Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]

**Cohen** Vie 14 Oct - 11:12

El juego de la búsqueda de los huevos había terminado y el vampiro entregó los suyos. Se disponía a abandonar ese grupo: quería comprar algo de leche para la pantera…

Pero cuándo supo la existencia de aquel laberinto subterráneo, bajo la influencia de los ullúmes, y un juego de orientación, el vampiro no supo resistirse.

Cómo la rata nocturna que llevaba siendo los casi cuatro años que lograba recordar, se aventuró rápidamente en el laberinto en la compañía de Meleis y Ryra.

―Puedo ver en la oscuridad. Sigan mi voz en caso de pérdida.

El joven dijo que el perdedor pagaría la primera ronda y el vampiro esperaba no ser él. Más que nada, porque no tenía intención de comprometerse a gastar un dinero que no tenía. Lo poco que llevaba consigo era para ayudar a subsistir al cachorrillo.

Uniéndose a otros desconocidos, una voz masculina llegó hasta los oídos del vampiro una vez había entrado en el oscuro túnel de entrada. No era la de Meleis ni la de nadie que pudiera recordar. Pero aquella voz… aquella voz le sonaba demasiado…

Cuando volvió a escucharla, unos pasos más adelante, el recuerdo de otra cueva oscura llegó a su mente. ¿Acaso uno de aquellos hombres que le habían perseguido por los bosques del este durante un par de noches estaba allí?

―Nuestros caminos se vuelven a encontrar, desconocido ―dijo, alzando la voz para el hombre que caminaba entre aquellos túneles, quizás más cerca de lo que él creía, pudiera reconocer su tono.

Para prevenirse de un posible ataque, liberó su daga del cinto. Mejor era prevenir que curar. Continuó avanzando en la sombras, junto a la compañía de Meleis y Ryra

_____________________________________________

Sigo en compañía de Meleis y Ryra. Saludo a "mi viejo amigo" Eleandris, al que solo encuentro en túneles oscuros (?)

Lanzo tirada de pasos en el laberinto teniendo en cuenta que por mi vista vampírica sumo 2 puntos al dado.

11 puntos + 2 extra= 13 casillas

**Tyr** Vie 14 Oct - 11:12

El miembro 'Cohen' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Meraxes** Vie 14 Oct - 16:27

Tras su propuesta el joven rubio no esperaba recibir una contestación de una voz totalmente desconocida para él, al bajar un poco la mirada, no que ahora - al parecer - se unía al pequeño desafío. - Oh... sí. Eso, lo siento, me emocioné un poco. - Se disculpo con el elfo esbozando una sonrisa apenada, pues, él tenía razón, la ronda de cervezas para aquellos quienes completaran el circuito sería gratis. - Mucha suerte, señor. - Agregó el rubio al otro rubio.

Meleis estaba consciente de que no tenía ventajas en aquel lugar, pero ya había hecho la propuesta y sus dos conocidos aceptando. Cohen por su parte, más confiado, agregó que siguieran su voz en caso de perdida. - Lo tendré en mente, señor Cohen. - Asintió el joven poco antes de entrar. - Demos nuestro mejor esfuerzo. - Miró a la joven.

Lento pero seguro, esa fueron las palabras que caracterizaron el primer paso del joven dragón hacia el laberinto. Apenas y había avanzado y ya todo parecía una boca de lobo. Respiro profundo, no sabía que tan atrás se había quedado pues sus dos acompañantes no hablaban, pero, tomando en cuenta que iba más lento perezoso durmiente, no le extrañaba que se hubieran adelantado.

El reto en teoría no era ganar, sólo no llegar al final, así que se esforzaría... Respiró profundo y tanteando con la mano libre tomó sus segundos de valor para retomar la marcha.

Off:

Inventario:

**Tyr** Vie 14 Oct - 16:27

El miembro 'Meraxes' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Aylizz Wendell** Vie 14 Oct - 18:10

El reloj de arena agotó su tiempo sin haber conseguido encontrar más huevos, claro que tras el recuento y proclamarse el ganador comprendió que no debían quedar muchos más por encontrar. Por otro lado, consideró que ninguno de los dos había estado verdaderamente preocupado por dar con más, aunque no por eso había sido un rato aburrido.

—Acaparadores…— masculló entre dientes, aunque en tono burlón.

Sin embargo, todo sentimiento lastimero desapareció cuando Eleandris captó en el aire la sonora invitación a la bebida, no muy lejos de allí. Lejos de los puntos de venta, las carpas gastronómicas reunían a taberneros, licoreros y cocineros de unas y otras partes de los Reinos Bestiales, que engordaban su orgullo y sus bolsillos al tiempo que lo hacían los estómagos de sus clientes.

La elfa no sabía decir un ambiente en el que disfrutara más que en las ferias. Todo envuelto en música y jolgorio, siempre había cosas que hacer o lugares en los que reponerse y distraerse del barullo, el mismo que era de agradecer cuando de escabullirse y escapar de los ojos persecutorios se trataba, despistándolos hasta perderlos entre la gente. Todo el mundo parecía despreocuparse en aquel tipo de eventualidades.

Su acompañante se introdujo primero al grupo, aceptando una jarra bien espumosa. Casi le pilló por sorpresa que tras su nombre no expusiese el de ella, teniendo el gusto de permitir su propia presentación. En un gesto inconsciente enarcó por un segundo la ceja, al tiempo que dejaba ver un esbozo de sonrisa en la comisura del labio al volverse él y mirarla.

—Yo soy Aylizz.— expuso en tono amable, integrándose algo más en el grupo —¡Ah, gracias!— añadió cuando el chico le tendió una bebida a ella también.

Tras los dos jarras, no hizo ni el esfuerzo por rechazar el apetitoso pincho de carne que el elfo tuvo a bien pedir para cenar. A sabiendas, además, de que al final de la siguiente prueba la espirituosidad estaría servida. Aunque respecto a aquello último, valoró concienzudamente si prestarse a participar. Un laberinto subterráneo, como si la noche no fuese lo bastante cerrada, abierto al público a cargo de los vampiros. ¿A nadie le parecía una ratonera? Se ve que no. Finalmente siguió al elfo, que parecía decidido a ser el primero de los dos en entrar. Aunque pareció perder la seguridad cuando estuvo ante la boca del subterráneo.

—A sus órdenes.— respondió con sorna, pero tomando su mano después de la indicación. Parecía inquieto, ¿quizá una forma de excusarse en la necesidad de no sentirse solo en la oscuridad?

Caminaron en fila de a uno durante un rato en el que no se preocupó en pensar. De hacerlo, lo que se había presentado como un juego habría terminado en algo cercano al trauma. Aunque parecieran estar solos, las voces que de cuando en cuando rebotaban por las paredes hasta llegar a ellos como un rumor indicaban lo contrario. Él, por otra parte, parecía estar completamente centrado en el camino a recorrer. Ni siquiera hablaba y aquello la inquietó. ¿Qué pasaría si no lograban salir de allí? Es decir… Alguien bajaría a buscarlos, ¿no? Eso sí sería dar el espectáculo. Sin embargo, terminó sus divagaciones cuando chocó contra el cuerpo del elfo, quién había detenido la marcha y se había vuelto hacia ella.

—¡Já! Por favor, no es mi primera cueva.— replicó, soltando una suave risa. Tan serio de repente, tan sólo era un juego. Sin soltar su mano, se puso a su altura —Tú sólo…— adelantandolo, se giró hacia él hasta tenerlo de frente, y tiró del brazo que mantenía agarrado ligeramente hacia abajo para obligarlo a agacharse un poco hacia ella —...preocúpate de no perderme.

Entonces lo soltó y avanzó un par de pasos marcha atrás, sin dejar de mirarlo, divertida. No había luz, pero si ella podía distinguir su rostro, él también podría. Después se dio la vuelta y avanzó unos pasos más… Aunque fue ella quién terminó por desorientarse.

—Cuando te acostumbras a la oscuridad no es tan difícil, ¿verdad, soldado?— se volvió hacia donde se supone que estaba el elfo —¿Eleandris?— miró por todo su alrededor, parecía que se le hubiese tragado la tierra —Vale, qué tienes, ¿diez años? No me asusto fácilmente…

**Tyr** Vie 14 Oct - 18:10

El miembro 'Aylizz Wendell' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Sein Isånd** Vie 14 Oct - 20:20

Un rato antes (de nuevo)...

Una de dos: o era muy osada, o era extremadamente despistada. ¿Cómo se atrevía aquella entrañable chicadreja a hacer esos comentarios en frente de otro hombre-bestia? ¿No cayó en la cuenta de que Sein también podría tener un afilado sentido del oído, y escucharía esos piropos y comentarios calenturientos incluso aunque ella los dijera en voz baja? Quizás, ella sabía todo esto mejor de lo que sospechaba Sein, y la opción correcta era que Tina era una chica muy osada.

A Sein le resultó muy entrañable. Despertó en él un sentimiento paternal y decidió darle una caricia en la cabeza a la pequeña. - Pero bueno, pequeña, tú eres chica muy atrevida, ¿no? - dijo entre breves risas. - Seguro que chicos pelean para ser novios de ti. Tina es también nombre bonito, y tú también eres chica bonita - le dijo a la adorable chica bestia para darle una alegría, justo antes de guiñarle un ojo a su compañera, Mina, viendo que observaba la atrevida actuación de Tina. - Genial, un momento... - dijo tras sacar un pequeño saco con monedas. - Veinte... cuarenta... ochenta y cinco. Aquí tienes, monadita - le dijo mientras se las posaba en la mesa. Luego, se despidió de Mina con una amable sonrisa y de Tina con un suave pellizco en su rechoncho moflete.

En el presente...

- Por los espíritus guía... - Sein reconoció instantáneamente a aquella mujer. Su físico ocupaba un lugar único en sus recuerdos, separado de las imágenes de las demás mujeres que había conocido. Ella era Akanke, una mujer centáuride que conoció en el norte, y el hecho de ver su sonrisa multiplicó la felicidad que había sentido al encontrar esos cinco huevos. - ¡Akanke! - se acercó a ella para darle un fuerte abrazo. Su olor era igualmente inconfundible, y agradable como su sonrisa. - Cuánto tiempo... ¿Has venido con tribu? - preguntó con curiosidad. - ¡Tengo que visitar tu puesto! ¿Vamos después de...

Cuando sonaron el silbido y las campanillas, las orejas de Sein, aún sin ser orejas animales, se tensaron dirigiendo la atención del hombre bestia hacia el origen de dichos sonidos. - Parece que es fin de concurso de rastreo. Volvamos a recinto.

En el camino de vuelta, Sein no borró la sonrisa de su cara. Siempre era agradable reencontrarse con una amiga. Aunque, realmente, se conocían muy poco. Pero igualmente fue una grata sorpresa reencontrarse con ella. Desde luego, era una chica que atraía la atención de Sein. Veía en ella algo especial.

La misma mujer que les explicó la actividad de rastreo, les recibió a todos en la misma mesa de antes, donde esta vez haría el recuento de los huevos que había conseguido encontrar cada participante.

- Sein Isånd. Diez huevos. Aquí tienes - Un pequeño hombre lagarto que acompañaba a la mujer apuntó su nombre y el número de huevos. Finalmente, tras unos minutos de recuento, se anunció el ganador. ¡Y el ganador era Sein! Por los Dioses, menuda racha llevaba en ese día. Ganador de un combate, ganador del concurso de rastreo, y encima se reencontró con una agradable conocida. Todos comenzaron a lanzar vítores y a felicitarle por su victoria, y como premio recibió un precioso y bienoliente collar de plumas y flores. - Gracias, amigo. ¿Cómo pude ganar yo? Hay mucha gente en feria - contestó feliz a un amable elfo que le había felicitado. Realmente le sorprendió haber ganado. Confiaba en sus habilidades, pero era incontable el número de criaturas bestiales de gran olfato allí presentes. Pensó que su victoria se la debía al Tigre Guía, por lo que se lo agradeció en sus pensamientos.

Los de su tribu estaban en el puesto aún, pues la cerveza los tenía allí retenidos. Así que la única conocida cercana en ese momento era Akanke, y quiso celebrar con ella la victoria con un segundo abrazo. - Dedico esta victoria, Akanke - le dijo acompañándolo con un guiño de ojo.

- Qué, ¿vamos a puesto de tu tribu entonces?
_______

OFF: Interactúo con Mina, Tina, Akanke y con Eleandris hacia el final del post.

**Eleandris** Vie 14 Oct - 23:36

volví la cabeza para mirar y dedicar una amplia sonrisa como respuesta a la jocosidad de ese "a sus órdenes" de la hermosa señorita que me acompañaba. Avancé por los pasillos totalmente centrado parecía que avanzábamos bien puesto que no encontramos ningún pasillo sin salida. La oscuridad de aquel lugar se me hacía asfixiante e incluso en ocasiones diría que incluso notaba su peso en los hombros. Los pocos hongos luminosos que había en el interior me permitían observar el techo y comprobar que no disponía de grietas y que por lo tanto era seguro . a fin de cuentas habían organizado un evento allí dentro ¿no?

La calidez de la mano de Aylizz sin embargo era un tacto muy agradable, o al menos así se me antojaba, y de alguna forma me transmitía serenidad a cada paso que daba. Por desgracia al parar casi en seco en aquella oscuridad hice que se chocara conmigo. - No, de hecho es nuestra segunda cueva. - Repliqué a su afirmación. Cuando tiró de mi brazo instándome a agacharme el corazón se me puso a mil, y casi diría que los latidos retumbaban en la caverna. ¿Me iba a besar? no estaba preparado para responder a semejante acto, pero ella simplemente me soltó, y se sumió en las sombras.

- Espera, no te vayas. - le pedí, pero no sirvió de nada. En apenas instantes sus pasos se deslocalizaron y aunque intenté seguirla simplemente perdí su rastro. - ¿Aylizz? - La llamé. - Maldita sea, ¿Cómo eres tan rápida con ese vestido? - Comencé a caminar por los pasillos, ella había continuado asi que continué yo también, apretando un poco el paso tratando de alcanzarla. - Aylizz por el amor de Ímbar respóndeme. vas a conseguir que nos perdamos. -

Entonces escuché una voz, pero lejos de ser la de la elfa era una voz masculina que no reconocí al primer momento, pero tras escuchar bien lo que decía rápidamente encajé las piezas. - ¡Tu! - Exclamé - Como le hayas tocado un solo pelo te juro por todos los dioses que recorreré cada palmo de tierra hasta darte caza. - Maldita sea mi suerte. ¿por qué demonios, de todos los lugares del mundo, tenía que reencontrarme con él en este lugar y en este momento? No había sentido que nadie me siguiera durante todos estos meses, pero los vampiros eran taimados y fríos. Si pensaba tomar la vida de Aylizz en lugar de la que salvé aquella noche...

No, ese vampiro iba a tener que matarme primero. Continué el camino a trompicones, llegando a caer en algunos puntos debido a la oscuridad tan alta del lugar. Acabé alcanzando una zona iluminada por varias setas luminiscentes. El pasillo se encontraba al completo cubierto en toda la zona iluminada por una maraña de cuerdas. En el techo y el suelo podían verse runas dibujadas. Aquel sujeto ya había hecho derrumbarse el suelo una vez asi que, no sin desconfianza, lancé una pequeña piedra hacia la runa mas cercana de las que se encontraban en el suelo, intentando activarla en la distancia y evitar la posible trampa que me pudiera haber tendido el infame vampiro.

Para mi sorpresa no ocurrió nada. Desconocía esas runas, no obstante no podía volver hacia atrás, o no debía mas bien, asi que opté por tratar de atravesar aquella maraña de cuerdas, sin tocarlas. Seguramente serían parte del evento del laberinto para no hacerlo tan tedioso, pero preferí desconfiar. Para cuando llevaba la mitad de la maraña recorrida rocé una de las cuerdas lo suficiente como para hacerla vibrar un instante. De pronto una masa de agua emergió de la runa del techo mojándome en su caída. Bonita broma tenían preparada, y me habría hecho gracia en otras circunstancias, mas no en estas.

Una vez logré atravesar el obstáculo continué hacia la oscuridad con la esperanza de encontrar a Aylizz pronto, y de una pieza.

offrol:

Apariencia:

**Tyr** Vie 14 Oct - 23:36

El miembro 'Eleandris' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Sango** Sáb 15 Oct - 0:42

La distancia se estrechó rápidamente. Una expresión de sorpresa. Incomprensión. Al fondo, gritos de emoción, de ánimo, aplausos, puños al aire.

Sango embistió con fuerza contra las dos figuras que, sabiéndose superiores, ni tan siquiera habían esperado que el humano arremetiera contra ellos. Seguramente no le considerarían un rival digno. Y aquel sin duda fue el error más grave que cometieron. Por eso en sus rostros había sorpresa cuando Ben avanzaba con grandes zancadas hacia ellos. Por eso había desconcierto en sus miradas. Por eso cayeron al suelo.

Sango, en pie, rugió como un auténtico animal (1), llamó a los Dioses para que fueran testigos. Llamó al público para que contemplaran cómo era capaz de sobreponerse a los números. En realidad, visto desde fuera, podía parecer que tenía la situación en contra, de hecho pocos habrían apostado por él. Pero si algo sabía el pelirrojo, era que en la batalla no todo era número, existían cientos de factores que ayudaban a equilibrar las cosas: el terreno, el estado del equipo, la moral, la buena alimentación... Por eso, cuando gritó, no solo lo hacía por sí mismo, sino para demostrarle a sus enemigos que en él encontrarían un muro. Uno inquebrantable. Un muro que devolvería los golpes.

Los reptiloides se levantaron y cargaron contra él, cegados por la ira. Ben se quedó fijo en el suelo y comenzó a bailar entre los golpes que le caían desde varias direcciones: puñetazos al costado, a la cara, a media altura. Sango era capaz, de esquivar un gran número de ellos (2) y aunque algunos llegaban a su objetivo, no causaban el efecto deseado y frustraban a sus atacantes que tuvieron que reconsiderar su táctica en mitad del combate.

Pero en el tiempo que les llevó hacerlo y en los instantes de duda que siguieron, Sango aprovechó para pasar al ataque (3). Inmovilizó el brazo de uno de los dos lagartos y golpeó con una patada la pierna del otro solo para retorcer el brazo inmóvil. El lagarto gritó de dolor mientras Ben alzaba su brazo retorcido provocando que el reptil se inclinara hacia delante. Cuando estuvo al alcance, Ben le clavó la rodilla en la cara dos veces antes de soltarle el brazo y dejarle tirado en el suelo y centrarse en su compañero.

El otro, que había tomado distancia, no estaba seguro de qué hacer. Ben caminó lentamente hacia él, entre vítores y gritos para que acabara con el lagarto.

- ¿Por qué?

El lagarto le enseñó la boca. No tenía los dientes tan pequeños como el otro, pero la lengua si era igual de larga. De pronto la cerró y algo llenó sus carrillos.

- ¿Por qué?

La pregunta provocó una mueca divertida en el lagarto, que caminaba hacia atrás al mismo ritmo que Sango avanzaba hacia él. Sin embargo, en un rápido movimiento, el lagarto avanzó hacia él y saltó contra él y le escupió un líquido de color verde. Sango se cubrió girando sobre sí mismo y el líquido cayó sobre su costado. Al instante, penetró a través de la tela y le dio la sensación de que su propia piel se estaba quemando(4). Cayó de rodillas al suelo y gritó de dolor. Y mientras lo hacía, a su espalda, el lagarto se acercaba a él.

Le golpeó con una pata en la espalda y Ben cayó de bruces contra el suelo, incapaz de eliminar el dolor que le producían las quemaduras de su costado. Giró sobre sí mismo y el lagarto le puso un pie encima. Sango apretó los dientes y aguantó el dolor y se aferró con las dos manos a su pierna.

- ¿Por qué?- preguntó inclinándose hacia delante.- Porque ese era el trato.

Le pateó el costado y soltó un aullido. Ben le vio levantar los brazos y rápidamente volvió su atención a él.

- No deberías hacer tratos con feriantes. Lo aprendimos por las malas, ¿sabes?

Le golpeó otra vez y su visión se nubló. El aire abandonó sus pulmones y creyó que se desvanecía. El lagarto se alejó de él. Le dio tiempo para respirar de nuevo, tiempo para que el dolor del costado siguiera actuando. Le estaba bloqueando, ese era su mayor problema. El lagarto había jugado sucio. Sí. Había utilizado un veneno contra él. Un fuego ardió con intensidad renovada en su interior. Un fuego alimentado por la ira y el deseo de venganza. Un fuego cuyo objetivo era restaurar el honor en la Arena. No. Los trucos no podían quedar sin castigo (5).

El siguiente ataque fue interceptado por Sango que agarró la pata del lagarto y con un barrido desde el suelo, hizo que su rival cayera en la arena. Sin pensarlo dos veces se colocó a horcajadas sobre él y le cogió la cabeza con las dos manos solo para estampársela una vez contra el suelo. El lagarto, pese a todos, consiguió, de alguna manera, deshacerse de Ben. Se arrastró boca abajo ayudándose de los brazos y cuando estuvo a punto de colocar las patas para impulsarse y ponerse en pie, el pelirrojo cayó sobre él. Le golpeó con el tacón de la bota en el centro de la espalda y acto seguido tiró de uno de sus brazos hacia arriba.

- ¿Dónde?

- No sabes dónde te metes. Son simples feriantes. No cumplieron su parte no- Sango retorció su brazo hasta un punto límite entre la rotura y el dolor soportable.

- No te lo voy a repetir. ¿Dónde?

- Busca la tienda de color rojo ocre, cerca del lugar donde se atienda al ganado, no tiene pérdida. Pero te advierto de una-

Los gritos de dolor callaron su frase. Ben le había doblado el brazo en un ángulo imposible y le dejó allí tirado, no sin antes asegurarse de que el otro reptil, algo más activo volviera a quedarse tirado en el suelo con una patada en el costado. Escupió al suelo y caminó al exterior de la Arena. Al fondo veía a la pequeña Ennie. Se miró la zona en la que le había escupido y se leventó, parcialmente la ropa. Tenía un sarpullido que le recorría todo el costado y se extendía a zonas del torso. Gruñó y llegó a la altura de la niña. Ignoró al resto de gente allí presente. Ignoró hasta su propia sangre.

- Perdóname, Ennie, por dejarte aquí sola- se arrodilló a su lado y le dedicó una sonrisa.- Sé dónde está Enrik Ulster, sé donde está Lasha. Puede que allí esté Ava- se limpió la cara con la manga de la camisa.- ¿Vamos?

******************************************

Sango le dedicó la mejor de las sonrisas cuando recuperó su aspecto natural.

- No te voy a engañar, esa forma bestial no te queda nada mal, pero mucho mejor al natural.

Le ofreció el brazo para pasear por aquel lugar. Había tenido una tarde agitada, era innegable. Lo que había empezado con la búsqueda de una bebida fría, se convirtió, de repente, en una desesperada lucha por controlar dos palancas de una grúa que no había visto nunca. De locos.

- He tenido una tarde bastante curiosa, la verdad- dijo después de salir del puesto y caminar entre algunas tiendas.- He manejado una grúa, seguro que te hubiera gustado echarle un vistazo. Tenía, poleas y cuerdas y palancas y mecanismos, eso es lo tuyo, ¿verdad?

Posó sus sentidos en una conversación ajena. Al parecer una competición de recoger huevos había terminado y ahora comenzaba uno relacionado con un laberinto. ¿Se animarían a participar? Ben hizo una mueca y luego miró a Mina. Allí, a lo lejos, la Casa, de la que mucha gente hablaba en susurros y con sonrisas.

- ¿Qué tal la tarde? ¿Ya nadas en Aeros?- sonrió.

El laberinto no se le hacía nada apetecible. Disfrutaba de la compañía de Mina y no tenía intención de que los breves momentos de tranquilidad que le brindaba aquella festividad los pasaran en un laberinto. No. Hizo a mina partícipe de sus pensamientos.

- Esto del laberinto suena bien, pero- detuvo la marcha- no nos hemos dedicado demasiado tiempo- sus ojos se habían posado en los de ella y luego con un gesto de cejas señaló la Casa.- ¿Qué me dices? Puede estar bien.

Mientras esperaba una respuesta, acarició su brazo con la mano libre.

----------------------------------------------------------------------------

(1) Uso de habilidad. Aquí os espero (1 uso): Un rugido, como el oleaje rompiendo en un acantilado, sale de las entraña de Sango captando la atención de sus adversarios que se lanzan hacia él. Por su parte Sango obtiene una mejora en el aguante, durante un turno, fruto de la adrenalina liberada en el grito.
(2) Uso de habilidad. Baile de uno (Pasiva): El entrenamiento ha dado sus frutos y Sango es capaz de utilizar su escudo, brazos, piernas, en definitiva, todo aquello de lo que disponga en un reducido espacio de terreno que considera suyo, para esquivar los ataques de varios enemigos.
(3) Uso de habildiad. Contraataque (2 usos): Inmediatamente después de recibir un ataque, Sango, realiza un ataque contra su contrincante, este golpe se considera muy difícil de esquivar y puede llegar a causar heridas graves.
(4) El lagarto usa una habilidad que me acabo de inventar. Saliva ácida (2 usos): En situaciones de peligro, el cuerpo es capaz de generar unas toxinas que se mezclan con la saliva que al contactar contra un objetivo, provocará un efecto similar a un fuerte sarpullido en la zona de impacto. Se podrá usar una vez cada cuatro turnos.
(5) Uso habilidad racial. Voluntad Humana (1 uso): Puedo librarme de un efecto negativo que limite mis acciones gracias a mi férrea voluntad.

Interactúo con Ennie.
La búsqueda de Enrik Ulster y Latrovasha continúa. Parece que por fin hay una pista que seguir.

En otro momento del evento, de noche, interactúo con Mina Harker

**Gaegel** Sáb 15 Oct - 1:31

Cohen mencionó que el podía ver en la oscuridad. Parecía que la situación se complicaba de nueva cuenta. Se enfrentaba a otro reto en el que iba en desventaja, pero al menos al escucharle decir aquello de seguir su voz sonrió levemente. - Lo tomaré en cuenta. - Le dijo ampliando un poco la curvatura de sus labios. Al menos en caso de complicarse las cosas, podría utilizar su voz como guía.

Bueno. Parecía luego de acordar los términos de esa apuesta, los "competidores" iniciaron y comenzaron a explorar el laberinto. Por su cuenta, la pobre bruja dio un par de pasos dentro y se detuvo, un poco abrumada por la profunda oscuridad del lugar. - Mierda... Esto va a ser más difícil de lo que pensaba. - Se rascó la nuca, puesto que estaba considerando que terminaría pagando algunas cervezas por la apuesta, golpeando así la pobre economía que tiene. Si eso llegaba a suceder, tendría que robarle a algún buen mozo que intente algo con ella, algo que no le gustaba hacer. Pero que de vez en cuando funcionaba para extender los fondos de viaje en viaje.

Debía de esforzarse un poco, ya que el objetivo de la apuesta consistía en al menos no ser el último en llegar. Por lo que debía de armarse de valor y seguir adelante. Comenzó a extender sus manos un poco, como tratando de buscar algo que palpar, o evitando así estrellarse con alguno de los muros del laberinto.

A lo lejos comenzó a escuchar algunas voces. Una de ellas parecía algo alterada. ¿Qué estaría pasando más adelante? Es lo que Ryra se preguntaba. - Bueno... Tendré que utilizar esas voces como guía. - Pensó mientras se disponía en ir hacia adelante. Como si buscara seguir el rastro que habían dejado esas voces en la lejanía.

OFF: Sigue la interacción entre Meleis [Acompañante de Meraxes] y Cohen. Aunque dentro del laberinto van separados debido a la apuesta que se había armado.

Recuento de pasos:

1 Post: 2 Pasos
2 Post: 11 Pasos

Total de Pasos: 13

Pasos restantes: 13

**Tyr** Sáb 15 Oct - 1:31

El miembro 'Gaegel' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Leo Cantoáureo Sáb 15 Oct - 1:43

La pregunta no fue cargada de sarcasmos pues, si bien la chica-comadreja estaba encima de la mesa donde reposaban los artilugios y miscelánea variada, la dueña parecía, de vez en cuando, arrepentirse de estar junto a ella. Lo que se conoce como: "Tierra, trágame". Además, a su lado tenía a aquel hombre, Sein, del que no querría volver a saber por una buena temporada. Así que, con más motivo, se hizo el "concentrado" en aquella herramienta que acababa de ver, ignorando todo cuanto sus malditos oídos captaban de ese tono de voz grave. Una vez más, su sangre Föewar le jugaba una mala pasada.¹

Después de pagar los aeros justos _{(35 aeros)}, tomó aquella ballesta de tamaño medio con ambas manos, sopesándola, fijándose atentamente en todos los mecanismos que llevaba, cuyos tintineos parecían susurrar los secretos de su magia: Correas de cuero, tachonado en las uniones de acero, trazando un puente de aros, en los que se veía claramente que iría enganchado al brazo. En el extremo, justo a la altura de los nudillos, un recubrimiento de metal oscuro, junto a una especie de hilo grueso pero de diseño discreto descansaba en la zona que se insertaba la palma de la mano. "El mecanismo de disparo" , pensó Einar. Y a medida que la giraba y re-giraba, oía de fondo las partes de las que estaba compuesta la misma. Sí, oír, pues prefirió quedarse ensimismado, y descubrir por su cuenta y riesgo todos aquellos secretos, que seguramente le serían de mucha utilidad en un futuro no muy lejano. Cual hombre-gato cuando todavía no es más que un cachorrillo, Einar seguía analizando el objeto con la mirada hasta que la mujer ², de forma explicativa, toqueteaba el artilugio, tanto en la zona de la punta, un gancho metálico, que podía usarse para aferrarse, como trazando en el aire el recorrido de la bobina de cuerda tensa que se quedaba guardada en el rodillo principal, colocado horizontalmente, con una forma redonda perfecta, similar a las ruedas de poleas, hasta dar con su objetivo. Einar observó detenidamente las vueltas de cuerda nudosa, preguntándose cuál sería el límite de distancia, fantaseando en su cabeza. Además de esto, según la mujer, por encima llevaba tres enganches, los cuales, al accionar el del medio, dejaban un hueco, para poder colocar cualquier tipo de fragmento de tamaño considerable, más o menos similar al de un guijarro bien hecho, puede que incluso algo de unas dimensiones más grandes. Einar jamás pensaría que podría existir una herramienta tan útil para la cacería. Así pues, una vez acabada la explicación, se envalentonó, colocándola en su brazo izquierdo, notando ahora el peso del metal con el que estaba conformada dicha herramienta. Apuntó hacia un árbol cercano, y realizó un disparo certero en su tronco, escuchando como es que la bobina giraba, deshaciendo la cuerda rápidamente, para luego tirar del gancho incrustado en la madera, devolviendo al artilugio a su estado de reposo. La acarició, quizás no se había dado cuenta de que lo había hecho delante de la persona que se la había vendido. Ahora, su gran espada tendría una nueva amiga, a la que poder contarle todos sus cotilleos.

Eslinga:

"¿Pistola de cuerda? Creo que te mereces un nombre mejor...que te parece...¿"Eslinga"? Sí señor...te pega."

Con una discreta sonrisa, agradeció a la muchacha aquella compra pero, antes de que pudiese expresarlo de una forma verbal, la criatura con la que hacía apenas unos instantes había bromeado, lo tomó por la muñeca, alegando que simplemente quería dar un paseo. Majistus encogió levemente los hombros, y torció sus labios, en un gesto de vaga conformidad.

³ Durante un buen rato, estuvieron caminando por el bosque circundante que, por lo que podía observar, se encontraba lleno de hombres y mujeres-bestia. Una nueva competición se había organizado, pero Majistus, con el orgullo herido, pensó en que los dioses no le sonreían aquel día y, por no tentar al destino, decidió aceptar su castigo con humildad, o quizás...buscaba una buena excusa para poder justificar aquella derrota. Sea como fuere, la enana y despreocupada mujer-bestia que lo acompañaba le llamó la atención, tras un "apetitoso" hallazgo. Al cazador le hubiese gustado decir que no, pero antes de que la boca de su curtido rostro pudiese articular palabra, se le adelantó la del estómago, afligida tras un exhausto combate, y sobretodo, por una fatigosa travesía, en la que las bayas ocuparon una gran parte del mismo para saciarle. Sin embargo, un hombre tan grande, y con un cuerpo de tales magnitudes, necesitaba de vez en cuando algo con más sustancia, y en este caso, aquellos huevos de codorniz se presentaban como miel para las abejas. Dos rugidos continuaron al primero, en un intento de persuasión hacia el orgulloso Einar que, con un suspiro de molestia, acabó asintiendo ante la comida que había sugerido Tina, que por cierto, así se llamaba.

En silencio absoluto, Einar se dispuso a recoger leños secos del suelo, abarcando con sus fuertes brazos una buena cantidad de los mismos para ponerlos en el suelo, al lado de un tocón, que servía como una silla natural. Cómoda, eso sí. Para cuando realizó un cerco de piedras alrededor de lo que sería la hoguera, contempló con cierta consternación como es que faltaba una sola piedra más, para acabar dicho círculo. Entonces, atisbando por encima de la alta hierba, pudo ver, a unos escasos metros, una inocente y redonda figura, que parecía estar burlándose desde la lejanía. Entonces, Einar apuntó con su eslinga al travieso guijarro y, utilizando el gancho retráctil, apretó el mecanismo, para sujetarlo con firmeza, y traerlo hasta allá, pillándolo de la pequeña garra, en la cual se había dividido aquella punta, rearmándose en aquella forma de arpón. Soltó una pequeña risa de satisfacción, mirando a Tina con su renovada alegría.

— Hay que decir que tu compañera hace cosas útiles. Dale las gracias de mi parte.

Dicho esto, chocó dos pedernales para, tras unos chisporroteos iniciales, dar paso a un simple pero cálida fogata. Con un palo, se encargaba de evitar que el fuego pudiera morirse, mirándolo intensamente...y a los recuerdos tan vívidos que traía consigo.

Varias figuras se reunían alrededor de una mesa. La más alejada, justo en el extremo de la misma, se disponía a alzar su copa, hecha en madera desde la perspectiva en la que el niño podía verla, pero más tarde, una vibración de más copas sacarían a la luz su metálica constitución. El pequeñajo, dando botes en la silla, tomó una jarra, cuyo interior vestía de matices violáceos. Sin embargo, al intentar levantarla, y sin mucho éxito, todo aquel líquido se desparramó por el suelo del hogar, cayendo parte del mismo a las llamas crepitantes que, ante la composición del mismo, se avivó más de lo debido. La mujer rolliza actuó rápido, echándole un líquido transparente y cristalino. El ser elemental, molesto, soltó unos siseos constantes, cual cobra de cascabel. Los demás allí reunidos se limitaron a reír, frotando la parda cabellera del criajo que, confundido, miraba hacia todos los demás.

Einar cerró los ojos, y suspiró profundamente, para seguir guardando al fuego, con aquellos rostros en su cabeza.

"Apuesto a que os gustaría estar aquí ahora mismo...seguramente os lo pasaríais mejor que yo" pensaba Majistus, soltando un bufido, con una pequeña risa. Observó a Tina, y después a su alrededor: Parecía que el evento había finalizado, e incluso, el sol ya empezaba a perderse por completo por el horizonte, dando paso a la oscura noche. ¿Por cuánto tiempo se había quedado así?

------------------------------------------------------------------

¹ : Mención honorífica a Sein y su presencia en la tienda. Majistus pasa de él por su orgullo herido.

² : Tradeo con Mina Harker, pagándole la cantidad correspondiente de aeros, puestos en color amarillo. Asimismo, añado explicación y descripción del objeto en cuestión, cuyo nombre pasa a ser "Eslinga".

³ : Interacción con chica-dreja Tina en el bosque, junto a nuestra jugosa merendola.

**Cohen** Sáb 15 Oct - 10:42

Cohen avanzaba en la oscuridad, mientras escuchaba las palabras que retumbaban en aquellos oscuros túneles. La casualidad había hecho que ambos se volvieran a encontrar en unas circunstancias parecidas a las de su primer encuentro. Los dioses, de existir, parecían tener un peculiar sentido del humor.

― ¡Tu! Como le hayas tocado un solo pelo te juro por todos los dioses que recorreré cada palmo de tierra hasta darte caza.

Cómo había ocurrido en el pasado, el vampiro no entendía las palabras ni el motivo del que había sido su perseguidor. ¿Se refería quizás al acompañante que había tenido en la cueva, que también participaba en aquel juego?

―Veo que sigues tan dramático como siempre… ―dijo, alzando la voz, utilizando su magia en la misma para que el eco viajara en su dirección…

El vampiro cambió ligeramente su rumbo, torciendo hacia la izquierda. Había dejado atrás a Meleis y Ryra… quizás éstos ya le habían adelantado por otros de los túneles.

Además de no obligarse a pagar aquellas bebidas a los desconocidos, tenía ahora otro motivo para salir lo antes posible de allí. Quería averiguar quién era aquel extraño y quería intentar llegar al exterior antes que él. ¿Podría identificarle si le viese fuera? Lo dudaba. Quizás si le escuchaba hablar fuera, podría identificarle… y saber a qué se enfrentaba.

Ante él llegó una segunda bifurcación y tomó el camino de la izquierda de nuevo. Siempre a la izquierda.

―¡Meleis! ¡Ryra! ¡Sigan mi voz! Pronto estaremos fuera…

_________________________________________

Dejo a Eleandris y su paranoia élfica y sigo solo, aunque indicando con mi voz mi posición aproximada a Meleis y Ryra.

Segunda tirada de pasos en el laberinto. Por mi habilidad de vista vampírica, sumo +2 al resultado.
Primera tirada: 13
Segunda tirada: 7+2=9

Total: 22 casillas.
Consecuencias: en el próximo turno, me enfrento a un obstáculo y resto 1 punto a la tirada de dado.

**Tyr** Sáb 15 Oct - 10:42

El miembro 'Cohen' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Meraxes** Sáb 15 Oct - 16:11

Al parecer, tras tomar pasos más arriesgados, perecía que Meleis avanzaba a buen ritmo a pesar de sus desventajas. Todo estaba muy oscuro y, aunque era una suerte, y también algo perturbador sentir ojos sobre él, al menos tenía la garantía que si se perdía alguien le tendería la mano.

Así estuvo por un rato, llegó a una bifurcación en donde tuvo que legir qué camino seguir. Tras escoger la derecha, no tardo en toparse con una pared de raíces que bloqueaba su andar. - Por aquí no es... - Pensó en voz alta suspirando pesadamente. - Debí girar a la izquierda... - Agregó en su charla consigo mismo para regresar sobre sus pasos y tomar.

La voz de Cohen resonó en aquel momento, un halo de esperanza. - ¡Está bien! - Respondió gritando. No sabía qué tan lejos estaba, su oído no era el mejor y aunque hasta cierto punto le preocupaba cuánta ventaja podría tener el resto con respecto a él, le aliviaba saber que por lo menos el vampiro estaba bien y medianamente ¿cerca?

- ¡Ryra! ¿Todo bien? - volvió a expresar en voz alta. Era un medio de comunicación poco ortodoxo pero eficaz, además la sensación de soledad provocada por aquel lúgubre lugar era menos.

Tomó una bocanada de aire y caminó hacia dónde creyó escuchar que provenía la voz. - Pasito a pasito... me voy acercando poquito a poquito... - Se dijo para sí, volviendo a tantear con su mano libre hacia el frente en caso de que volviera a toparse con alguna otra pared de raíces.

Off:

Inventario:

**Tyr** Sáb 15 Oct - 16:11

El miembro 'Meraxes' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Zagreus** Sáb 15 Oct - 18:01

Mientras caminaba saliendo del bosque, un cartel llamó mi atención, al parecer el desafío de cruzar un laberinto en la oscuridad parecía captar el interés de varios visitante siendo otra de las varias atracciones de aquel festival. Si bien no quería desviarme de mis objetivos, los laberintos formaban parte de mis pasatiempos intelectuales. Conocía varias formas de hacerlos sin complicaciones, tantear los pasillos por azar solo te haría perder más, por lo que asumiendo que mi metodología lógica era infalible, no me tomaría mucho resolver el reto. Contemplando eso, ademas de sumar una recompensa y un reforzador a mi ego en unos pocos minutos, parecía ser una buena razón para desviarse.

Con que sin utilizar antorchas… Pues tampoco es que las necesito, incluso creo que con los ojos cerrados también podría resolverlo. – les mencioné a los vampiros de la puerta con soberbia.

Coloqué mi mano sobre una de las paredes y comencé mi caminar. Se podía escuchar conversaciones, quejas e incluso llantos dentro de las paredes. Procurando no distraerme, tenía que culminar aquel desafío sin demora, por lo que mentalmente empecé a contar el tiempo…

________________________________________________________________

Kvasir no encontramos ningún huevo.

Hey no me culpes – señaló el cuervo picoteando el brazo metálico de su compañero montado en su hombro. – está de noche y si bien tengo buena visión no es fácil en este bosque tan oscuro.

Mientras discutían una ráfaga de viento arremetió contra ellos, una bestia alada con su batir de alas había aterrizado junto a ellos con gran ímpetu haciendo que el cuervo saliera volando hacia las ramas cercanas y el humano se protegiera del aire. Cuando se recompuso un tanto confundido bajó las manos y vio a la mujer cuervo.

Su primera impresión fue de gran asombro, vio como con la negrura del bosque aquella mujer de plumas oscuras parecía un haz de luz para el humano. No tenía palabras, sentía que había sido visitado por un ángel y todas las advertencias que había hecho Kvasir no eran importante, solo deseaba que aquel momento no terminara, era un sueño.

Cuando se percató de la realidad y que la mujer de gran porte se dirigía a él, se ruborizó y comprendió que debía responder, era su oportunidad de causar una buena impresión.

Bu-buenas cuervo, señorita noche – carajo, pensó Dante cuando se dio cuenta de que ya había comenzado mal. - Eh, hola… ¿Me estás buscando? – dijo ilusionado hasta que se dio cuenta de que Kvasir tenía razón y posiblemente estaba en peligro. La idea de escapar era absurda contemplando la movilidad del vuelo de aquella mujer y en un combate directo cuerpo a cuerpo perdería, su fuerte era la distancia, por lo que luchar o huir no eran opciones válidas.

No, no soy ese tal Enrik, pero por ti puedo ser quien tú quieras. – en los árboles el sonido de un cuervo mofándose y riendo, a su manera, denotaba la reacción de Kvasir a los intentos mediocres de flirteo de su compañero humano. - Mi nombre es Dante – mencionó mientras hacía una leve reverencia de presentación. – Y por los árboles estará mi miedoso compañero.

Pero… tú, oh hermosa dama, ¿cómo te llamas?, ¿me vas a asesinar?... Moriría feliz.

______________________________
Off
Participo con Zagreus en el laberinto y por la habilidad racial mejoro la tirada +2
Con Dante interactúo con Ava.
Número de pasos: 12 (obstáculo en la próxima tirada y -1 en el resultado)

**Tyr** Sáb 15 Oct - 18:01

El miembro 'Zagreus' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Aylizz Wendell** Sáb 15 Oct - 19:38

Cuando comprendió que el elfo no trataba de incordiar, oculto en la oscuridad, sino que por algún paso mal dado se habían separado, no contempló otra opción que seguir adelante. Podrían volver a encontrarse de nuevo o podría considerarlo un desafío entre ellos, ver quién de los dos lograba salir antes del laberinto. Sólo esperó que él lo enfrentase con la misma filosofía, había notado revolverse su aura al comenzar el descenso por la gruta y tensarse su carácter. Mientras avanzaba, sin perder la referencia de las paredes que la rodeaban está vez, pensando en los pasos que daba en cada recta y cada giro, le daba vueltas a las últimas palabras de Eleandris. Los hechos ocurridos en Nagnu, considerablemente recientes e intensos, casi habían hecho olvidar que no era en aquella aldea donde se conocieron. Y ya entonces pudo verlo en la máxima expresión de su persona.

Había pasado un rato desde que había dejado atrás la entrada y a pesar de jurar que no habían sido los últimos en entrar en aquel túnel, hacía tiempo que el silencio no era interrumpido y aquello empezaba a incomodarla. Dejó de avanzar, si eso era lo que hacía, y se volvió hacia el camino recorrido. Empezaba a dudar que no hubiese vuelto a retorcer sus pasos o que no estuviese andando en círculos. Quizá todos se encontraban ya fuera o tal vez les sacaba gran ventaja a los demás. Prefería pensar en aquellas opciones sin dar la oportunidad a sus temores y valorar que, en otra posibilidad, aquello resultaba ser más extenso de lo imaginado y su existencia quedaría allí olvidada. Sería la oportunidad perfecta para los malditos que aguardaban fuera… Eso si no había alguno ya dentro.

Se estremeció y se castigó mentalmente por no haber traído consigo el collar que Ryu había encantado. Habría hecho mucho más fácil su detección. Sintió un escalofrío, aunque no supo decir si debido al miedo o el frío que desprendía el subsuelo. Sin embargo, pensar en el colgante le hizo apartar su mente de oscuros pensamientos, haciendo surgir en ella una espontánea ocurrencia. Debería añadirle también una runa de luz, resultaría muy útil… Resopló hacia arriba una vez más, maldiciendo las dichosas plumas y retomó el camino.

Edición tras dado. Tras unos cuantos pasos más, la sensación de soledad desapareció de un plumazo cuando distinguió una figura masculina, solitaria, al fondo. Entrecerró los ojos, desconfiada, y rebajó el paso sin decir una palabra. No sabía si él habría reparado en su presencia.

____________________

1ª Tirada: +7
2ª Tirada: +5 (+1 por atajo en siguiente tirada)

Total: 12
Restan: 14

Como tras tirar el dado alcanzo la casilla 12 y es donde está Zagreus, hago referencia a su persona pero no llego a interactuar todavía (?).

**Tyr** Sáb 15 Oct - 19:38

El miembro 'Aylizz Wendell' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Elen Calhoun Dom 16 Oct - 0:10

- Ahora mismo te envidio. - comentó el dragón, captando la atención de su compañera. - ¿Por qué? - quiso saber ella, girando el rostro en su dirección. - Debe estar bien eso de ver en la oscuridad. - contestó, sin dejar de avanzar a través del estrecho túnel . - Tú también puedes hacerlo. - le recordó la de ojos verdes, refiriéndose a su forma bestial. - Ya, pero para eso tengo que transformarme y aquí dentro sería imposible. - se quejó, sintiéndose algo torpe al caminar prácticamente a ciegas.

- Cierto, menos mal que me tienes a mí. - dijo, riendo levemente. - ¿Lo estás disfrutando eh? - formuló Alister, alegrándose de que Elen estuviese de tan buen humor. - Pues claro, ¿cuántas veces he podido verte tan vulnerable? - replicó ella, en tono de broma. - Más de las que me gustaría. - afirmó el cazador, esbozando una tímida sonrisa que solo ella podría ver. - No tiene nada de malo. - susurró la vampira, deteniéndose para posar la mano que tenía libre en su mejilla y depositar un suave beso en sus labios.

Aquel gesto lo tomó por sorpresa, pero reaccionó al instante, buscando a tientas la cintura de la mujer para rodearla con el brazo que apoyaba en la pared. No podía verla, pero si sentía su proximidad, podía escuchar su respiración y aspirar el embriagador aroma a hierbas que emanaba de su nívea melena. Incapaz de resistirse, se inclinó hacia ella buscando de nuevo su boca, tarea que a oscuras, no era tan sencilla.

Por suerte la señora de sombras le facilitó el trabajo, guiándolo con delicadeza hasta que los labios de ambos se encontraron, volviendo a fundirse en un cálido beso que se prolongó hasta que un leve sonido llamó la atención de la benjamina de los Calhoun. - ¿Qué pasa? - preguntó el alado, en cuanto la joven se apartó lentamente de él. - No estamos solos ¿recuerdas? - musitó Elen, desviando la mirada hacia una silueta que los observaba en la distancia. - No fastidies, ¿dónde está? - inquirió, pero por más que mirase a todas partes, en su caso era inútil. - Al final del pasillo, y no parece muy contento con que nos estemos distrayendo. - habló, con un hilo de voz.

- Deberíamos continuar. - sugirió, acariciando la mejilla de su amado antes de volver a ponerse en marcha, dejando atrás al vigilante. - Nos acercamos a otra bifurcación, ¿qué camino tomamos? - añadió poco después, dejando la elección en manos del norteño. - Parece que nos ha ido bien, sigamos por la izquierda de nuevo. - decidió, manteniendo la palma de la mano contra la pared para guiarse.

Elen lo observaba por el rabillo del ojo, sonriendo al ver su ceño fruncido. - Relájate, con mis habilidades no tardaremos en encontrar la salida. - susurró, mientras enfilaban otro túnel, débilmente iluminado por un par de hongos. - Lo intento, créeme, pero es más fácil decirlo que hacerlo. - replicó el cazador, diciéndose mentalmente que no volvería a entrar en un lugar como aquel.

- Te entiendo… y tienes razón, hoy juego con ventaja… - comentó la de cabellos cenicientos, y de pronto su tono se ensombreció. - Creo que lo echaré de menos… entre otras cosas. - confesó, consciente de que si todo salía como planeaban , pronto sería libre de la maldición que en su día aceptó de manos de Géminis. Alister supo de inmediato a lo que se refería, y temiendo que tan cerca de acabar con aquello la asaltasen las dudas, aumentó ligeramente la presión con que tomaba su mano.

- Sabes que es lo mejor, has pasado por mucho… es hora de que recuperes parte de lo que te arrebataron. - habló en voz baja, sin dejar de caminar por el laberinto. - Sí, lo sé, sé que es necesario pero… después de tanto tiempo me he acostumbrado a esta vida en las sombras… tengo miedo de que al revertir la transformación las cosas no sean como espero… tengo miedo de volverme débil. - se sinceró la benjamina de los Calhoun, aunque no era el mejor lugar ni momento para una conversación como aquella.

- ¿Débil? Tú nunca fuiste débil Elen, ¿o ya se te ha olvidado la golpiza que me diste el día que nos conocimos? - soltó en un intento por animarla, trayendo el recuerdo de su accidentado primer encuentro a la mente de ambos. - No exageres, yo diría que para cuando apareció aquel poseído estábamos bastante igualados, y claro que no lo he olvidado, pienso seguir contando esa historia hasta el día en que me muera. - respondió la criatura de la noche. - Cualquier cosa con tal de dejarme en mal lugar ¿eh? - se quejó, aunque su tono era demasiado relajado.

- Por supuesto, a fin de cuentas tú empezaste la pelea… así que tendrás que aguantarte y acostumbrarte a escucharla. - aseguró, recuperando en parte su buen humor. Una sonrisa asomó en el rostro del norteño, y aunque no podía ver a su compañera, estaba seguro de que en aquel momento ella también sonreía.

Tras aquella breve charla, la pareja continuó avanzando a través del entramado de pasillos subterráneos, tratando de orientarse y hallar la salida.

Off: Segunda tirada de dado con bonus de visión nocturna (+2)

Contador de pasos: 14 + 9 = 23
En el próximo turno tendrán que superar un obstáculo y restar un punto al dado.

**Tyr** Dom 16 Oct - 0:10

El miembro 'Elen Calhoun' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

**Gaegel** Dom 16 Oct - 6:50

La joven de cabellera azabache seguía andando despacio. Mientras avanzaba movía sus manos de un lado a otro, con la intención de evitar chocar contra algo o contra alguien, pero en este tramo había avanzado bastante más de lo que había considerado, por lo que esto era mucha ganancia. Consideraba que sus esfuerzos valían la pena, y que al menos estaba haciendo bien este reto que tenía por delante.

Llegó el momento en que volvió a detenerse. Era momento de pensar hacia donde debía de ir, ya que si tomaba un camino errado, por mucho que avanzara terminaría perdida, por lo que debía de ser inteligente y andar con un paso inteligente. Por lo que escuchar a Cohen fue una bendición de los dioses. Se le escuchaba algo alejado, y tras de el, pudo de escuchar a Meleis. Su voz no se escuchaba tan alejada a la del otro hombre, pero le indicaban que ella iba por detrás de ellos dos. Se quejó internamente.

Voy detrás de ustedes... Aunque no sé que tanto. - Rió levemente. Ella sabía que no podía quedarse más tiempo allí, debía de seguir avanzando, o ese par de hombres seguirían avanzando y la dejarían atrás. - No, yo quiero que me inviten cerveza, no yo invitar alcohol a alguien más. Por los dioses, bendigan mi andar por favor. - Se dijo a sí misma dispuesta en ir hacia adelante.

Esa mujer podía ser muchas cosas, pero derrotista no era una de ellas. Estaba dispuesta a seguir adelante y tratar de complicarles las cosas a esos hombres. El alcohol era algo valioso para ella. Y siendo regalado tenía un sabor mucho mejor, por lo que no iba a permitirse dejarse vencer... No aún.

OFF: Se ayudó de las voces de Cohen y Meleis para decidir ir hacia adelante.

Recuento de pasos:

1 Post: 2 Pasos
2 Post: 11 Pasos
3 Post: 11 Pasos

Total de Pasos: 24

Pasos restantes: 2

**Tyr** Dom 16 Oct - 6:50

El miembro 'Gaegel' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Rol' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Contenido patrocinado