Re: Man with a Mission[Libre][10/10][Cerrado]

**Gaegel** Dom Nov 19 2023, 06:25

La batalla contra las gallinas mutantes parecía no tener fin. Por suerte, nos habíamos ocupado de mantener a raya a tan molestos monstruos salidos del averno. El hombre de cabellera increíble sin lugar a dudas era un guerrero formidable que parecía no desfallecer ante nada. Aunque mientras combatíamos, podía sentir bajo mis pies como el suelo crujía, incluso comenzaba a fracturarse poco a poco, lo cual no auguraba nada bueno para nosotros. Esta situación era desalentadora, ya que si bien, en cuestión de combate íbamos bastante bien, la estructura no aguantaría a que nosotros estemos completamente desocupados.

Y fue en ese momento cuando el hombre de cabellera grandiosa comenzó a alertarnos de que la situación. Por lo que di otra ojeada a la situación en la torre. - Carajo... - Dije con clara frustración. Era evidente que por más que intentáramos, no lograríamos salir a tiempo. Luego de eso, el elfo dijo que nos sujetáramos de Frosk el grande. Mi vista se posó en el biocibernético, ya que era quien encajaba con el apelativo de "el grande". Corrí hacia allá, pero el suelo sobre nosotros no soportó más y colapsó. - Ay no...

Fue en ese momento cuando la estrepitosa caída dio comienzo. A pesar de la rapidez con la que caíamos, la situación para mi parecía ir mucho más despacio, quizá eso fue una ventaja, ya que comencé a saltar entre los escombros, aunque mi agilidad a comparación de la del elfo distaba de tener la gracia y la fluidez del hombre de cabellera fenomenal. - Wow, qué bien lo hace. Qué envida. - Dije en voz alta. Fue en ese momento cuando aprecié a Ryra, quien también saltaba de un escombro a otro con suma facilidad. - Habla por ti perro rabioso. - Dijo con una sonrisa burlona.

Tch, que molesta eres arpía. - Le dije con recelo, aunque cuando estábamos por llegar hasta abajo, me golpee con algunos escombros de la torre, las cuales evitaron que tuviese un mejor aterrizaje. A diferencia de mi, la bruja logró salir bien librada de aquella catástrofe. Me levanté del suelo, con algunos moretones y heridas en mi rostro, así como en mis brazos. - Estás hecho todo un desastre. - Dijo la bruja, la cual casi al instante comenzó a que sus piernas tambalearan, por lo que la sostuve. - Pero no pierdas el glamour por eso. - Le respondí con una sonrisa maliciosa, a lo que la bruja desvió su mirada con molestia. - ¿Están todos bien? - Pregunté mirando de un lado otro. Esperando que mis compañeros hayan salido bien librados de aquella calamidad.

OFF:

Por ahora no hay off (??)

USOS RESTANTES DE HABILIDADES:

- Burn MF, burn [1/2]

Atuendo de Gaegel y Ryra:

Inventario:

**Zagreus** Dom Nov 19 2023, 15:29

Mientras analizaba el terreno me percaté de todo el panorama de combate, sin embargo, toda la ventaja que asumíamos estábamos logrando era solo una ilusión. Los números altos de la Dark Order estaban confiados de su poder y tenían todos los argumentos para sostener su risa victoriosa.

Dispuesto a arremeter contra la mujer de gran armadura y colaborar con el vampiro navegante, incliné las barras que sostenía en mi paracaídas para introducirme en una de las grandes corrientes de aire y aprovechar eso para caer en una picada controlada y así no permitir respuesta a la número 11. Era un plan arriesgado, pero era la única forma de proceder.

Viré mi torso hacia adelante y rápidamente el viento huracanado me impulsó hacia mi objetivo, sin embargo, en una sucesión rápida de movimientos, la mujer se libró de las ataduras de mis compañeros y logró impactar al dragón ancestral con su arma. El impacto provocó una onda expansiva superior a la fuerza de los vientos de la bestia alada y me arrojó nuevamente a las alturas del cielo nocturno.

Todo empezó a desplomarse con la caída del dragón y los efectos de aquel golpe portador de la hecatombe había elevado varias de abominaciones que motivadas por su sed de asesinar, aprovechaban los remanentes de los vientos para dirigirse hacia mí que prácticamente perdía el control de mi paravela.

Casi todas las torres caían y solo me imaginaba como mis compañeros eran aplastados por los grandes pilares. Aquellos que sobrevivieran a la caída y no fueran enterrados por los escombros seguramente luego serían rematados por los números altos del gremio oscuro que seguían riendo confiados de la diferencia de poder. Existía un abismo entre nosotros y aquellos con dos dígitos en su rango. El más fuerte de nosotros solo sería comparado en términos de amenaza con una mosca, ya era hora de afrontar la realidad y marcharnos.

Una de las aberraciones vino impulsada directo hacia mi, los tentáculos se apoyaron en los tubos de metal de mi artefacto propiciando que empezara a caer. No obstante, liberando una de mis manos, logré clavar mi jeringa en uno de sus ojos. El chillido de la criatura fue ensordecedor, pero presa de las pesadillas del veneno, cayó con el artefacto clavado en su cuenca ocular (1)(2).

Seguido, dos criaturas del averno tuvieron mejor suerte y lograron sujetarse a mis piernas, su peso aceleraba nuestra caída y por más que patease aquellas abominaciones, no parecían querer ceder.

Con mi mano aún libre creé una nueva arma de sangre (3), solo tenía tiempo para actuar. Con la daga de sangre lancé varios tajos cortando los agarres de las monstruosidades que parecían no querer caer. Un rugido llamó mi atención, era el dragón aliado que se aproximaba a mí que ya había perdido el control de mi vuelo y me precipitaba al suelo.

Daga de sangre:

Entre patadas y puñaladas con mi arma carmesí logré que ambas aberraciones perdieran su agarre y continuaran en caída libre hacia el vacío. Mis alas de Ícaro no habían aguantado las inclemencias del viento y el poder de aquella onda y sus estabilizadores que le permitían mantener la forma para planear se habían roto, haciendo que la tela perdiera su tensión y la gravedad impulsara mi peso siguiendo el mismo recorrido que los esbirros monstruosos.

Con la misma daga de sangre corté los amarres que me mantenían unido a la mochila que contenía mi objeto de ingeniería. Solté el arma que rápidamente se evaporó en el aire y estirando mis brazos tomé la cola del dragón azul que volaba esquivando aberraciones.

El cansancio del dragón era evidente y apenas pudo lidiar con el impacto de mi peso. Escalé hasta llegar a su espalda y pude sujetarme de unos pinchos que salían de su columna vertebral.

Estaba a salvo de una estrepitosa caída y tuve que quitarme la máscara para poder respirar mejor. La fatiga ya me supera y las heridas de aquella noche empezaban a doler nuevamente. No habíamos terminado, pero lo más sensato era primero priorizar el rescate antes que seguir con el ataque.

Deseaba poder volver con Reike, Teufel y Corlys; quienes estaban más cerca de la zona de la explosión, pero el dragón parecía tener otras intenciones y voló hacia los restos de la torre contigua.

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Off
(1) Inyección [Elixir, Limitado, 2 usos] [Artilugio, Limitado, ~~2 Usos~~] Tubo metálico que contiene un recipiente de vidrio y dos agujas. Optimiza el uso de una poción o veneno, al inyectarlo directamente al torrente sanguíneo. Permite consumir una carga de cualquier pócima o veneno para llenarla. Luego de eso, gastar una carga de este objeto equivale a usar el efecto de la mezcla usada (es decir, permite 2 usos de tal poción o veneno). No funciona con mezclas de calidad Épica o Legendaria.
(2) Pesadilla Embotellada [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido grisáceo oscuro que parece gas atrapado. Al contacto con el aire se levanta una nube negra, que al ser aspirada causará alucinaciones de los temores más profundos de la persona por un turno.
(3) Nivel 0: Pacto carmesí [Mágica] –~~Activa (2 usos) Duración= 2 turnos~~
Debido a la sangromancia de Zagreus, el vampiro puede extraer cantidades de sangre por los poros de su piel sin perjudicarse y a partir de ella crear armas de sangre a una mano.

Zagreus solo puede crear una arma por activación. Igualmente, puede emplear un uso de la habilidad para cambiar el tipo de arma de sangre creada al instante.

Me uno al grupo de Rauko y Meraxes

**Zelas Hazelmere** Lun Nov 20 2023, 22:57

-Todo ese efuerzo, solo para acabar inmovilizado... Patetico, como todos los hijos de Aramil al parecer- Diria Vitserk Hazelmere, el numero 12 de la Dark Order quien ahora se desprendia de un par de trozos de armadura, culpa del ataque de Zelas.

El no-elfo temblaba al tratar de salirse del control al cual habia sido sometido, a la vez que concentraba todo el eter que podia en su cuerpo, -He escuchado de un articulo interesante que esta en tu posesión, si hace lo que realmente dijeron que hacia, puede que te demos un uso como lo hicimos con aquella mocosa que esta luchando con tu amiga- diria Wolfgang quien por primera vez se levantaba de su trono.

Zelas no le presto atención y procedio a hacer explotar su etér de golpe para continuar con el ataque que le habian detenido(1) si bien no pudo continuar con su estocada, la fuerza de aquello fue suficiente para liberarse de la extraña magia que le tenia retenido. Vaal Hazak y Amelie Lockhart no dudaron en ponerse cerca de Wolfgang para protegerle, sin embargo, la ira de Zelas estaba dirigida hacia un enemigo en particular, sin detenerse el rubio arremetio contra Vitserk con una sucesión de cortes con aquella enorme espada, Vitserk se defendio bien de los primeros golpes, mas el ritmo y la velocidad iban aumentando al momento que un ultimo corte ascendente le hizo perder el equilibrio(2).

-¿Deberiamos?- preguntaria Amelie.
-No, esto se ha puesto interesante, Vaal, ¿Qué ha sucedido con el resto?-preguntaria Wolfgang con una sonrisa en su rostro.
-Que bueno que preguntas Wolfcito o((*^▽^*))o, pues suponiendo que han sobrevivido al derrumbe, a las abominaciones que continuaran regenerandose mientras siga teniendo eter, o a lo que esta por posser el cuerpo del dragón que nuestra querida Amelie asesino.... Pues moriran pronto como todos jaja ʕ •ᴥ•ʔ- responderia el Brujo de la Dark Order.

Mientras los demas hablaban y peleaban Zelas desde el aire, seguia con su arremetida, lanzando multiples cortes de etér en dirección a V en un ataque implacable del cual Vitserk no lograria defenderse del todo bien(3), cuando el rubio descendio a toda velocidad con la intención de acabarle, V logro moverse en el ultimo segundo para evadir una muerte segura.

-Vaya.. Al parecer alguien aun tenia algo de pelea en el, hasta el momento has sido el mejor de tu familia, bueno, nuestra familia, pero ambos somos unos parias o me equivoco sobrinito- diria V burlandose de su sobrino cuando algo estremecio el lugar.
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Sitio del derrumbe

La lluvia que comenzaba a caer ayudaba a disipar la enorme nube de polvo que cubria los remanentes del derrumbe, la mayoria de los guerreros habian logrado evitar la caida, de alguna u otra forma se las habian arreglado para no ser sepultados, al menos la mayoria de ellos, una vez disipada la nube de polvo que cubria el lugar, los mas cercanos a Frosk notarian que el noble hombre de metal Bluto se habia aferrado tanto a Frosk como a Erika para evitar que ambos fueran sepultados por las rocas, quedando magullado en el proceso y tanto Frosk como Erika, habrian perdido del conocimiento debido a la caida, Bluto habiando sacado la peor parte, comenzaba a presentar un malfuncionamiento que le obligaria a entrar en reposo, haciendo que el trio quedara fuera de acción para lo que venia, cosa que quizas era algo mas misericordioso debido a lo que los demas deberian enfrentar.

Con la lluvia un poco mas intensa, quienes estaban en la zona del derrumbe podrian comenzar a verse y reunirse, al momento que entre el sonido de la lluvia y la batalla que se libraba en la parte superior, otro sonido comenzaria a escucharse, un sonido dificil de escribir, como de viscosidad y salpicaduras comenzaria a escucharse al momento que mas abominaciones podrian verse a la distancia, sin embargo, lo que se robaria su atencion seria una nube de color rojizo que solo algunos de grupo habian visto antes, este se desplazaria hasta el cadaver del dragon que yacia cerca de donde habian estado Reike, Corlys y Teufel antes.

El dragón comenzaria a teñirse de un color rojizo mientras unas leves corrientes de aire le harian levitar, un feroz rujido pondria a todos en alerta mientras la creatura comenzaba a avanzar violentamente para embestir a todos los que se encontrara.

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Eve vs Azalie

Eve habia estado luchando enceguecida por la rabia todo este tiempo, y es que la joven cargaba con una herida tan profunda que dudaba que alguna vez sanara, habia escuchado y visto parte de lo ocurrido en las demas torres, sin embargo, teniendo a Azalie al frente, nada le importaba, mas que vengar a sus amigos.

-Confiamos en ti y nos traicionaste!- diria Eve molesta mientras trataba de colar un par de golpes en el rostro de Azalie quien con habilidad lograba desviar con su arma, una mezcla entre un baston y una lanza ya que tenia cuchillas en ambos extremos. Azalie por su parte lograba colar bastantes cortes que parecian superficiales, pero que a la larga cumplirian su objetivo.

-Tu tambien deberias haber muerto esa noche, solo fuiste afortunada, no tienes idea de nada y aquello se quedara asi- Azalie, quien habia estado a la defensiva en la mayoria del tiempo que habia durado la pelea, finalmente comenzo a arremeter con ataques que iban a asesinarle, sin embargo, algo le impedia dar el golpe de gracia en el ultimo minuto, breves dolores de cabeza le hacian desviar sus golpes haciendo que ella misma comenzara a cuestionarse que era lo que estaba pasando.

Eve por su parte hizo lo que pudo para evitar o desviar los ataques constantes de Azalie, pero se encontraba demasiado agotada, tanto fisica y mentalmente ya que le costaba comprender como era que todo habia terminado en ese punto, los golpes que parecian ser seguros, eran desviados a ultimo segundo, notando que algo extraño ocurria, Eve por primera vez en esa noche dejo que la ira se fuera y le dio paso a la razón, Eve observo brevemente a la torre central, y al observar a Zelas inmovil justo antes de dar el golpe de gracia, hizo que inconcientemente recordara unas palabras que Zelas le habia confiado en una de las tantas veces que se habian reunido a intercambiar información.

"El lider usa una extraña magia de voz, te obliga a obedecerle sin importar que tan fuerte seas" La persepectiva de Eve sobre lo que habia sucedido aquella fatidica noche cambio radicalmente, desde el principio lo sucedido con Azalie habia sido raro, pero el dolor y la rabia jamas le habian dejado procesar bien aquello, Eve ahora observaba a Azalie desde otra perspectiva, ¿Por qué habiendo tenido tantas oportunidades de matarle Azalie aun no daba el golpe de gracia?, ¿Seria que habia estabdo siendo manipulada todo este tiempo?, lagrimas cayeron por el rostro de Eve de solo pensar que todo este tiempo habia estado equivocada, Azalie por su parte, tambien derrama lagrimas pero por solo de uno de sus ojos y no entendia por que, la lluvia ocultaba aquello que ambas estaban experimentando, al menos hasta que ocurrio lo inevitable.

Azalie atraveso el cuerpo de Eve con su lanza, generando una herida mortal que pronto le quitaria la vida, ambas mujeres se observaban frente a frente y Eve pudo notar como una especie de neblina se iba de los ojos de Azalie, confirmando aquella sensación que habia tenido antes-Al fin.. has vuelto- Eve acariciaria el rostro de su amiga, quien en una mueca de horror emitiria un grito horrorizada ante todo lo que habia hecho, tanto esa noche, como en los 7 años que habia sido presa en su propia mente.

-Yo... Yo no...- Azalie abrazaria a quien consideraba su amiga y las piernas de armas cederian mientras Azalie rompia en llanto debido a todo lo que habia perdido tanto en esos 7 años como en esa lluviosa noche.
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Habilidades usadas:
1_Stinger: (Impulso/Master Swordsman)[2 usos] Intensifica su éter y lo usa para propulsarse hacia cualquier dirección y recorrer algunos metros en línea recta a la vez que propicia una brutal estocada --->segundo uso.
2_Link: (Master Swordsman) [1 uso] realiza 7 potentes cortes consecutivos desde diferentes ángulos siendo el ultimo un corte ascendente. El ultimo golpe puede dar paso inmediato al uso de otra habilidad. --->unico uso.
3_Overdrive: (Master Swordsman/Impulso) [2 usos] Zelas imbuye sus espadas de éter para liberar una serie de cortes en forma de ondas de energía que recorren una distancia moderada y realizan daño cortante. --->segundo uso.

Inventario:

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Otro OFF: Hemos llegado casi a la recta final, por desgracia, otro caido justo en las puertas, ahora tienen que resistir solo a las abominaciones que se acercan y al dragón, hagan lo posible para resistir en este turno, si tratan de subir, tanto el dragón como las abominaciones se los impediran, sin contar que aun quedan 3 combatientes en perfecto estado.

Por cierto si quieren leer lo acontecido hace 7 años y como fue que Azalie y Eve se encontraron con la Dark Order pueden leerlo allá ----> [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

ULTIMA RONDA COMIENZA EL 30 DE NOVIEMBRE, NO HAY ORDEN DE POSTEO, YA SABEN EL RESTO

**Corlys Glokta** Sáb Nov 25 2023, 12:22

Por suerte para mi, Reike y Teufel lograron encontrarme y sacarme de los escombros. La bruja revisó que siguiera entero y no llegué a estar seguro de si estaba decepcionada porque estuviese igual que cuando había entrado en la isla, pero igualmente era una suerte para mi. Aunque quizás decir que estaba igual no era demasiado exacto, había consumido todas mis reservas de sangre y prácticamente lo que me mantenía en pie era el hambre. Y eso era especialmente problemático en una isla donde todo parecía ser tóxico, al menos todo menos mis compañeros. Pero aunque mi cabeza divagaba en ocasiones sobre si Reike estaría sabrosa o incluso de beber nutria, el peligro mortal que todavía nos acechaba ayudaba a que no le dedicase demasiados pensamientos. Sobre todo cuando el dragón muerto se alzó de nuevo, con un cambio en su aspecto que no auguraba nada bueno.

- Vaya, parece que no vamos a poder limitarnos a irnos de esta isla. En fin... Esto me recuerda a una cosa que solía decir un amigo, algo como que todo puede solucionarse con un mercenario apuesto y explosiones. Y lo primero nos falta, pero creo que de lo segundo si podemos conseguir.

- ¿En serio vamos a seguir de ese individuo?

- Que puedo decirte, es un consejo que ha funcionado bastante bien hasta la fecha.- Notaba como Teufel me juzgaba, pero no me quedaban muchas más opciones que confiar en que las estrategias de ese brujo siguieran funcionando.- Aunque supongo que vamos a necesitar un poco de tiempo para prepararlo.- Por mi parte necesitaba un margen para que las runas que tenía en mente hicieran efecto, y seguramente tampoco le viniera mal a Reike.

- Hecho, pero necesitaré un poco de ayuda para alcanzar al bicho volador.

Me encogí de hombros y cogí una bola misteriosa de mi mochila. Se suponía que me devolvería las fuerzas para poder seguir luchando, y me inquietaba un poco como iba a funcionar siendo que quemaba sangre para usar mis habilidades, pero en cualquier caso tendría que descubrirlo si quería seguir con vida, así que me lo comí^[1]. Seguidamente intenté canalizar mi sangre para reforzarme^[2], y de alguna forma funcionó. Estando ya preparado y viendo que Teufel volvía a tener el pelo erizado y una expresión aún más homicida que de costumbre^[3] corrimos hacia el dragón que cargaba hacia nosotros. Me apartamos justo para que no nos arrollara, y aunque Teufel trató de saltar para agarrarse de él no pudo llegar a tiempo.

Antes de que escogiera otro objetivo, agarré escombros de los que teníamos por todas partes y empecé a apedrear al dragón. Algún efecto pareció tener porque el dragón cargó de nuevo contra nosotros, esquivando el ataque por los pelos.

- Oye Corlys, tengo una idea. Ayúdame a subir a ese árbol y luego repite el lanzamiento de escombros.

Me encogí de hombros e impulsé a Teufel para que pudiera alcanzar una de las ramas del árbol, y volví a lapidar al dragón. Cuando volvió hacia mi hui en dirección a los árboles, saltando hacia unos arbustos antes de que me alcanzase. El dragón derribó los árboles, pero cuando alzó de nuevo el vuelo pude ver que una mujer bestia furibunda se agarraba a su lomo, moviéndose y mordiendo constantemente.

Aprovechando la distracción, volví junto a Reike y saqué mis tintas para empezar a escribir unas runas en la punta de mi lanza^[4][5]. No iba a negar que odiaba usar este truco, pero a veces uno tenía que afrontar el tener que usar fuego a pesar de ser más inflamable que un campo de trigo en verano. Mientras esperaba a que volviera a coger temperatura y que la nutria nos trajera el dragón de vuelta me puse a hablar con la bruja.

- ¿Qué tal vas con la preparación? ¿Has tenido tiempo para dejar todo listo?

Para cuando le hicieron un aterrizaje forzoso al dragón ya había tenido el tiempo suficiente como para que la punta de la lanza estuviera al rojo vivo, y antes de que pudiera levantarse de nuevo cargué contra él. Mientras el dragón seguía intentando librarse de la nutria que no dejaba de acosarlo yo fui lanzándole punzadas y retrocediendo para evitar que me destrozara de un golpe. Fui acercándome a su cabeza mientras seguía pinchando, y cuando finalmente me gané toda su atención me quedé plantado en frente de sus fauces con la lanza en ristre. Un zarpazo me obligó a tirarme al suelo para eludirlo y tener que rodar para que no me aplastase inmediatamente después, pero entonces vi el momento. El dragón abrió su boca para morderme, pero en vez de seguir rodando para esquivarlo alcé mi lanza y se la clavé en el paladar, empecé a notar un olor a carne quemada pero no me detuve y cuando abrió más sus fauces para intentar liberarse introduje el asta en la parte inferior de su boca, bloqueándola y dejando que sus esfuerzos no hicieran más que clavársela más

- ¡Ahora, Reike!Y ya en ese momento si que gateé intentando esquivar sus movimientos desquiciados para intentar alejarme, y aunque estuve muy lento para evitar al dragón, que me mandara a volar de un coletazo pudo ser una suerte porque mejor eso que seguir allí y recibir lo que estaba a punto de venirse.

*****************************

Corlys y Teufel se enfrentan al dragón, luego Teufel se va volando sobre el mismo para distraerlo y hacer tiempo a que Corlys y Reike preparen sus cosas, cuando vuelve Corlys le deja una lanza ardiente en la boca para que no pueda cerrarla y de paso se haga daño.

[1] Caramelo de Jade: [Consumible] Ingerir este pequeño caramelo te permitirá usar una habilidad de nivel 9 o menos, sin consumir uno de sus usos.
[2] Nivel 0: Potencia de sangre: [Mágica, 2 Usos] Utiliza la sangre ingerida para aumentar su fuerza y agilidad, causando un mayor daño físico durante un turno. Uso el Caramelo de Jade para recuperar un uso y así poder gastarlo.
[3] Frenesí: [2 usos] Una vez por combate, puedo entrar en un estado de elevada adrenalina. Aumenta notoriamente mi velocidad y me permite ignorar el dolor y seguir peleando, a pesar del daño, por 2 turnos. Primer turno del segundo uso.
[4] Kit de Arcanos Inferior: [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por pinceles y tintas mágicas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Arcanos de nivel Principiante que conozcas en un rol. Para crear el efecto debes disponer de al menos un minuto sin que nadie te interrumpa. Ahí se va el segundo uso.
[5] Trasto Encantado: [Técnica de Arcanos] Al aplicarse a un objeto metálico, éste adquirirá la capacidad de generar calor por sí mismo (alrededor de 300º C) durante 7 días. El efecto puede activarse o desactivarse con una palabra que elijas el encantarlo y tarda 1 minuto en alcanzar el calor máximo.

Inventario:

**Reike** Sáb Nov 25 2023, 13:52

A Valeria se le hizo un poco bola la galleta desmigada cuando empezó a notar perturbadoras miraditas por parte de Corlys, pero Teufel parecía relajada, así que tragó y, procurando no darle la espalda al hombre, echó un vistazo alrededor. Por si la oscuridad nocturna no dificultaba suficiente la visión, la lluvia añadió otro nivel de dificultad a la tarea. Al menos el polvo ya no la haría toser y aún podía ver el resplandor de las antorchas en la torre central.

Tampoco tuvo problemas para localizar al dragón, que en poco se asemejaba al hermoso ejemplar que había tenido la desgracia de estrellarse contra la torre. ¿Qué cuernos le habían hecho? ¿Sería lo mismo que le había ocurrido al tipo con el que habían luchado allá arriba? Por no hablar del aspecto grotesco del cadáver de la playa. De alguna forma, lo habían convertido en su criatura y ahora ya no cabía duda respecto a de qué lado luchaba.

Aquello era imperdonable.

La voz de Corlys la trajo de nuevo a la realidad y hasta le arrancó una breve carcajada con su referencia a mercenarios y explosiones.

—Suena a algo que mi ex diría.

El condenado Vincent no solo lo diría, sino que procedería a ejecutar una serie de las dichas explosiones con una sonrisa burlona pegada en su estúpida cara. Y lo peor era que ni siquiera podía negarle lo de “atractivo”.

—No puedo garantizar explosiones, pero tengo algo de fuego —dijo dando una palmadita al exterior de su bolsa—, y la noche se está quedando un poco fría.

Lo primero que hizo Valeria cuando hombre y nutria se lanzaron estúp… esto… valientemente al ataque, fue localizar los dos viales de fuego embotellado que sabía que llevaba en el bolso, aunque no en su sitio habitual. Puede que el truquito de allá arriba le hubiera salido bien, pero no estaba dispuesta a que se produjera otra sorpresa como aquella.

Después, se le ocurrió que quizá viniera bien un plan de refuerzo y, echando una mano al estuche con las tintas, empezó a buscar algo metálico entre los escombros. La luz de un relámpago distante se reflejó en lo que parecía un soporte de antorcha aún clavado a un terrón suelto que debía haber pertenecido a la pared de algún pasillo interior. Por desgracia, también iluminó un engendro viscoso que se arrastraba hacia ella y a otros dos que lo seguían.

Cuatro pequeños cuchillos, perfectamente equilibrados, salieron de su funda y, atravesando a la primera criatura, se separaron en dos cursos para clavarse en las otras dos⁽¹⁾. Valeria tiró de nuevo de los cuchillos y empujó las tres masas sanguinolentas, alejándolas de ella.

Contuvo una arcada, agarró la arandela metálica (con la mano esta vez) y se puso a trabajar en ella⁽²⁾. Corlys se reunió entonces con ella y, para su sorpresa, repitió en su lanza el proceso que ella misma acababa de realizar en el soporte. Con mayor destreza incluso; sin duda, se dijo la bruja, porque tenía mejor visibilidad.

—Lista cuando tú estés listo —dijo al tiempo que activaba la runa que acababa de grabar. Y estaba segura de que había eliminado todo posible rastro de resquemor (que para nada sentía) en la voz.

La punta de lanza y el soporte metálico empezaban a caldear el aire alrededor cuando Corlys se lanzó de nuevo al ataque. Valeria extendió una vez más su éter, en contacto con la arandela metálica y los dos viales, mientras, con el oído atento a cualquier sonido viscoso en las cercanías, vigilaba los movimientos de hombre, nutria y dragón. Por suerte, los dos primeros se apartaron, más o menos voluntariamente, de su línea de tiro tan pronto como llegó el aviso y, sintiéndolo en el alma por el último, le estrelló los dos viales en la garganta, aprovechando la boca abierta⁽³⁾.

El dragón se sacudió presa del dolor, mostrando su blando vientre y allí fue donde Valeria alojó la arandela ardiente, empujando hasta que sintió de vuelta la fuerza de su propia telequinesis obligándola a aferrarse testarudamente al suelo.

A pesar de la lluvia, le llegó un cierto olor a barbacoa.

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OFF: (1) Telequinesis y cuchillos arrojadizos con encantamiento de hielo para quitarme de en medio a unas de esas abominaciones.

(2) Uso mi kit de Arcanos para lo mismo que Corlys con el encantamiento ese que pone el metal a 300 grados.

(3) Y aquí le estrello en la boca abierta al dragón (con telequinesis) dos viales de Fuego Embotellado: Líquido anaranjado que, al hacer contacto con el aire, se incendia inmediatamente. Puede cubrir un área de hasta 1 metro cuadrado. Las llamas duran aproximadamente 1 minuto (a menos que se expandan en un material inflamable).

RESUMEN: Me uno a Corlys en la preparación del lagarto a la brasa. Bien hecho, por dentro y por fuera.

inventario:

**Zagreus** Dom Nov 26 2023, 05:22

Nos aproximamos con gran velocidad a los escombros. La lluvia refrescaba mi rostro y mojaba mis cabellos. Antes de que el dragón de agua aterrizara, cubrí nuevamente mi pelo con el capuchón negro y me coloqué nuevamente la máscara para proteger mi identidad. El cansancio se notaba, pero aún no acababa la misión.

Cuando el polvo del derrumbamiento se disipó, vimos como los escombros cubrían gran parte del terreno. Algunos rostros conocidos del acantilado se alzaban del desastre mostrando que se mantenían de pie, pero ya no éramos tantos como en un inicio. Posiblemente, aquellos ausentes habrían quedado heridos entre las grandes piedras de las torres destruidas, si es que no estaban muertos.

El dragón se mostraba muy movilizado al reencontrarse con el grupo de Rauko, la elfa de rostro tatuado "Medea" y la mujer de cabellos rubios platinados. Sin embargo, no había tiempo para sentimentalismos. Un rugido estrepitoso revelaba una nueva amenaza, el dragón que había sido aniquilado por la mujer de armadura pesada, ahora se alzaba de entre los muertos, seguramente una habilidad del infame nigromante de la Dark Order que impedía a toda costa que alcanzáramos la torre central. Incluso si para ello debía profanar el cuerpo de sus compañeros y adversarios.

No obstante, no era lo único que se acercaba a nuestra posición, desde la torre, entre los escombros, desde el bosque a nuestras espaldas; de todos lados aparecían aberraciones que flotaban o reptaban hacia nuestra posición. Abominaciones con alas y masas amorfas llenas de bocas dentadas se aproximaban.

Evalúe los alrededores para determinar mi actuar. A la distancia, Reike, Teufel y Corlys parecían querer hacer frente al dragón ancestral poseído que se disponía a arremeter contra todo lo que estuviera a su paso. Cuestionaba si serían capaces de lidiar contra aquel nuevo enemigo, pero incluso si no fuese el caso, podrían servir de carnada para desgastar o aunque sea distraer al dragón de las tempestades. Tiempo que sería valioso para lidiar con las abominaciones que se acercaban como estampida.

Tiré del cuello del dragón de agua. Un gruñido evidenció que no le gustaban mis formas, pero al voltear su cabeza y verme de reojo los cristales rojos de mí máscaras supo que teníamos que actuar.

Miré a los que se encontraban cerca y con voz de mando grité a través del metal de mi máscara, dotando de un eco oscuro mis palabras. - Aquellos que puedan mover escombros busquen a los caídos y den apoyo si es que siguen con vida. Si no es así, no se molesten en recuperar los cuerpos.

El dragón agitó sus alas, batiendo las gotas gruesas de agua. La lluvia con cada minuto crecía con más fuerza debajo de aquella noche sin estrellas.

Yo iré por las aberraciones, la prioridad es acabar con el dragón poseído para luego continuar hacia la torre. Los que sean rápidos pueden seguirme. - Aunque igual no podrían equiparar la velocidad del vuelo de un dragón de agua bajo la lluvia torrencial.

Quedaba el remoto plan de rematar al dragón, sin embargo, el nigromante era un ser poderoso, capaz de burlar a la muerte las veces que fuese necesario, sus marionetas de pesadilla solo eran simples herramientas que se alzaban a su voluntad. Matar solo era otorgarle más peones a sus filas.

El dragón se elevó varios metros, confirmando aceptar mi plan suicida. Profirió un poderoso rugido seguido de un chorro de agua al cielo. La lluvia revitalizaba su piel y sus fuerzas. Entendía que quizás sería su último grito.

Mis objetos eran limitados y mi poder sobre la sangre frágil, no tenía fuerzas suficientes como para hacer una nueva arma carmesí. Así que armado solo de mi daga del crepúsculo, alcé el brazo para iniciar la arremetida contra las bestias. - Si no podemos, no duden en guiar al dragón ancestral contra la torre, ya vimos que es capaz de derribarlas sin problemas.

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El dragón azul subió hacia el cielo oscuro, haciendo que tuviese que agachar mi torso para sostenerme a la bestia alada mientras gotas empañaban los cristales de mi lente. Una vez en el punto más alto, el dragón cambió la inclinación de sus alas para hacer que desplegando las mismas en toda su extensión comenzamos a caer en picada hacia las aberraciones.

Si nos superan abandona la zona, tratemos de atacar y reposicionarnos. - señalé mientras el dragón me respondía con un bufido. La velocidad que tomábamos era impresionante y me obligaba a sostenerme con fuerza.

A ras del suelo, el dragón con gran velocidad arremetió contra varias de las criaturas monstruosas. El agua se arremolinaba con los zarpazos y embestidas de su cola, mientras en su lomo yo con mi daga clavaba a diestra y siniestra todos aquellos que se atreviesen a entrar a rango de ataque, sacando partido a mi maldición (1) desatando todo el poder vampírico.

Alaridos de dolor y sangre de color verde salían de las abominaciones que iban perdiendo extremidades y caían en montículos de vísceras. Sin embargo, parecían que las aberraciones solo se multiplicaban. Cuando parecía que nos sobrepasaban, di una señal a la montura. El dragón batió sus alas alejando a las bestias para así retomar la distancia en los aires.

Nuevamente, nos posicionamos sobre las aberraciones. Con una señal y un rugido nos abalanzamos nuevamente a la carga. Un potente chorro de agua nos dio espacio para encontrar flancos vulnerables. Las escamas de aquella bestia eran robustas, pero poco a poco las abominaciones ganaban terreno, causando golpes y cortes tanto a mí como al dragón.

Los cadáveres aumentaban, pero era poco el terreno que ganábamos hacia la torre. Di la señal para subir y repetir la estrategia, pero los brazos de un monstruo sujetaron con fuerza la cola del dragón de agua que intentaba sacudir sus alas para librarse del agarre.

Viendo que las demás criaturas se aproximaban, acorralándonos, salté de las espaldas del dragón y caí sobre aquella bestia, cortando con mi daga ensangrentada de aquella sangre viscosa el brazo de la aberración. El dragón pudo alzar vuelo y rápidamente entendió que debía retirarse. Dejándome solo en el mar de abominaciones.

Con mi brazo libre golpeé el ojo central de una de las pesadilla y seguido con un tajo vertical creé distancia de lo que parecía ser un ave corrompida a mis espaldas. Entre el lodo y la lluvia estaba en el centro de un círculo de cadáveres. Completamente rodeado de monstruos y aberraciones que con cautela saboreaban la oportunidad de abalanzarse sobre mi.

El cansancio hacía que mi guardia fuera baja. Respirar se me hacía difícil, por lo que me quité la máscara y la arrojé a unos pocos metros de mí, limpiando mi rostro mojado y peinando mi cabellera hacia atrás.

Con el ceño fruncido y la mirada decidida a sobrevivir, agitaba mis brazos para hacer espacio entre las criaturas, aprovechando las aperturas que me daban para mantenerlas a raya. Sin embargo, los golpes hacían que me retorciera de dolor, los cortes reducían mi velocidad y me restaban fuerza, el terreno era resbaloso y comprometían mi estabilidad.

Sabía que tenía un último as bajo la manga, pero no quería usarlo, todavía no… Quizás todavía el resto de mercenarios pudiera ayudar…

Cerca de mi mano la gema de sangre me tentaba.

Me sentía cansado, el dolor nublaba mi visión y los monstruos parecían reducir distancia.

____________________________
Off
(1) Maldición Desatada: [Mágica, 2 usos] Mi maldición se vuelve más fuerte, haciendo que la oscuridad me posea. Por 2 turnos luzco más siniestro, aterrando a los débiles. Mis ataques realizan daño mágico adicional y puedo ocultarme en las sombras con más facilidad.

Con permiso de Meraxes, manejo a Meleis para arremeter contra las abominaciones. Al final, nos vemos superados por las aberraciones y el dragón logra huir, aunque yo quedo solo en el mar de monstruos.

**Gaegel** Lun Nov 27 2023, 06:47

Miraba de un lado a otro. Pese a la destrucción de las torres, era evidente que las cosas aún no habían finalizado, y el cansancio de las peleas anteriores comenzaba a hacerse presente. - El éter que nos separaba de los demás ha cedido. - Dijo Ryra, la cual estaba aún fatigada, pero que luego de un rato terminó por sostenerse por sus propios pies en el suelo. - Bien, eso quiere decir que ya podemos acercarnos a los demás. Al menos eso es bueno.

Y fue justo en ese momento, mientras que la lluvia arreciaba sin clemencia alguna cuando en aquel momento, además de las criaturas de pesadillas, se alzó sobre nosotros un dragón. No pude evitar señalarlo con mi índice derecho. - Eso es malo. - La bruja dio unos pasos hacia adelante y negó con su cabeza. - Ese brujo desgraciado no nos da ningún respiro. - Para ese momento, algunas de las criaturas estaban llegando a la zona donde nos encontrábamos, por lo que desenfundé mi espada y la separé para repeler a las criaturas en su forma de espadas gemelas.

Mientras Ryra y yo combatíamos con esas horripilantes cosas, alcancé a ver de reojo, como Corlys y Reike habían realizado un movimiento contra el dragón, logrando quemar su vientre. Un movimiento que debía de reconocer que fue bastante bueno. La bruja alcanzó a ver cómo el área atacada del dragón seguía ardiendo. - Ese fuego debe de seguir encendido. - Al escucharla decir aquello, uní mis espadas gemelas y mientras repelía a esos malditos esbirros, hurgué en mi bolso saqué de el una esfera. - Pues que siga ardiendo. Avancemos. - Había que ser rápidos, por lo que a punta de ímpetu y sin demasiada elegancia, nos abrimos paso por aquellas abominaciones hasta llegar a una zona de lanzamiento posible.

Al llegar allí, la bruja comenzó a concentrar su éter en sus manos. Debido a la lluvia que caía, se podía notar incluso cómo sus manos humeaban. Pero esas criaturas no nos permitían concretar nuestro plan. En ese momento fue cuando el chorro de agua de Meleis se hizo presente. Alcancé a ver cómo el sujeto enmascarado iba montado en Meleis. No pude evitar sonreír levemente. Puesto que esos dos habían logrado aquella apertura que deseaba. - A ver si esto es de tu talla. - Por lo que sujeté con firmeza aquella esfera y la arrojé la esfera (1) hacia el pecho que aún estaba encendido del dragón, la esfera al entrar en contacto con la bestia explotó. Aquello ayudaría a alimentar las llamas, para dejar que Ryra continuara con aquel movimiento.

El cansancio en la bruja era evidente, el reunir el éter necesario para su técnica le había tomado más tiempo que cuando peleamos contra aquel fetichista en la torre, pero al menos el objeto ayudaría a que las flamas perduraran un rato más en lo que la bruja se preparaba. Miré de reojo el vuelo de Meleis, y el momento en que caía, quedando a merced de las criaturas de pesadillas. Miré a Ryra para saber si estaba de acuerdo en mis intenciones. La mujer de cabellera negra asintió levemente. - Por favor cuídate Ryra. - Le dije en un tono serio, omitiendo por completo aquel juego que teníamos en el que la llamaba arpía. Ella me sonrió con calidez y volvió a asentir.

Desenfundé mi otra espada y comencé a correr hacia el sitio donde el hombre enmascarado. Las abominaciones atacaban sin cuartel mientras me adentraba en aquel lugar, pero volviendo a utilizar mi ímpetu, y mis capacidades con ambas espadas (2), utilizando mi espada corta para repeler a mis adversarios y mi gran espada para realizar los tajos para cortarlos en dos o darles una herida mortal. Seguí mi avanzada hasta llegar al lugar donde el enmascarado estaba. Una vez allí me coloqué a su lado. Fue en ese momento cuando noté que ya no traía una máscara que ocultara su rostro. Y para mi sorpresa conocía al sujeto detrás de la máscara. - Te recuerdo... Estabas en la recolección de guld. - En ese momento guardé mi espada corta y separé mi gran espada para combatir con las espadas gemelas, aunque volví a ver a aquel hombre. - ¿Te hiciste algo en la cara? Te veo mejor parecido que la vez anterior. - Comenté con una media sonrisa, buscando aligerar el ambiente tan caótico que teníamos los dos repeliendo a las monstruosidades que combatíamos.

Mientras eso ocurría. Ryra había terminado de concentrar su éter. Para su suerte el fuego aún estaba presente en el lomo del dragón, y tras lograr encontrar otra abertura en los movimientos de esta criatura alada, la bruja sonrió maliciosamente. - Ni siquiera la lluvia te librará del averno escoria. - Tras esas palabras, la bruja liberó un potente torrente de fuego que ni siquiera la tormenta que azotaba fue capaz de detener su trayectoria hacia el dragón. (3) ¿Sería suficiente? Eso solo podía saberse luego de haberlo atacado con todo lo que la bruja tenía, o mejor dicho, le quedaba.

OFF:

Resumen de acciones:

- Gaegel y Ryra se apresuran para aprovechar el ataque que lograron Corlys y Reike contra el dragón.
- Gaegel, tras ser ayudado por Zagreus y Meleis lanzó la esfera krampus al dragón.
- Ryra concentró su éter.
- Gaegel se lanzó a la ayuda de Zagreus, y tras reconocerlo aprovechó para decirle lo guapo que está (?) mientras combatíamos contra las criaturas de pesadilla.
- Ryra logró lanzar su ataque contra el dragón.

HABILIDADES USADAS:

1.- Lanzamiento de la Esfera de Krampus:
- Esfera Krampus [x1] : [Consumible] Una esfera de cobre. En su interior hay una mezcla de carbón y azufre. Al lanzarla contra un objetivo, la esfera explota.

2.- Gaegel: Hab. Nivel 1: Maestro de armas: [Pasiva] El usuario puede usar un arma grande de dos manos con una sola mano con la misma velocidad y agilidad que si sostuviera una espada de menor tamaño mientras que con la otra sostiene un arma mediana o de menor tamaño.

3.- Ryra: Hab. Nivel 2.- Burn MF, burn: El usuario concentra su éter con ambas manos para poder expulsar un torrente de fuego a presión, que si bien es delgado, es muy potente. El usuario podrá girar sobre su propio eje para poder corregir la dirección del ataque. [2 Usos] [2do Uso]

USOS RESTANTES DE HABILIDADES:

- Burn MF, burn [2/2]

Atuendo de Gaegel y Ryra:

Inventario:

**Rauko** Mar Nov 28 2023, 04:17

　Aterrizaron, solo eso pudo comprender Xana mientras aún intentaba salir de la confusión nacida por la caída vertiginosa. Luego reparó en que le faltaba el aire; algo bloqueaba su rostro. Levantó la cabeza y tomó una bocanada de aire. Entonces, por fin, comprendió dónde había metido sus narices, y el descubrimiento vino acompañado de rubor.

　Se estremeció al escuchar la voz de Meraxes provenir desde un sitio igual de inesperado: cerca de la entrepierna de Xana. Eso, lo anterior y el comentario de la dragona avivaron la vergüenza de la elfa, vergüenza que no podía ser apagada ni con el frío de la lluvia que iniciaba.

　–Estoy bien –logró articular, en voz baja–, no te preocupes.

　–¿Interrumpo algo?

　–¡¿Ah?! –Xana dio un respingo, se apartó torpemente de la dragona y se levantó–. ¿Rauko? ¿Cuándo llegaste?

　–Jamás me fui –dije con una leve sonrisa–. Bueno, no, que tampoco soy el gnomo raro de la otra vez. Pero, como sea, ambas están a salvo y eso es lo importante.

　Pero no por mucho.

　Y me refiero a lo de estar a salvo, no a que dejara de ser importante.

　Aquel único espacio que nos brindó una paz momentánea fue rodeado de más criaturas aborrecibles. Suspiré con los hombros caídos. Estábamos atrapados en un macabro juego de supervivencia. El fin de los trece días dejaba de ser un castigo y se convertía en una esperanza.

　Pero nada de aquello fue lo que perturbó a Xana, sino la reanimación de un guerrero dracónico. Aquel ser bendecido por la sangre de viejos dioses y que fue derrotado por la ciencia humana, ahora se alzaba, convertido en el lienzo para la profanación a la vida, una imagen con tintes más oscuros que los de la nigromancia.

　Los ojos de Xana se desviaron hacia la torre de donde brotaba la magia maldita que corrompía aquella isla infernal. Apartó la mirada antes de que nacieran los retorcidos pensamientos de una justicia retributiva que se gestaban en su mente. «Debo centrarme en lo que tengo adelante», se dijo, con una expresión grave moldeando su rostro y endureciendo su mirada.

　Viendo que Xana parecía ya haber hecho su elección, yo decidí dedicarme a lidiar con el otro problema. Y no fui el único: Judas y Meleis se adelantaron y dieron inicio a una nueva masacre de engendros, exhibiendo una brutal eficiencia en la aniquilación.

　Aun así, la diferencia numérica era imposible de ignorar. Incluso con mi intervención, no sería suficiente. Necesitábamos ser más…

　–Ah, claro, eso era –musité.

　Busqué entre mi inventario y saqué un par de bolas. Como haría cualquier persona sensata al agarrar dos bolas como aquellas, tan apetecibles y suculentas, las llevé a mi boca y las saboreé. Tenían mi sabor favorito. No tardé en devorarlas.

　Tras ese placer fugaz, corrí hacia el mar de abominaciones. Uno de estos, parecido a una gallina, se abalanzó sobre mí. Me aparté con un paso lateral preciso, pero coloqué mi mano izquierda en su trayectoria. Cuando la palma recibió el golpe, éter estalló dentro de mi mano y relampagueó por el resto de mi cuerpo, sacudiéndome cada vez con mayor intensidad hasta que la magia desgarró las leyes naturales.

　Delante de mí estaba yo mismo, dos veces, todos con una ligera conmoción y formando un triángulo. Nos miramos, primero con cautela. Luego nos señalamos unos a otros con los dedos, con nuestras piernas ligeramente flexionadas.^[1]

　–Tú eres yo –dijimos al unísono–. Estupendo. Creo que nos llevaremos bien.

　Sin más palabras innecesarias, nos lanzamos al ataque. Saltamos hacia a una de las abominaciones, guiados por el mismo instinto asesino. Y tropezamos con nosotros mismos y rodamos un par de metros hechos una bola de Raukos.

　–Creo que no nos llevaremos tan bien –mascullamos mientras intentábamos desprendernos del nudo que formamos con nuestros cuerpos–. Vayamos a por el que tengamos más cerca, ¿nos parece bien? –Asentimos varias veces.

　Los tres nos levantamos con un giro, blandiendo nuestras espadas en el acto y seccionando cada uno a una criatura deforme que se había abalanzado sobre nosotros. Sus restos cayeron a nuestros lados y su sangre cubrió nuestros cuerpos. Hicimos una floritura innecesaria pero vistosa con nuestras armas en una coreografía de perfecta sincronía y, expulsando éter de nuestra piel, nos desprendimos de la suciedad.

　Los tres nos volvimos hacia la misma dirección, donde Gaegel había hecho su gran entrada en rescate de Judas. Intercambié miradas conmigo mismo.

　–¿Estamos pensando lo mismo? –nos preguntamos, sabiendo la respuesta–. Entonces pensemos en otra cosa para no volver a chocar.

　Asentimos y emprendimos una carrera encarnizada, creando tres caminos de cadáveres cercenados y de sangre roja y verde.

　Luego dimos un gran salto, impulsados con magia, y convergimos sobre el área donde estaban Judas y Gaegel. «Ay, no, chocaremos otra vez», temimos en el aire.

　Por suerte, logramos virar hacia el suelo y aplastamos a otro engendro, reduciéndolo a una masa sangrienta.

　Pero no se nos permitió descansar. Una amalgama de tentáculos y ojos enrojecidos surgió entre los engendros, dispuesto a aplastarnos.

　Dividimos nuestras Doppelsäbel en dos^[2] y las arrojamos hacia sus ojos. Antes de que pudiera asimilar su ceguera, aquello conoció la muerte mediante el filo de nuestras espadas Retniw.^[3]

　–Oigan, tengo una idea –nos dijimos–. Entonces hagámoslo.

　Un Rauko dio un gran salto, pasando sobre un grupo de criaturas. Al caer, activó el encantamiento de Doppelsäbel. Como supusimos, las copias también tenían el encantamiento, y las seis cuchillas se dispararon hacia aquel Rauko, hechas un torrente de acero cortante.^[4]

　Antes de que le alcanzaran, otro Rauko activó el encantamiento. Entonces las cuchillas volaron esta vez hacia él, masacrando a más criaturas a su paso.

　Y antes de que llegaran a ese Rauko, di inicio a mi turno reconduciendo las espadas hacia mí, formando así un triángulo de muerte asegurada.

　Con nuestras Retniw, aniquilábamos a cualquier enemigo que cometiera el error de acercársenos, mientras las Doppelsäbel licuaban todo aquello en el espacio entre nosotros.

♆　✧

　Xana no tenía dudas esta vez. Lo que tenía al frente era un cadáver, y ella ayudaría en la buena labor de darle el descanso que se le estaba negando.

　El éter se condesó y se arremolinó a su alrededor. El aire se tornó pesado, caliente y se convirtió en cuna de estrellas. Muchas partículas de luz se formaban y volaban en torno a Xana, y muchas morían a los segundos. Las que permanecían, ganaban velocidad, tamaño y resplandor mientras pulverizaban a las indefensas gotas de la lluvia que tocaban.

　Aun así, había un problema: aquellas diminutas estrellas que contenían promesas de destrucción también adoptaron la rebeldía de la inestabilidad.

　Un breve gruñido salió de Xana. Entendía que necesitaba canalizar su poder en algo o aquel torbellino estelar evolucionaría a nova, dañando todo en el espacio circundante.

　Entonces una gallina no-muerta salvaje apareció, la misma que me había atacado antes, pero esta vez no sería ignorada.

　Xana logró reaccionar; empuñó su lanza y empaló a la gallina al instante. Esta, sin embargo, se negó a creer que debió morir, y siguió sacudiéndose y emitiendo chillidos extraños, existiendo impulsada por instintos básicos tocados por una corrupción profana, una imagen que entristeció a Xana, hasta que esta tuvo una idea brillante y oscura por igual.

　Enarboló la lanza, gallina en la punta y peluche de bégimo aún aferrado al cuerpo de Xana, y enfocó su éter en aquella ave, convirtiéndolo en el ojo del huracán de estrellas. Ahora solo debía arrojar la gallina hacia el dragón muerto, y todas las estrellas conjuradas seguirían al ave, orbitando al alrededor esta.^[5]

　Pero la gallina, moviéndose con violencia, dificultaba la tarea. Aunque se tuviera la mejor precisión, aquel animal errático batiría sus alas y volaría en cualquier dirección indeseada.

　–Meraxes –llamó Xana mientras se esforzaba en mantener el equilibrio amenazado por la criatura alada–, necesito tu ayuda.

(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)

^[R] Habi… Bueno, las de siempre de Rauko, de los saltitos locos y la de evadir hasta el aire.
^[1] Consumible: Bolitas de pétalos biusificados (las dos): para crear dos clones de Rauko con las mismas habis y armas. Duran un turno.
^[2] Doppelsäbel: es una espadita con un diseño que le permite dividirse en dos.
^[3] Otra vez el encantamiento Arma cambiante: transformé Retniw de guante a espada.
^[4] Encantamiento de Doppelsäbel: Bendición de Thor, que no significa tener un hijo de Thor, sino que el arma vuele hacia su dueño como el martillo de Thor.
^[5] Habi: Tertulia de astros (1/2), para crear una barrera de estrellitas que orbitan alrededor de un objetivo. Estas se lanzan sobre el enemigo que toque alguna y explotan. Estaba pensada como habi defensiva, pero ahora pensé que incluso un escudo puede ser un arma letal si los memes lo ameritan.

Resumen: Rauko hace un trío consigo mismo para salvar a Zagreus y licuar bichos feos. Xana pone los primeros ingredientes para el ataque definitivo: bolitas de luz y una gallina zombi.
Mera, ahora sí que sí es seguro, ya sabes qué hacer. Confío en ti. Puedes manejar a Xana para terminar de narrar la creación y el lanzamiento de la hydronovanecrogallina, y lo que toque =)

Xana:

Rauko:

**Meraxes** Jue Nov 30 2023, 04:13

Meleis, con mucho esfuerzo ya previamente descrito, no solo ayudó al joven enmascarado que emanaba aura de sensualidad montando sobre el dragón de dos mangueras, también lo escoltó a la misión suicida más mortal que podía describirse hasta ahora.

Estaba bastante cansado, la jornada había sido bastante dura y la cosa no hacía más que aumentar de dificultad. Pensó en retirarse un momento, necesitaba un momento y poder reponer ligeramente sus fuerza, por suerte los aliados que aún quedaban vivos y que no tenían rotas cosas o partes del cuerpo fueron en apoyo al sujeto misterioso. Aquello le levantaba la moral a cualquiera además del hecho de saber que yo estaba bien. Fue a nueva cuenta sobrevolando por lo bajo, aprovechando hasta cierto punto esa renovación psicológica que el agua le causaba para con mucha potencia dejar escapar chorros de agua a tal fuerza que lograra abrir huecos en aquellos monstruos, o por lo menos intentar ahogarlos si apuntaba al lugar preciso.

Rebotaban como gomejos de un lado a otro y perdió la cuenta si a los que disparaba eran algo que ya habían matados los demás o aún tenían otro ultimo suspiro. Para cuando aterrizo, las garras, los dientes y su cola fueron armas un pocos más sucias, por suerte la lluvia ayudaba a limpiar, acabó por colocarse cerca de Gaegel para cubrir los flancos que faltaban.

Por otro lado y omitiendo la reacción de la elfa que pareció gustarle la experiencia pero que retomaríamos en una situación menos letal, la imagen de aquel dragón demoniaco y varios de los presentes tratando de lidiar con el ¿cadáver? Bueno todo era un muerto en vida desde lo de la playa, en este unto nosotros éramos los raros por estar vivos. Como fuera la idea de Xana de una lanza, una gallina zombie y ahora de ella brotaban brillos me dio mucho que pensar.

Dejé que el agua aclarara mis dudas, por suerte fue rápido y haría una prueba de fe - sin tratar de quedarme calva ni furiosa - y comencé a acumular toda el agua posible que caía del cielo para apuntar hacia donde Xana lo necesitaba. No estábamos sola en aquella dura tarea, los aliados no faltaban y una serie de ataques que me faltarían palabras para describirlo porque ya lo hicieron iban hacia esa cosa, pero si algo era claro es que lo primero que vi en salir disparado fue la gallina voladora.

- Lanzaré esto y tu remata con lo que sea que tengas allí. - Dije a Xana con esfuerzo ante el inmenso cumulo de agua que estaba creando, jamás pensé que tendría la energía para hacerlo de nuevo pero como dije, tuve fe.

Ella asintió y tras mi lanzamiento que me dejó de rodillas luego por semejante esfuerzo, el remate de Xana, más el acto heroico de nuestros aliados podrían acabar con aquella amenaza. Esperaba que sí, ya los recursos se me agotaban y no tenía mucha energía.

Off:

Inventario:

Inventario Meleis:

**Destino** Jue Nov 30 2023, 17:41

El elfo de negros cabellos había logrado un descenso hermoso, magistral, era poesía convertida en acciones, un despliegue de estilo, o al menos así había sido en su mente pues la realidad estaba muy lejos de ser tan elegante. Destino usó su mano libre para quitarse su pierna de la cara mientras con la otra mano apretaba su otra pierna para tratar de sentirla -¿Esta pierna de quién es?- Se preguntó mientras la sacudía con la mano y le sacaba una estaca que se le había quedado clavada en la caída.

El pelinegro se tapó los ojos y cerró las orejas para evitar que los chorros de sangre de su pierna lo dejaran ciego -Bueno, eso responde de quién es la pierna- El elfo concentró su éter para sanar sus heridas y lograr que su cuerpo volviera a estar en una posición físicamente posible y que no violara las leyes de la naturaleza. ^[1]

Una vez recompuesto, Destino estaba listo para la batalla, tomó con fuerza sus espadas y se preparó para enfrentarse a lo que fuera, cualquier cosa -Traigan un desafío de verdad- Dijo con prepotencia y arrogancia tan solo para ver acercarse aquella enorme criatura -Bueno, Destino les dejará el dragón mientras llega el verdadero desafío- Dijo dando un paso atrás.

Aunque al final algo terminaría llamando su atención, una de las gallinas zombies parecía haber sobrevivido al derrumbe, así que debía ponerse en marcha para completar el exterminio. Xana estaba intentando acabarla, pero le estaba costando debido a lo escurridiza que resultaba aquella criatura, fue entonces cuando Destino emprendió una carrera hacia aquel nefasto ser.

Ni siquiera el averno te librará de la lluvia, escoria- Dijo el asesino mientras cargaba contra aquel ser espeluznante que desprendía brillos extraños y visiblemente peligrosos. Atendiendo a la alerta que eso suponía, Destino prefirió usar sus espadas como látigos, expandiéndolas para incrustarlas en el cuerpo de la gallina a la que haló con violencia y tras hacerla girar un par de veces la terminó soltando en dirección a una enorme esfera de agua que viajaba con rumbo a quién sabe dónde.

La gallina con esferitas brillantes fue devorada por la enorme bola de agua que se convirtió en un festival de luces y brillos inquietantemente peligrosos, a lo que Destino nuevamente dio un paso atrás, y otro más, y luego otro buscando donde ponerse a salvo, incluso el dragón podría percibir el peligro de aquel cacareante ataque y trató de escapar, pero era demasiado tarde, Meraxes y Xana estaban a punto de demostrar quiénes del grupo tenían las bolas más grandes.

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[1] Destino usa su pasiva de elfo que lo cura (qué locura). Luego colabora con Meraxes y Xana para darle bola al dragón.

**Zelas Hazelmere** Vie Dic 01 2023, 00:11

Damián, ahora poseyendo el cuerpo del dragón se topo con una resistencia inesperada, escombros, ataques inesperados en su lomo y una lanza explosiva que reventó gran parte de sus interiores, acompañados de otras explosiones de fuego que le llegaron de forma inesperada y que reventaron gran parte de sus exteriores, aquellas heridas serian letales para cualquiera, o al menos ralentizarían a cualquier otra creatura debido al daño acumulado, sin embargo, Damián no era como cualquiera y es que aquella falta de la sensación del dolor le volvía uno de los mas peligrosos si se combinaban con la magia nigromante de Vaal Hazak.

La única forma de acabar con un enemigo así era desintegrándolo por completo, cosa que probablemente aquel extraño ataque cuya "punta de lanza" consistía en una gallina que iba siendo empujada violentamente por una esfera de agua rodeada de luces brillantes podría lograr. El pico de la gallina se le clavo en uno de los ojos y las subsecuentes explosiones, mezcla de la presión del agua y las esferas brillantes redujeron al dragonificado Damián a un esqueleto con unos cuantos trozos de carne aun pegados a ellos.

Por otro lado, Meleis, Zagreus, Gaegel y los Raukos estaban empapados en la sangre de las abominaciones las cuales a pesar de haber acabado con cientos de ellas, no parecían acabar. Entre las explosiones de los ataques y la sangre que se esparcía tanto del dragón como de las abominaciones, algo extraño comenzaba a suceder, entre la lluvia se podía ver como los remanentes del Damián dragón y las Abominaciones comenzaban a mezclarse.

-No lo entienden... todo lo que hagan será inútil... Nosotros ya ganamos- diría la creatura que se rehusaba a morir, como si aquello no hubiera sido suficiente, un grito desgarrados se podría escuchar desde una de las torres que seguían en pie. A la vez que lo que quedaba del dragonificado Damián comenzaba a mezclarse con las abominaciones abatidas, algunas de las cuales ya comenzaban a regenerarse, creando una especie de mente de colmena con Damián como la mente dominante.

Damián y sus hijos:

-Se acabo, todos morirán- Ahora la voz de Damián se escuchaba desde todas las abominaciones con las cuales se estaba fusionando, todo aquello creando una reacción en cadena que comenzaba a encerrar y a superar a todos los guerreros.

Ultima canción:

_______________________________________________________

La lluvia caía sobre Zelas a quien la presión de todo lo que estaba ocurriendo finalmente le caía encima como un balde de agua fría, aquel ultimo ataque le había drenado casi toda su energía y sabia que aun no estaba ni cerca de acabar con los otros 3, V estaba herido, pero aun no era suficiente para acabarle, las explosiones que sacudieron las torres le indicaban que sus amigos y los aliados que había contratado también estaban teniendo un momento difícil.

-El resultado de esto estaba decidido desde el momento en el que pisaron esta isla... Debo reconocer que llegaron mas lejos de lo que pensaban, al parecer si eres el sobrino de Vitserk- le diría Wolfgang a Zelas mientras observaba como su espíritu de pelea se iba apagando poco a poco.

El no-elfo sintió un escalofrió, recordaba el nombre y las palabras que había dicho V antes, no quería creer que un familiar suyo había sido capaz de causar tal desastre en toda su vida, las palpitaciones de su corazón se elevaron y se le dificultaba respirar, ¿acaso los había sentenciado a todos?, un desgarrador grito le hizo enfocar su atención en la torre que aun seguía en pie. El ver a Eve aparentemente sin vida en los brazos de su contrincante fue lo que termino de quebrarle.(1)

-Vaya, otra mascota que ha cumplido con su propósito... Y solo le tomo ¿cuanto? 7 años... Esa es la parte mas divertida, cuando la magia deja de controlarles y caen en cuenta de lo que han hecho- diría Wolfgang mientras comenzaba a reír, secundado por Vaal Hazak y Amelie.

El hecho de imaginar que todos sus amigos podrían terminar así hizo que Zelas cayera a un lugar demasiado oscuro para el, en especial porque habiendo muerto tantas veces, no podría cargar con la culpa si por algún retorcido juego de los dioses, era el quien volviera a levantarse, y fue el miedo a que esa visión se hiciera realidad lo que le hizo encontrar lo que parecía ser una salida a todo eso.(2)

-Me rindo... Me someteré a lo que quieras... Solo déjame salvarla... Déjame salvarles- diría soltando su espada y de rodillas.

Las risas y sonrisas siniestras no se hicieron esperar -¿Quién te crees, Vaal Hazak? Jajajajaja, muy bien, déjame ver si puedes hacer milagros- respondería Wolfgang mientras le hacia una seña a quienes quedaban en pie para que le dejaran pasar.

Zelas utilizo todas sus fuerzas para llegar lo mas rápido posible hasta donde estaba Eve y la otra chica, y mientras corría, trataba de buscar desesperadamente algo entre uno de sus tantos bolsillos.

-Yo.. Yo no- Azalie aun en shock no podía articular palabras entre el llanto.
-Dejame verla!- diría el no-elfo quien con desesperación comenzaba a darle de beber un liquido que esperaba ayudara a Eve, al ver lo complicado que era, se llevo el resto del contenido a la boca y se lo traspaso a Eve con un beso en el cual esperaba que al empujarle el liquido por la garganta, este no le llegara a los pulmones(3).

Al cabo de unos segundos la herida de Eve se cerro, mas esta seguía inconsciente, sin embargo, parecía que comenzaba a respirar -Esta.. Esta respirando! por los dioses gracias.. Gracias- Azalie lloraba acongojada por todo lo que estaba sucediendo, bastaron solo un par de segundos para que aquellos 4 nefastos individuos se hicieran presentes.

-Vaya, así que si haces milagros, muy bien, ahora tu parte del trato, tienes una llave muy divertida y yo conozco un lugar igual de divertido, en las catacumbas de Lunargenta hay un lugar donde solo los guerreros pueden obtener lo que deseen, tu ya estuviste en el hace tiempo, necesito algo de ese lugar ahora, así que abre el camino- le ordenaría Wolfgang.
-Vaal Hazak aun debe deshacer el hechizo- respondería Zelas mientras hacia una seña con su mano, haciendo que su espada volviera a sus manos(4).
-¿Quién te crees que eres para pedir algo?- protestaría Amelie preparándose para golpearle cuando Wolfgang la detuvo.
-¿Crees que no puedo obligarte a hacerlo?- preguntaría Wolfgang en un tono amenazante.
-Eso arruinaría tu diversión... ¿Acaso me equivoco?, ¿Qué crees que pensaran mis amigos cuando vean que he desaparecido con ustedes?, ¿Qué dirá mi familia cuando sepan que estoy en el grupo del asesino de mi padre y mis hermanos?, Necesitas gente que esparza la voz sobre como hoy he traicionado todo y a todos- respondería Zelas con un semblante serio.
-Ja.. Jaja... JAJAJAJAJAJA MUY BIEN ZELAS, DE ESO ESTOY HABLANDO JAJAJAJAJAJA Vaal Hazak, deshaz el hechizo- respondería el vampiro quien reía siniestramente.
-Como tu digas Wolfcito, te dije que Zelitas seria una persona divertida, lo supe en cuanto le vi ♡⸜(˃ ᵕ ˂ )⸝-- Diría el brujo quien comenzaba a mover su báculo y comenzaba a pronunciar unas palabras indescifrables, -hupadgh n'ghft mnahn'-nyth n'gha-yar -

Al momento de pronunciar aquellas palabras, Tanto Damián como las abominaciones que estaban a fusionadas con el y aquellas que no estaban fusionadas, y todas las creaturas nacidas de la magia de Vaal Hazak comenzaron a caer inertes a la vez que otras se desintegraban.

-Ya esta hecho Wolfcito ♡⸜(˃ ᵕ ˂ )⸝ -
-Tu turno-
-Estoy en eso-

Zelas sacaria su llave mágica y la fusionaría con su espada, consiente de como cambiarían las cosas, sintió una leve vibración en su hombro así que toco su pieza metálica(5) "Lo siento mucho, por favor, cuiden de Eve y su amiga" pensó esperando que Mera o Gaegel hubieran escuchado su mensaje y acto seguido corto el espacio-tiempo para dirigirse a las catacumbas de Lunargenta(6).

-Hay que entrar todos a la vez... Se cierra rápido- comentaría el no-elfo momento en el que la risa de Wolfgang resonaría mas fuerte al notar como algunos de los compañeros del rubio llegaban a tiempo para verle cruzar el portal junto a los remanentes de la Dark Order y desaparecer.
_________________________________________________________________

OFF: cosas y habilidades usadas:

Inventario:

Y CON ESTO CONCLUYE LA ULTIMA RONDA, AHORA PUEDEN REACCIONAR COMO SE LES PLANTE EN GANA, EVE ESTA INCONSCIENTE Y SU AMIGA AZALIE ESTA EN SHOCK, MUCHAS GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR, LOS TKM, EN ESPECIAL A QUIENES LLEGARON HASTA EL FINAL, DE VERDAD, ME HICIERON EL AÑO Y ESTA TRAMA QUEDO MUCHO MEJOR DE LO QUE HABIA PLANEADO, TIENEN HASTA EL 10 DE DICIEMBRE PARA RESPONDER PORQUE AHI PEDIRE EL CIERRE

La repartición de aeros quedo así, lo dejo acá, pero también al momento de pedir los px solicitare la transferencia.

CONTEO DE ASESINATOS:

RAUKO: 23 ---> 100 aeros
DESTINO: 18 --> 70 aeros
REIKE: 17 --> 70 aeros
CORLYS: 17 --> 70 aeros
ZAGREUS: 16 --> 70 aeros
GAEGEL: 16 --> 70 aeros
MERA: 15 --> 50 aeros
FROSK: 13 --> 50 aeros
CAO: 9 --> 20 aeros

**Gaegel** Sáb Dic 02 2023, 04:24

Mi aparición en medio del campo de batalla, si bien había aliviado la carga de aquel hombre, la realidad es que por cada engendro mutante que derribábamos, aparecían otros tres más. Esto sin lugar a dudas parecía no tener fin. Era como una carnicería de abominaciones. Por fortuna de los dioses. De un momento a otro aparecieron ¿Tres Raukos? La aparición tan abrupta del albino multiplicado al menos era un buen indicio para nosotros.

No pude evitar sonreír levemente cuando ese trío comenzó a masacrar junto con nosotros a aquellas creaturas. Era sin duda un desfile de acero y sangre digno de ser transcrito en algún mítico libro que podría quedar para la posteridad. Pero para que esto llegase a ser realidad había algo fundamental que debíamos de hacer. Y eso era sobrevivir

Después de los hábiles movimientos del trío de Raukos, fue Meleis quien se sumó a crear una especie de zona que debíamos de proteger si lo que buscábamos era salir con vida. No lo iba a negar. Cada tajo que ejecutaba comenzaba a mermar cada vez más mi físico, y mi agilidad para evadir los ataques de aquellas atrocidades iba disminuyendo conforme los minutos de batalla continuaban. Cada vez era más fácil que esas creaturas atravesaran mis defensas y me hirieran.

Al mismo tiempo, el ataque de Ryra había finalizado. La bruja miró con una sonrisa ladina al dragón, el cual, aún después de aquella serie de ataques aún parecía moverse. La mujer suspiró con pesadez. Fue en ese momento cuando la pelinegra alcanzó a ver que Xana, Meraxes y el hombre de cabellera fabulosa realizaron otro ataque a la bestia alada. - ¿Qué te pareció eso?

La sonrisa de Ryra se desvaneció, luego de que ese monstruo se volviese alzar. Y todo gracias a la magia del nigromante de la Dark Order. Escuchar a la bestia decir eso hizo que la mujer refunfuñara. - Carajo... - Dijo resignada mientras notaba que al rededor de ella las extensiones de fetichista se acercaban. Sin más dilación, la mujer volvió a tomar su ballesta y comenzó a lanzar flechas hacia los "hijos" del dragón fetichista. Ya no le quedaba éter para luchar, por más que quisiera, ella no podría sacar ni una flama, ni una pequeña chispa en el resto de la batalla. Ahora tendría que apañárselas de alguna manera.

De regreso al "círculo" que habíamos formado los Raukos, Meleis, Zagreus y yo. Al ver que las monstruosidades parecían fusionarse con el dragón negué con mi cabeza. Esto simplemente no tenía fin. Por más que pensaba. Ya no encontraba ninguna salida ante esta situación tan precaria. Y el solo hecho de pensar que aún nos faltaban los números altos de la Dark Order no hacía sino darme una jaqueca terrible.

Noté cómo un gran cúmulo de creaturas se acercó hacia mi posición, por lo que en un movimiento rápido, volví a unir mis espadas gemelas en una sola, y sujetando la gran espada con ambas manos y llevándola hacia atrás comencé a correr hacia esa masa amorfa para clavar mi espada con todas mis fuerzas, enterrando mi espada en ese cúmulo de carne (1) para luego darle una patada y alejarla de mi. Volví a mi posición anterior viendo el panorama y no pude evitar negar con la cabeza.

Mi espada pesaba más que nunca, y el simple hecho de alzarla ya requería de un esfuerzo para mis brazos. Mis piernas ahora ya tenían un paso torpe. No me respondían a la velocidad que yo les demandaba, y eso me frustraba, y no tenía ningún plan para poder lograr poner la balanza equilibrada, porque el hecho de poner la situación a nuestro favor era un hecho prácticamente imposible.

Y cuando pensé que todo esto llegaría a nuestro fin. De un momento a otro, la masa de carne y el dragón dejaron de moverse. En ese momento utilicé mi espada para mantenerme en pie. Porque estaba seguro que si me sentaba, no habría poder humano que lograra que me volviese a levantar. Miraba aquel panorama con un rostro que reflejaba la confusión. ¿Qué había pasado?

Fue en ese momento cuando en mi cabeza escuché la voz de Zelas pedir disculpas, y que cuidaramos de Eve. Toqué la pieza metálica y comencé a llamar al no-elfo. (2) - ¿De qué rayos hablas Zelas?... Danos un minuto y estaremos allá. - Le dije y tras envainar mi espada miré a los que me rodeaban. - No sé ustedes, pero esto que ocurrió seguro debe tener que ver con Zelas. Quien desee seguirme, puede hacerlo. - Comencé a andar hacia la torre principal. El sitio donde los altos números de la Dark Order y Zelas se encontraban.

Seguía adelante tan rápido como mis fatigadas piernas me lo permitían. No lo iba a negar, cada paso que daba sentía un dolor punzante debido al sobre esfuerzo que mis músculos habían tenido en esta jornada de terror. Logré llegar hasta donde se encontraba Zelas, y el resto de números de la Dark Order. De un momento a otro, el líder de aquel gremio oscuro comenzó a reír fuertemente, y de un momento a otro, todos ellos habían desaparecido con ayuda del rubio.

Volví a desenfundar mi espada. Esta vez no para pelear. Esta vez sería utilizada solamente como un bastón para ayudarme a mantenerme en pie. Respiraba profundamente con desasosiego en mi rostro. Se podía notar cómo mi pecho delataba mi agitada respiración. Aunque al llegar a aquel lugar, y luego de comprobar que no había enemigos que intentaran atacarnos, comencé a respirar profundamente. - Señoras y señores... Creo que nos quedamos sin paga. - Ante aquel hecho, no pude evitar reír levemente.

¿Qué es lo que pasó con Zelas. Es evidente que algo debió haber ocurrido, ya que, pese a lo errático que es, el nunca hubiese actuado así. Tal vez las personas que no lo conocen lo suficiente pensarían que nos había traicionado. Pero para mi era claro que aquí había gato encerrado. O mejor dicho en esta situación, "no-elfo encerrado".

OFF:

HABILIDADES USADAS:

1. - Estocada sangrienta: lanza una estocada utilizando el maximo de su fuerza, siendo capaz de atravesar a un enemigo sin armadura [2 usos]

OBJETOS USADOS

2. - Pieza metálica: (Conexión) [Encantamiento, 1 uso] Cuando dos o más de estas cuatro piezas se encuentran en un área de 200 metros de diámetro, una ligera vibración indicará que puede ser activado su efecto. Al activarse, los personajes dentro del radio de acción podrán comunicarse telepáticamente durante un máximo de dos turnos. El personaje no sabrá cuál de las otras piezas es la que está activa hasta que establezca la comunicación, pero la vibración de la suya será más intensa cuantas más piezas se encuentren en el área de acción.

USOS RESTANTES DE HABILIDADES:

- ~~Burn MF, burn~~ [2/2]
- Estocada sangrienta [1/2]

OBJETOS GASTADOS

- ~~Esfera de Krampus~~

Atuendo de Gaegel y Ryra:

Inventario:

**Corlys Glokta** Sáb Dic 02 2023, 12:01

Reike demostró que no mentía cuando dijo que tenía fuego, y las botellas que lanzó al interior del dragón soltaron una llamarada que hubiera puesto celoso a Vincent, y el fuego solo se incrementó cuando llegó la compañera bruja de Gaegel a tostarlo también por fuera. Pero ni siquiera con eso y lo que fuese que pasase después con una gallina y todos los que iban detrás consiguieron destruir a la aberración. Era un esqueleto requemado, pero seguía creyéndose imparable, y por desgracia, estaba dando muestras de que no mentía tanto. Por mi parte, no podía decir lo mismo, no sabía de donde había conseguido la energía para seguir luchando contra eso, pero ya se estaba pasando el efecto y apenas me podía mantener en pie.

- ¿Pero por qué no puedes terminar de morirte y dejar de molestar?

Y fui a avanzar de nuevo para seguir enfrentándome a él, pero me desplomé como un saco de nabos. Afortunadamente, Teufel seguía rabiosa y llena de energía^[1], así que saltó de nuevo sobre el dragón, mordiendo y desgarrando mientras las flechas de la bruja seguían impactando sobre él.

Por mi parte no hice gran cosa en el combate, solo podía contemplar lo que sucedía a mi alrededor, pero eso me sirvió para ver como Zelas corría para salvar a su amiga para después quedarse hablando con los líderes de esa organización que se suponía habíamos venido a destruir hasta que abrió una puerta con su llave mágica y se introdujo con el resto de bastardos por ella. Quizás todo fuese muy retorcido para ser una simple traición, pero eso no cambiaba que ese individuo nos había traído a esta, dejado dispersos luchando contra monstruos y sus enemigos, en ningún momento nos había llegado a decir nada, y encima ahora se estaba yendo con los líderes de nuestros enemigos. Me incorporé malamente apoyándome en ese palo tostado en el que se había convertido mi lanza.

- ¡Zelas, hijo de mil hienas! ¿Qué mierda se supone que estás haciendo?

No pude hacer mucho más porque desaparecieron todos por el portal, pero esto no iba a quedar así, ni con esa rata que era nuestro intrépido líder, ni con la mujer metálica que se había ido como si nada de nuestra pelea tras acabar con el dragón. Aunque por el momento tenía asuntos más acuciantes, que se podían resumir en alimentarme. Por desgracia, no se me ocurría nada en esta isla que pudiese comerme y no fuese un aliado. Así que estaría bien salir de allí, lo que no estaba seguro es de que pudiésemos hacerlo igual que como hemos venido.

- Teufel, deja de profanar aún más ese cadáver, que estaría bien irnos de este agujero antes de que acabemos descubriendo que han llenado la isla de explosivos por si pasaba esto o alguna cosa por el estilo.- La nutria gruñó y siguió ensañándose con los restos del dragón.- Además, no sé si tenemos forma de salir de esta isla y quizás tengamos que prepararnos una balsa o algo.- Aunque para eso necesitaría a Gaegel, porque no me quedaban suministros para poder seguir carpintereando cosas.

La nutria volvió a gruñir, pero al menos soltó el cuerpo y vino hacia mi refunfuñando y cubierta de sangre y vísceras.

- Si, vamos. Supongo que estaría feo dejar a nadie más atrás después de que tu amigo nos lo hiciera a todos.

- Ya ves. Pero somos mejor que eso, ¿no?- La ironía en la mirada de la nutria fue suficiente para sacarme una carcajada.- Venga ya. Al menos eso si lo hacemos. Por cierto, no te acerques mucho, que tengo tanto hambre que me plantearía si puede ser una buena idea morder una nutria.

En esta ocasión fue mi compañera la que empezó a reirse mientras negaba con la cabeza. Y seguidamente procedimos a caminar hacia la playa donde habíamos llegado a ver si podía hacer algo con los troncos que nos había tirado el primer capullo que nos habíamos cruzado.

*****************************

Teufel se enfrenta a los dragones aberrantes mientras Corlys está tirado en el suelo, después insulta a Zelas.

[1] Frenesí: [2 usos] Una vez por combate, puedo entrar en un estado de elevada adrenalina. Aumenta notoriamente mi velocidad y me permite ignorar el dolor y seguir peleando, a pesar del daño, por 2 turnos. Segundo turno del segundo uso.

Inventario:

**Reike** Sáb Dic 02 2023, 17:53

Valeria siguió apretando⁽¹⁾ el metal candente contra el vientre de aquella excusa de dragón. Lo que habían hecho con su cadáver era imperdonable, pero no tuvo tiempo masticar su ira porque más de aquellas criaturas aberrantes seguían acercándose desde quién sabía donde. Al principio, dividió los flujos de éter para atacar a las criaturas sin soltar el soporte al rojo, que iba penetrando en la carne del dragón a medida que esta se iba abrasando. Pero, finalmente, tuvo que soltarlo. Eran demasiadas aberraciones.

Por suerte, un chorro de fuego cuyo calor podía sentir a distancia tomó inmediatamente el relevo, pero Valeria perdió pronto consciencia de lo que ocurría con el ladrón mientras hacía bailar sus cuchillos, primero y, después, renunciaba a los mismos para apartar a empujones a los engendros.

Aquello no tenía sentido. Los informes que guardaban en el Hekshold sugerían que el líder de la orden era un vampiro de voz y, de los componentes que había podido observar en la torre central, la mayoría eran guerreros. Un solo nigromante no podía hacer todo aquello, se necesitarían unas cantidades ridículas de éter. Claro que quedaba otra posibilidad: ¿y si era un ilusionista? Valeria no era tan estúpida como para dejarse alcanzar por una de esas aberraciones para comprobar su teoría, sabía perfectamente que una ilusión podía hacerle creer que estaba herida aunque no fuera el caso, pero sí había algo que podía intentar.

Corrió con decisión hacia la criatura más cercana y, antes de alcanzarla, saltó impulsándose con fuerza hacia arriba⁽²⁾. La criatura saltó también, tratando de alcanzarla y Valeria empujó con fuerza contra ella. Aquello envió a esa cosa de vuelta contra el suelo, al tiempo que la impulsaba a ella en dirección contraria. Una ilusión no podría haber proporcionado la resistencia necesaria para impulsarla de aquella manera, no era sólida por mucho que lo pareciera.

Obligándose a no calcular mentalmente la cantidad de éter que necesitaría un solo nigromante para animar toda esa carne, Valeria continuó su peculiar avance, impulsándose contra los cuerpos de las criaturas que trataban de alcanzarla. Atacarlas no serviría de nada, el tipo volvería a revivirlas. Había que ir a la fuente y solo se le ocurría una forma de vencer a un nigromante con tanto poder: una daga por la espalda. Pero, para eso, debía alejarse del foco de atención. Y rápido, si quería darles una oportunidad a sus compañeros.

Así que, aprovechando la escasa visibilidad que otorgaba la lluvia y su pequeña figura, fue rodeando la iluminada torre central impulsándose metódicamente con cada aberración que salía a su paso. Cuando estuvo al otro extremo, dio un fuerte empujón para impulsarse contra una especie de gallina descarnada que parecía querer volar hasta ella. Por desgracia, la gallina se desplomó inerte en ese preciso momento, por lo que el salto no fue tan alto como había pretendido, sino apenas lo justo para agarrarse a la cornisa de la torre.

Apoyando su magia con la fuerza de sus propios brazos, logró alzarse hasta apoyarse en brazos, codos y hombros. Por alguna razón, Zelas estaba de pie con los miembros que quedaban de la orden: el que había visto sentado en aquella especie de trono (sin duda, el líder), los dos guerreros y, sí, aquel tenía que ser el nigromante. Entonces, Zelas lanzó una estocada al cielo y… ¡No, no, no, no, no! Valeria estiró un brazo al frente al tiempo que hacía salir los cuchillos arrojadizos de su funda oculta a toda velocidad. El gesto hizo que perdiera su precario agarre sobre la cornisa, por lo que no llegó a ver si alguno había hecho blanco. Estaba demasiado ocupada frenando su caída.

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OFF: (1) Telequinesis y más telequinesis que voy a estar usando todo el post. Aún no aplica, pero aprovecho para recordar que también puedo mover cachos de carne con mi telequinesis gracias a mi rasgo avanzado y así no tengo que repetirlo más adelante.

(2) Y ahora estaré usando mi pasiva de nivel 2 un ratico. Ya la mencioné varias veces.

RESUMEN: Voy dando saltitos, tiro cuchillitos y me caigo, pero no mucho porque tengo una pasiva para eso.

inventario:

**Caoimhe** Jue Dic 07 2023, 14:31

Fuera de la torre, alejada del grupo

-¡Allí! Justo allí... ¿No la ves?- el hombre bajó su capucha al fin apartando la mirada del destrozo que había estado observando en su llegada a la isla- Te dije que no la había soñado... ese.. engendro me engatusó con promesas falsas y no estoy aún muy seguro de por qué querría hacerse con todas las frutas... No se veía como una persona que se deja llevar por la gula... quizás necesitaba..

-Ejem..- la figura al otro lado de la embarcación carraspeó de manera impaciente y uno de los hombres que componía la tripulación de aquel barco giró e manera abrupta que los hizo encallar de manera paulatina en la arena. El hombre dejó entonces caer el ancla y comenzó con las tareas pertinentes de asegurara el navío.

-Como sea me alegro de haber dado contigo... sin duda una embarcación como la tuya sería una buena adquisición en la cadena de nuestro negocio de biusas. Quién sabe hasta dónde podríamos expandir el mercado con vuestra ayuda... Estoy seguro que mi patrón estará sumamente agradecido en cuánto le entreguemos a la ladrona.. y doblemente agradecido cuando le hables de la posiblidad de expansión...

Lugh apenas escuchaba las palabras vacía de aquel hombre. Se había arrepentido cuatro veces de haberlo traído con él desde el momento justo que dejó la posada al otro lado de la isla. Por supuesto había sido un golpe de suerte saber exactamente a quién se refería aquel hombre medio borracho cuando describió: Una dama pálida de ojos heterocromos. Pero más suerte aún había sido encontrarla en una manera tan... poco controlada.

Sonrió de manera enigmática al entender que el cuerpo frente a él, respiraba.

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Caoimhe no estaba segura de cuánto tiempo había estado inconsciente. Lo último que recordaba era el dolor de los huesos rotos en una de sus piernas y un brazo. La calidez de su propia sangre empapando su cara y extremidades antes de colapsar en la arena nívea que ahora reconocía.

No estaba segura de cómo había llegado hasta allí. Sabía que había caminado a duras penas cuando el elfo desconocido había distraído a sus atacantes, y en un momento su dolor se volvió lo suficientemente intenso como para obligarla a reclinarse y casi arrastrarse. Se había lamentado de no haber traicionado al grupo en el momento justo en el que comenzó la lucha y escuchaba tras ella los sonidos propios de que la lucha había continuado.
Estaba molesta por el vacío en sus bolsillos, pero el dolor era lo suficientemente intenso como para impedir que se moviese y la arena comenzó a acumularse a ambos lados de su cuerpo. Tan solo... necesitaba avanzar... unos metros más. Unos... preciados metros más hasta..

¿Hasta dónde? La torre quedaba tras ella pero frente a ella un mar que aparente calma la separaba de cualquier oportunidad de regresar.

-¡Me pregunto qué le habrá pasado!- dijo el más bajito de ambos hombres cuando alcanzaron al fin la figura femenina- Te juro que la última vez que la vi tenía mucho mejor aspecto... y mucho mejor olor- el hombre se tapó la nariz alejándose de ella de manera exagerada-

A su lado la figura alta y esbelta de cabellos castaños abrió mucho los ojos e hincó su rodilla en la arena apartando los cabellos de Caoimhe de su cara, una sonrisa de satisfacción expandiéndose por su rostro. Sacó un cuchillo de su bolsillo y lo acercó al cuerpo de la chica. Rasgó su vestido exponiendo su corsé de manera rápida y de la misma manera rápida la cubrió son la capa de viaje que el había estado llevando.

Caoimhe se resistió como pudo. Conocía lo suficientemente bien aquella sonrisa soberana para entender que de todas las personas que podían ayudarla en aquel momento, aquel hombre quizás era en el que menos había pensado y sin embargo, posiblemente el que más interesado estaba en hacerlo.

Intentó patear cuando los brazos de Lugh la auparon sobre su hombro, como si de una mercancía se tratase pero su boca le supo a propia sangre y un reguero en la arena donde había estado tumbada hasta entonces le confirmó que sangraba de manera activa.

El hombre que había acompañado a Lugh miró de manera repetida la ropa que había dejado Caoimhe en la arena, dándose cuenta al fin de la magnitud de las heridas que había estado ocultando.

-Ey!- dijo de pronto apresurándose tras Lugh- Estoy seguro que esta cercana a la muerte... no creo que me vaya a servir de mucho en este estado... además ahora que lo pienso... ¿Por qué sabías exactamente a quién me refería al describirla y... por qué la buscas?

Lugh terminó de escalar las escaleras de cuerdas rudimentarias que lo separaban de la cubierta del Astorias. Sus compañeros piratas ayudaron a contener el cuerpo de Caoimhe posicionándolo por fin a bordo del navío. La vampiresa inconsciente y ensangrentada de nuevo.

-Gracias por tu ayuda... me encargaré de que tu patrón sepa exactamente donde encontrarte- mintió

Lugh se giró entonces al hombre que lo había acompañado con una mirada agradecida pero furtiva. Iniciando de pronto una carrera de velocidad por alcanzar la escalera de cuerda entre su mano y la del hombre en la orilla. Las manos curtidas de Lugh alcanzándolas antes y sus compañeros alzándola lo suficiente como para que el hombre en la orilla no tuviese opción a subir.

-Espera... espera... PIRATAS... MALDITOS PIRATAS... MIS BIUSAS SERÁN VENGADAS

El barco se perdió por el horizonte dejando atrás aquella isla y aquella aventura.

OFF---------

GG a todos. Gracias a los que me ayudaron a sobrevivir hasta hace unas rondas y a Zelas por su generosidad. ^^

**Zagreus** Sáb Dic 09 2023, 19:59

Mientras barajaba en mi cabeza alternativas de escape y tanteaba en mi mano el uso o no de la gema de sangre, el paso raudo de uno de los mercenarios se abrió hasta la pila de cadáveres donde estaba yo. Colocándose a mis espaldas me dirigió la palabra recalcando reconocerme. No le respondí, solo era capaz de jadear por el cansancio y agradecía que no vinculara mi rostro como el villano de Roilkat. Aunque haciendo memoria era mi vecino en la recolección de Guld, quizás no recordaría con alegría cómo terminó aquel evento en el oeste.

Con la ayuda del hombre que no comprendía lo inapropiado de flirtear en aquella situación, Rauko hizo acto de presencia y términos de inclinar la balanza a nuestro favor. Con las energías restantes aniquilamos las amenazas mientras no muy lejos de nuestra posición un ataque en conjunto parecía acabar con el dragón poseído que con un estruendo dejaba de existir.

Las cosas en la torre central, ajenas a lo que podía conocer, parecían también desarrollarse. Nuevos engendros se levantaron y acto seguido murieron al instante, evaporándose entre la lluvia. No comprendía las razones, pero agradecía el poder terminar aquella batalla. Ya habría tiempo de hacer conjeturas e hipótesis de aquella resolución.

Busqué mi máscara, no podía arriesgarme a ser descubierto cuando ya todo parecía haber terminado. El sujeto de barba con un tono sarcástico confirmó que Zelas se había marchado. Entendía que no tenía que asumir o interpretar cosas, recordaba la batalla con V durante la subasta y conocía que no se podía tratar de una simple traición. No descartaba la posibilidad, pero era demasiado simple como para poder ser la respuesta.

Muchos heridos quedaban en nuestro bando, pero no tenía tiempo para procurar ahora reagruparnos. La paga tardaría en llegar, pero me aseguraría de que así fuera. Y mi misión principal había tenido frutos, Corvo estaría contento con el desenlace y como la Dark Order ahora solo era una sombra de lo que antes era.

No obstante, los miembros más poderosos seguían ilesos y la brecha de poder entre Gnosis y aquellos con doble dígito era significativa. El gremio oscuro sentiría el golpe de aquella noche, pero no se saboreaba como una victoria al final de cuentas.

Empecé a caminar lento en silencio sin voltear a mis compañeros. Dando pasos entre los escombros y charcos que arremolinaban el agua de la lluvia con la sangre roja y verde de la batalla. Me alejaba perdiéndome entre la negrura de la noche que se alzaba antes de dar paso al día. Tenía sed y debía salir de aquella isla de muerte. Era momento de avisar al cuervo cobarde que custodiaba mis pasos y se mantenía al margen de aquella misión.

Kvasir en silencio revoloteaba entre la lluvia a gran altura, al verme caminar en soledad alejándome del campo de batalla se acercó para confirmar mi estado. No entendía del todo el lenguaje con picoteos del cuervo, pero me bastaba en decir que avisara a Dante para venir a mi posición. Odiaba al humano, pero era una misión de Gnosis y no podía rehusarse a ayudarme.

Ahora tenia mucha información no solo de la Dark Order, si no también de los mercenarios que hoy me acompañaron en aquella misión suicida. Posiblemente seria pertinente analizar todo lo que había recopilado, hoy peleábamos como equipo, pero no descartaba en algún momento tener que apuntar mis armas de sangre hacia ellos.

_____________________
Off
Gracias por el tema/evento/resolución de trama/misión suicida.

**Rauko** Sáb Dic 09 2023, 20:30

　Destrozábamos todo a nuestro paso, como fuerzas de la naturaleza, el azote del cielo erradicando a los habitantes del infierno. Segundo tras segundo, minuto tras minuto, hasta que olvidamos cómo percibir el tiempo, y continuamos la carnicería.

　Pero nuestros cuerpos seguían recordando sus límites, y la constante pérdida de energía llamaba a la muerte, tentándole a escribir el punto final a nuestra existencia usando de tinta nuestra propia sangre.

　Y los enemigos seguían emergiendo a nuestro alrededor. Eliminar el infierno era imposible incluso para una alianza de seres bendecidos y maldecidos con dones divinos. Los engendros emergían, caían y resurgían en un eterno retorno que despojaba de sentido a nuestra lucha.

　Entonces la escala de lo absurdo subió aspirando degeneración y lo grotesco. Todos los seres abominables que enfrentábamos empezaron a fusionar sus mentes y luego sus cuerpos. Todos se convertirían en un mismo ser. Incluso nosotros, cuando muriéramos, también seríamos él.

　–¿Por qué siempre… –exhalé entre jadeos y sin menguar en mis esfuerzos por despedazar enemigos–, debo morir para ser parte de alguien más? –No siempre había tenido que morir así, pero que esta pudiera ser la segunda vez resultaba fatídicamente curioso.

　«No debo divagar; debo centrarme», me reprendí, e intenté, no sin una dificultad monumental, buscar con la mirada alguna pista que nos condujese hacia una victoria.

　Xana, por su parte, se había mantenido cerca de Meraxes y creando y disparando cientos de estrellas explosivas. El colosal tifón de sangre demoniaca con voluntad perversa se enfrentaba a una pequeña destrucción de galaxias.

　El miedo creciente evolucionaba paulatinamente a desesperación en el corazón de Xana. Incluso las estrellas tenían un límite para lo que podían hacer. La verdad de su incapacidad ahogaba su determinación.

　¿Moriría? ¿Moriría sin cumplir su promesa? ¿Y por la misma magia nigromante que ella abandonó años atrás?

　El torrente de desesperación que inundaba su espíritu fue rodeado por una ardiente espiral de odio, frustración y resentimiento. Incluso las resplandecientes estrellas perdieron su bello esplendor a cambio de un brillo que resultaba violento, siniestro y más poderoso.

　«No quiero morir. No todavía. ¡No sin haberlo salvado!», gritaban sus pensamientos.

　Por suerte, sus ojos pararon en el origen de la descomunal cantidad de éter que alimentaba a los engendros. Creó dos estrellas azules, especiales, y las disparó hacia el área sobre donde estaban los últimos de la Dark Order.^[1] Muchas criaturas se interpusieron en el camino, pero las estrellas, vueltas intangibles, no conocieron obstáculos.^[2]

　Xana se concentró. Su cuerpo se cubrió de partículas de luz y una de las estrellas azules resplandeció. Entonces intercambiaron lugares.^[3]

　Xana apareció varios a metros sobre el grupo enemigo. Una vez ahí, sus emociones menguaron, permitiendo brotar una duda. ¿Qué debía hacer?

　Su mundo se ralentizó mientras la gravedad la llamaba de vuelta al suelo. Xana tenía aún una gran cantidad de energía. Los enemigos debajo de ella eran absurdamente poderosos. Si quería detener al nigromante, si quería asegurarse de que sus propios compañeros vivieran, tenía que usar todo su poder contra él en un único ataque. Menos podría ser insuficiente, un error fatal. Más, podría, quizás, acabar con la vida del nigromante y, entonces, por el bien del resto, ¿ella tendría que sacrificar su ideal de no matar? Si lo hacía, entonces su promesa…

　Pero sus planteamientos absurdos y contradictorios se interrumpieron en cuanto los enemigos escaparon a través de un portal y el infierno sobre la tierra desapareció.

　Estupefacta, creó dos esferas, las arrojó al piso donde caería y las hizo colisionar entre sí. La explosión resultante tuvo la fuerza necesaria para amortiguar la caída de Xana, permitiéndole aterrizar sin romperse algún hueso.^[4]

　Paralelamente, vi aquel estallido y no lo dudé para usar una gran reserva de éter para volar velozmente hacia su dirección.^[5] En un par de segundos aterricé en el borde de aquella torre, con mi cuerpo castigado por el ardor por la sobreexplotación de mi éter.

　–¿Y los demás? –inquirí, mirando en derredor, con una expresión grave ocultando mi perplejidad–. ¿Dónde está Zelas?

　Xana, con la mirada fija en el punto donde estuvo el portal, simplemente negó con la cabeza. No comprendí.

　–¿A qué te refieres? –pregunté acercándome a ella.

　Tragó saliva y, tras titubear un instante, respondió a media voz:

　–Zelas se fue por un portal junto con ellos.

　Me detuve y ladeé la cabeza, más confundido que antes. Cavilé sobre lo sucedido, formulando decenas de hipótesis, pero ninguna me sirvió de consuelo. En cualquier caso, toda nuestra lucha no fue suficiente para salvar a Zelas.

　Pero aún había una enemiga en el lugar. Todos los de la Dark Order eran criminales peligrosos y todos debían morir para evitar muertes futuras.

　Con eso en mente, caminé hacia ella. Alcé mi espada Retniw. Miré a los ojos a aquella asesina. Y ella cerró los ojos, esperando, aceptando, incluso como si lo necesitara. Aquello me desconcertó y me irritó. Blandí mi espada y esta salió impelida hacia un lado por el explosivo golpe de una estrella azul.

　Me volví enseguida hacia Xana, con mi mirada exigiendo una respuesta.

　–Ella no es una de la Dark Order. Ya no –dijo Xana a la vez que se acercaba–. Puedo ver… que ahora ella es como tú… y como yo.

　Miré de nuevo a la chica. No quise notarlo antes, pero ella también se había convertido en una prisionera de la culpa surgida de los pecados de su propio pasado.

　Chasqueé la lengua y me alejé para reunirme con mi grupo.

　Xana, mientras tanto, se acuclilló a un lado de la chica y de Eve. Sintió alivio al comprobar que Eve seguía con vida.

　–¿Por qué…? –logró articular, con un hilo de voz, la exmiembro de la Dark Order–. No lo merezco –soltó, y más lágrimas se derramaron–. He hecho cosas terribles…

　–Y deberás compensar todo el mal que hiciste –contestó Xana, con la voz suave, con un leve deje de cansancio–. Esa es tu deuda. Aunque todos te odien, aunque tú misma te odies… deberás vivir. Sé que algún día te habrás redimido y volverás a pensar que tu vida tiene valor, igual que como yo lo hice.

　Xana se sintió culpable. Creyó que era demasiado egoísta intentar imponerle aquella deuda, pues, al salvar a alguien, aunque fuese a una sola persona, buscaba salvar sus propios ideales, darle algún valor a la masacre de aquella noche.

__________________________________

　No sabía qué había sucedido. En un momento, se había abalanzado sobre una pequeña mujer mitad oso deforme o algo parecido, y fue empalado por una elfa. Debió haber muerto. Quizás sí murió. Sin embargo, cuando despertó y se examinó, ya no tenía ninguna herida. No de la lanza, al menos; aún le dolía la cabeza por la caída al morirse un rato.

　Tampoco había cadáveres cerca, ninguno, como si estos mismos se hubiera levantado y marchado. Quizás eso fue lo que hicieron, considerando que había un par de nigromantes en la Dark Order.

　Entonces ¿qué pasó con él? ¿Por qué revivió y no fue usado como material para algún hechizo grotesco?

　Sin entender nada, optó por centrarse en el hecho de que estaba vivo. Debió morir, pero vivía aún. «Y pensar que acepté este trabajo porque se suponía que nadie sería tan estúpido como para atacar a la Dark Order», se dijo, y se rio, primero con suavidad, luego con grandes carcajadas. Momentos después, se percató que su risa se había convertido en llanto. «Estoy vivo».

　Más tarde, se iría de la isla, sin llevar consigo un arma. No sabía a dónde debía ir luego de ver el desastre del lugar. No sabía qué hacer con su vida que la muerte no quiso conocer. No tenía familia. No tenía amigos. Aunque sí tenía sus bolsillos llenos, pero lo que antes le tentaba comprar ahora le parecía algo banal. «¿He muerto y revivido por esas cosas? No lo creo», se decía, pero no sabía por qué se le concedió otra oportunidad.

　¿Cómo debía vivir? Creía que era un error. Quizás, en cualquier momento, simplemente moriría sin razón aparente, cuando la muerte al fin notara la anomalía. O tal vez moriría si no vivía como debía hacerlo.

　Ese miedo a la muerte lo acompañaría por mucho, mucho tiempo, quizás por toda la vida.

(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)

^[R] Habi… Bueno, las de siempre de Rauko, de los saltitos locos y la de evadir hasta el aire.
^[1] Habi nvl 1: Luceros duales, para crear dos pelotas de luz azul teledirigidas.
^[2] Rasgo nvl 4: Intangibilidad, para que nadie le toque las pelotas.
^[3] Habi nvl 3: Permuta sidérea, para intercambiar lugares con una de sus pelotas.
^[4] Habi nvl 5: Idilio de estrellas, para crear una improvisada explosioncita roja para desacelerar el aterrizaje y no morir.
^[5] Habi nvl 5: Impulso destellante (los dos usos), para impulsarse rápidamente hacia la torre de los malulos.

Resumen: Xana sube a la torre y anda con sus líos mentales sin sentido. Rauko sube también, aunque debió hacerlo mucho antes en vez de dedicarse a hacer tríos (?)
Mera, ya fue asegurado, siempre supe que sabrías qué hacer. Por eso confié en ti… Y ya con la hydronovanecrogallina hecha, estoy casi satisfecho. Casi, porque aún le tenemos ganas a los malulos =)

Xana:

Rauko:

**Meraxes** Dom Dic 10 2023, 04:13

La fatiga era evidente n todos los flancos, pero cada uno de no nosotros parecía dispuesto a no ceder - salvo por aquellos que ya estaban noqueados y seguramente con Dios o Dioses -. Por suerte nada fue en vano, tras mi último ataque todo era borroso, jadeaba del cansancio y de rodillas al suelo trataba de recuperar algo de energía, quizás la única motivación que me mantenía consciente era el hecho de estar preocupada por mis compañeros, por algunos más que otros en eso había que ser muy honesta.

No era la única que sentía fatiga, Meleis por su lado luchó hasta el final y cuando todo pareció acabar no tardó en volver a su forma humana, bastante magullado, no tardó en perder el conocimiento debido al cansancio.

Pronto, Xana, en una maniobra sorprendente luego de haber acabado con aquella cosa se había movilizado, tras aquello la voz en mi cabeza de Zelas no tardó en resonar. Tardé un poco en procesar aquel subtexto que sirvió hasta cierto punto como una dosis de adrenalina. - ¡Cómo qué te vas, hijo de tu...! - Tarde, ya no lo escuchaba en mi cabeza. Como si fuera poco el comentario de gaegel tras semejante alboroto fue bastante audible. No teníamos paga, y yo no tenía siquiera un beso de ese maldito y sensual rubio por lo menos en compensación por casi morir por ayudarlo.

- ZELAS FEDERICO HIJO DE TU PROMISCUA PROGENITORA, VUELVE EN SEGUIDA. TE ROMPERÉ LA CADERA LA PRÓXIMA VEZ. EL ÚNICO ELFO DECENTE SE LLAMA ELIAN Y TAL VEZ XANA PERO NO DESPUÉS DE ESCUCHAR ESOS GEMIDOS. - Exclamé fuerte y exaltada ante mi frustración interna, y mi enojo, la verdad tanto jaleo ya no me hacía ni siquiera pensar en las cosas que decía. Volví a caer de rodillas ahí se había ido toda la energía.

Por ahora solo quería salir de ese lugar, a saber cómo tomando en cuenta que era una isla en medio de la nada, pero ya hallaríamos la manera. Deje que la lluvia que caía me calmara. Una vez respuesta fui en búsqueda de mi hermano, por suerte solo estaba agotado y con una buena pócima - de quien fuera que se hubiera quedado con su bolso- podríamos sanar esas heridas.

Sentía una especie de vacío, pues fue cuando caí en cuenta que la razón de esta reunión, ese reencuentro en Vuwulfar, el lugar donde también conocí a Gaegel y Baltazar, había acabado. ¿Qué se suponía que seguiría ahora? Era algo que tendría que pensar una vez fuera de aquel lugar.

Off:

Inventario:

Inventario Meleis:

**Destino** Dom Dic 10 2023, 13:03

Aquella enorme y espantosa criatura tuvo poco qué hacer contra aquel ataque que le habían mandado encima, y es que le habían dado bola como nunca antes, con una esfera que hizo trizas a la amenaza, aunque a pesar de todo aún no era el final, la última batalla estaba a la vuelta de la esquina y el elfo no pensaba llegar desarmado o desprevenido. Un rival ya derrotado que se negaba a admitir su derrota le recordó a los presentes que todo era inútil porque ellos habían ganado ¿Ellos quienes? ¿Ganar qué?, Destino no entendía nada, solo quería matar escarabajos y que le pagaran y ahora estaba peleando con gallinas y dragones gigantes.

Fuego, dragones, aberraciones, gallinas guerreras, aquella aventura había tenido de todo, absolutamente de todo menos escarabajos ¿Cómo se supone que iba a cobrar si no había podido matar ningún escarabajo? Quizá si se llevaba una de aquellas gallinas deformes, podría decir que era una gallina escarabajo para contar al menos uno y cobrar para costear el viaje de regreso, no parecía un mal plan… bueno sí, era un pésimo plan.

De cualquier forma, cada vez que parecía que lograban la victoria, todo se ponía peor que antes. El elfo tomó sus espadas y se preparó para dar una muerte gloriosa, Destino había luchado con uñas y dientes durante todo el camino, dejando sus mejores armas para la batalla final pero entonces algo sucedió, todas las amenazas se desnalgaron repentinamente y esa batalla final jamás llegó.

Tristemente, Destino había aprendido de la peor manera que los caminos de la vida no son como él pensaba, no son como imaginaba, no son como los creía. Salir de ese lugar sería una completa odisea para el pelinegro, pues ya ni siquiera recordaba cómo había llegado ahí, quizá si perseguía a Rauko y los otros, podría regresar a un lugar menos hostil.

Bueno, ¿quién tiene hambre?- Preguntó tratando de romper el hielo, cuando de pronto una cara conocida, aquel que los había convocado a ese lugar, se dejó ver a los lejos escapando con los enemigos a través de un portal mágico y dejándolos atrás -Se marchó, y a su barco le llamó: Libertad- Dijo el elfo en tono solemne antes de caer en cuenta en la dura realidad que expresaban las palabras del melenudo, efectivamente se habían quedado sin paga… pero al menos las risas no faltaron.

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[1] ¿Y mis escarabajos?.

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