MERCADO de Aerandir
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Re: MERCADO de Aerandir
En la clase anterior, Valeria había aprendido a encantar un arma para producir daño elemental, además del propio del arma de que se tratase. Era un encantamiento avanzado, pero uno que cualquier arcanista que se precie debía conocer. De ahí que circulasen multitud de armas encantadas de este modo. Eso unido a la magia elemental propia de brujos y dragones hacía también interesante el siguiente paso: el encantamiento de resistencia para amortiguar el daño elemental. En este se aplicó especialmente Valeria, dado que ella misma nunca había pasado de manipular una mínima cantidad de los distintos elementos, como la gran mayoría de la población de las islas Ilidenses.
Tras ocuparse de la defensa, pasaron a tratar encantamientos más específicos, encantamientos que debían inscribirse en armas concretas. Por ejemplo, un encantamiento para arcos, ballestas y otras armas del estilo, que hacía estallar los proyectiles a voluntad del atacante. La peculiaridad de este encantamiento residía en elegir la tinta adecuada, en función del material del arma y el tipo de proyectil, ya que el encantamiento se inscribía en el arma, pero el efecto debía extenderse al proyectil antes de salir disparado a varios metros de distancia. Si no se hacía bien, el proyectil podía estallar cuando aún estaba montado en el arma o no estallar en absoluto.
La runa de penetración, por su parte, era extrañamente popular, a juicio de Valeria, pues consideraba que valía más encontrar los puntos débiles entre las piezas de una armadura que empeñarse en penetrar el metal. Aún así, valía la pena dominar el encantamiento aunque sólo fuera como práctica de trazado y, por otro lado, tampoco es que fuera nada del otro mundo, después de todo. Quién sabía cuándo iba a necesitar realizar un corte en una superficie dura.
A medida que aprendía nuevos encantamientos, entraba en contacto con distintos tipos de tintas y accesorios, incluso punzones de grabado, por lo que se hizo necesaria la puesta al día de sus herramientas de trabajo, para asegurarse de cubrir las necesidades que conllevaba el uso de sus nuevos conocimientos.
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Tras ocuparse de la defensa, pasaron a tratar encantamientos más específicos, encantamientos que debían inscribirse en armas concretas. Por ejemplo, un encantamiento para arcos, ballestas y otras armas del estilo, que hacía estallar los proyectiles a voluntad del atacante. La peculiaridad de este encantamiento residía en elegir la tinta adecuada, en función del material del arma y el tipo de proyectil, ya que el encantamiento se inscribía en el arma, pero el efecto debía extenderse al proyectil antes de salir disparado a varios metros de distancia. Si no se hacía bien, el proyectil podía estallar cuando aún estaba montado en el arma o no estallar en absoluto.
La runa de penetración, por su parte, era extrañamente popular, a juicio de Valeria, pues consideraba que valía más encontrar los puntos débiles entre las piezas de una armadura que empeñarse en penetrar el metal. Aún así, valía la pena dominar el encantamiento aunque sólo fuera como práctica de trazado y, por otro lado, tampoco es que fuera nada del otro mundo, después de todo. Quién sabía cuándo iba a necesitar realizar un corte en una superficie dura.
A medida que aprendía nuevos encantamientos, entraba en contacto con distintos tipos de tintas y accesorios, incluso punzones de grabado, por lo que se hizo necesaria la puesta al día de sus herramientas de trabajo, para asegurarse de cubrir las necesidades que conllevaba el uso de sus nuevos conocimientos.
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RECETAS A APRENDER | AEROS | |
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Flechas de Señal | [Encantamiento de Arma de Proyectil] Cuando se lanza un proyectil con esta arma, el lanzador puede chasquear los dedos. El proyectil explota en un intenso destello de luz. Esto puede dar señales luminosas a distancia. Puede encandilar por una ronda si explota cerca de los ojos de alguien. | 15 |
Runa de Penetración | [Encantamiento de Arma de una Mano] Los ataques con esta arma son capaces de generar fácilmente agujeros en armaduras, dañando a través de ellas, aunque el ataque pierde parte de su fuerza. | 15 |
Runa de Resistencia al [Fuego/Aire/Tierra/Agua] | [Encantamiento de Armadura] Disminuye aproximadamente en un tercio todo daño recibido del elemento seleccionado y sus derivados. | 15 |
Kit de Arcanos Regular | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por pinceles y tintas mágicas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Arcanos de nivel Avanzado o inferior que conozcas en un rol. | 15 |
TOTAL | 60 |
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Re: MERCADO de Aerandir
Las clases se iban haciendo más intensas con el pasar del tiempo y los efectos a aprender se volvían más interesantes. Por un lado, estaban los efectos elementales, que siempre habían interesado a Valeria, pues carecía de los dones para manejar más que una pequeña cantidad de cada elemento, como cualquier otro brujo. Por eso, saltó sin dudarlo ante la posibilidad de crear nada menos que una muralla de fuego por medio de las runas y diagramas inscritas en un pequeño rollo de pergamino.
Más interesante, sin embargo, aunque menos espectacular, fue la idea de inscribir un hechizo cualquiera en un pergamino arcano, pues eso abría mucho más el arco de posibilidades. El mayor inconveniente era contar con algún hechizo que inscribir en dicho pergamino, pero de eso podría ocuparse más adelante. Lo importante, por el momento, era saber cómo hacerlo cuando tuviera la ocasión.
Cuando ya tuvo un dominio aceptable de lar runas y diagramas avanzados, llegó el momento de pasar a técnicas de uso más espontáneo, para poder abordar sobre la marcha. Fue en ese punto cuando aprendió la técnica que podría considerarse la más útil de todas: conjurar comida. No era algo que ofreciese mucha variedad, por supuesto, pero para alguien que había pasado necesidad en la infancia, saber que no pasaría hambre mientras contase con tinta, una superficie sobre la que escribir y una plumilla, era la mejor de las noticias. Sobre todo, dados los efectos vigorizantes de la comida conjurada.
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Más interesante, sin embargo, aunque menos espectacular, fue la idea de inscribir un hechizo cualquiera en un pergamino arcano, pues eso abría mucho más el arco de posibilidades. El mayor inconveniente era contar con algún hechizo que inscribir en dicho pergamino, pero de eso podría ocuparse más adelante. Lo importante, por el momento, era saber cómo hacerlo cuando tuviera la ocasión.
Cuando ya tuvo un dominio aceptable de lar runas y diagramas avanzados, llegó el momento de pasar a técnicas de uso más espontáneo, para poder abordar sobre la marcha. Fue en ese punto cuando aprendió la técnica que podría considerarse la más útil de todas: conjurar comida. No era algo que ofreciese mucha variedad, por supuesto, pero para alguien que había pasado necesidad en la infancia, saber que no pasaría hambre mientras contase con tinta, una superficie sobre la que escribir y una plumilla, era la mejor de las noticias. Sobre todo, dados los efectos vigorizantes de la comida conjurada.
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RECETAS A APRENDER | AEROS | |
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Pergamino de Hechizos | [Pergamino, Limitado, 1 Uso] Pergamino sobre el que es posible depositar un hechizo, el que quedará almacenado durante 24 horas. Abrir el pergamino liberará el hechizo almacenado. | 15 |
Pergamino de Muralla de Fuego | [Pergamino, Limitado, 1 Uso] Al depositar este pergamino en el piso, una muralla hecha de llamas aparecerá desde allí. Tiene hasta 12 metros de largo y 3 de alto. Quien inente atravesarla sufrirá fuertes quemaduras. | 15 |
Conjurar Comida | [Técnica] Sobre la superficie encantada aparecerán 5 pasteles, galletas o porciones de comida similares, a tu elección. Cada una de estas porciones alimenta plenamente a una persona por un día completo. Quienes consuman este alimento, además, no se cansarán al caminar y sus heridas cerrarán el doble de rápido. | 50 |
Faro | [Técnica] Dibujas con cuidado runas sobre un objeto, el que emitirá luz que ilumina un radio de hasta 20 metros. Si el objeto es cubierto, dejará de emitir luz. Dura 30 minutos. | 50 |
TOTAL | 130 |
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Re: MERCADO de Aerandir
Me encontraba de nuevo frente al mismo elfo. El mismo que había logrado que me quedase a aprender recetas de alquimia... tan solo para aprender runas particularmente avanzadas que ni siquiera podía hacer, al carecer de materiales.
Y esta vez, era voluntariamente.
Tenía que reabastecerme con pociones y venenos. Hacía demasiado tiempo atrás que había ignorado el asunto, pero sin las formulas, no podría reabastecer mi tienda. Además, nunca venía mal. La alquimia era casi tan versatil como lo podían ser las runas... casi.
-Necesito saber como hacer las pociones curativas de efecto rápido.- dije, impaciente. Eran extremadamente prácticas y populares, después de todo. No había motivos para no saber hacerlas. Pero el elfo se negaba. "Aún no." Casi parecía disfrutar de mi impaciencia.
Pasé las horas memorizando fórmulas. Los venenos fueron primero. Tenía sentido, en cierta forma. O quizás solo me estaba tomando el pelo. La lección terminó al atardecer. Tendría que volver al día siguiente si quería conseguir el resto, y pasar toda la noche repitiendo apuntes y procesando la información. Podía con aquello.
O eso pensaba. Para la hora de cenar, la cabeza me daba vueltas. Si al menos pudiese hacer pociones curativas, podría aliviar ese dolor. Pero no, lo que sabía solo servía para envenenar gente, ver en la oscuridad o quemar cosas, y lo último comenzaba a tentarme...
No. Era Asher Daregan, maestro arcano y Centinela del Norte. Memorizarme unas pocas pociones y técnicas en dos días no era ningún desafío.
Y esta vez, era voluntariamente.
Tenía que reabastecerme con pociones y venenos. Hacía demasiado tiempo atrás que había ignorado el asunto, pero sin las formulas, no podría reabastecer mi tienda. Además, nunca venía mal. La alquimia era casi tan versatil como lo podían ser las runas... casi.
-Necesito saber como hacer las pociones curativas de efecto rápido.- dije, impaciente. Eran extremadamente prácticas y populares, después de todo. No había motivos para no saber hacerlas. Pero el elfo se negaba. "Aún no." Casi parecía disfrutar de mi impaciencia.
Pasé las horas memorizando fórmulas. Los venenos fueron primero. Tenía sentido, en cierta forma. O quizás solo me estaba tomando el pelo. La lección terminó al atardecer. Tendría que volver al día siguiente si quería conseguir el resto, y pasar toda la noche repitiendo apuntes y procesando la información. Podía con aquello.
O eso pensaba. Para la hora de cenar, la cabeza me daba vueltas. Si al menos pudiese hacer pociones curativas, podría aliviar ese dolor. Pero no, lo que sabía solo servía para envenenar gente, ver en la oscuridad o quemar cosas, y lo último comenzaba a tentarme...
No. Era Asher Daregan, maestro arcano y Centinela del Norte. Memorizarme unas pocas pociones y técnicas en dos días no era ningún desafío.
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RECETAS A APRENDER | AEROS | |
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Jugo de Visión Nocturna | [Elixir, Limitado, 2 Usos] Líquido oscuro y de sabor tostado. Te permite ver en la oscuridad durante 15 minutos. | 15 |
Rocío de Ortiga | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido verde que, al ser rociado sobre alguien, le causará inmediatamente una fuerte y casi irresistible comezón. Si cae en los ojos o la nariz perjudicará el sentido asociado. | 15 |
Toque de Sopor | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Gel amarillento que, al aplicarse en un arma, permite que envenene al herir. El afectado sentirá un intenso calor que le hará comenzar a marearse. Mientras más persista combatiendo, más mareado se sentirá, hasta caer inconsciente. Dura 10 minutos en el arma. | 15 |
Veneno de El Blanco | [Veneno, Limitado, 2 Usos] Líquido blanquecino, insípido e inodoro que, al ser bebido, hará que la persona olvide por completo los hechos de la última semana. El efecto dura 1 hora. | 15 |
Fuego Embotellado | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido anaranjado que, al hacer contacto con el aire, se incendia inmediatamente. Puede cubrir un área de hasta 1 metro cuadrado. Las llamas duran aproximadamente 1 minuto (a menos que se expandan en un material inflamable). | 15 |
TOTAL | 75 |
Asher Daregan
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Re: MERCADO de Aerandir
Al día siguiente, fue incluso peor.
Antes de aprender nada nuevo, el viejo se aseguró de que me había memorizado perfectamente todo lo aprendido hasta el momento, y que sabía aplicar la técnica sin ningún fallo. Por fortuna para mi, mi testarudez servía de paciencia. Llevó varias horas, pero finalmente se dio por satisfecho... y empezó con cosas nuevas.
Aún no era nada avanzado. Lo que significaba que aún quedaba mucho camino. Pero era progreso: parte se dedicó a como improvisar antídotos o primeros auxilios, como tratar heridas sin tener opciones arcanas o mágicas y evitar infecciones. Aquello era interesante, a decir verdad. No podía aplicarle pasta curativa a cualquier corte que tuviese, después de todo. Si bien no iba a aprender mucho sobre enfermedades naturales, aquello podría servir de mucho... si tenía los materiales apropiados.
Sobre eso fue la última parte. Tener viales del tamaño adecuado, como guardarlos y mantenerlos sin que se rompan, que materiales eran seguros para llevar si esperaba dificultades... aquello era intensamente aburrido, pero necesario. Probablemente. ¿Necesitaría algo así? Quizás no fuese mejor que llevar una o dos pociones curativas sin más...
Pero sabía las consecuencias que tendría el decir algo. Ese viejo era como Rakfyr. O como el chamán de Áruent. Discutir no llegaría a ningún lado, incluso siendo yo. Suspiré y me resigné. Al menos había acabado, por el momento.
Antes de aprender nada nuevo, el viejo se aseguró de que me había memorizado perfectamente todo lo aprendido hasta el momento, y que sabía aplicar la técnica sin ningún fallo. Por fortuna para mi, mi testarudez servía de paciencia. Llevó varias horas, pero finalmente se dio por satisfecho... y empezó con cosas nuevas.
Aún no era nada avanzado. Lo que significaba que aún quedaba mucho camino. Pero era progreso: parte se dedicó a como improvisar antídotos o primeros auxilios, como tratar heridas sin tener opciones arcanas o mágicas y evitar infecciones. Aquello era interesante, a decir verdad. No podía aplicarle pasta curativa a cualquier corte que tuviese, después de todo. Si bien no iba a aprender mucho sobre enfermedades naturales, aquello podría servir de mucho... si tenía los materiales apropiados.
Sobre eso fue la última parte. Tener viales del tamaño adecuado, como guardarlos y mantenerlos sin que se rompan, que materiales eran seguros para llevar si esperaba dificultades... aquello era intensamente aburrido, pero necesario. Probablemente. ¿Necesitaría algo así? Quizás no fuese mejor que llevar una o dos pociones curativas sin más...
Pero sabía las consecuencias que tendría el decir algo. Ese viejo era como Rakfyr. O como el chamán de Áruent. Discutir no llegaría a ningún lado, incluso siendo yo. Suspiré y me resigné. Al menos había acabado, por el momento.
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RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Poción de Resistencia Mágica | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido púrpura que, al beberse, hace que, durante esta ronda, el próximo efecto mágico usado en tu contra reduzca su efectividad a la mitad. No actúa sobre efectos ya recibidos. | 15 |
Poción de Salud | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana hasta 2 heridas moderadas o leves en pocos segundos. | 15 |
Primeros Auxilios | [Técnica] Aplicas una mezcla de hierbas sobre una herida, bajando un nivel de gravedad (de moderada a leve, de grave a moderada, sanándola si es leve). | 50 |
Crear Antídoto | [Técnica] Mezclas ingredientes para crear un antídoto para un veneno que sepas fabricar. | 50 |
Kit Alquímico Regular | [Limitado, Requiere ser Alquimista, 2 Usos] Set de viales con fórmulas secretas diversas que permiten llevar a cabo una Técnica de Alquimia a nivel Avanzado o inferior. | 15 |
TOTAL | 145 |
Asher Daregan
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Re: MERCADO de Aerandir
–Se suponía que querías que yo te llevara a mi casa, entonces… ¿por qué eres tú la que me está arrastrando a quién sabe dónde? –me quejé, pero la chica no aflojaría su agarre. Al contrario, sujetaría mi brazo con más fuerza.
–No seas tan quejica –dijo con su habitual sonrisa despreocupada–, pronto me lo agradecerás.
La miré con los ojos entornados.
–Eso último es mentira, ¿no?
¿Y qué respondió ella? Simplemente me mostró una sonrisa de oreja a oreja, y nada más.
Suspiré. Solo quería información, aunque fuera un poco, pero opté por resignarme.
Y así seguimos hasta llegar a un edificio. Ella colocó su mano en la cerradura de la puerta, cerró los ojos un instante y luego exclamó:
–El enorme y corpulento conejo está entrando en esta pequeña madriguera.
La puerta se abrió. La abrió ella con su magia de conjuración, en realidad. Luego me obligó a entrar primero. Y una sartén se estrelló con mi cabeza.
–¡Ay, maldita sea! –mascullé, llevando mis manos a la zona del impacto.
–¡Te dije que usar escudos humanos estaba prohibido! –escuché replicar. Detrás de un mostrador salió un niño pelinegro, de unos 12 años aproximadamente.
–Pero no es humano; es elfo. Además, en la guerra y en la amistad todo se vale –repuso la chica con una sonrisa traviesa.
–Es «en la guerra y en el amor», Miel Rancia –corrigió el niño, colocando los brazos en jarras.
–¿Amor? –Soltó una sonora carcajada–. Jamás me enamoraría de un crío tan debilucho como tú, Ratita.
–Y yo jamás me enamoraría de una chica pecho plano como tú.
Ahora los dos tenían una sonrisa muy forzada en sus rostros.
–Saben que sigo aquí, ¿no? –dije.
–Ah, ¿tú quién eres? –preguntó la chica, con la cabeza ladeada.
–¿Ah?
–Serás su estudiante por hoy.
–¿Ah? –soltamos tanto el niño como yo.
–Sí, así es. –Asintió vigorosamente con la cabeza–. Te dije que estaría contigo cuando enseñaras a tu primer estudiante, ¿recuerdas? –le dijo al niño–. Bueno, decidí que eso sería en esta mañana.
–¿Mañana? Pero si es medianoche –murmuré.
–Qué vas a saber tú de los días y las noches.
–¿Ah?
–Bueno, comencemos ya.
A pesar de lo absurdo que fueron los acontecimientos que me condujeron hacia ese lugar, al final no lo lamenté… demasiado. Yo quería aprender de arcanos, el niño quería compartir sus conocimientos arcanos, la chica quería… ¿Qué demonios quería ella?
Como sea, el niño, aunque tenía poco talento como maestro, logró hacerme aprender en una hora unos cuantos encantamientos interesantes. No obstante, al final, a pesar de que no fue mi idea estar allí, fui obligado a pagarle al niño. Y en este punto ya no tenía fuerzas para llevarle la contraria a la chica.
Entonces la chica me empujó fuera del edificio. Al cruzar el umbral, creyendo que ahora sí iríamos deprisa a mi casa, presencié una escena inesperada.
–Fue divertido, ¿no? –dijo la chica con suavidad, ahora abrazando cariñosamente al niño, quien, desconcertado, tardó un poco en devolverle el abrazo.
–S-sí –respondió ruborizado.
Ninguno se atrevió a decir algo más en los siguientes largos segundos.
La chica, entonces, le dio un beso maternal en la frente y se levantó.
–Bien –dijo con su enérgica actitud habitual–, nos vemos luego. Y espero que lo de hoy no te haga dejar de mejorar, ¿me oyes? Todavía eres un crío principiante.
–Mejoraré hasta que mi talento te haga enamorarte de mí –declaró el niño con suficiencia.
–Vale, sorpréndeme. –Esbozando una media sonrisa, atravesó el umbral, cerrando la puerta tras de sí, y se recostó en esta por unos segundos.
Quise preguntarle si estaba bien, pero ella no tardó en retomar su sonrisa habitual, tomarme el brazo y obligarme a caminar.
–Ahora sí, ¿dónde dijiste que vivías?
–No seas tan quejica –dijo con su habitual sonrisa despreocupada–, pronto me lo agradecerás.
La miré con los ojos entornados.
–Eso último es mentira, ¿no?
¿Y qué respondió ella? Simplemente me mostró una sonrisa de oreja a oreja, y nada más.
Suspiré. Solo quería información, aunque fuera un poco, pero opté por resignarme.
Y así seguimos hasta llegar a un edificio. Ella colocó su mano en la cerradura de la puerta, cerró los ojos un instante y luego exclamó:
–El enorme y corpulento conejo está entrando en esta pequeña madriguera.
La puerta se abrió. La abrió ella con su magia de conjuración, en realidad. Luego me obligó a entrar primero. Y una sartén se estrelló con mi cabeza.
–¡Ay, maldita sea! –mascullé, llevando mis manos a la zona del impacto.
–¡Te dije que usar escudos humanos estaba prohibido! –escuché replicar. Detrás de un mostrador salió un niño pelinegro, de unos 12 años aproximadamente.
–Pero no es humano; es elfo. Además, en la guerra y en la amistad todo se vale –repuso la chica con una sonrisa traviesa.
–Es «en la guerra y en el amor», Miel Rancia –corrigió el niño, colocando los brazos en jarras.
–¿Amor? –Soltó una sonora carcajada–. Jamás me enamoraría de un crío tan debilucho como tú, Ratita.
–Y yo jamás me enamoraría de una chica pecho plano como tú.
Ahora los dos tenían una sonrisa muy forzada en sus rostros.
–Saben que sigo aquí, ¿no? –dije.
–Ah, ¿tú quién eres? –preguntó la chica, con la cabeza ladeada.
–¿Ah?
–Serás su estudiante por hoy.
–¿Ah? –soltamos tanto el niño como yo.
–Sí, así es. –Asintió vigorosamente con la cabeza–. Te dije que estaría contigo cuando enseñaras a tu primer estudiante, ¿recuerdas? –le dijo al niño–. Bueno, decidí que eso sería en esta mañana.
–¿Mañana? Pero si es medianoche –murmuré.
–Qué vas a saber tú de los días y las noches.
–¿Ah?
–Bueno, comencemos ya.
◄☼►•◄☼►•◄☼►•◄☼►•◄☼►
A pesar de lo absurdo que fueron los acontecimientos que me condujeron hacia ese lugar, al final no lo lamenté… demasiado. Yo quería aprender de arcanos, el niño quería compartir sus conocimientos arcanos, la chica quería… ¿Qué demonios quería ella?
Como sea, el niño, aunque tenía poco talento como maestro, logró hacerme aprender en una hora unos cuantos encantamientos interesantes. No obstante, al final, a pesar de que no fue mi idea estar allí, fui obligado a pagarle al niño. Y en este punto ya no tenía fuerzas para llevarle la contraria a la chica.
Entonces la chica me empujó fuera del edificio. Al cruzar el umbral, creyendo que ahora sí iríamos deprisa a mi casa, presencié una escena inesperada.
–Fue divertido, ¿no? –dijo la chica con suavidad, ahora abrazando cariñosamente al niño, quien, desconcertado, tardó un poco en devolverle el abrazo.
–S-sí –respondió ruborizado.
Ninguno se atrevió a decir algo más en los siguientes largos segundos.
La chica, entonces, le dio un beso maternal en la frente y se levantó.
–Bien –dijo con su enérgica actitud habitual–, nos vemos luego. Y espero que lo de hoy no te haga dejar de mejorar, ¿me oyes? Todavía eres un crío principiante.
–Mejoraré hasta que mi talento te haga enamorarte de mí –declaró el niño con suficiencia.
–Vale, sorpréndeme. –Esbozando una media sonrisa, atravesó el umbral, cerrando la puerta tras de sí, y se recostó en esta por unos segundos.
Quise preguntarle si estaba bien, pero ella no tardó en retomar su sonrisa habitual, tomarme el brazo y obligarme a caminar.
–Ahora sí, ¿dónde dijiste que vivías?
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Pudor | [Encantamiento de Joya]: Cuando el portador de la joya se transforme, todo su equipamiento lo hará consigo, desapareciendo hasta que vuelva a forma humana. No cuenta para el límite de encantamientos por personaje. | 5 |
Runa de Sombras | [Encantamiento de Armadura]: Mientras el portador esté en un lugar oscuro, no será posible verle si está a más de 2 metros, ni siquiera con habilidades para ver en la oscuridad. | 5 |
Runa de Armonía Natural | [Encantamiento de Armadura]: Los animales y criaturas salvajes evitarán atacar al portador, a excepción que éste tome una acción hostil en su contra. | 5 |
Armadura Engañosa | [Encantamiento de Armadura]: La armadura encantada generará una ilusión elegida al encantarla que la hará parecer distinta de lo que en verdad es, pudiendo aparentar ser un conjunto de ropa común o lo que desee el creador (siempre vestimenta o armadura). Esta apariencia puede activarse o desactivarse a voluntad del usuario. | 5 |
Glifo de Fisura | [Pergamino, Limitado, 1 Uso]: Al poner este pergamino sobre una superficie sólida se comenzará a formar una grieta que se irá expandiendo de a poco hasta romper la estructura o alcanzar una extensión de 10 metros. | 5 |
TOTAL | 25 |
Rauko
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Re: MERCADO de Aerandir
Alisha hizo a su montura cabalgar lentamente por el mercado. Había sido un viajecito, pero finalmente estaban allí. Ahora solo necesitaba encontrar el establo, cosa que resultó ser bastante fácil, es decir, todas las tiendas lucían como… bueno, tiendas o tenderetes, así que el establo era bastante distintivo.
Una vez llego, el Teniente Plumitas tomo la iniciativa y metió la cabeza entera por la ventanilla, sobresaltando al pobre desgraciado al otro lado. –Toc Toc.- intentó arreglar Alisha.
-¿Si? No aceptamos devoluciones.- dijo una vocecilla al otro lado de la pared. –Por favor, retira a tu mascota.-
Mientras la vampiresa intentaba hacer recular a Plumitas, explico su problema al hombre. –Veras, me encontré ese adorable pajarito allí fuera. Solo. Absolutamente solo sin nadie malo a su alrededor. Y decidí adoptarlo. Vengo a por los papeles. Y riendas. Y comida. ¿Qué come siquiera un upelelo? Le he estado dando manzanas todo el camino. Y supongo que mirar si estaba saludable, sabes, el viaje de vuelta fue….intenso.-
El hombre, ahora que podía verlo, tenía un pelo castaño despeinado. Aunque a juzgar por el brillo de este, puede que fuese porque Plumitas había intentado comérselo. Ni un grito de pánico, menudo profesional. Le dio unos segundos para recuperarse, ella sabía mejor que nadie el mal aliento que tenía ese bicho. Oh, cierto. –Puede que algún tipo de poción para el mal aliento upelelico también, ¿tenéis de eso?-
El hombre se la quedó mirando unos cuantos, largos segundos, hasta finalmente decidir que no era su problema si ese pájaro infernal era robado, y levantarse a buscar lo que le había pedido. –Bienvenido a la familia Plumitas.- Decretó la vampiresa, dándole palmaditas al upelelo.
_______
Con el patronaje de cierto vampiro, compro un héroe de guerra, el Teniente Plumitas, el upelelo usado en Carrera de Upelelos.
Una vez llego, el Teniente Plumitas tomo la iniciativa y metió la cabeza entera por la ventanilla, sobresaltando al pobre desgraciado al otro lado. –Toc Toc.- intentó arreglar Alisha.
-¿Si? No aceptamos devoluciones.- dijo una vocecilla al otro lado de la pared. –Por favor, retira a tu mascota.-
Mientras la vampiresa intentaba hacer recular a Plumitas, explico su problema al hombre. –Veras, me encontré ese adorable pajarito allí fuera. Solo. Absolutamente solo sin nadie malo a su alrededor. Y decidí adoptarlo. Vengo a por los papeles. Y riendas. Y comida. ¿Qué come siquiera un upelelo? Le he estado dando manzanas todo el camino. Y supongo que mirar si estaba saludable, sabes, el viaje de vuelta fue….intenso.-
El hombre, ahora que podía verlo, tenía un pelo castaño despeinado. Aunque a juzgar por el brillo de este, puede que fuese porque Plumitas había intentado comérselo. Ni un grito de pánico, menudo profesional. Le dio unos segundos para recuperarse, ella sabía mejor que nadie el mal aliento que tenía ese bicho. Oh, cierto. –Puede que algún tipo de poción para el mal aliento upelelico también, ¿tenéis de eso?-
El hombre se la quedó mirando unos cuantos, largos segundos, hasta finalmente decidir que no era su problema si ese pájaro infernal era robado, y levantarse a buscar lo que le había pedido. –Bienvenido a la familia Plumitas.- Decretó la vampiresa, dándole palmaditas al upelelo.
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Con el patronaje de cierto vampiro, compro un héroe de guerra, el Teniente Plumitas, el upelelo usado en Carrera de Upelelos.
OBJETOS A COMPRAR | AEROS | |
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Montura Superior | Animal como un caballo u otro que sirva de montura. Ha sido entrenado para tal función. Se puede combatir en su lomo, pero el animal mismo no posee habilidades de combate. | 300 |
TOTAL | 300 |
Alisha Lessard
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Re: MERCADO de Aerandir
Y luego de dejar Plumitas en un lugar adecuado, lo que básicamente se tradujo a pedirle al dueño de la taberna que dejara un lugar en el establo extra bonito para su adorable nuevo amigo, volvió al mercado. De camino había visto unas cuantas pociones chulas, y por supuesto que ahora quería aprenderlas.
Una amable ancianita le enseñó la receta del Jugo de Visión Nocturna a un precio irrisorio, ni siquiera creía que cubriera los materiales, pero la mujer claramente se aburría y quería hablar, así que no dijo nada, escuchando atentamente. Luego siguió el Rocío de Ortiga. No era una de las pociones que tenía pensado aprender, pero la mujer se la ofreció, con una chispa de esperanza en los ojos para que se quedara un poco más, así que por supuesto no pudo decirle que no. Hicieron pociones, bebieron té y hornearon galletitas, y Alisha se fue, ya bien entrada en la noche, prometiendo volver otro día.
La adorable ancianita, Agnes, le dio la ubicación de su siguiente objetivo, un tipo de aspecto sospechoso, con capa cubriéndole todo el cuerpo, la mayoría de la cara incluida. Le había dicho que fuera con cuidado, pero seguro que se preocupaba por nada, que sería un buen hombre.
Aparentemente, dicho hombre no apreciaba que una chiquilla se plantara ante él y dijera a pleno pulmón “enséñame a hacer venenos”, aunque fuera negra noche. Aunque al final acabo enseñándole para que se callara de una vez. O eso decía al menos, sospechaba que le habia cogido cariño. Es decir, no solo le enseñó las recetas del toque de Sopor y el veneno de El Blanco, fuese quien fuese ese tipo, sino que también añadió la del Fuego Embotellado. O puede que le hubiera oído mal y fuese Fuego Envenenado, pero lo dudaba.
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Primera tanda de recetas alquímicas.
Una amable ancianita le enseñó la receta del Jugo de Visión Nocturna a un precio irrisorio, ni siquiera creía que cubriera los materiales, pero la mujer claramente se aburría y quería hablar, así que no dijo nada, escuchando atentamente. Luego siguió el Rocío de Ortiga. No era una de las pociones que tenía pensado aprender, pero la mujer se la ofreció, con una chispa de esperanza en los ojos para que se quedara un poco más, así que por supuesto no pudo decirle que no. Hicieron pociones, bebieron té y hornearon galletitas, y Alisha se fue, ya bien entrada en la noche, prometiendo volver otro día.
La adorable ancianita, Agnes, le dio la ubicación de su siguiente objetivo, un tipo de aspecto sospechoso, con capa cubriéndole todo el cuerpo, la mayoría de la cara incluida. Le había dicho que fuera con cuidado, pero seguro que se preocupaba por nada, que sería un buen hombre.
Aparentemente, dicho hombre no apreciaba que una chiquilla se plantara ante él y dijera a pleno pulmón “enséñame a hacer venenos”, aunque fuera negra noche. Aunque al final acabo enseñándole para que se callara de una vez. O eso decía al menos, sospechaba que le habia cogido cariño. Es decir, no solo le enseñó las recetas del toque de Sopor y el veneno de El Blanco, fuese quien fuese ese tipo, sino que también añadió la del Fuego Embotellado. O puede que le hubiera oído mal y fuese Fuego Envenenado, pero lo dudaba.
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Primera tanda de recetas alquímicas.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Jugo de Visión Nocturna | [Elixir, Limitado, 2 Usos] Líquido oscuro y de sabor tostado. Te permite ver en la oscuridad durante 15 minutos. | 15 |
Rocío de Ortiga | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido verde que, al ser rociado sobre alguien, le causará inmediatamente una fuerte y casi irresistible comezón. Si cae en los ojos o la nariz perjudicará el sentido asociado. | 15 |
Toque de Sopor | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Gel amarillento que, al aplicarse en un arma, permite que envenene al herir. El afectado sentirá un intenso calor que le hará comenzar a marearse. Mientras más persista combatiendo, más mareado se sentirá, hasta caer inconsciente. Dura 10 minutos en el arma. | 15 |
Veneno de El Blanco | [Veneno, Limitado, 2 Usos] Líquido blanquecino, insípido e inodoro que, al ser bebido, hará que la persona olvide por completo los hechos de la última semana. El efecto dura 1 hora. | 15 |
Fuego Embotellado | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido anaranjado que, al hacer contacto con el aire, se incendia inmediatamente. Puede cubrir un área de hasta 1 metro cuadrado. Las llamas duran aproximadamente 1 minuto (a menos que se expandan en un material inflamable). | 15 |
TOTAL | 75 |
Alisha Lessard
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Re: MERCADO de Aerandir
Jack, el tipo de los venenos, no era tan malo. Estaba segura al 90% de que vestía así porque pensaba que era guay. O lo había hecho en su momento, y ahora había cierta expectativa de que tenía que lucir así. En cualquier caso, este también le dio direcciones a su siguiente presa, una tienda de pociones bastante grande y de aspecto lujoso. Es decir, hasta tenía una estantería con libros allí mismo.
La regentaba, al menos de noche, un elfo, que fue más receptivo que Jack a su petición de aprendizaje. Vagamente. Es decir, no se enfadó, pero lo único que hizo fue cobrarle, traerle una silla y darle unos cuantos libros para que estudiara allí mismo, mientras volvía al mostrador a mirar por la puerta con cara de aburrido. Era un método de enseñanza cuestionable, pero al menos los libros parecían ser buenos, había uno de anatomía, sobre cómo administrar primeros auxilios, que hierbas aplicar, como, y cuales nunca aplicar. Otro parecía tratar de venenos, como reconocer los síntomas, y qué hacer con estos, principalmente que hierbas o setas mezclar y como aplicarlas para tratar el envenenamiento, así como reconocer cuando era demasiado tarde.
No era libros muy grandes la verdad, y ya sabía algunas de las cosas, así que se saltaba alguna página de vez en cuando. Decidió probar suerte y pedir que le enseñara más cosas, y después de unas cuantas preguntas para demostrar que había leído de verdad los libros, pasaron al siguiente paso.
Estaba bastante segura que la Poción de Salud no era un invento elfico, por más que el tipo dijera, pero se calló esa parte, le estaba enseñando, aunque fuera gruñón al respecto, y luego la otra, una poción de resistencia mágica, que esperaba no tener que usar nunca, porque “neutralizar parcialmente” sonaba peligroso y realmente no le hacía demasiado gracia tener que comprobar si la había hecho bien o no de manera tan drástica.
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Ultima tanda de recetasde momento
La regentaba, al menos de noche, un elfo, que fue más receptivo que Jack a su petición de aprendizaje. Vagamente. Es decir, no se enfadó, pero lo único que hizo fue cobrarle, traerle una silla y darle unos cuantos libros para que estudiara allí mismo, mientras volvía al mostrador a mirar por la puerta con cara de aburrido. Era un método de enseñanza cuestionable, pero al menos los libros parecían ser buenos, había uno de anatomía, sobre cómo administrar primeros auxilios, que hierbas aplicar, como, y cuales nunca aplicar. Otro parecía tratar de venenos, como reconocer los síntomas, y qué hacer con estos, principalmente que hierbas o setas mezclar y como aplicarlas para tratar el envenenamiento, así como reconocer cuando era demasiado tarde.
No era libros muy grandes la verdad, y ya sabía algunas de las cosas, así que se saltaba alguna página de vez en cuando. Decidió probar suerte y pedir que le enseñara más cosas, y después de unas cuantas preguntas para demostrar que había leído de verdad los libros, pasaron al siguiente paso.
Estaba bastante segura que la Poción de Salud no era un invento elfico, por más que el tipo dijera, pero se calló esa parte, le estaba enseñando, aunque fuera gruñón al respecto, y luego la otra, una poción de resistencia mágica, que esperaba no tener que usar nunca, porque “neutralizar parcialmente” sonaba peligroso y realmente no le hacía demasiado gracia tener que comprobar si la había hecho bien o no de manera tan drástica.
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Ultima tanda de recetas
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Poción de Resistencia Mágica | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido púrpura que, al beberse, hace que, durante esta ronda, el próximo efecto mágico usado en tu contra reduzca su efectividad a la mitad. No actúa sobre efectos ya recibidos. | 15 |
Poción de Salud | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana hasta 2 heridas moderadas o leves en pocos segundos. | 15 |
Primeros Auxilios | [Técnica] Aplicas una mezcla de hierbas sobre una herida, bajando un nivel de gravedad (de moderada a leve, de grave a moderada, sanándola si es leve). | 50 |
Crear Antídoto | [Técnica] Mezclas ingredientes para crear un antídoto para un veneno que sepas fabricar. | 50 |
Kit Alquímico Regular | [Limitado, Requiere ser Alquimista, 2 Usos] Set de viales con fórmulas secretas diversas que permiten llevar a cabo una Técnica de Alquimia a nivel Avanzado o inferior. | 15 |
TOTAL | 145 |
Alisha Lessard
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Re: MERCADO de Aerandir
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Re: MERCADO de Aerandir
Demian casi no reconocía su tierra natal con todo el ajetreo de la Feria de Invierno, pero había un lugar que, por su naturaleza, conservaba el silencio y la calma suficientes para aprender, el Hekshold...
...o eso pensaba Demian.
Lo cierto es que incluso el castillo tenía más visitantes que de costumbre. Las clases aún conservaban su silencio necesario, pero en los patios había algunos mercaderes apostados. No se trataba de gente que estaba sólo por las ventas, sin embargo, sino de personas experimentadas que deseaban compartir los secretos con los maestros de tan prestigiosa institución.
Finalmente el propio Demian acabó hablando con ellos.
Y fue así que dio con Alexander.
Alexander era un sujeto muy flaco, tanto que Demian temía que en cualquier momento fuese a caer enfermo o debilitado, pero lo cierto es que no se detenía en ningún momento. Era difícil estimar su edad, dado solía llevar una máscara para gases y su cabello estaba teñido de muchos colores.
–¿Dices que la poción de salud se debe hacer con agua destilada? –preguntó.
–Sólo si quieres que sea de buena calidad –contestó el maestro de alquimia.
–¿Y no hay que agregarle trozos de las hierbas?
–No, no. Debes extraer todo el concentrado en una solución con alcohol y sólo eso es lo que agregas a la poción. Los trozos de hoja no hacen más que acelerar la descomposición.
Demian asintió. Le había pagado unos generosos aeros a ese sujeto para que le enseñara sus secretos y no pensaba desperdiciar ni un sólo segundo.
–¿Y cómo es posible preparar el Fuego Embotellado sin que toque jamás el aire? –quiso saber.
–Ah, el secreto está en tener el equipo necesario. No es nada tan difícil, realmente, si usas las herramientas correctas. Sólo debes agregar los ingredientes por separado a esta botella especial de tres compartimientos, procurar llenarla, sin que se mezclen las cosas y sólo entonces, después de taparla, agitar con cuidado.
Demian se rascó la cabeza. Aquella iba a ser una tarde muy larga si quería memorizar toda esa información.
Demian aprende las siguientes recetas de Alquimia:
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Poción de Salud | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana hasta 2 heridas moderadas o leves en pocos segundos. | 15 |
Jugo de Visión Nocturna | [Elixir, Limitado, 2 Usos] Líquido oscuro y de sabor tostado. Te permite ver en la oscuridad durante 15 minutos. | 15 |
Rocío de Ortiga | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido verde que, al ser rociado sobre alguien, le causará inmediatamente una fuerte y casi irresistible comezón. Si cae en los ojos o la nariz perjudicará el sentido asociado. | 15 |
Toque de Sopor | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Gel amarillento que, al aplicarse en un arma, permite que envenene al herir. El afectado sentirá un intenso calor que le hará comenzar a marearse. Mientras más persista combatiendo, más mareado se sentirá, hasta caer inconsciente. Dura 10 minutos en el arma. | 15 |
Fuego Embotellado | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido anaranjado que, al hacer contacto con el aire, se incendia inmediatamente. Puede cubrir un área de hasta 1 metro cuadrado. Las llamas duran aproximadamente 1 minuto (a menos que se expandan en un material inflamable). | 15 |
TOTAL | 75 |
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Re: MERCADO de Aerandir
"Al que madruga los Celestiales lo ayudan"
Un dicho muy común entre pobladores aeraldianos, Y es que refiere a la productividad al aprovechamiento útiles del sol saliente el ciclo de vida que un habitante común transitaba. La gente de ciudad era así, arrancaban el día muy temprano para abrir sus mercados limpiar las frutas, verduras, etc... exponerlas y, de esta manera, los primeros en ganar a los más exigentes; la carne no era tan rica por la mañana y al mediodía el animal recién muerto tenía un precio que no lo tenía que ya había estado expuesto a las inclemencias del clima y la servidumbre de Nobles, Condes y Reyes lo sabían. Una competencia constante que movía el mercado.
Sauron se levantaba por las mañanas para iniciar sus rezos temprano en ayunas mucho antes de salir a predicar la palabra y quedaba libre poco después de la salida del sol. Esa mañana prometía ser igual que otras de no ser por una diferencia circunstancial, Sauron tenía dinero. Pregonar daba sus frutos, su voto de pobreza era su fuerte pero también era su mayor desafío, ser pobre en un mundo capitalista hacia escaso el dinero con el que podía contar para crecer en técnica y en habilidad. Por todo ello es importante, una mañana importante... decidió salir a ver qué podía aprender, qué receta nueva le agregaría diversidad a su intelecto.
Gelga le recomendo un sitio, un local como cualquier otro sin muchos ventanales, con una gran puerta de acceso y el interior lleno de artilugios llamativos, un viejo de barba larga reposaba en un sillón mientras ojeaba unos libros sobre una mesa ratona, no parecía haber otro tipo de vida, inteligente al menos, las arañas eran abundantes.
- Los Celestiales lo cuiden buen hombre esta hermosa mañana - saludó acercándose unos pasos donde este, tratando de llamar su atención - me dijeron que usted enseñaba alquimia - sacó entonces unos pocos aeros del bolsillo - yo aún soy principiante yo tengo muchas ganas de aprender lo que me quiere enseñar.
Fue casi instantáneo, al parecer el sonido de aquellos aeros le volvió la vida y la juventud, se despegó del asiento en un brinco y con una sonrisa que se dejó entrever a través de las hebras blancas que colgaban desde el bigotbigote, tomó los aeros de sus manos y lo invitó a pasar hacia la parte trasera del establecimiento.
"Qué confianza... dejar todo abierto adelante y conducir un extraño hacia la parte de atrás así ~"
Una mesa llena de objetos, de hierbas, de libros, de papeles se aprecia muy en el fondo hacia dónde se dirigian, movió todo a un lado dejando no más que un libro en el centro del area de trabajo, el cual abrió y ensañado busco unas páginas específicas. Su postura cambio completamente entonces, con un movimiento rápido de falanges el cabello blanco comezó a meterse al rostro, volviendo a entrar en los poros o algo parecido. No se veía más joven pero ahora podía interpretarse su rostro.
Aún muy animado no espero que Sauron se acomodara, empezó a mostrarle las hojas y otras cosas, a darle indicaciones sin tiempo a que nada leyera nada, explicandole de memoria; el joven dragón torpemente intentaba a seguirlo, torpemente intentaba leer, torpemente trataba de prestar atención y es que el viejo hablaba y se expresaba de una manera muy veloz, en el momento que pudo se hizo de un papel y algo para escribir.
El sol llegó al punto más alto sin que se diera cuenta del paso del tiempo, lo zupo por un ventiluz que entre sus vanos de tierra permitía el paso de pequeños rayos de luz.
Ya estaban terminando lo que pareció una intensa clase de conocimientos.
Un dicho muy común entre pobladores aeraldianos, Y es que refiere a la productividad al aprovechamiento útiles del sol saliente el ciclo de vida que un habitante común transitaba. La gente de ciudad era así, arrancaban el día muy temprano para abrir sus mercados limpiar las frutas, verduras, etc... exponerlas y, de esta manera, los primeros en ganar a los más exigentes; la carne no era tan rica por la mañana y al mediodía el animal recién muerto tenía un precio que no lo tenía que ya había estado expuesto a las inclemencias del clima y la servidumbre de Nobles, Condes y Reyes lo sabían. Una competencia constante que movía el mercado.
Sauron se levantaba por las mañanas para iniciar sus rezos temprano en ayunas mucho antes de salir a predicar la palabra y quedaba libre poco después de la salida del sol. Esa mañana prometía ser igual que otras de no ser por una diferencia circunstancial, Sauron tenía dinero. Pregonar daba sus frutos, su voto de pobreza era su fuerte pero también era su mayor desafío, ser pobre en un mundo capitalista hacia escaso el dinero con el que podía contar para crecer en técnica y en habilidad. Por todo ello es importante, una mañana importante... decidió salir a ver qué podía aprender, qué receta nueva le agregaría diversidad a su intelecto.
Gelga le recomendo un sitio, un local como cualquier otro sin muchos ventanales, con una gran puerta de acceso y el interior lleno de artilugios llamativos, un viejo de barba larga reposaba en un sillón mientras ojeaba unos libros sobre una mesa ratona, no parecía haber otro tipo de vida, inteligente al menos, las arañas eran abundantes.
- Los Celestiales lo cuiden buen hombre esta hermosa mañana - saludó acercándose unos pasos donde este, tratando de llamar su atención - me dijeron que usted enseñaba alquimia - sacó entonces unos pocos aeros del bolsillo - yo aún soy principiante yo tengo muchas ganas de aprender lo que me quiere enseñar.
Fue casi instantáneo, al parecer el sonido de aquellos aeros le volvió la vida y la juventud, se despegó del asiento en un brinco y con una sonrisa que se dejó entrever a través de las hebras blancas que colgaban desde el bigotbigote, tomó los aeros de sus manos y lo invitó a pasar hacia la parte trasera del establecimiento.
"Qué confianza... dejar todo abierto adelante y conducir un extraño hacia la parte de atrás así ~"
Una mesa llena de objetos, de hierbas, de libros, de papeles se aprecia muy en el fondo hacia dónde se dirigian, movió todo a un lado dejando no más que un libro en el centro del area de trabajo, el cual abrió y ensañado busco unas páginas específicas. Su postura cambio completamente entonces, con un movimiento rápido de falanges el cabello blanco comezó a meterse al rostro, volviendo a entrar en los poros o algo parecido. No se veía más joven pero ahora podía interpretarse su rostro.
Aún muy animado no espero que Sauron se acomodara, empezó a mostrarle las hojas y otras cosas, a darle indicaciones sin tiempo a que nada leyera nada, explicandole de memoria; el joven dragón torpemente intentaba a seguirlo, torpemente intentaba leer, torpemente trataba de prestar atención y es que el viejo hablaba y se expresaba de una manera muy veloz, en el momento que pudo se hizo de un papel y algo para escribir.
El sol llegó al punto más alto sin que se diera cuenta del paso del tiempo, lo zupo por un ventiluz que entre sus vanos de tierra permitía el paso de pequeños rayos de luz.
Ya estaban terminando lo que pareció una intensa clase de conocimientos.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Elixir del Sabueso | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido de fuerte y desagradable aroma que, tras beberse, duplica la sensibilidad del oído y el olfato por media hora. | 5 |
Perfume de Freya | [Elixir, Limitado, 2 Usos] Líquido en base a amorttentia de agradable aroma que, al ser usado, incrementará considerablemente el atractivo del personaje para los demás. | 5 |
Esencia de Dulces Sueños | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido transparente con un suave aroma a Anís. 5 minutos luego de beber al menos 100ml, la persona caerá en un profundo sueño. Golpear al afectado lo despertará. | 5 |
Poción de Estoicismo | [Elixir, Limitado, 2 Usos] Otorga inmunidad ante el dolor e ignorar limitaciones derivadas de heridas (mientras sea razonable). Dura 2 rondas. | 5 |
TOTAL | 20 |
Sauron Guardgris
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Re: MERCADO de Aerandir
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Re: MERCADO de Aerandir
El aprendizaje con Alexander no cesaba y Demian había llegado a primera hora de la mañana a su tienda de campaña. El chico se sorprendía de lo mucho que había allí, todo de vidrio, muy delicado. De alguna manera ese sujeto había sido capaz de transportar todo ello a través del mar hasta las islas, sin siquiera ser un mago.
Pero el asunto que trataban era distinto, por supuesto.
Demian estaba en ese momento estudiando de un libro. Claro, no todo en alquimia era experimentar, mucho se debía aprender a la vieja usanza, leyendo los tomos dejados por maestros. En este caso era un tomo de medicina.
El chico había debido usar primero auxilios con anterioridad, desarrollando más de alguna habilidad con ello, pero aún le faltaba profundizar en ese aprendizaje desde la teoría.
–Lo principal que debes saber es que para atender a personas, crear antídotos o, en general, prestar primeros auxilios, debes ser capaz de mantener todos los materiales perfectamente limpios y esterilizados, de otra manera acabarás causando más daño que bien –aclaró Alexander.
–¿Incluso para crear antídotos? –continuó el chico.
–Por supuesto, tu antídoto debe estar limpio o no sabes qué interacciones extrañas podría contener.
Demian tomó nota. Ciertamente en el pasado no había prestado tanta atención a ese detalle como el libro sugería. Aquello podía parecer exagerado, pero según las notas, era importante.
–Pero, ya basta de teoría. Es hora de que aprendas todo lo que un kit de alquimista debe llevar. Ven conmigo.
Demian siguió al maestro hasta el rincón en donde descansaban unos bolsos blancos, pulcramente limpios.
–Recuerda, siempre todo debe ir limpio –recalcó Alexander.
Aprendo las siguientes recetas de Alquimia:
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Fuego Embotellado | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido anaranjado que, al hacer contacto con el aire, se incendia inmediatamente. Puede cubrir un área de hasta 1 metro cuadrado. Las llamas duran aproximadamente 1 minuto (a menos que se expandan en un material inflamable). | 15 |
Poción de Resistencia Mágica | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido púrpura que, al beberse, hace que, durante esta ronda, el próximo efecto mágico usado en tu contra reduzca su efectividad a la mitad. No actúa sobre efectos ya recibidos. | 15 |
Primeros Auxilios | [Técnica] Aplicas una mezcla de hierbas sobre una herida, bajando un nivel de gravedad (de moderada a leve, de grave a moderada, sanándola si es leve). | 50 |
Crear Antídoto | [Técnica] Mezclas ingredientes para crear un antídoto para un veneno que sepas fabricar. | 50 |
Kit Alquímico Regular | [Limitado, Requiere ser Alquimista, 2 Usos] Set de viales con fórmulas secretas diversas que permiten llevar a cabo una Técnica de Alquimia a nivel Avanzado o inferior. | 15 |
TOTAL | 145 |
Demian
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Re: MERCADO de Aerandir
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Re: MERCADO de Aerandir
No es casual, pero muchas veces le ocurre a Mérida que al quedarse dormida recuerda sus días en el bosque y cómo llegó allí, al igual que su paz.
Aquella noche fue una de esas noches... Recordaba los gritos de las personas que la seguían enfurecidos, recordaba las piedras que amedrentaban contra ella y como un gran árbol con un enorme hueco en el interior le dio refugio, escondite y seguridad su primer noche, su segunda noche, la tercera y la cuarta, su primer semana y su primer mes.
Vivía como salvaje en aquel entonces, usaba su magia para mover piedras y matar pajaritos, los abría como podía y así en crudo se alimentaba, la gran humedad del ambiente le permitió desarrollar al máximo la telequinesis a nivel molecular solo con las partículas de hidrógeno, y esto le permitía percibir dónde estaban los objetos, los animales, las ramas de los árboles y piedras en el suelo, en esos dos o tres meses se hizo una con el bosque antes de volver a ver a otra persona.
Un viajero de mayor edad se inmiscuyó en sus territorios buscando a la bruja que todo el pueblo maldecía y es que la pequeña se había convertido en el mito urbano que usaban las madres para algo obligar a comer a sus hijos o padres para que las hijas no se les escapen de noche; Derek Bohumir era su nombre, no pertenecía al poblado de Sandorai, ni a sus tierras, ni a su bosque, era un cazador de recompensas, uno que se desilusionó al conocer a la terrible bruja que acechaba los aldeanos.
- Enserio pagan por tu cabeza niña??? - le preguntó sentado junto a la entrada del hueco del árbol mientras Mérida dormitaba, en un brinco reaccionó Al escuchar su voz ya que no se lo esperaba y se metió en lo más profundo entre las raíces.
"Cómo se acercó tanto sin que lo percibiera???" No podía ver para afuera y tenía miedo de asomarse y, como no tenerlo con tal recibimiento mañanero, ella podía percibir hasta las aves que se posaban en las ramas más lejanas del ombú, su visitante no era normal y lo presentía, tenía sus manos hacia delante lista para atacar si era necesario, sí aquel hombre llegará a entrar.
De pronton un olor peculiar invadió sus fauces sagazmente, un aroma delicioso que ella conocía o recordaba "Carne asada?" se preguntó mientras el aroma ocupaba cada Rincón del recinto. Su estómago rugió con fuerza y un carraspeo se escuchó del exterior seguido por una risa contagiosa, Mérida se armó el coraje y asomo la cabeza fuera, el extraño había montado un fuego y en él cocinaba una pieza de carne estacada mientras sentado a un lado con un cuchillo sacaba filo unas maderas.
La pequeña se acercó a la carne arrastrada por el perfume caminando sobre pies y manos como un animal y hubiera llegado su objetivo de no ser por un pedazo de madera que se clavó en el suelo frente a ella, esa cosa pudo haberla lastimado de gravedad en la mano con la fuerza y velocidad con la que cortó el aire que ella pudo percibir, no pudo evitar echarse para atrás.
- Eres una persona camina solo con los pies, y lávate las manos para comer... - le dijo y pateo un tacho de madera con agua en su interior, Mérida giro donde la voz muy confundida y anonadada.
- No eres una reina de belleza, verdad? - le preguntó entre risas y se levantó por el dardo que había lanzado. No entendia nada nada pero le habia hecho caso seguída por el hambre, no comía nada decente desde hace mucho tiempo. El cuenco de agua llamó su atención, tantas partículas juntas serán fáciles de ubicar, rápidamente procedió a enjugar sus manos y su cara disfrutando el frescor y volteó donde la carne para acercarse a comer caminando esta vez sólo con las piernas lo cual le resultó un poco liado ya que había perdido la costumbre.
Ese plato de comida fue el vínculo qué estrecho lazos con Derek; Él sólo se quedó cinco días y ya el segundo día ella se animó hacer recíproca con el interés mostrado, le comentó su historia, su magia y de cómo vivía hasta entonces. Derek le cocinó y la cuidó como si fuera su familiar, en esos cortos momentos le enseñó a Mérida cómo trabajar la madera para crear pequeños objetos como el cuenco donde tomó el agua y la estaca donde clavar la carne, le mostró como construir pequeños refugios y le ayudó a establecer su Nuevo Hogar.
Finalmente llegó el día en que debía marcharse.
- Te enseñare una cosa más pequeña - sacó su cuchillo mientras le hablaba y un objeto más de su morral - esto ballesta para disparar dardos como el que use el primer día qué te vi, suelo usar los dardos normales o embeberlos en veneno. Te mostraré Cómo hacer una Y cómo preparar un pequeño veneno, determina con criaturas de mayor tamaño.
Mérida no podía ver un objetivo pero podía percibir cada contorno de la presencia de las diversas criaturas a su alrededor, el no tener su vista le había vuelto más perceptiva con los demás sentidos; buscar el palpitar de un corazón en una presa no era tan complicado sólo debía coordinar el disparo con el sonido.
- Con eso estarás bien un arma y una trampa tan básica te ayudarán a conseguir presas más grandes que simples pájaros. - Derek se levantó y junto sus cosas dispuesto a marcharse - una cosa más - exclamó metiendo la mano en el bolsillo lateral - concervalo. - se dio vuelta y se marchó.
***
Al despertar conmocionada, Mérida sentía un hueco en su pecho, era la sensación extraña que aquellos sueños siempre le dejaban. Busco entonces su pequeña bolsa metiendo la mano con urgencia, sacó de su interior un cuchillo de mano de tamaño regular con una empuñadura de madera forrado en cuero trabajado, la misma tenía el nombre de aquel sujeto gravado sobre el dorso pero Mérida no sabía leer, y ya no recordaba su nombre. Por más que pasará y pasará su dedo por sobre las hendiduras no reconocía ninguna sólo letra. La sujeto entre sus manos, se dio vuelta la cama y sigue durmiendo.
♤♡◇♧Aquella noche fue una de esas noches... Recordaba los gritos de las personas que la seguían enfurecidos, recordaba las piedras que amedrentaban contra ella y como un gran árbol con un enorme hueco en el interior le dio refugio, escondite y seguridad su primer noche, su segunda noche, la tercera y la cuarta, su primer semana y su primer mes.
Vivía como salvaje en aquel entonces, usaba su magia para mover piedras y matar pajaritos, los abría como podía y así en crudo se alimentaba, la gran humedad del ambiente le permitió desarrollar al máximo la telequinesis a nivel molecular solo con las partículas de hidrógeno, y esto le permitía percibir dónde estaban los objetos, los animales, las ramas de los árboles y piedras en el suelo, en esos dos o tres meses se hizo una con el bosque antes de volver a ver a otra persona.
Un viajero de mayor edad se inmiscuyó en sus territorios buscando a la bruja que todo el pueblo maldecía y es que la pequeña se había convertido en el mito urbano que usaban las madres para algo obligar a comer a sus hijos o padres para que las hijas no se les escapen de noche; Derek Bohumir era su nombre, no pertenecía al poblado de Sandorai, ni a sus tierras, ni a su bosque, era un cazador de recompensas, uno que se desilusionó al conocer a la terrible bruja que acechaba los aldeanos.
- Enserio pagan por tu cabeza niña??? - le preguntó sentado junto a la entrada del hueco del árbol mientras Mérida dormitaba, en un brinco reaccionó Al escuchar su voz ya que no se lo esperaba y se metió en lo más profundo entre las raíces.
"Cómo se acercó tanto sin que lo percibiera???" No podía ver para afuera y tenía miedo de asomarse y, como no tenerlo con tal recibimiento mañanero, ella podía percibir hasta las aves que se posaban en las ramas más lejanas del ombú, su visitante no era normal y lo presentía, tenía sus manos hacia delante lista para atacar si era necesario, sí aquel hombre llegará a entrar.
De pronton un olor peculiar invadió sus fauces sagazmente, un aroma delicioso que ella conocía o recordaba "Carne asada?" se preguntó mientras el aroma ocupaba cada Rincón del recinto. Su estómago rugió con fuerza y un carraspeo se escuchó del exterior seguido por una risa contagiosa, Mérida se armó el coraje y asomo la cabeza fuera, el extraño había montado un fuego y en él cocinaba una pieza de carne estacada mientras sentado a un lado con un cuchillo sacaba filo unas maderas.
La pequeña se acercó a la carne arrastrada por el perfume caminando sobre pies y manos como un animal y hubiera llegado su objetivo de no ser por un pedazo de madera que se clavó en el suelo frente a ella, esa cosa pudo haberla lastimado de gravedad en la mano con la fuerza y velocidad con la que cortó el aire que ella pudo percibir, no pudo evitar echarse para atrás.
- Eres una persona camina solo con los pies, y lávate las manos para comer... - le dijo y pateo un tacho de madera con agua en su interior, Mérida giro donde la voz muy confundida y anonadada.
- No eres una reina de belleza, verdad? - le preguntó entre risas y se levantó por el dardo que había lanzado. No entendia nada nada pero le habia hecho caso seguída por el hambre, no comía nada decente desde hace mucho tiempo. El cuenco de agua llamó su atención, tantas partículas juntas serán fáciles de ubicar, rápidamente procedió a enjugar sus manos y su cara disfrutando el frescor y volteó donde la carne para acercarse a comer caminando esta vez sólo con las piernas lo cual le resultó un poco liado ya que había perdido la costumbre.
Ese plato de comida fue el vínculo qué estrecho lazos con Derek; Él sólo se quedó cinco días y ya el segundo día ella se animó hacer recíproca con el interés mostrado, le comentó su historia, su magia y de cómo vivía hasta entonces. Derek le cocinó y la cuidó como si fuera su familiar, en esos cortos momentos le enseñó a Mérida cómo trabajar la madera para crear pequeños objetos como el cuenco donde tomó el agua y la estaca donde clavar la carne, le mostró como construir pequeños refugios y le ayudó a establecer su Nuevo Hogar.
Finalmente llegó el día en que debía marcharse.
- Te enseñare una cosa más pequeña - sacó su cuchillo mientras le hablaba y un objeto más de su morral - esto ballesta para disparar dardos como el que use el primer día qué te vi, suelo usar los dardos normales o embeberlos en veneno. Te mostraré Cómo hacer una Y cómo preparar un pequeño veneno, determina con criaturas de mayor tamaño.
Mérida no podía ver un objetivo pero podía percibir cada contorno de la presencia de las diversas criaturas a su alrededor, el no tener su vista le había vuelto más perceptiva con los demás sentidos; buscar el palpitar de un corazón en una presa no era tan complicado sólo debía coordinar el disparo con el sonido.
- Con eso estarás bien un arma y una trampa tan básica te ayudarán a conseguir presas más grandes que simples pájaros. - Derek se levantó y junto sus cosas dispuesto a marcharse - una cosa más - exclamó metiendo la mano en el bolsillo lateral - concervalo. - se dio vuelta y se marchó.
***
Al despertar conmocionada, Mérida sentía un hueco en su pecho, era la sensación extraña que aquellos sueños siempre le dejaban. Busco entonces su pequeña bolsa metiendo la mano con urgencia, sacó de su interior un cuchillo de mano de tamaño regular con una empuñadura de madera forrado en cuero trabajado, la misma tenía el nombre de aquel sujeto gravado sobre el dorso pero Mérida no sabía leer, y ya no recordaba su nombre. Por más que pasará y pasará su dedo por sobre las hendiduras no reconocía ninguna sólo letra. La sujeto entre sus manos, se dio vuelta la cama y sigue durmiendo.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Filo Venenoso | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Envenena un arma o sus proyectiles para que, cuando causen heridas, inhiban la coagulación. Esto disminuye la efectividad de cualquier intento por sanar la herida a la mitad. | 5 |
Ballesta Pobre | [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar dardos. Por su calidad pobre es propensa a fallar. | 5 |
Mueble Simple | Confeccionas un mueble común, como una mesa, armario o despensa. Puede contener las características estéticas que desees. | 5 |
Casa Pobre | [Vivienda] Casa pequeña y de materiales ligeros. No es muy cómoda, pero al menos otorga un lugar para descansar. | 10 |
Trampa de Red | [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al ser pisado, libera una red que atrapa un animal pequeño o bien se enreda en la extremidad de una persona o animal grande, deteniendo su movimiento por un turno. | 5 |
TOTAL | 30 |
Merida DunBroch
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Re: MERCADO de Aerandir
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Merida: Recibes 1px, 1pp en Alquimia, 4pp en Carpintería y se te restan 30 aeros
No olvides añadir las nuevas recetas al taller.
Fehu
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Re: MERCADO de Aerandir
Todavía recuerdo aquellos días, cuando era tan solo un niño, mi padre me daba duras lecciones de cómo llegar a ser un gran herrero, cómo poder utilizar los recursos que la naturaleza nos provee, en su máxima capacidad; me enseñó a tallar la madera, con la suavidad y la delicadeza con la que tan noble material merece ser tratado. Golpear el yunque con el martillo herrero durante horas provocaba un ruido incesante que me llenaba el espíritu, trabajando codo a codo con aquel hombre que jamás dejaría de ser mi héroe.
Uno de sus últimos recordatorios, pocos días antes de su asesinato, fue que tomará las lecciones de herrería y carpintería, no toda la vida sería batallas o cacerías, tendría que aprender a manejar mejor los conocimientos adquiridos durante mi vida, para algún día tener una prestigio, un renombre que además es bien pagado por la nobleza.
Sintiendo resonar sus palabras en mi cabeza, tomando mucho sentido cuando partí del pueblo, desvié mi ruta hacia un lugar que me había mencionado muchas veces, donde mejores herreros y carpinteros que él lograrían enseñarme algunas habilidades en estos rubros - "las que mi bolsillo también alcanzaran a costear." - El mercado de Lunargenta, ahí sería donde mi aún jóvenes y ágiles pies me llevarían.
Después de mucho tiempo deambulando por tierras nuevas, preguntando a toda persona o criatura cuál era el paradero de dicha zona, con un cansancio aberrante, los pies rotos por las turbias rutas y las manos llenas de heridas por hacer pequeños campamentos en diversos bosques o cerca del río Tymer, logré divisar a la lejanía, por fin, el mercado de Lunargenta. Mantener un objetivo claro, aprender a ser un herrero y carpintero, fue lo que mantenía mi espíritu en alto, repleto de ansias por el conocimiento.
Además que recorrer tantas y diversas ubicaciones me había servido para tener un mapeado más amplio de Aerandir.
Entrando al mercado consulte en varios sitios donde podría encontrar a alguien que pudiese enseñarme, hasta que una joven aprendiz de arcana me dijo:
- Al que tu buscas se llama "Ragnar" es un viejo muy conocido de la herrería, pero en exceso cascarrabias, que ha dado 50 años de su vida al trabajo, y algo me dice que será el mejor maestro para ti -
- Bueno, si es tan importante como me lo dices, confiaré en tu palabra, pero me da una mala espina que sea tan rabioso como comentas, y ¿Dondé encuentro a este tal maestro Ragnar? -
Con sonrisa burlona y apuntando con un dedo en dirección contraria a mi, me responde - Al final de ese callejón, encontrarás un portal, ahí llegarás al taller de Ragnar. No sientas miedo por la ubicación de la entrada, el viejo lo escondió para que no lo molesten muy a menudo. -
Sorprendido por la respuesta, no hice preguntas y agradecí a la chica por la información, procediendo a entrar por el portal que me había enseñado.
Estando dentro del taller diviso una inmensa fragua, múltiples armaduras, espadas, arcos, cuero secando, maderas de un aspecto mágico y muchísimo más, era todo lo que mi padre alguna vez soñó para nosotros. Mientras seguía pasmado por lo increíble que me resulta el lugar, oigo desde el otro lado del taller una voz ronca y profunda, sumada a unas pesadas pisadas - ¿Qué quieres muchachito?, espero que sea lo suficientemente importante como para interrumpir mi trabajo. -
Al ver al hombre del que provenía aquella voz, puedo figurar ante mis ojos un hombre bastante pequeño, de cuerpo muy robusto, con una barba prominente, y un cabello medianamente corto, todo con una mezcla de un castaño oscuro y un blanco nieve, con un traje completo de un cuero negro de la mejor calidad, y un mandil gris, el que le colgaba desde el cuello cubriendo hasta casi en totalidad los pies. Además se le veían manchas de hollín, muy probablemente provocadas por la fragua.
- ¡Venga!, canta de una vez, ¿qué es lo que quieres? o me veré en la obligación de echarte por el mismo portal por el que has entrado. -
- Perdóneme señor Ragnar, mi nombre es Berquist Tryggvason, vengo desde muy lejos para aprender de las técnicas básicas de herrería y carpintería, y dijeron que usted podría ser un buen maestro para mi -
- No tengo tiempo para eso, no sé quién te habrá dicho tal, pero hace muchos años que no enseño a nadie, así que puedes retirarte por donde mismo llegaste -
- Por favor, señor Ragnar - Mi voz titubea al no saber qué decir - Sí me da unos minutos... deje convencerlo. Además que le pagaré por todo -
El herrero al ver lo decidido que estoy, se volvió a girar hacia mí, mirando fijamente y levantando una ceja. - Tienen 5 minutos para convencerme, si no lo logras, te marcharás de aquí. - Soltando un bostezo, hace un gesto con la mano hacia el aire para que yo comience a hablar.
Fueron unos eufóricos 5 minutos, donde en breves y concisas palabras le relate de donde venía, la historia con mi padre sobre la herrería y la carpintería, en conjunto a la necesidad de mi corazón de aprender. Al terminar la historia, vuelve a mirarme fijamente y me dice - Me recuerdas a mi cuando era joven... bueno, sin tanta altura y las orejas puntiagudas, pero el mismo espíritu joven, enérgico y con ganas de aprender. - Se rascó la barba por unos segundos mirando hacia el techo del taller, cuando finalmente habló.
- Te daré una sola oportunidad, si fallas no te volveré a enseñar en tu larga vida élfica -
- No se arrepentirá de enseñarme, soy un buen discípulo. -
Soltó una carcajada, caminó hacia un baúl no muy grande y me pasó un mandil harapiento. - Hoy mismo comenzamos tus clases y viendo que cargas un arco, será bueno que aprendas a hacer otro parecido de repuesto en caso de romper o perder el tuyo. -
Pasé varios días metido en el taller, durmiendo en un banquillo de trabajo con la espalda pegada al yunque, y despertando al amanecer, trabajando arduamente en diversas y múltiples recetas básicas de la herrería y la carpintería.
Me enseñó a hacer unas garras que podía cargar en todo momento, que no estorbaran en mi utilización del arco, y en caso de pasarle algo a mi principal arma, poder defenderme en un combate cuerpo a cuerpo, y para acompañarla, vi la creación de unas botas con la punta afilada, que serán de suma utilidad complementadas con la agilidad de mis piernas. Aprendí a hacer un conjunto de herramientas que sirven para abrir cerraduras, creo que las llamo "ganzúas", extremadamente prácticas para mis futuras aventuras, en momentos que necesite abrir alguna cerradura.
- Presta suma atención en está lección, porque te será más que útil aprender a reparar tu arco o si alguien te solicita una reparación, quizás un objeto mundano, además del bote pequeño o trineo, que será tu última lección. -
Sin faltar a su palabra, lo último que aprendí en mis primeras clases con Ragnar fue a cómo se confeccionan los botes pequeños y trineos, que de ahora en adelante podré usar cuando quiera cruzar el río tymer y llegar a la zona oeste o si alguna vez me aventuro hacia el norte, para conocer el pico más alto.
Muchos sueños y aventuras por delante, pero primero necesito ver donde poder crear mis pobres objetos, pero es tanta la emoción que no logró pensar claramente.
- Elfo, al final no eres tan malo para esto como pensé en un principio. Mira Ber, estas cosas son muy básicas, pero ya irás aprendiendo algunas nuevas. De momento bastará con lo que te he enseñado hasta ahora, en otra oportunidad, puede que te enseñe mejores recetas. Todo dependerá de ti y cuanto progreses en esto.-
- Ah, y antes de irte, no olvides pagarme lo que me debes, mas no te cobraré por el alojamiento, total fuiste un buen aprendiz. Si mi memoria no falla, son 30 Aeros por todas las recetas. Haz que valga el tiempo que utilice para enseñarte, no me decepciones... Bueno, con verte de vuelta algún día o saber que no has muerto, me basta.- Le pague los aeros que le debía a Ragnar y antes de despedirme dice - Ahora patas a la calle, que tengo muchos pedidos pendientes. -
Antes de irme, le hago un gesto por la mano y le agradezco por las 5 recetas y los días de alojamiento, para luego cruzar el portal.
Uno de sus últimos recordatorios, pocos días antes de su asesinato, fue que tomará las lecciones de herrería y carpintería, no toda la vida sería batallas o cacerías, tendría que aprender a manejar mejor los conocimientos adquiridos durante mi vida, para algún día tener una prestigio, un renombre que además es bien pagado por la nobleza.
Sintiendo resonar sus palabras en mi cabeza, tomando mucho sentido cuando partí del pueblo, desvié mi ruta hacia un lugar que me había mencionado muchas veces, donde mejores herreros y carpinteros que él lograrían enseñarme algunas habilidades en estos rubros - "las que mi bolsillo también alcanzaran a costear." - El mercado de Lunargenta, ahí sería donde mi aún jóvenes y ágiles pies me llevarían.
Después de mucho tiempo deambulando por tierras nuevas, preguntando a toda persona o criatura cuál era el paradero de dicha zona, con un cansancio aberrante, los pies rotos por las turbias rutas y las manos llenas de heridas por hacer pequeños campamentos en diversos bosques o cerca del río Tymer, logré divisar a la lejanía, por fin, el mercado de Lunargenta. Mantener un objetivo claro, aprender a ser un herrero y carpintero, fue lo que mantenía mi espíritu en alto, repleto de ansias por el conocimiento.
Además que recorrer tantas y diversas ubicaciones me había servido para tener un mapeado más amplio de Aerandir.
Entrando al mercado consulte en varios sitios donde podría encontrar a alguien que pudiese enseñarme, hasta que una joven aprendiz de arcana me dijo:
- Al que tu buscas se llama "Ragnar" es un viejo muy conocido de la herrería, pero en exceso cascarrabias, que ha dado 50 años de su vida al trabajo, y algo me dice que será el mejor maestro para ti -
- Bueno, si es tan importante como me lo dices, confiaré en tu palabra, pero me da una mala espina que sea tan rabioso como comentas, y ¿Dondé encuentro a este tal maestro Ragnar? -
Con sonrisa burlona y apuntando con un dedo en dirección contraria a mi, me responde - Al final de ese callejón, encontrarás un portal, ahí llegarás al taller de Ragnar. No sientas miedo por la ubicación de la entrada, el viejo lo escondió para que no lo molesten muy a menudo. -
Sorprendido por la respuesta, no hice preguntas y agradecí a la chica por la información, procediendo a entrar por el portal que me había enseñado.
Estando dentro del taller diviso una inmensa fragua, múltiples armaduras, espadas, arcos, cuero secando, maderas de un aspecto mágico y muchísimo más, era todo lo que mi padre alguna vez soñó para nosotros. Mientras seguía pasmado por lo increíble que me resulta el lugar, oigo desde el otro lado del taller una voz ronca y profunda, sumada a unas pesadas pisadas - ¿Qué quieres muchachito?, espero que sea lo suficientemente importante como para interrumpir mi trabajo. -
Al ver al hombre del que provenía aquella voz, puedo figurar ante mis ojos un hombre bastante pequeño, de cuerpo muy robusto, con una barba prominente, y un cabello medianamente corto, todo con una mezcla de un castaño oscuro y un blanco nieve, con un traje completo de un cuero negro de la mejor calidad, y un mandil gris, el que le colgaba desde el cuello cubriendo hasta casi en totalidad los pies. Además se le veían manchas de hollín, muy probablemente provocadas por la fragua.
- ¡Venga!, canta de una vez, ¿qué es lo que quieres? o me veré en la obligación de echarte por el mismo portal por el que has entrado. -
- Perdóneme señor Ragnar, mi nombre es Berquist Tryggvason, vengo desde muy lejos para aprender de las técnicas básicas de herrería y carpintería, y dijeron que usted podría ser un buen maestro para mi -
- No tengo tiempo para eso, no sé quién te habrá dicho tal, pero hace muchos años que no enseño a nadie, así que puedes retirarte por donde mismo llegaste -
- Por favor, señor Ragnar - Mi voz titubea al no saber qué decir - Sí me da unos minutos... deje convencerlo. Además que le pagaré por todo -
El herrero al ver lo decidido que estoy, se volvió a girar hacia mí, mirando fijamente y levantando una ceja. - Tienen 5 minutos para convencerme, si no lo logras, te marcharás de aquí. - Soltando un bostezo, hace un gesto con la mano hacia el aire para que yo comience a hablar.
Fueron unos eufóricos 5 minutos, donde en breves y concisas palabras le relate de donde venía, la historia con mi padre sobre la herrería y la carpintería, en conjunto a la necesidad de mi corazón de aprender. Al terminar la historia, vuelve a mirarme fijamente y me dice - Me recuerdas a mi cuando era joven... bueno, sin tanta altura y las orejas puntiagudas, pero el mismo espíritu joven, enérgico y con ganas de aprender. - Se rascó la barba por unos segundos mirando hacia el techo del taller, cuando finalmente habló.
- Te daré una sola oportunidad, si fallas no te volveré a enseñar en tu larga vida élfica -
- No se arrepentirá de enseñarme, soy un buen discípulo. -
Soltó una carcajada, caminó hacia un baúl no muy grande y me pasó un mandil harapiento. - Hoy mismo comenzamos tus clases y viendo que cargas un arco, será bueno que aprendas a hacer otro parecido de repuesto en caso de romper o perder el tuyo. -
Pasé varios días metido en el taller, durmiendo en un banquillo de trabajo con la espalda pegada al yunque, y despertando al amanecer, trabajando arduamente en diversas y múltiples recetas básicas de la herrería y la carpintería.
Me enseñó a hacer unas garras que podía cargar en todo momento, que no estorbaran en mi utilización del arco, y en caso de pasarle algo a mi principal arma, poder defenderme en un combate cuerpo a cuerpo, y para acompañarla, vi la creación de unas botas con la punta afilada, que serán de suma utilidad complementadas con la agilidad de mis piernas. Aprendí a hacer un conjunto de herramientas que sirven para abrir cerraduras, creo que las llamo "ganzúas", extremadamente prácticas para mis futuras aventuras, en momentos que necesite abrir alguna cerradura.
- Presta suma atención en está lección, porque te será más que útil aprender a reparar tu arco o si alguien te solicita una reparación, quizás un objeto mundano, además del bote pequeño o trineo, que será tu última lección. -
Sin faltar a su palabra, lo último que aprendí en mis primeras clases con Ragnar fue a cómo se confeccionan los botes pequeños y trineos, que de ahora en adelante podré usar cuando quiera cruzar el río tymer y llegar a la zona oeste o si alguna vez me aventuro hacia el norte, para conocer el pico más alto.
Muchos sueños y aventuras por delante, pero primero necesito ver donde poder crear mis pobres objetos, pero es tanta la emoción que no logró pensar claramente.
- Elfo, al final no eres tan malo para esto como pensé en un principio. Mira Ber, estas cosas son muy básicas, pero ya irás aprendiendo algunas nuevas. De momento bastará con lo que te he enseñado hasta ahora, en otra oportunidad, puede que te enseñe mejores recetas. Todo dependerá de ti y cuanto progreses en esto.-
- Ah, y antes de irte, no olvides pagarme lo que me debes, mas no te cobraré por el alojamiento, total fuiste un buen aprendiz. Si mi memoria no falla, son 30 Aeros por todas las recetas. Haz que valga el tiempo que utilice para enseñarte, no me decepciones... Bueno, con verte de vuelta algún día o saber que no has muerto, me basta.- Le pague los aeros que le debía a Ragnar y antes de despedirme dice - Ahora patas a la calle, que tengo muchos pedidos pendientes. -
Antes de irme, le hago un gesto por la mano y le agradezco por las 5 recetas y los días de alojamiento, para luego cruzar el portal.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Garras Pobres | [Arma] Construye un arma de calidad Pobre. Estas garras mejoran el combate desarmado, además de poder conservarse en forma de bestia. | 5 |
Botas Afiladas Pobres | [Botas, Arma] Botas metálicas terminadas en una punta afilada, aumentando el daño de patadas. Ofrecen buena protección y son de calidad Pobre. | 5 |
Ganzúas | [Herramientas] Conjunto de herramientas que permiten intentar forzar una cerradura. | 5 |
Vehículo Pequeño | [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 2 personas, tales como un bote pequeño o un trineo. | 5 |
Reparar | [Técnica] Repara un objeto de Carpintería de nivel similar o inferior a los que puedes fabricar; o bien repara un objeto mundano que sea coherente (elegir 1 efecto). | 10 |
TOTAL | 30 |
Berquist
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Re: MERCADO de Aerandir
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Berquist: Recibes 1px, 3pp en Herrería, 2pp en Carpintería y se te restan 30 aeros
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Fehu
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Re: MERCADO de Aerandir
No había sido una cita.
Al menos eso era lo que más tarde le había dicho Demian repetidas veces a Narfi sobre su visita a Rena. Y no mentía... no del todo.
El motivo oficial de aquello había sido profundizar en los secretos de la ingeniería y, por supuesto, en eso Rena podía ser de gran ayuda. En esta ocasión, sin embargo, ella le había llevado con uno de los maestros de Ámbar, una mujer de apariencia ruda llamada Greta.
Greta no se iba con chicas y de un sopetón puso al joven Demian a resolver un complejo algoritmo en el que al principio sólo parecían haber engranajes. Mirara donde mirara, sólo engranajes puestos sin razón aparente, pero una vez que le dio suficientes vueltas al asunto comprendió que podía seguir la dirección en base a la influencia mutua
y el tamaño de los engranajes para llegar a una solución.
Una vez pasado ese examen, Greta finalmente se decidió a compartir sus secretos. Por unas monedas, claro.
Lo primero que captó su atención fue, por supuesto, el diseño de aquellos guantes. Quizás eran similar a lo que usaba Zero para golpear tan duro, aunque Greta afirmó que no debían ser usados por personas demasiado fuertes. Eran una solución para que gente de libros pudiera defenderse.
El aprendizaje incluyó cosas que, en principio, parecían demasiado locas para ser ciertas, como unas botas capaces de propulsar a una persona o un dispositivo capaz de absorber el Éter en una zona. Aquello sonaba muy peligroso, en especial para un brujo.
Terminaron la lección repasando el diseño de, literalmente, una bomba.
Tras aquella ardua jornada, una vez más se reunieron Demian y Rena, pero los detalles de aquella velada los dejaremos para otro día.
Compro las siguientes recetas:
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Botas Propulsoras | [Botas, Artilugio, Limitado, 1 Uso] Botas que poseen una mezcla alquímica unida a un sistema mecánico. Al activarlas impulsan a la persona, elevándola por los aires (aunque son difíciles de controlar). La persona puede volar por 20 segundos, tras los cuales el combustible se agota. | 30 |
Cinturón Multipropósito | [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Cinturón que contiene una finísima, pero resistente cuerda con un gancho y carrete, 2 dardos con un sistema de lanzamiento a presión, un mini propulsor que permite dar un salto el doble de lo normal o amortiguar caídas y una mini sierra mecánica. Usar cualquiera de los efectos consume una carga. | 30 |
Campo de Disrupción del Éter | [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Aparato que, al ser enterrado, se engancha firmemente y despliega un campo de 2 metros de radio que no permite realizar conjuros en su interior. Los objetos mágicos con habilidades activas tampoco pueden ser usados. Si es movido de su lugar o tras 10 minutos su efecto cesa. | 30 |
Bomba de Presión | [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Bomba que, al ser arrojada, estalla, generando una onda expansiva de 2 metros de radio. Los afectados sufrirán un impacto que los aturdirá por 1 segundo y sobrecargará su oído por otros 10 segundos, entorpeciéndoles. | 30 |
Guanteletes Percutores 2.0 | [Guantes, Arma] Guantes metálicos equipados con un sistema mecánico que amplifica la fuerza e impulsa los puñetazos, agregando mucha potencia. Diseñados para personas de poca fuerza. Si los usa alguien fuerte, se rompen. Son de calidad Superior. | 30 |
TOTAL | 150 |
Demian
Aerandiano de honor
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Re: MERCADO de Aerandir
El siguiente día de aprendizaje con Greta no fue más ligero. Al contrario, apenas llegó a su taller y, a pesar del ruido de la Feria de Invierno, se pusieron de inmediato a repasar unos esquemas de lo más pintorescos.
Esta vez la mañana fue más aburrida, con un estudio intenso sobre la estructura de las murallas y sus puntos clave, donde podías causar el mayor daño si las rompías, potencialmente derrumbando toda una estructura. Los mismos principios se aplicaban a cosas más pequeñas, como las trampas de un cazador.
Lo siguiente fue comprender las herramientas que todo ingeniero debe llevar consigo. Un kit de ingeniería podía contener, virtualmente, muchas herramientas como para ser práctico, por lo que Greta le explicó las esenciales, que no requerían portar demasiado peso, y que le podían servir en cualquier momento de apuro.
La tarde fue nuevamente de diseños. En esta ocasión unos lentes para poder apuntar mejor y un brazo autómata. Le recordó a Artyhom, aquello, aunque sin duda su compañero era un diseño mucho más complejo.
Casi sin darse cuenta cayó la noche. Había estado literalmente el día completo estudiando diseños, libros y complejas maquinaras. Agradecido, le pagó sus aeros a Greta y salió del campamento (ya todo un poblado) de Ámbar.
Aún quedaban algunas horas de la feria abierta, momento ideal para llevar a Rena a dar un paseo. Como agradecimiento por su ayuda en la ingeniería, claro.
Aprendo las siguientes recetas:
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Lentes de Puntería Asistida | [Yelmo] Lentes que entregan indicaciones para apuntar armas de proyectil con más efectividad. Permiten, además, ver en la oscuridad. | 30 |
Brazo del Autómata Asesino | [Artilugio, Limitado] Brazo mecánico acoplado a una mochila que puede activarse o desactivarse con un botón. Mientras está activo, imita todo movimiento que realice un brazo del portador y puede portar un arma. Posee fuerza suficiente para realizar daño moderado con armas. | 30 |
Desarmar Trampa | [Técnica] Puedes identificar, sabotear y desactivar una trampa, en especial si tiene partes mecánicas como losas móviles, con la delicadeza suficiente para no gatillarla en el proceso. | 100 |
Demolición | [Técnica] Identificas puntos clave de una estructura para poner explosivos alquímicos u otros mecanismos tales que, al activarse, causen un colapso de la misma. Estructuras grandes requieren de más tiempo de preparación, incluso días completos. | 100 |
Kit de Ingeniería Superior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por engranajes y otros materiales mecánicos, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Ingeniería hasta nivel Experto que conozcas en un rol. | 30 |
TOTAL | 290 |
Demian
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