MERCADO de Aerandir
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Re: MERCADO de Aerandir
Continuó la lectura del tomo del libro del alquimista, buscando nuevas técnicas que aprender a desarrollar. Desde hacía meses, Cohen pensaba que era necesario ampliar el kit de alquimia que llevaba, llevando siempre consigo nuevos ingredientes que le permitiera reaccionar más favorablemente a distintas situaciones.
Por ello, llenó su bolsa de viaje de algunos ingredientes que le permitiría crear antídotos para los principales venenos que conocía en la actualidad. Siempre era muy eficaz envenenar a alguien y a cambio del antídoto, sacar algunos aeros, alguna información útil o una ventaja en una peliaguda situación.
Además, planeó llevar numerosas vendas y mezclas de diversas hierbas curativas que permitirían sanar cualquier herida rápidamente. O al menos, bajar la intensidad de las mismas hasta que recibiera una ayuda profesional más amplia. Aunque lo más probable es que Cohen aprovechara una situación ventajosa cómo esa para alimentarse de la víctima, puede que él mismo o alguien importante para él estuviese alguna vez en una situación complicada.
Con todos estos nuevos ingredientes, prepararía próximamente su nuevo kit alquímico, dispuesto a ir mejor preparado para cualquier eventualidad.
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Por ello, llenó su bolsa de viaje de algunos ingredientes que le permitiría crear antídotos para los principales venenos que conocía en la actualidad. Siempre era muy eficaz envenenar a alguien y a cambio del antídoto, sacar algunos aeros, alguna información útil o una ventaja en una peliaguda situación.
Además, planeó llevar numerosas vendas y mezclas de diversas hierbas curativas que permitirían sanar cualquier herida rápidamente. O al menos, bajar la intensidad de las mismas hasta que recibiera una ayuda profesional más amplia. Aunque lo más probable es que Cohen aprovechara una situación ventajosa cómo esa para alimentarse de la víctima, puede que él mismo o alguien importante para él estuviese alguna vez en una situación complicada.
Con todos estos nuevos ingredientes, prepararía próximamente su nuevo kit alquímico, dispuesto a ir mejor preparado para cualquier eventualidad.
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RECETAS A APRENDER | AEROS | |
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Kit Alquímico Regular | [Limitado, Requiere ser Alquimista, 2 Usos] Set de viales con fórmulas secretas diversas que permiten llevar a cabo una Técnica de Alquimia a nivel Avanzado o inferior. | 15 |
Crear Antídoto | [Técnica] Mezclas ingredientes para crear un antídoto para un veneno que sepas fabricar. | 50 |
Primeros Auxilios | [Técnica] Aplicas una mezcla de hierbas sobre una herida, bajando un nivel de gravedad (de moderada a leve, de grave a moderada, sanándola si es leve). | 50 |
TOTAL | 115 |
Cohen
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Re: MERCADO de Aerandir
A Elian, la vista del Gran Río siempre le traía recuerdos agridulces. Días de asombro y descubrimiento caminando en sus cercanías, noches de risas bajo las estrellas. Despedidas. El amargo último adiós de Tiavanro; el hasta pronto de Nimdar, con lágrimas de alegría en los ojos.
Ninguna de esas despedidas le producía la sensación de vacío que sentía al recordar la última vez que vio a Kerlon, más de cincuenta años atrás.
El adiós en sí no había sido amargo. Kerlon partió con una sonrisa prendida en los labios y el brillo de la emoción en los ojos, listo para una nueva aventura. Era el tiempo, el no saber, lo que había enturbiado aquella imagen. ¿Qué habría sido de él?
—¡Hey! Vuelve con nosotros —dijo el maestro armador chasqueando los dedos frente al rostro de nuestro elfo—. Hay que asegurar el mástil antes de que los otros puedan soltarlo.
Elian se desprendió de sus cavilaciones y regresó al trabajo. El grupo había sido muy paciente con sus momentos de ensoñación, siquiera porque él había sabido encontrarles la mejor de las maderas. Y le habían enseñado mucho sobre cómo tratarla para dotarla de robustez y flexibilidad. Por más melancólica que resultara la imagen flotando en la acuática superficie, les prestaría su ayuda sin dudarlo.
—-------
OFF: Con el dinero y el nuevo nivel de Carpintería adquirido [en este post], aprendo la siguiente receta:
Ninguna de esas despedidas le producía la sensación de vacío que sentía al recordar la última vez que vio a Kerlon, más de cincuenta años atrás.
El adiós en sí no había sido amargo. Kerlon partió con una sonrisa prendida en los labios y el brillo de la emoción en los ojos, listo para una nueva aventura. Era el tiempo, el no saber, lo que había enturbiado aquella imagen. ¿Qué habría sido de él?
—¡Hey! Vuelve con nosotros —dijo el maestro armador chasqueando los dedos frente al rostro de nuestro elfo—. Hay que asegurar el mástil antes de que los otros puedan soltarlo.
Elian se desprendió de sus cavilaciones y regresó al trabajo. El grupo había sido muy paciente con sus momentos de ensoñación, siquiera porque él había sabido encontrarles la mejor de las maderas. Y le habían enseñado mucho sobre cómo tratarla para dotarla de robustez y flexibilidad. Por más melancólica que resultara la imagen flotando en la acuática superficie, les prestaría su ayuda sin dudarlo.
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OFF: Con el dinero y el nuevo nivel de Carpintería adquirido [en este post], aprendo la siguiente receta:
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
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Barco Mediano | [Transporte] Barco ligero, capaz de transportar hasta unas 20 personas. El capitán posee camarote propio, el resto puede descansar en un área común. Apropiado para navegación cerca de la costa. | 30 |
TOTAL | 30 |
Elian
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Re: MERCADO de Aerandir
Después de concluir que la herrería no iba a ser una opción por eso de que estar junto a un fuego siendo más inflamable que una lámpara de aceite no podía salir bien, había decidido que iba a aprender a trabajar con madera. Lo cual por otro lado era un plan maravilloso porque mi lanza estaba hecha una ruina y pedía a gritos que le cambiase el asta por una que no sonara como si fuera a partirse en dos cada vez que golpeaba con ella, y si lo podía hacer yo no tendría que pagar a otro por ello. Lo malo del asunto era que antes de poder hacer nada de eso iba a tener que pagar porque alguien me dijera como hacerlo, porque aunque se me diera razonablemente bien trabajar la madera, no tenía tanta confianza como para jugarme la integridad a mi capacidad de hacerme el equipo. Así que me fui a un mercado a buscar a un carpintero de aspecto fiable, no tardé en encontrar una tienda de buen aspecto que decía especializarse en madera.
- Buenas. Estaba buscando un carpintero.
- Excelente, porque aquí tienes al mejor de la ciudad.- Me echó un vistazo rápido y me pareció que sus ojos se iluminaban al observar el deplorable estado de mi equipo.- Buscas una lanza nueva imagino. Aquí tenemos algunas de una calidad espectacular.
- No, no venía por eso.
- ¿Pretendes seguir usando esa cosa?
- Si. Bueno, no. Quería aprender a hacerme unos apaños para no encontrarme en estas circunstancias más veces.- El señor me miró con cara de poco convencimiento.- Te pagaré por el tiempo perdido.- Me seguía observando fijamente sin cambiar la expresión.- También soy mercenario. Puedo hacerte algún trabajo gratis a cambio de la instrucción.
- ¿Trabajos gratis y me pagas a cambio de las nociones básicas?
Rodé los ojos viendo el sablazo que estaba soltando a mis fondos, pero asumí que no podía esperar algo mejor de un comerciante y tendría que aceptar su oferta. Quizás al menos podría evitar seguir visitando a gente como él si aprendía lo suficiente.
- Bueno, vale.
- Excelente, ¿por dónde empezamos?
- Pues hacerme lanzas y escudos parece un buen comienzo, y repararlos también estaría bien. Y claro, necesito saber las herramientas necesarias para poder hacerme los apaños.- Estaba dando vueltas por la tienda mientras hablaba observando las creaciones del artesano cuando vi una especie de placa con algo detrás.- ¿Y esto qué es?
- No lo toq- Pero antes de que llegara a terminar la frase, pulsé el mecanismo y me encontré con una explosión de un líquido azul brillante de olor nauseabundo que me cubría medio cuerpo.- Es una trampa marcadora. Por favor, no toques nada más.
- Si, creo que he aprendido a no hacerlo más. ¿Pero me puedes enseñar también a hacer cosas de esas?
- Si, supongo que si.
- Buenas. Estaba buscando un carpintero.
- Excelente, porque aquí tienes al mejor de la ciudad.- Me echó un vistazo rápido y me pareció que sus ojos se iluminaban al observar el deplorable estado de mi equipo.- Buscas una lanza nueva imagino. Aquí tenemos algunas de una calidad espectacular.
- No, no venía por eso.
- ¿Pretendes seguir usando esa cosa?
- Si. Bueno, no. Quería aprender a hacerme unos apaños para no encontrarme en estas circunstancias más veces.- El señor me miró con cara de poco convencimiento.- Te pagaré por el tiempo perdido.- Me seguía observando fijamente sin cambiar la expresión.- También soy mercenario. Puedo hacerte algún trabajo gratis a cambio de la instrucción.
- ¿Trabajos gratis y me pagas a cambio de las nociones básicas?
Rodé los ojos viendo el sablazo que estaba soltando a mis fondos, pero asumí que no podía esperar algo mejor de un comerciante y tendría que aceptar su oferta. Quizás al menos podría evitar seguir visitando a gente como él si aprendía lo suficiente.
- Bueno, vale.
- Excelente, ¿por dónde empezamos?
- Pues hacerme lanzas y escudos parece un buen comienzo, y repararlos también estaría bien. Y claro, necesito saber las herramientas necesarias para poder hacerme los apaños.- Estaba dando vueltas por la tienda mientras hablaba observando las creaciones del artesano cuando vi una especie de placa con algo detrás.- ¿Y esto qué es?
- No lo toq- Pero antes de que llegara a terminar la frase, pulsé el mecanismo y me encontré con una explosión de un líquido azul brillante de olor nauseabundo que me cubría medio cuerpo.- Es una trampa marcadora. Por favor, no toques nada más.
- Si, creo que he aprendido a no hacerlo más. ¿Pero me puedes enseñar también a hacer cosas de esas?
- Si, supongo que si.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Arma de Asta Pobre | [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su baja calidad la hace propensa a dañarse. | 5 |
Escudo Pobre | [Escudo] Eficaz protección contra ataques, pero por su calidad Pobre es propenso a romperse. | 5 |
Kit de Carpintería Inferior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Aprendiz o inferior que conozcas en un rol. | 5 |
Reparar | [Técnica] Repara un objeto de Carpintería de nivel similar o inferior a los que puedes fabricar; o bien repara un objeto mundano que sea coherente (elegir 1 efecto). | 10 |
Trampa Pestilente | [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al gatillarse por una placa de presión, libera una sustancia extremadamente pestilente, de color vistoso y muy difícil de quitar. El manchado será fácil de rastrear. | 5 |
TOTAL | 30 |
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Capítulo III: Trajes de batalla.
Vengo de aquí: Post
Verisar.
Temporada de Lluvias - Temporada de Primavera.
(El siguiente aprendizaje de profesión se lleva en paralelo con sus aventuras on-rol en curso.)
Vengo de aquí: Post
Verisar.
Temporada de Lluvias - Temporada de Primavera.
(El siguiente aprendizaje de profesión se lleva en paralelo con sus aventuras on-rol en curso.)
Tras haber aprendido las nociones básicas de lo que consistía al menos hacer una prensa simétrica, si bien con escasa gracia servía para el propósito de cubrir, mi ánimos estaban más tranquilos. Tal como había prometido, todo lo creado lo había dejado en su taller como compensación por su enseñanza, ya luego yo podría optar por ganar mi propio dinero una vez saliera de la ciudad.
Un mañana en particular, el sol brillaba en todo su esplendor. Tea, quien cantaba tan desafinadamente como siempre, se sentó a mi lado. - Cariño mío, hoy dejaremos la tela de lado y haremos algo que seguramente te será de utilidad. - Tomó una armadura de cuero, muy similar a la que yo llevaba puesta, era un acabado hermoso y se veía sumamente resistente. - Esto es un encargo muy importante pero me gustaría que recrearás la forma de los que ves. El trabajo en este tipo de materiales ha de ser más minucioso, y aquí entre nos toda una odisea cuando te a pide alguien que puede cambiar de formas. - Sonreí apenada, por suerte para mí, no tendría que preocuparme en hacer algo cómo eso por lo pronto, aunque una parte muy en el fondo anhelaba intensamente volver a volar como dragón.
- Ven conmigo. - Con esa ultima frase y lo que fueron días intensos de trabajo. tea se tomó el tiempo y la dedicación de mostrarme cómo crear armaduras. Como siempre, y era de esperarse el aspecto tosco de estas no se comparaba con la que inicialmente Tea me mostró, pero pasaba la prueba y con ello la constante practica era fundamental si deseaba mejorar la estética en algún futuro.
Así fue como tras haber terminado lo que fue un arduo trabajo, y descansar algunos días, al regresar al taller de Tea vino mi siguiente prueba. - Cuando te vi la primera vez con tan bello látigo, me dije a mi misma que la persona que te lo hizo tenía una muy buena técnica. Sabía que era lo primero que querrías aprender pero, no tenías la delicadeza con la precisión suficiente como para hacer al menos un arma decente. Las siguientes semanas trabajaremos en ello. -
- Comprendo. Pues no voy a cuestionar tus métodos, Tea. Y realmente agradezco que te hayas tomado la molestia de enseñarme. - Agregué de buen humor, sí, era cierto que deseaba aprender a forjar mis propias armas, pero todo lo demás que había aprendido estaba más que segura que me sería de utilidad en el futuro.
Aquella primavera, fue lo ultimo que aprendí de ella. Si tenía algo más que enseñarme, no era el momento. Debía seguir practicando.
Un mañana en particular, el sol brillaba en todo su esplendor. Tea, quien cantaba tan desafinadamente como siempre, se sentó a mi lado. - Cariño mío, hoy dejaremos la tela de lado y haremos algo que seguramente te será de utilidad. - Tomó una armadura de cuero, muy similar a la que yo llevaba puesta, era un acabado hermoso y se veía sumamente resistente. - Esto es un encargo muy importante pero me gustaría que recrearás la forma de los que ves. El trabajo en este tipo de materiales ha de ser más minucioso, y aquí entre nos toda una odisea cuando te a pide alguien que puede cambiar de formas. - Sonreí apenada, por suerte para mí, no tendría que preocuparme en hacer algo cómo eso por lo pronto, aunque una parte muy en el fondo anhelaba intensamente volver a volar como dragón.
- Ven conmigo. - Con esa ultima frase y lo que fueron días intensos de trabajo. tea se tomó el tiempo y la dedicación de mostrarme cómo crear armaduras. Como siempre, y era de esperarse el aspecto tosco de estas no se comparaba con la que inicialmente Tea me mostró, pero pasaba la prueba y con ello la constante practica era fundamental si deseaba mejorar la estética en algún futuro.
Así fue como tras haber terminado lo que fue un arduo trabajo, y descansar algunos días, al regresar al taller de Tea vino mi siguiente prueba. - Cuando te vi la primera vez con tan bello látigo, me dije a mi misma que la persona que te lo hizo tenía una muy buena técnica. Sabía que era lo primero que querrías aprender pero, no tenías la delicadeza con la precisión suficiente como para hacer al menos un arma decente. Las siguientes semanas trabajaremos en ello. -
- Comprendo. Pues no voy a cuestionar tus métodos, Tea. Y realmente agradezco que te hayas tomado la molestia de enseñarme. - Agregué de buen humor, sí, era cierto que deseaba aprender a forjar mis propias armas, pero todo lo demás que había aprendido estaba más que segura que me sería de utilidad en el futuro.
Aquella primavera, fue lo ultimo que aprendí de ella. Si tenía algo más que enseñarme, no era el momento. Debía seguir practicando.
Continuará...
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Arma Flexible Pobre | [Arma Flexible] hecho de cuero de mala calidad, tales como un látigo o boleadoras, su daño es bajo. | 5 |
Armadura Ligera Pobre | [Armadura Ligera] hecha en base a cuero y tela, otorga una leve protección sin interferir con la movilidad del personaje. | 5 |
Armadura Media Pobre | [Armadura Media] hecha en base a cuero y refuerzos en malla u otros materiales resistentes, otorga equilibrio entre protección y movilidad. Hace algo de ruido al moverse. De calidad Pobre. | 5 |
Armadura de Fieras Simple | [Armadura Ligera o Media] hecha en base a cuero y posibles refuerzos en malla u otros materiales resistentes (elegir si es medio o ligera al crearla). Se adapta a los cambios de forma, pudiendo seguir en forma de Lobo o Dragón. Es de calidad Pobre. | 5 |
TOTAL | 20 |
Meraxes
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Re: MERCADO de Aerandir
En vista de que las enseñanzas de ese amargado del carpintero estaban funcionando, seguí yendo a su tienda en horas de poca clientela para seguir aprendiendo. Al entrar me lo encontré trabajando en una silla, al parecer añadiéndole algunas decoraciones para que pareciera de mejor calidad de lo que claramente era.
- ¿Qué estás haciendo con esa silla?
- Unas pequeñas modificaciones. Su dueño decía que era demasiado sobria.
- Oh, ¿y me podrías enseñar a hacer eso?
- Si puedo, no tiene mucho misterio. ¿Pero por qué quieres aprender algo así? Antes parecía que buscabas cosas más funcionales.
- A ver, demasiado útil no parece, pero es curioso. Y tengo tiempo.
- Vale... ¿Y tienes dinero?
- Si, también tengo el dinero.- La parte de estar mejorando mis habilidades en el trabajo de madera solo tenía un lado negativo, y era que un sucio mercader me estaba cobrando por hacer objetos que luego aprovechaba a vender él. Que yo era consciente de que mi calidad aun tenía que mejorar, pero ese bastardo estaba ganando dinero por mi parte y encima de venderles mis creaciones a sus clientes.
- ¿Y no deberías aprender a hacer sillas antes de modificarlas?
- Pues ahora que lo dices tiene sentido.
- Y bien, ¿a qué habías venido de todas formas? Porque si esto se te acaba de ocurrir imagino que tenías otros objetivos.
- Ah, cierto. Pues quiero saber hacer arcos.- No es que yo tuviera ninguna idea de usarlos, pero alguna vez trabajaba con gente que lo hiciera, así que me podría venir bien saber crearlos.- Y trineos, eso también me vendría bien.- Después de mi último trabajo en el norte, me parecía que poder improvisarme algo para poder usar la próxima vez que fuera era algo imprescindible.
- Vale. ¿Eso es todo?
- Pues ya que me preguntas, ¿te quedan más modelos de trampa?
- Que tu seas capaz de hacer, sólo esa de la pared.- Me acerqué a observarla, por fuera era bastante similar a la marcadora, pero de mayor tamaño.- Libera una red al accionarse el mecanismo- La seguí observando fijamente, debatiéndome con mi curiosidad de pulsar y ver el funcionamiento aunque me supusiera quedar atrapado en la red.- Como la toques la próxima vez te pongo una que explote, a ver si así paras de una vez.
- Está bien.- Me alejé de la trampa pensando en la poco halagüeña perspectiva de que cuando volviese a aparecer por allí el carpintero me diera fuego.- En fin, ¿nos ponemos a trabajar?
- ¿Qué estás haciendo con esa silla?
- Unas pequeñas modificaciones. Su dueño decía que era demasiado sobria.
- Oh, ¿y me podrías enseñar a hacer eso?
- Si puedo, no tiene mucho misterio. ¿Pero por qué quieres aprender algo así? Antes parecía que buscabas cosas más funcionales.
- A ver, demasiado útil no parece, pero es curioso. Y tengo tiempo.
- Vale... ¿Y tienes dinero?
- Si, también tengo el dinero.- La parte de estar mejorando mis habilidades en el trabajo de madera solo tenía un lado negativo, y era que un sucio mercader me estaba cobrando por hacer objetos que luego aprovechaba a vender él. Que yo era consciente de que mi calidad aun tenía que mejorar, pero ese bastardo estaba ganando dinero por mi parte y encima de venderles mis creaciones a sus clientes.
- ¿Y no deberías aprender a hacer sillas antes de modificarlas?
- Pues ahora que lo dices tiene sentido.
- Y bien, ¿a qué habías venido de todas formas? Porque si esto se te acaba de ocurrir imagino que tenías otros objetivos.
- Ah, cierto. Pues quiero saber hacer arcos.- No es que yo tuviera ninguna idea de usarlos, pero alguna vez trabajaba con gente que lo hiciera, así que me podría venir bien saber crearlos.- Y trineos, eso también me vendría bien.- Después de mi último trabajo en el norte, me parecía que poder improvisarme algo para poder usar la próxima vez que fuera era algo imprescindible.
- Vale. ¿Eso es todo?
- Pues ya que me preguntas, ¿te quedan más modelos de trampa?
- Que tu seas capaz de hacer, sólo esa de la pared.- Me acerqué a observarla, por fuera era bastante similar a la marcadora, pero de mayor tamaño.- Libera una red al accionarse el mecanismo- La seguí observando fijamente, debatiéndome con mi curiosidad de pulsar y ver el funcionamiento aunque me supusiera quedar atrapado en la red.- Como la toques la próxima vez te pongo una que explote, a ver si así paras de una vez.
- Está bien.- Me alejé de la trampa pensando en la poco halagüeña perspectiva de que cuando volviese a aparecer por allí el carpintero me diera fuego.- En fin, ¿nos ponemos a trabajar?
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Trampa de Red | [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al gatillarse por una placa de presión, libera una red que atrapa un animal pequeño o bien se enreda en la extremidad de una persona o animal grande, deteniendo su movimiento por un turno. | 5 |
Vehículo Pequeño | [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 2 personas, tales como un bote pequeño o un trineo. | 5 |
Alterar Apariencia | [Técnica] Cambia la apariencia de un objeto que tenga sentido modificar con Carpintería, sin alterar su funcionalidad. Si la modificación es permanente, cuesta 5 aeros y debe hacerse el post en un taller. | 10 |
Arco Pobre | [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Por su calidad pobre es propenso a fallar. | 5 |
Mueble Simple | Confeccionas un mueble común, como una mesa, armario o despensa. Puede contener las características estéticas que desees. | 5 |
TOTAL | 30 |
Corlys Glokta
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Re: MERCADO de Aerandir
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Aylizz Wendell
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Re: MERCADO de Aerandir
Radus había recibido una herencia de sus padres antes de morir y los había ahorrado para cuando fuera oportuno usarlos y finalmente ese día al fin había llegado.
Deseaba aprender a construir casas, hacer muebles, reparaciones, modificar la apariencia de algo hecho en madera y fabricar sus propias herramientas; por lo que un día decidido buscar en el mercado a alguien que pudiera instruirle en el noble arte de trabajar la madera. Anduvo un rato caminando por las calles y preguntándose a quien podría pedir ese “favor” remunerado.
Había muchos comerciantes con diferentes tipos de negocios de diferentes especialidades y aunque algunos le llamaban su atención no se relacionaban con lo que tenía en mente. Su mirada recorría cada sitio buscando un taller de carpintería. – Aja, finalmente… - Dijo acercándose a un modesto establecimiento en el que en su interior había toda clase de objetos fabricados en madera y cuyos diseños resultaban al agrado del joven campesino.
Estaba maravillado, con su mirada acariciaba cada trabajo bien elaborado; ni siquiera hizo falta que utilizara el tacto para apreciar las obras. Fue en ese momento que el encargado del lugar, el cual se encontraba de pie y sobre una mesa lijaba una hermosa silla la cual tenía buenos detalles pero estaba algo áspera y recién había terminado de hacer, observo al joven y le dijo – Si compra más de doce de esas podemos acordar un precio bastante bueno. – Dijo a la par que ponía la silla con sumo cuidado y la lija sobre la mesa. Inmediatamente Radus giro su vista en dirección al encargado. – Jeje, bueno tienen muy buen acabado y son hermosas, pero no es por lo que vengo. – El encargado se extrañó. – Bueno y entonces; ¿En qué te puedo ayudar?- Presto más atención al joven preguntándose dentro de si el motivo por el que había llegado.
Radus camino hasta donde estaba el señor y dijo. – Pues bien, en realidad quisiera aprender a hacer eso que usted hace con la madera. Vera, mis padres no pudieron pagarme estudios y lo único que me enseñaron fue a vivir de la tierra, pero una de las cosas que me llama la atención es crear cosas con la madera y al ver estos trabajos, pues he quedado más que convencido. – El hombre al oír eso no pudo evitar soltar una pequeña risa. – Vaya, vaya. Lamentablemente no busco aprendices aun, tengo encargos pendientes y debo terminarlos cuanto antes, espero no lo tomes a mal. – Dijo el artesano a Radus – ¡Pa, pagare por su tiempo! Vamos, que no pretendía que fuera gratis la clase. – Dijo Radus preocupado de no ser rechazado como aprendiz.
El hombre parecía más animado, aunque trataba de no mostrarlo. – Ahh… Aun así tendré que hacer espacio. – Hizo una pausa, rascados el mentón y disimulando pensarlo… - Bueno, quieres aprender. ¿Qué es lo quieres aprender exactamente?, porque dejame decirte, y no por presumir, que soy uno de los mejores trabajando con la madera.- Hizo pausa para caminar cerca de donde había una figura de caballo tallada con increíble perfección, sujetándola y enseñándola al joven. – Puedo hacer desde este sencillo adorno… - Lo vuelve a colocar en su sitio. - … Hasta una enorme mansión, claro que con ayuda de personal que yo contrato. – Dijo muy orgulloso, cosa que le aunque le desagrado un poco a Radus, pues no le quedaba más que tolerarle, después de todo quería y necesitaba el conocimiento. – Bueno, pues básicamente quiero aprender a construir casas, hacer uno que otro mueble, saber reparar cualquier cosa en caso que se estropeen, hacer mis herramientas y cambiar como se ve algo que haya sido hecho en madera. – Comento humildemente. El hombre solo alzo una ceja y cruzándose de brazos le dijo. – ¿Seguro no olvidaste nada? Pues bueno, lo que te voy a enseñar será lo básico de cada cosa que me has pedido porque enseñarte en detalle cada una me tomaría demasiado tiempo y lamentablemente eso es lo que más me falta. – Dijo y luego se acercó un poco más a Radus y le miró fijamente. – Escucha, chico, ¿Estás dispuesto a obedecer todas las indicaciones que te dé? Porque dejame decirte que a pesar de que será lo básico no es algo que pueda enseñarte en un solo día. Serán días y días. – Radus solo asintió con su cabeza intentando mostrar su interés al no interrumpirle. Entonces añadió. – Y eso también depende de tu ritmo de aprendizaje, por lo que si tienes cinco dedos de frente con suerte será cosa de semanas, pero ya veremos. - Hizo otra pausa. – Como veras no soy un adorable maestro, pero chico, te aseguro que aunque se trate de lo básico aprenderás a hacer cosas bastante útiles. Entonces dime, ¿Aceptas mis términos? – Dijo acercándose un poco a un gavetero que estaba cerca de la mesa donde tenía la silla que estaba lijando, pero sin perder de vista a Radus.
Aunque el maestro artesano lo que causaba en Radus eran ganas de darle un puntapié al sujeto, este prometía, y como dudar después de ver tan magnificas obras dignas de un rey. Sin dudarlo Radus asintió. – Sí, señor. Sera un gusto y un honor que me enseñe a trabajar la madera, aun si se trata de lo básico. – El hombre con una leve sonrisa se voltea buscando algo. Una caja. Cierra el gavetero, y regresa hasta donde se encontraba Radus y le ofrece la caja. – Pues a partir de ahora serás mi aprendiz y, ojo, te prestare esto que usaras para practicar lo que te indique y si lo dañas lo pagas, ¿Entendido?- Dijo serio.
Radus al recibir la misteriosa caja la abrió y dentro había un set con algunas herramientas de carpintería. No eran todas, pero si las más básicas para cualquier trabajo en madera. Volvió la mirada al artesano. – Si señor, muchas gracias. – Dijo volviendo nuevamente la mirada a la caja y cerrándola la sostuvo con una mano para mirar de nuevo al encargado. – Por cierto, me llamo Radus.- Dijo presentándose. El hombre alzo una ceja. – "Muchacho" te llamare y tú te dirigirás a mi como “Jefe”. – Dijo no queriendo mencionar su nombre, cosa que en serio saco de quicio al joven campesino. “¡Aaargh! Si no fuera porque necesito aprender de verdad ni me molestaría en ver tu desagradable rostro… No me interesa que seas un hábil artesano, ¡Eres un idiota!” Pensaba mientras apretaba los dientes disimulando una falsa sonrisa. – Claro que si señ… Digo, “Jefe” – El hombre lo miro con una leve sonrisa. – Bien, así me gusta… Ya al final hablaremos de precio. Bueno empecemos con las lecciones. –
Así fue como empezó la enseñanza que, bueno, tomo más tiempo del que Radus se había imaginado, con algún que otro mal trato de parte del “jefe” pero que a futuro valdría la pena.
Deseaba aprender a construir casas, hacer muebles, reparaciones, modificar la apariencia de algo hecho en madera y fabricar sus propias herramientas; por lo que un día decidido buscar en el mercado a alguien que pudiera instruirle en el noble arte de trabajar la madera. Anduvo un rato caminando por las calles y preguntándose a quien podría pedir ese “favor” remunerado.
Había muchos comerciantes con diferentes tipos de negocios de diferentes especialidades y aunque algunos le llamaban su atención no se relacionaban con lo que tenía en mente. Su mirada recorría cada sitio buscando un taller de carpintería. – Aja, finalmente… - Dijo acercándose a un modesto establecimiento en el que en su interior había toda clase de objetos fabricados en madera y cuyos diseños resultaban al agrado del joven campesino.
Estaba maravillado, con su mirada acariciaba cada trabajo bien elaborado; ni siquiera hizo falta que utilizara el tacto para apreciar las obras. Fue en ese momento que el encargado del lugar, el cual se encontraba de pie y sobre una mesa lijaba una hermosa silla la cual tenía buenos detalles pero estaba algo áspera y recién había terminado de hacer, observo al joven y le dijo – Si compra más de doce de esas podemos acordar un precio bastante bueno. – Dijo a la par que ponía la silla con sumo cuidado y la lija sobre la mesa. Inmediatamente Radus giro su vista en dirección al encargado. – Jeje, bueno tienen muy buen acabado y son hermosas, pero no es por lo que vengo. – El encargado se extrañó. – Bueno y entonces; ¿En qué te puedo ayudar?- Presto más atención al joven preguntándose dentro de si el motivo por el que había llegado.
Radus camino hasta donde estaba el señor y dijo. – Pues bien, en realidad quisiera aprender a hacer eso que usted hace con la madera. Vera, mis padres no pudieron pagarme estudios y lo único que me enseñaron fue a vivir de la tierra, pero una de las cosas que me llama la atención es crear cosas con la madera y al ver estos trabajos, pues he quedado más que convencido. – El hombre al oír eso no pudo evitar soltar una pequeña risa. – Vaya, vaya. Lamentablemente no busco aprendices aun, tengo encargos pendientes y debo terminarlos cuanto antes, espero no lo tomes a mal. – Dijo el artesano a Radus – ¡Pa, pagare por su tiempo! Vamos, que no pretendía que fuera gratis la clase. – Dijo Radus preocupado de no ser rechazado como aprendiz.
El hombre parecía más animado, aunque trataba de no mostrarlo. – Ahh… Aun así tendré que hacer espacio. – Hizo una pausa, rascados el mentón y disimulando pensarlo… - Bueno, quieres aprender. ¿Qué es lo quieres aprender exactamente?, porque dejame decirte, y no por presumir, que soy uno de los mejores trabajando con la madera.- Hizo pausa para caminar cerca de donde había una figura de caballo tallada con increíble perfección, sujetándola y enseñándola al joven. – Puedo hacer desde este sencillo adorno… - Lo vuelve a colocar en su sitio. - … Hasta una enorme mansión, claro que con ayuda de personal que yo contrato. – Dijo muy orgulloso, cosa que le aunque le desagrado un poco a Radus, pues no le quedaba más que tolerarle, después de todo quería y necesitaba el conocimiento. – Bueno, pues básicamente quiero aprender a construir casas, hacer uno que otro mueble, saber reparar cualquier cosa en caso que se estropeen, hacer mis herramientas y cambiar como se ve algo que haya sido hecho en madera. – Comento humildemente. El hombre solo alzo una ceja y cruzándose de brazos le dijo. – ¿Seguro no olvidaste nada? Pues bueno, lo que te voy a enseñar será lo básico de cada cosa que me has pedido porque enseñarte en detalle cada una me tomaría demasiado tiempo y lamentablemente eso es lo que más me falta. – Dijo y luego se acercó un poco más a Radus y le miró fijamente. – Escucha, chico, ¿Estás dispuesto a obedecer todas las indicaciones que te dé? Porque dejame decirte que a pesar de que será lo básico no es algo que pueda enseñarte en un solo día. Serán días y días. – Radus solo asintió con su cabeza intentando mostrar su interés al no interrumpirle. Entonces añadió. – Y eso también depende de tu ritmo de aprendizaje, por lo que si tienes cinco dedos de frente con suerte será cosa de semanas, pero ya veremos. - Hizo otra pausa. – Como veras no soy un adorable maestro, pero chico, te aseguro que aunque se trate de lo básico aprenderás a hacer cosas bastante útiles. Entonces dime, ¿Aceptas mis términos? – Dijo acercándose un poco a un gavetero que estaba cerca de la mesa donde tenía la silla que estaba lijando, pero sin perder de vista a Radus.
Aunque el maestro artesano lo que causaba en Radus eran ganas de darle un puntapié al sujeto, este prometía, y como dudar después de ver tan magnificas obras dignas de un rey. Sin dudarlo Radus asintió. – Sí, señor. Sera un gusto y un honor que me enseñe a trabajar la madera, aun si se trata de lo básico. – El hombre con una leve sonrisa se voltea buscando algo. Una caja. Cierra el gavetero, y regresa hasta donde se encontraba Radus y le ofrece la caja. – Pues a partir de ahora serás mi aprendiz y, ojo, te prestare esto que usaras para practicar lo que te indique y si lo dañas lo pagas, ¿Entendido?- Dijo serio.
Radus al recibir la misteriosa caja la abrió y dentro había un set con algunas herramientas de carpintería. No eran todas, pero si las más básicas para cualquier trabajo en madera. Volvió la mirada al artesano. – Si señor, muchas gracias. – Dijo volviendo nuevamente la mirada a la caja y cerrándola la sostuvo con una mano para mirar de nuevo al encargado. – Por cierto, me llamo Radus.- Dijo presentándose. El hombre alzo una ceja. – "Muchacho" te llamare y tú te dirigirás a mi como “Jefe”. – Dijo no queriendo mencionar su nombre, cosa que en serio saco de quicio al joven campesino. “¡Aaargh! Si no fuera porque necesito aprender de verdad ni me molestaría en ver tu desagradable rostro… No me interesa que seas un hábil artesano, ¡Eres un idiota!” Pensaba mientras apretaba los dientes disimulando una falsa sonrisa. – Claro que si señ… Digo, “Jefe” – El hombre lo miro con una leve sonrisa. – Bien, así me gusta… Ya al final hablaremos de precio. Bueno empecemos con las lecciones. –
Así fue como empezó la enseñanza que, bueno, tomo más tiempo del que Radus se había imaginado, con algún que otro mal trato de parte del “jefe” pero que a futuro valdría la pena.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Casa Pobre | [Vivienda] Casa pequeña y de materiales ligeros. No es muy cómoda, pero al menos otorga un lugar para descansar. | 10 |
Mueble Simple | Confeccionas un mueble común, como una mesa, armario o despensa. Puede contener las características estéticas que desees. | 5 |
Reparar | [Técnica] Repara un objeto de Carpintería de nivel similar o inferior a los que puedes fabricar; o bien repara un objeto mundano que sea coherente (elegir 1 efecto). | 10 |
Kit de Carpintería Inferior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Aprendiz o inferior que conozcas en un rol. | 5 |
Alterar Apariencia | [Técnica] Cambia la apariencia de un objeto que tenga sentido modificar con Carpintería, sin alterar su funcionalidad. Si la modificación es permanente, cuesta 5 aeros y debe hacerse el post en un taller. | 10 |
TOTAL | 40 |
Radus
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Radus: Recibes 1 px por uso del mercado, 5 pp en Carpintería y se te restan 40 aeros por aprendizaje de recetas.
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-
El gran anuncio se nos fue dado a todos nosotros, todos los jóvenes del clan con los que entrene y con los que crecí ahora todos buscaban su camino y era momento de que yo emprendiera el mio. No partimos de inmediato nos dieron un pequeño espacio de tiempo para dejar nuestros asuntos en orden. Pero recuerdo que la primera cosa a la que le di prioridad, luego de mi familia fue ir al taller donde tanto aprendí. Verme con esas caras conocidas sabiendo que seria la ultima vez que las vería en mucho tiempo.
Apenas entrar al taller, me vieron con mis ropajes de viaje y sus rostros dibujaron una forma que nunca pensé ver. No se extrañaron cuando me vieron entrar, ni tampoco cuando anuncie mi partida. Estaban tristes, no es que nos lleváramos ni bien ni mal, pero supongo que ver partir a una persona que viste crecer, es duro hasta para personas tan curtidas, aunque su tristeza no era profunda, fue suficiente para decirme dejarme a entender que me extrañarían. -Supongo que no hace falta decir a que me voy.- Dije con pesadumbre, una parte de mi quería quedarse, quería permanecer aquí junto a las personas que quería y que respetaba. Pero no podía, tenia que cumplir con mi destino al igual que muchos antes de mi. -Muchacho, no puedo si no confiarle a los dragones tu destino, se que serán justos y te permitirán regresar con nosotros - Dijo a lo que no tarde en contestar. -Triste es mi partida, pero grato sera mi regreso. Recuerda al niño que esta frente a ti, porque sera la ultima vez que lo veas. Cuando regrese seré un hombre como ustedes.- Dije con orgullo, si no tienes mas que un camino recorrerlo con la frente en alto.
-Pensaba darte algo de dinero para el viaje...
Pero la verdad creo que esto te sera mas útil.- Rebusco en una mesa cercana y saco barios pergaminos, no parecían desgastados o viejos. -Pensaba usarlos para que los aprendices estudiaran las técnicas estando fuera, pero me perdieron un par y decidí guardarlas. No pensaba dártelas, pero viendo lo visto he decidido que estarían mejor en tus manos, me supo mal soltarte al mundo sin al menos algo con lo que defenderte, no seria justo.- Tome los pergaminos, no mas grandes que un libro los contemple un momento antes de hablar. - No...no se como agradecerle esto. Se lo pagare en lo que regrese, se lo juro.- le dije con sinceridad. Pero no estaba preparado para la respuesta.
-Regresa con vida muchacho, con eso me doy por compensado- Dijo con un ligero toque de tristeza en su voz. Leí el ambiente, lo que tenia que decirse se dijo.- Recordare este acto de gratitud, que la gracia de los Dragones le brinde sabiduría.- No me contesto nada, solo un ademan con su mano fue su despedida. Mientras yo le conteste con un movimiento de cabeza y luego me retire del lugar.
- Aclaracion:
- Este Post es antes de que Halsion saliera de peregrinaje, como no dice nada de donde esta el mercado asumo que puede ser en cualquier parte que sea conveniente.
Aunque no se realizo un intercambio, se deja a entender que en vez de dinero se le dan las recetas. Espero no cause problemas
El gran anuncio se nos fue dado a todos nosotros, todos los jóvenes del clan con los que entrene y con los que crecí ahora todos buscaban su camino y era momento de que yo emprendiera el mio. No partimos de inmediato nos dieron un pequeño espacio de tiempo para dejar nuestros asuntos en orden. Pero recuerdo que la primera cosa a la que le di prioridad, luego de mi familia fue ir al taller donde tanto aprendí. Verme con esas caras conocidas sabiendo que seria la ultima vez que las vería en mucho tiempo.
Apenas entrar al taller, me vieron con mis ropajes de viaje y sus rostros dibujaron una forma que nunca pensé ver. No se extrañaron cuando me vieron entrar, ni tampoco cuando anuncie mi partida. Estaban tristes, no es que nos lleváramos ni bien ni mal, pero supongo que ver partir a una persona que viste crecer, es duro hasta para personas tan curtidas, aunque su tristeza no era profunda, fue suficiente para decirme dejarme a entender que me extrañarían. -Supongo que no hace falta decir a que me voy.- Dije con pesadumbre, una parte de mi quería quedarse, quería permanecer aquí junto a las personas que quería y que respetaba. Pero no podía, tenia que cumplir con mi destino al igual que muchos antes de mi. -Muchacho, no puedo si no confiarle a los dragones tu destino, se que serán justos y te permitirán regresar con nosotros - Dijo a lo que no tarde en contestar. -Triste es mi partida, pero grato sera mi regreso. Recuerda al niño que esta frente a ti, porque sera la ultima vez que lo veas. Cuando regrese seré un hombre como ustedes.- Dije con orgullo, si no tienes mas que un camino recorrerlo con la frente en alto.
-Pensaba darte algo de dinero para el viaje...
Pero la verdad creo que esto te sera mas útil.- Rebusco en una mesa cercana y saco barios pergaminos, no parecían desgastados o viejos. -Pensaba usarlos para que los aprendices estudiaran las técnicas estando fuera, pero me perdieron un par y decidí guardarlas. No pensaba dártelas, pero viendo lo visto he decidido que estarían mejor en tus manos, me supo mal soltarte al mundo sin al menos algo con lo que defenderte, no seria justo.- Tome los pergaminos, no mas grandes que un libro los contemple un momento antes de hablar. - No...no se como agradecerle esto. Se lo pagare en lo que regrese, se lo juro.- le dije con sinceridad. Pero no estaba preparado para la respuesta.
-Regresa con vida muchacho, con eso me doy por compensado- Dijo con un ligero toque de tristeza en su voz. Leí el ambiente, lo que tenia que decirse se dijo.- Recordare este acto de gratitud, que la gracia de los Dragones le brinde sabiduría.- No me contesto nada, solo un ademan con su mano fue su despedida. Mientras yo le conteste con un movimiento de cabeza y luego me retire del lugar.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Afilar | [Técnica] Afila un arma coherente de calidad similar o inferior a las que puedes fabricar, de manera que su daño se considera mejorado este rol. | 10 |
Reparar | [Técnica] Repara un objeto de Herrería de nivel similar o inferior a los que puedes fabricar; o bien repara un objeto mundano que sea coherente (elegir 1 efecto). | 10 |
Armas Arrojadjizas Pobres | [Arma, 4 Usos] Construye cuchillos u otras armas afiladas pequeñas de calidad Pobre, diseñadas para ser arrojadas al enemigo. Recuperar la cuchilla devuelve el uso gastado. | 5 |
Arma de Una Mano Pobre | [Arma] Construye un arma de calidad pobre apropiada para el uso con una mano, como una espada, una daga o un mazo. | 5 |
Kit de Herrería Inferior | [Limitado, Requiere ser Herrero, 2 Usos] Set de herramientas y materiales diversos como martillo o trozos de metal que permiten llevar a cabo una Técnica de Herrería a nivel Principiante. | 5 |
TOTAL | 35 |
Halsion
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Halsion: Recibes 1 px por uso del mercado, 5 pp en Herrería y se te restan 35 aeros por aprendizaje de recetas.
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Como llego, nuevamente no lo sabia, de donde había venido, prefería no recordar, malherido y desorientado Nero cubierto solo con un taparrabos de color carmesí con un brazo herido por una cadena cubierta con cuchillas las cuales estaban enterradas en su brazo, con un hombro horriblemente herido, un feo corte en su abdomen los cuales lleno con tierra para detener la sangre y lleno de cortes y magulladuras caminaba sin rumbo en un bosque el cual no reconocía, como habría de esperarse Nero se desmayo y quien sabe por cuanto tiempo.
Para cuando recupero la conciencia se encontraba al lado de una fogata, recostado sobre un enorme trozo de tela y sin entender nada hizo el amague de sentarse cuando una gentil mano sujeto su frente.
-Hey tranquilo ahí, hemos hecho lo que podíamos, ten cuidado que no queremos que se abran tus heridas-
-¿Qué... Como?-
-Íbamos de camino a Cantún cuando te encontramos-
-Habíamos escuchado rumores de refugiados que eran atacados pero esto ya es demasiado-
-No quisimos ocupar todas las hierbas que llevamos hacia allá pero te ayudaremos usando a habilidad de Ylvah-
Una pareja de elfos curanderos habían confundido al malherido Nero con una de las victimas de Cantún, como si las ironías no fueran ya bastantes en su vida, la mujer poso sus manos en su herida mas complicada a la vez que recitaba plegarias en lo que parecía ser su lengua nativa, Nero simplemente guardo silencio, tenia demasiada vergüenza y rabia consigo mismo como para decir palabra alguna.
Para cuando recupero la conciencia se encontraba al lado de una fogata, recostado sobre un enorme trozo de tela y sin entender nada hizo el amague de sentarse cuando una gentil mano sujeto su frente.
-Hey tranquilo ahí, hemos hecho lo que podíamos, ten cuidado que no queremos que se abran tus heridas-
-¿Qué... Como?-
-Íbamos de camino a Cantún cuando te encontramos-
-Habíamos escuchado rumores de refugiados que eran atacados pero esto ya es demasiado-
-No quisimos ocupar todas las hierbas que llevamos hacia allá pero te ayudaremos usando a habilidad de Ylvah-
Una pareja de elfos curanderos habían confundido al malherido Nero con una de las victimas de Cantún, como si las ironías no fueran ya bastantes en su vida, la mujer poso sus manos en su herida mas complicada a la vez que recitaba plegarias en lo que parecía ser su lengua nativa, Nero simplemente guardo silencio, tenia demasiada vergüenza y rabia consigo mismo como para decir palabra alguna.
OBJETOS A COMPRAR | AEROS | |
---|---|---|
Curación Completa | Recibes atención de curanderos expertos, que se encargan de cerrar todas tus heridas y limpiar cualquier veneno o enfermedad. | 50 |
TOTAL | 50 |
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
Borracho de Aerandir
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Nero: Recibes 1 px por uso del mercado y se te restan 50 aeros por el servicio prestado. Tus heridas han sido sanadas. Las físicas, al menos.
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Había estado buscando la forma ablandar y, al mismo tiempo, reforzar el cuero de forma que pudiera dar forma a unas botas realmente cómodas. No es que las suyas no lo fueran, pero últimamente, se había visto obligado a correr más de lo que le hubiera gustado y, si aquello iba a convertirse en hábito, no le vendría mal un poco de ayuda extra a sus pinreles.
Desechó varios proyectos de suelas por no ajustarse del todo al efecto que buscaba, hasta que, dando un paseo para despejarse, se topó con un tipo que corría en línea recta en un claro del bosque. Al llegar al extremo del claro, apoyó la mano en el primer árbol que encontró, dio la vuelta y siguió corriendo en la dirección de la que había venido, todo para repetir el proceso cuando llegó al otro extremo.
Por qué corría sin nadie que lo persiguiese ni ningún sitio aparente al que llegar era algo que a Elian se le escapaba por completo, pero no podía dejar de admirar la rapidez del desconocido. Así que se quedó observando, sin poder evitar sentir curiosidad por ver cuánto tiempo aguantaría todo el proceso. Ya había perdido la cuenta del número de vueltas que le vio hacer cuando el tipo se detuvo por fin.
—Madre mía, debes tener los pies destrozados después de esa carrera.
—Para nada —dijo con cierto orgullo el hombre que, por alguna razón, se había doblado por la mitad con las piernas estiradas—, tengo unas Njord. Proporcionan la mejor suspensión para cualquier deporte aeróbico.
¿Aeroqué? Vale que el tipo corría rápido, pero no tanto para confundirlo con volar. Sin embargo, el hombre había señalado sus botas, cosa que llamó la atención de Elian. Mientras el tipo cambiaba de postura, el elfo decidió echarle morro.
—Oye, amigo, ¿me dejas echarles un vistazo a esas suelas?
Por suerte o por desgracia, el tipo accedió y siguió haciendo sus ejercicios descalzo. Elian no logró acostumbrarse al pestazo de aquellas botas, pero sí que aprendió un par de cosas de la forma en que estaban diseñadas esas Njord.
----------
OFF: Con el dinero obtenido en este post (link a mi taller), debería tener suficiente para aprender las siguientes recetas:
Desechó varios proyectos de suelas por no ajustarse del todo al efecto que buscaba, hasta que, dando un paseo para despejarse, se topó con un tipo que corría en línea recta en un claro del bosque. Al llegar al extremo del claro, apoyó la mano en el primer árbol que encontró, dio la vuelta y siguió corriendo en la dirección de la que había venido, todo para repetir el proceso cuando llegó al otro extremo.
Por qué corría sin nadie que lo persiguiese ni ningún sitio aparente al que llegar era algo que a Elian se le escapaba por completo, pero no podía dejar de admirar la rapidez del desconocido. Así que se quedó observando, sin poder evitar sentir curiosidad por ver cuánto tiempo aguantaría todo el proceso. Ya había perdido la cuenta del número de vueltas que le vio hacer cuando el tipo se detuvo por fin.
—Madre mía, debes tener los pies destrozados después de esa carrera.
—Para nada —dijo con cierto orgullo el hombre que, por alguna razón, se había doblado por la mitad con las piernas estiradas—, tengo unas Njord. Proporcionan la mejor suspensión para cualquier deporte aeróbico.
¿Aeroqué? Vale que el tipo corría rápido, pero no tanto para confundirlo con volar. Sin embargo, el hombre había señalado sus botas, cosa que llamó la atención de Elian. Mientras el tipo cambiaba de postura, el elfo decidió echarle morro.
—Oye, amigo, ¿me dejas echarles un vistazo a esas suelas?
Por suerte o por desgracia, el tipo accedió y siguió haciendo sus ejercicios descalzo. Elian no logró acostumbrarse al pestazo de aquellas botas, pero sí que aprendió un par de cosas de la forma en que estaban diseñadas esas Njord.
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OFF: Con el dinero obtenido en este post (link a mi taller), debería tener suficiente para aprender las siguientes recetas:
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Bolso del Aventurero | [Bolso] Contiene una varita que produce fuego o luz, 10 metros de cuerda firme y ligera, gancho de escalada, cantimplora que mágicamente contiene 20 litros sin pesar casi nada, raciones de comida mágica que satisface de inmediato, mapas, un saco de dormir muy ligero y resistente al frío, hilo de pescar con anzuelo, trampa para conejos, martillo, algunos clavos y una palanca tipo pata de cabra. | 30 |
Ropas Arcanas Superiores | [Túnica, Armadura] El diseño puede variar. No puede usarse junto a una Armadura. Posee bolsillos para portar materiales de hechizos. Cuando puedes descansar y rellenar energías (ej: beber) por al menos 30 minutos, recuperas un uso de una habilidad mágica de nivel igual o menor a 6, una vez al día. | 30 |
Botas de Njord | [Botas] hechas de cueros de criaturas mágicas, permiten al portador correr y saltar ligeramente (aproximadamente un 10%) más rápido y fuerte de lo normal. | 30 |
Capa de Camaleón | [Capa] Si no llevas armadura media o pesada: Esta capa cambia de color para volverse similar al entorno cuando estés completamente quieto en un lugar. | 30 |
TOTAL | 120 |
Elian
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Re: MERCADO de Aerandir
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Elian: Recibes 1 px por uso del mercado, 4 pp en Curtiduría y se te restan 120 aeros por aprendizaje de recetas.
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Re: MERCADO de Aerandir
La profesora de Runas Intermedio entreabrió la puerta de la consejera estudiantil y asomó la cabeza –Necesito tu ayuda- dijo, apresurada. -¿Otra?- preguntó, suponiendo el motivo por el que esa profesora en particular llegara de esa manera y con esa solicitud en particular. La cabeza asomada asintió con vigor –Porfis, no puedo atenderla porque tengo a la clase haciendo presentaciones orales, la mandé al lavatorio por mientras- explicó y desapareció tan abruptamente como había llegado. La consejera suspiró hondo, se armó de valor… y de unos dulces. Al levantarse, se acomodó bien su sombrero en punta y activó el encantamiento abrigo de su capa para entibiarla y hacerla reconfortante pues, seguramente, vendría una sesión de contención emocional.
Era temporada de exámenes en el Hekshold.
Prácticamente a diario, adolescentes se quebraban bajo la tensión que les provocaba la presión de sus padres por sacar buenas notas y aprobar todas las materias, en su mayoría, chicas. Era común que colapsaran en medio de clases, así que tenían todo un protocolo establecido para esos casos. El procedimiento indicaba que los estudiantes debían ser acompañados por algún adulto: el profesor o alguno de los consejeros, quien evaluaba el grado de afectación del estudiante para saber si se podía devolver a clases, llevar a la enfermería o llamar a sus padres.
Al entrar al lavatorio de jovencitas, la consejera estudiantil se llevó una sorpresa con la estudiante que estaba allí llorando en silencio, apretándose las manos mientras caminaba de un lado a otro. –¡Señorita Harker!- le saludó con el tono cariñoso que siempre usaba en esas situaciones. La muchacha, al verse descubierta, se paró en seco y desapareció de la vista de la mujer. –Hmmm… esos trucos no sirven conmigo- dijo ella y, con un ademán, anuló las ilusiones que cubrían a la muchacha para hacerla invisible. –No puedo creer que la Señorita Pheres le fue con el chisme- se quejó la alumna, secándose la cara con los puños de su suéter. –Es su obligación contractual, no podía guardarse “el chisme”- le explicó, mientras metía la mano en uno de sus bolsillos y sacaba un caramelo envuelto para ofrecérselo a la chica, quien lo rechazó con un movimiento de la mano. –A menos que eso sirva para entender planos, no lo quiero- aclaró. –No sabrás si no lo pruebas- respondió la mujer, que no había bajado la mano –De pronto tiene es un dulce mágico que tiene el hechizo de la claridad mental- añadió, en un tono jocoso que no le hizo nada de gracia a la muchacha. –Vamos… daño no te hará- insistió y Mina tomó de mala gana el caramelo.
-¿Entonces el problema son unos planos que no entiendes?- preguntó la consejera -¿De qué se tratan?- quiso saber, mostrando un interés que Mina no se creyó. –Dudo que usted los vaya a entender- respondió con apatía. La chica se secó de nuevo la cara y suspiró, enderezando la postura –No alarguemos más esto, yo sé que vino a evitar que haga lo que hizo esa chica… todos sabemos que desde que aquello ocurrió, cuando los estudiantes tenemos una situación de estas los adultos tienen que asegurarse que no hagamos lo mismo. Tranquila, no lo haré. Solo me ganó la frustración, ni siquiera es por algo de la Academia, es un proyecto personal.- explicó la joven ilusionista, adoptando la altiva actitud que la caracterizaba.
La consejera la escuchó sin cambiar su expresión cálida. Era cierto lo que la chica decía, los protocolos cambiaron drásticamente después de… esa situación. –De todas formas, si me cuentas, tal vez pueda ayudarte. Un par de ojos frescos pueden ver cosas nuevas.- comentó, con una sonrisa. A Mina le fastidiaba esa actitud bonachona, le parecía evidente lo falsa y fingida que era. Pero no podía estar más equivocada. La Señorita Mar Arambio, Consejera Estudiantil, tenía asignados cursos específicos y era su trabajo conocer en profundidad a los alumnos de estos, hacerles seguimiento, detectar carencias y necesidades. Prevenir a toda costa que se repitiera aquel evento era la prioridad de la Consejería Estudiantil en aquella época. Mina era una de sus alumnas, por lo tanto, conocía del interés de esta por la tecnología Terrana y seguramente los planos de los que hablaba eran de algún artefacto de esos. Y esos artilugios eran de sumo interés para la joven educadora.
Sacó otro caramelo que se echó a la boca. –No sé, si yo fuera tú, me los mostraba.- insisitó. Mina bufó y sacó de su bolsillo un papel muy doblado. Se notaba que era una página arrancada de algún libro y Mar tuvo que morderse la lengua para no hacer la observación de que vandalizar y robar el material de la Academia era penalizable, pero claro, no tenía por qué ser de allí, pudo haber robado esa hoja de cualquier lado, ¿cierto? Lo que la muchacha le mostró eran los planos de una suerte de maleta que, al abrirse, se abría una tienda de campaña redonda. -¿Qué es lo confuso?- quiso saber, mostrando verdadera curiosidad.
La muchacha miró a la educadora con desprecio. –¡TODO!- exclamó con evidente frustración. -¿Qué material es este? ¿Qué significa esta fórmula? ¿Qué herramientas necesito y dónde las consigo? Ni siquiera entiendo el idioma en el que está escrito.- se quejó e hizo un mohín. –Pues, está en Terrano- le aclaró Mar. Mina la miró sorprendida -¿Y usted lo conoce?- preguntó asombrada. –No solo eso. Lo hablo- reveló, con una sonrisa de satisfacción. -¿Cómo pretendes descubrir los secretos de la tecnología de los llegados si no entiendes su lenguaje? Comenzamos mal, joven Harker- riñó jocosa. -Menos mal que me conoces y yo puedo ayudarte con estas cosas, claro, si quieres- le propuso, a lo que Mina asintió con vigor.
Era temporada de exámenes en el Hekshold.
Prácticamente a diario, adolescentes se quebraban bajo la tensión que les provocaba la presión de sus padres por sacar buenas notas y aprobar todas las materias, en su mayoría, chicas. Era común que colapsaran en medio de clases, así que tenían todo un protocolo establecido para esos casos. El procedimiento indicaba que los estudiantes debían ser acompañados por algún adulto: el profesor o alguno de los consejeros, quien evaluaba el grado de afectación del estudiante para saber si se podía devolver a clases, llevar a la enfermería o llamar a sus padres.
Al entrar al lavatorio de jovencitas, la consejera estudiantil se llevó una sorpresa con la estudiante que estaba allí llorando en silencio, apretándose las manos mientras caminaba de un lado a otro. –¡Señorita Harker!- le saludó con el tono cariñoso que siempre usaba en esas situaciones. La muchacha, al verse descubierta, se paró en seco y desapareció de la vista de la mujer. –Hmmm… esos trucos no sirven conmigo- dijo ella y, con un ademán, anuló las ilusiones que cubrían a la muchacha para hacerla invisible. –No puedo creer que la Señorita Pheres le fue con el chisme- se quejó la alumna, secándose la cara con los puños de su suéter. –Es su obligación contractual, no podía guardarse “el chisme”- le explicó, mientras metía la mano en uno de sus bolsillos y sacaba un caramelo envuelto para ofrecérselo a la chica, quien lo rechazó con un movimiento de la mano. –A menos que eso sirva para entender planos, no lo quiero- aclaró. –No sabrás si no lo pruebas- respondió la mujer, que no había bajado la mano –De pronto tiene es un dulce mágico que tiene el hechizo de la claridad mental- añadió, en un tono jocoso que no le hizo nada de gracia a la muchacha. –Vamos… daño no te hará- insistió y Mina tomó de mala gana el caramelo.
-¿Entonces el problema son unos planos que no entiendes?- preguntó la consejera -¿De qué se tratan?- quiso saber, mostrando un interés que Mina no se creyó. –Dudo que usted los vaya a entender- respondió con apatía. La chica se secó de nuevo la cara y suspiró, enderezando la postura –No alarguemos más esto, yo sé que vino a evitar que haga lo que hizo esa chica… todos sabemos que desde que aquello ocurrió, cuando los estudiantes tenemos una situación de estas los adultos tienen que asegurarse que no hagamos lo mismo. Tranquila, no lo haré. Solo me ganó la frustración, ni siquiera es por algo de la Academia, es un proyecto personal.- explicó la joven ilusionista, adoptando la altiva actitud que la caracterizaba.
La consejera la escuchó sin cambiar su expresión cálida. Era cierto lo que la chica decía, los protocolos cambiaron drásticamente después de… esa situación. –De todas formas, si me cuentas, tal vez pueda ayudarte. Un par de ojos frescos pueden ver cosas nuevas.- comentó, con una sonrisa. A Mina le fastidiaba esa actitud bonachona, le parecía evidente lo falsa y fingida que era. Pero no podía estar más equivocada. La Señorita Mar Arambio, Consejera Estudiantil, tenía asignados cursos específicos y era su trabajo conocer en profundidad a los alumnos de estos, hacerles seguimiento, detectar carencias y necesidades. Prevenir a toda costa que se repitiera aquel evento era la prioridad de la Consejería Estudiantil en aquella época. Mina era una de sus alumnas, por lo tanto, conocía del interés de esta por la tecnología Terrana y seguramente los planos de los que hablaba eran de algún artefacto de esos. Y esos artilugios eran de sumo interés para la joven educadora.
Sacó otro caramelo que se echó a la boca. –No sé, si yo fuera tú, me los mostraba.- insisitó. Mina bufó y sacó de su bolsillo un papel muy doblado. Se notaba que era una página arrancada de algún libro y Mar tuvo que morderse la lengua para no hacer la observación de que vandalizar y robar el material de la Academia era penalizable, pero claro, no tenía por qué ser de allí, pudo haber robado esa hoja de cualquier lado, ¿cierto? Lo que la muchacha le mostró eran los planos de una suerte de maleta que, al abrirse, se abría una tienda de campaña redonda. -¿Qué es lo confuso?- quiso saber, mostrando verdadera curiosidad.
La muchacha miró a la educadora con desprecio. –¡TODO!- exclamó con evidente frustración. -¿Qué material es este? ¿Qué significa esta fórmula? ¿Qué herramientas necesito y dónde las consigo? Ni siquiera entiendo el idioma en el que está escrito.- se quejó e hizo un mohín. –Pues, está en Terrano- le aclaró Mar. Mina la miró sorprendida -¿Y usted lo conoce?- preguntó asombrada. –No solo eso. Lo hablo- reveló, con una sonrisa de satisfacción. -¿Cómo pretendes descubrir los secretos de la tecnología de los llegados si no entiendes su lenguaje? Comenzamos mal, joven Harker- riñó jocosa. -Menos mal que me conoces y yo puedo ayudarte con estas cosas, claro, si quieres- le propuso, a lo que Mina asintió con vigor.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
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Domo Portátil | [Artilugio] Pequeña maleta que, al ser instalada en el suelo, se desplegará, creando un domo que sirve como tienda de campaña. Aísla bien el frío y el calor y permite un buen descanso de hasta 2 personas. | 15 |
Reparar Máquinas | [Técnica] Repara fallos en partes mecánicas de un Bio-cibernético, o máquinas complejas. Esto es similar a realizar sanación, pero sólo de partes mecánicas. No puede restaurar efectos tecnológicos avanzados como circuitos, pero sí realizar cosas como parchar cosas rotas, devolver movilidad, etc. | 50 |
Ingeniería Reversa | [Técnica] Permite desarmar o sabotear cualquier objeto con partes mecánicas móviles, incluyendo cerraduras de llave, puertas o estructuras más complejas. | 50 |
TOTAL | 115 |
Mina Harker
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Re: MERCADO de Aerandir
ACTUALIZADO
Mina: Recibes 1 px por uso del mercado, 3 pp en Ingeniería y se te restan 115 aeros por aprendizaje de recetas.
Reike
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Re: MERCADO de Aerandir
Tras otro día más con ese usurero que era el carpintero que había aceptado enseñarme, ya había conseguido dominar las técnicas para crear ballestas, que tampoco era algo que pretendiera usar, pero saber hacerlas nunca estaba de más por si alguien las necesitaba en algún momento clave. Lo malo es que tras esas lecciones, me invitó de forma no demasiado sutil a no volver por allí hasta que hubiera cumplido con mi parte del trato, pues además de pagarle como estaba haciendo, había aceptado hacer un trabajo para él antes a cambio de sus enseñanzas. Y parecía que había llegado el momento de encargarme de esa parte, pero sim embargo, ni siquiera se dignó a decirme que buscaba de mi, sino que me dijo que ya me mandaría el mensaje en un papel.
Sin entender nada y sin ganas de discutir más con él, al menos de una forma que no supusiera recurrir a la violencia física y quedarme sin mentor, terminé saliendo de la tienda y olvidarme de él hasta que decidiera comunicarme que era lo que esperaba que hiciera.
De camino de vuelta a la posada me encontré con un puesto de arcanos en un carro, aunque por lo que oía de la conversación de la anciana que lo atendía, no parecía que tuviera mucho futuro el puesto.
- ¿Me puedes dar un amuleto con una runa de luz?- Preguntaba un cliente.
- Si, claro. Son 60 aeros. ¿Y no te interesará además llevarte un equipo para hacerlos tu mismo?- Le contestó la anciana.
- No gracias, me vale con esto.
Y tras pagar, el chaval se metió entre la gente y desapareció. Viendo la oportunidad, y tras haber comprobado el buen manejo que daba Vincent a esas runas, decidí acercarme a ver si podría sacar provecho del asunto.
- Buenas noches. ¿Estabas diciendo que vendías el material necesario para hacerte arcanista?
- Si. Voy a cerrar ya el puesto para volverme con mis hijos al pueblo, y quiero vender todo menos lo básico para poder seguir haciendo alguno para usarlos yo.
- Pues me lo quedo entonces.
- ¿Seguro? No te veo éter por ningún lado.
- Si, si. Algo se apañará.- No sabía si la gente sin magia podría hacerlo, tampoco conocía a más gente que se dedicara a eso a parte de Vincent, pero a una mala, la sangre de vampiro tenía poder, tendría que hacer alguna prueba a ver si funciona eso.
- Vale, bueno, tu sabrás. Pero ya que se te ve con ganas, te ofrezco el material completo y las instrucciones para hacerte una versión para llevar.
- Suena como un buen trato. ¿Cuánto es?.
Pagué lo que me pedía y me llevé mi nuevo equipo a la posada. Aún tendría que descubrir como funcionaba todo esto y empezar a aprender runas, pero al menos ya tenía el material para poder ponerme a ello.
Sin entender nada y sin ganas de discutir más con él, al menos de una forma que no supusiera recurrir a la violencia física y quedarme sin mentor, terminé saliendo de la tienda y olvidarme de él hasta que decidiera comunicarme que era lo que esperaba que hiciera.
De camino de vuelta a la posada me encontré con un puesto de arcanos en un carro, aunque por lo que oía de la conversación de la anciana que lo atendía, no parecía que tuviera mucho futuro el puesto.
- ¿Me puedes dar un amuleto con una runa de luz?- Preguntaba un cliente.
- Si, claro. Son 60 aeros. ¿Y no te interesará además llevarte un equipo para hacerlos tu mismo?- Le contestó la anciana.
- No gracias, me vale con esto.
Y tras pagar, el chaval se metió entre la gente y desapareció. Viendo la oportunidad, y tras haber comprobado el buen manejo que daba Vincent a esas runas, decidí acercarme a ver si podría sacar provecho del asunto.
- Buenas noches. ¿Estabas diciendo que vendías el material necesario para hacerte arcanista?
- Si. Voy a cerrar ya el puesto para volverme con mis hijos al pueblo, y quiero vender todo menos lo básico para poder seguir haciendo alguno para usarlos yo.
- Pues me lo quedo entonces.
- ¿Seguro? No te veo éter por ningún lado.
- Si, si. Algo se apañará.- No sabía si la gente sin magia podría hacerlo, tampoco conocía a más gente que se dedicara a eso a parte de Vincent, pero a una mala, la sangre de vampiro tenía poder, tendría que hacer alguna prueba a ver si funciona eso.
- Vale, bueno, tu sabrás. Pero ya que se te ve con ganas, te ofrezco el material completo y las instrucciones para hacerte una versión para llevar.
- Suena como un buen trato. ¿Cuánto es?.
Pagué lo que me pedía y me llevé mi nuevo equipo a la posada. Aún tendría que descubrir como funcionaba todo esto y empezar a aprender runas, pero al menos ya tenía el material para poder ponerme a ello.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Ballesta Pobre | [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar dardos. Por su calidad pobre es propensa a fallar. | 5 |
Ballesta Montada Pobre | [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Por su calidad pobre es propensa a fallar. | 5 |
Objeto Decorativo | Confeccionas un objeto decorativo, como una escultura de madera, siguiendo las características estéticas que desees. | 5 |
Casa Pobre | [Vivienda] Casa pequeña y de materiales ligeros. No es muy cómoda, pero al menos otorga un lugar para descansar. | 10 |
Kit de Arcanos Inferior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por pinceles y tintas mágicas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Arcanos de nivel Principiante que conozcas en un rol. Para crear el efecto debes disponer de al menos un minuto sin que nadie te interrumpa. | 5 |
TOTAL | 30 |
Corlys Glokta
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Re: MERCADO de Aerandir
ACTUALIZADO
Corlys: Recibes 1 px por uso del mercado, 4 pp en Carpintería, 1 pp en Arcanos y se te restan 30 aeros por aprendizaje de recetas.
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Re: MERCADO de Aerandir
Los acontecimientos recientes habían dejado patente que necesitaba ampliar mi equipo cuando salía de viaje. mas concretamente mi arsenal ya que al parecer las cosas se estaban volviendo mas turbias y peligrosas. Podría haber muerto en aquellas islas del sur durante la expedición humana de los huevos y a saber que habría pasado si los dioses no me hubieran sonreído ni tan siquiera un poquito en Nagnu.
Me encantaba el combate con lanza, pero tenía carencias que me habían dejado demasiado expuesto últimamente, y debía suplirlas. Por ello aproveché aquella soleada mañana para acercarme al mercado. Mi primer objetivo fue el puesto del carpintero en busca de un escudo que se adaptara a mis necesidades y estilo de combate. Observé en silencio tras la pequeña muchedumbre que se agolpaba frente al artesano adquiriendo toda cantidad de tallas de madera y otros instrumentos ornamentales o útiles. La oferta de escudos no era elevada pero parecía interesante.
Los primeros a la vista eran unas pequeñas rodelas de madera de pino que no valdrían para nada mas que entrenar y tal vez como juguete para los mas jóvenes del lugar. Los siguientes, aunque algo mas grandes y robustos, seguían siendo de madera, los cuales no tenían la durabilidad que yo deseaba. al fin encontré uno de madera cerezo en forma de lágrima con una lámina metálica que le daba la ligereza y durabilidad que buscaba y además se encontraba ornamentada. Ese sería el que elegiría.
- Buenos días Velorian. Cuéntame algo sobre ese escudo de allí.-
- ¿Ese de ahí? no creo que te interese Eleandris. Lo ha hecho mi aprendiz sin avisar y no me queda mas remedio que intentar venderla. No está a la altura de mis mejores escudos ni de lejos y no creo que sirva para mucho mas que para decorar. -
- Desde aquí se ve de construcción sólida. ¿Por que no me lo acercas y me hablas acerca de los materiales? - Insistí
Con cierta resignación Velorian tomó el escudo y me lo cedió para probármelo mientras llamaba al chico para que me explicara los detalles de construcción del mismo.
- El escudo, señor esta formado por láminas de cerezo encajadas entre si con formas únicas y fijadas con brea de pino. - Comenzó a explicarme el joven aprendiz. dejándome intrigado con las técnicas que había utilizado y que no parecían estar cerca del método tradicional de construcción de escudos a juzgar por su tono al explicar la técnica y por la reacción de su maestro.
Decidí adquirir el escudo para ponerlo en practica. Era una apuesta bastante arriesgada dado el pensamiento tan fuera de la caja del joven aprendiz pero al mismo tiempo me ofrecía cierta calma, y no era tampoco extremadamente pesado sino todo lo contrario, se sentía bastante ligero y maniobrable.
Pagué el precio acordado con Velorian y con la adquisición colgada a la espalda me desplacé hasta el puesto del armero, que ya había terminado con las ventas y entregas de encargos a los granjeros por lo que tenía tiempo para un trato mas personalizado, tratándose del arma que emplearía en situaciones donde la lanza estuviera en desventaja no quería dejar nada al azar.
- Erethond cuéntame. ¿Qué tienes para mí esta mañana? me interesa un arma auxiliar para cuando no puedo emplear la lanza.-
- ¿Para usar cuando no usas la lanza? Hace poco he terminado este hacha de guerra. ha sido mas un proyecto propio mas que otra cosa pero puedo dejártela a buen precio ¿Qué me dices? -
- No me convence amigo. Busco algo lo mas versátil posible para un enfrentamiento directo. Un hacha tiene sus utilidades, pero no las que necesito. estaba pensando mas en una espada. -
- Ya veo, una espada. Bueno cualquier espada es versátil pero creo que tengo justo lo que estas pensando. Es algo experimental, Quería hacer la espada mas larga, ligera y fuerte que fuese posible. Me ha quedado algo desequilibrada y he tenido que agrandarle la empuñadura. No estoy muy contento con el resultado pero es funcional, te la puedo dejar barata si la quieres. -
Ya tenía un escudo experimental ¿por que no también la espada? lo bueno del metal es que permitía seguir trabajándolo sin perder material. Si empleaba el arma el tiempo suficiente tal vez descubriera sus fallas y pudiera mandar a corregirla. Compré la espada, con una funda tambien un tanto precaria pues era lo justo para sujetarla al cincho quedando todo el filo a la vista. al menos tambien estaba algo ornamentada y aunque prefería que el ornamento estuviese en la vaina y el arma fuese funcional no me iba a quejar.
Espada y escudo necesitarían mucho mimo y trabajo para convertirse en objetos que transcendieran generaciones, pero para ello deberían probar su valía. Sólo el tiempo y los dioses decidirán.
Me encantaba el combate con lanza, pero tenía carencias que me habían dejado demasiado expuesto últimamente, y debía suplirlas. Por ello aproveché aquella soleada mañana para acercarme al mercado. Mi primer objetivo fue el puesto del carpintero en busca de un escudo que se adaptara a mis necesidades y estilo de combate. Observé en silencio tras la pequeña muchedumbre que se agolpaba frente al artesano adquiriendo toda cantidad de tallas de madera y otros instrumentos ornamentales o útiles. La oferta de escudos no era elevada pero parecía interesante.
Los primeros a la vista eran unas pequeñas rodelas de madera de pino que no valdrían para nada mas que entrenar y tal vez como juguete para los mas jóvenes del lugar. Los siguientes, aunque algo mas grandes y robustos, seguían siendo de madera, los cuales no tenían la durabilidad que yo deseaba. al fin encontré uno de madera cerezo en forma de lágrima con una lámina metálica que le daba la ligereza y durabilidad que buscaba y además se encontraba ornamentada. Ese sería el que elegiría.
- Buenos días Velorian. Cuéntame algo sobre ese escudo de allí.-
- ¿Ese de ahí? no creo que te interese Eleandris. Lo ha hecho mi aprendiz sin avisar y no me queda mas remedio que intentar venderla. No está a la altura de mis mejores escudos ni de lejos y no creo que sirva para mucho mas que para decorar. -
- Desde aquí se ve de construcción sólida. ¿Por que no me lo acercas y me hablas acerca de los materiales? - Insistí
Con cierta resignación Velorian tomó el escudo y me lo cedió para probármelo mientras llamaba al chico para que me explicara los detalles de construcción del mismo.
- El escudo, señor esta formado por láminas de cerezo encajadas entre si con formas únicas y fijadas con brea de pino. - Comenzó a explicarme el joven aprendiz. dejándome intrigado con las técnicas que había utilizado y que no parecían estar cerca del método tradicional de construcción de escudos a juzgar por su tono al explicar la técnica y por la reacción de su maestro.
Decidí adquirir el escudo para ponerlo en practica. Era una apuesta bastante arriesgada dado el pensamiento tan fuera de la caja del joven aprendiz pero al mismo tiempo me ofrecía cierta calma, y no era tampoco extremadamente pesado sino todo lo contrario, se sentía bastante ligero y maniobrable.
Pagué el precio acordado con Velorian y con la adquisición colgada a la espalda me desplacé hasta el puesto del armero, que ya había terminado con las ventas y entregas de encargos a los granjeros por lo que tenía tiempo para un trato mas personalizado, tratándose del arma que emplearía en situaciones donde la lanza estuviera en desventaja no quería dejar nada al azar.
- Erethond cuéntame. ¿Qué tienes para mí esta mañana? me interesa un arma auxiliar para cuando no puedo emplear la lanza.-
- ¿Para usar cuando no usas la lanza? Hace poco he terminado este hacha de guerra. ha sido mas un proyecto propio mas que otra cosa pero puedo dejártela a buen precio ¿Qué me dices? -
- No me convence amigo. Busco algo lo mas versátil posible para un enfrentamiento directo. Un hacha tiene sus utilidades, pero no las que necesito. estaba pensando mas en una espada. -
- Ya veo, una espada. Bueno cualquier espada es versátil pero creo que tengo justo lo que estas pensando. Es algo experimental, Quería hacer la espada mas larga, ligera y fuerte que fuese posible. Me ha quedado algo desequilibrada y he tenido que agrandarle la empuñadura. No estoy muy contento con el resultado pero es funcional, te la puedo dejar barata si la quieres. -
Ya tenía un escudo experimental ¿por que no también la espada? lo bueno del metal es que permitía seguir trabajándolo sin perder material. Si empleaba el arma el tiempo suficiente tal vez descubriera sus fallas y pudiera mandar a corregirla. Compré la espada, con una funda tambien un tanto precaria pues era lo justo para sujetarla al cincho quedando todo el filo a la vista. al menos tambien estaba algo ornamentada y aunque prefería que el ornamento estuviese en la vaina y el arma fuese funcional no me iba a quejar.
Espada y escudo necesitarían mucho mimo y trabajo para convertirse en objetos que transcendieran generaciones, pero para ello deberían probar su valía. Sólo el tiempo y los dioses decidirán.
OBJETOS A COMPRAR | AEROS | |
---|---|---|
Escudo Normal | [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Normal. | 140 |
Arma de Una Mano Pobre | [Arma] Construye un arma de calidad pobre apropiada para el uso con una mano, como una espada, una daga o un mazo. | 60 |
TOTAL | 200 |
- Escudo:
- Espada:
Eleandris
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Re: MERCADO de Aerandir
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Eleandris: Recibes 1 px por uso del mercado y se te restan 200 aeros por adquisición de objetos. Ya puedes añadirlos a tu inventario.
Reike
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Re: MERCADO de Aerandir
Para su sorpresa, jugar a las cocinitas había terminado por dar sus frutos y sus conocimientos, aunque escasos, habían resultado ser grandes aliados en sus travesías. No obstante, demostrar y demostrarse que era capaz de hacerlo suponía tomárselo en serio, mejorar sus técnicas, hilar más fino y abandonar las chapuzas rudimentarias... A ser posible.
Ahora, con un mapa mental trazado de sus próximos pasos, decidió afinar un poco más sus intereses alquímicos. Sin abandonar las bases de la dirección en la que llevar sus capacidades, buscó entre los tomos añejados y pergaminos desgastados, técnicas y recetas que sumasen opciones de sanación a su repertorio. Si algo le habían enseñado sus viajes, era el no apostar todo a los dones con los que los Dioses habían bendecido a la raza, menos cuando su manejo implica el propio desgaste.
No obstante, si bien el saber cómo tratar una herida o rebajar una infección resultaba no sólo útil, sino la diferencia entre la supervivencia o perecer en según qué ocasiones, debía dar un paso más allá. Debía de considerar que no todos elegían el juego limpio en sus batallas y aunque en un principio se había mostrado escéptica en utilizar las ventajas de la alquimia para fines... cuestionables, debía asumir que no puede tratarse lo que no se conoce y si hay quienes escogen el veneno como arma, debía aprender a combatirlo. Por si los Nousis.
Así pues, se acercó al mostrador de aquella trastienda, repleta de estantes a rebosar de recetas, materiales y artilugios, un agujero del callejón comercial en el que no acostumbraban a dar conversación de más. Llega, compra y vete, sin historias.
Ahora, con un mapa mental trazado de sus próximos pasos, decidió afinar un poco más sus intereses alquímicos. Sin abandonar las bases de la dirección en la que llevar sus capacidades, buscó entre los tomos añejados y pergaminos desgastados, técnicas y recetas que sumasen opciones de sanación a su repertorio. Si algo le habían enseñado sus viajes, era el no apostar todo a los dones con los que los Dioses habían bendecido a la raza, menos cuando su manejo implica el propio desgaste.
No obstante, si bien el saber cómo tratar una herida o rebajar una infección resultaba no sólo útil, sino la diferencia entre la supervivencia o perecer en según qué ocasiones, debía dar un paso más allá. Debía de considerar que no todos elegían el juego limpio en sus batallas y aunque en un principio se había mostrado escéptica en utilizar las ventajas de la alquimia para fines... cuestionables, debía asumir que no puede tratarse lo que no se conoce y si hay quienes escogen el veneno como arma, debía aprender a combatirlo. Por si los Nousis.
Así pues, se acercó al mostrador de aquella trastienda, repleta de estantes a rebosar de recetas, materiales y artilugios, un agujero del callejón comercial en el que no acostumbraban a dar conversación de más. Llega, compra y vete, sin historias.
RECETAS A APRENDER | AEROS | |
---|---|---|
Rocío de Ortiga | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido verde que, al ser rociado sobre alguien, le causará inmediatamente una fuerte y casi irresistible comezón. Si cae en los ojos o la nariz perjudicará el sentido asociado. | 15 |
TOTAL | 15 |
Aylizz Wendell
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Re: MERCADO de Aerandir
ACTUALIZADO
Aylizz: Recibes 1 px por uso del mercado, 1 pp en Alquimia y se te restan 15 aeros por aprendizaje de recetas.
Reike
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