kit de Arcanos Inferior [Limitado, 2 Usos]
Poción de Estoicismo [Elixir, Limitado, 2 Usos]
Poción de Salud Diluida [Elixir, Limitado, 1 Uso]
Poción de Salud [Elixir, Limitado, 1 Uso]
Poción de Salud Concentrada [Elixir, Limitado, 1 Uso]
Armas y Otros
1. Feuerstein [Arma-Mandoble][Superior][E]
2. Escudo [Escudo][Común]
3. Pendiente Vlashog [E]
4. Colgante de corazón tallado de madera [E]
5. Ropas comunes Mejoradas
Encantamientos
Pudor [Pendiente de Vlashog]
Runa de Penetración [Feuerstein]
Fuente de Luz [Colgante de madera]
Ingela
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Mi respiración se aceleraba y rasgaba mi garganta mientras mis manos se sostenían sobre las rocosidades de aquella montaña. Seguía escalando con todas mis fuerzas y abrazada por el frío de la altitud.
Mis piernas empezaban a cansarse pero ya faltaba poco, ya iba a llegar.
La cima me dió una bienvenida silenciosa y aproveché de estirar mis brazos para recibir aquella bendición de vida pero… ¿Mi mano tocó un cuerno?
Empecé a abrir mis ojos y aún seguía enrollada en mi cama con un Pelusa dispuesto a levantarme. Sonreí y me levanté de un salto.
- Hoy me provoca una aventura así como excéntrica, algo raro, algo divertido y peligroso ¿Te activas gordito hermoso? - le dije mientras abrazaba a mi aionsito versión chiquita.
-¡¡Claro que te provocaa!! Claro que le provoca una aventurota a mi bebito pichioso- dije mientras le hacía mimos y cosquillas en la pancita a mi compañero. Pelusa desde que había crecido se había hecho el “adulto” de nuestra relación, la pubertad aionsiana, pero ya lo estaba corrompiendo, no se podía resistir a que lo consintiera.
-El lugar perfecto, una torre sin demasiada información, con mitos terrorificos ¡Vamos! - dije alegre mientras me preparaba para salir.
…
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Al llegar parecía que no era la única curiosa del día. Varias preguntas inundaron mi cabeza, entre ellas ¿Quién es Nousis? ¿Una especie de Dios de la culpa? Uh y ¿A esa chica la he visto?
Sin prisa pero sin pausa entré a la torre con un bolsito en la espalda y con mis manos ocupadas con mi mejor arma. El aion más cuchi del universo.
___________
Inventario:
Encantamientos (2/6)
Armadura ligera superior + encantamiento de armadura para hacerla parecer vestido.
4 Agujas superiores + encantamiento de arma cambiante a cadena (la uso como pulsera en la mano derecha)
Limitados (7/7)
Kit arcano superior (2 usos)
Kit alquimista regular (2 usos)
Veneno toque paralizante (1 uso)
Pergamino emocional (2 usos)
Bolsa de púas (2 usos)
Cristal de reducción para Pelusa (2 usos)
Pesadilla Embotellada (1 uso)
Consumibles:
Elixir multipropósito (3 cargas)
Máscara de caidos (2 cargas)
Chocolate del equinocio (1 uso)
Armas menos relevantes:
Daga pobre y 4 agujas con cascabel calidad pobre
Otras cositas:
Bolso aventurero para meter todas mis cositas.
Mascota: Pelusa
...Mis piernas empezaban a cansarse pero ya faltaba poco, ya iba a llegar.
La cima me dió una bienvenida silenciosa y aproveché de estirar mis brazos para recibir aquella bendición de vida pero… ¿Mi mano tocó un cuerno?
Empecé a abrir mis ojos y aún seguía enrollada en mi cama con un Pelusa dispuesto a levantarme. Sonreí y me levanté de un salto.
- Hoy me provoca una aventura así como excéntrica, algo raro, algo divertido y peligroso ¿Te activas gordito hermoso? - le dije mientras abrazaba a mi aionsito versión chiquita.
-¡¡Claro que te provocaa!! Claro que le provoca una aventurota a mi bebito pichioso- dije mientras le hacía mimos y cosquillas en la pancita a mi compañero. Pelusa desde que había crecido se había hecho el “adulto” de nuestra relación, la pubertad aionsiana, pero ya lo estaba corrompiendo, no se podía resistir a que lo consintiera.
-El lugar perfecto, una torre sin demasiada información, con mitos terrorificos ¡Vamos! - dije alegre mientras me preparaba para salir.
…
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Al llegar parecía que no era la única curiosa del día. Varias preguntas inundaron mi cabeza, entre ellas ¿Quién es Nousis? ¿Una especie de Dios de la culpa? Uh y ¿A esa chica la he visto?
Sin prisa pero sin pausa entré a la torre con un bolsito en la espalda y con mis manos ocupadas con mi mejor arma. El aion más cuchi del universo.
___________
Inventario:
Encantamientos (2/6)
Armadura ligera superior + encantamiento de armadura para hacerla parecer vestido.
4 Agujas superiores + encantamiento de arma cambiante a cadena (la uso como pulsera en la mano derecha)
Limitados (7/7)
Kit arcano superior (2 usos)
Kit alquimista regular (2 usos)
Veneno toque paralizante (1 uso)
Pergamino emocional (2 usos)
Bolsa de púas (2 usos)
Cristal de reducción para Pelusa (2 usos)
Pesadilla Embotellada (1 uso)
Consumibles:
Elixir multipropósito (3 cargas)
Máscara de caidos (2 cargas)
Chocolate del equinocio (1 uso)
Armas menos relevantes:
Daga pobre y 4 agujas con cascabel calidad pobre
Otras cositas:
Bolso aventurero para meter todas mis cositas.
Mascota: Pelusa
- Pelusa:
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Última edición por Magazubi el Mar Mayo 04 2021, 19:14, editado 1 vez (Razón : Mensajito de Reike con corrección :D)
Magazubi
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Tantas compras habían hecho mella en los ahorros de Ryuu. La forma rápida de solucionar eso era ir a investigar la dichosa torre de la que había oído. Dicho eso, no se trataba de la forma más segura de conseguir aeros, a juzgar por todos esos rumores.
-Mientras no haya dragones allí, no tengo nada que temer. Como máximo sufriré alguna herida y nada más. Si tengo mucha suerte, tal vez haya tantas riquezas en esa torre como las que había en ese laberinto de mi primer trabajo.- Aún le dolía el no haber podido llevarse algo de allí.
Al llegar a la torre, el arquero encontró razones para alegrarse y para alarmarse. Por un lado, había algunas figuras conocidas, y por el otro... Entre ellas estaba Ingela, la joven que había conocido poco tiempo antes. Una dragona. Hasta entonces, nunca tuvo razones para temer por su vida frente a ella pero era más conveniente estar pendiente de sus acciones. Sólo por si acaso.
Poco tardaron los allí presentes en ingresar a la torre. A lo lejos Ryuu vio a un rubio, el primero en entrar, que se parecía a cierto no-elfo que conocía. Luego avanzaron tres mujeres, entre ellas la dragona. Varios metros más atrás, el arquero siguió el mismo camino hacia la enigmática torre, esperando salir ileso y con los bolsillos algo más pesados.
-Mientras no haya dragones allí, no tengo nada que temer. Como máximo sufriré alguna herida y nada más. Si tengo mucha suerte, tal vez haya tantas riquezas en esa torre como las que había en ese laberinto de mi primer trabajo.- Aún le dolía el no haber podido llevarse algo de allí.
Al llegar a la torre, el arquero encontró razones para alegrarse y para alarmarse. Por un lado, había algunas figuras conocidas, y por el otro... Entre ellas estaba Ingela, la joven que había conocido poco tiempo antes. Una dragona. Hasta entonces, nunca tuvo razones para temer por su vida frente a ella pero era más conveniente estar pendiente de sus acciones. Sólo por si acaso.
Poco tardaron los allí presentes en ingresar a la torre. A lo lejos Ryuu vio a un rubio, el primero en entrar, que se parecía a cierto no-elfo que conocía. Luego avanzaron tres mujeres, entre ellas la dragona. Varios metros más atrás, el arquero siguió el mismo camino hacia la enigmática torre, esperando salir ileso y con los bolsillos algo más pesados.
- Inventario:
Arco superior con encantamiento "Flechas de señal"
Cuchillas arrojadizas superiores x4
Carcaj ligero
Vínculo de sangre mayor
Jugo de visión nocturna (limitado, 2 usos)
Poción de salud diluida x2 (limitado, 1 uso)
Poción de salud (limitado, 1 uso)
Polvo de hadas x2 (consumible)
Chocolate del equinoccio (consumible)
Bomba floral x2 (consumible)
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
–Hola, Azi –saludé, sonriendo perezosamente y agitando una mano mientras entraba en la enorme carpa donde estaba Azaril y sus dos elfas guardianas, las hermanas Blume, cuyos cetros generaban con magia la escasa iluminación del lugar.
–«Ama Azaril» –me corrigieron las dos elfas, y una de ellas, Gardenia, frunció el ceño, como era usual en nuestros encuentros.
Azaril, sin embargo, me recibió con una sonrisa afable.
–Bienvenido, joven elfo –dijo.
–¿Necesitas que encuentre otra flor? –pregunté, ojeando el lugar. Poco pude ver.
–No esta vez. –Azi negó con la cabeza. Hizo un gesto. De la oscuridad apareció Beyza sosteniendo un mapa de Aerandir, con el Arenal de Roilkat encerrado en un círculo rojo, y con un pene dibujado, muy mal dibujado, en una esquina. Escuché una risilla procedente del exterior de la carpa, probablemente de la irreverente Ingrid. Beyza mantuvo su rostro inexpresivo, a pesar de ello, contrastando con la cara de inocente curiosidad de Jasmin y la de indignación de Gardenia.
–La Torre Infinita ha aparecido en esta zona –señaló Beyza con su habitual tono neutro–. Pero, primero, ¿conoces la Torre Infinita?
–Por supuesto –dije–, pero… un repaso no me vendría mal –sugerí con un lento encogimiento de hombros.
–Matar muchas cosas malas. Subir pisos y pisos. Encontrar tesoros –explicó Jasmin–. Mientras más subas, mejor. Y se llama «Torre Infinita», pero todos me dicen que infinita no es. Su nombre es una mentira. Las mentiras son malas.
–Hmm… Entiendo. Pero entonces… ¿por qué alguien con tantas sirvientas guerreras a su disposición necesitaría mi insignificante ayuda?
–No estamos en un buen momento –argumentó Beyza–. Aún lidiamos con las consecuencias de la maldición berserker, el ente anti-vida y… otros asuntos. Además, eres un buen guerrero, tienes experiencia enfrentándote a lo desconocido…
–Y tienes una supuesta capacidad maravillosa para sobrevivir a tu propia muerte –agregó Gardenia.
–Sí, ya, entiendo. Soy el éxito –dije, poco convencido.
–Hermanas Blume –intervino Azaril–, ¿pueden dejarnos a solas un momento?
Las elfas obedecieron, Gardenia a regañadientes. Entonces tuve que potenciar mis ojos para seguir viendo dentro de la carpa.
–Muchas de las sirvientas no siguen a Azaril, la vampiresa idealista –explicó Beyza–. Siguen a la Ama Azaril, el mesías angelical, una imagen idealizada e irreal. Solo así ponen sus esperanzas en ella y dan sus vidas por su misión. Actúan por el corazón, no guiadas por la lógica. Y no hemos corregido eso.
» Pero esa imagen idealizada está rompiéndose por los últimos fracasos. Hemos sufrido bajas, aún estamos superando los daños, y todo a conducido a un inevitable nacimiento de incertidumbre. Si en la siguiente expedición vuelve a ocurrir otra tragedia, podría repetirse lo de Raggy.
Asentí, como si tuviera alguna idea de qué o quién era ese Raggy.
–Sin embargo –siguió Beyza el aburrido parloteo que solo podría ser relevante para otra aventura–, Azaril cree importante explorar cuanto antes la Torre Infinita, descubrir los secretos de los antiguos y enfrentarse al mal que reside en ese lugar.
–Entiendo –dije. «Antes que perder la fidelidad de sus sirvientas, mejor mandar a morir a un pobre y andrógino elfo extraño», resumí.
–Sobrevivirás –aseguró Azaril. Una palabra, sin nada que la respaldara, y resonó en mi mente, borrando toda duda–. De una u otra manera, sobrevivirás.
–Vale, lo haré –accedí, sin cuestionar mi repentino cambio de opinión. Sonreí y les mostré un pulgar arriba.
–Entonces ve, joven elfo –pidió con una débil sonrisa–, y que la buena fortuna te proteja.
Apenas puse los pies en la arena, el portal se cerró tras de mí. Por poco y me corta las nalgas. El ave en mi hombro dio un respingo y clavó sus garras en mi piel, arrancándome un leve chillido. Cuando logré tranquilizarlo, me di unas palmaditas en el trasero, solo para estar seguro de que aún lo tenía intacto, y luego miré la torre.
La torre Infinita, construida para desafiar a los dioses. Curiosamente, estaba ubicada en las mismas tierras donde, según otras leyendas, nacieron las yökukka, plantas transformadas por la sangre del dragón oscuro y que eran capaces dar alimento a los vampiros, lo que servía para sobreponerse al castigo dado por el dragón de luz.
–Dos veces se desafió a los dioses en este lugar, supuestamente –murmuré–. Ninguna terminó bien para los mortales. Y ahora venimos como estúpidos a seguir fastidiando. –Expedí un suspiro.
Chequeé mi equipamiento, sintiéndome extraño al llevar los venenos de Xana. Lamenté la inoportuna indisposición de ella, aunque en el fondo me aliviaba que no me seguiría a un lugar que prometía muerte. Me acomodé los calzones, que, por desgracia, no pude llevar con fabulosos encantamientos. Y, por fin, luego de tanto texto de relleno, hice lo que era realmente relevante para iniciar esta aventura: me dirigí al interior de la torrecita.
–«Ama Azaril» –me corrigieron las dos elfas, y una de ellas, Gardenia, frunció el ceño, como era usual en nuestros encuentros.
Azaril, sin embargo, me recibió con una sonrisa afable.
–Bienvenido, joven elfo –dijo.
–¿Necesitas que encuentre otra flor? –pregunté, ojeando el lugar. Poco pude ver.
–No esta vez. –Azi negó con la cabeza. Hizo un gesto. De la oscuridad apareció Beyza sosteniendo un mapa de Aerandir, con el Arenal de Roilkat encerrado en un círculo rojo, y con un pene dibujado, muy mal dibujado, en una esquina. Escuché una risilla procedente del exterior de la carpa, probablemente de la irreverente Ingrid. Beyza mantuvo su rostro inexpresivo, a pesar de ello, contrastando con la cara de inocente curiosidad de Jasmin y la de indignación de Gardenia.
–La Torre Infinita ha aparecido en esta zona –señaló Beyza con su habitual tono neutro–. Pero, primero, ¿conoces la Torre Infinita?
–Por supuesto –dije–, pero… un repaso no me vendría mal –sugerí con un lento encogimiento de hombros.
–Matar muchas cosas malas. Subir pisos y pisos. Encontrar tesoros –explicó Jasmin–. Mientras más subas, mejor. Y se llama «Torre Infinita», pero todos me dicen que infinita no es. Su nombre es una mentira. Las mentiras son malas.
–Hmm… Entiendo. Pero entonces… ¿por qué alguien con tantas sirvientas guerreras a su disposición necesitaría mi insignificante ayuda?
–No estamos en un buen momento –argumentó Beyza–. Aún lidiamos con las consecuencias de la maldición berserker, el ente anti-vida y… otros asuntos. Además, eres un buen guerrero, tienes experiencia enfrentándote a lo desconocido…
–Y tienes una supuesta capacidad maravillosa para sobrevivir a tu propia muerte –agregó Gardenia.
–Sí, ya, entiendo. Soy el éxito –dije, poco convencido.
–Hermanas Blume –intervino Azaril–, ¿pueden dejarnos a solas un momento?
Las elfas obedecieron, Gardenia a regañadientes. Entonces tuve que potenciar mis ojos para seguir viendo dentro de la carpa.
–Muchas de las sirvientas no siguen a Azaril, la vampiresa idealista –explicó Beyza–. Siguen a la Ama Azaril, el mesías angelical, una imagen idealizada e irreal. Solo así ponen sus esperanzas en ella y dan sus vidas por su misión. Actúan por el corazón, no guiadas por la lógica. Y no hemos corregido eso.
» Pero esa imagen idealizada está rompiéndose por los últimos fracasos. Hemos sufrido bajas, aún estamos superando los daños, y todo a conducido a un inevitable nacimiento de incertidumbre. Si en la siguiente expedición vuelve a ocurrir otra tragedia, podría repetirse lo de Raggy.
Asentí, como si tuviera alguna idea de qué o quién era ese Raggy.
–Sin embargo –siguió Beyza el aburrido parloteo que solo podría ser relevante para otra aventura–, Azaril cree importante explorar cuanto antes la Torre Infinita, descubrir los secretos de los antiguos y enfrentarse al mal que reside en ese lugar.
–Entiendo –dije. «Antes que perder la fidelidad de sus sirvientas, mejor mandar a morir a un pobre y andrógino elfo extraño», resumí.
–Sobrevivirás –aseguró Azaril. Una palabra, sin nada que la respaldara, y resonó en mi mente, borrando toda duda–. De una u otra manera, sobrevivirás.
–Vale, lo haré –accedí, sin cuestionar mi repentino cambio de opinión. Sonreí y les mostré un pulgar arriba.
–Entonces ve, joven elfo –pidió con una débil sonrisa–, y que la buena fortuna te proteja.
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Apenas puse los pies en la arena, el portal se cerró tras de mí. Por poco y me corta las nalgas. El ave en mi hombro dio un respingo y clavó sus garras en mi piel, arrancándome un leve chillido. Cuando logré tranquilizarlo, me di unas palmaditas en el trasero, solo para estar seguro de que aún lo tenía intacto, y luego miré la torre.
La torre Infinita, construida para desafiar a los dioses. Curiosamente, estaba ubicada en las mismas tierras donde, según otras leyendas, nacieron las yökukka, plantas transformadas por la sangre del dragón oscuro y que eran capaces dar alimento a los vampiros, lo que servía para sobreponerse al castigo dado por el dragón de luz.
–Dos veces se desafió a los dioses en este lugar, supuestamente –murmuré–. Ninguna terminó bien para los mortales. Y ahora venimos como estúpidos a seguir fastidiando. –Expedí un suspiro.
Chequeé mi equipamiento, sintiéndome extraño al llevar los venenos de Xana. Lamenté la inoportuna indisposición de ella, aunque en el fondo me aliviaba que no me seguiría a un lugar que prometía muerte. Me acomodé los calzones, que, por desgracia, no pude llevar con fabulosos encantamientos. Y, por fin, luego de tanto texto de relleno, hice lo que era realmente relevante para iniciar esta aventura: me dirigí al interior de la torrecita.
(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)
- :
- Armas (3) y encantamientos (3/6):
Doppelsäbel, espada doble, calidad superior, con encantamiento Bendición de Thor.
Neger Drache, espada, calidad superior, con encantamiento Arma de ébano.
Retniw, guante lindo/espada linda, ligado al éter, calidad épica, con encantamiento Arma cambiante.
Limitados (6/7):
Campo de disrupción del éter, 1 uso.
Runa de impulso, 1 uso.
Toque de sopor, 1 uso.
Toque paralizante, 1 uso.
Pergamino de inversión, 1 uso.
Kit de herrería superior, 2 usos.
Consumibles (13):
Tragaéter: 4.
Esferas Krampus: 2.
Incienso de Jólmundröm: 1.
Chocolate del equinocio: 1.
Gato de bolsillo: 2.
Caramelo de jade: 2.
La voluntad de los dioses: 1.
Accesorios y la mascota:
Botas de upelero (Botas de Njord pero bien hechas).
Ocarina refinada (no hace nada, pero se escucha chévere).
Schnee, el primer búhaw (él sí hace algo, pero no se escucha chévere).- Schnee:
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Última edición por Rauko el Dom Mayo 02 2021, 06:17, editado 2 veces (Razón : La oscuridad, y un limitado más, por si los Nousis)
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
La torre se veía a buena distancia. Parecía antigua, aunque Valeria sabía que hacía tan solo unos meses no había nada en aquel lugar, y una extraña formación nubosa ocultaba su parte superior. «Supongo que por algo la llaman la Torre Infinita», se dijo volviendo la atención al paisaje que la rodeaba.
Arena. Mirase a donde mirase, no veía otra cosa, salvo la torre, claro. Sabía que el mar no podía estar muy lejos, en dirección este, pero aun así, la ausencia de agua a su alrededor la inquietaba. ¿Cuánto tiempo había pasado desde el último ataque? Después de pasar una buena temporada en las Islas, creía estar curada por fin, pero ¿y si aquella cosa volvía?
Su guía había salido a cazar la cena, aunque de haberla tenido a mano tampoco le hubiera contado su vida, así que, para distraerse de sus preocupaciones, sacó pluma y tinta se concentró en los cuchillos que le había fabricado Vincent*. Dibujar la runa Isaz en el acero le produjo una cierta sensación de calma, a pesar de que aquel hechizo no le proporcionaría una bañera de agua, ni siquiera un chorro, en el caso de que volvieran los picores. «Tonterías», se dijo. «A estas alturas, ya estás más que curada».
Al día siguiente, como había predicho su guía, llegaron al pie de la torre. Valeria sentía por todo el cuerpo el familiar cosquilleo que le advertía de una fuerte fuente de magia, pero a aquellas alturas, eso no era ya una sorpresa.
Estaba sola. Melaan, su guía, se había despedido de ella hacía cosa de una hora, después de indicarle el lugar donde la esperaría. No más de una semana, le había advertido. Valeria no esperaba quedarse allí tanto tiempo, si en un par de días no había visto a nadie por ahí, se marcharía por donde había venido.
No contaba con que la puerta de la torre estaría abierta.
Al acercarse más, pudo ver que, de hecho, ni siquiera había puerta. Permaneció unos instantes donde se encontraba, observando el oscuro interior del edificio. Al rato, negó con la cabeza y echó a andar rodeando su base. Le llevó menos tiempo de lo esperado y, para cuando estuvo de nuevo ante la entrada aún no había visto a nadie en los alrededores.
La torre daba un poco de repelús, cierto, y el paraje no era el más agradable, pero aun así, le sorprendió que no hubiera más gente en el lugar: vendedores, figuras religiosas, curiosos, raritos… En fin, aquello significaba que toda la clientela sería para ella. Salvo que no veía nada de clientela. Tal vez todos los que pensaban probar suerte ya se habían equipado antes de llegar. Pero alguno habría que necesitaría un trabajito en el último momento, ¿no?
Dio unos pasos más hacia la entrada. ¿Qué podía pasarle por curiosear un poco? Aparte de accionar una trampa que le tirase una nube de polvo venenoso a la cara, claro. Pero aún estaba en la calle y solo pretendía acercarse lo justo para leer aquel letrero.
—«Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza» —leyó en voz alta—. ¿Esperanza de qué? ¿No se supone que la torre atrae a los aventureros y la esperanza de probarse a sí mismos? Menuda chorrada.
Finalmente, se acercó al umbral y dio unos pasos hacia el interior. Después de todo, ¿qué iban a hacer, cerrarle la inexistente puerta a la espalda?
----------
OFF: * Utilizo mi profesión Arcanos para aplicar un encantamiento Arma de Hielo a mis cuchillos arrojadizos, porque hacerlo en mi taller arruinaba la continuidad de mi viaje de Beltrexus al Arenal de Roilkat pasando por Lunargenta y donde quiera que vivaHyro Rauko. Aquí abajo dejo la relación del equipo que traigo conmigo:
Dejo esto por aquíporque me parecía chorrada postear dos veces seguidas porque he visto una cierta disparidad en el conteo de objetos limitados y encantamientos. Si solo hubiera sido una persona, habría pensado que había sido un error suyo, pero como hay al menos dos, voy a asumir que hay algún malentendido por ahí circulando, así que aprovecho esto para aclarar los números:
Número máximo de objetos limitados = 7
Número máximo de encantamientos = 6
Número máximo de objetos ligados al éter = 5 o tu nivel, lo que sea más bajo (si eres nivel 3, el número máximo de objetos ligados al éter que puedes llevar es de 3; si eres nivel 7, el número máximo es 5)
Listo, sigan con su evento.
Arena. Mirase a donde mirase, no veía otra cosa, salvo la torre, claro. Sabía que el mar no podía estar muy lejos, en dirección este, pero aun así, la ausencia de agua a su alrededor la inquietaba. ¿Cuánto tiempo había pasado desde el último ataque? Después de pasar una buena temporada en las Islas, creía estar curada por fin, pero ¿y si aquella cosa volvía?
Su guía había salido a cazar la cena, aunque de haberla tenido a mano tampoco le hubiera contado su vida, así que, para distraerse de sus preocupaciones, sacó pluma y tinta se concentró en los cuchillos que le había fabricado Vincent*. Dibujar la runa Isaz en el acero le produjo una cierta sensación de calma, a pesar de que aquel hechizo no le proporcionaría una bañera de agua, ni siquiera un chorro, en el caso de que volvieran los picores. «Tonterías», se dijo. «A estas alturas, ya estás más que curada».
Al día siguiente, como había predicho su guía, llegaron al pie de la torre. Valeria sentía por todo el cuerpo el familiar cosquilleo que le advertía de una fuerte fuente de magia, pero a aquellas alturas, eso no era ya una sorpresa.
Estaba sola. Melaan, su guía, se había despedido de ella hacía cosa de una hora, después de indicarle el lugar donde la esperaría. No más de una semana, le había advertido. Valeria no esperaba quedarse allí tanto tiempo, si en un par de días no había visto a nadie por ahí, se marcharía por donde había venido.
No contaba con que la puerta de la torre estaría abierta.
Al acercarse más, pudo ver que, de hecho, ni siquiera había puerta. Permaneció unos instantes donde se encontraba, observando el oscuro interior del edificio. Al rato, negó con la cabeza y echó a andar rodeando su base. Le llevó menos tiempo de lo esperado y, para cuando estuvo de nuevo ante la entrada aún no había visto a nadie en los alrededores.
La torre daba un poco de repelús, cierto, y el paraje no era el más agradable, pero aun así, le sorprendió que no hubiera más gente en el lugar: vendedores, figuras religiosas, curiosos, raritos… En fin, aquello significaba que toda la clientela sería para ella. Salvo que no veía nada de clientela. Tal vez todos los que pensaban probar suerte ya se habían equipado antes de llegar. Pero alguno habría que necesitaría un trabajito en el último momento, ¿no?
Dio unos pasos más hacia la entrada. ¿Qué podía pasarle por curiosear un poco? Aparte de accionar una trampa que le tirase una nube de polvo venenoso a la cara, claro. Pero aún estaba en la calle y solo pretendía acercarse lo justo para leer aquel letrero.
—«Quienes decidan entrar, deben abandonar toda esperanza» —leyó en voz alta—. ¿Esperanza de qué? ¿No se supone que la torre atrae a los aventureros y la esperanza de probarse a sí mismos? Menuda chorrada.
Finalmente, se acercó al umbral y dio unos pasos hacia el interior. Después de todo, ¿qué iban a hacer, cerrarle la inexistente puerta a la espalda?
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OFF: * Utilizo mi profesión Arcanos para aplicar un encantamiento Arma de Hielo a mis cuchillos arrojadizos, porque hacerlo en mi taller arruinaba la continuidad de mi viaje de Beltrexus al Arenal de Roilkat pasando por Lunargenta y donde quiera que viva
- inventario:
- ARMAS Y ARMADURA:
* Daga de Eredin, calidad épica, con encantamiento de Marca Vampírica. La llevo en mi Funda Oculta
* Cuchillos Arrojadizos (4), calidad normal, con encantamiento de Arma de Hielo
* Peto "quitamiedos", armadura ligera, calidad pobre, con encantamiento Runa de Sombras, bajo la blusa
TOTAL DE ENCANTAMIENTOS: 3/6
LIGADOS AL ÉTER: 1/3
OBJETOS LIMITADOS (7/7):
* Kit Alquímico Superior
* Kit de Arcanos Superior
* Pergamino Ilusorio
* Poción de Salud Concentrada
* Elixir de Frigg
* Elixir del Sabueso
* Elixir Replicante
OTROS:
* Bolso del Viajero
* Tragaéter x2
* Poción de Recuperación
* Poción de Rescate
* Medicina Multipropósito x3
* Bendición de Idunn
* Manzana de Idunn
* Poción de Baile x2
* Collar de Clavos
* Incienso de Jólmundröm x2
* Estalagmita emergente x2
* Polvo de Hada x3
* Bomba Floral
* Caramelo de Jade x2
* Flor de la Fortuna
* Sello del clan Neril (¿por qué no?, me jugué el cuello para ganarlo, no lo voy a tirar)
* Ropa y calzado, por supuesto. Y, ya que estoy, cepillo para el pelo y esas cosas básicas
¡no asustarse!
Dejo esto por aquí
Número máximo de objetos limitados = 7
Número máximo de encantamientos = 6
Número máximo de objetos ligados al éter = 5 o tu nivel, lo que sea más bajo (si eres nivel 3, el número máximo de objetos ligados al éter que puedes llevar es de 3; si eres nivel 7, el número máximo es 5)
Listo, sigan con su evento.
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Un desafío para los guerreros más hábiles, sin duda era algo más interesante de lo que parecía, no solo porque muchos incautos se acercarían a probar suerte, sino porque además, algunos de esos incautos podrían ser parte de los antiguos compañeros del elfo, los miembros desaparecidos del Gremio de Asesinos, ya solamente con eso habían captado la atención del pelinegro, y si encima de eso le pagarían por acompañar a un novato en su intento por ascender en el desafío, la oferta de trabajo se volvía mucho más interesante.
Tristemente la información se mantendría en secreto hasta llegar a la torre, ni siquiera se irían juntos, pues la ayuda para el novato debía ser bastante sutil y disimulada, si el novato es bueno, si siquiera sería necesario cuidarlo, aquello no era sino dinero fácil, así que Destino aceptó sin reparos y se preparó tan bien como pudo para enfrentar aquel desafío y regresar ileso.
Era además una buena oportunidad para probar las nuevas espadas que le había forjado Raujo, ahora que había estado practicando un poco y parecía menos probable que se terminara cercenando él mismo. Cabalgó hasta las cercanías del lugar indicado donde repentinamente comenzaba a vislumbrarse una torre que parecía perderse en el cielo, apuró el paso de su caballo hasta que se detuvo a una distancia prudente, a partir de allí se acercó caminando, no si antes tomar algunos de sus implementes entre los que se encontraban: muchas cosas.
Avanzó hasta la entrada que parecía hecha esperando que entrara gente muy alta, gente muy alta y sin manos porque ni puertas le habían dejado, pero quién era él para juzgar. Al entrar a la torre pudo notar que no era el primero en hacerlo, había otros individuos que de momento no lograba distinguir del todo, estaba oscuro y un hálito siniestro le erizaba la piel.
Revisó entre sus bolsillos hasta encontrar el nombre de aquel al que debía proteger, y según las instrucciones, tenía que avisarle con un grito cuando llegara, así que, como buen trabajador, debía cumplir las demandas de los empleadores. Leyó detalladamente el nombre del novato esperando no equivocarse, el apellido Akas no le sonaba conocido de ningún lado, y el nombre Madaf no lo había escuchado jamás, se aclaró la garganta y gritó despreocupadamente -¡¡Ya llegué Madaf Akas!! - Gritó con fuerza haciendo que sus palabras retumbaran como un eco en las gruesas paredes de la torre.
Para su sorpresa, no hubo respuesta, el tal Madaf tal vez no había llegado, de alguna manera, el elfo tenía un muy mal presentimiento acerca de aquella situación, y estaba comenzando a mirar hacia la entrada que ahora se veía tan distante, y desde luego, llegar a ese lugar gritando tampoco parecía la idea más brillante que se le hubiera ocurrido, pero, vamos ¿qué es lo peor que podría pasar?
Tristemente la información se mantendría en secreto hasta llegar a la torre, ni siquiera se irían juntos, pues la ayuda para el novato debía ser bastante sutil y disimulada, si el novato es bueno, si siquiera sería necesario cuidarlo, aquello no era sino dinero fácil, así que Destino aceptó sin reparos y se preparó tan bien como pudo para enfrentar aquel desafío y regresar ileso.
Era además una buena oportunidad para probar las nuevas espadas que le había forjado Raujo, ahora que había estado practicando un poco y parecía menos probable que se terminara cercenando él mismo. Cabalgó hasta las cercanías del lugar indicado donde repentinamente comenzaba a vislumbrarse una torre que parecía perderse en el cielo, apuró el paso de su caballo hasta que se detuvo a una distancia prudente, a partir de allí se acercó caminando, no si antes tomar algunos de sus implementes entre los que se encontraban: muchas cosas.
Avanzó hasta la entrada que parecía hecha esperando que entrara gente muy alta, gente muy alta y sin manos porque ni puertas le habían dejado, pero quién era él para juzgar. Al entrar a la torre pudo notar que no era el primero en hacerlo, había otros individuos que de momento no lograba distinguir del todo, estaba oscuro y un hálito siniestro le erizaba la piel.
Revisó entre sus bolsillos hasta encontrar el nombre de aquel al que debía proteger, y según las instrucciones, tenía que avisarle con un grito cuando llegara, así que, como buen trabajador, debía cumplir las demandas de los empleadores. Leyó detalladamente el nombre del novato esperando no equivocarse, el apellido Akas no le sonaba conocido de ningún lado, y el nombre Madaf no lo había escuchado jamás, se aclaró la garganta y gritó despreocupadamente -¡¡Ya llegué Madaf Akas!! - Gritó con fuerza haciendo que sus palabras retumbaran como un eco en las gruesas paredes de la torre.
Para su sorpresa, no hubo respuesta, el tal Madaf tal vez no había llegado, de alguna manera, el elfo tenía un muy mal presentimiento acerca de aquella situación, y estaba comenzando a mirar hacia la entrada que ahora se veía tan distante, y desde luego, llegar a ese lugar gritando tampoco parecía la idea más brillante que se le hubiera ocurrido, pero, vamos ¿qué es lo peor que podría pasar?
Inventario del elfo.
[1] Armas.
- Moonblade [Calidad Superior, arma. ]
- Serpientes gemelas (2) [Calidad Épica, Arma, Se liga al éter, 2 usos]
- Sting [Guante/Arma corta, Guantelete de guerra superior]
[2] Equipamiento.
- Casco del genio paranoico, [Yelmo] pero con forma de diadema para que se vea más divo.
- Botas silenciosas, [Botas].
- Capa de la noche [Capa].
[3] Limitados.
- Pistola de cuerda [Artilugio, Limitado, 1 uso]
- Glifo de fisura [Pergamino, Limitado, 1 uso].
- Pergamino Explosivo [Pergamino, Limitado, 1 uso]
- Pergamino Muro de Fuego [Pergamino, Limitado, 1 uso]
- Filo Venenoso [Veneno, Limitado, 1 uso]
- Poción de Estoicismo [Elixir, Limitado, 1 uso]
- Poción de Salud Diluida [Elixir, Limitado, 1 uso].
[4] Consumibles.
- Tragaéter (x2) Accesorio, consumible.
- Caramelo de jade 2 cargas
Destino
Maestro de las Mil Espadas
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Un lugar que presagiaba un gran botín... Esa era la forma más disimulada de adjetivar un lugar que en realidad presagiaba muerte. Sí, las riquezas eran un poderoso reclamo que llenaban el pozo de la ambición de los desesperados, y no tan desesperados, pero, al mismo tiempo, un tangible eufemismo del poético, y tan poco deseado, final que muchos encontrarían en el fondo de aquellos arcones llenos de ilusiones rotas.
Una torre había aparecido de la nada, y algo así no pasaba inadvertido para las miradas de los viajeros, los comerciantes, ni tampoco de los curiosos y de los incautos. Un prodigio mágico como aquel, no se veía todos los días.
El rumor se hizo noticia, o la noticia se hizo rumor. En esas situaciones era imposible saber que había nacido primero y, por lo general, eran parte de un mismo parto. Los seres pensantes eran así, tan ambiciosos e interesados como creativos. A esas alturas de la obra literaria era imposible discernir qué era cierto, de lo que no. Pero la gran verdad es que hasta una ex pareja del brujo había portado las nuevas de la famosa torre hasta los oídos de este.
Y no solo ella había mencionado tal lugar. Más clientes del negocio y otros viajeros, que pasaban por la capital, lo habían hecho. Incluso a algunos de los amigos del mercenario llegó el rumor, y hasta un hombre pájaro, que se había pasado por su tienda, le había comentado la aparición de la torre, el día posterior a que lo oyera por primera vez de labios de Valeria.
Así pues, más que por los rumores, por la aparición tan repentina de una torre en un lugar donde antes no había una, motivaron al brujo de dorados cabellos a encaminarse hacia Roilkat. Bueno, más que a encaminarse, a cabalgar.
El tiempo apremiaba, así que Alphonse tenía una nueva razón para entregar todo su potencial, para disfrute personal del equino, al que le agradaba ir a toda velocidad siempre que podía. Y era una más que justificado motivo para que ambos compañeros, jinete y caballo, volvieran a pasar tiempo juntos. Al menos hasta llegar a la ciudad del desierto.
Nada más llegar a Roilkat, como era costumbre para el brujo mercenario, se acercó al cuartel de la guardia de la ciudad, donde tenía a varios amigos, hombres y mujeres con los que había hecho buenas migas, después de la guerra que asoló media urbe. Vinc encontró información valiosa y, por supuesto, lo que más deseaba, y lo que principalmente buscaba al ir hasta el cuartel, un buen contrato para investigar la torre que había puesto los pelos de punta a más de uno. Además, según él, aquel era el mejor sitio para dejar a Alphonse, hasta su regreso, o quizás, para siempre si no lo lograba. Las caballerizas de la guardia eran un bonito lugar en el que vivir, si al estúpido de tu compañero humanoide lo hacían trizas cuando se metia donde no debía.
Por lo demás, además de un adelanto de la paga, el buen mercenario recibió unas indicaciones de parte de la guardia de Roilkat. Negar lo bien que estas le venían, en un lugar tan complicado en el que guiarse y tener referencias, sería tan falso como malagradecido; aunque, para ser francos, el brujo no tuvo que acercarse mucho a la torre para verla. Era tan alta, que la pudo divisar desde bien lejos.
Y como siempre ocurre en estos casos, verla le animó a proseguir su caminata, a aumentar el ritmo del paso. Ver el destino siempre lo hacía. Era algo demasiado inherente a las voluntades de los seres pensantes.
En cualquier caso, el cartel, que el brujo pudo leer nada más llegar hasta la puerta, no presagiaba nada bueno. Pero, ¿acaso las palabras del inicio de este texto no mentaban que cuando había un reclamo de riquezas, el presagio nunca podía ser bueno? ¿Acaso ya no era mal presagio una torre que aparecía de la nada?
- Vamos, viejo. Solo es una aventura más-, se dijo, antes de adentrarse en la oscuridad tras el umbral.
Armas
Espada zurda de Frendel - Legendaria y ligada al éter.
Alfanje de los esqueletos - Legendaria y sin ligar al éter. Un encantamiento.
Daga de cinto - Calidad superior. Un encantamiento.
Estilete - Calidad superior.
Equipamiento
Armadura ligera - Calidad superior. Un encantamiento.
Anillo de Ysgafn - Épico y ligado al éter.
Limitados
Una Poción de Salud Concentrada.
Un Elixir del Sabueso.
Una Poción de Jekill.
Una Pesadilla Embotellada.
Un Pergamino de Hechizos.
Un Kit de Herrería Inferior.
Otros
Bolso del Explorador.
Dos ganzúas.
Ópalo de agua - 1 carga.
Canción embotellada.
Medalla de honor de Roilkat.
Pergamino de admiración de ganadores.
Cabeza de caballo de Bronce - 1 carga.
Chocolate del equinoccio.
Caramelo de Jade - 2 cargas.
En resumen, tengo dos objetos ligados al éter, (la otra espada no lo está y solo funciona el encantamiento), tres encantamientos y seis objetos limitados. Que lo pasen bien en la aventurilla ^^
Una torre había aparecido de la nada, y algo así no pasaba inadvertido para las miradas de los viajeros, los comerciantes, ni tampoco de los curiosos y de los incautos. Un prodigio mágico como aquel, no se veía todos los días.
El rumor se hizo noticia, o la noticia se hizo rumor. En esas situaciones era imposible saber que había nacido primero y, por lo general, eran parte de un mismo parto. Los seres pensantes eran así, tan ambiciosos e interesados como creativos. A esas alturas de la obra literaria era imposible discernir qué era cierto, de lo que no. Pero la gran verdad es que hasta una ex pareja del brujo había portado las nuevas de la famosa torre hasta los oídos de este.
Y no solo ella había mencionado tal lugar. Más clientes del negocio y otros viajeros, que pasaban por la capital, lo habían hecho. Incluso a algunos de los amigos del mercenario llegó el rumor, y hasta un hombre pájaro, que se había pasado por su tienda, le había comentado la aparición de la torre, el día posterior a que lo oyera por primera vez de labios de Valeria.
Así pues, más que por los rumores, por la aparición tan repentina de una torre en un lugar donde antes no había una, motivaron al brujo de dorados cabellos a encaminarse hacia Roilkat. Bueno, más que a encaminarse, a cabalgar.
El tiempo apremiaba, así que Alphonse tenía una nueva razón para entregar todo su potencial, para disfrute personal del equino, al que le agradaba ir a toda velocidad siempre que podía. Y era una más que justificado motivo para que ambos compañeros, jinete y caballo, volvieran a pasar tiempo juntos. Al menos hasta llegar a la ciudad del desierto.
Nada más llegar a Roilkat, como era costumbre para el brujo mercenario, se acercó al cuartel de la guardia de la ciudad, donde tenía a varios amigos, hombres y mujeres con los que había hecho buenas migas, después de la guerra que asoló media urbe. Vinc encontró información valiosa y, por supuesto, lo que más deseaba, y lo que principalmente buscaba al ir hasta el cuartel, un buen contrato para investigar la torre que había puesto los pelos de punta a más de uno. Además, según él, aquel era el mejor sitio para dejar a Alphonse, hasta su regreso, o quizás, para siempre si no lo lograba. Las caballerizas de la guardia eran un bonito lugar en el que vivir, si al estúpido de tu compañero humanoide lo hacían trizas cuando se metia donde no debía.
Por lo demás, además de un adelanto de la paga, el buen mercenario recibió unas indicaciones de parte de la guardia de Roilkat. Negar lo bien que estas le venían, en un lugar tan complicado en el que guiarse y tener referencias, sería tan falso como malagradecido; aunque, para ser francos, el brujo no tuvo que acercarse mucho a la torre para verla. Era tan alta, que la pudo divisar desde bien lejos.
Y como siempre ocurre en estos casos, verla le animó a proseguir su caminata, a aumentar el ritmo del paso. Ver el destino siempre lo hacía. Era algo demasiado inherente a las voluntades de los seres pensantes.
En cualquier caso, el cartel, que el brujo pudo leer nada más llegar hasta la puerta, no presagiaba nada bueno. Pero, ¿acaso las palabras del inicio de este texto no mentaban que cuando había un reclamo de riquezas, el presagio nunca podía ser bueno? ¿Acaso ya no era mal presagio una torre que aparecía de la nada?
- Vamos, viejo. Solo es una aventura más-, se dijo, antes de adentrarse en la oscuridad tras el umbral.
Offrol
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Armas
Espada zurda de Frendel - Legendaria y ligada al éter.
Alfanje de los esqueletos - Legendaria y sin ligar al éter. Un encantamiento.
Daga de cinto - Calidad superior. Un encantamiento.
Estilete - Calidad superior.
Equipamiento
Armadura ligera - Calidad superior. Un encantamiento.
Anillo de Ysgafn - Épico y ligado al éter.
Limitados
Una Poción de Salud Concentrada.
Un Elixir del Sabueso.
Una Poción de Jekill.
Una Pesadilla Embotellada.
Un Pergamino de Hechizos.
Un Kit de Herrería Inferior.
Otros
Bolso del Explorador.
Dos ganzúas.
Ópalo de agua - 1 carga.
Canción embotellada.
Medalla de honor de Roilkat.
Pergamino de admiración de ganadores.
Cabeza de caballo de Bronce - 1 carga.
Chocolate del equinoccio.
Caramelo de Jade - 2 cargas.
En resumen, tengo dos objetos ligados al éter, (la otra espada no lo está y solo funciona el encantamiento), tres encantamientos y seis objetos limitados. Que lo pasen bien en la aventurilla ^^
Vincent Calhoun
Honorable
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
El Primer Piso
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Algunos pocos valientes se habían presentado a la torre, tal vez con la esperanza de obtener grandes tesoros… pobres ilusos, otros en cambio, esperaban medir sus fuerzas y demostrar sus habilidades de combate… pobres incautos. Muchos como ellos habían asistido antes por los mismos propósitos, aunque esta vez incluso algunas habían entrado por mera curiosidad, lo cierto es que esta vez la torre había llamado la atención de diversos guerreros, elfos, dragones, brujos y… ¿una chica y un pájaro? Esta vez los terrores antiguos estarán muy decepcionados.
No hizo falta mucho tiempo para que comenzaran a demostrar la imprudencia, pues uno de ellos se anunció con un estruendoso grito cuyo eco permaneció en la sala un largo rato antes de desaparecer en un inquietante silencio. La torre le respondió con un tenebroso escalofrío que parecía un susurro de la muerte misma, y lo peor estaba apenas por venir.
Si miraban hacia arriba, podrían notar que el techo comenzaba a moverse, algunas gotas comenzaban a caer sobre ellos, cada vez con más intensidad al tiempo que un aleteo se extendía por todo el techo hasta que una incontable masa de pequeñas criaturas aladas que no superaban el metro de largo, se dejaron caer del techo en busca de algo de alimento, un alimento que había venido directamente hacia ellas.
Una tenue luz similar a una antorcha se había encendido en el lado contrario de aquella sala, aunque no sería sencillo, tendrían que correr muy de prisa, sorteando las criaturas aladas que se dejaban caer sobre ellos para intentar herirlos con sus filosas garras. Tras ellos, el enorme portal por donde habían entrado parecía ser una opción más sencilla para escapar, pero curiosamente si alguno intentaba escapar a través de ella, podría notar que inmediatamente luego de atravesar la salida, estaría de nuevo en el interior de la torre, estaban atrapados.
Regresar no parecía una opción que pudieran considerar, con las criaturas sobre ellos sería difícil romper el encantamiento de la entrada que los regresaba al interior, así que no tenían más opción que continuar avanzando y esperar que en la siguiente sala no se encontraran con un peligro similar.
∞ Valientes o insensatos, no sabría cómo llamarlos, pero ciertamente me alegra que se hayan unido a esta particular aventura, como han notado, una vez que están dentro ya no podrán salir de la torre, al menos no por ahora, por lo que no queda más remedio que avanzar hasta el lado contrario sorteando a las criaturas aladas.
∞ A partir de esta ronda ya no se aceptarán nuevos participantes, y quienes ya están dentro solo podrán continuar avanzando mediante la suma de sus puntos por usar el sistema diseñado para este desafío.
∞ Para superar este primer piso deben obtener una de las puntuaciones citadas a continuación:
• 15 pts: Victoria Perfecta, obtienes 10 pts bonus para la siguiente ronda.
• 10 pts: Victoria, pero recibes una herida leve que debe ser sanada en la siguiente ronda, si no es sanada se convertirá en una Herida Maldita.
• 5 pts: Victoria difícil, pero recibes una Herida Maldita que no puede ser sanada con habilidades u objetos comunes y resta 10 puntos en cada ronda. (Se acumula hasta 3 veces)
• 0 pts: Eliminación directa. (No responder antes del fin del plazo también significará la eliminación directa).
∞ Escala de premios:
Piso 01: Derecho a vivir.
Piso 02: Consumible (Poción de salud).
Piso 03: Consumible (Copiar la misma suerte en runas de algún compañero).
Piso 04: Limitado + 100 aeros + 5 puntos de experiencia.
Piso 05: ¿?
En este desafío no hay orden de posteo.
Cada usuario debe añadir un offrol al final de su respuesta, con las habilidades u objetos usados y la suma de puntos de los mismos.
Podrán responder al desafío hasta el 08 de mayo.
No hizo falta mucho tiempo para que comenzaran a demostrar la imprudencia, pues uno de ellos se anunció con un estruendoso grito cuyo eco permaneció en la sala un largo rato antes de desaparecer en un inquietante silencio. La torre le respondió con un tenebroso escalofrío que parecía un susurro de la muerte misma, y lo peor estaba apenas por venir.
Si miraban hacia arriba, podrían notar que el techo comenzaba a moverse, algunas gotas comenzaban a caer sobre ellos, cada vez con más intensidad al tiempo que un aleteo se extendía por todo el techo hasta que una incontable masa de pequeñas criaturas aladas que no superaban el metro de largo, se dejaron caer del techo en busca de algo de alimento, un alimento que había venido directamente hacia ellas.
Una tenue luz similar a una antorcha se había encendido en el lado contrario de aquella sala, aunque no sería sencillo, tendrían que correr muy de prisa, sorteando las criaturas aladas que se dejaban caer sobre ellos para intentar herirlos con sus filosas garras. Tras ellos, el enorme portal por donde habían entrado parecía ser una opción más sencilla para escapar, pero curiosamente si alguno intentaba escapar a través de ella, podría notar que inmediatamente luego de atravesar la salida, estaría de nuevo en el interior de la torre, estaban atrapados.
Regresar no parecía una opción que pudieran considerar, con las criaturas sobre ellos sería difícil romper el encantamiento de la entrada que los regresaba al interior, así que no tenían más opción que continuar avanzando y esperar que en la siguiente sala no se encontraran con un peligro similar.
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∞ Valientes o insensatos, no sabría cómo llamarlos, pero ciertamente me alegra que se hayan unido a esta particular aventura, como han notado, una vez que están dentro ya no podrán salir de la torre, al menos no por ahora, por lo que no queda más remedio que avanzar hasta el lado contrario sorteando a las criaturas aladas.
∞ A partir de esta ronda ya no se aceptarán nuevos participantes, y quienes ya están dentro solo podrán continuar avanzando mediante la suma de sus puntos por usar el sistema diseñado para este desafío.
∞ Para superar este primer piso deben obtener una de las puntuaciones citadas a continuación:
• 15 pts: Victoria Perfecta, obtienes 10 pts bonus para la siguiente ronda.
• 10 pts: Victoria, pero recibes una herida leve que debe ser sanada en la siguiente ronda, si no es sanada se convertirá en una Herida Maldita.
• 5 pts: Victoria difícil, pero recibes una Herida Maldita que no puede ser sanada con habilidades u objetos comunes y resta 10 puntos en cada ronda. (Se acumula hasta 3 veces)
• 0 pts: Eliminación directa. (No responder antes del fin del plazo también significará la eliminación directa).
- Clic para ver el sistema de puntos:
- ∞ Sistema de puntos de combate
El sistema de juegos para este desafío es bastante experimental, por lo que dejaré una explicación del mismo, y atenderé por mp las inquietudes que se vayan presentando, añadiendo las respuestas a medida que surjan.
El resultado de los combates se determinará dependiendo de la cantidad de puntos ganados durante el mismo. Los puntos se obtienen de diferentes maneras. La principal es usando habilidades y objetos.
• Usar un objeto con encantamiento o efecto pasivo: 5 pts.
• Usar una habilidad pasiva: 5 pts
• Usar encantamiento de usos limitados: 10 pts.
• Usar una habilidad activa u objeto limitado (de 2 usos): 10 pts.
• Usar una habilidad activa u objeto limitado (de 1 uso): 20 pts.
• Usar un objeto consumible o con cargas: 20 pts.
• Usar una habilidad ofensiva junto al ataque de otro personaje: 10 pts.
• Usar una habilidad u objeto para sanar heridas, proteger o potenciar a otro personaje: 10 pts. (Aplica también para el/los personajes asistidos)
La suerte también influirá en el resultado, añadiendo o restando puntos de la siguiente manera: (Lanzar runas no es obligatorio y quedará a elección de cada usuario)
• Peor suerte: -10
• Suerte mala: -5
• Suerte neutral: 0
• Suerte buena: +10
• Mejor suerte: +20
∞ Aclaraciones finales: La sumatoria de puntos obtenidos por un personaje, le dará acceso individual a la siguiente fase, el exceso de puntos no es acumulable para la siguiente fase, por lo que resulta más importante hacer buen uso de los recursos y dejar las mejores cartas para niveles más avanzados.
Al final de cada fase, compuesta por varias rondas, se ofrecerá un monto de aeros (no acumulables entre si) que irá aumentando a medida que se incrementa la dificultad, pero cada 3 o 4 niveles se añadirán premios especiales que podrían incluir objetos consumibles o limitados, armas, encantamientos, pociones de curación, materiales épicos o ítems legendarios en los niveles más altos y complicados.
A medida que avancen las rondas, aumentará la dificultad, por lo que serán necesarios más puntos para poder avanzar. Sin embargo, solo puede haber un máximo de dos personaje eliminados por cada ronda. En caso de que haya más personajes bajo parámetros de eliminación se tomarán los siguientes criterios:
• Los dos personaje que tengan la puntuación más baja serán eliminados.
• Si los personajes tienen la misma puntuación más baja, los que hayan posteado de últimos serán eliminados.
Cada personaje que sea eliminado dejará un Orbe de Éter, a cualquier personaje que elija, de los que siguen en juego. Esto le permitirá al personaje elegido restablecer los usos de 2 habilidades o sanar una Herida Maldita.
∞ Escala de premios:
Piso 01: Derecho a vivir.
Piso 02: Consumible (Poción de salud).
Piso 03: Consumible (Copiar la misma suerte en runas de algún compañero).
Piso 04: Limitado + 100 aeros + 5 puntos de experiencia.
Piso 05: ¿?
En este desafío no hay orden de posteo.
Cada usuario debe añadir un offrol al final de su respuesta, con las habilidades u objetos usados y la suma de puntos de los mismos.
Podrán responder al desafío hasta el 08 de mayo.
Ansur
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
El elfo cumplió su parte de las instrucciones, sin embargo, no hubo respuesta, el novato no estaba allí o quizás ya había comenzado el ascenso… El elfo negó con la cabeza luego de pensar aquello, todo parecía indicar que los presentes estaban apenas llegando y nadie había tomado la delantera, así que solo quedaba una cosa por hacer, la decisión que todo guerrero debe tomar en momentos como este, en los que se requiere un temple de acero y un corazón de hielo: largarse de ese lugar.
Destino se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la entrada, pero algo detuvo sus pasos, un escalofrío le heló hasta los huesos y notó con preocupación que unas gotas comenzaban a caer desde el techo de la torre. Extendió su mano con la palma hacia arriba y algunas gotas cayeron en esta. Alzó la vista y sus ojos de elfo [1] le permitieron ver con espanto lo que habían despertado los presentes que al parecer no conocían el sigilo. Extrañas criaturas aladas se estiraban para desperezarse y luego se dejaban caer en picada hacia sus presas.
Aquello no pintaba bien, así que la idea de largarse lucía cada vez más tentadora. Destino emprendió una veloz carrera hacia la entrada y cruzó raudo a través de ésta dando un salto triunfal que extrañamente lo llevó de nuevo hacia el interior, haciendo que la inercia de su velocidad lo hiciera continuar hasta el centro de la sala. Desde luego, aquello tenía todo el sentido del mundo… ¿a quién se le ocurre salir por la entrada? Las entradas solo llevan hacia adentro.
Maldita sea- Murmuró mientras se agachaba y rodaba por el suelo para esquivar una de aquellas criaturas que viajaba hacia él. Miró con atención a los presentes, en una situación así solo podía haber una salida moralmente correcta: usarlos a todos como carnada para escapar, pero -¿Dónde está la salida?- Murmuró mientras escudriñaba los rincones de la sala hasta dar con algo que parecía una pequeña puerta al fondo -¡Por allá, de prisa!- Gritó a los presentes despertando al mismo tiempo otra bandada de aquellas criaturas -¡No hagan tanto ruido!- Gritó de nuevo triplicando la cantidad de aquellas criaturas.
El primer grito había sido imprudencia, pero el segundo era totalmente planeado, si los otros se enojaban y le gritaban de vuelta atraerían a las criaturas mientras él se alejaba de prisa. Lamentablemente no la tendría tan fácil, no esperaba que aparecieran más y más de aquellos animalejos voladores en el camino. Sacó su espada Moonblade y la usó para repartir cortes a diestra, cercenando patas y alas por donde pasaba hasta que una de las criaturas se aferró con fuerza a su espada y agitó sus alas con fuerza para levantarse en vuelo hasta donde el elfo no la lograría alcanzar.
Afortunadamente la criatura no contaba con el encantamiento eléctrico del arma [2] que le dio una descarga leve pero suficiente para que soltara el objeto. Destino sonrió con malicia y extendió su mano hacia el arma y sin dejar de correr, generó un pequeño y frágil hilo de éter desde su mano hasta el mango del arma [3] que luego usó para atraerla de prisa a su posición y continuar cortando para abrirse camino.
En medio del caos había visto algunas caras conocidas, aunque no había tenido tiempo para asociarlos con aliados o enemigos. De cualquier forma, si eran enemigos no tendría que lamentarse, y si eran aliados demostrarían ser dignos de tal honor si lo alcanzaban después de cruzar la puerta al final de la sala.
El elfo corría con sus sentidos bien prestos para avanzar, saltar, cortar o incluso detenerse y cambiar de rumbo cuando las criaturas le embestían de frente. En medio la nube de aquellas criaturas y con su vida en riesgo, el pelinegro solo podía pensar en una cosa: debió comprar las botas de Njord en lugar de las botas silenciosas.
Destino se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la entrada, pero algo detuvo sus pasos, un escalofrío le heló hasta los huesos y notó con preocupación que unas gotas comenzaban a caer desde el techo de la torre. Extendió su mano con la palma hacia arriba y algunas gotas cayeron en esta. Alzó la vista y sus ojos de elfo [1] le permitieron ver con espanto lo que habían despertado los presentes que al parecer no conocían el sigilo. Extrañas criaturas aladas se estiraban para desperezarse y luego se dejaban caer en picada hacia sus presas.
Aquello no pintaba bien, así que la idea de largarse lucía cada vez más tentadora. Destino emprendió una veloz carrera hacia la entrada y cruzó raudo a través de ésta dando un salto triunfal que extrañamente lo llevó de nuevo hacia el interior, haciendo que la inercia de su velocidad lo hiciera continuar hasta el centro de la sala. Desde luego, aquello tenía todo el sentido del mundo… ¿a quién se le ocurre salir por la entrada? Las entradas solo llevan hacia adentro.
Maldita sea- Murmuró mientras se agachaba y rodaba por el suelo para esquivar una de aquellas criaturas que viajaba hacia él. Miró con atención a los presentes, en una situación así solo podía haber una salida moralmente correcta: usarlos a todos como carnada para escapar, pero -¿Dónde está la salida?- Murmuró mientras escudriñaba los rincones de la sala hasta dar con algo que parecía una pequeña puerta al fondo -¡Por allá, de prisa!- Gritó a los presentes despertando al mismo tiempo otra bandada de aquellas criaturas -¡No hagan tanto ruido!- Gritó de nuevo triplicando la cantidad de aquellas criaturas.
El primer grito había sido imprudencia, pero el segundo era totalmente planeado, si los otros se enojaban y le gritaban de vuelta atraerían a las criaturas mientras él se alejaba de prisa. Lamentablemente no la tendría tan fácil, no esperaba que aparecieran más y más de aquellos animalejos voladores en el camino. Sacó su espada Moonblade y la usó para repartir cortes a diestra, cercenando patas y alas por donde pasaba hasta que una de las criaturas se aferró con fuerza a su espada y agitó sus alas con fuerza para levantarse en vuelo hasta donde el elfo no la lograría alcanzar.
Afortunadamente la criatura no contaba con el encantamiento eléctrico del arma [2] que le dio una descarga leve pero suficiente para que soltara el objeto. Destino sonrió con malicia y extendió su mano hacia el arma y sin dejar de correr, generó un pequeño y frágil hilo de éter desde su mano hasta el mango del arma [3] que luego usó para atraerla de prisa a su posición y continuar cortando para abrirse camino.
En medio del caos había visto algunas caras conocidas, aunque no había tenido tiempo para asociarlos con aliados o enemigos. De cualquier forma, si eran enemigos no tendría que lamentarse, y si eran aliados demostrarían ser dignos de tal honor si lo alcanzaban después de cruzar la puerta al final de la sala.
El elfo corría con sus sentidos bien prestos para avanzar, saltar, cortar o incluso detenerse y cambiar de rumbo cuando las criaturas le embestían de frente. En medio la nube de aquellas criaturas y con su vida en riesgo, el pelinegro solo podía pensar en una cosa: debió comprar las botas de Njord en lugar de las botas silenciosas.
Habilidades u Objetos usados: 15 pts.
[1] Habilidad pasiva racial: Ojos de Elfo: 5 pts
[2] Encantamiento pasivo de Moonblade: 5 pts
[3] Habilidad pasiva de nivel 4: Avaricia devastadora: 5 pts.
- Inventario:
[1] Armas.
- Moonblade [Calidad Superior, arma. ]
- Serpientes gemelas (2) [Calidad Épica, Arma, Se liga al éter, 2 usos]
- Sting [Guante/Arma corta, Guantelete de guerra superior]
[2] Equipamiento.
- Casco del genio paranoico, [Yelmo] pero con forma de diadema para que se vea más divo.
- Botas silenciosas, [Botas].
- Capa de la noche [Capa].
[3] Limitados.
- Pistola de cuerda [Artilugio, Limitado, 1 uso]
- Glifo de fisura [Pergamino, Limitado, 1 uso].
- Pergamino Explosivo [Pergamino, Limitado, 1 uso]
- Pergamino Muro de Fuego [Pergamino, Limitado, 1 uso]
- Filo Venenoso [Veneno, Limitado, 1 uso]
- Poción de Estoicismo [Elixir, Limitado, 1 uso]
- Poción de Salud Diluida [Elixir, Limitado, 1 uso].
[4] Consumibles.
- Tragaéter (x2) Accesorio, consumible.
- Caramelo de jade 2 cargas
Última edición por Destino el Lun Mayo 03 2021, 19:31, editado 1 vez
Destino
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
-Shhh... Llámame Hazel, Zelas es un elfo muy buscado- respondió el Hazelas al momento que aparecía desde el costado de Valyria, poco a poco iban entrando personas a la torre para su agrado eran muchas caras conocidas, lo mejor de todo era que ninguno de ellos era Nousis(?).
Por orden de llegada, Hazel vio a Valyria que le había llamado, Ingela, una niña, Ryuu, Rauko, Reike, Destino el cual llego con gran estruendo y a Vincent, aquello suponía un buen escenario ya que podía considerar a la mayoría de ellos aliados, salvo por la niña a la cual no conocía, pero no parecía una mala persona, de momento, los saludo a todos con un gesto de mano y una sonrisa.
Entonces un súbito escalofrió le recorrió el cuerpo -Bueno, eso fue raro... ¿Qué rayos?- exclamo al momento de ver como un extraño liquido caía cerca de su pie, -Iugh... Oh no mi cabello- dijo al momento de empuñar su espada fusionada y procedió a agregarle otra espada mas para que tuviera mas volumen, entonces la uso para cubrirse la cabeza de aquel extraño liquido, observo el techo de ese piso del cual caía ese liquido como si de lluvia se tratase, para ello ajusto su visión para ver mejor en aquel oscuro piso(1) entonces percibió el movimiento de aquellas horribles creaturas, ahora si que temía por su cabello(?).
-Cuidado, arriba!- grito al grupo al momento que divisaba como una de esas cosas iba por el, Hazelas brinco ligeramente hacia un lado y se sorprendió un poco por la distancia que recorrió, no era mucho lo que había mejorado su movilidad, pero si era un factor considerable que le vendría bien, acto seguido con otro leve brinco se impulso rápidamente hacia la creatura para cortarle a la mitad con su espada fusionada.(2) -Estas botas valen cada aero!- le comento a Valyria al momento que levantaba su pulgar en señal de aprobación. Entonces se giro en dirección a Rauko -Lo mismo se puede decir sobre estas espadas Raukito, ha valido la pena estafarte para conseguirlas- exclamo al momento de también levantar el pulgar en señal de aprobación.
Eran demasiadas creaturas para pelear contra todas ellas, no era imposible, pero tampoco era una buena idea gastar mucha energía tan solo empezando en esta torre maldita, aprovechando que su visión había mejorado comenzó a mirar alrededor, una leve y tenue luz se veía mas brillante de lo que parecía debido a la visión mejorada.
-Allá, nuestra mejor oportunidad se encuentra allá- señalo a los miembros del grupo lo que había visto, no sabia si los llevaría un lugar peor, pero de momento era esa la mejor opción que tenían de momento, Destino también había visto lo mismo solo que fue mas estruendoso que la ultima vez y tomo la delantera, curiosamente si no hubiera gritado, Hazelas no se habría percatado ya que sus pasos eran sumamente silenciosos.
-Aquellos que peleen con ataques físicos directos, sitúense algunos adelante o otros atrás, usuarios de magia y ataques a distancia asistan a los que estaremos despejando el camino... Rauko tu y yo estaremos saltando por sobre el grupo y cortando todo lo que intente hacerles daño- señalo a sus compañeros de aventura, comenzando de inmediato al saltar nuevamente mas alto de lo normal, y acumulo una breve cantidad de éter en sus pies, lo cuales generaron una breve explosión desde sus pies, lo cual le ayudo para cruzar al otro lado del grupo(3) y abatir a un par creaturas que se acercaban.
-¿Qué esperan?, necesitamos movernos ahora!!- exclamo mientras tomaba su otra espada, la cual no planeaba fusionar con las otras aun, su intencion era eliminar mas monstruos a la vez, en esto que seria la ronda de precalentamiento, Comenzó a correr junto al grupo mientras saltaba por encima del grupo y girando y cortando con sus espadas, cuando noto que uno parecía descender directo hacia la niña, Hazelas entonces lanzo a única espada que le quedaba sin fusionar para abatir con éxito a la creatura, cubriendo a algunos del grupo de sangre en el proceso, -ups, lamento eso- dijo Zelas a modo de disculpa, salto nuevamente y hizo un gesto con su mano para que su arma volviera a el(4) se le ocurrió entonces una genial idea que su capacidad de salto y su vuelo fulgido tenían una leve mejora, valía la pena intentar esto, salto nuevamente sobre el grupo y junto éter nuevamente y lo expulso de golpe desde sus pies(5) a la vez que giraba dañando con sus espadas a una enorme cantidad de murciélagos que sus compañeros tendrían que terminar de finiquitar.
De momento la estrategia era buena, ahora solo esperaba que llegaran pronto al otro lado de la sala.
off: Habilidades y cosas usadas:
-(1)Ojos de Elfo = 5pts
-(2) La Zumbanana con pasos extra hojas unidas superiores (actualmente hay 5 unidas) con el encantamiento de Infusion Eterea = 5pts
-(3)Vuelo Fulgido = 5pts
-(4)Retorno = 5pts
-(5)Vuelo Fulgido = 0 pts porque ya la use
20 pts en total.
Por orden de llegada, Hazel vio a Valyria que le había llamado, Ingela, una niña, Ryuu, Rauko, Reike, Destino el cual llego con gran estruendo y a Vincent, aquello suponía un buen escenario ya que podía considerar a la mayoría de ellos aliados, salvo por la niña a la cual no conocía, pero no parecía una mala persona, de momento, los saludo a todos con un gesto de mano y una sonrisa.
Entonces un súbito escalofrió le recorrió el cuerpo -Bueno, eso fue raro... ¿Qué rayos?- exclamo al momento de ver como un extraño liquido caía cerca de su pie, -Iugh... Oh no mi cabello- dijo al momento de empuñar su espada fusionada y procedió a agregarle otra espada mas para que tuviera mas volumen, entonces la uso para cubrirse la cabeza de aquel extraño liquido, observo el techo de ese piso del cual caía ese liquido como si de lluvia se tratase, para ello ajusto su visión para ver mejor en aquel oscuro piso(1) entonces percibió el movimiento de aquellas horribles creaturas, ahora si que temía por su cabello(?).
-Cuidado, arriba!- grito al grupo al momento que divisaba como una de esas cosas iba por el, Hazelas brinco ligeramente hacia un lado y se sorprendió un poco por la distancia que recorrió, no era mucho lo que había mejorado su movilidad, pero si era un factor considerable que le vendría bien, acto seguido con otro leve brinco se impulso rápidamente hacia la creatura para cortarle a la mitad con su espada fusionada.(2) -Estas botas valen cada aero!- le comento a Valyria al momento que levantaba su pulgar en señal de aprobación. Entonces se giro en dirección a Rauko -Lo mismo se puede decir sobre estas espadas Raukito, ha valido la pena estafarte para conseguirlas- exclamo al momento de también levantar el pulgar en señal de aprobación.
Eran demasiadas creaturas para pelear contra todas ellas, no era imposible, pero tampoco era una buena idea gastar mucha energía tan solo empezando en esta torre maldita, aprovechando que su visión había mejorado comenzó a mirar alrededor, una leve y tenue luz se veía mas brillante de lo que parecía debido a la visión mejorada.
-Allá, nuestra mejor oportunidad se encuentra allá- señalo a los miembros del grupo lo que había visto, no sabia si los llevaría un lugar peor, pero de momento era esa la mejor opción que tenían de momento, Destino también había visto lo mismo solo que fue mas estruendoso que la ultima vez y tomo la delantera, curiosamente si no hubiera gritado, Hazelas no se habría percatado ya que sus pasos eran sumamente silenciosos.
-Aquellos que peleen con ataques físicos directos, sitúense algunos adelante o otros atrás, usuarios de magia y ataques a distancia asistan a los que estaremos despejando el camino... Rauko tu y yo estaremos saltando por sobre el grupo y cortando todo lo que intente hacerles daño- señalo a sus compañeros de aventura, comenzando de inmediato al saltar nuevamente mas alto de lo normal, y acumulo una breve cantidad de éter en sus pies, lo cuales generaron una breve explosión desde sus pies, lo cual le ayudo para cruzar al otro lado del grupo(3) y abatir a un par creaturas que se acercaban.
-¿Qué esperan?, necesitamos movernos ahora!!- exclamo mientras tomaba su otra espada, la cual no planeaba fusionar con las otras aun, su intencion era eliminar mas monstruos a la vez, en esto que seria la ronda de precalentamiento, Comenzó a correr junto al grupo mientras saltaba por encima del grupo y girando y cortando con sus espadas, cuando noto que uno parecía descender directo hacia la niña, Hazelas entonces lanzo a única espada que le quedaba sin fusionar para abatir con éxito a la creatura, cubriendo a algunos del grupo de sangre en el proceso, -ups, lamento eso- dijo Zelas a modo de disculpa, salto nuevamente y hizo un gesto con su mano para que su arma volviera a el(4) se le ocurrió entonces una genial idea que su capacidad de salto y su vuelo fulgido tenían una leve mejora, valía la pena intentar esto, salto nuevamente sobre el grupo y junto éter nuevamente y lo expulso de golpe desde sus pies(5) a la vez que giraba dañando con sus espadas a una enorme cantidad de murciélagos que sus compañeros tendrían que terminar de finiquitar.
De momento la estrategia era buena, ahora solo esperaba que llegaran pronto al otro lado de la sala.
off: Habilidades y cosas usadas:
-(1)Ojos de Elfo = 5pts
-(2)
-(3)Vuelo Fulgido = 5pts
-(4)Retorno = 5pts
-(5)Vuelo Fulgido = 0 pts porque ya la use
20 pts en total.
- Inventario:
- -Ropas Comunes Superiores
-Aros de Éter Cristalizado con Fortaleza Inamovible
-Botas de Njord
-Hojas unidas superiores x6 de las cuales hay al menos 2 que tienen Infusión Etérea (al unirse todas, el encantamiento se mantiene en la única espada grande que queda)
-Huesorang Búmeran de hueso ( Búmeran de calidad Normal hecho de huesos y adornado con plumas, símbolo de una eterna hermandad. Arrójalo las veces que quieras, siempre regresará a ti, de un modo u otro.)
-Tragaéter x2
-Poción de Estoicismo x1
-Poción de Salud x1
-Máscara de los cazadores (1 carga restante)
-Flor de la fortuna x1
-Semilla Arbusto Beltraine x1
-llave bonita x1 (la misma que obtuve en el Hostblot y que aparentemente no hace nada después del mejor mastereado de todos los tiempos)
Zelas Hazelmere
Moderador/a
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Ingelita se alegró de no ser la única insensata que entró en aquel lugar. Pudo ver muchos rostros conocidos cuando, tras sacar su colgante de madera, tocó la runa que lo encendía[1], iluminando a su alrededor. -Tu encantamiento funciona- dijo burlona a Rauko. También dedicó una sonrisa a Zelas -Has venido con tu espadota... ¿Cuándo me la prestarás?- comentó, mirándolo con los ojitos brillantes. Decidió saludar a todos los que conocía, ¿por qué no? No es como si algo estuviera mirándolos desde la oscuridad.
También estaba Valeria, la bruja que le vendió las pócimas y se alegró infinitamente de verla en ese lugar -Estando tú aquí, me siento mucho más tranquila- confesó cuando fue junto a ella para saludarla. -¡Qué bueno verte Ryuu! Bolti te manda saludos- dijo a Ryuu cuando fue su turno de recibir el saludo de la joven dragona, quien le dio unas amistosas palmaditas en el hombro al hombre pájaro.
Al mirar los demás rostros, los desconocidos, sonrió amigablemente para saludarlos. Uno de ellos se le hizo familiar, pero no estaba segura así que solo le hizo un gesto con la cabeza. Y luego estaba la niña que le recordó a Fëanor cuando lo conoció. Inconscientemente, avanzó hasta quedar cerca de ella, ya había pasado un buen rato y aquella calma era inquietante. La boca del estómago de Ingela se apretó con la repentina ansiedad que sintió. Uno de los desconocidos gritó de repente, sobresaltando a la rubia que dio un respingo. -Eso fue totalmente innecesario- le reprendió.
No había terminado de recomponerse de aquel susto, cuando comenzaron a caer gotas. -Es imposible que llueva dentro de una cueva, ¿verdad?- preguntó, volteando a ver a la niña. Estiró la mano y una gota cayó en su palma y la acercó para verla mejor. -¡Ay! ¡No! ¡Wakala! ¡Es popó de murciélago!- gimoteó, sacudiendo la mano y limpiándosela en el pantalón vigorosamente. Pero si creía que eso era lo peor, era porque no se había dado cuenta de la nube de murciélagos que volaba en picada hacia ellos.
EL ruido de su aleteo le hizo mirar hacia arriba y con horror, descubrió que prefería lluvia de guano a la lluvia de colmillos que se le venía encima. Sin darse cuenta, se dio vuelta y abrazó a la niña, protegiéndola con el cuerpo. Su escudo estaba sujeto a su espalda, así que pudo protegerse un poco con este. Pero venían por todos lados, se enredaban en su cabello y rasguñaban sus brazos hasta hacerlos sangrar. -¡Esto no está bien! ¡No está nada de bien!- exclamaba, desesperándose un poquito, pero manteniéndose como escudo humano, resguardando a la niña.
El grito de Hazel, señalando una aparente salida, dio un poco de seguridad a la joven dragona. Vio el pequeño punto de luz que señalaba el espadachín y compartió la emoción de él, aunque el trecho era largo y se interponía una marea de asquerosos murciélagos rabiosos. Soltó a la pequeña -Hacia allá vamos, no te vayas a despegar de mi- le dijo, pasándole no sin dificultad su escudo y poniéndola detrás de ella. Desenvainó su mandoble y comenzó a blandirlo, abriéndose camino. El encantamiento de Feuerstein[2] la hacía un arma tan fuerte que podía penetrar armaduras, así que aquellos bichos eran cortados como un cuchillo caliente deslizándose en mantequilla.
Ingela avanzaba a buen paso, repeliendo aquellos animales. Pero eran tantos que ella seguía recibiendo daño continuamente solo que la chica no lo sentía. Hacía rato que en ella había despertado una furia ciega[3] que tapaba el dolor de las heridas -¡Malditos bichos asqueroooooosos del infierno!- gritaba en medio de un frenesí de sablazos.
____________________________________________________
Habilidades u objetos usados -15 pts-
[1]Encantamiento pasivo de colgante de madera: Fuente de Luz -5 pts-
[2]Encantamiento pasivo de arma: Runa de Penetración -5 pts-
[3]Habilidad pasiva de nivel 1: Die Drachen Raserei -5 pts-
También estaba Valeria, la bruja que le vendió las pócimas y se alegró infinitamente de verla en ese lugar -Estando tú aquí, me siento mucho más tranquila- confesó cuando fue junto a ella para saludarla. -¡Qué bueno verte Ryuu! Bolti te manda saludos- dijo a Ryuu cuando fue su turno de recibir el saludo de la joven dragona, quien le dio unas amistosas palmaditas en el hombro al hombre pájaro.
Al mirar los demás rostros, los desconocidos, sonrió amigablemente para saludarlos. Uno de ellos se le hizo familiar, pero no estaba segura así que solo le hizo un gesto con la cabeza. Y luego estaba la niña que le recordó a Fëanor cuando lo conoció. Inconscientemente, avanzó hasta quedar cerca de ella, ya había pasado un buen rato y aquella calma era inquietante. La boca del estómago de Ingela se apretó con la repentina ansiedad que sintió. Uno de los desconocidos gritó de repente, sobresaltando a la rubia que dio un respingo. -Eso fue totalmente innecesario- le reprendió.
No había terminado de recomponerse de aquel susto, cuando comenzaron a caer gotas. -Es imposible que llueva dentro de una cueva, ¿verdad?- preguntó, volteando a ver a la niña. Estiró la mano y una gota cayó en su palma y la acercó para verla mejor. -¡Ay! ¡No! ¡Wakala! ¡Es popó de murciélago!- gimoteó, sacudiendo la mano y limpiándosela en el pantalón vigorosamente. Pero si creía que eso era lo peor, era porque no se había dado cuenta de la nube de murciélagos que volaba en picada hacia ellos.
EL ruido de su aleteo le hizo mirar hacia arriba y con horror, descubrió que prefería lluvia de guano a la lluvia de colmillos que se le venía encima. Sin darse cuenta, se dio vuelta y abrazó a la niña, protegiéndola con el cuerpo. Su escudo estaba sujeto a su espalda, así que pudo protegerse un poco con este. Pero venían por todos lados, se enredaban en su cabello y rasguñaban sus brazos hasta hacerlos sangrar. -¡Esto no está bien! ¡No está nada de bien!- exclamaba, desesperándose un poquito, pero manteniéndose como escudo humano, resguardando a la niña.
El grito de Hazel, señalando una aparente salida, dio un poco de seguridad a la joven dragona. Vio el pequeño punto de luz que señalaba el espadachín y compartió la emoción de él, aunque el trecho era largo y se interponía una marea de asquerosos murciélagos rabiosos. Soltó a la pequeña -Hacia allá vamos, no te vayas a despegar de mi- le dijo, pasándole no sin dificultad su escudo y poniéndola detrás de ella. Desenvainó su mandoble y comenzó a blandirlo, abriéndose camino. El encantamiento de Feuerstein[2] la hacía un arma tan fuerte que podía penetrar armaduras, así que aquellos bichos eran cortados como un cuchillo caliente deslizándose en mantequilla.
Ingela avanzaba a buen paso, repeliendo aquellos animales. Pero eran tantos que ella seguía recibiendo daño continuamente solo que la chica no lo sentía. Hacía rato que en ella había despertado una furia ciega[3] que tapaba el dolor de las heridas -¡Malditos bichos asqueroooooosos del infierno!- gritaba en medio de un frenesí de sablazos.
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Habilidades u objetos usados -15 pts-
[1]Encantamiento pasivo de colgante de madera: Fuente de Luz -5 pts-
[2]Encantamiento pasivo de arma: Runa de Penetración -5 pts-
[3]Habilidad pasiva de nivel 1: Die Drachen Raserei -5 pts-
Ingela
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Supo por el cosquilleo en la piel que sentía siempre que se encontraba en presencia de algo mágico que aquello no había sido una buena idea(1). Se le puso la carne de gallina en el momento en que franqueó el umbral, aunque aún tardaría un poco en averiguar la causa concreta.
En cualquier caso, nada inmediato se había cernido sobre ella y la entrada continuaba abierta a su espalda, así que dio unos pasos más hacia el interior, donde distinguió a varias personas reunidas. Algunas caras se le hicieron conocidas, aunque solo para algunas de ellas tenía un nombre asociado. Sobre todo, le sorprendió ver a dos muchachas que había conocido en su laboratorio. ¿Qué hacían dos chicas tan jóvenes en un sitio como ese?
Mientras rebuscaba el par de nombres entre sus recuerdos, correspondió con un breve gesto de la cabeza al saludo del hombre que primero le había hablado de aquella torre. Debía de haber engordado en el poco tiempo que había pasado desde que acudiera a su laboratorio, porque su espada se veía más pequeña en comparación.
Estaba considerando responderle a Ingela (si es que ese era su verdadero nombre) que para sentirse bien segura lo mejor que podía hacer era salir con ella y Magazubi de aquella torre y esperar fuera a ver quién quedaba al final, cuando un tipo entró gritando estúpidamente, provocando, por irónico que resulte, un silencio atronador. Después de eso, los sucesos se precipitaron.
—Vámonos de aquí —dijo mientras agarraba el brazo de una de las muchachas, la que tenía más cerca, y daba un suave tirón hacia la entrada.
Fue entonces cuando el tipo que había gritado antes, en pleno ataque de histeria, demostró lo que ella ya había intuido nada más entrar: aquello no había sido una buena idea.
—Cambio de planes —se corrigió—, hacedle caso al rubio de la espada. El de la espada exageradamente grande —volvió a corregirse cuando sus ojos se encontraron con Vincent.
No es que se fiase más del extraño que de Vincent, pero el tipo había señalado la dirección obvia y, lo más importante, ya estaba dando saltos y despejando el paso al resto. Así que, predicando con el ejemplo, Valeria se colocó en el centro del grupo, tan resguardada como era posible por todo aquel que blandía una espada, lo cual incluía a una de las muchachas. «¿Quién está a salvo con quién ahora?», se dijo mientras, sin dejar de avanzar, se sacaba un cuchillo de cada manga. Rozó las runas de ambas hojas con los pulgares(2) y le ofreció uno a Magazubi, haciendo caso omiso del hecho de que la muchacha tenía las manos ocupadas con el escudo de Ingela.
—Ten —le dijo—. Se requiere un poco de práctica para manejarlos con la velocidad y potencia necesaria para penetrar la carne, pero con suerte el encantamiento servirá para disuadirlos si alguno se acerca demasiado. Apunta bien y no pierdas el contacto.
A modo de demostración, lanzó el otro cuchillo a uno de los bichos. El arma lo atravesó, esparciendo pequeñas gotas de sangre congelada, se detuvo en pleno vuelo y se precipitó hacia otro de los monstruitos(3). Sacó otros dos cuchillos y, con tres hilos de éter de los que ocuparse, su atención se centró casi exclusivamente en lanzarnos contra cualquiera de esas cosas que se le acercase y seguir caminando.
De vez en cuando, se veía obligada a recuperar un cuchillo y arrancarle un trozo de carne muerta para poder seguir utilizando su filo. Lo hacía desapasionadamente, sin pensarlo demasiado. De todas formas, ya estaba salpicada de sangre y guano.
----------
OFF: Habilidades y objetos usados 15 pts
(1) Habilidad pasiva: Don Mágico, 5 pts
(2) Encantamiento pasivo: Arma de hielo, 5 pts
(3) Habilidad pasiva: Telequinesis (potenciada por mi rasgo de telequinesis), 5 pts
OFF del off: Me encanta que a Ingela y a Reike les dé por hacerle de madre a un pj que les lleva varios niveles. Estoy deseando ver cómo las deja con la boca abierta.
En cualquier caso, nada inmediato se había cernido sobre ella y la entrada continuaba abierta a su espalda, así que dio unos pasos más hacia el interior, donde distinguió a varias personas reunidas. Algunas caras se le hicieron conocidas, aunque solo para algunas de ellas tenía un nombre asociado. Sobre todo, le sorprendió ver a dos muchachas que había conocido en su laboratorio. ¿Qué hacían dos chicas tan jóvenes en un sitio como ese?
Mientras rebuscaba el par de nombres entre sus recuerdos, correspondió con un breve gesto de la cabeza al saludo del hombre que primero le había hablado de aquella torre. Debía de haber engordado en el poco tiempo que había pasado desde que acudiera a su laboratorio, porque su espada se veía más pequeña en comparación.
Estaba considerando responderle a Ingela (si es que ese era su verdadero nombre) que para sentirse bien segura lo mejor que podía hacer era salir con ella y Magazubi de aquella torre y esperar fuera a ver quién quedaba al final, cuando un tipo entró gritando estúpidamente, provocando, por irónico que resulte, un silencio atronador. Después de eso, los sucesos se precipitaron.
—Vámonos de aquí —dijo mientras agarraba el brazo de una de las muchachas, la que tenía más cerca, y daba un suave tirón hacia la entrada.
Fue entonces cuando el tipo que había gritado antes, en pleno ataque de histeria, demostró lo que ella ya había intuido nada más entrar: aquello no había sido una buena idea.
—Cambio de planes —se corrigió—, hacedle caso al rubio de la espada. El de la espada exageradamente grande —volvió a corregirse cuando sus ojos se encontraron con Vincent.
No es que se fiase más del extraño que de Vincent, pero el tipo había señalado la dirección obvia y, lo más importante, ya estaba dando saltos y despejando el paso al resto. Así que, predicando con el ejemplo, Valeria se colocó en el centro del grupo, tan resguardada como era posible por todo aquel que blandía una espada, lo cual incluía a una de las muchachas. «¿Quién está a salvo con quién ahora?», se dijo mientras, sin dejar de avanzar, se sacaba un cuchillo de cada manga. Rozó las runas de ambas hojas con los pulgares(2) y le ofreció uno a Magazubi, haciendo caso omiso del hecho de que la muchacha tenía las manos ocupadas con el escudo de Ingela.
—Ten —le dijo—. Se requiere un poco de práctica para manejarlos con la velocidad y potencia necesaria para penetrar la carne, pero con suerte el encantamiento servirá para disuadirlos si alguno se acerca demasiado. Apunta bien y no pierdas el contacto.
A modo de demostración, lanzó el otro cuchillo a uno de los bichos. El arma lo atravesó, esparciendo pequeñas gotas de sangre congelada, se detuvo en pleno vuelo y se precipitó hacia otro de los monstruitos(3). Sacó otros dos cuchillos y, con tres hilos de éter de los que ocuparse, su atención se centró casi exclusivamente en lanzarnos contra cualquiera de esas cosas que se le acercase y seguir caminando.
De vez en cuando, se veía obligada a recuperar un cuchillo y arrancarle un trozo de carne muerta para poder seguir utilizando su filo. Lo hacía desapasionadamente, sin pensarlo demasiado. De todas formas, ya estaba salpicada de sangre y guano.
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OFF: Habilidades y objetos usados 15 pts
(1) Habilidad pasiva: Don Mágico, 5 pts
(2) Encantamiento pasivo: Arma de hielo, 5 pts
(3) Habilidad pasiva: Telequinesis (potenciada por mi rasgo de telequinesis), 5 pts
OFF del off: Me encanta que a Ingela y a Reike les dé por hacerle de madre a un pj que les lleva varios niveles. Estoy deseando ver cómo las deja con la boca abierta.
Reike
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Estaba emocionada, tanto que apretaba a Pelusa contra mi pecho mientras observaba a mi alrededor para acostumbrarme al escenario que vestía nuestra nueva aventura.
Observé algunas caritas conocidas y sonreí amablemente a todos, cada uno de los presentes parecía ser buena persona. -Aaaw, esto va a estar muy divertido bebito- le dije a mi aion mientras rozaba mi naricita con la de él.
Mi serenidad se vió un poco afectada por el grito de … Esperen, ¿ese no es el elfo con el que entrené hace unos años?
Antes de que pudiese pensar en otra cosa, pequeñas gotas empezaron a caer, y por mi seguridad traté de esquivarlas todas; si esta torre era un reto seguramente aquel líquido sería un ácido que derrite piel o algo así.
Escuché la dulce voz de una joven preguntarme si era posible que lloviera dentro de una cueva y sin saber qué responder ella misma se respondió haciendo que se me saliera una risita ¿popó? ¿en serio?
Al parecer esta lluvia venía acompañada de unos extraños murciélagos.
¡Uh! Exclamé confundida cuando la joven me abrazó ¿Me está protegiendo? La verdad que el abrazo me había parecido un gesto muy bonito pero protegerme… esta chica se había pasado de bellaaaa.
Segundos después Reike, la joven alquimista, nos dió unos tirones para salir de la torre. Yo por tanto alboroto me dejé llevar por las dos chicas que… bueno yo tampoco es que tuviese la fuerza para contrariarlas. Me dejé llevar y escuché atenta los descubrimientos e instrucciones de los presentes, sobre todo de un joven (Hazel) que al parecer tenía todo el plan de escape.
Con mis manos ocupadas por Pelusa usé mi telequinesis para sostener el escudo que me habían prestado (1) y aproveché de mantenerme cerca de mis compañeras. Tomé sin pensarlo el arma que me prestó Reike y escuché sus instrucciones de cómo usarla.
Con un movimiento sutil el cuchillo encantado, que Reike me había prestado, salió volando dibujando curvas en el aire y atravesando a altas velocidades a cada murciélago que se cruzaba y alguno que otro que me provocaba atacar para abrirle el paso a la joven (Ingela). (2)
Seguimos avanzando.
Quería cansarme al mínimo y aprovechar un poco la bondad de las jóvenes que me protegían, pero por confiada y por mi amplia experiencia cargando escudos perdí visibilidad en un instante y me caí estrepitosamente chocando con el propio escudo y volviendome bolita para proteger a Pelusa.
A todas estas yo tenía las manos ocupadas, y de un salto me paré de aquella caída (3), no sin uno que otro raspón. De inmediato le devolví el escudo a la chica y el cuchillo encantado a Reike.
- Gracias Reike y chica linda que no sé su nombre - dije con una sonrisa esperando a que me dijera cómo se llamaba.
En ese instante me dí cuenta de que no me había presentado.
- Hola a todos, me llamo Magazubi - dije saludando con una mano y sosteniendo a mi aion con la otra - Él es Pelusa, o Pelusita- dije sosteniendo a mi aion ahora con las dos manos y elevandolo al cielo para que todos admiraran la ternura de mi mascota.
Uhhmm susurré para mí al sentir el pequeño dolorsito de la caída, y pensando en que en mi bolsito tengo la solución para quedar como nueva para el siguiente reto.
Off:
1. Racial: Telekinesis (5 ptos)
2. Hab 0 pasiva: Telekinesis avanzada (5 ptos)
Yo por floja quería dejarlo hasta ahí y lanzar runas pero me salieron mal xD
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Runas (-5 ptos)
3. Hab 2 pasiva: Grandes saltos (5 ptos)
Total: 10 ptos
Inventario:
Encantamientos (2/6)
Armadura ligera superior + encantamiento de armadura para hacerla parecer vestido.
4 Agujas superiores + encantamiento de arma cambiante a cadena (la uso como pulsera en la mano derecha)
Limitados (7/7)
Kit arcano superior (2 usos)
Kit alquimista regular (2 usos)
Veneno toque paralizante (1 uso)
Pergamino emocional (2 usos)
Bolsa de púas (2 usos)
Cristal de reducción para Pelusa (2 usos)
Pesadilla Embotellada (1 uso)
Consumibles:
Elixir multipropósito (3 cargas)
Máscara de caidos (2 cargas)
Chocolate del equinocio (1 uso)
Armas menos relevantes:
Daga pobre y 4 agujas con cascabel calidad pobre
Otras cositas:
Bolso aventurero para meter todas mis cositas.
Mascota: Pelusa
...Observé algunas caritas conocidas y sonreí amablemente a todos, cada uno de los presentes parecía ser buena persona. -Aaaw, esto va a estar muy divertido bebito- le dije a mi aion mientras rozaba mi naricita con la de él.
Mi serenidad se vió un poco afectada por el grito de … Esperen, ¿ese no es el elfo con el que entrené hace unos años?
Antes de que pudiese pensar en otra cosa, pequeñas gotas empezaron a caer, y por mi seguridad traté de esquivarlas todas; si esta torre era un reto seguramente aquel líquido sería un ácido que derrite piel o algo así.
Escuché la dulce voz de una joven preguntarme si era posible que lloviera dentro de una cueva y sin saber qué responder ella misma se respondió haciendo que se me saliera una risita ¿popó? ¿en serio?
Al parecer esta lluvia venía acompañada de unos extraños murciélagos.
¡Uh! Exclamé confundida cuando la joven me abrazó ¿Me está protegiendo? La verdad que el abrazo me había parecido un gesto muy bonito pero protegerme… esta chica se había pasado de bellaaaa.
Segundos después Reike, la joven alquimista, nos dió unos tirones para salir de la torre. Yo por tanto alboroto me dejé llevar por las dos chicas que… bueno yo tampoco es que tuviese la fuerza para contrariarlas. Me dejé llevar y escuché atenta los descubrimientos e instrucciones de los presentes, sobre todo de un joven (Hazel) que al parecer tenía todo el plan de escape.
Con mis manos ocupadas por Pelusa usé mi telequinesis para sostener el escudo que me habían prestado (1) y aproveché de mantenerme cerca de mis compañeras. Tomé sin pensarlo el arma que me prestó Reike y escuché sus instrucciones de cómo usarla.
Con un movimiento sutil el cuchillo encantado, que Reike me había prestado, salió volando dibujando curvas en el aire y atravesando a altas velocidades a cada murciélago que se cruzaba y alguno que otro que me provocaba atacar para abrirle el paso a la joven (Ingela). (2)
Seguimos avanzando.
Quería cansarme al mínimo y aprovechar un poco la bondad de las jóvenes que me protegían, pero por confiada y por mi amplia experiencia cargando escudos perdí visibilidad en un instante y me caí estrepitosamente chocando con el propio escudo y volviendome bolita para proteger a Pelusa.
A todas estas yo tenía las manos ocupadas, y de un salto me paré de aquella caída (3), no sin uno que otro raspón. De inmediato le devolví el escudo a la chica y el cuchillo encantado a Reike.
- Gracias Reike y chica linda que no sé su nombre - dije con una sonrisa esperando a que me dijera cómo se llamaba.
En ese instante me dí cuenta de que no me había presentado.
- Hola a todos, me llamo Magazubi - dije saludando con una mano y sosteniendo a mi aion con la otra - Él es Pelusa, o Pelusita- dije sosteniendo a mi aion ahora con las dos manos y elevandolo al cielo para que todos admiraran la ternura de mi mascota.
Uhhmm susurré para mí al sentir el pequeño dolorsito de la caída, y pensando en que en mi bolsito tengo la solución para quedar como nueva para el siguiente reto.
Off:
1. Racial: Telekinesis (5 ptos)
2. Hab 0 pasiva: Telekinesis avanzada (5 ptos)
Yo por floja quería dejarlo hasta ahí y lanzar runas pero me salieron mal xD
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3. Hab 2 pasiva: Grandes saltos (5 ptos)
Total: 10 ptos
- Importantísimo:
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Encantamientos (2/6)
Armadura ligera superior + encantamiento de armadura para hacerla parecer vestido.
4 Agujas superiores + encantamiento de arma cambiante a cadena (la uso como pulsera en la mano derecha)
Limitados (7/7)
Kit arcano superior (2 usos)
Kit alquimista regular (2 usos)
Veneno toque paralizante (1 uso)
Pergamino emocional (2 usos)
Bolsa de púas (2 usos)
Cristal de reducción para Pelusa (2 usos)
Pesadilla Embotellada (1 uso)
Consumibles:
Elixir multipropósito (3 cargas)
Máscara de caidos (2 cargas)
Chocolate del equinocio (1 uso)
Armas menos relevantes:
Daga pobre y 4 agujas con cascabel calidad pobre
Otras cositas:
Bolso aventurero para meter todas mis cositas.
Mascota: Pelusa
- Pelusa:
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Había unas cuantas caras conocidas allí, como NoZelas, o Rauko y Vncent, incluso algunas personas que conocía menos, pero que sabia que se había cruzado alguna vez, como la niña. Habría fruncido el ceño si no recordara haberla conocido en circunstancias… muy similares, la verdad. Pero en ese momento daba igual, estaba allí por los tesoros y, aunque no iba a cometer la imprudencia de lanzarse a la carrera para llegar primera, tampoco iba a entretenerse a charlar, así que se aseguró de que la vieran saludándolos, pero siguió su camino. -No Zelas. Nozel. Lo tengo.- y guiñó el ojo, echándole un vistazo a la habitación. Izquierda, derecha, al frente, arriba… y dando un paso atrás para esquivar algo marrón que cayó del techo.
Y entonces como era costumbre, por supuesto, empezaron los gritos. Y la verdad, esa idea de correr por delante de todo el mundo no parecía tan mala idea de repente…
De manera completamente altruista, por supuesto, si se colocaba en una punta de la habitación, podría atacar y defenderse sin problemas. Si, exactamente. Así que echo a correr a un buen rito, confiando en las botas que ella misma había hecho, incluso antes de fijarse en que los gritos eran a causa de murciélagos. No lo que una llamaría peligroso, pero desde luego molestos de matar con un arco, como pudo comprobar cuando disparó una flecha a un montón de ellos y uno cayo con el ala herida. Y no iba a malgastar a sus gatos para encargarse de ratas voladoras. Puede que chutar un murciélago no fuera muy buena idea en esas circunstancias donde estaba corriendo…no por su vida, pero si para evitar inconvenientes, pero desde luego se sintió muy catártico y ni siquiera manchó sus botas, que era lo importante.
Pero alguien que debería haberle comprado las botas caras en vez de las baratas estaba gritando, así que había cada vez más murciélagos. -Puedo hacerte las botas de Njord con una recarga si quieres.- dijo, alcanzándolo poco a poco porque ella no tenia que preocuparse de acabar con la rabia… y dándose cuenta del pequeño problema que hablar suponía haber hablado. O puede que fueran los espíritus de la torre, castigándola por su avaricia...pero 90% segura que era la voz. -Ah, mierda.- Y cambió el arco rápidamente, volviéndolo dos espadas fluidamente, empezando a cortar como una posesa para abrirse paso en la nube de muy enfadados murciélagos.
Y entonces como era costumbre, por supuesto, empezaron los gritos. Y la verdad, esa idea de correr por delante de todo el mundo no parecía tan mala idea de repente…
De manera completamente altruista, por supuesto, si se colocaba en una punta de la habitación, podría atacar y defenderse sin problemas. Si, exactamente. Así que echo a correr a un buen rito, confiando en las botas que ella misma había hecho, incluso antes de fijarse en que los gritos eran a causa de murciélagos. No lo que una llamaría peligroso, pero desde luego molestos de matar con un arco, como pudo comprobar cuando disparó una flecha a un montón de ellos y uno cayo con el ala herida. Y no iba a malgastar a sus gatos para encargarse de ratas voladoras. Puede que chutar un murciélago no fuera muy buena idea en esas circunstancias donde estaba corriendo…no por su vida, pero si para evitar inconvenientes, pero desde luego se sintió muy catártico y ni siquiera manchó sus botas, que era lo importante.
Pero alguien que debería haberle comprado las botas caras en vez de las baratas estaba gritando, así que había cada vez más murciélagos. -Puedo hacerte las botas de Njord con una recarga si quieres.- dijo, alcanzándolo poco a poco porque ella no tenia que preocuparse de acabar con la rabia… y dándose cuenta del pequeño problema que hablar suponía haber hablado. O puede que fueran los espíritus de la torre, castigándola por su avaricia...pero 90% segura que era la voz. -Ah, mierda.- Y cambió el arco rápidamente, volviéndolo dos espadas fluidamente, empezando a cortar como una posesa para abrirse paso en la nube de muy enfadados murciélagos.
- Spoiler:
Encantamiento pasivo (arco) +5
Ítem pasivo (botas de Njord) +5
Habilidad pasiva (Ojos de elfo) +5
15 puntitos.
Armas:
Arco Largo de Ebano+encantamiento de cambio de forma
Látigo de la rosa.
Vestimenta:
Armadura ligera superior
Capa de Camaleón
Botas de Njord+encantamiento para caminar sobre líquidos.
Bolso de viajero
Mascara de Hada
Limitados(7/7):
Peluche de Jabalí Lanudo
Fuego Embotellado
Kit de curtiduría superior
Poción de salud concentrada
Pergamino Explosivo
Pergamino de muralla de fuego
Poción de estoicismo.
Consumibles:
Colgante de Ágata 2/2
Pociones de Baile 2/2
Collar de Clavos 1/1
Piedra de Anar 2/2
Colgante de Escarcha ½
Tragaeter 2/2
Amuleto de Imbar 3/3
Polvo de Hada 2/2
Chocolate del Equinoccio 1/1
Mascara de los Inocentes 2/2
Valyria
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Probablemente no debí usar crema de biusa para lavar la ropa, pero… Oh, tema equivocado.
Pronto supe que no fui el único insensato en entrar en aquella misteriosa torre, por lo que no moriría solo cuando todo se complicara. Desafortunado. Entorné los ojos y potencié con magia mi visión, logrando reconocer con mayor facilidad que apenas podía reconocer a aquellas personas en la oscuridad.
«¿Tú qué opinas?», le pregunté telepáticamente a mi mascota, que, como era evidente, no respondió por su incapacidad de leer mis pensamientos, además de que tampoco podría comprender preguntas como esa. «Tienes razón, leal compañero», convine, «ella es ella», supe al ver la espalda de la alquimista; tal vez la había visto de frente en cierto barco, pero recordaba con mayor claridad su espalda por aquella noche en que estuve en su habitación hablando de vacas… Bueno, tampoco recordaba mucho si hablamos de algo o no, pero sus pociones estaban sabrosas.
Algo brilló con suficiente intensidad para iluminar varios metros a la redonda. Esta vez sí pude reconocer a aquellos desventurados, que llevaban tantas cosas encima que llegué a pensar que estaban allí para mudarse a la torre.
Respondí a la rubia brillante con un… Bueno, se volteó demasiado rápido como para poder responderle. «Ella se lo pierde», pensé como consuelo. Miré a la elfa oblivionada; no parecía tener muchos ánimos para saludar. «Seguramente es por falta de biusas en su dieta», concluí sin argumento alguno. También estaba Vincent, y su presencia, a diferencia de todos los demás mequetrefes que estábamos allí, sí brindaba seguridad; nadie mejor que el omnipotente bebé barbudo, aunque crecido, para salvarnos hasta de peligros interdimensionales.
Di unos pasos al frente para estudiar el lugar en busca de peligros. Como tantas otras veces, exhibí mi cualidad de despistado: no descubrí a los murciélagos raros hasta que ellos ya nos habían descubierto a nosotros.
Mi fiel y valiente mascota alzó la mirada, luego me miró a los ojos, asintió con la cabeza, saltó al suelo y se echó a correr con las alas extendidas, siguiendo al pelinegro gritón. Diría que me decepcionó su reprobable huida, pero no era la primera vez que él hacía algo como aquello, y sabía que no sería la última, si es que sobrevivía.
Sonreí torpemente ante el comentario del no-elfo, en parte halagado y en parte intrigado, aún en ese punto, por su fuerza sobrehumana para blandir su espada ridículamente grande.
Por fin me centré en la amenaza, con más calma de la que tal vez se debía mostrar en aquella situación. Intensifiqué el éter en mi cuerpo, separé a Doppelsäbel en dos espadas y las arrojé con fuerza hacia direcciones opuestas, cortando o golpeando murciélagos en sus trayectorias.
Enseguida desenvainé a Neger Drache para continuar la matanza. Moviéndome con veloces y grandes saltos innecesariamente acrobáticos[1], fui reduciendo los números de murciélagos, uniéndome así a la fuerza aérea conformada hasta entonces solo por Zelas.
En ello, cada poco activaba el encantamiento de Doppelsäbel, haciendo que sus dos cuchillas volaran en mi dirección, acabando con más enemigos en el acto. Antes de que las espadas me alcanzaran, volvía a desactivar el encantamiento y me apartaba para que siguieran sus recorridos atravesando más murciélagos.[2]
De pronto Magita decidió presentar a su tierna mascota, en medio de la vorágine de criaturas salvajes. Adorable y, sobre todo, muy enervante a la vez. «Muy lindo el aion, ¡pero aprieta las nalgas y corre!», quise implorarle.
Pronto supe que no fui el único insensato en entrar en aquella misteriosa torre, por lo que no moriría solo cuando todo se complicara. Desafortunado. Entorné los ojos y potencié con magia mi visión, logrando reconocer con mayor facilidad que apenas podía reconocer a aquellas personas en la oscuridad.
«¿Tú qué opinas?», le pregunté telepáticamente a mi mascota, que, como era evidente, no respondió por su incapacidad de leer mis pensamientos, además de que tampoco podría comprender preguntas como esa. «Tienes razón, leal compañero», convine, «ella es ella», supe al ver la espalda de la alquimista; tal vez la había visto de frente en cierto barco, pero recordaba con mayor claridad su espalda por aquella noche en que estuve en su habitación hablando de vacas… Bueno, tampoco recordaba mucho si hablamos de algo o no, pero sus pociones estaban sabrosas.
Algo brilló con suficiente intensidad para iluminar varios metros a la redonda. Esta vez sí pude reconocer a aquellos desventurados, que llevaban tantas cosas encima que llegué a pensar que estaban allí para mudarse a la torre.
Respondí a la rubia brillante con un… Bueno, se volteó demasiado rápido como para poder responderle. «Ella se lo pierde», pensé como consuelo. Miré a la elfa oblivionada; no parecía tener muchos ánimos para saludar. «Seguramente es por falta de biusas en su dieta», concluí sin argumento alguno. También estaba Vincent, y su presencia, a diferencia de todos los demás mequetrefes que estábamos allí, sí brindaba seguridad; nadie mejor que el omnipotente bebé barbudo, aunque crecido, para salvarnos hasta de peligros interdimensionales.
Di unos pasos al frente para estudiar el lugar en busca de peligros. Como tantas otras veces, exhibí mi cualidad de despistado: no descubrí a los murciélagos raros hasta que ellos ya nos habían descubierto a nosotros.
Mi fiel y valiente mascota alzó la mirada, luego me miró a los ojos, asintió con la cabeza, saltó al suelo y se echó a correr con las alas extendidas, siguiendo al pelinegro gritón. Diría que me decepcionó su reprobable huida, pero no era la primera vez que él hacía algo como aquello, y sabía que no sería la última, si es que sobrevivía.
Sonreí torpemente ante el comentario del no-elfo, en parte halagado y en parte intrigado, aún en ese punto, por su fuerza sobrehumana para blandir su espada ridículamente grande.
Por fin me centré en la amenaza, con más calma de la que tal vez se debía mostrar en aquella situación. Intensifiqué el éter en mi cuerpo, separé a Doppelsäbel en dos espadas y las arrojé con fuerza hacia direcciones opuestas, cortando o golpeando murciélagos en sus trayectorias.
Enseguida desenvainé a Neger Drache para continuar la matanza. Moviéndome con veloces y grandes saltos innecesariamente acrobáticos[1], fui reduciendo los números de murciélagos, uniéndome así a la fuerza aérea conformada hasta entonces solo por Zelas.
En ello, cada poco activaba el encantamiento de Doppelsäbel, haciendo que sus dos cuchillas volaran en mi dirección, acabando con más enemigos en el acto. Antes de que las espadas me alcanzaran, volvía a desactivar el encantamiento y me apartaba para que siguieran sus recorridos atravesando más murciélagos.[2]
De pronto Magita decidió presentar a su tierna mascota, en medio de la vorágine de criaturas salvajes. Adorable y, sobre todo, muy enervante a la vez. «Muy lindo el aion, ¡pero aprieta las nalgas y corre!», quise implorarle.
(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)
[1] Dos pasivas: Efecto de las Botas de upelero (+5) y habi lvl 4 Vuelo fúlgido (+5).
[2] Encantamiento pasivo de Doppelsäbel: Bendición de Thor (+5).
Total: 15 =)
[2] Encantamiento pasivo de Doppelsäbel: Bendición de Thor (+5).
Total: 15 =)
Rauko
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
El brujo, al entrar en la torre, pudo comprobar que sus pensamientos no iban mal desencaminados. En el primer piso, nada más cruzar el umbral del portón, había varias personas. Los motivos que arrastraban hacia el torreón a cada una de las almas, que deambulaban por aquel salón, era desconocido para el mercenario, más podía imaginar muchos de los deseos que allí danzaban frente la oscuridad.
Brillantes aspiraciones de codicia, valor o amor por la aventura, que intentaban alimentarse con los retazos olvidados de una misteriosa torre.
Varias de aquellas personas eran desconocidas para el buen guerrero, pero otras… Si querías que una misión en un torreón, que aparecía mágicamente de la nada, obtuviera mayor dramatismo, solo tenías que colocar personas conocidas en mitad del peligro.
- Vaya, vaya-, comentó, llamando la atención de los presentes, mientras avanzaba para que los demás pudieran verle mejor. - ¿Reparten dulces? - bromeó, sin poder evitarlo.
Bueno, qué podría decir este narrador para excusarse del comportamiento de este personaje. Vincent siempre sería Vincent, y el peligro de las aventuras junto a camaradas era parte de su vida. Es todo lo que se podía decir al respecto.
Pero en aquel momento, el brujo divisó a una jovencita, que fácilmente tendría una edad aproximada a Allyson, y aquello sí impactó al soldado de fortuna. Ver a una chica tan parecida a su hija rondado un lugar como aquel le hizo un ligero nudo en el estómago.
La misión del brujo había adquirido unos objetivos adicionales. Cómo de costumbre, habría que improvisar.
- Demonios, Rauko. ¿Eres tú? Esta torre te sienta de maravilla, te volviste más elfo y menos muerto viviente-, comentó amistoso, mientras se acercaba al elfo.
Pero, a mitad de camino, antes de que pudiera decir nada más y de saber cómo su amigo había logrado curarse…
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Vincent, más no se sintió como un estremecimiento corriente, sino que parecía fruto de un cambio en la sala. De temperatura, y de… algo más.
Unas gotas cayeron frente a los pies del mercenario y le apremiaron a alzar la mirada, justo a tiempo ver como unas bestias aladas se echaban sobre ellos.
- ¡Cuidado! -, gritó, con el tiempo justo para esquivar[1] el ataque de una de esas criaturas, que iba derecho hacia él.
Vincent rodó por el suelo y, en cuanto se irguió de nuevo, miró hacia la entrada de la torre. Quizás todavía estaba a tiempo de sacar a la niña de allí, pero aquel simple vistazo le valió para ver que en la entrada se había formado un hechizo arcano[2], y que Destino, en vez de salir, como sería lógico y normal, había desaparecido mágicamente para retornar al centro de la sala.
- Maldición-, masculló, y con un rápido movimiento desenvainó una de sus espadas con su mano diestra.
«Estamos atrapados», pensó, sin distraerse y fijando su mirada en el enemigo más próximo, al que abatió con su espada imbuida en magia de luz[3].
A partir de ahí comenzó una escalada en la lucha por la supervivencia según iba apareciendo más y más de aquellos monstruos alados.
- ¡Pero cuántos hay! -, gritó, mientras luchaba contra otro de los seres que no dejaban de aparecer. -No sé si es una buena idea ir hacia una luz de un lugar tan peligroso como este.
«Pero cuántas opciones tenemos si no paran de salir», razonó seguido.
- Está bien. Es nuestra única oportunidad-, se mostró de acuerdo con las sugerencias de sus compañeros. Y nada más decirlo, el brujo pensó en lo que había dicho su ex amante. - ¡Eh! Mi espada también es grande-, comentó ofendido.
Y sí muchachos y señoritas, lectores de este relato, nada más decirlo, el mercenario se dio cuenta de cómo había sonado aquello, por lo que se maldijo por dentro e hizo un gesto de fastidio por ser tan torpe. Aunque eso no le impidió seguir pensando.
«No debí tomar el alfanje en primer lugar.»
En cualquier caso, no había tiempo que perder en estupideces y sabrosonas bromas mentales, debían salir de allí si querían conservar el pellejo.
Los elfos habían comenzado un ataque combinado que estaba diezmando a las bestias que los sobrevolaban justo por encima de sus cabezas, así que alguien más tendría que encargarse de las que bajaban aún más para impedirles el paso. Bueno, los elfos peliblancos y rubios, porque a Destino ya no se le veía el moreno pelo.
- Me abriré paso y os cubriré-, dijo, a quien quisiera escucharlo, ya fuese elfo volador, señorita arquera, pajarraco o un grupo de damas reparte leches.
Vincent se abalanzó contra su primer enemigo, al cual abatió con el alfanje imbuido en magia élfica[3], más, con tantos enemigos rodeándole, el mercenario tuvo que cambiar su arma de mano para frenar a otra, ya que era el movimiento más rápido para lograr defenderse del ataque desde ese lado. Sin perder el tiempo, mantuvo a raya a esa criatura con su acero, ahora sin magia al estar en su mano zurda, y al mismo tiempo desenvainó su espada de fuego con la diestra para destruir otro ser que le atacaba por el flanco derecho.
El brujo no se quedó anclado en aquella efímera victoria y con una palabra hizo que el alfanje se convirtiera en un guantelete[4] para tomar con ambas manos la espada de fuego y destrozar con ella al primero de los seres, aquel del que se había defendido con el alfanje.
Vincent siguió danzando entre sus enemigos y con las garras de su guantelete desgarró el vientre de otra bestia, mientras giraba sobre sí mismo. Después se impulsó[1] hacia adelante, para destrozar otro par de monstruos con su espada en rápidos y precisos movimientos sin dejar de avanzar. En cuanto se frenó para tomar aire, sintió el acercamiento de otra a su espalda, volvió a pronunciar la palabra mágica requerida y el guantelete se volvió a convertir en espada sobre su mano zurda, y con ella atravesó el lugar donde el traicionero ser alojaba los pensamientos e instintos malvados, el acero entrando por su boca y volviendo a aparecer por su nuca.
Con su enemigo ya erradicado, el brujo liberó su espada apretando la bota contra el inerte monstruo y tirando de ella. Y en ese instante, por fin pudo tomarse un respiro y darse la vuelta, para contemplar el camino que había creado con acero, magia y muerte.
En ese momento de exigua paz, Vincent lanzó sus espadas hacia el aire, no muy lejos de dónde las mantenía empuñadas, y las tomó con manos opuestas, de modo que el alfanje, otra vez, quedó imbuido en luz.
El soldado de fortuna cruzó el acero de fuego sobre la luz de su hermana, y sonrió.
- Este Rauko hace buenos regalos-, se dijo, antes de alzar la mirada de las espadas, ante los nuevos enemigos que se le venían encima. - Vamos, que nadie se quede rezagado. Os cubriré-, mentó a quien faltara por llegar hasta él, colocándose en guardia frente a la luz de la antorcha que iluminaba la salida.
[1] Habilidad pasiva de nivel 1: La Danza del Aire. 5 puntos
[2] Habilidad pasiva racial: Don Mágico. 5 puntos
[3] Anillo con encantamiento o efecto pasivo: 5 puntos
[4] Encantamiento "pasivo" de Alfanje de los esqueletos : 5 puntos
En total: 20 puntos.
En realidad, el encantamiento Arma Cambiante se activa, pero como es de infinitos usos y cambios, creo que es oportuno considerarlo como un encantamiento pasivo en este caso. Eso y siempre que pueda valer para los puntos, que igual no, y me he columpiado ahí jaja. En cualquier caso, llego a los 15 puntos con las otras tres y ya le preguntaré en un MP, master Ansur, para tenerlo claro para próximas rondas ^^
Brillantes aspiraciones de codicia, valor o amor por la aventura, que intentaban alimentarse con los retazos olvidados de una misteriosa torre.
Varias de aquellas personas eran desconocidas para el buen guerrero, pero otras… Si querías que una misión en un torreón, que aparecía mágicamente de la nada, obtuviera mayor dramatismo, solo tenías que colocar personas conocidas en mitad del peligro.
- Vaya, vaya-, comentó, llamando la atención de los presentes, mientras avanzaba para que los demás pudieran verle mejor. - ¿Reparten dulces? - bromeó, sin poder evitarlo.
Bueno, qué podría decir este narrador para excusarse del comportamiento de este personaje. Vincent siempre sería Vincent, y el peligro de las aventuras junto a camaradas era parte de su vida. Es todo lo que se podía decir al respecto.
Pero en aquel momento, el brujo divisó a una jovencita, que fácilmente tendría una edad aproximada a Allyson, y aquello sí impactó al soldado de fortuna. Ver a una chica tan parecida a su hija rondado un lugar como aquel le hizo un ligero nudo en el estómago.
La misión del brujo había adquirido unos objetivos adicionales. Cómo de costumbre, habría que improvisar.
- Demonios, Rauko. ¿Eres tú? Esta torre te sienta de maravilla, te volviste más elfo y menos muerto viviente-, comentó amistoso, mientras se acercaba al elfo.
Pero, a mitad de camino, antes de que pudiera decir nada más y de saber cómo su amigo había logrado curarse…
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Vincent, más no se sintió como un estremecimiento corriente, sino que parecía fruto de un cambio en la sala. De temperatura, y de… algo más.
Unas gotas cayeron frente a los pies del mercenario y le apremiaron a alzar la mirada, justo a tiempo ver como unas bestias aladas se echaban sobre ellos.
- ¡Cuidado! -, gritó, con el tiempo justo para esquivar[1] el ataque de una de esas criaturas, que iba derecho hacia él.
Vincent rodó por el suelo y, en cuanto se irguió de nuevo, miró hacia la entrada de la torre. Quizás todavía estaba a tiempo de sacar a la niña de allí, pero aquel simple vistazo le valió para ver que en la entrada se había formado un hechizo arcano[2], y que Destino, en vez de salir, como sería lógico y normal, había desaparecido mágicamente para retornar al centro de la sala.
- Maldición-, masculló, y con un rápido movimiento desenvainó una de sus espadas con su mano diestra.
«Estamos atrapados», pensó, sin distraerse y fijando su mirada en el enemigo más próximo, al que abatió con su espada imbuida en magia de luz[3].
A partir de ahí comenzó una escalada en la lucha por la supervivencia según iba apareciendo más y más de aquellos monstruos alados.
- ¡Pero cuántos hay! -, gritó, mientras luchaba contra otro de los seres que no dejaban de aparecer. -No sé si es una buena idea ir hacia una luz de un lugar tan peligroso como este.
«Pero cuántas opciones tenemos si no paran de salir», razonó seguido.
- Está bien. Es nuestra única oportunidad-, se mostró de acuerdo con las sugerencias de sus compañeros. Y nada más decirlo, el brujo pensó en lo que había dicho su ex amante. - ¡Eh! Mi espada también es grande-, comentó ofendido.
Y sí muchachos y señoritas, lectores de este relato, nada más decirlo, el mercenario se dio cuenta de cómo había sonado aquello, por lo que se maldijo por dentro e hizo un gesto de fastidio por ser tan torpe. Aunque eso no le impidió seguir pensando.
«No debí tomar el alfanje en primer lugar.»
En cualquier caso, no había tiempo que perder en estupideces y sabrosonas bromas mentales, debían salir de allí si querían conservar el pellejo.
Los elfos habían comenzado un ataque combinado que estaba diezmando a las bestias que los sobrevolaban justo por encima de sus cabezas, así que alguien más tendría que encargarse de las que bajaban aún más para impedirles el paso. Bueno, los elfos peliblancos y rubios, porque a Destino ya no se le veía el moreno pelo.
- Me abriré paso y os cubriré-, dijo, a quien quisiera escucharlo, ya fuese elfo volador, señorita arquera, pajarraco o un grupo de damas reparte leches.
Vincent se abalanzó contra su primer enemigo, al cual abatió con el alfanje imbuido en magia élfica[3], más, con tantos enemigos rodeándole, el mercenario tuvo que cambiar su arma de mano para frenar a otra, ya que era el movimiento más rápido para lograr defenderse del ataque desde ese lado. Sin perder el tiempo, mantuvo a raya a esa criatura con su acero, ahora sin magia al estar en su mano zurda, y al mismo tiempo desenvainó su espada de fuego con la diestra para destruir otro ser que le atacaba por el flanco derecho.
El brujo no se quedó anclado en aquella efímera victoria y con una palabra hizo que el alfanje se convirtiera en un guantelete[4] para tomar con ambas manos la espada de fuego y destrozar con ella al primero de los seres, aquel del que se había defendido con el alfanje.
Vincent siguió danzando entre sus enemigos y con las garras de su guantelete desgarró el vientre de otra bestia, mientras giraba sobre sí mismo. Después se impulsó[1] hacia adelante, para destrozar otro par de monstruos con su espada en rápidos y precisos movimientos sin dejar de avanzar. En cuanto se frenó para tomar aire, sintió el acercamiento de otra a su espalda, volvió a pronunciar la palabra mágica requerida y el guantelete se volvió a convertir en espada sobre su mano zurda, y con ella atravesó el lugar donde el traicionero ser alojaba los pensamientos e instintos malvados, el acero entrando por su boca y volviendo a aparecer por su nuca.
Con su enemigo ya erradicado, el brujo liberó su espada apretando la bota contra el inerte monstruo y tirando de ella. Y en ese instante, por fin pudo tomarse un respiro y darse la vuelta, para contemplar el camino que había creado con acero, magia y muerte.
En ese momento de exigua paz, Vincent lanzó sus espadas hacia el aire, no muy lejos de dónde las mantenía empuñadas, y las tomó con manos opuestas, de modo que el alfanje, otra vez, quedó imbuido en luz.
El soldado de fortuna cruzó el acero de fuego sobre la luz de su hermana, y sonrió.
- Este Rauko hace buenos regalos-, se dijo, antes de alzar la mirada de las espadas, ante los nuevos enemigos que se le venían encima. - Vamos, que nadie se quede rezagado. Os cubriré-, mentó a quien faltara por llegar hasta él, colocándose en guardia frente a la luz de la antorcha que iluminaba la salida.
Offrol
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[1] Habilidad pasiva de nivel 1: La Danza del Aire. 5 puntos
[2] Habilidad pasiva racial: Don Mágico. 5 puntos
[3] Anillo con encantamiento o efecto pasivo: 5 puntos
[4] Encantamiento "pasivo" de Alfanje de los esqueletos : 5 puntos
En total: 20 puntos.
En realidad, el encantamiento Arma Cambiante se activa, pero como es de infinitos usos y cambios, creo que es oportuno considerarlo como un encantamiento pasivo en este caso. Eso y siempre que pueda valer para los puntos, que igual no, y me he columpiado ahí jaja. En cualquier caso, llego a los 15 puntos con las otras tres y ya le preguntaré en un MP, master Ansur, para tenerlo claro para próximas rondas ^^
Vincent Calhoun
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Para sorpresa del arquero, conocía a varios de los allí presentes. Además de Ingela y Hazel también se encontraban allí algunos de los comerciantes que le vendieron su equipamiento actual. Sin embargo, el asombro de tal casualidad fue reemplazado rápidamente por una sensación de alerta. Los gritos del primer elfo que avanzó parecieron despertar a un montón de murciélagos, que no tardaron en atacar al grupo.
Hazel tomó las riendas del asunto, formando en un instante un buen plan de ataque basado en las habilidades de los allí presentes. Normalmente, Ryuu coincidiría con el plan del rubio, pero el pequeño tamaño de los murciélagos y su forma a veces errática de moverse los volvía objetivos difíciles de alcanzar con sus flechas. La otra arquera del grupo parecía haber llegado a la misma conclusión, optando por transformar su arma en dos espadas y pelear en el frente.
-Debería recordar esa idea para más adelante... Suponiendo que pueda salir de esta torre.-
Concentrándose en la inminente oleada de ratas voladoras, el pájaro ni siquiera se molestó en sacar el arco. Sus ojos eran buenos para ver en la distancia, pero no tanto para ver en la oscuridad. Ante este obstáculo, Ryuu decidió guiarse por su oído además de su vista¹, mientras se lanzaba avanzaba atacando con sus garras² a aquellas criaturas heridas o confundidas por los ataques de sus compañeros elfos.³
Siguió a Vincent y el resto de la vanguardia del grupo, tratando siempre que le fuera posible de ayudar a la más pequeña. Si sus ojos no lo habían engañado en medio de tanta oscuridad y batalla, juraría haberla visto mover un cuchillo por los aires con sus ojos. Dedujo que se trataba de la famosa telekinesis, habilidad que ciertamente envidiaba por su utilidad, por lo que la chica podía cuidarse sola sin duda alguna. Aún así, se sentía casi obligado a ayudarla.
Antes de darse cuenta, el arquero había llegado a destino, con sus garras y ropas teñidas de carmesí.
-Bonito aroma me va a quedar después de ésto...- murmuraba, mientras intentaba quitarse los restos de carne de sus manos.
Offrol:
Hazel tomó las riendas del asunto, formando en un instante un buen plan de ataque basado en las habilidades de los allí presentes. Normalmente, Ryuu coincidiría con el plan del rubio, pero el pequeño tamaño de los murciélagos y su forma a veces errática de moverse los volvía objetivos difíciles de alcanzar con sus flechas. La otra arquera del grupo parecía haber llegado a la misma conclusión, optando por transformar su arma en dos espadas y pelear en el frente.
-Debería recordar esa idea para más adelante... Suponiendo que pueda salir de esta torre.-
Concentrándose en la inminente oleada de ratas voladoras, el pájaro ni siquiera se molestó en sacar el arco. Sus ojos eran buenos para ver en la distancia, pero no tanto para ver en la oscuridad. Ante este obstáculo, Ryuu decidió guiarse por su oído además de su vista¹, mientras se lanzaba avanzaba atacando con sus garras² a aquellas criaturas heridas o confundidas por los ataques de sus compañeros elfos.³
Siguió a Vincent y el resto de la vanguardia del grupo, tratando siempre que le fuera posible de ayudar a la más pequeña. Si sus ojos no lo habían engañado en medio de tanta oscuridad y batalla, juraría haberla visto mover un cuchillo por los aires con sus ojos. Dedujo que se trataba de la famosa telekinesis, habilidad que ciertamente envidiaba por su utilidad, por lo que la chica podía cuidarse sola sin duda alguna. Aún así, se sentía casi obligado a ayudarla.
Antes de darse cuenta, el arquero había llegado a destino, con sus garras y ropas teñidas de carmesí.
-Bonito aroma me va a quedar después de ésto...- murmuraba, mientras intentaba quitarse los restos de carne de sus manos.
Offrol:
- 20 Puntos:
¹Racial pasiva: Sentidos Bestiales +5
²Racial pasiva: Ventajas animales +5
³Usar una habilidad ofensiva junto al ataque de otro personaje: +10
No estoy seguro de que el uso de mis garras gracias a una skill pasiva cuente como "habilidad ofensiva junto al ataque de otro pj". Lo agregué en el conteo por si acaso, pero si no es así, lo corregiré.
- Inventario:
Arco superior con encantamiento "Flechas de señal"
Cuchillas arrojadizas superiores x4
Carcaj ligero
Vínculo de sangre mayor
Jugo de visión nocturna (limitado, 2 usos)
Poción de salud diluida x2 (limitado, 1 uso)
Poción de salud (limitado, 1 uso)
Polvo de hadas x2 (consumible)
Chocolate del equinoccio (consumible)
Bomba floral x2 (consumible)
Shinoroa Ryuu
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
El segundo Piso
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Aquellos valientes guerreros habían conseguido pasar la primera fase de la torre, sin embargo, el verdadero desafío aún estaba lejos de comenzar. Aunque la mayoría de ellos apenas estarían pendientes de continuar avanzando, otros más detallistas aprenderían por el camino que una puerta no siempre lleva de regreso al lugar inicial y desde luego, la lección más importante hasta ahora era examinar el lugar antes de despertar cualquier peligro.
Nuestro elfo de los gritos había sido el primero en llegar al otro lado, aunque no demorarían mucho en alcanzarle los demás, la mayoría de ellos en buen estado a excepción de la siempre suicida Magazubi, quien, a pesar de la protección de sus compañeros, había recibido algunos rasguños de parte de las criaturas y la piel alrededor de sus heridas comenzaba a tomar colores bastante perturbadores que iban desde el rojo hasta el morado y viceversa.
Se encontraron pues, al otro lado, con una sala similar a la anterior, una cuyo peligro aún venía tras ellos y no demorarían en cruzar la pequeña entrada en cuyos lados se exhibía un par de viejas y roídas estatuas de leones no muy lejos de desplomarse, a no ser que quisieran continuar una constante fuga a través de todas las salas de la torre, lo mejor sería encontrar la manera de bloquear la entrada y cortar el paso de aquella amenaza alada.
Un nuevo peligro, sin embargo, les acechaba al frente, y aunque al notar nuevamente unas gotas que caían desde el techo, algunos alzarían la vista en busca de un peligro similar al anterior, aunque por suerte, esta vez el peligro no vendría desde arriba, sino, desde todos los demás ángulos. Sobre el suelo, algunos segmentos se veían diferentes y al pisarlos, aparecerían diferentes peligros: púas que brotaban desde el piso, agujeros repentinos bajo sus pies, o lanzas que salían disparadas desde las paredes, aunque el mayor de los peligros lo encontrarían tan solo al llegar a la puerta de salida, si es que llegaban.
Rechinaban al ir y venir, aunque no se podía ver nada, se podía notar que estaban ahí, y se movían, se escuchaban pesados y filosos, como para partir en dos a quien atraparan en su camino, pero no se veía nada. Y es que un encantamiento se encargaba de ocultar los enormes péndulos que se balanceaban bloqueando la salida, una ilusión que los hacía invisibles a la vista, aunque no al oído. Nuestros guerreros tendrían que tomar el riesgo de atravesar aquel peligro a ciegas porque desde luego, sería bastante difícil que notaran en lo alto, oculto y casi inalcanzable, el mecanismo de los péndulos que tal vez podría ser desestabilizado y hasta destruido por alguna explosión.
∞ De la ronda anterior todos excepto Magazubi reciben un bono de 10 puntos para esta ronda, no obstante, si creían estar en peligro, eso no ha sido más que una pequeña prueba de inteligencia y coraje, una que puso a todos a correr en una misma dirección. Ahora en cambio serán dos pruebas diferentes que deberán superar para poder avanzar a la siguiente fase..
∞ Tras ustedes, las amenazas aladas intentarán atravesar la puerta por donde ustedes han logrado escapar, deberán encontrar la manera de bloquearla, y aunque hay una que les ha sido dejada entre líneas en la respuesta del generoso master, también pueden ponerse creativos y bloquear dicha entrada de la manera que prefieran.
∞ En segundo lugar, para salir de la sala encontrarán dos péndulos invisibles que bloquean el paso a la salida, si tienen instintos suicidas y deciden cruzar a ciegas (te hablo a ti, Magazubi), será obligatorio el uso de una runa, de lo contrario, el amable master también les ha dejado algunas pistas de lo que podrían hacer para poner fin al balanceo de los péndulos y cruzar a salvo sin la necesidad de lanzar runas.
∞ Cada personaje podrá participar en uno y solo uno de las dos complicaciones (bloquear la entrada o detener los péndulos). Todo eso desde luego, sin olvidar las trampas que se encuentran dispersas a lo largo de todo el piso.
∞ Para superar este primer piso deben obtener una de las puntuaciones citadas a continuación:
• 20 pts: Victoria Perfecta, obtienes una poción de salud.
• 15 pts: Victoria, pero recibes una herida leve que debe ser sanada en la siguiente ronda, si no es sanada se convertirá en una Herida Maldita.
• 10 pts: Victoria, pero recibes una Herida Maldita que no puede ser sanada con habilidades u objetos comunes y resta 10 puntos en cada ronda. (Se acumula hasta 3 veces)
• Menos de 10 pts: Eliminación directa. (No responder antes del fin del plazo también significará la eliminación directa).
∞ Escala de premios:
Piso 01: Derecho a vivir.
Piso 02: Consumible (Poción de salud).
Piso 03: Consumible (Copiar la misma suerte en runas de algún compañero).
Piso 04: Limitado + 100 aeros + 5 puntos de experiencia.
Piso 05: ¿?
En este desafío no hay orden de posteo.
Cada usuario debe añadir un offrol al final de su respuesta, con las habilidades u objetos usados y la suma de puntos de los mismos.
Podrán responder al desafío hasta el 14 de mayo.
Nuestro elfo de los gritos había sido el primero en llegar al otro lado, aunque no demorarían mucho en alcanzarle los demás, la mayoría de ellos en buen estado a excepción de la siempre suicida Magazubi, quien, a pesar de la protección de sus compañeros, había recibido algunos rasguños de parte de las criaturas y la piel alrededor de sus heridas comenzaba a tomar colores bastante perturbadores que iban desde el rojo hasta el morado y viceversa.
Se encontraron pues, al otro lado, con una sala similar a la anterior, una cuyo peligro aún venía tras ellos y no demorarían en cruzar la pequeña entrada en cuyos lados se exhibía un par de viejas y roídas estatuas de leones no muy lejos de desplomarse, a no ser que quisieran continuar una constante fuga a través de todas las salas de la torre, lo mejor sería encontrar la manera de bloquear la entrada y cortar el paso de aquella amenaza alada.
Un nuevo peligro, sin embargo, les acechaba al frente, y aunque al notar nuevamente unas gotas que caían desde el techo, algunos alzarían la vista en busca de un peligro similar al anterior, aunque por suerte, esta vez el peligro no vendría desde arriba, sino, desde todos los demás ángulos. Sobre el suelo, algunos segmentos se veían diferentes y al pisarlos, aparecerían diferentes peligros: púas que brotaban desde el piso, agujeros repentinos bajo sus pies, o lanzas que salían disparadas desde las paredes, aunque el mayor de los peligros lo encontrarían tan solo al llegar a la puerta de salida, si es que llegaban.
Rechinaban al ir y venir, aunque no se podía ver nada, se podía notar que estaban ahí, y se movían, se escuchaban pesados y filosos, como para partir en dos a quien atraparan en su camino, pero no se veía nada. Y es que un encantamiento se encargaba de ocultar los enormes péndulos que se balanceaban bloqueando la salida, una ilusión que los hacía invisibles a la vista, aunque no al oído. Nuestros guerreros tendrían que tomar el riesgo de atravesar aquel peligro a ciegas porque desde luego, sería bastante difícil que notaran en lo alto, oculto y casi inalcanzable, el mecanismo de los péndulos que tal vez podría ser desestabilizado y hasta destruido por alguna explosión.
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∞ De la ronda anterior todos excepto Magazubi reciben un bono de 10 puntos para esta ronda, no obstante, si creían estar en peligro, eso no ha sido más que una pequeña prueba de inteligencia y coraje, una que puso a todos a correr en una misma dirección. Ahora en cambio serán dos pruebas diferentes que deberán superar para poder avanzar a la siguiente fase..
∞ Tras ustedes, las amenazas aladas intentarán atravesar la puerta por donde ustedes han logrado escapar, deberán encontrar la manera de bloquearla, y aunque hay una que les ha sido dejada entre líneas en la respuesta del generoso master, también pueden ponerse creativos y bloquear dicha entrada de la manera que prefieran.
∞ En segundo lugar, para salir de la sala encontrarán dos péndulos invisibles que bloquean el paso a la salida, si tienen instintos suicidas y deciden cruzar a ciegas (te hablo a ti, Magazubi), será obligatorio el uso de una runa, de lo contrario, el amable master también les ha dejado algunas pistas de lo que podrían hacer para poner fin al balanceo de los péndulos y cruzar a salvo sin la necesidad de lanzar runas.
∞ Cada personaje podrá participar en uno y solo uno de las dos complicaciones (bloquear la entrada o detener los péndulos). Todo eso desde luego, sin olvidar las trampas que se encuentran dispersas a lo largo de todo el piso.
∞ Para superar este primer piso deben obtener una de las puntuaciones citadas a continuación:
• 20 pts: Victoria Perfecta, obtienes una poción de salud.
• 15 pts: Victoria, pero recibes una herida leve que debe ser sanada en la siguiente ronda, si no es sanada se convertirá en una Herida Maldita.
• 10 pts: Victoria, pero recibes una Herida Maldita que no puede ser sanada con habilidades u objetos comunes y resta 10 puntos en cada ronda. (Se acumula hasta 3 veces)
• Menos de 10 pts: Eliminación directa. (No responder antes del fin del plazo también significará la eliminación directa).
- Clic para ver el sistema de puntos:
- ∞ Sistema de puntos de combate
El sistema de juegos para este desafío es bastante experimental, por lo que dejaré una explicación del mismo, y atenderé por mp las inquietudes que se vayan presentando, añadiendo las respuestas a medida que surjan.
El resultado de los combates se determinará dependiendo de la cantidad de puntos ganados durante el mismo. Los puntos se obtienen de diferentes maneras. La principal es usando habilidades y objetos.
• Usar un objeto con encantamiento o efecto pasivo: 5 pts.
• Usar una habilidad pasiva: 5 pts
• Usar encantamiento de usos limitados: 10 pts.
• Usar una habilidad activa u objeto limitado (de 2 usos): 10 pts.
• Usar una habilidad activa u objeto limitado (de 1 uso): 20 pts.
• Usar un objeto consumible o con cargas: 20 pts.
• Usar una habilidad ofensiva junto al ataque de otro personaje: 10 pts.
• Usar una habilidad u objeto para sanar heridas, proteger o potenciar a otro personaje: 10 pts. (Aplica también para el/los personajes asistidos)
La suerte también influirá en el resultado, añadiendo o restando puntos de la siguiente manera: (Lanzar runas no es obligatorio y quedará a elección de cada usuario)
• Peor suerte: -10
• Suerte mala: -5
• Suerte neutral: 0
• Suerte buena: +10
• Mejor suerte: +20
∞ Aclaraciones finales: La sumatoria de puntos obtenidos por un personaje, le dará acceso individual a la siguiente fase, el exceso de puntos no es acumulable para la siguiente fase, por lo que resulta más importante hacer buen uso de los recursos y dejar las mejores cartas para niveles más avanzados.
Al final de cada fase, compuesta por varias rondas, se ofrecerá un monto de aeros (no acumulables entre si) que irá aumentando a medida que se incrementa la dificultad, pero cada 3 o 4 niveles se añadirán premios especiales que podrían incluir objetos consumibles o limitados, armas, encantamientos, pociones de curación, materiales épicos o ítems legendarios en los niveles más altos y complicados.
A medida que avancen las rondas, aumentará la dificultad, por lo que serán necesarios más puntos para poder avanzar. Sin embargo, solo puede haber un máximo de dos personaje eliminados por cada ronda. En caso de que haya más personajes bajo parámetros de eliminación se tomarán los siguientes criterios:
• Los dos personaje que tengan la puntuación más baja serán eliminados.
• Si los personajes tienen la misma puntuación más baja, los que hayan posteado de últimos serán eliminados.
Cada personaje que sea eliminado dejará un Orbe de Éter, a cualquier personaje que elija, de los que siguen en juego. Esto le permitirá al personaje elegido restablecer los usos de 2 habilidades o sanar una Herida Maldita.
∞ Escala de premios:
Piso 02: Consumible (Poción de salud).
Piso 03: Consumible (Copiar la misma suerte en runas de algún compañero).
Piso 04: Limitado + 100 aeros + 5 puntos de experiencia.
Piso 05: ¿?
En este desafío no hay orden de posteo.
Cada usuario debe añadir un offrol al final de su respuesta, con las habilidades u objetos usados y la suma de puntos de los mismos.
Podrán responder al desafío hasta el 14 de mayo.
Ansur
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Magazubi demostró ser más ducha con el control de su telequinesis que el común de los brujos, algo que a Valeria le provocó una instantánea sensación de cercanía. Al menos, hasta que la chica decidió que una tormenta de murciélagos violentos era el mejor momento y lugar para presentar a su delicada mascota. «¿Qué clase de ser desalmado habrá sobreprotegido de esta manera a una muchacha tan prometedora?», pensó horrorizada mientras recuperaba el control de su cuarto cuchillo.
—Estoy segura de que se porta muy bien y no se hace pis en la cama, pero sigamos andando, ¿sí? —dijo apresuradamente, al tiempo que empujaba dos de sus cuchillas contra uno de esos bichos que babeaba ante la cercanía del aparentemente jugoso y tierno aion.
Avanzar sin romper la formación no era tan sencillo como parecía y a Valeria se le hacía excruciantemente lento. Vio a la chica de la máscara dar alcance al elfo histérico y, por un momento, se sintió tentada a dar un brinco y dejar atrás al grupo ella también. Sin embargo, los espadachines hacían bien su trabajo y, teniendo en cuenta dónde se habían metido, consideró que le convenía mantener una buena relación con la mayor cantidad posible de aquellas personas, por si llegara a necesitarlos antes de que aquello acabase. Después de todo, trabajar en equipo era una de las primeras lecciones que aprendían los niños de la calle, seguida de: si un miembro del grupo deja de ser útil, lo usas de cebo y te largas.
Finalmente, llegaron al otro lado de la sala y, con Vincent cubriendo la retaguardia, atravesó el umbral. Al otro lado, Valeria volvió a percibir aquel cosquilleo familiar(1).
—Cuidado —dijo, mirando en dirección al elfo histérico—. Tal vez esté diciendo algo obvio, pero también hay magia en juego en esta habitación. Puede que en toda la maldita torre.
Lamentablemente, un par de aquellos murciélagos acertaron a colarse por la puerta en aquel momento, distrayendo su atención de cualquiera que fuera el hechizo que estaba causando esa perturbación en el éter.
Dejó que otros se ocuparan de las alimañas mientras se volvía hacia la puerta con rapidez. La muy maldita se abría hacia adentro y debía de estar floja porque no parecía un gran obstáculo para la masa de perseguidores.
Buscando algo con lo que bloquear la puerta, su mirada se posó en las enormes estatuas que la flanqueaban a ambos lados. Sin duda, habían conocido tiempos mejores.
Miró a Magazubi, sus arañazos empezaban a ponerse de un color bastante feo, pero había que ocuparse de los murciélagos antes de ocuparse de eso. Con un gesto de la cabeza, le señaló una de las estatuas mientras ella misma se ponía en posición detrás de la otra.
—¿Crees que puedes ayudarme con esto? —No esperó, sin embargo, a que la muchacha respondiera—. Apartaos de la puerta —avisó y, concentrando su éter frente a ella, empujó el armatoste de piedra con todas sus fuerzas(2).
----------
OFF: Habilidades y objetos usados 20 pts
(0) Bono 10 pts
(1) Habilidad pasiva: Don Mágico, 5 pts
(2) Habilidad pasiva: Telequinesis (potenciada por mi rasgo de telequinesis —Talento a nivel Avanzado): 5 pts
Sí, me repito, pero por algo son pasivas.
—Estoy segura de que se porta muy bien y no se hace pis en la cama, pero sigamos andando, ¿sí? —dijo apresuradamente, al tiempo que empujaba dos de sus cuchillas contra uno de esos bichos que babeaba ante la cercanía del aparentemente jugoso y tierno aion.
Avanzar sin romper la formación no era tan sencillo como parecía y a Valeria se le hacía excruciantemente lento. Vio a la chica de la máscara dar alcance al elfo histérico y, por un momento, se sintió tentada a dar un brinco y dejar atrás al grupo ella también. Sin embargo, los espadachines hacían bien su trabajo y, teniendo en cuenta dónde se habían metido, consideró que le convenía mantener una buena relación con la mayor cantidad posible de aquellas personas, por si llegara a necesitarlos antes de que aquello acabase. Después de todo, trabajar en equipo era una de las primeras lecciones que aprendían los niños de la calle, seguida de: si un miembro del grupo deja de ser útil, lo usas de cebo y te largas.
Finalmente, llegaron al otro lado de la sala y, con Vincent cubriendo la retaguardia, atravesó el umbral. Al otro lado, Valeria volvió a percibir aquel cosquilleo familiar(1).
—Cuidado —dijo, mirando en dirección al elfo histérico—. Tal vez esté diciendo algo obvio, pero también hay magia en juego en esta habitación. Puede que en toda la maldita torre.
Lamentablemente, un par de aquellos murciélagos acertaron a colarse por la puerta en aquel momento, distrayendo su atención de cualquiera que fuera el hechizo que estaba causando esa perturbación en el éter.
Dejó que otros se ocuparan de las alimañas mientras se volvía hacia la puerta con rapidez. La muy maldita se abría hacia adentro y debía de estar floja porque no parecía un gran obstáculo para la masa de perseguidores.
Buscando algo con lo que bloquear la puerta, su mirada se posó en las enormes estatuas que la flanqueaban a ambos lados. Sin duda, habían conocido tiempos mejores.
Miró a Magazubi, sus arañazos empezaban a ponerse de un color bastante feo, pero había que ocuparse de los murciélagos antes de ocuparse de eso. Con un gesto de la cabeza, le señaló una de las estatuas mientras ella misma se ponía en posición detrás de la otra.
—¿Crees que puedes ayudarme con esto? —No esperó, sin embargo, a que la muchacha respondiera—. Apartaos de la puerta —avisó y, concentrando su éter frente a ella, empujó el armatoste de piedra con todas sus fuerzas(2).
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OFF: Habilidades y objetos usados 20 pts
(0) Bono 10 pts
(1) Habilidad pasiva: Don Mágico, 5 pts
(2) Habilidad pasiva: Telequinesis (potenciada por mi rasgo de telequinesis —Talento a nivel Avanzado): 5 pts
Sí, me repito, pero por algo son pasivas.
- inventario:
- ARMAS Y ARMADURA:
* Daga de Eredin, calidad épica, con encantamiento de Marca Vampírica. La llevo en mi Funda Oculta
* Cuchillos Arrojadizos (4), calidad normal, con encantamiento de Arma de Hielo
* Peto "quitamiedos", armadura ligera, calidad pobre, con encantamiento Runa de Sombras, bajo la blusa
TOTAL DE ENCANTAMIENTOS: 3/6
LIGADOS AL ÉTER: 1/3
OBJETOS LIMITADOS (7/7):
* Kit Alquímico Superior
* Kit de Arcanos Superior
* Pergamino Ilusorio
* Poción de Salud Concentrada
* Elixir de Frigg
* Elixir del Sabueso
* Elixir Replicante
OTROS:
* Bolso del Viajero
* Tragaéter x2
* Poción de Recuperación
* Poción de Rescate
* Medicina Multipropósito x3
* Bendición de Idunn
* Manzana de Idunn
* Poción de Baile x2
* Collar de Clavos
* Incienso de Jólmundröm x2
* Estalagmita emergente x2
* Polvo de Hada x3
* Bomba Floral
* Caramelo de Jade x2
* Flor de la Fortuna
* Sello del clan Neril (¿por qué no?, me jugué el cuello para ganarlo, no lo voy a tirar)
* Ropa y calzado, por supuesto. Y, ya que estoy, cepillo para el pelo y esas cosas básicas
Reike
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
La estrategia había funcionado de momento bastante bien, grande fue la sorpresa del no-elfo al ver como entraban a una habitación bastante similar de la que habían huido hace poco, el chillido de los murciélagos aun se escuchaba relativamente cerca.
-Esto es extrañamente similar- Señalo al momento que observaba el techo con detalle, al parecer no habrían murciélagos de momento, siempre y cuando solventaran el asunto de la entrada, por suerte, la mujer de los encantamientos y las pociones ya se encargaba de ello cuando algunas alimañas se colaron.
Aprovechando el impulso extra que le daban las botas de Njord(1) Hazelas se elevo de nuevo por los aires para cortar a una de ellas con su enorme espada exageradamente grande(2) y acabo con la otra simplemente lanzándole la otra espada que tenia la cual no era tan grande. Al momento que su espada toco el piso junto con el cadaver del murciélago, de la loza donde cayeron emergieron púas que convirtieron en colador a lo que quedaba de la creatura.
-Vale, trampas, lo capto, Todos cuiden donde pisen- Exclamo el rubio al momento que hacia que su espada volviera a el con un gesto(3) y la unió junto al resto creando así una sola y única gran espada ridículamente grande, la cual apoyo primeramente en la loza en la cual planeaba empezar su camino, no paso nada así que la apoyo ahora en la segunda, tampoco paso nada, así que la deslizo hasta la tercera y unas flechas emergieron de la pared, chocando con aquel energúmeno de armas fusionadas, el plan era simple pero efectivo, aprovecharía la longitud y el peso de su arma para tantear el camino y llegar así hasta el otro lado de la sala.
-Vale estoy atorado- exclamo al escuchar el sonido procedente de la salida, su espada casi salió volando cuando impacto lo que fuera que provocara ese sonido. Observo nuevamente hacia arriba en busca de respuestas pero no distinguió bien, sin embargo su capacidad de distinguir éter le señalaba que en efecto había algo al frente y arriba de el(4)
-Tenemos un obstáculo al frente y otro arriba, pero el de arriba me intriga mas, ¿alguien que se quiera encargar de eso?- pregunto a sus compañeros, aun escuchando ese particular silbido que emitía lo que fuera que se interponía en su camino.
OFF: habilidades usadas:
1- Objeto encantado botas de Njord = 5pts.
2- Objeto encantado hojas unidas superiores x5 con infusion eterea = 5pts.
3- Habilidad pasiva Retorno = 5pts.
4- Habilidad pasiva Don Mágico = 5pts.
5- 10 pts bonus por ronda anterior
Total 30 pts.
-Esto es extrañamente similar- Señalo al momento que observaba el techo con detalle, al parecer no habrían murciélagos de momento, siempre y cuando solventaran el asunto de la entrada, por suerte, la mujer de los encantamientos y las pociones ya se encargaba de ello cuando algunas alimañas se colaron.
Aprovechando el impulso extra que le daban las botas de Njord(1) Hazelas se elevo de nuevo por los aires para cortar a una de ellas con su enorme espada exageradamente grande(2) y acabo con la otra simplemente lanzándole la otra espada que tenia la cual no era tan grande. Al momento que su espada toco el piso junto con el cadaver del murciélago, de la loza donde cayeron emergieron púas que convirtieron en colador a lo que quedaba de la creatura.
-Vale, trampas, lo capto, Todos cuiden donde pisen- Exclamo el rubio al momento que hacia que su espada volviera a el con un gesto(3) y la unió junto al resto creando así una sola y única gran espada ridículamente grande, la cual apoyo primeramente en la loza en la cual planeaba empezar su camino, no paso nada así que la apoyo ahora en la segunda, tampoco paso nada, así que la deslizo hasta la tercera y unas flechas emergieron de la pared, chocando con aquel energúmeno de armas fusionadas, el plan era simple pero efectivo, aprovecharía la longitud y el peso de su arma para tantear el camino y llegar así hasta el otro lado de la sala.
-Vale estoy atorado- exclamo al escuchar el sonido procedente de la salida, su espada casi salió volando cuando impacto lo que fuera que provocara ese sonido. Observo nuevamente hacia arriba en busca de respuestas pero no distinguió bien, sin embargo su capacidad de distinguir éter le señalaba que en efecto había algo al frente y arriba de el(4)
-Tenemos un obstáculo al frente y otro arriba, pero el de arriba me intriga mas, ¿alguien que se quiera encargar de eso?- pregunto a sus compañeros, aun escuchando ese particular silbido que emitía lo que fuera que se interponía en su camino.
OFF: habilidades usadas:
1- Objeto encantado botas de Njord = 5pts.
2- Objeto encantado hojas unidas superiores x5 con infusion eterea = 5pts.
3- Habilidad pasiva Retorno = 5pts.
4- Habilidad pasiva Don Mágico = 5pts.
5- 10 pts bonus por ronda anterior
Total 30 pts.
- Inventario:
- -Ropas Comunes Superiores
-Aros de Éter Cristalizado con Fortaleza Inamovible
-Botas de Njord
-Hojas unidas superiores x6 de las cuales hay al menos 2 que tienen Infusión Etérea (al unirse todas, el encantamiento se mantiene en la única espada grande que queda)
-Huesorang Búmeran de hueso ( Búmeran de calidad Normal hecho de huesos y adornado con plumas, símbolo de una eterna hermandad. Arrójalo las veces que quieras, siempre regresará a ti, de un modo u otro.)
-Tragaéter x2
-Poción de Estoicismo x1
-Poción de Salud x1
-Máscara de los cazadores (1 carga restante)
-Flor de la fortuna x1
-Semilla Arbusto Beltraine x1
-llave bonita x1 (la misma que obtuve en el Hostblot y que aparentemente no hace nada después del mejor mastereado de todos los tiempos)
Zelas Hazelmere
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Perfecta, impasible, la cúspide de la elegancia. Así había llegado a la siguiente sala. No, en absoluto, corriendo por su vida y jadeando ligeramente, no señora. Aunque ahora que podía mirar con calma, había llegado temprano, así que no hacia falta ir tan deprisa…pero por otro lado, no quería haber sido la última en pasar ni de coña. Y entonces, solo entonces, se fijo que la puerta por la que había pasado era más bien un portal, es decir, que no había nada para cerrar la entrada a los murciélagos. Mientras miraba, unos cuantos se colaron, y Zelas fue a encargarse de ellos.
Ella hizo lo mismo, pero solo con uno que fue hacia ella, dándole un buen bofetón que lo mando contra el piso y luego pisándolo. Y allí lo dejo, aleteando lastimosamente bajo sus tacones, al menos hasta que Zelas piso noseque y reveló una trampa de púas. -Ah…- miró la trampa, luego al murciélago, luego al techo oscuro, y la pobre criatura bajo su pie, que aleteo aun más frenéticamente, como leyendo sus intenciones.
No era crueldad animal porque los murciélagos de una torre encantada seguramente eran fantasmas, o no-muertos. Y porque después del primer intento, ya no hacia ruido, así que seguro que estaba dormido. Solo dormido, por supuesto.
Un murciélago atado a la punta de un látigo, una antorcha para ayudar un poco a sus ojos de elfo. El kit de desactivación de trampas perfecto, con el triple de alcance que el inconsciente de Zelas y seis veces más crueldad animal. Aunque necesitaba el peso extra para ir activando trampas si querían avanzar a un ritmo razonable. Fue probando las baldosas alrededor del paso del elfo, para no tener que avanzar en una ridícula fila india, y para hacer que se diera un poco de prisa sin darle latigazos, para que negarlo.
Pero se quedó atacada en el mismo sitio que él, escuchando el zium zium claramente ahora que estaba delante, pero sin ver nada. Alzó la antorcha, mirando arriba, debajo, derecha, izquierda, arriba. Puede que eso fuera algo. Lo comprobó con el látigo, moviéndolo por encima del peligro, viendo como se movía, sin cortarlo. Cuerdas o cadenas, centradas en un punto. Volvió a mirar arriba, y le lanzó lo que quedaba del murciélago, que realmente no era mucho. Quedó corta y el bichejo cayó con un chof más adelante, resbalando contra la pared, pero el intento había servido…eso se decía. -Ah… si, como os he señalado, allí arriba es donde se unen las trampas, así que… lo haría yo, pero tengo que aguantar la antorcha.- ¿Vagancia? Jamás, pero se había cansado mucho agitando a Mordisquitos por todo el lugar.
Ella hizo lo mismo, pero solo con uno que fue hacia ella, dándole un buen bofetón que lo mando contra el piso y luego pisándolo. Y allí lo dejo, aleteando lastimosamente bajo sus tacones, al menos hasta que Zelas piso noseque y reveló una trampa de púas. -Ah…- miró la trampa, luego al murciélago, luego al techo oscuro, y la pobre criatura bajo su pie, que aleteo aun más frenéticamente, como leyendo sus intenciones.
No era crueldad animal porque los murciélagos de una torre encantada seguramente eran fantasmas, o no-muertos. Y porque después del primer intento, ya no hacia ruido, así que seguro que estaba dormido. Solo dormido, por supuesto.
Un murciélago atado a la punta de un látigo, una antorcha para ayudar un poco a sus ojos de elfo. El kit de desactivación de trampas perfecto, con el triple de alcance que el inconsciente de Zelas y seis veces más crueldad animal. Aunque necesitaba el peso extra para ir activando trampas si querían avanzar a un ritmo razonable. Fue probando las baldosas alrededor del paso del elfo, para no tener que avanzar en una ridícula fila india, y para hacer que se diera un poco de prisa sin darle latigazos, para que negarlo.
Pero se quedó atacada en el mismo sitio que él, escuchando el zium zium claramente ahora que estaba delante, pero sin ver nada. Alzó la antorcha, mirando arriba, debajo, derecha, izquierda, arriba. Puede que eso fuera algo. Lo comprobó con el látigo, moviéndolo por encima del peligro, viendo como se movía, sin cortarlo. Cuerdas o cadenas, centradas en un punto. Volvió a mirar arriba, y le lanzó lo que quedaba del murciélago, que realmente no era mucho. Quedó corta y el bichejo cayó con un chof más adelante, resbalando contra la pared, pero el intento había servido…eso se decía. -Ah… si, como os he señalado, allí arriba es donde se unen las trampas, así que… lo haría yo, pero tengo que aguantar la antorcha.- ¿Vagancia? Jamás, pero se había cansado mucho agitando a Mordisquitos por todo el lugar.
- Spoiler:
+10 puntos por ser increíble.
Uso la antorcha del bolso de aventurero. 5 puntos
Ojos de elfo, otra vez +5
Y ayudo a encontrar el mecanismo y a desactivar trampas.
- Spoiler:
Encantamiento pasivo (arco) +5
Ítem pasivo (botas de Njord) +5
Habilidad pasiva (Ojos de elfo) +5
15 puntitos.
Armas:
Arco Largo de Ebano+encantamiento de cambio de forma
Látigo de la rosa.
Vestimenta:
Armadura ligera superior
Capa de Camaleón
Botas de Njord+encantamiento para caminar sobre líquidos.
Bolso de viajero
Mascara de Hada
Limitados(7/7):
Peluche de Jabalí Lanudo
Fuego Embotellado
Kit de curtiduría superior
Poción de salud concentrada
Pergamino Explosivo
Pergamino de muralla de fuego
Poción de estoicismo.
Consumibles:
Colgante de Ágata 2/2
Pociones de Baile 2/2
Collar de Clavos 1/1
Piedra de Anar 2/2
Colgante de Escarcha ½
Tragaeter 2/2
Amuleto de Imbar 3/3
Polvo de Hada 2/2
Chocolate del Equinoccio 1/1
Mascara de los Inocentes 2/2
Valyria
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Re: La Torre Infinita [Desafío grupal de supervivencia]
Ingela estaba acostumbrada a la compenetración que tenía con Fëanor, era como si pudieran leer sus mentes, pues siempre se complementaban en los momentos complicados y cuando luchaban juntos, parecía una coreografía en la que también bailaba Thunderbolt.
Claramente, la niña no era su lindo amigo. No solo le devolvió el escudo, quedando expuesta a los ataques de los murciélagos,
la insensata extendió los brazos hacia arriba para mostrar su mascota. -¡No estamos en el jardín, niñita! ¡Cúbrete!- exclamó justo antes de cruzar por un portal hacia la siguiente habitación. El grupo cruzó, y con ellos, un montón de aquellos bichos que los perseguían. Reike comenzó a buscar una manera de tapar la entrada y ella no la detuvo; era imposible volver sobre sus pasos, así que el único camino era hacia adelante. Pero a la mujer le estaba costando echar abajo una de las estatuas derruidas que estaban a ambos lados de esta.
Necesitaba que ya no entraran más bichos, el vuelo errático de los murciélagos confundía a la joven dragona que en muchas ocasiones blandió su espada en el aire, su estrategia era muy ineficiente. Pensó en transformarse en dragón, eso solucionaría muchos problemas a la vez, sobre todo, evitaría tocar el piso lleno de trampas. Pero desistió de la idea cuando otros descubrieron que había algo que colgaba del techo y cortaba todo lo que pasaba por allí.
Intentaba pensar, pero el remolino de murciélagos la tenía muy ocupada. -¡Ya está! ¡Me cansé!- gritó, furiosa. Metió la mano en su bolso y curucutió un momento hasta que sintió el objeto redondo que buscaba. Sacó la pequeña esfera[1] metálica y con una fuerza y técnica admirable, lanzó el objeto hacia la otra estatua. Al momento que hizo contacto, la esfera explotó con sorprendente potencia, derrumbándola y tapando así parte de la entrada.
Acto seguido, siguió los pasos de Hazel, pisando exactamente donde pisaba él para no activar trampas. Como no lo pensó mucho, quedó atorada junto a los dos elfos que habían tomado la delantera.
_______________________________________
[1]Uso esfera krampus (1 de 4) +20pts
[2]Dragoncita, chiquitita, no metes miedo +10pts.
30 puntazos.
Claramente, la niña no era su lindo amigo. No solo le devolvió el escudo, quedando expuesta a los ataques de los murciélagos,
la insensata extendió los brazos hacia arriba para mostrar su mascota. -¡No estamos en el jardín, niñita! ¡Cúbrete!- exclamó justo antes de cruzar por un portal hacia la siguiente habitación. El grupo cruzó, y con ellos, un montón de aquellos bichos que los perseguían. Reike comenzó a buscar una manera de tapar la entrada y ella no la detuvo; era imposible volver sobre sus pasos, así que el único camino era hacia adelante. Pero a la mujer le estaba costando echar abajo una de las estatuas derruidas que estaban a ambos lados de esta.
Necesitaba que ya no entraran más bichos, el vuelo errático de los murciélagos confundía a la joven dragona que en muchas ocasiones blandió su espada en el aire, su estrategia era muy ineficiente. Pensó en transformarse en dragón, eso solucionaría muchos problemas a la vez, sobre todo, evitaría tocar el piso lleno de trampas. Pero desistió de la idea cuando otros descubrieron que había algo que colgaba del techo y cortaba todo lo que pasaba por allí.
Intentaba pensar, pero el remolino de murciélagos la tenía muy ocupada. -¡Ya está! ¡Me cansé!- gritó, furiosa. Metió la mano en su bolso y curucutió un momento hasta que sintió el objeto redondo que buscaba. Sacó la pequeña esfera[1] metálica y con una fuerza y técnica admirable, lanzó el objeto hacia la otra estatua. Al momento que hizo contacto, la esfera explotó con sorprendente potencia, derrumbándola y tapando así parte de la entrada.
Acto seguido, siguió los pasos de Hazel, pisando exactamente donde pisaba él para no activar trampas. Como no lo pensó mucho, quedó atorada junto a los dos elfos que habían tomado la delantera.
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[1]Uso esfera krampus (1 de 4) +20pts
[2]Dragoncita, chiquitita, no metes miedo +10pts.
30 puntazos.
Ingela
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