La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Cohen llevaba unos minutos fuera del laberinto, intentando desquitarse de las plumas y de las bolas de algodón que llevaba unidas a sus ropas. El olor fétido que desprendía dudaba mucho que pudiera quitárselo, por lo que debía asearse lo antes posible. Echó en falta su tina de baño, allá en su diminuta casa en Sacrestic Ville y las hojas de violetas que daban a su cuerpo una característica fragancia.
Tras él, salieron varios participantes en el juego del laberinto. El primero de los que conocía fue Meleis, al que se acercó rápidamente, aunque manteniendo una sutil distancia.
Pronto se le acercó un hombre elfo de larga melena rubia. Le había visto anteriormente hablando con Meleis, antes de entrar en el laberinto. Pero, no fue hasta entonces cuándo le escuchó hablar. Identificó claramente la voz del elfo con la de su perseguidor en la cueva. ¡Así que era él!
Cuándo iba a intervenir, el vampiro vio salir a Ryra. Cohen sonrió. La mujer había sido la última en salir, pero no sería ella la que pagaría las bebidas.
El vampiro, sin mediar palabra alguna con ninguno de ellos, se colocó junto al hombre elfo, que por su gesto, había captado su peculiar olor. Cohen sonrió y le habló en un tono de voz suave y sereno, en voz baja junto a su oído izquierdo, concentrando toda su atención en él.
―No me reconoces. Antes de hoy, nuestros caminos nunca se han cruzado. Además, eres tan amable que te crees con el deber de pagar las bebidas de mis compañeros el resto de la noche... [1]
Tras sus palabras, observó el rostro del elfo. Cohen sonrió: al día siguiente, al despertar, posiblemente terminaría recordando la realidad, su primer encuentro en aquella cueva. Pero ahora mismo, la magia de su voz le había convertido en una sombra del pasado que rara vez podría recordar.
Entonces, el vampiro miró entonces a Meleis y a Ryra. Les sonrió y habló mientras daba un par de pasos hacia atrás para intentar que el maloliente olor no llegara hasta ellos.
―Siento mucho oler tan mal. Una trampa del laberinto… Por cierto, aquí el elfo se ha ofrecido a pagar vuestras bebidas en un gran gesto de amistad. Yo debo marcharme ya... Tengo que alimentar al cachorro y... encontrar la forma de asearme. Espero que nuestros caminos se vuelvan a encontrar en otras circunstancias
Tras la despedida con cada uno de ellos, elfo incluido, el vampiro caminó hacia los puestos de la feria buscando algo de leche para la pequeña pantera.
[1] Uso de mi habilidad Luz De Gas [Mágica, 1 uso de 2 turnos]:
Cohen utiliza un tono de voz tranquilo y sereno, centrando su atención en una o dos personas, motivando que éstas den por ciertas sus palabras, pudiendo incluso inducirlas a recordar hechos que éstas han vivido de forma diferente a la real.
Interactúo con Eleandris, Meleis y Ryra y me separo de ellos al final del post.
Lamentablemente, no puedo continuar participando en el evento. Gracias a todos.
Tras él, salieron varios participantes en el juego del laberinto. El primero de los que conocía fue Meleis, al que se acercó rápidamente, aunque manteniendo una sutil distancia.
Pronto se le acercó un hombre elfo de larga melena rubia. Le había visto anteriormente hablando con Meleis, antes de entrar en el laberinto. Pero, no fue hasta entonces cuándo le escuchó hablar. Identificó claramente la voz del elfo con la de su perseguidor en la cueva. ¡Así que era él!
Cuándo iba a intervenir, el vampiro vio salir a Ryra. Cohen sonrió. La mujer había sido la última en salir, pero no sería ella la que pagaría las bebidas.
El vampiro, sin mediar palabra alguna con ninguno de ellos, se colocó junto al hombre elfo, que por su gesto, había captado su peculiar olor. Cohen sonrió y le habló en un tono de voz suave y sereno, en voz baja junto a su oído izquierdo, concentrando toda su atención en él.
―No me reconoces. Antes de hoy, nuestros caminos nunca se han cruzado. Además, eres tan amable que te crees con el deber de pagar las bebidas de mis compañeros el resto de la noche... [1]
Tras sus palabras, observó el rostro del elfo. Cohen sonrió: al día siguiente, al despertar, posiblemente terminaría recordando la realidad, su primer encuentro en aquella cueva. Pero ahora mismo, la magia de su voz le había convertido en una sombra del pasado que rara vez podría recordar.
Entonces, el vampiro miró entonces a Meleis y a Ryra. Les sonrió y habló mientras daba un par de pasos hacia atrás para intentar que el maloliente olor no llegara hasta ellos.
―Siento mucho oler tan mal. Una trampa del laberinto… Por cierto, aquí el elfo se ha ofrecido a pagar vuestras bebidas en un gran gesto de amistad. Yo debo marcharme ya... Tengo que alimentar al cachorro y... encontrar la forma de asearme. Espero que nuestros caminos se vuelvan a encontrar en otras circunstancias
Tras la despedida con cada uno de ellos, elfo incluido, el vampiro caminó hacia los puestos de la feria buscando algo de leche para la pequeña pantera.
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[1] Uso de mi habilidad Luz De Gas [Mágica, 1 uso de 2 turnos]:
Cohen utiliza un tono de voz tranquilo y sereno, centrando su atención en una o dos personas, motivando que éstas den por ciertas sus palabras, pudiendo incluso inducirlas a recordar hechos que éstas han vivido de forma diferente a la real.
Interactúo con Eleandris, Meleis y Ryra y me separo de ellos al final del post.
Lamentablemente, no puedo continuar participando en el evento. Gracias a todos.
Cohen
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Espectáculo acuático
—No te alarmes, estoy a tu izquierda.
La voz que escuchó Aylizz era un tanto estridente, aunque su dueño se esforzaba por hablar en tono bajo y calmado, la voz de un adolescente que aún no ha tenido tiempo a acostumbrarse a los cambios de su nueva condición.
—Ahora acercaré mi brazo despacio, para que puedas agarrarte, ¿de acuerdo?
El brazo que rozó el suyo estaba cubierto de un vello suave cuyo tacto recordaba más bien al plumón de un pollo.
—Ya casi habías llegado, enseguida notarás la luz, pero pronto empezará el espectáculo en la bahía y sería una pena que te lo perdieras por un mal giro. Aquí, a la derecha. Ve por el borde, para evitar la placa de presión del centro. Así, muy bien, giramos aquí y ahora ya es todo recto, no hay más obstáculos. Yo me quedo aquí. No diré que te he visto si tú no dices que me has visto a mí.
El muchacho apenas pudo contener el tono jocoso de esa última frase, pero al menos no se echó a reír abiertamente. Solo echó a andar de vuelta, en busca de otros rezagados.
Mientras tanto, fuera del laberinto, las bebidas habían empezado a correr. No todos los días, ni en cualquier lugar, podía un grupo de vampiros proponer una atracción como aquella sin levantar suspicacias y, aunque muchos de los participantes pertenecían a la misma raza, el mero hecho de que otros se animaran a intentarlo podía considerarse como un triunfo.
No tardó en correr la voz del espectáculo que empezaría pronto en la bahía. La presencia de sirenas, tritones y otros hombres y mujeres bestia acuáticos tan cerca de la costa era ya de por sí un acontecimiento muy poco habitual, que hubieran accedido a ofrecer un espectáculo de danza era algo insólito. Pero allí estaban, un grupo de unos veinte o treinta individuos adornados con algas, conchas y pinturas luminiscentes a la luz de la luna y las estrellas.
Se habían habilitado un par de muelles de madera para quienes no se contentaban con observar los saltos y cabriolas desde la playa, con la música de las olas en los oídos. Aunque no faltaba quien prefería evitar el olor a pescado y observar el espectáculo en su conjunto desde el acantilado.
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Enhorabuena a quienes se las arreglaron para salir del laberinto por su propia cuenta. Y a Aylizz por intentarlo, ya casi lo tenía. La atracción queda clausurada, pero pueden seguir disfrutando de la feria hasta el día 22 de octubre (incluido).
Como actuación de clausura, les dejo el espectáculo acuático en la bahía, de
En la actualización anterior, olvidé canjear la venta que hizo Mina en su puesto improvisado, así que lo hago ahora:
Sein paga 85 aeros por su compra.
Majisus paga 35 aeros por su compra.
Mina gana 20 aeros por la venta y 3 pps en Ingeniería.
Los perfiles ya han sido actualizados.
Fehu
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Ir del brazo de Sango se sentía como caminar sobre nubes. Sí, andar de la mano con la persona que te gusta está muy bien y es muy práctico, pero para los paseos tranquilos -de esos que rara vez ocurrían para estos dos- Mina prefería tomarse del brazo del pelirrojo. Era más íntimo, se podían hablar en voz baja, sus cuerpos iban pegados y las miradas cómplices no paraban.
-Pensaba que no te gustaban las mujeres bestia- dijo en tono jocoso -Pero si eso te va, tengo varias apariencias que te podrían gustar aún más- bromeó y una lengua bífida de serpiente apareció entre los labios de la ilusionista.
Mina rió y suspiró con resignación -Qué va- respondió -Hice un par de ventas nada más y una casi fue pérdida por culpa de la enamoradiza de Tina. Apenas y se cubrieron los gastos de materiales del par de vejestorios que se llevaron. Pero bueno, son menos los cachivaches que cargo ahora en la mochila y gané lo suficiente como para invitarte a una ronda de cerveza real- contó, mirándolo desde abajo. Cómo le gustaba esa barba cobriza.
La bruja sintió real interés en aquel artefacto que describió Sango -¿Poleas y mecanismos? ¡Claro que es lo mío! ¿Qué hacía esa grúa? Tendrás que llevarme a conocer ese aparato, querido, no puedes llegar y describirme algo así, tan escuetamente, y no esperar que la curiosidad no me pique- dijo, sin ocultar el interés que le despertó aquella anécdota de Sango.
Aunque se hacía la desentendida, Mina se dio cuenta del camino que había tomado Sango; se dirigían lenta pero decididamente hacia una carpa que había ganado notoriedad. Varios de los chismosos que habían pasado por su puesto comentaban lo que habían visto allí; mirones, hasta para el hedonismo solo se quedan viendo. -Seguro Tina se metió allí de cabeza... pero a mí no me llama mucho la atención perderme en un laberinto. Hay otros lugares donde prefiero perderme- respondió, cruzando los telones que hacían de puerta de la carpa.
El nuevo mejor amigo de Tina era un excelente escuchador. Ella había hablado sin parar todo el tiempo desde que se conocieron y él solo había respondido con un par de escuetas palabras. ¡Le estaba prestando mucha atención! No como la odiosa de Mina que jamás hacía esas cosas. Personas como Maji eran las que ella necesitaba en su vida.
Pasado un buen rato, los bramidos del estómago de Majistus retumbaron en los oídos de la chicadreja y fue allí cuando supo que necesitaban descansar un rato para comer los huevitos que había encontrado.
El hombre preparó una buena fogata y ella, muy hacendosa, se las apañó para cocinarlos. Agarró ceniza y le echó agua hasta formar una pasta firme y cubrió todos los huevos con una gruesa capa de esa pasta. Bien cubiertos, sin dejar ni un pedacito de cáscara al descubierto, los echó directamente al fuego -Ahora solo queda esperar- le dijo, mirándolo sonriente. -¿Sabes? Me he dado cuenta que te he contado muchas cosas de mi. Ahora cuéntame de ti. ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿Qué te quita el sueño?- dijo e indagó.
Tina miraba atentamente al muchacho. Se veía bastante joven, saliendo de la adolescencia, probablemente. En buena forma y sano, de hecho, se le veían todos sus dientes. Olía a sudor, pero no llegaba a ser apestoso para el fino olfato de la mustela. Le llamaba la atención que fuese vestido con armadura. Bueno, todos a quienes conocía solían usar algún tipo de armadura, incluso Mina, para quien la ropa era muy importante, andaba por la vida con una armadura que camuflaba como una prenda elegante de vestir. Pero la de Maji se veía pesada. ¿O sería que ella estaba acostumbrada a puras armaduras ligeras?
Entró la noche y sonaron unos cuernos, avisando del último evento del día. -¿Quieres ir a ver a las sirenas?- le propuso, una vez terminaron la cena y Majistus al parecer, culminaba su narración.
-Pensaba que no te gustaban las mujeres bestia- dijo en tono jocoso -Pero si eso te va, tengo varias apariencias que te podrían gustar aún más- bromeó y una lengua bífida de serpiente apareció entre los labios de la ilusionista.
Mina rió y suspiró con resignación -Qué va- respondió -Hice un par de ventas nada más y una casi fue pérdida por culpa de la enamoradiza de Tina. Apenas y se cubrieron los gastos de materiales del par de vejestorios que se llevaron. Pero bueno, son menos los cachivaches que cargo ahora en la mochila y gané lo suficiente como para invitarte a una ronda de cerveza real- contó, mirándolo desde abajo. Cómo le gustaba esa barba cobriza.
La bruja sintió real interés en aquel artefacto que describió Sango -¿Poleas y mecanismos? ¡Claro que es lo mío! ¿Qué hacía esa grúa? Tendrás que llevarme a conocer ese aparato, querido, no puedes llegar y describirme algo así, tan escuetamente, y no esperar que la curiosidad no me pique- dijo, sin ocultar el interés que le despertó aquella anécdota de Sango.
Aunque se hacía la desentendida, Mina se dio cuenta del camino que había tomado Sango; se dirigían lenta pero decididamente hacia una carpa que había ganado notoriedad. Varios de los chismosos que habían pasado por su puesto comentaban lo que habían visto allí; mirones, hasta para el hedonismo solo se quedan viendo. -Seguro Tina se metió allí de cabeza... pero a mí no me llama mucho la atención perderme en un laberinto. Hay otros lugares donde prefiero perderme- respondió, cruzando los telones que hacían de puerta de la carpa.
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El nuevo mejor amigo de Tina era un excelente escuchador. Ella había hablado sin parar todo el tiempo desde que se conocieron y él solo había respondido con un par de escuetas palabras. ¡Le estaba prestando mucha atención! No como la odiosa de Mina que jamás hacía esas cosas. Personas como Maji eran las que ella necesitaba en su vida.
Pasado un buen rato, los bramidos del estómago de Majistus retumbaron en los oídos de la chicadreja y fue allí cuando supo que necesitaban descansar un rato para comer los huevitos que había encontrado.
El hombre preparó una buena fogata y ella, muy hacendosa, se las apañó para cocinarlos. Agarró ceniza y le echó agua hasta formar una pasta firme y cubrió todos los huevos con una gruesa capa de esa pasta. Bien cubiertos, sin dejar ni un pedacito de cáscara al descubierto, los echó directamente al fuego -Ahora solo queda esperar- le dijo, mirándolo sonriente. -¿Sabes? Me he dado cuenta que te he contado muchas cosas de mi. Ahora cuéntame de ti. ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿Qué te quita el sueño?- dijo e indagó.
Tina miraba atentamente al muchacho. Se veía bastante joven, saliendo de la adolescencia, probablemente. En buena forma y sano, de hecho, se le veían todos sus dientes. Olía a sudor, pero no llegaba a ser apestoso para el fino olfato de la mustela. Le llamaba la atención que fuese vestido con armadura. Bueno, todos a quienes conocía solían usar algún tipo de armadura, incluso Mina, para quien la ropa era muy importante, andaba por la vida con una armadura que camuflaba como una prenda elegante de vestir. Pero la de Maji se veía pesada. ¿O sería que ella estaba acostumbrada a puras armaduras ligeras?
Entró la noche y sonaron unos cuernos, avisando del último evento del día. -¿Quieres ir a ver a las sirenas?- le propuso, una vez terminaron la cena y Majistus al parecer, culminaba su narración.
- OFF:
- De aquí en adelante, Tina permanece en este evento. Mina pasa a otros asuntos.
Mina Harker
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Para Akanke, la emoción que sentía al ver a Sein era una sensación nueva; que su estómago se sintiera cálido y apretado, pero no de hambre, que su vientre bajo vibrara, desear la proximidad física y la irrefrenable necesidad de estirar la mano y tocarlo. Su sonrisa de ampliaba a su máxima capacidad y sus ojos brillaban como si reflejaran las estrellas del firmamento. Lo había conocido en el norte, a los pies de la gran estepa, y estuvieron juntos pocos, pero intensos momentos que causaron en la bestial una impresión imborrable.
-¡Aquí con gentes del templo! ¡Sí!- respondió emocionada, estrechándolo fuerte entre sus brazos. Ambos tenían formas muy primitivas de hablar, pero se entendían a la perfección. -¿Estando tu familia también? ¡Venir a carpa! Habiendo buena comida, buena carne- le comentó, entregando los pocos huevos que había encontrado. Y qué le iban a importar si eran tres o veinte huevos, había encontrado a Sein y eso era un premio enorme. -¡Parabienes!- le felicitó por ganar -No siendo juego fácil, yo encontrando tres huevo solo. ¡Tú diez! Buen trabajo- dijo, dándole unas palmaditas en la espalda, luego de recibir su premio de consolación.
Se encaminó hacia la gran tienda que había montado su grupo pero mientras llegaban, ella, en un arranque poco impropio de su persona, comenzó a hablar -¿Cómo estando? ¿Viajando todavía? ¿Tribu viajando también?- preguntó, mirándolo muy interesada.
-¡Aquí con gentes del templo! ¡Sí!- respondió emocionada, estrechándolo fuerte entre sus brazos. Ambos tenían formas muy primitivas de hablar, pero se entendían a la perfección. -¿Estando tu familia también? ¡Venir a carpa! Habiendo buena comida, buena carne- le comentó, entregando los pocos huevos que había encontrado. Y qué le iban a importar si eran tres o veinte huevos, había encontrado a Sein y eso era un premio enorme. -¡Parabienes!- le felicitó por ganar -No siendo juego fácil, yo encontrando tres huevo solo. ¡Tú diez! Buen trabajo- dijo, dándole unas palmaditas en la espalda, luego de recibir su premio de consolación.
Se encaminó hacia la gran tienda que había montado su grupo pero mientras llegaban, ella, en un arranque poco impropio de su persona, comenzó a hablar -¿Cómo estando? ¿Viajando todavía? ¿Tribu viajando también?- preguntó, mirándolo muy interesada.
Akanke
Sacerdotisa del Templo de los Monos
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El joven dragón no estaba tan errado, la luz que vio al final del recorrido era la salida. Sintió el aire fresco del exterior, bueno tal vez no tanto.
Allí estaba Cohen, repleto de plumas y con una fragancia intensa a su alrededor. El joven rubio no supo que decirle sobre su estado, se rascó la mejilla. - ¿Está usted bien Señor Cohen? - Se atrevió a pronunciar con cierto aire de timidez. - Muchas gracias, de no ser por usted no habría podido salir de ahí. - Agregó un poco menos incomodo y notablemente agradecido con el vampiro.
El sujeto rubio no tardó en salir al cabo de unos pocos minutos. Meleis se notaba preocupado, pues para este punto esperaba que Ryra ya hubiera salido. Escuchó las palabras del elfo. - Pues no soy de beber mucho, una cerveza simple estará bien. - Dijo sin dejar de mirar hacia la entrada esperando a que la muchacha saliera de ahí.
Salieron algunos más, y su cara denotó alivio al ver que finalmente salía la joven. Ya podía sentirse tranquilo, en ese tiempo poco hahabía prestado atención en caso de que los otros dos hubieran hablado. - Que bueno que está bien, Señorita Ryra. - Sonrió cálidamente. - Ahora solo falta que la señorita que acompañaba al joven pueda salir. - Agregó, si bien con menos preocupación, la empatía era evidente en la forma de ser de Meleis.
Poco antes de que finalizara aquella atracción, Cohen explicó su situación y tras acotar que también sería el elfo quien pagaría por las bebidas se marchó del lugar. Meleis alzó su diestra. - Un placer conocerlo señor Cohen, espero que nuestros caminos se crucen de nuevo. - Dijo antes de perder de vista al vampiro.
Acto seguido, finalmente salía la señorita que acompañaba al elfo. - Bueno ya todos estamos fuera. Fue un gusto haber compartido esta actividad con ustedes. - Miraba a todos bastante contento.
La última exhibición de la noche no tardó en ser anunciada, y la verdad, el prefería sentarse a mirar por un rato y descansar luego de tanto movimiento de aquí para allá. Un espectáculo acuático era lo que necesitaba.
Allí estaba Cohen, repleto de plumas y con una fragancia intensa a su alrededor. El joven rubio no supo que decirle sobre su estado, se rascó la mejilla. - ¿Está usted bien Señor Cohen? - Se atrevió a pronunciar con cierto aire de timidez. - Muchas gracias, de no ser por usted no habría podido salir de ahí. - Agregó un poco menos incomodo y notablemente agradecido con el vampiro.
El sujeto rubio no tardó en salir al cabo de unos pocos minutos. Meleis se notaba preocupado, pues para este punto esperaba que Ryra ya hubiera salido. Escuchó las palabras del elfo. - Pues no soy de beber mucho, una cerveza simple estará bien. - Dijo sin dejar de mirar hacia la entrada esperando a que la muchacha saliera de ahí.
Salieron algunos más, y su cara denotó alivio al ver que finalmente salía la joven. Ya podía sentirse tranquilo, en ese tiempo poco hahabía prestado atención en caso de que los otros dos hubieran hablado. - Que bueno que está bien, Señorita Ryra. - Sonrió cálidamente. - Ahora solo falta que la señorita que acompañaba al joven pueda salir. - Agregó, si bien con menos preocupación, la empatía era evidente en la forma de ser de Meleis.
Poco antes de que finalizara aquella atracción, Cohen explicó su situación y tras acotar que también sería el elfo quien pagaría por las bebidas se marchó del lugar. Meleis alzó su diestra. - Un placer conocerlo señor Cohen, espero que nuestros caminos se crucen de nuevo. - Dijo antes de perder de vista al vampiro.
Acto seguido, finalmente salía la señorita que acompañaba al elfo. - Bueno ya todos estamos fuera. Fue un gusto haber compartido esta actividad con ustedes. - Miraba a todos bastante contento.
La última exhibición de la noche no tardó en ser anunciada, y la verdad, el prefería sentarse a mirar por un rato y descansar luego de tanto movimiento de aquí para allá. Un espectáculo acuático era lo que necesitaba.
- Off:
- - Hablo con Cohen, Ryra, Eleandris y Aylizz.
- Laberinto:
- Pasos en Laberinto
- 1 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- 12 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Obstáculo]
- 6 (-1) = 5 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Atajo]
- 12 (+2) = 14 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Total: 32 [Salí del laberinto]
----- Caza de Huevos:
- Conteo de Huevos:
- 1 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- 3 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Total: 4
----- Exhibición de Vuelo:
- - (1) Escucho y obedezco [Nivel 1]: [2 usos] Puedo hacer que algún animal dócil efectúe tareas simples.[Habilidad Meleis]
(2) Don Ancestral: [Mágica, 2 usos] Puedo convertirme en un dragón de hasta 4 metros (nariz a punta de la cola), lo que aumenta considerablemente mi resistencia. Puedo volver a forma humana a voluntad.[Habilidad Meleis]- Forma Dragón:
(3) Habitante de los Cielos: Puedo volar en forma de dragón.[Habilidad Meleis]
Recuerden que aquellos que quieran interactuar con Meleis, son libres de hacerlo.Besos
- Inventario:
- Bomull (Cría de Gomejo)
Meraxes
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Aquella mujer emanaba alegría por todo su ser. Eso hacía que Sein se sintiera bien a su lado, y tenía muchas ganas de pasar tiempo con ella en aquella preciosa feria. De camino al puesto de su tribu, se acercaba a ella de vez en cuando para que entrasen en contacto, pues así solían expresar cariño los de su raza, y de vez en cuando también se daba el placer de dirigir la mirada a sus preciosos ojos ámbar.
- ¡Estoy contento! Feria está siendo muy buena, y también he venido con tribu. ¡También damos carne! - contestó el chamán con regocijo.
Sein tenía curiosidad por conocer a los de su tribu, pero estaba sintiendo en él algo curioso. Esos roces con la piel de Akanke le hacían sentir algo poco común. Algo que solo ocurría si sentía algo más que amistad hacia una mujer. Luego se dio cuenta de que quizás estaban influyendo en sus emociones unos deliciosos olores que le llegaban desde la derecha. O quizás no. Pero su atención se desvió guiado por su olfato. - Oye, ¿hueles eso? - Sintió el deseo de perseguir esas esencias para descubrir su origen, pero solo con mirar pudo ver de dónde venían.
- ¿Qué pone ahí? ¿Son palabras? - dijo señalando hacia una colorida carpa roja, cuyo interior estaba oscuro e intuía una atmósfera cálida e íntima. Sein se dirigió hacia allí sin hablar, con la impulsividad que le caracterizaba, dedicándole una suave caricia en la mejilla a Akanke que hizo casi sin pensar para indicarle que fuera hacia allí también, porque su olfato le tenía ocupado y no quería soltar ni una palabra que dejara escapar esos novedosos olores de su nariz.
Antes de entrar, se asomó con curiosidad para ojear el interior. Pudo ver a duras penas unos aperitivos que reposaban sobre unos cojines, y esa visión junto con el aún más intenso aroma que allí se emanaba le hicieron entrar de inmediato.
Una vez dentro, se dio la vuelta para mirar a Akanke, mostrando una sonrisa de admiración por lo que percibía por sus sentidos e invitándola a entrar con la mano.
______- ¡Estoy contento! Feria está siendo muy buena, y también he venido con tribu. ¡También damos carne! - contestó el chamán con regocijo.
Sein tenía curiosidad por conocer a los de su tribu, pero estaba sintiendo en él algo curioso. Esos roces con la piel de Akanke le hacían sentir algo poco común. Algo que solo ocurría si sentía algo más que amistad hacia una mujer. Luego se dio cuenta de que quizás estaban influyendo en sus emociones unos deliciosos olores que le llegaban desde la derecha. O quizás no. Pero su atención se desvió guiado por su olfato. - Oye, ¿hueles eso? - Sintió el deseo de perseguir esas esencias para descubrir su origen, pero solo con mirar pudo ver de dónde venían.
- ¿Qué pone ahí? ¿Son palabras? - dijo señalando hacia una colorida carpa roja, cuyo interior estaba oscuro e intuía una atmósfera cálida e íntima. Sein se dirigió hacia allí sin hablar, con la impulsividad que le caracterizaba, dedicándole una suave caricia en la mejilla a Akanke que hizo casi sin pensar para indicarle que fuera hacia allí también, porque su olfato le tenía ocupado y no quería soltar ni una palabra que dejara escapar esos novedosos olores de su nariz.
Antes de entrar, se asomó con curiosidad para ojear el interior. Pudo ver a duras penas unos aperitivos que reposaban sobre unos cojines, y esa visión junto con el aún más intenso aroma que allí se emanaba le hicieron entrar de inmediato.
Una vez dentro, se dio la vuelta para mirar a Akanke, mostrando una sonrisa de admiración por lo que percibía por sus sentidos e invitándola a entrar con la mano.
OFF: Interactúo con Akanke.
Sein Isånd
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Había faltado poco, pero por suerte no había sido el ultimo en salir. Desde la cueva, pocos instantes después salió la fémina que cerraba el grupo que participaba en la apuesta. ya estaba pensando en como iba a disfrutar del vino especiado que ofrecían cerca del lugar cuando el hombre de olor penetrante se acercó a mi oído.
―No me reconoces. Antes de hoy, nuestros caminos nunca se han cruzado. Además, eres tan amable que te crees con el deber de pagar las bebidas de mis compañeros el resto de la noche...―
Y por supuesto que debía hacerlo pues aunque la muchacha había salido tras de mi del laberinto lo cierto es que Aylizz no parecía estar por la zona a lo que supuse que aún estaría en el interior, y ya que habíamos entrado juntos, su posición era la misma que la mía: Últimos. - Efectivamente. esta noche vuestras bebidas corren de mi bolsillo. Que no se diga de la falta de hospitalidad de los elfos de Sandorai. - Corroboré. - Es una lástima que tengáis que marcharos marcharos tan urgentemente. Espero que nos encontremos pronto y pueda pagaros la deuda por la apuesta perdida. - Le respondí al taimado vampiro con una sonrisa.
Al salir la rubia de ojos azules le ofrecí una sonrisa no solo por verla aparecer sana y salva. sentimiento que no entendía por que tenía pero de forma sutil ahí estaba, sino también por verla, sin más. no obstante la mujer atravesó el grupo a paso ligero sin mediar palabra, actitud que evidentemente no me pasó desapercibida. - Chicos, si vais a aquel puesto y pedís algo a nombre de Eleandris no tendréis que pagarlo, al menos mientras queden aeros en la bolsa. Disfrutad lo que queda de la noche. - Y tras ello fui detrás de mi invitada.
- Aylizz ¿Estas bien? te noto molesta. - Caminé a su lado, al mismo ritmo y prácticamente apartando a las personas que por azar se encontraban en la trayectoria que seguíamos.
- Oh, si. Muy bien. Muy entretenido, si. - Respondió con sarcasmo. resoplaba y apretaba el paso tras la respuesta.
- ¿Es por que has salido la ultima o por que has tenido que salir sola? - Ante la falta de respuesta la tomé de la mano y suavemente la insté a pararse, entonces también con delicadeza la hice alzar la mirada para poder observarla a los ojos e instintivamente la tomé de la otra mano. - Ambas cosas podrían haberse solucionado si hubiéramos permanecido juntos. Me pediste que no te perdiese y no logré cumplirlo así que técnicamente, me has ganado. Y no solo en esto, sino que también fuiste capaz de encontrar un huevo en la competición anterior, algo de lo que yo no pude así que me has ganado en ambas competiciones. - mantuve un momento de silencio, dejando que asimilara lo que le acababa de decir. - He oído que sirenas y tritones van a realizar un espectáculo en la bahía. ¿Qué te parece si tomamos algo de beber y vamos a buscar sitio para verlo? -
Dicho y hecho. Aunque para cuando llegamos al puesto de bebidas solo quedaban aeros para una única bebida que cedí a Aylizz, pues así asumía que se le acabaría de pasar el mal trago del laberinto. Recibí agradecimientos de gente que no había visto en mi vida por lo que asumí que de una forma u otra se habían enterado de la invitación al rubio y la muchacha, dando así por perdidos todos los aeros que llevaba encima, que no eran pocos, aunque por suerte, si los desconocidos que agradecieron.
Una vez en la bahía elegimos una zona en la que parecía que el espectáculo se vería de lujo y desprendiéndome de la capa la extendí en el suelo. - Siéntate ahí, así evitamos que ese precioso vestido se manche de arena. - Y seguidamente me senté en el suelo, a esperar el inicio de aquel espectáculo que tan pocas veces podría llegar a verse.
―No me reconoces. Antes de hoy, nuestros caminos nunca se han cruzado. Además, eres tan amable que te crees con el deber de pagar las bebidas de mis compañeros el resto de la noche...―
Y por supuesto que debía hacerlo pues aunque la muchacha había salido tras de mi del laberinto lo cierto es que Aylizz no parecía estar por la zona a lo que supuse que aún estaría en el interior, y ya que habíamos entrado juntos, su posición era la misma que la mía: Últimos. - Efectivamente. esta noche vuestras bebidas corren de mi bolsillo. Que no se diga de la falta de hospitalidad de los elfos de Sandorai. - Corroboré. - Es una lástima que tengáis que marcharos marcharos tan urgentemente. Espero que nos encontremos pronto y pueda pagaros la deuda por la apuesta perdida. - Le respondí al taimado vampiro con una sonrisa.
Al salir la rubia de ojos azules le ofrecí una sonrisa no solo por verla aparecer sana y salva. sentimiento que no entendía por que tenía pero de forma sutil ahí estaba, sino también por verla, sin más. no obstante la mujer atravesó el grupo a paso ligero sin mediar palabra, actitud que evidentemente no me pasó desapercibida. - Chicos, si vais a aquel puesto y pedís algo a nombre de Eleandris no tendréis que pagarlo, al menos mientras queden aeros en la bolsa. Disfrutad lo que queda de la noche. - Y tras ello fui detrás de mi invitada.
- Aylizz ¿Estas bien? te noto molesta. - Caminé a su lado, al mismo ritmo y prácticamente apartando a las personas que por azar se encontraban en la trayectoria que seguíamos.
- Oh, si. Muy bien. Muy entretenido, si. - Respondió con sarcasmo. resoplaba y apretaba el paso tras la respuesta.
- ¿Es por que has salido la ultima o por que has tenido que salir sola? - Ante la falta de respuesta la tomé de la mano y suavemente la insté a pararse, entonces también con delicadeza la hice alzar la mirada para poder observarla a los ojos e instintivamente la tomé de la otra mano. - Ambas cosas podrían haberse solucionado si hubiéramos permanecido juntos. Me pediste que no te perdiese y no logré cumplirlo así que técnicamente, me has ganado. Y no solo en esto, sino que también fuiste capaz de encontrar un huevo en la competición anterior, algo de lo que yo no pude así que me has ganado en ambas competiciones. - mantuve un momento de silencio, dejando que asimilara lo que le acababa de decir. - He oído que sirenas y tritones van a realizar un espectáculo en la bahía. ¿Qué te parece si tomamos algo de beber y vamos a buscar sitio para verlo? -
Dicho y hecho. Aunque para cuando llegamos al puesto de bebidas solo quedaban aeros para una única bebida que cedí a Aylizz, pues así asumía que se le acabaría de pasar el mal trago del laberinto. Recibí agradecimientos de gente que no había visto en mi vida por lo que asumí que de una forma u otra se habían enterado de la invitación al rubio y la muchacha, dando así por perdidos todos los aeros que llevaba encima, que no eran pocos, aunque por suerte, si los desconocidos que agradecieron.
Una vez en la bahía elegimos una zona en la que parecía que el espectáculo se vería de lujo y desprendiéndome de la capa la extendí en el suelo. - Siéntate ahí, así evitamos que ese precioso vestido se manche de arena. - Y seguidamente me senté en el suelo, a esperar el inicio de aquel espectáculo que tan pocas veces podría llegar a verse.
- offrol:
- Interactúo con Ryra, Cohen, Meleis y Aylizz
También quedan pagadas las bebidas de los susodichos, por lo cual me quedo sin alcohol "Nero desaprueba esto (?"
- Apariencia:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A través del cuello de su ropa y al final de sus mangas se pueden ver aún las quemaduras que le hicieron las mariposas. Tiene una herida que casi daña su ojo y abarca desde mas arriba de la ceja hasta la mitad de la mejilla
Al estar cerca de Eleandris debería notarse el olor de la flor del naranjo
Eleandris
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Una vez que ella salió, poco después salió también otra mujer. Pero fue que escuchó las palabras tan propias y educadas de Meleis. - No soy la mejor andando por la oscuridad. Por suerte el consejo de Cohen me sirvió para al menos estar alerta con esas trampas. - Dijo ampliando la sonrisa. Aunque luego de eso el vampiro que había caído en esa trampa se disculpó, ya que con todo eso encima debía de retirarse. - Es una pena que hayas caído en esa trampa. Tal vez eso nos hubiese permitido seguir compartiendo tiempo contigo... Espero que el destino vuelva a cruzar nuestros caminos. Mientras tanto, cuídate. - Le dijo con una honesta sonrisa. No iba a negar que el poco tiempo que pasó con el le estaba comenzando a simpatizar ese enigmático caballero.
Aunque luego de eso, captó las palabras de que el elfo pagaría los tragos. Lo que fue corroborado por el otro rubio. En un inicio se iba a negar, ya que su orgullo de apostadora no se lo permitía, pero al ver que iba con prisas decidió no insistir. - Pues agradezco su generosidad. Aprecio encarecidamente este gesto, y sepa que si el destino me lo permite, compensaré adecuadamente su amabilidad. - Le dijo al elfo con una amplia sonrisa mientras él y la chica se alejaban.
Una vez que el par de elfos se fueron, colocó sus manos en su cintura y volvió su vista a Meleis. - Al parecer nos han dejado la tarea de beber a nosotros dos. - Le dijo riendo levemente. Parecía que Gaegel pasaría mucho más tiempo con la hermana del rubio dentro de esa carpa, por lo que tal vez aprovecharía para acompañarlo y que no pasara tanto tiempo solo. - Entonces, ¿vamos por algo de beber y luego nos pasamos por la última exhibición? - Preguntó ampliando su sonrisa.
OFF: Interactuó con Cohen, Eleandris, Meleis. Y de manera secundaria con Aylizz.
Aunque luego de eso, captó las palabras de que el elfo pagaría los tragos. Lo que fue corroborado por el otro rubio. En un inicio se iba a negar, ya que su orgullo de apostadora no se lo permitía, pero al ver que iba con prisas decidió no insistir. - Pues agradezco su generosidad. Aprecio encarecidamente este gesto, y sepa que si el destino me lo permite, compensaré adecuadamente su amabilidad. - Le dijo al elfo con una amplia sonrisa mientras él y la chica se alejaban.
Una vez que el par de elfos se fueron, colocó sus manos en su cintura y volvió su vista a Meleis. - Al parecer nos han dejado la tarea de beber a nosotros dos. - Le dijo riendo levemente. Parecía que Gaegel pasaría mucho más tiempo con la hermana del rubio dentro de esa carpa, por lo que tal vez aprovecharía para acompañarlo y que no pasara tanto tiempo solo. - Entonces, ¿vamos por algo de beber y luego nos pasamos por la última exhibición? - Preguntó ampliando su sonrisa.
OFF: Interactuó con Cohen, Eleandris, Meleis. Y de manera secundaria con Aylizz.
Gaegel
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
- No puedo dejar que me atrape de nuevo. - pensó la morena, sin quitarle los ojos de encima al reptil. Pero en vista de que su embestida ya no surtiría el mismo efecto sobre él, decidió desechar aquel movimiento y buscar otra forma de atacarlo. Otra vez en el aire, comenzó a volar en círculos alrededor de su enemigo, cada vez más y más rápido, con lo que para seguirla, el lagarto tuvo que girar sobre sí mismo varias veces, tantas como para terminar mareado. - ¡Estate quieta! - se quejó, llevándose una de las manos a la cabeza.
En ese instante, Ava aprovechó para ir a por él y golpearlo por la espalda, castigando el hombro en que lo había herido anteriormente. Aquello si le afectó, ya que aún estaba reciente y de hecho seguía sangrando, pero movido por la rabia, el hombre bestia ignoró el dolor y se repuso, clavando fugazmente su mirada sobre la cuerva, que volvía a rondarle. - Ya verás cuando te ponga las manos encima… - masculló, manteniendo la posición para no caer de nuevo en su juego.
Y así, dejando de lado en parte el sentido de la vista para guiarse por el oído, siguió el sonido del batir de las alas de la mujer cuando ésta se movía por detrás de él, atento al momento en que se acercase para darse la vuelta y contraatacar. Sin embargo, el aleteo de la muchacha cesó repentinamente, consiguiendo que se girase para descubrir que no estaba allí.
Con un mal presentimiento recorriéndole el cuerpo, alzó las alargadas pupilas al cielo, justo a tiempo de ver como la plumífera criatura le caía encima desde varios metros de altura, con las piernas por delante para utilizar su peso y mandarlo al piso. Ágilmente, rodó hacia un lado, esquivando por los pelos el impacto y aprovechando el momentáneo aterrizaje de la morena para escupir su veneno contra ella, apuntándole al torso.
Instintivamente, Ava se cubrió con las negras extremidades, y a pesar de que en éstas no tenía tanta sensibilidad como en la piel, notó perfectamente como un ardor se apoderaba de la parte baja de su ala derecha, de la cual se desprendieron algunas plumas. Apretando los dientes para ahogar el quejido que subía por su garganta, la hija de Midgar apartó el dañado miembro, pero era tarde… el lagarto había aprovechado aquellos segundos para salvar la distancia que los separaba y abalanzarse hacia ella.
En un abrir y cerrar de ojos, aquel desgraciado volvió a atrapar una de sus muñecas, mientras dirigía la otra mano hacia su cuello para hacer presión y comenzar a asfixiarla. Puede que los dos fuesen guerreros especializados en el combate a corta distancia, pero en cuestión de fuerza bruta la córvida no era rival para aquel sujeto, por lo que a pesar de resistirse y tratar de liberarse de su agarre, pronto dejó de sentir el suelo bajo sus pies.
- ¿Qué harás ahora pajarillo? - preguntó, dejando a la vista las afiladas hileras de dientes en una macabra sonrisa de satisfacción. - Ésta vez no escaparás. - aseguró, apretando un más, con lo que los ambarinos ojos de la muchacha pronto se volvieron vidriosos. - No sé si debería matarte o entregarte al doctor… seguro que él te encuentra algún uso… - siguió hablando, disfrutando de la desesperación ajena.
Con dificultades para respirar, que rápidamente se iban intensificando, y la visión borrosa, Ava solo podía pensar en una cosa, tenía que hacer algo o sino… no saldría de aquella feria con vida. Intentó golpear con las piernas a su enemigo pero fue en vano, la falta de aire también había afectado negativamente a sus fuerzas. Lo único que consiguió con ello fue que la bestia hiciese más presión sobre su garganta, obligándola a centrar sus esfuerzos en librarse de aquella mano.
- Ne… necesito ayuda… - pensó, desviando la mirada hacia la carpa y preguntándose si podría hacer algo para llamar a Sango, pero cuando trató de gritar solo consiguió proferir un quejido a causa del dolor.
Afortunadamente para ella, no estaba tan sola como creía, una oscura silueta acudió en su auxilio, graznando y arañando el rostro del lagarto con las afiladas garras. Kvasir la había seguido por orden de Dante, y tras observar el desarrollo de la pelea dejó a un lado su cobardía para socorrerla, hiriendo gravemente al extraño en los ojos y privándolo así de la vista.
Aquel no era un dolor que pudiese ignorar así como así, con lo que el reptil soltó a la morena y retrocedió, espantando al ave con un movimiento del brazo, pero eso no importaba, el cuervo ya había hecho más que suficiente. Cuando una fresca bocanada de aire inundó los pulmones de la joven, ésta se sintió aliviada a pesar de las molestias, y sin perder tiempo volvió a clavar su mirada sobre su oponente, con un brillo diferente, salvaje.
Un gruñido se abrió paso desde lo más profundo de su ser, y haciendo caso omiso al estado en que se encontraba, Ava se elevó para volver a la carga, rodeándolo. Al verse tan cerca de la muerte algo se había desatado en su interior, una fuerza que la impulsaba a seguir combatiendo sin atender a las heridas que tenía, y que aumentó su velocidad considerablemente.
En cuestión de segundos, la hija de Midgar se posicionó detrás de su objetivo, deslizando uno de los brazos en torno al cuello de la bestia para luego cerrar la presa con el otro y apretar con todas sus energías. Iba a hacer que aquel malnacido sintiese lo mismo que ella, puede que más, así que comenzó a batir las negras extremidades para alejarse del suelo, llevándoselo consigo como había hecho con Zefeus en la arena horas antes.
Sin embargo, la diferencia de complexión entre ambos era evidente, no podría alzarse demasiado cargando con él, aunque tampoco le hacía falta, lo único que buscaba era arrebatarle cualquier tipo de apoyo. El ser de sangre fría pataleó, se revolvió e intentó zafarse de la híbrida, pero no consiguió absolutamente nada, pues su rival estaba completamente decidida a no soltarlo.
La presión se incrementó rápidamente, poniéndolo en un serio aprieto del cual no sabía cómo salir, así que continuó resistiéndose hasta que la falta de oxígeno empezó a hacer mella en él, instante en que la córvida intensificó la potencia de aquella llave con que lo retenía. Pronto la consciencia abandonó el cuerpo del reptil, que quedó colgando durante unos momentos, precipitándose hacia el piso en cuanto la morena decidió que ya no suponía una amenaza.
Con la respiración agitada a causa del esfuerzo, Ava descendió lentamente hasta quedar sentada sobre sus rodillas con las piernas ligeramente separadas entre sí, a apenas medio metro de su enemigo, e hizo lo posible por calmarse, cerrando los ojos e inhalando lentamente para que la garganta no le doliese tanto. Cuidadosamente, levantó la diestra para tocar la zona y comprobar hasta qué punto podía estar dañada, pero no estaría del todo segura hasta que pudiese revisarse ante un espejo.
Los minutos pasaron sin que se viese capaz de moverse de donde estaba, necesitaba tiempo para reponerse de todo lo sucedido, pero una idea clara como el agua cruzó su mente. - No volveré a entrar desarmada a ninguna parte. - pensó, justo cuando Kvasir, algo más tranquilo ahora que no había peligro, decidió acercarse, posándose junto a la muchacha. - Gracias amigo… te debo una. - alcanzó a pronunciar en voz baja, ya que aún le costaba hablar.
Despacio, porque no sabía cómo reaccionaría el animal, dirigió la mano hacia el negro cuervo para demostrar su agradecimiento acariciando su plumaje con suavidad, gesto que no pareció molestar al ave.
Luego permaneció donde estaba, en silencio, hasta que una pequeña silueta llegó corriendo a su lado. - ¡Ava! ¿Estás bien? - preguntó Ennie, recorriéndola con sus agudos ojos. Al tener las alas medio desplegadas por el suelo, la insectoide no tardó en ver el punto en que el veneno había hecho efecto, pero no solo eso, también se percató de lo rojo que tenía el cuello y del leve silbido que emitía al respirar, producto de que hubiesen intentado asfixiarla.
- Me… me pondré bien. - aseguró la híbrida, cubriéndose la boca con una de las manos en cuanto la tos se hizo presente. Viendo cómo había terminado, la niña no pudo evitar dedicar una mirada cargada de odio al reptil que yacía inconsciente, pero no podía perder tiempo con aquel horrible ser, no cuando su amiga se encontraba mal. - ¿Estás segura?¿Quieres que busque un médico? - tomó nuevamente la palabra, a lo que la joven contestó negando con la cabeza.
- No… no te preocupes… solo necesito descansar un poco. - musitó, intentando sonar convincente. - ¿Y los demás? - quiso saber la chiquilla, dirigiendo la mirada hacia la rojiza tienda. - Dentro… no… no te acerques a ese lugar hasta que sepamos que es seguro. - advirtió, viéndose incapaz de afrontar otra pelea en aquel estado.
Con un poco de suerte Enrik ya se habría llevado a Lasha lejos de allí, y confiaba en que Sango pudiese encargarse del otro hombre bestia sin tantos problemas como había tenido ella. De ser así, la morena optaría por retirarse a algún lugar de la feria que fuese más tranquilo para pasar lo que quedaba de noche, y si el sitio en cuestión estaba lleno de guardias, mejor.
Ya había tenido bastante con su enfrentamiento en la arena y aquella misión de búsqueda.
Off: Como queda poco para que acabe el evento y el enfrentamiento de Ava transcurre fuera de la tienda sin afectar a las posibles acciones de Sango, aprovecho para concluir su pelea. La cuerva entra en frenesí para acabar con el hombre lagarto.
Kvasir se convierte en el héroe de la noche, y se gana la amistad de la morena.
Ennie llega cuando todo ha terminado.
En ese instante, Ava aprovechó para ir a por él y golpearlo por la espalda, castigando el hombro en que lo había herido anteriormente. Aquello si le afectó, ya que aún estaba reciente y de hecho seguía sangrando, pero movido por la rabia, el hombre bestia ignoró el dolor y se repuso, clavando fugazmente su mirada sobre la cuerva, que volvía a rondarle. - Ya verás cuando te ponga las manos encima… - masculló, manteniendo la posición para no caer de nuevo en su juego.
Y así, dejando de lado en parte el sentido de la vista para guiarse por el oído, siguió el sonido del batir de las alas de la mujer cuando ésta se movía por detrás de él, atento al momento en que se acercase para darse la vuelta y contraatacar. Sin embargo, el aleteo de la muchacha cesó repentinamente, consiguiendo que se girase para descubrir que no estaba allí.
Con un mal presentimiento recorriéndole el cuerpo, alzó las alargadas pupilas al cielo, justo a tiempo de ver como la plumífera criatura le caía encima desde varios metros de altura, con las piernas por delante para utilizar su peso y mandarlo al piso. Ágilmente, rodó hacia un lado, esquivando por los pelos el impacto y aprovechando el momentáneo aterrizaje de la morena para escupir su veneno contra ella, apuntándole al torso.
Instintivamente, Ava se cubrió con las negras extremidades, y a pesar de que en éstas no tenía tanta sensibilidad como en la piel, notó perfectamente como un ardor se apoderaba de la parte baja de su ala derecha, de la cual se desprendieron algunas plumas. Apretando los dientes para ahogar el quejido que subía por su garganta, la hija de Midgar apartó el dañado miembro, pero era tarde… el lagarto había aprovechado aquellos segundos para salvar la distancia que los separaba y abalanzarse hacia ella.
En un abrir y cerrar de ojos, aquel desgraciado volvió a atrapar una de sus muñecas, mientras dirigía la otra mano hacia su cuello para hacer presión y comenzar a asfixiarla. Puede que los dos fuesen guerreros especializados en el combate a corta distancia, pero en cuestión de fuerza bruta la córvida no era rival para aquel sujeto, por lo que a pesar de resistirse y tratar de liberarse de su agarre, pronto dejó de sentir el suelo bajo sus pies.
- ¿Qué harás ahora pajarillo? - preguntó, dejando a la vista las afiladas hileras de dientes en una macabra sonrisa de satisfacción. - Ésta vez no escaparás. - aseguró, apretando un más, con lo que los ambarinos ojos de la muchacha pronto se volvieron vidriosos. - No sé si debería matarte o entregarte al doctor… seguro que él te encuentra algún uso… - siguió hablando, disfrutando de la desesperación ajena.
Con dificultades para respirar, que rápidamente se iban intensificando, y la visión borrosa, Ava solo podía pensar en una cosa, tenía que hacer algo o sino… no saldría de aquella feria con vida. Intentó golpear con las piernas a su enemigo pero fue en vano, la falta de aire también había afectado negativamente a sus fuerzas. Lo único que consiguió con ello fue que la bestia hiciese más presión sobre su garganta, obligándola a centrar sus esfuerzos en librarse de aquella mano.
- Ne… necesito ayuda… - pensó, desviando la mirada hacia la carpa y preguntándose si podría hacer algo para llamar a Sango, pero cuando trató de gritar solo consiguió proferir un quejido a causa del dolor.
Afortunadamente para ella, no estaba tan sola como creía, una oscura silueta acudió en su auxilio, graznando y arañando el rostro del lagarto con las afiladas garras. Kvasir la había seguido por orden de Dante, y tras observar el desarrollo de la pelea dejó a un lado su cobardía para socorrerla, hiriendo gravemente al extraño en los ojos y privándolo así de la vista.
Aquel no era un dolor que pudiese ignorar así como así, con lo que el reptil soltó a la morena y retrocedió, espantando al ave con un movimiento del brazo, pero eso no importaba, el cuervo ya había hecho más que suficiente. Cuando una fresca bocanada de aire inundó los pulmones de la joven, ésta se sintió aliviada a pesar de las molestias, y sin perder tiempo volvió a clavar su mirada sobre su oponente, con un brillo diferente, salvaje.
Un gruñido se abrió paso desde lo más profundo de su ser, y haciendo caso omiso al estado en que se encontraba, Ava se elevó para volver a la carga, rodeándolo. Al verse tan cerca de la muerte algo se había desatado en su interior, una fuerza que la impulsaba a seguir combatiendo sin atender a las heridas que tenía, y que aumentó su velocidad considerablemente.
En cuestión de segundos, la hija de Midgar se posicionó detrás de su objetivo, deslizando uno de los brazos en torno al cuello de la bestia para luego cerrar la presa con el otro y apretar con todas sus energías. Iba a hacer que aquel malnacido sintiese lo mismo que ella, puede que más, así que comenzó a batir las negras extremidades para alejarse del suelo, llevándoselo consigo como había hecho con Zefeus en la arena horas antes.
Sin embargo, la diferencia de complexión entre ambos era evidente, no podría alzarse demasiado cargando con él, aunque tampoco le hacía falta, lo único que buscaba era arrebatarle cualquier tipo de apoyo. El ser de sangre fría pataleó, se revolvió e intentó zafarse de la híbrida, pero no consiguió absolutamente nada, pues su rival estaba completamente decidida a no soltarlo.
La presión se incrementó rápidamente, poniéndolo en un serio aprieto del cual no sabía cómo salir, así que continuó resistiéndose hasta que la falta de oxígeno empezó a hacer mella en él, instante en que la córvida intensificó la potencia de aquella llave con que lo retenía. Pronto la consciencia abandonó el cuerpo del reptil, que quedó colgando durante unos momentos, precipitándose hacia el piso en cuanto la morena decidió que ya no suponía una amenaza.
Con la respiración agitada a causa del esfuerzo, Ava descendió lentamente hasta quedar sentada sobre sus rodillas con las piernas ligeramente separadas entre sí, a apenas medio metro de su enemigo, e hizo lo posible por calmarse, cerrando los ojos e inhalando lentamente para que la garganta no le doliese tanto. Cuidadosamente, levantó la diestra para tocar la zona y comprobar hasta qué punto podía estar dañada, pero no estaría del todo segura hasta que pudiese revisarse ante un espejo.
Los minutos pasaron sin que se viese capaz de moverse de donde estaba, necesitaba tiempo para reponerse de todo lo sucedido, pero una idea clara como el agua cruzó su mente. - No volveré a entrar desarmada a ninguna parte. - pensó, justo cuando Kvasir, algo más tranquilo ahora que no había peligro, decidió acercarse, posándose junto a la muchacha. - Gracias amigo… te debo una. - alcanzó a pronunciar en voz baja, ya que aún le costaba hablar.
Despacio, porque no sabía cómo reaccionaría el animal, dirigió la mano hacia el negro cuervo para demostrar su agradecimiento acariciando su plumaje con suavidad, gesto que no pareció molestar al ave.
Luego permaneció donde estaba, en silencio, hasta que una pequeña silueta llegó corriendo a su lado. - ¡Ava! ¿Estás bien? - preguntó Ennie, recorriéndola con sus agudos ojos. Al tener las alas medio desplegadas por el suelo, la insectoide no tardó en ver el punto en que el veneno había hecho efecto, pero no solo eso, también se percató de lo rojo que tenía el cuello y del leve silbido que emitía al respirar, producto de que hubiesen intentado asfixiarla.
- Me… me pondré bien. - aseguró la híbrida, cubriéndose la boca con una de las manos en cuanto la tos se hizo presente. Viendo cómo había terminado, la niña no pudo evitar dedicar una mirada cargada de odio al reptil que yacía inconsciente, pero no podía perder tiempo con aquel horrible ser, no cuando su amiga se encontraba mal. - ¿Estás segura?¿Quieres que busque un médico? - tomó nuevamente la palabra, a lo que la joven contestó negando con la cabeza.
- No… no te preocupes… solo necesito descansar un poco. - musitó, intentando sonar convincente. - ¿Y los demás? - quiso saber la chiquilla, dirigiendo la mirada hacia la rojiza tienda. - Dentro… no… no te acerques a ese lugar hasta que sepamos que es seguro. - advirtió, viéndose incapaz de afrontar otra pelea en aquel estado.
Con un poco de suerte Enrik ya se habría llevado a Lasha lejos de allí, y confiaba en que Sango pudiese encargarse del otro hombre bestia sin tantos problemas como había tenido ella. De ser así, la morena optaría por retirarse a algún lugar de la feria que fuese más tranquilo para pasar lo que quedaba de noche, y si el sitio en cuestión estaba lleno de guardias, mejor.
Ya había tenido bastante con su enfrentamiento en la arena y aquella misión de búsqueda.
Off: Como queda poco para que acabe el evento y el enfrentamiento de Ava transcurre fuera de la tienda sin afectar a las posibles acciones de Sango, aprovecho para concluir su pelea. La cuerva entra en frenesí para acabar con el hombre lagarto.
Kvasir se convierte en el héroe de la noche, y se gana la amistad de la morena.
Ennie llega cuando todo ha terminado.
Ava Kenrith
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Se sobresaltó al escuchar aquel hilo de voz tras de sí, no había advertido la presencia de nadie tan cerca de ella hasta ese momento. Se volvió hacia la izquierda, donde se ubicaba la voz y a continuación buscó el brazo que le tendía. Apartó la mano al primer roce con su plumífera piel, de forma inconsciente, sobresaltada, al no esperarse un tacto como aquel.
—Gracias… De haber tenido más tiempo, de seguro me habría topado con todas las trampas restantes.— bromeó, con tono autocrítico, tras seguir las indicaciones del muchacho y alcanzar, por fin, la salida.
Su salida estuvo muy lejos de ser triunfal y sería lo último que habría querido. Aunque las luces de la noche ferial no ayudaron a pasar desapercibida, propiciaron que de un rápido vistazo a los participantes que se encontraban ya fuera pudiera distinguir la figura de Eleandris con facilidad. Aparentemente despreocupado, charlaba con algunos, no muy lejos de la salida. Avergonzada y no con el orgullo intacto, caminó ligera hasta ellos, aunque sin intención de detenerse o integrarse con ellos.
Supo que captó la atención del elfo ya desde lejos porque advirtió la sonrisa que le dedicaba, aunque no correspondió. Al contrario, desvió la mirada. Aquello debió contrariarlo, porque no se demoró un momento más con el grupo y de pocas zancadas se colocó a su altura.
—Aylizz, ¿estás bien? Te noto molesta.
—Oh, si. Muy bien. Muy entretenido, si.— el sarcasmo era patente en su voz.
—¿Es por que has salido la última o porque has tenido que salir sola?
Redujo el paso al tiempo que su respiración ante aquella cuestión, aunque quedó muda por un momento. No era nada de aquello pero ¿cómo iba él a entenderlo? No se conocían. El elfo no le dio tiempo a responder, tomándose la libertad de agarrar su mano y detenerla. No pudo evitar dejar caer los ojos, en un gesto de hastío, cuando él la volteó, suponiendo que con intención de reprocharla o aleccionarla. Sus primeras palabras no parecían desencaminadas, claro que no habría pasado si no hubiese tenido la estupenda idea de rizar el rizo y separarse. ¿Qué pretendía? Pero cambió de semblante cuando sus gestos delicados la llevaron a posar su mirada en la de él y casi le hizo gracia cuando admitió la derrota en su juego. Sin embargo, lo que sin duda debió ser un intento por ponerle la guinda al pastel de la consolación no fue recibido con los mejores oídos.
Cuando él mencionó los huevos, que ya habían pasado al olvido en su mente, soltó aireada sus manos y de nuevo se volvió, con intención de reanudar el paso.
—Vamos, no soy una cría. No hace falta darle tanta importancia… Es sólo que… Bah, da lo mismo.
La frustración no nacía de la competición fallida, resultaba ser la manifestación del enfado con su ego. Ese del que nacía el afán por ganar, cuanto más difícil mejor, por ella misma, traduciéndose así la imperiosa necesidad de demostrar que era fuerte y capaz, tanto o más que cualquiera, que podía enfrentarse sola a adversidad. ¿Demostrar a quién? A ella misma. A todos. A nadie. Prefería no racionalizar lo que sentía al respecto. Tras un breve silencio, templó su carácter y se volvió hacia él.
—Es absurdo que me moleste por algo así.— admitió, quitándole hierro. —Vamos… Eso que has dicho, suena bien.— añadió, atendiendo a su invitación.
A lo largo de los muelles se habían levantado puestos de madera que hacían el servicio de taberna en la calle. Tardó poco en comprender por qué los que rondaban cerca se mostraban agradecidos con el elfo, pues cuando quiso ordenar para ellos advirtió que su generosidad le había dejado el bolsillo vacío. Cuando ella fue servida, enchachó al tendero del brazo antes de que se alejara.
—¡Disculpa! Pon dos tragos de ese licor de ahí.— señaló una botella bajo el tablón que hacía de encimera en cuyo interior se posaban varios tipos de frutos rojos —Y una jarra para él también.— indicó después —¿Qué? Beber sola no está bien visto.— le replicó al elfo cuando la miró, mientras sacaba de su saquito unas cuantas monedas.
Junto a la jarra, puso sobre la madera dos pequeños vasos que llenó con tres dedos de licor. La elfa tomó uno en la mano y le tendió el otro a Eleandris.
—¡Por las malas decisiones!— brindó divertida, con ligero tono de autoburla, antes de beberlo de un trago. —Tenías razón en una cosa.— admitió, al tiempo que posaba el vaso vacío —Tendría que haberme quedado contigo ahí dentro.
Decidió dejar la amargura desde aquel momento y terminar de disfrutar de la noche. Agarrando su jarra con firmeza, se alejó de la barra y tomó con la mano vacía al elfo de la suya, dándole un suave tirón.
—¡Venga! No te quedes ahí, quiero ver a las sirenas de cerca.— comentó, ahora más animada.
Lo guió entre la gente hasta la playa, buscando un buen lugar para verlo todo en vivo. Se descalzó al llegar al límite, donde la arena se unía con las lomas del suelo de madera que dibujaban el paseo que bordeaba la bahía y caminó con gusto sobre la arena, cruzando varios metros de playa hasta donde alcanzaba la arena fina, antes de llegar a la orilla. Una sensación de añoranza la invadió por un segundo, aunque la reconfortó. Adoraba el mar y su mente viajó un momento a días felices en Playa de los Ancestros.
El atento ofrecimiento a tomar asiento sobre su capa la sacó de sus pensamientos. Él parecía preocuparse por ella más de lo que una misma hacía, aunque se sorprendió dibujando una sonrisa agradecida ante aquel gesto. Nunca se le había dado bien encajar la caballerosidad. Se acomodó sobre la tela, amoldando su cuerpo en la arena y dejó espacio para que Eleandris hiciera lo propio. Después pegó un sorbo de la bebida, estaba ansiosa por ver el espectáculo.
Interactúo con Eleandris y me lo llevo a la playa (?)
Aylizz Wendell
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Parecía ser que, lejos de animarla, la charla que le di le había molestado aún más. ¿la había tratado como a una niña pequeña? sin duda ella se había sentido así y por tanto había cometido una soberana metedura de pata. No obstante tras el brindis pareció animarse un poco más y conocer que hubiera preferido quedarse conmigo provocó una nueva sonrisa que me despreocupaba del error anteriormente cometido.
Ahora en la arena sentados, con el barullo de gente alrededor acompañado del arrullo de las holas y dado también lo avanzado de la noche, la tranquilidad se hacía bienvenida. Poco a poco el oleaje se fue calmando hasta que el agua de toda la bahía parecía más un lago que el propio mar al tiempo que varios puntos de luz hacían su aparición. De pronto dos sirenas saltaban fuera del agua una en dirección a la otra formando entre ambas un arco que hizo estallar los vítores de los espectadores. en las rocas del este, cercanas al acantilado un grupo de sirenas y tritones equipados con conchas de diferentes tamaños y diversas formas tomaban "asiento"
Entonces, como si todo estuviese pactado, mientras toda la compañía marítima emergía su mitad antropomórfica y las aguas terminaban de iluminarse, un tritón , ocupando el centro de la formación arrancó a cantar:
Ahora en la arena sentados, con el barullo de gente alrededor acompañado del arrullo de las holas y dado también lo avanzado de la noche, la tranquilidad se hacía bienvenida. Poco a poco el oleaje se fue calmando hasta que el agua de toda la bahía parecía más un lago que el propio mar al tiempo que varios puntos de luz hacían su aparición. De pronto dos sirenas saltaban fuera del agua una en dirección a la otra formando entre ambas un arco que hizo estallar los vítores de los espectadores. en las rocas del este, cercanas al acantilado un grupo de sirenas y tritones equipados con conchas de diferentes tamaños y diversas formas tomaban "asiento"
Entonces, como si todo estuviese pactado, mientras toda la compañía marítima emergía su mitad antropomórfica y las aguas terminaban de iluminarse, un tritón , ocupando el centro de la formación arrancó a cantar:
Gentes de todo el lugar
Acercaos vais a escuchar
El poema de un juglar
Vamos allá
Quien de sirena oyó hablar
la ira del mar va a despertar
El lamento de un galán
va a comenzar
Acercaos vais a escuchar
El poema de un juglar
Vamos allá
Quien de sirena oyó hablar
la ira del mar va a despertar
El lamento de un galán
va a comenzar
El tritón volvió a sumergirse al tiempo que los miembros de su misma raza, empleando las conchas, comenzaban a tocar una suerte de música que cuyos primeros compases a los oídos hacía malsonar pero que pronto sonaban dulces y agradables como las flautas hechas con caña. Otra sirena armada con un bastón movía las aguas y las hacía chocar con violencia contra las rocas i mitando a la mar picada durante una tormenta. Un tritón cuya mitad inferior estaba compuesta con tentáculos intentaba, de manera torpe, caminar cerca de la orilla como si de una criatura bípeda se tratase.
Al fondo toda una coreografía de sirenas y tritones acompañaban con danzas y trucos a la música mientras otra pareja, varón y mujer, interpretaba una obra teatral donde la propia música cantaba la historia que mostraban, y al tiempo que la bruja del mar, con el agua formaba los escenarios a emplear.
Toda aquella obra en su conjunto parecía contar una historia, quizá una leyenda. Las artes dramáticas nunca fueron mi fuerte pero aún así alcancé a comprender algo de lo que intentaban transmitir. - Creo que están hablando de una ciudad hundida. pero no a una ciudad construida bajo el mar, sino una que fue hundida a propósito por alguna fuerza superior. ¿Tu que opinas? - Susurré a mi compañera, que parecía estar disfrutando el espectáculo.
En ese momento me di cuenta que la tenía abrazada, con mi brazo derecho cruzando toda la espalda hasta su cintura y rápidamente retiré el brazo mientras sentía el calor del rubor adueñándose de mi rostro. Con un poco de suerte no se daría cuenta de esto último, y tenso, volví de nuevo la mirada al espectáculo temeroso de encontrarme ahora con su mirada.
Al fondo toda una coreografía de sirenas y tritones acompañaban con danzas y trucos a la música mientras otra pareja, varón y mujer, interpretaba una obra teatral donde la propia música cantaba la historia que mostraban, y al tiempo que la bruja del mar, con el agua formaba los escenarios a emplear.
Toda aquella obra en su conjunto parecía contar una historia, quizá una leyenda. Las artes dramáticas nunca fueron mi fuerte pero aún así alcancé a comprender algo de lo que intentaban transmitir. - Creo que están hablando de una ciudad hundida. pero no a una ciudad construida bajo el mar, sino una que fue hundida a propósito por alguna fuerza superior. ¿Tu que opinas? - Susurré a mi compañera, que parecía estar disfrutando el espectáculo.
En ese momento me di cuenta que la tenía abrazada, con mi brazo derecho cruzando toda la espalda hasta su cintura y rápidamente retiré el brazo mientras sentía el calor del rubor adueñándose de mi rostro. Con un poco de suerte no se daría cuenta de esto último, y tenso, volví de nuevo la mirada al espectáculo temeroso de encontrarme ahora con su mirada.
- Bruja de las mareas:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
- offrol:
- Interactúo con Aylizz y me pongo nervioso
- Apariencia:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A través del cuello de su ropa y al final de sus mangas se pueden ver aún las quemaduras que le hicieron las mariposas. Tiene una herida que casi daña su ojo y abarca desde mas arriba de la ceja hasta la mitad de la mejilla
Al estar cerca de Eleandris debería notarse el olor de la flor del naranjo
Eleandris
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Poco después del arenoso contratiempo, la señora de sombras atisbó una débil luz al final del túnel que recorrían, por fin habían dado con la salida de aquel entramado laberinto. - ¡Enhorabuena! ¡Han conseguido salir! - los felicitó uno de los organizadores del juego, en cuanto alcanzaron el exterior. - Aunque parece que se han topado con una de nuestras trampas. - añadió, tras echar un vistazo a la pareja, cuyas ropas seguían cubiertas por una fina capa de polvo.
- Aún así han completado el recorrido muy rápido, y no se preocupen, no son los únicos que se las han visto con nuestros particulares obstáculos. - habló de nuevo, al ver el serio semblante con que el cazador lo miraba. - Si se acercan a aquel puesto podrán cobrar su recompensa. - indicó, señalando el punto en que se servían las bebidas. - Vamos, tomemos algo. - intervino la joven, guiando a su compañero antes de que se le ocurriese replicar a su congénere.
- Dos cervezas frescas para los vencedores, que las disfruten. - los recibió el individuo al cargo de aquella tarea, depositando las jarras delante de los recién llegados. La vampira observó el contenido del recipiente ligeramente decepcionada, ya que al ser algo organizado por los suyos esperaba que al menos tuviesen sangre para ofrecerles.
Pero aún así aceptó su premio y se llevó la jarra a los labios para darle un sorbo, recordando la tienda por la que habían pasado un rato antes, allí podría comprar un par de litros del rojizo líquido antes de abandonar la feria. - ¿Qué te apetece hacer después de esto? - preguntó, buscando la mirada del cazador. - Más juegos no por favor. - respondió Alister, sacudiéndose la arena que se le había quedado pegada a las mangas de la camisa. - Está bien, nada de juegos. - cedió la benjamina de los Calhoun, riendo levemente.
- Disculpen que me meta pero por si les interesa, en breve empezará una exhibición acuática en la bahía. - dijo el hombre, para luego seguir sirviendo a los participantes que iban llegando. - Un espectáculo inofensivo, justo lo que necesitamos. - dijo la criatura de la noche, apurando lo que quedaba de su cerveza para encaminarse hacia la playa de la mano del norteño.
Mucha gente se había congregado en torno a los muelles para ver de cerca las elegantes acrobacias de sirenas, tritones y demás seres marinos, por lo que la pareja decidió quedarse en la orilla, sentándose en cuanto dieron con un punto desde el que podrían ver con detalle a los artistas. Las luminiscentes pinturas que adornaban a las criaturas, unidas a las conchas, corales y algas, dieron un aire de lo más vistoso a la actuación, que no tardó en comenzar.
Con el murmullo de las olas de fondo, llegaron las primeras sirenas para anunciar el inicio de la exhibición, consiguiendo que el público se emocionase al ver un sincronizado salto en forma de arco. Un tritón se hizo con la atención de la gente instantes más tarde, al entonar una canción en la que explicaba brevemente lo que podrían ver a continuación.
La historia fue tomando forma de mano de los participantes, unos danzando, otros interpretando y otros valiéndose de las conchas que portaban para amenizar la playa con música.
Una fresca brisa recorrió la orilla, meciendo los níveos cabellos de la señora de sombras y haciendo que parte de la arena que aún conservaba en ellos se desprendiese. - ¿Crees que habrá algún lugar en la feria donde podamos asearnos? No quiero volver al bosque sin librarme de esta molesta tierra. - comentó en voz baja, desatando la cenicienta melena para intentar retirar parte del polvo. - Hmm no lo sé, la verdad es que no me fijé demasiado en los puestos, supongo que tendrán algo así… - respondió el dragón, guardando silencio en cuanto una alternativa le vino a la mente.
Queriendo compartirla con su compañera sin que lo oyesen aquellos que se habían acomodado alrededor de ellos, Alister se inclinó hacia la joven. - Aunque también podemos esperar a que acabe el espectáculo y todos se marchen para meternos en el agua. - susurró en su oído, provocando que la vampira enarcase una ceja y esbozase una sonrisa. - Eso suena bien. - concedió, apoyando la cabeza en el hombro del alado.
Y sin decir nada más al respecto, se dedicaron a admirar la obra de los acuáticos artistas, aunque ante la perspectiva de darse un baño con el cazador a la luz de la luna, a ojos de la benjamina de los Calhoun aquella función ya no parecía tan interesante.
La exhibición continuó de forma vistosa y animada, ganándose al público, que aplaudía y vitoreaba ante las gráciles acrobacias de las sirenas y demás seres.
Off: Elen y Alister salen del laberinto y cobran su premio, luego se dirigen a la bahía para contemplar el espectáculo marino.
- Aún así han completado el recorrido muy rápido, y no se preocupen, no son los únicos que se las han visto con nuestros particulares obstáculos. - habló de nuevo, al ver el serio semblante con que el cazador lo miraba. - Si se acercan a aquel puesto podrán cobrar su recompensa. - indicó, señalando el punto en que se servían las bebidas. - Vamos, tomemos algo. - intervino la joven, guiando a su compañero antes de que se le ocurriese replicar a su congénere.
- Dos cervezas frescas para los vencedores, que las disfruten. - los recibió el individuo al cargo de aquella tarea, depositando las jarras delante de los recién llegados. La vampira observó el contenido del recipiente ligeramente decepcionada, ya que al ser algo organizado por los suyos esperaba que al menos tuviesen sangre para ofrecerles.
Pero aún así aceptó su premio y se llevó la jarra a los labios para darle un sorbo, recordando la tienda por la que habían pasado un rato antes, allí podría comprar un par de litros del rojizo líquido antes de abandonar la feria. - ¿Qué te apetece hacer después de esto? - preguntó, buscando la mirada del cazador. - Más juegos no por favor. - respondió Alister, sacudiéndose la arena que se le había quedado pegada a las mangas de la camisa. - Está bien, nada de juegos. - cedió la benjamina de los Calhoun, riendo levemente.
- Disculpen que me meta pero por si les interesa, en breve empezará una exhibición acuática en la bahía. - dijo el hombre, para luego seguir sirviendo a los participantes que iban llegando. - Un espectáculo inofensivo, justo lo que necesitamos. - dijo la criatura de la noche, apurando lo que quedaba de su cerveza para encaminarse hacia la playa de la mano del norteño.
Mucha gente se había congregado en torno a los muelles para ver de cerca las elegantes acrobacias de sirenas, tritones y demás seres marinos, por lo que la pareja decidió quedarse en la orilla, sentándose en cuanto dieron con un punto desde el que podrían ver con detalle a los artistas. Las luminiscentes pinturas que adornaban a las criaturas, unidas a las conchas, corales y algas, dieron un aire de lo más vistoso a la actuación, que no tardó en comenzar.
Con el murmullo de las olas de fondo, llegaron las primeras sirenas para anunciar el inicio de la exhibición, consiguiendo que el público se emocionase al ver un sincronizado salto en forma de arco. Un tritón se hizo con la atención de la gente instantes más tarde, al entonar una canción en la que explicaba brevemente lo que podrían ver a continuación.
La historia fue tomando forma de mano de los participantes, unos danzando, otros interpretando y otros valiéndose de las conchas que portaban para amenizar la playa con música.
Una fresca brisa recorrió la orilla, meciendo los níveos cabellos de la señora de sombras y haciendo que parte de la arena que aún conservaba en ellos se desprendiese. - ¿Crees que habrá algún lugar en la feria donde podamos asearnos? No quiero volver al bosque sin librarme de esta molesta tierra. - comentó en voz baja, desatando la cenicienta melena para intentar retirar parte del polvo. - Hmm no lo sé, la verdad es que no me fijé demasiado en los puestos, supongo que tendrán algo así… - respondió el dragón, guardando silencio en cuanto una alternativa le vino a la mente.
Queriendo compartirla con su compañera sin que lo oyesen aquellos que se habían acomodado alrededor de ellos, Alister se inclinó hacia la joven. - Aunque también podemos esperar a que acabe el espectáculo y todos se marchen para meternos en el agua. - susurró en su oído, provocando que la vampira enarcase una ceja y esbozase una sonrisa. - Eso suena bien. - concedió, apoyando la cabeza en el hombro del alado.
Y sin decir nada más al respecto, se dedicaron a admirar la obra de los acuáticos artistas, aunque ante la perspectiva de darse un baño con el cazador a la luz de la luna, a ojos de la benjamina de los Calhoun aquella función ya no parecía tan interesante.
La exhibición continuó de forma vistosa y animada, ganándose al público, que aplaudía y vitoreaba ante las gráciles acrobacias de las sirenas y demás seres.
Off: Elen y Alister salen del laberinto y cobran su premio, luego se dirigen a la bahía para contemplar el espectáculo marino.
Elen Calhoun
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El joven dragón para este punto se sentía bastante de aliviado de saber que ya todos estaban sanos y salvos fuera del laberinto.
El elfo reafirmó sus palabras sobre invitar los tragos indicando el lugar. Meleis sonrió agradecido. - Muchas gracias, le tomaré la palabra señor. - Respondió al elfo con cortesía.
Volvió a enfocar su atención en Ryra, pues el elfo se concentró en la señorita que lo acompañaba y ambos marcharon primero de allí.
- Será un placer compartir un trago con usted, señorita Ryra. Con gusto podemos ir a mirar el espectáculo acuático. Las animales del agua son fascinantes en muchos sentidos. - Expresó con evidente emoción, no sólo por la variedad de especies que allí podrían apreciarse, después de todo el agua era su elemento.
Tomándole la palabra a Eleandris fue al sitio en búsqueda de algo no tan fuerte para beber antes de emprender marcha y encontrar un buen sitio en dónde apreciar la última exhibición. La compañía era agradable, la experiencia de cada actividad fue única y muy divertida, jamás hubiera pensando que apenas salir del gélido norte le traería tanta diversión en el camino.
Ahora solo restaba mirar y deleitarse con la vista de las magnificencia en el agua. Uno de los mejores día que había tenido, conocido gente peculiar e interesante, y aunque extrañó la compañía de su hermana, en parte todo la atmósfera que se respiraba ahí de paz y diversión generaba una gran sensación de felicidad en él.
El elfo reafirmó sus palabras sobre invitar los tragos indicando el lugar. Meleis sonrió agradecido. - Muchas gracias, le tomaré la palabra señor. - Respondió al elfo con cortesía.
Volvió a enfocar su atención en Ryra, pues el elfo se concentró en la señorita que lo acompañaba y ambos marcharon primero de allí.
- Será un placer compartir un trago con usted, señorita Ryra. Con gusto podemos ir a mirar el espectáculo acuático. Las animales del agua son fascinantes en muchos sentidos. - Expresó con evidente emoción, no sólo por la variedad de especies que allí podrían apreciarse, después de todo el agua era su elemento.
Tomándole la palabra a Eleandris fue al sitio en búsqueda de algo no tan fuerte para beber antes de emprender marcha y encontrar un buen sitio en dónde apreciar la última exhibición. La compañía era agradable, la experiencia de cada actividad fue única y muy divertida, jamás hubiera pensando que apenas salir del gélido norte le traería tanta diversión en el camino.
Ahora solo restaba mirar y deleitarse con la vista de las magnificencia en el agua. Uno de los mejores día que había tenido, conocido gente peculiar e interesante, y aunque extrañó la compañía de su hermana, en parte todo la atmósfera que se respiraba ahí de paz y diversión generaba una gran sensación de felicidad en él.
- Off:
- - Con esto ya finalizo mi hilo con Meleis. ¡Gran evento!
- Laberinto:
- Pasos en Laberinto
- 1 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- 12 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Obstáculo]
- 6 (-1) = 5 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Atajo]
- 12 (+2) = 14 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Total: 32 [Salí del laberinto]
----- Caza de Huevos:
- Conteo de Huevos:
- 1 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- 3 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Total: 4
----- Exhibición de Vuelo:
- - (1) Escucho y obedezco [Nivel 1]: [2 usos] Puedo hacer que algún animal dócil efectúe tareas simples.[Habilidad Meleis]
(2) Don Ancestral: [Mágica, 2 usos] Puedo convertirme en un dragón de hasta 4 metros (nariz a punta de la cola), lo que aumenta considerablemente mi resistencia. Puedo volver a forma humana a voluntad.[Habilidad Meleis]- Forma Dragón:
(3) Habitante de los Cielos: Puedo volar en forma de dragón.[Habilidad Meleis]
Recuerden que aquellos que quieran interactuar con Meleis, son libres de hacerlo.Besos
- Inventario:
- Bomull (Cría de Gomejo)
Meraxes
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Aylizz contemplaba fascinada el espectáculo. Los colores corporales de tritones y sirenas se mezclaban con las aguas y bailaban al son de la música, que envolvía la bahía en ecos de caracolas. Y cuando los sentidos se acostumbran a tal espectáculo de estímulos, la mente consciente encontraba sentido a la actuación. Casi le dieron ganas de mandar callar con un susurro al elfo cuando él lo hizo, pero cuando sintió su tenue voz tan cerca, fundiéndose con la melodía que pasó a sonar de fondo la imagen representada entre el oleaje se dibujó mucho más nítida.
—Una civilización perdida en el mar… ¿De qué me suena eso?— medio rió, sin dejar de mirar al frente —Habría estado bien tener más tiempo en aquellas ruinas, en la isla. Aquel historiador mencionó que podían ser anteriores a las guerras. De los elfos, ¿te imaginas?— divagó, también en un susurro, mientras apartaba la atención del espectáculo y volvía la mirada hacia él.
Se paró un momento a considerar en qué momento había estrechado la distancia, encontrándose cómoda y absorta en la fantasía apenas había reparado en medir el espacio. Él, sin embargo, pareció hacerlo en aquel mismo instante. De soslayo, desvió la mirada un momento hacia su cintura, donde había dejado de notar apoyo y cuando volvió a mirarlo, Eleandris parecía seguir atento a la actuación. Reprimió una sonrisa maliciosa, ¿se le había acabado la caballerosidad? Volvió de nuevo a mirar hacia el mar y volvió a acomodarse, pero esta vez, estiró hacia atrás los brazos y cargó el peso sobre ellos. Tras algunos minutos más de silencio, echó un vistazo de nuevo al elfo por el rabillo del ojo.
—Por cierto…— susurró de nuevo, mientras abría un poco más el ángulo en el que apoyaba los brazos, deslizando el más cercano al elfo sobre la arena, quedando cruzado tras él y acercando el cuerpo un poco más al suyo —Antes de que cierre la feria tienes que acompañarme a comprar un licor para Fahïn.— lo miró divertida —Después de todo, se lo debo porque tuve que pedirle un caballo porque tú me invitaste a venir…— comentó sutil, aunque terminó por decidirse a no hacer más preguntas al respecto.
Volvió a centrarse en el espectáculo, que parecía poner los toques finales a la representación. En apenas unas horas la claridad comenzaría a hacerse visible en el horizonte y todo comenzaría a recogerse. Había sido una festividad curiosa, interesante y fantasiosa. Lo era. Todavía no se había acabado.
Aylizz Wendell
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Una vez que la bruja le dijo aquello a Meleis, al escuchar la respuesta del muchacho le hizo esbozar una leve sonrisa. - Puedo estar segura de que así será. Y también si tienes tiempo, podrías ilustrarme sobre las criaturas marinas. - Dicho eso comenzó a caminar hacia donde el elfo le dijo que cobraran las bebidas. Mientras caminaban hacia allá, Ryra miraba con sutileza de un lado a otro. Era evidente que Gaegel no saliera. Debía de estar muy ocupado allá adentro. El solo pensarlo hizo que riera en sus adentros. Mientras el lobo se iba a juguetear con la dragona, la bruja se regocijaría con la compañía del muchacho.
Una vez que llegaron al puesto indicado, y que el joven rubio se asegurara de pedir un trago no tan fuerte, ella hizo todo lo contrario. Pidiendo una cerveza fuerte. Hecho eso se encaminaron hacia la bahía donde sería la exhibición acuática. Al llegar allí comenzó a apreciar a las criaturas marinas en todo su esplendor. No lo iba a negar. Los hombres y las mujeres bestia lucen mucho más imponentes y elegantes en su hábitat.
La bruja miraba el espectáculo mientras le dio un trago a su cerveza. Estaba sumamente amarga. Pero eso mismo le ayudaría a recordar que en las dos pruebas le había ido bastante mal. Y que debía mejorar para evitar volver a ser la última, o de los últimos las próximas ocasiones. Era innegable el hecho de que la pelinegra era una mujer muy competitiva, y que no soportaba perder.
Mientras todos estaban muy animados, la mujer vio de reojo, y casi de manera imperceptible a Meleis. Eso le hizo pensar en la figura del hombre que había estado persiguiendo desde Dundarak. Al menos, el saber que Gaegel tenía una buena compañía la tranquilizaban. Tenía tanto tiempo sin verlo que le preocupaba qué tipo de compañías había hecho ese lobo canalla durante tanto tiempo.
Meleis era un muchacho tan puro e inocente, y por eso mismo le extrañaba que estuviese en compañía del licántropo. A Ryra le faltaba por conocer a la hermana del rubio, pero al menos, el hecho de que estuviese con Gaegel en esa carpa del placer le hacía evidente que compartían el mismo gusto por el sexo. Eran un par de seres tan diferentes al muchacho que la bruja tenía a un lado que le resultaba hasta gracioso. Sin duda llegaría el momento de reencontrarse con el lobo canalla. Pero no sería en ese lugar ni en ese momento.
OFF: Con este post, doy por culminada la intervención de Ryra en el tema. Estuvo muy bonito todo. Aunque a Ryra tuvo muy mala suerte en los juegos xD
Una vez que llegaron al puesto indicado, y que el joven rubio se asegurara de pedir un trago no tan fuerte, ella hizo todo lo contrario. Pidiendo una cerveza fuerte. Hecho eso se encaminaron hacia la bahía donde sería la exhibición acuática. Al llegar allí comenzó a apreciar a las criaturas marinas en todo su esplendor. No lo iba a negar. Los hombres y las mujeres bestia lucen mucho más imponentes y elegantes en su hábitat.
La bruja miraba el espectáculo mientras le dio un trago a su cerveza. Estaba sumamente amarga. Pero eso mismo le ayudaría a recordar que en las dos pruebas le había ido bastante mal. Y que debía mejorar para evitar volver a ser la última, o de los últimos las próximas ocasiones. Era innegable el hecho de que la pelinegra era una mujer muy competitiva, y que no soportaba perder.
Mientras todos estaban muy animados, la mujer vio de reojo, y casi de manera imperceptible a Meleis. Eso le hizo pensar en la figura del hombre que había estado persiguiendo desde Dundarak. Al menos, el saber que Gaegel tenía una buena compañía la tranquilizaban. Tenía tanto tiempo sin verlo que le preocupaba qué tipo de compañías había hecho ese lobo canalla durante tanto tiempo.
Meleis era un muchacho tan puro e inocente, y por eso mismo le extrañaba que estuviese en compañía del licántropo. A Ryra le faltaba por conocer a la hermana del rubio, pero al menos, el hecho de que estuviese con Gaegel en esa carpa del placer le hacía evidente que compartían el mismo gusto por el sexo. Eran un par de seres tan diferentes al muchacho que la bruja tenía a un lado que le resultaba hasta gracioso. Sin duda llegaría el momento de reencontrarse con el lobo canalla. Pero no sería en ese lugar ni en ese momento.
OFF: Con este post, doy por culminada la intervención de Ryra en el tema. Estuvo muy bonito todo. Aunque a Ryra tuvo muy mala suerte en los juegos xD
Gaegel
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Con que unas bebidas… - dije mientras dudaba qué elección tomar, los sabores mundanos de los alimentos de los mortales no se equiparaban a la sensación refrescante y vigorizante de la sangre fresca.
Caminé pensativo mientras voceros anunciaban un nuevo evento para finalizar la noche. Ya se terminaba el festival, y con eso mis esperanzas de encontrar a aquel sujeto llamado Rhox se esfumaban. Solo quedaba esperar que Dante hubiese encontrado a quien buscábamos como misión, pero dudaba profundamente de aquel humano y su cuervo.
Aferrándome a que el humano hubiese sido útil, empecé mi camino a buscarlo, no debería estar lejos…
Dante caminó velozmente con la pequeña chica bestia en dirección a la tienda donde se supone el tal Sango corría peligro. Avanzábamos con pasos largos, casi corriendo, pero la velocidad de la pequeña insecto hacía demorar la marcha.
¿Y ese tal Sango como es? – dijo mientras avanzaban lidiando con los obstáculos que la oscuridad de la noche acentuaba.
Bueno, créeme si lo ves sabrás quien es… - comentó la pequeña con tono enigmático.
Tras varios minutos, se empezaron a escuchar estruendos, quejidos y gritos que retumbaban en dirección a la pareja que impotentes lidiaban con la incertidumbre de lo que encontrarían al llegar a su destino. Estaban cerca y el humano sabía que aquel ruido era propio de una batalla intensa que seguro se libraba en aquella dirección.
Tras pasar por unos árboles llegaron a un espacio abierto donde una gran tienda de color ocre resaltaba. Al llegar la mujer cuervo herida se encontraba en el centro con el cuerpo de una bestia inconsciente a su lado. Al ver la escena, la pequeña preocupada empezó a gritar y correr en su dirección. Dante en cambio se quedó en shock, perturbado por la imagen de aquella mujer que valerosamente había vencido a su oponente, pero en una lucha que bien pudo terminar con ella. El humano no le incomodaba la muerte o las vísceras de la guerra, estaba acostumbrada a ese contexto, pero su reacción era dada por la simple idea de perder a la mujer que representaba su amor idílico.
Un pitido nublaba su conciencia, su boca la sentía pastosa y un hormigueo incomodaba en la punta de los dedos de su mano derecha, extendiéndose poco a poco por sus falanges. Dante sentía la necesidad de actuar sus compulsiones, pero una sensación de aplomo lo mantenía estático. Solo recordaba haber sentido esa sensación antes, con su hermano hace muchos años…
Kvasir revoloteó hasta posarse sobre el humano y ante el tacto de las pequeñas patas del cuervo, Dante reaccionó. El ave negra empezó a picotear para informarle de lo sucedido. – Yo, yo la salvé… Ella luchó ferozmente, pero al final yo pude… - mencionó el ave mediante el código que por la velocidad de su picoteo denotaba lo ansioso que estaba el ave, la adrenalina podía con el emplumado. Kvasir estaba orgulloso de hacer lo imposible para él, vencer sus miedos. ¿pero por qué lo había hecho? Sería una duda que resonaría en la mente del ave por un tiempo
¿Qu- qué…? - dijo titubeando saliendo del ataque de pánico - no entiendo, ¿qué hablas K?
Lo vi todo, esa mujer es poderosa, y lucho contra aquel bárbaro duramente. Salió herida, espero que no sea grave, pero bueno…
Dante empezó un paso rápido para chequear el estado de la mujer bestia, que, si bien estaba estable, el daño en sus alas era evidente.
¿Sango sigue adentro? Tenemos que ayudarlo, pero tú no puedes Ava. – señaló la pequeña mientras las lágrimas caían por su mejilla.
Tienes que hacer algo, idiota. Te lo dije, si me dabas una hora la conquistaría, al final me tomó apenas unos minutos. – dijo el ave mofándose de su amigo, que, si bien era una conducta habitual, el ave no lo hacía solo para fastidiar al humano, lo hacía para motivarlo - Si no quieres que mis futuros polluelos le digan “mamá” a Ava, más te vale que hagas algo.
Dante no se detuvo en deparar en los comentarios de su cuervo, tampoco quiso hacer contacto visual con la herida mujer de cuernos y alas negras. El humano salió velozmente para entrar a la tienda, sabía que estaba desarmado y posiblemente sería imprudente ir al combate en esa situación, pero sus músculos se movían solos, no habría vuelta atrás.
Kvasir alzo vuelo y empezó a ver la marcha de su amigo desde lo alto, ya había sido mucha valentía por una vida para el cuervo cobarde, que hoy se vestía de héroe.
Dante entró a la tienda y vio un guerrero humano batallando con un lagarto que con movimientos ágiles acorralaba al humano. Sin meditarlo mucho, Dante concluyó que el bárbaro sería el tal Sango del que tanto hablaban, por lo que sin mediar palabra retiró su capa para dejar su brazo mecánico a la vista. La prótesis en sí era inútil sin la ballesta, apenas emulaba las funciones de un brazo humano. Pero el lagarto no tendría por qué saberlo.
Detente lagartija, si no quieres que te arranque la cola y te obligue a comerla, al final te volvería a crecer y podemos repetir el proceso. – Señalo mientras apuntaba a la bestia con su palma mecánica, como si aún tuviera su ballesta.
Quizás en un combate no tendría posibilidades contra el lagarto, pero su objetivo era ofrecerle a Sango la oportunidad de tomar ventaja gracias a su distracción, Dante no tenía miedo a morir y menos contemplando sus emociones recientes con Ava, si debía ser la carnada para que el guerrero pudiera dar el golpe final lo haría sin dudar.
Mientras Dante apuntaba al lagarto con su brazo metálico cual farol de arma mortal, se percató que había otro sujeto en aquella tienda de ocre ajeno a la batalla, que con ojos altaneros y una mirada crítica veía la entrada del Dante en aquella tienda como si se tratase de un invitado no deseado.
Allí está esa estúpida ave. - A la distancia vi el cuervo de Dante volando en círculos, me tomaría varios minutos llegar a aquella ubicación, pero no dejaría que eso me turbara, la misión había fracasado y en el fondo me reconfortaba, Corvo seguramente no estaría feliz con el nuevo, al final de cuentas mis anteriores asignaciones las había cumplido a la perfección, por lo que era lógico pensar que la variable nueva era el causante de salir de aquel festival sin nuestro candidato a estrella.
____________________________Caminé pensativo mientras voceros anunciaban un nuevo evento para finalizar la noche. Ya se terminaba el festival, y con eso mis esperanzas de encontrar a aquel sujeto llamado Rhox se esfumaban. Solo quedaba esperar que Dante hubiese encontrado a quien buscábamos como misión, pero dudaba profundamente de aquel humano y su cuervo.
Aferrándome a que el humano hubiese sido útil, empecé mi camino a buscarlo, no debería estar lejos…
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Dante caminó velozmente con la pequeña chica bestia en dirección a la tienda donde se supone el tal Sango corría peligro. Avanzábamos con pasos largos, casi corriendo, pero la velocidad de la pequeña insecto hacía demorar la marcha.
¿Y ese tal Sango como es? – dijo mientras avanzaban lidiando con los obstáculos que la oscuridad de la noche acentuaba.
Bueno, créeme si lo ves sabrás quien es… - comentó la pequeña con tono enigmático.
Tras varios minutos, se empezaron a escuchar estruendos, quejidos y gritos que retumbaban en dirección a la pareja que impotentes lidiaban con la incertidumbre de lo que encontrarían al llegar a su destino. Estaban cerca y el humano sabía que aquel ruido era propio de una batalla intensa que seguro se libraba en aquella dirección.
Tras pasar por unos árboles llegaron a un espacio abierto donde una gran tienda de color ocre resaltaba. Al llegar la mujer cuervo herida se encontraba en el centro con el cuerpo de una bestia inconsciente a su lado. Al ver la escena, la pequeña preocupada empezó a gritar y correr en su dirección. Dante en cambio se quedó en shock, perturbado por la imagen de aquella mujer que valerosamente había vencido a su oponente, pero en una lucha que bien pudo terminar con ella. El humano no le incomodaba la muerte o las vísceras de la guerra, estaba acostumbrada a ese contexto, pero su reacción era dada por la simple idea de perder a la mujer que representaba su amor idílico.
Un pitido nublaba su conciencia, su boca la sentía pastosa y un hormigueo incomodaba en la punta de los dedos de su mano derecha, extendiéndose poco a poco por sus falanges. Dante sentía la necesidad de actuar sus compulsiones, pero una sensación de aplomo lo mantenía estático. Solo recordaba haber sentido esa sensación antes, con su hermano hace muchos años…
Kvasir revoloteó hasta posarse sobre el humano y ante el tacto de las pequeñas patas del cuervo, Dante reaccionó. El ave negra empezó a picotear para informarle de lo sucedido. – Yo, yo la salvé… Ella luchó ferozmente, pero al final yo pude… - mencionó el ave mediante el código que por la velocidad de su picoteo denotaba lo ansioso que estaba el ave, la adrenalina podía con el emplumado. Kvasir estaba orgulloso de hacer lo imposible para él, vencer sus miedos. ¿pero por qué lo había hecho? Sería una duda que resonaría en la mente del ave por un tiempo
¿Qu- qué…? - dijo titubeando saliendo del ataque de pánico - no entiendo, ¿qué hablas K?
Lo vi todo, esa mujer es poderosa, y lucho contra aquel bárbaro duramente. Salió herida, espero que no sea grave, pero bueno…
Dante empezó un paso rápido para chequear el estado de la mujer bestia, que, si bien estaba estable, el daño en sus alas era evidente.
¿Sango sigue adentro? Tenemos que ayudarlo, pero tú no puedes Ava. – señaló la pequeña mientras las lágrimas caían por su mejilla.
Tienes que hacer algo, idiota. Te lo dije, si me dabas una hora la conquistaría, al final me tomó apenas unos minutos. – dijo el ave mofándose de su amigo, que, si bien era una conducta habitual, el ave no lo hacía solo para fastidiar al humano, lo hacía para motivarlo - Si no quieres que mis futuros polluelos le digan “mamá” a Ava, más te vale que hagas algo.
Dante no se detuvo en deparar en los comentarios de su cuervo, tampoco quiso hacer contacto visual con la herida mujer de cuernos y alas negras. El humano salió velozmente para entrar a la tienda, sabía que estaba desarmado y posiblemente sería imprudente ir al combate en esa situación, pero sus músculos se movían solos, no habría vuelta atrás.
Kvasir alzo vuelo y empezó a ver la marcha de su amigo desde lo alto, ya había sido mucha valentía por una vida para el cuervo cobarde, que hoy se vestía de héroe.
Dante entró a la tienda y vio un guerrero humano batallando con un lagarto que con movimientos ágiles acorralaba al humano. Sin meditarlo mucho, Dante concluyó que el bárbaro sería el tal Sango del que tanto hablaban, por lo que sin mediar palabra retiró su capa para dejar su brazo mecánico a la vista. La prótesis en sí era inútil sin la ballesta, apenas emulaba las funciones de un brazo humano. Pero el lagarto no tendría por qué saberlo.
Detente lagartija, si no quieres que te arranque la cola y te obligue a comerla, al final te volvería a crecer y podemos repetir el proceso. – Señalo mientras apuntaba a la bestia con su palma mecánica, como si aún tuviera su ballesta.
Quizás en un combate no tendría posibilidades contra el lagarto, pero su objetivo era ofrecerle a Sango la oportunidad de tomar ventaja gracias a su distracción, Dante no tenía miedo a morir y menos contemplando sus emociones recientes con Ava, si debía ser la carnada para que el guerrero pudiera dar el golpe final lo haría sin dudar.
Mientras Dante apuntaba al lagarto con su brazo metálico cual farol de arma mortal, se percató que había otro sujeto en aquella tienda de ocre ajeno a la batalla, que con ojos altaneros y una mirada crítica veía la entrada del Dante en aquella tienda como si se tratase de un invitado no deseado.
_______________________________________________________________________
Allí está esa estúpida ave. - A la distancia vi el cuervo de Dante volando en círculos, me tomaría varios minutos llegar a aquella ubicación, pero no dejaría que eso me turbara, la misión había fracasado y en el fondo me reconfortaba, Corvo seguramente no estaría feliz con el nuevo, al final de cuentas mis anteriores asignaciones las había cumplido a la perfección, por lo que era lógico pensar que la variable nueva era el causante de salir de aquel festival sin nuestro candidato a estrella.
Off
Zagreus va a reunirse con su acompañante quien se une a la batalla con Sango y Ava.
Zagreus
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
- No se. ¿De que te suena? - Respondí a la muchacha con picardía. Claramente sabía que se refería a aquel trabajo en las islas en el que nos habíamos conocido. Ya desde aquel entonces me había fijado en la belleza de la mujer y quizá se podría decir que fue en ese mismo trabajo cuando quedé prendado de ella, no solo por su belleza sino por lo decidida e impulsiva que me resultaba, algo que yo no me podía permitir muchas veces y sin embargo en ella era tan natural...
Pude ver de reojo como volvía su mirada a mi y supe que se había dado cuenta de mi gesto. "Genial Eleandris, otra metedura de pata esta noche" pensé mientras hinchaba mis pulmones al máximo de su capacidad, esperando el rechazo de la muchacha. Para mi sorpresa se acomodó pero no dijo nada más, ni pareció separarse. Ello me alivió un poco pero me mantuve ojo avizor analizando la actitud de Aylizz en busca de señales que me indicaran si se había molestado por aquel acercamiento del que ni yo mismo me había dado cuenta de cuando había hecho.
Poco después volvió a susurrarme. Abriendo los brazos que le hacían de apoyo el brazo izquierdo de Aylizz quedaba totalmente tras de mí y su cuerpo algo mas cercano al mío. Para oírla mejor también me incline hacia ella, de esta forma los brazos quedaban cruzados uno tras el otro y ambos torsos se tocaban. Me atreví a mirarla parando primero en sus labios y luego en aquellos hermosos ojos. - No me culpes a mi, siempre pudiste negarte, aunque....Me alegro que decidieras venir. Habría ido a buscarte si me lo hubieras pedido. -
Y aquellos ojos... Tenía que desviar de nuevo la mirada, y también la conversación, estaba hablando demasiado y si por algún casual aún no me habría pillado, ahora estaba poniéndoselo demasiado fácil. Volví los ojos apenas un segundo al espectáculo sabiendo que aquella rotura visual era necesaria para quebrar el ambiente que se estaba generando, o que yo creía que se estaba generando y me sirvió para recuperar la compostura suficiente para continuar sosteniéndole la mirada, esta vez haciendo un esfuerzo consciente por no delatar todo lo que me pasaba por la mente y el corazón cuando la veía.
- ¿Qué clase de licor le gusta a tu "socio"? - Hice un especial énfasis en la palabra socio. Un énfasis que tardaría días en darme cuenta que había hecho. - No se gran cosa de licores pero tal vez pueda darte alguna idea si te vieses indecisa sobre cual elegir. - El espectáculo daba sus últimos coletazos y el arrebol anunciaba que pronto iniciaría el sol un nuevo día. Me dejé guiar por Aylizz lo que restó de aquella feria y viaje mientras trataba de resistirme con todas mis fuerzas a aquellos labios que tan al alcance habían estado momentos atrás.
Tran pronto finalizó el espectáculo nos levantamos y recogí la capa del suelo, sacudiendola primero para tratar de quitarle la mayor cantidad posible arena. Luego abracé a Aylizz pasando mi brazo derecho por sus hombros cubriéndonos a ambos con la capa resguardándonos de las bajas temperaturas de la madrugada. Aunque para ser sincero conmigo mismo, también fue una simple excusa poder seguir pegado a ella hasta que nuestros caminos volvieran a separarse o ella rechazara esa cercanía. Con la mirada hastiada por el sueño y el conocimiento de lo próximo del final de aquel momento volví a dedicarle otra sonrisa más. - ¿Vamos? ese licor no va a comprarse solo. -
Pude ver de reojo como volvía su mirada a mi y supe que se había dado cuenta de mi gesto. "Genial Eleandris, otra metedura de pata esta noche" pensé mientras hinchaba mis pulmones al máximo de su capacidad, esperando el rechazo de la muchacha. Para mi sorpresa se acomodó pero no dijo nada más, ni pareció separarse. Ello me alivió un poco pero me mantuve ojo avizor analizando la actitud de Aylizz en busca de señales que me indicaran si se había molestado por aquel acercamiento del que ni yo mismo me había dado cuenta de cuando había hecho.
Poco después volvió a susurrarme. Abriendo los brazos que le hacían de apoyo el brazo izquierdo de Aylizz quedaba totalmente tras de mí y su cuerpo algo mas cercano al mío. Para oírla mejor también me incline hacia ella, de esta forma los brazos quedaban cruzados uno tras el otro y ambos torsos se tocaban. Me atreví a mirarla parando primero en sus labios y luego en aquellos hermosos ojos. - No me culpes a mi, siempre pudiste negarte, aunque....Me alegro que decidieras venir. Habría ido a buscarte si me lo hubieras pedido. -
Y aquellos ojos... Tenía que desviar de nuevo la mirada, y también la conversación, estaba hablando demasiado y si por algún casual aún no me habría pillado, ahora estaba poniéndoselo demasiado fácil. Volví los ojos apenas un segundo al espectáculo sabiendo que aquella rotura visual era necesaria para quebrar el ambiente que se estaba generando, o que yo creía que se estaba generando y me sirvió para recuperar la compostura suficiente para continuar sosteniéndole la mirada, esta vez haciendo un esfuerzo consciente por no delatar todo lo que me pasaba por la mente y el corazón cuando la veía.
- ¿Qué clase de licor le gusta a tu "socio"? - Hice un especial énfasis en la palabra socio. Un énfasis que tardaría días en darme cuenta que había hecho. - No se gran cosa de licores pero tal vez pueda darte alguna idea si te vieses indecisa sobre cual elegir. - El espectáculo daba sus últimos coletazos y el arrebol anunciaba que pronto iniciaría el sol un nuevo día. Me dejé guiar por Aylizz lo que restó de aquella feria y viaje mientras trataba de resistirme con todas mis fuerzas a aquellos labios que tan al alcance habían estado momentos atrás.
Tran pronto finalizó el espectáculo nos levantamos y recogí la capa del suelo, sacudiendola primero para tratar de quitarle la mayor cantidad posible arena. Luego abracé a Aylizz pasando mi brazo derecho por sus hombros cubriéndonos a ambos con la capa resguardándonos de las bajas temperaturas de la madrugada. Aunque para ser sincero conmigo mismo, también fue una simple excusa poder seguir pegado a ella hasta que nuestros caminos volvieran a separarse o ella rechazara esa cercanía. Con la mirada hastiada por el sueño y el conocimiento de lo próximo del final de aquel momento volví a dedicarle otra sonrisa más. - ¿Vamos? ese licor no va a comprarse solo. -
- offrol:
- Interactúo con Aylizz
Tras este post yo hago mi última intervención en el evento. Reconozco que estaba esperando algo que nos pusiera en apuros aunque se agradece la tranquilidad esta vez.
Doy permiso a Aylizz para que emplee a Eleandris como mejor considere en su proximo post si realiza una nueva intervención
- Apariencia:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A través del cuello de su ropa y al final de sus mangas se pueden ver aún las quemaduras que le hicieron las mariposas. Tiene una herida que casi daña su ojo y abarca desde mas arriba de la ceja hasta la mitad de la mejilla
Al estar cerca de Eleandris debería notarse el olor de la flor del naranjo
Eleandris
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Al principio todo fue caos. Los lagartos golpearon con violencia a un Sango que pese a los desesperados intentos por defenderse (1), los golpes, veloces, acabaron por derribarle. Entonces, en el suelo, un respiro: alas negras como la noche, gritos de sorpresa y voces que proferían grandes amenazas contra la nueva figura que había entrado a formar parte del juego.
Sango observó desde el suelo, inmóvil, como aprovechó un momento de respiro para liberar a Enrik y ordenarle que sacara de allí a Lasha. Sus ojos pasaron de la que sabía que era Ava, a Lasha y luego a Enrik y después, se centró en el hombre con el que había dialogado hacía tan solo unos instantes. Los instrumentos, más propios de una clínica, tirados por el suelo, también el vaso, con su ya escaso contenido derramado por el suelo, giraba sin sentido a sus pies.
La pelea entonces escaló y Ben, que había cogido aire, se lanzó, sin pensarlo mucho, hacia el hombre al que tomó por sorpresa y no pudo esquivar el golpe que le impactó en el costado pese a su intento por hacerse a un lado. El hombre, airado, levantó su mano derecha y murmuró algo justo antes de que Sango y todo lo que había a su alrededor, saliera volando (2).
Sango cayó al suelo a varios pasos de distancia junto con decenas de objetos de menor tamaño que llovían sobre él. Cuando la lluvia hubo terminado se incorporó para ver que el hombre le estaba ignorando y centraba su atención en el exterior de la tienda, donde, presumiblemente, Ava se estaría enfrentando a los dos lagartos. Ben estaba a medio camino entre el suelo y una posición vertical cuando el hombre se giró y le miró con odio en los ojos.
- No sabes lo que has hecho hoy... Nos volveremos a ver tenlo por seguro.
Cuando el hombre se dirigió al otro lado de la tienda, Ben se había levantado del todo y le señaló.
- Más te vale no cumplir esa promesa, porque la próxima vez que te vea será cuando mi hacha se clave en tu cabeza.
Una expresión de odio recorrió su rostro mientras que Sango le mostraba los dientes a modo de promesa. Entonces, el hombre, recuperando algunos objetos, cortó la lona y sin volver la vista atrás, corrió alejándose de la tienda. Ben escupió al suelo y salió de la tienda para socorrer a Ava.
Cuando salió, le pareció que Enrik amenazaba a uno de los lagartos, pero rápidamente se fijó en que no era el caso. Había un tercer participante que amenazaba a uno de los lagartos que caminaba lentamente hacia él. Ben, se echó sobre él, estirando los brazos hacia su cuello. Eran, sin duda, bestias grandes y fuertes y pese a su intento por hacerle caer, lo único que consiguió fue que se diera la vuelta y le mirara con esos ojos serpentinos.
Ben dio un par de pasos hacia atrás y escupió al suelo en su dirección, menospreciando a su adversario. Este se abalanzó contra él con un rápido salto y Ben se agachó lo justo para apresar una de sus piernas. El lagarto, desequilibrado cayó al suelo y pateó a Sango, que golpeaba la pierna apresada con el brazo libre. Pese a todo, el lagarto se deshizo de su captor y con un ágil movimiento se puso nuevamente en pie.
Ahora fue Sango el que se acercó a él y se enzarzaron en una pelea de fuerza, ambos cogidos por los brazos, tratando de desequilibrar al rival y gruñendo. En uno de esos lances, Sango, decidió arriesgarse y perder el equilibrio lanzando una patada que acertó en la rodilla de su rival, pero provocó que ambos cayeran al suelo. Por desgracia, el lagarto quedó encima y le asestó dos golpes en el costado que le cortaron la respiración.
De repente, y con la visión borrosa, la presión sobre él desapareció. El aire volvió a sus pulmones y con un par de bocanadas seguidas por una horrible tos, Sango giró para entrever formas pelear. Apretó los dientes y se levantó lo más rápido que pudo y se lanzó nuevamente hacia el lagarto.
Esta vez, le tomó desprevenido y consiguió caer sobre él. Le agarró la cabeza y la presionó contra el suelo. Arrastró la cabeza del lagarto por el suelo mientras hincaba la rodilla en la espalda y su brazo libre presionaba uno de los hombros. Como vio que el forcejeo continuaba y que lanzaba las piernas hacia atrás para golpearle, decidió repetir una táctica que funcionó en la Arena: le estampó la cabeza contra el suelo siendo esta vez la superficie de impacto era la cara.
Permaneció sobre el lagarto un tiempo más que prudencial para asegurarse de que estaba fuera de combate. Cuando se levantó miró a su alrededor e hizo una ligera reverencia en dirección al desconocido con brazo metálico para agradecerle la ayuda. Luego sus ojos se posaron en Ava.
- ¿Estáis todos bien?- preguntó separándose del lagarto.
Miraba a un lado y a otro para buscar a Enrik y Lasha, pero no los encontró. No sabía si la historia del misterioso brujo era cierta, pero los dos, seguramente, tenían mucho de lo que hablar, lejos de oídos indiscretos y dedos acusadores. Y aunque hubiera estado bien conocer cómo había acabado Enrik metido en aquel lío, Sango no hizo nada más por buscarle. Los Dioses decidirían si sus caminos se volvería a encontrar. Mientras tanto, terminaría sus asuntos allí y disfrutaría de lo que quedaba de feria.
- Estos de aquí no darán más problemas- comentó mientras pasaba sus ojos de uno a otro.- Deberíamos beber algo. Sellar esta victoria con una bebida es lo mejor que podemos hacer.
La propuesta quedó en el aire.
Sango observó desde el suelo, inmóvil, como aprovechó un momento de respiro para liberar a Enrik y ordenarle que sacara de allí a Lasha. Sus ojos pasaron de la que sabía que era Ava, a Lasha y luego a Enrik y después, se centró en el hombre con el que había dialogado hacía tan solo unos instantes. Los instrumentos, más propios de una clínica, tirados por el suelo, también el vaso, con su ya escaso contenido derramado por el suelo, giraba sin sentido a sus pies.
La pelea entonces escaló y Ben, que había cogido aire, se lanzó, sin pensarlo mucho, hacia el hombre al que tomó por sorpresa y no pudo esquivar el golpe que le impactó en el costado pese a su intento por hacerse a un lado. El hombre, airado, levantó su mano derecha y murmuró algo justo antes de que Sango y todo lo que había a su alrededor, saliera volando (2).
Sango cayó al suelo a varios pasos de distancia junto con decenas de objetos de menor tamaño que llovían sobre él. Cuando la lluvia hubo terminado se incorporó para ver que el hombre le estaba ignorando y centraba su atención en el exterior de la tienda, donde, presumiblemente, Ava se estaría enfrentando a los dos lagartos. Ben estaba a medio camino entre el suelo y una posición vertical cuando el hombre se giró y le miró con odio en los ojos.
- No sabes lo que has hecho hoy... Nos volveremos a ver tenlo por seguro.
Cuando el hombre se dirigió al otro lado de la tienda, Ben se había levantado del todo y le señaló.
- Más te vale no cumplir esa promesa, porque la próxima vez que te vea será cuando mi hacha se clave en tu cabeza.
Una expresión de odio recorrió su rostro mientras que Sango le mostraba los dientes a modo de promesa. Entonces, el hombre, recuperando algunos objetos, cortó la lona y sin volver la vista atrás, corrió alejándose de la tienda. Ben escupió al suelo y salió de la tienda para socorrer a Ava.
Cuando salió, le pareció que Enrik amenazaba a uno de los lagartos, pero rápidamente se fijó en que no era el caso. Había un tercer participante que amenazaba a uno de los lagartos que caminaba lentamente hacia él. Ben, se echó sobre él, estirando los brazos hacia su cuello. Eran, sin duda, bestias grandes y fuertes y pese a su intento por hacerle caer, lo único que consiguió fue que se diera la vuelta y le mirara con esos ojos serpentinos.
Ben dio un par de pasos hacia atrás y escupió al suelo en su dirección, menospreciando a su adversario. Este se abalanzó contra él con un rápido salto y Ben se agachó lo justo para apresar una de sus piernas. El lagarto, desequilibrado cayó al suelo y pateó a Sango, que golpeaba la pierna apresada con el brazo libre. Pese a todo, el lagarto se deshizo de su captor y con un ágil movimiento se puso nuevamente en pie.
Ahora fue Sango el que se acercó a él y se enzarzaron en una pelea de fuerza, ambos cogidos por los brazos, tratando de desequilibrar al rival y gruñendo. En uno de esos lances, Sango, decidió arriesgarse y perder el equilibrio lanzando una patada que acertó en la rodilla de su rival, pero provocó que ambos cayeran al suelo. Por desgracia, el lagarto quedó encima y le asestó dos golpes en el costado que le cortaron la respiración.
De repente, y con la visión borrosa, la presión sobre él desapareció. El aire volvió a sus pulmones y con un par de bocanadas seguidas por una horrible tos, Sango giró para entrever formas pelear. Apretó los dientes y se levantó lo más rápido que pudo y se lanzó nuevamente hacia el lagarto.
Esta vez, le tomó desprevenido y consiguió caer sobre él. Le agarró la cabeza y la presionó contra el suelo. Arrastró la cabeza del lagarto por el suelo mientras hincaba la rodilla en la espalda y su brazo libre presionaba uno de los hombros. Como vio que el forcejeo continuaba y que lanzaba las piernas hacia atrás para golpearle, decidió repetir una táctica que funcionó en la Arena: le estampó la cabeza contra el suelo siendo esta vez la superficie de impacto era la cara.
Permaneció sobre el lagarto un tiempo más que prudencial para asegurarse de que estaba fuera de combate. Cuando se levantó miró a su alrededor e hizo una ligera reverencia en dirección al desconocido con brazo metálico para agradecerle la ayuda. Luego sus ojos se posaron en Ava.
- ¿Estáis todos bien?- preguntó separándose del lagarto.
Miraba a un lado y a otro para buscar a Enrik y Lasha, pero no los encontró. No sabía si la historia del misterioso brujo era cierta, pero los dos, seguramente, tenían mucho de lo que hablar, lejos de oídos indiscretos y dedos acusadores. Y aunque hubiera estado bien conocer cómo había acabado Enrik metido en aquel lío, Sango no hizo nada más por buscarle. Los Dioses decidirían si sus caminos se volvería a encontrar. Mientras tanto, terminaría sus asuntos allí y disfrutaría de lo que quedaba de feria.
- Estos de aquí no darán más problemas- comentó mientras pasaba sus ojos de uno a otro.- Deberíamos beber algo. Sellar esta victoria con una bebida es lo mejor que podemos hacer.
La propuesta quedó en el aire.
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(1) Uso de habilidad - Baile de Uno (Pasiva): El entrenamiento ha dado sus frutos y Sango es capaz de utilizar su escudo, brazos, piernas, en definitiva, todo aquello de lo que disponga en un reducido espacio de terreno que considera suyo, para esquivar los ataques de varios enemigos.
(2) Uso de habilidad por parte del desconocido. Es inventada y ya se usó en otro tema. Muro espejo: el conjurador es capaz de crear una densa corriente de aire para detener un golpe y luego liberar esa corriente de aire contra su adversario. Funciona mejor en espacios cerrados. ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo])
Interactúo con Ava Kenrith y con Dante
Finalmente, la búsqueda de Enrik Ulster finaliza con este y Lasha desapareciendo de la escena sin saber nada más de ellos. ¿La historia del tipo de la tienda sería verdad? Si no lo era, ¿cómo acabó Enrik en un lío de esas proporciones? Y, ese brujo misterioso al que denomino como "tipo", ¿quién es? Y estos enormes lagartos, ¿de dónde salen? Y muchas preguntas que, por desgracia, deben quedar sin respuesta. De momento.
Sango
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Ava no tardó en darse cuenta de que la insectoide no había llegado hasta allí ella sola, Dante la acompañaba, y aunque se quedó algo más alejado, aparentemente paralizado durante unos instantes, el humano reaccionó al ver la preocupación de la niña, lanzándose a apoyar a Sango a pesar de no conocerlo. - No llores Ennie, ¿ves? Ya van a ayudarlo. - susurró, alzando una mano para secar las lágrimas que corrían por las mejillas de la pequeña.
Intentaba ser positiva a pesar de la situación, ya que tal como se encontraba, dolorida y exhausta por haber entrado en frenesí durante el combate, no había nada más que pudiese hacer por el momento. - ¿Y tú? ¿cómo estás? ¿puedes levantarte? - preguntó la chiquilla, dispuesta a echarle una mano si lo necesitaba. - Solo estoy algo cansada, se me pasará. - aseguró la cuerva, quitando importancia al asunto y evitando decir nada sobre el ardor del ala o las molestias que se extendían por ambos brazos y también por su cuello.
- No quiero preocuparla más, cuando la lleve de regreso al puesto de nuestra aldea hablaré con Sera para que me trate las heridas. - pensó, reuniendo las fuerzas que le quedaban para ponerse en pie.
Mientras tanto, el conflicto continuaba dentro de la rojiza tienda, y no les quedaba más remedio que esperar allí fuera hasta que éste terminase. - ¿Cómo les estará yendo? - se preguntó la morena, ligeramente preocupada por la integridad de sus aliados. - Espero que puedan encargarse del resto… porque por mucho que quiera ayudarlos ahora mismo solo sería un estorbo. - siguió sumida en sus pensamientos, algo cabizbaja por no ser lo suficientemente fuerte como para seguir luchando.
La visión de algunas de sus negras plumas esparcidas por el suelo hizo que la híbrida se tomase unos segundos para revisar su ala derecha, comprobando el punto en que su enemigo la había alcanzado. - Tendré que esperar a que salgan de nuevo. - musitó, dejando escapar un suspiro de tristeza.
Cuando Sango apareció, forcejeando con el lagarto que quedaba en pie, la tensión se trasladó al exterior, consiguiendo que Ennie se aferrase a su brazo, obligándola a esforzarse para que el dolor no se reflejase en su rostro. - Ven conmigo. - instó, tirando de la pequeña para mantenerla a salvo, a una distancia prudencial de ambos combatientes.
Por suerte el humano pudo imponerse, dejando al reptil fuera de juego tras golpearlo duramente en la cabeza, y en cuanto el peligro desapareció, quiso asegurarse de que todos estuviesen bien. Ava se limitó a asentir en respuesta, y Ennie por fin podía respirar tranquila, todo había acabado, gracias a los espíritus.
Y como todo buen aficionado a las peleas, Sango no tardó en lanzar una propuesta a los presentes, ir a celebrar la victoria con unas bebidas. - Co… con tal de perder este lugar de vista… me apunto. - dijo la joven, con la voz algo más áspera que de costumbre debido a la inflamación de su garganta. La cuerva no solía beber, de hecho solo lo hacía en ocasiones especiales, pero quería largarse de allí cuanto antes, cualquier sitio le valdría.
- Después te llevaré de vuelta con Gonerk y los demás. - añadió, girándose hacia la insectoide.
Off: Tras acabar el enfrentamiento con los lagartos, Ava y Ennie se quedan con Sango y Dante
Intentaba ser positiva a pesar de la situación, ya que tal como se encontraba, dolorida y exhausta por haber entrado en frenesí durante el combate, no había nada más que pudiese hacer por el momento. - ¿Y tú? ¿cómo estás? ¿puedes levantarte? - preguntó la chiquilla, dispuesta a echarle una mano si lo necesitaba. - Solo estoy algo cansada, se me pasará. - aseguró la cuerva, quitando importancia al asunto y evitando decir nada sobre el ardor del ala o las molestias que se extendían por ambos brazos y también por su cuello.
- No quiero preocuparla más, cuando la lleve de regreso al puesto de nuestra aldea hablaré con Sera para que me trate las heridas. - pensó, reuniendo las fuerzas que le quedaban para ponerse en pie.
Mientras tanto, el conflicto continuaba dentro de la rojiza tienda, y no les quedaba más remedio que esperar allí fuera hasta que éste terminase. - ¿Cómo les estará yendo? - se preguntó la morena, ligeramente preocupada por la integridad de sus aliados. - Espero que puedan encargarse del resto… porque por mucho que quiera ayudarlos ahora mismo solo sería un estorbo. - siguió sumida en sus pensamientos, algo cabizbaja por no ser lo suficientemente fuerte como para seguir luchando.
La visión de algunas de sus negras plumas esparcidas por el suelo hizo que la híbrida se tomase unos segundos para revisar su ala derecha, comprobando el punto en que su enemigo la había alcanzado. - Tendré que esperar a que salgan de nuevo. - musitó, dejando escapar un suspiro de tristeza.
Cuando Sango apareció, forcejeando con el lagarto que quedaba en pie, la tensión se trasladó al exterior, consiguiendo que Ennie se aferrase a su brazo, obligándola a esforzarse para que el dolor no se reflejase en su rostro. - Ven conmigo. - instó, tirando de la pequeña para mantenerla a salvo, a una distancia prudencial de ambos combatientes.
Por suerte el humano pudo imponerse, dejando al reptil fuera de juego tras golpearlo duramente en la cabeza, y en cuanto el peligro desapareció, quiso asegurarse de que todos estuviesen bien. Ava se limitó a asentir en respuesta, y Ennie por fin podía respirar tranquila, todo había acabado, gracias a los espíritus.
Y como todo buen aficionado a las peleas, Sango no tardó en lanzar una propuesta a los presentes, ir a celebrar la victoria con unas bebidas. - Co… con tal de perder este lugar de vista… me apunto. - dijo la joven, con la voz algo más áspera que de costumbre debido a la inflamación de su garganta. La cuerva no solía beber, de hecho solo lo hacía en ocasiones especiales, pero quería largarse de allí cuanto antes, cualquier sitio le valdría.
- Después te llevaré de vuelta con Gonerk y los demás. - añadió, girándose hacia la insectoide.
Off: Tras acabar el enfrentamiento con los lagartos, Ava y Ennie se quedan con Sango y Dante
Ava Kenrith
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
La mar recuperó su calma y las luces se apagaron, devolviendo la blanquecina y suave claridad que propiciaba la luna a la bahía. Muchos de los asistentes comenzaban entonces a recogerse, aunque otros grupos parecían dispuestos a coronar la playa hasta ver amanecer. Pensaba en ello mientras caminaba despreocupada, al cobijo de la capa de Eleandris y su abrazo, sin dejar de mirar a quienes permanecían en la arena y considerando mentalmente cuánto viaje sería capaz de recorrer de vuelta sin tener que sucumbir al sueño, aunque recordaba varios paradores a lo largo del camino que podrían darle servicio. Y de algo tan cotidiano, tan lógico como el planificar un viaje que en breve se emprendería, su mente tambaleó, inclinándose hacia otros pensamientos.
La velada terminaba y considerándola en conjunto, había resultado acertado corresponder a la invitación. Como bien había dicho el elfo, podría haberse negado. Aunque aquel hecho resultaba ser el que ahora la agitaba y era consciente, por mucho que la elfa le hubiese restado importancia, de que la conversación con Lissinda cuando recibió la carta estaba cargada de verdad. Empezó a preguntarse qué esperaba él de todo aquello, lo mismo que había preferido no descubrir hacía un rato en la playa. Ah, pero ahora cualquier decisión tomada hasta el momento parecía carecer de importancia.
En su mente repasó cada momento desde su encuentro y lo cierto era que, si lo miraba con la lupa de buscar intención, en mayor o menor medida, la encontraba detrás de cada palabra. O quizá es que ahora le estaba dando demasiadas vueltas. Suspiró, sutil. No pretendía que él advirtiera su repentina desazón. Sin embargo, lejos de separarse, ajustó un poco más el agarre que mantenía rodeando su espalda, enganchando la mano en su cintura. Y cuando él correspondió, acariciando su hombro, tal vez de forma instintiva, las preocupaciones parecieron diluirse. ¿A caso importaban sus intenciones, realmente? Hasta el momento no había mostrado ninguna a las claras, más que la de ser delicado en su trato y disfrutar del festival.
No fue de extrañar que los últimos puestos comerciales en cerrar fueran los de bebida, pues aquellos que se resistían a dar por terminada la noche aún pedían rondas. Sin darle demasiadas vueltas, escogió una bebida norteña, de un color turquesa y aroma mentolado, aunque la eligió sobretodo por la originalidad del vidrio de la botella, con tallas y dibujos cuidadosamente detallados. En realidad, muchos de los encargos que le llevaba al mercader se guiaban por ese tipo de detalles, sugiriendo que cuando estuviesen vacías podía quedárselas para darles un uso más refinado.
Y todo esto viene a cuento de rellenar un poco antes de cerrar. Digo… La elfa divagaba en su mente, con la botella entre las manos, mientras cerraba el trato con el comerciante. Y supongo que Eleandris estaba que se subía por las paredes. Siguiendo entonces el camino que indicaba la salida, se mordía la punta de la lengua en el interior de la boca, inquieta. Llegado aquel punto no sabía si restaba mucho más que decir, considerando que no se habían dicho realmente nada. Al llegar a los límites del bosque, donde empezaba a disgregarse el gentío, ralentizó el paso.
—A mí también me alegra haber venido…— comenzó a decir, retomando con lo que él dijo en la playa —Supongo que el próximo encuentro me toca elegirlo a mí.— sugirió entonces, volviéndose hacia él y cortándole el paso, parándose de frente.
El rostro del elfo fue indescriptible, aunque a ella le dibujó una divertida sonrisa. Lo tomó de una mano, de forma despreocupada y lo obligó a acercarse a ella con suavidad.
—Sé dónde buscarte, soldado de Corona del Sol…— rió con suavidad, cuando notó que pese a la sorpresa de su rostro por el acercamiento, él esbozaba una sonrisa, aunque permaneció inmóvil. Ella dudó un momento y finalmente añadió. —Y puede que lo haga.
Y ya está. Ohhhhh, todo el mundo decepcionado. Voy a desviar la atención para decir que ¡ha sido un Evento Social muy chulo! Pese a mi suerte en el laberinto JAJAJA, en fin, la vida es maravillosa.
Aylizz Wendell
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Esperamos que hayan disfrutado
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Cuando la historia del hundimiento de la legendaria Marcuria llegó a su cúlmen, una ovación de aplausos y silbidos se alzó desde la playa y los muelles. Danzarinas y actores se despidieron del conmovido público con una nueva sucesión de saltos y piruetas, antes de sumergirse de nuevo, dejando atrás un mar oscuro y en calma.
Poco a poco, en pequeños grupos, los espectadores se fueron alejando de la arena, de regreso al núcleo principal de la Feria. Algunos seguían más allá, retirándose a descansar tras una velada de festejos. Otros permanecían un tiempo más comiendo, bebiendo o realizando las últimas compras de la jornada, un obsequio para recordar la experiencia vivida.
Y a medida que la campa se iba despejando, también la música, las conversaciones y las risas se aquietaban. Hasta que, finalmente, solo se oían algunos cantos alimentados por la embriaguez. Eso y el girar de la última atracción que aún permanecía abierta: la Ruleta de la Fortuna, que animaba a los rezagados a tentar una vez más a la suerte.
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Queda claro que, cuando el master no saca las mariposas explosivas, ya se encarga alguien de ponerle acción al tema. Muchas gracias a quienes se han animado a participar. Ha sido un placer leer sus respuestas, tramas y descripciones y me alegra mucho que un evento dedicado a una de las razas más desatendidas del foro haya tenido tan buena acogida.
Siguiendo la tradición iniciada por Ansur, no recibirán recompensa, sino que tendrán que comprarla. Cada uno recibirá varias [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Éstas son intransferibles y han sido asignadas en función de la cantidad de respuestas (1 por post), la cantidad de huevos encontrados (1 por huevo), la puntuación del dado más alto durante la prueba del laberinto (1 por punto), la participación en tramas con otros usuarios (1 por trama, para cada participante), la participación en las actividades propuestas o aportadas por los usuarios (1 por actividad) y un pequeño extra por las descripciones de ambientes, actividades, puestos o PNJs. A continuación, podrán ver el número de plumas asignadas a cada personaje.
- Distribución de las plumas doradas:
- Artorias: 2 plumas
Majistus: 10 plumas
Ava Kenrith: 16 plumas (Bono por la emocionante trama conjunta y por el detalle con Kvasir, héroe por una noche)
Eleandris: 33 plumas (Bono por la trama romántica TP, aunque tuve tentaciones de que alguien escuchara eso de la tosca alfarería. Qué se le va a hacer, prometí evento tranquilo)
Meraxes: 32 plumas, más lo que traiga del otro hilo
Níniel Thenidiel: 3 plumas
Sango: 17 plumas, más lo que traiga del otro hilo (Bono por la emocionante trama conjunta y por la original exhibición de vuelo)
Sein Isånd: 23 plumas (Bono de inclusividad, gran puesto el que montaste)
Eberus: 2 plumas, más lo que traiga del otro hilo
Gaegel: 30 plumas, más lo que traiga del otro hilo
Helena Rhodes: 5 plumas
Zagreus: 27 plumas, más lo que traiga del otro hilo (Bono por la emocionante trama conjunta y por tener un detalle con los niños)
Mina Harker: 14 plumas (Bono mente de tiburón)
Ingela: 3 plumas
Aylizz Wendell: 25 plumas (Bono por la trama romántica TP)
Vincent Calhoun: 3 plumas
Cohen: 35 plumas
Elen Calhoun: 25 plumas (Bono por sacar el dado más alto en el laberinto, como si te hubiera hecho falta)
Akanke: 8 plumas
Podrán cambiar sus plumas doradas por alguna de las recompensas listadas más abajo, respondiendo en este hilo hasta el viernes 28 de octubre (incluido). Cada participante recibirá, además, 5 px y 50 aeros que ya han sido sumados a sus perfiles (mentira, lo haré después de postear).
- 25 plumas:
- Cerveza alada: [Consumible] La mejor cerveza al oeste del continente, fabricada por una tribu de hombres-ave. Dicen que da alas, pero no es cierto, no te crecerán nuevos apéndices por beberla. Lo que sí podrás es levitar por dos rondas.
- 15 plumas:
- Brocheta de yak: [Consumible] Parece una simple tira de carne seca, pero no te dejes engañar, el secreto está en las especias. Al consumirla, sentirás una inyección de energía revitalizadora, haciendo que recuperes todos los usos de una habilidad de hasta nivel 9 (o una habilidad racial).
- 7 plumas:
- Huevo sorpresa: [Consumible] Parece un simple huevo de codorniz, pero al romperse, expulsará una nube de gas fétido que tardará dos rondas en disiparse. Si se rompe contra la piel desnuda de un ser vivo, éste sufrirá una quemadura leve en la zona de contacto.
- 1 pluma:
- Ticket para la ruleta: Cuanto más juegues, más posibilidades de ganar. Podemos garantizar que recuperarás una media de 10 aeros por ticket invertido.
Fehu
Master
Master
Cantidad de envíos : : 1561
Nivel de PJ : : 0
Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Bonito evento y Fehu mejor persona. Tomo nota y los próximos comentarios los haré siempre en idioma élfico (?
Paso hacer las compras con las plumas:
1 brocheta de Yak -> 15 plumas
2 huevos sorpresa -> 14 plumas
4 tickets para la ruleta -> 4 plumas
Paso hacer las compras con las plumas:
1 brocheta de Yak -> 15 plumas
2 huevos sorpresa -> 14 plumas
4 tickets para la ruleta -> 4 plumas
Eleandris
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 167
Nivel de PJ : : 1
Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Gracias al máster por el evento, cómo siempre.
Gasto mis 35 plumas en 35 tickets para la ruleta: 350 aeros
Gasto mis 35 plumas en 35 tickets para la ruleta: 350 aeros
Cohen
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 756
Nivel de PJ : : 5
Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Muy bonito el evento. Gracias a los dioses no hubo mariposas traicioneras y hubo final feliz (?)
Voy a realizar estas compras:
La Mirada del Alma 1 pza (15 plumas suaves)
Gel frío/calor 1 pza (7 plumas suaves)
Pluma dorada 5 pzas (5 plumas suaves)
Total 27 plumas suaves
Brocheta de yak 1 pza. (15 plumas doradas)
Huevo sorpresa 1 pza (7 plumas doradas)
Ticket para la ruleta 13 pzas. (13 plumas doradas) = 130 Aeros
Total: 30 + 5 = 35 plumas doradas
Voy a realizar estas compras:
La Mirada del Alma 1 pza (15 plumas suaves)
Gel frío/calor 1 pza (7 plumas suaves)
Pluma dorada 5 pzas (5 plumas suaves)
Total 27 plumas suaves
Brocheta de yak 1 pza. (15 plumas doradas)
Huevo sorpresa 1 pza (7 plumas doradas)
Ticket para la ruleta 13 pzas. (13 plumas doradas) = 130 Aeros
Total: 30 + 5 = 35 plumas doradas
Última edición por Gaegel el Dom Oct 23, 2022 10:56 pm, editado 1 vez (Razón : Para hacer más claros mis movimientos financieros de plumas :v)
Gaegel
Lobo Renegado
Lobo Renegado
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Nivel de PJ : : 2
Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Un evento maravilloso ^^ y con gustos para todos los públicos 7u7. Gracias y enhorabuenas como siempre!!
Tengo 28 plumas extra suaves y 2 plumas doradas.
Intercambios:
+La Mirada del Alma: -15 extra suaves
+13 plumas doradas: -13 extra suaves
+15 tickets (150 aeros): -15 doradas
Tengo 28 plumas extra suaves y 2 plumas doradas.
Intercambios:
+La Mirada del Alma: -15 extra suaves
+13 plumas doradas: -13 extra suaves
+15 tickets (150 aeros): -15 doradas
Eberus
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 212
Nivel de PJ : : 1
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