El Rincón de Bio [Taller Arcano]
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El Rincón de Bio [Taller Arcano]
No es que fuera el lugar más accesible del mundo, pero sin duda que el lugar resultaba muy fácil de ubicar, pues era... ¿Cómo decirlo? Un negocio de altura, literalmente; a pesar de la compleja ubicación de aquel lugar, en la pequeña laguna donde desembocaba el lago de Frey, se podía ver desde lejos aquella estructura tan particular que parecía como si hubiesen tomado una casa pequeña y sin más la hubiesen puesto encima de otra más pequeña.
Al entrar se encontrarían una habitación casi vacía, al menos por ahora, sin más que una mesa al fondo en donde los atendería atentamente una jovencita particularmente rara, aunque a estas alturas lo raro sería ya bastante común; al fondo, justo a la derecha de aquella mesa de madera roída y poco lujosa había una especie de escalera de caracol que llevaba al segundo piso en donde se llevaban a cabo los... Encargos, los clientes no subirían hasta allá, simplemente esperarían abajo escoltados por la joven biocibernética de cabello negro mientras se escuchaban múltiples voces en el piso superior.
Hacía una de las paredes había un extraño pergamino que de lejos parecía estar en blanco, pero al acercarse cualquiera notaría cómo comenzaban a dibujarse unas tenues letras que formaban una especie de lista de las cosas que se podrían comprar en ese lugar; aunque se corrían los rumores de que habían incluso más cosas que no se publicaban para no difundir su existencia.
Bio es Maestro en Arcanos, por lo que puede fabricar artículos de esta profesión en cualquier calidad incluso épicos; el precio de tales artículos o encantamientos será la mitad del precio base del mercado o gratis para integrantes del clan Séptimo Círculo.
Arcanos >>Castigo<<Al entrar se encontrarían una habitación casi vacía, al menos por ahora, sin más que una mesa al fondo en donde los atendería atentamente una jovencita particularmente rara, aunque a estas alturas lo raro sería ya bastante común; al fondo, justo a la derecha de aquella mesa de madera roída y poco lujosa había una especie de escalera de caracol que llevaba al segundo piso en donde se llevaban a cabo los... Encargos, los clientes no subirían hasta allá, simplemente esperarían abajo escoltados por la joven biocibernética de cabello negro mientras se escuchaban múltiples voces en el piso superior.
Hacía una de las paredes había un extraño pergamino que de lejos parecía estar en blanco, pero al acercarse cualquiera notaría cómo comenzaban a dibujarse unas tenues letras que formaban una especie de lista de las cosas que se podrían comprar en ese lugar; aunque se corrían los rumores de que habían incluso más cosas que no se publicaban para no difundir su existencia.
Bio es Maestro en Arcanos, por lo que puede fabricar artículos de esta profesión en cualquier calidad incluso épicos; el precio de tales artículos o encantamientos será la mitad del precio base del mercado o gratis para integrantes del clan Séptimo Círculo.
[Encantamiento de arma]: El arma encantada con este efecto es incapaz de lastimar físicamente, pero en cambio, al "dañar" a alguien, el objetivo sufrirá el dolor durante un turno y la zona afectada se verá como si tuviese una herida real.
Nivel: Experto.
Costo: 120 aeros
Arcanos >>Piedad<<
[Encantamiento de arma]: El arma encantada es capaz de causar heridas sin que la víctima pueda percibirlas o sentir ningún dolor hasta que haya pasado un turno, y la zona afectada se verá como si no existiera ninguna herida en ella.
Nivel: Experto.
Costo: 120 aeros
Arcanos >>Red Sorpresa<<
[Pergamino, Limitado, 1 Uso] Efecto: Cuando es extendido sobre una superficie se vuelve invisible, sólo dejando una sutil runa negra dibujada de 5 centímetros. Si alguien pisa un área de 30 centímetros de radio desde el centro de la runa, tras una explosión de luz se creará una jaula arcana que retendrá al afectado por un turno.
Nivel: Avanzado.
Costo: 90 aeros
Arcanos >>Rechazo<<
[Encantamiento] El objeto encantado dará una fuerte descarga eléctrica a quien intente usarlo, excepto su dueño.
Nivel: Avanzado.
Costo: 100 aeros
Arcanos >>Defensa Pétrea<<
[Encantamiento de Escudo o Armadura] Cada vez que el objeto encantado es golpeado por un ataque de otro objeto (arma, guante, bota, etc.), el objeto atacante se cubrirá de piedras alrededor del lugar del impacto, por dos turnos. Esto le volverá más pesado, puede inutilizar su filo o puntas, dificultar movimiento y, en general, dificultará su uso y efectividad.
Nivel: Experto.
Costo: 140 aeros
Arcanos >>Arma cambiante<<
[Encantamiento de arma] El arma posee una segunda forma a la que se puede cambiar a voluntad del portador. La forma secundaria puede ser otro tipo de arma (ej: una espada cambiar a daga), siempre y cuando no haya un cambio de masa significativo.
Nivel: Principiante en Arcanos (requiere, además, tener la profesión relevante para la segunda forma del arma. Ej: Herrería para una espada).
Costo: 40 aeros
Arcanos >>Manto de aroma<<
[Encantamiento] El objeto oculta el olor del portador, impidiendo el rastreo por este medio..
Nivel: Avanzado
Costo: 100 aeros
Arcanos >>Vaina infinita<<
[Limitado] Vaina mágica en la que emergerá un arma de tu inventario cuando acerques tu mano. Para convocar otra debes envainar la anterior, que desaparecerá dentro. El arma estará desencantada si ya has usado 6 encantamientos en el tema.
Nivel: Experto en Arcanos. Necesita, además, tener la profesión Curtiduría (vaina de cuero duro), Carpintería (vaina de madera) o Herrería (vaina de metal).
Costo: 160 aeros
Curtiduría >>Fundas Ocultas<<
[Accesorio] Fundas para armas cortas ocultas en la ropa o armadura. Pueden desenvainarse rápidamente, pero son difíciles de ver incluso durante un registro. Permite esconder un arma corta o cinco proyectiles pequeños (como dardos o cuchillos arrojadizos). Es posible llevar más de una a la vez.
Nivel: Principiante.
Costo: 60 aeros
Última edición por Bio el Mar 29 Nov - 21:11, editado 15 veces
Bio
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Upgrade:
Taller Grande: 400 aeros. Tu taller es al mismo tiempo una casa, cuenta con bodega y puede tener diseños especiales, no tradicionales.
Taller Grande: 400 aeros. Tu taller es al mismo tiempo una casa, cuenta con bodega y puede tener diseños especiales, no tradicionales.
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
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Demian
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Había leído ya una gran cantidad de libros con diferentes hechizos arcanos que iban más allá de lo que había estado haciendo hasta ahora, sin duda era tiempo de pasar a un nuevo nivel de magia; sin embargo uno de los más grandes problemas era siempre la preparación necesaria para llevar a cabo tales encantamientos, pues prepararlos requería una visita al taller para hacerlos con calma y sin distracciones; por lo que me parecía imperativo llevar conmigo un pergamino previamente imbuido en magia arcana pero sin nada escrito, de manera que pudiera fácilmente escribir un hechizo de acuerdo a lo que necesitara.
Parecía bastante sencillo pero no lo era, particularmente porque una vez que un pergamino era imbuido y cerrado, solo se abría para cumplir la función que estaba escrito en él antes de desaparecer; bien que lo sabía por haber intentado antes dejarlos en blanco y ver como se me desvanecían entre los dedos al abrirlos, aunque esta vez había por fin encontrado la clave para ello.
Tomé uno de los libros que había encontrado más recientemente en los anaqueles de la torre del clan y busqué entre las páginas amarillas ese curioso modo de preparar un pergamino en blanco; finalmente ahí estaba, tomé los ingredientes necesarios; un par de pequeños pergaminos humedecidos en un poco de tinta mágica y puestos a secar al fuego, con lo que adquirieron una textura semidura; los dejé reposar por un par de horas y luego regresé para intentar enrollarlos con mucho cuidado de que no se me desquebrajaran en las manos; esperé una hora más antes de abrirlos de nuevo y lo hice temeroso de que tanto trabajo me explotara en la cara, pero afortunadamente el resultado fue exitoso; había hecho dos en caso de que alguna saliera defectuosa pero ambas quedaron en perfecto estado.
Bio fabrica:
Pergamino en Blanco Avanzado x2
Materiales: 48
Aeros: 480
Parecía bastante sencillo pero no lo era, particularmente porque una vez que un pergamino era imbuido y cerrado, solo se abría para cumplir la función que estaba escrito en él antes de desaparecer; bien que lo sabía por haber intentado antes dejarlos en blanco y ver como se me desvanecían entre los dedos al abrirlos, aunque esta vez había por fin encontrado la clave para ello.
Tomé uno de los libros que había encontrado más recientemente en los anaqueles de la torre del clan y busqué entre las páginas amarillas ese curioso modo de preparar un pergamino en blanco; finalmente ahí estaba, tomé los ingredientes necesarios; un par de pequeños pergaminos humedecidos en un poco de tinta mágica y puestos a secar al fuego, con lo que adquirieron una textura semidura; los dejé reposar por un par de horas y luego regresé para intentar enrollarlos con mucho cuidado de que no se me desquebrajaran en las manos; esperé una hora más antes de abrirlos de nuevo y lo hice temeroso de que tanto trabajo me explotara en la cara, pero afortunadamente el resultado fue exitoso; había hecho dos en caso de que alguna saliera defectuosa pero ambas quedaron en perfecto estado.
Bio fabrica:
Pergamino en Blanco Avanzado x2
Materiales: 48
Aeros: 480
Última edición por Bio el Vie 21 Oct - 19:53, editado 1 vez
Bio
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
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Demian
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Había pasado tiempo desde mi visita anterior al taller, aunque ahora tras una serie de desafortunados incidentes había llegado con una clara idea en mente; había conocido una vez a un vampiro que era capaz de sanarse a sí mismo cada vez que causaba una herida al oponente, la idea no me parecía nada mal y justo eso era lo que pensaba hacer; apenas llegar al taller encargué a Seek que cerrara todo para dedicarme a lo mío; necesitaba un profundo y completo silencio para que todo saliera de acuerdo al plan, ciertamente no tenía un plan pero me gustaba como sonaba eso.
Tomé uno de los libros arcanos que había sacado de la torre, entre sus polvorientas páginas había algo que me había interesado y servía justamente para lo que estaba buscando; un extraño encantamiento para un arma el cual era capaz de sanar al portador por una cantidad igual a una parte del daño causado; no es que yo viviera cortando personas pero si no podía evitar salir lastimado y necesitaba sanarme solo podía significar que el rival era poderoso y necesitaría para ello todas las herramientas disponibles.
Así pues coloqué mis dagas sobre el mesón y las envolví en un pergamino que luego cubrí con un poco de mi sangre con la que además escribí una serie de runas sobre el mismo "θεριστής" para luego ver cómo un brillo carmesí envolvía el pergamino y las dagas en su interior; al abrir el pergamino nuevamente mis dagas lucían diferentes, no solo era ese leve destello que parecía salir de ellas, sino que además al tomarlas podía sentir como si fueran parte de mí, como si pudiera probar la sangre a través de ellas; ya llegaría el momento de probarlas...
Tomé uno de los libros arcanos que había sacado de la torre, entre sus polvorientas páginas había algo que me había interesado y servía justamente para lo que estaba buscando; un extraño encantamiento para un arma el cual era capaz de sanar al portador por una cantidad igual a una parte del daño causado; no es que yo viviera cortando personas pero si no podía evitar salir lastimado y necesitaba sanarme solo podía significar que el rival era poderoso y necesitaría para ello todas las herramientas disponibles.
Así pues coloqué mis dagas sobre el mesón y las envolví en un pergamino que luego cubrí con un poco de mi sangre con la que además escribí una serie de runas sobre el mismo "θεριστής" para luego ver cómo un brillo carmesí envolvía el pergamino y las dagas en su interior; al abrir el pergamino nuevamente mis dagas lucían diferentes, no solo era ese leve destello que parecía salir de ellas, sino que además al tomarlas podía sentir como si fueran parte de mí, como si pudiera probar la sangre a través de ellas; ya llegaría el momento de probarlas...
OBJETO | MATERIALES |
Cascada Vampírica | 30 |
TOTAL | 30 |
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
La creación de este encantamiento al arma de Runa se realiza con su autorización dentro de >>Este Post<<
Nota: Necesito 15 materiales para subir 1 punto, por lo que añado estos 10 a los otros 3 que me quedaban de reserva tras la elaboración de los pergaminos en banco, para un total de 13 materiales usados en reserva.
No es que fuera un experto en replicar encantamientos, pero éste en particular me había resultado bastante curioso y siendo que ya estaba hecho y solo se había debilitado debido a que su duración parecía ser algo temporal, tan solo tenía que reforzarlo y hacerlo más perdurable, eso sin mencionar que debía evitar que el arma lastimara a su propia dueña.
El bastón de Runa era de por sí un conductor elemental de electricidad, cosa que hacía más sencilla la tarea; y las runas ya estaban prácticamente dibujadas a lo largo de todo el cuerpo del objeto, sin embargo dejaría que se borraran las partes que daban hacia el centro para que la chica pudiera tomarlo con seguridad; en cambio las que estaban por los bordes no solo volvería a escribirlos, sino que trataría de hacer que su efecto fuera más permanente y con una mayor fuerza de impacto.
Tomé un poco de tinta mágica de la que tenía guardada y comencé a escribir lentamente y con mucho cuidado los garabatos mágicos, o al menos lo intentaba entre tanto ajetreo al que me sometía la chica, y es que jamás me había tocado trabajar algo similar a mitad de una fuga tan vertiginosa como la que estábamos teniendo “δοκός” escribí hacia cada uno de los extremos del arma que ahora en manos de una diestra luchadora sería un arma increíble, aunque en manos de la humana pues bueno, algo se podría hacer.
El bastón de Runa era de por sí un conductor elemental de electricidad, cosa que hacía más sencilla la tarea; y las runas ya estaban prácticamente dibujadas a lo largo de todo el cuerpo del objeto, sin embargo dejaría que se borraran las partes que daban hacia el centro para que la chica pudiera tomarlo con seguridad; en cambio las que estaban por los bordes no solo volvería a escribirlos, sino que trataría de hacer que su efecto fuera más permanente y con una mayor fuerza de impacto.
Tomé un poco de tinta mágica de la que tenía guardada y comencé a escribir lentamente y con mucho cuidado los garabatos mágicos, o al menos lo intentaba entre tanto ajetreo al que me sometía la chica, y es que jamás me había tocado trabajar algo similar a mitad de una fuga tan vertiginosa como la que estábamos teniendo “δοκός” escribí hacia cada uno de los extremos del arma que ahora en manos de una diestra luchadora sería un arma increíble, aunque en manos de la humana pues bueno, algo se podría hacer.
OBJETO | MATERIALES |
Infusión Elemental | 10 |
TOTAL | 10 |
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
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Materiales en reserva: 13
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Última edición por Ansur el Vie 29 Jun - 9:16, editado 1 vez
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
En el tema: El poder de la sangre
He creado: Pergamino explosivo mayor como regalo para Elen, el costo de los materiales corren por mi cuenta.
He creado: Pergamino explosivo mayor como regalo para Elen, el costo de los materiales corren por mi cuenta.
OBJETO | MATERIALES |
Pergamino Explosivo mayor | 20 |
TOTAL | 20 |
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
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Puntos Obtenidos: 1
Materiales en reserva: No aplica
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
–¡Pero qué calor tan insoportable, dioses! –grité exasperado, abanicando con desespero mi camisa–. Este es realmente un pésimo día para vestir ropa de cuero.
–Oh, vamos, no es para tanto –dijo Hyro, alzando las manos en gesto pacificador.
–Tal vez para ti, que tienes tres abanicos dándote aire. –Señalé los tres abanicos que flotaban a su alrededor.
–Mira, ese es el lugar, ¿no? –intervino Xana, quien era la que estaba más agotada de los tres. Señaló una… ¿una casa pequeñita que estaba encima de otra casa pequeñita?
–Sí, sin duda un lugar tan… pintoresco debe pertenecer a alguien como Bio –comenté.
Seguimos caminando y discutiendo hasta llegar a la “doble casita”. Hyro tocó la puerta y llamó. Segundos después entramos… Bueno, solo yo entré porque no había demasiado espacio.
–Este… Bueno… –Examiné todo el lugar con la mirada antes de mirar a la chica que esperaba el encargo–. ¡Ho-hola, soy Rauko! ¿Cómo estás? ¿Eres la novia de Bio? –hice una pregunta estúpida y esbocé una sonrisa jovial–. Bueno, por favor ignora mis idioteces. He venido hasta aquí porque tu “peor es nada” me debe un favor y pienso cobrárselo.
Xana me entregó una bolsa donde estaban los objetos a encantar. La tomé, saqué mis dos avambrazos y se los entregué a la bio-cibernética.
–Quiero que cada uno tenga un encantamiento para hacerme más veloz. –Me quité mi colgante y se lo entregué–. Este también. –Luego saqué un colgante de la bolsa–. Este, en cambio, deseo que almacene una gran cantidad de energía para potenciar los ataques mágicos de su poseedor.
–Rauko, mi báculo –me recordó Xana en un susurro, extendiendo su arma a mi dirección.
–Oh, sí, Xana, casi lo olvidaba. –Agarré el báculo y se lo di a la bio–. Infusión elemental. Electricidad, para ser más específicos. Y, si es posible, que la electricidad pueda cambiar de color, que tenga el color que desee su portador. No es importante, pero creo que se vería bien. –Esbocé una sonrisa de oreja a oreja.
Hyro y Xana intercambiaron miradas, preguntándose por qué yo pedía algo tan inútil.
–Por cierto –continué, adoptando una actitud seria y con un atisbo de pesar en mi voz–, me gustaría que puedan hacer el trabajo lo más pronto posible… Realmente necesito estar equipado a tiempo.
–Oh, vamos, no es para tanto –dijo Hyro, alzando las manos en gesto pacificador.
–Tal vez para ti, que tienes tres abanicos dándote aire. –Señalé los tres abanicos que flotaban a su alrededor.
–Mira, ese es el lugar, ¿no? –intervino Xana, quien era la que estaba más agotada de los tres. Señaló una… ¿una casa pequeñita que estaba encima de otra casa pequeñita?
–Sí, sin duda un lugar tan… pintoresco debe pertenecer a alguien como Bio –comenté.
Seguimos caminando y discutiendo hasta llegar a la “doble casita”. Hyro tocó la puerta y llamó. Segundos después entramos… Bueno, solo yo entré porque no había demasiado espacio.
–Este… Bueno… –Examiné todo el lugar con la mirada antes de mirar a la chica que esperaba el encargo–. ¡Ho-hola, soy Rauko! ¿Cómo estás? ¿Eres la novia de Bio? –hice una pregunta estúpida y esbocé una sonrisa jovial–. Bueno, por favor ignora mis idioteces. He venido hasta aquí porque tu “peor es nada” me debe un favor y pienso cobrárselo.
Xana me entregó una bolsa donde estaban los objetos a encantar. La tomé, saqué mis dos avambrazos y se los entregué a la bio-cibernética.
–Quiero que cada uno tenga un encantamiento para hacerme más veloz. –Me quité mi colgante y se lo entregué–. Este también. –Luego saqué un colgante de la bolsa–. Este, en cambio, deseo que almacene una gran cantidad de energía para potenciar los ataques mágicos de su poseedor.
–Rauko, mi báculo –me recordó Xana en un susurro, extendiendo su arma a mi dirección.
–Oh, sí, Xana, casi lo olvidaba. –Agarré el báculo y se lo di a la bio–. Infusión elemental. Electricidad, para ser más específicos. Y, si es posible, que la electricidad pueda cambiar de color, que tenga el color que desee su portador. No es importante, pero creo que se vería bien. –Esbocé una sonrisa de oreja a oreja.
Hyro y Xana intercambiaron miradas, preguntándose por qué yo pedía algo tan inútil.
–Por cierto –continué, adoptando una actitud seria y con un atisbo de pesar en mi voz–, me gustaría que puedan hacer el trabajo lo más pronto posible… Realmente necesito estar equipado a tiempo.
(☞゚∀゚)☞ OFFROL ☜(゚∀゚☜)
En pocas palabras, quiero:1) Cascada de destreza para mi dos avambrazos y para mi colgante.
2) Cascada de inteligencia para el colgante de Xana.
3) Cascada Elemental (Electricidad multicolor, si es posible) para el báculo de Xana.
4) Que todo sea gratis =D
Rauko
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Cuando apenas me entere que tenía un encargo, inicié el viaje hacia el taller, y es que era el primer encargo que me hacían en la vida, no podía estar más emocionado -Voy a hacer una fortuna, con mi nivel de arcanos seguro me piden algo super costoso y podré cobrar muchísimo- Mis expectativas estaban por las nubes y se elevaron aún más al ver que el cliente no había escatimado en precios ni por un segundo, solo le había faltado dejarme también la ropa interior para que se la encantara, una suerte que no llegó a tanto pero ni modo, el punto es que tenía trabajo que hacer.
En principio aquellos objetos me resultaron ligeramente conocidos, sobre todo los collares, bah, que collares, solo uno de ellos se me hacía conocido, sabía que había visto ese verde chillón en algún lado pero de momento no es que me importara mucho, abrí mi armario de mejunjes y saqué mi mejor tinta mágica hecha con huesos de dragones, sangre del kraken de los océanos, lágrimas de sirena virgen y en fin, había puesto nombres que sonaran geniales para poder venderlos más caros pero la verdad es que era solo tinta mágica comprada en el mercado, de igual modo, los avambrazos y los collares tenían básicamente el mismo encantamiento pero orientado a atributos diferentes, así que el procedimiento era muy parecido.
Primero dibujé un círculo en el piso, no muy grande porque no cabía, mi taller era relativamente pequeño, luego metí los objetos en círculos aparte y escribí sobre los bordes de sus círculos las runas indicadas para que cada uno fuera potenciado en función de un atributo distinto, destreza para los avambrazos y un collar e inteligencia para el otro collar, coloqué ambas manos en el círculo grande que los rodeaba y susurré la palabra para iniciar el proceso de encantamiento -μετεωρισμός- y me alejé para que se terminara de encantar el objeto.
Por otro lado la otra petición era un poco más exigente, encantar ese báculo para que hiciera daño de electricidad requería más esfuerzo, junté mis manos y troné los dedos aunque antes me quedé mirando el báculo que me seguía pareciendo conocido también -Seek- Llamé a mi muy capaz ayudante -¡Seek!- Dije de nuevo porque no se daba prisa, mientras tanto dibujé un círculo diferente, esta vez uno que no era para nada simétrico, sino distorsionado e impredecible, a fin de cuentas así era ese elemento que buscaba imbuír -¿Quién es el dueño de esto?- Pregunté cuando vi la cabeza de la biocibernética asomada en la escalera que llevaba al piso inferior.
Un par de elfos- Me respondió tranquila -Ya los conoces, creo que lo llamas Rauko- Alcé una ceja al entender la realidad. Para mi desgracia, el pobre seguramente tendría que vender uno de sus riñones para poder pagarme si le cobraba algo por el trabajo, así que ni modo, si se iba a unir al clan al menos podía darle un regalo de bienvenida.
Ven Seek, acércate- Le dije estirando mi mano hacia ella, terminó de subir temerosa y se dejó sujetar, puse mi mano en su pecho en donde se dibujó un círculo de luz, una pequeña ráfaga de electricidad salió de su pecho metálico y recorrió mis brazos hasta llegar al bastón que ahora mostraba leves destellos del hermoso elemento, pero además de esto, la electricidad tenía un poco de la esencia de la biocibernética, dotando al bastón de la capacidad de reaccionar según el estado de ánimo de su dueña y cambiar de color. Gracias Seek, no lo habría podido hacer sin ti- Le dije aunque ella no terminó de entender mucho.
Finalmente solo quedaba esperar a que la magia arcana fuera completamente absorbida por los objetos, un poquito de tinta por acá, unos polvitos de colores por allá, un poquito de sal al gusto y listo -Entrégales sus objetos y no les cobres nada- Dije en primer lugar pero luego tomé de uno de los estantes una bolsita con mil aeros que eran para comprar quién sabe qué cosa, ya no lo recordaba -Entrégales esto también, me da pena ajena que ande por ahí tan pobre, dando lástima- Me senté en el piso bastante agotado, y es que claro, hacer magia arcana iba más allá de dibujar simbolitos en cosas, normalmente los seres sensibles a la magia como brujos y elfos eran capaces de tomar la energía del ambiente y usarla, pero los menos afortunados teníamos que entregar en muchos casos nuestra propia energía para hacerla funcionar, aunque eso en cierto modo se convertía en la firma personal, fuera como fuera, el trabajo estaba hecho.
En principio aquellos objetos me resultaron ligeramente conocidos, sobre todo los collares, bah, que collares, solo uno de ellos se me hacía conocido, sabía que había visto ese verde chillón en algún lado pero de momento no es que me importara mucho, abrí mi armario de mejunjes y saqué mi mejor tinta mágica hecha con huesos de dragones, sangre del kraken de los océanos, lágrimas de sirena virgen y en fin, había puesto nombres que sonaran geniales para poder venderlos más caros pero la verdad es que era solo tinta mágica comprada en el mercado, de igual modo, los avambrazos y los collares tenían básicamente el mismo encantamiento pero orientado a atributos diferentes, así que el procedimiento era muy parecido.
Primero dibujé un círculo en el piso, no muy grande porque no cabía, mi taller era relativamente pequeño, luego metí los objetos en círculos aparte y escribí sobre los bordes de sus círculos las runas indicadas para que cada uno fuera potenciado en función de un atributo distinto, destreza para los avambrazos y un collar e inteligencia para el otro collar, coloqué ambas manos en el círculo grande que los rodeaba y susurré la palabra para iniciar el proceso de encantamiento -μετεωρισμός- y me alejé para que se terminara de encantar el objeto.
Por otro lado la otra petición era un poco más exigente, encantar ese báculo para que hiciera daño de electricidad requería más esfuerzo, junté mis manos y troné los dedos aunque antes me quedé mirando el báculo que me seguía pareciendo conocido también -Seek- Llamé a mi muy capaz ayudante -¡Seek!- Dije de nuevo porque no se daba prisa, mientras tanto dibujé un círculo diferente, esta vez uno que no era para nada simétrico, sino distorsionado e impredecible, a fin de cuentas así era ese elemento que buscaba imbuír -¿Quién es el dueño de esto?- Pregunté cuando vi la cabeza de la biocibernética asomada en la escalera que llevaba al piso inferior.
Un par de elfos- Me respondió tranquila -Ya los conoces, creo que lo llamas Rauko- Alcé una ceja al entender la realidad. Para mi desgracia, el pobre seguramente tendría que vender uno de sus riñones para poder pagarme si le cobraba algo por el trabajo, así que ni modo, si se iba a unir al clan al menos podía darle un regalo de bienvenida.
Ven Seek, acércate- Le dije estirando mi mano hacia ella, terminó de subir temerosa y se dejó sujetar, puse mi mano en su pecho en donde se dibujó un círculo de luz, una pequeña ráfaga de electricidad salió de su pecho metálico y recorrió mis brazos hasta llegar al bastón que ahora mostraba leves destellos del hermoso elemento, pero además de esto, la electricidad tenía un poco de la esencia de la biocibernética, dotando al bastón de la capacidad de reaccionar según el estado de ánimo de su dueña y cambiar de color. Gracias Seek, no lo habría podido hacer sin ti- Le dije aunque ella no terminó de entender mucho.
Finalmente solo quedaba esperar a que la magia arcana fuera completamente absorbida por los objetos, un poquito de tinta por acá, unos polvitos de colores por allá, un poquito de sal al gusto y listo -Entrégales sus objetos y no les cobres nada- Dije en primer lugar pero luego tomé de uno de los estantes una bolsita con mil aeros que eran para comprar quién sabe qué cosa, ya no lo recordaba -Entrégales esto también, me da pena ajena que ande por ahí tan pobre, dando lástima- Me senté en el piso bastante agotado, y es que claro, hacer magia arcana iba más allá de dibujar simbolitos en cosas, normalmente los seres sensibles a la magia como brujos y elfos eran capaces de tomar la energía del ambiente y usarla, pero los menos afortunados teníamos que entregar en muchos casos nuestra propia energía para hacerla funcionar, aunque eso en cierto modo se convertía en la firma personal, fuera como fuera, el trabajo estaba hecho.
OBJETO | MATERIALES |
Cascada de [Destreza] | 12 |
Cascada de [Destreza] | 12 |
Cascada de [Destreza] | 12 |
Cascada de [Inteligencia] | 12 |
Cascada Elemental | 20 |
TOTAL | 68 |
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
[quote="Ansur"]
Profesión Usada: Arcanos
Título: Maestro
Puntos Obtenidos: No aplica
Materiales en reserva: No aplica
Aeros Descontados: 1680 (Bio)
Aeros Añadidos: 1000 (Rauko)
Se han sumado 2 puntos a ambos por uso de talleres.
ACTUALIZADO
Profesión Usada: Arcanos
Título: Maestro
Puntos Obtenidos: No aplica
Materiales en reserva: No aplica
Aeros Descontados: 1680 (Bio)
Aeros Añadidos: 1000 (Rauko)
Se han sumado 2 puntos a ambos por uso de talleres.
Ansur
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Usada la profesión de Arcanos para la realización de un conjuro arcano que contrarresta un peligro y ayuda a escapar de la amenaza mortal:
LINK
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
ACTUALIZADO
Profesión Usada: Arcanos
Título: Maestro
Puntos Obtenidos: 1 (Arcanos)
Materiales en reserva: No aplica
Ansur
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
–Seguramente ya me he preguntando esto antes –comenté mientras bajaba del upelero–, pero ¿cómo demonios Bio puede entrar ahí? –Examiné con una mirada ceñuda el local. Seguía pareciendo demasiado estrecho–. ¿Tú qué opinas? –le pregunté al upelero–. Tienes razón, debe ser de esos lugares que son más grandes por dentro de lo que podría parecer desde fuera. ¿Esta vez será por magia? ¿Ilusiones ópticas? ¿Alguna otra explicación rebuscada que tenga que ver con el Oblivion? –Presioné mis labios con mi pulgar derecho, pensativo, aunque ya había dejado de pensar en el tamaño y ahora estaba reflexionando sobre por qué había un barril en la ventana del piso superior. ¿Cómo se sostenía? Otro misterio a la lista.
Entré al pequeño local, encontrando a una bio-cibernética al final de la habitación. «Lo sabía, dentro es más espaciosa de lo que se esperaría», pensé mientras recorría el lugar con la mirada, curioso. Al reparar en que estuve varios segundos en eso, me volví a la chica y sonreí, sabiendo que mi sonrisa sí estaba a la vista; esta vez descarté la máscara por la opción de ir con el rostro cubierto de vendas.
Tras un breve saludo, pregunté por lo que Bio era capaz de realizar como arcanista. Me señaló una lista, vacía en un segundo y llena de encantamientos al siguiente. Alcé ambas cejas al ver aquello, y supe que yo necesitaba plagiar ese truco.
Durante unos momentos me dediqué a sopesar las opciones disponibles. Buscaba encantamientos de armadura, y él sabía bastantes, pero, a mi pesar, ninguno me atraía lo suficiente. Nada que me hubiera sido realmente útil en mis aventuras más peligrosas o que solucionaran problemas que no pudiera solucionar con mis otros recursos. Suspiré, decepcionado. Al final no pude conseguir algo que cambiara el plan que originalmente me llevó a ese taller, y no esperaba que ese hecho me sería tan deprimente como lo fue.
–Vale, lo he decidido –dije, fingiendo estar despreocupado y complementando eso sonriendo perezosamente–. Pediré algo, pero no de arcanos. –Me quité la armadura y la coloqué sobre la mesa, dejándome solo con mi habitual ropaje de cuero negro–. Esta armadura fue hecha con materiales valiosos y que poseen gran afinidad al éter; necesito esos materiales… en un estado adecuado para poder usarlos para confeccionar algún otro objeto –expliqué–. Y sí, soy consciente de lo que esto implica, pero… –Me encogí de hombros–. Como sea, cambiemos de tema. ¿Has escuchado sobre el Gran Bebé Vin?
Entré al pequeño local, encontrando a una bio-cibernética al final de la habitación. «Lo sabía, dentro es más espaciosa de lo que se esperaría», pensé mientras recorría el lugar con la mirada, curioso. Al reparar en que estuve varios segundos en eso, me volví a la chica y sonreí, sabiendo que mi sonrisa sí estaba a la vista; esta vez descarté la máscara por la opción de ir con el rostro cubierto de vendas.
Tras un breve saludo, pregunté por lo que Bio era capaz de realizar como arcanista. Me señaló una lista, vacía en un segundo y llena de encantamientos al siguiente. Alcé ambas cejas al ver aquello, y supe que yo necesitaba plagiar ese truco.
Durante unos momentos me dediqué a sopesar las opciones disponibles. Buscaba encantamientos de armadura, y él sabía bastantes, pero, a mi pesar, ninguno me atraía lo suficiente. Nada que me hubiera sido realmente útil en mis aventuras más peligrosas o que solucionaran problemas que no pudiera solucionar con mis otros recursos. Suspiré, decepcionado. Al final no pude conseguir algo que cambiara el plan que originalmente me llevó a ese taller, y no esperaba que ese hecho me sería tan deprimente como lo fue.
–Vale, lo he decidido –dije, fingiendo estar despreocupado y complementando eso sonriendo perezosamente–. Pediré algo, pero no de arcanos. –Me quité la armadura y la coloqué sobre la mesa, dejándome solo con mi habitual ropaje de cuero negro–. Esta armadura fue hecha con materiales valiosos y que poseen gran afinidad al éter; necesito esos materiales… en un estado adecuado para poder usarlos para confeccionar algún otro objeto –expliqué–. Y sí, soy consciente de lo que esto implica, pero… –Me encogí de hombros–. Como sea, cambiemos de tema. ¿Has escuchado sobre el Gran Bebé Vin?
(☞°∀°)☞ OFFROL ☜(°∀°☜)
Pido que se destruya la armadura Vircis y recibir los dos materiales épicos que resultará de eso =) Como deshacerme de un regalo de Virgo y Piscis es triste, estoy dispuesto a no pagar por ello =')
Rauko
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Entonces el veloz murciélago hindú, comía feliz cardillo y kiwi- Le djie a Seek muy animado mientras le explicaba la importancia de la comida para ser felices, no sé para qué si ni ella ni yo teníamos las mismas necesidades de comer que el resto de las personas, pero dado que Arygos vivía comiéndose cuanta cosa viva se le cruzaba por el frente, la biocibernética pretendía entender su gula tan voraz.
Fue entonces cuando recibimos una inesperada visita -Vaya, que inesperada visita- Pensé al ver llegar al hombresillo envuelto en tiras cómicas -Hola, que bueno que viniste, te estábamos esperando- Le dijimos Seek y yo casi al unísono, apenas me había distraído un instante y ya alguien había aparecido y hablaba con la biocibernética y le preguntaba por las cosas que yo podía hacer… jah, vaya pregunta, yo puedo hacer lo que sea… bueno no tanto pero casi.
Tras chasquear los dedos y decir la frase “Ridiculam sententia” apareció una larga lista de cosas que podía hacer, en donde además fui añadiendo uno a uno los detalles de aplicaciones que se le podían dar a cada cosa aunque claramente el chico ni me estaba escuchando y lo demostró al final al declarar que solo quería que le destruyera su estúpida armadura, y con lo fea que era hasta yo querría deshacerme de esa cosa. Ni siquiera tenía claro si se trataba realmente de una armadura o era solo un flotador para aprender a nadar.
Claro, será fácil, esta cosa no parece muy resistente- Dije mientras la sujetaba con ambas manos y hacia fuerza para romperla en dos pedazos… obviamente sin éxito. -Bueno, puede requerir un poco de tiempo, puedes sentarte- Le indiqué a mi estimado visitante aunque bueno, aún no tenía ninguna silla en el lugar.
Coloqué la armadura sobre la mesa que reposaba al final de la espaciosa habitación y con mucha paciencia comencé a deshilar los hilos hilados que hilaban las diferentes partes de la armadura -¿Gran Bebé Vin?- Pregunté intrigado -¿El de la leyenda?- Había leído algunas cosas acerca de ello -Desde luego, una gran cantidad de libros hablaban sobre la profecía de un bebé con barba que vendrá al mundo en la noche que las estrellas caigan y el mal parezca invencible- Sonaba como algo muy loco pero ahora que lo recordaba y comenzaba a analizar los eventos anteriores -¡¡Oh por Vin!! ¿El bebé con barba de la vez pasada era?- Aunque de momento me quedaría con las dudas -Ya está- Dije al terminar de deshacer la armadura y dejarla como un par de piezas separadas y sueltas.
Ya que la vez pasada aprendí algo de ti, esta vez te regresaré el favor- Miré en la lista de tonterías que podía fabricar hasta que encontré la única que no se podría aprender en otros lados -Ya sé, te enseñaré esto- Tomé mis tintas y un pergamino y comencé a dibujar garabatos rúnicos con un despliegue de toda mi arcanosidad -Debes escribir estas runas en este orden- Aplaudí dos veces -Los dos aplausos son indispensables en medio del proceso, no ayudan con el hechizo pero evitarán que te duermas- Continué dibujando runas -Y al final te debería quedar algo como esto -Le mostré un pergamino con una runa que llevaba escrita las palabras “Sur Price Moder Foker”.
Coloqué el pergamino en el piso señalándole el área de activación de 30 cm -Y cuando alguien la active…- Le puse el pie encima y pues… -Bueno, creo que esto no debió salir así… Seek, ayúdame a salir…
[1] Uso Curtiduría para destruir la armadura fea, enseño a Rauko la receta "Red Sorpresa" creando una para mi uso personal (-90 aeros para mí) y usándola en el mismo turno, no hay costos para Raukongo pero sí se quedará con sus 2 materiales épicos. Fue entonces cuando recibimos una inesperada visita -Vaya, que inesperada visita- Pensé al ver llegar al hombresillo envuelto en tiras cómicas -Hola, que bueno que viniste, te estábamos esperando- Le dijimos Seek y yo casi al unísono, apenas me había distraído un instante y ya alguien había aparecido y hablaba con la biocibernética y le preguntaba por las cosas que yo podía hacer… jah, vaya pregunta, yo puedo hacer lo que sea… bueno no tanto pero casi.
Tras chasquear los dedos y decir la frase “Ridiculam sententia” apareció una larga lista de cosas que podía hacer, en donde además fui añadiendo uno a uno los detalles de aplicaciones que se le podían dar a cada cosa aunque claramente el chico ni me estaba escuchando y lo demostró al final al declarar que solo quería que le destruyera su estúpida armadura, y con lo fea que era hasta yo querría deshacerme de esa cosa. Ni siquiera tenía claro si se trataba realmente de una armadura o era solo un flotador para aprender a nadar.
Claro, será fácil, esta cosa no parece muy resistente- Dije mientras la sujetaba con ambas manos y hacia fuerza para romperla en dos pedazos… obviamente sin éxito. -Bueno, puede requerir un poco de tiempo, puedes sentarte- Le indiqué a mi estimado visitante aunque bueno, aún no tenía ninguna silla en el lugar.
Coloqué la armadura sobre la mesa que reposaba al final de la espaciosa habitación y con mucha paciencia comencé a deshilar los hilos hilados que hilaban las diferentes partes de la armadura -¿Gran Bebé Vin?- Pregunté intrigado -¿El de la leyenda?- Había leído algunas cosas acerca de ello -Desde luego, una gran cantidad de libros hablaban sobre la profecía de un bebé con barba que vendrá al mundo en la noche que las estrellas caigan y el mal parezca invencible- Sonaba como algo muy loco pero ahora que lo recordaba y comenzaba a analizar los eventos anteriores -¡¡Oh por Vin!! ¿El bebé con barba de la vez pasada era?- Aunque de momento me quedaría con las dudas -Ya está- Dije al terminar de deshacer la armadura y dejarla como un par de piezas separadas y sueltas.
Ya que la vez pasada aprendí algo de ti, esta vez te regresaré el favor- Miré en la lista de tonterías que podía fabricar hasta que encontré la única que no se podría aprender en otros lados -Ya sé, te enseñaré esto- Tomé mis tintas y un pergamino y comencé a dibujar garabatos rúnicos con un despliegue de toda mi arcanosidad -Debes escribir estas runas en este orden- Aplaudí dos veces -Los dos aplausos son indispensables en medio del proceso, no ayudan con el hechizo pero evitarán que te duermas- Continué dibujando runas -Y al final te debería quedar algo como esto -Le mostré un pergamino con una runa que llevaba escrita las palabras “Sur Price Moder Foker”.
Coloqué el pergamino en el piso señalándole el área de activación de 30 cm -Y cuando alguien la active…- Le puse el pie encima y pues… -Bueno, creo que esto no debió salir así… Seek, ayúdame a salir…
Bio
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
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Transacción: +2 materiales épicos (Rauko) -90 aeros (Bio)
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
–Lo que yo no entiendo es por qué, con tu compañero llamándose Bio aunque es un vampiro, tú no le sigas el juego y te llames Vampira aunque seas una bio-cibernética –le decía a la chica que atendía en… lo que sea que fuera el taller de Bio.
–Me gusta mi nombre –contestó ella. Esbozó una leve sonrisa y se encogió de hombros–. Además, ya bastante ridículo es estar aquí como para que también aporte con nombres absurdos.
–Y luego te preguntas por qué Bio no te saca a tener aventuras –murmuré, haciéndola enarcar una ceja.
–¡Y mejor así! ¿Sabes cómo volvió la última vez? –Sacudió una mano frente a su nariz–. Ni siquiera quiero saber dónde estuvo, pero, vaya, el olor, el hedor… ¡el horror!
–Eso es que no se baña –expliqué–, dile que se bañe al menos tres veces a la semana.
Ella negó enérgicamente con la cabeza.
–Normalmente diría que tienes razón –dijo–, pero esta vez lo obligué a bañarse… varias veces… en un mismo día… ¡y no se le quitaba! No me cabe duda de que fue maldito o algo. Su ropa, en vez de lavarla, decidí quemarla porque ya no tenía remedio. Pero… no se quemó. ¡Explotó! Y fue una explosión con llamaradas intensas que en un instante pasaron por todo el círculo cromático de colores, desde el más oscuro morado hasta el verde más tóxico. Y luego… y luego…
Los ojos de la bio-cibernética se perdieron observando algo oscuro que solo habitaba en sus recuerdos. Una lágrima se le escapó y se deslizó por una de sus mejillas, deteniéndose un momento en la delgada barra metálica sobre su piel antes de atender la llamada de la gravedad.
–Algo que nunca creí posible –prosiguió–, algo que nunca pedí pero que definitivamente no necesitaba, sucedió frente a mis ojos. El fuego adquirió un color nuevo y nunca antes visto, un color inesperadamente hermoso y horroroso a la vez, indescriptible e inimaginable para el que no lo ha conocido, pues no se parece a ningún otro que se pueda encontrar en la naturaleza y, a pesar de todo eso, desde que lo vi jamás podré sentir que los colores están completos si no está aquel.
«Parece que el hedor la hizo alucinar», supuse mientras fingía credulidad y fascinación por su extraña anécdota.
–¿Y sobreviviste? –pregunté.
–Esta vez sí, para variar –contestó con la voz apagada–, pero… ¿a qué precio?
Y finalmente apareció Bio descendiendo del piso superior.
–Hola, Bio, qué bueno que llegaste, te estábamos esperando –le saludé. Sin poder evitarlo, y ya que el espacio tan reducido me lo permitía, me incliné hacia él para olerlo. No detecté el hedor tan mencionado. De hecho, no detecté olor alguno–. Veo que sí dio resultado bañarse.
–No –intervino la bio-cibernética–, en realidad todo el taller está protegido por un encantamiento que anula el sentido del olfato, aunque no elimina el olor. Así que recuerda no salir de este espacio seguro con Bio al mismo tiempo… o morirás.
No es que le creyera, pero preferí no comprobar la veracidad de sus palabras.
–Gracias, lo tendré en cuenta –le dije con una sonrisa leve y un poco tensa. Miré a Bio–. Como sea, vine por lo que me pediste. –Saqué de mi bolsito un par de flores y un pergamino en el que escribí, con todo lujo de detalles y con dibujitos hermosos, sobre la fabricación de la Vaina infinita, y se los entregué al vampiro–. También te traje algo más, para compensarte por regalarte flores. Ah, y por lo que me contaron, te enseñaré algo más que podría serte útil.
–Me gusta mi nombre –contestó ella. Esbozó una leve sonrisa y se encogió de hombros–. Además, ya bastante ridículo es estar aquí como para que también aporte con nombres absurdos.
–Y luego te preguntas por qué Bio no te saca a tener aventuras –murmuré, haciéndola enarcar una ceja.
–¡Y mejor así! ¿Sabes cómo volvió la última vez? –Sacudió una mano frente a su nariz–. Ni siquiera quiero saber dónde estuvo, pero, vaya, el olor, el hedor… ¡el horror!
–Eso es que no se baña –expliqué–, dile que se bañe al menos tres veces a la semana.
Ella negó enérgicamente con la cabeza.
–Normalmente diría que tienes razón –dijo–, pero esta vez lo obligué a bañarse… varias veces… en un mismo día… ¡y no se le quitaba! No me cabe duda de que fue maldito o algo. Su ropa, en vez de lavarla, decidí quemarla porque ya no tenía remedio. Pero… no se quemó. ¡Explotó! Y fue una explosión con llamaradas intensas que en un instante pasaron por todo el círculo cromático de colores, desde el más oscuro morado hasta el verde más tóxico. Y luego… y luego…
Los ojos de la bio-cibernética se perdieron observando algo oscuro que solo habitaba en sus recuerdos. Una lágrima se le escapó y se deslizó por una de sus mejillas, deteniéndose un momento en la delgada barra metálica sobre su piel antes de atender la llamada de la gravedad.
–Algo que nunca creí posible –prosiguió–, algo que nunca pedí pero que definitivamente no necesitaba, sucedió frente a mis ojos. El fuego adquirió un color nuevo y nunca antes visto, un color inesperadamente hermoso y horroroso a la vez, indescriptible e inimaginable para el que no lo ha conocido, pues no se parece a ningún otro que se pueda encontrar en la naturaleza y, a pesar de todo eso, desde que lo vi jamás podré sentir que los colores están completos si no está aquel.
«Parece que el hedor la hizo alucinar», supuse mientras fingía credulidad y fascinación por su extraña anécdota.
–¿Y sobreviviste? –pregunté.
–Esta vez sí, para variar –contestó con la voz apagada–, pero… ¿a qué precio?
Y finalmente apareció Bio descendiendo del piso superior.
–Hola, Bio, qué bueno que llegaste, te estábamos esperando –le saludé. Sin poder evitarlo, y ya que el espacio tan reducido me lo permitía, me incliné hacia él para olerlo. No detecté el hedor tan mencionado. De hecho, no detecté olor alguno–. Veo que sí dio resultado bañarse.
–No –intervino la bio-cibernética–, en realidad todo el taller está protegido por un encantamiento que anula el sentido del olfato, aunque no elimina el olor. Así que recuerda no salir de este espacio seguro con Bio al mismo tiempo… o morirás.
No es que le creyera, pero preferí no comprobar la veracidad de sus palabras.
–Gracias, lo tendré en cuenta –le dije con una sonrisa leve y un poco tensa. Miré a Bio–. Como sea, vine por lo que me pediste. –Saqué de mi bolsito un par de flores y un pergamino en el que escribí, con todo lujo de detalles y con dibujitos hermosos, sobre la fabricación de la Vaina infinita, y se los entregué al vampiro–. También te traje algo más, para compensarte por regalarte flores. Ah, y por lo que me contaron, te enseñaré algo más que podría serte útil.
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Solo venía descaradamente a entregar sus flores en vez de esperar en mi taller, a ver si se motiva a subir a nivel maestro algún día. Y ya que estoy, y por si los Nousis, enseño la receta de Manto de aroma, que quizás la necesita para sobrellevar las consecuencias escatológicas de usar su habi nvl 10, y también enseño la receta Vaina Infinita =)
- :
Receta: Manto de aroma [Encantamiento]
El objeto oculta el olor del portador, impidiendo el rastreo por este medio.
Nivel: Avanzado en Arcanos.
Coste: 100 aeros.
Receta: Vaina infinita [Limitado]
Vaina mágica en la que emergerá un arma de tu inventario cuando acerques tu mano. Para convocar otra debes envainar la anterior, que desaparecerá dentro. El arma estará desencantada si ya has usado 6 encantamientos en el tema.
Nivel: Experto en Arcanos. Necesita, además, tener la profesión Curtiduría (vaina de cuero duro), Carpintería (vaina de madera) o Herrería (vaina de metal).
Coste: 160 aeros.
Regalos: Flor del conocimiento [Consumible] (x2)
Sin duda, ésta es la mayor creación de Ivern. Masticar esta flor mientras trabajas en tu taller, te permitirá obtener el doble de puntos de profesión por lo que realices.- :
Rauko
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
El miembro 'Rauko' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
Era la tercera estampida inexplicable de vacas que Elian presenciaba en... bueno, una vez ya fue suficiente para una vida. Claro, que si le había resultado chocante las dos primeras veces, esta tercera entrañaba un nivel de trauma mucho mayor, puesto que, en esta ocasión, se encontraba en la línea de paso de la citada estampida.
Pensó en tirarse a la laguna, pero dado que las otras dos veces había visto como esos extraños animales, aparentemente tocados por la locura humana (o vaya usted a saber, porque aquello no era normal), se lanzaban sin pensarlo acantilado abajo, directos al mar. Bueno, en realidad no al mar, más bien a la playa que había debajo, que había marea baja. Pero aún así, no le pareció buena idea arriesgarse.
Así que corrió, por más que odiara hacerlo, ya que su integridad física dependía de ello. Y apreciaba su integridad física, seguro que viajar sin piernas resultaba mucho más complicado.
Por suerte, o quizá no, dio pronto con un destartalado edificio que, si bien no ofrecía mucha confianza a su ojo de carpintero, sí que prometía una leve esperanza a su Don Mágico. Así que se lo jugó todo al éter y entró.
Una vez dentro y por puro instinto, se tiró al suelo y se cubrió la cabeza con las manos. Cosa que no fue para nada necesaria, ya que unos instantes después, el techo y las paredes continuaban manteniendo su precario equilibrio. No se había equivocado entonces: allí había magia en juego.
—Oh, a ti te conozco —le dijo al único de los tres individuos presentes en la sana cuyo rostro le era familiar, una vez que se convenció de que su vida no corría peligro inmediato—, me vendiste unos tragaéter. Son estupendos, no he recibido un problema mágico desde que los tengo.
Lo cierto era que no había tenido ocasión de usarlos, lo cual era una buena noticia en sí misma, pero había que ser amable cuando uno se colaba en un sitio sin llamar siquiera a la puerta.
—¿Y eso? ¿Una vaina? Yo también se hacer algo parecido. Bueno, quizá no tan sofisticado, pero es resultón. Ahora que lo pienso, ¿no me compraste tú unas? ¿Qué tal el pequeñín, por cierto?
----------
OFF: Enseño a Bio la siguiente receta de Curtiduría:
Fundas Ocultas: [Accesorio] Fundas para armas cortas ocultas en la ropa o armadura. Pueden desenvainarse rápidamente, pero son difíciles de ver incluso durante un registro. Permite esconder un arma corta o cinco proyectiles pequeños (como dardos o cuchillos arrojadizos). Es posible llevar más de una a la vez.
Creación: 60 aeros.
Nivel: Principiante
Ganaríamos 1 pp en Curtiduría cada uno, él por aprender una receta de su nivel y yo por enseñar una receta que no es del mercado.
Lanzo mi último dadito. Esta vez sí, de verdad de la buena.
Pensó en tirarse a la laguna, pero dado que las otras dos veces había visto como esos extraños animales, aparentemente tocados por la locura humana (o vaya usted a saber, porque aquello no era normal), se lanzaban sin pensarlo acantilado abajo, directos al mar. Bueno, en realidad no al mar, más bien a la playa que había debajo, que había marea baja. Pero aún así, no le pareció buena idea arriesgarse.
Así que corrió, por más que odiara hacerlo, ya que su integridad física dependía de ello. Y apreciaba su integridad física, seguro que viajar sin piernas resultaba mucho más complicado.
Por suerte, o quizá no, dio pronto con un destartalado edificio que, si bien no ofrecía mucha confianza a su ojo de carpintero, sí que prometía una leve esperanza a su Don Mágico. Así que se lo jugó todo al éter y entró.
Una vez dentro y por puro instinto, se tiró al suelo y se cubrió la cabeza con las manos. Cosa que no fue para nada necesaria, ya que unos instantes después, el techo y las paredes continuaban manteniendo su precario equilibrio. No se había equivocado entonces: allí había magia en juego.
—Oh, a ti te conozco —le dijo al único de los tres individuos presentes en la sana cuyo rostro le era familiar, una vez que se convenció de que su vida no corría peligro inmediato—, me vendiste unos tragaéter. Son estupendos, no he recibido un problema mágico desde que los tengo.
Lo cierto era que no había tenido ocasión de usarlos, lo cual era una buena noticia en sí misma, pero había que ser amable cuando uno se colaba en un sitio sin llamar siquiera a la puerta.
—¿Y eso? ¿Una vaina? Yo también se hacer algo parecido. Bueno, quizá no tan sofisticado, pero es resultón. Ahora que lo pienso, ¿no me compraste tú unas? ¿Qué tal el pequeñín, por cierto?
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OFF: Enseño a Bio la siguiente receta de Curtiduría:
Fundas Ocultas: [Accesorio] Fundas para armas cortas ocultas en la ropa o armadura. Pueden desenvainarse rápidamente, pero son difíciles de ver incluso durante un registro. Permite esconder un arma corta o cinco proyectiles pequeños (como dardos o cuchillos arrojadizos). Es posible llevar más de una a la vez.
Creación: 60 aeros.
Nivel: Principiante
Ganaríamos 1 pp en Curtiduría cada uno, él por aprender una receta de su nivel y yo por enseñar una receta que no es del mercado.
Lanzo mi último dadito. Esta vez sí, de verdad de la buena.
Elian
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
El miembro 'Elian' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
¡Lo he conseguido, finalmente lo logré, está vivo, está vivo!- Repetí emocionado y abracé a Arygos ante la alegría de que el pequeño gomejo habría sobrevivido a mis esfuerzos por hacerle un pañal a medida, y es que a mi amiga dragona no le gustaba para nada que el pequeño animal se hiciera popó mientras ella lo masticaba para liberar estrés -Gracias, gracias, gracias- Dijo la chica emocionada mientras peinaba con la mano sus cabellos plateados y se disponía a jugar con el pequeño amiguito peludo (eso ha sonado turbio).
De cualquier manera, me dirigí a la parte baja de mi taller en donde parecía que Seek tenía algunas visitas -Hey, Raukillo, tiempo sin verte- Le dije al chico con una sonrisa aunque de momento me había traído malos recuerdos de mi última hazaña apestosa, de cualquier manera, me acerqué a saludar, aprendiendo además algunas cositas en el proceso.
Tomé las flores con sorpresa -Oh, que caballero, no se hubiera molestado- Le dije mientras simulaba tomar mi vestido e inclinarme como doncella -¿Gusta pasar a tomar una tacita de chocolate?- Continué el chiste exprimiéndolo hasta que dejó de ser gracioso. Aunque lo más gracioso parecía ser la conspiración que tenían Seek y el elfo en mi contra.
En medio de la enseñanza entró al lugar otro sujeto, generando un breve silencio de incertidumbre -Clarooo, te recuerdo, el de los tragaéter- Dije sin tener idea de quién era el sujeto o de lo que era un tragaéter, hasta que entendí que le hablaba a Rauko y no a mí, algo bastante triste pero bueno, él se lo pierde.
A pesar de lo rara que había sido aquella situación, podía considerarse una jornada provechosa, pues había aprendido algunas recetas nuevas que me ayudarían a… pues… saber recetas nuevas, aunque nunca hacía nada con ellas, pero eso era otro tema -Y… ¿les gusta el pan?- Dije intentando meterme a la charla donde no me habían invitado para aprender lo que pudiera.
De cualquier manera, me dirigí a la parte baja de mi taller en donde parecía que Seek tenía algunas visitas -Hey, Raukillo, tiempo sin verte- Le dije al chico con una sonrisa aunque de momento me había traído malos recuerdos de mi última hazaña apestosa, de cualquier manera, me acerqué a saludar, aprendiendo además algunas cositas en el proceso.
Tomé las flores con sorpresa -Oh, que caballero, no se hubiera molestado- Le dije mientras simulaba tomar mi vestido e inclinarme como doncella -¿Gusta pasar a tomar una tacita de chocolate?- Continué el chiste exprimiéndolo hasta que dejó de ser gracioso. Aunque lo más gracioso parecía ser la conspiración que tenían Seek y el elfo en mi contra.
En medio de la enseñanza entró al lugar otro sujeto, generando un breve silencio de incertidumbre -Clarooo, te recuerdo, el de los tragaéter- Dije sin tener idea de quién era el sujeto o de lo que era un tragaéter, hasta que entendí que le hablaba a Rauko y no a mí, algo bastante triste pero bueno, él se lo pierde.
A pesar de lo rara que había sido aquella situación, podía considerarse una jornada provechosa, pues había aprendido algunas recetas nuevas que me ayudarían a… pues… saber recetas nuevas, aunque nunca hacía nada con ellas, pero eso era otro tema -Y… ¿les gusta el pan?- Dije intentando meterme a la charla donde no me habían invitado para aprender lo que pudiera.
OBJETOS A COMPRAR | AEROS | |
---|---|---|
Ropas Comunes Pobres (Pañal para gomejo) | No están pensadas para protección en batalla, sino para abrigar y vestir. Al ser de calidad Pobre su estética es deficiente. | 25 |
Extra | Aprendo unas recetitas nuevas, cortesía de mis queridos amigos. Aprovecharé de mencionar que lanzo la última tirada del dado de aniversario pero me da pereza poner un offrol bonito =) | 0 |
TOTAL | 25 |
- Pañal del gomejo:
Última edición por Bio el Mar 13 Sep - 22:56, editado 1 vez
Bio
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
El miembro 'Bio' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: El Rincón de Bio [Taller Arcano]
ACTUALIZADO
Voy a hacer esto un poco diferente hoy, porque es mucho lío:
Bio gana 1 pp en Curtiduría por el aprendizaje de la receta de su nivel y se le restan los 25 aeros por la creación del pañal.
Elian gana 1 pp en Curtiduría por enseñar la receta de las fundas.
El intercambio entre Rauko y Bio se lo anotan ellos y todos felices.
Todos reciben 2 px por uso de taller. Elian recibe otro 3 por el dadito.
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