Laboratorio personal de Reike (alquimia/arcanos)

El laboratorio de Reike ocupa una amplia estancia en la zona suroeste de su vivienda en Avlo (descripción de la vivienda aquí). La habitación en su conjunto supone una curiosa mezcla entre estudio y cocina con unos toques de herbolario, dividiéndose de forma natural en tres secciones diferenciadas, a través de los “caminos” que unen las tres puertas de acceso a la sala: la del patio, la que da acceso a la vivienda propiamente dicha y la que da acceso al invernadero.

La puerta de acceso más directa desde la entrada de la casa es la del patio. Entrando desde allí, podemos ver en la pared del fondo, ligeramente hacia la derecha, un pequeño fogón que marca el área dedicada a los preparados alquímicos. En esa zona, encontramos los estantes con ingredientes alquímicos y las superficies de trabajo. Algunas están libres, mientras que en otras se despliegan los instrumentos de uso más habitual. Los ingredientes y utensilios para la elaboración de tintas arcanas también se encuentran en esta zona.


Directamente a la derecha de la entrada del patio, junto a la puerta de acceso al invernadero, nos encontramos la zona dedicada al secado y conservación de plantas, provenientes tanto del invernadero como del patio. Es el área más aromática cuando no se está cocinando nada en el fogón.

La zona a la izquierda de la entrada del patio incluye un amplio escritorio que recibe abundante luz de la ventana del patio, así como una cómoda butaca. Buena parte de la pared izquierda se encuentra cubierta por una estantería donde se van acumulando los libros de referencia junto con las notas de la propia Reike. Al fondo y a la izquierda, la puerta que comunica con la zona de vivienda queda casi oculta, camuflada por los estantes de libros a un lado e ingredientes alquímicos al otro.

Su laboratorio está pensado para uso personal, pero Reike acepta encargos de conocidos, conocidos de conocidos… en general, cualquier persona que haya podido tener noticia de sus servicios. Su nivel actual de alquimia es Maestro y el de arcanos es Experto. Los precios de venta están indicados más abajo, junto a las recetas respectivas, pero están abiertos a negociación. También se hacen descuentos si necesitas deshacerte de algún objeto arcano o alquímico de tu inventario.

recetas disponibles del mercado (todas):

TÉCNICAS APRENDIDAS:

Objetos de Alquimia
Éter Cristalizado: [Joya] Siempre que no lleves una armadura, te permite utilizar un Encantamiento de Armadura sobre tus ropas normales (o falta de ellas).
- Precio de los materiales: 40 Aeros
- Precio de venta: 60 Aeros

Medicina Multipropósito: [Elixir, Consumible] Analgésico, antiséptico, antibiótico y desinfectante todo en uno en base a hierbas. Puede ayudar con varias enfermedades. Se fabrican 3 por el costo de producción.
- Precio de los materiales: 30 Aeros
- Precio de venta: 45 Aeros


Objetos de Alquimia
Pesadilla Embotellada: [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido grisáceo oscuro que parece gas atrapado. Al contacto con el aire se levanta una nube negra, que al ser aspirada causará alucinaciones de los temores más profundos de la persona por un turno.
- Precio de los materiales: 100 Aeros
- Precio de venta: 150 Aeros

Elixir de Frigg: [Elixir, Limitado, 1 Uso] Entras en un estado de conciencia alterada. Durante hasta 5 minutos, una parte de tu Éter deja tu cuerpo y se mueve como una nube visible. No puede atravesar objetos sólidos, pero sí apretarse a través de rendijas. Puedes ver y oír a través de ella, pero pierdes los sentidos de tu cuerpo. Tras despertar, estarás somnoliento hasta tu siguiente turno.
- Precio de los materiales: 100 Aeros
- Precio de venta: 150 Aeros

Objetos de Arcanos
Manto de Aroma: [Encantamiento] El objeto oculta el olor del portador, impidiendo el rastreo por este medio.
- Precio de los materiales: 100 Aeros
- Precio de venta: 150 Aeros


Objetos de Alquimia
Piedra Filosofal Falsa: [Joya, Limitado, 1 Uso] Al activarse sobre un conjunto de materiales (max: 30 kgs), permite combinarlos y darles forma para que se conviertan en un objeto inerte del que se conozca su composición.
- Precio de los materiales: 150 Aeros
- Precio de venta: 225 Aeros

Poción de Rescate: [Elixir, Emergencia, Consumible] Sana una herida, de cualquier gravedad, en pocos segundos. Un mismo personaje puede consumir máximo un Elixir de Emergencia por rol.
- Precio de los materiales: 130 Aeros
- Precio de venta: 195 Aeros

Elixir Replicante (receta única): [Elixir, Limitado, 1 Uso] Emula los efectos del último Elixir de calidad Superior o inferior que hayas consumido este tema. Deben haber pasado al menos 2 turnos desde el consumo y no más de 24 horas on-rol.
- Precio de los materiales: 150 Aeros
- Precio de venta: 225 Aeros

Vial debilitador [Veneno, Limitado, 1 uso] Un pequeño frasco que al romperse, libera una nube de gas que reduce moderadamente la fuerza de los enemigos en el área durante un turno.
- Precio de los materiales:120 Aeros
- Precio de venta: 180 Aeros

Objetos de Arcanos
Botas de Orwandil: [Encantamiento de Botas] Las botas ahora permiten caminar o correr sobre líquidos, a voluntad, pero al detenerse la persona se hundirá.
- Precio de los materiales: 150 Aeros
- Precio de venta: 225 Aeros

Pergamino de Escape: [Pergamino, Limitado, 1 uso] Pergamino que al ser activado permite generar un par de agujeros en el suelo dentro del campo de visión del personaje. Puede entrar por un agujero y salir inmediatamente por el otro. Ambos agujeros desaparecen después de ser usados.
- Precio de los materiales: 120 Aeros
- Precio de venta: 180 Aeros

enlaces a aprendizaje de recetas:

Enlace de ampliación de taller:

La bruja revisaba sus suministros inclinada sobre la mesa de trabajo. Después de la pelea que había estallado en la entrada de la posada la noche anterior, había acabado tratando heridos en medio de la taberna, ante la poco impresionada mirada de la tabernera, que parecía obsesionada con barnizar de saliva sus jarras. Las existencias de hierbas apenas habían mermado, pero no le quedaba un solo paño para vendajes, así que salió de la pequeña habitación en busca de la moza que se encargaba de las camas. La joven había sido muy útil durante la noche y le había oído comentar algo acerca de unas sábanas viejas; si iban a tirar alguna, bien podía aprovecharlas para vendajes. Unos minutos más tarde, y un par de monedas más ligera, la misma muchacha le ayudaba a rasgar una sábana agujereada mientras un puchero de agua se calentaba al fuego de la cocina.

—No lo entiendo, señora —dijo la chica entre rasgado y rasgado—, ¿es que va a hacer una sopa con la sábana? No va a sacarle nada de sabor.

Valeria la miró con algo de pena antes de hablar: ¿tanto hambre habría pasado antes de que sus padres la colocaran en la posada?

—No es el caldo lo que me interesa, los paños deben estar bien limpios para poder usarlos como vendas. De lo contrario, podrían hacer más mal que bien.

—Le juro que las he lavao toas, señora. Doña Eulogia siempre me dice: «Eres tonta con ganas, pero al menos vales pa limpiar»

—Seguro que sí —dijo la bruja, intentando que su sonrisa se viera más amable que divertida—, pero para hacer vendajes hay que lavarlas dos veces.

De vuelta en la habitación, con unos cuantos paños esterilizados y las manos bien limpias, se sentó en la dura cama a enrollarlos para facilitar tanto su transporte, como que mantuvieran limpia la mayor superficie posible de tejido durante tanto tiempo como fuera necesario. Cuando casi había terminado con el proceso, llamaron a la puerta.

—Adelante —dijo distraídamente mientras terminaba con el último rollo.

El hombre entró precipitadamente, casi antes de que terminase de pronunciar su invitación. Parecía apurado, pero se quedó callado en cuanto atravesó el umbral. Quizá esperase encontrar a  otra persona.

—¿Puedo ayudarle? —preguntó, más para invitarle a hablar que por mostrarse cordial.

Ante la reverencia, Valeria enarcó las cejas con aire entre incrédulo y divertido. «Así que vendas», pensó, «qué oportuno». Miró el dinero que le ofrecía: no era gran cosa, pero tampoco ella había pagado gran cosa por la sábana desgastada y la ayuda de la moza, así que cogió el rollo que acababa de dejar sobre la mesa y se lo entregó al visitante.

—Procure que no se manche —le dijo a modo de despedida.

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OBJETO	MATERIALES
Vendaje menor	3
TOTAL	3

Le vendo a Kaladar el vendaje menor a coste de material. Él paga 30 aeros, yo gano 1 punto en la profesión medicina.

—Buenas tardes, doña Asunta. ¿Qué tal la tratan hoy esos huesos?

Valeria acababa de llegar de la ciudad con un pequeño paquete en las manos. Nada más asomarse al umbral de la modesta vivienda de doña Asunta, soltó el paquete y dejó que flotase a su lado mientras se quitaba las botas para dejarlas en la entrada. A la anciana dueña no le gustaba que le manchasen el piso de barro.

—Ay, hija —suspiró la viuda desde la silla en que solía sentarse para pelar los tubérculos para el guiso—, con esta humedad, todo son dolores.

—Aún le queda pomada de la última vez, ¿verdad? —dijo Valeria mientras avanzaba por la estancia hacia las escaleras que ascendían a las plantas superiores de la vivienda. La anciana asintió— A la noche se la vuelvo a aplicar. Ya verá qué bien le sienta con un masajito.

—Gracias, niña. ¿Quieres que te suba algo de comer antes de la cena?

—No hará falta, gracias. Pasaré el resto de la tarde trabajando y es mejor que no andemos abriendo y cerrando la puerta.

Con esas últimas palabras, la joven bruja dejó a la anciana ocupada en sus tareas mientras ella se encaminaba derecha a su habitación. El paquete con las compras del día flotó hasta la mesa de trabajo, junto a la ventana abierta, y Valeria se puso un delantal, un pañuelo anudado a la nuca para cubrir su nariz y su boca y los guantes.

Utilizando alternativamente sus manos y su telequinesis, pronto tuvo en orden todas las herramientas e ingredientes necesarios para su labor. El pequeño paquete había sido abierto y su contenido separado en dos montones: lo que usaría aquella tarde y lo que almacenaría en el baúl, con el resto de ingredientes. Puso a calentar el hornillo y empezó a mezclar con cuidado el contenido de varios frascos. El trabajo exigía concentración, pero no era la primera vez que lo hacía, por lo que sabía a qué atenerse. Sólo por precaución, su libro de recetas permanecía abierto en una esquina de la mesa, en caso de que tuviese que comprobar alguna cantidad.

Empezó con lo más sencillo, los venenos, pues incluso si no salían bien del todo, serían igualmente dañinos. Luego, las pociones curativas y de protección. Aquel trabajo era más delicado, pues su vida bien podía depender de ello. Terminado su trabajo, se quitó los guantes y el pañuelo y estiró la espalda mientras miraba por la ventana. Ya casi se había quedado sin luz. Oyó un toque en la puerta y la trémula voz de su casera. Era hora de cenar.

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Esto es lo que elaboro en el taller:

OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Elixir del Sabueso	[Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido de fuerte y desagradable aroma que, tras beberse, duplica la sensibilidad del oído y el olfato por media hora.	30	0
Filo Venenoso	[Veneno, Limitado, 1 Uso] Envenena un arma o sus proyectiles para que, cuando causen heridas, inhiban la coagulación. Esto disminuye la efectividad de cualquier intento por sanar la herida a la mitad.	30	0
Esencia de Dulces Sueños	[Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido transparente con un suave aroma a Anís. 5 minutos luego de beber al menos 100ml, la persona caerá en un profundo sueño. Golpear al afectado lo despertará.	30	0
Poción de Salud Diluida	[Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana las heridas leves en pocos segundos.	30	0
Poción de Recuperación	[Elixir, Consumible] Consumir este objeto inicia un proceso de recuperación que tarda 8 horas, tras los cuales se remueven daños y afecciones de todo tipo. Esto permite sanar daños en que un master solicite un proceso especial de recuperación (ej: consecuencias de roles). Remueve enfermedades, pero no maldiciones.	25	0
TOTAL		145	0

Aquella mañana se había planteado dos metas: la primera, mientras su mente y sus sentidos aún estuvieran bien frescos, realizar unos encantamientos de utilidad general para su equipo; la segunda, una vez finalizada la primera tarea, asegurarse de que sus estuches de viaje estuvieran al día y bien abastecidos.

La primera de las tareas fue sin duda la más costosa para ella, pues requería de mayor concentración. En primer lugar, tomó su discreta daga, aquella que Tale reforjase en Lunargenta no mucho tiempo atrás, y se puso a la tarea. El hechizo que pretendía grabar en la hoja no era complejo, pero no quería equivocarse con los trazos y cargarse el bonito acabado que le había dado el humano. Cuando estuvo satisfecha con el resultado, lo probó. Ante un susurro de su dueña, la daga empezó a emitir luz. Muy útil si se quedaba sin antorchas en el camino.

Después se puso con la armadura, un sencillo peto de cuero que tendría que desechar por algo mejor en algún momento pero, mientras encontraba lo que necesitaba, al menos le servía para practicar sus glifos. Con la runa que dibujó en uno de sus costados, le proveería de un buen camuflaje en las sombras, aunque no aportase mucha protección.

Finalmente, se sentó ante el escritorio y comenzó a escribir en un pergamino que tenía preparado para tal fin. Aquél era el primer glifo que había aprendido a dibujar y lo había practicado tanto aquellos primeros meses que los trazos salieron casi de forma automática. Cuando hubo acabado de trazar las runas, lo dejó abierto junto a la ventana, esperando a que se secara la tinta, mientras se concentraba en preparar su estuche de tintas y pinceles. Tras esto, revisó también sus hierbas y potingues, para asegurarse de que todo estuviese en perfecto estado allá donde lo necesitase. Al terminar, tomó de nuevo el pergamino, lo enrolló y lo guardó en su bolsa.


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Objetos creados: 4 de nivel principiante de Arcanos (+8pp) y 1 de nivel avanzado de Alquimia (+2pp)
La runa de sombras se aplica a mi armadura ligera inicial y la fuente de luz a mi daga de calidad común.

OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Kit Alquímico Regular	[Limitado, Requiere ser Alquimista, 2 Usos] Set de viales con fórmulas secretas diversas que permiten llevar a cabo una Técnica de Alquimia a nivel Avanzado o inferior.	100	0
Kit de Arcanos Inferior	[Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por pinceles y tintas mágicas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Arcanos de nivel Principiante que conozcas en un rol. Para crear el efecto debes disponer de al menos un minuto sin que nadie te interrumpa.	40	0
Glifo de Fisura	[Pergamino, Limitado, 1 Uso]: Al poner este pergamino sobre una superficie sólida se comenzará a formar una grieta que se irá expandiendo de a poco hasta romper la estructura o alcanzar una extensión de 10 metros.	30	0
Runa de Sombras	[Encantamiento de Armadura]: Mientras el portador esté en un lugar oscuro, no será posible verle si está a más de 2 metros, ni siquiera con habilidades para ver en la oscuridad.	30	0
Fuente de Luz	[Encantamiento de Arma o Armadura] El objeto encantado emitirá luz o dejará de hacerlo según una orden verbal de su portador. Esta luz ilumina un radio de 30 metros.	30	0
TOTAL		230	0

Había llegado la hora del descanso, de almorzar, la puerta de la carpintería estaba cerrada con un cartel que decía "Cerrado. Estamos trabajando fuera" y yo caminaba tranquila por las calles de Ulmer en dirección a la taberna de Pulga.

-Pulga, ponme lo de siempre. -Sonreí al tabernero al sentarme en la barra. -Oye, por casualidad no sabrás donde está el arcanista, ¿verdad? -Pulga movió las orejas mientras me servía un plato con empanadas. -Hace días que me paso por su tienda y sigue cerrada.

-A saber, igual lo mataron unos salteadores. -Respondió el regente del local. -Se fue a Lunargenta y aún no ha vuelto. Pero oye, si te urge mucho tengo una muchacha que ofrece sus servicios. -El licántropo movió la mano y señalo las escaleras con el pulgar, luego me miró y levantó una ceja. -Arcanos, carpintera. Pon los pies en la tierra y deja de pensar en faldas.

Reí con fuerza, ¿tanto se notaba?
Terminé de almorzar, y tras pagar, subí a la habitación de la arcanista y llamé a la puerta esperando que me dieran paso.

-Buenas, -La arcanista estaba de espaldas a la entrada, sentada ante una mesa pegada bajo una ventana abierta. -me han dicho abajo que puedes hacer encantamientos.

Aquella silueta me sonaba y juraría que había visto aquel moño en algún sitio, pero claro ¿cuántas mujeres hay que se hacen el mismo peinado?

-Venia buscando un glifo y una runa de sombreike.

La última palabra salió de mi boca entremezclada con la anterior y con un tono interrogativo. Claro que era ella, aquellos ojos eran inconfundibles. Sonreí alegre al verla.

-Hubieras pasado a verme, te habría hecho un hueco en el mostrador de mi taller. -Acorté la distancia que nos separaba. -¿Interrumpo algo? No me gustaría que saliéramos volando. -Esperé una respuesta sin perder la sonrisa. -Hacía tiempo que no nos cruzábamos, ¿cómo te trata la vida?

Miré la mesa esperando encontrar un hueco en el que apoyarme, pero estaba tan llena que decidí quedarme de pie. No quería ser yo la causante de una explosión por culpa de mi culo inquieto.

-¿Me podrías hacer un glifo de fisura? -Desvié la mirada hacia las hebillas de mi peto para comenzar a quitármelo. -Y una runa de sombras para mi armadura. -Estaba tirando de la presilla derecha cuando subí la vista hacia los ojos de la bruja. -No te preocupes por el precio, si falta puedo ir al taller... o pagarte en especias.

Levanté una ceja y sonreí con picardía. Pulga tenía razón, tendría que poner los pies en la tierra.




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Off:
Compro Glifo de fisura y Runa de sombras.

—Adelante —respondió Valeria distraídamente al oír el toque de la puerta.

Estaba inclinada sobre el escritorio, comprobando que su equipo no había sobrevivido a la tormenta que atravesó su barco nada más abandonar las islas, para acabar destrozado por culpa del porteador más bruto que había visto en su vida. Acababa de dar por bueno el estado de la balanza, uno de los objetos más delicados, cuando escuchó una voz familiar a sus espaldas y se giró para comprobar que, en efecto, se trataba de la dragona. No pudo evitar sonreír al ver su expresión de sorpresa.

—Valeria, por favor —respondió con un guiño—, ni que fuéramos dos desconocidas. —Se recostó en el respaldo de la silla para observar a Reivy sin tener que doblar demasiado el cuello— Oh, no te preocupes, si el mulo que vino golpeando el baúl por todas las malditas esquinas desde el puerto hasta aquí no salió volando, dudo que nosotras corramos peligro.

Mientras hablaba, miró de nuevo hacia el escritorio, donde había ido colocando todos y cada uno de sus instrumentos alquímicos, así como sus tintas especiales. Aún le faltaban por revisar un par de frascos pero, a simple vista, no había cristales rotos por ninguna parte, así que supuso que podía agradecerle a su maravilloso método de empaquetado. Después alzó de nuevo la vista hacia la dragona y volvió a sonreír.

—La vida me trata como quiere y yo hago de ello lo que me da la gana —bromeó—. Es un trato que tenemos las dos. ¿Cómo estás tú? Y, ¿qué te trae por aquí si no sabías que era yo la que aquí se hospedaba?

Aquella última pregunta la hizo entrecerrando los ojos, pero sin perder la sonrisa. Después de todo, la respuesta era bastante evidente y Reivy no tardó en confirmarlo.

—Si me lo pides así —le dijo mientras se ponía cómoda para observar, sin ningún disimulo, cómo la dragona se iba quitando la armadura—, ¿cómo voy a negarme?

Sólo cuando hubo terminado de quitársela, Val le señaló dónde podía colocarla mientras ella elegía la tinta y pluma adecuadas, también invitó a Reivy a sentarse en la cama mientras esperaba. Era una runa sencilla, pero tampoco podía tomarse a la ligera, así que se abstuvo de hablar mientras inscribía el trazado en la parte interior del peto. Cuando terminó, se incorporó y caminó de nuevo hacia el escritorio, aprovechando para dirigirle una sonrisa a la dragona antes de sentarse de nuevo ante el escritorio. Sacó una hoja limpia de buen pergamino y se concentró en el dibujo del glifo que le habían pedido. Al terminar, limpió la plumilla y la dejó secando sobre un paño antes de volverse hacia su invitada.

—Listo, sólo hay que esperar un poco a que seque la tinta. ¿Se te ocurre algo que podamos hacer mientras tanto?


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OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Runa de Sombras	[Encantamiento de Armadura]: Mientras el portador esté en un lugar oscuro, no será posible verle si está a más de 2 metros, ni siquiera con habilidades para ver en la oscuridad.	30	0
Glifo de Fisura	[Pergamino, Limitado, 1 Uso]: Al poner este pergamino sobre una superficie sólida se comenzará a formar una grieta que se irá expandiendo de a poco hasta romper la estructura o alcanzar una extensión de 10 metros.	30	0
TOTAL		60	0

Vendo los dos objetos/encantamientos al precio de 80 aeros, con un beneficio de 20 aeros para mí, más 4 puntos de Arcanos.

Acepté el movimiento de Valeria y seguí su mano hasta sentarme en la cama. Allí observé, curiosa, como trabajaba la bruja y la leve marca que se le formaba en el ceño cuando se concentraba.
Crucé una pierna por encima de otra y le guiñé un ojo a la mujer cuando esta me sonrió al pasar.

-Mmm... -Bajé la mirada a mi antebrazo con un deje interesante. -déjame pensar. -Comenté desatando el nudo de los cordeles del brazal. -Oh, sí, tengo una idea que te gustara.

Levanté la vista hacia la bruja al tiempo que me sacaba la pieza de armadura y sonreía. El resto del cuero salió sin que lo tocara nadie.
Conocía lo que estaba pasando, en mi primer encuentro con Reike puede ver de primera mano cómo la bruja manipulaba el éter para hacer bailar unas dagas. Sin duda la telekinesis tenía muchas y grandes aplicaciones.
Yo sin embargo tuve que sacarle la ropa a la vieja usanza.

Seguramente la tinta mágica solo necesitaba unos minutos para secarse, seguramente yo había perdido clientes en el tiempo que estuve con la bruja y puede que ella también, pero sinceramente, volvería a repetirlo sin remordimientos.
Reike tenía algo que lograba agotarme mientras que ella parecía ganar vitalidad, aunque en esta ocasión no me desmayé en el lecho.

-Tendría que haber almorzado más. -Dije divertida, subiéndome los pantalones y mirando a la morena. -Ahora mismo sería capaz de comerme un cordero completo. -Me senté en el arcón para anudarme las botas. -¿Valeria, Tienes tiempo? Tengo otro encargo. -Guardé silencio por un momento, buscando con la mirada la camisa que antes llevaba puesta. -Vey quiere encantar su armadura para volverá silenciosa, pero se fue temprano al bosque y la armadura tiene algunas placas y es de cota de mallas, así que no la he traído. -Había encontrado la camisa y ahora me estaba dedicando a agacharme y recoger las protecciones de cuero de los brazos y las piernas. -Me harías un favor si me acompañaras a la carpintería y te puedo invitar a comer, por las molestias.

Me quede parada junto a la ventana, con el peto a medio poner y sonriendo con simpatía a la bruja.



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Off:
Compro encantamiento, armadura silenciosa.

Con dedos ágiles, la dragona comenzó a desanudarse los cordones del brazal. «Qué dulce, a la manera humana», pensó Valeria mientras una sonrisa pícara se iba dibujando en su rostro. Se acomodó en la silla, dejando que un brazo colgara por detrás del respaldo, mientras iba repasando a Reivy con la mirada. Normalmente, utilizaba el movimiento de sus manos, a veces del cuerpo entero, para ayudar a la concentración cuando usaba su magia, pero en realidad no le era necesario. Y así, allá donde posaba sus ojos, los botones se iban desatando, las lazadas, deshaciendo y la piel de la dragona iba quedando expuesta ante sus ojos. Finalmente, se acabaron los motivos para permanecer en la silla.

Hacía ya rato que la tinta se había secado para cuando las dos mujeres se dieron por satisfechas. Valeria hizo que el pergamino que contenía el glifo que le había pedido Reivy se enrollara sobre sí mismo mientras se ajustaba el cordón del corpiño con ayuda de las manos. Después, se volvió hacia la dragona para escuchar su pedido al tiempo que, con un gesto de la cabeza, le acercaba la camisa, que descansaba en la dirección opuesta en la que la buscaba su mirada.

—¿La armadura de tu hija? —preguntó a modo de resumen mientras se acomodaba la tela del vestido para que no se formaran esas antiestéticas arrugas en la zona de la cintura—. Placas y cota de malla —murmuró para sí, volviéndose hacia el estuche con las tintas.

Distintos tipos de material requerían de tintas y, en ocasiones, instrumentos distintos a la hora de dibujar los glifos. Lo que valía para el cuero, podía no tener la misma fijación para el metal o el papel. Tras comprobar que tenía lo necesario, cerró el estuche y lo dejó junto al pergamino. Luego se acercó a la dragona, que la observaba desde la ventana, para ayudarle a terminar de ponerse el peto a la manera humana, sin poder ni querer evitar que sus manos, o incluso sus labios, se desviraran ligeramente de vez en cuando.

—Siempre es un placer comer en buena compañía —dijo finalmente.

Alzó su mano izquierda y un chal que descansaba en cerca de la entrada viajó hasta ella, mientras la bruja recogía su estuche con la derecha. Se calzó unos sencillos zuecos y acompañó a su anfitriona. El trabajo con la armadura de la muchacha no llevaría mucho tiempo; el resto de la tarde, pensaba a provecharlo.


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Marchando encantamiento para Lavey

OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Armadura Silenciosa	[Encantamiento de Armadura] La armadura encantada no emitirá sonido al moverse ni al pisar.	70	0
TOTAL		70	0

Cobro a Reivy 80 aeros, por lo que gano 10 aeros y 2 puntos en Arcanos

Valeria estaba arrodillada en el suelo, en el centro de la habitación, meditando. Debía llevar cerca de una hora así. Era perfectamente consciente de su respiración, de las sensaciones de su cuerpo, del éter que fluía a su alrededor y de cómo conectaba con el que fluía alrededor de todos los objetos que adornaban la estancia. Cuando conectaba de aquella manera con su entorno, era capaz de percibir los movimientos del éter a su alrededor, del mismo modo que si algo o alguien rozara su propia piel. Fue así que pudo sentir a alguien aproximándose a la puerta, como si una pequeña parte del éter en torno a aquella persona se filtrase por la rendija inferior, antes de que llegara a su oído el sonido de una voz ahogada interrumpiéndose repentinamente.

Abrió los ojos y, aunque no se movió del sitio, permaneció alerta y en tensión. ¿Por qué tardaban tanto en llamar? El toque sonó por fin y la bruja se levantó y fue a sentarse ante el escritorio. Si habían venido a por ella, era mejor que pensasen que la habían pillado desprevenida.

—Adelante —dijo mientras tomaba en la mano un pergamino con un complejo diagrama arcano que había estado estudiando últimamente. Se volvió lentamente hacia la puerta, fingiendo que seguía distraída con los intrincados dibujos, en lugar de concentrada en la posición de su daga—. Si buscabas el prostíbulo, está dos calles más abajo, cariño —dijo con desgana al ver la cara de decepción del elfo que atravesó la puerta.

Resultó que no buscaba el prostíbulo, sino los servicios alquímicos de una encantadora, por alguna razón. El discurso del elfo le resultó tan extravagante que, por un momento, se preguntó si no le estaría tomando el pelo. Luego, el tipo sacó la bolsa y ella se encogió de hombros: dinero es dinero, después de todo.

—Puedo hacer que ambas sean de color verde, sí, pero eso te complicaría un poco las cosas a la hora de distinguir una de otra —dijo—. Lo del sabor es más complicado. Supongo —añadió pensativa— que podría añadir un endulzante que no reaccionase negativamente con los demás componentes, pero eso no garantiza una gran mejoría en el sabor.

Más allá de conveniencias y gustos, al final era el cliente el que mandaba. Más aún, cuando estaba dispuesto a pagar "lo necesario". Así que lo emplazó para un par de horas más tarde y se puso manos a la obra con los ingredientes y el dacantador. Cuando el elfo regresó a por su pedido, le tendió ambas pociones por separado, cada una en un frasco diferente.

—Aquí tienes, ambas son verdes, como pediste. La botella redondeada es el elixir del sabueso —le indicó—, la alargada, la poción de salud. Procura no confundirlas, o acabarás olfateando tus heridas en lugar de sanarlas.


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Creo los siguientes productos:

OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Elixir del Sabueso	[Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido de fuerte y desagradable aroma que, tras beberse, duplica la sensibilidad del oído y el olfato por media hora.	30	0
Poción de Salud	[Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana hasta 2 heridas moderadas o leves en pocos segundos.	70	0
TOTAL		100	0

Acepto el pago de Rauko de 148 aeros, por lo que gano 48 aeros y 3 pp con la venta.

Se había quedado sin perfume. Eso no podía, no debía permitirse. Y no se trataba de ir al mercado a comprar más, no. No se trataba del perfume en sí, sino del toque especial que le daban sus mezclas de hierbas. Por la mañana, había recorrido los herbolarios habituales en busca del ingrediente fundamental de la mezcla: amorttentia. Era lo que le daba ese toque imposible de resistir que tan bien le venía a la bruja. Sin embargo, una sesión de cocina no podía desperdiciarse en un sólo producto. Ya que estaba manos a la obra y con el fuego encendido, decidió que era hora de abastecerse de algunos productos de utilidad general.

Empezó por preparar la amorttentia para su perfume, dejándola en reposo con la cantidad adecuada de sebo. Mientras le daba el tiempo de absorber el aroma de la preciada flor, se concentró en la siguiente receta, que también llevaría su tiempo de elaboración, ya que algunos de sus ingredientes debían ser tostados a fuego lento. Los dispuso sobre una plancha metálica que apoyada sobre trípodes, quedaba suspendida muy cerca del fogón. Tras asegurarse de que la intensidad del fuego era la adecuada, se centró en el tercero de los elixires que planeaba elaborar aquella tarde.

El fuego embotellado era un elixir complejo, que requería concentración durante la mezcla de ingredientes, pues siempre existía la posibilidad de que combustionara demasiado pronto y diera al traste, no sólo con el producto en sí, sino con las propias cejas y hasta la propia casa, si una se descuidaba. Debido a ello, Valeria se preocupó de evitar interrupciones mientras mezclaba polvos y líquidos varios. Cuando estuvo satisfecha con el resultado, guardó la botella.

Ya había pasado el tiempo suficiente para que los ingredientes de su siguiente poción adquiriesen ese tueste imprescindible para su uso alquímico. Tras esto, sólo quedaba disolver los ingredientes sólidos con los líquidos y darle otro golpe de calor para emulsionar la mezcla. Y con la poción enfriando sobre la mesa, sólo le restaba ponerse manos a la obra con lo que había motivado su sesión de trabajo. Con el sebo preparado, el resto del proceso no llevaba complicación alguna. Cuando estaba a punto de dar por concluida la sesión, recordó que había estado postergando la puesta al día de su estuche arcano. Y bien a tiempo que lo hizo, porque algunas de sus viejas plumas necesitaban un urgente reemplazo.


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OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Perfume de Freya	[Elixir, Limitado, 2 Usos] Líquido en base a amorttentia de agradable aroma que, al ser usado, incrementará considerablemente el atractivo del personaje para los demás.	30	0
Jugo de Visión Nocturna	[Elixir, Limitado, 2 Usos] Líquido oscuro y de sabor tostado. Te permite ver en la oscuridad durante 15 minutos.	70	0
Fuego Embotellado	[Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido anaranjado que, al hacer contacto con el aire, se incendia inmediatamente. Puede cubrir un área de hasta 1 metro cuadrado. Las llamas duran aproximadamente 1 minuto (a menos que se expandan en un material inflamable).	70	0
Kit de Arcanos Regular	[Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por pinceles y tintas mágicas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Arcanos de nivel Avanzado o inferior que conozcas en un rol.	100	0
TOTAL		270	0

Además de crear los objetos del cuadro, destruyo mi Kit de Arcanos Inferior, con lo que obtengo +10 aeros del proceso. Obtengo 5 pps de Alquimia (2 objetos de avanzado y uno de principiante) y 2 pps en arcanos por el kit regular.

-Encontrarte fue más difícil de lo que esperaba - Dijo el Estafador parado en el umbral de la puerta - Un cartel grande en la entrada no te vendría nada mal, es decir, para una vez que haces un trabajo legal... - Eso último ya podía considerarse fanfarroneo, Matt no tenía idea de cuantos trabajos había tenido Reike ni en qué habían consistido.

Siempre que Matthew tenía que tratar con la Hechicera, intentaba tener el punto justo de camaradería, desconfianza y afecto. Sí se pasaba demasiado y resultaba grosero, tenerla de enemiga no parecía una buena idea, por otro lado, sí se dejaba llevar por el afecto quedaría totalmente indefenso ante sus manipulaciones.

Pero era divertido, se sentía como si jugaran al ajedrez, sólo que el que perdía podría terminar con una daga clavada en la espalda.

-Que adorable - Comentó mientras miraba el sitio en el que Reike trabajaba - Acogedor - Sonrió burlón, seguramente su gesto era similar al que había puesto la Hechicera cuando conoció por primera vez la Tienda de Owens en Ciudad Lagarto - Ciertamente nunca podremos ponernos de acuerdo en cuanto a la decoración -

Estaba dando rodeos, viendo hasta dónde llegaba la paciencia de la mujer. Cuando notó que ya estaba llegando el límite sonrió de modo encantador, de ese modo que seguro a Reike le hacía acordar a alguien más,  y sacó su nueva arma de un bolso de cuero que llevaba. Era una cadena considerablemente larga que terminaba en un grueso y filoso gancho.

-¡Taran! ¿No es hermosa? Y mira el hermoso truco que tiene - Abrió la boca para decir la orden pero se detuvo en el último instante - ... Voy a arruinarte la sorpresa, se supone que no lo descubras hasta que sea demasiado tarde - Parecía decepcionado, y un poco berrinchudo - Pero supongo que no queda alternativa - Dijo la palabra clave y el gancho cambió su forma a la de un mangual - Jajaja, imagina sus caras cuando... Jajaja, va a ser muy divertido - Dejó de reírse de pronto - Pero una sola sorpresa es poca cosa, quiero que le agregues veneno a ambas armas - De esa manera, aunque sólo les hiciera un pequeño corte, aún así serio serio.

Dejó caer la cadena lentamente.

-Sí es algo rápido me quedo aquí mientras trabajas, seguro tenemos mucho material para conversar y ponernos al corriente - Y a menos de que lo echaran, se quedaría junto a la mesa de trabajo de Reike.

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Compro "Filo Venenoso" para las dos armas que compré aquí Link al Taller de Eltrant y que encanté aquí Link al Taller de Vincent

—Si lo pusiera tan fácil como un cartel grande en la entrada, ¿cómo distinguiría a aquellos que merecen un fragmento de mi tiempo de los que no? —respondió la bruja con una sonrisa y un guiño.

Ignoró deliberadamente la presunción del hombre acerca de su trabajo habitual. Matthew Owens ya sabía mucho más de su pasado de lo que a ella le gustaría; cuanto menos supiera acerca de sus trabajos, presentes, pasados o futuros, mejor. Dejó que el virrey curioseara la estancia a su antojo mientras cerraba el libro de flora que había estado repasando y se levantó para acompañar el ya tradicional baile con el humano.

—Oh, nunca digas nunca, encanto —respondió con una risa divertida al comentario sobre la decoración—. Con un palacio lo bastante grande, seguro que llegamos a un acuerdo.

Lo cierto era que Valeria no prestaba demasiada atención a asuntos como la decoración. Le interesaba que su lugar de trabajo estuviera limpio y organizado para ser funcional, sin distracciones innecesarias y, aunque no podía evitar cierta atracción por el lujo, disfrutaba de ellos con moderación, pues temía y despreciaba por igual la indolencia que solía acompañarles.

Cuando ya creía que iba a tener que preguntarle a qué había venido, el hombre sonrió y le mostró el motivo de su visita. ¿Tan bien la leía o habría sido casualidad? Por precaución, asumiría lo primero y procuró darle un toque extra de hermetismo a su rostro cuando se acercó a inspeccionar la pieza que le mostraba el virrey.

No conocía el encantamiento que habían imprimido en el arma, por lo que fingir el grado de sorpresa que sabía esperaba producir el hombre no fue mayor problema. La forma en que estaba inscrita la runa, por otro lado, sí le resultaba extrañamente familiar. Sopesó el mangual con ambas manos y pronunció la palabra que había oído de boca de Owens para examinar de nuevo el extraño gancho.

—Impresionante —concluyó en voz alta—. Y versátil. Esos enemigos tuyos se van a quedar de piedra.

Alzó la vista para sonreír abiertamente al humano, mientras se preguntaba si tendría que defenderse de aquella misma arma en el futuro. Después, se la devolvió y levantó ligeramente el bajo de su falda con una mano mientras se dirigía a su mesa de trabajo. Por el camino, se concentró en el hornillo bajo el alambique a hizo que el momento en que éste se encendía coincidiera con un chasquido de los dedos de su mano libre, para dar la impresión de que aquello le resultaba más sencillo de lo que era en realidad. Tomó algunos frascos con las manos e hizo que otros se movieran por su cuenta mientras hablaba; aquello sí que era casi tan automático como respirar para ella.

—Me temo que no puedo imprimirle otro encantamiento para emponzoñar el arma de forma permanente —explicó mientras mezclaba y revolvía sustancias—. La naturaleza de la magia arcana hace que pocos materiales puedan resistir dos encantamientos simultáneos, ya sabes. —En realidad, la bruja ignoraba si el humano tenía o no la menor idea de cómo funcionaba la magia arcana—. Pero tengo algo que puede servirte igualmente, un veneno que inhibe la coagulación. Hará que las heridas sean más difíciles de cerrar y bastará con que impregnes una de las versiones. El encantamiento sólo transforma el arma, por lo que he visto, así que el veneno no se irá a ningún lado. Dime —añadió entrecerrando los ojos con una sonrisa traviesa, al ver que el humano pensaba quedarse hasta el final del proceso—, ¿cómo está la señora Owens?


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OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Filo Venenoso	[Veneno, Limitado, 1 Uso] Envenena un arma o sus proyectiles para que, cuando causen heridas, inhiban la coagulación. Esto disminuye la efectividad de cualquier intento por sanar la herida a la mitad.	30	0
TOTAL		30	0

Cobro a Matt 40 por el veneno (10 de beneficio para mí) y me llevo 1 pp en Alquimia por la fabricación.

Antes de partir de las islas, Alisha se había propuesto aprender todas las recetas locales que pudiera. Lo que era un problema, porque en la feria se había perdido unas cuantas. Lo que implicaba encontrar un alquimista local y convencerlo y/o sobornarlo para que le enseñara un par o tres de cosas.

Y por eso estaba allí, charlando con una señora, que le indico la ubicación de la alquimista local a cambio de una galleta. Algo caro en su opinión, la verdad, pero resulto ser que vivían en la misma casa, así que no solo consiguió indicaciones, sino un guía. Algo lento, pero no pasaba nada, una buena chica como ella tenía que ayudar a esa pobre mujer a llegar a casa a salvo, era una noche muy oscura al fin y al cabo. Además, así le daba algo de tiempo libre a Elaine para acabar de leerse ese libro sucio.

Llamó a la puerta. Por lo que le había dicho la señora, le recordaba a su taller. Una habitación alquilada, aunque no en una taberna, con los cachivaches típicos de la alquimia aquí y allá, hasta tenía una cama para dormir allí mismo, por si trabajaba duro hasta tarde. Sin duda una alquimista trabajadora y por lo tanto respetable. O competente al menos. Y eso le bastaba.

-Buenos d…noches.- empezó, cuando le abrieron la puerta. ¿Estaba cerrada con llave? A saber, pero parecía de mala educación entrar. ¿Y si estaba desnuda? –Vengo aquí en busca de conocimientos, pues tras la feria de invierno me encuentro en falta de los conocimientos para… uhhhh.- rebuscó en su bolsa, sacando un papel algo arrugado. -¿Éter cristalizado? Esa medicina sanatodo y… Algo creado por un tal Frigg.- esa última era un problema, había un gran borrón en medio de las dos primeras palabras, así que esperaba que la mujer supiera de qué estaba hablando.


Lo dicho, vengo a aprender Eter cristalizado, Medicina multipropósito y Elixir de Frigg. Y esos puntitos de alquimia por supuesto.

«Estimada señorita Reike», rezaba la nota que descansaba sobre la mesa. «Revisando entre mis objetos personales, me encontré con lo que parece una página arrancada de un antiguo tomo de alquimia. Llevaba tanto tiempo entre mis posesiones, que apenas recordaba su existencia, pero tengo entendido que usted ha estudiado este arte, por lo que creo que le será más útil que a mí. Atentamente, Zero».

Valeria había recibido la carta del pequeño bio-cibernético aquella misma tarde. Tras leer la nota del muchacho, la dejó a un lado de la mesa y desplegó la oscurecida página que la acompañaba. Contenía una lista de ingredientes y una serie de complicadas instrucciones en una apretada letra que se dispuso a desentrañar sin pérdida de tiempo.

Tras un par de horas comparando las anotaciones con los de sus propios libros de alquimia logró hacerse una idea de lo que podía hacer aquella receta y se sentía capaz de replicarla... otro día. Se le había hecho un poco tarde y su estómago empezaba a acusar la falta de cena. Estiró un poco la espalda y los brazos, se levantó y se dispuso a abrir la puerta para preguntarle a doña Asunta si le había sobrado algo del estofado del mediodía. Justo en ese momento alguien llamó a la puerta.

—Buenas noches —respondió a la extraña. Tomó el pedazo de papel que le tendía y le echó un vistazo, después levantó de nuevo la vista hacia la desconocida, analizándola. No le sonaba haberla visto por el Hekshold, pero qué diablos, después de las noticias de Zero, se sentía generosa—. Claro, por un módico precio, será un placer enseñarte. —No tan generosa— Pero, si no te importa, voy a pedir algo de comida primero. Ponte cómoda. ¿Quieres algo tú también?

Le alegró comprobar que la chica no era ninguna principiante, no le gustaba tener que repetirse cuando explicaba algo. Ninguna de las recetas era especialmente compleja, salvo quizá el elixir de Frigg, que requería un poco más de atención, por lo que la sesión no se hizo excesivamente larga. Cuando la alumna quedó satisfecha con las explicaciones, Valeria cobró su clase y se despidió amablemente de la joven, suponiendo que iría de vuelta al Heskshold a descansar. ¿Quién más circularía por el pueblo a aquellas horas?


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OFF: 1. Utilizo el objeto Receta del Elixir Replicante de mi inventario (cedido por Z9-42) para aprender la receta del mismo nombre.

2. Enseño a Alisha las 3 recetas que pide en su post a cambio de 50 aeros.

En total, me llevo 3 pps por las recetas enseñadas y 1 pp por aprender una receta de nivel experto